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TESIS
“LA PROPIEDAD”
Autores:
Bárdales Comeca, Jhoselin.
Córdova Zumaeta, Katherin.
Díaz Carranza, Ernestina Marilyn.
Mejía Pérez, Neyvi.
Ramírez Vásquez, Claudia.
Ruiz Bocanegra, Shirley
Vargas Díaz, Leidy.
Vera Carrasco, Huxley Smith.
Asesor:
Moyobamba – Perú
2018
DEDICATORIA
L a p r e s e n t e t e s i s c o n t i e n e e l t e ma d e
LA PROPIEDAD va dedicado a la docente por
la asesoría y orientación prestada y así lograr la
conclusión satisfactoria de este
trabajo.
AGRADECIMIENTO
INDICE
DERECHO DE PROPIEDAD
I. INTRODUCCIÓN ……………………………………………………………………11
II. ADQUISICIÓN POR ESPECIFICACIÓN Y MEZCLA………………………………12
2.1.LA ESPECIFICACIÓN …………………………………………………....……12
2.2.ME ZCLA ……………………………………………………………..……12
III. ACCESIÓN …………………………………………………………………………..…13
3.1. MODOS DE ACCESIÓN……………………………………………………………..13
3.1.1. EL ALUVIÓN……………………………………………………………………..13
3.1.1.1. DEFINICIÓN Y RÉGIMEN LEGAL…………………………………..13
3.1.1.2. CO NDICIO NE S …………………………………………………….14
3.1.1.3 FUNDAMENTO DEL DERECHO……………………………………………14
3.1.2. L A
AVULSIÓN………………………………………………………………………..14
3.1.2.1. DEFINICIÓN Y RÉGIMEN LEGAL…………………………………….14
3.1.2.2. CONDICIONES…………………………………………………………….15
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DERECHO DE PROPIEDAD
A. POSESIÓN CONTINUA……………………………………………………….28
B. PO S ESIÓN PACÍFICA…………………………………………………..29
C. PO S E S IÓ N PÚB L ICA…………………………………………………...30
5.1. EL SUELO…………………………………………………………………………35
5.2. EL SUBSUELO……………………………………………………………………36
5.3. EL SOBRESUELO………………………………………………………………36
A) REGULACIÓN LEGAL…………………………………………………………..38
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DERECHO DE PROPIEDAD
C) CLASIFICACIÓN…………………………………………………………………39
A) EL CATEO………………………………………………………………….41
5.5.1. LA DENOMINACIÓN…………………………………………………………..53
5.5.2. ANTECEDENTES……………………………………………………………54
5.5.3. IMPORTANCIA………………………………………………………………54
5.5.5. ELEMENTOS……………………………………………………………..55
5
DERECHO DE PROPIEDAD
5 . 5 . 7 . E DI FI C A C I O N E S S U J E T A S A L R É G I M E N D E PR O PI E D A D
HORIZONTAL………………………………………..………….57
C.- EXPROPIACIÓN…………………………………………………………..…..60
D.- ABANDONO DEL BIEN DURANTE VEINTE AÑOS, EN CUYO CASO PASA EL
PREDIO AL DOMINIO DEL ESTADO. ……………………………………………..65
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DERECHO DE PROPIEDAD
VI. LA COPROPIEDAD……………………………………………………………..66
6.1. DEFINICIÓN:………………………………………………………...66
E. DERECHO A LA USUCAPIÓN:………………………………………………....70
G. DERECHO DE RETRACTO:…………………………………………………..71
H. DERECHO A LA SERVIDUMBRE:…………………………………………….71
6.3.2 OBLIGACIONES:………………………………………..72
C. ADMINISTRACIÓN DE LA COPROPIEDAD………………………………….72
7
DERECHO DE PROPIEDAD
6.4.1. DEFINICIÓN:…………………………………………………………………73
7.1.1. CONCEPTO……………………………………………………………..80
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DERECHO DE PROPIEDAD
7.3.2.2. EL PROMOTOR………………………………………………………82
7.3.2.3. EL ADMINISTRADOR………………………………………………………82
VIII. CONCLUSIONES……………………………………………………..83
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DERECHO DE PROPIEDAD
La propiedad
I. INTRODUCCIÓN
La propiedad es un derecho subjetivo que confiere a su titular el poder más amplio,
completo y pleno sobre una cosa. En efecto, el propietario tiene todas las facultades posibles
respecto del bien, siendo soberano en las decisiones que adopte sobre su aprovechamiento y
destino. Por este motivo se dice que la propiedad es un derecho de carácter absoluto, en
contraposición con los demás derechos reales o desmembraciones del dominio, los cuales
únicamente confieren a sus titulares poderes limitados o parciales sobre el bien –como es el
caso del usufructo, por ejemplo.
Sobre el particular, Wolff comenta: “La propiedad es el más amplio derecho de señorío que
puede tenerse sobre una cosa. (…) La propiedad y los derechos reales limitados difieren en
cuanto a su contenido. Éstos sólo facultan para un señorío parcial de la cosa, aquélla es el
máximo señorío posible.
De conformidad con el artículo 923 del Código Civil, la propiedad es el poder jurídico que
permite usar, disfrutar, disponer y reivindicar un bien. La definición legal alude a la clásica
descripción de los poderes típicos del propietario, los cuales se han esbozado en un haz de
atributos consistentes en el derecho a servirse del bien (ius utendi), el derecho a percibir sus
frutos (ius fruendi) y el derecho a disponer de la cosa (ius abutendi). En estricto la
reivindicación no es un atributo de la propiedad, pues es una manifestación de la
persecutoriedad que corresponde a todo derecho real.
En realidad los atributos del propietario no se circunscriben a los señalados por la norma del
Código Civil, sino que deben ser entendidos como todos aquéllos que pueda practicar el
titular sobre el bien sin contravenir una disposición de carácter imperativo. Debe tenerse
presente en este ámbito el principio de libertad, según el cual los particulares no están
impedidos de hacer lo que la ley no prohíbe (numeral 24, literal “a.” del artículo 2 de la
Constitución).
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DERECHO DE PROPIEDAD
En cuanto a los límites legales, los tratadistas coinciden en señalar que éstas son inherentes
a la propia naturaleza del dominio, delimitan su contorno y a través de ellas se revela el
verdadero contenido del derecho de propiedad.
2.1. LA ESPECIFICACION
Es una forma originaria de obtener la propiedad y se da a partir del trabajo de una
persona sobre la materia de la propiedad de una persona distinta la que se transforma en
un también prevé el supuesto a cosa nueva.
-El código civil español en su artículo.833 menciona a la mala fe con sus respectiva
sanciones
-El código civil italiano no menciona a la mala fe igual que el código civil peruano
-EL código alemán en su artículo 951 atribuye a la mala fe como acto ilícito
Nuestro código sigue la línea del código alemán al atribuir la condiciones de acto ilícito
a la mala fe siendo regulada en el ámbito penal en los delitos contra el patrimonio.
El tema de la especificación vino desde los tiempos de roma en los debates originados
para resolver dicha controversia . A estos los sabinianos identificaban como principal a la
materia empleada en contraposición a los proculeyanos que el dueño de la nueva especie
era el propietario de la materia empleada y para los últimos, el propietario seria el artífice .
A esto. Justiniano logra conciliar ambas posturas al declarar que si la nueva especie pueda
adquirir su forma anterior o primitiva entonces seguiría siendo propiedad de su inicial
dueño. por ejemplo cuando una estatua de oro puede ser fundida y ser nuevamente la
misma , en el caso de un vino que se hizo a partir de uva el dueño seria el artífice
2.2. MEZCLA
Es la forma originaria de adquirir la propiedad y se da cuando materia de diferentes dueños
se unen y resulta de ellas una distinta. Se presenta una inseparable originando una
copropiedad conflicto alguno con respecto a la mala fe el código civil no especifica deja
este criterio al ámbito penal en los delitos contra el patrimonio en el código civil peruano
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DERECHO DE PROPIEDAD
Art 382 especifica la mala fe y resuelve el conflicto de la siguiente manera. El que actúa de
mala fe pierde su propiedad en favor del otro además de una reparación de daño y perjuicio.
III. ACCESIÓN
En general, la accesión es un modo de adquirir la propiedad y un derecho real (derecho de
accesión), que se atribuye al propietario del suelo, y le permite hacer suyo todo aquello que
quede unido y acrezca a dicho suelo, ya sea en forma natural o artificial, bajo el
principio superficie solo cedit. En el caso de los bienes muebles el principio accessorium
sequitur principali permite que la inseparabilidad de dos o más bienes determine la
adquisición del resultante en favor del dueño del bien calificable como principal.
3.1.10. EL ALUVIÓN
3.1.10.1. DEFINICIÓN Y RÈGIMEN LEGAL
El término aluvión viene del latín alluvio, alluvionis, que significa avenida fuerte de agua,
inundación. El aluvión consiste en el incremento o acrecentamiento de tierras (o
sedimentos de cascajo) que se forman sucesiva, paulatina e imperceptiblemente en los
fundos y predios ribereños (o sea, confinantes con la ribera o margen de los ríos) por
efecto de la corriente de las aguas.
Una definición más sencilla nos da LUCRECIA MAISCH VON HUMBOLDT, para quien
se trata del "acarreo que hacen las aguas de las sustancias que se sedimentan".
Fundándose en el artículo 366 del Código español, LUIS DÍEZ PICAZO y ANTONIO
GULLÓN definen el aluvión como el "arrastre de tierra, légamo y otras sustancias que el
curso normal de un río lleva consigo. Este lento arrastre produce al mismo tiempo que
erosión en sus tierras, sedimentación de las sustancias arrastradas en otras, es decir,
imperceptibles y paulatinos desplazamientos de tierras. "En términos parecidos se
pronuncia BIAGIO BRUGI.
Dispone el artículo 939: Las uniones de tierra y los incrementos que se forman sucesiva e
imperceptiblemente en los fundos situados a lo largo de los ríos o torrentes, pertenecen al
propietario del fundo.
En pocas palabras, el aluvión viene a ser el conjunto de agregaciones o incrementos de
tierras que sucesiva e imperceptiblemente se forman en los predios ribereños, y que por
tanto pertenecen al dicho predio o fundo.
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DERECHO DE PROPIEDAD
3.1.1.2 CONDICIONES
2. Los fundos o predios deben confinar con la ribera o estar a lo largo de los ríos o
torrentes o corrientes de agua, no el mar porque la zona ribereña de éste pertenece
al Estado.
Según LUCRECIA MAISCH, "es necesario que la tierra quede perfectamente unida a la
propiedad de quien accede".
3.1.11. LA AVULSIÓN
3.1.11.1. DEFINICIÓN Y RÉGIMEN LEGAL
El término avulsión (avulsio) no es de origen romano, fue introducido en la época de los
glosadores.
La avulsión es "la agregación violenta por acción de una corriente de agua, cuando un río
parte de una heredad y lleva parte de ella a otra". Es decir, que la violencia o fuerza de un
río arranca una porción de un terreno o campo ribereño y la adhiere a otro también
ribereño.
El artículo 940 preceptúa: Cuando la fuerza del río arranca una porción considerable y
reconocible en un campo ribereño y la lleva al de otro propietario ribereño, el primer
propietario puede reclamar su propiedad, debiendo hacerlo dentro de dos años de
acaecimiento. Vencido este plazo perderá su derecho de propiedad, salvo que el
propietario del campo al que se unió la porción arrancada no haya tomado aún posesión de
ella.
