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Introducción

El objetivo fundamental del siguiente escrito es el aclarar lo más posible y asimilar de la

mejor manera lo que se entiende por hermenéutica jurídica, basados fundamentalmente en la

lectura del capítulo IX de la obra Teoría del Derecho escrita por el profesor de la Universidad

de Medellín, Hernán D. Benítez Naranjo; también cotejaremos un ensayo titulado La

hermenéutica y el operador jurídico en el nuevo esquema institucional, escrito por otro

profesor de Derecho de la Universidad de Medellín, Luis Ociel Castaño en la revista Opinión

Jurídica vol. 8, núm 15 .

Dado que el lenguaje coloquial se presta a diversidad de interpretaciones y debido a que el

lenguaje jurídico hace extenso uso de aquel, como estudiantes de Derecho nos es necesario

aprender a discernir las pautas para dar o entender la interpretación de leyes y/o normas, así

como la interpretación realizada a la aplicación del Derecho a hechos y situaciones que lo

atañen.

El método que se implementara será el de desglosar la frase “hermenéutica jurídica” y se

intentará en este análisis, aclarar cada palabra que la compone hallando su significado

reuniéndolos luego para hacerse con la noción más precisa de dicha frase; también se

analizara apartes de las bibliografías mencionadas con el fin de conocer las posibles

respuestas a cuestiones acerca de “la confianza” que ha de tenerse en la realización de la

interpretación jurídica, teniendo presente como ha sido la evolución de la hermenéutica

jurídica en el mundo y en Colombia.


¿Qué es hermenéutica jurídica? para precisar su significado es necesario antes determinar lo
que quieren decir las palabras que componen dicha frase, por ello se plantean estas
preguntas: ¿Qué es hermenéutica? y ¿Qué es jurídico?
Veamos: ¿Qué es hermenéutica?

Según Hernán Benítez:

En sentido convencional, la acepción de más antigua tradición apunta a la consideración de

la hermenéutica como el arte de interpretar todo tipo de textos, entre los que se cuentan los

jurídicos. O sea, la primera acepción que se nos ofrece es la de un método de interpretación.

La segunda acepción que puede tenerse en cuenta es la de la hermenéutica como teoría de la

verdad, a través del planteo del problema del “ser”, lo cual conduce forzosamente a la

universalización de la interpretación. (Benítez, 2011, pág. 367)

En otras palabras, se suelen dar varios sentidos a la palabra hermenéutica; por un lado como

conjunto de técnicas para hallarle significado a diferentes textos, como el jurídico. Por otro

lado; se refiere a que lo relevante no es tanto el método para hallar la interpretación al texto,

sino el ser, quien interpreta, y el lenguaje usado para llevar a cabo dicha interpretación. Estos

dos sentidos se solapan; en la relación filosófica el primer sentido origina al segundo, también

el segundo se puede tomar como modelo lógico interpretativo del primero, esto último como

lo afirma el citado autor:

La distinción entre una y otra acepción no puede entenderse como tajante y absoluta, pues si

bien es cierto que la historia de la filosofía muestra cómo la segunda se desprende

históricamente de la primera, es perfectamente posible aplicar la segunda concepción, de

cuño más reciente, como paradigma filosófico interpretativo desde el cual se realiza la

primera. (Benítez, 2011, pág. 367)


Ahora la segunda cuestión: ¿Qué es jurídico?

Un diccionario jurídico define el término jurídico así:

Jurídico: que atañe al Derecho o se ajusta a él. De ahí que se diga que una acción es jurídica

cuando es ejercitada con arreglo a Derecho; pues, en caso contrario, la acción no podría

prosperar porque se reputaría antijurídica. Ese vocablo tiene numerosas aplicaciones

derivadas del Derecho Romano, según el cual era día jurídico aquel en que se podría

administrar justicia (Diccionario Jurídico colombiano)

De acuerdo a todo lo anterior reuniendo ambos significados, la noción de hermenéutica

jurídica:

“… puede entenderse como atribución del significado de derecho (particularmente las

normas), y a los hechos, ámbitos o situaciones (los cuales son también, de manera simultánea,

materia de interpretación) a los que es aplicado aquél”. Prieto (como se citó en (Benítez,

2011, pág. 368)).

Es decir, podríamos afirmar que la hermenéutica jurídica da mayor sentido al derecho (en

especial a las normas), a las consecuencias jurídicas y al entorno sobre los cuales se aplica

este.

