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Desarrollo Sustentable.

Docente: Ing. Guadalupe May Novelo.

Carrera: Ingeniería Civil. 8º A.

Alumno: Br. Ac Balam William Jeovany.

Matricula: 14040005

Trabajo: RESUMEN ECONOMIA SOCIEDAD Y NATURALEZA.


INTRODUCCIÓN

En la actualidad, la conciencia de que es necesario preservar y mantener el


medio ambiente se refleja prácticamente en todos los ámbitos de trabajo. La
colaboración dinámica establecida entre la Organización y los gobiernos, la
comunidad científica y el sector privado están generando nuevos
conocimientos y medidas concretas para solucionar los problemas
ambientales globales, es decir, es un tema de prioridad en casi todas las
organizaciones del mundo.

El sistema económico basado en la máxima producción, el consumo, la


explotación ilimitada de recursos y el beneficio como único criterio de la buena
marcha económica es insostenible. Un planeta limitado no puede suministrar
indefinidamente los recursos que esta explotación exigiría. Por esto se ha
impuesto la idea de que hay que ir a un desarrollo real, que permita la mejora
de las condiciones de vida, pero compatible con una explotación racional del
planeta que cuide el ambiente, es el llamado desarrollo sostenible.

El desarrollo sostenible puede ser definido como “un desarrollo que satisfaga
las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las
generaciones futuras para atender sus propias necesidades. Comisión Mundial
del Medio Ambiente de la ONU, 1987.

La sostenibilidad o sustentabilidad, se construye sobre los subtemas del capital


natural, la degradación del capital natural, las soluciones, los compromisos y
cómo es que los individuos importan. G. Tyler Myller, 2007.

La sostenibilidad es la habilidad de diversos sistemas de la tierra, incluyendo


las economías y los sistemas culturales, de sobrevivir y adaptarse
indefinidamente a las condiciones ambientales cambiantes.
El ámbito del desarrollo sostenible puede dividirse conceptualmente en tres
partes: ambiental, económica y social. Se considera el aspecto social por la
relación entre el bienestar social con el medio ambiente y la bonanza
económica.

Deben satisfacerse las necesidades de la sociedad como alimentación, ropa,


vivienda, trabajo, entre otras, pues si la pobreza es habitual, el mundo estará
encaminado a catástrofes de varios tipos, incluidas las ecológicas. Asimismo, el
desarrollo y el bienestar social, están limitados por el nivel tecnológico, los
recursos del medio ambiente y la capacidad del medio ambiente para absorber
los efectos de la actividad humana.

Ante esta situación, se plantea la posibilidad de mejorar la tecnología y la


organización social de forma que el medio ambiental pueda recuperarse al
mismo ritmo que es afectado por la actividad humana.

El punto de vista del desarrollo sostenible pone el énfasis en que se debe


plantear las actividades dentro de un sistema natural que tiene sus leyes. Se
debe usar los recursos sin trastocar los mecanismos básicos del
funcionamiento de la naturaleza.

Un cambio de mentalidad es lento y difícil. Requiere afianzar unos nuevos


valores. Para hacerlo son de especial importancia los programas educativos y
divulgativos. Tiene mucho interés dar a conocer ejemplos de actuaciones
sostenibles, promover declaraciones públicas y compromisos políticos,
desarrollar programas que se propongan fomentar este tipo de desarrollo.

Para alcanzar la sostenibilidad del medio ambiente es fundamental que los


recursos naturales se utilicen de forma inteligente y que se protejan los
ecosistemas complejos de que depende nuestra supervivencia.
Debe tenerse en cuenta que, la sostenibilidad no podrá lograrse con los
modelos actuales de consumo y uso de recursos. Los suelos se están
degradando a un ritmo alarmante. Las especies vegetales y animales están
desapareciendo a un ritmo sin precedentes. Los cambios climáticos están
provocando una elevación del nivel del mar y acrecentando el peligro de
sequías e inundaciones. Se sobreexplotan la pesca y otros recursos marinos,
entre otros.

Una sociedad sostenible o sustentable ambientalmente cubre los


requerimientos básicos de su gente de manera justa y equitativa sin degradar o
agotar al capital natural que suministran estos recursos. G. Tyler Myller, 2007.