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DERECHO DE PROPIEDAD
opuesto. En tal caso, dicha porción de terreno puede ser reivindicada por el propietario
original, peo en el término de dos años de acaecida. Caso contrario - esto es, si no la
reclama dentro de los dos años-, perderá su derecho, excepto que el propietario adquiriente
no haya tomado aún posesión de ella. En consecuencia, es facultativo del propietario a
cuyo predio se ha unido la parte del terreno, hacer valer o no la accesión.
Finalmente, para que exista avulsión es necesario que la porción (tierras, arena o plantas),
haya sido llevada por una fuerza súbita, es decir, por la acción violenta y repentina de las
aguas en un momento dado. Si falta esta condición, es decir si la agregación se ha formado
sucesiva e imperceptiblemente, no estaríamos ya frente a la avulsión, sino al aluvión.
3.1.2.2. CONDICIONES
1. Debe tratarse una porción considerable y reconocible de terreno, esto es, que sea
notada, advertida, vista;
2. Las tierras, arenas o plantas deben ser arrancadas violentamente por el río;
3. Que resulte de la fuerza o violencia de las aguas del río, es decir, será espontánea y
no provocada;
4. Es forzoso que los fundos o terrenos sean confinantes con la ribera o que estén a lo
largo del río; y
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DERECHO DE PROPIEDAD
La Ley General de Aguas (Decreto Ley Nº 17.752 de 24 de Julio de 1969), que derogó en
su artículo 146 el Código de Aguas, no permite estas formas de adquirir la propiedad y ya
no las legisla, pero es menester estudiarlas a fin de tener una visión mas completa. En
efecto, el citado dispositivo determina que: " Las aguas, sin excepción alguna, son de
propiedad del Estado, y su dominio es inalienable e imprescriptible. No hay propiedad
privada de las aguas ni derechos adquiridos sobre ellas…" (Art. 1º). De igual forma,
prescribe que son propiedad del Estado, entre otros, "los álveos o cauces de las aguas" (art.
5, "c"). Por lo demás, si bien es cierto que podrían presentarse conflictos entre esta ley y
el Código Civil, no es menos cierto que la ley general de aguas tiene plena eficacia, en
virtud del principio de que una ley especial prima sobre una ley general.
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DERECHO DE PROPIEDAD
Aquí se regulan los conflictos que se originan entre el dueño del suelo, o terreno y el
propietario del edificio, es decir, de lo construido o edificado, sea porque se ha edificado
en terreno ajeno o con materiales ajenos.
Este modo de adquirir el dominio queda reducido, en esencia, a la regla general que
preside esta cuestión y que se basa en el aforismo superficies solo cedit: lo que se adhiere
o incorpora a un predio, como consecuencia del trabajo del hombre, pertenece al dueño del
suelo. Sin embrago, la legislación en este aspecto presenta algunos matices novedosos.
A este respecto, debe tenerse en cuenta los principios rectores de la unión de objetos. En
efecto, no siempre el suelo resulta ser lo de más valor, muchas veces la construcción - no
sólo "edificación"- requiere de una mayor inversión de capital, por lo que resulta más
importante atribuir el dominio por accesión al constructor. Sobre eso hay varias hipótesis
que resuelve la ley.
Por ello, autores como HÉCTOR LAFAILLE, que critica la solución clásica de
favorecer siempre al propietario, pues a veces sobre un terreno de escaso o poco valor se
hacen construcciones mucho más costosas. Para el jurista argentino, debía resolverse
teniendo en cuenta el valor tanto del suelo cuanto de lo construido.
2. Edificación en terreno ajeno con mala fe del dueño del suelo (art. 942);
4. Edificación, siembra o plantación (en terreno propio) con materiales ajenos, que
puede ser:
No se contempla una quinta hipótesis: aquella que se presenta cuando el que ha construido
no es propietario del suelo ni de los materiales empleados.
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DERECHO DE PROPIEDAD
No siempre lo construido tiene más valor. De ahí que la citada regla superficies solo
cedit haya sufrido una atenuación. Esto tomando en consideración que la creación de
riqueza que toda construcción implica, especialmente cuando es de buena fe, no otorga
necesariamente el domino al dueño del suelo; puede conferirse al constructor. Para ello se
tendrá en cuenta si hay buena o mala fe.
El Código peruano - como por ejemplo, también el Código español- habla repetidamente
de "edificación", cuando el término más apropiado es el de "construcción", pues no hay
que excluir que "lo realizado fuese una obra distinta de la edificación, que se une o
incorpora de forma permanente al suelo" (DÍEZ PICAZO y GULLÓN ).
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DERECHO DE PROPIEDAD
Cuando el edificador o constructor edifica de buena fe en terreno ajeno, el dueño del suelo
tiene la siguiente alternativa:
1) Puede hacer suyo lo edificado (en vía de accesión industrial adquiere la construcción);
hipótesis en la cual debe pagar el valor de dicha edificación, cuyo monto será el promedio
entre el costo nominal y el valor actual de la obra, para lo cual necesitará hacer una
tasación del edificio;
2) Puede obligar o exigir al constructor que pague el valor comercial actual del terreno.
Se presenta aquí "una creencia basada en un error excusable, sobre el dominio del suelo:
cree pertenecerle, o una creencia, también asentada sobre un error excusable, sobre el
alcance del título que ostenta: cree que le faculta para obrar como lo ha hecho[20]".
El numeral 941 le confiere un derecho de opción.
Ahora bien: esta solución, que podríamos llamar moderna, no siempre es aceptada. Para el
maestro peruano MAX ARIAS SCHEREIBER PEZET, el propietario es perjudicado en
cualquiera de las dos alternativas, "ya que se vería obligado a pagar el valor de la
construcción que no proyectó o a vender un terreno respecto del cual tenía
otros proyectos".
Esta hipótesis sucede cuando, por ejemplo, un adquiriente (A) compra un terreno en
determinada zona urbana, pero por error construye o edifica de buena fe en el lote
correspondiente a otra persona (B). En tal caso, y de conformidad con el primer supuesto
de este articulo, la edificación corresponde a B (dueño del suelo), pero debe pagar el valor
de la construcción; o, de lo contrario, A adquirirá lo construido pero pagando el valor
comercial del terreno, se así lo estima el dueño del suelo.
El fundamento de esta norma - que otorga derecho de elección al dueño del suelo a
adquirir lo construido, o a exigir al edificador comprador el terreno - es que, como
sostiene ROJINA VILLEGAS, "no podría obligarse al dueño a adquirir la construcción,
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DERECHO DE PROPIEDAD
pues podría no tener recursos económicos para cubrirla, y entonces se originaría una
situación anormal permanente ante el propietario de lo edificado y el propietario del
predio".
El derecho de opción que establece el artículo 941 trata de lograr una solución equitativa:
suponiendo que el constructor obra de buena fe, debido a un error excusable en cuanto al
dominio del suelo o de la extensión del título que ostenta, provee dos alternativas. Ello
porque tampoco puede desconocerse que el propietario del suelo se perjudica, pues quizás
se ve obligado a vender un terreno que no tenia programada.
Pero, ¿Qué pasa si no ejercita el derecho de opción? Aunque la ley no lo diga, se produce
una situación cuyos principios rectores la doctrina sintetiza básicamente en dos:
2º) El tercero ostenta un dominio sobre la obra, plantación o siembra, pero o sobre aquel
terreno.
Habrá, en suma, una ocurrencia de dos derechos de propiedad. Lo que no es lógico es que
la obra, plantación o siembra carezca de titular en esta situación".
Como se puede apreciar, la jurisprudencia ha resuelto siempre a favor del dueño del suelo
(superficies solo cedit).No se conocen todavía aplicaciones relativas al segundo criterio
(alternativa) que legisla el articulo 941.
Aquí opera con todo vigor el principio de la accesión y el dueño del suelo se beneficia con
creces. En este caso de accesión industrial, cuando el edificador construye de mala fe, es
decir de pleno conocimiento de que el terreno edificado es ajeno, el dueño del suelo tiene
la siguiente opción:
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DERECHO DE PROPIEDAD
2) Si prefiere, puede hacer suyo lo construido sin tener que pagar suma alguna.
Hay que decir que lo estipulado en el primer supuesto - la demolición - no es una fórmula
muy feliz, y ha sido cuestionada desde antiguo porque, como decía ELEODORO
ROMER, "en el derecho moderno no debe admitirse el derecho de destruir, que
corresponde a la pasada concepción individualista de la propiedad"; para no hablar de la
indemnización que además debe pagar el constructor de mala fe.
En cuanto al segundo supuesto - esto es, que pueda quedarse el propietario del suelo con lo
construido sin pago alguno-, parece ser excesiva la pena y caería dentro del
enriquecimiento indebido. La jurisprudencia nacional ha establecido desde tiempo atrás
que: " El que edifica de mala fe en terreno ajeno carece de derecho para demandar el pago
del valor de lo edificado". ¿Desde cuando habrá mala fe? Los tribunales han sentado
jurisprudencia que: "Las edificaciones hechas en terreno ajeno después de haber citado el
poseedor con la demanda del propietario, se consideran de mala fe".
Está enunciada en el artículo 942 que dice: Si el propietario del suelo obra de mala fe, la
opción de que trata el artículo 941 corresponde al invasor de buena fe, quien en tal caso
puede exigir que se le pague el valor actual de la edificación o pagar el valor comercial del
terreno.
b) Pagar el edificador el valor comercial actual del terreno, y adquirir la propiedad del
edificio.
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DERECHO DE PROPIEDAD
La mala fe del dueño del suelo reside en que no hay una tajante oposición a la
construcción (obra) a pesar de que tiene conocimiento. En el fondo equivale a una
autorización o aquiescencia. Se trataría, en términos de DÍEZ PICAZO y GULLÓN, de
una conducta omisiva que es juzgada de aquiescencia, pues la obra se ha ejecutado a su
vista, ciencia y paciencia.
Esta hipótesis del artículo 942, constituye una innovación, ya que no estaba regulada en el
código abrogado.
El código español también la tipifica en su numeral 364. Puesto que la conducta omisiva
del dueño del suelo equivale a una aquiescencia de la ejecución de la obra del tercero (con
mala fe), dicho articulo estipula una "compensación de culpas, y ordena que se regule
como si el tercero hubiere obrado de buena fe". En cambio, el código hispano no regula
expresamente la buena fe del tercero y mala fe del dueño del terreno. Agregan DÍEZ
PICAZO y GULLÓN que "su conducta ilícita es fuente de una obligación de reparar los
daños y perjuicios que no queden cubiertos por las indemnizaciones preceptuadas en
aquella norma".
Si la porción ocupada hiciere insuficiente el resto del terreno para utilizarlo en una
construcción normal, puede exigirse al invasor que lo adquiera totalmente.
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DERECHO DE PROPIEDAD
terreno ocupado pagando su valor, excepto que opte por destruir lo construido (art.944,
ap.1º). Es decir, que se protege la buena fe del poseedor (invasor).
Esto acontece cuando, por ejemplo, una persona compra un lote de terreno de unos 300
metros cuadrados, pero por un error en la medición invade y construye algunos metros
más, es decir construye en parte de la propiedad colindante ajena. En estos casos, procede
a destruirlo o demolerlo generalmente cuando la construcción es de poco valor.
En cambio, la otra hipótesis es que si la porción construida hiciere insuficiente el resto del
terreno para utilizarlo en una construcción normal, puede el propietario exigir al invasor
que lo adquiera totalmente (art. 944, párr.2º).
Esto sucederá, verbigracia, si el invasor construyera el cincuenta por ciento (la mitad) más
del terreno, de suerte que resultare desventajoso para el dueño de la propiedad colindante.
Esta solución se estima bastante lógica.
Cuando la invasión del terreno colindante sea con mala fe del edificador, se aplicará la
misma solución del artículo 943, esto es:
Esta última hipótesis (invasión de mala fe), no estaba prevista en el código derogado.
