El niño y la bola (Boy With a Ball), nace como una idea en 1992.

En el año
2000 un grupo de estudiantes universitarios de San Antonio Texas se reúnen cada
semana en la casa de Jamie y Kathy Johnson, buscando hacer crecer su fe y crear una
diferencia en el mundo. Es así como nace “Boy with a ball”. En 2001 Jamie deja su
trabajo para convertirse en director ejecutivo de esta organización sin fines de lucro. Se
conforma un equipo de dirigentes entre los que se encuentran Beth Hernández,
Candance McCarter y Christy Wooten, a ellos se unen personas interesadas en la visión
de trabajar con jóvenes, desarrollando estrategias de trabajo que pudieran ampliarse a
más jóvenes y comunidades.
En 2004, la organización traslada su sede a San José Costa Rica, para observar si
este modelo era aplicable fuera de Estados Unidos. En 2005 se empieza a trabajar en
comunidades en riesgo social, con adolescentes y niños. En 2009 capacitan y se
designan líderes locales en San José. Esto permite que el equipo original se convierta en
Boy With a Ball Global, organización que capacita a líderes en sus propios países para
crear organizaciones locales alrededor de este modelo, el cual se ha replicado en
Estados Unidos, América Latina y África, uniéndose a este movimiento familias,
empresas, iglesias e individuos.

El niño y la bola (Boy With a Ball), inicia como una idea en 1922, quienes inician a darle forma en el año
2000 en San Antonio Texas, un grupo de estudiantes universitarios se reúnen cada semana en la casa de
Jamie y Kathy Johnson, buscando hacer crecer su fe y crear una diferencia en el mundo. Es así como
nace “Boy with a ball”, en 2001 Jamie deja su trabajo para convertirse en director ejecutivo de esta
organización sin fines de lucro. Se conforma un equipo de dirigentes entre los que se encuentran Beth
Hernández, Candance MaCarter y Christy Wooten, a ellos se unen personas interesadas en la visión de
trabajar con jóvenes, desarrollando estrategias de trabajo que pudieran ampliarse a más jóvenes y
comunidades.

En 2004, la organización traslada su sede a San José Costa Rica, para observar si este modelo era
aplicable fuera de Estados Unidos. En 2005 se empieza a trabajar en comunidades en riesgo social, con
adolescentes y niños. En 2009 capacitan y se designan líderes locales en San José. Esto permite que el
equipo original se convirtiera en Boy With a Ball Global, organización que capacita a líderes en sus
propios países para crear organizaciones locales alrededor de este modelo.Este método se ha replicado
en Estados Unidos, America Latina y África, uniéndose a este movimiento familias, empresas, iglesias e
individuos.

After a clunky start, leaders like Beth (Hough) Hernandez, John

and Candace McCarter and Christy Wooten saw a team come
together of individuals drawn to the vision of working to help
young people together while growing themselves. Over the next
three years, the team engaged youth in schools, in churches, on
military bases and on the streets. Slowly, the organization began
to fill a void in local youth programs with a constant eye on
developing solutions that could be scaled to help more youth.
 At that time, most programs for youth focused on either
attracting youth to a site or provided only a few hours of
mentoring a month, diminishing their impact and funneling their
dollars into a dead-end. As the organization worked with one
young person, one family and one neighborhood after another,
the leaders
continued to learn how to help as many young people as possible,
as much as possible. Little by little, a powerful model was being
born.

In 2004, the organization moved its headquarters to San Jose,

Costa Rica to see that the developing approach could be effective
outside of the US. In 2005, the organization defined their work
around the TVOMS:C model as Boy With a Ball began working in
slums and with teen prostitutes and street kids while mobilizing
middle-income income church kids and students from Costa
Rica’s most prestigious international school.

BWAB’s innovative team-based approach trained and released

large numbers of motivated volunteers into some of the San
Jose’s toughest neighborhoods. The power of presence, long-haul
commitment and our willingness to learn from those we sought
to serve birthed lasting fruit. Working themselves out of a job, by
2009, local leaders had been developed within Costa Rica to
oversee the work. This led to original members of the Boy With a
Ball team forming into Boy With a Ball Global, a global
membership organization that identifies, equips and incubates
social entrepreneurs in their own countries to build local
organizations around the TVOM:C model.

This grassroots method has now been successfully replicated

across the U.S., in Latin America and in Africa. Entire slums are
becoming centers of change and development. Young people who
used to be seen as victims have become leaders.

Simultaneously to the break throughs of developing the

TVOMS:C Model and the Boy With a Ball Global organization’s
 development as an incubator of history making local
organizations, Boy With a Ball witnessed the emergence of a
growing, grassroots and global community of individuals, families,
churches and businesses who have joined the work. These
champions, catalysts, creative thinkers and compassionate
movers and shakers have begun to change history together by
contributing their own unique giftings to helping young people
around the world reach their dreams. In 2015, BWABCON, an
annual conference or gathering point was launched for this
community of superheroes to come together to grow individually
and to grow in the collective impact.

