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ANÀLISIS EPIDEMIOLÒGICO DE MALARIA EN CASOS REPORTADOS

ENTRE EL 2013-2018 DEL ESTADO ZULIA

REALIZADO POR:

Briceño, Albert

Duarte, Verónica

Gill, Manuel

González, Claudia

Nava, Daniel

Comunidad Estudiantil de Investigaciones Clínicas (CEIC)


CAPÍTULO I

EL PROBLEMA

1.1 Planteamiento del Problema

La Malaria o Paludismo ha sido un problema de salud pública desde hace


muchos años, cuyas áreas endémicas son principalmente los países tropicales y
subtropicales, representando así gran parte del territorio mundial, sin embargo, a
pesar de ser una enfermedad infecciosa prevenible, su control se ha visto afectado
por distintos factores, entre los cuales se encuentran factores inherentes al
parásito, como la resistencia a los fármacos antipalúdicos, factores relacionados al
vector, como la resistencia a los insecticidas e incluso, factores asociados a la
misma población y área geográfica, entre los cuales destacan la ubicación,
temporada climática, trabajo, edad, raza, sexo.1-2

Es por esto que la OMS persiste con sus campañas para el control y
erradicación de la malaria, llevando un estricto control epidemiológico de la misma,
donde en su último reporte mundial de la enfermedad establece que para el año
2017 se reportaron 219 millones de casos de malaria a nivel mundial, presentando
un aumento de 2 millones con respecto al año 2016, siendo las regiones más
afectadas la Africana y en el sudeste de Asia. Asimismo, una mortalidad de
435.000 casos en este mismo año; donde el 93% ocurrió en el continente Africano.
Es importante tener en cuenta que el género de Plasmodium varía según la
región, siendo en África más frecuente el género P. falciparum y en las Américas
el género P. vivax, trascendental al evaluar la letalidad, la reincidencia de la
enfermedad y la resistencia ante agentes terapéuticos.3

La mayor parte del territorio latinoamericano comparte las características


epidemiológicas para el desarrollo de la Malaria. Se estima que la población en
riesgo de contraer la enfermedad es de 126,8 millones de personas, a su vez se
han detectado en el 2017 un estimado de 976.000 casos (mostrando un aumento
de la tasa de incidencia a 7.3 casos por cada 1000 personas en riesgo), y han
fallecido a causa de esta patología 630 personas (mostrando un numero de
muerte de 0,5 muertes por cada 100.000 personas en riesgo); a pesar de esto, es
de vital importancia recalcar que existen 4 países que se escapan de esta media,
donde, todas las cifras tanto de mortalidad como de incidencia han aumentado, los
cuales son: Venezuela, Perú, Panamá y Nicaragua, en donde el 65% de todos los
casos reportados en las Américas, pertenecen a Venezuela (34,4%), Brasil (18%)
y Colombia (15,3%) estos ligados estrechamente a la Selva Amazónica y áreas
tropicales y subtropicales de dichos países.3

Ya mostrado todo lo anterior, se observa la importancia que tiene Venezuela


en la epidemiología de la Malaria a nivel internacional, donde, entre las razones
por las cuales se estima que ha aumentado la incidencia es por los diversos
factores socioeconómicos en los cuales se ve envuelto el país. 4 Según el
Ministerio del Poder Popular Para la Salud, en el lapso entre el 2013-2016 se
presentaron un total de 179.554 casos de malaria por P.vivax, 46.503 casos por
P.falciparum y 14.531 casos de malaria mixta5; el 74,3% de los casos ocurrieron el
estado Bolívar, seguido de los estados Amazonas, Delta Amacuro, Sucre,
Monagas y Zulia (estados en epidemia); además, el 99,2% de los casos son casos
autóctonos del país.

