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Hari- nâma- cintâmani

CAPITULO I
Glorias del santo Nombre
Todas las glorias a Gadâdhara y Gaurânga, a la vida de Jâhnavâ, Nityânanda prabhu.
Todas las glorias a Sîtâ y Advaita, a Shrîvâsa y a todos los devotos.

A la orilla del océano de Nîlâcala, en el templo de Jagannâtha reside dâru-brahman, la


Suprema Personalidad de Dios en su forma de madera. Habiendo descendido
misericordiosamente en esta adorable forma para liberar a las entidades vivientes del
mundo material, Él concede el disfrute material y la liberación. En este mismo dhâma, a
fin de entregar la buena fortuna a la humanidad, para dar a conocer el dharma de Kali
yuga, Shrî Caitanya, la Suprema Personalidad de Dios en la forma de un sannyâsî, vino
y estableció residencia en la casa de KâShi MiShra. Allí, junto con sus devotos, divulgó
el amor de Dios a todos, justamente como un árbol de deseos da los tesoros libremente.
Allí, El Señor tuvo gran cuidado de presentar las propias enseñanzas espirituales a las
entidades vivientes. Lo hizo de modo que varios devotos explicaran los diferentes
aspectos del servicio devociónal, mientras Él se sentaba y escuchaba con gran regocijo.
De esta manera, a través de la boca de Râmânanda Râya, Él enseñó el concepto de rasa;
a través de la boca de Sarvabhauma enseñó el principio real de la liberación de Rûpa
Gosvâmî, en Vrindâvana, El enseñó los detalles de rasa, y por boca de Haridâsa enseñó
las glorias absolutas del Santo Nombre.
Un día, después de haberse bañado en el océano, El Señor se encontró con Haridâsa
Thâkura, junto al árbol de Siddha bakula y, con mente bienaventurada, inquirió a
Haridâsa sobre cómo las jîvas podrían liberarse fácilmente del mundo material.
Aferrándose a los pies del Señor, mientras su cuerpo se estremecía y las lágrimas vertían
de sus ojos, Haridâsa habló con gran humildad: !Oh, Señor¡ Tu lîlâ es muy intenso,
nada tengo. Tus pies de loto son mi única posesión. Por ninguna buena razón tú hiciste
esta pregunta a una persona tan inepta como yo. ¿Cuál puede ser el resultado?
!Oh Señor¡ Tú eres Krishna mismo, que has descendido esta vez en Navadvîpa dhâma
para liberar a las jîvas de Kali yuga. Allí esparces misericordiosamente Tus
pasatiempos. Si Tú amablemente sitúas esos pasatiempos en mi corazón, seré feliz. Es
por tu gran misericordia que has revelado tus ilimitados Nombres, tus cualidades, tu
forma y tus pasatiempos en el mundo material, para que aún los pícaros ruines como yo
puedan saborearlos.
Tú eres el Sol espiritual, y yo soy la partícula de esa luz; Tú eres el Señor, y yo soy tu
eterno sirviente. El néctar de Tus pies de loto es mi fuente de felicidad; mi esperanza
reside en el néctar de Tú Nombre.
Si soy una persona tan baja, ¿cómo sabré qué decir, oh Señor y maestro? Pero, debo
obedecer Tu orden. Lo que salga de mi boca te lo presentaré alegremente, sin considerar
las faltas.”

KrishnA Y SUS ENERGÍAS

La Suprema Persona, absolutamente independiente, libre para actuar según Su deseo, es


Shrî Krishna. El existe como la Suprema Verdad, el uno sin segundo; pero,
inconcebiblemente, está siempre acompañado de Sus eternas energías. Estas energías
nunca son independientes de Krishna, sino que mas bien están íntimamente relacionadas
con El. Esto está establecido en los mantras védicos. Krishna es la principal entidad
conciente, y las energías son Sus atributos. Nunca pueden ser independientes. Krishna
puede ser llamado vibhu, el omnisciente, omnipresente, omnipotente Maestro, y las
manifestaciones de Sus energías- todos los demás fenómenos existentes- pueden ser
llamados vaibhava, las opulentas expresiones de Su existencia de hecho. Pero aún en
medio de las ilimitadas, incontables energías expandidas a través del tiempo sin fin,
Krishna permanece separado e independiente en Su forma original. Es a través de estas
energías, estos vaibhava del vibhu, como se puede percibir la presencia del Señor.
Las manifestaciones de las energías de Krishna son de tres clases: cid vaibhava, o
manifestaciones espirituales que proceden de la energía espiritual de Krishna; acid
vaibhava, o el burdo o inconsciente mundo material; y jîva, o incontables almas,
pequeñas partículas de espíritu. Así lo establece la escritura.
Manifestación espiritual de Cid vaibhava
Esta se compone de las moradas de Krishna, tales como el ilimitado número de planetas
VaikunTha; los ilimitados nombres de Krishna, tales como Govinda, Hari, etc.; las
ilimitadas formas de Krishna, tales como la forma de dos manos que toca la flauta; las
extraordinarias cualidades de Krishna, tales como darles afectuosamente la
bienaventuranza a Sus devotos; los pasatiempos de Krishna, tales como el râsa-lîlâ de
Vraja y las actividades de sankirtana de Navadvîpa. Aunque estas actividades
espirituales pueden descender al mundo material y ser visibles o perceptibles para las
entidades vivientes, permanecen espiritualmente intactas para la influencia material.
Todos estos elementos íntimamente relacionados con Vishnu o Krishna son llamados
Vishnupâda a lo largo de los Vedas. La palabra denota que los cit vaibhava son
inseparables del Señor Mismo. Los fenómenos espirituales son inseparables de la
entidad espiritual primordial.
Por lo tanto, en el reino espiritual vishnupada, los cambios que ocurren debido a las
influencias de la energía material, mâyâ, no están presentes. Ese reino es transcendental
al cambio material y, como Vishnu, El Señor Mismo, es bondad pura, sin la más mínima
mezcla de pasión o ignorancia, distinto a la condición del mundo material. Krishna y las
expansiones plenarias Vishnu son todas de bondad pura, y, así, ya en Goloka,
VaikunTha, en el Océano Causal o en el mundo material, estas personalidades
permanecen sin ser afectadas, como el Señor de todos los semidioses y el Señor de
Mâyâ.
Las formas de Vishnu son los Señores de Mâyâ en la bondad pura, y Brahmâ, Shiva,
etc., poseen bondad mezclada.
Acid Vaibhava
A través del Río Virajâ, el límite de separación, opuesto a las formas de Vishnu, los
reinos espirituales, los pasatiempos espirituales y todas las otras manifestaciones
espirituales, yace el reino que no es espiritual compuesto de los universos de catorce
sistemas planetarios. Este reino bajo el control de la energía ilusoria del Señor es
llamado Devî dhâma, la morada de mâyâ. Está compuesto de los cinco elementos
materiales (tierra, agua, fuego, aire, éter) mente, inteligencia y ego falso, los cuales
forman los cuerpos densos y sutiles de las entidades vivientes. Los siete sistemas
planetarios superiores y los siete inferiores están todos contenidos dentro del acid
vaibhava, la manifestación no-espiritual de una de las energías del Señor.
Jaîva-Vaibhava
Mientras la manifestación espiritual, cid vaibhava, es el principio espiritual absoluto, y
el acid vaibhava o mundo material ilusorio, es su sombra, las jîvas son partículas
atómicas del elemento espiritual.
Porque las jîvas son espirituales en su carácter, también tienen algún grado de
independencia y tienen la potencialidad de ilimitada bienaventuranza, que es natural al
reino espiritual. Aquellas jîvas que se refugian en Krishna para alcanzar esa
bienaventuranza permanecen como almas liberadas eternamente asociadas a Krishna.
Pero cualquiera qué, pensando en su propia felicidad egoístamente, desee entrar en la
morada de la vecindad de mâyâ, se aparta de Krishna y toma un cuerpo material en el
universo material. Habiendo caído en la rueda de fe de las actividades continuas, buenas
o malas, con sus resultados, la jîva va errante a través de todo el universo, a veces en
svarga, a veces en el infierno, tomando nacimiento con un cuerpo material para disfrutar
de la vida en todas las ocho millones cuatrocientos mil especies de seres.
Pero como Tú eres el Señor, el controlador de todas las jîvas, y como las jîvas son Tus
energías, Tú estás siempre pensando en su bienestar. Cualquier felicidad que una jîva
pueda buscar, Tú amablemente la concedes. Por lo tanto, alguien que desea la felicidad
impermanente en el mundo material la logra sin dificultad por la misericordia del Señor.
Todos los procesos para alcanzar esta felicidad de gratificación sensual, tales como las
normas de varna y âShrama, yajña, yoga, homa y vrata, llamados subha karma,
actividades piadosas, son simplemente materiales sin naturaleza trascendental espiritual
en absoluto. Los resultados de estas prácticas: elevación a los planetas superiores y goce
sensual, son materiales y temporales. Así, en tales actividades para satisfacer los
sentidos temporales, el alma, la jîva, permanece insatisfecha. El intento de realizar la
felicidad ganando una situación temporal en un planeta superior es un grave error de la
jîva.
Similarmente, el jñânî, por la misericordia de los devotos, puede desarrollar actividades
de bhakti. Tal jñâna, mezclado con las actividades devocionales, también está
clasificado como un sendero secundario del bhakti. Tal jñâni llega fácilmente al estado
de fe en Krishna, y rápidamente puede proceder al servicio devocional absoluto.
Las jîvas sirvientes, deseando los perturbadores frutos del infierno del mundo material,
rechazan a su maestro, pero Krishna, sabiendo lo que es mejor para su bienestar, los
fuerza a dejar el disfrute (bhukti) de las actividades de karma y liberación (mukti), de las
actividades de jñâna, y finalmente les concede el dulce fruto de bhakti, la devoción a
Krishna. Es solamente la misericordia del Señor, Quien está hecho de pura misericordia,
lo que coloca a las jîvas en un sendero secundario que permite a la jîva llenar su deseo
material durante algún tiempo, pero simultáneamente le da la fe en el proceso del bhakti.
Si no fuera por la misericordia del Señor, ¿cómo podrían las entidades vivientes llegar
alguna vez a ser puras y entrar a su posición de felicidad en el reino Espiritual?
En el Satya yuga El Señor entregó el proceso de meditación mediante el cual los rishis
se purificaron. Al lograr la purificación, el Señor les otorgó el tesoro del bhakti.
Similarmente, en Treta yuga, El Señor dispuso la purificación mediante la realización de
sacrificios, y en Dvâpara yuga el Señor otorgó la adoración del templo para
purificación, como senderos conducentes al bhakti. Pero, al ver el lastimoso estado de
las jîvas en el Kali-yuga, El Señor suspendió la esperanza en los procesos de karma,
jñâna y yoga. En el Kali-yuga problemas tales como corta vida, muchas enfermedades,
inteligencia y fortaleza menguadas afligen a las jîvas. Por lo tanto, los senderos
secundarios de karma y jñâna- las prácticas de varnâShrama, sânkhya, yoga y jñâna,
mezcladas con algunas actividades devocionales, son demasiado estrechos y
obstructivos. El único resultado de estos senderos en Kali yuga es la desviación de la
senda del bhakti. Entonces, si uno sigue estas sendas con la esperanza de éxito en Kali
yuga, la vida simplemente resultará difícil para las jîvas.

El Sendero Supremo, Bhakti y el Santo Nombre

Por eso, El Señor, pensando en el bienestar de las jîvas en Kali yuga, descendió con su
Santo Nombre. El Señor descendió y predicó el sendero para Kali yuga, el proceso de
Nâma Sankîrtana, ya que mediante este proceso la jîva puede realizar directamente el
Supremo tesoro de Krishna Prema, la felicidad real, que es llamado el sendero superior
o mayor, en distinción de los senderos secundarios de Karma y jñâna. En este proceso,
todo lo que la jîva tiene que hacer es cantar y recordar el Nombre del Señor
constantemente. Cuando la jîva impura sigue el proceso de bhakti para su purificación,
él está desarrollando sâdhana-bhakti, servicio devociónal en práctica. Cuando su
práctica alcanza la pureza y la perfección (sâdhya), en otras palabras, cuando la jîva
realiza prema bhakti, las actividades de sâdhana-bhakti, escuchar y cantar los Nombres
del Señor, etc., permanecen como las actividades de prema-bhakti. Las principales
actividades del servicio devociónal son eternas. En el estado perfecto de prema, el
medio (sâdhana) y el fin (sâdhya), o el método (upâya) y lo que se ha de obtener por el
método (upeya) no se diferencian. Así no hay barreras u obstáculos entre la vida y las
actividades durante el entrenamiento y en el estado perfecto. El Santo Nombre
permanece constante en ambos casos. De esta manera, la jîva puede fácilmente alcanzar
la transcendencia del mundo material.
Haridâsa continuó:
Soy tan sólo una persona caída y vil, tan absorta en los objetos de los sentidos. Al ser
tan tonto, ni siquiera seguí Tu Nombre,! oh Señor!.
Con lágrimas que fluían incesantemente de sus ojos, Haridâsa, la encarnación de
Brahmâ, cayó sin aliento a los pies del Señor.
Shrîla Bhaktivinoda Tìâkura predica que quienquiera que pueda refugiarse en el Señor,
en los devotos del Señor y en el servicio devocional recibe, los efectos totales del Santo
Nombre, la piedra de toque que produce todos los deseos. En ese momento, el Nombre
se convierte en el centro de su existencia.

CAPITULO 2

LA ACEPTACIÓN DEL NOMBRE

Gadâi gaurânga jaya jâhnavâ jîvana


Shrî advaita jaya Shrîvâsâdi bhakta-gana

En el éxtasis de prema, Haridâsa lloró, y en prema Gaurânga lo abrazó.


Gaurânga dijo: ¿Dónde existe tal devoto como tú, Haridâsa? Tú conoces todas las
verdades espirituales y eres en todo tiempo, transcendental a la naturaleza material. El
obtener a Krishna no depende de tomar nacimiento en una humilde familia, ni de la
riqueza, el honor, el refinamiento, sino que depende de la fe. Quien quiera que tenga fe
en el proceso de la adoración pura es más grande que los semidioses. Tú has
comprendido que el nombre es la Suprema verdad, el medio y el fin; tú conoces las
glorias absolutas del Nombre; tú eres ideal en la conducta de actividades devocionales
(âcâra); y tú eres instruido y capacitado en la prédica. Haridâsa, te pido que describas las
ilimitadas glorias del Nombre, porque me hace muy feliz el escuchar esas glorias de tu
boca.
“Cualquiera que mencione el Santo Nombre una sola vez es considerado un vaishnava,
y el amo de casa deberá ser atento para respetar a tal persona. Pero alguien que
constantemente está cantando el Santo Nombre de Krishna, es aún un mejor vaishnava,
y está dotado de todas las buenas cualidades. Y alguien que, por su sola presencia,
pueda hacer que los otros canten el Nombre con devoción, es el Vaishnava supremo.
Ahora descríbeme exactamente todos los modos cómo las entidades vivientes siguen
este nombre de Krishna.”
Juntando sus manos con respeto, con la garganta estrangulada, y con lágrimas en los
ojos, Haridâsa comenzó a hablar. Primero él dió una descripción del Nombre.
El Santo Nombre es cintâmani, el objeto que nos concede todo lo que deseamos. A los
materialistas les concede dharma, kâma, artha y moksha; a los devotos que no son
fruitivos les da el amor sin mezcla y puro de Krishna. El Nombre es ilimitado, sin
principio, y absolutamente consciente, inseparable de la conciencia superior, Krishna.
Todo lo que esté en Krishna, está en el Santo Nombre, porque los dos no son diferentes.
El Nombre está situado espiritualmente, eternamente libre de la contaminación material,
en un estado de bondad pura (Shuddha sattva),como Krishna. Aunque descienda al
mundo material, el Nombre permanece puro, eterno, la corporificación de la Suprema
Dulzura (râsa).
Como cualquier objeto, Krishna, la Realidad Absoluta, es conocido por cuatro
características: Nombre, forma, cualidades y actividades. Pero, en el caso de Krishna,
estos elementos son ilimitados. La Suprema Personalidad de Dios se expresa mediante
estos cuatro elementos, que toman su existencia espiritual mediante la energía sandhinî
del Señor. Mediante estos elementos, Krishna atrae a todas las personas del universo y,
como Su nombre no es diferente, sirve al mismo propósito.
Krishna y Su nombre no son diferentes, y así, Su nombre y Su forma tampoco se pueden
separar. Si recordamos el nombre de Krishna, también recibiremos la forma de Krishna.
En cuanto a las cualidades, Krishna tiene sesenta y cuatro cualidades en plenitud, las
cuales están parcialmente repartidas entre sus avatâras, en Su guna-avatâras Brahmâ y
Shiva, y, hasta en número de sesenta, en Nârâyana. Pero el nombre de Krishna, tiene
todas las cualidades eternas en Absoluto, que se expanden en incontables números. Los
pasatiempos del Señor tienen lugar en las olas de estas cualidades en los dhâmas del
Señor, en Goloka, VaikunTha y Vraja, y éstos son absolutamente espirituales.
En la existencia espiritual, el nombre, la forma, la actividad y la cualidad no son
diferenciadas de la identidad real de la persona; pero por combinación con los
elementos burdos que no son conscientes, la entidad viviente cubierta conoce solamente
los nombres, las cualidades, las formas y las actividades que están separadas unas de
otras y de su ser real. Para las entidades vivientes puras, el nombre, la forma, las
cualidades y las actividades son una cosa, pero, al tomar refugio en un cuerpo material,
la jîva distingue las diferencias. Puesto que Krishna siempre está más allá del matiz
material, todos estos elementos son eternamente partes de un inseparable principio. Sin
embargo, entre estos cuatro elementos, mediante los cuales podemos conocer el Objeto
Krishna, nâma, es el elemento primario, porque es mediante el Nombre como todas las
características se pueden percibir plenamente. Cuando realizamos la forma, las
cualidades y las actividades del Señor, refugiándose en el Nombre, el Nombre es
entonces aceptado como el vaishnava-dharma. El mismo Señor Caitanya admitió el
hecho de que mediante el canto del Nombre se pueden revelar todos los pasatiempos del
Señor.

