Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
C U A D E R N O S
MATERIALISTAS
3
1
CUADERNOS MATERIALISTAS 3
Editorial | Colectivo Materia
Índice
Índice
EDITORIAL 4
ARTÍCULOS
Una memoria obstinada. El mar como “medio” sensible en El botón de nácar de Patricio Guzmán 10
Virginia Zuleta
Adela Busquet
El fin de la Modernidad o el fin de la representación. Arte negativo como arte colectivo para la memoria de un 61
genocidio
TRADUCCIÓN
79
Las palabras y las imágenes, seguido de La pintura fotogénica
Michel Foucault
I cementerio, es soporte de una imagen, es de São Paulo, Sacco trabaja con la memoria
obra de arte. de los objetos y de las imágenes. La instala-
Un pedazo de madera es naturaleza, es árbol, ción está compuesta por un conjunto de
es leña, es desecho, es palo que sostiene una Partiendo de tres proyectos artísticos de Gra-
tablas de maderas encontradas en la calle que
41
Artículos | Hernán Lopez Piñeyro
En El combate perpetuo (1997), una interven- en cambio, son el soporte de una gigantograf- cada una remite a la otra. Es decir, “la natura-
ción realizada en el contexto de la 6° Bienal ía que muestra de manera clara el río que se leza a la experiencia de un mundo mediado,
de La Habana, la artista monta en derrumbes encuentra frente a la sala. Estos últimos están objetualizado; la obra de arte, a la naturaleza,
del centro histórico de La Habana una de las apoyados contra una pared y plantados sobre al lugarteniente mediado de la inmediatez”
imágenes trabajada en la serie anterior, la de tierra removida. A su vez, la reja que rodea (Adorno, 2013: 117).
un manifestante a punto de tirar una piedra. todo el perímetro no costero del Parque sos-
La naturaleza retorna en el arte porque en la
A su vez, dentro del Convento de Santa Cla- tiene una larga imagen del río.
idea misma de arte encuentra voz “lo que le
ra, el lugar de exhibición de la bienal, cuelga
Los tres proyectos, que discurren entre la hace justicia a aquello que, de lo contrario,
la misma imagen, pero rodeada de piedras
naturaleza, el arte, la sociedad y la historia, sería en verdad vencido por la ratio, el dere-
con manos impresas, también a través de la
trabajan con la materia como sustrato de una cho, el orden, la lógica, y el pensamiento
técnica heliográfica.
memoria evanescente y fragmentaria, una clasificatorio” (Adorno, 2013: 141).
Finalmente, el tercer proyecto artístico que se memoria borrosa, una memoria de escrituras
42
Artículos | Hernán Lopez Piñeyro
partir de una fuente de luz intensa. Luego en presente a la naturaleza en la expresión de su “En cada experiencia de la naturaleza está
una cámara cerrada con un ambiente cálido y propia negatividad. propiamente la sociedad entera” (Adorno,
húmedo y con vapor de amoníaco se hacen 2004: 126). Pues, en tanto que tiene lugar una
En las obras de Sacco, ni las tablas, ni las
visibles las marcas. Éstas son, en parte, im- supresión de la inmediatez a través de lo me-
imágenes endebles que soportan se parecen a
previsibles, pues hay una diferencia entre lo diado, en estas experiencias no es discernible
las playas vírgenes de los posters de las agen-
que la artista quiere grabar y la imagen que lo ideológico de lo natural. Dicho nuevamen-
cias de turismo, ni a las escenografías de las
finalmente se imprime. Es la luz del sol –más te pero en palabras de Adorno, “en lo bello
publicidades de agua mineral. Tampoco tie-
precisamente, la ultravioleta, aquella longitud natural se mezclan, de manera musical y ca-
nen nada de las selvas frondosas que las
de onda que el ojo no percibe– lo que deviene leidoscópica, elementos naturales y
asociaciones ecologistas buscan proteger bajo
imagen y usa la tabla o la piedra como sopor- elementos históricos” (Adorno, 2004: 136).
la promesa de un capitalismo feliz. No hay
te circunstancial. Allí donde la obra queda Parafraseando el nombre del proyecto artísti-
naturaleza idílica o pura. No hay una expe-
despojada de la intención del sujeto y del co de Sacco, podría decirse que la historia y la
riencia inmediata, ni copia, ni duplicación de
43
Artículos | Hernán Lopez Piñeyro
do por la inmanencia social. Esta belleza na- ñala en Dialéctica de la ilustración, un instru- arte es la copia del silencio desde el que la
tural crece con la intención alegórica que mento coactivo mediante el cual los hombres naturaleza habla” (Adorno, 2004: 134). La
proclama sin descifrarla; con significados que se distancian de la naturaleza para ponerla obra de arte rechaza la humanización inten-
no se objetualizan y remiten al pasado. Ador- enfrente y poder dominarla (cfr. Adorno & cional, rechaza a la razón.
no aporta dos ejemplos: Horkheimer, 1994: 92). En sus obras, Sacco
Aunque la Ilustración, aquello que Adorno y
parece abstenerse de la utilización de ese ins-
Un grupo de árboles resulta bello Horkheimer entienden como el desencanta-
trumento.
(más bello que otros) si parece una miento del mundo por medio de la razón (cfr.
huella, por más vaga que sea, de algo El pasado es (en parte) eso: una piedra o un Adorno & Horkheimer, 1994), ha librado a la
pasado; una roca que por un segundo
listón de madera, un pedazo de tiempo que conciencia del viejo horror, éste sobrevive en
le parece a la mirada un animal pre-
no se ha detenido pero que se deja percibir el antagonismo histórico entre sujeto y objeto.
histórico, mientras que un segundo
como historia y como naturaleza suspendida. El arte se apropia de esa paradoja al sacar
después desaparece la semejanza.