De igual forma, la Sociedad Venezolana de Infectología refiere que el aumento


real de incidencia en Venezuela para el año 2016 es de 68,48%, con un pico en
tercer trimestre del año; los agentes causales fueron en orden de importancia:
P.vivax, mixtos y P. falciparum., asimismo recalcan la importancia de que los datos
aportados por el ministerio no poseen los casos de fallecidos ni hospitalizados. 6 El
Zulia no escapa de esta realidad al ser un foco conocido a nivel nacional de
Paludismo. Los Municipios más afectados son Colón, Jesús M. Semprúm,
Machiques de Perijá, Mara, Páez y Sucre; cabe destacar que para el año 2016 se
presentó 1762 casos5 en donde la población de mayor riesgo fueron los indígenas
Barí y Wayuú.

La falta de datos actuales, la reducida credibilidad antes las fichas actuales, los
periodos de lluvias durante los últimos años, el escaso control de vectores y
medidas preventivas en la región hacen plantearse la siguiente interrogante
¿Existirá alguna modificación en el perfil epidemiológico de la Malaria en el estado
Zulia?
1.2 Objetivos de la Investigación

OBJETIVO GENERAL

Describir el perfil epidemiológico de los casos confirmados de Malaria en el


Estado Zulia entre los años 2013 a 2018

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Identificar los pacientes con diagnóstico confirmado de Malaria durante el


periodo comprendido entre los años 2013-2018
2. Determinar la especie más prevalente dentro del Estado Zulia
3. Clasificar los casos de malaria según prevalencia y sexo
4. Determinar los focos endémicos en la región según la procedencia de los
casos

1.3 Justificación e Importancia

En el mundo se ha logrado disminuir mediante correctas medidas de


prevención, promoción, diagnóstico y terapéutica oportuna la morbimortalidad de
la Malaria; sin embargo Venezuela en los últimos 5 años ha ido al contrario del
resto del mundo, siendo actualmente el principal país con casos de esta
enfermedad a nivel latinoamericano, principalmente causado por las fallas
actuales que se presentan el sector salud, así como el crecimiento poblacional, la
explotación de recursos naturales y la movilización de la población hacia zonas
endémicas como lo es el estado Zulia, todo esto conjunto las temporadas de lluvia
en Venezuela pueden haber repercutido en la incidencia de casos en la región.

Asimismo al analizar la epidemiología de esta patología se podrá observar que


otros factores o acciones podrían estar jugando un papel importante en el
aumento y/o disminución de número de casos, mediante los cuales se podrían
generar soluciones óptimas para atacar este problema y así, mejorar la calidad de
vida de las poblaciones en riesgo como poblaciones afectadas y disminuir así, la
alta tasa de morbimortalidad que acarrea el paludismo.

De igual forma, a partir de esta investigación pueden surgir ideas para otros
investigadores que deseen trabajar en esta área de suma importancia para el país
(por la epidemia actual en la que se encuentra), para la Región Zuliana y sus
estados vecinos, mejorando así la calidad de vida de sus habitantes.

1.4 Delimitación de la Investigación

La investigación se realizará a partir de las fichas epidemiológicas de casos


confirmados de malaria en la Coordinación de Malariología y Saneamiento
Ambiental del estado Zulia, Venezuela, tomando en lapso de tiempo el quinquenio
comprendido desde el año 2013 al 2018.
CAPÍTULO II

BASES TEÓRICAS

2.1 Antecedentes

Rodriguez-Morales (2018) en su artículo de revisión titulado: “La sindemia actual