Como puede observarse, aun en esta situación el dueño del suelo podrá exigir la
demolición, pero sólo si ésta le causare perjuicio.
Se requiere también que la edificación esté concluida o a punto dde concluir. Si el lote
sólo ha sido cerrado levantando muros o pequeñas paredes que se introducen en los fundos
vecinos, es evidente que aún no existirá edificación (CASTAÑEDA).
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DERECHO DE PROPIEDAD
En los casos de diferencia en las áreas de los inmuebles que se presentan derivadas de la
compraventa, se observan dos situaciones:
1) La venta efectuada con arreglo a la extensión o cabida del bien ( venta ad - mensuram);
2) La venta ad - corpus.
En el segundo caso, o sea en la venta ad corpus, que se da cuando el bien se vende fijando
el precio por la totalidad y no con arreglo a su extensión, el comprador está obligado a
pagar la totalidad del precio aunque resulte que la extensión real es diferente. Empero, si la
extensión real difiere de la señalada en el contrato en más de una décima parte, el precio
será reducido o aumentado proporcionalmente (art. 1577). Esta hipótesis estaba legislada
en el artículo 1423 del código derogado.
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DERECHO DE PROPIEDAD
El dueño del suelo se hace propietario de los materiales (ajenos) por la vía de la accesión.
Esta modalidad está regulada en sus dos variantes: de buena y mala fe, por el artículo 945.
En realidad se trata de un acto ilícito. Empero como ello conduce a la creación de riqueza
y de utilidad social (DÍEZ PICAZO y GULLÓN), la ley
establece soluciones indemnizatorias, algunas de ellas muy severas, especialmente cuando
el empleo de materiales es con mala fe.
En cambio el código español en su artículo 360, trae otras salidas. Así LUIS DÍEZ
PICAZO y ANTONIO GULLÓN, dice que: "Cuando la restitución puede hacerse sin
menoscabo de la obra, el dueño de los materiales conserva su derecho y puede retirarlos.
Mas cuando ello no es posible, ese dueño los pierde y los hace suyos el dueño del suelo".
El que edifica o construye con materiales ajenos, o siembra plantas o semillas ajenas, de
buena fe, adquiere la propiedad de lo construido o sembrado, pero está obligado a pagar el
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DERECHO DE PROPIEDAD
valor de tales materiales, plantas o semillas, puesto que de otro modo se produciría un
enriquecimiento sin causa.
Esta hipótesis se aplica muy raramente, ya que quien emplea materiales ajenos de buena fe
queda protegido por los artículos 912(el poseedor es reputado propietario, mientras no se
pruebe lo contrario) y el 948(el que posee de buena fe y como propietario adquiere el
dominio), ya que en el momento que los utiliza, los materiales son muebles - recién
cuando se adhiere materialmente, se convierten en inmueble por accesión física- , y la
buena fe del poseedor de muebles se presume.
Cuando la edificación, plantación o siembra se hacen de mala fe, esto es, a sabiendas de
que se trata de materiales, plantas o semillas ajenos, también adquiere lo construido,
plantado o sembrado, pero en este caso debe pagar el doble del valor de los materiales,
plantas o semillas, amén de la correspondiente indemnización por daños y perjuicios, que
deberá probarse.
En lo referente a la pena, ésta es más severa que la contenida en el artículo 870 del código
derogado, y se ha vuelto a la que disponía el pago del doble del valor del artículo 508 del
código de 1852.
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DERECHO DE PROPIEDAD
Esta figura está normada por el artículo 946: El propietario del animal hembra adquiere la
cría, salvo pacto en contrario.
Para que los animales se consideren frutos, basta que estén en el vientre de la madre,
aunque no hayan nacido.
En el primer parágrafo de este artículo ratifica la doctrina que hemos expuesto. De igual
manera con arreglo a la parte final del mismo parágrafo primero, se puede pactar o
convenir que la cría pertenezca al dueño del semental (cuando haya cruce de animales de
diferentes dueños) y ese contrato es lícito, no sólo porque lo autoriza el citado dispositivo
del código, sino porque no viola ninguna ley de orden público.
Por otra parte, para el legislador las crías son frutos naturales, y considerarlas como tales,
hasta que estén en el vientre de la madre, aunque el animal sea no nato, esto es, que no
haya nacido (art. 946, párr.2º) Sin embargo, a este respecto, debo decir
con Castañeda, que los frutos del bien no le corresponden al propietario de éste por
accesión, sino por extensión del dominio.
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DERECHO DE PROPIEDAD
1) Si usa de buena fe los elementos reproductivos de animal ajeno, debe pagar el valor del
elemento reproductor;
2) Si actúa de mala fe, esto es, a sabiendas de que los elementos reproductivos son ajenos,
debe pagar el triple del valor.
En suma, los efectos son distintos, según que la utilización (posesión) de elementos
reproductivos sea de buena o de mala fe en la legislación comparada, la corriente de
considerar la cría de animales como modo de adquirir la propiedad por accesión es
mayoritaria, tal por ejemplo, la francesa (Code, art. 547, ap.3º).
Se adquiere a los cinco años cuando median justo título y buena fe.
E. POSESIÓN CONTINUA
Antes de desarrollar este requisito de la prescripción, debemos de recordar que según el
Código Civil Peruano la posesión es el ejercicio de uno o más poderes inherentes a la
propiedad; es así que el mismo código prescribe que son poderes inherentes a la propiedad:
el uso, disfrute, la disposición y la reivindicación.
La continuidad es la POSESION del bien sin perturbaciones, pero debemos tener en cuenta
los actos cotidianos que realiza el poseedor dependerán de la propia naturaleza del inmueble,
es así por ejemplo, que se trate de un inmueble que es ocupado ocasionalmente por la
persona esto no quiere decir que la posesión continua ha sido interrumpida o perturbada; por
esa razón el Código Civil en su artículo 915 nos dice textualmente: "si el poseedor actual
prueba haber poseído anteriormente, se presume que poseyó en el tiempo intermedio, salvo
prueba en contrario".
Sin embargo, por lo dicho líneas arriba debemos saber que el código civil en su artículo
953º también dice: "se interrumpe el término de la prescripción si el poseedor pierde la
posesión o es privado de ella, pero cesa ese efecto si la recupera antes de un año o si por
sentencia se le restituye".
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DERECHO DE PROPIEDAD
En opinión de Jorge Avendaño es discutible que este ultimo sea un poder inherente a la
propiedad; la reivindicación es en rigor, la expresión de la persecutoriedad, que es un
atributo que corresponde a todo derecho real, en todo caso para efectos de concepto o
noción de la posesión se debe considerar que los poderes de la propiedad son el uso, el
disfrute, y la disposición; por consiguiente, todo el que usa es poseedor, también lo es quien
disfruta, estos dos son en realidad los poderes que configuran la posesión; la disposición, si
bien es también un poder inherente a la propiedad, importa un acto único y aislado, por lo
que difícilmente es expresión posesoria.
F. POSESIÓN PACÍFICA
La posesión debe ser exenta de violencia física y moral. "Ser pacífica significa que el poder
de hecho sobre la cosa no se mantenga por la fuerza. Por tanto, aun obtenida violentamente,
pasa a haber posesión pacífica una vez que cesa la violencia que instauró el nuevo estado de
cosas".
La posesión del bien debe ser pacífica al momento de interponer la demanda de prescripción
adquisitiva, esto quiere decir que esta posesión no debió ser adquirida por la fuerza, que no
se vea afectada por violencia y que no sea objeta judicialmente en su origen. Pierde el
carácter pacífico cuando el poseedor es demandado en vía de acción reivindicatoria.
Sobre ello La doctrina coincide con lo señalado por Albaladejo, en el sentido de que una vez
que hayan terminado los actos de violencia, recién en ese momento se puede considerar que
existe posesión pacífica que vale para prescribir. Puntualiza el maestro, al explicarnos que
"como de lo que se trata es de que la situación mantenida violentamente no tenga valor
(mientras la violencia dura) para quien ataca la posesión de otro, hay que afirmar que sí hay
posesión pacífica para el que defiende por la fuerza la posesión que otro trata de arrebatarle.
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DERECHO DE PROPIEDAD
No existe posesión pacífica cuando el poseedor ha sido vencido en los procesos sobre
impugnación de resolución administrativa y nulidad de título de propiedad; en este caso, no
se cumple con uno de los requisitos para adquirir la propiedad por usucapión
G. POSESIÓN PÚBLICA
Se entiende que la prescripción adquisitiva, funciona a través de un hacer por parte del
poseedor, es decir, porque éste actúa sobre el bien como propietario, es más, al poseedor se
le presume propietario; entonces no se entendería la validez de este principio si el poseedor
actuara de forma clandestina. También se debe entender que para que sea válida la posesión,
el propietario debe estar enterado de la misma y no accionar.
Precisa el Dr. Gunther Gonzáles Barrón citando a Hernández Gil, que la posesión como
hecho propio de la realidad física, como situación fáctica, solamente existe en cuanto el
hecho se manifiesta socialmente. En tal sentido, una posesión clandestina no llega a ser tal,
pues el adjetivo resulta ser contradictorio con el sustantivo al que pretende calificar.
Quien pretende el reconocimiento del orden jurídico como propietario, no puede esconderse
u ocultarse, no puede tener conductas equívocas o fundarse en meras tolerancias del
verdadero poseedor, pues la clandestinidad es mirada con repulsa, en cuanto sustrae a algo
del curso natural de las interacciones humanas, a través de la negación de un valor social
fundamental como es la comunicación.
La Posesión Pública nos dice, que es necesario reconocer que el requisito de que la posesión
sea pública es plenamente lógico, porque lo que verdaderamente caracteriza el ejercicio del
derecho de propiedad es su ejercicio público erga omnes. Apenas se puede concebir una
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DERECHO DE PROPIEDAD
Por su parte, Berastain Quevedo citando a PAPAÑO, KIPER, DILLON y CAUSSE, nos
refiere que la posesión es pública cuando exista una exteriorización de los actos posesorios,
que actúe conforme lo hace el titular de un derecho.
"El usucapiente es un contradictor del propietario o del poseedor anterior. Por eso, es
necesario que la posesión sea ejercida de manera que pueda ser conocida por estos, para que
puedan oponerse a ella si esa es su voluntad. Si ellos pudieron conocer esa posesión durante
todo el tiempo que duró, y no lo hicieron, la ley presume en ellos el abandono, y la posesión
del usucapiente se consolida".
Siendo ilustrativo el profesor último citado, indica que lo contrario a la posesión pública es
la posesión clandestina, que carece de eficacia posesoria, por ejemplo, una persona que
ingresa por las noches a un inmueble por un pequeño hueco en la pared del lindero del
fondo, y que antes que amanezca se retira del inmueble. Este individuo no podrá adquirir la
propiedad por prescripción, ya que su posesión ha sido clandestina. La prueba de la
publicidad de la posesión se da a través de las testimoniales de los vecinos, que son las
personas idóneas para atestiguar si la persona que invoca la prescripción ha ejercido una
posesión de público conocimiento.
JUSTO TÍTULO
Al igual que en la Prescripción Adquisitiva, el Código sustantivo no define lo que es justo
título, a diferencia del Código de 1,852, que consideraba, "como justo título para adquirir
por prescripción toda causa bastante para transferir el dominio".
