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 Earl D. Radmacher, Th. D.
Editor General

Ronald B. Allen, Th. D.

Editor del Antiguo Testamento

H. Wayne House, Th. D., J.D.

Editor del Nuevo Testamento

BIBLIA_RVR_ESTUDIO.indb 3 3/05/18 4:57 p. m.

 Contenido
Página

Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . v

Editores y colaboradores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . viii

Abreviaturas especiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ix

Prefacio: Reina-Valera Revisada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . xi

Cómo entender lo que quiere decir la Biblia con lo que leemos en ella . . . . . . . . . . xv

Libros del Antiguo y el Nuevo Testamentos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . xix

Lista de artículos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . xx

Lista de notas sobre la cultura y los tiempos bíblicos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . xxii

Lista de cuadros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . xxv

Lista de mapas insertados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . xxvii

Lista de estudio de palabras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . xxix

El Antiguo Testamento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . xxxv

El Nuevo Testamento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1427

Armonía de los Evangelios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1429

Herramientas para el estudio bíblico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2037

Enseñanzas e ilustraciones de Cristo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2043

Profecías sobre el Mesías cumplidas en Jesucristo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2046

Las parábolas de Jesucristo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2055

Los milagros de Jesucristo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2056

Oraciones de la Biblia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2057

Índice de anotaciones y características. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2058

Concordancia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2083

Los números de página para los libros de la Biblia se encuentran en «Libros del Antiguo
y el Nuevo Testamento» en la página xix.

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 Primera Epístola del Apóstol San Pablo a los

Tesalonicenses
Casi todos los nuevos creyentes tienen preguntas acerca de su fe. Como experimentado
misionero, Pablo lo sabía. Por esta razón envió a Timoteo de vuelta a Tesalónica poco des-
pués de haber establecido la iglesia allí. El trabajo de este era averiguar cómo le iba a esta
joven congregación. Cuando volvió, lo hizo cargado de preguntas. Esta carta es la paciente
contestación de Pablo. Refuerza el mensaje básico del evangelio, los
instruye aun más en la fe y provee aplicaciones prácticas para las
verdades espirituales.
h. 47-49 d.C.
Primer viaje Autor y fecha • La autoría paulina de 1 Tesalonicenses no se ha
misionero de cuestionado seriamente excepto por unos pocos expertos liberales
Pablo modernos. Pablo se refiere a sí mismo en la carta como autor de la
misiva (1.1; 2.18), y la iglesia primitiva lo reconoce como tal. El canon
h. 50 d.C. de Marción menciona 1 Tesalonicenses como obra de Pablo. Los pri-
El concilio de meros padres de la iglesia, como Ireneo, Tertuliano y Clemente de
Jerusalén Alejandría, también opinaban así.
La carta se escribió probablemente en Corinto alrededor del 51 d.C.,
h. 50-53 d.C. y se considera una de las primeras de Pablo. De hecho, puede que
Segundo viaje solo Gálatas se escribiese antes que ella.
misionero de
Pablo Antecedentes históricos • Tesalónica fue una de las primeras ciu-
dades evangelizadas por Pablo y Silas cuando llegaron al continente
h. 51 d.C. europeo. Una visión divina de un hombre de Macedonia invitando al
Se levanta la apóstol a predicar el evangelio había llevado a los dos misioneros a
iglesia en aquella región (cp. Hch 16.9, 10). Tras predicar en Filipos, Pablo reco-
Tesalonicenses rrió otros 160 km hasta Tesalónica, un puerto de mar y centro de
comercio situado en la esquina noroeste del mar Egeo. La Vía
h. 51 d.C. Egnatia, que unía Roma con Bizancio, pasaba por ella. Esta impor-
tante ruta y el próspero puerto hicieron de la ciudad uno de los cen-
Se escribe 1
tros de negocio más ricos del Imperio Romano. Era la capital y
Tesalónica
ciudad más grande de la provincia de Macedonia, con una población
de unos 200.000 habitantes.
h. 53-57 d.C.
Tesalónica fue una base para la difusión del evangelio en
Tercer viaje
Macedonia y Grecia debido a su ubicación estratégica. Una iglesia
misionero de plantada en un centro geográfico sería el núcleo evangelístico de
Pablo toda la región. Esto era especialmente cierto en el caso de Tesalónica,
porque Pablo los elogia por su obra (ver 1.8). El apóstol inició la igle-
h. 58 d.C. sia en la ciudad predicando durante tres días de reposo en la sinago-
Arresto de Pablo ga judía. Tuvo mucho éxito, no solo entre los judíos, sino entre los
en Jerusalén griegos temerosos de Dios. Sin embargo, algunos de aquellos que
rechazaban el mensaje del apóstol y tenían envidia de él contrataron
h. 60-62 d.C. matones para que le atacasen. No lo encontraron, y llevaron al dueño
Encarcelamiento de la casa donde Pablo se hospedaba ante los magistrados. Lo acusa-
de Pablo en Roma ron de traición porque estaba alojando a alguien que enseñaba que
había otro rey, Jesús. Le hicieron pagar una fianza y lo dejaron ir. En
h. 67 d.C. consecuencia, Pablo y Silas consideraron que lo mejor era marcharse
Ejecución de de allí inmediatamente, y fueron a la ciudad importante más cerca-
Pedro y Pablo na, Berea, donde también los recibieron bien. Sin embargo, cuando
los judíos de Tesalónica lo supieron, fueron allí a levantar más

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 1858 INTRODUCCIÓN

oposición. Pablo se trasladó a Atenas. Tras una breve estancia allí, fue a Corinto, donde se le
unieron Silas y Timoteo (Hch 18.5). Preocupado por el bienestar de los convertidos tesaloni-
censes, Pablo envió a Timoteo de vuelta a Tesalónica a ver cómo se encontraban los
creyentes.
Después de un breve y alentador ministerio en Tesalónica, Timoteo volvió a unirse a Pablo
en Corinto, trayéndole un informe positivo de la fe de los tesalonicenses, incluso bajo perse-
cución. Tenían algunas preguntas sobre la fe, y el apóstol se disponía a responderlas.

Temas • Primera de Tesalonicenses nos ofrece una introducción detallada de cómo

Pablo guiaba a los jóvenes creyentes. Como demuestra esta epístola, su enseñanza para
estos era rica en doctrina y aplicación, y describía con precisión la salvación en toda su
dimensión.
En 1 Tesalonicenses, Pablo revisó algunos de los fundamentos de la fe y aplicó estas verda-
des a la vida de los creyentes. Los insta a perseverar en una vida piadosa a pesar de la perse-
cución. Extendió el consuelo de la resurrección a los que estaban de duelo, y habló de los
detalles de la Segunda Venida. Además, Pablo respondió a los malvados ataques de sus opo-
nentes judíos, que tenían envidia porque los cristianos estaban llevándose a los gentiles
temerosos de Dios de las sinagogas. Estos enemigos pudieron acusar al apóstol de hipócrita,
por no haber regresado a Tesalónica. Pablo dedicó los tres primeros versículos de esta carta
a corregir esta falsa impresión.
El apóstol cubrió un amplio espectro de doctrinas esenciales del cristianismo en un espa-
cio pequeño: la Trinidad (1.5, 6), la deidad de Cristo (3.11, 12), el poder del Espíritu Santo (1.5, 6),
la naturaleza de la Escritura (2.13), los tiempos y acontecimientos de la Segunda Venida (1.10;
2.19; 3.13; 4.13-17; 5.23), el día del Señor (5.1-3), la seguridad de la salvación (1.5), la conversión
(1.9), la santificación (4.3; 5.23), la resurrección (4.14-18), la relación de la fe con las obras, del
amor con el servicio y de la paciencia con la esperanza (1.3).
Como 1 Tesalonicenses es una de las primeras cartas de Pablo, revela mucho de lo que este
predicó durante su segundo viaje misionero. Es obvio que el regreso de Cristo es el núcleo de
su mensaje, porque el apóstol contesta muchas preguntas acerca de la Segunda Venida. De
hecho, quizás la contribución doctrinal más importante de esta pequeña carta es su detalla-
da explicación del retorno de Cristo.

Cristo en las Escrituras

Pablo no solo exhorta a los tesalonicenses, también motiva su fidelidad haciendo alusión a
la Segunda Venida. En esta carta, se representa a Jesús como la esperanza de salvación del
creyente tanto ahora como cuando regrese a la tierra. En ese momento, nos liberará de la
ira que envolverá al mundo (1.10; 5.4-11). Este mismo Jesús recompensará nuestra fideli-
dad con su presencia física (2.19) después de resucitar nuestro cuerpo mortal. «Porque el
Señor mismo … descenderá del cielo … luego nosotros los que vivimos, los que hayamos
quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos … y así estaremos siempre con el
Señor» (4.16, 17).
Entretanto, Pablo les recuerda (y a nosotros) que Jesús está comprometido con nuestro
compromiso espiritual. «Y el Señor os haga crecer y abundar en amor» (3.12). Incluso los cris-
tianos maduros como los de Tesalónica necesitan ayuda a este respecto.

