Sei sulla pagina 1di 18

ESTADO DE SALUD DE LA POBLACIÓN

Mortalidad en la Región de las Américas


Introducción
En los últimos decenios, las tendencias y los perfiles de la mortalidad en la Región de las Américas
han experimentado cambios sustanciales (1). En América Latina y el Caribe, los cambios
demográficos, sumados a la evolución del modo de vida y los factores ambientales, conductuales y
económicos, han llevado a que las enfermedades no transmisibles reemplacen o, en algunos entornos,
coexistan con la carga de las enfermedades transmisibles (2, 3). Esta transición epidemiológica1
ayuda a explicar las tendencias particularmente heterogéneas que la mortalidad presenta en los países
de América Latina y el Caribe (2-4), donde la doble carga de las enfermedades transmisibles y las no
transmisibles es común y se cobra un extraordinario costo para el sistema de salud (2). Sin embargo,
las mejoras en la atención primaria de salud (3) y el control y la vigilancia de las enfermedades han
reducido el riesgo de muerte por enfermedades prevenibles mediante vacunación (1) y por
complicaciones durante el embarazo y el parto (3).
En términos generales, en el último decenio la Región de las Américas se ha caracterizado por un
aumento del número de muertes por causas externas, como los traumatismos causados por el tránsito
y los suicidios, que han contribuido a modificar el perfil de la mortalidad en la Región (5, 6). Esos
cambios no se han producido de manera uniforme en las diferentes subregiones, países, grupos
poblacionales, grupos etarios y sexos (1). Por ejemplo, la disminución de las tasas de mortalidad en
las poblaciones indígenas de los países de América Latina y el Caribe ha quedado en general a la zaga
en comparación con la de otros grupos (3).
El análisis de las tendencias de mortalidad es crucial para formular políticas eficaces de salud, de
seguridad social y de otras esferas (3). En el presente capítulo se describen las tendencias y la
magnitud de la mortalidad en la Región entre el 2002 y el 2013, por principales causas de muerte,
período y grupo etario, y los patrones heterogéneos de la mortalidad en las subregiones de la Región
de las Américas2 que se encuentran en diferentes etapas de la transición epidemiológica.
Es un hecho reconocido que América Latina y el Caribe presenta las mayores disparidades
socioeconómicas dentro de la Región de las Américas, un panorama que inevitablemente se ha
traducido en una elevada mortalidad por enfermedades no transmisibles, incluidas las enfermedades
cardiovasculares, la diabetes y el cáncer (2). La inversión de las tendencias de mortalidad por
enfermedades no transmisibles, en estas subregiones quizá sea el mayor reto que enfrenta la Región,
así como su mejor oportunidad para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) (2).
El envejecimiento, la globalización, la urbanización y el aumento de la obesidad y la inactividad física
han llevado a que las enfermedades cardiovasculares sean la principal causa de muerte y discapacidad
en la Región (2, 7, 8), representando casi un tercio de la mortalidad total a nivel regional, con un
riesgo generalmente mayor en los hombres que en las mujeres.
La Región de las Américas también presenta una elevada carga de diabetes mellitus, que se sabe que
aumenta entre dos y cuatro veces el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y se encuentra
entre las cinco causas principales de muerte en América Latina y el Caribe, según el estudio sobre la
carga mundial de enfermedad correspondiente al año 2010 (2, 9). Sobre la base de las tendencias
actuales, se prevé que en América Latina y el Caribe la mortalidad por diabetes sea 1,6 veces mayor
que la meta de los ODS (2). Por otra parte, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el
cáncer representa un tercio de la carga de las enfermedades no transmisibles, en la Región, siendo los
factores demográficos, sociales, económicos y ambientales, así como los cambios en los modelos
reproductivos, los principales factores que impulsan los patrones de mortalidad por cáncer (10).
En el último decenio, la Región ha experimentado una disminución en la mortalidad por
enfermedades transmisibles gracias a las mejoras en el acceso a los servicios de abastecimiento de
agua y saneamiento, la administración de suplementos de micronutrientes, la atención primaria y la
vacunación, entre otros aspectos (3, 5). Entre el 2007 y el 2009, 12,5% de todas las muertes
producidas en la Región se atribuyó a enfermedades transmisibles, con las mayores tasas de
mortalidad observadas en Guatemala y Perú (5). A pesar de las tendencias favorables en la mortalidad
general por enfermedades transmisibles, los problemas como la resistencia a los antibióticos y las
enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes requerirán una vigilancia continua y constante
(1). Una mejor comprensión de la relación entre el cambio climático y las enfermedades infecciosas
también será crucial dadas las repercusiones climáticas previstas con respecto a las enfermedades
transmitidas por vectores y las zoonosis (11).
La reducción de la mortalidad materna sigue siendo un objetivo pendiente en la Región de las
Américas. Ningún país de la Región ha cumplido el Objetivo de Desarrollo del Milenio 5 (ODM 5)
(«Mejorar la salud materna»). De hecho, entre los años 1999 y 2013, se ha registrado un aumento de
la mortalidad materna en la Región (12). Ese aumento puede deberse al menos parcialmente a la mejor
identificación de las muertes maternas directas e indirectas, al agregado de una casilla para el
embarazo en los certificados de defunción de los Estados Unidos en el 2003 (13); a la inclusión de
las defunciones maternas tardías en la décima revisión de la Clasificación Estadística Internacional
de Enfermedades y Problemas de Salud Conexos (CIE-10); a la vigilancia activa de las defunciones
maternas en Brasil y México desde el 2002 (5); a la prevalencia cada vez mayor de las enfermedades
crónicas y los factores de riesgo como la obesidad, la hipertensión, la diabetes mellitus y las
cardiopatías en las embarazadas; y, por último, a la transición obstétrica3 (12-15).
La menor tasa de disminución en la mortalidad materna durante el período 1990-2015 se observó en
el Caribe, que informó una reducción de 1,8% (14). La notificación de la mortalidad materna en la
Región sigue enfrentándose a problemas de clasificación errónea y subnotificación (5, 12).
A pesar de la disminución general de las complicaciones durante el embarazo y el parto en toda la
Región (3), las causas obstétricas directas siguieron representando 75,0% de las muertes maternas a
nivel regional en el 2007 (5). Las mejoras que se han registrado en los últimos decenios en la lucha
contra las enfermedades transmisibles y las complicaciones perinatales en los niños han dado lugar a
importantes reducciones en las muertes de recién nacidos y menores de 5 años, lo que ha hecho
posible que América Latina y el Caribe cumpla el ODM 4 («Reducir la mortalidad de los niños
menores de 5 años») (16). No obstante, dentro de los países de América Latina y el Caribe siguen
existiendo disparidades llamativas. Por ejemplo, a pesar de las importantes mejoras alcanzadas en la
prevención de la mortalidad materna, neonatal e infantil, la tasa de mortalidad neonatal de México
sigue siendo dos veces más alta que la de los Estados Unidos (8,2 en comparación con 3,6 muertes
por 1 000 nacidos vivos) (17).
Los adolescentes y los jóvenes, que representan cerca de 26% de la población total de la Región,
forman la cohorte más numerosa en el continente americano (18). Este grupo poblacional también es
el que registra el mayor número de muertes por causas externas, que entre el 2007 y el 2009
supusieron 64,7% de las muertes en el grupo etario de 10 a 24 años y 11,1% de todas las muertes en
la Región (5). Las muertes por causas externas se deben principalmente a los traumatismos causados
por accidentes de tránsito, que se encuentran entre las principales causas de muerte en los grupos de
edad de 5 a 14 años y de 15 a 44 años (6), seguidos de los traumatismos accidentales, las agresiones
y los suicidios. Las estimaciones mundiales indican que para el 2020 los traumatismos causados por
el tránsito pasarán a ocupar el tercer lugar entre las causas de los años de vida ajustados en función
de la discapacidad perdidos (19). Por tanto, las causas externas de muerte siguen siendo un importante
motivo de preocupación dada la creciente mortalidad proporcional que representan en la Región de
las Américas.
Las diferencias en la mortalidad debida a causas externas desglosadas por sexo son notables, ya que
afectan desproporcionadamente más a los hombres que a las mujeres (20). Por ejemplo, las muertes
causadas por agresiones representan hasta 30,0% del número total de muertes por causas externas en
los hombres, pero solo 10-12% en las mujeres, y en el 2007 el riesgo de muerte por traumatismos
causados por el tránsito fue entre 3 y 4 veces mayor en hombres que en mujeres (5).
Para evaluar la mortalidad en la Región de las Américas, se realizó un estudio ecológico usando datos
de la base de datos sobre mortalidad de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para el
período 2002-2013 y los indicadores sobre la mortalidad materna e infantil (menores de 1 año)
estimada obtenidos de grupos interinstitucionales. En el presente capítulo se describen la magnitud,
la distribución y las tendencias de los datos sobre mortalidad en la Región y sus subregiones durante
tres períodos (2000-2005, 2006-2009 y 2010-2013). Los países se agrupan de acuerdo con la
Iniciativa Regional de Datos Básicos de Salud (IRDBS) de la OPS, y México y Brasil se indican por
separado como subregiones debido a su tamaño poblacional. Se calcularon las tasas de mortalidad
ajustadas según la edad para la comparación entre las subregiones, usando la estructura etaria de la
población mundial de la OMS elaborada para el período 2000-2025 como población estándar. Se
estimó el riesgo relativo de mortalidad por sexo y para cada uno de los períodos de tres años, junto
con el porcentaje de cambio en la mortalidad entre dichos períodos, usando como variable de
referencia el último intervalo.
Calidad de los datos de mortalidad: subregistro, causas de muerte mal definidas y códigos
inútiles
Se evaluó la calidad de los datos para establecer proporciones de subregistro, causas de muerte mal
definidas4 y códigos inútiles.5 En cuanto al subregistro, el análisis indicó que los datos de mortalidad
de la Región de las Américas para el 2010-2013 tuvieron un subregistro de 5,9%, en comparación
con 7,2% para el 2002-2005 y el 2006-2009. Un total de 3,4% de los datos para el 2010-2013 se
clasificaron como causas de muerte mal definidas, en comparación con 4,7% de los datos en el 2002-
2005 y 3,6% en el 2006-2009. Por otro lado, la proporción de códigos inútiles aumentó a 15,2% para
el 2010-2013, en comparación con 14,8% para el 2002-2005 y 15,0% para el 2006-2009. Por
consiguiente, la calidad de los datos de mortalidad para la Región mejoró en cuanto al subregistro y
las causas de muerte mal definidas, pero disminuyó en cuanto a la proporción de códigos inútiles.
Se observó una amplia variabilidad en la calidad de los datos de mortalidad por subregión (figura 1).
Por ejemplo, en el 2010-2013, el área andina tuvo un subregistro de 24,9%, 2,2% de causas de muerte
mal definidas y 17,2% de códigos inútiles, mientras que el Cono Sur informó porcentajes de 2,5%,
7% y 24,7% respectivamente para las mismas categorías. En el 2010-2013, la proporción mayor de
subregistro se observó en el área andina (24,9%) y la menor en México (prácticamente 0%). En ese
mismo período, la mayor proporción de causas de muerte mal definidas se registró en el Cono Sur
(7,0%) y la menor en América del Norte (1,5%), mientras que, en el caso de los códigos inútiles, la
mayor proporción se registró en el Cono Sur (24,7%) y la menor en México y el Caribe latino (13,5%).
Figura 1. Calidad de los datos de mortalidad por subregión y período, Región de las Américas,
2002-2013

