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HISTORIA TECNOLOGICA DE LAS TURBINAS

I. Historia de las turbinas hidráulicas.-


Los motores hidráulicos precursores de las turbinas son las ruedas hidráulicas.
Estas ruedas giraban por la acción del agua (generalmente por gravedad), y su
energía se empleaba para elevar agua o mover molinos cuya finalidad
fundamental era la de moler el grano de los cereales. Llegaron a alcanzarse
buenos rendimientos, de hasta el 80 %; pero tenía el inconveniente de los
pequeños caudales que utilizables y de las pequeñas alturas no superiores al
diámetro de la rueda que obviamente tenía una limitación.
Sus orígenes se centran, coincidiendo los estudiosos más comprometidos con el
tema, en el Mediterráneo oriental. Estrabón cita ya ruedas elevadoras en el río
Nilo. En Egipto se han encontrado arcaduces (recipientes cerámicos para recoger
el agua) semejantes a los de las norias, fechados en una o dos centurias antes de
Cristo. Se conoce que Siria tenía ruedas hidráulicas en la época Imperial. En el
libro Pneumática, que se atribuye a Filón de Bizancio (300-200 a.c) son tratados
aparatos para sacar agua, y Vitrubio (de origen Romano), en su libro
Arquitectura, habla de cuatro tipos de aparatos elevadores de agua, entre ellos la
noria, y distingue las impelidas por una corriente superior y las impelidas por
una corriente inferior.
Desde mediados del siglo XIX, y con los avances de la técnica, que permitieron
crear motores hidráulicos más potentes, que pudieran aprovechar mayores
alturas y/o caudales. Aparece la turbina, en la que la energía potencial del agua
se transforma previamente en energía cinética que luego es cedida al rodete.
Una mayor velocidad del agua a su paso por la maquina reduce las secciones por
lo que se puede producir potencias importantes con dimensiones relativamente
pequeñas de la máquina.
En el imperio romano ya existían este tipo de máquinas, en la actual Túnez se
encontraron dos de estas máquinas que datan del III o IV siglo d.C. Se
encontraban en la parte inferior de un pozo circular y tenía cuchillas angulosas.
En los tiempos modernos el primero en crear una fue Johann Segner a mediados
del siglo XVIII en el imperio austrohúngaro, fue la precursora de las turbinas
que vendrían más tarde y aún se siguen utilizando para diversos trabajos. Se
considera a James Francis el inventor de la turbina moderna ya que mejoró las
turbinas precedentes y llegó a conseguir una eficiencia de más del 90 por ciento.
Su modelo es de flujo radial ya que el agua fluye desde el exterior de la
circunferencia hacia el centro.
II. Benoît Fourneyron.-
En 1821, la sociedad de forjas de Pourtalés le encargó instalar, en Pont-sur-
l'Ognon, una fábrica de chapa y de hojalata por el método inglés. Las
laminadoras se instalaron en menos de once meses. Esta fábrica recibía la
energía de ruedas hidráulicas de rendimiento mediocre: en la Escuela de Minas,
había sido alumno de Burdin, que había tratado de lograr lo que él llamaba
turbinas, es decir, ruedas hidráulicas sumergidas en rotación alrededor de un eje
horizontal, vertical o inclinada, que produjera el máximo de efecto del agua.
Hacia 1827, fijó su primera oficina de diseño en Besançon y luego en 1836 en
Niederbronn y, finalmente, en 1838, en París, en la rue de Trévise. Comenzó a
instalar turbinas en Augsburg, fue recibido con todos los honores en Munich, se
encontró con Metternich en Viena, montó hilaturas en Trieste, en Venecia y en
Milán. En 1850, decidió crear su propia fábrica para experimentar y construir
máquinas, tanto motores hidráulicos como motores de vapor y eligió la ciudad
de Chambon-Feugerolles para asentarse. Acondicionó la caída de agua en las
orillas del Valchérie como laboratorio de ensayos y después añadió una pequeña
fundición y una sala de máquinas. Confió la fábrica a sus dos sobrinos.
III. Turbina Hélice.-
Una turbina hélice es una turbina hidráulica con álabes fijos del rotor - al
contrario a una turbina Kaplan con álabes del rotor ajustables. El desarrollo de la
turbina hélice aumentó con el desarrollo electrotécnico que permite la
adaptación de la energía generado mediante la tecnología de inversión
electrónica.
El objetivo de una turbina hélice es la producción de energía eléctrica por
transmisión de energía potencial de un flujo. Como todas las turbinas hidráulicas
la turbina hélice consiste de una corona directriz con álabes directrices y un
rotor. Dependiente del flujo se puede realizar la turbina hélice con regulación
simple (ajustación de álabes directrices) o doble (ajustación de álabes directrices
y de velocidad de giro del rotor).
El rotor de una turbina hélice tiene 3-5 álabes conectados fijos al eje del rotor.
Según la teoría de flujo de un álabe hay un flujo ideal para la eficiencia ideal de
un álabe. Como el flujo y altura de caída del agua que entra la turbina no es
constante se deben ajustar los álabes del rotor al flujo real. El flujo real se
caracteriza por la presión (energía potencial) y la velocidad (energía cinética)
que varían según el volumen del río, los tiempos o la regulación de presas río
abajo. Para maximizar la eficiencia de la turbina se adapta el giro de rotación del
rotor a la característica del flujo.
El principio de regulación de una turbina Kaplan es el ajuste de los álabes del
rotor (regulación mecánica). La turbina hélice suministra potencia aún con poca
velocidad de giro.

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