En el arte, donde la naturaleza parece respi- fuera la irracionalidad de la construcción ra-
44
Artículos | Hernán Lopez Piñeyro
termedio, este paradigma de la medialidad, ral. Un hombre no puede vivir sobre heliografía en particular, la materia es corroí-
constituye el ser de lo sensible. Las imágenes la madera, su imagen sí. (Coccia, da por la imagen. El encuentro de la piedra
resultan, bajo estas ideas, semejantes a los 2011: 35) con la imagen de la mano está mediado por la
espejos. emulsión ácida que al recibir la luz ultraviole-
La imagen no es cuerpo, ni producto de la
ta del sol corroe la materia. Más aún, la
percepción, pero no por ello deja de ser una
Aquello que muestra el espejo no deviene
imagen existe sólo en la medida en que el
esfera de lo real, aunque lo es de manera dife-
objeto, ni siquiera el sujeto se convierte allí en
cuerpo es transformado.
rente a las otras. Siguiendo a Averroes,
objeto para sí mismo, más bien se encuentra
con el hecho de ser pura imagen, extramental Coccia señala que todo medio, todo cuerpo A su vez, la imagen de la mano se imprime
y extracorpórea. Es un afuera absoluto que no receptor, es tal debido a su propio vacío on- sobre otra imagen sin borrarla del todo. Esta
tológico. Es decir, gracias a la capacidad que
coincide ni con la subjetividad, ni con la obje- otra es la imagen de la piedra que ésta sopor-
éste tiene de no ser aquello que es capaz de
tividad. ta sobre sí misma. Claro que la imagen de la
alojar. Recibir quiere decir padecer algo, ser
mano acogida por la piedra queda separada,
45
Artículos | Hernán Lopez Piñeyro
ésta aloja. Del mismo modo, la imagen de la vida, en el presente, a aquel pasado instaura un aquí y ahora. Boris Groys señala
piedra antes soportada únicamente por ella que la fotografía conserva como el que “la época contemporánea organiza un
misma pasa a habitar también la imagen de la rastro de un tiempo irrepetible y con- complejo juego de dislocaciones y recoloca-
cluido. No es ajeno a este acto un
mano. Cuerpo e imagen no son del todo dis- ciones, desterritorializaciones y
momento ritual, cargado de todos los
cernibles. reterritorializaciones, de des-auratizaciones y
significados implicados por simbo-
re-auratizaciones” (Groys, 2016: 63). Cada
Coccia señala que “la imagen sensible abre el lismos fijos que vinculan luz,
imagen es copia y original a la vez, o dicho en
conocimiento y verdad. (Giunta,
reino de lo innumerable”, pues éstas existen
2011: 77) palabras de Groys “la reproducción está tan
contemporáneamente en múltiples lugares.
infectada por la originalidad como la origina-
Esto parece aún más claro en la época de la El sol graba en la madera una imagen sin que lidad está infectada por reproducción” (64–
reproductividad técnica, momento en el que, los contornos se definan con precisión a partir 65).
al decir de Benjamin (2009), el valor exhibiti- de otra imagen, ambas pertenecen a la misma
vo se sobrepone al valor cultual. manifestación. A partir de un encuentro que En Tensión admisible esto parece claro. Las
Con la reproducción heliográfica, que las imágenes sólo se multiplican diferen- tabla espeja al río pero no sin deformarlo. A
Sacco trabaja en torno al sentido cul- ciándose. Esto, en los términos de Benjamin, su vez, la gigantografía que circunda al Par-
tual de la imagen. Estas impresiones implica una tensión entre el valor exhibitivo y que altera la imagen del río de otro modo. El
operan como una segunda revelación río también es un espejo que desfigura su
el valor cultual. O sea, la multiplicación atro-
en la que la imagen que aparece des- propia imagen y la de aquello que se refleja
fia el aura al tiempo que la diferenciación
de la luz proyectada da una nueva
46
Artículos | Hernán Lopez Piñeyro
en él. De este modo, la naturaleza se multipli- quiebran en mil pedazos. (Cacciari, presenta Sacco en los tres proyectos artísticos
ca. 2000: 58) como palimpsestos. En principio, hay una
doble borradura, la borradura del objeto y la
En “El espejo de Platón” incluido en El Dios El espejo que pone Sacco no reproduce el río,
borradura del sujeto. Pero también hay so-
que baila de Massimo Cacciari sostiene que: no lo imita tal como es pero tampoco cons-
brescrituras, imágenes que se sobreponen.
truye un mero engaño sobre éste. Sino que lo
Lo que vemos en el espejo son enig- Ambas, usando palabras de Adorno, traen “a
fragmenta, lo pone sobre listones junto a
mas. El espejo, “ángel” de la luz y de través de su gestualidad y de toda su conduc-
otros cuya imagen parece haberse gastado.
la verdad, se deformó, se curvó, se ta un estado en el que no existía la diferencia
En palabras de Laura Malosetti Costa se trata
quebró, produciendo así extraordina- entre sujeto y objeto, en el que dominaba, por
de “una imagen muy bella a la cual el contex-
rias paradojas. Ahora, todos los el contrario, la relación de semejanza –y, jun-
to (…) transforma en una visión de lo
espejos tienen una naturaleza to con ella, la relación de afinidad– entre
anamórfica. Ir a su encuentro consti-
siniestro. El límite de la tensión admisible
ambos” (Adorno, 2013: 230).
tuye siempre un delirio, no obstante, entre belleza y horror. Ese instante sublime
47
Artículos | Hernán Lopez Piñeyro
Serie 1:
Serie 2:
51
Cuadernos materialistas, n° 3, 2018.
ISSN: 2545-7985
http://colectivamateria.wixsite.com/cuadmaterialistas/3
92