Luego, Haridâsa consideró quién es un vaishnava.


Se llama vaishnava aquella persona que sigue el Santo Nombre con fe e intención pura;
y es llamado un semi-vaishnava aquella persona que toma el Nombre, pero con la
impureza de nâmâbhâsa. Sin embargo, el semi-vaishnava, por la misericordia de
Krishna se purifica gradualmente y, siguiendo el canto del Nombre puro, se convierte en
un vaishnava puro.
En cualquier caso, uno debe seguir el Nombre porque en este mundo material no hay
nada comparable a ello. Es el tesoro último en el almacén de Krishna, puesto que
contiene dentro de Si todo el reino espiritual. Las jîvas, partículas de espíritu, partes de
Krishna, han entrado en ilusión en este mundo de la materia burda; y el Santo Nombre,
que contiene todos los aspectos de Krishna, que contiene el absoluto poder de Krishna
ha entrado en el mundo, precisamente para liberar a las almas espirituales. Deberíamos
saber que, en el mundo, cualquier cosa diferente de la jîva, y del nombre es sin
substancia.
Los nombres de Krishna son de dos clases: primario y secundario. Al tomar refugio en
los nombres primarios, la entidad viviente recibe el supremo beneficio. Aquellos
nombres que son partes del lîlâ transcendental del Señor, se consideran nombres
primarios.
Nombres tales como Govinda, Gopâla, Râma, Râdhânâtha, Hari, revelan los eternos
lîlâs del Señor y al cantarlos la entidad viviente logra la entrada en el mundo espiritual.
Los nombres secundarios son aquellos que describen las funciones del Señor. El
creador, paramâtmâ, brahmân son nombres de uso en karma y jñâna-kânda, y dan
elevación material y liberación. Puesto que tan sólo los principales nombres otorgan el
amor de Dios, los devotos admiten solamente los principales nombres.
Así como hay diferentes tipos de nombres en tipos de efectos, así mismo hay diferentes
maneras de cantar los Nombres con diferentes efectos. Por supuesto, las escrituras
declaran que si uno canta el nombre de Krishna una vez o escucha el nombre de Krishna
una vez, bien sea el Nombre puro o el impuro, aún así, la jîva es liberada de las garras
de la energía material. Sin embargo, se deben destacar los tipos de liberación y la
velocidad de liberación. Si se canta el Nombre en nâmâbhâsa (impuramente) el
beneficio vendrá lentamente. Porque la persona, con el tiempo, alcanzará el amor puro
de Dios , el Nombre âbhâsa es considerado todo auspicioso. Mediante el proceso de
cantar nâmâbhâsa, los pecados son destruidos gradualmente, hasta que el Nombre se
escucha con pureza. En el estado de canto puro, el devoto realiza rápidamente el
objetivo, el amor puro de Dios.
Existe también el caso de cantar o escuchar el Santo Nombre con más impureza que en
nâmâbhâsa, situado a mayor distancia del Nombre puro. A mayor distancia, menor
efecto del Nombre. Tal obstrucción o distancia del nombre, en donde el cantar produce
poco o ningún efecto se denomina aparâdha u ofensa. La obstrucción de
vyavadhâna(separación) es la errónea idea de que Krishna y el Nombre de Krishna son
diferentes o separados. En otras palabras, la creencia de que la Verdad Absoluta no
reside en el Nombre y que, por lo tanto, el canto del Nombre no puede llevarlo a uno a
la suprema realización de la verdad, se denomina vyavadhâna o separación. Mientras
persista esta creencia, el amor de Dios es imposible de alcanzar.
Además de la separación basada sobre los principios filosóficos, hay otro tipo de
separación al cantar. Esta es la separación silábica de los Nombres de Krishna. Por
ejemplo, si las sílabas “ha” y “ri” se separan la una de la otra, mediante algunas otras
sílabas, por esta separación silábica los efectos del Santo Nombre se eclipsan
intensamente. Esto es diferente de la pronunciación de la palabra "hârâm" por el yavana,
sin intención, cuando se está muriendo, porque no hay separación de sílabas, en esa
expresión. Por lo tanto, se clasifica como nâmâbhâsa. “Ha” y “rí” separados
silábicamente tienen mucho menor efecto. Entre los dos tipos de separación, la
separación filosófica de los Mâyâvâdîs es mucho más perjudicial para el progreso
espiritual. La creencia de que el Nombre no es todopoderoso y Absoluto es una gran
perturbación para kali-yuga, y está en discordancia con la Escritura.
Por estas consideraciones podemos entender la naturaleza real del Santo Nombre, o sea
cantar y escuchar un nombre principal de Krishna, desprovisto de nâmâbhâsa, aparâdha
o de vyavadhâna (separación). Ese es el Nombre puro, Shuddha-nâma. Quienquiera que
acepte y esté cantando ese Nombre puro es conocido como el real vaishnava, que puede
estar en cualquiera de las tres categorías mencionadas al comienzo del capítulo.
Debemos servir siempre a tal vaishnava con alegría.
A fin de vencer el nâmâbhâsa y recibir el Nombre puro, las jîvas deben servir al Guru
fidedigno con gran atención. Al hacer esto, los anarthas desaparecerán, y el Nombre
puro dotado de toda la potencia espiritual bailará en la lengua de los devotos. En ese
entonces , El nunca dejará la corriente de dulce néctar que emana del Santo Nombre; la
jîva cantará constantemente, enloquecida por la dulzura del Santo Nombre. Con gozo el
Nombre bailará, la jîva bailará y el tesoro del amor de Dios bailará. El universo entero
danzará y Mâyâ huirá.
Se han discutido los diferentes tipos de Nombres Santos. Ahora consideremos quién
tiene el derecho o adhikary del Santo Nombre. Cualquier ser humano, sin miras de
consideraciones materiales, tales como clase, varna, nacimiento, sexo, edad, educación,
tiene derecho de seguir el Santo Nombre, porque el Señor ha investido el Nombre de
poder transcendental que sobrepasa todas las distinciones. Pero aunque todos tienen el
derecho al nombre, solamente los que han desarrollado fe en Krishna y en el Nombre,
recibirán realmente abrigo del Nombre y lo cantarán seriamente. Luego, cualquier ser
humano tiene derecho al nombre, y quién tenga fe se convierte en el practicante del
Nombre.
En otras prácticas espirituales hay restricciones en el desarrollo, de acuerdo al momento,
el lugar, la limpieza o el desaseo. Pero al seguir el Nombre esto no es así, porque el
Nombre vence todas estas restricciones por la investidura de su poder. Mientras en los
actos de caridad, sacrificio, baño, japa, etc., siempre hay consideraciones de tiempo,
lugar o limpieza, al cantar el Santo Nombre de Krishna tan sólo se necesita la fe. Y
quién se refugia en el Santo Nombre, en Kali-yuga, realiza la suprema perfección de la
vida. La conclusión es que la entidad viviente de Kali-yuga, situada en medio de mâyâ,
debe seguir el Santo Nombre.
El practicante, el que acepta el Nsombre, aunque desarrolle su práctica con las mínimas
restricciones, debe aún ser cuidadoso para ejecutar todas las acciones favorables para el
incremento de la devoción a Krishna, rechazar todas las acciones que obstaculizan la
devoción a Krishna y sencillamente recordar el Nombre de Krishna constantemente,
mientras pasa su vida en el mundo material. Nunca deberá desviarse a las sendas de las
acciones fruitivas, ni adorar a los semidioses. En cambio, deberá cantar el Nombre,
servir a los devotos, y alcanzar la meta de la vida, Krishna-prema.
Así, al concluir su explicación de cómo las jîvas deberán aceptar el Santo Nombre,
Haridâsa Tìâkura comenzó a llorar. Cayendo a los pies del Señor los asió y suplicó
atracción por el Santo Nombre.
Para una persona que hace el servicio devociónal a los pies del uttama-vaishnava,
Haridâsa Tìâkura, el Santo Nombre, la transcendental piedra de toque que produce
todos los deseos, se convertirá en el centro de su vida.

Capitulo Tres

Nâmâbhâsa

Gloria a Gadai y Gaurânga, y a Nityânanda, la vida de Jâhnavâ.


Gloria a Sîtâ y a Advaita, y a Shrîvasa y a todos los devotos.
Shrî Caitanya Mahâprabhu en su misericordia, levantó a Haridâsa en sus propias manos
y dijo: “Escucha Haridâsa mis palabras”. Explica ahora en detalle el significado de
nâmâbhâsa. Si entendemos completamente el nâmâbhâsa, nuestro canto del Santo
Nombre se hará puro. Entonces, por el poder de ese canto puro, terminará esta
existencia material.
“El Santo Nombre, como el sol, extingue la oscuridad de mâyâ o ilusión. Empero, a
veces, las nubes o la niebla le tapan el sol al observador, de modo que sólo pasa una
parte de la luz.” De la misma manera, cuando los anarthas y la ignorancia predominan,
el sol del Santo Nombre se eclipsa y solamente se percibe una porción del efecto total
del Santo Nombre. Por lo tanto, en algunos casos, el Santo Nombre aparecerá con toda
la fuerza en el corazón del cantor, pero en otros casos, las nubes de ignorancia y los
anarthas minimizarán el efecto del Nombre en el cantor.
“¿Qué es la ignorancia? La ignorancia es de tres tipos. Si uno no conoce la naturaleza
espiritual del Santo Nombre que ha aceptado, esta ignorancia del nombre, como la
niebla, conduce a la oscuridad. En segundo lugar, una persona ignorante de que Krishna
es el Señor Supremo, seguirá la adoración de los semidioses y el sendero de la piedad
material. En tercer lugar, el que es ignorante de la naturaleza transcendental de su
propio ser, jîvâtma, una parte infinitesimal de Krishna y su mundo, se refugia en el
mundo temporal y de la ilusión. Así permanecerá eternamente en la ignorancia.”
Cuando el Señor hubo terminado, Haridâsa dijo: “Hoy soy muy afortunado porque el
mismo Señor Supremo, Shrî Caitanya, escuchará acerca del Santo Nombre”.
Haridâsa explicó primero acerca de la ignorancia.
El conocimiento significa saber que Krishna es El Señor, que las entidades vivientes son
sus sirvientes, y el mundo material es una manifestación densa, inconsciente o un
subproducto del Señor. La persona que no conoce claramente la naturaleza de estos
principios y sus relaciones, vive bajo la sombra de la ignorancia. Esta es una causa de
nâmâbhâsa o el cubrimiento de sol del Santo Nombre puro, por lo cual no se pueden
sentir todos sus efectos.
En realidad la niebla de la ignorancia, simplemente cubre el ojo de la entidad viviente
individual en una posición localizada. Tal como el sol se hace visible solamente desde
la posición relativa del individuo bajo la nube, pero realmente nunca está cubierto. Así,
el Santo Nombre nunca está cubierto, porque no es diferente de Krishna y eternamente
transcendental y puro. Los efectos totales están disminuidos para esta gente que tiene
sobre sus ojos la nube de los anarthas y la niebla de la ignorancia.
¿Qué son los anarthas? Estos son calificados como la sed por los objetos materiales
(asat trishnâ), miseria del corazón (hridaya-daurbalya) y ofensas (aparâdha).
La categoría de la sed por los objetos materiales está dividida así:
Codicia de los objetos materiales en este mundo, codicia por los placeres sensuales
celestiales en la próxima vida, codicia por los poderes místicos del yoga y el deseo de
liberación en el brahman. La debilidad del corazón se puede analizar como un apego a
las cosas efímeras no relacionadas con Krishna: el engaño, la envidia por el progreso de
alguien, y el deseo de prestigio y fama. La ofensa o aparâdha se puede dividir en:
Ofensa al Santo Nombre, ofensas a Krishna mismo (sevâ aparâdha), ofensas a los
devotos de Krishna y ofensas a las otras entidades vivientes. Por estas ofensas, la
influencia del Santo Nombre llega a obstruirse y la naturaleza transcendental del Santo
Nombre no se manifiesta.
La entidad viviente continuará bajo la sombra de nâmâbhâsa, tanto tiempo como
permanezca ignorante del sambandha-tattva, los aspectos básicos concernientes al jîva,
a Dios y a la naturaleza material y su relación mutua. Empero, cuando el estudiante se
refugia en un Guru fidedigno, por la fuerza de su eficaz práctica espiritual, él puede
quitar las obstrucciones que bloquean el sol del Santo Nombre. Cuando las nubes y la
niebla se disipan, el brillante sol del Santo Nombre se hace visible y confiere al devoto
el tesoro del amor de Dios. Después de que el Guru fidedigno, entrega el sambandha-
jñâna, instruye al discípulo en la práctica de cultivar el Santo Nombre (sâdhana-bhakti).
Esto se llama abhidheya o proceso. Mediante este proceso específico el Nombre
mostrará su influencia y desterrará los anarthas. Finalmente la jîva realiza la meta de la
vida, el amor de Dios, y en esa posición él continúa su función de cantar el Santo
Nombre en absoluta bienaventuranza espiritual (prema).
La ignorancia del conocimiento correcto se explica como sigue: La entidad viviente se
refugia en el Guru fidedigno y con genuina fe, recibe el conocimiento correcto acerca de
Krishna, el alma espiritual , la naturaleza material y la relación de los tres, de acuerdo a
las escrituras. Krishna es el Señor eterno, y las entidades vivientes son sus eternos
sirvientes, unidos al Señor por el lazo de prema o amor. Esta relación de la jîva con Dios
en prema bhakti, también es eterna. Esta es la naturaleza constitutiva de la entidad
viviente, la cual solamente tiene que ser descubierta. Empero, cuando la jîva olvida que
es el eterno sirviente de Krishna, entra en el mundo material buscando la felicidad. Pero
este universo de ilusión es la casa de prisión para las jîvas, que actúa como el proceso
remedial o reformador que castiga a las jîvas por apartarse de Krishna. El mundo
material tiene como propósito ser un lugar de purificación.
Mediante la misericordia de los devotos vaishnavas puros del Señor, si la jîva acoge a
Krishna-nâma con el conocimiento correcto de sambandha, entonces alcanzará
ciertamente el gran tesoro de prema, la actividad perfecta de la entidad viviente. En ese
momento, aún hasta la liberación de emerger dentro de la efulgencia del Señor se hace
detestable. Pero mientras el conocimiento transcendental de sambandha no sea
aceptado, deben permanecer los anarthas y la ignorancia, y la persona continuará en la
plataforma de nâmâbhâsa. Aunque la persona cante, el efecto es limitado.
Empero, aún el cantar en el estado de nâmâbhâsa es considerado muy auspicioso; se
considera que es la actividad piadosa superior, porque mediante la acumulación de
actividad nâmâbhâsa ganamos, con el tiempo, la fe para aceptar el servicio devocional
apropiadamente. Se considera que nâmâbhâsa es superior a las actividades del yoga, el
sacrificio, las normas de varnâShrama, las austeridades etc., porque conducirá a la senda
del bhakti puro. Los procesos de yoga, las austeridades, etc., a menos que se combinen
con algunas actividades del bhakti, nunca conducirán al bhakti.
¿Cuáles son los efectos de cantar en nâmâbhâsa? Al cantar en nâmâbhâsa, todos los
efectos pecaminosos son destruidos y podemos lograr la liberación del mundo material.
Todos los efectos de kali-yuga son vencidos. Al cantar en este estado, todas las
ansiedades se alejarán y se podrá obtener paz. Aún las influencias de los fantasmas,
demonios, espíritus y planetas desfavorables se anulan también. Aún los habitantes de
los planetas infernales pueden alcanzar liberación al cantar en nâmâbhâsa, porque
nâmâbhâsa destruye los efectos de las actividades pecaminosas ya cometidas (prârabdha
karma). Por esta razón, nâmâbhâsa es aún más poderoso que los Vedas y los lugares
santos. Supera todas las actividades piadosas materialistas de karma-kanda.
Porque el Santo Nombre está investido con todas las energías transcendentales de
Krishna, al cantar, aún en nâmâbhâsa, podemos alcanzar las metas de dharma, artha,
kama y moksha, los queridos objetivos del VarnâShrama. Este cantar puede darnos la
posición de felicidad en el universo material; es el único refugio de los desamparados.
Podemos llegar a los límites del planeta VaikunTha mediante este canto; las escrituras
recomiendan el Nombre como el proceso para Kali-yuga en particular.
Nâmâbhâsa como actividad piadosa sin intención, se puede clasificar en cuatro
especies: Sanketa, parihâsa, stobha y hela. Cantar en sanketa, o indirectamente, significa
que uno canta el nombre Vishnu o Krishna, con una concepción materialista específica,
o canta el Santo Nombre sin intención, mientras piensa en algún otro objeto con el
mismo sonido. Un ejemplo de la primera clase es Ajamîla, quién llamaba el nombre de
su hijo, que por coincidencia se llamaba Nârâyana. El cantó el nombre de Vishnu, pero
con la intención de llamar a su hijo. También fue salvado de los yamadûtas y alcanzó el
planeta VaikunTha. Un ejemplo de la segunda clase de sanketa, es el yavana que canta
"hârâm" cuando se estaba muriendo, porque las sílabas "hâ" y "râm" están presentes
formando un nombre de Vishnu accidentalmente, esta persona alcanza la liberación,
porque este tipo de nâmâbhâsa es el menos ofensivo, el poder del Santo Nombre
permanece intacto en alto grado.
Alguien que pronuncia el nombre del Señor en parihâsa, una modalidad en chiste, así
como Jarâsandha, también cruza sobre el mundo material. Pronunciar el Nombre en
parihâsa o en mofa, como lo hizo ShiShupâla, puede también cortar las cadenas de la
existencia material. Pronunciar el Nombre en hela o desatención, también trae beneficio.
Los mlecchas alcanzan la liberación mediante todos los tipos de nâmâbhâsa..........
Estos tipos de nâmâbhâsa: coincidencia, broma, mofa, y desatención, por carecer de fe
real en Krishna, están situados en los sistemas inferiores de nâmâbhâsa. Por otra parte,
si uno tiene genuina fe en Krishna y sigue el Santo Nombre mientras los anarthas están
aún presentes, ese estado es llamado Shraddhâ-nâmâbhâsa. Puesto que aún cantando en
nâmâbhâsa sin devoción, uno puede alcanzar la liberación, ¿Cómo puede uno describir
los resultados de cantar en nâmâbhâsa con fe? Al cantar en nâmâbhâsa uno puede lograr
todo, excepto prema.
Si uno llega al punto de Shraddhâ-nâmâbhâsa, los anarthas se irán rápidamente, y el
nombre puro será revelado. Cantando el Nombre puro, Shuddha-nâma, uno ciertamente
alcanzará prema muy pronto. Se puede concluir por lo tanto, que el nâmâbhâsa mismo
no puede dar Krishna-prema; pero mediante el progreso de este estado al estado de
Shuddha-nâma, mediante el seguimiento de las reglas de sâdhana, como sean
establecidas por el Guru, uno puede lograr el amor de Dios.
Así, puesto que uno no comete nâma-aparâdha, nâmâbhâsa es digno de alabanza. Está
considerado innumerable número de veces mejor que karma o jñâna, porque una
persona con tal nâmâbhâsa eventualmente obtendrá fe y esa semilla de fe se desarrollará
entonces en atracción y gusto por Krishna, lo cual conducirá al estado de Shuddha-nâma
y luego a prema.
Âbhâsa significa una luz lánguida, una imagen indirecta. Es de dos clases: Luz reflejada
y luz obstruida. Similarmente hay dos tipos de fe lánguida: Fe reflejada o distorsionada
y sombra o fe parcial. De la fe parcial llega el nublado nâmâbhâsa, que se desarrolla en
el nombre puro y amor de Dios, con el tiempo. Esto está clasificado como nâmâbhâsa
real. Así como las nubes obstruyen la plena brillantez del sol, así las nubes de los
anarthas y la niebla de la ignorancia en el corazón de la jîva, sólo permiten que entre
una difusa luz del nombre.
Aun teniendo la oportunidad de seguir la fe pura, otras entidades vivientes siguen una fe
distorsionada, la cual se compara con la luz reflejada del agua. La luz es rota y la
imagen no intacta. Cuando la gente de fe distorsionada recibe el Santo Nombre, el
Nombre que ellos siguen también es distorsionado; tal gente se caracteriza por el deseo
profundamente arraigado de disfrute y liberación. En la medida en que ellos se
esfuerzan día y noche por satisfacer sus deseos de disfrute y liberación. Como tal gente
pueden usar el Nombre, puede parecer que tienen fe en él, pero esto no es fe real. Si uno
sigue el Nombre con esa fe, no importa cuanto tiempo continúe, uno no podrá alcanzar
la purificación, sino que permanecerá continuamente en ese mismo estado pervertido.
En cambio, tal práctica generalmente conduce a la mentalidad Mâyâvâda y finalmente
uno se vuelve engañador. Tal persona piensa que el Santo Nombre es solamente un
medio para un fin más elevado, y por tal mentalidad se pierde el poder del Nombre y Su
gloria. El único resultado es la ofensa o aparâdha.
Aquí está la diferencia real entre nâmâbhâsa, en donde los efectos del Nombre se
sienten, pero en forma difusa, debido a la obstrucción, y el nâmâbhâsa distorsionado. En
el nâmâbhâsa real, se pueden generar muchos anarthas de la ignorancia y la debilidad
del corazón, pero todos estos efectos, pueden ser disipados mediante el continuo cantar
del Nombre. Sin embargo, en el nâmâbhâsa distorsionado, que nace del conocimiento
engañador, las ofensas simplemente aumentan. Esto no se llama nâmâbhâsa, sino nâma-
aparâdha.
Los Mâyâvâdîs consideran que Krishna, Su Nombre, Su forma, Su Lîlâ y cualidades,
son falsos y perecederos. En esta tierra, ellos nunca recibirán el amor de Dios, porque
tal sendero conduce en la dirección opuesta de la senda del servicio devocional o bhakti.
Así no puede haber compromiso real entre los dos senderos. La filosofía mâyâvâda es
considerada como el enemigo del bhakti, y sus seguidores considerados los más grandes
ofensores. Realmente el Santo Nombre del Señor con toda su potencia nunca sale de la
boca de esta gente porque aunque se escuchen muchas sílabas, el Santo Nombre del
Señor transcendental no reside allí. El Mâyâvâdî que canta el Nombre de esta manera,
simplemente va al infierno, porque él piensa que el Nombre es material y temporal.
Mientras canta el Nombre, el Mâyâvâdî está deseando disfrute y liberación, y al estar
tan decepcionado y cantar por un motivo, sólo recibe dolor para todos sus problemas.
Si por la misericordia de los devotos, él puede abandonar la aspiración de bhukti y
mukti y aceptar su posición como sirviente de Krishna, estando arrepentido y obediente,
puede recibir el Nombre real y realizar el verdadero sambandha-jñâna. Entonces, por el
constante cantar del Nombre, vendrán lágrimas a sus ojos, llegará la misericordia
inherente del Nombre y su verdadera naturaleza, prema bhakti, se hará manifiesta.
Pero el mâyâvâdî que sostiene que Krishna y la posición de la jîva como sirviente de
Krishna son temporales e imaginarios es un ofensor del Nombre y habita en el profundo
agujero del infortunio. Puesto que el Nombre es un árbol de deseos, le concede al
mâyâvâdî su deseo de emerger en la efulgencia del Señor: Entre los cinco tipos de
liberación, sâyujya o el emerger, concede el alivio de los dolores del océano material,
pero también extingue la identidad propia. Los hombres ilusionados, pensando que
habrá felicidad en ese estado, reciben solamente esta sombra de felicidad. Porque en ese
estado, al olvidar completamente a Krishna, no pueden obtener servicio en la
bienaventuranza y el conocimiento eternos, la perfección de la vida. Si uno no tiene
bhakti, ni amor por Krishna, ni constante fe y convicción en Krishna, cómo puede uno
lograr felicidad real y eterna?.
En resumen, alguien que se halla en el estado de nâmâbhâsa no acepta la filosofía
mâyâvâdî ni tiene su corazón debilitado o contaminado por su influencia. La gloria
plena del sol no es visible cuando está cubierto por las nubes, pero cuando las nubes se
retiran, el sol brilla en toda su gloria. Así de esta manera, cuando una persona recibe el
conocimiento de la naturaleza real del Nombre por la misericordia del Guru, cuando la
ignorancia y los anarthas que causan la pena, se disipan mediante el sambhanda-jñâna y
sâdhana del canto propio, ese nâmâbhâsa se puede transformar en suddha-nâma, en
cuyo estado uno recibirá la plena brillantez del Nombre en la forma de prema.
Por lo tanto, quien cuidadosamente evita la compañía e influencia de los mâyâvâdîs, se
refugia, en el Nombre puro y sirve por amor, llegará a estar plenamente satisfecho en
total perfección. Esa es la instrucción del Señor. Quien acepte esta instrucción es un
alma afortunada, y quien la rechace es un pícaro que no será liberado durante cien
millones de nacimientos. Para establecerlo de otra manera, uno simplemente deberá
dejar la mala asociación y refugiarse a los pies de loto del Señor Caitanya. Fuera de los
pies de Mahâprabhu, fuera de Su misericordia no hay otra manera. Así concluyó
Haridâsa Tìâkura su explicación de nâmâbhâsa.
Alguien que tome refugio a los dos pies de Haridâsa, cantará incesantemente su
glorificación del Nombre: “Hari-nâma-cintâmani”.

