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SANTA
FACULTAD DE INGENIERÍA
AGRÓNOMA
CHIMBOTE - PERÚ
2017
I. GENERALIDADES
1.2. Investigadores:
Experimental.
1.5. Duración:
6 meses.
1.6. Cronograma de trabajo:
ACTIVIDADES
1.7. Recursos:
1.9. Financiamiento:
2.1. Problemática
En los múltiples campos del Valle de Casma se pudo observar un exceso de caída de flores
en el cultivo del palto sin contar el porcentaje perdido por la purga natural la cual depende
de condiciones hormonales agravadas por situaciones nutricionales. El problema y lo antes
expuesto coincide con Chirinos quien manifiesta que, de los micronutrientes, el zinc y el
boro han sido hasta el presente los nutrientes de importancia en el palto, aun cuando
deficiencias de cobre, manganeso y hierro han sido observados ocasionalmente. Este tipo de
deficiencia se controla generalmente en forma de aspersión foliar. El Boro y el Zinc son
elementos claves, tanto en la floración para asegurar una adecuada fecundación, como en el
follaje para el activo crecimiento vegetativo del frutal.
Cabe mencionar la alta radiación que reciben los suelos en el Valle de Casma, esta llega
hasta los 15 grados la cual brindan al suelo condiciones adversas para la absorción de
nutrientes es por eso que optamos por aplicaciones foliares teniendo en cuenta la menor
capacidad de absorción de las hojas en relación a las raíces, las dosis son mucho menores
que las utilizadas en aplicaciones vía suelo. La respuesta al nutriente aplicado es casi
inmediata y consecuentemente las deficiencias pueden corregirse durante el ciclo de
crecimiento. Así las sospechas de deficiencias son diagnosticadas más fácilmente. En
particular, la aplicación foliar es más eficiente en las etapas más tardías de crecimiento,
cuando hay una asimilación preferencial para la producción de semillas o frutas y la
aplicación por vía radicular es limitada en tiempo y forma.
Por lo antes expuesto, en este contexto, es necesario analizar en qué medida la aplicación de
los abonos foliares Boro y Zinc en el cultivo Persea Americana var. Hass, incide en el
rendimiento vegetativo del frutal según el cuajado.
¿Cuál será el efecto de la aplicación dos tipos abonos foliares a tres dosis diferentes en el
rendimiento del palto (Persea americana) var. Hass en el valle de Casma en el 2017?
El presente proyecto tiene una gran importancia en el campo de la agronomía debido a que
a nivel mundial existe una tendencia al consumo de frutas y verduras. La palta Hass es una
fruta con un gran contenido de aceites naturales y nutrientes que ayudan al buen
funcionamiento del corazón y otros órganos previniendo enfermedades. Por esta razón es
que es uno de los productos más exportados, especialmente en el mercado Europeo
incrementándose su producción y comercialización en los últimos años.
Por estas razones es justificable el desarrollo de este trabajo de investigación ya que aportara
información sobre una práctica muy efectiva para mejorar el rendimiento del cultivo de Palto
Hass, a su vez beneficiara e incentivará a la comunidad estudiantil y demás lectores a realizar
investigaciones, para que de esta manera como universidad se tenga más productos con que
dar respuesta a problemas del campo agrícola. Además de brindar información concisa a
productores y población campesina de la fertilización foliar y sus efectos en el rendimiento.
1. Objetivo general:
2. Objetivos específicos:
- Evaluar el rendimiento del palto según el cuajado del fruto, floración, forma y tamaño
del fruto.
2.4. Marco referencial
Por otro lado, Salazar, Ibarra y Medina (2016) en su trabajo de investigación nombrado
“Tejidos alternativos al foliar para evaluar la respuesta a la fertilización con Zn o B en
aguacate Hass’’ realizado mediante la toma de diferentes tejidos de árboles que recibieron
zinc (ZnSO4) y boro (Folboro 10% B consolida:
Las aplicaciones de zinc o boro al suelo mejoraron el comportamiento postcosecha del fruto
(contenido de aceite, firmeza y pérdida fisiológica de peso). Sin embargo, no hubo efecto de
los tratamientos de fertilización ni de la temperatura de almacenamiento sobre el sabor y aroma
de los frutos de ‘Hass’ evaluados mediante análisis sensorial. (p.91)
De acuerdo a Lahav y Whiley (citado por Martínez, Muena, Ruiz, 2014) en su trabajo de
investigación “Nutrición y Fertilidad en Palto. Boletín INIA N° 283, 74 p. Instituto de
Investigaciones Agropecuarias, La Cruz, Chile” Afirma: “Las aplicaciones foliares serían
ineficientes. La literatura señala que para que las aplicaciones al suelo sean efectivas deben
ser en altas dosis. Al respecto, se sugiere aplicar 200 Kg de ZnSO4 /ha o quelato de Zn”
(p.55).
