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ESTUDIO DE LAS IMPRESIONES LINEALES DE LA MANO

Y DE SUS ALTERACIONES EN EL MONOOLICO


Dres. L. TORRES MARTY y lo SAllE RAS SANMARTI

• E ha demostrado, por recien- (Dios) que pone un sello en la mano


S tes estudios estadísticos, la re-
lación existente entre ciertas alte-
de todos los hombres para que co-
nozcan sus obras ... ».
raciones de los caracteres lineales Albert Ivert en su tesis docto-
palmares y digitales y la idiocia ral, cita a Minakata quien asegura
mongoloide, y la importancia que el empleo de las huellas en un re-
se ha dado al hecho es tal que estos gistro carcelario de China hace más
dibujos, hasta hace poco meros ins- de tres mil años.
trumentos de identificación crimi- No obstante, el estudio anatómi-
nal, son en la actualidad motivo de co de los caracteres palmares no
importantes estudios. comienza hasta el siglo XVII con
Empezaremos haciendo un breve Malpighi. Dos siglos después Pur-
bosquejo histórico y embriológico kinje describe los diferentes tipos
del tema que nos ocupa, para entrar de relieves. Vucetich en 1891 es el
después de lleno en el estudio de primero que los emplea con fines
los caracteres y patrones normales identificativos.
y patológicos. Galton inicia los estudios here-
ditarios basándose en observacio-
HISTORIA nes cualitativas.
En nuestro siglo, Cummins en
Simonin cita que las impresiones N orteamérica y Geipel en Alema-
digitales eran empleadas hace más nia hacen estudios completísimos
de cinco mil años en Mesopotamia, de estos caracteres.
por aplicación del pulgar sobre la Bonnevie introduce los valores
arcilla de un ladrillo a continuación cuantitativos en los estudios sobre
de las inscripciones relativas a un
la herencia de las líneas.
contrato. En el museo británico se
Los recientes trabajos sobre al-
conservan tablillas babilónicas de
arcilla cocida con impresiones he- teraciones patológicas y Genética
Cuantitativa se deben principal-
chas hace más de tres mil años.
mente a la escuela inglesa -Pen-
El conocimiento de su individua-
rose, S. B. Hott- y a la francesa
lidad es antiguo. En el libro de Job
_ XXXVII - 7 - Elín alabando -Lejeune, Turpin, etc., etc.
las obras del Señor dice a Job: «El En España lleva la vanguardia
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el Prof. Pon s con sus estudios so- diversas figuras lineales que sirven
bre la relación de las impresiones para su clasificación. Estos finos
con la Etnología, grupos sanguí- pliegues estarían de~tinados, según
n~os, psicopátía~ y genética cuan- algunos autores, 'a ofrecer'ma'yor
titativa. superficie cutánea a los corpúscu-
Desde 1957 (Torres Marty) se 19S receptores de sensibilidad tác-
utilizan en nuestro país las impron- til. Se denomina cresta a la peque-
tas lineales para la identificación ña prominencia lineal limitada a
de recién nacidos. En fichas espe- ambos lados por el surco correspon-
ciales, quedan registradas conjun- diente.
tamente las huellas plantares del Embardunando estas zonas con
niño y el dibujo papilar del dedo tinta y aplicand0 las mismas sobre
índice de la mano derecha de la ma- una hoja q.e,pap~l o. cartón, quedan
dre. Utilizando este procedimiento reproducidas las imágenes. en espe-
es imposible que se planteen pro- jo y queda facilitado su estudio,
blemas de identificación al devol- pudiendo usarse para ello sistemas
ver el niño a su progenitora. El sis- ópticos de pequeño aumento.
tema utilizado corresponde al del
«Federal Bureau of Investigation CARACTERISTICAS ESPECIALES
Law Enforcemen» (Bull. 14, 1945). DE ESTOS RELIEVES

CONCEPTO Según Simonín: son las siguientes:.

Debemos distinguir las' impresio- 1.° Variedad extraordinaria de


nes lineales finas que se distribu- dibujos. - Cada huella, sobre todo
yen por toda la palma de la mano las de las eminencias digitales, pre-
y sobre todo por las yemas de los senta gran número de detalles de-
dedos, de las líneas o surcos más terminados por ·la interrupción de
profundos y anchos exclusivamente las líneas por su bifurcación, por
palmares que han sido llamados anastomosis entre ellas, etc., etc.
por algunos autores surcos de fle-
xión. 2.° Individualidad yespecifici-
dad. - Se ha calculado que se ne-
cesitarían unos 64 millones de hue-
Líneas papilares. - Observando
llas para encontrar dos iguales.
a simple vista la piel de pulpejo de
Las de los gemelos univitelinos son
los dedos, de la palma de la mano
idénticas pero inversas, y los con-
y de la planta de los pies, vemos
tajes totales son muy parecidos.
que no es lisa, sino que está como
replegada sobre sí misma forman- 3.° Inmutabilidad y perrennidad.
do finos pliegues lineales curvos, Su morfología es permanente y no
dando lugar la confluencia de va- se modifican en ningún aspecto des-
rios grupos de líneas paralelas a de su formación en el quinto mes
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de la vida intrauterina. No desapa- característica es la más importan-


recen hasta la putrefacción. te para nosotros, ya que determi-
nados patrones anormales se ha de-
4.° Inalterabilidad. - Dado que mostrado que van ligados a afec-
su estructura histológica depende ciones congénitas, especialmente al
del relieve de las crestas dérmicas, síndrome de Langdon Down. Como
aunque se desprenda la epidermis que podrán ser valoradas en el
., por una quemadura o traumatismo, R.N., son de gran importancia para.