Fuente: Plataforma de Información de Salud de las Américas PLISA; http://www.paho.org/plisa.


El análisis de la calidad de los datos en las subregiones a lo largo del tiempo (figura 1) muestra que
Brasil y México presentaron la mayor disminución en cuanto al sub registro entre el 2002-2005 y el
2010-2013. Durante el mismo período, en México esa proporción descendió de 4,5% a prácticamente
0%, mientras que en Brasil se redujo de 7,6% a 3,1%. Brasil también registró la mayor reducción de
las causas de muerte mal definidas (de 12,4% en el 2002-2005 a 6,5% en el 2010-2013), mientras que
América del Norte experimentó un aumento leve para esa categoría (de 1,3% en el 2002-2005 a 1,5%
en el 2010-2013). América Latina y el Caribe registró una disminución en los códigos inútiles seguida
por un aumento (de 14,3% en el 2002-2005 a 12,9% en el 2006-2009 y 13,5% en el 2010-2013),
mientras que en México esa categoría aumentó de 12,6% (2002-2005) a 13,5% (2010-2013).
Mortalidad según las causas de muerte definidas en el estudio sobre la carga mundial de
morbilidad: enfermedades transmisibles, enfermedades no transmisibles y causas externas
La mortalidad por las principales causas de muerte de acuerdo con las categorías establecidas en el
estudio sobre la carga mundial de enfermedad correspondiente al año 2010 (enfermedades
transmisibles, no transmisibles y causas externas) se presenta en el cuadro 1. Los resultados indican
que, en el 2010-2013, las enfermedades no transmisibles fueron la causa principal de muerte en la
Región de las Américas. La tasa de mortalidad ajustada según la edad debida a las enfermedades
transmisibles fue de 59,7 muertes por 100 000 habitantes, en comparación con 441,3 muertes por 100
000 debidas a las enfermedades no transmisibles y 62,7 muertes por 100 000 habitantes debidas a
causas externas.
Cuadro 1. Tasa de mortalidad ajustada según la edad por causa de muerte definida en el estudio
sobre la carga mundial de enfermedad, a período y sexo, Región de las Américas, 2002-2013

Causa de muerte definida en el estudio sobre la carga Período Tasa Variación Riesgo
mundial de enfermedad Hombre Mujer Total (%)b relativoc

