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Consignas del parcial

1. Seleccionen entre 2 y 5 fotos que representen escenas de la vida institucional u


organizacional para el desarrollo de este trabajo. Tengan en cuenta al seleccionarlas que
analizarán cuestiones organizacionales y de análisis institucional

a. A partir de los autores trabajados en este primer módulo. Resalten con color y
analicen los conceptos que toman. En caso de citas textuales no olvide registrar a pie de

página.

foto 1: Grupo de alumnos de sexto año secundario con quien se consensuó el modo
de celebrar el llamado “último primer día” (UPD); por eso están participando en
la formación inicial con los demás alumnos de la institución pero vestidos de esa
manera.
Para el análisis de la escena tomamos en primer lugar el concepto de dinámica
institucional, a partir de Lidia Fernández 1, quien tomando a su vez un concepto de
Bleger, propone definirla como “capacidad para plantear dificultades en términos de
problema y trabajar para su solución”. Nos parece una definición clara y simple desde
su formulación, pero a la vez un desafío importante y complejo, así como fundamental,
para el buen funcionamiento de la institución. La autora enumera las variadas
tensiones que se dan en las situaciones cotidianas de la vida escolar y que desempeñan
un papel primordial en su funcionamiento. Dichas tensiones se darían entre
necesidades individuales y sociales, modalidades de funcionamiento con mayor o menor
grado de racionalidad, distribución de responsabilidades, autonomía, autoridad, y poder.
1 Fernandez Lidia. Mimeo Las instituciones Educativas.
Indudablemente toda institución educativa está atravesada fuertemente por esas
múltiples fuerzas y creemos que del modo como pueda afrontarlas y resolverlas, o no,
dependerá en gran medida la eficacia y eficiencia de su gestión, entendiendo por
eficacia como “la aptitud para alcanzar los objetivos institucionales” y la eficiencia, en
relación con la utilización de los recursos “para alcanzar mejores resultados”2

Las tensiones entre los deseos e intereses de los adolescentes, especialmente


influenciados por su entorno y la aceptación y respeto de las normas, son
frecuentemente motivo de conflictos en las instituciones escolares y por ello requieren
un estar atentos, abiertos al diálogo y en la búsqueda del consenso. En este caso, dado
que el año anterior ocurrieron hechos desagradables en relación al UPD, se realizaron
una serie de intervenciones con los alumnos y sus padres, antes de empezar las clases, a
fin de acordar el modo de llevarlo a cabo. Los resultados fueron muy satisfactorios.

Por otra parte, dado los profundos cambios ocurridos en los patrones culturales de la
sociedad, la institución escolar se ha visto fuertemente cuestionada. El contrato
fundacional de la institución educativa, “mandato del que toda institución es
portadora”3, prácticamente ha caducado pues ya no responde a las demandas de aquélla
de transmitir la herencia cultural y preparar a sus miembros para desempeñarse
eficazmente ante los requerimientos sociales. Se ha impuesto la necesidad de un nuevo
contrato educativo, capaz de efectivizar aquel mandato social y para ello también se
requieren cambios profundos en la forma de organización y gestión de las instituciones
escolares4.

Los desafíos son múltiples y, tomando las palabras de Inés Aguerrondo: “los aspectos de
la gestión y de la organización, aunque a primera vista pueden aparecer como
superficiales, son exponentes de opciones profundas”5, nos parece fundamental que la
escuela pueda actuar como una organización inteligente, capaz de aprender, utilizando
un pensamiento sistémico, superando los modelos mentales, construyendo una visión
compartida de metas, valores y misiones; trabajando en equipo a partir de una visión
crítica y creativa; refuncionalizando los roles y las formas de gestión basadas en la
negociación, el compromiso y la motivación; contextualizando la institución de acuerdo
con la diversidad de poblaciones escolares.

