TÁTAU

Tinta sobre piel

Dirección, diseño y edición

NICOLÁS SILVA
Texto

VALENTINA FIGUEROA
NICOLÁS HENAO
MARIANA ROJAS
NICOLÁS SILVA

Fotografía Mayoritaria

NICOLÁS SILVA
Crackoovia Inc.
 TÁTAU Tinta sobre piel

Aunque la palabra tatuaje posiblemente proviene del samoano «Tátau», que significa marcar o golpear dos veces (en

referencia al método tradicional de aplicar los diseños o plantillas), se incorpora al español a través del francés, tatouage.

Los marineros que viajaban por el océano  Pacífico  encontraron a los  samoanos, y quie-
nes qudaron fascinados por sus tatuajes equivocadamente tradujeron la palabra «Tátau» como tatuaje.

Tátau es un pequeña versión de lo que puede llegar a ser un libro de colección. En esta pequeña narración se encontra-
rá una breve historia del tatuaje, como este llegó a occidente y cómo, en la actualidad es percibido en nuestra sociedad.

Tátau, considera el tatuaje como la última extensión de dibujo que puede llegar a tener el hombre en su propio cuer-
po. Es un mecanismo de llevar una ilustración, una representación a todo lado, como bien lo dice su definición, el ta-
tuaje es una marca, una insignia que acompaña a la humanidad desde hace mucho tiempo. El dibujo sobre la piel lle-
ga a ser una representación del ser, que lleva a proyectar la esencia de los que significa ser específicamente ese humano.

Este libro es un homenaje a: nuestro cuerpo, a nuestro lienzo, a nuestra alma impregnada de tinta.

Nicolás Silva
 Índice
Orígenes Pg. 12

De dónde vienen, cómo surgen y cómo se hacian.

Occidente Pg. 19

Cómo cambian en America, quiénes los cambian y hechos históricos que los cambiaron.

