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2018

Trabajo Práctico:
Pensamiento nazista o
nacionalsocialista
Alumnas: Milena Delgado, Iara Barragán,
Martina Ferrari, Sofia Correa y Ailén Díaz
Proyecto: Defensa de pensamientos totalitaristas Construcción de la
ciudadanía

Milena Delgado, Iara Barragán, Sofia Correa, Martina Ferrari, Ailén Díaz
Instituto Nuestra Señora de Fátima
09/05/2018
En este trabajo vamos a tocar los siguientes puntos como
características principales o legados que dejo el nazismo
durante su gobierno en Alemania:

Un Estado con un solo partido


Racismo y Holocausto
Militarización del país
Control estatal de la economía
Control de la educación
Control de los medios masivos de comunicación

Un Estado con un solo partido

La Alemania Nazi era un estado con un solo partido. Únicamente el Partido Nacional Socialista
era legalmente reconocido.

El partido Nazi fue avalado por la ley como el encargado de proteger


los ideales del Estado Alemán. Su emblema (la esvástica) era el
emblema del estado y su líder era el jefe de estado.

Numerosos poderes fueron transferidos a las organizaciones del


partido, como el derecho de los consejeros municipales de congregarse, la selección de los
jurados y miembros de las mesas directivas de las instituciones educativas, la investigación de
los antecedentes de las personas, y el acceso a cualquier asunto del estado.

También se basaban en el principio de que solo existía un líder responsable –de forma directa
o indirecta- por la vida y el comportamiento de todos los individuos del estado. Este líder
supremo era Adolf Hitler.

Racismo

Siendo este el punto más polémico, nos encontramos con el racismo hacia las poblaciones
judías, negras y gitanas, considerando a los judíos como una raza. Este racismo llevo al
gobierno nazista a llevar a cabo la persecución de estos grupos llamándolos así a este
proyecto de eliminación “Solución Final” o como lo llamaban los judíos: “Shoá” (La catástrofe)
o más conocido popularmente como “El Holocausto”.

Lo que les hizo realizar esta persecución fue la idea de que un ser perfecto debía ser un clásico
alemán, rubio, de piel blanca y ojos claros, creyendo que la especie humana se clasificaba en
razas diferenciadas en gustos, culturas, pensamientos, físico, creatividad, gustos y
organización. Adoptaron así la visión darwinista donde solo el más apto sobrevivía,
considerando a su vez que cada raza debía luchar para subsistir en su propio territorio ya sea
agrandándolo para reproducirse en su raza sin mezclarse con otros, teniendo ellos el derecho
a sojuzgar y exterminar a los demás con una visión de que ellos serían quienes dominarían el
mundo.

Fragmento del Weltanschauung (concepción del mundo)

…una ideología o Weltanschauung [concepción del mundo] milenarista que proclamaba que
«el judío» constituía el origen de todos los males, en especial del internacionalismo, el
pacifismo, la democracia y el marxismo, y que era el responsable del surgimiento del
cristianismo, la Ilustración y la masonería. Se estigmatizaba a los judíos como «un fermento
de descomposición», desorden, caos y «degeneración racial», y se los identificaba con la
fragmentación interna de la civilización urbana, el ácido disolvente del racionalismo crítico
y la relajación moral; se hallaban detrás del «cosmopolitismo desarraigado» del capital
internacional y de la amenaza de la revolución mundial. Eran el Weltfeind (el «enemigo
mundial») contra el cual el nacionalsocialismo definió su propia y grandiosa utopía racista
de un Reich que duraría mil años.

Asimismo, los germánicos consideraban como “parásitos” de una forma más dura, esas otras
razas las cuales se aprovechaban de su sistema para luego reemplazarlo, ese pensamiento era
tan claro para ellos que el 14 de julio de 1933 declararon la Ley de Pureza Racial.

También, regulaban las enfermedades “hereditarias” tanto como en discapacitados físicos o


mentales, llegando al punto de esterilizarlos contra su voluntad.

Para aniquilar estas razas enemigas se usaron métodos de fusilamientos, asfixio por cámaras
de gas, ahorcamientos, trabajo forzado y hambre en campos de concentración existiendo 9
campos de exterminio, los seis principales en Alemania donde asesinaban y torturaban a los
capturados.

Llevaron a cabo también experimentos médicos causando muertes y torturas con la finalidad
de descubrir capacidades en los humanos para determinar por ejemplo: cuánto tiempo puede
vivir un humano sin comer, o temas relacionados con la hipotermia. Datos que en el futuro
actual se usarían para distintas enfermedades.