Fig. 1. - Eminencias palmares.

si la dermis sigue intacta impone el diagnóstico precoz de estas afec-


su relieve a la epidermis neofor- ciones.
mada.
EMBRIOGENESIS
5.° Sales
Son infalsificables. -
Vázquez cita especialmente esta El desarrollo de las líneas papi-
cualidad de suma importancia en lares está en el hombre Íntimamen-
medicina legal. te relacionado con el de las eminen-
cias de la superficie palmar de los
6.° Pueden presentar alteracio- dedos y de la mano (fig. 1). Son éso.
nes morfológicas. - Esta última tas, unos engrosamientos de partes
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blandas ~ que se forman en el tercer La embriogénesis nos hace com-


y cuarto mes de la vida intrauteri- prender la gran variabilidad indi-
na en lo que será la parte distal de vidual de estas impresiones, cuyas
las extremidades superiores. Estas características dependerán del mo-
eminencias ocupan casLtoda la par- mento en que se formen en cada.
te ventral y son en número de once. una de las eminencias, y cuyo gra-
Cinco de ellas corresponderán a las do de desarrollo será distinto en
yemas digitales de la superficie pal-
mar de las últimas falanges de los
las diversas partes de la mano.
La formación de los pliegues se
..
dedos; dos de ella;¡:; ocupan lo que debe a la aparición de las papilas
serán las eminencias tenar e hipo- dérmicas como consecuencia del
tenar; las cuatro restantes corres- plegamiento que sufre el estrato
ponden a los cuatro espacios inter- cutáneo germinativo. Estas papilas
digitales en la base de los dedos y aparecen en toda la superficie cu-
reciben el nombre de eminencias in- cutánea, pero ordinariamente son
terdigi tales. poco marcadas, excepto en estas
zonas desprovistas de pelos de la
Alrededor del quinto mes, se for-
ma· en el centro de las emiencias palma de la mano y de la planta
el primer pliegue, el cual avanza de los pies que corresponden a las
emiencias citadas.
en todas direcciones. Es el pliegue
de la eminencia. En algunos ani-
males de la escala filogénica -mar_ CLASIFICACION
supiales- se detiene en el borde
Estudiaremos separadamente las
de la eminencia en que se forma.
huellas digitales de las palmares.
En los antropomorfos y en el hom-
bre las líneas se extienden por to-
Impresiones de las yemas
da la superficie palmar. de los dedos
El tipo de dibujo formado depen-
derá del estadio de desarrollo en Han sido muy estudiadas por los
que se halle la eminencia al for- criminalistas y se emplean desde
marse el primer pliegue. Si está to- Vucetich para la identificación de
talmente desarrollada, la huella reincidentes.
formada será casi siempre un tor- Las crestas se extienden por
bellino simple o doble con dos tri- toda la superficie palmar de la.
rradios; si está aplanada o baja de yema y dibujan figuras lineales va-
una de sus partes respecto a otra, riadas en sus detalles pero que,
aparecerá un solo trirradio y una siempre pueden incluirse dentro de·
presilla; si está en fase de regre- unos patrones determinados que se,
sión, los dibujos serán incompletos usan para su clasificación.
o no se formará ningún dibujo. A la primera de Vucetich siguie-.
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r-on infinidad de ellas, con diver- estas tres regiones de líneas entre
sas nomenclaturas, que se diferen- sí. Se le representa esquemática-
ciaban sólo en pequeños detalles y mente por tres rectas o radios con-
que estaban encaminadas a; la ma- fluyendo en un punto (fig. 2), lo
yor facilidad y perfección en la cUal nos permite reconstruir men-
técnica de identificación criminal. talmente el trayecto de las crestas
El sistema del español Oloriz ha que lo determinan.
sido adoptado por nuestra policía. El estudio de los ángulos que
La variada nomenclatura exis- limitan estos radios nos ha pareci-
tente dificulta enormemente este do de interés, ya que su valor nos
estudio, de tal modo, que a veces determina el grado de curvatura
es difícil establecer la sinonimia. de las crestas paralelas que for-
Nosotros adoptaremos la del espa- man el trirradio. Los llamaremos
ñol Pons y solamente citaremos la (J.., ~ Y y, siendo (J.. al más distal y