Es el título imperfecto, para ser tal es indispensable que el acto jurídico tenga por finalidad
la transferencia del dominio a favor de usucapiente, aunque por presentar algún vicio o
defecto no puede cumplirse esta finalidad. Justamente se adquiere por prescripción por que
el usucapiente posee a título de propietario y posee a título de dueño por que ha mediado
una causa suficiente para transmitir la propiedad. Evidentemente, esa causa legítima
solamente va a resultar eficaz para justificar la posesión como dueño, pero no para transferir
la propiedad merced del vicio o defecto que padece, los cuales serán subsanados por el
hecho de la posesión por el tiempo previsto por la ley.Este instrumento de orden legal
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DERECHO DE PROPIEDAD
Justo título es el título traslativo que de por sí habría bastado para operar la transferencia del
dominio reuniendo las condiciones legales. Cuando la segunda parte del artículo 950 el
Código Civil establece la existencia del justo título, es obvio que aun cuando este haya sido
expedido por el propietario, nada impide que califique como tal, desde que deben tomarse
en cuenta otras circunstancias, como son, en este caso, el hecho de la imposibilidad legal de
la subdivisión del predio rústico, así como la posesión física por mayor tiempo al requerido
por la ley.
BUENA FE
La buena fe es un elemento indispensable para que pueda existir la prescripción abreviada.
Nuestra legislación considera que tanto ella, como el justo título, constituyen elementos
diferentes, que para poder dar origen a la Usucapión tienen que darse en forma conjunta.
El artículo 914º del Código Civil, presume la buena fe de quien posee, principio dirigido a
favorecer la consolidación de las situaciones de hecho, ya que en la mayoría de los casos
sería muy difícil poder probar la existencia de la buena fe, siendo que en este caso quien se
opone a la posesión, sería el obligado a probar la mala fe por parte del poseedor.
De acuerdo con la segunda parte del artículo 914 del Código Civil, esta presunción no
favorece al poseedor cuando el bien está inscrito a nombre de otra persona, porque en este
caso la inscripción es prueba de dominio.
Si pretendemos definir a la buena fe, diremos que es la creencia del poseedor de ser legítimo
por ignorancia o error de hecho o de derecho sobre el vicio que invalida su título (artículo
906 del C.C. Ahora bien, "la buena fe no es solamente una 'creencia' fundada en un estado
psicológico (meramente interno) del poseedor. La buena fe sí es creencia, pero debe
responder al modo de actuar honesto de una persona. Por tanto, la buena fe no puede
fundarse en un error inexcusable, pues existe un deber social de actuar diligentemente. Por
ello, exige que el poseedor ostente el título de adquisición de la propiedad, en el cual pueda
sustentar su 'creencia honesta'. En resumen, aquí no se exige solamente una 'buena fe-
creencia', sino que se avanza hasta una buena fe-diligencia.
Regresando a nuestra realidad jurídica nacional, tenemos que según el Código Civil, existe
buena fe "cuando el poseedor cree en su legitimidad, por ignorancia o error de hecho o de
derecho sobre el vicio que invalida su título" (artículo 906 C.C). De esta definición legal es
posible obtener inferir las siguientes ideas:
b) La buena fe requiere que el poseedor tenga un JUSTO TITULO en el que se funde esa
creencia;
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DERECHO DE PROPIEDAD
c) La buena fe implica que el poseedor actúa por ignorancia o por error de hecho o de
derecho
El justo título y la buena fe son dos requisitos especiales para que opere la prescripción
adquisitiva ordinaria, pero estos no son independientes. El que desee adquirir un bien por la
prescripción ordinaria deberá acreditar su justo título que a su vez servirá como sustento de
presumir la buena fe.
Ahora bien, conforme lo señala el artículo 907 del C.C., la buena fe solo durará hasta que
las circunstancias permitan al poseedor creer que posee legítimamente el, en todo caso hasta
que sea notificado con la demanda, si esta resulta fundada.
Para la prescripción extraordinaria solo es necesario acreditar una posesión útil para
usucapir, es decir que la posesión reúna todos los requisitos generales (continua, pacífica,
pública y como propietario), sin necesidad de acreditar la apariencia legal justo título y
buena fe).
La prescripción adquisitiva corta, ordinaria o leve, como también se le conoce, tiene por
objeto favorecer a todos aquellos que creyéndose en justicia propietarios no son tales por
razones ajenas a su voluntad y previsión. Dicen Planiol y Ripert “que la prescripción de diez
a veinte años tiende a subsanar en cuanto el verdadero propietario, el vicio que resulta del
hecho de no tener la propiedad aquel de quien el poseedor haya obtenido su Derecho. La ley,
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DERECHO DE PROPIEDAD
como especial consideración en favor del tercero que ha recibido un inmueble a “non
domini”, le asegura, al cabo de un breve plazo, la situación que hubiera tenido si hubiera
tratado con el verdadero propietario (Arias-Schreiber, 1993).
En síntesis, habrá posesión continua: a) cuando ella se tiene o ejerce sin interrupción, b)
cuando la interrupción es menor de un año, o C) cuando durando más de un año, esta le es
restituido por sentencia (Cruz, 2004)
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DERECHO DE PROPIEDAD
Largamente consolidadas por el paso del tiempo, y en las que se toma en cuenta los
requisitos de orden jurídico-formal, pues basta la posesión continua, pacífica y como
propietario.
Caracteres:
5.1. EL SUELO
El suelo es el elemento natural sobre el que se construyen y descansan los desarrollos
poblacionales, los que por definición nunca son estáticos, pues responden a las propias
tendencias de evolución urbana, por lo que su uso debe ser permanente revisado y
actualizado por la autoridad urbanística a fin de adecuarlo a las exigencias de los nuevos
tiempos, optimizando su uso, densificando e intensificando su aprovechamiento racional,
pues el suelo urbano es un recurso natural escaso y no renovable. De allí la enorme
importancia de regular normativamente su uso a la luz de los nuevos requerimientos de la
población dotando así de sostenibilidad al desarrollo urbano de las ciudades.
Cuando el predio está registrado, los confines horizontales deben constar con toda precisión
en el registro de predios. Conforme al art. 19 del Reglamento de Inscripciones del Registro
de Predios, aprobado mediante Resolución de la Superintendencia Nacional de los Registros
Públicos N° 097-2013-SUNARP/SN, publicado el 3.5.2013, el asiento de inmatriculación
contendrá:
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DERECHO DE PROPIEDAD
Asimismo se consignará el nombre del predio, sector, valle de ser el caso, linderos y
medidas perimétricas en el supuesto del tercer párrafo del artículo 20 y cualquier otra
información que permita identificar plenamente el predio que se inscribe.
5.2. EL SUBSUELO
La propiedad predial se extiende en el subsuelo hasta donde le sea útil al dueño, siempre
que lo ejerza en armonía con el interés común y dentro de los límites de la ley. Por ejemplo,
puede construir los cimientos para sus edificaciones, realizar edificaciones subterráneas,
construcción de silos, cavar pozos de agua, etc. El propietario del suelo no puede oponerse a
las actividades de terceros en el subsuelo que no tenga interés en excluir.
Los recursos naturales, yacimientos, restos arqueológicos y otros bienes excluidos por ley,
que se encuentren en el subsuelo, no pertenecen pertenecen al dueño del suelo sino al
Estado. El art. 66 de la Constitución prescribe que “los recursos naturales, renovables y no
renovables, son patrimonio de la nación. El Estado es soberano en su aprovechamiento. Por
ley orgánica se fijan las condiciones de su utilización y de su otorgamiento a particulares.
La concesión otorga a su titular un derecho real, sujeto a dicha norma legal”.
5.3. EL SOBRESUELO
El derecho del propietario del suelo se extiende al sobresuelo (aires o espacio aéreo sobre la
superficie) hasta donde le sea útil, siempre que lo ejerza en armonía con el interés común y
dentro de los límites de la ley. El propietario tiene la facultad de extender en él sus
construcciones hasta los límites máximos permitidos por ley, y puede también demandar la
demolición de las obras del vecino que a cualquier altura avancen sobre ese espacio o cortar
las ramas que lo invadan.
Un sector de la doctrina sostiene que el espacio aéreo o aires sobre el suelo no puede ser
objeto de propiedad. Por ejemplo, Gurfinke afirma:
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DERECHO DE PROPIEDAD
“En realidad no se trata de la propiedad del espacio, por cuanto el espacio no es una cosa
desde el punto de vista físico y, por ende, no puede constituir el objeto ni de la posesión ni
de los derechos reales; se trata de un concepto de relación en tanto las cosas ocupan un lugar
en el espacio”. Sin embargo, el ordenamiento jurídico establece que el propietario del suelo
los es también del sobresuelo: este tiene la calidad de bien inmueble (art. 885.1), forma
parte de la propiedad predial (art. 954) y puede pertenecer a propietario distinto del dueño
del suelo (art. 955). El art. 63 del Reglamento de Inscripciones del Registro de Predios
(RIRP) aprobado mediante Resolución N° 097-2013-SUNARP/SN del 3.5.2013, dispone:
“Cuando en el Reglamento Interno se establezca la reserva de aires de la edificación, ésta
podrá independizarse como sección de dominio exclusivo siempre que se le asigne
porcentaje de participación delos bienes comunes. En este caso la independización
procederá, siempre que cuente con área proyectada de acceso. El Reglamento Interno puede
establecer reserva de aires sin independización, en cuyo caso esta circunstancia consta en
asiento específico correspondiente a la partida registral del predio matriz, o de otra partida
vinculada”.
En una edificación por pisos, sujeta al régimen de la propiedad horizontal (Ley 27157), la
azotea constituye zona común cuando no se ha previsto lo contrario. Sin embargo, el
régimen de zona común de la azotea puede ser sustituido por el régimen de propiedad
exclusiva, requiriéndose para ello una votación favorable de las dos terceras partes de la
junta de propietarios de las diferentes secciones que integran la edificación (art. 5.7, 2do
párrafo de la Directiva N° 009-2008-SUNARP/SN), en aplicación el art. 47.1 de la Ley N°
27157, por el cual la junta de propietarios tiene la representación conjunta de todos ellos,
por lo que sus acuerdos los vinculan aun cuando no sean unánimes.
El derecho del ejercicio útil del espacio aéreo sobre el suelo tiene limitaciones legales, por
ejemplo, el propietario no puede oponerse a la libre navegación aérea (art. 18 de la Ley N°
27261). La Ley N° 27972 (Ley Orgánica de Municipalidades) faculta a las municipalidades
a imponer limitaciones a la propiedad privada a fin de que las construcciones no sobrepasen
las alturas máximas permitidas en el Reglamento Nacional de Edificaciones, y en general
que la propiedad se use en armonía con el bien común (art. 88 y ss.).
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DERECHO DE PROPIEDAD
Los recursos naturales son patrimonio de la Nación. No pueden ser objeto de propiedad
particular.
A) REGULACIÓN LEGAL
La Constitución prescribe que “los recursos naturales, renovables y no renovables, son
patrimonio de la Nación. El Estado es soberano en su aprovechamiento. Por ley orgánica
se fijan las condiciones de su utilización y de su otorgamiento, a particulares. La
concesión otorga a su titular un derecho real, sujeto a dicha norma legal” (art. 66).
El el segundo párrafo del art. 954 señala que “la propiedad del subsuelo no comprende
los recursos naturales, los yacimientos y los restos arqueológicos, ni otros bienes regidos
por leyes especiales” (segundo párrafo del art. 954).
La Ley N° 28611, Ley General del Ambiente, establece que los recursos naturales
constituyen Patrimonio de la Nación. Su protección y conservación pueden ser invocadas
como causa de necesidad pública, conforme a ley (art. 5).
B) CONCEPTO
Se consideran recursos naturales a todo componente de la naturaleza, sin alteración
humana, susceptible de aprovechamiento para la satisfacción de las necesidades de las
personas, con valor económico actual o potencial (aguas, recursos eólicos, solares,
geotérmicos, el espectro radioeléctrico, minerales, petróleo, gas, carbón, bosques, peces,
aves, etc.).
