La Obra de Dios a través del Esfuerzo Cristiano

Síntesis histórica del movimiento de

Esfuerzo Cristiano en México
Introducción

. El Esfuerzo
Cristiano es uno de esos instrumentos a través del cual Dios en su infinita
misericordia ha bendecido a su pueblo y ha llamado a muchos otros a su
servicio. Dios sigue llamando siervos a las filas del esfuerzo cristiano, es
nuestro deber responder a ese llamado tal y como lo hicieron los que nos
precedieron. Y el conocimiento de la historia nos ayudará a comprender
mejor los motivos y razones de nuestra respuesta a ese llamado.

Nace el Esfuerzo Cristiano

El Esfuerzo Cristiano se origino a raíz de un avivamiento espiritual
durante el invierno de 1880-1881 en la iglesia Congregacional de Williston,
de la ciudad de Portland Maine, E.E.U.U. Dios había traído muchos
jóvenes al seno de esa iglesia y el pastor de ella, el reverendo Francis
Edward Clark sintió la urgente necesidad de encausar las energías de
aquellos jóvenes para su desarrollo espiritual y para mayor bendición de la
iglesia.

Constitución
Dios inspiró al joven y piadoso pastor la idea del Esfuerzo Cristiano.
El Sr. Clark dio forma a la constitución y citó a los jóvenes la tarde del 2
de Febrero de 1881. Les leyó la constitución y les invitó a firmarla. El
primero en firmarla fue W.H. Pennel y le siguieron un cincuenta y un
jóvenes más.

Se Difunde la Idea
La labor del Rev. Clark se dio a conocer por diferentes medios,
especialmente a través un artículo que se publico en “El
Congregacionalista” seis meses más tarde. El artículo titulado “Como
cuida una Iglesia de su Jóvenes”, describía a la sociedad de Esfuerzo
Cristiano de la Iglesia de Williston y lo admirablemente que esta estaba
sirviendo a la iglesia.

La mano de Dios
 Dios hizo el resto, ya que la sola publicación bastó para que muchos
pastores se interesarán. El Esfuerzo Cristiano fue probado en todas partes
y en todas partes daba los resultados deseados. Por todo Estados Unidos
y por todo el mundo se empezaron a formar sociedades de esfuerzo
cristiano.
Origen del Esfuerzo Cristiano en México
Pocos años después de la formación de la primera sociedad de
Esfuerzo Cristiano, aquel 2 de Febrero de 1881, en México se formaron
ciertos grupos precursores que fundaron sociedades misioneras. Mas tarde
en todos los lugares y en todas las denominaciones evangélicas surgieron
grupos de jóvenes enrolados bajo la bandera “Por Cristo y Por su Iglesia”.
Poco a poco cada denominación organizó sus grupos de jóvenes con
diferentes nombres y algunas de ellas conservaron el nombre de Esfuerzo
Cristiano.

La primera Sociedad de Esfuerzo Cristiano en México

En 1882, se formo en Tampico Tamps. La sociedad misionera,
formada por varios jóvenes, esta paso a ser la Sociedad de Esfuerzo
Cristiano “Atletas Cristianos” aunque no se sabe la fecha exacta. En 1890
se formo la Sociedad “Estrellas de Belén” de la escuela Normal
Presbiteriana, en la Cd. de México, esta se funciono con la Sociedad del
Seminario Presbiteriano para formar la que hasta ahora es la Sociedad
“Redención Gratuita”.
La primera sociedad de Esfuerzo Cristiano en México, fue organizada
en la Iglesia Congregacional “La Santisima Trinidad” de Chihuahua, Chih.
en 1889. Otra de la Primeras Sociedades fue: “Avanzadas del Rey” de la
Iglesia “El Buen Pastor” de Monterrey, N.L. la cuál se supone que haya
sido organizada entre 1892-1895. Como dato interesante, se encuentra
registrado que para 1899 el consistorio de esa iglesia, nombro a algunos
jóvenes esforzadores para que se hicieran cargo de recoger fondos para las
mejoras materiales de la Iglesia. Estos jovencitos eran Benito Flores y
Moises Sáenz Garza, importante precursor de la educación secundaria en
nuestro país.
Antes de la llegada del siglo XX, la se habían formado sociedades en
Guadalajara, Matamoros, Mérida, Chilpancingo y Toluca. A principios del
siglo XX surgen sociedades en Tacubaya D.F., General Cepeda Coah. Y Cd.
del Carmen Campeche.

Reuniones de Esfuerzo Cristiano

La primera reunión de sociedades de esfuerzo Cristiano tuvo lugar
en San Luis Potosi, S.L.P. el día 10 de junio de 1895. Allí se formo un
comité que después se llamó “Sociedad Unida de Esfuerzo Cristiano en
México”. La cuál agrupaba a las sociedades de Esfuerzo Cristiano de las
diferentes denominaciones. Aquí se acordó realizar la primera convención
en forma oficial en la Iglesia Presbiteriana “San Agustin” de Zacatecas,
Zac. La cuál se llevo a cabo en julio de 1896. A esta convención asistió el
Rev. Francis E. Clark y su Señora esposa. Fue allí donde se estreno el
himno “Sociedades de Esfuerzo Cristiano, con heroico valor trabajad”.
Compuesto por el Rev. Miguel Magdaleno, de la Iglesia Congregacional.

La Revolución Mexicana
El movimiento de revolución afectó la realización de las
convenciones, ya que muchos esforzadores se enrolaron en las filas
revolucionarias. Esto influyo para que las convenciones fueran
espaciadas.

Asistencia a la Primer Convención Mundial

En 1911, la Unión Nacional de Esfuerzo Cristiano

Interdenominacional, llevó la representación de los esforzadores mexicanos
a la Convención Mundial Celebrada en San Francisco California. Para ese
entonces había 150 sociedades de E.C. y tres mil socios , distribuidos por
nuestro país, en todas las denominaciones evangélicas.