Pg. 28
Ahora
Cómo lo ven en la actualidad, grupos sociales y su salud.
TÁTAU
Tinta sobre piel
 ORÍGENES
Contrario a lo que muchos creen,
los tatuajes son más que una moda de la
sociedad contemporánea. Este antiguo
rito ha sido practicado alrededor del
mundo desde hace aproximadamente
cinco mil años, por las diferentes culturas
para así contar sus historias y tradiciones.
La cultura polinesia fue una de las cunas
del tatuaje al emplearlo desde hace más
dos mil años en su piel con distintos fines.
Particularmente, tanto en Nueva Zelanda
como Hawaii se situaron los miembros
del pueblo maorí, reconocido por su es-
píritu guerrero y su toque artístico en los
diseños al disponer de la geometría como
12
Por: Valentina Figueroa
elemento esencial. Solían inspirarse en la
naturaleza para dibujar de una manera ar-
mónica e ingeniosa figuras como espira-
les rodeados líneas, las cuales contenían
un significado especial; estos se perfec-
cionaban a lo largo de la vida expandien-
dose por todo el cuerpo de la persona
hasta ocupar cada centímetro de la piel.
Sin embargo, los tatuajes del cuerpo en
el siglo XVIII evolucionaron para resal-
tar los faciales llamados Moko. Cada uno
de estos era exclusivamente para maoríes
y tenía como propósito dar información
detallada sobre la persona que lo llevaba,
ya que definian su rol en la sociedad al
expresar quiénes eran, lo que hacían, las
batallas ganadas y los hombres matados.
De hecho, para ellos el tatuaje correc-
to era como un escudo que los prote-
gía del daño corporal y las maldiciones.
Por ejemplo, para un adolescente era el
paso a la vida adulta, mientras que para
la mujer era un signo de belleza ,y para
el hombre una marca guerra estratégica
usada para asustar a sus enemigos en los
combates. Así mismo, debido a los atrac-
tivas formas del moko, los exploradores
británicos que veían por primera vez los
tatuajes, quedaron fascinados a tal punto
de coleccionar cabezas como recuerdos
cambiandolas por armas. Inicialmente
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recolectaban la cabezas de los muertos
en combate, pero al ver que su valor era
alto en europa hubo una terrible conse-
cuencia: la decapitación deliberada de
maoríes con moko para así vender sus
cabezas a los coleccionistas extranjeros.
La diferencia entre los maoríes de Nueva
Zelanda y los de Hawaii se encuentra en
el método para realizar los tatuajes. Los
primeros, utilizaban un cincel con un
filo plano para tallar en la piel y cuando
la herida sanaba se volvía a abrir para in-
troducir un tinta compuesta por salvia y
hollín ó una de carbón diluida en aceite.
A diferencia de ellos, los maories hawaia-
nos usaban un peine compuesto por una
serie de agujas hechas a mano llama-
das nifo. Se adquirían de pico de aves,
dientes de jabalí o de púas de aleta de
pescado que se ensamblaban a un largo
mango de madera mientras se golpeaba
con un palo para introducir la mezcla.
De acuerdo con lo anterior, se po-
dría afirmar que los polinesios fueron
los primeros en marcar su cuerpo, no
obstante en 1991 el descubrimiento de
unos exploradores en los alpes italia-
nos cambió un poco esta concepción.
Encontraron los restos de un cazador
de la edad de bronce, de hace cinco mil
años aproximadamente conocido como
el hombre de hielo. Según los estudios
sufría de artritis en los tobillos, lo que
permitió llegar a la conclusión de que
los cincuenta y nueve tatuajes de pun-
tos y líneas situados meticulosamente
en su cuerpo tenían fines terapéuticos.
De manera que, los esquimales también
estaban acostumbrados a tatuarse aunque
de una manera diferente, pues emplea-
ban agujas de hueso e hilo de tendones de
animales para cocer los tatuajes a la piel.
Así mismo, unos kilómetros más al sur
fue hallada la momia de una sacerdotisa
identificada como Amunet, la cual con-
taba con puntos y líneas en su piel. En
las antiguas sociedades egipcias tanto
los hombres como las mujeres llevaban
tatuajes que tendían a ser más figurati-
vos al representar imágenes y no formas
geométricas. A pesar de que no hay co-
nocimiento acerca del significado y las
razones del arte corporal durante este
periodo, un estudio realizado por el con-
servador del Museo Británico, Daniel
Antoine, afirma que los tatuajes en el
hombro y el abdomen de esta mujer in-
dican su conocimiento religioso y su alta
posición social. En esta cultura la tinta
estaba hecha de algún tipo de hollín y los
instrumentos para tatuar eran objetos de
cobre descubiertos en regiones cercanas.
Hasta ahora, en las épocas anteriores el
tatuaje tenia diversos fines que no iban
más allá de lo mágico y lo artístico. Sin
embargo, es a partir del 1000 a.C el arte