de otros autores. cubital sobre la huella gráfica de


Son tres los dibujos fundamen- las impresiones. Los otros dos, ~
tales que podemos encontrar cons- y y, serán tomados por este orden
tituyendo el centro nodal o núcleo siguiendo la dirección de las agu-
de la huella: arcos, presillas y tor- jas del reloj en la mano derecha y
bellinos. En estos dos últimos en- la contraria en la izquierda, de tal
contramos además un nuevo ele- modo que el ~ siempre estará si-
mento, el trirradio, que es único, tuado entre el (J.. y el y. La suma de
lateral en las presillas, y doble, bi- estos ángulos da 3600 •
lateral, en los torbellinos.
Empezaremos analizando el tri- Arcos (fig. 3). - Son los Archs
rradio y nos ocuparemos luego de de los anglosajones. Es el patrón
las características fundamentales menos frecuente. Están constitui-
de cada uno de los patrones cita- dos por líneas curvas superpues-
dos. tas de concavidad inferior o proxi-
mal. La concavidad de las crestas
Un trirradio - delta de los cri-
es menor cuanto más proximales
minalistas- es para Penrose la
son, de tal modo, que las más cer-
unión de tres regiones de líneas
canas al pliegue que separa la se-
cada una conteniendo sistemas de
gunda falange de la tercera han
crestas que son aproximadamente
paralelas en pequeños campos de perdido prácticamente su curva-
estas regiones. Se comprende con tura.
esta definición perfectamente su Esta impresión carece de trirra-
constitución, con un centro y tres dio -nO' trirradius de S. B. Holt-,
radios determinados por cada una por lo tanto el contaje de líneas
de las líneas de contacto de dos de será O.
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Este patrón, que es relativamen- cavidad cubital o radial que des-


te raro, cuando aparece lo encon- criben figuras en forma de asas.
tramos casi exclusivamente en los La curvatura es menor cuanto más
dedos índice y medio. Admitiendo central es la cresta. Muchas veces
las teorías expuestas en la embrio- la cresta más central es una línea,
génesis, este dato no tendrá nin- es decir, la curvatura es mínima
gún valor ya que dependerá del porque se han superpuesto los dos
grado de desarrollo de la eminen- brazos del asa.
cia cuando se forme el primer plie- En este patrón ya tenemos un

.j
I
10. menIque 3. medio

.,..

Fi g . 2. - Ang ulos de l ¡rir radio. Fi g. 3. - Arcos .

gue. Si n embargo, en l a práctica punto centra l que está determina-


nos encontramos con estas prefe- do por el lugar de acodadura de l
r encias de localización. asa más central. Si esta asa ha
s ido sust it uida por una línea, el
Presillas (figs. 4 y 5). - Loops pu nto centra l será señalado por el
de los ang losajones. Bucles de Si- extremo co rrespondiente a ésta.
monín. Es el tipo más frec uente. Además, siempre encontramos un
Está formado por líneas curvas tr irradio que es lateral y puede es-
superpuestas unas a otras, de con- tar situado a la derecha o a la iz-
Mayo - Junio 1963 ANALES DE MEDICI N A Y CIRUCIA 201

quierda de la impresión -one tri- pos para facilitar la clasificación.


rradius de S. B. Holt-. Las presillas son muy frecuen-
Según la dirección en que las tes, y no es raro encontrarlas en
asas están abiertas, se distinguen todos los dedos de un mismo indi-
las presillas en internas y exter- viduo, pero se observan preferen-
nas. Las primeras se abren hacia temente en los dedos meñique y
el lado donde se encuentra el cúbi- medio.
• to, es decir, su concavidad es in-
terna. Las segundas se abren hacia Torb ellinos (fig. 6). - Whorls

3. medio .... Índice


')

F ig. 4. - Pres ill a in te rna . Fig . 5. - Pres ill a externa .

el lado radial. Se comprende que de los anglosajones, volutas de Si-


el trirradio está situado en el lado monín.
opuesto al de la abertura del asa Por su frecuencia ocupan un lu-
con lo que será radial en las inter- gar intermedio entre los arcos y
nas y cubital en las externas. Ba- las presillas.
sándose en la dirección de abertura Están constituidos fundamental-
de las asas o bien en la posición mente por crestas desarrolladas en
del trirradio, algunos criminalistas espiral alrededor de un centro. En-
dividen este grupo en dos subgru- contramos siempre dos trirradios
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uno a cada lado - two trirradii de Su estudio se centra en el de los


S. B. Holt. trirradios palmares.
En algunos casos, las crestas se Los trirradios a nivel de la pal-
desarrollan en espiral alrededor de ma son normalmente en número de
dos centros, con lo que encontra- cinco . Cuatro de ellos son distales,
mos dos puntos centrales en la im- a nivel de la zona correspondiente
presión. Son las volutas dobles de a las eminencias de las comisuras
Simonín, que llama simples o ver- interdigitales, y el otro es proxi- .

2. índice

Fig. 6. - To rbellinu.

ticilos a las que tienen un solo cen - mal , casi siempre situado sobre la
tro. eminencia hipotenar, a nivel de su
Los torbellinos aparecen prefe- borde o radial.
rentemente en los dedos pulgar y Vamos a estudiarlos por sepa-
anular. rado.

Impresiones de la palma Trirradios distales. - Son en nú-


mero de cuatro, como ya hemos
También en la palma encontra- di cho, y están situados normalmen-
mos fi guras lineales típicas (fig. 7). te en la parte lateral de las emi-
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nencias interdigitales. Se corres- la eminencia hipotenar, que con-


ponde cada trirradio con uno de fluyen con otras que vienen de la
los cuatro últimos dedos, y por ello tenar y con líneas basales poco
han recibido el nombre del dedo numerosas paralelas al surco en
respectivo. No obstante, es mejor brazalete.
aplicarles una denominación carac- En este trirradio, como en los
terística, y actualmente se les llama de las yemas de los dedos, el ángu-
• «a », «b », «c » y «d », correspondien- lo ~ es mayor y de abertura pro-
do el «a » al índice y el «d » al me- ximal.
ñique. Suele ser de situación cubital,
Las crestas entre los trirradios en el borde externo de la eminen-
pueden formar dibujos, casi siem- cía hipotenar.

