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La clasificación entre los tipos de dolo que hay se hace teniendo en cuenta la intención
del autor.
Es la forma básica del tipo de conducta dolosa. El autor tiene intención de cometer un
acto contrario a la ley, lo ejecuta y obtiene un resultado.
Dolo eventual
El dolo eventual forma parte de uno de las clases de dolo que se pueden llegar a dar en
la ejecución de un acto (generalmente ilícito). Hay que destacar que en todo momento,
hablamos de un autor de una determinada acción ilícita, siendo consciente de ello y
habiendo voluntad. Esto último es muy importante para valorar si hay dolo o no.
No viene viene tipificado explícitamente en el Código penal, pero sí que se aplica por
los jueces, como una forma de dolo. En este artículo vas a encontrar información
detallada con ejemplos.
Así la persona al inicio de la ejecución de una conducta, sabe que puede provocar un
daño pero tiene una acción que quiere ejecutar y completar, por ello acepta el
resultado y sigue adelante hasta haber completado el acto.
1. Ejemplo de dolo eventual: Una persona decide realizar un robo con violencia
e intimidación. En la que si se tuerce el plan puede llegar a matar a la persona, si le
propicia numerosos golpes. En un principio el autor del hecho tiene como finalidad
provocar únicamente unas lesiones. Sin embargo, sabe de sobra que puede cometer un
asesinato si continúa con el robo.
En este caso, se puede producir el asesinato de la víctima pero el autor del delito lo
acepta, ya que no hace nada para evitarlo y antepone los intereses, que en este supuesto
es el de robar y huir de la zona.
Los mendigos no querían que murieran pero sabían que podría ocurrir, ya que se
producían el desangrado de los niños e incluso infecciones que tristemente llevaban a la
muerte.
3. Ejemplo de dolo eventual: Juan llega tarde al trabajo. Baja al garaje coge su
vehículo y de camino al trabajo decide ir por el camino corto (una zona transitada por
peatones). Debido a que llega tarde decide aumentar la velocidad, sabiendo que puede
matar a alguien por cualquier circunstancia que se de en el trayecto. Le da igual, lo
acepta y sigue aumentando la velocidad.
Como vemos en este ejemplo existe voluntad e intención (al seguir acelerando), por lo
que en el caso de que se diera algún despiste o se cruzara un peatón en mal momento y
se produjera una muerte, se podría castigar al autor del hecho ilícito por haber dolo
eventual.