En el caso de los homosexuales, ese pensamiento provocaba que no se pudieran reproducir


por lo que no se podía respetar la idea de reproducirse para mantener la raza aria
considerándolo una prueba de generación racial por vicio de unos individuos que se
propagaría a otros. Es por esto, que las autoridades tuvieron que usar todos los medios para
extinguirlos a esos pensamientos o libertades, incluso esterilizándolos para que no siga esa
excitación y en caso contrario, los condenaban a encerrarlos en la cárcel.
Control masivo de la comunicación

Adolf Hitler había comprobado los efectos que produjo el bombardeo propagandístico
durante la Primera Guerra Mundial. Durante esos años, mantenía la firme convicción de que la
propaganda poseía una enorme capacidad persuasiva y movilizadora. Hitler fue un amplio
conocedor de unas técnicas, que, por otra parte, se encontraban ya definidas teóricamente
desde la primera gran guerra. No solo la empleó como medio para conseguir sus propios
objetivos, sino que, aún más, baso toda su estandarte estratégico en la propaganda.

La propaganda política nace como arma ideológica con la Revolución Rusa, el nuevo estado
comunista recurrió a esta forma para controlar a las masas introduciéndoles sus ideologías
con mensajes subliminales. De esta forma, los nazis usaron la propaganda como “nueva arma”
para convencer al pueblo, llegar a él, e imponer su visión. Así, crearon la censura, donde las
cosas que encontraban y no querían que se expusieran al público por no cumplir su ideología
o no promoverla, haciendo que no sea exhibida a la hora de presentarla.

También se hizo una lista de los libros y revistas que estaban permitidos leer, muchos de los
prohibidos eran de pensamientos liberales o distintos a sus ideas. Asimismo con las películas,
diarios y noticias.

Se basaron así en distintos principios entre los que estaban los siguientes:

Principio de simplificación del enemigo único: adoptar una idea única, un único
símbolo, individualizar al adversario en un único enemigo.
Principio del método de contagio: reunir a todos en una sola categoría o individuo.
Principio de la transposición: “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que
las distraigan”.
Principio de la exageración y desfiguración: convertir cualquier anécdota en una
amenaza grave por pequeña que sea.
Principio de la vulgarización: toda propaganda debe ser popular.
Principio de orquestación: la propaganda debe limitarse a un número pequeño de
ideas y repetirlas incansablemente y presentarla desde distintas perspectivas sobre el
mismo concepto.

“Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”

Frase popular que surge de este concepto

Principio de renovación: emitir constantemente las informaciones y argumentos


nuevos.
Principio de la verosimilitud: Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a
través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.
Principio de la silenciación: disimular las cuestiones sin argumento o
contraprogramarlos.
Principio de la transfusión: toda propaganda opera siempre a partir de un sustrato
preexistente.

Control estatal de la economía

Luego de tomar el poder, el ministro nazi de economía Hijalmar Scracht desarrollo una
política de gasto, especialmente, destinado a obras públicas, cómo la construcción de
autopistas. Asimismo, redujo el déficit presupuestario y luchó contra la inflación por medio de
los denominados <Bonos Mefo>, una circulación monetaria paralela, con los cuales el Estado
pagaba a las empresas. Este sistema sirvió para financiar el rearme con solo un millón de
Reichsmarks (moneda utilizada oficialmente durante esta época de gobierno nazi)

Luego, una política de obras públicas y de desarrollo del sector industrial militar, la economía
se empezó a recuperar. Para 1938, el desempleo había desaparecido e incluso faltaban
trabajadores para cubrir los puestos de trabajo disponibles, sin embargo, Hitler tuvo muchas
deudas públicas de las que le costó recuperarse.

A su vez, ellos intentaron poner un sistema de modelo autárquico, pero no tenían la materia
prima suficiente, por lo que les compraron esas materias a otros países por medio de alianzas
económicas.

Al principio de su carrera política, Adolf Hitler consideraba que los asuntos económicos eran
relativamente poco importantes. En 1922, Hitler afirmó que «la historia mundial nos enseña
que ningún pueblo se ha convertido en grande a través de su economía, pero un pueblo puede
perecer por ella» y, más tarde, concluyó que «la economía es algo de importancia secundaria».
Hitler y los nazis tenían una concepción muy idealista de la historia, la cual sostenía que los
acontecimientos humanos son guiados por un pequeño número de individuos excepcionales
que siguen un ideal más alto. Creían que todas las preocupaciones económicas, al ser
puramente materiales, no merecían su consideración. Hitler incluso llegó a culpar a todos los
gobiernos alemanes previos desde Bismarck por haber «subyugado la nación al materialismo»
al incidir más en el desarrollo económico que en la expansión por medio de la guerra.