de tatuar se expande mucho más y toma
fuerza en países como India, China y Ja-
pón. En este último se da un nuevo signi-
ficado particularmente para marcar a los
criminales, lo que convirtió a los tatuajes
en un tabú al asociarse con la Yakuza,
es decir el crimen organizado como las
mafias y bandas de delincuentes que han
sido fuente de miedo, violencia y dolor.
Para ellos tatuarse era una forma de rebe-
lión ante la sociedad, de hecho el vínculo
delictivo con el tatuaje trata de media-
dos del siglo XVII, cuando la clase go-
bernante de Japón comenzó a usar tinta
como forma de castigo. Los delincuentes
convictos eran tatuados en la frente o lo
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 brazos, con el objetivo de identificarlos
fácilmente, generando que la persona se
convirtiera en un marginado de la socie-
dad. Como respuesta a esto,se asociaron
y formaron los famosos yakuza; los cua-
les trataban de ocultar sus tatuajes de
criminales añadiendo más tinta, colores
y formas hasta cubrir todo su cuerpo. De
esta misma manera sucedía en Roma, los
tatuajes estaban relacionados con la
criminalidad, a tal punto que los doc-
tores empezaron una nueva práctica
sobre la remoción de estos dibujos.
Posteriormente en las cruzadas vuelve
a presentarse una resignificación, ya
que los caballeros se tatuaban cruces
en las manos para así tener una sepultu-
ra cristiana en caso de morir en batalla.
Lo irónico es que durante este periodo,
el tatuaje también era concebido como
un símbolo de estatus social, pues la
nobleza lo utilizaba para diferenciarse
del resto de la población. Después de
este suceso el tatuaje es olvidado por
unos años en Europa hasta que en 1771,
el explorador Thomas Cook vuelve de
la Polinesia con nuevos conocimien-
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tos sobre las tribus que grababan en
su piel diversas figuras geométricas.
A partir de ahí el tatuaje se popularizó
primero en el gremio de los marine-
ros y después en resto de la sociedad.
En el caso de Estados Unidos la gue-
rra civil dio paso a la popularización de
este nuevo arte con Martin Hildebran-
dt, tatuador oficial de los dos bandos de
la guerra. Al finalizar el conflicto, deci-
de abrir el primer estudio de tatuajes
de su país en la ciudad de Nueva York,
lo que le dió una excelente reputación
y fama. No obstante, veinte años más
tarde se vería opacado por su rival de
toda la vida Samuel O’Reilly, inventor
de la máquina de tatuajes, un elemen-
to clave para acercarse a la sociedad.
Casi cincuenta años más tarde en la Se-
gunda Guerra Mundial, cambia el uso y
la concepción de los tatuajes de acuerdo
al país y la cultura de una manera para-
dójica. Mientras que en Europa los na-
zis tatuaban a los judíos con un número
para identificarlos y humillarlos (ya que
en esta cultura las marcas en el cuerpo
se encuentran prohibidas) en Estados
Unidos, los combatientes de la guerra
se grababan en la piel el nombre de una
persona amada dentro de un corazón o
incluso ciertos símbolos patrióticos con
el de inspirarse y no desistir durante la
contienda. Finalmente, en los años se-
sentas y setenta, el tatuaje empieza a ser
considerado dentro de la categoría del
arte, gracias a que los hippies crearon
diseños multicolores. Esto llamó la aten-
ción de la sociedad y permitió la divul-
gación de una nueva forma de artística.
Considerando lo anterior, es posible ob-
servar a lo largo de la historia los tatua-
jes, fueron una forma de comunicación
y expresión con connotaciones desde
lo fuerte e indignante hasta lo recrea-
tivo. Estos símbolos ayudan a contar
la historia de la humanidad desde otra
perspectiva al conectar las diversas co-
munidades de todos los continentes,
pues existe un lazo común desde las mo-
mias antiguas hasta los rituales tribales
para llegar a las tendencias modernas.
Muchos se preguntarán ¿por qué las
personas se tatúan? los tatuajes desde
la semiótica pueden considerarse como
códigos dialécticos que varían según la
cultura y se construyen de acuerdo a las
características de esta. Por esta razón,
el valor que representa el tatuaje cam-
bia de acuerdo al lugar. No obstante, se
han identificado las razones que llevan
generalmente a que las personas decidan
realizarse un tatuaje. Estas van desde lo
simple, como el deseo de ser diferente
para llamar la atención en donde a me-
dida de que aumentan el número de ta-
tuajes se va perdiendo el significado y la
importancia de algunos de estos, hasta
un significado mucho más trascendental
como un tipo de conmemoración que no
siempre está relacionado con la muerte,
sino con la admiración y el orgullo hacia
una situación o persona en específico.