La importancia de eliminar esta deficiencia de Zn radica en que ésta, no sólo reduce la cantidad
de fruto cosechado, sino que es una de las principales razones para que los cultivares de
aguacate produzcan fruto pequeño y de forma redondeada. (p.18)
Por otro lado según Robbertse (citado por Rebolledo R, Romero, 2011) en su trabajo de
investigación titulado “Avances en investigación sobre el comportamiento productivo del
aguacate (Persea americana Mill.) bajo condiciones subtropicales” Afirma:
En el mesocarpio del fruto se encontró una baja en Zn y Mn, resultando el testigo el mejor
tratamiento. En lo referente a la zona de muestreo, tanto en hoja como mesocarpio no se
encontraron diferencias respecto a este factor. Se encontró una correlación positiva entre Ca
en hoja y los elementos Mg y Mn, ambos en hoja, en el caso de Ca en mesocarpio de fruto,
éste correlacionó negativamente con P, K, Zn y Mn del fruto. (p.1).
Los paltos florecen al finalizar el invierno y la primavera, en su mayoría a partir del fin del
último brote vegetativo. Aunque se puede producir un exceso de un millón de flores
(Cameron, 1952), el árbol está más predispuesto a un crecimiento vegetativo que a la
producción de frutos. El rendimiento de frutos depende en principio del éxito de la iniciación
floral, antesis, polinización y fruto. Cualquier error en alguno de estos procesos tiene un
impacto irreversible y perjudicial sobre la producción, que no se puede subsanar con
posteriores prácticas de cultivo. Nirody (1922), Sedgley (1977), Sedgley y Annelis (1961) y
Sedgley y Grant (1983) han escrito acerca del complejo ciclo de floración del palto y su
sensibilidad a la temperatura. Básicamente, las flores presentan una dicogamia protoginea
sobre las 48 horas, siendo la primera apertura receptiva femenina y la segunda,
funcionalmente masculina. Los cultivares se dividen en dos tipos: tipo "A", femenino en la
mañana y masculino en la tarde, y tipo "B", femenino en la tarde y masculino en la mañana.
No pareciera haber muchas dudas de que este mecanismo complejo evolucionó en favor de
la polinización cruzada para mantener la heterogeneidad de la especie. Sin embargo, hay un
mecanismo infalible que permite la autopolinización y normalmente explica la mayoría de
los frutos que aparecen en los árboles de huertos. SEDGLEY (1977) y SEDGLEY y GRANT
(1983) han demostrado la mayor sensibilidad que la dicogamia de los cultivares de paltos
del tipo "B" tiene a la temperatura. Estos datos han sido profundizados por WHILEY y
WINSTON (1987) quienes propusieron que las oportunidades para la autopolinización entre
los cultivares de paltos de tipo "B" ocurrían cuando la temperatura del día desciende entre
23-27°C con una temperatura nocturna previa superior a 10°C. Estos datos se relacionaron
con el desempeño de los tipos "A" y "B" en regiones ambientalmente diferentes de Australia
y demostraron los requerimientos de una relación floración/temperatura compatible para la
formación exitosa de frutos.
El stress por agua, nutrientes y Phytophthora hacen avanzar la floración en más o menos 6-
8 semanas. Esto puede reducir sustancialmente las oportunidades de formación de frutos
debido a temperaturas desfavorables para el mecanismo de dicogamia. El stress, asociado
con grandes cargas generalmente retarda y reduce la intensidad de la floración, en especial
si se deja el fruto en el árbol después de alcanzar los estándares mínimos de maduración. La
floración tardía ocurre a menudo bajo altas temperaturas y puede producir un excesivo
número de frutos "pasmados", frutos cuyos embriones son abortados poco tiempo después
de la polinización, resultando un fruto pequeño elongado al madurar (Whiley, 2002).