Fig . 7. - Mapa linea l palmar de u n s uj e to norma l.

pre en forma de asas de gran cur- El dato de mayor valor en rela-


vatura. No obstante, es frecuente ción con este trirradio es el refe-
la ausencia de figuras lineales a rente a su situación relativa con
este nivel. la muñeca. En los individuos nor-
En estos deltas, dada la situa- males suele ser bajo, es decir, está
ción relativa de sus radios, el án- cerca del surco en brazalete, hasta
gulo y es casi siempre de abertura tal punto, que en algunos sujetos
distal. se pierde entre los pliegues de la
muñeca. Su alejamiento del surco
Trirradio proximal. - Es el tri- en brazalete tiene valor patológico
rradio «t» de Penrose. Está for- y es un signo de degeneración fre-
mado por crestas procedentes de cuente en los mongólicos.
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Angula de Penrose. - Es el án- las improntas palmares son mucho


gulo «a t d», es decir, aquel que más influenciables por el cosmos
tiene por vértice el centro del tri- que las digitales.
rradio «t» y cuyos brazos pasan
por este trirradio y por los dis- ESTUDIO CUANTITATIVO
tales «a y d». En los sujetos nor- DE LOS PATRONES DIenTALES ..
males no suele ser mayor de 57". La
presencia del trirradio «t» cerca Los estudios cualitativos plan-
del centro condiciona valores go- teaban muchas dificultades de cla-
niométricos altos. sificación, y era prácticamente im-
Las improntas papilares, por la posible la valoración global de es-
poca influencia que sufren del me- tos caracteres. Por ello no se llegó
dio ambiente, constituyen un medio a resultados satisfactorios en los
idóneo para el estudio de la sime- trabajos que sobre la herencia de
tría genotípica de los caracteres las huellas realizaron· diversos in-
bilaterales. Las estadísticas nos vestigadores a finales del siglo pa-
confirman que los torbellinos son sado y a principios del nuestro
más frecuentes en el lado derecho (Galton, 1892; Wilder, 1902-1904;
o sea en las yemas de los dedos de Elderton, 1920).
la mano derecha, mientras que los Con la introducción por Bonne-
arcos son más frecuentes en la vie (1924) del valor cuantitativo o
mano izquierda. contajetotal de las crestas, quedó
La asimetría es especialmente establecido un nuevo método para
frecuente cuando se trata de ca- los estudios genéticos familiares.
racteres patológicos o anormales.
Los signos de degeneración palmar Valor cuantitativo
son, muy frecuentemente, unilate- (Total ridge count)
rales y, cuando son bilaterales, las
Viene determinado por la cifra
medidas que usamos para saber el
que se obtiene sumando los valo-
grado de degeneración son casi
res de los contajes correspondien-
siempre diferentes.
tes a cada uno de los diez dedos
Poepelt estudiando 1.247 indivi- del individuo.
duos, halla discordancia en los ca-
Para efectuar el contaje de las
racteres lineales de los dedos sólo
líneas, se traza una recta del tri-
en el 25 por 100; para otros auto-
rradio al centro del patrón y se
res las cifras serían mayores.
cuentan todas las crestas que han
Begker y Meissner encontraron sido cortadas. El trirradio no se
mayor asimetría en los caracteres incluye en la cuenta. Tampoco se
palmares que en los digitales, lo suma la cresta final cuando ella
cual nos confirma los trabajos de forma parte del centro. Si se corta
S. Holt en los que se afirma que la bifurcación de una cresta en dos,
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se cuentan ambas (figs. 8, 9 Y 10). comprendían cifras de cero a 290


En los arcos la cuenta es cero, para los hombres, y de cero a 270
ya que carecen de trirradio. En los para las mujeres. El con taje me-
torbellinos algunos autores cuen- dio para los hombres era de 144,98
tan las dos rectas trazadas del cen- con una desviación standard de
tro a cada uno de los dos trirradios, 51,68. Para las mujeres era algo
pero en los trabajos recientes menor (127,23 ± 52,51).
• (Holt) sólo se cuenta el mayor de
los contajes, es decir, el de la línea La curva que se obtiene con la
más larga. En el caso particular distribución de estos valores colo-
de que se trate de una voluta do- cando los contajes en las abcisas y
ble, trazaremos una recta desde la frecuen cia en las ordenadas no
cada trirradio al centro más cer- es gaussiana. Es asimétrica, lige-

Fi gs . 8, 9 Y 10. - Técnica de l conl aj e d e li nea s.

