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CAPITULO I
Glorias del santo Nombre
Todas las glorias a Gadâdhara y Gaurânga, a la vida de Jâhnavâ, Nityânanda prabhu.
Todas las glorias a Sîtâ y Advaita, a Shrîvâsa y a todos los devotos.
Por eso, El Señor, pensando en el bienestar de las jîvas en Kali yuga, descendió con su
Santo Nombre. El Señor descendió y predicó el sendero para Kali yuga, el proceso de
Nâma Sankîrtana, ya que mediante este proceso la jîva puede realizar directamente el
Supremo tesoro de Krishna Prema, la felicidad real, que es llamado el sendero superior
o mayor, en distinción de los senderos secundarios de Karma y jñâna. En este proceso,
todo lo que la jîva tiene que hacer es cantar y recordar el Nombre del Señor
constantemente. Cuando la jîva impura sigue el proceso de bhakti para su purificación,
él está desarrollando sâdhana-bhakti, servicio devociónal en práctica. Cuando su
práctica alcanza la pureza y la perfección (sâdhya), en otras palabras, cuando la jîva
realiza prema bhakti, las actividades de sâdhana-bhakti, escuchar y cantar los Nombres
del Señor, etc., permanecen como las actividades de prema-bhakti. Las principales
actividades del servicio devociónal son eternas. En el estado perfecto de prema, el
medio (sâdhana) y el fin (sâdhya), o el método (upâya) y lo que se ha de obtener por el
método (upeya) no se diferencian. Así no hay barreras u obstáculos entre la vida y las
actividades durante el entrenamiento y en el estado perfecto. El Santo Nombre
permanece constante en ambos casos. De esta manera, la jîva puede fácilmente alcanzar
la transcendencia del mundo material.
Haridâsa continuó:
Soy tan sólo una persona caída y vil, tan absorta en los objetos de los sentidos. Al ser
tan tonto, ni siquiera seguí Tu Nombre,! oh Señor!.
Con lágrimas que fluían incesantemente de sus ojos, Haridâsa, la encarnación de
Brahmâ, cayó sin aliento a los pies del Señor.
Shrîla Bhaktivinoda Tìâkura predica que quienquiera que pueda refugiarse en el Señor,
en los devotos del Señor y en el servicio devocional recibe, los efectos totales del Santo
Nombre, la piedra de toque que produce todos los deseos. En ese momento, el Nombre
se convierte en el centro de su existencia.
CAPITULO 2
Capitulo Tres
Nâmâbhâsa
Capítulo cuatro
LA BLASFEMIA CONTRA LOS VAIshnAVAS
Todas las glorias a Shrî Caitanya, la vida y alma de Gadâdhara, a Shrî Nityânanda, la
vida y alma de Jâhnavâ.
Shrî Caitanya dijo:! Oh Haridâsa! describe ahora en detalle las ofensas al Santo
Nombre.
Haridâsa replicó: Por tu poder diré lo que Tú me haces decir.
Las ofensas al Santo Nombre son analizadas como diez, según la Escritura; uno deberá
ser temeroso de cometer estas ofensas. Las ofensas son las siguientes:
1. Blasfemar o criticar contra los Vaishnavas.
2. Considerar que las demás entidades vivientes, tales como los
semidioses, son independientes de Krishna.
3. Desobedecer o irrespetar al Guru.
4. Irrespetar la autoridad de la Escritura.
5. Interpretar el significado del Nombre y pensar que las glorias del santo Nombre son
imaginarias.
6. Cometer actividades pecaminosas en la protección del Santo Nombre.
7. Entregar el Santo Nombre a los infieles que no están listos para aceptarlo.
8. Considerar el Santo Nombre como Karma y actividad piadosa.
9. Estar distraído mientras se canta el Santo Nombre.
10. Después de haber recibido el conocimiento perfecto y estando enterado de las
glorias del Nombre, permanecer ligado al mundo material de "mi" y "mío" y, por último,
rechazar el Nombre.
Estas serán descritas una tras otra. La primera ofensa, conocida como sâdhu-nindâ,
crítica de los vaishnavas, es muy perjudicial para aquéllos que desean progresar en la
vida espiritual.
Primero, el sâdhu o vaishnava debe definirse:
En el Undécimo Canto del Shrîmad Bhâgavatam, Krishna, hablando con Uddhava,
enumera las características del sâdhu.
dayâlu- misericordia
sahishnu- tolerancia
sama- igual
droha-Shûnya-vrata- penitencia sin castigo para el cuerpo
satya sâra- veracidad
viShuddhâtmâ -purificado
parahita rata- dedicado al bienestar de la humanidad
kâme akshubhita buddhi- inteligencia libre de lujuria
danta- restringido
akiñcana- desprovisto del concepto de propiedad
mridu- gentil
Shuci- limpio
parimita-bhojî- comida y hábitos moderados
Shântamân- pacífico
anîha- apatía por el materialismo
dhrimân- paciencia
sthira- austeridad
apramatta- atento, alerta
sugambhira- muy grave
vijita-shaàguna- conquistador de las seis gunas (hambre, sed, lamentación, envidia,
vejez y muerte)
amânî- que no espera honores de los demás
mânada- que da respeto a los demás
daksha- hábil
avâñcaka- no hipócrita
jñânî- conocedor de las escrituras
Capítulo Cinco
ADORAR A LOS SEMIDIOSES COMO INDEPENDIENTES DE KrishnA
Todas las glorias a Shrî Caitanya, la vida de Gadâdhara,
Todas las glorias a Nityânanda, la vida de Jâhnavâ,
Todas las glorias al esposo de Sîtâ, y a los devotos del Señor.
Haridâsa habló, con sus manos unidas: ”Ahora, escucha acerca de la segunda ofensa,!
oh Señor del Universo!“.
Primero, él aclaró sobre la posición de Vishnu. Vishnu es el Principio Supremo, no
sujeto a la dualidad del mundo material. El es una forma llena de conciencia y
conocimiento, que existe eternamente mas allá de las modalidades de la naturaleza
material, aunque siendo el Absoluto controlador del mundo material. Krishna en Goloka
es la forma de Vishnu original y suprema estando ornamentado con las sesenta y cuatro
cualidades transcendentales, para embellecer sus actividades bienaventuradas. Al
manifestarse a sí mismo como Nârâyana, El despliega sesenta cualidades por las cuales
realiza Sus actividades. Los purusha avatâras y otros avatâras plenarios poseen todos
estas sesenta cualidades a fin de cumplir su función.
Krishna se expande como dos clases de partículas conscientes. La primera es la jîva
ordinaria, que tiene cincuenta cualidades en algún grado. La segunda son los
semidioses, quienes tienen las mismas cincuenta cualidades, pero en un grado mayor.
Además, Shiva posee cinco cualidades más. Vishnu tiene todas estas cualidades además
de otras cinco que no se encuentran en las demás entidades vivientes. De esta manera,
podemos ver que Vishnu o Nârâyana con las sesenta cualidades es el Señor, y Shiva y
los semidioses son sus sirvientes. Mayores que las jîvas ordinarias son los semidioses y
Shiva, y mayor que Shiva es Vishnu quien es el Señor de las jîvas y el Señor de los
semidioses. Por lo tanto, quien considere a Vishnu en el mismo nivel de los semidioses,
es muy ignorante.