Los diferentes caminos que ha toma-

do el tatuaje en nuestra sociedad nos
conduce una peculiar paradoja: aque-
llos que deciden tatuarse para distin-
guirse del resto y encerrar en su tatuaje
un significado profundo, son captura-
dos ahora por una marca de moda que
los vuelve a todos iguales entre sí.

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OCCIDENTE
“No se hagan heridas en el
cuerpo por causa de un muerto. No
se hagan ninguna clase de tatuaje.
Yo soy el Señor.” (Levítico 19: 28,
Dios habla hoy). En los prime-
ros días de la cristiandad estaba
rotundamente prohibido llevar un
tatuaje, pues los creyentes y se-
guidores de Jesús se regían bajo
la Biblia, su libro sagrado; sin em-
bargo, muchos de estos seguido-
res se revelaron y empezaron a
llevar tatuajes en su cuerpo.
Justificaban este acto de rebel-
día al considerarse fieles seguido-
res de San Pablo, pues creían que
él se había tatuado en honor a Je-
sús y las heridas que la cruz le ha-
Por: Mariana Rojas
bía dejado. Fue así, como los
primeros cristiano empezaron tatuando
una pequeña cruz en la muñeca como
símbolo de un compromiso indestructi-
ble, una filosofía de vida que los acom-
pañaría por el resto de sus vidas. A pesar
de esto, debían taparlo para evi-
tar que fueran condenados a muer-
te por los Romanos quienes no
compartían esta creencia, pues
para los cristianos en ese enton-
ces, se concebía el tatuaje como el
único adorno que permane-
cía con ellos una vez pasaran de la
vida a la muerte y se rechazaba la
idea de trascender a esta nueva vida con la
riqueza material con que se les enterraba.
En el año 325 d.c, el tatuaje desa-
pareció nuevamente cuando el em-
perador Constantino se convirtió
al cristianismo y como fiel segui-
dor, prohibió está práctica afe-
rrándose a la idea de que el cuerpo
a imagen de Dios no debía mancharse.
Pasaron los años y aún en el siglo
IV el tatuaje en Occidente no exis-
tía, pero una secta de cristianos
egipcios llamados los Coptos, ha-
bían logrado mantener la tradi-
ción de la cruz en la muñeca pues
para ellos, el tatuaje religioso era
una forma de compromiso eter-
no y fidelidad hacia Cristo. Esto
impulsó una nueva tradición que
produciría los tatuajes religio-
sos más elaborados del mundo.
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 Años más tarde durante las cru-
zadas, los guerreros aún se tatua-
ban la cruz en la muñeca, una marca
que según su creencia religio-
sa, les garantizaba un entie-
rro digno si morían en batalla.
Por muchos siglos, el tatuaje se
catalogó como una práctica an-
cestral de tradiciones sociales y
humanas que se asociaba a lo co-
lectivo y lo sagrado, una mar-
ca en un individuo que lo hacia ya
perteneciente a un grupo social.
Asimismo, existían diferentes fun-
ciones que se desarrollaron en
el siglo XX entre ellas: la identifi-
catoria, que marcaba un estatus so-
cial; la decorativa, considerada
como una forma de atracción y la ri-
tual, de carácter divino, la cual
fue adoptada en el más adelante
en mundo occidental.
Así pues, ya en el siglo XX en oc-
cidente, el tatuaje y la manera en
que este se concebía, empezó a
transformarse notoriamente. Ini-
ció con grupos que pertenecían a
movimientos políticos y sociales,
entre ellos los hippies quienes lu-
chaban por el poder de decisión so-
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bre su propio cuerpo y a su vez,
apoyaban la batalla por la igual-
dad entre hombres y mujeres y la
comunidad homosexual. Para la
elaboración de los tatuajes,se uti-
lizaba toda clase de productos na-
turales como las hierbas y plantas
que debido a su composición, per-
mitían una marca permanente en
el cuerpo. Para muchos viajeros,
esta forma de arte era considera-
da como una práctica salvaje e in-
usual, por lo cual seleccionaban
algunas de estas personas y las lle-
vaban a Estados Unidos para su
exhibición. De allí, muchos de
los marineros estadounidenses em-
pezaron a tatuarse cuando llega-
ban a occidente para dar cuenta
de las aventuras y experiencias; es-
tableciendo así, la relación en-
tre el tatuaje y la marginalidad, es
decir, que este ya se conce-
bía como una forma de expre-
sión de la naturalidad en sociedad.
- Los pioneros del nuevo arte
Esta cultura y forma de expresión
se expandió hasta llegar a Améri-
ca, en donde uno de los pioneros
más importantes de este nue-
vo arte en Estados Unidos, fue Ar-
nold Rubin (1987), quien denominó
este periodo como el Tattoo Rei-
nassance, el cual inició a fina-
les de 1950 con la influencia de
diferentes artistas como: Lyle Tu-
ttle quien representa los inicios
