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ARTÍCULOS: ZULETA | BUSQUET | PIÑEYRO | FISGATIVA | CAMPODÓNICO

TRADUCCIÓN: LAS PALABRAS Y LAS IMÁGENES / LA PINTURA FOTOGÉNICA., M. FOUCAULT


terar

C U A D E R N O S

MATERIALISTAS

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CUADERNOS MATERIALISTAS 3
Editorial | Colectivo Materia
Índice

Índice

EDITORIAL 4

ARTÍCULOS

Una memoria obstinada. El mar como “medio” sensible en El botón de nácar de Patricio Guzmán 10

Virginia Zuleta

Ni pena ni miedo: la poética de la memoria en Raúl Zurita 24

Adela Busquet

Borraduras y sobrescrituras inhumanas. Aproximaciones a la obra de Sacco 41

Hernán Lopez Piñeyro

Reiteración y relato: la fotografía y las inscripciones pétreas 52

Carlos Mario Fisgativa


Índice

El fin de la Modernidad o el fin de la representación. Arte negativo como arte colectivo para la memoria de un 61
genocidio

Joaquín E. Campodónico Gómez

TRADUCCIÓN
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Las palabras y las imágenes, seguido de La pintura fotogénica

Michel Foucault

CUADERNOS MATERIALISTAS 2 | 2017


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Artículos | Hernán Lopez Piñeyro

Borraduras y sobrescrituras inhumanas. Aproximaciones a


la obra de Sacco
Hernán Lopez Piñeyro

I cementerio, es soporte de una imagen, es de São Paulo, Sacco trabaja con la memoria
obra de arte. de los objetos y de las imágenes. La instala-
Un pedazo de madera es naturaleza, es árbol, ción está compuesta por un conjunto de
es leña, es desecho, es palo que sostiene una Partiendo de tres proyectos artísticos de Gra-
tablas de maderas encontradas en la calle que

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consigna, es arma precaria ante la represión ciela Sacco y de algunas ideas provenientes
llevan impresas, por medio de la técnica
policial, es estructura que sostiene una casa, de la filosofía de Theodor Adorno y de Ema-
heliográfica1, imágenes de distintas manifes-
es objeto decorativo, es soporte de una ima- nuele Coccia, en las páginas que siguen se
taciones. La idea, según la artista, se originó a
gen, es obra de arte. Una piedra es mineral, es indaga sobre la condición de posibilidad de
partir de una humorada de Einstein, quien en
pedacito de casa demolida, es granada que no una memoria no humana, la memoria de la
una entrevista señaló que no sabía con qué se
explota, es soporte de una imagen, es obra de madera, de las piedras y del río.
va pelear en la tercera guerra mundial pero sí
arte. Un río es agua, es bebida, es basurero, es podía asegurar que en la cuarta será con pa-
En la serie Cuerpo a cuerpo y El incendio y las
vísperas (1996-2000), iniciada en la 23° Bienal los y piedras.

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En El combate perpetuo (1997), una interven- en cambio, son el soporte de una gigantograf- cada una remite a la otra. Es decir, “la natura-
ción realizada en el contexto de la 6° Bienal ía que muestra de manera clara el río que se leza a la experiencia de un mundo mediado,
de La Habana, la artista monta en derrumbes encuentra frente a la sala. Estos últimos están objetualizado; la obra de arte, a la naturaleza,
del centro histórico de La Habana una de las apoyados contra una pared y plantados sobre al lugarteniente mediado de la inmediatez”
imágenes trabajada en la serie anterior, la de tierra removida. A su vez, la reja que rodea (Adorno, 2013: 117).
un manifestante a punto de tirar una piedra. todo el perímetro no costero del Parque sos-
La naturaleza retorna en el arte porque en la
A su vez, dentro del Convento de Santa Cla- tiene una larga imagen del río.
idea misma de arte encuentra voz “lo que le
ra, el lugar de exhibición de la bienal, cuelga
Los tres proyectos, que discurren entre la hace justicia a aquello que, de lo contrario,
la misma imagen, pero rodeada de piedras
naturaleza, el arte, la sociedad y la historia, sería en verdad vencido por la ratio, el dere-
con manos impresas, también a través de la
trabajan con la materia como sustrato de una cho, el orden, la lógica, y el pensamiento
técnica heliográfica.
memoria evanescente y fragmentaria, una clasificatorio” (Adorno, 2013: 141).
Finalmente, el tercer proyecto artístico que se memoria borrosa, una memoria de escrituras