Capítulo cuatro
LA BLASFEMIA CONTRA LOS VAIshnAVAS

Todas las glorias a Shrî Caitanya, la vida y alma de Gadâdhara, a Shrî Nityânanda, la
vida y alma de Jâhnavâ.
Shrî Caitanya dijo:! Oh Haridâsa! describe ahora en detalle las ofensas al Santo
Nombre.
Haridâsa replicó: Por tu poder diré lo que Tú me haces decir.
Las ofensas al Santo Nombre son analizadas como diez, según la Escritura; uno deberá
ser temeroso de cometer estas ofensas. Las ofensas son las siguientes:
1. Blasfemar o criticar contra los Vaishnavas.
2. Considerar que las demás entidades vivientes, tales como los
semidioses, son independientes de Krishna.
3. Desobedecer o irrespetar al Guru.
4. Irrespetar la autoridad de la Escritura.
5. Interpretar el significado del Nombre y pensar que las glorias del santo Nombre son
imaginarias.
6. Cometer actividades pecaminosas en la protección del Santo Nombre.
7. Entregar el Santo Nombre a los infieles que no están listos para aceptarlo.
8. Considerar el Santo Nombre como Karma y actividad piadosa.
9. Estar distraído mientras se canta el Santo Nombre.
10. Después de haber recibido el conocimiento perfecto y estando enterado de las
glorias del Nombre, permanecer ligado al mundo material de "mi" y "mío" y, por último,
rechazar el Nombre.
Estas serán descritas una tras otra. La primera ofensa, conocida como sâdhu-nindâ,
crítica de los vaishnavas, es muy perjudicial para aquéllos que desean progresar en la
vida espiritual.
Primero, el sâdhu o vaishnava debe definirse:
En el Undécimo Canto del Shrîmad Bhâgavatam, Krishna, hablando con Uddhava,
enumera las características del sâdhu.
dayâlu- misericordia
sahishnu- tolerancia
sama- igual
droha-Shûnya-vrata- penitencia sin castigo para el cuerpo
satya sâra- veracidad
viShuddhâtmâ -purificado
parahita rata- dedicado al bienestar de la humanidad
kâme akshubhita buddhi- inteligencia libre de lujuria
danta- restringido
akiñcana- desprovisto del concepto de propiedad
mridu- gentil
Shuci- limpio
parimita-bhojî- comida y hábitos moderados
Shântamân- pacífico
anîha- apatía por el materialismo
dhrimân- paciencia
sthira- austeridad
apramatta- atento, alerta
sugambhira- muy grave
vijita-shaàguna- conquistador de las seis gunas (hambre, sed, lamentación, envidia,
vejez y muerte)
amânî- que no espera honores de los demás
mânada- que da respeto a los demás
daksha- hábil
avâñcaka- no hipócrita
jñânî- conocedor de las escrituras

Por estas características, uno puede saber quién es un sâdhu.


Empero, hay dos clases de características: principales y marginales. La característica
principal es la entrega exclusiva a Krishna, mientras todas las demás son dependientes
de ésta. Por alguna buena fortuna, uno puede lograr la asociación de los Vaishnavas y,
entonces, alcanzar un sabor por el Nombre, cantar el Nombre y refugiarse en los pies de
loto de Krishna. Esta llega a ser la principal característica, y, al continuar cantando el
Nombre, todas las demás características hacen su aparición. Por lo tanto, son llamadas
marginales o acompañantes. Aunque secundarias a la característica principal,
ciertamente aparecerán en el cuerpo de un verdadero Vaishnava o sâdhu, como un
efecto del canto propio del Santo Nombre.
Por otra parte, la condición de grihastha, brahmacârî, vânaprastha y sannyâsî, Shûdra,
vaiShya, kShatrya y brâhmâna del sistema varnâShrama y sus respectivos hábitos y
cualidades son distinciones externas que de ningún modo determinan quién es un sâdhu.
La principal característica de un sâdhu es su completa entrega a Krishna, que no
depende de un cierto varna o âShrama.
Mediante el ejemplo de Raghunâtha das, Shrî Caitanya enseñó cómo deberá actuar el
grihastha vaishnava.
El hombre casado deberá entrar a la vida de amo de casa con la mente estrictamente fija
en el servicio a Krishna, no enamorado por la gratificación de los sentidos y de esta
manera el amo de casa puede gradualmente cruzar el océano de la existencia material.
En vez de jugar como un falso renunciante (markaTa vairâgî), disfrutando con los
sentidos en los ropajes de un sannyâsî, es mejor tomar esas cosas necesarias para la
existencia en el mundo material mientras se cultiva el desapego. Uno deberá estar
siempre internamente fijo en Krishna, aunque externamente uno pueda actuar según sus
costumbres sociales en varna y âShrama. Rápidamente Krishna libera a tales grihastha
vaishnavas.
Cuando Raghunâtha Das dejó la vida de amo de casa, El Señor le dió instrucciones
sobre la vida de renunciación.
Uno no debe escuchar conversaciones materialistas, ni hablar de tópicos materialistas
con los demás. Ni comer alimentos a capricho o usar ropa caprichosa. Debe cantar
siempre el Santo Nombre, respetando a todos sin esperar honores, y meditar sobre el
eterno servicio a Râdhâ y a Krishna en Vraja dentro de su mente.
La principal meta es una, es decir, entregarse al Nombre de Krishna, lo cual prevalecerá
en todos los sâdhus, sin importar qué varna o âShrama tengan, ya sea grihastha o
sannyâsî. Empero, según el âShrama o varna, las características secundarias diferirán en
algún grado. Y aunque aparezca algún elemento malo o falla allí en una persona, si tiene
la característica principal, la entrega a Krishna, se le debe considerar como un sâdhu y
ha de ser respetado y servido por todos. Esta es la aseveración de Krishna en el
Bhagavad Gîtâ.
Cuando uno ha desarrollado un sabor por cantar el Nombre puro, se dice que cantar sólo
una vez destruirá todos los pecados pasados. Pueden quedar algunos remanentes de esos
pecados, pero se desvanecerán completamente por la influencia del Santo Nombre.
Puesto que esas trazas de pecado se irán rápidamente, esa persona es conocida como la
persona más correcta. Por supuesto, si el materialista ve aquellas trazas de pecado en un
vaishnava-sâdhu, puede considerar que el sâdhu es exactamente como un pecador
materialista.
Si él critica al sâdhu porque el sâdhu tiene una traza de pecado proveniente de sus
actividades pecaminosas anteriores, está cometiendo sâdhu-ninda. Ha de considerársele
un pícaro por de criticar a un Vaishnava, y por este nâma-aparâdha (ofensa contra
alguien que se ha entregado al Nombre) cae directamente bajo la ira de Krishna.
Se concluye que alguien que está únicamente dedicado a Krishna y canta su Nombre es
conocido como un sâdhu. nadie más que los devotos de Krishna se considera que sea un
sâdhu. Alguien que se cree a sí mismo un sâdhu está lleno de orgullo material. Pero
alguien que se sienta el pícaro más ruin, se refugie humildemente en Krishna y cante
sumisamente el Nombre de Krishna, es el sâdhu real. creyendose menos que una hoja de
hierba, considerándose a sí mismo como un árbol de tolerancia, sin esperar honor para sí
mismo y honrando a todas las demás entidades vivientes, él canta el Nombre y alcanza
atracción por Krishna.
Si una persona de las cualidades anteriores canta el Nombre siquiera una vez, es
considerado un Vaishnava y deberá ser respetado. El Vaishnava es el amigo y líder
espiritual del universo, es un océano de misericordia para todas las entidades vivientes.
Quien critique a tal Vaishnava irá al infierno, nacimiento tras nacimiento, porque no hay
otro sendero más que el bhakti para la liberación real, y el bhakti se obtiene solamente
por la misericordia del vaishnava.
En el Vaishnava puro residen las energías del bhakti de Krishna, hlâdinî y samvit. Así,
por el contacto con un vaishnava, uno también puede recibir Krishna-bhakti. Por esta
razón, también, los remanentes de comida, el agua de los pies y el polvo de los pies de
los vaishnavas puros son tres poderosos artículos para crear el bhakti. Si uno permanece
cerca de un vaishnava puro durante algún tiempo, uno puede recibir la energía que mana
de su cuerpo. Si uno puede ligar esa energía dentro de su corazón, después de haber
desarrollado una fuerte fe, se desarrollará el bhakti y el propio cuerpo comenzará a
temblar en éxtasis. Así, por vivir junto a un vaishnava, pronto la devoción aparecerá en
nuestro corazón.
Primero, tal persona comenzará a cantar el Santo Nombre, y luego, por el poder del
Nombre, recibirá todas las buenas cualidades. Este es el poder del uttama adhikârî.
Un Vaishnava puede ser criticado por cuatro causas: Su casta por nacimiento, sus
pecados o fallas anteriores en esta vida, un acto pecaminoso accidental impremeditado,
y por residuos actuales de actividad pecaminosa anterior. Aunque todas estas
condiciones puedan estar presentes en un vaishnava, son antecedentes insustanciales
para la crítica de un vaishnava. Alguien que blasfeme contra un Vaishnava será
castigado por Yamarâja. Como el vaishnava está diseminando las glorias del Nombre
del Señor, El Señor no tolera tal crítica contra un vaishnava. Al renunciar a dharma,
yoga, sacrificios y jñâna por el Nombre de Krishna, el vaishnava es la más elevada
persona. La crítica es una grave ofensa. Además, él no critica las escrituras o a los
semidioses, sino simplemente se refugia en el Nombre.
Uno debe ansiosamente tomar el polvo de los pies de un vaishnava, indistintamente de
si él es un grihastha o un sannyâsî. Lo tratará solamente según el avance que él tenga
como vaishnava, lo cual se basa en el grado de atracción hacia el Santo Nombre. Cosas
tales como casta o âShrama, riqueza, instrucción, juventud, belleza, fortaleza o número
de seguidores, no son factores.
Falta decir que alguien que se ha refugiado en el Nombre no se permitirá el sâdhu
nindâ.. Quien critique a un sâdhu no está en bhakti, sino en aparâdha, en contra del
bhakti. Una persona , por lo tanto, no se entregará a la crítica, sino que se asociará ,
escuchará , y servirá al sâdhu.
Como la asociación con aquéllos que no son devotos está ligada a producir irrespeto por
los devotos (sâdhu ninda) el devoto se cuida de evitar tal asociación. La asociación
materialista o asat-sanga es de dos clases: Asociación con las mujeres y asociación con
aquéllos desprovistos de devoción al Señor. La asociación con mujeres significa
asociarse con ellas alejandose de la tradición védica. Esta asociación que no está
autorizada por la escritura se divide en: asociación fuera del matrimonio para propósitos
de la vida sexual, y asociación dentro del matrimonio en donde uno es controlado por su
esposa. Así, solamente si uno está casado según las reglas prescritas y está siguiendo las
reglas para la vida de casado, en la cual la esposa es sumisa al marido y el esposo actúa
como un sâdhu, es la asociación considerada fidedigna. Otros tipos de asociación son
considerados “asat”.
El segundo tipo de asociación asat, asociación con los no devotos, es de tres clases:
asociación con los mâyâvâdîs, asociación con “hipócritas”, y asociación con ateos. Los
mâyâvâdîs creen que el Señor y las jîvas son juntos, entidades temporales, y que la
forma murti del Señor es material. Los hipócritas (o falsos), aunque sin genuina
devoción o renunciación, fingen ser devotos para hacer su vida. Los ateos no creen en
ninguna forma de Dios. Ahora, esta gente puede proclamar ser devotos, y pueden ser
aceptados por el público como tales, pero si uno rechaza a tales personas, no se
considera sâdhu-ninda. Además, alguien que critique a una persona que abandona a esta
gente asat, también, deberá ser rechazado y evitado. Por lo tanto, el devoto serio,
abandonando asat sanga, que le causará sâdhu-ninda, y exclusivamente refugiándose en
el Nombre recibirá seguramente el tesoro de prema.
Se puede observar que, a fin de proceder adecuadamente hacia prema, uno debe poder
distinguir al devoto del no devoto. Porque uno debe evitar aparâdha o crítica del devoto
y buscar su asociación, y, simultáneamente, rechazar de plano al no devoto. Uno debe,
además, ser capaz de distinguir las clases de vaishnavas, según su avance espiritual.
Estos son de tres clases. El vaishnava materialista o vaishnava-praya es quién tiene una
fe mediocre en Krishna, pero no tiene una actitud de servicio hacia los sâdhus.
Realmente, tal persona no es un vaishnava, sino la vaga imagen de un vaishnava,
vaishnava-âbhâsa. Sin embargo, si él no es un vaishnava, cómo se le permitirá asociarse
con los vaishnavas que no se asocian con los no-vaishnavas?
Por lo tanto, se considera que esta persona se halla en el estado inicial de un vaishnava,
kanishTha-vaishnava, a quién los vaishnavas reales determinados concederán
misericordia para que llegue a ser purificado. El siguiente estado superior de un
vaishnava es el madhyama-bhakta, quien puede reconocer la importante posición de los
devotos del Señor y así siempre se asocia con ellos. Con fe, él está convencido de la
posición de Krishna como El Señor, las jîvas como sus eternos sirvientes, el proceso
como bhakti y la meta como prema. El muestra misericordia a los inocentes, aquellos
que tienen poca fe, los kanishTha-bhaktas, dándoles el sambhanda-jñâna. Y evita los
enemigos, al comprender los efectos de los diferentes tipos de asociación. Aún en este
estado de madhyama-bhakta alguien es considerado un devoto puro, con la calificación
de tomar el Santo Nombre real, no el nâmâbhâsa. Como un verdadero vaishnava, él es
capaz de distinguir un vaishnava de un no-vaishnava de modo que puede evitar asat-
sanga y sâdhu-nindâ y sirve a los devotos avanzados. Realmente, él debe hacer esto para
su propio avance.
Quien experimenta a Krishna como la vida y alma de todo y así ve a Krishna en todo, y,
consecuentemente, no hace distinción entre un vaishnava y un no-vaishnava, sino que
simplemente se dedica a saborear el néctar del Santo Nombre es llamado el uttama
vaishnava, el devoto más avanzado.
El kanishTha-bhakta desempeña su servicio devociónal en el estado de nâmâbhâsa,
mientras que el madhyama-vaishnava está realmente calificado para el Santo Nombre
real, y puede entender y discernir las diversas ofensas en el cantar del Santo Nombre. El
uttama-adhikârî está por encima de cometer ofensas porque ve a Krishna expandido en
todas partes.
Se puede ver que es importante para los practicantes de bhakti, ya sea un kanishTha o
un madhyama-bhakta, comprender, en este desempeño del sâdhana, que su propia
posición en el servicio devocional está determinada por su nivel de pureza interna.
Haciendo esto uno puede evitar sâdhu-ninda, se asocia con los vaishnavas superiores, y
evitará los no-devotos (asat-sanga) y por esto uno puede avanzar más. Por eso, es
importante que uno llegue a la posición de madhyama-bhakta, alguien que está
calificado para hacer estas distinciones. Las actividades típicas de un verdadero devoto,
un madhyama bhakta, son evitar sâdhu-ninda, y hacer asociación con los sâdhus, servir
a los sâdhus, y dar conocimiento espiritual a las jîvas ingenuas (inocentes), mientras
efectúan el nâma-sankîrtana.
Al ser vencido por las modalidades materiales, si uno comete la ofensa de blasfemia
contra un devoto deberá sentirse sinceramente arrepentido y llorar a los pies de ese
devoto por misericordia y perdón. El devoto, que es por naturaleza muy misericordioso,
perdonará al ofensor.
Haridâsa concluyó: De acuerdo con Tu orden, Señor, he discutido la primera ofensa.
Esto ofrezco a Tus pies de loto.
Aquella persona, que como un abejorro, languidece a los pies de loto de Haridâsa
recibirá la piedra de toque del Santo Nombre, como vida y alma suyas.