de esta nueva era, crea una nueva
concepción del tatuaje como fi-
losofía. De ahí, decide crear mu-
seos como Tattoo Art Museum y
Hall of Fame para preservar la me-
moria historia y étnica de este
nuevo arte, el cual dió inicio a
varios movimientos sociales. Esta
nueva expresión artística se ex-
pandió y llevó a que un gran
número de personas, de distin-
tas clases sociales, se tatuara crean-
do así una nueva tendencia. Por
otro lado, está Cliff Raven quien
adoptó de la cultura japonesa, la
función estética del tatuaje. En
1966 empezó con un local en Chi-
cago llamado Chicago Tattoo
and Piercing Company y fue un
tiempo después que ganó un pre-
mio a mejor artista del año por sus
innovadoras creaciones a color.
Asimismo, el artista Don Nolan
quien desde la década de los cin-
cuenta, trabajó en diferentes estu-
dios alrededor de los Estados Uni-
dos. Tenía una gran afinidad con el
mar y por esto, decidió empezar a tra-
bajar con las distintas tonalidades de
color y el movimiento mediante li-
neas, convirtiéndose en su sello per-
sonal e inspiración de muchos artistas.
Rubin, con sus diferentes estu-
dios y la publicación del TattoTi-
me le fue posible concebir al cuerpo
como un vehículo de expresión, pues
en ese momento la función del tatuaje
como ritual implementada en occidente
ya había desaparecido. Esta expresión
artística,se convirtió en una extensión
creativa del ser humano, un símbolo que
reflejaba una identidad propia del ser.
El Tattoo Reinassance, fue un evento
que se puede considerar como un efec-
to de nuevos movimientos sociales, un
medio promotor de la diversidad.
Este periodo de tiempo, abordó
técnicas de la mitología japonesa;
lo tribal, es decir, la interpreta-
ción de diferentes diseños origi-
nales que provenían de tradiciones
asiáticas y por último, el tatua-
je de representación, caracteriza-
do por la utilización únicamente de
tinta negra.
Este periodo da inicio a una nue-
va era en la que el tatuaje se con-
vierte completamente en una
marca personal, una decisión y
forma de adornar el cuerpo que
no indica pertenencia alguna a
ningún grupo social. Una mane-
ra de mostrar diferencia y con esta,
la apropiación de un “yo” que
mostraba el individualismo y la di-
versidad por la que se había lucha-
do en años anteriores. Por otro
lado, la creación de tatuajes se-
mi-permanentes que daban cuen-
ta de esta forma de arte y del cuerpo
como un lienzo para la expre-
sión personal e individual.
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 AHORA
Es realmente sorprendente como
con el pasar de los días, las personas se
han encargado de darles diferentes sig-
nificados a los tatuajes. Cada uno vive su
pasión o sus gustos de manera subjetiva,
donde logran transformar la tradición y
su significado simbólico de las primeras
culturas. Generando variedad y nuevas
tendencias en este tipo de arte. De esta
forma es posible ver cómo las personas
se han comenzado a identificar con imá-
genes que en su diario vivir hacen parte
de ellos, permitiéndoles sentirse res-
paldados por un grupo de personas que
hacen parte de esta nueva tendencia.
De esta forma el tatuaje es una deci-
sión que se lleva por el resto de la vida,
ya que la piel se marca teniendo un fin
y un objetivo claro, representando ello
28
Por: Nicolás Henao
a través de imágenes elaboradas por
grandes artistas o imágenes que como
se dijo antes, son representativas para
cada una de las personas que toman la
decisión de marcarse la piel. Un ejemplo
para contextualizar a los lectores, es el
sentido de pertenencia que se siente al
llevar los colores de un equipo de futbol
marcados en la piel, convirtiéndose en
un elemento de identificación y de per-
tenencia a una barra del futbol alrededor
del mundo, pero teniendo claro que esa
marca tiene que estar en un lugar don-
de el resto del mundo pueda verla, ya
que es la única forma en que pueden ser
identificados, además de que les brin-
da estatus social dentro de ese grupo.
Asimismo, incentiva a otros para hacer
parte de esa comunidad. Es en ese punto
donde la presión social, el rechazo y el de-
seo de ser aceptado por parte de un gru-
po, juegan un papel clave en la decisión
que debe tomar una persona previo a ha-
cerse un tatuaje, ya que desde siempre en
las familias conservadoras y en la socie-
dad se ha tenido una estigmatización de
las personas tatuadas en torno a que ellos
son personas “malas” y se ha visto que a
lo largo de la historia muchos y muchas
han sido rechazados y considerados de-
lincuentes en algunos partes del mundo.
Desgraciadamente en nuestra sociedad
aún no se ha podido superar ese mundo