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DERECHO DE PROPIEDAD
C) CLASIFICACIÓN
Los recursos naturales se clasifican en renovables y no renovables.
Los recursos naturales no son apropiables por los particulares, salvo la tierra que puede
ser objeto de propiedad privada o comunal.
El art. 5 de la Ley 28736, Ley para la protección de los pueblos indígenas u originarios
en situación de aislamiento y en situación de contracto inicial, establece que “las reservas
indígenas para los pueblos indígenas en situación de aislamiento o de contacto inicial son
intangibles en tanto mantengan tales calidades”. En ellas “no se otorgarán derechos que
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DERECHO DE PROPIEDAD
Conforme a la Ley 26821, los recursos naturales pueden ser entregados por el Estado a
los particulares para su aprovechamiento sostenible. La entrega se realizará mediante las
modalidades establecidas por ley para cada recurso natural.
El Estado conserva el dominio de los recursos naturales, así como los frutos y productos
mantenidos en su fuente. Los frutos y productos obtenidos corresponden al titular del
derecho de concesión.
Por ley dictada para el aprovechamiento sostenible de cada recurso natural se precisa las
condiciones, términos, criterios y plazos para el otorgamiento de derechos, incluyendo la
retribución al Estado por su otorgamiento, mantenimiento del derecho de vigencia, las
condiciones para su inscripción en el registro correspondiente y la posibilidad de su
cesión.
La concesión aprobada por ley otorga al concesionario el derecho de uso y disfrute del
recurso natural concedido y, en consecuencia, la propiedad de los frutos y productos a
extraer.
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DERECHO DE PROPIEDAD
A) EL CATEO.
El cateo es la actividad que conduce a poner en evidencia indicios de mineralización por
medio de labores mineras elementales. La prospección es la investigación que conduce a
determinar áreas de posible mineralización. La exploración es la actividad minera
tendiente a demostrar las dimensiones, posición, características mineralógicas, reservas y
valores de los yacimientos minerales. La explotación es la actividad de extracción de los
minerales.
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DERECHO DE PROPIEDAD
La norma del art. 37 establece: “Los titulares de concesiones, gozan de los siguientes
atributos:
2. A solicitar a la autoridad minera el derecho de uso minero gratuito para el mismo fin,
sobre terrenos eriazos ubicados fuera de la concesión.
5. A construir en las concesiones vecinas, las labores que sean necesarias al acceso,
ventilación y desagüe de su propias concesiones, transporte de los minerales y seguridad
de los trabajadores, previa la indemnización correspondiente si causan daños y sin
gravamen alguno para la concesiones sirvientes, dejando en cancha, libre de costos para
estas concesiones, los minerales resultantes de las labores ejecutadas. Los titulares de las
concesiones sirvientes, podrán utilizar estas labores pagando la respectiva compensación,
cuyo monto fijará la autoridad minera a falta de convenio de las partes.
6. A ejecutar en terreno franco las labores que tengan los mismos objetos señalados en el
inciso anterior, con autorización de la Dirección General de Minería.
8. A usar las aguas que sean necesarias para el servicio doméstico del personal de
trabajadores y para las operaciones de la concesión, de conformidad con las
disposiciones legales sobre la materia.
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DERECHO DE PROPIEDAD
9. A aprovechar las sustancias minerales contenidas en las aguas que alumbren con sus
labores.
Los Hidrocarburos “in situ” son de propiedad del Estado, quien otorga a PERUPETRO
S.A. el derecho de propiedad sobre los hidrocarburos extraídos para que pueda
explotarlos o celebrar contratos de exploración y explotación.
Para la fase de exploración los contratos pueden tener una duración de 7 años, pudiendo
extenderse por 3 años más. Para la fase de explotación de petróleo crudo, la duración
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DERECHO DE PROPIEDAD
puede ser de 30 años, y tratándose de gas natural no asociado, el plazo de duración puede
ser de 40 años.
Para la fase de explotación, tratándose de Petróleo crudo el plazo puede ser hasta 30 años,
contados desde la fecha del contrato. Tratándose de gas natural el plazo puede ser hasta
40 años.
En caso que un yacimiento se extienda a áreas contiguas, los contratistas de dichas áreas,
celebrarán un convenio de explotación. De no llegar a un acuerdo, el Ministerio de
Energía y Minas dispondrá el sometimiento de las diferencias a un Comité Técnico de
Conciliación y su resolución será de obligatorio cumplimiento.
El Estado garantiza a los contratistas que los regímenes cambiarios y tributarios vigentes
a la fecha de celebración del contrato, permanecerán inalterables durante la vigencia del
mismo.
A la terminación del contrato, pasarán a ser de propiedad del Estado, a título gratuito, los
inmuebles, instalaciones de energía, campamentos, medios de comunicación, ductos y
demás bienes de producción que permitan la continuación de las operaciones. Cualquier
persona natural o jurídica, nacional o extranjera, puede instalar, operar y mantener
refinerías de petróleos, plantas de procesamiento de gas natural y condensados, asfalto
natural, grasas, lubricantes y petroquímicas, con sujeción a las normas que establezca el
Ministerio de Energía y Minas.
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DERECHO DE PROPIEDAD
La Ley 28296, Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación, aprobada en julio del
2004, en el art. IV del TP, prescribe: “Declárese de interés social y de necesidad pública
la identificación, registro, inventario, declaración, protección, restauración, investigación,
conservación, puesta en valor y difusión del Patrimonio Cultural de la Nación y su
restitución en los casos pertinentes”.
Cualquier actividad arqueológica, sea extractiva o no, deberá ser autorizada por el
Instituto Nacional de Cultura (INC), Organismo adscrito al Ministerio de Cultura. Por
disposición del inc. b) del art. 8 de la Ley 29565, Ley de creación del Ministerio de
Cultura, es función de este Ministerio, compartida con los gobiernos regionales y locales,
promover el registro, la investigación, preservación, conservación, difusión y puesta en
valor del patrimonio arqueológico, a cuyo efecto cuenta con la Dirección de Arqueología
y la Dirección de Museos.
La ley protege a los restos arqueológicos declarados, así como a los conocidos pero no
declarados, y los que son descubiertos de manera fortuita.
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DERECHO DE PROPIEDAD
La Ley N° 29338, Ley de Recursos Hídricos, regula el uso y gestión de los recursos
hídricos.
a) Consejo Directivo;
b) Jefatura;
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DERECHO DE PROPIEDAD
El uso primario del agua no requiere autorización administrativa; siempre que no altere
las fuentes de agua en su cantidad y calidad, y no afecte los bienes asociados al agua. El
Estado garantiza el libre acceso a las fuentes naturales.
Igualmente, garantiza a todas las personas el derecho de acceso a los servicios de agua
potable, en cantidad suficiente y en condiciones de seguridad y calidad para satisfacer
necesidades personales y domésticas.
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DERECHO DE PROPIEDAD
H) AGUAS AMAZÓNICAS.
El agua amazónica, en el marco del desarrollo sostenible de la Amazonía peruana, es un
bien de uso público vertebrador de la biodiversidad, fauna, flora y de la vida humana en
la Amazonía. La planificación de la gestión del agua en la Amazonía tiene como
principal objetivo proteger, preservar y recuperar las fuentes de agua (cochas,
manantiales, humedales y ríos) y de sus bienes asociados (islas, barrizales y restingas),
por lo que el deterioro en la calidad de dichas fuentes producido por actividades públicas
o privadas es considerado falta muy grave por los daños que causa a la población, el
ambiente y el desarrollo de la Amazonía. Infracción en materia de agua. Constituyen
infracciones las siguientes:
5) dañar u obstruir los cauces o cuerpos de agua y los correspondientes bienes asociados;
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DERECHO DE PROPIEDAD
Las infracciones en materia de agua son calificadas como leves, graves y muy graves,
teniendo en cuenta los siguientes criterios:
6). reincidencia; y
Los predios son un tipo de bienes inmuebles y se consideran como tales a los terrenos, las
edificaciones (casas, edificios, etc.) e instalaciones fijas y permanentes (piscina, losa, etc.)
que constituyen partes integrantes del mismo, que no puedan ser separados sin alterar,
deteriorar o destruir la edificación. También, se consideran, como predios: a los terrenos,
departamentos, sótanos, estacionamientos, azoteas, zona reservada de aires (por tener esta
participación de propiedad sobre el área de terreno), depósitos y tendales.
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DERECHO DE PROPIEDAD
Desde un punto de vista sistemático, la propiedad predial puede considerarse como un tipo
específico o una modalidad del derecho de propiedad. Sin embargo, se diferencia de las
modalidades de la propiedad reseñadas anteriormente, debido a que la particularidad de
estas últimas radica en la manera en que se entrecruzan los intereses de varios sujetos, y la
respuesta que el mecanismo legal otorga. Por el contrario, con la propiedad predial
segmentamos una sección de los derechos de propiedad tomando en consideración, más
bien, el bien sobre el cual recae el derecho de propiedad.
Siendo así, los derechos de propiedad pueden recaer tanto sobre predios como sobre
bienes muebles e incluso sobre bienes incorporales, como sería el caso del segmento de la
propiedad intelectual. En ese entendido, al ámbito de la propiedad predial abarca todas las
titularidades que pueden existir sobre predios: la copropiedad sobre un predio, la
propiedad fiduciaria sobre un predio y los tipos de propiedad que justamente solamente se
entienden en función a los predios: la propiedad horizontal y, como veremos más adelante,
la propiedad superficiaria 95. Todas estas instituciones tienen como una base común las
reglas de las propiedad predial establecidas en el ordenamiento jurídico.
Ahora bien, dentro del conjunto de bienes inmuebles categorizados de esta manera por
nuestro ordenamiento, deberíamos decir que en nuestro sistema es el predio el que tiene la
importancia central. Naturalmente, esta importancia del concepto de predio no le viene al
derecho inmobiliario de una jerarquía de conceptos intrínseca al Derecho, sino más bien
de la propia realidad y utilidad práctica para las personas. En esa línea, se sostiene que la
importancia de la propiedad predial radica en que "(…) la familia descansa en la propiedad
territorial, y también ésta constituyó más tarde el fundamento del crédito real"96.
En ese marco, el estudio de las diferentes titularidades que se pueden tener sobre un predio,
las vicisitudes que dichas titularidades pueden sufrir y los diferentes pormenores de la
protección y eficacia de los atributos que dichas titularidades confieren en el campo del
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DERECHO DE PROPIEDAD
derecho inmobiliario no puede obviar una precisa delimitación del concepto de predio,
sobre el que se basan todas las demás figuras.
Por su parte, Martin Wolff señala respecto a la definición civil de predio: “Se llama finca –
independientemente considerada de toda mención en el Registro – a un espacio de límites
determinados en la superficie de la tierra. Cuáles sean sus límites, se desprende de la
historia de cada inmueble”. El autor hace referencia a la definición civil independiente de
la realidad registrada en razón de que en el sistema alemán el sistema del registro
constitutivo de derechos da lugar a que la inscripción sea el aspecto determinante de la
concepción jurídica de predio. En cualquier caso, la definición que este autor hace de un
predio o finca hace hincapié también en una delimitación de la superficie de la tierra, la
misma que se da artificialmente para efectos jurídicos atendiendo a la historia particular de
cada predio.
Por su lado, en la doctrina nacional, Jorge Eugenio Castañeda señala que “Los predios son
aquellas extensiones o porciones de tierra que ya han sido objeto de apropiación”,
definición que se acerca a las anteriores por tener como centro el concepto de tierra como
lo hace también la doctrina extranjera.