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La heliografía es una técnica habitualmente
aborda en este trabajo es la instalación Ten- sobrepuestas.
utilizada para la reproducción de planos ar-
sión admisible realizada en la sala PAyS
II quitectónicos y que está muy presente en la
(Presentes ahora y siempre) del Parque de la
obra de Sacco, quien ha buscado también, a
Memoria en el año 2011. Allí vuelven a apa-
En el curso sobre estética dictado entre 1958 y través de la escritura de un manual, difundir
recer los listones de madera. Algunos de ellos
1959 y más tarde en Teoría estética, Adorno su implementación en el campo artístico. Ésta
se encuentran gastados y conforman un muro
señala que las obras de arte, hechas por seres consiste en la fotosensibilización de una su-
que esconde parcialmente una proyección
humanos, se encuentran frente a la naturaleza perficie por medio de una emulsión de sales
audiovisual en la que se suceden manchas
que en apariencia no está hecha. Sin embargo, que permite la impresión de una imagen a
blancas y negras y ruidos de disparos. Otros,

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partir de una fuente de luz intensa. Luego en presente a la naturaleza en la expresión de su “En cada experiencia de la naturaleza está
una cámara cerrada con un ambiente cálido y propia negatividad. propiamente la sociedad entera” (Adorno,
húmedo y con vapor de amoníaco se hacen 2004: 126). Pues, en tanto que tiene lugar una
En las obras de Sacco, ni las tablas, ni las
visibles las marcas. Éstas son, en parte, im- supresión de la inmediatez a través de lo me-
imágenes endebles que soportan se parecen a
previsibles, pues hay una diferencia entre lo diado, en estas experiencias no es discernible
las playas vírgenes de los posters de las agen-
que la artista quiere grabar y la imagen que lo ideológico de lo natural. Dicho nuevamen-
cias de turismo, ni a las escenografías de las
finalmente se imprime. Es la luz del sol –más te pero en palabras de Adorno, “en lo bello
publicidades de agua mineral. Tampoco tie-
precisamente, la ultravioleta, aquella longitud natural se mezclan, de manera musical y ca-
nen nada de las selvas frondosas que las
de onda que el ojo no percibe– lo que deviene leidoscópica, elementos naturales y
asociaciones ecologistas buscan proteger bajo
imagen y usa la tabla o la piedra como sopor- elementos históricos” (Adorno, 2004: 136).
la promesa de un capitalismo feliz. No hay
te circunstancial. Allí donde la obra queda Parafraseando el nombre del proyecto artísti-
naturaleza idílica o pura. No hay una expe-
despojada de la intención del sujeto y del co de Sacco, podría decirse que la historia y la
riencia inmediata, ni copia, ni duplicación de

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lenguaje conceptual, es donde el arte deviene naturaleza se encuentran presentes en la obra
ésta. Por el contrario, hay allí una naturaleza
“libro de la naturaleza”2. de la artista bajo una tensión admisible, una
mutilada, una naturaleza con cicatrices, una
tensión que no se resuelve. La obra no vive ni
Pero la naturaleza no se puede copiar. Pues, naturaleza contaminada por la historia. En las
en una ni en la otra, sino en la fluctuación
en tanto que aparece, es una imagen. Su co- imágenes de manifestantes grabadas por el
entre ambas.
pia, dice Adorno, “es una tautología que, al sol sobre listones de madera, las huellas de la
objetualizar lo que aparece, al mismo tiempo naturaleza y las de la historia se superponen, Al decir del autor de Teoría estética, el arte no
lo elimina” (Adorno, 2004: 124). Es decir, la se borronean y se sobrescriben las unas a las es imitación de la naturaleza, sino imitación
relación entre arte y naturaleza es una rela- otras. de lo bello natural entendido como alegoría
ción infiel, salvo allí donde el arte hace de eso que está más allá, pese a estar media-