en Venezuela: Rubeola, malaria y otras co-infecciones asociadas a el deterioro
social y a la infraestructura del sistema de salud. Quo vadis?, publicado en la
revista Medicina de Viaje y Enfermedades Infecciosas; cataloga la situación salud
de hoy en día en Venezuela como una “Sindemia”, definido como el producto de
dos o más epidemias que ocurren de manera simultánea en un mismo lugar y en
un mismo tiempo, en la cual, existen factores geográficos y sociales contribuyen al
establecimientos de las mismas. Esta sindemia la cataloga como una de las
causas por las cuales la incidencia de muchas enfermedades a incrementado en
los últimos años, entre las que se encuentra la malaria. Con respecto a la última
establece que el aumento de los casos en el pasado año ha sido alarmante,
esperando para el final del 2018 un total de 700.000 nuevos casos y 1500
muertes, asociando este hecho al abandono de medidas para controlar el vector,
la explotación de recursos naturales, y la migración masiva de la población a las
áreas de explotación (principalmente asociado a la minería), ausencia de los
medicamentos antimaláricos de primera elección, deterioro y perdida de la
infraestructura y equipos, problemas técnicos y carencia de políticas de salud.7

Asimismo, J. Recht en su artículo de revisión Malaria en Brasil, Colombia, Perú y


Venezuela: desafíos frecuentes en el control y la eliminación de la malaria,
publicado en el Malaria Journal (2017); expresa como es la situación actual de
esta enfermedad en Suramérica, y principalmente como es vinculada su presencia
a las zonas pertenecientes a la selva amazónica o a la costa del pacífico
colombiano. También establece a Venezuela como el país con más casos a nivel
latinoamericano y hace incapié en que son necesarias políticas para lograr
contener el crecimiento tan acelerado en esta nación principalmente en las zonas
mineras. Además, demuestra como la especie de Plasmodium que afecta a
Latinoamérica varia por cada país, siendo el principal en Venezuela (aunque
también ha aumentado su detección en otros países) el P.vivax (75%); dentro los
factores que favorecen a este fenómeno son: la presencia del antígeno Fy en los
eritrocitos humanos, la baja densidad parasitaria en sangre lo que favorece a que
pase desapercibido, la rápida reproducción dentro del mosquito y a menores
temperaturas, la presencia de hipnozoitos. Otro dato importante que aporta es
como el Plasmodium vivax ha dejado atrás su falsa creencia de que no genera
malaria severa.8

Joe Parkin Daniels (2019) publicó el artículo “Venezuela en crisis”, en el cual hace
referencia a la situación epidemiológica de la malaria en Venezuela, indicando que
la malaria se considera una epidemia en 9 de los 23 estados de Venezuela
(Bolivar, Amazonas, Sucre, Monagas, Zulia). También señala que el malestar
económico y social en Venezuela han sido determinantes en el aumento en el
número de casos de malaria en el país, esto debido en parte a que muchas
personas, en busca de recursos económicos se dirigen a minas de oro ubicadas
en el sur del país, donde el agua estancada es el hábitat ideal del mosquito que
transmite la enfermedad. Concluye que la situación actual está lejos de parecerse
a la vivida en la década de 1980, cuando la enfermedad estaba cerca de ser
erradicada. 9

Z. Rivero (2011), en su trabajo “Situación del paludismo en el estado Zulia durante


el quinquenio 2005-2009”, mediante un estudio no experimental, retrospectivo,
analítico y explicativo determinó que el sexo masculino era el mayormente
afectado (56-64,8% de los casos), al igual que los pertenecientes a las edades
comprendidas entre los 20 a 39 años. Asimismo el género de Plasmodium
predominante (98%) era el P.vivax. Los municipios más afectados fueron
Catatumbo, Machiques de Perijá y Jesús María Semprún. Concluyendo en que la
malaria sigue siendo una enfermedad prevalente en la región y que a pesar de
todo sigue estando presente en todas las edades y ambos sexos; además de lo
anteriormente mencionado en cuanto a las localidades más afectadas.10

2.2 Bases Teóricas

DEFINICIONES

La malaria o paludismo es una patología causada la infección del parásito


unicelular del orden Eucoccidiia, familia Plasmodiidae, del género Plasmodium, de
las cuales 6 especies conocidas afectan al humano: P. falciparum, P.vivax. P.
ovale, P. malariae y P. Knowlesi.1,11,14