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 1 TESALONICENSES 1.3 1859

Bosquejo de 1 Tesalonicenses
I. Acción de gracias por la salvación de los tesalonicenses 1.1-10
II. Defensa de Pablo de su ministerio en Tesalónica 2.1-12
A. Su integridad en su ministerio 2.1-4
B. Su ministerio de abnegación y amor 2.5-9
C. Su comportamiento irreprochable 2.10-12
III. Oración de Pablo por su crecimiento espiritual 2.13–3.13
A. Su preocupación por su sufrimiento 2.13-16
B. Su anhelo por verlos 2.17-20
C. Su expresión de amor a través de Timoteo 3.1-8
D. Su oración 3.9-13
IV. Exhortación de Pablo por su santificación 4.1-12
A. Su mandato de que se abstuviesen de fornicación 4.1-8
B. Su exhortación al amor fraternal en lugar de la fornicación 4.9, 10
C. Su exhortación a una vida cristiana apropiada 4.11, 12
V. El retorno de Cristo 4.13-18
VI. El día del Señor 5.1-11
VII. Exhortaciones finales de Pablo 5.12-28

Saludo Fe y ejemplo de los tesalonicenses

CAPÍTULO 1

1 Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia

de los tesalonicenses en Dios Padre y
en el Señor Jesucristo: Gracia y paz sean
1. 1 P 5.12

a vosotros, de parte de Dios nuestro Pa-
dre y del Señor Jesucristo.
2. Ro 1.8; 2 Ts 1.3
² Damos siempre gracias a Dios por to-
dos vosotros, haciendo memoria de vo-
sotros en nuestras oraciones,
3. Jn 6.29; Ro 16.6 ³ acordándonos sin cesar delante del
Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra

1.1 Pablo sigue la forma habitual de las cartas antiguas,
mencionando al escritor en primer lugar, el destinatario
después, y finalmente un breve saludo. El apóstol mencio-
na a Silvano, nombre romano de Silas, y Timoteo, pero él es
el escritor de la carta (4.9). Cuando Pablo habla en primera
persona del plural (v. 2), puede estar refiriéndose a Silas y
Timoteo como editores de la misma junto a él. Después de
que el apóstol se separase de Bernabé (Hch 15.36-40), Silas
pasó a ser su compañero en el segundo viaje misionero,
sirviendo quizás como su secretario. Era uno de los líderes
de la iglesia de Jerusalén (Hch 15.22, 23), y acompañó a
Pablo y Bernabé a Antioquía para entregar el decreto del
concilio de Jerusalén (Hch 15.22, 23). Le dieron una paliza
junto al apóstol en Filipos (Hch 16.22-24), y había ayudado a
fundar la iglesia en Tesalónica (Hch 17.1-4). Timoteo tam-
bién estuvo con Pablo en el segundo viaje misionero. Este
lo consideraba un hijo y lo amaba profundamente (Hch 16.3;
cp. 1 Ti 1.2). Esta carta es una respuesta al informe de Timo-
teo sobre la iglesia de Tesalónica. A la iglesia: la palabra
griega ekklesia era un término familiar que se refería a
cualquier reunión o asamblea. En su utilización en el Nue-
vo Testamento, esta palabra griega común recuerda la
relación de los creyentes entre sí y con Cristo. Nótese que
Pablo se dirige a los creyentes de Tesalónica como un cuer-
po, no de forma individual. Gracia y paz sean a vosotros:
esta expresión, aunque parecida a las salutaciones comu-
nes, expresa elocuentemente los conceptos principales de
la fe cristiana. La palabra gracia significa «favor y
bendiciones inmerecidos», y paz define la relación de los
cristianos con Dios, que deben cultivar también con los
demás. El orden de los dos términos en el saludo se man-
tiene siempre en el Nuevo Testamento, ya que la gracia de
Dios es la única base para la paz de su pueblo.
1.2 Oraciones: siguiendo con el modelo de la iglesia de Jeru-
salén, estos primeros plantadores de iglesias se entregaban
a la oración, así como a la predicación del evangelio
(cp. Hch 6.4). Como en otras ciudades, habían sufrido dolo-
res de parto dando a luz a la iglesia de Tesalónica, y esta se
arraigó profundamente en su corazón (cp. 2.13, 17; 3.5, 6).
1.3 La fe de los creyentes en Tesalónica había producido
arrepentimiento verdadero. Cuando se volvieron hacia
Dios, se apartaron de los ídolos (v. 9). Nótese que Pablo
considera el arrepentimiento de los tesalonicenses una
consecuencia de su fe, no al revés. Trabajo de vuestro
amor: el resultado del amor de los tesalonicenses por Cris-
to fue que servían (v. 9) en medio de la persecución (v. 6).
Nótese el contraste entre obra y trabajo. La primera puede
ser agradable y estimulante, pero el segundo implica a
menudo un esfuerzo arduo hasta el punto del cansancio e
incluso la extenuación. Constancia en la esperanza: los
creyentes de Tesalónica fijaron su esperanza de forma sóli-
da en el retorno de Jesucristo (v. 10). Nótese cómo cada una
de las virtudes tiene a Cristo como su objeto. Jesús es
constantemente el centro de atención. Este es un buen
rasero para evaluar cualquier servicio cristiano: ¿glorifica
a Cristo?

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 1860 1 TESALONICENSES 1.4

fe, del trabajo de vuestro amor y de vues-
tra constancia en la esperanza en nuestro
Señor Jesucristo,
⁴ sabiendo, hermanos amados de Dios,
vuestra elección;
⁵ pues nuestro evangelio no llegó a vo-
sotros solamente en palabras, sino tam-
bién en poder, en el Espíritu Santo y en
plena certidumbre, como bien sabéis
qué clase de personas fuimos entre vo-
sotros por amor a vosotros.
Tesalónica
En la época de Pablo, Tesalónica era un
puerto de mar prominente y capital de la pro-
vincia romana de Macedonia. Esta próspera
ciudad se encontraba en la Vía Egnatia, la ruta
principal de Roma a Oriente, y estaba a la vista
del monte Olimpo, hogar legendario del pan-
teón griego. Con quizás 200.000 habitantes
en el primer siglo, Tesalónica tenía una po-
blación judía considerable. El monoteísmo
ético de la religión judía atraía a muchos
gentiles que se habían desencantado del pa-
ganismo griego. Según 1.9 y 2.14-16, la mayor
⁶ Y vosotros vinisteis a ser imitadores
4. Col 3.12 de nosotros y del Señor, recibiendo la
5. Mr 16.20; palabra en medio de gran tribulación,
2 Co 6.6; He 2.3
con gozo del Espíritu Santo,
6. 1 Co 4.16; 11.1;
Hch 5.41; 13.52;
⁷ de tal manera que habéis llegado a ser
2 Co 6.10; Gá 5.22 un modelo para todos los de Macedonia
8. Ro 10.18; Ro 1.8; y de Acaya que son creyentes.
16.19; 2 Co 2.14;
2 Ts 1.4
⁸ Porque partiendo de vosotros ha sido
divulgada la palabra del Señor, no sólo
9. 1 Ts 2.1; 1 Co 12.2
en Macedonia y Acaya, sino que tam-
10. (Ro 2.7); Mt 3.7;
Ro 5.9
bién en todo lugar vuestra fe para con
Dios se ha extendido, de modo que no-
sotros no tenemos necesidad de hablar
nada;
⁹ porque ellos mismos cuentan de no-
sotros la manera en que nos recibisteis,
y cómo os convertisteis a Dios aban-
donando los ídolos, para servir al Dios
vivo y verdadero,
¹⁰ y esperar de los cielos a su Hijo, al
cual resucitó de los muertos, a Jesús,
quien nos libra de la ira venidera.
Ministerio de Pablo
en Tesalónica

2
parte de los convertidos de la ciudad eran Porque vosotros mismos sabéis,
gentiles que se apartaron de la idolatría. hermanos, que nuestra visita a vo-
sotros no resultó vana;

1.4 Sabiendo … vuestra elección: los misioneros no solo die- de nuestro ejemplo virtuoso. Si nos centramos en Jesús,
ron gracias por las buenas obras que surgían de la fe de los
tesalonicenses (v. 3), sino también por lo que Dios había
hecho por ellos. El Señor los había elegido para ser su pueblo
santo. En vv. 5-10, Pablo enumera las pruebas irrefutables de
su elección por parte de Dios: su gozosa respuesta al evange-
lio, su profunda fe y su progreso en la santidad. El Señor los
había escogido en su gracia, una clara razón para regocijarse
(v. 2; Ef 1.3-14).
1.5 Pablo no define su evangelio en este punto, pero lo había
explicado claramente cuando estuvo con ellos: durante tres
semanas «discutió con ellos, declarando y exponiendo por
medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo
padeciese, y resucitase de los muertos» (cp. Hch 17.2, 3). Este
mensaje del Cristo crucificado era muy diferente de las
esperanzas mesiánicas que Pablo conocía de su propio
aprendizaje como fariseo. Los judíos de esa época no espe-
raban un salvador sufriente, sino un gran conquistador. Así
pues, el apóstol tuvo que demostrar a partir de las Escritu-
ras del Antiguo Testamento que los profetas habían predi-
cho el sufrimiento, la muerte y la resurrección del Mesías.
No … a vosotros solamente en palabras, sino también en
poder: Pablo no descuidó una utilización cuidadosa, precisa
y persuasiva de las Escrituras en su predicación. Sin embar-
go, era consciente de que nadie podría volverse a Cristo sin
la obra de convencimiento del Espíritu Santo (cp. Jn 16.8).
No obstante, con la bendición de Dios, la predicación de
Pablo persuadió a algunos de los judíos de la sinagoga, y «de
los griegos piadosos gran número, y mujeres nobles no
pocas» (Hch 17.4).
1.6 Imitadores de nosotros y del Señor: todo el mundo
necesita maestros, especialmente los nuevos convertidos.
En ocasiones, Pablo exhortó a los nuevos creyentes a imitar-
le (1 Co 11.1), del mismo modo que él imitaba a Cristo. Todos
los escritores del Nuevo Testamento llevan a sus lectores
hasta las huellas de Cristo, tal como estas se muestran en los
Evangelios (cp. Fil 2.5; He 12.2; 1 P 2.21; 1 Jn 2.6). Este debe ser
también nuestro objetivo, llevar a otros a Cristo por medio
reflejaremos su imagen a los demás (2 Co 3.18). Recibiendo
no es la palabra habitual para recepción, sino un término que
expresa una calurosa bienvenida. Los tesalonicenses acogie-
ron el evangelio con gozo, incluso cuando eso significaba
sufrir persecución.
1.8 Vuestra fe … se ha extendido: el testimonio de la fe
excepcional de los tesalonicenses resonaba por toda Grecia y
Macedonia. Tesalónica era un puerto de mar y se encontraba
en la concurrida Vía Egnatia. Por tanto, los que veían la vida
virtuosa y fe persistente de los cristianos tesalonicenses
difundirían la palabra por toda la región. Había ocurrido lo
mismo en la iglesia de Jerusalén (cp. Hch 6.7); el ejemplo de
vida cristiana estaba provocando un impacto en las perso-
nas que vivían en la ciudad o pasaban por ella.
1.9 Ellos mismos cuentan de nosotros: estos informes no
eran de misioneros, sino de viajeros ordinarios que daban
sus impresiones de los creyentes tesalonicenses. Os conver-
tisteis a Dios abandonando los ídolos: la verdad del evange-
lio ponía de manifiesto la mentira de la idolatría. Como los
judíos la evitaban, Pablo estaba hablando principalmente a
oyentes griegos (cp. Hch 17.4).
1.10 Esperar … a su Hijo: Pablo esperaba que el retorno del
Señor ocurriese en cualquier momento. Esperar describe
una espera ansiosa y expectante del regreso de nuestro
Señor Jesús quien nos libra de la ira venidera. Es una libera-
ción futura, pero este versículo no aclara si Pablo se está refi-
riendo a una época específica o al derramamiento de la ira de
Dios sobre los incrédulos en un sentido más general. Cristo
soportó esta ira del Señor en el Calvario, por lo que todos los
que están en él escaparán a todos los aspectos de la misma
(cp. 5.9). Así pues, no tienen nada que temer.
2.1, 2 Aparentemente, gentiles paganos y judíos que se afe-
rraban a su fe tradicional pusieron en entredicho los motivos
por los que Pablo fue a Tesalónica, después de que este se
marchase. El apóstol apuntó lo que los tesalonicenses
sabían, que su predicación a ellos no fue vana (cp. 1.9), y que
había declarado su mensaje frente a la oposición, incluyendo