cano, y usaremos sólo el mayor de ram ente desviada a la derecha y


l os con tajes. aplastada.
Si hay predominio de arcos en
la huella, el conta je total será muy Correlaciones familiares
bajo. Los contajes intermedios es-
tán en relación con la abundancia Fisher demostró en 1918 la co-
de presillas o de torbellinos pe- rrelación teórica familiar en cuanto
queños. Los contajes altos corres- a la herencia de caracteres deter-
ponden a huellas con presillas gran- minados por genes no dominantes.
des o con torbellinos. Los genes del hijo proceden mitad
Sarah B. H olt ha hallado en In- del padre y mitad de la madre. Su
glaterra el «Total ridge count» en carga genética está, pues, reparti-
1.650 person as, 825 de cada sexo da teóricamente en dos partes igua-
pertenecientes a la población ge- les, y la relación t eórica con cada
n eral. Los valores encontrados uno de ell os será una media de 0,5.
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Ahora bien, esto sólo ocurrirá En 1949 Penrose estableció la.


cuando se trate de genes aditivos correlación teórica M id - Parent -
para este carácter, es decir, sin do- Child cuyo valor es 1/ J 2 o sea
minancia alguna de los del padre o 0,71.
de la madre. Se comprende que es- La encontrada por Holt en la po-
tas correlaciones teóricas no se den blación general es del orden de 0,61
nunca en la práctica debido a la ± 0,03.
influencia que sobre el genotipo
Todos estos valores sensiblemen-
ejerce el medio ambiente.
te cercanos a los teóricos nos· con-
Las crestas papilares constitu-
firman que los genes que determi-
yen el medio más idóneo para el
nan el número total de crestas son
estudio de estas correlaciones en la
aditivos. También corroboran la po-
práctica por dos razones:
ca influencia de la peristasis sobre
l." Son muy poco influenciables
las huellas digitales. Según Holt el
por el cosmos, ya que adquieren
número de genes perfectamente
sus características definitivas en el aditivos es determinante.
cuarto o quinto mes de la vida in-
Essen-Moller (1941), G e i pe 1
trauterina y no se modifican poste-
(1941) y Holt (1952), aplican las
riormente en ningún aspecto excep-
to en su tamaño. correlaciones familiares al diag-
nóstico del tipo dé gemelaridad.
2. a Cabe la posibilidad de usar
Estos autores hallan que aproxi-
un solo factor representativo, el
madamente el 80 % de los pares
contaje total, el cual además ofre-
univitelinos tienen diferencias de
ce la ventaja de ser un término
menos de 20 surcos. Sólo el 30 %
cuantitativo, con lo que es mucho
de los pares dizigotos del mismo se-
más fácil la valoración.
xo tienen diferencias tan bajas co-
Las correlaciones teóricas para mo éstas. Mientras que ningún par
este carácter suponiéndolo deter- de monozigotos presentaría dife-
minado por genes aditivos, son las rencias de más de 60, no es raro
siguientes: Padre-hijo, 0,5. Geme- encontrarlas del orden de 180 en
lo monozigoto-gemelo monozigoto, los bivitelinos.
1, y Gemelo dizigoto-gemelo dizi-
Maynard, Smith, Penrose y La-
goto, 0,5.
my establecen grupos de diferen-
Bonnevie en 1924 halló las si- cias entre los con tajes totales de
guientes correlaciones: Gemelos cinco en cinco surcos, y obtienen
monozigotos, 0,92 ± 0,04; Dizigo- la probabilidad de que un par con
tos 0,54 ± 0,08; Hermanos-herma- una diferencia dada sea dizigoto
nos, 0,60 ± 0,12. del coeficiente
Newman en 1930 encontró en 50 D
pares de monozigotos, 0,95 ± 0,01 ' - - - siendoD el porcentaje de
y en 50 bivitelinos 0,46 ± 0,08. D+M
Mayo ~Junio 1963 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGIA 207'

dizigotos y M el de . monozigotos mins de la línea principal como una.


que presentan esta diferencia para medida de la transversalidad. N o'
un mismo número de gemelos de obstante Fang usando el dibujo del
los dos tipos. tercer espacio interdigital entre los
trirradios b y c, obtuvo correlacio-
Individual Paltern Value nes mucho menores.
Eplt, basándose en los trabajos:
En 1951, Brodhage y Wendt asig- de Penrose y de Fang, cree que los.
naron números a los distintos ti- factores ambientales influirían mu-
pos de dibujos digitales. Los arcos cho más en las líneas papilares de:
son el número 1. Los torbellinos el la mano que en las de los dedos.
7. A las presillas las asignaron el
4. Los números 2 y 3 estarían. re- Surcos palmares
servados para los patrones inter-
medios entre los arcos y las presi- Se les ha llamado también sur-
llas. Los 5 y 6 para los intermedios cos de flexión (fig. 7). Son las ra-
entre las asas y las volutas. yas más profundas y anchas que
El «Individual pattern value» es los surcos papilares, que cruzan la.
la suma de estos valores aplicados palma de la mano ocupando una
a los dibujos de los diez dedos de posición y siguiendo una dirección
un individuo. determinada cada una de ellas. Sus
Según W endt tendría gran valor características son semejantes en
para las investigaciones heredita- todos los individuos normales. En
rias y ningún par de gemelos mo- individuos afectos de determinados.
nozigotos tendría diferencias ma- procesos patológicos y también en
yores de 5, mientras que los dizi- algunos individuos normales, pode-
gotos pueden presentarlas de más mos encontrar alteraciones en su
de 33. configuración, posición o dirección.
Las describiremos según su po-
ESTUDIO CUANTITATIVO sición empezando por la más distal.
DE LA PALMA La primera línea que cruza la
palma de la mano es la línea de los'
. Dada la especial configUración tres dedos -línea de la cabeza de·
de las líneas papilares palmares, la quiromancia francesa-o
los trabajos cuantitativos son más Se inicia en el borde cubital de la
difíciles aquí que en los dedos. mano y describe una curva de li-
Penrose trabajó con el ángulo gera concavidad distal que com-
«atd» como veremos al hablar del prende las eminencias interdigita-
trirradio «t» en los mongólicos. El les ~ercera y cuarta, y termina a.
español Pons obtuvo correlaciones nivel de la segunda, cerca del se-
semejantes a las de los contajes di- gundo espacio interdigitaI.
gitales usando el índice de Cum- En condiciones normales no lle-
:208 ANALES DE MEDICINA Y CIRUGIA Vol. XLIII. - N.o 177

