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Barreras de la Comunicación

Las barreras de la comunicación son una de la razones por las que los procesos
comunicacionales fallan. En muchas ocasiones, el mensaje no es recibido
exactamente de la manera en que el emisor pretende. Por lo tanto, es importante
que el comunicador siempre busque una forma de verificar que su mensaje se haya
entendido claramente o, dicho de otra forma, de superar estas barreras que impiden
un flujo de información adecuado.
Existen muchas barreras en la comunicación y éstas pueden ocurrir en cualquier
etapa del proceso. Estas pueden llevar a que nuestro mensaje se distorsione y, por
lo tanto, se corra el riesgo de perder tiempo y/o dinero causando momentos de
confusión y malentendidos. Una comunicación eficaz implica superar estas barreras
y transmitir un mensaje claro y conciso.
Es importante recordar que hay diferencias entre hablar y comunicarse. Cuando
hablamos, tendemos a erigir barreras que dificultan nuestra capacidad de
comunicarnos. Algunas de las barreras de la comunicación durante la conversación
(sea cotidiana o formal) incluyen:
 Falta de atención, interés, distracciones o irrelevancia para el receptor.
 Diferencias de percepción y punto de vista.
 El uso de la jerga. Términos demasiado complicados, desconocidos y/o
técnicos.
 Diferencias lingüísticas y dificultad para comprender acentos desconocidos.
 Las personas a menudo escuchan lo que esperan escuchar en lugar de lo
que realmente se dice y llegan a conclusiones incorrectas.
 Discapacidades físicas tales como problemas de audición o dificultades del
habla.

De manera general, consideraremos el concepto de barreras de la comunicación


como todos aquellos factores que impiden un adecuado flujo del mensaje
comunicacional, distorsionándolo, alterándolo u obstaculizando su adecuada
transmisión.
Entre las barreras más comunes se encuentran las siguientes:

Barreras Físicas.

Por lo general, la comunicación es más fácil a través de distancias cortas, puesto


que se dispone de una mayor variedad de canales de comunicación y se necesita
de menos tecnología. Aunque muchos dispositivos modernos nos permiten reducir
el impacto de las barreras físicas, las ventajas y desventajas de cada canal de
comunicación deben evaluarse de manera que se pueda utilizar un canal apropiado
para un proceso comunicacional específico.

Barreras Semánticas o Linguísticas.

El idioma y la habilidad lingüística pueden ser barreras para la comunicación. Sin


embargo, incluso cuando uno se comunica en el mismo idioma, la terminología
utilizada en un mensaje puede actuar como una barrera si no es completamente
entendida por el receptor. Por ejemplo, un mensaje que incluya una gran cantidad
de jerga y abreviaturas especializadas no será entendido por un receptor que no
esté familiarizado con la terminología utilizada. Debemos recordar usar un lenguaje
que pueda ser entendido por el receptor.

Barreras Psicológicas y Actitudinales.

El estado psicológico del receptor influirá en cómo se recibe el mensaje. Por


ejemplo, si alguien tiene preocupaciones personales y tiene mucho estrés, puede
estar más preocupado por sus preocupaciones personales y no ser tan receptivo al
mensaje como si estuviera en un estado de calma. El manejo del estrés es una
habilidad personal importante que afecta nuestras relaciones interpersonales.
La ira es otro ejemplo de una barrera psicológica para la comunicación. Cuando
estamos enojados es fácil decir cosas de las que luego nos arrepentimos y también
malinterpretar lo que otros están diciendo. De manera más general, las personas
con baja autoestima pueden ser menos asertivas y, por lo tanto, pueden no sentirse
cómodas para comunicarse; pueden sentirse tímidas a la hora de decir lo que
realmente sienten, o leer subtextos negativos en los mensajes que escuchan.
Las barreras actitudinales son comportamientos o percepciones que impiden que
las personas se comuniquen efectivamente. Las barreras de actitud a la
comunicación pueden ser el resultado de conflictos de personalidad, poco
autocontrol, resistencia al cambio o falta de motivación. Los receptores eficaces
deben siempre tratar de superar sus propias barreras de actitud para facilitar una
comunicación eficaz.
Barreras Fisiológicas.

Las barreras fisiológicas pueden resultar del estado físico del receptor. Por ejemplo,
un receptor con audición reducida puede no captar la totalidad de una conversación
hablada, especialmente si hay un ruido de fondo significativo.
Barreras Administrativas.

Muchas empresas o instituciones pueden tener estructuras organizativas poco


ordenadas o demasiado jerárquicas, lo que puede dificultar las comunicaciones. En
este punto, también se consideran los sistemas de intercambio de información
defectuosos, la falta de supervisión o formación de las personas implicadas, el
filtrado de información confidencial, las brechas de comunicación entre jefes y
empleados, entre otros.

Estrategias para evitar las barreras en la comunicación.

La mayoría de las barreras mencionadas anteriormente pueden ser superadas por


un comunicador especializado en el manejo de la cultura organizacional o el clima
laboral de las organizaciones. A continuación, analizaremos algunas herramientas
que pueden utilizarse para superar las barreras en las comunicaciones cotidianas.
Escuchar activamente.