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 1 TESALONICENSES 2.11 1861

² pues habiendo antes padecido y sido ⁷ sino que fuimos amables entre voso-
ultrajados en Filipos, como sabéis, tu- CAPÍTULO 2 tros, como la nodriza que cuida con ter-
vimos denuedo en nuestro Dios para 2. Hch 14.5; nura a sus propios hijos.
16.19–24; Fil 1.30;
anunciaros el evangelio de Dios en me- Hch 17.1–9 ⁸ Tan grande es nuestro afecto por vo-
dio de gran oposición. sotros, que hubiéramos querido entre-
3. 2 Co 7.2
³ Porque nuestra exhortación no pro- garos no sólo el evangelio de Dios, sino
4. 1 Co 7.25; Tit 1.3;
cedió de error ni de impureza, ni fue Gá 1.10; Pr 17.3 también nuestras propias vidas; porque
por engaño, 5. 2 Co 2.17; Ro 1.9;
habéis llegado a sernos muy queridos.
⁴ sino que según fuimos aprobados por 1 Ts 2.10 ⁹ Porque os acordáis, hermanos, de nues-
tro trabajo y fatiga; cómo trabajando de
Dios para que se nos confiase el evange- 6. 1 Ti 5.17; 1 Co 9.4;
2 Co 11.9; 1 Co 9.1 noche y de día, para no ser gravosos a
lio, así hablamos; no como para agradar
7. 1 Co 2.3 ninguno de vosotros, os predicamos el
a los hombres, sino a Dios, que prueba evangelio de Dios.
8. Ro 1.11;
nuestros corazones. 2 Co 12.15; 1 Jn 3.16 ¹⁰ Vosotros sois testigos, y Dios también,
⁵ Porque nunca usamos de palabras 9. Hch 18.3; 20.34, de cuán santa, justa e irreprensiblemen-
lisonjeras, como sabéis, ni de pretexto 35; 1 Co 4.12;
te nos comportamos con vosotros los
2 Ts 3.7, 8
para lucrarnos; Dios es testigo; creyentes;
10. 2 Co 1.12;
⁶ ni buscamos gloria de los hombres; 1 Ts 1.5; 2 Co 7.2 ¹¹ así como también sabéis de qué mo-
ni de vosotros, ni de otros, aunque po- do, como el padre a sus hijos, exhortá-
díamos seros carga como apóstoles de bamos y consolábamos a cada uno de
Cristo; vosotros,

la dolorosa experiencia de ser azotado y puesto en un cepo
en Filipos (Hch 16.22-24).
2.3, 4 Contestando a los que criticaban sus motivos para
predicar, Pablo declaró que lo hacía desde la verdad, no des-
de el error; sus motivos eran puros, no procedían de la impu-
reza; él hablaba sinceramente, no con engaño (una palabra
empleada para referirse a un señuelo de pesca). Para contra-
rrestar estas críticas, Pablo afirmó que tanto él como sus
colaboradores eran mensajeros aprobados, misioneros que
demostraron ser genuinos tras pasar por muchas pruebas.
Su ministerio no fue su elección personal, Dios los escogió.
2.5-8 Pablo negó haber utilizado la adulación en su visita a los
tesalonicenses. En su lugar, predicó valientemente que todos
eran pecadores que necesitaban la salvación por la gracia de
Dios. Su predicación no encubría pretexto para lucrar[se].
Aquí, apela al Señor como testigo porque ninguna persona
podía examinar sus motivos. Es más, él y sus compañeros no
estaban buscando alabanza ni deseando posiciones de autori-
dad. Pablo ni siquiera ejerció su derecho al apoyo económico
(1 Co 9.3-14; 2 Co 11.7-11). En su lugar, como en Corinto, él corrió
con sus propios gastos. Contrariamente a las acusaciones de
sus enemigos, Pablo y sus acompañantes habían demostrado
su preocupación y amor por los tesalonicenses. Mientras una
nodriza profesional sabe lo que tiene que proveer para las
necesidades físicas de un recién nacido, una madre cuida con
ternura a sus propios hijos con amor maternal. El apóstol
hace hincapié en lo profundo de su amor: habría sacrificado
su propia vida por ellos de haber sido necesario.
2.9 El afecto de Pablo por los tesalonicenses se demostraba
en su trabajo. Como en 1.3, esta palabra indica una ardua
labor que produce cansancio y fatiga. El apóstol elaboraba
tiendas para suplir sus necesidades económicas, trabajando
a todas horas, a fin de no constituir una carga para sus con-
vertidos. Las acciones de Pablo mostraban que su ministerio
estaba motivado por un deseo desinteresado de promover el
bienestar de los demás en lugar del suyo propio.
2.10-12 Además de evitar cualquier necesidad de apoyo eco-
nómico (v. 9), la moralidad y devoción a Dios que Pablo y sus

Dolorosas expectativas El segundo viaje misionero de Pablo incluyó una parada breve y turbulenta en Tesa-
lónica. Su visita de cuatro semanas cuando iba de Filipos a Berea tuvo como resultado una iglesia. Sin embar-
go, la ciudad demostró ser un entorno hostil para el evangelio. Pablo y Silas no solo tuvieron que marcharse
prematuramente de allí, sino que sus oponentes los siguieron hasta Berea, creándoles problemas allí
(véase Hch 16.35–17.15).
Pablo recordó a sus amigos tesalónicenses que se habían convertido en creyentes «en la línea de fuego»
(2.14). Había intentado fortalecer su fe joven con advertencias acerca del sufrimiento que experimentarían (3.4),
pero estaba preocupado por la supervivencia de la iglesia porque había tenido muy poco tiempo para estable-
cer un fundamento sólido allí.
Pablo decidió entrar en acción. Viajó solo hasta Atenas mientras Timoteo lo hizo a Tesalónica para «confir-
mar» y «exhortar» (3.2) a los cristianos allí, y llevar noticias frescas de esta iglesia a Pablo. Este basó su primera
carta a los tesalonicenses en el alentador informe que recibió de Timoteo.
La experiencia tesalónicense ilustra un aspecto fundamental en la expansión del evangelio. La verdad echa
raíces en un suelo resistente. Cuando el «tentador» (3.5) no puede evitar que las buenas nuevas den vida a
alguien, sus tácticas cambian, a fin de conseguir que el joven cristiano no sea efectivo. La presión y la persecu-
ción son inevitables. Pueden venir camufladas en una desaprobación cultural apenas visible, o hacerlo con
hostilidad manifiesta. De una forma u otra, el crecimiento espiritual siempre encontrará resistencia.
La persecución es desmoralizante, pero también puede ser una causa para animarnos. Sin resistencia, ¿cómo
puede reconocerse el crecimiento? Las pruebas y tribulaciones examinan el carácter (Stg 1.2-4). La ausencia de
presión puede indicar una falta de crecimiento. Las palabras de ánimo de Pablo siguen vigentes hoy. La comu-
nión que se crea al sufrir juntos promueve la madurez cristiana (2.14-16; 3.3, 7).

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 1862 1 TESALONICENSES 2.12

¹² y os encargábamos que anduvieseis Ausencia de Pablo

como es digno de Dios, que os llamó a 12. Ef 4.1; Col 1.10; ¹⁷ Pero nosotros, hermanos, separados
Ro 8.28; 1 Co 1.9;
su reino y gloria. 1 Ts 5.24; 2 Ts 2.14 de vosotros por un poco de tiempo, de
¹³ Por lo cual también nosotros sin ce- 13. Ro 1.8; vista pero no de corazón, tanto más pro-
sar damos gracias a Dios, de que cuando 1 Ts 1.2, 3; curamos con mucho deseo ver vuestro
Mr 4.20; (1 P 1.23)
recibisteis la palabra de Dios que oísteis rostro;
14. Gá 1.22;
de nosotros, la recibisteis no como pa- Hch 17.5; 1 Ts 3.4;
¹⁸ por lo cual quisimos ir a vosotros, yo,
labra de hombres, sino según es en ver- 2 Ts 1.4 Pablo, ciertamente una y otra vez; pero
dad, la palabra de Dios, la cual actúa en 15. Lc 24.20; Satanás nos estorbó.
vosotros los creyentes. Hch 2.23; Jer 2.30;
Mt 5.12; 23.34, 35;
¹⁹ Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o
¹⁴ Porque vosotros, hermanos, vinis- Hch 7.52; Est 3.8 gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo
teis a ser imitadores de las iglesias de 16. Lc 11.52; sois vosotros, delante de nuestro Señor
Dios en Cristo Jesús que están en Judea; Gn 15.16; Dn 8.23; Jesucristo, en su venida?
Mt 23.32; Mt 24.6
pues habéis padecido de manos de los ²⁰ Porque vosotros sois nuestra gloria
17. 1 Co 5.3
de vuestra propia nación las mismas y gozo.
cosas que ellas padecieron de manos de
3 Por lo cual, no pudiendo soportarlo
18. Ro 1.13; 15.22

los judíos, 19. 2 Co 1.14; más, tuvimos a bien quedarnos so-

Pr 16.31; Jud 24;
¹⁵ los cuales mataron al Señor Jesús y 1 Co 15.23 los en Atenas,
a sus propios profetas, y a nosotros nos ² y enviamos a Timoteo nuestro her-
expulsaron; y no agradan a Dios, y se CAPÍTULO 3 mano, servidor de Dios y colaborador
oponen a todos los hombres, 2. Ro 16.21 nuestro en el evangelio de Cristo, para
¹⁶ impidiéndonos hablar a los gentiles 3. Ef 3.13; Jn 16.2; afianzaros y exhortaros respecto a vues-
para que éstos sean salvos; así colman Hch 9.16; 14.22; tra fe,
1 Co 4.9; 2 Ti 3.12;
ellos siempre la medida de sus pecados, 1 P 2.21 ³ a fin de que nadie se inquiete por estas
pues vino sobre ellos la ira hasta el ex- tribulaciones; porque vosotros mismos
tremo. sabéis que para esto estamos puestos.