Algunas personas proclaman que el Brahman, sin cualidades, las adquiere cuando se
expande como Brahmâ, Vishnu y Shiva. Empero la conclusión de la escritura es que
Nârâyana es Supremo y es la causa de Brahmâ y Shiva. Quienquiera que rechace a
Vishnu como el Supremo controlador y se entregue a adorar los Semidioses, cae dentro
del mundo de la ilusión.
Otras personas proclaman que puesto que Vishnu es omnipresente a través del universo
total y está también presente en los semidioses, uno puede adorar a Vishnu al adorar a
todos los semidioses. Pero esta no es la formulación de la escritura, más bien está
prohibido este tipo de actividad. Al adorar a Vishnu, toda otra adoración está
perfeccionada. Tal como dándole agua a la raíz de un árbol las ramas llegan a
satisfacerse, al adorar exclusivamente a Krishna, Vishnu se cubre de toda adoración.
Esta es la conclusión Védica, pero desafortunadamente los tontos rechazan este
precepto. Bajo la influencia de la filosofía mâyâvâdî, las entidades vivientes de Kali-
yuga ponen a Vishnu en el mismo nivel que los semidioses. En verdad, sin embargo, los
semidioses dan sólo un resultado limitado, mientras que la adoración de Vishnu produce
todos los resultados. Si los materialistas pueden entender esta verdad, se entregarán a
adorar a Vishnu y alcanzarán todos los resultados. ¿Cómo deberá actuar un amo de casa
dentro del sistema VarnâShrama?
Generalmente, él deberá dejar de preocuparse por las obligaciones inferiores y
sencillamente, adorar a Krishna. En otras palabras, en todos los Saêskâras desde la
inseminación hasta los ritos funerarios, Krishna deberá ser adorado, usando los mantras
adecuados de los Vedas. Uno deberá adorar a los Vaishnavas y a Vishnu directamente y
adorar a los antepasados dándoles el prâsada de Vishnu. Adorar a los semidioses
directamente, como lo hacen los mâyâvâdîs solamente acortará nuestra vida. Pensar que
los semidioses son independientes de Vishnu es una ofensa, puesto que los semidioses
toman su existencia de Vishnu; en ellos, uno no puede hallar la completa perfección.
Hasta los poderes controladores de Brahmâ, GaneSha y Sûrya provienen de Krishna.
Ellos no tienen poder independiente, por lo tanto el grihastha vaishnava deberá
reconocer un Señor Supremo, Vishnu y ver a los semidioses como sus energías
dependientes. Así, el grihastha, aunque siga las reglas y costumbres prescritas en su
casta, dejará todas aquellas reglas que incluyen la adoración de los semidioses, dirigidas
a la gratificación de los sentidos y se mantendrá firmemente en la senda del bhakti,
adorándolo tan sólo a El en todos los casos donde la adoración esté prescrita.
De esta manera, el grihastha, con su mente fija en la devoción a Krishna, efectuará los
saêskâras de su casta, satisfacerá a los ancestros mediante ofrendas del prâsada de
Vishnu y ofrecerá oblaciones a los semidioses, reconociéndolos como los devotos de
Krishna, y tomando Krishna-prâsada. El sabe que adorando a Krishna y al vaishnava se
alcanzan todos los resultados. Así, él siempre canta el Santo Nombre, cuidando evitar
las ofensas tales como el segundo aparâdha.
Puede surgir la pregunta de por qué uno deberá seguir en todo el sistema varnâShrama.
La respuesta es que todos deben seguir este sistema habiendo aceptado el cuerpo
humano. Mediante este ordenamiento científico de la sociedad, las masas generales de
gente pueden llegar a su plena capacidad según su naturaleza individual y gradualmente
alcanzar la devoción por Krishna; aquellos que están fuera del sistema varnâShrama,
deberán estar siempre dispuestos a dejar todos los malos hábitos y comenzar a practicar
como sudras. Este debe ser el sendero que la sociedad civilizada emprenda en la vida.
La adoración de Krishna es una parte esencial del sistema varnâShrama. Si los cuatro
varnas realizan la vida de acuerdo con las reglas de su casta particular, pero no adoran a
Krishna, entonces simplemente van al infierno. Particularmente el grihastha, debe seguir
las reglas de su varna para desempeñar sus actividades mundanas de criar la familia y
relacionarse con el resto de la sociedad; pero al mismo tiempo, según sus medios, él
debe adorar a Krishna y debe seguir y respetar esas reglas en tanto él no haya llegado a
la plataforma en donde las reglas obstaculicen su progreso de adoración a Krishna. Esta
es la plataforma técnicamente conocida como bhâva. En ese estado, la jîva desarrolla el
sâdhana-bhakti, en el cual la inspiración para cumplir las actividades devocionales, llega
directamente del sabor experimentado por la jîva pura. Esta meta será, con el tiempo,
realizada por el grihastha vaishnava que acepte a Vishnu como el Supremo.
Hay otra ofensa derivada de no aceptar a Vishnu como El Supremo, el uno sin segundo,
advaya tattva. Siendo el advaya tattva, Vishnu, por sus inconcebibles energías, posee
inherentemente nombre, forma y cualidades que no se pueden considerar separadas de
El. Considerar el Nombre, etc., como diferente del Señor, es considerar al Señor y al
Nombre en un nivel material.
Este concepto de dualidad es ofensivo. En el estado de nâmâbhâsa, uno puede sostener
este concepto inconscientemente por la falta de conocimiento o de fe, pero es imposible
mantener este concepto en el estado de prema; este anartha puede ser retirado por la
misericordia de un Guru fidedigno que guiará al practicante en sâdhana-bhakti para que
el Shuddha-nâma, el nombre puro, sea revelado.
Mediante la especulación material, uno puede ocasionar este concepto de dualidad en el
Señor y puede llegar a ser una grave ofensa que es difícil de retirar. Así, en el caso de
los mâyâvâdîs, sostener este concepto es un aparâdha; los mâyâvâdîs proclaman que el
brahman es la verdad Suprema sin variedad, carácter o energías, sin forma o belleza, sin
cambio o actividad, simplemente existencia pura; para ellos, el nombre y la forma de
Vishnu son creaciones de Mâyâ, la energía material de la ilusión. Cuando una persona
puede vencer la ilusión, entonces Vishnu simplemente emerge en el brahman, perdiendo
la identidad individual. Esto simplemente es mala lógica, basada en el ateísmo;
proclamar que la Verdad Absoluta carece de las inconcebibles energías trascendentales
o que es incapaz de poseer características, es una locura. Puede haber una confusión
respecto a qué llamar Verdad Absoluta, Brahman o Vishnu, pero en cualquier caso, la
realización suprema debe ser Dios con Sus energías y personalidad. Esa es la conclusión
védica.
Realmente Vishnu tiene ambas características en sí mismo: nirviShesha y saviShesha,
sin variedad y con variedad; esto es posible por el inconcebible poder de Dios, El
Supremo poderoso. Todos los opuestos son asimilados sin dificultad, mediante este
inconcebible poder, el Supremo puede existir con variedad, belleza y lîlâ.
Por supuesto, la jîva, siendo naturalmente de pequeña inteligencia como partícula de
Dios, no puede entender plenamente la naturaleza del inconcebible poder del Señor. En
el intento de establecer un concepto de la Suprema Verdad por su propia inteligencia,
La jîva se refugia en la lógica material y acepta la característica secundaria del Señor, el
Brahman, un estado de unidad y paz, como el supremo. Al rechazar los pies de loto de
Vishnu, Quien es adorado por los seres superiores, los semidioses, y siendo luego ligado
a un estado de Brahman, él no puede distinguir lo que es bueno o malo para su propio
bienestar.