La parasitemia es la presencia del parásito en la sangre, que puede ser asexual:


cuando las formas evolutivas son parásitos asexuales (trofozoitos y esquizontes);
asintomático: es cuando a pesar de que se encuentran los parásitos en sangre
no hay manifestaciones clínicas. Se conoce como densidad parasitaria al
número de parásitos asexuados por unidad de volumen de sangre o por número
de eritrocito, y a la hiperparasitemia cuando hay una gran densidad de parásitos
en sangre (que se relaciona con mayor severidad del cuadro clínico) 12,13

Se conoce como malaria no complicada a aquella en donde no se presenta


lesión de algún órgano vital, mientras que la malaria grave es aquella donde
existe la evidencia clínica y/o diagnóstica de disfunción de un órgano vital13

Se define como caso de malaria a aquella persona que presente la infección por
el parásito confirmada por cualquier método diagnóstico (prueba rápida, gota
gruesa, extendido de sangre, PCR) con o sin las manifestaciones clínicas. Estos
pueden ser: endógeno (aquel que no tiene evidencia de que haya sido importado,
es autóctono del sitio y por la vía de inoculación normal del parásito), inducido
(aquel que ha sido inoculado por alguna forma parenteral que no sea por la
picadura del mosquito), importado (caso diagnósticado fuera del área donde
ocurrió la infección), introducido (caso ocurrido localmente a partir de un caso
importado) o reactivado (por activación de hipnozoitos en la sangre, característico
de los géneros P.vivax y P. ovale.12,13

La prevalencia de malaria es proporción de una población que se encuentra


infectada de malaria en un periodo de tiempo específico. La epidemia es cuando
ocurren más casos de los esperados en un determinado lugar y en un
determinado tiempo. La endemia es una zona donde se ha evidenciado incidencia
considerable de casos con la transmisión por mosquitos durante una sucesión de
años El nivel de endemicidad es el grado de transmisión dentro de un área
específica, según esto se puede clasificar una zona como: hipoendémica (0-10%),
mesoendémica (10-50%), hiperendémica (>50%) y holoendémica (>75%)13

Una zona malárica es una región en la cual ha ocurrido la presencia de malaria


durante los años anteriores (>3 años). Dentro de estas zonas pueden existir los
focos de malarias que son aquellas áreas situadas en una zona malárica que
posee factores epidemiológicos y ecológicos para la transmisión de la
enfermedad, estos focos pueden ser endémicos, residuales (activos o no) o
nuevos. 13

HISTORIA

En el año 1880 Charles Louis Alphonse Laveran, cirujano de la armada francesa,


fue el primero en notar el parasito en la sangre de un paciente que sufría de
malaria. Para este momento el parasito fue denominado Oscillaria debido a sus
movimientos; gracias a este descubrimiento Laveran gana el premio nobel en
1907. En 1886, Camilo Golgi, un neurofisiólogo italiano, estableció que existían al
menos, dos formas de la enfermedad, una con periodicidad terciana y una con
periodicidad cuartana. También observo que la fiebre coincidía con la ruptura y
liberación de los merozoitos en la corriente sanguínea. En 1890, los investigadores
Giovanni Grassi y Raimondo Filetti, fueron los primeros en introducir los nombres
Plasmodium vivax y P. malariae para dos de los parásitos que afectan humanos.
En América, William H. Welch, en 1897, llamó al parásito de la malaria terciana
maligna, P. falciparum. En 1922, Jhon William Watson Stephens describió el
cuarto parásito de la malaria humana, P. ovale. No fue hasta 1897, que Ronald
Ross, demuestra que los parasitos de la malaria pueden ser transmitidos de
pacientes infectados por mosquitos, necesitándose un ciclo esporogónico (periodo
durante el cual el parasito se desarrolla en el mosquito).15

