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SHIRLY ZAMORA
ALVIS RAFAEL JIMENEZ
PROFESOR(A)
MARTHA
BARRANQUILLA – ATLANTICO
ABRIL 7 DE 2019
ENSAYO Plan Nacional de Desarrollo periodo 2014 – 2018
“Todos por un nuevo país”, Plan Nacional de Desarrollo
2018-2022 “Pacto por Colombia, pacto por la equidad”
El Plan Nacional de Desarrollo (2014-2018), que lleva como frase todo por un nuevo
país, tiene como propósito construir una Colombia en Paz, equitativa y educada,
éstas tres conforman un círculo virtuoso, ya que una sociedad en paz puede
focalizar sus esfuerzos en el cierre de brechas y a la vez puede invertir en recursos
para el mejoramiento de la cobertura y la calidad de su sistema educativo para con
ello tener una calidad de vida de todos los colombianos.
El Plan Nacional de Desarrollo posee tres pilares fundamentales que son los que
sirven para la consolidación de los grandes logros en los últimos cuatro años (2014-
2018) y para el establecimiento de sus políticas en estos años, en pro de un nuevo
país con calidad. Para los años de 2010-2014 en el mando del presidente Santos,
el país pudo lograr consolidar el buen curso que se empezó a manifestar en la
primera década del siglo XXI El crecimiento económico.
A partir de (2014) se retoma la idea afirmando que existe un déficit político alrededor
del mundo, no de Estado, sino de Estados modernos que dichos Estados tengan
capacidades impersonales, organizadas y autónomas, ya que muchos de los
problemas de los países en desarrollo son el producto de Estados que son débiles
e inefectivos.
Para el logro de los objetivos que plantea el Plan de Desarrollo existen cinco
estrategias transversales que son los aportes a los tres pilares de la paz, la equidad
y la educación, ellos son 1) Competitividad e Infraestructura Estratégicas; 2)
Movilidad Social; 3) Transformación del Campo; 4) Seguridad, Justicia y
Democracia para la Construcción de Paz; y, 5) Buen Gobierno.
La Competitividad e Infraestructura Estratégicas es una estrategia necesario para
el fomento de crecimiento económico y el desarrollo humano que se derivan de una
mayor integración y conectividad entre los territorios y la nación. Aunque en los
últimos años el país ha tenido progresos considerables en la materia, todavía
seguimos contando con una porción importante de infraestructura obsoleta y sin
mantenimiento, por lo que hemos quedado rezagados frente al continente.
La estrategia de Movilidad Social describe en detalle cómo alcanzar los objetivos
sociales del Plan Nacional de Desarrollo. Dado que los grandes pilares del Plan son
eminentemente sociales, la estrategia de Movilidad Social centrada en la salud, la
educación y el empleo de alta calidad resulta crucial.
La estrategia “Seguridad, Justicia y Democracia para la Construcción de Paz” busca
ampliar y profundizar el sistema democrático en Colombia, promover los derechos
humanos y garantizar el goce efectivo de derechos y la justicia para todos los
colombianos, como bases para consolidar la paz y la convivencia pacífica.
La estrategia de Buen Gobierno está orientada a garantizar la configuración y
consolidación de un Estado moderno, más transparente, eficiente, y eficaz. Un
gobierno que asegure “tanto mercado como sea posible, y tanto Estado como sea
necesario”. El enfoque de Buen Gobierno es el de un Estado como instrumento de
redistribución de recursos y oportunidades, esto es, de cierre de brechas.
Las estrategias esbozadas anteriormente van enmarcada por una estrategia
denominada “envolvente” de crecimiento verde y son calificadas como envolvente
porque el tema ambientan en dicho Plano no se encuentra definido como una
preocupación sectorial más, sino como una estrategia para que todos los sectores
adopten prácticas verdes de generación de valor agregado, con el fin, con el fin de
que, tal como lo ordena la Constitución, el crecimiento sea económica, social y
ambientalmente sostenible.
El Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 “Pacto por Colombia, pacto por la
equidad”, tiene como objetivo sentar las bases de legalidad, emprendimiento y
equidad que permitan lograr la igualdad de oportunidades para todos los
colombianos, en concordancia con un proyecto de largo plazo con el que Colombia
alcance los Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030.
8. Pacto por la calidad y eficiencia de los servicios públicos: agua y energía para
promover la competitividad y el bienestar de todos.
12. Pacto por la equidad de oportunidades para grupos indígenas, negros, afros,
raizales, palenqueros y Rrom.
15. Pacto por una gestión pública efectiva. Así mismo, el Plan integra una visión
territorial basada en la importancia de conectar territorios, gobiernos y poblaciones.