compañeros demostraron respaldaba su mensaje. Ellos con-
solaban y desafiaban a los tesalonicenses como lo hace un
padre amoroso (cp. también v. 7). El objetivo final de Pablo
para ellos era que anduviesen como es digno de Dios, o que
viviesen de una forma que estuviese a la altura del Dios al
que servían. Parece un modelo imposible de imitar, pero el
apóstol recuerda a los tesalonicenses que Dios los había lla-
mado para este propósito, y les otorgaría el poder para con-
seguirlo, porque «el que comenzó en vosotros la buena obra,
la perfeccionará» (Fil 1.6). Los cristianos deben tener las mis-
mas metas que Pablo, la aprobación divina y la recompensa
ante el tribunal de Cristo (2 Co 5.9, 10).
2.13 Pablo y sus compañeros estaban agradecidos por la for-
ma en que los tesalonicenses habían recibido la Palabra de
Dios. Actúa: los cristianos gentiles de Tesalónica podían
comparar la Palabra pura de Dios, capaz de transformar, con
las religiones paganas inmortales, cuyo único efecto era per-
vertir aun más a las personas. Igualmente, los creyentes
judíos podían comparar el amor y la gracia de Dios en el
evangelio con el legalismo y la soberbia producidos por la
religión judía.
2.14 Del mismo modo que la iglesia de Judea había sufrido la
persecución de los judíos incrédulos, los tesalonicenses fue-
ron perseguidos tanto por estos como por gentiles, pasando
a ser imitadores de los de Judea (cp. 1.6). En ocasiones, el
sufrimiento llega por nuestros propios errores (1 P 4.15), pero
esos creyentes estaban afligidos por defender la verdad de
Dios (1 P 4.16).
2.15 A nosotros nos expulsaron: Pablo dice a los tesaloni-
censes que no deben sorprenderse por sufrir por causa de
Cristo, ya que sus hermanos de Judea, incluyendo él mismo,
ya lo habían padecido por el Evangelio. Esa hostilidad hacia la
iglesia lo es también hacia Cristo (véanse las palabras de
Cristo a Pablo en Hch 9.4, 5).
2.16 Colman … sus pecados: el sentido es que Dios permiti-
rá que una nación, un grupo o un individuo acumulen solo
cierta cantidad de pecados antes de que su juicio caiga sobre
ellos (cp. Gn 15.16). En este caso, Pablo dice que este está cer-
ca. Del mismo modo que andar en Cristo llevará a la salva-
ción total y a una recompensa, los pecados de los impíos
provocarán el castigo definitivo.
2.17, 18 Contrariamente a lo que los acusadores de Pablo
afirmaban, el apóstol anhelaba regresar. Sin embargo, algo
los estorbó (cp. Dn 10.13), entre otras cosas, la fianza que
Jasón había depositado por él (Hch 17.9). Si volvían y estalla-
ban nuevos disturbios, Jasón la perdería (Hch 17.1-9). Separa-
dos significa literalmente «huérfanos», como un padre
apartado de sus hijos (2.7, 11). Pablo estaba destrozado por no
poder estar con ellos, especialmente durante su infancia en
Cristo. Las diversas expresiones de cariño en esta carta indi-
can la preocupación genuina de Pablo por estos nuevos con-
vertidos.
2.19 A pesar de la persecución y la oposición satánica, Pablo
miraba más allá de las tribulaciones presentes (cp. 2 Co 4.16-
18) al gozo de estar delante de nuestro Señor Jesucristo y
con los cristianos tesalonicenses que habían encontrado al
Señor a través de él, que serían su corona (el trofeo que se
daba al ganador de las competiciones atléticas griegas) por-
que demostrarían la autenticidad de su obra por Cristo.
3.1 Cuando se vieron obligados a marcharse de Tesalónica,
Pablo y Silas fueron a Berea, la siguiente ciudad hacia el oes-
te. Sus enemigos judíos en Tesalónica fueron tras ellos a
Berea, a seguir levantando oposición contra ellos. Seguida-
mente, sus amigos escoltaron al apóstol hasta Atenas
(Hch 17.13-15). Allí, dio orden para que Silas y Timoteo se unie-
sen a él. Sin embargo, antes de que estos llegasen, Pablo se
marchó a Corinto, cerca de Atenas, al oeste.
3.2 Aparentemente, Silas volvió a Filipos, su primera parada
en Macedonia. Pablo no podía ir a Tesalónica, por lo que
envió a Timoteo en su lugar para fortalecer a la iglesia y
exhortar[les] respecto a su fe. Los tesalonicenses, ahora que
eran salvos, necesitaban ser edificados en la fe y fortalecidos
contra la oposición constante. Como Timoteo era joven y
carecía de la madurez de Pablo, se le recomienda especial-
mente como hermano en Cristo, servidor de Dios y colabo-
rador en el evangelio de Cristo. El apóstol demuestra su
gran confianza en él enviándolo, no solo a los tesalonicenses,
sino también más adelante a los colosenses (1 Co 16.10, 11) y a
los filipenses (Fil 2.19-23).
3.3, 4 Se deben esperar dificultades en la vida cristiana, y
Pablo advirtió a la congregación de las tribulaciones que se
avecinaban. Las Escrituras enseñan que aquellos que viven

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 1 TESALONICENSES 4.5 1863

⁴ Porque también cuando estábamos ¹¹ Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y

con vosotros, os predecíamos que íba- 4. Hch 20.24 nuestro Señor Jesucristo, dirijan nues-
mos a pasar tribulaciones, como ha 5. 1 Co 7.5; Gá 2.2 tro camino a vosotros.
acontecido y sabéis. 6. Hch 18.5; Fil 1.8 ¹² Y el Señor os haga crecer y abundar
⁵ Por lo cual también yo, no pudiendo 7. 2 Co 1.4 en amor unos para con otros y para con
soportar más, envié para informarme 8. (Ef 6.13, 14);
todos, como también lo hacemos noso-
de vuestra fe, no sea que os hubiese ten- Fil 4.1 tros para con vosotros,
tado el tentador, y que nuestro trabajo 10. 2 Co 13.9; ¹³ para afianzar vuestros corazones,
resultase en vano. Col 4.12 irreprensibles en santidad delante de
⁶ Pero ahora que Timoteo ha vuelto 11. Mr 1.3 nuestro Dios y Padre, en la venida de
de vosotros a nosotros, y nos ha traído 12. Fil 1.9; 1 Ts 4.1, nuestro Señor Jesucristo con todos sus
10; 2 Ts 1.3
buenas noticias de vuestra fe y amor, y santos.
que siempre nos recordáis con cariño, 13. 2 Ts 2.17

deseando vernos, como también noso- Viviendo para agradar a Dios

4
CAPÍTULO 4
tros a vosotros, Por lo demás, hermanos, os roga-
1. 1 Co 15.58;
⁷ por ello, hermanos, en medio de toda Fil 1.27; Col 1.10 mos y exhortamos en el Señor Je-
nuestra necesidad y aflicción fuimos 3. (Ro 12.2);
sús, que de la manera que aprendisteis
consolados respecto a vosotros por me- Ef 5.27; (1 Co 6.15– de nosotros cómo os conviene conduci-
20; Col 3.5)
dio de vuestra fe; ros y agradar a Dios, así abundéis más
4. Ro 6.19
⁸ porque ahora vivimos, si vosotros es- y más.
táis firmes en el Señor. 5. Col 3.5; Ef 4.17, 18; ² Porque ya sabéis qué instrucciones os
1 Co 15.34
⁹ Pues ¿qué acción de gracias pode- dimos por medio del Señor Jesús;
mos dar a Dios por vosotros, a cambio ³ porque ésta es la voluntad de Dios:
de todo el gozo con que nos gozamos vuestra santificación; que os apartéis
a causa de vosotros delante de nuestro de fornicación;
Dios, ⁴ que cada uno de vosotros sepa cómo
¹⁰ orando de noche y de día con gran poseer su propio vaso en santidad y ho-
insistencia, para que veamos vuestro nor;
rostro, y completemos lo que falte a ⁵ no en pasión de concupiscencia, como
vuestra fe? los gentiles que no conocen a Dios;

