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LA MARIA

FELIX ALEJANDRO TORRES MARTINEZ

GRADO. 5-4

INSTITUCIÓN EDUCATIVA TÉCNICA ANTONIO NARIÑO

SEDE GASPAR RAMIREZ

MONIQUIRÁ – BOYACÁ

2017
LA MARIA

Entregado por: FELIX ALEJANDRO TORRES MARTINEZ

GRADO. 5-4

Entregado a: MIRIAM DEL RIO

Lic. Lengua Castellana

INSTITUCIÓN EDUCATIVA TÉCNICA ANTONIO NARIÑO

SEDE GASPAR RAMIREZ

MONIQUIRÁ – BOYACÁ

2017
INTRODUCCIÓN

La novela María escrita en 1867 por el escritor colombiano Jorge Isaac,


considerada una de las obras más destacadas de la literatura
hispanoamericana del siglo XIX, está basada en experiencias autobiográficas,
tiene un tono elegíaco (triste, lastimoso), y narra la historia de un romance
melancólico de los protagonistas Efraín y María, en quienes nace un amor
intenso.

En María se encuentra una autentica expresión de un ideal romántico. Una


intensidad del sentimiento amoroso que une a Efraín y a María, la sensualidad
delicada que se une en cada uno de sus encuentros, sus promesas eternas de
amor, tiernas expresiones, besos tímidos con total inocencia, la exaltación de
un amor puro que se ve asechado por la muerte de María.

La novela se destaca por el sentimiento del paisaje, así como por la calidad
artística de su prosa. María es una novela romántica y costumbrista que va
dirigida a toda clase de público.
El padre de Efraín y María cae enfermo de fiebre, por lo que dicen llamar al
médico porque, aunque podía no ser nada grave, querían quedarse tranquilos
con un diagnóstico del médico. La madre siente que su esposo está
preocupado por algo (todo el tiempo habla entre sueños quejándose de un
hombre y pide unas cartas) y le pregunta a Efraín.

Él dice ignorar de qué habla su padre y le asegura que esta delirando. Sin
embargo, cuando el médico llega y le pregunta si hay algo que pueda
preocuparle a su padre, Efraín le cuenta la verdad (que un negocio en el que él
había puesto todas sus expectativas había salido mal). Entonces le explica que
esa puede ser la causa de la enfermedad, le receta una medicación y le pide
que lo controlen, tarea que es llevada a cabo conjuntamente entre él y María.

La fiebre continuaba, y el médico le dijo a Efraín que si a la noche no


empezaba a delirar y una excitación, no estaba pasando nada bueno y, en ese
caso, ya no habría nada que él pudiera hacer contra la enfermedad de su
padre. Le pidió que busque alguna excusa para que sacara a las chicas de la
habitación, ya que se podían impresionar; pero Efraín no lo creyó así.
Solamente sacó a su madre, y se quedó con Emma y María. El médico
mientras tanto iría a descansar, pero pidió que ante cualquier problema lo
llamaran. Emma y María, pese a que querían e intentaron permanecer
despiertas, se durmieron, por lo que Efraín quedó a cargo de su padre. De
repente escuchó un quejido proveniente de este y vio que intentaba
incorporarse en la cama, Efraín se acercó para ver qué pasaba.

El hombre estaba delirando: creía que alguien, el hombre que había logrado
que su negocio saliera mal, lo estaba esperando fuera de su habitación; por
eso, intentaba salir de la cama (y estaba débil todavía), llamaba a Efraín
constantemente y le pedía que le trajera su ropa y pedía que Juan Ángel, uno
de sus sirvientes, le preparara un café para él y su supuesto invitado.

Como Efraín no sabía que hacer llamó a María y entre los dos trataron de
convencerlo de que estaba delirando, aunque fracasaron en el intento. El chico
quiso ir en ayuda del médico, pero María se lo impidió porque tenía miedo de
que la situación se complicara más y no supiera que hacer, entonces
despertaron a Emma para que esta vaya en busca del médico. Una vez que el
doctor Mayn llegó, se alegró cuando Efraín le contó lo sucedido y consideró
que María, por su manera de ser, era la indicada para darle el remedio,
mientras él se escondía para observar sin ser visto. Ella se lo dio muy
dulcemente y el hombre se durmió.

