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1: “Pájaro en la Mano”
El principio del “Pájaro en Mano” enfatiza el hecho que los emprendedores
expertos inician sus emprendimientos con lo que ya tienen, es decir, tienden a
impulsar su acción en base a los recursos existentes y no de acuerdo a un objetivo
ideal. Entre ellos los recursos claves son su identidad, sus conocimientos y sus
redes de contactos.
Si Ud. es un reconocido gerente de la industria productora de salmones frescos no
busque oportunidades en otros rubros, inténtelo mejor desarrollando el nicho del
salmón ahumado, parta comprándole a su antiguo empleador, y si es ingeniero
diseñe Ud. mismo la planta o el proceso de ahumado, y si quiere venderlos, vaya
a ver a quienes le compraban sus pescados en Alemania o Japón, en vez de
intentar golpear puertas donde no lo conocen.
2 : “Pérdida Aceptable"
Los emprendedores expertos establecen a priori y de manera concreta cuánto y
qué están dispuestos a perder en pos del emprendimiento; puede ser un monto
máximo en dinero, tiempo y costo oportunidad, entre otras pérdidas acotables.
La estimación gruesa de la pérdida aceptable es absolutamente individual y
permite tomar decisiones en forma práctica y rápida, en vez de invertir dinero,
energía y tiempo sumergiéndose en cálculos exactos de la rentabilidad esperada
del proyecto.
Mientras un banquero, un MBA o un financista elije un objetivo de retorno, e
intenta reducir el riesgo a través de seguros, futuros, swaps y forwards, un
emprendedor experto determina un nivel de riesgo que le acomoda y está
dispuesto a tolerar, y luego lo impulsa creativamente para conseguir el máximo
incremento del retorno esperado, agrandando la torta.
3: “Mosaico de Aliados”
La práctica común entre los emprendedores expertos, es ir tejiendo redes de
aliados estratégicos para su negocio, siendo capaces de establecer relaciones de
confianza más espontáneas e informales que monetizadas o demasiado
calculadoras con sus stakeholders claves (colaboradores, socios comerciales,
inversionistas y otros grupos de interés).
La mayoría busca inversionistas “cerca de casa”, vía redes informales; con familia,
amigos e inversores ángeles. Esas alianzas les permiten dedicarse a crear
mercados en base a lo que controlan en vez de gastar recursos en predecir el
futuro. Por eso a veces sus primeros inversionistas son sus propios clientes, que
les prestan el dinero, les aseguran una base de partida o les garantizan sus ventas
iniciales, o sus proveedores que les fían, dan a consignación o brindan largos
plazos de pago de sus stocks de lanzamiento, o simplemente terceros que les
facilitan una plataforma de cualquier tipo: electrónica, un pedazo de una góndola o
les hacen un pequeño espacio para instalar una vitrina al lado de la caja del local
comercial para exponer u ofrecer sus productos, incluso sin pedir nada a cambio,
al menos en el corto plazo.