de etiquetas al que hemos sido someti-
dos por mucho tiempo y es el momento
en el que aún hay personas que miran
con desprecio a los sujetos que llevan
significados en su piel, ignorando que
esas personas no son diferentes al res-
to del mundo, sino que por el contrario
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pueden ser grandes profesionales, ya
sean doctores, militares, contadores,
abogados y entre otros profesionales que
tienen sus razones de tatuarse pero que
esto, no los hace menos capaces ni mu-
cho menos inteligentes que los demás.
De la misma forma existen personas que
no tienen propiamente un significado
para los tatuajes, y manifiestan que les
gusta ver el arte en sus cuerpos, al con-
siderar que es un lienzo sobre el cual se
puede plasmar un retrato o un conjunto
de colores que le brindaran a ese sujeto
satisfacción entorno al dolor que sien-
ten al sentir las agujas entrando y sa-
liendo de su piel. A otros le gusta como
se ve su cuerpo con un sin número de
marcas sobre el y también existen esas
personas que solamente deciden ir a ta-
tuarse por curiosidad y por hacer cosas
que no habían experimentado en su vida,
todos ellos teniendo la posibilidad de
llevar una idea de cómo quieren que se
vea el tatuaje y en qué parte del cuerpo.
Independientemente del tatuaje que
se haga, hay una variable que no puede
faltar: El cuidado, la importancia de la
salud pública y personal por parte de
ambas partes, es decir, las personas que
prestan el servicio como Tatuadores y
los sujetos que quieren que les plasmen
una imagen sobre la piel, ya que al ser un
procedimiento en donde se usa a la piel
como lienzo y se causan heridas por el
hecho de que son agujas las que entran
en la piel, ergo, se corre el riesgo de ad-
quirir muchas enfermedades que pueden
llegar a ser mortales como por ejemplo el
SIDA, tétano o una bacteria que puede
estar en el lugar siendo inofensiva, pero
que en el momento de tatuarse puede
llegar a propagarse en la persona y lle-
gar a tener consecuencias irreversibles
en los sujetos en contexto. Es por esto
que hoy en día entidades del estado es-
tán encargadas de hacer una supervisión
rigurosa de los establecimientos comer-
ciales y de las maquinas con las cuales
se hacen los procedimientos, con el fin
de mitigar o de disminuir el número
de casos que se presentan de enferme-
dades o de muerte por causa de un mal
accionar a la hora de hacer un tatuaje.
Es de esta manera como se puede afirmar
que en la actualidad los tatuajes están
siendo aceptados en mayor medida por
la sociedad y que en comparación con las
generaciones pasadas, se ha incremen-
tado el número de personas que toman
la decisión de marcarse la piel, eso se
puede evidenciar con el gran número de
lugares que han abierto para hacerse ta-
tuajes, ya que la demanda es muy grande
y eso permite por otra parte darle trabajo
a un sin número de artistas que estaban
desperdiciando su habilidad en cosas le-
janas al arte de hacer tatuajes. También
es posible ver que ese estigma y esas eti-
quetas no impiden a las personas llevar
una marca que los identifique, ya que
son ellos mismos los que saben cuál es
la historia que esa imagen lleva detrás o
que los identifica como miembros de un
grupo social. De esta forma es cómo te-
nemos que romper ese tabú que tenemos
desde hace tanto tiempo de los Tataujes
y las personas que los llevan puestos.
¡Sí a los tatuajes, no a la discrimi-
nación y no más estigmatización!
31
Referencias
I.
Anne M. Velliquette, Jeff B. Murray, and Elizabeth H. Creyer (1998) ,”The Tattoo Renaissance:
an Ethnographic Account of Symbolic Consumer Behavior”, in NA - Advances in Consumer Research Volume 25, eds. Joseph W. Alba & J. Wesley Hutchinson, Provo,
UT : Association for
Consumer Research, Pages: 461-467.

II.
Rubin, A. (1988). “Tattoo Reinassance” In Marks of Civilization: Artistic Transformations of the
Human Body. ed. Los Angeles: Museum of Cultural History, UCLA.

III.
Walzer- Moskovic, A.(2014). El arte en el discurso de los tatuadores: Arte, individuo y Sociedad.
(P.P 463-481). Madrid, España.

IV.
Anne M. Velliquette, Jeff B. Murray, and Elizabeth H. Creyer (1998) ,”The Tattoo Renaissance: an Ethnographic Account of Symbolic Consumer Behavior”, in NA - Ad-
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Rubin, A. (1988). “Tattoo Renaissance” In Marks of Civilization: Artistic Transformations of the Human Body. ed. Los Angeles: Museum of Cultural History, UCLA.

VI.
Walzer- Moskovic, A.(2014). El arte en el discurso de los tatuadores: Arte, individuo y Sociedad. (P.P 463-481). Madrid, España.