EPIDEMIOLOGÍA

La malaria es transmitida en regiones tropicales y subtropicales y su presencia en


determinadas regiones depende principalmente de factores climáticos como
temperatura, precipitaciones y humedad donde: los mosquitos Anopheles puedan
sobrevivir y multiplicarse y donde los parásitos pueden completar su ciclo evolutivo
en los mosquitos, la transmisión no ocurre: en elevadas altitudes, durante
estaciones frías, en desiertos. La malaria es uno de los problemas más severos de
salud pública en todo el mundo. Es la cuarta causa de muerte en niños por debajo
de los 5 años. De acuerdo al reporte de la OMS del 2018: se estimaron alrededor
de 219 millones de casos de malaria y 435.000 fallecidos por la misma en el 2017.
Los datos del período 2015 al 2017 destacan que no se lograron avances
significativos en la reducción de los casos de paludismo en este plazo. 14,8

La mayoría de los casos de malaria en 2017 fueron en la Región de África (200


millones o 92%), seguidos por la Región de Asia Sudoriental (5%) y la Región del
Mediterráneo Oriental (2%). Cinco países representaron casi la mitad de los casos
de malaria en todo el mundo: Nigeria (25%), República Democrática del Congo
(11%), Mozambique (5%), India (4%) y Uganda (4%). La tasa de incidencia de
malaria a nivel mundial disminuyó entre 2010 y 2017, de 72 a 59 casos por cada
1000 personas en riesgo. Si bien esto representa una reducción del 18% durante
éste período, de casos por cada 1000 personas en riesgo se ha mantenido en 59
en los últimos tres años. Según los reportes del 2017, P. falciparum es el parásito
de la malaria más prevalente en la Región de África, representando el 99,7% de
los casos estimados de malaria en 2017, así como en las Regiones del Sudeste
Asiático (62.8%), Mediterráneo Oriental (69%) y Pacífico Occidental (71,9%). P.
vivax es el parásito predominante en la Región de las Américas, representando el
74,1% de los casos de malaria. 14,8

En la Región de África, la tasa de incidencia de malaria se mantuvo en 219 casos


por cada 1000 personas en riesgo por segundo año consecutivo. En los países
endémicos de África, el paludismo representa un 25–35% de las consultas
ambulatorias, un 20–45% de los ingresos en hospitales y un 15–35% de las
defunciones en hospitales, lo que supone una carga muy importante para sistemas
de atención de salud que ya son frágiles. La sinergia del paludismo y el VIH/SIDA
contribuye a la morbilidad y la mortalidad en las zonas de alta prevalencia de estas
dos infecciones, como es el caso del África subsahariana. 14,8

Todas las regiones, excepto las Américas, registraron reducciones en la


mortalidad en 2017 en comparación con 2010. La Región de las Américas observó
un aumento de casos, en gran parte debido a los aumentos en la transmisión de la
malaria en Brasil, Nicaragua y Venezuela. De los 21 países donde ocurre
transmisión de la malaria, 11 son de América del Sur: Argentina, Bolivia, Brasil,
Colombia, Ecuador, Guyana Francesa, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam y
Venezuela; el riesgo mayor de transmisión se observó en la subregión que abarca
la Guayana Francesa, Guyana y Suriname.

A pesar de la disminución del número de casos a nivel latinoamericano en la


última década, con la notable excepción de Venezuela que ha experimentado un
alarmante aumento en los últimos años. Las entidades del territorio venezolano
que aportan el mayor número de casos son: Bolívar, Territorio Federal Amazonas,
Sucre, Delta Amacuro, Zulia, Barinas, Apure y Anzoátegui. Los tres primeros
estados concentran el 91.5% de toda la morbilidad por paludismo en Venezuela.
Llama la atención que el Edo. Sucre está sobrepasando al Edo. Bolívar en número
de casos. A nivel nacional se ha observado que el mayor número de casos según
el sexo se encuentra un 66% en el sexo masculino y un 34% en el femenino, entre
las edades más afectadas, independientemente del sexo, es entre los 10 y 49
años siendo el pico etario entre los 20-29 años. Los casos de malaria por P.
falciparum están restringidos a los Edos. Bolívar y Amazonas. El P. malariae es
solo observado actualmente en forma ocasional en poblaciones amerindias
aisladas del Edo. Amazonas. En el estado Zulia según reportes del servicio de
Malariologia el 98% correspondieron a infecciones por P. vivax y el 2%
correspondieron a infecciones por P. falciparum, sin reportes debidos a
infecciones mixtas u otras especies. 14,8, 5