(…) el abono foliar consiste en pulverizar los fertilizantes directamente sobre las hojas, al
contrario de la mayoría de los demás casos de colocación de abono, en los cuales el mismo va
sobre la tierra, para que ingrese por las raíces de las plantas. (Baldi, 2012) Aunque las hojas
pueden tomar sólo cantidades relativamente pequeñas de nutrientes, la práctica de nutrición
foliar es altamente benéfica (…), esto siempre y cuando se utilice como un complemento no
como sustituto de la fertilización vía raíz. (Rottenberg y Gallardo).
En la mayoría de los casos, el abono foliar se utiliza para aportar pequeños microelementos a las
plantas, como pueden ser el Hierro, Manganeso, Cobre, Cinc, Boro y Molibdeno. (Baldi, 2012).
Cualquier factor que reduce el crecimiento especialmente durante la floración y fructificación
puede afectar el rendimiento. La nutrición foliar ayuda a la planta a contrarrestar esos factores
optimizando o estimulando la asimilación y el proceso de producción en las hojas. (Rottenberg
y Gallardo).
El B participa en la síntesis del uracilo que sirve para la formación de RNA e interviene en
actividades celulares como división, diferenciación, maduración, respiración, crecimiento, etc.
El B ha sido asociado con la germinación y crecimiento del polen y puede afectar la prolongación
del tubo polínico debido a su papel en la síntesis de la membrana plasmática y la pared celular,
produciendo una disminución en el cuaje y alteraciones fisiológicas en los frutos. El B por lo
tanto es esencial en el desarrollo de la flor y en la fecundación y su deficiencia reduce el cuaje
de las flores y disminuye en forma severa el rendimiento de frutos y semillas. (Meléndez y
Molina, 2002, p.89)
Las aplicaciones foliares de B resultan muy efectivas y económicas para suplir el elemento y las
fuentes más empleadas son por lo general sales de boratos de sodio y ácido bórico que son
incluidos en los atomizos fitosanitarios en cultivos como naranja, café, banano, mango, papaya,
etc. Estudios realizados en España (Sosa 1999) con frutales caducifolios como manzana,
durazno, pera y almendro, han mostrado que las aplicaciones de B en forma de ácido bórico
mezclado con urea en prefloración y al botón floral incrementan el cuaje de las flores. Además,
un buen suministro de B en frutales ayuda a evitar problemas de corchosis en los frutos, prevenir
la maduración prematura y disminuir el decaimiento interno durante el almacenamiento
poscosecha en frío. (Meléndez y Molina, 2002, p.89)
Los paltos se cultivan desde el nivel del mar hasta los 2,700 m.s.n.m.; la temperatura y la
lluvia son los factores de mayor incidencia en el cultivo.
La temperatura influye en la producción del palto; la resistencia al frío dependerá de la raza
y calidad del patrón. En la región andina es necesario 1,200 mm de lluvia distribuida en el
año; las sequías prolongadas afectan el cultivo. El exceso de lluvia en floración o cuajado de
frutos causa pérdida y proliferación de enfermedades. (Saturnino Ataucusi, 2015)
Se recomienda suelos profundos, franco arenoso, textura liviana con pH 5.6 a 6.5; los suelos
arcillosos con buen drenaje son también adecuados. Los paltos son originarios de suelos
macro porosos y aireados, los que favorecen a las plantaciones de palta para producir 25
TM/ha; en cambio, otras plantaciones con suelo poco aireados y compactos con un de pH
5,6 a 6 producen solo 9 TM/ha. Por ello, se recomienda el análisis de suelo para determinar
los planes adecuados para el desarrollo productivo sostenible. (Saturnino Ataucusi, 2015)
El mejor suelo para este cultivo es aquel de textura liviana, suelto y se ha observado que el
desarrollo de las raíces, así como una adecuada condición de drenaje, se tiene en suelos que
presentan una gran cantidad de piedras. Lo importante, en definitiva, es que el suelo tenga
un gran porcentaje de macroporos, característica de suelos con buena estructura, dado
principalmente por su contenido de materia orgánica. Los macroporos permiten una
apropiada fluidez al movimiento tanto del agua como del oxígeno, que debe estar presente
en las raíces en una concentración suficiente para que se realicen los procesos de absorción
de agua nutrimientos, así como el desarrollo de nuevas raíces, que aseguran el crecimiento
de la planta en general. (Lemus, Ferreyra, Gil, Sepúlveda, Maldonado, Toledo, Barrera y
Celedón, 2010).