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do por la inmanencia social. Esta belleza na- ñala en Dialéctica de la ilustración, un instru- arte es la copia del silencio desde el que la
tural crece con la intención alegórica que mento coactivo mediante el cual los hombres naturaleza habla” (Adorno, 2004: 134). La
proclama sin descifrarla; con significados que se distancian de la naturaleza para ponerla obra de arte rechaza la humanización inten-
no se objetualizan y remiten al pasado. Ador- enfrente y poder dominarla (cfr. Adorno & cional, rechaza a la razón.
no aporta dos ejemplos: Horkheimer, 1994: 92). En sus obras, Sacco
Aunque la Ilustración, aquello que Adorno y
parece abstenerse de la utilización de ese ins-
Un grupo de árboles resulta bello Horkheimer entienden como el desencanta-
trumento.
(más bello que otros) si parece una miento del mundo por medio de la razón (cfr.
huella, por más vaga que sea, de algo El pasado es (en parte) eso: una piedra o un Adorno & Horkheimer, 1994), ha librado a la
pasado; una roca que por un segundo
listón de madera, un pedazo de tiempo que conciencia del viejo horror, éste sobrevive en
le parece a la mirada un animal pre-
no se ha detenido pero que se deja percibir el antagonismo histórico entre sujeto y objeto.
histórico, mientras que un segundo
como historia y como naturaleza suspendida. El arte se apropia de esa paradoja al sacar
después desaparece la semejanza.
En el arte, donde la naturaleza parece respi- fuera la irracionalidad de la construcción ra-

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(Adorno, 2004: 130)
rar, tiene lugar el impulso de salvar el pasado cional del mundo.
Parece que en este aspecto la obra de Sacco se como viviente, en lugar de utilizarlo como
distancia del pensamiento de Adorno. En los material de progreso.
III
tres proyectos artísticos descriptos, el pasado
En este sentido, el arte toma su modelo de En tanto que aparición de la naturaleza (y no
no es una alegoría o un símbolo, sino que éste
expresión de la naturaleza y no del espíritu en tanto que copia de ésta), las obras de arte
impregna la materia misma o, mejor dicho, es
que los seres humanos le confieren. O dicho son imágenes. Y como tales, podría agregarse
una parte indiscernible de ella. No hay repre-
en palabras de Adorno: “lo completo, ensam- tomando a Coccia (2011), están más acá del
sentación de algo pasado que está ausente o
blado, rebosante en sí mismo, de las obras de alma y más allá de las cosas. Este lugar in-
por fuera. La representación, es según se se-

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termedio, este paradigma de la medialidad, ral. Un hombre no puede vivir sobre heliografía en particular, la materia es corroí-
constituye el ser de lo sensible. Las imágenes la madera, su imagen sí. (Coccia, da por la imagen. El encuentro de la piedra
resultan, bajo estas ideas, semejantes a los 2011: 35) con la imagen de la mano está mediado por la
espejos. emulsión ácida que al recibir la luz ultraviole-
La imagen no es cuerpo, ni producto de la
ta del sol corroe la materia. Más aún, la
percepción, pero no por ello deja de ser una
Aquello que muestra el espejo no deviene
imagen existe sólo en la medida en que el
esfera de lo real, aunque lo es de manera dife-
objeto, ni siquiera el sujeto se convierte allí en
cuerpo es transformado.
rente a las otras. Siguiendo a Averroes,
objeto para sí mismo, más bien se encuentra
con el hecho de ser pura imagen, extramental Coccia señala que todo medio, todo cuerpo A su vez, la imagen de la mano se imprime
y extracorpórea. Es un afuera absoluto que no receptor, es tal debido a su propio vacío on- sobre otra imagen sin borrarla del todo. Esta
tológico. Es decir, gracias a la capacidad que
coincide ni con la subjetividad, ni con la obje- otra es la imagen de la piedra que ésta sopor-
éste tiene de no ser aquello que es capaz de
tividad. ta sobre sí misma. Claro que la imagen de la
alojar. Recibir quiere decir padecer algo, ser
mano acogida por la piedra queda separada,