FOCOS ENDEMICOS VENEZOLANOS

La transmisión malárica en Venezuela se ubica en tres áreas endémicas: foco


oriental (estados Monagas, Sucre, Anzoátegui y occidente de Delta Amacuro), por
el Anopheles emilianus o acuasalis como vector responsable; foco occidental
(estados Barinas, Mérida, Portuguesa, occidente de Apure, Yaracuy, Zulia, Trujillo
y Táchira) con el Anopheles nuñeztovari (de comportamiento exofítico) y el foco
meridional (estados Bolívar, Amazonas, Oriente y Sur de Delta Amacuro y Oriente
de Apure) con el Anopheles darlingi como vector relevante. 1

Para el año 2016, según el reporte del Ministerio del Poder Popular Para la Salud
de Venezuela, se encontraban en estado de epidemia 13 estados, siendo el Zulia
el 6to en importancia mostrando además un aumento de más de 500 casos con
respecto al año 2015. En este estado, los municipios más afectados son en orden
de importancia: Machiques de Perijá (parroquia Libertad), Mara (Parroquia
Monseñor Marcos Godoy), Sucre (Parroquia El Batey), Jesús María Semprún
(Parroquia Barí), Páez (Parroquia Alta Guajira). Además, en el Zulia el municipio
Machiques de Perijá reporta un Índice Parasitario Anual (IPA) alto (10-50%).5

FISIOPATOLOGÍA

Los plasmodios inducen numerosos mecanismos patógenos, incluyendo alteración


de las propiedades mecánicas de los eritrocitos, hiperesplenismo secundario,
cambios en la producción de citocinas y liberación de subproductos de la actividad
metabólica del parásito. La presencia del plasmodio en el interior del eritrocito
hace que la membrana celular sea más rígida y propensa a roturas, lo que
conduce a una mayor captación esplénica de los hematíes parasitados y termina
ocasionando anemia. El aumento de la actividad esplénica que ocurre como
consecuencia explica la esplenomegalia vista en estos enfermos y tiende a causar
plaquetopenia debido a un mayor secuestro de plaquetas. 16

Por su parte, las citocinas proinflamatorias liberadas en respuesta a la infección


ejercen un efecto supresor sobre la hematopoyesis, agravando así la anemia
característica de estos enfermos. El parásito obtiene energía mediante glucólisis
anaerobia que acumula ácido láctico, lo que ocasiona acidosis láctica e
hipoglucemia. 16

Tras invadir un eritrocito, el parasito en crecimiento consume y degrada de manera


progresiva las proteínas intracelulares, sobre todo la hemoglobina. El grupo hemo,
potencialmente toxico, es destoxificado por la cristalización mediada por lípidos,
hasta la forma de hemozoína biológicamente inerte (pigmento palúdico). Además,
el parasito altera la membrana del eritrocito al modificar sus propiedades de
transporte, exponer antígenos de superficie e insertar nuevas proteínas
procedentes del propio parasito. 17