Después de diez días, el padre mejoró notablemente. El doctor recomendó que


no se le mencionara nada del negocio que fracasó. Una de esas reuniones
familiares fue interrumpida por Juan Ángel, trayendo dos cartas. Eran ambas
del señor que iba a llevar a Efraín a Inglaterra, para que pudiera concluir su
carrera de medicina.

La primera decía que postergarían su partida por cuatro meses, por lo que
Efraín sintió un poco de alegría porque tendría bastante tiempo para pasar con
María, aunque prefería no irse. La segunda comunicaba que como se había
enterado de la mejoría de Anselmo (el padre de Efraín) y, como iba a estar
próximamente en Cali, quería encontrarse con Efraín allí y de ahí partir a
Inglaterra. Al chico no le gusto ese repentino cambio de planes y salió a dar un
paseo con su caballo.

Cuando volvió decidió que tenía que hablar con su padre de lo que pensaba.
Le dijo que él no pensaba que estuviera bien irse, debido al reciente fracaso
que había vivido su padre, lo cual había generado una notable pérdida
económica en su familia. Irse a Inglaterra implicaba nuevos gastos, los cuales
él dudaba que pudieran ser afrontados por su familia, y además creía que, a
causa de la enfermedad que había pasado su padre debía quedarse a ayudarlo
porque al ser el hijo mayor, era a él a quien le correspondía.

Sin embargo, el padre dijo que no estaba de acuerdo, los gastos iban a poder
ser afrontados y, además, una vez que él se hubiera recibido se iban a
recuperar las pérdidas sufridas gracias a él buen trabajo que Efraín iba a tener.
Tampoco quería que su hijo cortara por la mitad la buena carrera que había
iniciado. Por lo tanto, le dictó a su hijo una respuesta para que le enviara al
hombre que se encargaría de llevarlo a Inglaterra.

Efraín se mostraba triste debido a su cercana separación de María. Su madre


intentó convencerlo para que cambie de ánimo. Le dijo que ella cuidaría de
María no como su hija, sino como la futura esposa de su hijo y le hablaría
siempre de él. Sin embargo, Efraín siguió triste.

Al día siguiente debía ir a la hacienda, y su hermana le pidió que lleve a Juan


Ángel, debido a que su madre estaba enferma y él seguramente querría verla.
Efraín aceptó.

Escuchó que su padre lo llamaba y fue hasta donde este se encontraba. Vio
que María estaba con él. Anselmo le preguntaba a su hija "adoptiva" si
aceptaba casarse con Efraín una vez que hubiese vuelto y ella dijo que sí.
Luego, le pidió que le comentara al chico las condiciones que había
establecido. La primera era que estudie mucho y la segunda era que se vaya lo
más contento posible. La tercera la estableció María y era que nunca deje de
amarla.

Efraín llegó con Juan Ángel a la hacienda y vio a Feliciana, la madre del
negrito, echada en la cama. Había empeorado y no le quedaba mucho de vida.
Fue entonces que Efraín recordó una de las historias que le contaba a él y a
sus hermanas cuando eran pequeños.

Magmahú era un soldado de los ejércitos de Achantí, una nación poderosa de


África, que por su había recibido todos los honores y riquezas como regalo del
monarca.

En una de las batallas contra las tropas inglesas, Magmahú comprendió que
iba a ser derrotado porque muchos de sus soldados habían muerto y muchos
otros estaban asustados. A pesar de eso, se preparó para luchar, aun sabiendo
que iba a morir.

El rey vio la situación de su ejército y pidió la paz, los ingleses la aceptaron con
condiciones que los beneficiaban sólo a ellos por lo que desde entonces el
monarca no volvió a confiar en él. Magmahú decidió exiliarse, pero antes de
esto decidió cortar las cabezas de sus esclavos y arrojarlas a un río, en ofrenda
a su dios. Entre ellos Sinar, cuya noble estirpe solo era conocida por Nay, hija
de Magmahú.