En sentido similar, Eleodoro Romero Romaña señala que los predios constituyen "(…) las
divisiones materiales que se hacen del suelo, para su apropiación por el hombre". Más allá
de que se utilice, esta vez, el concepto de suelo en lugar de la superficie terrestre, la
definición es sustancialmente la misma, puesto que lo determinante sigue siendo la
división hecha por el hombre de las parcelas de tierra que le sirven para satisfacer sus
intereses.
El predio entendido según las definiciones reseñadas estaría siendo descrito desde una
perspectiva bidimensional, que se reduciría a lo que de manera gráfica se representaría así:
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DERECHO DE PROPIEDAD
Es interesante apuntar que esta definición bidimensional de predio es una que se identifica
con la que en el lenguaje cotidiano se tiene de dicha palabra. Nuestro vocabulario
cotidiano identifica el predio con el terreno de dos dimensiones sobre el que bien se puede
asentar una construcción o se puede utilizar como terreno sin construir.
Aunque lo ideal sería que los conceptos usados en las normas recojan los términos de la
manera en que en el lenguaje común se definen, éste no ha sido el caso con el concepto de
predio. Tal como lo hemos reseñado en el caso de la diferencia entre el bien en sí mismo y
el derecho que recae sobre él, en este caso también consideramos necesario hacer un
análisis más acucioso del concepto de predio con el objetivo de determinar, desde un
punto de vista funcional más que dogmático, qué es lo que realmente debería considerarse
el bien objeto de interés de los particulares en este ámbito.
La propiedad del subsuelo no comprende los recursos naturales, los yacimientos y restos
arqueológicos, ni otros bienes regidos por leyes especiales”.
La norma citada tiene un tenor muy similar a su antecedente legislativo en el Código Civil
de 1936, la misma que introdujo una norma de este tipo por primera vez, al no existir una
semejante en el Código Civil de 1852107:
Artículo 854 del Código Civil de 1936.- La propiedad del predio se extiende al subsuelo y
al sobresuelo, comprendidos dentro de los planos verticales del perímetro superficial, y
hasta donde sea útil al propietario el ejercicio de su derecho. La regla de este artículo
comprende la propiedad de lo que se encuentra bajo el suelo, excepto las minas y las
aguas, que está regidas por leyes especiales.
A pesar de la similitud de las normas citadas en los códigos de 1936 y 1984, se sostiene
que la regulación actual de la propiedad predial se encuentra mejor estructurada en razón
de que las normas en los códigos anteriores se enmarcaban en un contexto de
preponderancia de la propiedad agraria, lo que redujo la cantidad de normas en materia de
propiedad predial en el anterior código.
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DERECHO DE PROPIEDAD
De ahí que consideremos acertada la opción de no incluir una definición legislativa, puesto
que ello permite que la delimitación de un concepto extralegal como el del predio pueda ir
evolucionando a través de los años sin la necesidad de que para tal efecto se hagan
modificaciones legislativas o interpretaciones alambicadas. A continuación vamos a
realizar el estudio de esta norma y de los demás aspectos de la propiedad predial.
Así se entiende que el crecimiento de las ciudades pueda darse también de manera vertical.
Si lo que se necesitara fueran los terrenos entendidos desde un punto de vista
bidimensional, el crecimiento de las ciudades sería necesariamente a través de las áreas
que se encuentran en la periferia.
5.5.1. LA DENOMINACIÓN
A la propiedad horizontal se le denomina también: propiedad por pisos, propiedad por
departamentos, condominio, en el artículo 958º.- La propiedad horizontal se rige por
la legislación de la materia. edificios, condominio edilicio, conjuntos inmobiliarios,
propiedad cúbica.
El Código civil (art. 958) lo denomina propiedad horizontal. Sin embargo, la vigente Ley
Nº 27157, en adelante la Ley, y su reglamento, T.U.O aprobado por D.S. Nº 035-2006-
52
DERECHO DE PROPIEDAD
5.5.2. ANTECEDENTES
En Roma, un texto de Papiniano habla de casas que tenían un mismo techo y fueron
legadas a dos personas diferentes, pero siendo privativas de cada uno ciertas partes; otro
texto de Ulpiano refiere que a veces se daban en superficie a diferentes personas los
diversos pisos de un edificio, con uso común del acceso a sitio público
En la Edad Media apareció la propiedad horizontal con caracteres definidos, las Ciudades-
Estados italiana, “muestran verdaderas divisiones horizontales de edificios debido
indudablemente al encerramiento natural de los típicos recintos amurallados de esas
épocas, lo que hacía necesario expandirse en altura”.
5.5.3. IMPORTANCIA
La explosión demográfica de la población y su concentración en grandes ciudades ha
determinado que el crecimiento de estas no sea horizontal sino en forma vertical mediante
la construcción de edificios por pisos, cada vez más altos, con uno o varios departamentos
por piso, pertenecientes a distintos propietarios, quienes además de ser dueños en
exclusividad del departamento que les pertenece son condueños de una parte alícuota en
los bienes y servicios comunes, lo que conlleva como consecuencia que todos los
propietarios necesariamente conforman una comunidad denominada junta de propietarios.
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DERECHO DE PROPIEDAD
2. Los propietarios que han adquirido las secciones inmobiliarias sin que previamente el
propietario o copropietarios de la unidad inmobiliaria hayan otorgado el reglamento
interno.
La inscripción del reglamento interno tiene por finalidad dar publicidad al régimen de
propiedad horizontal a efectos de permitir su conocimiento por los poseedores de las
secciones inmobiliarias y por los terceros a los efectos de cualquier contrato que puedan
celebrar sobre dichas secciones.
5.5.5. ELEMENTOS
Son elementos de la propiedad horizontal:
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DERECHO DE PROPIEDAD
Para que exista propiedad horizontal es necesario que la unidad inmobiliaria esté dividida
en dos o más secciones inmobiliarias integradas por bienes de propiedad exclusiva y
bienes y servicios comunes.
Los propietarios de las secciones inmobiliarias deben ser por lo menos dos o más. Nada
impide que una sola persona sea propietaria de dos o más secciones inmobiliarias, pero no
puede serlo de todas, porque para que se aplique el régimen de la propiedad horizontal, los
dueños deben ser por lo menos dos, aunque uno de ellos sea propietario de la mayoría de
secciones y el otro solamente de una.
El dueño de una sección inmobiliaria, por el solo hecho de serlo deviene en miembro de
una comunidad de propietarios en régimen de horizontalidad, que el ordenamiento jurídico
denomina: junta de propietarios. El elemento esencial de la comunidad de propietarios es
la existencia de bienes y servicios comunes, para cuya administración, mantenimiento y
conservación deben ponerse de acuerdo los propietarios de las diversas secciones
inmobiliarias.
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DERECHO DE PROPIEDAD
La Junta de Propietarios carece de personería jurídica, pero cuenta con una subjetividad
limitada para realizar los actos jurídicos necesarios para la conservación y mantenimiento
de los bienes y servicios comunes; sin embargo, en algunas legislaciones la comunidad
entre propietarios constituye una persona jurídica distinta de los propietarios que la
integran.
La propiedad horizontal tiene una naturaleza compleja, que no se puede encasillar dentro
de los moldes clásicos de la propiedad o de la copropiedad, o de cualquier otro derecho
real, pues supone la coexistencia inseparable de una propiedad exclusiva y una propiedad
común. Esta última determina que debe contar necesariamente con un reglamento interno
y una junta de propietarios.
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DERECHO DE PROPIEDAD
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DERECHO DE PROPIEDAD
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DERECHO DE PROPIEDAD
A.- Adquisición del bien por otra persona. Por este supuesto, la propiedad se
transmite a favor de otra persona, siendo así, el derecho de propiedad se extingue en
relación al anterior propietario, pero se transmite a favor de un nuevo titular, por lo que
bien (inscrito) registralmente sigue existiendo, solo que varía de titular.
Respecto de los bienes inmuebles, es poco probable que estos se destruyan o se pierdan, lo
que no sucede con bienes muebles, ya que estos son susceptibles de destrucción; no
obstante, hay bienes muebles que siguen existiendo, pero no se usan para el fin que se
crearon.
C.- Expropiación. Es un derecho del Estado por el cual éste adquiere la propiedad
privada de manera forzosa, para realizar obras de necesidad pública o seguridad pública,
pagando al propietario su valor justipreciado en dinero y efectivo; se considera una causal
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DERECHO DE PROPIEDAD
relativa de extinción de propiedad mientras el inmueble este dentro del dominio privado
del Estado, por el contrario si el inmueble pasa a dominio público, estaremos frente a una
pérdida absoluta, total del bien.
La utilidad pública debe ser declarada por ley, lo cual es una facultad discrecional del
Congreso, que en principio los jueces no pueden anular salvo casos de arbitrariedades.64
Desde luego, el juez puede controlar si los actos que ejecutan la expropiación se han
ajustado o no a la ley que la ha autorizado.
En el caso en que la calificación es sancionada con carácter general por la ley, “el Poder
Ejecutivo individualizará los bienes requeridos a los fines de la ley, con referencia a
planos descriptivos, informes técnicos y otros elementos suficientes para su
determinación.” (Art. 2.)
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DERECHO DE PROPIEDAD
con la Constitución es aquella que, como decimos, limite dicha facultad estatal a los
derechos de propiedad, pero no los referentes a la libertad, la vida, la personalidad, etc.
a) inmuebles
b) muebles
c) universidades jurídicas, y
d) derechos, entre éstos el derecho de propiedad intelectual. Con todo, lo que se puede
expropiar es el derecho patrimonial que emerge de la propiedad intelectual (o sea el
derecho a reproducirlo y a ganar con la reproducción) pero no se puede expropiar la
autoría misma, y no podrá pues decirse que la obra está hecha por otra persona, u omitir
mencionar el nombre del autor, etc.
3º) En tercer lugar, también se pueden expropiar los bienes del dominio público, provincial
o municipal; esto está expresamente dicho en la ley (art. 5º), pero además parte de la
doctrina sostiene que incluso una provincia puede llegar a fin de utilidad pública
provincial.65
4º) Pueden expropiarse asimismo los bienes que integran un servicio público (art. 9º), sea
separadamente o como universalidad jurídica; en realidad, el caso más típico es cuando se
expropia toda la universalidad.
5º) De igual modo pueden expropiarse los derechos emergentes de un contrato; uniendo
este caso con el anterior se obtiene una situación no demasiado infrecuente: una empresa
concesionaria de un servicio público lo está prestando con sus propios bienes, y el Estado
le expropia: a) El derecho que emerge de la concesión a prestar el servicio, y b), también
los bienes con los cuales lo presta; esta es la temática de la expropiación de los servicios
públicos en la cual puede haber una doble expropiación, del derecho contractual y de los
bienes que están afectados al servicio.
6º) Por último, la expropiación puede serlo no sólo de los bienes estrictamente
imprescindible para la obra, sino también de los bienes adyacentes en cuanto sean
convenientes para el fin que se persigue. (Arts. 4 y 6.)
61
DERECHO DE PROPIEDAD
1º) Sujeto pasivo es aquel a quien el bien le es expropiado, y de acuerdo a lo que hemos
visto, puede ser a) una entidad estatal, o b) una entidad no estatal.
Al primero, la entidad estatal, se le pueden tanto expropiar bienes del dominio privado o
del dominio público con las reservas indicadas. Tratándose de provincias o comunas frente
a la Nación, aquellas no pueden fundar en su condición de tales ni en la naturaleza de sus
bienes oposición alguna a la expropiación por la Nación, siempre que la ley no sea
arbitraria.
