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1. Introducción
En esta primera clase nos proponemos poner a disposición conceptos que permitan
un abordaje de la noción de Estado, brindar algunas explicaciones sobre cómo
los proyectos históricos -en el marco del Estado- pueden ser capaces de generar
condiciones para el ejercicio de los derechos, y otros -en cambio- aceptar su
conculcación, justificar su negación e incluso propiciar su violación.
El Estado, como bien sabemos, claramente tiene esa función de garante de los
derechos aunque -como dijimos- no siempre en la historia la ha tenido, y además
tiene otras funciones o roles que también intentaremos abordar y complejizar en
esta clase.
Esto no quiere decir que antes no haya habido Estado, ya que organizaciones
sociales antiguas tenían su forma de Estado (como el egipcio, el persa y el
romano). Pero en este módulo nos interesa, más que discutir la historia del
concepto de Estado, comprender el rol que asume en cada época histórica.
Una mirada significativa en torno a la idea de Estado -aunque con grandes
diferencias entre sus impulsores- es la que presentan los pensadores
“contractualistas” (Thomas Hobbes, John Locke, Jacques Rousseau), quienes
consideran que los seres humanos decidimos consensuar y establecer un “contrato
social” para delegar el poder y, de esa manera, formar el Estado o sociedad política
en el marco de ciertos acuerdos.
Una definición clásica de Estado moderno que resalta sus aspectos estrictamente
funcionales es la del sociólogo alemán Max Weber, para quien la función estatal
esencial es la de formalizar una serie de instituciones y ejercer el monopolio
legítimo de la dominación física dentro de un territorio.
Ahora bien, el Estado -como lo podemos pensar actualmente- fue adquiriendo sus
características y atributos en el marco del surgimiento, desarrollo y expansión del
capitalismo, lo que le otorga un carácter insoslayablemente clasista. En este
sentido, el sociólogo greco-francés Nicos Poulantzas define al Estado como una
relación social, esto es, “como la condensación material de una relación de fuerzas
entre las clases y fracciones de clases, tal como se expresa, siempre en forma
específica, en el seno del Estado” (Poulantzas: 1979:154).
Por tal motivo, podemos comprender que la morfología estatal concreta (cuántas
oficinas tiene, cuánto personal contrata, de qué recursos dispone) y sus prácticas
(las políticas que define, las tareas que ejecuta, las funciones que cumple y las que
ignora) dependen de las variables relaciones de fuerzas sociales y de la manera en
que se expresa en el ámbito definido por un territorio (Thwaites Rey y López,
2005).
http://www.cta.org.ar/alvaro-garcia-linera-
hegemonia-es.html
Como podemos conjeturar, el Estado no existe jamás en sí mismo sino siempre bajo el ángulo
de relaciones con otros actores de la sociedad política o global. Estos actores (agentes
públicos, actores internacionales, organizaciones de la sociedad civil, empresarios, etc.) generan
transacciones –interacciones-, disputan poderes, negocian valores y sentidos en torno al Estado.
Precisamente, la crisis del Estado (y ésta es una referencia que solemos escuchar
constantemente) está asociada al desafío que supone para los gobiernos nacionales la
injerencia e incidencia política, económica y/o simbólica de otro tipo de actores cuyos ejemplos
pueden darse en determinadas organizaciones internacionales y empresas multinacionales o en
actores locales como el empresariado y el sector rural entre otros.
Dicho esto, volvamos a Oszlack (1997) quien señala que -al igual
que en la noción de Estado- en la idea de nación también se (2) Cabe destacar
conjugan elementos materiales y simbólicos (a los que prefiere
que la constitución de
denominar ideales). Este autor especifica que los primeros se
vinculan con el desarrollo deintereses resultantes de la esta identidad
diferenciación e integración de la actividad económica dentro colectiva, de un
de un espacio territorio,lo cual supone la formación de un “nosotros” nacional
mercado y una clase burguesa nacionales. En tanto que los frente a un “ellos”
elementos ideales, “implican la difusión de símbolos, valores y conformado por las
sentimientos de pertenencia a una comunidad, diferenciada por
tradiciones, etnias, lenguaje y otros factores de integración que
otras naciones, tiene
configuran una identidad colectiva” (2). también el efecto de
diluir la
Estos aportes nos resultan significativos en función de la definición fragmentación y
de Estado que venimos presentando, ya que aquí se entiende que antagonismos de la
(3) En ambos casos
el Estado configura la nación (y a su vez es configurado por sociedad civil
la idea de nación está
ella) mediante la determinación de una serie de medidas (O´Donnell, 1978).
unificadoras (políticas, económicas, territoriales) y acuerdos centrada
simbólicos (lengua, tradiciones). Sin embargo, resulta necesario fundamentalmente en
aclarar que en la historia y en la actualidad es posible sus aspectos
reconocer naciones sin Estados y también Estados que simbólicos, es decir,
son plurinacionales (3) (Bolivia, Canadá, Suiza y Bélgica son como comunidad de
ejemplos de ello).
valores y tradiciones,
como identidad
colectiva.
