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Cómo los encontramos, por qué son increíbles, y por qué nos debe
importar. Empecemos por lo fundamental. Probablemente han
escuchado que el mundo está hecho de átomos, estos
pequeñísimos bloques que son la base de todo el universo. (Si esto
es nuevo para ti, te lo digo ahora, todo en el mundo está hecho de
átomos).
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Ahora bien, las moléculas son muy, muy pequeñas, más pequeñas
de lo que puedes ver a simple vista o con la mayoría de los
microscopios. Las moléculas están en una escala que llamamos la
nano-escala. Nano es sólo un prefijo, que viene de una palabra
latina que significa “enano” y lo usamos para denotar la mil
millonésima parte de algo, lo cual pudieses escribir una de muchas
formas. Otros prefijos que quizás sean más conocidos para ti son:
mega, kilo, centi, mili o micro. Todos son multiplicadores. Un
megabyte es un millón de bytes. Un miligramo es la milésima parte
de un gramo. Un nano-algo es la mil millonésima parte de ese algo.
Y la palabra nano-escala viene del nanómetro, la medida de la mil
millonésima parte de un metro. Para tener una idea de que tan
pequeño es eso, vamos a recordar la sal.
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Fue encontrada por primera vez por estos cinco científicos. El señor
de abajo a la derecha es Harold Kroto, un químico inter-estelar. Eso
significa que su trabajo es observar el espacio e intentar descifrar
de qué están hechas las cosas que vemos. Pensó que quizás había
visto algunas cadenas largas de compuestos de carbono, así que se
juntó con otras personas que tenían una máquina con la que
hacían cadenas muy largas de cosas, y los convenció para intentar
con carbono. Pero obtuvieron algo inesperado. En vez de cadenas de
longitudes diferentes, obtenían una y otra vez grupos con 60
átomos de carbono. Jamás se había visto algo así. No tenían idea de
qué era. Pero ellos sabían de otras cosas, incluyendo arquitectura.
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Esta es una foto de lo que llamamos una cúpula geodésica, es una
esfera hecha con una serie de líneas rectas. Fue diseñada y dada a
conocer por el arquitecto Buckminster Fuller. Entonces los
científicos se dieron cuenta que quizás habían hecho una molécula
con la misma forma de una cúpula geodésica. Y resulta que tendría
exactamente esta forma [mostrar un balón de fútbol]. Si te imaginas
colocando un átomo en cada punto donde se encuentran dos líneas
(lo llamamos vértice), hay exactamente 60 vértices en la superficie
de un balón de fútbol.
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Y por esta razón les debe importar. Porque esa lista de propiedades
pudiese permitirnos hacer algunas cosas que nunca habíamos
podido hacer. Vamos a hablar de algunos de los muchos ejemplos.
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Una de las áreas donde los nanotubos pudiesen ser muy
importantes es en la producción de energía. Quisiéramos poder
generar la mayoría de nuestra energía a partir de los rayos solares.
Hoy en día tenemos paneles solares que transforman la energía
solar en electricidad y son muy eficientes, pero también son muy
caros. Yo no tengo estos paneles en el techo de mi casa, y la
mayoría de ustedes no los tienen en la suya debido al costo. Pero
hay un grupo de ingenieros que está tratando de usar los
nanotubos (y otra cantidad de materiales interesantes) para tratar
de fabricar la próxima generación de paneles, que esperamos sean
más duraderos y baratos. Los nanotubos también pudieran tener
un gran impacto en otro recurso en cuestión: el agua. Hay muchos
lugares en la Tierra que no tienen suficiente agua fresca. Hay
mucha agua en los océanos pero no podemos beberla por la sal.
Hay un grupo de ingenieros que creen que pueden utilizar los
nanotubos para fabricar un filtro sencillo que separe la sal del agua
para que la gente pueda tomarla, y eso sería súper importante. Los
nanotubos pudieran cambiar también la manera cómo construimos
cosas grandes como edificios y puentes, o aviones y automóviles. El
diseño de estos sistemas está basado siempre en la fuerza de un
material con respecto a su peso, y los nanotubos ofrecen una mejor
proporción que ninguna antes vista.
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Probablemente estén pensando: “todo esto suena bien, ¿pero por
qué no ha sucedido?” Todavía hay algunas barreras, y una de ellas
es el costo. Hasta hace poco los nanotubos eran sólo fabricados en
pequeños grupos en los laboratorios, difíciles de encontrar y muy
caros. El precio ha bajado, pero todavía es alto para algunas de las
aplicaciones que mencioné. Otra preocupación es la manipulación.
Si quisieras hacer algo como un chip de computadora, necesitarías
arreglar varios cientos de estas cosas y eso no es fácil, porque son
muy pequeños. Mucho del trabajo actual está basado en esta
pregunta de fabricación. Pero otra preocupación es la toxicidad. Si
miras los nanotubos por un microscopio, estos son largos y
delgados. Se ven como otro material largo y delgado llamado
asbesto. El asbesto fue alguna vez un material súper importante,
pero resultó que si llega a los pulmones puede ser muy dañino. Hay
evidencia que los nanotubos pueden causar los mismos problemas,
así que la gente está tratando de asegurarse de que no sean
utilizados en alguna aplicación que pueda poner en riesgo la salud
humana.
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