La chica sintió gran admiración por él desde que el chico se convirtió en su


siervo. Ella prometió pedirle por su libertad a su padre, porque sabía que él
extrañaba sus tierras.

Un día Sinar le mostró a ella el camino a su tierra y le dijo que la llevaría con él
y que sería su reina, y que nadie se interpondría en su misión, pero Nay dijo
que debían hacer las cosas bien porque ella no quería fallarle a su padre.

Cuando llegó la batalla contra los ingleses, en la que Magmahú se exilió, Sinar
le suplicó que lo llevara y le aseguró que le iba a luchar con todas sus fuerzas.
Magmahú lo llevó y en ella Sinar perdió su brazo. Nay se dedicó a curarle las
heridas, pero un día su padre le contó la resolución que había tomado de
abandonar sus tierras y de sacrificar a sus esclavos para calmar la ira del dios.
Nay se desmayó el escuchar esto y Magamahú se enojó al darse cuenta que
su esclavo amaba a su hija, por lo que decidió enfrentarse a él. Pero Nay
consiguió impedir ese enfrentamiento.

Entonces los tres partieron de esas tierras. El valor y el esfuerzo de Sinar y


Magmahú fueron muy útiles en la nueva tierra donde se encontraban.

Un día mientras Nay se bañaba en un lago vio a dos extranjeros blancos llegar,
traían un cadáver con ellos, y pidieron a Sinar permiso para enterrarlo. Los
extranjeros venían de Francia y pensaban que no iban a tener problema en
enterrarlo en tierras Achimis. Sinar les dijo que en la tribu había alguien con
más poder que él y que era a aquella persona a quien debían preguntarle.
Los extranjeros les contaron como habían llegado hasta ahí y el monarca de la
tribu le concedió permiso para enterrar el cadáver, tarea que se realizó con
ayuda de Sinar y otros esclavos. El jefe de la tribu de Kombu Monez hizo una
celebración en honor al casamiento de Nay y Sinar. Después de largas horas
de festejo, la mayoría se quedó dormida, pero despertaron en medio de la
noche porque estaban siendo atacados. Muchos murieron y muchos se
convirtieron en esclavos; Nay estaba entre estos últimos. Los prisioneros
fueron llevados en barcas y a Nay no se le permitió que se acercara a Sinar
durante el viaje.

Cuando el grupos de prisioneros que viajaba con Nay y la misma Nay llegaron
a tierra, fueron atados y los llevaron a una casa donde los recibió una mestiza
llamada Gabriela y una hombre blanco irlandés llamado William Sardick. Este
no estaba muy contento con los esclavos recibidos, pero sí con Nay porque era
muy hermosa. Sardick era un hombre ya que poseía minas de oro y exportaba
pieles, cacao, sales, armas, entre otras cosas de valor. Estaba por partir a
África a trabajar y Nay le suplicó que la llevara, con el objetivo de buscar a
Sinar. Sinar le dijo que sólo si prometía amarlo la llevaría. Después de un
tiempo, Nay pudo aprender a hablar castellano gracias a Gabriela y acordó con
sus dueños que el hijo que estaba esperando no sería un esclavo. La criolla le
dijo que su hijo recién podría ser libre a los 18 años.

Un joven inglés que pasaba por el lugar pidió hospedaje en la casa de Sardick.
Traía con él una nena de 3 años. Eran María y el padre de Efraín. Anselmo,
que sabía que la importación de esclavos estaba prohibida, decidió comprar a
Nay y a su hijo para luego dejarlos en libertad. Pero en esos días, llegó un
norteamericano y sintió una enorme admiración por la belleza de Nay. Debido a
eso le ofreció a Sardick una notable cantidad de dinero por Nay y este la
aceptó. Sin embargo, la chica se enteró que en donde la llevaban su hijo sería
un esclavo y le pidió a Anselmo que la compre o mataría a su propio hijo. Así
fue, auque luego la dejo en libertad. Le dio la posibilidad de elegir quedarse o
de irse con él y su hija, y eligió irse con ellos porque le había tomado mucho
cariño a la nena.

Feliciana empeoraba y el médico dijo que moriría esa noche. Lo único que
hacía era repetir en sueños el nombre de Sinar, su esposo.