Capítulo Cinco
ADORAR A LOS SEMIDIOSES COMO INDEPENDIENTES DE KrishnA
Todas las glorias a Shrî Caitanya, la vida de Gadâdhara,
Todas las glorias a Nityânanda, la vida de Jâhnavâ,
Todas las glorias al esposo de Sîtâ, y a los devotos del Señor.
Haridâsa habló, con sus manos unidas: ”Ahora, escucha acerca de la segunda ofensa,!
oh Señor del Universo!“.
Primero, él aclaró sobre la posición de Vishnu. Vishnu es el Principio Supremo, no
sujeto a la dualidad del mundo material. El es una forma llena de conciencia y
conocimiento, que existe eternamente mas allá de las modalidades de la naturaleza
material, aunque siendo el Absoluto controlador del mundo material. Krishna en Goloka
es la forma de Vishnu original y suprema estando ornamentado con las sesenta y cuatro
cualidades transcendentales, para embellecer sus actividades bienaventuradas. Al
manifestarse a sí mismo como Nârâyana, El despliega sesenta cualidades por las cuales
realiza Sus actividades. Los purusha avatâras y otros avatâras plenarios poseen todos
estas sesenta cualidades a fin de cumplir su función.
Krishna se expande como dos clases de partículas conscientes. La primera es la jîva
ordinaria, que tiene cincuenta cualidades en algún grado. La segunda son los
semidioses, quienes tienen las mismas cincuenta cualidades, pero en un grado mayor.
Además, Shiva posee cinco cualidades más. Vishnu tiene todas estas cualidades además
de otras cinco que no se encuentran en las demás entidades vivientes. De esta manera,
podemos ver que Vishnu o Nârâyana con las sesenta cualidades es el Señor, y Shiva y
los semidioses son sus sirvientes. Mayores que las jîvas ordinarias son los semidioses y
Shiva, y mayor que Shiva es Vishnu quien es el Señor de las jîvas y el Señor de los
semidioses. Por lo tanto, quien considere a Vishnu en el mismo nivel de los semidioses,
es muy ignorante.
Algunas personas proclaman que el Brahman, sin cualidades, las adquiere cuando se
expande como Brahmâ, Vishnu y Shiva. Empero la conclusión de la escritura es que
Nârâyana es Supremo y es la causa de Brahmâ y Shiva. Quienquiera que rechace a
Vishnu como el Supremo controlador y se entregue a adorar los Semidioses, cae dentro
del mundo de la ilusión.
Otras personas proclaman que puesto que Vishnu es omnipresente a través del universo
total y está también presente en los semidioses, uno puede adorar a Vishnu al adorar a
todos los semidioses. Pero esta no es la formulación de la escritura, más bien está
prohibido este tipo de actividad. Al adorar a Vishnu, toda otra adoración está
perfeccionada. Tal como dándole agua a la raíz de un árbol las ramas llegan a
satisfacerse, al adorar exclusivamente a Krishna, Vishnu se cubre de toda adoración.
Esta es la conclusión Védica, pero desafortunadamente los tontos rechazan este
precepto. Bajo la influencia de la filosofía mâyâvâdî, las entidades vivientes de Kali-
yuga ponen a Vishnu en el mismo nivel que los semidioses. En verdad, sin embargo, los
semidioses dan sólo un resultado limitado, mientras que la adoración de Vishnu produce
todos los resultados. Si los materialistas pueden entender esta verdad, se entregarán a
adorar a Vishnu y alcanzarán todos los resultados. ¿Cómo deberá actuar un amo de casa
dentro del sistema VarnâShrama?
Generalmente, él deberá dejar de preocuparse por las obligaciones inferiores y
sencillamente, adorar a Krishna. En otras palabras, en todos los Saêskâras desde la
inseminación hasta los ritos funerarios, Krishna deberá ser adorado, usando los mantras
adecuados de los Vedas. Uno deberá adorar a los Vaishnavas y a Vishnu directamente y
adorar a los antepasados dándoles el prâsada de Vishnu. Adorar a los semidioses
directamente, como lo hacen los mâyâvâdîs solamente acortará nuestra vida. Pensar que
los semidioses son independientes de Vishnu es una ofensa, puesto que los semidioses
toman su existencia de Vishnu; en ellos, uno no puede hallar la completa perfección.
Hasta los poderes controladores de Brahmâ, GaneSha y Sûrya provienen de Krishna.
Ellos no tienen poder independiente, por lo tanto el grihastha vaishnava deberá
reconocer un Señor Supremo, Vishnu y ver a los semidioses como sus energías
dependientes. Así, el grihastha, aunque siga las reglas y costumbres prescritas en su
casta, dejará todas aquellas reglas que incluyen la adoración de los semidioses, dirigidas
a la gratificación de los sentidos y se mantendrá firmemente en la senda del bhakti,
adorándolo tan sólo a El en todos los casos donde la adoración esté prescrita.
De esta manera, el grihastha, con su mente fija en la devoción a Krishna, efectuará los
saêskâras de su casta, satisfacerá a los ancestros mediante ofrendas del prâsada de
Vishnu y ofrecerá oblaciones a los semidioses, reconociéndolos como los devotos de
Krishna, y tomando Krishna-prâsada. El sabe que adorando a Krishna y al vaishnava se
alcanzan todos los resultados. Así, él siempre canta el Santo Nombre, cuidando evitar
las ofensas tales como el segundo aparâdha.
Puede surgir la pregunta de por qué uno deberá seguir en todo el sistema varnâShrama.
La respuesta es que todos deben seguir este sistema habiendo aceptado el cuerpo
humano. Mediante este ordenamiento científico de la sociedad, las masas generales de
gente pueden llegar a su plena capacidad según su naturaleza individual y gradualmente
alcanzar la devoción por Krishna; aquellos que están fuera del sistema varnâShrama,
deberán estar siempre dispuestos a dejar todos los malos hábitos y comenzar a practicar
como sudras. Este debe ser el sendero que la sociedad civilizada emprenda en la vida.
La adoración de Krishna es una parte esencial del sistema varnâShrama. Si los cuatro
varnas realizan la vida de acuerdo con las reglas de su casta particular, pero no adoran a
Krishna, entonces simplemente van al infierno. Particularmente el grihastha, debe seguir
las reglas de su varna para desempeñar sus actividades mundanas de criar la familia y
relacionarse con el resto de la sociedad; pero al mismo tiempo, según sus medios, él
debe adorar a Krishna y debe seguir y respetar esas reglas en tanto él no haya llegado a
la plataforma en donde las reglas obstaculicen su progreso de adoración a Krishna. Esta
es la plataforma técnicamente conocida como bhâva. En ese estado, la jîva desarrolla el
sâdhana-bhakti, en el cual la inspiración para cumplir las actividades devocionales, llega
directamente del sabor experimentado por la jîva pura. Esta meta será, con el tiempo,
realizada por el grihastha vaishnava que acepte a Vishnu como el Supremo.
Hay otra ofensa derivada de no aceptar a Vishnu como El Supremo, el uno sin segundo,
advaya tattva. Siendo el advaya tattva, Vishnu, por sus inconcebibles energías, posee
inherentemente nombre, forma y cualidades que no se pueden considerar separadas de
El. Considerar el Nombre, etc., como diferente del Señor, es considerar al Señor y al
Nombre en un nivel material.
Este concepto de dualidad es ofensivo. En el estado de nâmâbhâsa, uno puede sostener
este concepto inconscientemente por la falta de conocimiento o de fe, pero es imposible
mantener este concepto en el estado de prema; este anartha puede ser retirado por la
misericordia de un Guru fidedigno que guiará al practicante en sâdhana-bhakti para que
el Shuddha-nâma, el nombre puro, sea revelado.
Mediante la especulación material, uno puede ocasionar este concepto de dualidad en el
Señor y puede llegar a ser una grave ofensa que es difícil de retirar. Así, en el caso de
los mâyâvâdîs, sostener este concepto es un aparâdha; los mâyâvâdîs proclaman que el
brahman es la verdad Suprema sin variedad, carácter o energías, sin forma o belleza, sin
cambio o actividad, simplemente existencia pura; para ellos, el nombre y la forma de
Vishnu son creaciones de Mâyâ, la energía material de la ilusión. Cuando una persona
puede vencer la ilusión, entonces Vishnu simplemente emerge en el brahman, perdiendo
la identidad individual. Esto simplemente es mala lógica, basada en el ateísmo;
proclamar que la Verdad Absoluta carece de las inconcebibles energías trascendentales
o que es incapaz de poseer características, es una locura. Puede haber una confusión
respecto a qué llamar Verdad Absoluta, Brahman o Vishnu, pero en cualquier caso, la
realización suprema debe ser Dios con Sus energías y personalidad. Esa es la conclusión
védica.
Realmente Vishnu tiene ambas características en sí mismo: nirviShesha y saviShesha,
sin variedad y con variedad; esto es posible por el inconcebible poder de Dios, El
Supremo poderoso. Todos los opuestos son asimilados sin dificultad, mediante este
inconcebible poder, el Supremo puede existir con variedad, belleza y lîlâ.
Por supuesto, la jîva, siendo naturalmente de pequeña inteligencia como partícula de
Dios, no puede entender plenamente la naturaleza del inconcebible poder del Señor. En
el intento de establecer un concepto de la Suprema Verdad por su propia inteligencia,
La jîva se refugia en la lógica material y acepta la característica secundaria del Señor, el
Brahman, un estado de unidad y paz, como el supremo. Al rechazar los pies de loto de
Vishnu, Quien es adorado por los seres superiores, los semidioses, y siendo luego ligado
a un estado de Brahman, él no puede distinguir lo que es bueno o malo para su propio
bienestar.
Pero una persona que puede entender que la Verdad Absoluta puede existir con forma y
variedad en un estado trascendental puro, puede ver propiamente que Vishnu, su
Nombre y cualidades son todos uno e inseparables del Señor. Este concepto de Krishna
con personalidad, es conocimiento real; con esta comprensión, uno puede entregarse a
cantar el Santo Nombre, sabiendo que es Krishna mismo.
Así, debe evitar la ofensa de pensar materialmente que Vishnu y su Nombre, su forma,
etc., son diferentes y de pensar que las otras entidades vivientes, los semidioses, tienen
existencia separada de Vishnu.
Para resumir, quien quiera que se dedique solamente a Krishna, sencillamente adora a
Krishna y deja toda otra adoración; no critica a los semidioses o a las escrituras que
sustentan la adoración de los semidioses, pero respeta a los semidioses como sirvientes
de Krishna. Algunas escrituras pueden afirmar que los semidioses son como supremos
para establecer la creencia en las diferentes categorías de seres humanos, a fin de
elevarlos a través de la regulación hasta el punto de llegar a la fe en Krishna y en el
bhakti. El verdadero Vaishnava verá la función de los semidioses y sus respectivas
escrituras en una apropiada perspectiva.
La crítica a los sirvientes de Krishna, los semidioses, también es ofensiva.
Puesto que el amo de casa tiene obligatoria adoración de los semidioses, según su casta
él adorará a los semidioses y antepasados ofreciéndoles los remanentes del Señor
Krishna. Similarmente cuando ese devoto ve el mûrti de un semidiós, él hará respetos al
semidiós, viendo al semidiós como un Vaishnava. Sin embargo, el devoto no aceptará
los remanentes de prasâda de un ofrecimiento que un mâyâvâdî haya hecho a Vishnu.
Por que el canto y la adoración del mâyâvâdî son juntos, ofensivos, el Señor nunca
acepta su ofrenda. Aceptar las ofrendas hechas directamente a los semidioses es
también, una ofensa a Vishnu y obstruye el sendero del servicio devociónal puro. Pero
adorando a Krishna, el devoto real dará con respeto a los semidioses el prasâda del
Señor. Tal adoración y el recibir tal prasâda no es ofensivo. De esta manera, el devoto
evita la segunda ofensa en el cantar del Santo Nombre y al continuar este proceso
correctamente alcanza el amor de Dios.
Si por accidente se le ocurriera a uno apartarse de aceptar a Vishnu como Supremo, uno
debería arrepentirse y refugiarse en Vishnu, y cuidarse de no cometer la ofensa otra vez.
Recordando a Krishna, recordando su Nombre, cantando su Nombre, la ofensa
desaparecerá, según la escritura Védica, no hay prâyaShcitta (proceso reformatorio o
expiación) más efectivo que esto. Es así, porque El Señor es un océano de misericordia
y un océano de indulgencia; similarmente el devoto también perdona las faltas pasadas.
Haridâsa concluyó: Uno deberá evitar la asociación con aquellos que adoran a los
semidioses como supremos, y más bien adorar a los Vaishnavas que tienen a Krishna
como Supremo. De esta manera, uno puede evitar la segunda ofensa.
Para alguien que realice estas devociones a los pies de Haridâsa, la piedra de toque del
Santo Nombre, el Nombre se convierte en su propia vida y alma.