También Castaño atina en decir: “La hermenéutica (…) No es más que, sencillamente, una

determinada búsqueda de sentido, pero lejos de ser dogmática, mediante un proceso no

basado en la autoridad del poder (o en la facultad que este otorga) sino en la comprensión”

(Castaño, 2009, pág. 84)


De otra parte, citando Benítez a Prieto este dice que “ha de tenerse presente que por ser el

lenguaje jurídico una tecnificación del lenguaje coloquial, no está exento de palabras con

varios significados e ideas que no se tiene seguridad acerca de los límites de su aplicabilidad,

por lo cual dicho lenguaje podría verse distorsionado” (Benítez, 2011); y que mientras que

el primer lenguaje se base en el segundo es imposible eliminar totalmente tales palabras

ambiguas y llenas de vaguedad. De donde deduce Benítez que los “genuinos problemas de

interpretación” son los problemas de vaguedad dando además como justificación que las

lagunas y las antinomias a pesar de ser encontradas en la interpretación, no son resueltas

mediante esta; que para resolver una laguna se crea una norma y para resolver una antinomia

se deja de aplicar una de las normas contradictorias. Y en cuanto a la ambigüedad, esta

desaparece debido a que todo discurso posee un “punto de vista selectivo” (Benítez, 2011,

pág. 369).

Benítez menciona en su texto dos etapas históricas de la hermenéutica jurídica, así como

también diferentes escuelas referentes a la interpretación jurídica que surgieron a raíz de dos

grandes problemas: “el problema de las reglas” y “el problema de los principios” originados

en la primera y segunda etapa respectivamente.

El problema de las reglas hace referencia a la interpretación de textos en forma de leyes que

hace el juez, surge aquí la escuela de la exégesis en la Francia del siglo XIX como

consecuencia de la revolución burguesa, de la Codificación Napoleónica; también como

reacción al régimen monárquico de la época y por la confianza del racionalismo en la

correspondencia entre lenguaje y realidad. Se promueve en esta escuela, el culto del texto de

la ley y de la intención del legislador y a pesar de esto; la escuela derivo del argumento

gramatical, el cual se apoya en el texto legal, a los argumentos lógicos y de autoridad; a raíz
de las vaguedades y ambigüedades inherentes al lenguaje natural, así lo expresa Benítez: “De

la mano de las transformaciones políticas y jurídicas de 1779 (…) y a la argumentación lógica

en procura de dar cumplida solución a los problemas jurídicos cotidianos (Benítez, 2011,

págs. 370-371).

Posteriormente se refiere a otras escuelas de interpretación como la escuela histórica y la

escuela de derecho libre surgidas en la Alemania del siglo XIX, una de las cuales según

Castañeda, tendrían alta incidencia en la interpretación constitucional colombiana: “A su vez,

la interpretación constitucional se efectúa en el contexto colombiano, por lo general, bajo los

cánones o criterios tradicionales de la hermenéutica jurídica decimonónica sevigniana”

(Castaño, 2009, pág. 82).

De igual manera hace el profesor Benítez reseña de “la tendencia interpretativa del

positivismo del sigo XX” con Helsen y, con Herbert este como abanderado de la escuela

analítica del derecho y; sobre el problema de los principios menciona la Tópica de T.

Viehweg la cual tiene como objetivo “suministrar datos para saber cómo hay que comportarse

en una situación semejante (se refiere a falta de camino para enfrentar un problema de

interpretación jurídica) a fin de no quedar detenido sin remisión” Viehweg citado por

(Benítez, 2011, págs. 377-378).

Menciona también la nueva retórica de Perelman, así como también las diferentes críticas

que se les ha hecho a estas escuelas; las cuales no menciono aquí porque rebasaría los

objetivos del presente escrito.

En cuanto a las directivas o argumentos dados para hacer la interpretación jurídica como son

los argumentos gramaticales, el sistemático, el teleológico, entre otros; son en su mayoría


explicados por el profesor Benítez, los que resultan ser una valiosa herramienta para entender

el proceder del operario judicial para realizar la interpretación de un texto de ley. También

se infiere; basado en la bibliografía consultada, que dichas directivas son herencia, por así

decirlo, de las diferentes escuelas de interpretación jurídica surgidas en la evolución histórica

de la hermenéutica jurídica.

Se prefirió el texto del profesor Benítez como bibliografía principal para este trabajo, debido

a que al compararlo con otros documentos mencionados en la bibliografía, da una visión un

poco más general sobre la hermenéutica jurídica, su evolución histórica, además porque da

las diferentes directivas más usuales para hacer una interpretación jurídica y da algún ejemplo

de su aplicación en el contexto colombiano, en la interpretación constitucional y en particular

en el derecho civil:

“cualquier interpretación hecha por los jueces o autoridades administrativas debe basarse en

los principios y valores que inspiran la Constitución colombiana Monroy citado por (Benítez,

2011, pág. 390).

Después de este trabajo al haber ahondado un poco en el significado y uso de la hermenéutica

en lo jurídico; cabría preguntarnos sobre este complejo tema: ¿Cómo es posible determinar

cuándo una interpretación es fidedigna?, acaso; ¿lo es porque dicha interpretación determina

que si es una norma o ley, esta no es inexequible?, ¿son los diferentes argumentos para la

interpretación cabalmente suficientes para que esta sea correcta?, ¿se ha logrado de, acuerdo

a la experiencia jurídica, catalogar los errores más frecuentes al hacer una interpretación

jurídica?, ¿es posible, dependiendo del tipo de texto y también del contexto, prever los

posibles errores de interpretación o estos solo se encuentran sobre la marcha de la

interpretación?

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