En comparación con los restantes plasmodios, P. falciparum posee algunas


propiedades patogénicas únicas que explican la mayor gravedad de la infección
causada por este agente: P. falciparum induce la formación de puntos de adhesión
(sticky knobs) en la membrana eritrocitaria, que se fijan a receptores endoteliales
de capilares y vénulas y forman rosetas eritrocitarias con eritrocitos no infectados.
Los procesos de citoadherencia, formación de rosetas y aglutinación, son
fundamentales en la patogenia del paludismo por P. falciparum. Provocan el
secuestro de eritrocitos que contienen formas maduras del parásito en órganos
vitales (en especial el cerebro), donde interfieren con el flujo en la microcirculación
y con el metabolismo. En consecuencia, en el paludismo por P. falciparum sólo se
observan en sangre periférica las formas en anillo más jóvenes de los parásitos
asexuados, lo cual causa que se subestime el número de parásitos (cuando se
mide la parasitemia) en el organismo. En los otros paludismos humanos
“benignos” no se produce secuestro y en los frotis de sangre periférica son
evidentes todas las fases del desarrollo del parasito. 16, 17

Es relevante destacar, que cada especie tiene preferencia por un tipo de eritrocitos
en particular, por ejemplo, P. vivax y P. ovale tienen preferencia por los eritrocitos
jóvenes, mientras que P. malariae por los eritrocitos viejos, y causan un nivel de
parasitemia que pocas veces supera 2%. P. falciparum no hace distinción alguna,
y se puede acompañar de niveles muy altos de parasitemia. 17

MANIFESTACIONES CLINICAS

La presentación clínica inicial es inespecífica y puede ser difícil el reconocimiento


de la misma. Entre los signos y síntomas más frecuentes se encuentran: fiebre,
cefalea, artromialgias, náuseas, vómitos y esplenomegalia. Puede acompañarse
de dolor abdominal, diarrea, tos, astenia y, en casos graves, un rápido deterioro
clínico con disnea, coma, crisis comiciales, ictericia, hemorragias, shock y
finalmente la muerte si no se instaura un tratamiento precoz. Cabe destacar que
los pacientes que han padecido malaria previamente, así como las personas que
han habitado en zonas altamente endémicas presentan cierta semiinmunidad que
les protege frente a episodios graves, por lo que pueden permanecer
asintomáticos. 18, 19

Malaria grave: P. falciparum produce la mayor parte de los cuadros graves y


muertes; con menos frecuencia P. vivax y P. knowlesi, que tiene el ciclo eritrocítico
más corto de 24h. Sus manifestaciones son similares a una sepsis con disfunción
de múltiples órganos, aunque su fisiopatología es diferente. En adultos es más
frecuente la afectación renal, hepática o pulmonar. En niños, los casos graves se
presentan más a menudo como malaria cerebral, anemia grave, hipoglucemia,
acidosis o complicada con sobreinfecciones bacterianas. Otra complicación
esporádica y grave es la rotura de bazo. Los grupos de especial riesgo para sufrir
malaria grave son las mujeres embarazadas, los niños, los pacientes
inmunodeprimidos o los viajeros no semiinmunes. 18

DIAGNÓSTICO
Hoy en día para facilitar el diagnóstico de la patología se han establecido
algoritmos con una serie de pasos a seguir 20:

1° Valorar si todo paciente con fiebre ha visitado zonas endémicas.

2° Evalúa si se dispone de técnicas microscópicas o pruebas de diagnóstico


rápido, en caso de no poseer se debe derivar al paciente a un centro de atención
con pruebas diagnósticas

3° En caso de ser positiva al identificar la sub-especie involucrada, mediante la


clínica, los criterios de gravedad y parasitemia podemos generar el esquema de
tratamiento de acuerdo al algoritmo.

4° En caso de ser negativa y tener sospecha diagnostica alta se debe repetir la


prueba cada 8 a 12 horas.

5° En caso de ser negativa y tener sospechas diagnosticas baja, se deben evaluar


diagnósticos alternativos.