CAPITULO SEIS

DESATENDER AL GURU

(Guru avajña)
Todas las glorias al Pañca Tattva y a Shrî Râdhâ Mâdhava.
Todas las glorias a Navadvîpa, Vraja, Yamunâ y a los Vaishnavas.
Haridâsa dijo: !Oh Señor! ahora te diré cómo ocurre la tercera ofensa, y de acuerdo con
tu orden, describiré en detalle todas las ofensas que ocurren por desobedecer al Guru:
Habiendo estado errante, cuerpo tras cuerpo, en 8'400.000 especies de vida, mediante la
actividad piadosa no intencional, la jîva obtiene un cuerpo humano; el cuerpo humano
es una rara oportunidad porque solamente en esta forma, puede la entidad viviente
desarrollar apropiadamente el servicio devocional. Como un semidios, se tiene la
tendencia a disfrutar y como un animal inferior, no hay la capacidad para el
conocimiento, pero en la forma humana, la entidad viviente puede progresar de vuelta a
su posición constitucional con Krishna. Por lo tanto, si no se procura alcanzar a Krishna
en este cuerpo temporal, uno morirá y obtendrá algún otro cuerpo, perdiendo la
oportunidad de escapar de la prisión material. La persona inteligente, habiendo tomado
nacimiento humano en este mundo, se refugiará en un Maestro Espiritual, quien actuará
como un capitán para guiar la jîva sobre el océano de la naturaleza material con las
instrucciones del Bhakti yoga. Esta es la importancia del Guru.
Uno debe aproximarse al Guru calificado, persona que es un devoto de Krishna y ha
dominado los sentidos, e inquirir sumisamente de Él. Estando satisfecho con sus
respuestas, la jîva recibe la iniciación de él y así cruza sobre el océano material.
Teniendo la atracción por Krishna, él dejará la lógica material inútil, se refugiará en el
conocimiento superior y recibirá iniciación mántrica del Maestro Espiritual.
El grihastha debe aceptar al Guru, pero permanecerá en sus deberes de VarnâShrama.
Si un Brâhmana es un devoto de Krishna, él puede servir como Guru para los Varnas;
pero si no hay una persona de nacimiento Brâhmana, uno puede recibir la iniciación de
un Guru de otro Varna. Si hay una elección, el grihastha debe escoger El Guru
fidedigno de casta superior, pero en cualquier caso, la mejor calificación por la cual
juzgar quién es un Guru fidedigno conveniente, es cuánto sabe el Guru acerca de
Krishna. El puede ser brâhmana o Shûdra, amo de casa o sannyâsî, pero no hay ninguna
diferencia en la capacidad del Guru para liberar la jîva. Esta debe ser la principal
consideración al escoger al Guru, si uno desea progresar hacia la pura atracción por
Krishna. En otras palabras, si hay un Guru calificado de casta elevada, no hay necesidad
de buscar a un Guru de casta inferior; pero si El Guru de casta elevada, no está
calificado como un Krishna bhakta, uno no debe recibir dîkshâ de él por sólo considerar
su elevada casta. Más bien, uno debería seguir a un Guru calificado de casta inferior. La
calificación de conocer a Krishna y ser un devoto de Krishna es la consideración
importante.
En la circunstancia de un amo de casa que no puede hallar la vida espiritual apropiada
en el âShrama grihastha, debe seguir a un Guru fidedigno que no sea un amo de casa.
En otras palabras, si uno renuncia a la vida de hogar y está buscando la guía espiritual,
deberá refugiarse en un âcârya que haya renunciado con éxito a la vida hogareña, y
recibir dîkshâ y Shikshâ de El, a fin de obtener la meta deseada de prema. Pero si el amo
de casa tenía antes un Guru calificado, ese Guru anterior no debe ser irrespetado o
rechazado. Debe honrársele siempre.
El amo de casa puede seguir a un Guru que sea amo de casa o renunciante, cualesquiera
es conveniente. Aceptando el Guru y cumpliendo el sâdhana bhakti, el amo de casa
alcanzará con el tiempo, el estado de bhâva en donde esta atracción por la vida familiar
y la gratificación de los sentidos cesarán. En ese estado, él dejará naturalmente la vida
hogareña y entrará en la orden renunciante; Esta persona debe buscar un âcârya en la
orden renunciante y seguir su instrucción.
Puede haber dos clases de Guru: Uno que da dîkshâ con Mantra y otro que da
instrucción espiritual. deberán ser considerados de igual importancia por alguien que
quiera avanzar rápidamente. Una persona puede aceptar solamente un dîkshâ Guru, pero
puede tener muchos Shikshâ Gurus que dan el sambandha jñâna.
El sambandha jñâna o enseñanzas son transmitidas en un sampradâya del fundador
âcârya del sampradâya. Estas enseñanzas originales y el fundador âcârya del
sampradâya, deberán ser adorados con todos los respetos. Uno debe ser leal a estas
conclusiones e instrucciones, no tomando las enseñanzas de otros. Se debe tomar como
Shikshâ o dîkshâ Guru solamente a una persona que esté siguiendo con fe las
enseñanzas de ese fundador âcârya. Tomar iniciación o enseñanzas de un mâyâvâdî es
inútil.
Quienquiera que siga o acepte tales enseñanzas desautorizadas, simplemente va al
infierno. El rechazar a Krishna y aprender filosofía anti-Krishna, solamente puede
conducir a la ruina de su vida. ¿Cómo puede una persona ser Guru y liberar a otros, no
habiendo alcanzado, o siendo incapaz de alcanzar él mismo la perfección?
El Guru sea Shikshâ o dîkshâ, debe ser el sirviente de Krishna, un asociado eterno del
Señor en Vrindâvana, quien ha sido especialmente facultado por Krishna. Uno debe
servir al Guru con gran devoción, sabiendo que él es directamente autorizado por
Krishna, el sirviente más querido de Krishna y el propio guía espiritual eterno de uno.
Mediante tal servicio sincero al Guru, uno puede cruzar el océano material.
¿Cuál es el procedimiento para adorar al Guru? Primero debe adorar al Guru
(ofreciendo pâdya, arghya, etc.); luego, pidiendo su permiso, adorará al Señor. Luego,
ofrecer el prâsada de Krishna al Guru, a los Vaishnavas, a los semidioses y a los
antepasados. Con el Guru en la mente, debe hacer la adoración de Krishna y con el
Guru en la mente cantar el Nombre de Krishna.
En consecuencia, si se desobedece o irrespeta al Guru, es ofensivo, y bloqueará el
progreso del bhakti. Así como mostrando el debido respeto y devoción al sâdhu y a
Krishna, similarmente, mediante el adecuado servicio al Guru y canto del Santo
Nombre, se puede lograr rápido éxito; teniendo firme fe en el Guru, por la fuerza del
santo nombre, podemos alcanzar la meta de prema.
¿Cuándo debe ser rechazado un Guru? Puede ocurrir que a través del asat sanga un
Guru pierda sus calificaciones. Habiendo comenzado como un gran Guru, al cometer
nâma aparâdha, decae su conocimiento, al ofender a otros Vaishnavas desaparece el
sabor por el Nombre, y gradualmente cae bajo el control de la riqueza y las mujeres. Tal
Guru debe ser rechazado, y por la misericordia de Krishna, el discípulo obtendrá un
nuevo Guru fidedigno y emprenderá nuevamente el canto del Santo Nombre.
Si un Guru toma a personas inadecuadas como discípulos, El tendrá que sufrir por eso, y
si un discípulo sigue a un Guru descalificado, sufrirá en concordancia; a fin de evitar
estas desgracias, se debe ser cauteloso. Por otra parte, mientras el Guru y el discípulo
estén debidamente calificados, la relación continuará, idealmente esta relación es eterna,
pero si el discípulo se vuelve malo, El Guru debe rechazarlo y si el Guru se vuelve
malo, el discípulo debe rechazarlo. De otra manera ambos pueden caer. Mejor uno que
ambos.
A fin de evitar el dolor de tener que rechazar a su Guru, se debe examinar
cuidadosamente para ver si él es un devoto puro de Krishna. Hasta para recibir un
artículo material uno lo examina por su calidad. Una vez que se haya aceptado a un
Guru calificado, si uno desobedece su instrucción, comete una grave ofensa. Por eso
hasta los semidioses pueden caer en el infierno.
¿Cómo se debe respetar a un Guru? El lecho y la silla del Guru, sus zapatos, su carro, el
agua que lava sus pies, su imagen deben ser respetados. Si uno deja de respetarlos o
adora a alguien más como Guru en la presencia del Guru, esa es una mentalidad
desviada que trata de minimizar al Guru fidedigno. Debe verse al Guru como su Señor y
Maestro, obedecer sus palabras e instrucciones y al verlo a él, caer al suelo en
reverencia. Uno debe glorificar en voz alta al Guru, obedecer siempre su orden, tomar
sus remanentes de prasâda y no discutir nada que le disguste al Guru. Al entregarse
humildemente a los pies del Guru, debe actuarse de modo que él esté complacido. De
esta manera se cumple el Krishna nâma sankîrtana, ganando todas las perfecciones.
Esta es la afirmación de los Vedas.
El Guru dará las apropiadas enseñanzas concernientes al Santo Nombre y después de
haber establecido la fe en el Santo Nombre dentro del corazón de una persona, él les
dará formalmente el Nombre de Krishna o un Mantra que contiene el Nombre de
Krishna para cantarlo como su sâdhana, esto es dîkshâ. Si por la mala asociación o
contacto con la literatura bhoga le ocurre rechazar o irrespetar a tal nâma-dîkshâ
fidedigno, debe dejarse inmediatamente la mala asociación y la literatura y acercarse
arrepentido a los pies de su Guru. El Guru, siendo todo misericordioso, lo rehabilitará y
al cantar sinceramente él alcanzará prema.
Aquella persona que se considera a si misma inferior a una hoja de la grama, que aspire
el polvo de los pies de loto de Haridâsa Nâma-acarya, estará calificado para cantar
siempre la piedra de toque del Santo Nombre.

CAPITULO SIETE
CRITICA DE LA ESCRITURA
(ShrutiShâstra ninda)
Todas las glorias a Gadâdhara Gaurânga y Nityânanda
Todas las glorias a Advaita y a los devotos de gaura
Haridâsa dijo: “la cuarta ofensa es la crítica de la escritura, esta ofensa también obstruirá
el bhakti de uno.”
Escrituras significa los cuatro Vedas, los Upanishads y los Puranas. Habiendo emanado
de la respiración de Krishna, constituyen el perfecto conocimiento y la autoridad.
Particularmente en los asuntos espirituales, son la referencia de prueba final. Como los
sentidos materiales del hombre, caracterizados por las cuatro fallas de karana-pâTava
(percepción limitada), brama (ilusión), vipralîpsa (deseo de informar algo diferente de lo
que se percibe) y pramad (desatención de los sentidos) posiblemente no pueden percibir
más allá del nivel material de la materia inconsciente, El reino espiritual sería
inaccesible sin la ayuda de Krishna. Por lo tanto, Krishna ha dado los cuatro vedas, que
están más allá de las cuatro fallas de los sentidos, y tan sólo por estos puede el hombre
progresar hacia la meta espiritual.
¿Cuál es el contenido de las escrituras?, el hombre sabio comprender que karma y jñâna
son secundarios e indignos, como procesos independientes, y que el sendero del bhakti
es la esencia.
Los Vedas se sustentan como la guía autorizada y referencia (pranâma), y comprueban
nueve diferentes tópicos, que se pueden clasificar en el sambandha, abhideya y
prayojana. Por estos diez principios, la autoridad Védica y los nueve tópicos que los
Vedas prueban, la ignorancia es destruida y el conocimiento trascendental es revelado.
Estos nueve principios pueden ser resumidos como sigue:
1. Hay un Señor Supremo, Vishnu.
2. El Señor es el poseedor de todas las energías.
3. Krishna es la fuente de todos los râsas y está situado en su Dhâma eternamente,
dando gozo a todas las jîvas.
4. Las jîvas son partículas del Señor, ilimitadas en número, infinitesimales en tamaño
pero conscientes.
5. Algunas jîvas están eternamente ligadas a los universos materiales, atraídos por el
placer ilusorio.
6. Algunas jîvas están eternamente liberadas y adorando a Krishna y residen con El
como asociados en el cielo espiritual experimentado prema.
7. Krishna existe con sus energías, la energía material, la energía de la jîva y la energía
espiritual, en un estado de simultánea identidad y diferenciación, permitiendo que todas
permanezcan aún solas, debido a su inconcebible poder. (acintya bhedâbheda tattva)
8. El proceso específicamente mencionado (abhideya) para la jîva en los Vedas, es el
proceso nónuple '9 ' del servicio devocional, dividido en vaidhi y râga bhakti. De los
nueve procesos, el cantar y el escuchar el Santo Nombre son los principales medios. Por
esa razón, el canto de "om" es glorificado en los vedas. La meta final, la plataforma
constitucional (prayojana) de las jîvas, es la actividad del Bhakti puro o prema. Esto es
logrado por la misericordia de Krishna.
Estos son los principios básicos para la guía de las jîvas que son denotadas por los
vedas. Si uno critica a los Vedas, esa es una ofensa al Santo Nombre. Tal persona es un
ruin pícaro. En la historia de la India hay seis personalidades que inventaron teorías y
por sus invenciones se atrajeron no buen final. Jaiminî, aunque proclamando seguir los
Vedas, no reconoce al Señor Supremo y recomienda karma kânda, actividades
independientes de la adoración a Dios. Kapila, por confusiones piensa que el Señor es
imperfecto y recomienda el proceso de yoga sin entender su meta, Los Jainas,
refugiándose en la filosofía de que todo es ilusión, predican contra el Veda. El ateo
Carvaka no tenía respeto por el conocimiento Védico; y similarmente, el Budista.
Gautama, no adora al Señor, sino que en cambio, piensa en términos de seres humanos.
Todas estas filosofías están contra los vedas, a veces directamente y, a veces ocultos.
Por lo tanto el hombre sabio, sabiendo que la fe en estas filosofías, lo hace a uno
ofensor, las evita totalmente.
Otra filosofía a ser evitada es la de los mâyâvâdîs. Sus escrituras no son genuinas, sino
distorsiones del significado de los vedas; realmente son Budismo encubierto y su
finalidad es desviar a los tontos en Kali yuga. Shiva, por orden del señor, apareció en
una familia Brâhmana y se hizo âcârya y, como Jaiminî, tomando la autoridad de los
Vedas, torció el significado para ilusionar al mundo. Haciendo esto, siguió la doctrina
Budista de la ilusión y trato de ilusionar al mundo, encubrió el significado directo de los
Vedas y el proceso del Bhakti. Así, si uno acepta cualquiera de estas filosofías, no hay
lugar para el Bhakti real, si uno sigue El santo Nombre junto con estas filosofías, se está
cometiendo grave ofensa contra el Nombre, y simplemente se atrae su propio fin.
Si la jîva puede aceptar el significado directo de los Vedas, el sendero del bhakti puro,
él será recompensado con la dulzura de prema, pero si sigue el significado indirecto de
las interpretaciones metafóricas como el significado real, no puede llegar a la verdad y
muere por su ofensa a Krishna. El principal sonido en los Vedas es "OM" que es un
nombre de Krishna, y cantando el nombre uno puede alcanzar la meta de la vida. Este
nombre es utilizado por los devotos en el Shrî Sampradâya. Los Vedas establecen que el
Santo Nombre es la forma espiritual del Señor en el mundo material. Es tan poderoso
que hasta la influencia tenue del Nombre, puede atraer la perfección.
Este es el significado: Ya que los Vedas enseñan el canto del Nombre como el principal
proceso, criticar los Vedas es criticar el Nombre. Eso es ofensivo. Los devotos, sin
embargo, se refugian en los Vedas, y cantando el Santo Nombre alcanzan el néctar del
Nombre. Los Vedas dicen: "Sólo canta el Nombre del Señor y por eso, recibirás la
forma Suprema de amor y bendición. Hasta en el cielo espiritual, las grandes
personalidades cantan el Santo Nombre".
Es desafortunado que en el kali-yuga aún los así llamados grandes personalidades eviten
a la Suprema Personalidad de Krishna y Su nectáreo Nombre, y en cambio, adoren la
energía de la ilusión, Mâyâdevi. Por refugiarse en el tantra tamásico, critican la
autoridad védica. Ansiosos de carne e intoxicaciones, llevando una vida corrupta contra
el dharma, estas personas se matan así mismas. Ellos no siguen el Nombre de Krishna ni
tampoco logran el eterno dhâma de Vrindâvana. Mâyâdevi da a los ateos la felicidad
mundana o el castigo, según sus actividades, pero a alguien que sirve a los devotos, ella
le da el refugio de los pies de loto de Krishna.
Siendo sirviente de Krishna, Mâyâdevi castiga a las almas equivocadas y les da
solamente la felicidad ilusoria a aquellos que la adoran. Pero si uno adora a Krishna y
Su Nombre, ella le ayuda a vencer el océano material.
Si por desgracia, uno llega a cometer sruti ninda, se debe arrepentirse y ofrecer sus
respetos a las escrituras. Con atención, se debe ofrecer flores y hojas de Tulasî al
Bhâgavatam y a los Vedas. El Shrîmad Bhâgavatam, siendo la esencia de los Vedas y
una encarnación de Krishna, nos dará una misericordia ilimitada.
Haridâsa dijo: "Día y noche estoy inmerso en éste océano de néctar del Santo Nombre,
habiendo abandonado la ofensa de criticar la escritura".
Quienquiera que aspire al polvo de los pies de Haridâsa está calificado para usar sobre
su cuello el rubí de la piedra de toque del Santo Nombre.

Capítulo Ocho
INTERPRETAR EL SANTO NOMBRE
(arthavada, harinami kalpanim)

Todas las glorias a Gaura y Gadâdhara, y a Shrî Râdhâ Mâdhava.


Todas las glorias a los lugares de Gaura lîlâ, al Ganga y a los vaishnavas.