Enfermedades transmisibles 2002- 74,8 58,1 66,2 -9,9 1,3


2005

2006- 71,9 56,6 64,1 -6,9 1,3


2009

2010- 66,7 53,0 59,7 – 1,3


2013

Enfermedades no transmisibles 2002- 539,3 436,0 483,4 -8,7 1,2


2005

2006- 521,9 422,7 468,7 -5,8 1,2


2009

2010- 490,7 398,1 441,3 – 1,2


2013

Causas externas 2002- 98,8 27,2 62,4 0,5 3,6


2005

2006- 101,2 27,9 64,0 -2,0 3,6


2009

2010- 98,9 27,5 62,7 – 3,6


2013
Fuente: Plataforma de Información de Salud de enfermedades no transmisibles PLISA;
http://www.paho.org/plisa.
a) Estudio sobre la carga mundial de enfermedad correspondiente al 2010 (9).
b) Variable de referencia: período 2010-2013.
c) Variable de referencia: sexo femenino.
A lo largo de los tres períodos, las tasas de mortalidad por enfermedades transmisibles ajustadas según
la edad disminuyeron de 66,2 (en el 2002-2005) a 59,7 por 100 000 muertes (en el 2010-2013), lo
que representa una reducción de 9,9%. De manera análoga, las tasas de mortalidad por enfermedades
no transmisibles ajustadas según la edad disminuyeron en forma sostenida desde 483,4 en el 2002-
2005 a 441,3 por 100 000 muertes en el 2010-2013. Las tasas de mortalidad por causas externas
aumentaron de 62,4 a 64,0 por 100 000 muertes entre el 2002-2005 y el 2006-2009, y disminuyeron
a 62,7 por 100 000 muertes en el 2010-2013.
Se llevó a cabo un análisis de las causas de muerte en la Región establecidas en el estudio sobre la
carga mundial de enfermedad correspondiente al 2010 (desglosadas por sexo) para evaluar las
disparidades entre hombres y mujeres con respecto al riesgo de muerte por enfermedades
transmisibles, no transmisibles y causas externas a lo largo del tiempo (cuadro 1). Los resultados
indicaron un riesgo relativo (RR) constante de 1,3 para las muertes por enfermedades transmisibles
con el transcurso del tiempo, con un riesgo 30% mayor para los hombres, a lo largo de los tres
períodos. De manera similar, los hombres presentaban un riesgo 20% mayor de muerte por
enfermedades no transmisibles a lo largo del período de estudio (RR = 1,2). En lo que se refiere a la
muerte por causas externas, la disparidad por sexo fue mucho mayor: los hombres tenían un riesgo
3,6 veces mayor de muerte que las mujeres, y esta disparidad se mantuvo constante entre el 2002-
2005 y el 2010-2013. En todas las subregiones se observaron disparidades en cuanto al riesgo de
muerte debida a enfermedades transmisibles, no transmisibles y causas externas. Así, en el 2010-2013
el riesgo relativo en los dos primeros casos varió entre 1,2 y 1,4 para los hombres en comparación
con las mujeres, mientras que el correspondiente a las causas externas osciló entre 2,3 y 5,2 para los
hombres en comparación con las mujeres.
Dentro de la Región, se observaron varios patrones y tendencias en las tasas de mortalidad por
enfermedades transmisibles, enfermedades no transmisibles y causas externas (figura 2). En el
período más reciente (2010-2013), la subregión que presentó la mayor tasa de mortalidad debida a
enfermedades transmisibles fue Centroamérica (111,8 muertes por 100 000 habitantes) y la que
presentó la menor fue América del Norte (32,8 muertes por 100 000 habitantes). Las tasas de
mortalidad por enfermedades no transmisibles fueron más elevadas en Centroamérica (454,2 muertes
por 100 000 habitantes) y más bajas en el Caribe no latino (297,3 muertes por 100 000 habitantes).
En el mismo período, las tasas de mortalidad debida a causas externas fueron más elevadas en
Centroamérica (90,2 muertes por 100 000 habitantes) y más bajas en el Caribe no latino (38,7 muertes
por 100 000 habitantes). En consecuencia, el análisis por subregiones indica que en el 2010-2013
Centroamérica presentaba las mayores tasas de mortalidad por enfermedades transmisibles,
enfermedades no transmisibles y causas externas.
El análisis de la tendencia a lo largo de los tres períodos (figura 2) muestra que todas las subregiones
experimentaron una disminución constante en las tasas de mortalidad por enfermedades transmisibles
a excepción de Brasil y Centroamérica. En Centroamérica, se informó un aumento pronunciado entre
el 2002-2005 y el 2006-2009 (de 80,7 a 131,9 muertes por 100 000 habitantes), seguido por una
disminución constante que llegó a 111,8 muertes por 100 000 habitantes en el 2010-2013. Asimismo,
todas las subregiones excepto Brasil, Centroamérica y México registraron una disminución continua
en las tasas de mortalidad por enfermedades no transmisibles. En Centroamérica, se observó un patrón
semejante al de las enfermedades transmisibles, con un aumento brusco de la tasa de mortalidad por
enfermedades no transmisibles (de 351,0 a 454,8 muertes por 100 000 habitantes) entre el 2002-2005
y el 2006-2009, seguido de una disminución constante que llegó a 454,2 muertes por 100 000
habitantes en el 2010-2013. El Caribe no latino registró la mayor disminución de las tasas de
mortalidad por enfermedades no transmisibles, con 475,7 muertes por 100 000 habitantes en el 2002-
2005 y 297,3 muertes por 100 000 habitantes en el 2010-2013 (una reducción de 37,5%).
Figura 2. Tendencias en las tasas de mortalidad para las causas de muerte definidas en el estudio
sobre la carga mundial de enfermedad a por período y subregión, Región de las Américas, 2002-
2013
Fuente: Plataforma de Información de Salud de la Organización Panamericana de la Salud,
PLISA; http://www.paho.org/plisa.
a) Estudio sobre la carga mundial de enfermedad correspondiente al año 2010 (9).
En lo que respecta a la muerte por causas externas, en las distintas subregiones se observaron
diferentes tendencias: América del Norte, el Caribe latino y el Caribe no latino siguieron un patrón