de forma piadosa deben esperar persecución (2 Ti 3.12). De
hecho, Cristo dijo a sus discípulos que experimentarían el
mismo tipo de rechazo que él sufrió (Jn 15.18-21). Los cristia-
nos no deben sentirse abatidos por ello, sino que deben ale-
grarse porque se les considere dignos de compartir los
sufrimientos de Jesucristo (cp. Mt 5.10-12).
3.5-8 Nuestro trabajo resultase en vano: a Pablo le preocu-
paba que los tesalonicenses pudiesen sucumbir a las tenta-
ciones de Satanás y abandonar la fe cristiana. Si vosotros
estáis firmes: el gozo de Pablo se basaba en la fidelidad de
los tesalonicenses a Cristo.
3.9 Pablo hizo de la oración una prioridad. En sus plegarias,
no olvidaba dar gracias a Dios por lo que estaba haciendo.
Los cristianos deben seguir el ejemplo del apóstol ofrecien-
do alabanza y agradecimiento junto a sus peticiones.
3.10 Completemos: el deseo de Pablo de ver a los tesaloni-
censes no era solo satisfacer su propio amor y su emoción,
sino perfeccionar, o completar, la fe de ellos. Siempre hay
margen de mejora. La resistencia de estos creyentes ante la
persecución demostraba el crecimiento de su fe, pero Pablo
quería que madurasen en ella.
3.11-13 Cristo había dicho a sus discípulos que se identificaría
a los creyentes por su amor los unos por los otros (Jn 13.35).
Aquí, Pablo ora para que los tesalonicenses se amen más y
más entre sí. Finalmente, Pablo expresa su deseo de que sus
corazones fuesen irreprensibles en santidad, no solo ante las
personas, sino ante Dios. La palabra santos puede referirse
tanto a los salvos como a los santos ángeles. Estos participa-
rán en la Segunda Venida (4.16; Jud 14; Ap 19.14).
4.1, 2 Por lo demás no significa que Pablo estaba llegando a
una conclusión. Es una transición a la sección principal de la
carta, que habla de doctrina y de su aplicación a la vida. En
los tres primeros capítulos, Pablo se ocupó de los lectores
como una madre «nodriza» cuida tiernamente de sus hijos
(2.7). Ahora, en estos dos últimos capítulos, exhorta e instru-
ye con la autoridad de un padre (4.1, 2). Conduciros: Pablo
utiliza habitualmente esta palabra como una descripción de
la vida cristiana (Ro 6.4; 2 Co 5.7; Gá 5.16; Col 1.10; 2.6; 4.5). La
vida cristiana no solo comienza con fe, sino que continúa
con un andar diario en la misma. Del mismo modo que las
personas dependen de sus extremidades para apoyarse en
cada paso, los cristianos dependen de Dios en su andar. Este
va hacia una dirección, la vida cristiana también. Los creyen-
tes no deben comportarse como los gentiles impíos (Ef 4.17),
sino de una forma digna de su llamamiento por parte de Dios
(Ef 4.1). Juan exhorta a los cristianos a andar en la luz, esto es,
en la voluntad revelada del Todopoderoso (cp. 1 Jn 1.7).
4.3-5 Un problema importante de la iglesia primitiva era
mantener la pureza sexual (1 Co 5.1, 9-11). Las religiones paga-
nas toleraban frecuentemente la fornicación como parte de
sus rituales, y la antigua cultura romana tenía pocas restric-
ciones sexuales. Por el contrario, Pablo instó con fuerza a los
tesalonicenses a no participar en ninguna actividad sexual
fuera del matrimonio. Les recordó que el cuerpo humano es

venida (gr. parousia) (3.13; 4.15; 5.23; 2 Ts 2.1, 8; 2 P 1.16) Strong 3952. Esta palabra griega significa literalmente «presencia». El
término se utilizaba habitualmente en la época del Nuevo Testamento para describir la visita de alguien de la realeza o de otra
persona importante. Así pues, no se refiere a una «venida» ordinaria. Los escritores del Nuevo Testamento emplearon la palabra
para describir la Segunda Venida de Cristo, cuando él volverá a la tierra en su visita definitiva y gloriosa como Rey sobre todas las
cosas.

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 1864 1 TESALONICENSES 4.6

⁶ que ninguno agravie ni defraude en este 6. 2 Ts 1.8

vosotros mismos habéis aprendido de
asunto a su hermano; porque el Señor es 7. Lv 11.44;
Dios que os améis unos a otros;
vengador de todo esto, como ya os hemos 1 P 1.14–16 ¹⁰ y también lo hacéis así con todos los
dicho antes y testificado solemnemente. 8. Lc 10.16; hermanos que están por toda Macedo-
⁷ Pues no nos ha llamado Dios a in- 1 Co 2.10 nia. Pero os rogamos, hermanos, que
mundicia, sino a santificación. 9. (Jer 31.33, 34); abundéis en ello más y más;
Jn 6.45; 15.12,
⁸ Así que, el que desecha esto, no dese- 17; (1 Jn 2.27); ¹¹ y que os esforcéis afanosamente por
Mt 22.39
cha a hombre, sino a Dios, que también tener tranquilidad, y ocuparos en vues-
nos dio su Espíritu Santo. 10. 1 Ts 3.12 tros propios asuntos, y trabajar con
⁹ Pero acerca del amor fraternal no te- 11. 2 Ts 3.11; 1 P 4.15; vuestras manos de la manera que os he-
Hch 20.35
néis necesidad de que os escriba, porque mos mandado,

Inmoralidad sexual
Aunque los tesalonicenses estaban viviendo en una cultura con muchas connotaciones sexuales, el apóstol Pablo les instó a
abstenerse de «fornicación» (4.3). Según la Biblia, ¿qué significa exactamente esta palabra? Aquí tenemos un rápido resumen.

¿Qué es la fornicación?

La palabra griega empleada por Pablo es el término del que procede pornografía (4.3). Su significado es muy amplio, englo-
bando cualquier actividad sexual ilícita.

¿Qué actividades sexuales específicas prohíbe la Escritura?

• Lujuria: deseo muy fuerte de algo. No obstante, en contextos sexuales, se define como «deseo pecaminoso de sexo ilícito».
Las Escrituras lo prohíben porque da lugar al pecado, que lleva a la muerte (4.5; Mt 5.28; Ro 13.13; Stg 1.14, 15; 1 P 4.3).
• Adulterio: sexo fuera del matrimonio, condenado de forma estricta por las Escrituras. La gravedad de este pecado se
demuestra en su inclusión en los diez mandamientos (Éx 20.14) y su castigo con la pena de muerte en la ley del Antiguo
Testamento (Lv 20.10). Proverbios dice que «destruye» el alma del culpable (Pr 6.32).
• Incesto: sexo con un familiar cercano que no es la esposa. Prohibido y merecedor de la pena de muerte (Lv 18.6-18; 20.11,
12, 17; Dt 27.20, 22, 23).
• Homosexualidad: sexo con una persona del mismo género. Condenado de forma clara en pasajes del Antiguo y Nuevo
Testamentos (Lv 18.22; 20.13; Ro 1.26, 27; 1 Co 6.9; 1 Ti 1.10).
• Zoofilia: sexo con un animal. Esta conducta sexual desviada se condena en la Biblia. Castigada con la muerte en el
antiguo Israel (Éx 22.19; Lv 18.23; 20.15, 16; Dt 27.21).

¿Tiene la Biblia una visión remilgada del sexo?

No. El sexo dentro del matrimonio se considera un buen regalo de Dios, para ser disfrutado y celebrado por ambos cónyuges
(Pr 5.15-20; He 13.4).

¿Cómo pueden los creyentes permanecer puros en un mundo impuro?

• Viviendo cuidadosamente según la Palabra de Dios (Sal 119.9), y guardándola en nuestro corazón (Sal 119.11).
• Decidiendo conscientemente no dar pie a la lujuria (Job 31.1).
• Andando bajo el control del Espíritu Santo (Gá 5.16-25).
• Huyendo de las tentaciones sexuales y buscando la justicia (2 Ti 2.22).

el templo de Dios y debe mantenerse santo (cp. 1 Co 6.18-20)
y honrarse porque él lo creó. Debemos santificarlo conser-
vándolo dentro de su santo propósito. Involucrarse en el
sexo fuera del matrimonio deshonra a Dios, a nuestro cónyu-
ge o a quien lo será, e incluso a nuestro propio cuerpo.
4.7, 8 Rechazar la santificación es despreciar a Dios y al
ministerio del Espíritu Santo dentro de nosotros.
4.9, 10 Abundéis: los creyentes tesalonicenses ya habían
demostrado su amor los unos por los otros, pero Pablo desea-
ba que este aumentase más y más. Este fue el mandato de
Jesús (Jn 13.34, 35; 15.12, 17) y constituye un importante
fundamento del evangelismo. En un mundo lleno de perso-
nas egoístas, el amor auténtico de los cristianos debe atraer a
otros a la fe.
4.11, 12 Resumiendo sus instrucciones precedentes, Pablo
exhortó a los creyentes tesalonicenses a vivir con tranquili-
dad. No se refiere a una ausencia de actividad, sino a una cal-
ma y paz interior que se adapte a la fe cristiana (cp. 2 Ts 3.12;
1 Ti 2.11). Ocuparos en vuestros propios asuntos: el creyente
debe ocuparse de llevar bien sus asuntos y no entrometerse
en los ajenos. Su casa debe estar en orden como testimonio
hacia los demás. Pablo también exhortó a los tesalonicenses

santificación (gr. hagiasmos) (4.3; 4.7; Ro 6.19, 22; 1 Co 1.30; 2 Ts 2.13; He 12.14) Strong 38. El término griego traducido santi-
ficar significa «apartar» para el uso especial de Dios, hacer distinto de lo que es común, por lo tanto, ser hecho como Dios que es
distinto de todo lo demás y santo. La palabra griega se refiere a un proceso que es perfecto como principio aunque aún no se ha
alcanzado. No somos completamente santos, pero tenemos una relación con el Señor como si lo fuésemos. Hebreos 10.10 lo
indica, ya que santificados aparece en una forma que expresa el resultado presente de una acción pasada. Así pues, Cristo santi-
ficó con su sacrificio único, y esa acción tuvo una consecuencia eterna que continúa obrando en nosotros, haciéndonos santos.
La santificación se ha hecho de una vez por todas, pero su efecto continúa, como declara He 10.14, en «los santificados».

BIBLIA_RVR_ESTUDIO.indb 1864 3/05/18 5:06 p. m.