Haridâsa dijo: "Oh hijo de Shacî! La quinta ofensa es dar interpretaciones al Nombre y a
Sus glorias.
Los Smritis o Puranas glorifican el Santo Nombre de Krishna estableciendo que si uno
canta el Nombre, con negligencia o con fe, Krishna mostrará a esa persona gran
misericordia. No hay conocimiento tan puro como el Nombre; No hay voto tan
poderoso como el Nombre. No hay meditación más efectiva que el Nombre, ni hay fruto
mayor que el alcanzado por el Nombre. No hay mayor renunciación que el Nombre; no
hay mayor paz que el Nombre. En este mundo no hay mayor actividad piadosa que
seguir el Nombre, ni hay progreso más rápido que en el Nombre. El Nombre es la
Suprema liberación, la suprema libertad, el destino supremo, la suprema paz, el punto de
no más búsqueda. El nombre es la suprema devoción, el Nombre es la más pura
inclinación de la Jîva, el Nombre es el amor supremo y la remembranza directa del
Señor. El Nombre es la causa de todas las causas, el Señor Supremo, el más adorable, en
la forma de Guru para traernos al Señor.
Está establecido que mil nombres de Vishnu son equivalentes a un nombre de Râma, y
tres nombres de Râma son equivalentes a un nombre de Krishna. Los Vedas dicen que
el Santo Nombre es puramente espiritual, y así, ellos glorifican constantemente el Santo
Nombre. Alguien que minimice los efectos de cantar el Santo Nombre como lo
manifiestan los vedas y los purânas es un ofensor extremo. El pícaro que comete
arthavâda contra el Nombre está condenado a pudrirse en el infierno.
Algunas personas dicen que los resultados del Santo Nombre que están establecidos en
la escritura no son verdaderos, sino que solamente sirven para atraerlo a uno hacia el
Nombre. Pero estas personas, debido a la falta de Bhakti-sukrti, careciendo de fe, no
pueden entender el significado real de las escrituras o el mayor bienestar de la
humanidad. En cambio, ellos seguirán la interpretación opuesta.
Como la sección karma-kânda de los Vedas sirve para satisfacer el deseo de nuestra
identidad por la ganancia material, para la causa de la motivación se ofrecen muchos
resultados tentadores. Empero, en el proceso del Bhakti puro, el candidato practica el
desinterés porque la meta del Bhakti es el servicio desinteresado a Krishna. Por lo
tanto, aunque las afirmaciones concernientes al Santo Nombre no sean exageraciones
para motivar, el devoto no sigue el Santo Nombre para su propio disfrute material. El no
pide los frutos mencionados en las escrituras.
Si uno realiza los sacrificios prescritos en karma-kânda con el deseo de ganancia
material, eso se llama engaño. Si uno tiene deseo y fe en la felicidad de los objetos
materiales, entonces, uno pedirá resultados materiales de un sacrificio. Pero si uno
puede ejecutar sus actividades sin el interés de estos resultados materiales, su corazón se
purificará. Ese es el propósito real del karma-kânda.
Cuando nuestro corazón se purifique, comienza nuestro interés y gusto por cultivar el
bhakti. Cantando el Santo Nombre, el bhakti se desarrolla y madura. Así, puede verse
que el resultado final de karma-kânda es llegar a saborear el Santo Nombre, al menos si
aquellas actividades se cumplen debidamente. Los resultados que uno puede obtener de
cantar el Santo Nombre están más allá de cualquier cosa que uno pueda obtener errando
en cualquiera de los catorce sistemas planetarios. En verdad, los resultados del Santo
Nombre son incomparables; ¿pero cómo puede un karmî o jñânî obtener estos
resultados con su actitud ofensiva?
Por el sólo nâmâbhâsa uno puede lograr todos los resultados obtenidos por los procesos
de karma y jñâna. Y si tales resultados se pueden obtener por nâmâbhâsa, hay necesidad
de dudar del gran beneficio que uno obtendrá cantando el Nombre puro?. Todas las
glorias de ese Nombre que están recitadas en las escrituras son aceptadas como un
hecho por el bhakta sincero. Sin embargo, los hombres de clase inferior no aceptan esto
y por su duda cometen ofensa, lo cual los conduce a cierta ruina. Desde el comienzo
hasta el final de los Vedas, el Râmâyâna, el Mahâbhârata y los Purânas, el Nombre es
glorificado. El minimizar e interpretar estas glorias que son claramente establecidas por
la autoridad de los Vedas no producirá buen resultado. El Señor y los Nombres del
Señor son uno, porque El Señor ha investido en el Nombre todas sus energías
transcendentales. Así, El ha hecho del canto del Santo Nombre el proceso supremo.
Como el Señor es completamente independiente y lleno de todas las energías, El ha
investido, por Su voluntad, Su energía material en las actividades de karma-kânda y en
brahma-jñâna, Su energía de nirvâna. Pero en el Santo Nombre, El ha investido todas
Sus energías con todos los resultados. Para qué argüir acerca de cómo y por qué? El
Señor puede hacer lo que El quiera. Por lo tanto el hombre inteligente instruido no
procederá a interpretar el glorioso Nombre.
Si uno llega a cometer arthavâda, deberá acudir humildemente ante una asamblea de
vaishnavas que se dediquen a las discusiones acerca de Krishna y revelar su ofensa a
sus pies, rogando sinceramente el perdón. Los devotos del Señor, versados con todas las
glorias del Santo Nombre, misericordiosamente lo perdonarán y lo abrazarán. La ofensa
de interpretar o mezclar no volverá a ocurrir. Si uno llega a hablar con uno de estos
ofensores, uno debe inmediatamente, sin despojarse de sus ropas, bañarse en el Ganga
para la purificación. Si no hay agua pura disponible, debe purificarse mentalmente.
Quien tiene fe en la misericordia de Shrî Râdhâ, la más querida de Krishna, lleva este
Harinâma Cintâmani como un collar.

CAPITULO NUEVE
COMETER PECADOS AL AMPARO DEL SANTO NOMBRE
(namna balad yasyahi papabudhi)
Todas las glorias a Gaura y Gadâdhara, a Jâhnavâ y a Nityânanda.
Todas las glorias a Sîtâ y a Advaita y a todos los devotos.

Haridâsa habló sobre el poder del Nombre para erradicar las actividades pecaminosas.
Si la jîva se refugia en el Nombre Puro, que es el Shuddha sattva, transcendental y puro
en todos los momentos, rápidamente todos los anarthas, incluyendo la debilidad del
corazón, se irán. Cuando uno llega a estar fijo en el Santo Nombre, uno no pensará más
en cometer pecado, y los efectos de pasados pecados no le influirán más a uno. Esto se
debe a la purificación del corazón.
El pecado puede ser analizado en tres estados. Un acto pecaminoso es el estado final.
Esto es causado por una semilla de pecado o un deseo de pecado. Ese deseo o semilla se
origina en la ignorancia, la causa raíz. Todos los tres son considerados como causa del
sufrimiento de la jîva. Sin embargo, Krishna es misericordioso, siempre viendo por el
bienestar de Sus partes y porciones; no siendo capaz de tolerar los sufrimientos de las
jîvas, El siempre trata de ayudarles. Así, mediante el proceso del Bhakti, la sed por el
estímulo material, la lujuria de los sentidos, abandonan el corazón. Uno es capaz de ver
con desprecio el esfuerzo de adquirir una bella mujer o riquezas. Uno vive satisfecho
con su servicio constitucional al Señor. El devoto acepta todo lo favorable al desarrollo
del Bhakti y rechaza todo lo desfavorable al Bhakti; él ve tan sólo a Krishna como su
protector, y como su mantenedor, y abandona todas las ideas del concepto del ser de
"mi" y "mío". Creyéndose muy bajo e indigno, el devoto cantará continuamente el Santo
Nombre. Quienquiera que se refugie en el Nombre de esta manera, no puede pensar ni
cometer ninguna actividad pecaminosa.
Está garantizado que rápidamente será purificado de toda influencia pecaminosa.
Empero, hay inevitablemente un estado entre la vida pecaminosa y el estado puro, y en
éste período interino, puede haber alguna relación con el pecado pasado, alguna traza
menguante del pecado. Sin embargo, no se está cometiendo nuevo pecado y el pecado
se va disipando rápidamente. Mientras más se entregue uno al Santo Nombre, más
rápidamente se desvanecerá ese olor de pecado. Krishna prometió a Arjuna que El
nunca permitiría que Su devoto cayera en problemas. Ya que el problema es causado
por el pecado, Krishna misericordiosamente aleja todo pecado del devoto. El jñâni, sólo
con gran dificultad, es capaz de controlar el pecado, pero sin el abrigo de Krishna, él
caerá rápidamente de su posición inmaculada. Por lo tanto, como concluye la escritura,
solamente tomando abrigo del Señor, en el Bhakti, está garantizada la seguridad.
Aunque un devoto por accidente llegue a cometer una falta, él no apela a prayascitta,
karma kânda, ritos purificatorios. Ese pecado es temporal y al cantar será borrado, sin
dejar influencia. Sin embargo, hay otro tipo de pecado. Si alguien, pensando que el
Santo Nombre es tan poderoso para destruir los pecados, intencionalmente comete un
nuevo pecado por lujuria, pensando que no habrá mal efecto por el poder del Nombre,
esa persona no es un devoto serio, sino que es conocido como engañador. De esta
ofensa contra el Nombre el sacará lamentación, temor y muerte. Así, se pueden
distinguir dos tipos de actividad pecaminosa, un pecado no premeditado y uno
premeditado. Existe una diferencia neta entre los dos, según la escritura.
En el caso del pecado ordinario, uno puede contrarrestarlo por prâyaShcitta, pero si uno
piensa aún cometer pecado al amparo del Santo Nombre, no hay medida remedial; tan
grave es la ofensa. Ni siquiera las incontables torturas por los sirvientes de Yamarâja
pueden liberarlo de la ofensa. Y si pensando en cometer la ofensa al Nombre atrae tal
sufrimiento, cuanto más será el sufrimiento de cometer realmente el acto?
Se da un ejemplo: En la escritura uno escucha que el Santo Nombre retira los efectos de
más pecados de los que uno puede cometer en diez millones de vidas. En incontables
lugares, las escrituras establecen que por el nâmâbhâsa, todos los cinco tipos de pecado,
aún el más grande pecado, pueden ser borrados. Una persona de mentalidad
engañadora, que escuche esta información, deseará con motivación insana comenzar a
cantar el Santo Nombre. De la misma manera una persona puede dejar el trabajo regular
como difícil y tomar las ropas de un renunciante, pero aún asociarse con mujeres y
riquezas para la gratificación de los sentidos. Empleando la posición de un renunciante
avanzado, como un medio para disfrutar como un jefe de hogar es una gran perturbación
del orden social y del universo. Bien sea como un líder de hogar o como un renunciante,
no hay impedimento para seguir el Santo Nombre y perfeccionar su vida, puesto que
uno cumple sus devociones según las reglas sin ofensas. Pero tener la idea de cometer
pecado bajo el refugio del Nombre es una gran ofensa, lo cual bloqueará el camino del
Bhakti.
Alguien que se halle en el estado de nâmâbhâsa, por la mala asociación está en peligro
de cometer esta ofensa; pero alguien que tenga suddha-nâma no comete este aparâdha.
Quienes se han refugiado en el Nombre Puro, en ningún momento, en ninguna forma, se
aproximan a cometer ninguno de los diez aparâdhas. Sin embargo, mientras uno no
tenga el Nombre Puro, existe todo peligro de comisión de ofensas y, por lo tanto, la
persona en nâmâbhâsa debe estar informada sobre la mentalidad de cometer pecado al
amparo del Santo Nombre. Quienes tienen el abrigo del Nombre Puro siempre viven en
asociación de vaishnavas puros y están vigilantes para evitar las ofensas y tienen su
mente determinada a no retirarse de Krishna ni siquiera por un momento. Pero alguien
fuera de este estado deberá vivir con el temor de las ofensas, especialmente la ofensa de
cometer pecado bajo el poder del Nombre. Esta persona debe cantar constantemente el
Nombre del Señor, y por la gracia del Guru, recibir sambandha jñâna, lo cual, a su
turno, le dará el Krishna-bhakti real y Krishna-nâma verdadero.
Si por azar uno comete esta ofensa, uno debe purificarse mediante la asociación con los
vaishnavas puros. Los deseos pecaminosos son como ladrones en el camino del Bhakti
y los vaishnavas puros son los protectores del camino. Grita alto el Nombre del
protector; cuando el protector llega, el ladrón huye.
Pronuncia ese Nombre con amor, y no temas, porque recuerda que el Señor dijo: "Yo
soy tu protector".
Quienquiera que haga el voto de servir a los pies de los vaishnavas exclusivamente,
sintiéndose lo más bajo de lo bajo, llega a cantar la piedra de toque del Santo Nombre.
CAPITULO DIEZ

Entregar el Nombre a los infieles

Todas las glorias a Gadâdhara y Gaurânga, a Jâhnavâ y Nityânanda.


Todas las glorias a Sîtâ y a Advaita, a Shrîvasa y a todos los devotos.

Haridâsa, con las manos juntas, habló sobre el siguiente aparâdha.


El materialista, como no ha desarrollado ninguna fe en Krishna o en el Nombre, no
puede ni siquiera escuchar el Nombre. Buena casta por nacimiento, buena familia,
conocimiento, influencia social, o poder, y cualidades educativas, no son las causa de
idoneidad para adoptar el Santo Nombre. La única cualidad es la fe. Y la fe significa
tener una imperturbable convicción en las glorias y poderes del Nombre. Esa es la
afirmación de las escrituras.
Si uno no tiene esta fe, un vaishnava real no le dará la instrucción sobre el Nombre. Ese
es el comportamiento de un vaishnava, porque si el hombre incrédulo toma el Nombre,
simplemente lo ofenderá. Por ejemplo, si uno arroja perlas a los cerdos, ellos
simplemente las reducirán a polvo, o si uno le da ropa a un mono, él la romperá en
pedazos. Si los incrédulos toman el Nombre, se matarán a sí mismos por las ofensas y,
simultáneamente, Quien da el nombre a los incrédulos, perderá todos sus créditos
devocionales rápidamente.
Algunas veces un hombre incrédulo, estando envidioso, implora el Nombre de los
vaishnavas, pero el vaishnava debe entender que él es un engañador y debe rehusar
darle el Nombre. Para coger fe en el Nombre, uno debe dejar la mentalidad engañadora
y el deseo de posición y de fama. El engañador piensa: "Tomando el Nombre ya no
tengo más temor de cometer actividades pecaminosas; haciéndome un vaishnava todos
me rendirán dandavats, y puedo lograr toda clase de servicios de los demás; cualquier
posición que yo haya perdido por mis malas actividades anteriores puedo recuperarla
cantando japas; mediante este proceso puedo llegar a ser muy feliz en el mundo. Esta es
la mentalidad del engañador. Para estar calificado para el Nombre uno debe abandonar
esta actitud.
Cuando uno halla llegado a tener fe en el Nombre, sin esfuerzo recibirá el Nombre, y
por la influencia del Nombre cruzará el océano de la existencia material. Pero mientras
uno no tenga fe, no tiene calificación o capacidad. se debe dejar el deseo de posición en
el mundo material y volverse humilde, escuchando las glorias del Nombre procedentes
de la escritura y de los vaishnavas.
Si el Guru da el Nombre a un incrédulo por el deseo de riqueza o posesiones materiales,
por esa ofensa al Nombre El Guru irá al infierno. Si por desgracia o por accidente, un
Guru da el Nombre y las instrucciones a una persona incrédula, debe tener gran temor.
El debe confesar frente a una asamblea de vaishnavas y abandonar ese discípulo. Si el
Guru no hace esto, él mismo, por la ofensa, quedará desprovisto de bhakti, indigno y
errante en la ilusión. El Señor Caitanya ordenó dar la instrucción del Nombre en todas
partes, pero eso significa a los fieles, y por ello, la perfección será alcanzada. Uno puede
producir la fe por el sankîrtana en alta voz, y cuando la jîva alcanza la fe, buscará un
Guru fidedigno. Del Guru, el fiel tomará el Santo Nombre, y luego alcanzará fácilmente
prema. Cuando los ladrones, prostitutas y pícaros estén dispuestos a dejar su mentalidad
pecaminosa, uno puede entonces darles fe, y cuando la fe se haga fuerte, uno puede
darles las instrucciones sobre el Santo Nombre. De esta manera el Nombre puede ser
difundido por todas partes.
Si uno no toma estas precauciones, irá al infierno, culpable de aparâdha. Si el discípulo
comete ofensa, el Guru tiene que sufrir en su progreso devociónal. En estas
circunstancias, tanto el Guru como el discípulo irán al infierno.
El Señor Caitanya, siendo muy misericordioso, les dió primero la fe a Jagâi y Mâdhâi, y
luego les dió el Nombre. Tan maravillosa es la personalidad del Señor, que creó la fe en
todos los hombres. El vaishnava tratará de seguir sus pasos.

CAPITULO ONCE
Considerar que el Nombre es Equivalente a las Actividades piadosas Materialistas

Todas las glorias a Gauracandra y al avatâra del Santo Nombre.