¿ES POSIBLE TENER SOCIEDADES SOSTENIBLES O SUSTENTABLES SIN


PERJUDICAR EL MEDIO AMBIENTE?

Hoy se confronta la amenaza ambiental más crítica de la historia, entre estas


están el deterioro del suelo, del agua y de los recursos marinos, esenciales
para la producción alimentaria en ascenso. Contaminación atmosférica con
efectos directos sobre la salud, pérdida de biodiversidad y su modesta, pero no
menos importante contribución a los daños a la capa de ozono y al cambio
climático global. Simultáneamente, se encaran graves problemas humanos
como la pobreza y el crecimiento demográfico incontrolado.

Hoy mas que nunca es necesario proteger nuestro capital ambiental, vivir de
los intereses que este nos proporciona. Si agotamos, tiramos o malgastamos
este capital, sin duda alguna pasaremos de un estilo de vida sostenible a uno
insostenible.

La visión moderna del desarrollo no sólo busca elevar los niveles de bienestar
de las sociedades humanas de hoy, sino que se preocupa por la posibilidad de
heredar a las generaciones futuras un planeta con aceptables niveles de salud
ambiental y económica.
El crecimiento económico es un incremento en la capacidad de un país en
proporcionar a su pueblo bienes y servicios. Para cumplir con este incremento
se requiere un crecimiento de la población, más productores y consumidores,
más producción y consumo por persona, o ambos.

Según G. Tyler Miller, 2007, Una sociedad sostenible o sustentable


ambientalmente, cubre los requerimientos básicos de su gente de manera justa
y equitativa sin degradar o agotar al capital natural que suministran estos
recursos.

Durante este siglo, muchos analistas hacen un llamado para poner más énfasis
en el desarrollo económico sostenible ambientalmente. La meta es utilizar a los
sistemas políticos y económicos para alentar las formas de crecimiento
económico beneficiosas y más sostenibles ambientalmente y para desalentar
las formas de crecimiento económico dañinas o insostenibles ambientalmente.

Las causas principales de los problemas ambientales son el crecimiento de la


población, el derroche de los recursos, la pobreza, baja responsabilidad
ecológica y la ignorancia ecológica.

La pobreza es una gran amenaza para la salud humana y para el ambiente, la


gente más pobre del planeta es la que sufre en mayor medida la contaminación
y la degradación ambiental. El consumo de los recursos está ligado tanto a
pobreza como a la riqueza. Los pobres consumen menos al no tener
suficientes comida, agua y otros recursos para satisfacer sus necesidades
básicas. Muchos de los más prósperos económicamente consumen mas al
utilizar y desperdiciar muchos mas recursos de los que necesitan.

Según este planteamiento, el desarrollo sostenible tiene que conseguir a la vez:


Satisfacer a las necesidades del presente, fomentando una actividad
económica que suministre los bienes necesarios a toda la población mundial.
La Comisión resaltó “las necesidades básicas de los pobres del mundo, a los
que se debe dar una atención prioritaria”.

Satisfacer a las necesidades del futuro, reduciendo al mínimo los efectos


negativos de la actividad económica, tanto en el consumo de recursos como en
la generación de residuos, de tal forma que sean soportables por las próximas
generaciones.

Cuando nuestra actuación supone costos futuros inevitables, por ejemplo la


explotación de minerales no renovables, se deben buscar formas de
compensar totalmente el efecto negativo que se está produciendo, por ejemplo
desarrollando nuevas tecnologías que sustituyan el recurso gastado.

En la mentalidad humana está firmemente asentada una visión de las


relaciones entre el hombre y la naturaleza que lleva a pensar que:

El éxito de la humanidad se basa en el control y el dominio de la naturaleza.

La Tierra tiene una ilimitada cantidad de recursos a disposición de los


humanos.

La dinámica económica mundial acontecida durante los últimos años, ha


contribuido directa e indirectamente en la atención de los problemas de
degradación ambiental a escala mundial, con mayor repercusión en los países
en vías de desarrollo como Venezuela. La búsqueda de soluciones a los
problemas ambientales no es una tarea fácil, ya que se trata de hacer crecer la
economía a tasas sostenidas en armonía con el medio ambiente, lo que implica
la conjugación de esfuerzos de todos los sectores de la sociedad.
Para lograr consistencia, es necesaria la concertación y creación de alianzas
que conlleven a la modificación de patrones de producción y consumo y que se
de la oportunidad de construir una sociedad más limpia, justa y equitativa,
contribuyendo a la mejora de la calidad de vida de todo el mundo.