Para responder a los interrogantes planteados tengamos en cuenta que éstos son procesos largos
y lentos, y -como veremos- muchas veces extremadamente violentos. En efecto, no es posible
pensar en la constitución de un Estado sin violencia. Sin embargo, como vimos más arriba, la
hegemonía no se construye sólo con coerción. Un espacio concreto donde podemos recurrir para
buscar elementos que den lugar a ciertas respuestas es el de la cultura y también la tradición
oficiales.
La cultura y la tradición oficial compartida son los lugares en donde se van generando ciertos
procesos de identidad y de cohesión social. Esto justifica que cada Estado tenga su “simbología
oficial”: su moneda, su bandera, sus himnos y tradiciones para la identificación interna y la
relación y diferenciación con otros Estados o naciones.
En cuanto a la idea de gobierno, seguramente habremos leído o escuchado en alguna parte que,
ya desde la antigüedad, Aristóteles definía diversas formas de gobierno: monarquía (conforme
al bien común ejercido por uno); aristocracia (acorde al bien común ejercido por unos pocos)
y democracia o república (relacionado al bien común ejercido por muchos).
Por supuesto que en la actualidad y en la práctica existen distintas experiencias, de acuerdo con la
concepción de gobierno que cada Estado-Nación ha ido construyendo (parlamentario, monarquía
parlamentaria, presidencial, etc.). En todo caso, el tipo de gobierno se define como la expresión
institucional de la autoridad del Estado.
Ahora bien, ¿qué entendemos por democracia? Es una idea que también cuenta con una
considerable historia detrás pero que en la actualidad está asociada a un tipo de régimen
político representativo y a una forma de gobierno, producto de la participación responsable de
la ciudadanía (por medio del sufragio, por ejemplo).
Entonces, podemos sintetizar esta noción sobre el fundamento de que se trata de una particular
forma de gobierno que se caracteriza por la participación activa de los miembros de las
comunidades que conforman el Estado-Nación; lugar donde todas y todos gozan de
pluralismo de opinión y de derechos individuales y sociales que se expresan en las leyes y
en las políticas públicas.
Como podemos observar, el ideal de igualdad está sobre la base del sentido democrático de las
sociedades. La conquista y universalización de los derechos, las luchas históricas por la
redistribución de poderes (los sindicatos y otros espacios asociativos) y de reconocimiento de
derechos colectivos (mujeres, migrantes, diversidades sexuales, entre otras) son hechos que,
como indagaremos en las siguientes clases, amplían el espacio de la democracia.
Veamos a continuación cómo los rasgos característicos que se atribuyen al Estado-Nación se hacen
presentes a la hora de analizar proyectos históricos determinados. Nos detendremos en el proceso
de constitución de los Estados nacionales en América latina que se
dio a lo largo del siglo XIX.
(4) La Ilustración
remite a un
movimiento filosófico
y cultural del siglo
XVIII, especialmente
Señalaremos en primer lugar que desde las primeras décadas del
siglo XIX las colonias europeas establecidas en América latina de Francia, que
encontraron el freno poderoso de las guerras de acentúa el
independencia, conflictos que de alguna manera dieron paso a predominio de la
la consolidación de los ideales de la ilustración (4) occidental en
razón humana y la
nuestras tierras. En este contexto, abordaremos el rol del Estado y
los procesos políticos ligados a él, entendiendo que resultaron creencia en su
significativos a la hora de consolidar la emergencia de las naciones progreso. (RAE,
y también de las sociedades. 2014).
Esos Estados nacionales se apoyaban sobre sociedades profundamente desiguales. Como se verá
más adelante, las libertades civiles estaban formalmente garantizadas para todos, pero
las condiciones para su ejercicio estaban desigualmente distribuidas. Esto se acentuaba
aun más cuando se trataba de los derechos políticos: limitados a grupos determinados de la
población, a veces de manera implícita y a veces de manera explícita.
Los incipientes Estados nacionales en América latina dan cuenta de un Estado constituido, como
dijimos, por un gobierno central, sólido y enérgico, capaz de controlar el espacio social y
territorial. Además, presenta un ejército nacional organizado y profesionalizado y cuenta con la
formación de un mercado interno unificado y de alguna manera también integrado a la
economía mundial.
En esta cita de Oszlack encontramos sentido a aquello que antes referenciábamos acerca de los
elementos materiales. El autor parte de la base de que la conformación de un mercado nacional es
condición necesaria para la constitución de un Estado nacional:
Ahora pasamos a realizar la actividad propuesta para esta semana en el espacio de Foro.
Esperamos que este intercambio nos permita mayor reflexión sobre los temas propuestos en la
clase y, además, poder conocernos un poco más entre las y los integrantes del grupo y el/la
tutor/a a cargo del desarrollo de las clases en la plataforma.
Les anticipamos que en la segunda clase vamos a repasar nociones conceptuales para comprender
los Derechos Humanos en el marco de los distintos roles que asume el Estado a lo largo de la
historia y en la tercera, haremos una relación entre los tipos de Estado y los derechos.
BIBLIOGRAFÍA
ACTIVIDADES
CONSIGNAS DE TRABAJO
¿Quiénes somos?
¿De dónde somos?
¿Cómo es la institución por la que transitamos
(primaria, secundaria o instituto de formación?
¿Qué acontecimientos provinciales y/o nacionales
rodearon la creación de esa institución?