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Corrientes historiográficas

A pesar de que la escritura de la Historia se desarrolló a través de los tiempos y espacios, los siglos XIX y XX fueron
particularmente ricos en cuanto a la expresión historiográfica se refiere. A partir de entonces, múltiples historiadores de
diferentes latitudes han aportado trabajos para impulsar este tipo de conocimiento a través de sus investigaciones e
interpretaciones del pasado. En la actualidad continúan trabajando en las más diversas propuestas que se han creado.A
continuación te presentamos cinco formas de abordar e interpretar el conocimiento de lo histórico, que se han puesto
de manifiesto desde que la ciencia histórica se propuso como un área de conocimiento con sistema propio.

Positivismo

El concepto positivismo surgió de los trabajos de Augusto Comte, quien dividió la historia de la humanidad en tres
estadios diferentes y el tercero era el positivo, caracterizado por lo certero, real y preciso, de ahí que esta corriente de
pensamiento historiográfico esté en la búsqueda permanente del dato cierto, real, útil y preciso.

El positivismo postula la idea de progreso como definición del devenir histórico. Concibe a la historia por etapas que
van de la barbarie hacia el desarrollo; donde cada una es mejor que la anterior; y concibe el tiempo unilinealmente y
no reconoce retrocesos.

Postuló que el investigador debía estar alejado temporal y anímicamente del objeto de estudio para estudiarlo
objetivamente; explica que el historiador no puede ni debe interpretar sino solamente acumular datos para describir
objetivamente el suceso. Su intención era encontrar el dato puro y construir leyes históricas.

El positivismo es el responsable de dotar a la historiografía de su primer método para darle carácter científico. Sus
principales representantes son Leopold von Ranke, Jules Michelet, Denis Fustel de Coulanges. Su origen se ubica en
los inicios del siglo XIX en Francia, aunque fue en la actual Alemania, donde tuvo muy importantes representantes.

Materialismo histórico

El materialismo histórico es la versión de Karl Marx (1818-1882) de la dialéctica idealista hegeliana, interpretada como
económica, y basada en la relación de producción y trabajo.

Dos términos podrán definir más claramente a esta corriente de pensamiento: son dialéctica como la naturaleza de
las cosas y el hecho de que los diferentes aspectos de la sociedad están siempre orgánicamente relacionados; estas
relaciones orgánicas se explican de manera más convincente si se advierte que el aspecto económico (material) es tan
importante que tiende a reflejarse en todos los otros aspectos: político, social y cultural.

Bajo esta propuesta divide la historia europea por modos de producción: Comunismo primitivo, Esclavismo,
Feudalismo y Capitalismo, donde, por la dialéctica de su naturaleza (contradicción), cada etapa, gesta en su seno el
origen de la siguiente. Establece la existencia de constantes o leyes en el acontecer histórico como la lucha de clases.
Es la economía el gran proceso o estructura que da mayor movimiento a las subsecuentes etapas y está formada de
la gran movilidad de acontecimientos.

Sus principales representantes son Karl Marx y Friedrich Engels. En la actualidad se encuentra el británico Eric
Hobsbawm. Su origen se ubica a mediados del siglo XIX en la actual Alemania e Inglaterra

Historicismo

El historicismo es la tendencia intelectual a reducir la realidad humana a su historicidad o condición histórica (única e
irrepetible).

Entre 1870 y 1920 diversos historiadores reaccionan frente al positivismo que intentaba recabar la mayor cantidad de
datos para poder escribir la historia objetiva. Sin embargo, consideraba que el investigador era capaz de quedar al
margen de su investigación, es decir que no se involucraba; frente a esto el historicismo planteó que la historia se
estudia y se ve desde el punto de vista subjetivo del investigador, la investigación se hace a través de la experiencia
subjetiva de quien lo investiga.

Así asegura que el historiador sólo refleja la historia de su tiempo y desde su tiempo. William Dilthey en Alemania,
Benedetto Croce en Italia, José Ortega y Gasset en España, y Edmundo O’Gorman en México han sido sus más claros
representantes. Desarrollaron la Historia narrativa y episódica. También se le conoce como Historia
científica o racional concreta.
Conciben que los hechos son históricos porque no se repiten. La historia se re-crea en la mente del historiador, la hace,
por así decirlo, experiencia propia y por ello se dice que la hace contemporánea al historiador, por eso manifiesta que
“Toda Historia es Historia contemporánea” o toda Historia se escribe desde el presente. El historiador debe establecer
un criterio para saber si lo que se dijo es o no verdad.

Annales

Con este nombre se designa a la revista fundada en 1929 por Bloch y Febvre, profesores de la Universidad de
Estrasburgo, que crearon una red multidisciplinaria de colaboradores.

Postula que la historia se mueve en tres planos temporales superpuestos: la larga duración, que son movimientos
muy lentos pero en permanente transformación, dividen el tiempo histórico en eras. En la mediana duración se ubican
los acontecimientos que perduran en varias generaciones y pueden dividir el tiempo en etapas. Finalmente, la corta
duración son los periodos coyunturales donde se percibe el movimiento y las rupturas rápidamente, y se dan en el
lapso de una generación (véase “Tiempo Histórico”).

Esta corriente historiográfica toma en cuenta la geografía, pero no como el escenario de la actuación de las personas,
sino como el ambiente que afecta al ser humano y a la vez el hombre afecta; en una relación estrecha donde no se
puede entender el espacio sin el hombre ni al hombre sin su espacio.

Tuvo origen en Francia en el segundo cuarto del siglo XX, esta corriente historiográfica ha desarrollado diferentes
épocas, de las cuales los representantes más influyentes han sido Marc Bloch, Lucien Febvre, Fernand Braudel,
Jacques Le Goff y Roger Chartier.

Historia cultural

Es una corriente historiográfica que se ha desarrollado en el último tercio del siglo XX y hasta nuestros días, se
caracteriza por estudiar y escribir la historia desde perspectivas diferentes a las utilizadas tradicionalmente como ha
sido la historia política, militar y económica.

Los temas de su estudio han sido, por ejemplo: los niños, las mujeres, los libros, la lectura, la vestimenta, la música,
las formas de pensar, o los juegos. Intentan ver la historia en función de eso que llamamos “objeto de estudio”. Los
centros de su mayor expresión han sido Francia e Inglaterra, donde se encuentran sus mayores representantes como:
Peter Burke, Roger Chartier, Roger Darnton, Clifford Geertz y Carlo Ginzburg.

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