similar, con un aumento moderado entre el 2002-2005 y el 2006-2010, seguido de una disminución
en el 2010-2013. En México, la mortalidad debida a causas externas siguió aumentando hasta el
2010-2013, mientras que en Brasil descendió entre el 2002-2005 y el 2006-2009 y luego aumentó
en el 2010-2013. El área andina fue la única subregión con una disminución constante y continua en
la mortalidad debida a causas externas a lo largo del período de estudio (de 98,6 muertes por 100
000 habitantes en el 2002-2005 a 89,1 habitantes en el 2010-2013). Centroamérica presentó el
mayor aumento de la mortalidad por causas externas (de 65,0 muertes por 100 000 habitantes el
2002-2005 a 98,5 en el 2006-2009), seguido de una disminución a 90,2 en el 2010-2013.
Mortalidad por principales causas de muerte
Se analizaron las principales causas de muerte por grupo etario (10-24, 25-64 y 65 años o más) y los
tres períodos designados. En la figura 3 se muestran las cinco principales causas de muerte y las
tasas de mortalidad asociadas por grupo etario y período en la Región. Los resultados globales para
el 2010-2013 indicaron que el homicidio fue la principal causa de muerte en el grupo de 10 a 24
años de edad, con una tasa de mortalidad de 20,4 por 100 000 habitantes, seguido de los accidentes
de transporte terrestre, con una tasa de 13,4 muertes por 100 000 habitantes, y el suicidio, con una
tasa de 5,7 muertes por 100 000 habitantes. En ese mismo período, en el grupo de 25 a 64 años de
edad las cardiopatías isquémicas fueron la principal causa de muerte (35,9 muertes por 100 000
habitantes), seguida de la diabetes mellitus (19,1 muertes por 100 000 habitantes); los homicidios
igualaron la cirrosis y otras hepatopatías, con una tasa de 18,3 muertes por 100 000 habitantes. Los
accidentes de transporte terrestre presentaron una tasa de 17,0 por 100 000 habitantes. El homicidio
y los accidentes de transporte terrestre se encontraban entre las cinco principales causas de muerte
en los grupos etarios de 10 a 24 y de 25 a 65 años tanto en el 2002-2005 como en el 2002-2005 (y
en el 2006-2009 también, en el caso del grupo más joven). En las personas de 65 o más años, en el
2010-2013 las cardiopatías isquémicas siguieron siendo la principal causa de muerte, con una tasa
de 620,6 muertes por 100 000 habitantes, seguidas de las enfermedades cerebrovasculares, la
demencia y la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad crónica de las vías respiratorias inferiores y
la diabetes mellitus.
Figura 3. Principales causas de muerte por grupo etario y período, Región de las Américas, 2002-
2013
Source: Plataforma de Información de Salud de las Américas PLISA; http://www.paho.org/plisa.
Se observó poca heterogeneidad en las principales causas de muerte con el transcurso del tiempo en
la Región de las Américas en el grupo de 10 a 24 años: el homicidio, los accidentes de transporte
terrestre y el suicidio seguían siendo las tres principales causas entre el 2002-2005 y el 2010-2013.
En el grupo de 25 a 64 años de edad, a lo largo de los tres períodos la cardiopatía isquémica se
mantenía como causa principal de muerte y los accidentes de transporte terrestre entre las cinco
primeras. Por el contrario, la diabetes mellitus no se encontraba entre las cinco principales causas de
muerte en el 2002-2005, pero fue la segunda causa en los períodos 2006-2009 y 2010-2013.
Además, las enfermedades cerebrovasculares, que fueron una causa principal de muerte en el 2002-
2005, ya no lo fueron en los dos últimos períodos de estudio, cuando la cirrosis y otras hepatopatías
pasaron a ser una de las principales causas de muerte por primera vez en el período de estudio.
En las personas de 65 años y más, se observó una tendencia homogénea similar en las subregiones
para las principales causas de muerte a lo largo del tiempo. Las cardiopatías isquémicas, las
enfermedades cerebrovasculares, las enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores y la
diabetes mellitus se mantuvieron entre las cinco principales causas de muerte en ese grupo etario.
La categoría de la demencia y la enfermedad de Alzheimer no estuvo entre las cinco principales
causas de muerte en el primer período de estudio, pero entre el 2006-2009 y el 2010-2013 pasó de
la cuarta a la tercera posición como principal causa.
Los datos correspondientes a la Región en su conjunto parecen indicar una variabilidad entre las
subregiones y países en las principales causas de muerte por grupo etario. Se puede acceder a los
datos subregionales y nacionales en la base de datos sobre la mortalidad de la plataforma de
información de la OPS para la Región (Plataforma de Información de Salud de las Américas,
PLISA).6
Mortalidad materna por período y causa de muerte
En el período 2010-2013, la razón de mortalidad materna para toda la Región fue de 58,2 muertes
por 100 000 nacidos vivos, lo que supone una disminución respecto a la razón de 68,4 muertes en el
2002-2005 y de 64,6 en el 2006-2009 (una reducción de 14,9% y 9,9%, respectivamente) (cuadro
2). La razón de mortalidad materna subregional más elevada registrada en el 2010-2013
correspondió al Caribe latino, con 192,2 muertes por 100 000 nacidos vivos. Haití tuvo la razón de
mortalidad materna más alta (375,0) en el Caribe latino durante ese período. La subregión con la
razón de mortalidad materna más baja en el 2010-2013 fue América del Norte, que notificó 13,5
muertes por 100 000 nacidos vivos; a nivel de país en ese mismo período, dentro de América del
Norte, Canadá registró la razón de mortalidad materna más baja notificada (7,7).
Cuadro 2. Razón de mortalidad materna por región y subregión, y por período, Región de las
Américas, 2002-2013