Por estas razones, los nazis nunca tuvieron un programa económico claramente definido. El
«Programa de 25 puntos» del Partido, adoptado en 1920, mencionaba varias demandas
económicas, que incluían la «supresión de todos los ingresos no generados por trabajo», «la
confiscación implacable de todos los beneficios de guerra», «la nacionalización de todos los
negocios que se han formado en empresas», «la participación de los beneficios en las grandes
empresas», «el amplio desarrollo de seguros para la vejez» y una «reforma agraria adecuada a
nuestras necesidades nacionales»; sin embargo, ha sido cuestionado el grado en que los nazis
apoyaron este programa en años posteriores. En los años 1920, se realizaron varios intentos
por cambiar el programa o reemplazarlo por completo. Así, en 1924, Gottfried Feder propuso
un nuevo programa de 39 puntos que mantenía algunos, reemplazaba otros y añadía muchos
puntos completamente nuevos. Hitler se negó a permitir cualquier discusión del programa
después de 1925, aparentemente, debido a que no era necesaria ninguna discusión puesto que
el programa era «inviolable» y no necesitaba ningún cambio. Al mismo tiempo, Hitler nunca
expresó apoyo público por el programa y muchos historiadores sostienen que, en privado, se
oponía a él. Hitler no mencionó ninguno de los puntos del programa en su libro Mein Kampf y
solo hablaba de él de paso como «el denominado programa del movimiento».

La visión de Hitler sobre la economía, más allá de su previa creencia de que la economía era
de importancia secundaria, es debatida. Por una parte, en uno de sus discursos, proclamó que
«somos socialistas, somos enemigos del actual sistema económico capitalista»; pero fue claro
en destacar que su interpretación del socialismo «no tenía nada que ver con el socialismo
marxista», ya que «el marxismo está en contra de la propiedad; el verdadero socialismo no lo
está». Posteriormente, Hitler dijo « ¡Socialismo! Es una palabra por completo desafortunada
[...] ¿Qué significa realmente socialismo? Si la gente tiene algo que comer y sus placeres,
entonces tienen su socialismo». En privado, Hitler afirmó que «insisto absolutamente en
proteger la propiedad privada [...] debemos promover la iniciativa privada». En otra ocasión,
dijo que el gobierno debía tener el poder para regular el uso de la propiedad privada para el
bien de la nación. Hitler creía que la falta de un programa económico preciso era una de las
fortalezas del Partido nazi, al sostener que «la característica básica de nuestra teoría
económica es que no tenemos ninguna teoría». Si bien no adoptó una corriente económica
específica, Hitler empleó temas antisemitas para atacar los sistemas económicos de otros
países, al asociar a los judíos tanto con el comunismo (bolcheviques judíos) como con el
capitalismo, a los cuales se opuso por igual. Hitler también pensaba que los individuos dentro
de una nación luchan entre sí por la supervivencia y tal competencia despiadada es buena
para la salud de la nación, ya que promueve a los «individuos superiores» a las posiciones más
altas en la sociedad.

Control de la educación

En tiempos del nazismo se dejó de ver a la persona como un niño pero no se le daba un status
o trabajo de adulto. Sin embargo, a partir de la regulación del acceso al mercado laboral, del
establecimiento de un período de educación obligatorio, de la creación de ejércitos nacionales
y de la regulación del derecho a voto se favoreció el desarrollo de la juventud como un grupo
social definido.

Durante aquellos años, la programación tanto de actuaciones como de publicaciones o


discursos políticos iban a ir dirigidos, en su mayoría, a captar jóvenes desencantándose de la
posguerra que buscaban nuevos caminos y soluciones. Habían escarmentado y abandonado,
casi por completo, los valores sociales tradicionales defendidos por sus mayores que habían
sido aplastados por la Primera Guerra Mundial. Esta crisis ideológica y social comenzó a
manifestarse a partir de 1919.

Por supuesto, el factor clave en el moldeamiento de los jóvenes fue el control del sistema
educativo. Se creó un instrumento de regulación social para moldear a las juventudes
dependiendo del objetivo que en ese momento persiguiera el gobierno. Los nazis estaban tan
obsesionados con el control que crearon el Servicio de Patrulla de la Juventud Hitleriana para
vigilar y combatir tanto la delincuencia como la mala conducta de los adolescentes. Como
vemos utilizaban también a los jóvenes como un mecanismo de control y de guía para con sus
iguales. Para Hitler el destino estaba en manos de la sangre de la raza, los jóvenes
encontrarían la felicidad plena cuando adquiriesen conciencia de que era la sangre nórdica
(alemana), única y exclusivamente, la que creaba unión entre los distintos individuos,
formando así un sentimientos de comunidad. Este declive del individualismo hizo su aparición
en la educación.