.ga nunca a esta comisura. Es muy El surco en brazalete describe


frecuente observar una bifurcación una línea curva. de concavidad pro-
,o línea colateral en este extremo ximal en el límite inferior de la
,que suele tener una dirección per- palma a la que separa de la muñe-
pendicular al borde radial y suele C~.

:ser muy corta.


Próximamente a ésta se encuen- IMPRESIONES DEL MONGOLlCO
tra la línea de los cinco dedos -lí-
nea del corazón de los franceses- Son conocidas desde hace algu-
que parte del borde radial de la ma- nos años las características espe-
no y la cruza en dirección ligera- ciales que ofrece la palma de los
.mente oblicua hacia abajo y aden- sujetos mongólicos. Recientemente
tro, de tal forma que, trazando una y coincidiendo con las investigacio-
paralela al surco en brazalete a ni- nes cromosómicas, se ha dado gran
vel del punto de inicio, la encon- importancia a la configuración de
traríamos próximalmente respecto las crestas papilares y de los sur-
,a' la paralela. Se la llama línea de cos palmares de los niños afectos
los cinco dedos porque cruza toda de síndrome de Down. Vamos a in-
la palma, aunque casi nunca llega tentar sistematizar en unas pocas
al borde cubital. Puede dar tam- palabras los conceptos fundamen-
biéri bifurcaciones a nivel de su ex- tales.
tremo interno.
En alguna ocasión estas dos lí- Surcos de flexión
.neas pueden estar sustituidas por
Citaremos las alteraciones más
un surco único que se ha denomi-
nado línea de los cuatro dedos o importantes.
.surco simiesco, típico aunque no
A) Línea de los cuatro dedos
patognomónico de la idiocia mon-
goloide.
Algunos autores la llaman línea
El otro surco importante es la lí-
de Crookshand.
nea del pulgar -línea de la vida-o
Suele tener un origen común con la Es 'un pliegue palInar medio
línea de los cinco dedos a nivel del transverso que sustituye a las lí-
'borde radial y describe una curva neas de los tres y de los cinco de-
-de concavidad externa que com- dos. Vendría dado por la fusión de
'prende la eminencia tenar. estas dos líneas. Iniciándose en el
No es raro observar una línea borde radial, en el lugar donde ten-
-curva corta de menor anchura y drían su origen común las líneas
profundidad que la línea del pul- del corazón y del pulgar, cruza
'gar, situada algo :por dentro de transversalmente la palma y ter-
,ella. mina a nivel del borde cubital (fi-
Mayo- Junio 1963 ANALES DE M EDICI NA Y CIRUGIA

gura 11). Abarca cuatro dedos y ñantes a este surco, diremos que
de ahí deriva su denominación. muchas veces encontramos un sur-
Se le ha llamado también surco co del pulgar presente y normal en
antropoideo o simiesco} ya que se situación y longitud, pero otras es
le encuentra constantemente en los más corto o ha desaparecido. En
simios inferiores (macacus). Según alguna ocasión está presente pero
J. M. Robert y siguiendo la teoría además hay otra línea que parte de
de la evolución de las especies, es- su origen común con el surco an-
te hecho corroboraría la mayor tropoideo y cruza oblicuamente el
cercanía del H. Sapiens con los si- espacio entre las dos líneas en di-
mios menos desarrollados, de los rección cubital.

,
I

i
\ ,
\
'" ' . --

fig. 11. - Pa lma de un niño mo ngóli co: lín ea de Croo ks hJn d . Surcos
:núltiples v de di s tribuc ión irreg ul a r .

cuales habrían derivado por muta- En relación con la morfología del


ciones sucesivas de una parte los surco que nos ocupa hemos obser-
homiens} dentro de los cuales está vado que muchas veces presenta
el hombre} y de otra los monos su- las mismas características en pro-
periores (chimpancé, gorila) , los fundidad y anchura que las líneas
cuales no serían ascendientes del de los tres o cinco dedos de los in-
mismo sino que pertenecerían a dividuos normales, pero otras es
una rama lateral. Por el mismo
más estrecho o más fino, y casi
motivo creemos que la presencia en
siempre suele ser más recto, dando
una palma del surco simiesco repre-
senta una regresión, es decir, es un la sensación de que ha sido traza-
signo de retroceso, un salto atrás. do con una regla.
Respecto a las líneas acompa- Lo más frecuente es que la lí-
1 10 ANALES DE M EDICI N A Y ClRUGI A V ol. XLIII. - N ." 177