Todas las glorias al Santo Nombre, la Verdad Suprema.
Haridâsa dijo: "Oh Señor, ten presente que el Santo Nombre no debe ser igualado con
las actividades piadosas mencionadas en los vedas. Uno debe conocer la identidad del
Nombre. Krishna es el sol espiritual, perfecto, consciente e inconcebiblemente
maravilloso. Así, todas las diversas formas del Señor pueden ser similarmente
plenamente espirituales, así como Su Nombre, Dhâma y Lîlâ. Diferentemente de los
objetos y nombres materiales, los principales Nombres del Señor no son diferentes del
Señor. Cuando el devoto canta el Nombre, ese nombre está llegando directamente desde
el nivel espiritual, de Goloka al alma, del alma al cuerpo, en donde baila en la lengua de
los devotos, en su mente, etc. Si uno toma el Nombre con esta concepción, entonces
tiene el Nombre real del Señor, con todo su poder. Pero tomar el Nombre como un
objeto material conduce al dolor.
Por supuesto, en la Escritura hay varios métodos mencionados, según nuestra cualidad,
para llegar al Señor. Los hombres que sólo pueden pensar en términos materialistas de
tiempo limitado y objetos tangibles, por miedo emprenden la actividad religiosa.
Realmente El Señor es el único alivio del temor, porque tomando Sus pies de loto uno
puede cruzar el océano material. Para llegar a aceptar los pies del Señor, El Señor creó
diferentes métodos: Para alguien que está en la concepción materialista, el método es
material. Todas las actividades, tales como sacrificios de fuego, baños, caridad, yoga,
deberes de varnâShrama, votos de visitar lugares santos, adoración de los antepasados,
meditaciones, cultivo del conocimiento, adoración de los semidioses, austeridades,
prâyaShcitta, hacen uso de los elementos materiales para objetivos materiales limitados.
Pero estas actividades piadosas materialistas también son un medio por el cual uno
puede eventualmente llegar al bhakti, y al recibir el bhakti uno rechazará los medios
materiales temporales y se dedicará solamente al bhakti. Esto atraerá la plena dicha de
prema, la meta de la vida.
Aquí podemos ver la diferencia entre el bhakti y las actividades piadosas. Los objetos
materiales y el tiempo no tienen dicha real. Toda la actividad y recompensa de la
actividad piadosa es material y el progreso hacia la meta del prema espiritual es lenta.
Hay una gran separación entre los medios y el fin.
Por lo tanto, siendo misericordioso, el Señor dió el Santo Nombre por el cual las jîvas
inteligentes pueden alcanzar la perfección. Como el Santo Nombre es también un medio
o un método, algunos consideran que es una parte del método de la actividad piadosa,
con ninguna otra potencia. De la misma manera, los materialistas piensan que Vishnu,
como Brahmâ y Shiva son considerados como un semidios material. Aunque el Nombre
es transcendental, sin matiz material, la jîva cubierta por el materialismo le da al
Nombre una posición material, como una actividad piadosa. Esto es ofensivo al Nombre
y un obstáculo para el bhakti.
En verdad, el Nombre es el fin, la meta llena de dicha espiritual, la perfección; y,
simultáneamente, el Nombre apareció en el mundo material como el medio para que la
jîva llegue a ese fin. Así, el Nombre es el medio de purificación, y el fin, prema. Según
nuestra cualidad, el Nombre puede estar actuando como un medio o como un fin.
En el mundo, podemos encontrar dos medios: los medios secundarios o indirectos de
purificación, las actividades piadosas, y el medio principal, el Santo Nombre. Uno no
debe confundir los dos e igualarlos. Cantando el Nombre la dicha transcendental llegará
y hará bailar el corazón. Ese es realmente el carácter esencial del Nombre; está pleno de
nectáreos pasatiempos. Esa felicidad lograda por jñâna y yoga puede parecer grande en
comparación con la sombra de la felicidad recibida en el mundo material, pero en
comparación a la dicha del Santo Nombre, esa felicidad es escasa.
En el estado de sâdhana, estado purificador, el Nombre es el medio; pero en el estado
puro el Nombre es el fin, la Suprema bienaventuranza. Así, no puede ser comparado con
las actividades piadosas materiales. Aún en el estado de sâdhana, el Nombre permanece
puro; los anarthas del sâdhaka solamente lo hacen parecer impuro. Pero mediante la
asociación con los vaishnavas, la mentalidad material y los anarthas se irán, y el
Nombre puro se mostrará. Uno debe rechazar las actividades piadosas, pero nunca
rechazar el Nombre. En un estado se halla cubierto; en otro estado es puro.
Por la misericordia del Guru, el Nombre es revelado. Si falta este conocimiento en el
estado de sâdhana, entonces uno se vuelve ofensor. Pero si uno tiene fe en que el
Nombre es Supremo, sin igual, entonces el Nombre Puro será revelado rápidamente
junto con la dicha completa y el néctar.
Si uno cometiera esta ofensa y deseara alivio, uno debe buscar la buena asociación y
purificar su inteligencia. Si un paría se entrega al Nombre Puro, para nuestra propia
purificación debemos rociar el polvo de sus pies sobre nuestro cuerpo, comer los
remanentes de su comida y beber el agua de sus pies. De esa manera, uno puede obtener
similarmente el Nombre Puro. Un ejemplo de esto es Haridas.
Haridâsa dijo: "Estoy materialmente mentalizado, y sólo canto, pero nunca obtengo la
piedra de toque del Nombre. Sé misericordioso, oh Señor y baila en mi lengua en la
forma del Nombre. Manténme en el reino material o en el cielo espiritual, pero, en
donde quiera que me coloques, dame el néctar del Nombre. Tú has aparecido en el
mundo para dar el Santo Nombre a la gente del mundo. Por favor, acéptame como una
de esas personas. En verdad, soy ruin, pero Tú eres el liberador de los caídos. Esta es
nuestra relación: Los caídos y el liberador. Esta es nuestra inquebrantable relación. Bajo
el amparo de esta fuerza estoy implorando el néctar del Nombre.
En el kali-yuga, ni siquiera es posible ejecutar la senda de las actividades piadosas. Por
lo tanto, el Nombre apareció aquí como el único proceso para la era".
Quienquiera que sirva con devoción como el sirviente de Haridâsa, y se considere así
mismo sin cualidades, está calificado para cantar la piedra de toque del Santo Nombre.

CAPITULO DOCE
Falta de Atención durante el Canto
(Pramada)

Todas las glorias a Mahâprabhu y a los devotos


por cuya misericordia yo desarrollo el sankîrtana

Haridâsa dijo: "Cuando viajaste al sur de la India, les enseñaste a Sanâtana Gosvâmî en
Puri, y a Gopâla BhaTTa, la ofensa de ejecutar uno su canto sin atención. La
desatención se cuenta, como uno de los aparâdhas. Aunque uno venza con éxito todas
las demás ofensas al cantar y esté cantando continuamente, el amor de Dios no puede
llegar. Uno debe saber que la razón de esto es, que está cometiendo la ofensa conocida
como “pramada”, o desatención. Esta ofensa bloqueará el progreso hacia el prema.
“Pramada” puede significar locura, pero aquí el significado es desatención o descuido.
Es a partir de esta ofensa de donde se generan todas las demás ofensas. Los sabios
reconocen tres clases de desatención: indiferencia o desatención, pereza y distracción
(atracción hacia otros objetos).
Por la buena fortuna, una jîva, después de obtener la fe seguirá el Nombre, y cantando
regularmente, en el Tulasî-mala cuidadosamente, desarrollará atracción por el Nombre.
Sin embargo, hasta que esa atracción se haya desarrollado realmente, uno debe tener
cuidado de cómo canta. Porque naturalmente, el hombre común, teniendo apego a las
cosas materiales, será atraído aun cuando esté cantando. Aunque cante japa diariamente,
si su sabor está en otra parte, él mostrará indiferencia por el Nombre. Su corazón no
estará absorto en cantar el Nombre, sino en algún objeto material. Cómo puede eso
beneficiarlo? Puede cantar sesenta y cuatro rondas contando estrictamente en sus japas,
pero él no ha recibido en su corazón una gota del sabor del Nombre.
Esta indiferencia o apatía hacia el Nombre es un tipo de desatención. En el corazón de
un materialista esto es inevitable.
Si está presente la indiferencia o falta de atracción por el Nombre, uno debe asociarse
con los vaishnavas que estén cantando apropiadamente en algún sitio resguardado de la
influencia material. Cantando en esas condiciones se reducirá su absorción en los
objetos materiales; e inspirado por la conducta de los vaishnavas abandonará esa falla.
Gradualmente, el corazón logrará atracción por el Nombre y estará ansioso por el Néctar
del Nombre. Los devotos avanzados han recomendado que uno viva en un lugar en
donde Krishna haya tenido Sus pasatiempos, cerca de Tulasî, en compañía de los
vaishnavas, y aumente gradualmente el período de cantar. Rápidamente se irá el sabor
por los objetos materiales. Otro remedio es cantar solo, con atención, en un cuarto con
la puerta cerrada, o concentrarse sobre el Nombre, tapándose los ojos, los oídos y la
nariz con un trapo o algo semejante para evitar estímulos del exterior. Cantando
cuidadosamente de esta manera, se desarrollará una atracción o gusto por el Nombre y
la indiferencia será superada.
Si uno canta con una mentalidad lerda, o después de cantar un poco necesita detenerse
antes de terminar su ronda, se llama pereza. De esto, uno no puede desarrollar su amor
por el Nombre. El remedio para esto es asociarse con los vaishnavas que no
desperdician el tiempo en la actividad material, sino que constantemente cantan y
recuerdan el Nombre, estando absortos sólo en el Nombre. Uno debe seguir sus pasos.
Cuando ve como el verdadero vaishnava o sâdhu no desperdicia el tiempo en
propósitos inútiles, desarrollará un gusto por hacer otro tanto. En su mente pensará: "Si
puedo cantar y recordar el Nombre como ellos será muy bueno". Por esto, el entusiasmo
vendrá a la mente perezosa y uno vencerá la ofensa de pereza o inercia. Y determinará
aumentar su canto cada día. Por este anhelo en sus rondas y por la misericordia de los
devotos, se irá rápidamente la ofensa de la inercia.
Debe procurarse eliminar el tercer tipo de desatención, la distracción. De la distracción
nacen todos los demás tipos de desatención. Esta falla reside en la atracción por las
mujeres (o por los hombres en el caso de las mujeres) y la riqueza, la atracción por el
éxito material o el triunfo, el deseo de prestigio o la propensión a engañar. Si uno tiene
atracción en cualquiera de estas categorías, naturalmente será desatento del Nombre. Y
debe procurar eliminar estas fijaciones siguiendo el apropiado comportamiento
vaishnava. En los días de EkâdaShî y días de apariciones uno debe dejar de pensar en
comer, y cantar en la compañía de los devotos todo el día y toda la noche. De esta
manera se dedicará gozosamente a las actividades devocionales, escuchando sobre las
escrituras del Señor en compañía de los sirvientes del Señor en el dhâma del Señor. La
porción del bhakti de nuestra mente aumentará gradualmente y la mente se regocijará en
escuchar tópicos acerca de Krishna. El sabor más elevado vendrá y se irá el sabor
inferior. Al escuchar las canciones de Krishna de boca de los devotos puros, nuestros
oídos y mente saborearán el néctar real. De esta manera, el deseo por los ruines objetos
materiales desaparecerá y el corazón estará constantemente fijo y atraído hacia el cantar
del Nombre. Evitando la ofensa de la distracción uno podrá gratificarse en el néctar del
Nombre.
Así, uno nunca debe estar desatento a su número de rondas prescrito diariamente. Esto
se debe anotar día por día. Cuando se cantan estas rondas prescritas, deben evitarse los
diferentes tipos de desatención y dejar el deseo de aumentar el número de rondas por no
estar atento a concentrarse bien, primeramente en lo que uno puede manejar. Por lo
tanto, el devoto comienza por cantar con plena concentración en un lugar pacífico,
durante un corto tiempo. El siempre rogará al Señor que pueda cantar rondas claras,
cuidadosas, con la mente fijada en Krishna; por cuenta propia, uno no puede realizar
nada. La gracia de Krishna es necesaria para cruzar el océano de existencia material.
Con ansiedad del corazón, debe implorar la misericordia, y Krishna, siendo todo
misericordioso, dará ayuda. Quien no se esfuerce por esa misericordia es muy
desafortunado. Aquella persona que ha alcanzado el ornamento de la piedra de toque del
Santo Nombre también aspira a los dos pies de Haridâsa Tìâkura.

CAPITULO TRECE

“EL apego al Yo y Mío”

Todas las glorias a Gadâdhara y a Gaurânga, a Jâhnavâ y Nityânanda.


Todas las glorias a Sîtâ y a Advaita, y a todos los devotos de Gaura.

Rendido de prema, Haridâsa recitó la última ofensa en el cantar del


Santo Nombre:

Esta ofensa es la más ruin de todas. Con esta ofensa uno no puede obtener prema. Es la
actitud exactamente opuesta a la entrega al Señor. Habiendo desechado las primeras
nueve ofensas, los devotos deben cultivar la plena entrega al Nombre. Según las
escrituras, hay seis tipos de entrega, las cuales son dificiles de explicar en detalle. En
resumen, son como sigue:

1. Aceptar todo lo favorable para el servicio al Señor.


2. Rechazar todo lo desfavorable para el servicio al Señor.
3. Tener fe en Krishna como nuestro protector
4. Saber que Krishna es nuestro protector y sustentador.
5. Creerse bajo e indigno.
6. Ser entregado (rendido).

Si no se cultivan estas actitudes mientras canta, uno simplemente acumulará materia en


la vida. se debe aceptar con deleite en la vida aquellas cosas que siempre ayudan a
incrementar la devoción; rechazando con disgusto las cosas que obstaculizan la
devoción; uno debe creer que de nadie más sino de Krishna puede depender y que sólo
Krishna es su mantenedor. Y sentirse muy bajo y descalificado, sin posesiones. Como
eterno sirviente de Krishna, deseará hacer cualquier cosa que Krishna desee. Creer que
uno es el hacedor, el dador, el protector; que posee este cuerpo y esta casa, descendencia
y esposa; sentirse un brahmâna o sudra, esposo o esposa, rey o ciudadano todo esto se
ha de rechazar. En cambio, centrando sus pensamientos sobre Krishna, uno debe pensar
en Krishna como el hacedor y el controlador, y que el deseo de Krishna es principio.
Uno actuará como Krishna desee, no como uno quiera hacerlo independientemente.
“Por el deseo de Krishna, permaneceré en este mundo, y por el deseo de Krishna,
traspasaré. Si hay dolor, si hay regocijo, también soy sirviente de Krishna. Por su
voluntad Krishna dará la misericordia a las jîvas. Mi disfrute material y renunciación
dependen todos de Krishna”. Cuando esta actitud esta presente, es llamada âtmâ-
nivedana o plena-entrega.

Cuando estas seis clases de Sharanâgati, (rendición) no están presentes en un individuo,


él esta poseído de la ilusión de "yo" y "mío". Tal persona es considerada un pícaro ruin
porque está creyendo que él es el hacedor; que el mundo es suyo; que él es creador de
su destino y el disfrutador de los frutos de sus actividades; que él es su propio protector
y mantenedor: que éstos son su esposa, hermanos, hijo e hijas; por su propio esfuerzo, él
puede alcanzar toda la perfección y gloria. Tal gente está orgullosa del poder de su
conocimiento; no considerando el control del Señor, creen que por su propio cerebro
pueden aumentar y expandir las artes y la ciencia.
Estas personas, si pueden escuchar las glorias del Nombre, no las creen; o, si cantan el
Nombre de Krishna, es por costumbre social. Siendo hipócritas y engañadores, pueden
cantar el Nombre en hela-nâmâbhâsa, pero nunca obtendrán prema. Esta ofensa se debe
a estar fuertemente ligado por Mâyâ, y la liberación es muy difícil.
Sin embargo, uno puede ver que hay algunas personas que tomando el Nombre y
alcanzando el nivel de suddha bhakti, han dejado el apego material completamente y
humildemente adoran los pies de loto de Krishna y cantan Su Nombre. Uno debe buscar
a este tipo de personas, tomar su asociación y servirle con el deseo de dejar el apego
material. Gradualmente, uno llegará a estar fijo en el Nombre, y el "yo" y "mío" se irán
cuando uno trascienda el apego a Mâyâ. Dejando la mentalidad falsa, uno cultivará la
entrega total, la posición constitucional de la Jîva y la naturaleza propia del Bhakti. Por
esto, uno puede lograr prema.
Alguien que abandone las diez ofensas y desempeñe correctamente el servicio
devociónal, es el más afortunado en los tres mundos, lleno de todas las cualidades y
calificado para obtener la misericordia de Krishna. Muy pronto, esa persona, por el
canto del Santo Nombre, llegará al nivel de bhâva y prema, por la misericordia de
Krishna. El Señor mismo estableció que, quienquiera que siga el Nombre sin ofensas,
alcanzará prema; quienquiera que tome el Nombre sin abandonar las ofensas, nunca
alcanzará el bhakti puro, a pesar de sus prácticas. La práctica de jñâna da la liberación,
karma da el disfrute material; pero el Krishna-bhakti puro y el prema está disponible
solamente mediante la correcta ejecución del bhakti-sâdhana. Como la liberación y el
disfrute material son ambos insatisfactorios y como el bhakti es la única solución, la
liberación real de la gloria de la jîva, la jîva debe obtener bhakti mediante la correcta
ejecución del sâdhana-bhakti, libre de las ofensas, el rastreador de bhakti producirá
rápidamente el fruto del prema. Realizar el sâdhana cuidadosamente significa hacerlos
sin ofensas.
Por lo tanto, quien esté deseoso de obtener bhakti seguirá el Nombre, estando atento
para evitar cada una de las diez ofensas y rogando fervientemente en su corazón, a los
pies de loto del Santo Nombre, que le conceda la misericordia para destruir las ofensas.
Uno nunca puede ser liberado de las ofensas al Nombre mediante prâyaShcita o
actividades piadosas, sino refugiándose nuevamente en el Nombre de continuo.
Cantando día y noche, sintiéndose arrepentido, las ofensas se irán y el fruto del Nombre
llegará: Uno obtendrá el Shuddha-nâma, luego el bhâva-nâma y entonces, el prema-
nâma.
Finalmente, para evitar que las ofensas entren en el corazón, orar por la misericordia del
Señor Caitanya, quien está absorto en el néctar del Nombre.
Shrîla Bhaktivinoda Tìâkura, quien se ha convertido en el recipiente de los lîlâs de la
devoción, por la gracia de Haridâsa, canta ansiosamente la piedra de toque del Santo
Nombre.