I) Los primeros, sujetos “originarios,” son los que tienen verdaderamente la facultad de
calificar la utilidad pública resolviendo la expropiación; pero como también puede
delegarse esta facultad expropiatoria, encontramos luego II) los sujetos activos directos
por delegación o “derivados,” que serían entonces las entidades autárquicas
“institucionales” y las comunas.
Pueden ser entonces sujetos activos indirectos los concesionarios de servicios públicos y
los concesionarios de obras públicas, tal como lo prevé expresamente el art. 3º de la ley,
pero también cabe agregar las personas jurídicas públicas no estatales, y entre éstas
particularmente las sociedades de economía mixta que tienen un fin público. De tal modo,
para poder ser sujeto activo indirecto de la expropiación (o sea para poder ser beneficiario
de ella) se requiere estar en alguna medida directamente conectado con algún interés
público (sociedad de economía mixta, concesionario de servicios públicos, concesionario
de obra pública); si no existe esa particular circunstancia de que el beneficiario esté
conectado con un interés público, pareciera que no puede ser sujeto activo indirecto. Un
ejemplo lo constituye el caso Ferrario,68 en que la Corte Suprema declaró
inconstitucional una expropiación en que le quitaban un bien —en el caso, un automóvil—
a una persona para entregárselo a otro particular.
Por fin, es de señalar que de acuerdo al art. 3º de la ley, los sujetos activos indirectos “para
cuya realización se hubiere sancionado la expropiación, substituyen a la autoridad
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DERECHO DE PROPIEDAD
expropiante en los derechos y obligaciones que crea la presente ley, y que no sean
atinentes a la calidad de poder político.”
IV. LA INDEMNIZACIÓN
Se señala que la indemnización expropiatoria debe ser: a) Previa (esto ya lo establece la
misma Constitución), b) pagada en dinero, c) integral, d) justa, e) única. Dos de esos
principios sufren una grave distorsión en su aplicación concreta: El que la indemnización
debe ser previa y justa.
1º) De hecho, la indemnización no es previa; la ley determina que una vez declarada la
utilidad pública de un bien el expropiante “podrá adquirirlo directamente del propietario,
dentro del valor máximo que, en concepto total de indemnización, estimen sus oficinas
técnicas competentes.” “Tratándose de inmuebles, la indemnización que se establezca de
común acuerdo no podrá ser superior en ningún caso, a la avaluación para la contribución
territorial acrecida en un treinta por ciento.”
2º) Por lo demás, tampoco la indemnización es justa, requisito este que aunque no figura
expresamente en la Constitución es de la esencia del instituto expropiatorio; como señala
Bielsa, “indemnización” viene de in damnum, “sin daño,” y toda vez que lo que se pague
al particular expropiado no le resarza de todos, los daños que la expropiación le causa, no
habrá verdaderamente indemnización en el sentido constitucional.
a) La primera injusticia está entre las exclusiones que la ley efectúa para el cómputo de la
indemnización. Si bien no puede criticarse al legislador en cuanto establece que “la
indemnización sólo comprenderá el valor objetivo del bien y los daños que sean una
consecuencia directa e inmediata de la expropiación. No se tomarán en cuenta
circunstancias de carácter personal, valores afectivos, ni ganancias hipotéticas. No se
pagará lucro cesante.” (art. 119, 1º párr.), es obvio que se contradice consiga mismo
cuando a continuación determina que “en materia de inmuebles tampoco se considerará el
valor panorámico o el derivado de hechos de carácter histórico,” pues es evidente que
tanto el valor panorámico como el histórico son partes del valor objetivo del bien y no
meras apreciaciones subjetivas del propietario.
Por lo demás, la disposición del art. 12: “No se indemnizarán las mejoras realizadas en el
bien con posterioridad al acto que la declaró afectado a expropiación, salvo aquellas que
hubieran sido necesarias,” sería inobjetable sí la ley fijara un plazo razonable dentro del
cual la expropiación debiera efectivizarse; pero si, en cambio, la ley permite que el bien
esté afectado a La utilidad pública, pero la expropiación y por lo tanto la indemnización no
se cumplan, entonces no es razonable cercenar el derecho del propietario a realizar las
mejoras que desee y obtener resarcimiento por ellas si la expropiación finalmente se
realiza el día que a, la administración le plazca. A ello cabe todavía agregar una criticable
jurisprudencia de acuerdo a la cual el “valor llave” de un negocio en marcha tampoco es
indemnizable, por considerárselo una “ganancia hipotética,” cuando es de toda evidencia
que dicho valor es perfectamente objetivo y real.
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DERECHO DE PROPIEDAD
b) Mucho más grave aún que estas limitaciones del cálculo de la indemnización es el
hecho de que, a pesar del evidente y continuado proceso de desvalorización de la moneda,
la jurisprudencia de la Corte Suprema entiende que “la disminución del valor adquisitivo
de la moneda posterior a la desposesión, no resulta consecuencia directa de la
expropiación y no debe, por ende, ser tenida en cuenta a los fines de la determinación del
monto del resarcimiento, “olvidando de tal modo todo principio rector de justicia, por
encima de los argumentos formales que puedan esgrimirse en uno u otro sentido y que, por
lo demás, se inclinan de todos modos por la solución contraria, como lo indica el peso de
la doctrina que se ha pronunciado por esta última.
D.- Abandono del bien durante veinte años, en cuyo caso pasa el predio
al dominio del Estado.
Según Carlos Ferdinand Cuadros Villena, el abandono en nuestro Código, es propiamente
el no uso, el no darle al predio el destino social y económico que tiene. No es abandono el
dar al inmueble destino diferente del que tiene, sino no utilizarlo. Si no explotamos un
inmueble y lo hacemos productivo, estamos privando a la sociedad de su producción. Por
tanto, el abandono es la falta de uso del bien. Para que opere el abandono en nuestro
Código se requiere que transcurra veinte años. Transcurrido ese tiempo sin que el predio
haya sido utilizado, pasará su derecho de propiedad a favor del Estado, por tanto se habrá
extinguido el derecho de propiedad del titular y el predio habrá cambiado de dueño,
después del ese tiempo su propietario será el Estado.
Sin embargo, existe un tema que genera mayor debate: ¿la renuncia de la propiedad
implica el cierre de la partida registral, esto es, que el inmueble, antes inscrito, pase a
“des-inmatricularse”? La respuesta exige recordar la distinción doctrinal entre la “renuncia
abdicativa” y la “renuncia traslativa”, que si bien no está reconocida en forma sistemática
por nuestro ordenamiento jurídico, empero, tiene asidero en algunas normas aisladas, por
lo que es posible reconstruir su régimen normativo.
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DERECHO DE PROPIEDAD
VI. LA COPROPIEDAD
6.1. DEFINICIÓN:
La copropiedad es un derecho real en el que el derecho de propiedad corresponde a varias
personas sobre un bien que no está dividido.
Nuestro Código Civil de l984 en su art. 969 señala “Hay copropiedad cuando un bien
pertenece en cuotas ideales a dos o más personas” de tal modo que cada copropietario
conoce la proporción de su derecho de propiedad, pero no conoce en qué parte de la cosa o
del bien recae su derecho.
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La norma contenida en el artículo 974 del Código Civil. En la propiedad indivisa cada
propietario puede ejercer los derechos inherentes a la propiedad, desde luego, observando
el respeto al estado de indivisión del bien objeto de la copropiedad y por ende a los
derechos de los copropietarios. Si se presenta oposición o discordia entre los
copropietarios sobre el uso del bien, se recurrirá al juez para que decida sobre el caso, de
conformidad con las disposiciones sobre administración judicial, en la vía del proceso no
contencioso. Ningún copropietario puede alterar o modificar el uso y destino del bien sin
el asentimiento de los demás.
Cuando el uso del bien común es por dos o más copropietarios sobre una misma área bien
común, se da la figura de la coposesión. Los copropietarios están el deber de cuidar la no
alteración del uso y destino del bien; es decir, que el derecho a usar el bien común tiene
como contrapartida la obligación de respetar los derechos de los demás.
68
DERECHO DE PROPIEDAD
provechos obtenidos y lo será a favor de los demás copropietarios. Artículo 976, Código
Civil.
e. Derecho a la usucapión:
El Código civil no contiene ninguna norma que regule el derecho de los copropietarios o
de cualquiera de ellos a usucapir el bien común, a diferencia del código civil de 1936. El
fundamento de este derecho radica en el ejercicio del hecho de la posesión en calidad del
propietario, por el plazo y los requisitos y convertir la coposesión en copropiedad. El
ejercicio efectivo de la coposesión es el fundamento jurídico para convertir en
copropiedad. Un copropietario no puede usucapir contra otro copropietario ni uno contra
los demás copropietarios, porque sencillamente no son poseedores como propietarios o
69
DERECHO DE PROPIEDAD
g. Derecho de retracto:
Todos los copropietarios gozan del derecho de retracto en la venta de las porciones
indivisas a favor de tercero, con el objeto de subrogarse en vez de comprador en todas y
cada una de las estipulaciones del contrato de compraventa. La regulación del derecho de
retracto en la copropiedad no la vamos a encontrar en el libro V de los derechos reales,
sino, en el libro VII (fuentes de las obligaciones) entre las disposiciones sobre la
compraventa. El fundamento de conceder el derecho de retracto a todo copropietario, en el
caso de producirse la venta por uno o más de los copropietarios respecto del derecho que
tiene sobre su cuota ideal a favor de un tercero, es básicamente para consolidar el derecho
de propiedad acrecentando su cuota ideal.
h. Derecho a la servidumbre:
El derecho a establecer servidumbre en un bien inmueble sujeto a copropiedad se ubica en
artículo 1042 del código civil. Con la constitución de la servidumbre se genera el
gravamen, y por tanto se introducirán modificaciones en el predio común, hechos que
requieren de la decisión de todos los copropietarios. La servidumbre que se adquiere no
requiere de la autorización de los demás copropietarios, es decir, cuando la servidumbre es
adquirida por uno de los copropietarios, ella obviamente beneficiara al predio común, y
por ende a todos los copropietarios, aun cuando estos hayan ignorado la presencia de la
servidumbre ganada por uno de los copropietarios.
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DERECHO DE PROPIEDAD
a la división y partición se ejerce no solo porque pueden existir desavenencias entre los
copropietarios, sino también porque el coparticipe necesita ejercer las facultades que el
derecho de propiedad individual le otorga, o en su caso, desea conocer lo suyo, saber de
qué es propietario y asentarse físicamente en la parte del bien que representa su cuota ideal.
Consiguientemente, así como el copropietario tiene el derecho de pedir la extinción de la
copropiedad, también en la misma medida todos, sin excepción, tienen la obligación
imperativa de acceder a la liquidación solicitada.
6.3.2 OBLIGACIONES:
Se trata del saneamiento legal que conlleva todo negocio jurídico traslativo de propiedad,
y concierne al transferente o enajenante la obligación al saneamiento por evicción. Por la
partición los copropietarios permutan entre sus derechos de propiedad mantienen el bien
común de esta manera van a constituir todo un acto jurídico de trasferencia dominal, y
surgirá la obligación de saneamiento como en todo contrato referente a la trasmisión de la
propiedad, la posesión o en su caso el uso del bien.
En las obligaciones del rubro, rige el principio de la proporcionalidad sobre la alícuota del
copropietario, a efecto de aportar con los gastos de conservación y cargas que soporta el
bien objeto de la copropiedad. Prescindir de tales aportaciones solo es posible si renuncia
el copropietario a sus derechos e la copropiedad.
c. Administración de la copropiedad
La copropiedad mantiene diferencias claras con la sociedad, aquella no es persona jurídica,
en ella solo existe pluralidad de titulares frente al bien común; en cambio, en la sociedad la
pluralidad no existe, sino es la persona jurídica la que vela por la marcha de la
administración de la sociedad, es decir, es única y distinta a los socios o miembros.