Región o subregión Período Razón Variación


(%)a
Américas 2002-2005 68,4 -14,9

2006-2009 64,6 -9,9

2010-2013 58,2 –

Área andina 2002-2005 118,4 -19,2

2006-2009 104,8 -8,7

2010-2013 95,7 –

Brasil 2002-2005 64,5 -10,1

2006-2009 66,5 -12,8

2010-2013 58,0 –

Centroamérica 2002-2005 126,9 -15,8


Región o subregión Período Razón Variación
(%)a
2006-2009 115,8 -7,7

2010-2013 106,9 –

Caribe latino 2002-2005 219,1 -12,3

2006-2009 214,8 -10,5

2010-2013 192,2 –

México 2002-2005 56,5 -24,8

2006-2009 51,0 -16,7

2010-2013 42,5 –

Caribe no latino 2002-2005 114,1 -5,7

2006-2009 107,3 0,3

2010-2013 107,6 –

América del Norte 2002-2005 12,7 6,3

2006-2009 13,8 -2,2

2010-2013 13,5 –

Cono Sur 2002-2005 64,2 -10,0

2006-2009 62,1 -6,9

2010-2013 57,5 –
Fuente: Plataforma de Información de Salud de las Américas PLISA; http://www.paho.org/plisa.
a) Variable de referencia: período 2010-2013.
Entre el 2002-2005 y el 2010-2013, se observó una tendencia general de disminución en la
mortalidad materna en todas las subregiones excepto esta subregión, donde esta razón aumentó en
5,7%. Estados Unidos fue el país que contribuyó más al aumento de la razón de mortalidad materna
en América del Norte. A pesar de tener la razón de mortalidad materna más baja de la Región,
América del Norte fue la única subregión que presentó un aumento en el último decenio (cuadro 2).
En las otras subregiones, la mayor disminución con el transcurso del tiempo se registró en México,
donde entre el 2002-2005 (razón de mortalidad materna = 56,5) y el 2010-2013 (razón de
mortalidad materna = 42,5) se redujo en 24,8%.
Causas
Las causas de muerte materna se dividieron en cuatro categorías: 1) causas obstétricas directas; 2)
causas obstétricas indirectas; 3) defunciones obstétricas por causas no especificadas; y 4)
defunciones maternas tardías y por secuelas obstétricas. La distribución de las causas de mortalidad
materna en la Región a lo largo del tiempo, por subregión, se muestra en la figura 4. En el 2010-
2013, 66,4% de las muertes maternas en la Región fueron defunciones obstétricas directas, 23,5%
fueron defunciones obstétricas indirectas, 7,4% fueron defunciones tardías y por secuelas
obstétricas, y 2,8% fueron defunciones obstétricas por causas no especificadas. Al analizar la
mortalidad según estas categorías, dentro de la tendencia general decreciente, el mayor número de
muertes en los tres períodos correspondió a las causas obstétricas directas, que representaron 77,2%,
71,3% y 66,4% de las muertes maternas en el 2002-2005, 2006-2009 y 2010-2013, respectivamente,
seguidas de la proporción cada vez mayor de causas obstétricas indirectas, con 16,3%, 20,4% y
23,5% de las muertes maternas, respectivamente. Las defunciones maternas tardías y por secuelas
obstétricas también aumentaron en el período de estudio, y representaron 4,0%, 6,0% y 7,4% de las
muertes maternas en los tres períodos respectivos. Las defunciones obstétricas por causas no
especificadas constituyeron la menor proporción de muertes maternas en la Región (2,6%, 2,4% y
2,8%, respectivamente, del total de muertes maternas).
Figura 4. Causas de mortalidad materna por región y subregión, y por período, Región de las
Américas, 2002-2013

Fuente: Plataforma de Información de Salud de las Américas PLISA; http://www.paho.org/plisa.