El Plan de Cincinnati
En la segunda década del siglo XX, había gran inquietud por parte
de las diferentes denominaciones evangélicas en el país, debido la nueva
política de las Juntas Misioneras. Esta consistía en hacer hasta lo
imposible por unificar a todas las denominaciones para el trabajo de
Cooperación en América Latina. En los Congresos Evangélicos de Panamá
1914 y la Reunión de Cincinnati, Ohio, en 1916 se planearon diferentes
estrategias para el trabajo de evangelización. Se dividió el territorio entre
las diferentes denominaciones evangélicas. Tambien México fue dividido
para el trabajo evangelístico y por acuerdo de las juntas extranjeras las
iglesias presbiterianas del norte debían convertirse en iglesias metodistas.
Esto trajo algunas inconformidades que originaron un movimiento de
resistencia patrocinado por el presbiterio Nacional Fronterizo. Todas estas
confusiones e incomprensiones coadyuvaron para que algunas
denominaciones perdieran el interés en la organización Nacional de
Sociedades de Esfuerzo Cristiano Interdenominacional.

XL Aniversario de Esfuerzo Cristiano

Un evento que ayudo a dejar atrás esta etapa de inquietudes fue la

celebración del XL Aniversario del Esfuerzo Cristiano. En 1921, en la Soc.
“Redención Gratuita” de Coyoacán, las sociedades capitalinas se dieron
cita para recibir por segunda vez en el país al Dr. Francis E. Clark.

Formación de la Unión Nacional Sinódica

La Unión Interdenominacional de Esfuerzo Cristiano, trabajó

activamente hasta 1925 año en que terminó sus actividades
principalmente a consecuencia de las luchas fraternas entre algunos
líderes denominaciones.

En abril de 1926 se formo la primer Unión Presbiterial en el seno del

Presbiterio Nacional Fronterizo por iniciativa del Pbro. Rodolfo Torres. A
fines del mes de julio de 1926, en la reunión del Sínodo de la Iglesia
Presbiteriana en Toluca, se acordó no aceptar más las ligas de
esforzadores presbiterianos con otras denominaciones. En aquellos
tiempos se temía que los jóvenes adquirieran ciertas costumbres no muy
sanas e ideas un tanto liberales.
En 1928 se formo la Unión Presbiterial de Sociedades de Esfuerzo
Cristiano del Presbiterio de la Ciudad de México dirigidos por la sociedad
“Emmanuel” de “El Divino Salvador”.

En el seno de la Iglesia “El Sinaí” de Veracruz, Ver., en junio de

1933, se organizó formalmente la unión sinódica de Esfuerzo Cristiano. Al
formarse esta unión todas las Sociedades de la Iglesia Presbiteriana
pasaron a formar parte de ella automáticamente. Esta Unión trabajó
arduamente enfrentando algunas dificultades para su consolidación. En
1947, durante la celebración de las bodas de diamante de la Iglesia
Presbiteriana en México se llevó a cabo la última convención de esta
organización. En este mismo año la recién organizada Asamblea General
de la Iglesia Presbiteriana en México pidió a las Uniones Nacionales
quedaran en receso hasta la organización oficial por parte de la misma
Asamblea.

Se forma la Unión Nacional de Sociedades de Esfuerzo Cristiano.

En la recién organizada Iglesia “Príncipe de Paz” de la Cd. de México,

los días 25 al 29 de mayo de 1955 se verificó la convención en la que
habría de iniciar sus trabajos nuestra unión.

El 26 de Mayo de 1955, El Pbro. Carmen A. Gutiérrez con emoción

profunda, hizo la declaración solemne de la organización de esta Unión.
La primera directiva de este nuevo período la integraron como presidente,
Santos Taméz de la Iglesia “El Divino Redentor” de Monterrey N.L;
Vicepresidente, Arq. David Herrera de “Príncipe de Paz” de la Cd. de
México; secretaria Mercedes Acacia Gómez, de “El Buen Pastor” de
Monterrey; prosecretario Enrique Salgado (posiblemente de Cuernavaca) y
tesorero, Daniel Vázquez Ibarra, de Coyoacan, D.F.
Apartir de la formación de la Unión Nacional se realizaron
convenciones cada año. En Orizaba Ver. en 1956, Monterrey N.L. en
1957, Mérida en 1958, Oaxaca en 1959. En Oaxaca se acordó realizar la
convenciones cada 2 años. La convención de 1961 fue en Morelia Mich.
En 1963 se reunió en Villahermosa Tabasco. En 1965 en Coyoacán, en
1967 en progreso Michoacan. En 1969 nuevamente se celebró la
convención en Monterrey N.L. En 1971 en Coatzacoalcos Ver.

Primer Centenario de la Iglesia Presbiteriana en México

Los esforzadores tomaron una parte muy activa en la celebración del

centenario de la Iglesia participando en el recorrido de la antorcha. Esta
viajo por todo el país durante seis meses.

La Unión Nacional de Sociedades de Esfuerzo Cristiano ha

continuado trabajando y luchando por conseguir sus objetivos como
organización. Sabemos que así como el Señor ha actuado en el pasado a
través de sus siervos esforzadores, el actúa hoy y lo hará hasta el día en
que Jesús venga por su Iglesia. Así que ánimo, recorramos las sendas que
nuestro Señor Jesucristo tiene preparadas para cada uno de nosotros. El
Pbro. Saúl Tijerina escribió: “Redoblen el entusiasmo, multipliquen las
metas, gasten sus vidas, si es necesario para la gloria de Dios”.

“Por Cristo y Por Su Iglesia”

Abdeel Martínez