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DERECHO DE PROPIEDAD
6.4.1. DEFINICIÓN:
De conformidad con el Art. 983 del Código Civil por partición permutan los
copropietarios, cediendo cada uno el derecho que tienen sobre los bienes que no se le
adjudiquen a cambio del derecho que le ceden en los que se le adjudican. Este artículo ha
recogido el Art. 922 del Código de 1936, ya derogado. Lucrecia Maish Von Humbolt,
miembro de la Comisión encargada del estudio y revisión del Código Civil, señala3 “El
artículo 196 de la ponencia, además de definir la partición, cuida de establecer que es un
acto traslativo de dominio y también que la partición del bien común no perjudica al
tercero, quien conserva los derechos reales que tenía sobre el bien antes de ejecutarse ésta,
precepto importante porque protege indubitablemente el derecho del acreedor hipotecario
sobre el bien después de la partición y que convierte a los nuevos propietarios en
codeudores del gravamen.” “La palabra partición tiene dos significados distintos. En un
sentido amplio es un conjunto de actos encaminados a poner fin al estado de indivisión
mediante la liquidación y distribución entre los copartícipes del caudal poseído pro
indiviso, en parte o lotes que guarden proporción con los derechos cuotativos de cada uno
de ellos. En un sentido restringido, es la operación por la cual es bien común se divide en
tantos lotes cuantos comuneros haya, recibiendo cada uno de éstos la propiedad exclusiva
de uno de esos lotes. De esta manera las cuotas indivisas y abstractas de cada uno de los
comuneros se transforman en partes concretas y materiales; la propiedad indivisa es
sustituida por una propiedad unitaria.” En el ámbito registral por Resolución N° 1171-
2012-SUNARP de fecha 10/08/2012-SUNARP-TR-L señala que cuando en la división y
partición de un inmueble, se le adjudica a un ex copropietario una parte material debe
reputarse que es propietario exclusivo de dicha parte material.
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DERECHO DE PROPIEDAD
b) Para otros, la acción tiene carácter personal, pues tiende al ejercicio del derecho
personal que tienen los copropietarios de requerir de los otros copropietarios, la división
de la cosa común.
c) Tesis mixta, algunos autores consideran que la división y partición es un acto traslativo
y otros sostienen que la división tiene naturaleza declarativa. Los que consideran que la
partición es un acto traslativo, señalan que la partición es un medio por el cual
copropietarios enajenan al copropietario adjudicatario, la parte que les corresponde. Los
que consideran que es un acto declarativo, señalan que los derechos atribuidos al
copropietario adjudicatario, éste los ha tenido desde el inicio de la copropiedad y que los
propietarios cedentes jamás han tenido dicha parte como su propiedad, sostienen que ésta
no produce efectos traslativos sino que se limita a declarar, fijar o dar certeza de la
situación de cada titular.
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DERECHO DE PROPIEDAD
Considérese que en los tres casos puede ser necesaria la realización de actos previos,
como declaratoria de fábrica, independización, reglamento interno, subdivisión por lo
que deberá acompañarse al Registro la documentación técnica correspondiente para
inscribir la modificación física del inmueble.
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a) La indivisión forzosa.
El pacto de indivisión es una restricción del dominio, en la medida en que los titulares
del derecho no podrán hacer partición, la cual implica la realización de un acto de
transferencia de dominio. Si bien la partición es deseable para consolidar la propiedad y,
por lo tanto, debe posibilitarse que en cualquier momento el copropietario o el acreedor
la solicite, en determinadas situaciones la indivisión es necesaria para evitar perjuicios a
los copropietarios. Se citan casos, como la generada por la crisis económica, cuando hay
menores de edad próximos a llegar a la mayoría o cuando un negocio próspero se
perjudicará con la partición.
Siendo así, la indivisión tiene un carácter excepcional y temporal, por ello se regula un
plazo máximo: no mayor de cuatro años. Sin embargo, puede ser renovado las veces que
lo consideren necesario, esto conlleva a que cada vez que se pacte, se efectúe por plazos
no mayores a cuatro años y, para respetar los alcances de la ley, el nuevo plazo debe
empezar a contarse de inmediato. La ley señala que si no se señaló el plazo, se presume
que el plazo es por cuatro años; del mismo modo, la doctrina es uniforme al plantear que
si se pactó la indivisión por un plazo mayor a los cuatro años, el exceso se tendrá por no
puesto. El Código Civil también establece que antes del vencimiento del plazo pactado,
el juez puede ordenar la partición si median circunstancias graves.
d) Inscripción en el Registro:
El pacto de indivisión es acto inscribible en el Registro. Se admite en los Registros de
bienes, como son el Registro de Predios y el Registro de Propiedad Vehicular. La
necesidad de que el pacto de indivisión se inscriba en el Registro responde al juego de
los principios registrales, como el de fe pública, legitimación, prioridad. Lo no inscrito
queda en una categoría menor de obligaciones negativas. El pacto de indivisión se
inscribe para que produzca efecto contra terceros, porque entre las partes el pacto tiene
efectos, aunque no estuviera registrado.
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Son terceros a quienes les es oponible el pacto de indivisión inscrito: los acreedores, el
comprador o cesionario de alguno de los copropietarios, el sucesor de uno de
copropietarios. Esto significa que los acreedores u otros terceros no podrán pedir la
partición si este pacto se encuentra inscrito. Sin embargo, cabe tener en cuenta que el
pacto de indivisión no afecta a los acreedores cuyos créditos son anteriores a la fecha de
la inscripción del pacto en el Registro. Así, los acreedores que tienen inscrito su derecho
antes de la inscripción del pacto de indivisión, podrán pedir la partición, en virtud de la
prioridad de su derecho, de conformidad con el artículo 2016 del Código Civil.
Debe tenerse en cuenta, de acuerdo con este mismo artículo y al artículo 852 del mismo
cuerpo de leyes que, a partir de la publicación e inscripción registral del sometimiento de
la sucesión a cualquiera de los procedimientos concursales previstos en la legislación
nacional, se producirá la indivisión de la masa hereditaria. Esta situación se convierte
entonces en causal legal de indivisión.
6.5.2.2 MEDIANERIA:
La norma contiene una presunción juris tantum, es decir, que admite prueba en contrario.
el propietario que ha levantado la pared que lo separa de otro predio, debe hacerla
constar en la declaración de fábrica del bien de tal manera que, si este inscribiera su
derecho, deviene en inconmovible frente a terceros porque está sustentado en la fe
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c) Que los gastos de quien haga uso de los derechos anteriormente señalados, serán de su
responsabilidad, incluyendo aquellos de conservación, de reparación y cualquier otro que
exija la mayor altura de la pared.
VII. LA MULTIPROPIEDAD
La Multipropiedad, es un interesante y novedoso sistema de adquirir inmuebles para el
descanso vacacional; aparece por los años 60, gracias a la audacia empresarial y al ingenio de
los grandes capitalistas quienes al ver que no obtenían las ganancias esperadas al invertir en
grandes hoteles puesto que su alto costo impedía una gran demanda como esperaban, aparece
ésta nueva institución permitiendo el acceso de la gran mayoría y siendo así mismo rentable
para los inversionistas.
Vamos a analizar como esta figura ha sido regulada por nuestro sistema jurídico como viene
siendo regulada en otros sistemas jurídicos y el éxito que han tenido en ellos al representar un
gran porcentaje de inversión con un ventajoso resultado de utilidades, siendo cada vez mayor
el número de inversionistas, la existencia de gran número de complejos turísticos sometidos
al sistema de Multipropiedad así como el aumento del número de adquirentes que ven con
agrado ésta nueva forma de adquirir propiedad puesto que el dinero utilizado no significa un
gasto sino una inversión.
7.1.1. Concepto
Es aquel sistema por el cual una persona es titular de un derecho que le permitirá usar,
disfrutar y disponer de un inmueble durante un lapso anual que generalmente coincide con
el período vacacional; y se configura con la presencia de otros titulares de derechos
análogos ya que, justamente es característica esencial del sistema que de las dimensiones
del objeto del derecho de Multipropiedad sea la misma para un conjunto de personas.
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Los socios sólo mantiene una relación obligacional y personal más no real; esta forma es
difundida en Italia y Francia.
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7.3.2.2. El Promotor
Es por lo general una empresa que se dedica a la construcción de complejos
inmobiliarios para que sea independizada cada unidad inmobiliaria y dividida por
espacios-tiempo. Es el encargado de llevar a cabo la pre-afectación del inmueble en los
Registros Públicos de la Propiedad Inmueble, indicando su introducción al Sistema de la
Multipropiedad.
7.3.2.3. El Administrador
Es el encargado de hacer cumplir el Reglamento de la Multipropiedad por cada uno de
sus titulares. Pueden ser los mismos Multi-propietarios, una empresa hotelera, siendo lo
más usado en la actualidad por la experiencia en la administración de grandes complejos
turísticos; y el mismo promotor puede convertirse en administrador.
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Mas adelante, se da una Decreto Legislativo Nro. 706 del 5 de Noviembre de 1991, a través
del cual conceptúa a la Multipropiedad como un supuesto de copropiedad, con la diferencia
que prohíbe la partición del bien durante 30 años renovables, basados en el fundamento de
lo inservible de la cosa para el fin propuesto.
Esta nueva modalidad, ha sido tomada de la doctrina Argentina, que presentara algunos
proyectos de ley sobre la Multipropiedad, quienes la consideran como un supuesto de
copropiedad, con características especiales, entre ellas siendo la más importante, la no
partición del bien, por ser inservible para el objeto creado.
Este decreto, dispone la aplicación de las disposiciones del Código Civil de 1984, relativas
a la copropiedad, con excepción de los arts. 983 al 991, 992 inc 1 y 993 y demás
disposiciones que se opongan al presente decreto.
Consideramos que la Multipropiedad se halla lejos de ser una forma de copropiedad, debido
a que en la copropiedad los titulares son propietarios de todo el inmueble todo el tiempo, en
la multipropiedad el adquirente es titular exclusivo sobre el inmueble delimitado a un
periodo anual; siendo la diferencia más resaltante, que la Multipropiedad es un derecho
perpetuo, mientras que la copropiedad es de naturaleza temporal, pudiendo cualquier
copropietario pedir la partición del bien en cualquier momento, trayendo como
consecuencia la inestabilidad del sistema, si se le pretende aplicar al fenómeno multi-
propietario.
Por las razones expuestas, es necesaria una regulación que permita desarrollar ésta figura
jurídica, sobre todo teniendo en cuenta su trascendencia económica y social ya que ofrece
beneficios tanto para los inversionistas como para el público consumidor.
VIII. CONCLUSIONES.
Bien para concluir ell trabajo se puede decir que la propiedad es un derecho subjetivo que
confiere a su titular el poder más amplio, completo y pleno sobre una cosa. En efecto, el
propietario tiene todas las facultades posibles respecto del bien, siendo soberano en las
decisiones que adopte sobre su aprovechamiento y destino.
Esta puede agrandarse por medio de accesión, se puede adquirir por medio de apropiación,
la propiedad se puede extender hasta el subsuelo y sobresuelo de acuerdo a lo que el
propietario requiera, ya sea para su morada y satisfacción del mismo o por economía.
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Pero a su vez esta se puede limitar por el social o publico u de la vecindad, siendo asi que la
propiedad también puede llegar a extinguirse por distintas razones, ya sea por abandono,
expropiación o renuncia.
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BIBLIOGRAFÍA
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