Pero una persona que puede entender que la Verdad Absoluta puede existir con forma y
variedad en un estado trascendental puro, puede ver propiamente que Vishnu, su
Nombre y cualidades son todos uno e inseparables del Señor. Este concepto de Krishna
con personalidad, es conocimiento real; con esta comprensión, uno puede entregarse a
cantar el Santo Nombre, sabiendo que es Krishna mismo.
Así, debe evitar la ofensa de pensar materialmente que Vishnu y su Nombre, su forma,
etc., son diferentes y de pensar que las otras entidades vivientes, los semidioses, tienen
existencia separada de Vishnu.
Para resumir, quien quiera que se dedique solamente a Krishna, sencillamente adora a
Krishna y deja toda otra adoración; no critica a los semidioses o a las escrituras que
sustentan la adoración de los semidioses, pero respeta a los semidioses como sirvientes
de Krishna. Algunas escrituras pueden afirmar que los semidioses son como supremos
para establecer la creencia en las diferentes categorías de seres humanos, a fin de
elevarlos a través de la regulación hasta el punto de llegar a la fe en Krishna y en el
bhakti. El verdadero Vaishnava verá la función de los semidioses y sus respectivas
escrituras en una apropiada perspectiva.
La crítica a los sirvientes de Krishna, los semidioses, también es ofensiva.
Puesto que el amo de casa tiene obligatoria adoración de los semidioses, según su casta
él adorará a los semidioses y antepasados ofreciéndoles los remanentes del Señor
Krishna. Similarmente cuando ese devoto ve el mûrti de un semidiós, él hará respetos al
semidiós, viendo al semidiós como un Vaishnava. Sin embargo, el devoto no aceptará
los remanentes de prasâda de un ofrecimiento que un mâyâvâdî haya hecho a Vishnu.
Por que el canto y la adoración del mâyâvâdî son juntos, ofensivos, el Señor nunca
acepta su ofrenda. Aceptar las ofrendas hechas directamente a los semidioses es
también, una ofensa a Vishnu y obstruye el sendero del servicio devociónal puro. Pero
adorando a Krishna, el devoto real dará con respeto a los semidioses el prasâda del
Señor. Tal adoración y el recibir tal prasâda no es ofensivo. De esta manera, el devoto
evita la segunda ofensa en el cantar del Santo Nombre y al continuar este proceso
correctamente alcanza el amor de Dios.
Si por accidente se le ocurriera a uno apartarse de aceptar a Vishnu como Supremo, uno
debería arrepentirse y refugiarse en Vishnu, y cuidarse de no cometer la ofensa otra vez.
Recordando a Krishna, recordando su Nombre, cantando su Nombre, la ofensa
desaparecerá, según la escritura Védica, no hay prâyaShcitta (proceso reformatorio o
expiación) más efectivo que esto. Es así, porque El Señor es un océano de misericordia
y un océano de indulgencia; similarmente el devoto también perdona las faltas pasadas.
Haridâsa concluyó: Uno deberá evitar la asociación con aquellos que adoran a los
semidioses como supremos, y más bien adorar a los Vaishnavas que tienen a Krishna
como Supremo. De esta manera, uno puede evitar la segunda ofensa.
Para alguien que realice estas devociones a los pies de Haridâsa, la piedra de toque del
Santo Nombre, el Nombre se convierte en su propia vida y alma.
CAPITULO SEIS
DESATENDER AL GURU
(Guru avajña)
Todas las glorias al Pañca Tattva y a Shrî Râdhâ Mâdhava.
Todas las glorias a Navadvîpa, Vraja, Yamunâ y a los Vaishnavas.
Haridâsa dijo: !Oh Señor! ahora te diré cómo ocurre la tercera ofensa, y de acuerdo con
tu orden, describiré en detalle todas las ofensas que ocurren por desobedecer al Guru:
Habiendo estado errante, cuerpo tras cuerpo, en 8'400.000 especies de vida, mediante la
actividad piadosa no intencional, la jîva obtiene un cuerpo humano; el cuerpo humano
es una rara oportunidad porque solamente en esta forma, puede la entidad viviente
desarrollar apropiadamente el servicio devocional. Como un semidios, se tiene la
tendencia a disfrutar y como un animal inferior, no hay la capacidad para el
conocimiento, pero en la forma humana, la entidad viviente puede progresar de vuelta a
su posición constitucional con Krishna. Por lo tanto, si no se procura alcanzar a Krishna
en este cuerpo temporal, uno morirá y obtendrá algún otro cuerpo, perdiendo la
oportunidad de escapar de la prisión material. La persona inteligente, habiendo tomado
nacimiento humano en este mundo, se refugiará en un Maestro Espiritual, quien actuará
como un capitán para guiar la jîva sobre el océano de la naturaleza material con las
instrucciones del Bhakti yoga. Esta es la importancia del Guru.
Uno debe aproximarse al Guru calificado, persona que es un devoto de Krishna y ha
dominado los sentidos, e inquirir sumisamente de Él. Estando satisfecho con sus
respuestas, la jîva recibe la iniciación de él y así cruza sobre el océano material.
Teniendo la atracción por Krishna, él dejará la lógica material inútil, se refugiará en el
conocimiento superior y recibirá iniciación mántrica del Maestro Espiritual.
El grihastha debe aceptar al Guru, pero permanecerá en sus deberes de VarnâShrama.
Si un Brâhmana es un devoto de Krishna, él puede servir como Guru para los Varnas;
pero si no hay una persona de nacimiento Brâhmana, uno puede recibir la iniciación de
un Guru de otro Varna. Si hay una elección, el grihastha debe escoger El Guru
fidedigno de casta superior, pero en cualquier caso, la mejor calificación por la cual
juzgar quién es un Guru fidedigno conveniente, es cuánto sabe el Guru acerca de
Krishna. El puede ser brâhmana o Shûdra, amo de casa o sannyâsî, pero no hay ninguna
diferencia en la capacidad del Guru para liberar la jîva. Esta debe ser la principal
consideración al escoger al Guru, si uno desea progresar hacia la pura atracción por
Krishna. En otras palabras, si hay un Guru calificado de casta elevada, no hay necesidad
de buscar a un Guru de casta inferior; pero si El Guru de casta elevada, no está
calificado como un Krishna bhakta, uno no debe recibir dîkshâ de él por sólo considerar
su elevada casta. Más bien, uno debería seguir a un Guru calificado de casta inferior. La
calificación de conocer a Krishna y ser un devoto de Krishna es la consideración
importante.
En la circunstancia de un amo de casa que no puede hallar la vida espiritual apropiada
en el âShrama grihastha, debe seguir a un Guru fidedigno que no sea un amo de casa.
En otras palabras, si uno renuncia a la vida de hogar y está buscando la guía espiritual,
deberá refugiarse en un âcârya que haya renunciado con éxito a la vida hogareña, y
recibir dîkshâ y Shikshâ de El, a fin de obtener la meta deseada de prema. Pero si el amo
de casa tenía antes un Guru calificado, ese Guru anterior no debe ser irrespetado o
rechazado. Debe honrársele siempre.
El amo de casa puede seguir a un Guru que sea amo de casa o renunciante, cualesquiera
es conveniente. Aceptando el Guru y cumpliendo el sâdhana bhakti, el amo de casa
alcanzará con el tiempo, el estado de bhâva en donde esta atracción por la vida familiar
y la gratificación de los sentidos cesarán. En ese estado, él dejará naturalmente la vida
hogareña y entrará en la orden renunciante; Esta persona debe buscar un âcârya en la
orden renunciante y seguir su instrucción.