Together this group is working

to see local Boy With a Ball
teams planted in every major
city of the world.
. Un puñado del grupo quería dedicar el resto de sus vidas a ayudar a los jóvenes que desencadenaron
una visión que había nacido en el corazón de Jamie saliendo de un juego de baloncesto de los Orlando
Magic años antes:

¿Qué pasaría si pudieras formar un equipo como una liga de superhéroes para ayudar a la ciudad al
alcanzar dramáticamente a sus jóvenes?

En ese instante, nació la visión de Boy With a Ball. En 2001, Jamie dejó su trabajo para convertirse
en el Director Ejecutivo de Boy With a Ball, la organización se incorporó como una organización
sin fines de lucro y los líderes comenzaron a mudarse a San Antonio desde todos los Estados
Unidos para hacer todo lo posible para que este sueño se hiciera realidad.

Después de un inicio torpe, líderes como Beth (Hough) Hernández, John y Candace McCarter y Christy
Wooten vieron a un equipo que se unió a personas interesadas en la visión de trabajar para ayudar a los
jóvenes a crecer juntos. Durante los siguientes tres años, el equipo involucró a los jóvenes en las
escuelas, en las iglesias, en las bases militares y en las calles. Poco a poco, la organización comenzó a
llenar un vacío en los programas juveniles locales con un ojo constante en el desarrollo de soluciones que
podrían ampliarse para ayudar a más jóvenes.

En ese momento, la mayoría de los programas para jóvenes se centraban en atraer a los jóvenes a un
sitio o brindaban solo unas pocas horas de tutoría al mes, disminuyendo su impacto y canalizando sus
dólares hacia un callejón sin salida. A medida que la organización trabajaba con un joven, una familia y un
barrio tras otro, los líderes

Continuó aprendiendo cómo ayudar a la mayor cantidad de jóvenes posible, tanto como sea posible. Poco
a poco, nacía un modelo poderoso.
En 2004, la organización trasladó su sede a San José, Costa Rica para ver que el enfoque en desarrollo
podría ser efectivo fuera de los Estados Unidos. En 2005, la organización definió su trabajo en torno al
modelo TVOMS: C como Boy With a Ball comenzó a trabajar en barrios marginales y con prostitutas
adolescentes y niños de la calle mientras movilizaba a niños de la iglesia de ingresos medios y
estudiantes de la escuela internacional más prestigiosa de Costa Rica.

El enfoque innovador basado en el equipo de BWAB capacitó y liberó a un gran número de voluntarios
motivados en algunos de los vecindarios más difíciles de San José. El poder de la presencia, el
compromiso a largo plazo y nuestra disposición a aprender de aquellos a quienes buscamos para servir el
fruto duradero. Trabajando ellos mismos sin trabajo, para 2009, los líderes locales se habían desarrollado
dentro de Costa Rica para supervisar el trabajo. Esto llevó a que los miembros originales del equipo de
Boy With a Ball se convirtieran en Boy With a Ball Global, una organización de membresía global que
identifica, equipa e incuba a emprendedores sociales en sus propios países para crear organizaciones
locales en torno al modelo TVOM: C.

Este método de base ahora se ha replicado con éxito en los EE. UU., En América Latina y en África.
Tugurios enteros se están convirtiendo en centros de cambio y desarrollo. Los jóvenes que solían ser
vistos como víctimas se han convertido en líderes.

Simultáneamente a los avances en el desarrollo del modelo TVOMS: C y el desarrollo de la organización

Boy With a Ball Global como una incubadora de la historia que hace a las organizaciones locales, Boy
With A Ball fue testigo del surgimiento de una comunidad creciente, popular y global de individuos,
familias, Iglesias y empresas que se han sumado a la obra. Estos campeones, catalizadores, pensadores
creativos y promotores y agitadores compasivos han comenzado a cambiar la historia juntos al contribuir
con sus dones únicos para ayudar a los jóvenes de todo el mundo a alcanzar sus sueños. En 2015,
BWABCON, una conferencia anual o punto de reunión se lanzó para que esta comunidad de superhéroes
se uniera para crecer individualmente y crecer en el impacto colectivo.

Juntos, este grupo está trabajando para ver los equipos locales de Boy With a Ball plantados en cada
ciudad importante del mundo.

En el año 2004 como un proyecto internacional de Boy With a Ball Global, Somos una organización que
actualmente está reconocida en Costa Rica como Fundación para el Desarrollo Integral de los Jóvenes
(FUNDADEJO). Trabajamos en precarios/comunidades en riesgo social.