¹² a fin de que os conduzcáis honrada-
mente para con los de afuera, y no ten- 12. Ro 13.13;
Col 4.5; (1 P 2.12)
gáis necesidad de nada.
13. Lv 19.28;
(Ef 2.12)
La venida del Señor
14. 1 Co 15.13;
¹³ Y no queremos, hermanos, que ig- 1 Co 15.20, 23
noréis acerca de los que duermen, para 15. 1 R 13.17; 20.35;
que no os entristezcáis como los demás 2 Co 12.1; Gá 1.12;
1 Co 15.51, 52;
que no tienen esperanza. 1 Ts 5.10
¹⁴ Porque si creemos que Jesús murió 16. (Mt 24.30, 31);
y resucitó, así también traerá Dios con (1 Co 15.52);
(1 Co 15.23);
Jesús a los que durmieron en él. 2 Ts 2.1; Ap 14.13;
¹⁵ Por lo cual os decimos esto por pala- 20.6
bra del Señor: que nosotros los que vi- 17. (1 Co 15.51–53);
vamos, los que hayamos quedado hasta 1 Ts 5.10; Dn 7.13;
Hch 1.9; Ap 11.12;
la venida del Señor, no precederemos a Jn 14.3; 17.24
los que durmieron. 18. 1 Ts 5.11
¹⁶ Porque el Señor mismo con voz de
mando, con voz de arcángel, y con trom- CAPÍTULO 5
peta de Dios, descenderá del cielo; y los 1. Mt 24.3
muertos en Cristo resucitarán primero.
¹⁷ Luego nosotros los que vivamos, los
que hayamos quedado, seremos arreba-
tados juntamente con ellos en las nubes
para salir al encuentro del Señor en el
aire, y así estaremos siempre con el Se-
ñor.
¹⁸ Por tanto, alentaos los unos a los
otros con estas palabras.
a trabajar con sus manos, tal como él había hecho entre ellos
(2.9). Es posible que algunos tesalonicenses se hubiesen vuel-
to perezosos debido a su entusiasmo por la venida del Señor.
También pudieron verse influenciados por la aversión general
de los griegos por el trabajo físico. Por ello, el apóstol exhorta
a los cristianos a ser obreros dedicados y productivos de for-
ma que puedan honrar el nombre de Cristo.
4.13 Los que duermen: una metáfora de la muerte. Aunque
Pablo había enseñado a los tesalonicenses acerca del retorno
de Cristo cuando estuvo allí, parece que Timoteo se encontró
con muchas preguntas sobre ese asunto, surgidas probable-
mente tras la muerte de algunos de los nuevos convertidos.
Contestando a las mismas, Pablo afirmó que quería que fue-
sen informados y también consolados por la esperanza de
ver de nuevo a sus amados, algo que los paganos no tenían.
4.14 Esta esperanza (v. 13) para los cristianos muertos era tan
cierta como el hecho de la muerte y resurrección de Cristo.
Pablo dice que así también traerá Dios con Jesús a los que
durmieron en él. Algunos han interpretado esta afirmación
como que los cristianos muertos permanecerán en un esta-
do inconsciente hasta la Segunda Venida. Sin embargo, la
Biblia indica que estar ausente de nuestro cuerpo presente
es estar junto al Señor Jesús (5.10; 2 Co 5.8; Fil 1.23). En conse-
cuencia, cuando un creyente muere, el cuerpo duerme pero
el alma va al cielo.
4.15 Pablo y los tesalonicenses creían que Cristo regresaría
durante su vida (cp. 1.10). No precederemos a los que dur-
mieron: es obvio que los tesalonicenses estaban preocupa-
dos porque los creyentes que habían muerto no pudiesen ver
la gloria de la Segunda Venida. Pablo afirma que estos irían
antes (v. 16) que los vivos.
4.16 La voz de un arcángel, quizás Miguel, líder del ejército
de Dios (Dn 10.13, 21; Jud 9; Ap 12.7-9), acompañará el descen-
so de Cristo desde el cielo. Será una voz de triunfo por la gran
victoria obtenida con la venida del Señor, que culminará
miles de años de conflicto espiritual con Satanás. La señal
definitiva será la trompeta de Dios. La voz de mando del pro-
pio Señor, la voz de arcángel y la trompeta de Dios serán
BIBLIA_RVR_ESTUDIO.indb 1865
1 TESALONICENSES 5.1 1865
Plazos de los últimos tiempos
Interpretación alegórica: método que bus-
ca un sentido considerado más elevado que el
literal en una afirmación aparentemente his-
tórica.
Apocalipsis: transliteración del título grie-
go del libro de Apocalipsis.
Bema: el tribunal de Cristo delante del cual
debe pasar cada cristiano (2 Co 5.10).
Escatología: estudio de las últimas cosas o
acontecimientos que están esperando cum-
plimiento eterno.
Reino: puede referirse (1) al reino de Cristo
en el corazón de los creyentes, (2) al reino
celestial, o (3) el reino terrenal de Cristo.
Israel: excepto en casos excepcionales, una
referencia al grupo nacional literal denomina-
do Israel.
Milenio: palabra derivada del latín millen-
nium, que significa mil años.
Arrebatamiento: palabra no bíblica que
describe la recogida de los cristianos del mun-
do en el retorno de Cristo.
Tribulación: período de siete años de aflic-
ción sin igual en la tierra.
5 Pero acerca de los tiempos y de las
sazones, no tenéis necesidad, her-
manos, de que yo os escriba.
quizás acontecimientos independientes que ocurrirán en
rápida sucesión. La respuesta a la pregunta de cómo podrán
ser resucitados los muertos cuando sus restos están en
algunos casos totalmente dispersados no es un problema
para el Dios sobrenatural que creó el mundo. Queda claro
que la resurrección será física, la existencia corporal se res-
taurará, como confirma 1 Co 15.51-53. El cuerpo resucitado
de los creyentes será como el de Cristo (1 Jn 3.2), incorrupti-
ble e inmortal, y será de carne y hueso (Lc 24.39, 40;
Jn 20.20, 25, 27). Todos seremos reconocibles, como lo fue
el cuerpo resucitado de Cristo.
4.17 Los cristianos vivos serán arrebatados juntos en las
nubes con los demás creyentes, para encontrarse con el
Señor en el aire. Las nubes pueden ser atmosféricas, presen-
tes en la Segunda Venida (Ap 1.7), o pueden hacer referencia a
las multitudes resucitadas (He 1.21). En la Biblia, el Señor va
acompañado frecuentemente por nubes, que representan su
gloria (cp. Sal 68.4; 97.2). Lo realmente importante es que
estaremos siempre con el Señor.
4.18 Alentaos: la maravillosa verdad descrita (vv. 13-17) debe
ser un consuelo para los tesalonicenses y para todos los cris-
tianos. Habían creído erróneamente que solo los vivos en el
momento de la venida de Cristo podrían presenciar y com-
partir la gloria de esta. La realidad es que los cristianos
muertos se levantarán primero y subirán a la reunión en el
cielo antes que los vivos. Obsérvese que Pablo espera una
respuesta práctica e inmediata a su enseñanza doctrinal de
la Segunda Venida. Los tesalonicenses debían recordarse
esta verdad los unos a los otros como fuente de consuelo
frente a la muerte. La frase se encuentra en presente, indi-
cando que debe ser un consuelo constante para nosotros
pensar cada día que el Señor puede venir.
5.1 Pero acerca introduce habitualmente un tópico diferente.
El apóstol pasa del asunto de la Segunda Venida al del día del
Señor. De los tiempos y de las sazones nos recuerda la mis-
ma expresión empleada por nuestro Señor en Hch 1.7. Tiem-
pos hace probablemente hincapié en la cantidad, la duración
o medida, mientras que ocasiones dirige la atención sobre la
3/05/18 5:06 p. m.
 1866 1 TESALONICENSES 5.2

² Porque vosotros mismos sabéis per- ⁸ Pero nosotros, que somos del día, sea-
fectamente que el día del Señor vendrá 2. Lc 21.34; 1 Ts 5.4; mos sobrios, habiéndonos vestido con
(2 P 3.10); Ap 3.3;
del mismo modo que un ladrón en la 16.15 la coraza de fe y amor, y con la esperan-
noche. 3. Is 13.6–9; za de salvación como yelmo.
³ Cuando estén diciendo: Paz y seguri- Os 13.13 ⁹ Porque no nos ha puesto Dios para
dad, entonces vendrá sobre ellos des- 4. (Hch 26.18); ira, sino para alcanzar salvación por
Ro 13.12; Ef 5.8;
trucción repentina, como los dolores a 1 Jn 2.8 medio de nuestro Señor Jesucristo,
la mujer encinta, y no escaparán de nin- 5. Ef 5.8
¹⁰ quien murió por nosotros para que,
gún modo. ya sea que velemos, o que durmamos,
6. Mt 25.5;
Mt 25.13; Mr 13.35; vivamos juntamente con él.
⁴ Mas vosotros, hermanos, no estáis en (1 P 5.8) ¹¹ Por lo cual, animaos unos a otros, y
tinieblas, para que aquel día os sorpren- 7. (Lc 21.34); edificaos unos a otros, así como lo ha-
da como un ladrón. Hch 2.15; 2 P 2.13
céis.
⁵ Porque todos vosotros sois hijos de la 8. Is 59.17; Ef 6.14
luz e hijos del día; no somos de la noche 9. Ro 9.22; Pablo exhorta a los creyentes
(2 Ts 2.13)
ni de las tinieblas. ¹² Os rogamos, hermanos, que reconoz-
⁶ Por tanto, no durmamos como los de- 10. 2 Co 5.15
cáis a los que trabajan entre vosotros, y
más, sino velemos y seamos sobrios. 12. 1 Co 16.18;
os presiden en el Señor, y os amonestan;
1 Ti 5.17; He 13.7, 17
⁷ Pues los que duermen, de noche duer- ¹³ y que los tengáis en mucha estima
13. Mr 9.50
men, y los que se embriagan, de noche con amor por causa de su obra. Tened
se embriagan. paz entre vosotros.