Puede haber dos clases de Guru: Uno que da dîkshâ con Mantra y otro que da
instrucción espiritual. deberán ser considerados de igual importancia por alguien que
quiera avanzar rápidamente. Una persona puede aceptar solamente un dîkshâ Guru, pero
puede tener muchos Shikshâ Gurus que dan el sambandha jñâna.
El sambandha jñâna o enseñanzas son transmitidas en un sampradâya del fundador
âcârya del sampradâya. Estas enseñanzas originales y el fundador âcârya del
sampradâya, deberán ser adorados con todos los respetos. Uno debe ser leal a estas
conclusiones e instrucciones, no tomando las enseñanzas de otros. Se debe tomar como
Shikshâ o dîkshâ Guru solamente a una persona que esté siguiendo con fe las
enseñanzas de ese fundador âcârya. Tomar iniciación o enseñanzas de un mâyâvâdî es
inútil.
Quienquiera que siga o acepte tales enseñanzas desautorizadas, simplemente va al
infierno. El rechazar a Krishna y aprender filosofía anti-Krishna, solamente puede
conducir a la ruina de su vida. ¿Cómo puede una persona ser Guru y liberar a otros, no
habiendo alcanzado, o siendo incapaz de alcanzar él mismo la perfección?
El Guru sea Shikshâ o dîkshâ, debe ser el sirviente de Krishna, un asociado eterno del
Señor en Vrindâvana, quien ha sido especialmente facultado por Krishna. Uno debe
servir al Guru con gran devoción, sabiendo que él es directamente autorizado por
Krishna, el sirviente más querido de Krishna y el propio guía espiritual eterno de uno.
Mediante tal servicio sincero al Guru, uno puede cruzar el océano material.
¿Cuál es el procedimiento para adorar al Guru? Primero debe adorar al Guru
(ofreciendo pâdya, arghya, etc.); luego, pidiendo su permiso, adorará al Señor. Luego,
ofrecer el prâsada de Krishna al Guru, a los Vaishnavas, a los semidioses y a los
antepasados. Con el Guru en la mente, debe hacer la adoración de Krishna y con el
Guru en la mente cantar el Nombre de Krishna.
En consecuencia, si se desobedece o irrespeta al Guru, es ofensivo, y bloqueará el
progreso del bhakti. Así como mostrando el debido respeto y devoción al sâdhu y a
Krishna, similarmente, mediante el adecuado servicio al Guru y canto del Santo
Nombre, se puede lograr rápido éxito; teniendo firme fe en el Guru, por la fuerza del
santo nombre, podemos alcanzar la meta de prema.
¿Cuándo debe ser rechazado un Guru? Puede ocurrir que a través del asat sanga un
Guru pierda sus calificaciones. Habiendo comenzado como un gran Guru, al cometer
nâma aparâdha, decae su conocimiento, al ofender a otros Vaishnavas desaparece el
sabor por el Nombre, y gradualmente cae bajo el control de la riqueza y las mujeres. Tal
Guru debe ser rechazado, y por la misericordia de Krishna, el discípulo obtendrá un
nuevo Guru fidedigno y emprenderá nuevamente el canto del Santo Nombre.
Si un Guru toma a personas inadecuadas como discípulos, El tendrá que sufrir por eso, y
si un discípulo sigue a un Guru descalificado, sufrirá en concordancia; a fin de evitar
estas desgracias, se debe ser cauteloso. Por otra parte, mientras el Guru y el discípulo
estén debidamente calificados, la relación continuará, idealmente esta relación es eterna,
pero si el discípulo se vuelve malo, El Guru debe rechazarlo y si el Guru se vuelve
malo, el discípulo debe rechazarlo. De otra manera ambos pueden caer. Mejor uno que
ambos.
A fin de evitar el dolor de tener que rechazar a su Guru, se debe examinar
cuidadosamente para ver si él es un devoto puro de Krishna. Hasta para recibir un
artículo material uno lo examina por su calidad. Una vez que se haya aceptado a un
Guru calificado, si uno desobedece su instrucción, comete una grave ofensa. Por eso
hasta los semidioses pueden caer en el infierno.
¿Cómo se debe respetar a un Guru? El lecho y la silla del Guru, sus zapatos, su carro, el
agua que lava sus pies, su imagen deben ser respetados. Si uno deja de respetarlos o
adora a alguien más como Guru en la presencia del Guru, esa es una mentalidad
desviada que trata de minimizar al Guru fidedigno. Debe verse al Guru como su Señor y
Maestro, obedecer sus palabras e instrucciones y al verlo a él, caer al suelo en
reverencia. Uno debe glorificar en voz alta al Guru, obedecer siempre su orden, tomar
sus remanentes de prasâda y no discutir nada que le disguste al Guru. Al entregarse
humildemente a los pies del Guru, debe actuarse de modo que él esté complacido. De
esta manera se cumple el Krishna nâma sankîrtana, ganando todas las perfecciones.
Esta es la afirmación de los Vedas.
El Guru dará las apropiadas enseñanzas concernientes al Santo Nombre y después de
haber establecido la fe en el Santo Nombre dentro del corazón de una persona, él les
dará formalmente el Nombre de Krishna o un Mantra que contiene el Nombre de
Krishna para cantarlo como su sâdhana, esto es dîkshâ. Si por la mala asociación o
contacto con la literatura bhoga le ocurre rechazar o irrespetar a tal nâma-dîkshâ
fidedigno, debe dejarse inmediatamente la mala asociación y la literatura y acercarse
arrepentido a los pies de su Guru. El Guru, siendo todo misericordioso, lo rehabilitará y
al cantar sinceramente él alcanzará prema.
Aquella persona que se considera a si misma inferior a una hoja de la grama, que aspire
el polvo de los pies de loto de Haridâsa Nâma-acarya, estará calificado para cantar
siempre la piedra de toque del Santo Nombre.
CAPITULO SIETE
CRITICA DE LA ESCRITURA
(ShrutiShâstra ninda)
Todas las glorias a Gadâdhara Gaurânga y Nityânanda
Todas las glorias a Advaita y a los devotos de gaura
Haridâsa dijo: “la cuarta ofensa es la crítica de la escritura, esta ofensa también obstruirá
el bhakti de uno.”
Escrituras significa los cuatro Vedas, los Upanishads y los Puranas. Habiendo emanado
de la respiración de Krishna, constituyen el perfecto conocimiento y la autoridad.
Particularmente en los asuntos espirituales, son la referencia de prueba final. Como los
sentidos materiales del hombre, caracterizados por las cuatro fallas de karana-pâTava
(percepción limitada), brama (ilusión), vipralîpsa (deseo de informar algo diferente de lo
que se percibe) y pramad (desatención de los sentidos) posiblemente no pueden percibir
más allá del nivel material de la materia inconsciente, El reino espiritual sería
inaccesible sin la ayuda de Krishna. Por lo tanto, Krishna ha dado los cuatro vedas, que
están más allá de las cuatro fallas de los sentidos, y tan sólo por estos puede el hombre
progresar hacia la meta espiritual.
¿Cuál es el contenido de las escrituras?, el hombre sabio comprender que karma y jñâna
son secundarios e indignos, como procesos independientes, y que el sendero del bhakti
es la esencia.