El concepto de desarrollo sustentable puede representarse por un triángulo en


el cual se representa la interrelación entre crecimiento económico, equidad
(social, económica y ambiental) y sustentabilidad ambiental. Figura 1.

Figura 1. Triángulo de Peter Nijkamp

La calidad ambiental está afectada por las interacciones entre el tamaño de la


población, el consumo de los recursos y la tecnología. Una vez que se han
identificado los problemas ambientales y las raíces de sus causas, el próximo
paso debe ser entender como se conectan entre sí. De tal manera, uniendo
esto con todo lo anterior mencionado, si es necesario tener sociedades
sostenibles y sustentables sin perjudicar el medio ambiente.
El problema surge por las diferentes interpretaciones que se tienen sobre
dichos conceptos, de ahí la recomendación de su precisión para poder así
establecer las normas mínimas de comprensión acerca de qué se está
hablando.

El propio término de “sustentable” es elástico y se aplica en distintos ámbitos


tales como el de la producción, ecología, economía, medio ambiente, sociedad
o desarrollo. Se refiere a recursos sostenibles que ofrezcan la posibilidad de
renovarse en el tiempo o puedan ser reutilizados asegurando así su beneficio
para las generaciones humanas posteriores. En este sentido, se entiende que
el éxito de la sustentabilidad se relaciona directamente con satisfacer las
necesidades de las personas en el presente, sin comprometer sus necesidades
futuras.

El desarrollo sustentable debe ser mantenido en el tiempo para ser sostenible.

Idealmente el desarrollo sustentable se alcanza plenamente en el momento


que los tres objetivos se encuentran en equilibrio, tal como lo ilustra el triángulo
de Nijkamp que representa gráficamente la satisfacción simultánea entre el
crecimiento económico, la equidad social y la sustentabilidad ambiental para
dar lugar al desarrollo sustentable, área central del triángulo.

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en su Informe


sobre Desarrollo Humano, 1996. Ediciones Mundi-Prensa. Madrid, establece
los siguientes vínculos entre crecimiento económico y desarrollo para que sea
sustentable: Equidad: Cuanto mayor sea la igualdad con que se distribuyan el
PNB y las oportunidades económicas, tanto más probable será que se
traduzcan en un mejoramiento del bienestar humano.
Oportunidades de empleo: El crecimiento económico se concreta en la vida de
la gente cuando se le ofrece trabajo productivo y bien remunerado. Acceso a
bienes de producción: Las oportunidades económicas de mucha gente pueden
incrementarse con acceso a bienes de producción, en particular la tierra, la
infraestructura física y el crédito financiero; el estado puede hacer mucho en
todas esas esferas, interviniendo para tratar de nivelar el terreno de juego.

Gasto social: Los gobiernos y las comunidades deben encauzar una parte
importante del ingreso público hacia el gasto social más prioritario, en particular
mediante la prestación de servicios sociales básicos para todos. Igualdad de
género: Al brindar a la mujer mejores oportunidades y mejor acceso a la
enseñanza, las guarderías infantiles, el crédito y el empleo. Buen gobierno:
Quienes detentan el poder asignan gran prioridad a las necesidades de toda la
población y la gente participa en la toma de decisiones en muchos niveles. Una
sociedad civil activa: Las organizaciones no gubernamentales y los grupos de
la comunidad no sólo complementan los servicios gubernamentales haciendo
llegar los servicios a la población meta, sino que además desempeñan una
función esencial al movilizar la opinión pública y la acción de la comunidad a
ayudar a determinar las prioridades del desarrollo humano.

En esta línea, el concepto sustentabilidad hace referencia a la interrelación de


tres elementos:

(1) La sustentabilidad ambiental, que se refiere a la necesidad de que el


impacto del proceso de desarrollo no destruya de manera irreversible la
capacidad de carga del ecosistema.