“El chico alemán del futuro debe de ser delgado y flexible, rápido como un galgo, resistente
como el cuero y duro como el acero. Debemos de educar un nuevo tipo de ser humano;
hombres y mujeres absolutamente disciplinados y saludables. Nos hemos comprometido a
dar al pueblo alemán una educación que comienza en la infancia y nunca termina”

Discurso de Adolf Hitler en 1934.

Después del acenso de Hitler al poder en 1933, el sistema educativo alemán incorporó la
ideología nazi, especialmente en los niveles más bajos pero manteniendo la estructura del
sistema reformado en la República de Weimar (1919-1933) que pregonaba la universalidad y
la gratitud.

También establecieron los principios básicos de la nueva escuela el día 9 de mayo de 1933 en
el “Diario de los profesores alemanes”. En éste se destacaba qué se debía enseñar: la vida es
una lucha constante donde la raza y la sangre son primordiales, la importancia del coraje en la
batalla, y el sacrificio del individuo por un fin superior, la admiración por el liderazgo del líder
y el odio a los enemigos de Alemania. Para incorporar estos principios, la escuela debió
renovar el plantel docente. Se requerían profesores fieles a la ideología y así incorporarla en
las escuelas. Dentro de esta renovación, se puede asociar la quema de libros, la depuración de
las bibliotecas y los rescritos cargados de la ideología del régimen. Además, el nazismo
promovía la idea de protección ambiental, concientizando al pueblo de su valor.

Militarización del país

Si bien se habló de algunas cosas en los otros puntos de esta militarización, lo que indujo a
Alemania a aplicar este sistema es porque estaba pasando por una crisis económica, llevando
en ella gran pobreza en cuanto a empleos y también con problemas de seguridad y huelgas
descontroladas. Al asumir el nazismo como forma de gobierno se implementó en 1935 la
economía de guerra, este cambio combino los sistemas militares anteriores con el actual.
Introdujo así el sistema de medios militarizados para reducir el desempleo en la Alemania
nazista, haciendo que los desempleados trabajaran en obras públicas o para el ejército
implementando nuevas tecnología en armas. Además empezaron a controlar más seriamente
la sociedad, con recorridos por la ciudad.

Algo muy importante que se implementó con este sistema fue que se creó una predecesión de
lo que actualmente se llaman los “Boy Scouts”, creando un grupo de jóvenes donde se los
reunía en grupos para educarlos respecto a lo militar, conociendo el ambiente que los rodeaba
y con un buen físico y salud, ser organizados y respetuosos hacia sus mayores, y demás puntos
tocados en estos grupos de aprendizaje. Así, indujeron a los jóvenes alemanes a este sistema
militar.

Se empezó también con este gobierno la organización y sistema de los


Schutzstaffel (representado con dos runas armanen –símbolo ocultistas y
místicos del paganismo germánico-) que era un grupo militar, político,
penitenciario y de seguridad al servicio del partido nazi y de Hitler. Se
encargaban de organizar todo el trabajo de seguridad, de persecución de los
grupos no aceptados en la Alemania nazi, y de cumplir las acciones que se
realizaban en los campos de concentración, además de defender a todo el grupo de gobierno
del Estado Nazi, Hitler entre otros.

Así concluye este trabajo práctico donde se expone la ideología del nazismo, mostrando que si
bien tuvo muy buenos puntos e ideologías, existieron algunos muy bajos con los que
actualmente se lo acusa a este sistema, ya sea por cómo se llevaron a cabo durante este
período o solo esa ideología. En sí el nazismo logró sacar adelante a Alemania debido a los
problemas por los que estaba pasando producto de la Primera Guerra Mundial y gobiernos
que no le funcionaron, es por eso que se podría decir que el nazismo fue “elegido por el pueblo
alemán” ya que o quizás no les quedaba otra o para probar algo nuevo o porque Hitler logró
convencerlos. En fin, como en realidad fue un gobierno totalitario ya que no permitía que el
pueblo se involucrara en este, tuvo alguna participación para el pueblo, con su creencia
racista de purificación del pueblo alemán, el odio a los judíos, la persecución de los que no
cumplían con sus ideas, su sistema económico aunque no le prestaban mucha atención, su
control de los medios de comunicación, la militarización, la promoción de una vida saludable y
educada, el valor por el planeta de forma ecológica, etc…

Milena Delgado, Martina Ferrari, Iara Barragán,


Ailen Díaz, Sofía Correa.

3° A

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