Los Vedas se sustentan como la guía autorizada y referencia (pranâma), y comprueban
nueve diferentes tópicos, que se pueden clasificar en el sambandha, abhideya y
prayojana. Por estos diez principios, la autoridad Védica y los nueve tópicos que los
Vedas prueban, la ignorancia es destruida y el conocimiento trascendental es revelado.
Estos nueve principios pueden ser resumidos como sigue:
1. Hay un Señor Supremo, Vishnu.
2. El Señor es el poseedor de todas las energías.
3. Krishna es la fuente de todos los râsas y está situado en su Dhâma eternamente,
dando gozo a todas las jîvas.
4. Las jîvas son partículas del Señor, ilimitadas en número, infinitesimales en tamaño
pero conscientes.
5. Algunas jîvas están eternamente ligadas a los universos materiales, atraídos por el
placer ilusorio.
6. Algunas jîvas están eternamente liberadas y adorando a Krishna y residen con El
como asociados en el cielo espiritual experimentado prema.
7. Krishna existe con sus energías, la energía material, la energía de la jîva y la energía
espiritual, en un estado de simultánea identidad y diferenciación, permitiendo que todas
permanezcan aún solas, debido a su inconcebible poder. (acintya bhedâbheda tattva)
8. El proceso específicamente mencionado (abhideya) para la jîva en los Vedas, es el
proceso nónuple '9 ' del servicio devocional, dividido en vaidhi y râga bhakti. De los
nueve procesos, el cantar y el escuchar el Santo Nombre son los principales medios. Por
esa razón, el canto de "om" es glorificado en los vedas. La meta final, la plataforma
constitucional (prayojana) de las jîvas, es la actividad del Bhakti puro o prema. Esto es
logrado por la misericordia de Krishna.
Estos son los principios básicos para la guía de las jîvas que son denotadas por los
vedas. Si uno critica a los Vedas, esa es una ofensa al Santo Nombre. Tal persona es un
ruin pícaro. En la historia de la India hay seis personalidades que inventaron teorías y
por sus invenciones se atrajeron no buen final. Jaiminî, aunque proclamando seguir los
Vedas, no reconoce al Señor Supremo y recomienda karma kânda, actividades
independientes de la adoración a Dios. Kapila, por confusiones piensa que el Señor es
imperfecto y recomienda el proceso de yoga sin entender su meta, Los Jainas,
refugiándose en la filosofía de que todo es ilusión, predican contra el Veda. El ateo
Carvaka no tenía respeto por el conocimiento Védico; y similarmente, el Budista.
Gautama, no adora al Señor, sino que en cambio, piensa en términos de seres humanos.
Todas estas filosofías están contra los vedas, a veces directamente y, a veces ocultos.
Por lo tanto el hombre sabio, sabiendo que la fe en estas filosofías, lo hace a uno
ofensor, las evita totalmente.
Otra filosofía a ser evitada es la de los mâyâvâdîs. Sus escrituras no son genuinas, sino
distorsiones del significado de los vedas; realmente son Budismo encubierto y su
finalidad es desviar a los tontos en Kali yuga. Shiva, por orden del señor, apareció en
una familia Brâhmana y se hizo âcârya y, como Jaiminî, tomando la autoridad de los
Vedas, torció el significado para ilusionar al mundo. Haciendo esto, siguió la doctrina
Budista de la ilusión y trato de ilusionar al mundo, encubrió el significado directo de los
Vedas y el proceso del Bhakti. Así, si uno acepta cualquiera de estas filosofías, no hay
lugar para el Bhakti real, si uno sigue El santo Nombre junto con estas filosofías, se está
cometiendo grave ofensa contra el Nombre, y simplemente se atrae su propio fin.
Si la jîva puede aceptar el significado directo de los Vedas, el sendero del bhakti puro,
él será recompensado con la dulzura de prema, pero si sigue el significado indirecto de
las interpretaciones metafóricas como el significado real, no puede llegar a la verdad y
muere por su ofensa a Krishna. El principal sonido en los Vedas es "OM" que es un
nombre de Krishna, y cantando el nombre uno puede alcanzar la meta de la vida. Este
nombre es utilizado por los devotos en el Shrî Sampradâya. Los Vedas establecen que el
Santo Nombre es la forma espiritual del Señor en el mundo material. Es tan poderoso
que hasta la influencia tenue del Nombre, puede atraer la perfección.
Este es el significado: Ya que los Vedas enseñan el canto del Nombre como el principal
proceso, criticar los Vedas es criticar el Nombre. Eso es ofensivo. Los devotos, sin
embargo, se refugian en los Vedas, y cantando el Santo Nombre alcanzan el néctar del
Nombre. Los Vedas dicen: "Sólo canta el Nombre del Señor y por eso, recibirás la
forma Suprema de amor y bendición. Hasta en el cielo espiritual, las grandes
personalidades cantan el Santo Nombre".
Es desafortunado que en el kali-yuga aún los así llamados grandes personalidades eviten
a la Suprema Personalidad de Krishna y Su nectáreo Nombre, y en cambio, adoren la
energía de la ilusión, Mâyâdevi. Por refugiarse en el tantra tamásico, critican la
autoridad védica. Ansiosos de carne e intoxicaciones, llevando una vida corrupta contra
el dharma, estas personas se matan así mismas. Ellos no siguen el Nombre de Krishna ni
tampoco logran el eterno dhâma de Vrindâvana. Mâyâdevi da a los ateos la felicidad
mundana o el castigo, según sus actividades, pero a alguien que sirve a los devotos, ella
le da el refugio de los pies de loto de Krishna.
Siendo sirviente de Krishna, Mâyâdevi castiga a las almas equivocadas y les da
solamente la felicidad ilusoria a aquellos que la adoran. Pero si uno adora a Krishna y
Su Nombre, ella le ayuda a vencer el océano material.
Si por desgracia, uno llega a cometer sruti ninda, se debe arrepentirse y ofrecer sus
respetos a las escrituras. Con atención, se debe ofrecer flores y hojas de Tulasî al
Bhâgavatam y a los Vedas. El Shrîmad Bhâgavatam, siendo la esencia de los Vedas y
una encarnación de Krishna, nos dará una misericordia ilimitada.
Haridâsa dijo: "Día y noche estoy inmerso en éste océano de néctar del Santo Nombre,
habiendo abandonado la ofensa de criticar la escritura".
Quienquiera que aspire al polvo de los pies de Haridâsa está calificado para usar sobre
su cuello el rubí de la piedra de toque del Santo Nombre.
Capítulo Ocho
INTERPRETAR EL SANTO NOMBRE
(arthavada, harinami kalpanim)
Haridâsa dijo: "Oh hijo de Shacî! La quinta ofensa es dar interpretaciones al Nombre y a
Sus glorias.
Los Smritis o Puranas glorifican el Santo Nombre de Krishna estableciendo que si uno
canta el Nombre, con negligencia o con fe, Krishna mostrará a esa persona gran
misericordia. No hay conocimiento tan puro como el Nombre; No hay voto tan
poderoso como el Nombre. No hay meditación más efectiva que el Nombre, ni hay fruto
mayor que el alcanzado por el Nombre. No hay mayor renunciación que el Nombre; no
hay mayor paz que el Nombre. En este mundo no hay mayor actividad piadosa que
seguir el Nombre, ni hay progreso más rápido que en el Nombre. El Nombre es la
Suprema liberación, la suprema libertad, el destino supremo, la suprema paz, el punto de
no más búsqueda. El nombre es la suprema devoción, el Nombre es la más pura
inclinación de la Jîva, el Nombre es el amor supremo y la remembranza directa del
Señor. El Nombre es la causa de todas las causas, el Señor Supremo, el más adorable, en
la forma de Guru para traernos al Señor.