Finalmente, a la noche murió.


PERSONAJES PRIMARIOS DE LA NOVELA

 Maria: Personaje femenino principal, novia de Efraín, hija de Salomón,


judío de Jamaica que antes de morir la deja bajo del cuidado del padre
de Efraín.
 Efraín: Personaje masculino principal, enamorado de María, estudió en
Bogota durante 5 años y que luego de comprometerse en matrimonio
con Ella a su regreso de Europa, ve frustradas sus ilusiones al encontrar
que ha fallecido en su ausencia.
 El Padre de Efraín: bondadoso hacendado del Valle del Cauca, en cuya
casa permanece María bajo su cuidado. Es quien dispone e! viaje de su
hijo Efraín a Europa a continuar los estudios de medicina, pero
lamentablemente esta es la razón por la cual se intensifica la
enfermedad que lleva a María a una muerte temprana.
 La Madre de Efraín: buena mujer, típica esposa tradicional de carácter
sumiso, cuya presencia en la novela es símbolo de prudencia y buen
consejo en los momentos adversos.
 Emma, Eloisa, Felipe y Juan: hermanas y hermanos de Efraín. Emma es
la confidente de los enamorados. Siempre dispuesta a crearles
momentos propicios y a servirles de consuelo en las dificultades.
 Salomón: Primo del padre de Efraín y padre legítimo de María, quien al
verse enfermo y viudo le encarga su hija maría, a su primo y quien la
cría como una hija.
 José: Fiel servidor de la familia, cazador y encargado de cuidar los
cultivos del padre de Efraín. Vivía en una casa en el bosque con su
familia.
 Carlos: El mejor amigo de Efraín, compañero de estudio en Bogota y su
total confidente.

Personajes Secundarios
 Emigdio: Otro de los mejores amigos de Efraín en Bogota.
 Braulio: Sobrino de José, cazador y esposo de Transito.
 Lucia Y Transito: Hijas de José, y amistades de la familia de Efraín.
 Dr. Mayn: Medico de la familia, atendió la primera enfermedad de María
y su enfermedad terminal. Trato la fiebre del papá de Efraín.
 Feliciana: Ama de llaves de la hacienda. Feliciana se llamaba Nay quien
fue convertida en esclava por colonizadores y fue comprada por el padre
de Efraín.
 Juan Ángel: hijo de Feliciana, encargado de las labores de la finca como
ensillar caballos y recolectar frutas.
 Julián, hermano de Efraín, estrechamente unido a María, de quien recibe
un amor casi maternal.
 Doña Andrea, madre de Julián.
 Lucas, neivano agregado de una hacienda vecina a la de José, que
forma parte del grupo que va a la cacería del tigre.
 Tiburcio, otro participante en la cacería del tigre. Novio de Salomé.
 Marta, cocinera de la posesión de José y su familia.
 Estefana, negrita de doce años, hija de esclavos que sirve en la casa.
Tiene un afecto fanático por María.
 Camilo, criado de la familia de Efraín enviado a Cali por correspondencia
que esperaban.
 El Cura, anciano religioso que oficia la boda de Tránsito y Braulio.
 Señor A, caballero con quien viaja Efraín a Europa y quien le da la
noticia de la gravedad de María.

CONCLUSIÓN
María es una novela que al leerla, te envuelve en ese mundo romántico lleno
de obstáculos y de momentos maravillosos; que llegan al corazón sacando a
flote sentimientos de angustia, de tristeza y de alegría. Una combinación
perfecta para hacer de esta obra una historia mágica, que impacta y te pone en
el lugar de los protagonistas.

Defiende ante todo el amor, la humildad y la sencillez. Esta clásica novela es


romántica y triste en cuya narrativa se unen el amor y el dolor de los
enamorados Efraín y María. Además, la novela presenta una descripción fiel de
una hermosa región colombiana el Valle de Cauca llena de riqueza natural.

Es realmente una novela maravillosa en donde el autor enfatiza en la emoción


y variedad del pensamiento, utiliza la grandiosidad de la naturaleza y exalta el
nacionalismo.

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