La escucha activa es una habilidad que se puede adquirir y desarrollar con la


práctica. Sin embargo, esta habilidad puede ser difícil de dominar y, por lo tanto,
tomará tiempo y paciencia. Escuchar “activamente” significa concentrarse
plenamente en lo que se dice en lugar de limitarse a “escuchar” el mensaje del
orador. La escucha activa implica escuchar con todos los sentidos. Además de
prestar plena atención al orador, es importante que el “oyente activo” también sea
“visto” para estar escuchando; de lo contrario, el orador puede llegar a la conclusión
de que de lo que está hablando no le interesa al oyente.
Al proporcionar esta “retroalimentación”, la persona que habla se sentirá más a
gusto y por lo tanto se comunicará más fácil, abierta y honestamente. Hay señales
verbales y no verbales que transmiten la escucha activa. Los signos no verbales
incluyen sonreír (si es apropiado), hacer contacto visual, asentir con la cabeza en
los momentos apropiados y evitar distracciones. Estas señales no verbales
transmiten el mensaje de que usted está interesado en lo que el orador tiene que
decir, y que su atención está totalmente invertida. También puede ser útil ofrecer
signos verbales de escucha activa. Reflexionar sobre algo que el orador ha dicho
haciendo una pregunta aclaratoria es una manera estupenda de hacerlo.
Utilice un lenguaje sencillo.

Es importante recordar a la audiencia a la que está hablando y utilizar un lenguaje


que pueda entenderse fácilmente. Evite el uso de terminología o jerga especializada
al hablar con personas que no pertenecen a su mismo sector profesional. La gente
a menudo se siente intimidada por ese lenguaje y puede tener miedo de admitir que
no entiende el mensaje que se está transmitiendo. Una herramienta importante a
utilizar al hablar es hacer una pausa de vez en cuando y hacer preguntas para
asegurarse de que su mensaje está siendo entendido como es debido. También
puede permitir que el oyente haga preguntas para aclarar cualquier punto.

Brinda una retroalimentación constructiva.

Recuerde que la retroalimentación es parte de la cadena de comunicación. Mientras


que la retroalimentación que usted le da al orador/enviador puede ser
ocasionalmente negativa, es importante que sea de naturaleza constructiva. La
intención de la retroalimentación debe ser mejorar las habilidades del orador. Esto
fortalecerá la relación interpersonal y mejorará las comunicaciones futuras.
Sistemas de comunicación

Podemos observar los siguientes sistemas: orales, gestuales y comunicación total.

1. Sistemas orales (oralismo)

Su objetivo es la adquisición de la lengua oral y escrita que se habla en el entorno


del sordo, aprovechando, si es posible, los restos auditivos y la lectura labial. Los
métodos orales más generalizados son el sistema verbotonal y la lectura de labios

Sistema verbotonal:

Esta basado en el aprovechamiento y optimización de lo restos auditivos. Se trabaja


con un aparato llamado Suvag, dotado de moderna tecnología para el filtrado del
sonido, que actúa como seleccionador, amplificador y codificador de los sonidos,
ayudando al sordo a entender los escasos sonidos que le llegan. Se recomienda
una detección precoz para obtener mejores resultados.

Lectura labial:

Consiste en reconocer las palabras y captar el mensaje a partir de los movimientos


y posiciones de los órganos articulatorios visibles del interlocutor. La comprensión
debe de completarse con la “suplencia mental”, valiéndose del contexto y el
conocimiento del idioma. El esfuerzo es constante y produce fatiga; además, si el
sordo deja de mirar, se pierde en la conversación.

2. Sistemas complementarios de comunicación oral

Son lenguajes artificiales creados con una doble intencionalidad: reducir los
problemas comunicativos y apoyar el acceso al lenguaje oral.

Bimodal:

Utiliza el lenguaje de signos al mismo tiempo que se habla, siguiendo el orden y


estructura del lenguaje oral. La información se expresa por dos canales distintos.
Trata de facilitar al sordo la comunicación con su entorno oyente y acercarle al
aprendizaje del lenguaje oral.

Palabra complementada:

Es un sistema complementario de la lectura labial, que elimina las ambigüedades


de la interpretación del movimiento de los labios. Consiste en ocho configuraciones
manuales que se utilizan en tres localizaciones al rededor de la boca, de manera
que los fonemas diferenciales pueden ser distinguidos por la posición de la mano.
Favorece la comprensión del lenguaje oral, así como el acceso a la lectura.
3. El lenguaje de signos (gestualismo)

Es utilizado por la mayoría de las personas sordas. Está considerado como su


lengua materna. Es fácil y rápido de aprender, y facilita la comunicación del niño
sordo desde sus primeros años y, en este caso, las pautas evolutivas son
semejantes a las del niño oyente, cuando aprende el lenguaje oral. Es considerado
un verdadero idioma, puesto que tiene sintaxis, vocabulario y capacidad para
generar infinitas proposiciones.

Consiste en un sistema de símbolos que se producen con gestos manuales, del


cuerpo, la expresión facial y los ojos. La combinación de los signos forma oraciones.
Los elementos constitutivos, equiparables a los fonemas, son los “queremas” y son:

 La configuración de la mano mientras se desarrolla el signo.


 El lugar donde la mano realiza el signo.
 El movimiento que se desarrolla para realizar el signo.
 La orientación de la palma de la mano.
 Los componentes no manuales.

Por último, señalar del lenguaje de signos que no es universal, no es icónico, no es


tan solo gestos y tiene gramática.

4. Comunicación total

Se fundamenta en la idea de que la comunicación es antes que el lenguaje.


Actualmente, se está imponiendo el desarrollo comunicativo – lingüístico y cognitivo
al lenguaje oral. Se trata de utilizar todos los canales disponibles que fomente en el
niño sordo una actitud positiva hacia la comunicación. Este sistema se propone:

 Favorecer una expresión natural y propiciar el desarrollo del lenguaje.


 Permitir la elección libre del medio de comunicación más idóneo en cualquier
situación.
 Auspiciar un lenguaje común basado, a la vez, en el lenguaje gestual y el
lenguaje oral.
 Propiciar el desarrollo de la personalidad y auto-respeto del niño sordo.

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