(2) La sostenibilidad social, cuyos aspectos esenciales son el fortalecimiento de


un estilo de desarrollo que no perpetúe ni profundice la pobreza ni, por tanto, la
exclusión social, sino que tenga como uno de sus objetivos centrales la
erradicación de aquélla y la justicia social, y la participación social en la toma
de decisiones, es decir, que las comunidades y la ciudadanía se apropien y
sean parte fundamental del proceso de desarrollo.
(3) La sostenibilidad económica, entendida como un crecimiento económico
interrelacionado con los dos elementos anteriores. En síntesis, el logro del
desarrollo humano sustentable será resultado de un nuevo tipo de crecimiento
económico que promueva la equidad social y que establezca una relación no
destructiva con la naturaleza.

En la figura No.2, se aprecia como los puntos de contactos entre los elementos
del desarrollo sostenible, delimitan aspectos comunes del avance del hombre
como lo son: La relación armoniosa entre lo Económico y lo Social puede
determinar un grado de desarrollo del nivel de vida; en el área de contacto
entre lo Económico y lo Ambiental se pueden hallar los elementos que permiten
el desarrollo de las Producciones ecológicas; en la zona entre lo Social – lo
Ambiental, se puede desenvolver la conciencia ambientalista, en la que juega
su papel la educación ambiental. Todas estas interacciones se incrementan o
disminuyen en función de las voluntades políticas y de las acciones y desarrollo
de la gestión de la educación ambiental, todas estas interacciones conforman,
a la larga, elementos que determinan, de forma bastante generalizada, los
rasgos y características de la calidad de vida de las personas, regiones y
naciones, que se incrementa o disminuye en función del nivel educacional de
los individuos, de ahí su importancia.

Figura No.2

(Puntos de contactos en la interacción entre los componentes del desarrollo


sostenible, UNESCO 2003).
De lo dicho anteriormente se sigue que un desarrollo humano sustentable debe
permitir una mejora sustancial de la calidad de vida de la gran mayoría de una
sociedad, o una comunidad, la cual a su vez debiera conducir a la reproducción
del ecosistema en el que ésta está inserta. Éste sería un criterio fundamental
para discernir la calidad y la sustentabilidad del desarrollo que se impulsa.
Entre muchos aspectos que podrían tomarse en cuenta para la definición de
calidad de vida, la erradicación de la pobreza es central, por lo menos para el
Tercer Mundo. Existe un amplio consenso internacional acerca de la necesidad
de revertir la tendencia de creciente polarización entre países ricos y pobres y
entre los estratos más ricos y los más pobres de cada país, lo cual es
insostenible ética y materialmente; como asimismo hay consenso respecto de
que la pobreza ejerce un impacto negativo sobre el ambiente natural y que es
necesaria su erradicación para el logro de un desarrollo humano sustentable.

EL PARADIGMA DEL DESARROLLO SUSTENTABLE Y SOSTENIBLE


Hasta la década de los años ochenta, varios conceptos de desarrollo ya
incluían en su contenido el propio beneficio de la naturaleza y el uso racional
de sus recursos, esto no resultaba suficiente para demostrar la imperiosidad de
tomar en serio la extensión de su denominación. Así se hizo evidente la
necesidad de buscar un nuevo término para catalogar al desarrollo en un
espectro emergente y todo abarcador, o lo que es lo mismo el medio ambiente.

Por lo tanto surgieron numerosos acercamientos conceptuales al propósito


señalado, hasta la final aparición del nuevo apellido sostenible o sustentable
que se la ha adjudicado al término, con el ánimo de ponderar su faceta
ambiental y plasmarlo posteriormente por la Comisión Mundial sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo (1987), en el informe Nuestro Futuro Común o
documento antecedente a la que resultó ser la Conferencia de Naciones
Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, efectuada en Río de Janeiro, Brasil
en junio de 1992.

Con independencia de unas u otras definiciones, los contenidos más sensatos


que se han brindado sobre desarrollo sustentable, apuntan hacia la
consecución de un crecimiento con eficiencia económica, garantizando el
progreso y la equidad social por medio de la solución de las necesidades
básicas de la población y la salvaguardia de las culturas, sobre la base del
funcionamiento y la eficiencia ecológica de los sistemas biofísicos.