En las subregiones, se registraron variaciones en la distribución proporcional de las causas de muerte
materna. El área andina y el Caribe latino siguieron un patrón similar al de la Región en el 2010-
2013, con la mayor mortalidad materna correspondiente a las defunciones obstétricas directas (68,1%
y 63,5%, respectivamente) en comparación con las defunciones obstétricas indirectas (26,6% y
27,4%, respectivamente) y las defunciones tardías y por secuelas obstétricas (1,7% y 5,1%,
respectivamente). Centroamérica y el Caribe no latino presentaron una distribución similar, pero con
un número mucho más elevado de defunciones obstétricas directas (87,5% y 87,2%,
respectivamente). Por su parte, en el 2010-2013 la distribución de las causas de muerte materna en
América del Norte presentó cifras más homogéneas (52,2% de defunciones obstétricas directas,
24,2% de defunciones obstétricas indirectas y 20,3% de defunciones tardías y por secuelas
obstétricas).
Estos datos parecen señalar un aumento general en la proporción de defunciones obstétricas indirectas
y de defunciones tardías y por secuelas obstétricas, y una disminución en la proporción de defunciones
obstétricas directas. En la subregión de América del Norte, el porcentaje de defunciones maternas
obstétricas directas descendió de 62,5% en el 2002-2005 a 53,7% y 52,2% en el 2006-2009 y el 2010-
2013, respectivamente, y la proporción de defunciones obstétricas por causas no especificadas se
redujo de 4,1% en el 2002-2005 a 3,2% en el 2010-2013. Por el contrario, en la misma subregión, las
causas obstétricas indirectas aumentaron (de 18,6% en el 2002-2005 a 24,3% en el 2010-2013), y
entre el 2002-2005 y el 2006-2009 se produjo un aumento brusco de las defunciones maternas tardías
y por secuelas obstétricas (de 15,0% a 24,3%), aunque luego descendieron ligeramente en el 2010-
2013 (20,3%). Desde el 2002-2005, América del Norte ha registrado la mayor proporción subregional
de defunciones maternas tardías y por secuelas obstétricas en la Región. Por otra parte, México
experimentó un aumento de las defunciones maternas obstétricas indirectas (de 15,3% en el 2002-
2005 a 23,5% en el 2010-2013) y de las defunciones maternas tardías y por secuelas obstétricas (de
2,3% en el 2002-2005 a 8,0% en el 2010-2013) simultáneamente con una disminución en la
proporción de causas obstétricas directas (de 82,1% en el 2002-2005 a 68,3% en el 2010-2013). Este
patrón también se observó en el área andina y el Caribe latino. En esa última subregión, entre el 2002-
2005 y el 2010-2013, la proporción de causas obstétricas directas descendió de 74,5% a 63,5%,
mientras que la proporción de las causas obstétricas indirectas aumentó de 19,2% a 27,4%. La
mortalidad proporcional de esa subregión debida a las defunciones maternas tardías y por secuelas
obstétricas permaneció relativamente estable (aproximadamente, 5% con el transcurso del tiempo),
mientras que las defunciones obstétricas por causas no especificadas aumentaron de 1,7% en el 2006-
2009 a 4,0% en el 2010-2013.
Tanto en el Cono Sur como en Brasil, el aumento de la mortalidad materna proporcional por
defunciones tardías y por secuelas obstétricas no fue tan significativo como el que se registró en
América del Norte y México. Por ejemplo, en Brasil, solo aumentó de 4,1% en el 2002-2005 a 6,4%
en el 2010-2013. Sin embargo, tanto el Cono Sur como Brasil siguieron el mismo patrón que el resto
de la Región con respecto a la correlación de las causas obstétricas directas e indirectas de muerte
materna con el transcurso del tiempo. En Centroamérica y el Caribe no latino se observó una situación
algo diferente dado que la proporción de defunciones obstétricas directas aumentó entre el 2002-2005
y el 2006-2009, mientras que las defunciones obstétricas indirectas disminuyeron, seguida de una
tendencia inversa en el 2010-2013. Por ejemplo, en Centroamérica, del 2002-2005 al 2006-2009 el
número de defunciones por causas obstétricas directas aumentó de 86,0% a 89,1%, y luego descendió
a 87,5% en el 2010-2013. Esta tendencia se invirtió para las causas obstétricas indirectas, cuya
contribución a las muertes maternas se redujo de 10,9% a 7,5% entre los dos primeros períodos y
luego aumentó nuevamente a 10,2% en el 2010-2013.
Mortalidad infantil (menores de 1 año) por período
La tasa de mortalidad infantil, definida como las muertes de menores de 1 año por 1 000 nacidos
vivos, se presentan en el cuadro 3. En el 2010-2013, esta tasa en la Región fue de 13,6 muertes por 1
000 nacidos vivos, lo que representa una disminución, respectivamente, con respecto a la tasa de 17,9
y 15,2 muertes por 1 000 nacidos vivos en el 2002-2005 y el 2006-2009 (una reducción de 24,0% y
10,5%). Dentro de la Región, esta tasa osciló en el 2010-2013 entre 6,0 y 38,7 muertes por 1 000
nacidos vivos (datos de América del Norte y el Caribe latino, respectivamente).
Cuadro 3. Tasa de mortalidad de lactantes por región y subregión, y por período, Región de las
Américas, 2002-2013

Región o subregión Período Razón Variación Riesgo


(%)a relativoa

Américas 2002-2005 17,9 -24,0 1,3

2006-2009 15,2 -10,5 1,1

2010-2013 13,6 – –

Área andina 2002-2005 23,4 -25,2 1,3

2006-2009 20,0 -12,5 1,1

2010-2013 17,5 – –

Brasil 2002-2005 21,9 -33,8 1,5

2006-2009 16,7 -13,2 1,2

2010-2013 14,5 – –

Centroamérica 2002-2005 28,1 -23,1 1,3

2006-2009 24,4 -11,5 1,1

2010-2013 21,6 – –

Caribe latino 2002-2005 41,2 -6,1 1,1

2006-2009 38,3 1,0 1,0

2010-2013 38,7 – –

México 2002-2005 17,9 -24,6 1,3

2006-2009 15,6 -13,5 1,2

2010-2013 13,5 – –
Región o subregión Período Razón Variación Riesgo
(%)a relativoa
Caribe no latino 2002-2005 21,4 -14,0 1,2