En función de lo anterior, consideramos que es esencial introducir la flexibilidad en


todos los aspectos que sea posible, a fin de transformar el rígido modelo tradicional de
enseñanza, sin perder de vista las metas y fines que se propone y el poder alcanzarlos.
En el caso de esta primera foto analizamos la flexibilidad en cuanto a la capacidad de
negociación y logro del consenso con los alumnos y sus padres dentro del respeto de las
normas institucionales. Tomamos aquí el concepto de textura intersticial, de Frigerio y
Poggi6, en el que el texto estaría dado por la “letra” de la norma y los intersticios, por
los espacios de libertad para el actor. Estas autoras proponen una suerte de clasificación
2 Frigerio, G; Poggi, M. (1993). Las instituciones educativas, cara y ceca, Buenos Aires, Troquel, Capítulo 1
3 Frigerio, G; Poggi, M. (1993). Las instituciones educativas, cara y ceca, Buenos Aires, Troquel, Capítulo 1
4 Aguerrondo, I. (1996). La escuela como organización inteligente, Buenos Aires, Troquel, Capítulo 1.
5 Aguerrondo, I. (1996). La escuela como organización inteligente, Buenos Aires, Troquel, Capítulo 1.
de las instituciones según cómo se posicionen ante aquéllas. Nosotras ubicamos a la
institución reflejada en la fotografía entre las que reconocen en los intersticios de las
normas espacios de poder y libertad, lo que daría cuenta de la flexibilidad, pero
manteniendo la capacidad regulatoria del funcionamiento institucional7.

El aspecto analizado en el párrafo precedente también lo vemos plasmado en la segunda


fotografía que refiere a la flexibilización de los espacios. Tomamos aquí una reflexión
de Azzerboni y Harf en relación a la variable temporal, pero la hacemos extensiva al
espacio, en cuanto a que “la asignación de tiempos (y espacios 8) a las actividades pone
de manifiesto las prioridades que se sustentan, a las cuales siempre subyacen
concepciones socio-pedagógicas”9.

foto 2: Alumnos realizando trabajos en el patio de la institución

6 Frigerio G., Poggi M. (1996). El análisis de la institución educativa. Hilos para tejer proyectos, Buenos
Aires, Santillana, 1996 (caps. 5).

7 Rossi M., Grinberg, S (1999). Proyecto educativo institucional. Acuerdos para hacer escuela, Buenos
Aires, Magisterio Río de la Plata, 1999 (caps. 5).
8 El agregado entre paréntesis es nuestro.
9 Azzerboni, Delia- Harf Ruth. Conduciendo la escuela. Novedades educativas. 2003
foto 3: Alumnos del nivel secundario trabajando con niños del nivel primario

Otro de los elementos que consideramos muy importante en relación con la


organización institucional inteligente, es el que refiere al clima institucional positivo y
seguro. Éste forma parte del estilo institucional, tal como lo conceptúa Lidia Fernández:
“ciertos aspectos o cualidades de la acción institucional que, por su reiteración,
caracterizan al establecimiento como responsable de una cierta manera de producir,
provocar juicios e imágenes, enfrentar y resolver dificultades, relacionarse con el
mundo material, interpersonal y simbólico, mantener ciertas concepciones, etc”10. Dicho
clima institucional lo vemos reflejado en las tres primeras fotografías en relación al
vínculo con y entre los alumnos, así como en las sucesivas, 4 y 5, se podría inferir el
tipo de vínculo entre el personal de la institución y con las familias, respectivamente.

Consideramos que las características observadas e inferidas configuran un estilo


institucional flexible, abierto, que pone el acento en la construcción de vínculos
favorecedores de la tarea educativa en un marco de respeto a las normas.

10 Fernandez Lidia. Mimeo Las instituciones Educativas.


foto 4: Celebración del fin del ciclo lectivo 2017 entre el personal docente y no
docente de la institución

foto 5: Reunión comunitaria con las familias en el patio de la institución

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