Es posible vivir de manera más sostenible si cambiamos de una economía de


alto rendimiento a una de bajo rendimiento. La mayoría de los países
avanzados industrialmente tienen economías de alto rendimiento que intentan
impulsar el crecimiento económico al incrementar el flujo de materia y de
recursos energéticos a través de sus sistemas económicos.
Estos recursos fluyen a través e las economías de dichas sociedades hacia
sumideros (Aire, agua, suelo, organismos), en donde los contaminantes se
pueden acumular en niveles muy dañinos para las sociedades de hoy en día.

Una solución temporal a este problema es convertir una economía de alto


rendimiento a una economía de de reciclamiento de materia y de reutilización
circular que emite a la naturaleza. Esto significa reciclar y reutilizar la mayoría
de nuestras emisiones de materia dentro de la misma economía, en lugar de
depositarlas en el ambiente.

En todo caso, el nuevo paradigma de la sustentabilidad presupone alcanzar


una armonía entre todos los atributos que corresponden al desarrollo, a saber,
sus aristas referentes a la economía, la sociedad, la naturaleza, la cultura y la
tecnología, donde la dimensión ambiental formase parte integral del proceso de
desarrollo.

De otro modo se interpreta que al desarrollo sustentable, le resultan inherentes:


la posible única opción viable para salvaguardar a la Humanidad, la adopción
de una nueva ética humana para con la naturaleza, un motivo de solidaridad
intergeneracional, una teoría humanista y progresista, el sentido de
responsabilidad por salvar las condiciones que sustentan la vida en el planeta,
un móvil para la paz y la estabilidad mundial, una alternativa sensata a los
modelos existentes de desarrollo y la globalización de la solidaridad ambiental.

El emergente paradigma de la sustentabilidad constituye una teoría impecable,


sensata y aparentemente ideal para salvar a la especie humana del holocausto
ambiental, pero ciertamente enfrenta los obstáculos propios de no ofrecer una
guía metodológica y práctica viable, consistir en una quimera para implementar
en el mundo actual, la imposibilidad de tomar como meta para el futuro e
ideológicamente por representar una nueva fórmula de dependencia y receta
de neocolonialismo para el Tercer Mundo.
Ante tan compleja encrucijada, las interrogantes divagan sobre las alternativas
destinadas a aceptar, rechazar o tomar como referente la teoría de la
sustentabilidad. Lo último parece ser lo más sensato, en tanto no existan las
mínimas condiciones subjetivas para contar con la elevada dosis de altruismo
que requiere la implementación tácita del desarrollo sustentable.

Entre las exigencias que el nuevo paradigma del desarrollo sustentable le


impone a la ciencia y a la técnica actual, se impone reorientar las nuevas
tecnologías, hacia la sustitución de recursos naturales y a la prevención de la
contaminación ambiental, desarrollando programas pertinentes y coherentes
que propicien la educación ambiental, contribuyan a mitigar las desigualdades
entre ricos y pobres y propicien la búsqueda de la calidad de vida en lugar del
nivel de vida de la población.

Si para alcanzar los niveles de desarrollo que hoy ostenta la Humanidad, ha


sido necesario transitar por procesos históricos matizados por las revoluciones
industriales y científico – técnica, no resulta descabellado afirmar, que para
acceder al desarrollo sustentable, habrá que transitar por una revolución
ambiental; que a diferencia de sus precedentes, obedecerá a la evolución
ambiental del pensamiento humano, debido a lo cual sólo sería alcanzable a un
imprevisible lapso de tiempo, en tanto que desaparezcan las condiciones que
han propiciado el actual anti-desarrollo, que prevalecerá aún por mucho tiempo
en el planeta.

Inexorablemente, saltar de la actual pre-historia del desarrollo humano a una


era ambiental, donde se instaure el desarrollo sustentable, implica rebasar un
complejo, difícil y dilatado proceso de revolución en la conciencia humana, que
destierre todo signo de egoísmo y se apodere de una elevada dosis de
altruismo, para encarar exitosamente el derrotero que conduce a prolongar la
estancia del Homo sapiens sobre La Tierra.
Los cambios hacia la sustentabilidad presuponen poner en funcionamiento la
capacidad de la sociedad para apelar a otras alternativas (industriales,
tecnológicas, biotecnologías, etc.), capaces de complementar las exigencias y
las necesidades humanas, a introducir los mas novedosos avances científicos y
tecnológicos en materia de desarrollo sostenible.