calidad, el carácter o la naturaleza decisiva de aquellos. No
tenéis necesidad … de que yo os escriba: en los versículos
anteriores (4.13-18), Pablo trató un tema de ignorancia; ahora
se ocupa de uno de conocimiento. Los está exhortando a vivir
a la luz de lo que ya conocen.
5.2-11 En estos versículos, Pablo desarrolla el tópico del día
del Señor. Esta expresión era familiar para quienes conocían
las Escrituras hebreas. Se caracterizaba por dos fases en el
Nuevo Testamento: el juicio de Dios contra los pecadores y
su reinado eterno sobre su pueblo. El primero será un tiempo
de oscuridad y una expresión de la ira de Dios (Jl 2.1, 2;
Am 5.18-20; Sof 1.14, 15). El segundo será de bendición por
parte de Dios (Is 2.1-3; 11.1-9; 30.23-26; Zac 14.1, 7-11, 20, 21; Mt
19.28; Hch 3.19-21).
5.2 En contraste con la certeza de la venida de Cristo en el
párrafo anterior, Pablo se ocupa ahora de la incertidumbre
acerca del tiempo del día del Señor. Este periodo es el objeto
de muchas profecías en el Antiguo Testamento (Is 13.9-11;
Jl 2.28-32; Sof 1.14-18; 3.14, 15). El libro de Joel como un todo es
una exposición relativa a ese día, describiéndolo como un
tiempo terrible de juicio. En el Antiguo Testamento, la expre-
sión se emplea para cualquier momento en que Dios inter-
viene con juicio sobre la tierra. Algunos «días del Señor»
predichos en él ya se han cumplido (cp. Am 5.18). Aquí, Pablo
la utiliza para referirse al retorno de Cristo y al juicio venide-
ro. Ladrón en la noche: el día del Señor vendrá cuando nadie
lo espere.
5.3 Cuando estén diciendo: Pablo no se incluye a sí mismo ni
a sus lectores en el sujeto, pues está hablando de los incrédu-
los. El mundo se encontrará absorbido por las preocupaciones
de esta vida y estará en calma debido a una falsa sensación de
protección y seguridad. Paz transmite la idea de que no hay
por qué alarmarse, y seguridad indica protección de amena-
zas externas de Dios o de las personas. El mundo hará oídos
sordos a las repetidas advertencias acerca del juicio venidero.
Pablo emplea la imagen de los dolores de la mujer encinta
para acentuar lo repentino del día del Señor. La primera con-
tracción de la mujer viene de forma inesperada.
5.4, 5 Más vosotros, hermanos: aunque el día del Señor
alcanzará por sorpresa a este mundo perdido, no ocurrirá lo
mismo con los cristianos, porque estos estarán esperándolo
impacientes. En su estilo característico, Pablo se ocupa en
primer lugar de las creencias de los lectores (vv. 1-5), y des-
pués de su comportamiento (vv. 6-11). El hecho de que Cristo
pueda venir en cualquier momento debería empujar a los
incrédulos a aceptar su perdón, y a los creyentes a vivir por él
cada día.
5.6 Velemos y seamos sobrios: como los cristianos conocen
los acontecimientos futuros, no deben dormirse espiritual-
mente, sino velar y estar atentos. Todos los cristianos están
preparados para ir al cielo en el sentido de ser salvos, pero no
todos lo están en todo momento para presentar una vida
espiritual de calidad delante de Dios. Por consiguiente, este
es un llamamiento a afrontar que Jesús juzgará nuestra vida
(cp. Ro 14.10, 11; 1 Co 3.11-15; 9.24-27; 2 Co 5.10).
5.8 En contraste con lo que hacen los incrédulos, los cristia-
nos deben ser sobrios y vivir una vida disciplinada, no solo
apartados de las borracheras, sino atentos a las realidades
espirituales. El creyente debe ponerse la coraza de fe. Aquí,
aparece de nuevo el trío de la fe, la esperanza y el amor, los
elementos básicos y esenciales de la vida cristiana. Al con-
trario que la incredulidad del mundo, con su amor a sí mismo
y a las riquezas materiales (cp. 1.3), los cristianos deben
poner su fe en Dios y dar su amor a él y a los demás. Además,
deben adoptar la esperanza de salvación y vivir a la luz del
retorno del Señor.
5.9, 10 Pablo afirma que no nos ha puesto Dios (a los creyen-
tes) para ira (cp. 1.10). Habrá ira en el día del Señor, pero caerá
sobre los incrédulos que han rechazado a Cristo y se han bur-
lado de él (Ap 6.12-17). Cuando pensemos en el juicio divino,
debemos dar gracias a Cristo por salvarnos de ese horrible
destino muriendo por nosotros. Tanto si estamos vivos en la
Segunda Venida como si ya hemos muerto y nuestro cuerpo
está en la tumba, tenemos la garantía de que estaremos jun-
tamente con él por la eternidad.
5.12, 13 Pablo combina profecía con enseñanzas prácticas
para la vida cristiana. El propósito de Dios nunca fue que la
profecía diese lugar al debate académico. Era una verdad que
proveería a los creyentes esperanza y dirección en su vida. En
vv. 12-22, Pablo describe las características de una persona
que está viviendo a la luz del inminente retorno de Cristo.
Reconozcáis a los que: todos eran recién convertidos en la
iglesia de Tesalónica, por lo que pudo ser difícil para algunos
reconocer el liderazgo de otros. Pablo enseña a los tesaloni-
censes sumisión en lugar de individualismo y rechazo de la
autoridad (cp. Ef 5.21). Hace hincapié en que la autoridad de
los líderes venía del Señor. Pablo insta a los creyentes a apre-
ciar a los líderes de la congregación y someterse a ellos.
Debían tenerse en alta estima por la importante obra que
realizaban. Al mismo tiempo, los cristianos tenían que tra-
bajar juntos, a fin de mantener la paz entre ellos. Nótense
los pronombres en plural; los tesalonicenses seguían el
modelo de la iglesia de Jerusalén y de todas las del Nuevo

BIBLIA_RVR_ESTUDIO.indb 1866 3/05/18 5:06 p. m.

 1 TESALONICENSES 5.28 1867

¹⁴ También os rogamos, hermanos, que ²² Absteneos de toda especie de mal.

amonestéis a los ociosos, que alentéis a 14. 2 Ts 3.6, 7, 11; ²³ Y el mismo Dios de paz os santifi-
He 12.12; Ro 14.1;
los de poco ánimo, que sostengáis a los 15.1; 1 Co 8.7; que por completo; y todo vuestro ser,
débiles, que seáis pacientes para con to- Gá 5.22
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado
dos. 15. Lv 19.18; Ro 12.9; irreprensible para la venida de nuestro
Gá 6.10; 1 Ts 5.21
¹⁵ Mirad que ninguno devuelva a otro Señor Jesucristo.
17. Ef 6.18
mal por mal; antes seguid siempre lo ²⁴ Fiel es el que os llama, el cual tam-
bueno unos para con otros, y para con 19. Ef 4.30 bién lo hará.
todos. 20. Hch 13.1;
1 Co 14.1, 31
¹⁶ Estad siempre gozosos. Saludos y bendición final
21. 1 Co 14.29;
¹⁷ Orad sin cesar. 1 Jn 4.1; Fil 4.8
²⁵ Hermanos, orad por nosotros.
¹⁸ Dad gracias en todo, porque ésta es la ²⁶ Saludad a todos los hermanos con
23. Fil 4.9; 1 Ts 3.13;
voluntad de Dios para con vosotros en 1 Co 1.8, 9 beso santo.
Cristo Jesús. 24. 2 Ts 3.3; Fil 1.6 ²⁷ Os conjuro por el Señor, que esta car-
¹⁹ No apaguéis el Espíritu. ta se lea a todos los santos hermanos.
²⁰ No menospreciéis las profecías. ²⁸ La gracia de nuestro Señor Jesucris-
²¹ Examinadlo todo; retened lo bueno. to sea con vosotros. Amén.

Testamento teniendo más de una persona en el liderazgo
(cp. Hch 6.1-7).
5.14 Alentéis: los tesalonicenses debían enfrentarse a que
algunos de ellos no estaban viviendo como cristianos, sino
que estaban con poco ánimo. Necesitaban que alguien los
advirtiese de su conducta. Eran de poco ánimo y necesita-
ban consuelo. La congregación también debía sostener a los
débiles y ser pacientes con todos, reconociendo que todos
los cristianos cometen errores. Para ser más efectivos a la
hora de producir un cambio en la vida de las personas, los
creyentes deben responder a cada cual según sus necesida-
des particulares.
5.15 Devuelva a otro mal por mal: que un cristiano intentase
vengarse es una negación del amor cristiano (cp. Ro 12.17; 1 P 3.9),
y es contrario a la enseñanza de Jesús (Mt 5.38-42; 18.21-35).
5.16 Independientemente de las circunstancias difíciles
(cp. 3.2, 3), un cristiano tiene siempre motivos para alegrar-
se. El Señor es un Rey soberano y cumplirá sus propósitos. El
gozo cristiano no se basa en las circunstancias, sino en una
conciencia creciente de Dios y un futuro cierto de vida eter-
na con Cristo (Ap 21.1-7).
5.17 Pablo exhorta a los tesalonicenses a mantener una ora-
ción fiel como la suya (1.2, 3; 2.13; Ro 1.9, 10; Ef 6.18; Col 1.3;
2 Ti 1.3). Orar sin cesar no significa hacerlo a todas horas, sino
ser persistente y constante en la oración.
5.18 El agradecimiento debe caracterizar la vida cristiana en
toda circunstancia, no dar gracias por todo, sino en todo.
Pablo destaca que esa es la voluntad de Dios. Un ejemplo de
esto en el Antiguo Testamento es el de Job, cuando perdió
sus riquezas, sus hijos y su salud. Él bendijo el nombre de
Dios a pesar de sus tragedias personales, no debido a ellas.
Nada demuestra más rotundamente un andar con Dios que
un agradecimiento continuo.
5.19 No apaguéis el Espíritu: no resistir su influencia, como
intentando sofocar un fuego. Una de las reglas fundamenta-
les de andar con Dios es que no debemos decir no al Espíritu
de Dios.
5.23 La oración de Pablo por los tesalonicenses es que pue-
dan ser santificados en todos los aspectos de su vida, espíri-
tu, alma y cuerpo. Cada parte de la vida del cristiano debe
evidenciar que está apartado como santo para Dios. La con-
secuencia de ello es que será irreprensible para la venida de
nuestro Señor Jesucristo. Pablo exhorta a los tesalonicen-
ses a expresar santidad en su vida de forma que el Señor
apruebe su conducta cuando regrese. Irreprensible no signi-
fica sin pecado, sino libre de causas que provoquen reproche
y remordimientos.
5.25 Orad por nosotros: Pablo era fiel en sus oraciones por
los tesalonicenses, pero también reconoció la necesidad e
importancia de las de ellos por él.
5.26 Era costumbre saludarse unos a otros con beso santo
en la mejilla, algo parecido al apretón de manos actual. Pue-
de que tuviese más importancia que este, con un sentido de
reconciliación espiritual.
5.28 La mayor bendición que Pablo podía expresar era que la
gracia de Jesucristo estuviese con ellos. Los cristianos son
salvos por gracia y viven por ella, disfrutando de bendiciones
inmerecidas procedentes de su Dios de amor.

espíritu (gr. pneuma) (5.23; Lc 8.55; 1 Co 5.5) Strong 4151; alma (gr. psuche) (5.23; Ef 6.6; Fil 1.27) Strong 5590; cuer-
po (gr. soma) (5.23; Mt 6.22; He 4.12) Strong 4983. Este es el único versículo del Nuevo Testamento donde se menciona el ser
tripartito que constituye a una persona en su totalidad. El espíritu permite a esta contactar con el Espíritu divino y es esa parte
del ser que este estimula en el momento de la regeneración (Jn 3.6; Ro 8.16). La palabra griega psuche, traducida alma, significa
«vida». Los escritores del Nuevo Testamento la emplean para hablar de la personalidad de una persona o de su esencia interior,
que da vida. Finalmente, se identifica al cuerpo, el ser físico, separado del alma y el espíritu. Como este versículo indica, Dios obra
de dentro hacia fuera, santificando todo nuestro ser a fin de que vivamos con él eternamente.

carta (gr. epistole) (5.27; 2 Co 3.1-3; 2 Ts 2.2, 15; 2 P 3.1, 16) Strong 1992. Esta palabra griega ha derivado a epístola, o carta, en
castellano. Es una misiva escrita, correspondencia personal (como 2 y 3 Juan; cp. 3 Jn 12; 3 Jn 13) u oficial (como Hch 15.23-29;
23.26-30), o un tratado formal (como Romanos; cp. Ro 16.22). En algunas ocasiones, se enviaban cartas de recomendación con
emisarios para establecer las credenciales entre aquellos a los que se visitaba. En 2 Corintios, Pablo llamó a los creyentes de
Corinto sus epístolas, sus cartas vivientes de recomendación de Dios (2 Co 3.1-3). Aquí, Pablo exhorta a los tesalonicenses a leer
su misiva a toda la iglesia para que todos puedan beneficiarse de su enseñanza.