nea sea bilateral pero no es raro por 100, respectivamente). Ritt-


,encontrarla unilateral. meister lo encuentra en el 22 % de
La frecuencia de la anomalía en los fetos anencéfalos de su revisión
los mongólicos es relativamente al- de 50 casos, Lelong lo halló en un
ta. Los autores franceses - Tur- caso de síndrome de la bilis espe-
pin-, la encuentran en el 70 % de sa, y De Toni lo cita recientemen-
los pacientes afectos del síndrome te en uno de estos casos de icteri-
de Langdon Down . Según estos au- cia obstructiva seudomalformativa
tores, en los individuos normales asociado a una facies especial de
sólo aparecería en el 1 % de los ca- tipo batracoide con soldadura del
.sos (valórese la gran diferencia es- lóbulo de la oreja con la mejilla .
tadística). Hanhart lo encuentra Nosotros lo hems encontrado en

I I o

I
l ' I~ I
(
I
j
(... ~ ...... . .. '
. •- -' }'..1. _/1
-.l

)
/

Fi g. 12. - Doble línea de los cua l ro dedos.

en el 0,85 % de la población gene- un niño afecto de epilepsia centro-


ral. Delay y Pichot en el 2,28 %. encefáli ca y en un encefalópata de
Es importante resaltar que si etiología desconocida.
bien se encuentra en individuos En un caso nuestro (Salieras) ,
completamente normales, también de un niño de 7 años portador de
puede hallársele en sujetos no mon- malformaciones congénitas múlti-
gólicos portadores de diversas mal- ples (branquicefalia, paladar hen-
formaciones congénitas. Hanhart dido, miopía muy pronunciada, di-
lo encuentra en el 6,65 % de los re- ficultad en la expresión oral, sín-
trasados mentales no mongólicos. drome de Cruveilhier Baumgarten,
Delay y Pichot en el 7,32 %. Según et cétera) , con test mental prácti-
estos autores , sería muy frecuente camente normal, no era un surco
entre los delincuentes (5,1 % y 8,36 único y completamente desarrolla-
Mayo - Junio 1963 ANALES DE MEDICINA Y ClRUGIA 211

do, sino que estaba constituido por la madre presentaba los caracteres
multitud de líneas muy finas y cor- palmares típicos de degeneración
tas entrecruzadas entre sí que da- mongoloide. Creemos que estos ha-
ban en conjunto una sensación de llazgos merecen especial conside-
gran inmadurez. En este mismo ración y deberían ser motivo de es-
caso se esbozaba paralela y distal- tudios comparativos palmares y
mente a esta línea, otra de las mis- cromosómicos (fig. 13).
mas características. Se trataría de
un caso de doble línea de los cua- B) Surcos palmares múltiples y
tro dedos, que no hemos encontra- de distribución irregular
do descrito en la literatura (fig. 12)
Delay y Pichot han propuesto En casi todos los niños mongó-
(1947) , reunir bajo el epígrafe de licos, coincidiendo o no con las

\ ' \ I
1: \, ,.'\... ~
.\,,"',
J
/.
, ~

iFg . 13 . - S ignos degene ra tivos de la serie mongóli ca en la madre de


un niño afecto de sínd rome de Down con pa lma norma l.

síndrome de Crookshand a todos otras alteraciones que estamos


los sujetos portadres de esta re- viendo como típicas, hemos encon-
gresión. trado gran cantidad de surcos de
Queremos insistir especialmente anchura y profundidad iguales a
en el hecho de que encontramos las de la línea de los cuatro de-
con mucha frecuencia el surco si- dos, que se distribuyen por toda
miesco en las madres de los niños la palma sin orden alguno, dando a
mongólicos. En los padres lo he- la huella un aspecto muy abigarra-
mos visto muchas menos veces. Por do. Si respetan alguna zona palmar
otra parte, en varios niños mongó- suele ser la que ocupa la eminencia
licos con palma normal, nos hemos tenar (fig. 11).
encontrado con la sorpresa de que Estas imágenes las hemos visto
212 A NALES DE M EDICI NA Y CIRUGI A V ol. XLI I!. - N.o 177

en algunas madres, pero también me de Down, y d"» cuando ocupa


se las encuentra en la población ge- una posición intermedia.
neral. Según Penrose, el ángulo «atd»
es mayor de 57° en más de 80 % de
Crestas papilares del mongólico los niños mongólicos. De los tres
trirradios que determinan este án-
Estudiaremos las alteraciones tí-
gulo, el responsable de estos va-
picas de las crestas palmares y de
lores altos es el trirradio axial «t»,
los patrones digitales.
el cual está frecuentemente des-
plazado hacia el centro de la pal-
A) Impresiones palmares
ma. Para los autores franceses, la
Las a lteraciones se centran fun- presencia de esta anomalía tendría
damentalmente en variaciones de más valor que la línea de los cua-

, I
I
:

~ - _. ' ,
\-- --, . í"

_-
' .....--_ ...