2006-2009 19,9 -7,5 1,1

2010-2013 18,4 – –

América del Norte 2002-2005 6,7 -10,4 1,1

2006-2009 6,4 -6,3 1,1

2010-2013 6,0 – –

Cono Sur 2002-2005 15.4 -20.8 1.3

2006-2009 13.5 -9.6 1.1

2010-2013 12.2 – –
Fuente: Plataforma de Información de Salud de las Américas PLISA; http://www.paho.org/plisa.
a) Variable de referencia: período 2010-2013.
El análisis de las tasas de mortalidad infantil a lo largo del tiempo indica que desde el 2002-2005
todas las subregiones presentaban una tendencia decreciente en la mortalidad de menores de 1 año.
Dentro de la tendencia general descendente en toda la Región, la subregión del Caribe latino registró
la tasa más elevada, con 41,2, 38,3 y 38,7 muertes por 1 000 nacidos vivos en estos tres períodos. En
la subregión del Caribe latino y la Región de las Américas en su totalidad, la tasa correspondiente a
Haití fue sistemáticamente la más elevada, de 68,0 a 63,5 muertes por 1 000 nacidos vivos entre el
2002-2005 y el 2010-2013. A nivel subregional, América del Norte registró la tasa más baja a lo largo
de los períodos respectivos (6,7, 6,4 y 6,0 muertes por 1 000 nacidos vivos). A nivel de país, en el
2010-2013 la tasa de Cuba fue la más baja (4,7 muertes por 1 000 nacidos vivos). La subregión del
Caribe latino presentó la mayor disparidad en la mortalidad en menores de 1 año, registrando tanto
las tasas más altas como las más bajas a nivel de país. La mayor disminución en la mortalidad en
menores de 1 año a lo largo del tiempo correspondió a Brasil (seguido del área andina), con una
reducción de 33,8% (RR = 1,5) entre el 2002-2005 y el 2010-2013, y de 13,2% (RR = 1,2) entre el
2006-2009 y el 2010-2013.
Mortalidad neonatal por período
Se analizó la mortalidad neonatal, definida como las muertes que se producen en los 28 primeros días
de vida por 1 000 nacidos vivos, por principales causas de muerte y período. Las principales causas
fueron «ciertas afecciones originadas en el período perinatal», que representó sistemáticamente más
de 70,0% de todas las muertes de recién nacidos en la Región en todos los períodos estudiados. Por
consiguiente, el análisis se centró en esta causa de muerte en los recién nacidos. Dentro de esta
categoría, las principales causas específicas de mortalidad neonatal en la Región fueron el síndrome
de dificultad respiratoria del recién nacido, que entre el 2002-2005 y el 2010-2013 representó 18,2-
20,4% de las muertes de recién nacidos, seguido de los trastornos relacionados con la duración de la
gestación y el crecimiento fetal (14,3-15,8%), la sepsis bacteriana (13,5-14,9%), y el feto y el recién
nacido afectados por factores maternos y complicaciones del embarazo, del trabajo de parto y del
parto (11,5-12,8%). En América del Norte y el Cono Sur, los trastornos relacionados con la duración
de la gestación y el crecimiento fetal siguieron siendo la principal causa de muerte en recién nacidos
a lo largo de los tres períodos, mientras que, en el área andina, Brasil, Centroamérica, Caribe latino,
México y Caribe no latino, el síndrome de dificultad respiratoria del recién nacido fue la principal
causa. Además de «ciertas afecciones originadas en el período perinatal», en ciertas subregiones la
hipoxia intrauterina y la asfixia del nacimiento, los trastornos hemorrágicos y hematológicos del feto
y el recién nacido, y la neumonía congénita fueron las principales causas de muerte neonatal.
Conclusiones
A pesar de los importantes avances registrados desde el 2002-2005 en la Región de las Américas
tanto en los indicadores generales de salud como en la calidad de los datos sobre mortalidad (por
ejemplo, la proporción de subregistro, causas mal definidas y códigos inútiles), siguen existiendo
importantes retos para mantener el progreso y mejorar más la calidad (por ejemplo, la reducción
continua de la proporción de códigos inútiles). Entre los cambios propuestos figura la reducción de
las disparidades entre los indicadores de salud en todas las regiones y países. Las tendencias de las
causas de muerte definidas en el estudio sobre la carga mundial de enfermedad correspondiente al
año 2010 fueron desiguales. Entre el 2002-2005 y el 2010-2013, el riesgo de enfermedades
transmisibles y no transmisibles se redujo en 10,0% y 9,0%, respectivamente, pero el riesgo de muerte
por causas externas siguió siendo relativamente constante. Según el análisis de las principales causas
de muerte por grupo etario en la Región, las tendencias de la mortalidad en todas las subregiones
fueron heterogéneas. Sin embargo, se observaron algunas semejanzas en la Región. Por ejemplo, en
todos los países, el homicidio y los accidentes de transporte terrestre se encontraban entre las
principales causas de muerte en el grupo de 10 a 24 años de edad; las cardiopatías isquémicas, las
enfermedades cerebrovasculares y la diabetes fueron las principales causas de muerte en el grupo de
25 a 64 años de edad; y las enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores y la demencia y
la enfermedad de Alzheimer fueron las principales causas de muerte en las personas de 65 y más
años.
A pesar de los descensos generales en el riesgo de mortalidad materna en todas las subregiones, se
observó una tendencia en ascenso en América del Norte. Con respecto a las causas de muerte, en toda
la Región se registraron una proporción en descenso de defunciones por causas obstétricas directas y
una proporción en ascenso de defunciones por causas obstétricas indirectas y defunciones maternas
tardías y por secuelas obstétricas. Los datos relativos a la mortalidad en menores de 1 año indican
una tendencia decreciente en las muertes en este grupo etario en toda la Región, con la mayor
disminución informada en Brasil desde el período 2002-2005. En la Región, la mayor parte de las
muertes de recién nacidos se atribuyeron uniformemente a las afecciones originadas en el período
perinatal, incluido el síndrome de dificultad respiratoria del recién nacido; los trastornos relacionados
con la duración de la gestación y el crecimiento fetal; la septicemia bacteriana y el feto y recién nacido
afectados por factores maternos y complicaciones del embarazo, del trabajo de parto y del parto; y
otras enfermedades respiratorias.
Notas técnicas
La mortalidad en la Región de las Américas se evaluó mediante un estudio ecológico que usó dos
fuentes: los datos de mortalidad de la OPS7 para el período 2002-2013 y los indicadores estimados