Conscientes de la abismal ignorancia que atesora el ser humano sobre su


ambiente y de su incapacidad actual para enfrentar un desarrollo sustentable,
pero esperanzados en que más temprano que tarde la sensibilidad por su
ambiente y propia existencia propicien un cambio hacia lo ambiental, entonces
cabe predecir que sólo en un muy prolongado lapso de tiempo imposible de
determinar, la Humanidad podrá aspirar a ese anhelado desarrollo sustentable.

CONSIDERACIONES FINALES

En nuestro país ha habido un avance significativo en materia de desarrollo


económico pero también, en los temas sociales, ambientales y culturales. Los
índices macroeconómicos así lo señalan. Sin embargo, la apuesta por un
nuevo progreso centrado en la persona humana, no es tarea fácil de llevar a
cabo, especialmente cuando para lograrlo apelamos a la capacidad reflexiva de
las personas.

Esta debiera permitir, llevar a cabo un proceso de toma de conciencia de la


responsabilidad social que tenemos todos y cada uno, en la construcción de un
país participativo, solidario, sin pobreza, es decir, un país que acoja realmente
a sus ciudadanos y ofrezca oportunidades reales de desarrollo económico,
personal y social, para todos, sin perjudicar o alterar la condiciones del medio
ambiente. Pero también es importante, que exista una voluntad política de
parte de los partidos políticos y del gobierno, que permita consolidar la
democratización de nuestras instituciones.
Ante la encrucijada que se enfrenta la Humanidad, de reconocer o desconocer
el peligro ambiental que se cierne sobre la propia especie humana, no cabe
dudas en calificar como desacertado, toda manifestación de desarrollo que
hasta el presente haya tenido cabida en La Tierra, al negar como factor común
dentro del desarrollo, la inclusión de la complejidad y diversidad ambiental, en
sus componentes naturales, sociales, económicos, culturales y tecnológicos.

Objetivamente los modelos de desarrollo prevalecientes hasta el presente,


muestran evidentes enfoques antropocéntricos, productivistas y reduccionistas,
al negar lo inhumano y ponderar la ignorancia y arrogancia humanas, para
imponer una verdadera tiranía sobre el ambiente, que implora a salvar al Homo
sapiens, en menoscabo de las propias bases que sustentan a la vida humana.
Cualquier intento de proteger al ser humano y no a su entorno que lo incluye,
pues tributará a la aceleración de la extinción de ésta especie, única capaz de
propiciar su propia desaparición sobre la faz de La Tierra.

Hoy emerge la necesidad de un saber ambiental donde la concientización de la


complejidad del medio se convierta en un punto de partida para asumir su
dimensión, se vuelve impostergable el replantear las coordenadas de la
ciencia, con la intención de que la vida y el propio lenguaje puedan ajustarse a
las nuevas problemáticas que la degradación ambiental presenta, vinculando el
mundo científico y académico a una práctica cotidiana que urge ser
transformada.

El desarrollo sustentable en tanto que hoy se presenta como una utopía


inalcanzable, ha llegado a erigirse en una alternativa que requiere de una
sensibilización del ser humano y de su necesaria educación y capacitación,
para poner en práctica la búsqueda de soluciones propias e imaginativas ante
la armonía que precisa alcanzar con la extrema complejidad ambiental, y sólo
así propiciar el necesario cambio en la sociedad humana, conscientes de su
tributo a ese anhelado y posible cambio, hacia un mundo mejor.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

DESARROLLO SOSTENIBLE. HISTORIA Y GÉNESIS DEL CONCEPTO,


2004.

GONZÁLEZ ARENCIBIA, M. UNA GRÁFICA DE LA TEORÍA DEL


DESARROLLO. DEL CRECIMIENTO AL DESARROLLO HUMANO
SOSTENIBLE, 2006.

G. TYLER MILLER JR. CIENCIA AMBIENTAL, DESARROLLO SOSTENIBLE.


2007.

INFORME BRUNDTLAND, NUESTRO FUTURO COMÚN, ELABORADO POR


LA COMISIÓN MUNDIAL SOBRE MEDIO AMBIENTE Y DESARROLLO DE LA
ONU, 1987.

http://www.bvsde.paho.org/bvsacd/ssataller/ecodessumx.pdf

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