Fi g. 14 . - Palm a de un m on gólico. Trirradio . t . a lt o. Dub le huc le de


a bertura c ubrt a l.

posición de los trirradios y en la tro dedos, ya que la encuentran


aparición de figuras lineales nue- con más frecuencia que ésta.
vas. Penrose, basándose en investiga-
ciones cuantitativas, supone que
1. Trirradio « t » cerca del cen- la posición del trirradio «t» ven-
tro (figura 14). - La situación al- dría gobernada por genes localiza-
ta del trirradio «t» ya fue descri- dos en el mismo cromosoma que
ta por Cummins en 1938 . Este au- se cree produce el mongolismo
tor llama «t' » al trirradio «t» cuando se presenta en forma de
cuando es de situación mediopal- trisomía.
mar, la más fre cuente en el síndro- Como en todas las alteraciones
Mayo ~ Junio 1963 ANALES DE MEDICINA Y CIR.UGIA 213

que vamos describiendo, podemos 2. Ausencia de líneas en la re-


encontrar el trirradio «t» central gión tenar. - S. B. Holt cita en-
en individuos fIlormales, pero es contrar con frecuencia en estas
muy poco frecuente. Penrose da huellas un área tenar lisa, es decir,
cifras del orden del 7 Ú 8 % (véase con ausencia de líneas. Este hallaz-
la diferencia estadística). go sólo tendría valor en la mano
Es significativo que en la madre izquierda, ya que la eminencia te-
y hermanos de los mongólicos es- nar de la derecha suele ser normal-
ta anomalía aparezca en el 14-16 mente muy pobre en líneas, según
por 100 de los casos. ponen de manifiesto diversos tra-
bajos estadísticos efectuados en la
Polani, Brigs, Ford, Clark, Berg,
población general.
etcétera, han citado Gasos de sín-
drome de Down con 46 cromoso-
3. Presilla de abertura distal
mas y 21 par nomal, en los cuales
entre l08 trirradio8 «o» y «d». -
.sólo han hallado anomalías' cromo-
Sería un hallazgo frecuente según
sómicas, aisladas del tipo de la
S. B. Holt.
iranslocación.
Norman aclara que los cromo- 4. Presilla de abertura cubital
,somas afectos pueden ser el 21 o en la eminencia hipotenar (fig. 14)
,el 22 aunque convencionalmente se En la eminencia hipotenar se pue-
les designe como 21. den encontrar figuras lineales que
Esta minoría, nacidos de madres casi siempre son presillas. En la
jóvenes, tienen un número normal población general suelen ser de
de cromosomas, 46, pero tienen abertura radial. Ford, en 1940 des-
otro cromosoma que es indudable- cribió como típico del síndrome que
_mente mayor y que probablemen- nos ocupa la presencia de un bucle
te ha incorporado la mayor parte de abertura cubital en la eminen-
,del cromosoma 21. Estas anoma- cia hipotenar. Nosotros lo hemos
lías, como se ha dicho más arriba, visto a menudo, asociado o no a un
son producidas por «No disjun- trirradio «t» alto. En .algún caso
tions» y por «Translocations». el trirradio es normal, cercano a la
Aceptando la teoría de Penrose muñeca, pero aparece un nuevo tri-
:antes citada, tal vez estas altera- rradio cerca del bucle, algo por
dones podrían explicarnos la pre- dentro y por encima del mismo. En
,sencia de un trirradio axial normal un padre de un niño mongólico he-
.en un niño -mongólico, aunque en mos encontrado un torbellino a es-
realidad aquí también existiría la te nivel.
trisomia, aunque enmascarada y
'quizás no completa por toda la 5. Horizontalización de las cres-
(Carga genetiea ilel cromosoma 21. tas de la parte distal de la palma.
214 ANALES DE MEDICINA Y CIRUCIA Vol. XLIII. - N.O 177

De este hecho se deriva una mayor Holt (1961) en 148 mongólicos va-
abertura del ángulo y de los tri- rones halla una media, de 130 a 29
rradios distales. con una desviación standard de
41,32 (normal 144,98 ± 51,08). En
B) Impresiones digitales 127 niñas, la media fue 124,44 y la
desviación 33,22 (normal 127,73 ±
El patrón del mongólico se ca- 52,51). La media de las crestas de
racteriza fundamentalmente por su cada dedo tomado individualmente
uniformidad. Los dibujos más fre- también suele ser menor, y las di-
cuentemente encontrados son las ferencias son del orden de 3,2 a
presillas, y es muy típico encon- 4,5 crestas según el dedo y la ma-
trar un bucle de abertura radial no .
en el cuarto dedo coincidiendo con . Si alineamos los dedos según el
asas de abertura interna en los de- número de crestas de mayor a me-
más dedos. nor, obtendremos series que en los
Los recientes estudios de gené- mongólicos son características y
tica cuantitativa (Penrose) sugie- distintas. de las que se encuentran
ren que el tamaño de la huella di- en la población general.
gital y el número de las crestas Aplicaremos a cada dedo un nú-
podrían ser gobernados por genes mero romano, siendo el pulgar el
situados en el cromosoma 21, como 1 y el meñique el V. Las series que
se desprende del hecho de que los se ven más frecuentemente son las
patrones de las huellas de los mon- siguientes:
gólicos son muy semejantes estre NORMAL:
sí, mostrando menor variación que 1 _ IV - V - nI - n.
en los individuos normales. MONGOLICO:
Los contajes totales muestran Mano izquierda
cifras muy semejantes para todos 1 - In _ IV - n_v.
ellos. El con taje medio difiere tam- Mano derecha
bién del de la población general. 1 - In _ n-IV _ V.

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