Está establecido que mil nombres de Vishnu son equivalentes a un nombre de Râma, y
tres nombres de Râma son equivalentes a un nombre de Krishna. Los Vedas dicen que
el Santo Nombre es puramente espiritual, y así, ellos glorifican constantemente el Santo
Nombre. Alguien que minimice los efectos de cantar el Santo Nombre como lo
manifiestan los vedas y los purânas es un ofensor extremo. El pícaro que comete
arthavâda contra el Nombre está condenado a pudrirse en el infierno.
Algunas personas dicen que los resultados del Santo Nombre que están establecidos en
la escritura no son verdaderos, sino que solamente sirven para atraerlo a uno hacia el
Nombre. Pero estas personas, debido a la falta de Bhakti-sukrti, careciendo de fe, no
pueden entender el significado real de las escrituras o el mayor bienestar de la
humanidad. En cambio, ellos seguirán la interpretación opuesta.
Como la sección karma-kânda de los Vedas sirve para satisfacer el deseo de nuestra
identidad por la ganancia material, para la causa de la motivación se ofrecen muchos
resultados tentadores. Empero, en el proceso del Bhakti puro, el candidato practica el
desinterés porque la meta del Bhakti es el servicio desinteresado a Krishna. Por lo
tanto, aunque las afirmaciones concernientes al Santo Nombre no sean exageraciones
para motivar, el devoto no sigue el Santo Nombre para su propio disfrute material. El no
pide los frutos mencionados en las escrituras.
Si uno realiza los sacrificios prescritos en karma-kânda con el deseo de ganancia
material, eso se llama engaño. Si uno tiene deseo y fe en la felicidad de los objetos
materiales, entonces, uno pedirá resultados materiales de un sacrificio. Pero si uno
puede ejecutar sus actividades sin el interés de estos resultados materiales, su corazón se
purificará. Ese es el propósito real del karma-kânda.
Cuando nuestro corazón se purifique, comienza nuestro interés y gusto por cultivar el
bhakti. Cantando el Santo Nombre, el bhakti se desarrolla y madura. Así, puede verse
que el resultado final de karma-kânda es llegar a saborear el Santo Nombre, al menos si
aquellas actividades se cumplen debidamente. Los resultados que uno puede obtener de
cantar el Santo Nombre están más allá de cualquier cosa que uno pueda obtener errando
en cualquiera de los catorce sistemas planetarios. En verdad, los resultados del Santo
Nombre son incomparables; ¿pero cómo puede un karmî o jñânî obtener estos
resultados con su actitud ofensiva?
Por el sólo nâmâbhâsa uno puede lograr todos los resultados obtenidos por los procesos
de karma y jñâna. Y si tales resultados se pueden obtener por nâmâbhâsa, hay necesidad
de dudar del gran beneficio que uno obtendrá cantando el Nombre puro?. Todas las
glorias de ese Nombre que están recitadas en las escrituras son aceptadas como un
hecho por el bhakta sincero. Sin embargo, los hombres de clase inferior no aceptan esto
y por su duda cometen ofensa, lo cual los conduce a cierta ruina. Desde el comienzo
hasta el final de los Vedas, el Râmâyâna, el Mahâbhârata y los Purânas, el Nombre es
glorificado. El minimizar e interpretar estas glorias que son claramente establecidas por
la autoridad de los Vedas no producirá buen resultado. El Señor y los Nombres del
Señor son uno, porque El Señor ha investido en el Nombre todas sus energías
transcendentales. Así, El ha hecho del canto del Santo Nombre el proceso supremo.
Como el Señor es completamente independiente y lleno de todas las energías, El ha
investido, por Su voluntad, Su energía material en las actividades de karma-kânda y en
brahma-jñâna, Su energía de nirvâna. Pero en el Santo Nombre, El ha investido todas
Sus energías con todos los resultados. Para qué argüir acerca de cómo y por qué? El
Señor puede hacer lo que El quiera. Por lo tanto el hombre inteligente instruido no
procederá a interpretar el glorioso Nombre.
Si uno llega a cometer arthavâda, deberá acudir humildemente ante una asamblea de
vaishnavas que se dediquen a las discusiones acerca de Krishna y revelar su ofensa a
sus pies, rogando sinceramente el perdón. Los devotos del Señor, versados con todas las
glorias del Santo Nombre, misericordiosamente lo perdonarán y lo abrazarán. La ofensa
de interpretar o mezclar no volverá a ocurrir. Si uno llega a hablar con uno de estos
ofensores, uno debe inmediatamente, sin despojarse de sus ropas, bañarse en el Ganga
para la purificación. Si no hay agua pura disponible, debe purificarse mentalmente.
Quien tiene fe en la misericordia de Shrî Râdhâ, la más querida de Krishna, lleva este
Harinâma Cintâmani como un collar.
CAPITULO NUEVE
COMETER PECADOS AL AMPARO DEL SANTO NOMBRE
(namna balad yasyahi papabudhi)
Todas las glorias a Gaura y Gadâdhara, a Jâhnavâ y a Nityânanda.
Todas las glorias a Sîtâ y a Advaita y a todos los devotos.
Haridâsa habló sobre el poder del Nombre para erradicar las actividades pecaminosas.
Si la jîva se refugia en el Nombre Puro, que es el Shuddha sattva, transcendental y puro
en todos los momentos, rápidamente todos los anarthas, incluyendo la debilidad del
corazón, se irán. Cuando uno llega a estar fijo en el Santo Nombre, uno no pensará más
en cometer pecado, y los efectos de pasados pecados no le influirán más a uno. Esto se
debe a la purificación del corazón.
El pecado puede ser analizado en tres estados. Un acto pecaminoso es el estado final.
Esto es causado por una semilla de pecado o un deseo de pecado. Ese deseo o semilla se
origina en la ignorancia, la causa raíz. Todos los tres son considerados como causa del
sufrimiento de la jîva. Sin embargo, Krishna es misericordioso, siempre viendo por el
bienestar de Sus partes y porciones; no siendo capaz de tolerar los sufrimientos de las
jîvas, El siempre trata de ayudarles. Así, mediante el proceso del Bhakti, la sed por el
estímulo material, la lujuria de los sentidos, abandonan el corazón. Uno es capaz de ver
con desprecio el esfuerzo de adquirir una bella mujer o riquezas. Uno vive satisfecho
con su servicio constitucional al Señor. El devoto acepta todo lo favorable al desarrollo
del Bhakti y rechaza todo lo desfavorable al Bhakti; él ve tan sólo a Krishna como su
protector, y como su mantenedor, y abandona todas las ideas del concepto del ser de
"mi" y "mío". Creyéndose muy bajo e indigno, el devoto cantará continuamente el Santo
Nombre. Quienquiera que se refugie en el Nombre de esta manera, no puede pensar ni
cometer ninguna actividad pecaminosa.
Está garantizado que rápidamente será purificado de toda influencia pecaminosa.
