Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Escalabilidad
Es un anglicismo que describe la capacidad de un negocio o sistema de crecer en magnitud.1
Aunque la palabra escalabilidad no existe en el diccionario de la RAE el adjetivo más
cercano ampliable es de poco uso en telecomunicaciones y en ingeniería informática.
La escalabilidad, término tomado en préstamo del idioma inglés, es la propiedad deseable de
un sistema, una red o un proceso, que indica su habilidad para reaccionar y adaptarse sin
perder calidad, o bien manejar el crecimiento continuo de trabajo de manera fluida, o bien para
estar preparado para hacerse más grande sin perder calidad en los servicios ofrecidos.
En general, también se podría definir como la capacidad del sistema informático de cambiar su
tamaño o configuración para adaptarse a las circunstancias cambiantes.2 Por ejemplo, una
Universidad que establece una red de usuarios por Internet para un edificio de docentes y no
solamente quiere que su sistema informático tenga capacidad para acoger a los actuales
clientes que son todos profesores, sino también a los clientes que pueda tener en el futuro
dado que hay profesores visitantes que requieren de la red por algunas aplicaciones
académicas, para esto es necesario implementar soluciones que permitan el crecimiento de la
red sin que la posibilidad de su uso y reutilización disminuya o que pueda cambiar su
configuración si es necesario.
Gimnospermas
Balantium antarcticum
Ginkgo biloba
Sequoia sempervirens
angiospermas
Copiapoa humilis
Delonix regia
Gazania rigens
Leyenda la llorona
Así mismo, otro de los elementos en común de las leyendas es que María
contrajo matrimonio y que su esposo viajaba mucho. Los elementos que
varian es que, estando de viaje, Maria se enamoro de un fontanero de
nombre Juan de la Cruz y producto de este amor queda embarazada.
Otro de las leyendas cuentan que María regresa a su casa y al darse cuenta
de lo que había hecho corre por las calles gritando “mis hijos, mis hijos,
donde están mis hijos” con lagrimas en los ojos. Finalmente, las leyendas
cuentan que la llorona está condenada a buscar a sus hijos por toda la
eternidad; asimismo, se comenta que si se escucha a la llorona lejos es
porque esta cerca y cuando se escucha cerca es porque esta lejos.
Cuento corto
El gigante bonachón, un cuento fantástico para niños
Sofía era una niña de apenas 9 años, llena de curiosidad pero muy tímida. Como
no tenía padres, vivía junto a otras niñas en un orfanato de Inglaterra. Le gustaba
estar sola y no tenía muchos amigos. Un día, o mejor dicho, una noche, algo le
llamó la atención. Esa noche Sofía no podía dormir, y se asomó a la ventana.
Entonces le vio: era grande, muy grande... era un ¡gigante!
Al principio Sofía tuvo miedo. Pensó que el gigante le haría daño. Pero el gigante
le trató desde el principio con dulzura. Resultó ser un gigante bonachón.
El gigante le llevó hasta el mundo en donde vivía. Le enseñó todos los secretos
sobre su país y su gente. Por ejemplo, le contó por qué los gigantes tienen esas
orejas tan grandes... ¿Quieres saberlo? Chsss.... pero es un secreto: Los gigantes
pueden oír gracias a sus enormes orejas... ¡todos los secretos de las personas! Sí,
los gigantes oyen sonidos que nadie puede escuchar. Escuchan los pensamientos
y son capaces de oír a los corazones hablar.
Los gigantes son capaces de volar, siempre que se toman Gasipum, una bebida
especial. Además, corren muy deprisa, gracias a sus larguísimas piernas.
El gigante bonachón no lee cuentos, sino sueños. Sus libros están escritos con
sueños que consiguen cazar al vuelo. Gracias a los sueños que lee el gigante
Bonachón, Sofía duerme tranquila y sin pesadillas, y por muy tontos que parezcan
esos sueños, siempre funcionan. De hecho, el gigante Bonachón narra los sueños
sobre los libros, unos libros mágicos. Cuando empieza a contarlos, ya no pueden
parar.
Pero no penséis que todos los gigantes son así de buenos. En el país de los
gigantes, también hay malos. De hecho, uno de ellos quería hacer daño a Sofía
y a todos los niños del planeta. El gigante bonachón decidió hacerles frente, con
ayuda de Sofía y de la mismísima reina de Inglaterra. Todos juntos (incluidos los
sueños atrapados por el gigante bonachón) pudieron parar a los gigantes malos.