La leyenda de la campana

Cuando ingresaron a ese misterioso lugar nada era como lo imaginaban, estaban a punto de
descubrir algo mucho más cercano de lo que ellos imaginaban, pronto se empezaron a repartir
tareas a cada uno de los participantes, tu empezarás a barrer, tu ordenaras la cocina, tu traerás
agua, así cada una de las personas que estaba en el lugar tenía algo que hacer, cuando de
pronto, un sonido, que no molestaba o incomodaba, un sonido tan peculiar, que solo llamaba
la atención de quién la escuchará, así ese sonido empezó a escucharse a lo largo de su estadía,
no tenía periodos de tiempo, o algo que pudiera dar cuenta de cuando sería el próximo sonido,
aquel sonido, solo aparecía, todos en aquel lugar se preguntaban para que servía eso, o cuál
era la razón por la cual sonaba, una tarde antes de anochecer, sonó nuevamente, y a lo alto de
una montaña un hombre apareció, de esos que parecen llevar más sabiduría que años encima,
desde lo alto una voz suave se lograba escuchar en todo el lugar, el sonido que escuchan no
perturba, no molesta, no incomoda, sus vibraciones rebotan en el aire para llegar a tu ser y
cada vez que la escuchen, sean conscientes de su vida, de lo que hacen, de lo que piensan,
vivan siempre siendo conscientes de su vida y su cuerpo. La campana solo quiere recordarte
que vives el aquí y el ahora. Las razones del porque los pones tú.