Empero, hay inevitablemente un estado entre la vida pecaminosa y el estado puro, y en
éste período interino, puede haber alguna relación con el pecado pasado, alguna traza
menguante del pecado. Sin embargo, no se está cometiendo nuevo pecado y el pecado
se va disipando rápidamente. Mientras más se entregue uno al Santo Nombre, más
rápidamente se desvanecerá ese olor de pecado. Krishna prometió a Arjuna que El
nunca permitiría que Su devoto cayera en problemas. Ya que el problema es causado
por el pecado, Krishna misericordiosamente aleja todo pecado del devoto. El jñâni, sólo
con gran dificultad, es capaz de controlar el pecado, pero sin el abrigo de Krishna, él
caerá rápidamente de su posición inmaculada. Por lo tanto, como concluye la escritura,
solamente tomando abrigo del Señor, en el Bhakti, está garantizada la seguridad.
Aunque un devoto por accidente llegue a cometer una falta, él no apela a prayascitta,
karma kânda, ritos purificatorios. Ese pecado es temporal y al cantar será borrado, sin
dejar influencia. Sin embargo, hay otro tipo de pecado. Si alguien, pensando que el
Santo Nombre es tan poderoso para destruir los pecados, intencionalmente comete un
nuevo pecado por lujuria, pensando que no habrá mal efecto por el poder del Nombre,
esa persona no es un devoto serio, sino que es conocido como engañador. De esta
ofensa contra el Nombre el sacará lamentación, temor y muerte. Así, se pueden
distinguir dos tipos de actividad pecaminosa, un pecado no premeditado y uno
premeditado. Existe una diferencia neta entre los dos, según la escritura.
En el caso del pecado ordinario, uno puede contrarrestarlo por prâyaShcitta, pero si uno
piensa aún cometer pecado al amparo del Santo Nombre, no hay medida remedial; tan
grave es la ofensa. Ni siquiera las incontables torturas por los sirvientes de Yamarâja
pueden liberarlo de la ofensa. Y si pensando en cometer la ofensa al Nombre atrae tal
sufrimiento, cuanto más será el sufrimiento de cometer realmente el acto?
Se da un ejemplo: En la escritura uno escucha que el Santo Nombre retira los efectos de
más pecados de los que uno puede cometer en diez millones de vidas. En incontables
lugares, las escrituras establecen que por el nâmâbhâsa, todos los cinco tipos de pecado,
aún el más grande pecado, pueden ser borrados. Una persona de mentalidad
engañadora, que escuche esta información, deseará con motivación insana comenzar a
cantar el Santo Nombre. De la misma manera una persona puede dejar el trabajo regular
como difícil y tomar las ropas de un renunciante, pero aún asociarse con mujeres y
riquezas para la gratificación de los sentidos. Empleando la posición de un renunciante
avanzado, como un medio para disfrutar como un jefe de hogar es una gran perturbación
del orden social y del universo. Bien sea como un líder de hogar o como un renunciante,
no hay impedimento para seguir el Santo Nombre y perfeccionar su vida, puesto que
uno cumple sus devociones según las reglas sin ofensas. Pero tener la idea de cometer
pecado bajo el refugio del Nombre es una gran ofensa, lo cual bloqueará el camino del
Bhakti.
Alguien que se halle en el estado de nâmâbhâsa, por la mala asociación está en peligro
de cometer esta ofensa; pero alguien que tenga suddha-nâma no comete este aparâdha.
Quienes se han refugiado en el Nombre Puro, en ningún momento, en ninguna forma, se
aproximan a cometer ninguno de los diez aparâdhas. Sin embargo, mientras uno no
tenga el Nombre Puro, existe todo peligro de comisión de ofensas y, por lo tanto, la
persona en nâmâbhâsa debe estar informada sobre la mentalidad de cometer pecado al
amparo del Santo Nombre. Quienes tienen el abrigo del Nombre Puro siempre viven en
asociación de vaishnavas puros y están vigilantes para evitar las ofensas y tienen su
mente determinada a no retirarse de Krishna ni siquiera por un momento. Pero alguien
fuera de este estado deberá vivir con el temor de las ofensas, especialmente la ofensa de
cometer pecado bajo el poder del Nombre. Esta persona debe cantar constantemente el
Nombre del Señor, y por la gracia del Guru, recibir sambandha jñâna, lo cual, a su
turno, le dará el Krishna-bhakti real y Krishna-nâma verdadero.
Si por azar uno comete esta ofensa, uno debe purificarse mediante la asociación con los
vaishnavas puros. Los deseos pecaminosos son como ladrones en el camino del Bhakti
y los vaishnavas puros son los protectores del camino. Grita alto el Nombre del
protector; cuando el protector llega, el ladrón huye.
Pronuncia ese Nombre con amor, y no temas, porque recuerda que el Señor dijo: "Yo
soy tu protector".
Quienquiera que haga el voto de servir a los pies de los vaishnavas exclusivamente,
sintiéndose lo más bajo de lo bajo, llega a cantar la piedra de toque del Santo Nombre.
CAPITULO DIEZ
CAPITULO ONCE
Considerar que el Nombre es Equivalente a las Actividades piadosas Materialistas
CAPITULO DOCE
Falta de Atención durante el Canto
(Pramada)
Haridâsa dijo: "Cuando viajaste al sur de la India, les enseñaste a Sanâtana Gosvâmî en
Puri, y a Gopâla BhaTTa, la ofensa de ejecutar uno su canto sin atención. La
desatención se cuenta, como uno de los aparâdhas. Aunque uno venza con éxito todas
las demás ofensas al cantar y esté cantando continuamente, el amor de Dios no puede
llegar. Uno debe saber que la razón de esto es, que está cometiendo la ofensa conocida
como “pramada”, o desatención. Esta ofensa bloqueará el progreso hacia el prema.
“Pramada” puede significar locura, pero aquí el significado es desatención o descuido.
Es a partir de esta ofensa de donde se generan todas las demás ofensas. Los sabios
reconocen tres clases de desatención: indiferencia o desatención, pereza y distracción
(atracción hacia otros objetos).
Por la buena fortuna, una jîva, después de obtener la fe seguirá el Nombre, y cantando
regularmente, en el Tulasî-mala cuidadosamente, desarrollará atracción por el Nombre.
Sin embargo, hasta que esa atracción se haya desarrollado realmente, uno debe tener
cuidado de cómo canta. Porque naturalmente, el hombre común, teniendo apego a las
cosas materiales, será atraído aun cuando esté cantando. Aunque cante japa diariamente,
si su sabor está en otra parte, él mostrará indiferencia por el Nombre. Su corazón no
estará absorto en cantar el Nombre, sino en algún objeto material. Cómo puede eso
beneficiarlo? Puede cantar sesenta y cuatro rondas contando estrictamente en sus japas,
pero él no ha recibido en su corazón una gota del sabor del Nombre.
Esta indiferencia o apatía hacia el Nombre es un tipo de desatención. En el corazón de
un materialista esto es inevitable.
Si está presente la indiferencia o falta de atracción por el Nombre, uno debe asociarse
con los vaishnavas que estén cantando apropiadamente en algún sitio resguardado de la
influencia material. Cantando en esas condiciones se reducirá su absorción en los
objetos materiales; e inspirado por la conducta de los vaishnavas abandonará esa falla.
Gradualmente, el corazón logrará atracción por el Nombre y estará ansioso por el Néctar
del Nombre. Los devotos avanzados han recomendado que uno viva en un lugar en
donde Krishna haya tenido Sus pasatiempos, cerca de Tulasî, en compañía de los
vaishnavas, y aumente gradualmente el período de cantar. Rápidamente se irá el sabor
por los objetos materiales. Otro remedio es cantar solo, con atención, en un cuarto con
la puerta cerrada, o concentrarse sobre el Nombre, tapándose los ojos, los oídos y la
nariz con un trapo o algo semejante para evitar estímulos del exterior. Cantando
cuidadosamente de esta manera, se desarrollará una atracción o gusto por el Nombre y
la indiferencia será superada.
