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(Lc.14:25-33)
Al inicio uno no sabe lo que es un discípulo, pero con el paso del
tiempo uno sabe que es un discípulo. Un cristiano debe de tener la
seguridad que es un discípulo de Jesús. ¿Qué hacer para ser un
discípulo de Jesús?
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Jesús no busca acompañantes”, sino discípulos. Los acompañantes
retroceden y se alejan cuando hay problemas (Hch.13:46).
Jesús no está interesado en la multitud sino en ti como persona y como
discípulo debes de distinguirte de la multitud.
“Si Cristo no llega a tener el primer lugar, no tendrá nada de nuestro
corazón”.
Es posible ser seguidor de Jesús sin ser discípulo suyo, ser del partido
del Rey sin ser su soldado, estar a favor de algo sin sacrificar nada
(Barclay) No podrás conocer a Jesus sino tienes intimidad con él.
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1.3. JESÚS NOS PIDE DEPENDER SOLO DE ÉL (v.33) Así
pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todas sus posesiones, no puede
ser mi discípulo.
¿Qué significa renunciar? En el original se usa el verbo “apotasso”,
despedirse formalmente de algo.
Ilustración: Los que obtienen visa de residentes en EE. UU. Hacen una
despedida formal y dejan todo para empezar algo nuevo allá.
¿De qué tenemos que despedirnos? de las posesiones ¿Uno se puede
despedir de las posesiones? Claro que si, al decir que para vivir no
necesito dinero, mi vida no consiste en bienes materiales sino de Dios,
mi seguridad no está en lo que tengo, sino que aprendo de mi Señor.
Ilustración: Steve Jobs, el genio de la innovación murió a los 56 años,
con toda una fortuna y con toda la tecnología.
Ilustración: José de Arimatea, dedico su tiempo y sus recursos para
envolver el cuerpo de Jesús ponerlo e la tumba (Lc.23:50-53)
Solo abandonando las cosas materiales, uno puede darles prioridad a las
cosas espirituales. Solo despidiéndote de los libros seculares puedes
tomar con seriedad la Biblia. Solo renunciando a las posiciones
materiales aprenderás a invertir en el reino de los cielos.
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que tenemos el lugar estratégico, que tenemos los materiales, que
podemos acabarla y el tiempo que vamos a invertir en ello.
¿Tú puedes como discípulo puedes edificar tu torre? Sí, sí, sí.
Jesús nos dio su Palabra, nos envió su Espíritu Santo, nos dio dones
espirituales, nos dio a otros hermanos en la iglesia, nos dio la fe, nos
enseñó a orar. Nuestra torre es Jesús. Nuestra vida está escondida en
Cristo.
Ilustración: Messi es el mejor y no pudo sacar campeón a su selección.
El discípulo no es líder del equipo, sino parte del equipo.
CONCLUSIÓN:
Son tres las demandas "venir" "cargar" "renunciar”, sino cumples las
demandas no tienes la credencial de discípulo.
Son las dos las motivaciones "construir una torre" "ganar la batalla",
si cumples las tres primeras las dos siguientes son por añadidura.
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¿Cómo quieres que te reconozcan, como un creyente o como un
discípulo? El discípulo se distingue de la multitud.