de la mortalidad materna y de menores de 1 año obtenidos a partir de los grupos interinstitucionales
(16, 21). Se seleccionó el período de estudio del 2002 al 2013 para examinar al menos un decenio de
datos y porque ese período incluía la información más completa de la base de datos de mortalidad de
la OPS.
Los datos de la OPS se recopilan anualmente de los institutos nacionales de estadística y los
ministerios de salud de todos sus Estados Miembros. Cada Estado Miembro registra las muertes por
año utilizando la codificación de la CIE-10. Los datos que figuran en la base de datos de mortalidad
de la OPS incluyen al menos cinco variables informadas sistemáticamente por todos los países:
nombre del país, año de muerte, edad, sexo y causa subyacente de muerte; en los análisis presentados
en el presente documento se usaron todas ellas. Las variaciones en la exactitud de los datos de todos
los países se midieron comparando los porcentajes de las muertes no registradas (subregistro), de las
muertes atribuidas a causas mal definidas (del capítulo XVIII de la CIE-10) y de los códigos inútiles
(proporción de muertes atribuidas a causas que no se consideran útiles con fines de salud pública).
En el caso de los países que no disponían de datos de mortalidad de buena calidad (datos ≥ 10,0% de
subregistro o ≥ 10% de causas de muerte mal definidas), se estimó una tasa de mortalidad corregida
aplicando un algoritmo de corrección para el subregistro y las causas de muerte mal definidas que
distribuye ambos tipos de muertes en los datos de mortalidad registrados. En los análisis de países
con datos de alta calidad (y los que disponían de datos de calidad baja y carecían de insumos para
corrección), se utilizaron los datos originales del registro de defunciones.
Referencias
1. Organización Panamericana de la Salud. Salud en las Américas 2007. Volumen I-Regional.
Washington: OPS; 2007. Disponible en:
http://www.paho.org/cor/index.php?option=com_docman&view=download&category_slug=public
aciones&alias=256-salud-en-las-americas-2007-vol-1&Itemid=222.
2. Rivera-Andrade A, Luna MA. Trends and heterogeneity of cardiovascular disease and risk factors
across Latin American and Caribbean countries. Progress in Cardiovascular Diseases
2014;57(3):276-285.
3. Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Mortality in Latin America: a favourable
but heterogeneous trend. Santiago: CEPAL; 2007:27-43. Disponible en:
http://www.cepal.org/publicaciones/xml/9/33269/od-4-mortalityinla.pdf.
4. Omran AR. The epidemiologic transition: a theory of the epidemiology of population change.
Milbank Quarterly 2005;83(4):731-757.
5. Organización Panamericana de la Salud. Capítulo 4: Condiciones de salud y sus tendencias.
Mortalidad en las Américas. En: Salud en las Américas: edición de 2012. Volumen I-Regional.
Washington, DC: OPS; 2012:111-124. Disponible en: http://www.paho.org/salud-en-las-americas-
2012/dmdocuments/hia-2012-chapter-4.pdf.
6. Rodrigues EM, Villaveces A, Sanhueza A, Escamilla-Cejudo JA. Trends in fatal motorcycle
injuries in the Americas, 1998-2010. International Journal of Injury Control and Safety Promotion
2014;21(2):170-280.
7. Gawryszewski VP, Souza Mde F. Mortality due to cardiovascular diseases in the Americas by
region, 2000-2009. Sao Paulo Medical Journal 2014;132(2):105-110.
8. Ordunez P, Prieto-Lara E, Pinheiro Gawryszewski V, Hennis AJ, Cooper RS. Premature mortality
from cardiovascular disease in the Americas- Will the goal of a decline of “25% by 2025” be met?
PLoS ONE 2015;10(10):e0141685.
9. Instituto de Sanimetría y Evaluación Sanitaria; Red de Desarrollo Humano, Banco Mundial. The
global burden of disease: generating evidence, guiding policy. Latin America & Caribbean regional
edition. Seattle: IHME; 2013. Disponible en:
http://www.healthdata.org/sites/default/files/files/policy_report/2013/WB_LatinAmericaCaribbean/
IHME_GBD_WorldBank_LatinAmericaCaribbean_FullReport.pdf.
10. Luciani S, Cabanes A, Prieto-Lara E, Gawryszewski V. Cervical and female breast cancers in the
Americas: current situation and opportunities for action. Bulletin of the World Health Organization
2013;91(9):640-649.
11. Medone P, Ceccarelli S, Parham PE, Rabinovich JE. The impact of climate change on the
geographical distribution of two vectors of Chagas disease: implications for the force of infection.
Philosophical Transactions of the Royal Society of London B Biological Sciences
2015;370(1665):20130560.
12. De Cosio FG, Jiwani SS, Sanhueza A, Soliz PN, Becerra-Posada F, Espinal MA. Late maternal
deaths and deaths from sequelae of obstetric causes in the Americas from 1999 to 2013: a trend
analysis. PLoS ONE 2016;46:e0160642.
13. Edwards JE, Hanke JC. An update on maternal mortality and morbidity in the United States.
Nursing for Womens Health 2013;17(5):376-388.
14. Alkema L, Chou D, Hogan D, Zhang S, Moller AB, Gemmill A, et al. Global, regional, and
national levels and trends in maternal mortality between 1990 and 2015, with scenario-based
projections to 2030: a systematic analysis by the UN Maternal Mortality Estimation Inter-Agency
Group. The Lancet 2016;387(10017):462-474.
15. Callaghan WM. Overview of maternal mortality in the United States. Seminars in Perinatology
2012;36(1):2-6.
16. Grupo Interinstitucional de las Naciones Unidas para la Estimación de la Mortalidad Infantil.
Levels and trends in child mortality, 2015. Nueva York: Naciones Unidas; 2015. Disponible en:
http://www.childmortality.org/files_v20/download/igme%20report%202015%20child%20mortality
%20final.pdf.
17. González-Pier E, Barraza-Lloréns M, Beyeler N, Jamison D, Knaul F, Lozano R, et al. Mexico’s
path towards the Sustainable Development Goal for health: an assessment of the feasibility of
reducing premature mortality by 40% by 2030. Lancet Global Health 2016;4(10):e714-e725.
18. Quinlan-Davidson M, Sanhueza A, Espinosa I, Escamilla-Cejudo JA, Maddaleno M. Suicide
among young people in the Americas. Journal of Adolescent Health 2014;54(3):262-268.
19. Ubeda C, Espitia-Hardeman V, Bhalla K, Borse NN, Abraham JP, Dellinger A, et al. National
burden of road traffic injuries in Argentina. International Journal of Injury Control and Safety
Promotion 2012;19(1):9-18.
20. De Souza ER, de Melo AN, Silva SG, Franco SA, Alazraqui M, González-Pérez GJ. [Multicentric
study of deaths by homicide in Latin American countries]. Ciência & Saúde Coletiva
2012;17(12):3183-3193.

Potrebbero piacerti anche