La gota gruesa seguida de la extensión sanguínea sigue siendo la prueba de


diagnóstico principal, en caso de no disponer de la posibilidad de realizar una gota
gruesa, se puede utilizar un test de diagnóstico rápido (TDR o PDR) como prueba
inicial de cribado. Es importante hacer énfasis que la prueba de diagnóstico rápido
no se debe usar para evaluar la evolución y seguimiento del paciente. 20, 13

Gota gruesa: El examen microscópico de la gota gruesa, requiere microscopistas


expertos y un estricto control de calidad, permite detectar densidades de hasta 5-
20 parásitos/μl (0,0001%), evaluar el estadio de los parásitos circulantes
(trofozoítos, esquizontes, gametocitos) y la respuesta al tratamiento. La
identificación de la especie infectante es difícil en la gota gruesa, por lo que se
debe realizar la extensión sanguínea. 20

Frotis o Extensión Fina: Esta técnica es 30 veces menos sensible que la gota
gruesa y no debe emplearse de forma aislada en el diagnóstico de la malaria. Por
el contrario, es más específica que la gota gruesa, ya que permite identificar con
más facilidad la especie infectante y las parasitaciones mixtas. 20

Se recomienda cuantificar la parasitemia (habitualmente expresada como número


de parásitos por micro-litro de sangre o como porcentaje de hematíes
parasitados), dicho estudio de la parasitemia tras recibir el tratamiento permite
monitorizar la respuesta al tratamiento y la aparición de resistencias. 20

Prueba de Diagnostico Rápida: Se basan en la detección rápida de antígenos


parasitarios especie-específicos o comunes a todas las especies de plasmodium.
Las pruebas de última generación permiten la diferenciación de especie,
discriminando adecuadamente entre una infección por P.falciparum o P.vivax, pero
no de las otras especies. Su rendimiento disminuye en presencia de bajas
parasitemias. 20

Pruebas de Biología Molecular (PCR) es útil como prueba confirmatoria de


especie, en el caso de parasitemias mixtas, parasitemias sub-microscópicas, o en
el caso de sospecha de infección por P.knowlesi., sin embargo, estas técnicas
conllevan un tiempo de respuesta largo (entre 6 y 24h), su coste es elevado y
quedan normalmente restringidas a laboratorios centrales o de referencia. 20

TRATAMIENTO

De acuerdo al ciclo evolutivo del parasito el tratamiento farmacológico de la


malaria presenta dos grandes campo, el tratamiento clínico o cura clínica el cual
elimina las formas asexuadas del parasito a nivel sanguíneo mejorando así la
clínica del paciente, mas no genera una cura definitiva o radical por lo tanto dentro
de los esquemas de tratamiento también deben administrarse fármacos que
eliminen las formas evolutivas tisulares. El tratamiento adecuado de la malaria
varía de acuerdo a la sub-especie infectante, el estado del paciente, criterios de
gravedad y la parasitemia. 20
2.3 Cuadro de Variables

VARIABLES DIMENSIONES INDICADORES

Clínica
Diagnóstico Gota Gruesa
confirmado de
Prueba Rápida
ANÁLISIS Malaria
EPIDEMIOLÒGICO DE PCR
MALARIA EN CASOS P. vivax
REPORTADOS ENTRE P. falciparum
EL 2013-2018 DEL Malaria Especies más
ESTADO ZULIA prevalentes P. ovale
P. malariae
Edad
Sexo
Epidemiología
Localidad
(Municipio –
Sector)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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col. Revista Informe Médico. 2014. Vol.16, Nº2, 51-57
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Tropical e Infecciones del viajero I. 1era edición. 20011. Consejo de Desarrollo
Científico y Humanístico. Universidad Central de Venezuela. Pág.: 175-221.
Caracas.
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4Perfil epidemiológico de las enfermedades infecciosas en Venezuela. L. Chacín-
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5Boletín Epidemiológico. Ministerio del Poder Popular Para la Salud – Gobierno
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6Reporte Sumario de la Situación de Malaria en Venezuela. Sociedad Venezolana
de Salud Pública, Red Defendamos la Epidemiología Nacional, Sociedad
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7
The current syndemic in Venezuela: Measles, malaria and more co-infections
coupled with a breakdown of social and healthcare infrastructure. Quo vadis?.
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