CAPITULO CATORCE
OFENSAS AL SERVIR A LA DEIDAD (sevâ aparâdha)

Mahâprabhu dijo: “Escucha Haridâsa, tú has revelado la verdad acerca de las ofensas al
Santo Nombre, por ello, las Jîvas de Kali-yuga llegarán a ser afortunadas. Tú eres el
âcârya del Santo Nombre. Cuando te escucho la descripción del Nombre siento gran
regocijo. Tú eres el âcârya en conducta, instruido como predicador, y tu carácter está
decorado por la gema del Nombre. Râmânanda Râya me enseñó acerca del râsa y tú me
has enseñado las glorias del Nombre. Discute ahora las diferentes ofensas al servir a la
Deidad, sevâ-aparâdha. Escuchando esto, la oscuridad del corazón de las jîvas se
disipará”.
Haridâsa dijo: “Aquellos que están sirviendo a la Deidad saben acerca de esto. Yo
simplemente tomé refugio en el Nombre; así, ¿cómo puedo pues saberlo? Sin embargo,
para no violar tu orden lo elaboraré.” El servicio concerniente al mûrtî del Señor
especifica una larga lista de ofensas, en la escritura. En un pasaje se enumeran treinta y
dos ofensas y en otro cincuenta.
Los eruditos han dividido estas ofensas en cuatro clases: Ofensas en el servicio directo
de la Deidad, ofensas al establecer una Deidad, ofensas al tomar darShana de la Deidad
y ofensas generales cometidas contra la Deidad.
Las treinta y dos ofensas en la lista del Bhâgavatam son las siguientes:
1. Entrar al templo con los zapatos puestos.
2. Entrar en palanquín.
3. No observar los festivales.
4. No ofrecer reverencias.
5. Orar estando sucio.
6. Inclinarse en una sola mano.
7. Circunvalar frente a la Deidad
8. Extender las piernas delante de la Deidad.
9. Dormir delante de la Deidad.
10. Comer delante de la Deidad.
11. Decir mentiras delante de la Deidad.
12. Hablar en voz alta dentro del espacio del templo.
13. Chismorrear.
14. Maldecir o usar palabras burdas.
15. Dar gracias a otros en frente de la Deidad.
16. Pelear en el templo.
17. Gritar en frente de la Deidad.
18. Criticar a los demás.
19. Cubrirse con una manta delante de la Deidad
20. Alabar a otros delante de la Deidad.
21. Utilizar lenguaje obsceno.
22. Eructar o pasar gas.
23. No ofrecer los mejores artículos posibles.
24. Comer alimento no ofrecido a la Deidad.
25. No ofrecer frutos de la estación (cosecha).
26. Ofrecer alimento ya disfrutado.
27. Sentarse de espaldas a la Deidad.
28. Sentarse directamente en frente de la Deidad.
29. Hacer respetos a otros en frente de la Deidad (reverencias).
30. No glorificar al Guru.
31. Jactanciarse (autoalabarse).
32. Criticar a las Deidades o a los Semidioses.

Otras ofensas son:


1. Comer alimento de un materialista.
2. Tocar a la Deidad en un cuarto obscuro.
3. Acercarse a la Deidad sin la etiqueta adecuada, como el estar desaseado.
4. Abrir las puertas de la Deidad sin el sonido de instrumentos musicales.
5. Ofrecer el alimento visto por un perro.
6. Hablar innecesariamente durante el pûjâri.
7. Salir del espacio de la Deidad durante el curso de la celebración del pûjâ.
8. Ofrecer incienso sin una guirnalda fragante. (flor)
9. Ofrecer flores inapropiadas durante el pûjâ.
10. Comenzar el pûjâ sin haberse lavado la boca.
11. Practicar sexo antes del pûjâ.
12. Tocar a una mujer durante su período.
13. Tocar una lámpara.
14. Tocar un cuerpo muerto.
15. Ver un cuerpo muerto.
16. Portar ropa inadecuada.
17. Pasar aire.
18. Disgustarse, enfadarse.
19. Llegar directamente de una cremación.
20. Realizar pûjâ con el alimento aún no digerido en el estómago.
21. Comer cebollas, kusumbhasaka.
22. Masticar nueces (frutos) de areca o bonga (palma de Betel)
23. Tocar la Deidad después de masaje con aceite o sin haberse
bañado.
24. Ofrecer flores de un florero sucio.
25. Realizar pûjâ en un momento inauspicioso.
26. Sentarse directamente en el piso.
27. Tocar la Deidad con la mano izquierda mientras le baña.
28. Ofrecer fruta pasada.
29. Jactarse o alardear durante el pûjâ.
30. Escupir.
31. Usar tilaka horizontal.
32. No lavarse los pies.
33. Ofrecer alimento cocinado por no-vaishnavas.
34. Permitir que los no-vaishnavas estén presentes durante el pûjâ.
35. No adorar a Vishnu.
36. Hablar a un adorador de Shiva o Durga (conversar con.....)
37. Bañar la Deidad con agua tocada por las uñas.
38. Hacer adoración mientras se transpira.
39. Hacer juramentos o blasfemias delante de Krishna.
40. Pisotear artículos de la Deidad.
Todas estas ofensas en el servicio a la Deidad obstruirán nuestro bhakti. Cualquiera que
adore a la Deidad evitará estas ofensas. Los devotos evitan sevâ y nâma-aparâdhas, y así
saborean el néctar del servicio devociónal. Cuando un devoto comete sevâ-aparâdha,
debe rectificarlo inmediatamente. El debe constantemente mejorarse, rectificar y evitar
los nâma-aparâdhas.
Alguien que está en el nivel de bhâva, tan sólo adorando a la Deidad día y noche, no
comete ninguna ofensa contra el Nombre, ni sevâ-aparâdha. Ese servicio es
predominantemente (eminentemente) manasa-sevâ.
Por orden de Haridâsa, los devotos cantan la piedra de toque del Santo Nombre
CAPITULO QUINCE
(bhajan pranali)
Todas las glorias a Gaurânga y a Gadâdhara, y a Nityânanda.
Todas las glorias a Sîtâ y Advaita, y a todos los devotos.
Todas las glorias a la afortunada persona que deja todo por el Nombre.

El Señor dijo: “ Haridâsa, por tu devoción has recibido todo el conocimiento disponible
en el universo. Todos los Vedas están bailando en tu lengua; todas las conclusiones
están en tu discurso. Habla con claridad acerca del râsa (sentimiento o dulzura) del
Santo Nombre. Cómo obtiene la jîva la calificación para el râsa del Santo Nombre?”
Haridâsa, con gran felicidad, dijo: “A través de tu inspiración los describiré.”

Lo Supremo, el más puro estado, la perfección de la Verdad Absoluta, se llama râsa.


Este râsa no son las emociones o los sentimientos del mundo material, sino que es la
naturaleza inherente del Puro Absoluto; es ilimitado, pleno de bienaventuranza, y la más
grandiosa gloria. La Verdad absoluta revela su matizado carácter a través de sus
energías, las cuales son inseparables de su propia existencia (abhinna). Sus energías
crean el matizado mundo espiritual que es prerequisito para râsa.
A través de su energía espiritual, Krishna revela Su forma, nombre, dhâma y
actividades. Así, la Verdad Suprema es conocida como Krishna en la forma de
Syâmasundara, que reside en Goloka-dhâma, ejecutando Sus dulces pasatiempos con
Sus devotos. Así, existen la variedad y la râsa en el Señor, debido a Sus energías
espirituales, las cuales no pueden estar separadas o diferenciadas de la sustancia del
Señor (abhinna). De esta manera, la Verdad Absoluta permanece Suprema, íntegra, más
allá de la dualidad (akhanda-advaita) y, simultáneamente, se consagra a un mundo
trascendental de bellas formas, actividades y emociones.
La energía de la sombra de la energía espiritual del Señor se llama Mâyâ. Por la
voluntad de Krishna, ésta energía crea el mundo material afuera de la dimensión
espiritual. A través de su jîva Shakti, El crea innumerables almas situadas entre los
mundos materiales y espirituales, (similares) semejantes en cualidad a Krishna, pero de
tamaño infinitesimal. A causa de sus cualidades limitantes las jîvas son de dos clases:
jîvas enteramente ligadas y jîvas enteramente liberadas. Aquellas que son enteramente
liberadas están calificadas como eternas sirvientes de Krishna en el cielo espiritual, y las
que están eternamente ligadas sufren y se dedican a la sombra material, lejos de
Krishna. Las jîvas que habitan en el mundo material son de dos clases: Los que siguen
el nombre de Krishna y se asocian con los devotos que irán al mundo espiritual de râsa
por el poder del Nombre, y las que ignoran a Krishna y se afanan sin esperanza, por râsa
en relación con la materia inerte.
La gradual realización de râsa en el Nombre se compara con la floración de un capullo.
El Nombre es comparado con una flor en capullo, cuando es esparcido a la masa general
de la gente en el mundo. Cuando uno realiza la bella forma de Krishna, en Goloka
Vrindâvana a través del continuo cantar del Nombre el cual se compara con la flor
parcialmente abierta. Al proseguir con el sâdhana, cuando las sesenta y cuatro
cualidades de Krishna son reveladas en el Nombre, ellos se comparan con la fragancia
de la flor medio abierta. Cuando uno realiza los eternos pasatiempos de Krishna en
Goloka Vrindâvana, la flor está en plena florescencia. Entonces por la misericordia del
Nombre, las energías originales de hlâdinî (bienaventuranza) y samvit (conciencia),
pertenecientes al mundo espiritual, cuya corporificación primaria es Râdhârânî, se unen
en la forma de bhakti-devi y descienden sobre la pequeña jîva que sólo posee una
pequeña porción de la energía de hlâdinî y samvit. Bhakti-devi, desde el reino
transcendental, revela el pleno râsa del Nombre a la jîva, y, por su misericordia, la jîva
toma su cuerpo espiritual y entra en los pasatiempos y saborea râsa.
Hay cuatro ingredientes de râsa: vibhâva, anubhâva, sâttvika-bhâva y vyabhicârî
(sañcârî) bhâva. La mezcla de estos ingredientes produce râsa. Vibhâva, la causa
general de râsa, está dividida en âlambana y uddîpana. Âlambana significa la causa raíz,
aquella de la cual depende râsa. Se divide en âShraya, el recipiente, que es el devoto; y
vishaya, el objeto, quien es Krishna. Uddîpana, la instigación, está compuesta por la
forma y las cualidades de Krishna, que se realizan mediante el constante cantar. Así, en
donde haya âlambana (Krishna y el devoto) y uddîpana (las cualidades de Krishna), se
pueden presentar lîlâ y râsa.
Cuando las condiciones de vibhâva sean perfeccionadas, anubhâva (síntomas eternos de
las emociones internas) aparece. Todos estos síntomas se basan en el amor espiritual, y
de ningún modo pueden ser comparados a los síntomas de amor en el mundo material.
Gradualmente, mientras las emociones se profundizan, aparecen sattvika y vyabhicâri
bhâvas (síntomas adicionales). Por la combinación de estos ingredientes, el stâyî-bhâva
inicial (modalidad primaria) del devoto se transforma en râsa, plenos sabores
espirituales, la situación de saborear râsa en el mundo espiritual es la suprema
perfección, la meta última de la jîva, según las escrituras. Hay cuatro objetivos para el
hombre, mencionados en los Vedas: artha, dharma, kâma y moksha. Estos, empero,
sirven para conducir a la meta suprema (parama purushârtha) râsa. Alguien que esté
verdaderamente liberado está calificado para râsa.
El sendero para alcanzar râsa es el siguiente: La jîva que ha desarrollado la fe por el
Bhakti recibe un vaishnava-Guru puro. Ese Guru le da el mahâmantra. La jîva tomará el
mantra, sea en la forma de smaranam (recordando el Nombre) o kîrtana (cantando el
Nombre) autorregulándose por el conteo en Tulasî-mala. Gradualmente, mientras su
anhelo por el Nombre crece, el aumentará hasta 3 x 64 rondas. De entre las dos formas
de seguir el Nombre, kîrtana es la más poderosa, porque en ese proceso se escucha, se
canta y se recuerda, y por ello, los sentidos de la jîva danzan con gozo. Tomando
refugio en cualquiera de los nueve procesos del bhakti, uno progresa en la devoción,
pero de los nueve procesos, cantar es el mejor. Aquellos quienes sienten atracción por la
adoración de la Deidad sólo alcanzarán la perfección dedicándose también a escuchar y
cantar el Nombre. Pero los que tienen una exclusiva atracción por el Nombre, solamente
necesitan dedicarse a escuchar, cantar y recordar el Nombre. Si uno ejecuta bien estos
tres procesos, todos los otros nueve procesos del bhakti -servir a los pies de loto, orar,
dasya, sakhya, y âtmânivedana- (redención total) también se pueden cumplir fácilmente.
Con la fe de que el Nombre y Krishna no son diferentes, y evitando las diez ofensas, los
efectos del Nombre serán percibidos. Cantando y recordando claramente el Nombre,
uno encontrará atracción y goce en el Nombre. Entonces, uno meditará sobre la forma
de Krishna o seguirá constantemente el darShana de su mûrtî junto con su canto,
sondeando más y más profundamente en el Nombre. Cuando uno haya triunfado en
realizar la forma de Krishna en el Nombre, entonces uno meditará sobre las cualidades
de Krishna mientras canta. Cuando el Nombre, la forma y las cualidades de Krishna se
hacen uno en el canto, uno meditará sobre un pasatiempo de Krishna con ayuda de un
mantra específico. Cuando todos los cuatro elementos se hacen uno, empezaremos a
percibir râsa en el Nombre. Uno perfeccionará el râsa meditando sobre los óctuples
pasatiempos de Râdhâ y Krishna en Vrindâvana. Al ganar nuestro cuerpo espiritual por
la misericordia del Guru, participaremos de los pasatiempos con los asociados de
Râdhârânî, y, según las instrucciones de los Sakhis, serviremos a Râdhâ y Krishna en
éxtasis. Este servicio en la modalidad conyugal es lo más brillante en el mundo
espiritual, y es alcanzable para la jîva por la práctica del Bhakti. Aún hay estados
superiores a este, pero es imposible describirlos con meras palabras. Estas cosas serán
reveladas por la misericordia de Krishna.
Ahora se describe el proceso específico. Para recibir un cuerpo espiritual en el râsa
conyugal, uno debe cultivar en su identidad los once artículos específicos: nuestra
relación, edad, nombre, forma, calidad de miembro en un grupo en particular, vestido,
nuestra orden, servicio, esperanza de perfección y la gopi protectora a quien uno le
sirve. Estos artículos se perfeccionan a través de cinco estados. Primero uno se acercará
a un Guru que haya realizado los eternos pasatiempos de Krishna y los once artículos
del servicio eterno. Al escuchar los óctuples pasatiempos de Râdhâ y Krishna, uno
inquiere sobre cómo realizar ese estado. El Guru describe entonces los once artículos
por los cuales uno puede participar de los pasatiempos. Esto se llama sravana-dâsa.

El Guru escogerá entonces la particular identidad espiritual del discípulo, según la


tendencia y atracción del discípulo. Si el discípulo no siente sabor natural de un bhâva,
el puede solicitar otro del Guru. Cuando finalmente nuestra identificación se acomoda,
hacemos ante El Guru el voto de nunca dejarla. Esto se llama el varâna-dâsa (aceptar el
estado).
El discípulo entonces practicará el recordar en su corazón su identidad dada. Este
smaranam dâsa (estado de recordar) se divide en cinco niveles. Primero, uno trata de
recordar los óctuples pasatiempos, pero la mente va errante. Esto es smaranam. Cuando
nuestra práctica se vuelve firme, se llama dhâranâ. Cuando uno puede meditar sobre
todos los aspectos del objeto deseado, se llama Dhyâna, cuando este Dhyâna se vuelve
continuo se llama anusmriti. Cuando este se vuelve perfecto, se llama samâdhî.
Si estos estados son seguidos progresivamente en smaranam, uno llegará rápidamente al
estado de âpana (posesión), en donde los once artículos son realizados como estado
constitucional nuestro. Sin embargo, si uno está ocupado en hacer una muestra exterior,
pero no cultiva la fijación de su identidad en el interior, no se puede perfeccionar este
estado. Pero el fijar nuestra identidad es natural, puesto que la jîva simplemente ha
olvidado su estado natural cuando entra en el reino y cuerpo materiales, deseando su
propio placer; y, proporcionalmente a nuestro incremento en la práctica de recordar
nuestro estado natural, la proyección y la identificación material disminuirán.
Uno puede alcanzar âpana dasa a partir de râgânuga, sâdhana, en donde las
prescripciones escriturales son mínimas, o a través de vaidhi-sâdhana, en donde la
confianza en las reglas adecuadas de la escritura es predominante. Si uno progresa a
través de los estados de fe, práctica, purificación, firmeza, sabor y vinculación, en
vaidhi o en râgânuga sâdhana llega entonces al estado de bhâva, el prema preliminar. Es
en este punto en donde uno alcanza âpana-dasa. En este estado más allá de las
categorías de sâdhana-bhakti, cuando las reglas escriturales serán descartadas como
abrumadoras para nuestro servicio, las concepciones de râgânuga y vaidhi, serán ambas
descartadas.
Aquí, se irá nuestra identificación con el cuerpo material y predominará nuestra
identificación con el cuerpo espiritual. En ese cuerpo espiritual (Svarûpa-siddhi) uno
siempre verá a Vrindâvana y servirá a Râdhâ y a Krishna. Este estado final se llama
sampatti daShâ. Por la misericordia de Krishna, nuestro cuerpo, mente e inteligencia
materiales y el ego falso serán desterrados y apareceremos en un cuerpo espiritual puro,
sirviendo a Râdhâ y a Krishna junto con sus eternos asociados. La jîva puede alcanzar
este quinto estado perfeccionando râsa, al seguir el Nombre y llegar a purificarse.
Por lo tanto el jîva creyente deberá emprender con fe el canto del Nombre, seria y
constantemente, en buena asociación. Tomará la asociación de los vaishnavas
superiores, evitará la asociación materialista, y habitará lejos del resplandor materialista.
Por la fuerza de estos tres artículos, alcanzará su posición de gloria real.
Haridâsa dijo: “Soy bajo, de mente ruin y absorto en el disfrute material, siempre
rehusando la buena asociación. Empero, estoy implorando una misericordia sin causa
para progresar hacia el estado râsa del bhakti.”
Diciendo esto, Haridâsa cayó inconsciente a los pies de loto de Shrî Caitanya. El Señor
Caitanya dijo: “Escucha Haridâsa, en el futuro la gente de mente perversa degradará
estos íntimos pasatiempos, pero los que son verdaderamente devotos comprenderán la
suprema enseñanza que tú has dado. Refugiándose en este conocimiento y refugiándose
en el Nombre, ellos cantarán el Nombre y adorarán a Krishna alejados de los
materialistas. La jîva alcanzará la fe en el Bhakti a través del sukrti pasado acumulado,
la actividad devocional pasada. Es difícil para todas los jîvas el obtener bhakti. Pero
para ayudar a estas personas a permanecer fijas en el bhakti, condúcelas por un sendero
directo a casa. He venido a predicar el yuga dharma del Santo Nombre. Tú estás
ayudándome a cumplir esta actividad al describir la plena verdad acerca del Santo
Nombre.”
Quien alcance el pleno néctar de la piedra de toque del Santo Nombre, adorando a
Krishna con emoción espontánea, alcanza pleno éxito y dicha. Yo un pícaro indigno,
que llora, tomo los pies de esa persona y ruego que él distribuya la bienaventuranza y
me permita beber sólo una partícula del nectáreo râsa.

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