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Al decir de Coccia, lo sensible vive en la su- afectado por algo pero sin transformarse y sin
utilizando las palabras de Coccia “de su sus-
perficie de los cuerpos, pero no se confunde transformar la cosa por la cual se es afectado.
trato ordinario y de su naturaleza”. Pero, en
con ellos. Tampoco los transforma ni se deja
términos sensibles (y si se quiere ontológi-
Ahora bien, los proyectos de Graciela Sacco
transformar.
cos), no es la misma imagen la de la mano del
parecen distanciarse en algún sentido de esta
Es como si la existencia de lo sensible manifestante a punto de arrojar una piedra
idea. Detengámonos en la mano del manifes-
no fuera determinada por la capaci- soportada, justamente, por una piedra que si
tante impresa sobre una piedra en Combate
dad de una materia específica, sino lo estuviera por un papel o por una mano. La
perpetuo. En primer lugar, hay una cuestión
por la capacidad de las formas de textura y la forma de la piedra, pero también
técnica. En el grabado en general y en la
existir fuera de su propio lugar natu- su historia, forman parte de la imagen que

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ésta aloja. Del mismo modo, la imagen de la vida, en el presente, a aquel pasado instaura un aquí y ahora. Boris Groys señala
piedra antes soportada únicamente por ella que la fotografía conserva como el que “la época contemporánea organiza un
misma pasa a habitar también la imagen de la rastro de un tiempo irrepetible y con- complejo juego de dislocaciones y recoloca-
cluido. No es ajeno a este acto un
mano. Cuerpo e imagen no son del todo dis- ciones, desterritorializaciones y
momento ritual, cargado de todos los
cernibles. reterritorializaciones, de des-auratizaciones y
significados implicados por simbo-
re-auratizaciones” (Groys, 2016: 63). Cada
Coccia señala que “la imagen sensible abre el lismos fijos que vinculan luz,
imagen es copia y original a la vez, o dicho en
conocimiento y verdad. (Giunta,
reino de lo innumerable”, pues éstas existen
2011: 77) palabras de Groys “la reproducción está tan
contemporáneamente en múltiples lugares.
infectada por la originalidad como la origina-
Esto parece aún más claro en la época de la El sol graba en la madera una imagen sin que lidad está infectada por reproducción” (64–
reproductividad técnica, momento en el que, los contornos se definan con precisión a partir 65).
al decir de Benjamin (2009), el valor exhibiti- de otra imagen, ambas pertenecen a la misma
vo se sobrepone al valor cultual. manifestación. A partir de un encuentro que En Tensión admisible esto parece claro. Las

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la artista considera del orden de lo mágico, la tablas muestran fragmentos separados y
En su ensayo sobre la artista, Andrea Giunta
materia y la imagen se yuxtaponen, se borro- sembrados sobre tierra de las aguas marrones
dice que:
nean y se reescriben. Entonces, podría decirse del Río de la Plata que está ahí enfrente. La

Con la reproducción heliográfica, que las imágenes sólo se multiplican diferen- tabla espeja al río pero no sin deformarlo. A
Sacco trabaja en torno al sentido cul- ciándose. Esto, en los términos de Benjamin, su vez, la gigantografía que circunda al Par-
tual de la imagen. Estas impresiones implica una tensión entre el valor exhibitivo y que altera la imagen del río de otro modo. El
operan como una segunda revelación río también es un espejo que desfigura su
el valor cultual. O sea, la multiplicación atro-
en la que la imagen que aparece des- propia imagen y la de aquello que se refleja
fia el aura al tiempo que la diferenciación
de la luz proyectada da una nueva

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en él. De este modo, la naturaleza se multipli- quiebran en mil pedazos. (Cacciari, presenta Sacco en los tres proyectos artísticos
ca. 2000: 58) como palimpsestos. En principio, hay una
doble borradura, la borradura del objeto y la
En “El espejo de Platón” incluido en El Dios El espejo que pone Sacco no reproduce el río,
borradura del sujeto. Pero también hay so-
que baila de Massimo Cacciari sostiene que: no lo imita tal como es pero tampoco cons-
brescrituras, imágenes que se sobreponen.
truye un mero engaño sobre éste. Sino que lo
Lo que vemos en el espejo son enig- Ambas, usando palabras de Adorno, traen “a
fragmenta, lo pone sobre listones junto a
mas. El espejo, “ángel” de la luz y de través de su gestualidad y de toda su conduc-
otros cuya imagen parece haberse gastado.
la verdad, se deformó, se curvó, se ta un estado en el que no existía la diferencia
En palabras de Laura Malosetti Costa se trata
quebró, produciendo así extraordina- entre sujeto y objeto, en el que dominaba, por
de “una imagen muy bella a la cual el contex-
rias paradojas. Ahora, todos los el contrario, la relación de semejanza –y, jun-
to (…) transforma en una visión de lo
espejos tienen una naturaleza to con ella, la relación de afinidad– entre
anamórfica. Ir a su encuentro consti-
siniestro. El límite de la tensión admisible
ambos” (Adorno, 2013: 230).
tuye siempre un delirio, no obstante, entre belleza y horror. Ese instante sublime