Esto se ve reflejado los siguientes pactos:
Avanza la formulación del PND de Colombia del Gobierno de Iván Duque Márquez
con apuestas fundamentales en formación de talento humano, inclusión social con
cierre de brechas y crecimiento económico, pero también con la necesidad de
profundizar no sólo en prioridades de inversión pública estratégica, sino también en
temas de reforma agraria y desarrollo rural, donde el fortalecimiento de la actividad
productiva, además de pasar no sólo por el acceso a la tierra, también debe
ocuparse de la reconversión del agro y la industria, buscando elevar la productividad
y sustentabilidad por la vía de la educación, ciencia, tecnología, cultura,
investigación e innovación, desde la perspectiva de la sociedad del conocimiento y
no de la sociedad industrial de ayer.
Cuenta el gobierno con el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 (PND) “Pacto por
Colombia, pacto por la equidad”, soportado en tres ejes: equidad, emprendimiento
y legalidad, cuya visión promete aprovechar las potencialidades territoriales,
mediante políticas y programas sensibles a la oferta natural y cultural del país.
Veamos hasta donde se pueden abordan estos desafíos, bajo el presupuesto de
que una apuesta al desarrollo, pasaría por reestructurar los sectores rural, industrial
y de servicios, y fortalecer la institucionalidad. Mientras los sectores rural y
manufacturero no crezcan, tampoco podrán hacerlo el comercio, ni los servicios
profesionales y bancarios; de ahí la importancia de resolver la brecha de
productividad e ingresos entre ciudad y campo, y entre sectores. Para el efecto, se
requieren además de la transformación productiva, y de más investigación,
innovación y emprendimiento, trazar políticas de ciencia y tecnología imbricadas
con la cultura, para incidir en los sectores que generan plusvalía. Como referente,
mientras el cultivo del café en el país, por no apostarle al valor agregado pasó de
representar el 5,3% del PIB al 0,8% entre 1990 y 2017, la economía naranja o
creativa que hoy representa el 3,2%, antes del 2030 podría llegar al 7% del PIB. En
el tema rural, aunque el PND promete luchar contra la pobreza con énfasis en el
Pacífico y el Caribe, debería abordar la inequidad resolviendo el acceso a la tierra y
a otros medios de producción fundamentales para crear las bases de un cambio
estructural del campo colombiano, que reorganice la distribución de tierras y
fomente el desarrollo, actuando como estrategia para resolver dicha problemática,
acentuada entre otros factores por el rezago tecnológico y agravada por reformas
tributarias regresivas, que profundizan la desigualdad. Si entre 1938 y 2005, la
población rural colombiana pasó del 70.1 al 20%, además de cerrar la brecha de
productividad y prevenir la migración del campesino, también habría que modificar
a fondo la estructura de la propiedad social de la tierra, ya que por ambas razones,
salvo las regiones de la zona cafetera y otras vecinas al altiplano cundiboyacense
donde se ha podido establecer una economía campesina robusta, desde el
Magdalena medio, el Caquetá y el Putumayo hasta los llanos y las regiones del
Urabá, aún prevalecen las condiciones que han alimentado el conflicto colombiano.
En el tema industrial, aunque el PND reconoce la importancia de la industria, de la
innovación y de la infraestructura, no pareciera suficiente una política arancelaria y
cambiaria combinada con mayor inversión en tecnologías para el sector
manufacturero que incremente el valor agregado, sin abordar la desindustrialización
desde la perspectiva de la sociedad del conocimiento en el marco de la actual
revolución tecnológica para dar el salto de la economía marrón a la naranja. A esto
se suma la necesidad de reestructurar el actual Plan Maestro de Transporte
Intermodal de Carga, al abordar la propuesta de integrar el país a los océanos e
impulsar la logística como actividad transversal. En cuanto al sector servicios, así el
PND al ocuparse de ciudades y comunidades habla de territorios resilientes y
sostenibles, y de ciudades y asentamientos humanos inclusivos y seguros, sus
apuestas además de buscar el acceso a servicios básicos, energía, vivienda y
transporte, podrían contemplar el control del Mercado, el fortalecimiento del Estado
y de los actores sociales, e incluir políticas y estrategias de apropiación del territorio
como sujeto de derechos bioculturales, para resolver además de la fragmentación
social y espacial de los medios urbanos, el deterioro ambiental. Finalmente en lo
institucional, dos asuntos para garantizar la presencia del Estado en los diferentes
niveles territoriales: uno, además de la planeación intermedia con una
subregionalización funcional que aproveche la LOOT 2011 y recurra a la
participación ciudadana como componente estratégico, se requiere descentralizar
el presupuesto; y dos, para no reducir el tema de la salud a la atención y protección,
y el de la educación a la calidad y cobertura, se podrían incluir propuestas de fondo:
uno, porque la grave problemática del sistema de salud, parte de un modelo
construido sobre la inequidad de regímenes: el contributivo y el subsidiado, y dos
porque se debería formular un nuevo modelo educativo, que desarrolle el talento
humano.