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 Enseñanzas e ilustraciones
de Cristo
Tema Referencia Tema Referencia Tema Referencia

Abnegación Mt 16.25 Comunión Mt 8.11 Ejemplo Jn 13.15

Abogados Lc 11.46 Conciencia Jn 8.7-9 Elección Mt 25.34
Adoración Mt 4.10 Condenar Jn 16.8 Elegir Mt 24.24, 31
Adulación Lc 6.26 Conducta cristiana Mt 5.16 Elías Mt 17.11, 12
Aflicción Lc 21.23, 25 Confesar a Cristo Mt 10.32, 33 Embriaguez Lc 21.34
Agradar a Dios Jn 8.29 Confesión de pecado Lc 18.13, 14 Empleador Mt 20.1-16
Agua viva Jn 4.10 Confianza Mr 10.24 Enemigos Mt 5.43, 44
Aguante Mt 10.22 Conflicto Mt 10.34-36 Enfermedad Mt 10.8
Lc 21.19 Conocimiento Jn 8.31, 32 Engañadores Mt 24.4, 5
Aliento Mt 9.2 Contaminación Mt 15.11, 18, 19 Engañar Mr 10.19
Alma Mt 10.28 Contención Mt 18.15-17 Enseñanza Mt 28.19, 20
Lc 12.19, 20 Contentamiento Jn 6.43 Jn 13.13-15
Amor Mt 22.37-40 Conversión Mt 13.15 Escepticismo Jn 20.27, 29
Arrogancia Lc 18.10-12 Corrupción, moral Lc 11.39 Esclavos Mt 18.23
Autoexaltación Mt 23.12 Criticar Mt 7.3-5 Jn 15.15
Autoexamen Mt 7.3-5 Crucifixión Lc 9.22 Escogido Mt 22.14
Autojustificación Lc 16.15 Cuidado de Dios Mt 6.30, 33 Espíritu Mt 26.41
Ayunar Mt 6.16-18 Daniel Mt 24.15 Mr 5.8
Banquete Lc 14.8 Danzar Lc 15.25-27 Esposas Lc 14.20, 26
Beneficio y pérdida Mt 16.26 David Mt 12.3 Etiqueta Lc 10.8
Beso Lc 7.45 Deber Lc 17.10 Exaltación Mt 23.12
Boda Lc 14.8-10 Decisión Mt 6.24 Excusas Lc 14.18-20
Bondad Lc 10.30-35 Declaración Mt 5.37 Extravagancia Lc 15.11-14
Borracho Lc 7.34 Demora Mt 25.3 Falsedad Lc 16.15
Camino estrecho Mt 7.13, 14 Descuidar Lc 12.47 Falso testigo Mt 19.18
Caminos de vida Jn 8.12 Desmayo Mr 8.2, 3 Falsos profetas Mt 24.11
Jn 12.35 Deudas Mt 18.24 Falta de caridad Mt 5.31,32
Capital, pena Mt 26.52 Deudor, acreedor Lc 7.41, 42 Faltas Mt 18.15
Carácter Jn 1.47 Día Jn 11.9 Fariseismo Mt 23.2-33
Caridad Lc 12.33 Diablo Mt 13.38, 39 Fariseo y publicano Lc 18.10-14
Carne Jn 6.53 Diezmos Lc 18.11, 12 Fariseos Mt 5.20
Cautela Mr 4.24 Diligencia Jn 9.4 Fe Mt 6.25
Celibato Mt 19.11, 12 Discernimiento Mt 16.2, 3 Mr 11.22
Celo Jn 2.17 Discipulado Lc 14.33 Lc 7.50
Celos Lc 15.25-30 Disputas Mr 9.33, 34 Fidelidad Mt 25.21
Cena del Señor, la Mt 26.26-29 Divorcio Mt 5.31, 32 Filantropía Lc 11.41
Lc 22.14-20 Doctrina Mr 7.7 Frialdad Mt 24.12
Circuncisión Jn 7.22, 23 Dormir Mr 4.26, 27 Ganadores de almas Mt 4.19
Codicia Mr 7.21, 22 Mr 13.35, 36 Gozo Mt 25.21
Compasión Mt 15.32 Duda Mt 21.21 Lc 15.7, 10
Lc 10.33 Economía Mt 15.37 Guerra Mt 24.26
Compromiso Mt 5.25, 26 Jn 6.12 Gusano Mr 9.43-48
Comunicación Lc 24.17 Egoísmo Lc 6.32-35 Hijo del Hombre Lc 9.22

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 Profecías sobre el Mesías cumplidas
en Jesucristo
Presentadas aquí en su orden de cumplimiento
ESCRITURA PROFÉTICA TEMA CUMPLIMIENTO

Gn 3.15 simiente de la Gá 4.4

«Y pondré enemistad entre ti y mujer «Pero cuando vino la plenitud del
la mujer, y entre tu simiente y la tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de
simiente suya; ésta te herirá en la mujer, nacido bajo la ley…».
cabeza, y tú le herirás en el talón».

Gn 12.3 descendiente de Mt 1.1

«Bendeciré a los que te bendigan, Abraham «Libro de la genealogía de Jesucristo,
y a los que te maldigan maldeciré; y hijo de David, hijo de Abraham».
serán benditas en ti todas las familias
de la tierra».

Gn 17.19 descendiente de Lc 3.34

«Respondió Dios: Ciertamente Isaac «…el hijo de Jacob, el hijo de Isaac, el
Sara tu mujer te dará a luz un hijo de Abraham, el hijo de Taré, el hijo
hijo, y llamarás su nombre Isaac; de Nacor…».
y confirmaré mi pacto con él
como pacto perpetuo para sus
descendientes después de él».

Nm 24.17 descendiente de Mt 1.2

«Lo veré, mas no ahora; Lo miraré, Jacob «Abraham engendró a Isaac, Isaac a
mas no de cerca; Saldrá ESTRELLA de Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos».
Jacob, Y se levantará cetro de Israel, Y
herirá las sienes de Moab, Y destruirá
a todos los hijos de Set».

Gn 49.10 de la tribu de Lc 3.33

«No será quitado el cetro de Judá, Ni Judá «…el hijo de Aminadab, el hijo de
el legislador de entre sus pies, Hasta Aram, el hijo de Esrom, el hijo de Fares,
que venga Siloh; Y a él se congregarán el hijo de Judá…».
los pueblos».

Is 9.7 heredero del Lc 1.32, 33

«Lo dilatado de su imperio y la paz
no tendrán límite, sobre el trono
de David y sobre su reino, para
restaurarlo y consolidarlo en juicio
y en justicia desde ahora y para
siempre. El celo de Jehová de los
ejércitos realizará esto».
trono de David «Éste será grande y será llamado Hijo
del Altísimo. El Señor Dios le dará el
trono de su padre David, y reinará sobre
la casa de Jacob para siempre; y su reino
no tendrá fin».

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 Los milagros de Jesucristo
Milagro Mateo Marcos Lucas Juan
1. Sanar a un leproso 8.2 1.40 5.12
2. Sanar al siervo de un centurión (de parálisis) 8.5 7.1
3. Sanar a la suegra de Pedro 8.14 1.30 4.38
4. Sanar a los enfermos una tarde 8.16 1.32 4.40
5. Calmar la tempestad 8.23 4.35 8.22
6. Enviar a los demonios a un hato de cerdos 8.28 5.1 8.26
7. Sanar a un paralítico 9.2 2.3 5.18
8. Resucitar a la hija de un principal de la sinagoga 9.18, 23 5.22, 35 8.40, 49
9. Sanar a una mujer con flujo de sangre 9.20 5.25 8.43
10. Sanar a dos ciegos 9.27
11. Curar a un endemoniado, mudo 9.32
12. Sanar a un hombre con la mano seca 12.9 3.1 6.6
13. Curar a un endemoniado, ciego y mudo 12.22 11.14
14. Alimentación de cinco mil 14.13 6.30 9.10 6.1
15. Caminar sobre el mar 14.25 6.48 6.19
16. Sanar a la hija de la mujer gentil 15.21 7.24
17. Alimentación de cuatro mil 15.32 8.1
18. Sanar a un muchacho epiléptico 17.14 9.17 9.38
19. Impuesto del tempo en la boca de un pescado 17.24
20. Sanar a dos ciegos 20.30 10.46 18.35
21. La higuera se seca 21.18 11.12
22. Expulsar a un espíritu inmundo 1.23 4.33
23. Sanar a un sordomudo 7.31
24. Sanar al ciego de Betsaida 8.22
25. Escapar de la multitud hostil 4.30
26. La pesca milagrosa 5.1
27. Resucitar al hijo de la viuda de Naín 7.11
28. Sanar a la mujer encorvada 13.11
29. Sanar al enfermo de hidropesía 14.1
30. Sanar a los diez leprosos 17.11
31. Curar la oreja de un siervo 22.51
32. Convertir el agua en vino 2.1
33. Sanar al hijo de un oficial del rey (de fiebre) 4.46
34. Curación de un paralítico en Betesda 5.1
35. Curación de un ciego de nacimiento 9.1
36. Resucitar a Lázaro 11.43
37. Segunda pesca milagrosa 21.1

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