Sei sulla pagina 1di 2

TEMA: ¿SABIAS QUE SOMOS INSTRUMENTOS EN LAS MANOS DE DIOS?

El Señor le dijo: ve, porque instrumento escogido me es este, para llevar mi nombre en
presencia de los gentiles, y de los reyes, y de los hijos de Israel; Hechos 9:15

Cuando hablamos de instrumentos, automáticamente vienen a nuestra mente algunos de los


que comúnmente conocemos (guitarra, violín, piano, etc., mientras mayor sea el conocimiento
musical, también será mayor esta lista). Es más, si alguien nos pidiera un instrumento,
seguramente saldríamos a buscar alguno de ellos.

Sin embargo, para Dios no es así, pues él ve al “hombre” como un instrumento.

Después que Jesús se le apareció a Saulo camino a Damasco, más tarde, se le aparece también
en visión a un discípulo llamado Ananías, y después de declararle su misión, le dice: “Ve,
porque instrumento escogido me es este….” (Hecho. 9:15 a).

Aquellos que conocen la historia del Apóstol Pablo pueden comprobar que efectivamente este
hombre se transformó en un instrumento valioso en las manos del Señor, y este privilegio no
solo lo tuvo Pablo, sino también cada uno de nosotros, incluyéndote a ti y a mí también.

Miremos con atención las palabras del Señor: “Instrumento escogido…” es decir, no solo
instrumento, sino, escogido, esto nos da la idea de elegido, preferido, seleccionado entre
muchas opciones o alternativas.

Cuando vamos a una casa musical a buscar un instrumento específico, nos vamos a encontrar
con muchos de ellos, pero al momento de decidirnos con el que nos vamos a quedar, solo uno
de ellos será el escogido.

Es decir, que ese instrumento que tienes en tu casa, es uno que un día fue “escogido”.

¡Qué bueno es saber que el Señor podría haber llamado a otros, utilizado a otros, pero nos
eligió a nosotros entre millones y millones de alternativas que él tenía!

Por eso, puedes sentirte Feliz, ¡eres un instrumento escogido por el Señor!

Ahora pensemos por un momento… ¿cuántos instrumentos que un día fueron escogidos, hoy
están inútiles, llenos de tierra y tirados en algún rincón de alguna casa?

El mismo Apóstol Pablo le escribe a Timoteo:

Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al
Señor, y dispuesto para toda buena obra. (2 Tim. 2:21)

Entonces, lo importante no es solo haber sido escogidos, sino estar siendo útiles y cumpliendo
el propósito para el cual fuimos elegidos.

Lo primordial es entregarnos incondicionalmente en las manos del Maestro, y dejar que por
medio del Espíritu Santo nos vaya puliendo, afinando; en otras palabras, rendirnos
incondicionalmente para que trabaje en nuestras vidas y dejar que él pueda ejecutar las más
dulces melodías a través nuestro.

La palabra clave en este pasaje es “Santificado…” El significado de esta palabra, tiene que ver
con ser “separado o apartado para cumplir una misión”.
Y esto ya no depende exclusivamente del Señor, (aunque sin su ayuda jamás podré
santificarme) sino también de mi disposición y deseo de ser útil para Dios.

Es decir, en la medida que vaya santificando mi vida, será también la medida en la que él me
va a poder utilizar, y ese grado de santificación, finalmente determinará que yo sea una
persona útil o inútil en las manos del Señor.

RESUMIENDO

Finalmente, tenemos que entender que todas las personas somos instrumentos.

Según en las manos de quién estemos, será el resultado de nuestra conducta y proceder.

Al principio Saulo de Tarso en las manos del enemigo, conspiraba, asesinaba, infundía temor,
etc. Pero “ese mismo hombre” en las manos del Señor llamado luego Pablo, derramaba amor,
compasión, revelación de la Palabra y una persona de bien para toda la humanidad.

Entonces ahora sabemos que somos instrumentos, que somos escogidos y que todo esto vino
por decisión unilateral de Dios; pero de nosotros depende que seamos útiles o inútiles, de
acuerdo a nuestra entrega, rendición y santificación.

Potrebbero piacerti anche