Si uno canta con una mentalidad lerda, o después de cantar un poco necesita detenerse
antes de terminar su ronda, se llama pereza. De esto, uno no puede desarrollar su amor
por el Nombre. El remedio para esto es asociarse con los vaishnavas que no
desperdician el tiempo en la actividad material, sino que constantemente cantan y
recuerdan el Nombre, estando absortos sólo en el Nombre. Uno debe seguir sus pasos.
Cuando ve como el verdadero vaishnava o sâdhu no desperdicia el tiempo en
propósitos inútiles, desarrollará un gusto por hacer otro tanto. En su mente pensará: "Si
puedo cantar y recordar el Nombre como ellos será muy bueno". Por esto, el entusiasmo
vendrá a la mente perezosa y uno vencerá la ofensa de pereza o inercia. Y determinará
aumentar su canto cada día. Por este anhelo en sus rondas y por la misericordia de los
devotos, se irá rápidamente la ofensa de la inercia.
Debe procurarse eliminar el tercer tipo de desatención, la distracción. De la distracción
nacen todos los demás tipos de desatención. Esta falla reside en la atracción por las
mujeres (o por los hombres en el caso de las mujeres) y la riqueza, la atracción por el
éxito material o el triunfo, el deseo de prestigio o la propensión a engañar. Si uno tiene
atracción en cualquiera de estas categorías, naturalmente será desatento del Nombre. Y
debe procurar eliminar estas fijaciones siguiendo el apropiado comportamiento
vaishnava. En los días de EkâdaShî y días de apariciones uno debe dejar de pensar en
comer, y cantar en la compañía de los devotos todo el día y toda la noche. De esta
manera se dedicará gozosamente a las actividades devocionales, escuchando sobre las
escrituras del Señor en compañía de los sirvientes del Señor en el dhâma del Señor. La
porción del bhakti de nuestra mente aumentará gradualmente y la mente se regocijará en
escuchar tópicos acerca de Krishna. El sabor más elevado vendrá y se irá el sabor
inferior. Al escuchar las canciones de Krishna de boca de los devotos puros, nuestros
oídos y mente saborearán el néctar real. De esta manera, el deseo por los ruines objetos
materiales desaparecerá y el corazón estará constantemente fijo y atraído hacia el cantar
del Nombre. Evitando la ofensa de la distracción uno podrá gratificarse en el néctar del
Nombre.
Así, uno nunca debe estar desatento a su número de rondas prescrito diariamente. Esto
se debe anotar día por día. Cuando se cantan estas rondas prescritas, deben evitarse los
diferentes tipos de desatención y dejar el deseo de aumentar el número de rondas por no
estar atento a concentrarse bien, primeramente en lo que uno puede manejar. Por lo
tanto, el devoto comienza por cantar con plena concentración en un lugar pacífico,
durante un corto tiempo. El siempre rogará al Señor que pueda cantar rondas claras,
cuidadosas, con la mente fijada en Krishna; por cuenta propia, uno no puede realizar
nada. La gracia de Krishna es necesaria para cruzar el océano de existencia material.
Con ansiedad del corazón, debe implorar la misericordia, y Krishna, siendo todo
misericordioso, dará ayuda. Quien no se esfuerce por esa misericordia es muy
desafortunado. Aquella persona que ha alcanzado el ornamento de la piedra de toque del
Santo Nombre también aspira a los dos pies de Haridâsa Tìâkura.
CAPITULO TRECE
Esta ofensa es la más ruin de todas. Con esta ofensa uno no puede obtener prema. Es la
actitud exactamente opuesta a la entrega al Señor. Habiendo desechado las primeras
nueve ofensas, los devotos deben cultivar la plena entrega al Nombre. Según las
escrituras, hay seis tipos de entrega, las cuales son dificiles de explicar en detalle. En
resumen, son como sigue:
CAPITULO CATORCE
OFENSAS AL SERVIR A LA DEIDAD (sevâ aparâdha)
Mahâprabhu dijo: “Escucha Haridâsa, tú has revelado la verdad acerca de las ofensas al
Santo Nombre, por ello, las Jîvas de Kali-yuga llegarán a ser afortunadas. Tú eres el
âcârya del Santo Nombre. Cuando te escucho la descripción del Nombre siento gran
regocijo. Tú eres el âcârya en conducta, instruido como predicador, y tu carácter está
decorado por la gema del Nombre. Râmânanda Râya me enseñó acerca del râsa y tú me
has enseñado las glorias del Nombre. Discute ahora las diferentes ofensas al servir a la
Deidad, sevâ-aparâdha. Escuchando esto, la oscuridad del corazón de las jîvas se
disipará”.
Haridâsa dijo: “Aquellos que están sirviendo a la Deidad saben acerca de esto. Yo
simplemente tomé refugio en el Nombre; así, ¿cómo puedo pues saberlo? Sin embargo,
para no violar tu orden lo elaboraré.” El servicio concerniente al mûrtî del Señor
especifica una larga lista de ofensas, en la escritura. En un pasaje se enumeran treinta y
dos ofensas y en otro cincuenta.
Los eruditos han dividido estas ofensas en cuatro clases: Ofensas en el servicio directo
de la Deidad, ofensas al establecer una Deidad, ofensas al tomar darShana de la Deidad
y ofensas generales cometidas contra la Deidad.
Las treinta y dos ofensas en la lista del Bhâgavatam son las siguientes:
1. Entrar al templo con los zapatos puestos.
2. Entrar en palanquín.
3. No observar los festivales.
4. No ofrecer reverencias.
5. Orar estando sucio.
6. Inclinarse en una sola mano.
7. Circunvalar frente a la Deidad
8. Extender las piernas delante de la Deidad.
9. Dormir delante de la Deidad.
10. Comer delante de la Deidad.
11. Decir mentiras delante de la Deidad.
12. Hablar en voz alta dentro del espacio del templo.
13. Chismorrear.
14. Maldecir o usar palabras burdas.
15. Dar gracias a otros en frente de la Deidad.
16. Pelear en el templo.
17. Gritar en frente de la Deidad.
18. Criticar a los demás.
19. Cubrirse con una manta delante de la Deidad
20. Alabar a otros delante de la Deidad.
21. Utilizar lenguaje obsceno.
22. Eructar o pasar gas.
23. No ofrecer los mejores artículos posibles.
24. Comer alimento no ofrecido a la Deidad.
25. No ofrecer frutos de la estación (cosecha).
26. Ofrecer alimento ya disfrutado.
27. Sentarse de espaldas a la Deidad.
28. Sentarse directamente en frente de la Deidad.
29. Hacer respetos a otros en frente de la Deidad (reverencias).
30. No glorificar al Guru.
31. Jactanciarse (autoalabarse).
32. Criticar a las Deidades o a los Semidioses.
El Señor dijo: “ Haridâsa, por tu devoción has recibido todo el conocimiento disponible
en el universo. Todos los Vedas están bailando en tu lengua; todas las conclusiones
están en tu discurso. Habla con claridad acerca del râsa (sentimiento o dulzura) del
Santo Nombre. Cómo obtiene la jîva la calificación para el râsa del Santo Nombre?”
Haridâsa, con gran felicidad, dijo: “A través de tu inspiración los describiré.”