Reseña 4: Karl Marx

Economía II Teubal
Teóricos Jueves de 9:00 a 11:00
Santiago Taschetta

Fecha: 27/9/2018
 1- ¿Por qué el valor no puede aparecer inmediatamente en su sustancia? ¿Cuál es entonces su
forma necesaria de manifestarse?

Las mercancías, nos dice Marx, son mercancías debido a su dualidad, a que son objetos de uso y,
simultáneamente, portadoras de valor. Sin embargo, nos dice también que la objetividad de las
mercancías en cuanto valores no se sabe dónde encontrarla, porque materialmente no existe. El valor
no es algo material, sino tiempo de trabajo solidificado, es decir, trabajo que tiene incorporado la
mercancía.
Entonces, el valor que tiene incorporado una mercancía no nos es accesible individualmente, sino
que solo podemos alcanzar su objetividad en cuanto valores en la medida en que “son expresiones de
la misma unidad social, del trabajo humano”. Es decir, que solo podemos “ver” el valor en la relación
social entre diversas mercancías. Su forma más simple de manifestarse, que luego se combinará
llevando a formas más complejas, terminando en el dinero, es la relación de valor entre dos
mercancías.
x mercancía A = y mercancía B
Una parte (A) representa su valor como valor relativo en la otra mercancía (B), en el valor de uso
de la otra mercancía. En esta relación, la segunda mercancía (B) juega un papel diferente que la
primera, ella es valor equivalente de la primera, tomando en consideración solo su valor de uso como
valor relativo de la primera mercancía.

2- ¿A qué se refiere Marx cuando habla del carácter “misterioso” de la mercancía? ¿De dónde
surge dicho misterio?

Lo misterioso en la mercancía es que nos presenta como inherente a si misma, algo que en realidad
depende del trabajo de los hombres que la produjeron. Este algo es el carácter social del trabajo, que
se nos presenta en las mercancías como una propiedad social natural. Esto quiere decir que no lo
vemos como carácter social del trabajo, sino como carácter social de las mercancías. “La relación
social que media entre los productores y el trabajo global [se nos presenta como] una relación social
entre los objetos.
Este carácter surge debido a la índole social del trabajo que produce mercancías, es decir a la forma
en que se organiza socialmente el trabajo. Al final de la sección 4, Marx nos muestra cómo, en otras
formas de organizar socialmente el trabajo, el carácter social no se nos presenta como algo propio de
la mercancía, sino que solo ocurre esto en la forma propia de organizarlo que se presenta en la sociedad
capitalista, esto es, como trabajos privados ejercidos independientemente los unos de los otros, lo que
conlleva a que no se ponga en juego el carácter social del trabajo más que en el momento del
intercambio, presentándonoslo como algo propio de la mercancía, y no del trabajo.