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los espejos nos asaltan por todas par- que nos abisma en la dimensión humana –tan Ni puramente humanas, ni puramente natu-
tes. Todas las imágenes, en efecto, privada como colectiva– de la herida que rales estas borraduras y estas sobrescrituras
tienden a exceder los límites de la atraviesa nuestras vidas y nuestra cultura” permanecen allí como huellas poco claras que
construcción verídica, nos son resti- (Malosetti Costa, 2011). se encuentran a punto de desvanecerse. Pero
tuidas como si fueran reflejadas por
también a punto de multiplicarse, de diferen-
vidrios deformantes. El mundo se IV
ciarse y de deformarse.
vuelve un juego de espejos, un teatro,
donde las correspondencias, las rela- Para finalizar y recuperar algo de lo hasta
ciones, que el logos dictaba, se aquí dicho, quisiera pensar las imágenes que

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Serie 1:

Cuerpo a cuerpo / El incendio y las vísperas

Impresiones heliográficas sobre madera, 1996 – 2000.

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Serie 2:

El combate perpetuo. Intervención en una ruina en Habana V ieja, 1997.

VI Bienal de La Habana, 1997.

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Serie 3:

Tensión admisible. Instalación, 2011.

Parque de la Memoria, Buenos Aires.

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Bibliografía Coccia, E. (2011). La vida sensible. Trad. M.


T. D´Meza. Buenos Aires: Marea. 1 El siguiente apartado se detiene en esta técnica que no
Adorno, T. W. (2004). Teoría estética. Edi- sólo es fundamental en la obra de Sacco, sino que
Giunta, A. (2011). Graciela Sacco. “Imá-
ción de G. Adorno y R. Tiedemann. Trad. también nos permite aproximarnos a la reflexión
genes en turbulencia”. En Escribir las
J. Navarro Perez. Madrid: Akal. sobre la relación entre arte y naturaleza.
imágenes: ensayos sobre arte argentino y lati-
Adorno, T. W. (2013). Estética: 1958/9. Edi- 2 En Teoría estética, Adorno señala que cuanto más
noamericano. Buenos Aires: Siglo
despojado está el arte de la intención del sujeto, más
ción de E. Ortland. Trad. S. Schwarzböck. Veintiuno Editores.
se asemeja a “aquella metáfora gastada y hermosa”
Buenos Aires: Las Cuarenta.
Groys, B. (2016). Volverse público: las trans- utilizada en la era sentimental, “el libro de

Adorno, T. W., Horkheimer, M. (1994). naturaleza” (Adorno, 2004: 124).


formaciones del arte en el ágora
Dialéctica de la Ilustración: fragmentos filosó- contemporánea. Trad. P. Cortés Rocca.
ficos. Trad. J. Sánchez. Madrid: Trotta. Buenos Aires: Caja Negra.

Benjamin, W. (2009). La obra de arte en la Malosetti Costa, L. (2011). Tensión poéti-

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época de su reproductibilidad técnica. En ca. La Nación. Recuperado de:
W. Benjamin. Estética y política. Trads. J. http://www.lanacion.com.ar/1429030-
Bartoletti, J. Fava, y R. Buchenhorst. Bue- tension-poetica
nos Aires: Las Cuarenta.
Sacco, G. (1994). Escrituras solares: la helio-
Cacciari, M. (2000). El espejo de Platón. grafía en el campo artístico. Rosario:
En El dios que baila. Trad. V. Gallo. Buenos Desalvo.
Aires: Paidós.

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Cuadernos materialistas, n° 3, 2018.

ISSN: 2545-7985

http://colectivamateria.wixsite.com/cuadmaterialistas/3

Comité editorial: Paula Fleisner, Guadalupe Lucero y Noelia Billi

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Edición: Colectiva Materia

Ensenada 82, Domselaar. CP 1984.

San Vicente, Provincia de Buenos Aires, Argentina.

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