Las nuevas plantaciones de palto tienen distancias más cortas a diferencia de aquellas
mayores de 20 años. Las empresas exportadoras producen 60 TM/ha con 625 plantas/ha o
700 plantas/ha, todos en terrenos planos y con riego tecnificado, con los estudios de suelos
y luz solar suficiente para no afectar el cultivo logrando altos rendimientos.
En la región alto andina, los paltos cultivados en las laderas tienen mayor productividad que
las zonas bajas. Cuentan a su favor suelos permeables y que las heladas no afectan las partes
altas. El distanciamiento recomendable es de 5m x 5m o 6m x 5m para obtener rendimientos
promedio 18 TM/ha. (Saturnino Ataucusi, 2015)
2.4.3.3. Riegos
Saturnino Ataucusi (2015) afirma que los períodos más importantes de necesidad de agua
sin afectar la producción de palta son los siguientes:
- Durante el proceso de floración y cuaja. Los 100 primeros días post cuajado.
- En temperaturas 20ºC en los primeros estados de desarrollo de la fruta, la
demanda atmosférica es máxima. Empleo de sistemas de riegos con 9 mm en 24
horas.
a. Riego Tradicional
2.4.3.4. Nutrición
Esta variedad es la más difundida con fines de exportación. Ello porque no muestra una
tendencia marcada como otras variedades al añerismo. Su productividad es más regular.
Gran productor, además de ser precoz, produce frutas en arboles de 2 y 3 años.
(…) . Florece más tarde que la anterior y por ello seguramente se la podrá llevar más cerca
de la costa, donde hay climas más secos. La floración dura tres meses y el fruto se puede
cosechar durante 8 meses en una misma zona. (Flores, 2004)
El árbol tiene un desarrollo mediano, crecimiento erecto, pero no piramidal. (Flores, 2004)
Los aspectos que engloba el rendimiento del palto son los siguientes:
a) Contenido de peso seco de la pulpa de la fruta. El contenido de peso seco de la pulpa
debe variar entre 17 por ciento y 20.5 por ciento, dependiendo de los cultivares.
b) Pruebas semanales de punto de madurez. Una muestra de unos veinte frutos
representativos de los frutos próximos a recolectarse se retira de los paltos y se les
traslada a un ambiente con 25oC por unos siete días.
c) Cambio de color de la cascara. Las paltas de las variedades moradas y oscuras deben
ser retiradas del árbol cuando se observa un cambio de color verde al inicio al
violáceo para destinos lejanos, y de violáceo a morado o casi negro para destinos
cercanos.
d) Firmeza del pedúnculo. Los frutos que tienen el pedúnculo relativamente duro e
inflexible aún no están listos para ser recolectados.
Si se encuentra muy suelto, ya han sobrepasado el punto de madurez apropiado para
la exportación. Este indicador requiere de una amplia experiencia.
e) Determinación del peso específico. Los frutos en un estado inmaduro tienen un peso
específico entre 1.02 y 0.95 gr/cm3. Para la determinación del Índice de Madurez de
los frutos, se los sumerge en agua. Esta determinación requiere de una comprobación
en cada zona de producción, ya que presenta variaciones según las condiciones
propias de cada localidad. (Ing.Ataucusi Quispe, 2015)
f) Contenido de aceite en la pulpa de la fruta. Para ser exportada, la palta debe tener un
contenido mínimo de 10.5% de aceite.
Las aspersiones con boro realizadas cuando los brotes florales del aguacate están en el estado
coliflor, el cual se caracteriza por la elongación de los ejes secundarios de la inflorescencia,
los que todavía están cubiertos por sus brácteas y con flores pequeñas sin abrir pueden ser
benéficas para la cuaja de fruto. El boro tiene un efecto positivo en la gametogénesis
(formación del ovulo y grano de polen), germinación del polen, crecimiento del tubo polínico
hacia el ovulo, así como en la división celular en las etapas iniciales del desarrollo del fruto.
(Salazar et al., 2014, p.10)
Al igual que el zinc, el boro es un nutrimento que se encuentra en niveles bajos tanto en el
suelo como en el follaje. Salazar (citado por Salazar et al.2014). Los síntomas visuales de
la deficiencia consisten en regiones corrugadas y corchosas entre las nervaduras de las hojas
jóvenes, producción de brotes pequeños, corteza del tronco rugosa y agrietada, clorosis y
defoliación, así como frutos con malformaciones o redondos. Lahav y Kadman (citado por
Salazar et al., 2014).