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El alumbrado de Seguridad

Cuando se pide a los directores de seguridad que preparen un plan de

iluminación para sus instalaciones, a menudo recurren a asesores que piensan

en términos de lúmenes, bujías y pantallas.

Para ser realmente efectivo, un sistema de iluminación de seguridad debe tener

en cuenta las posibles actividades agresoras y no consistir solamente en una

iluminación continua, sino, más bien, en luces inesperadas y en sombras

intimidatorias.

Durante años, la seguridad ha actuado bajo la creencia de que las intrusiones o

actos ilícitos nocturnos se podían impedir (o por lo menos disuadir) instalando

unas luces grandes y brillantes en las propiedades. Sin embargo, la luz

constante puede actuar contra la seguridad. En lugar de atraer la atención de

testigos, seguridad privada o policía, la luz hace que todos dejen de poner

atención en el área protegida. Por ello, la iluminación cobra especial

importancia en los sistemas de seguridad, con lo que su estudio, planeamiento

y ejecución son fundamentales para ayudar al propio sistema y no producir

efectos negativos en el mismo.

La iluminación entra a formar parte de todos los bloques funcionales del

sistema: cámaras, sensores, vallas, accesos, rutas, etc., por lo que en


situaciones de baja intensidad de luz natural, es necesario acoplar este añadido

para mantener eficaz y operativo el sistema.

Justificación del alumbrado de seguridad

Como es obvio, la integración de un dispositivo de alumbrado de seguridad

dentro de un sistema general de protección, debe contar con un adecuado

estudio previo y con una posterior integración en el mismo, por lo que es

necesario un equipo de especialistas, analistas y conocedores del propio

sistema y de la instalación a proteger.

Estos sistemas, una vez instalados, ofrecen al usuario la posibilidad de ver,

vigilar y detectar en ambientes de iluminación escasa o de difícil acceso.

Pueden, asimismo, repercutir en un ahorro considerable, permitir la disminución

de la instalación de mecanismos, detectores o incluso cámaras de televisión por

iluminar una amplia zona y aumentar su nivel de seguridad.

La necesidad de instalar sistemas de iluminación asociados al resto de bloques

funcionales que conforman el sistema de seguridad, es evidente, ya que es muy

difícil conseguir un espacio a proteger que mantenga durante las 24 horas la

misma intensidad de luz.

Es por lo que se debe:

· Subsanar un sistema de alumbrado deficiente.


· Sustituir o instalar un sistema de alumbradointegral que satisfaga la

intensidad mínima o eficaz de luz que necesita elsistema y los elementos del

mismo.

· Instalar puntos de luz en áreas concretas, quefaciliten la vigilancia de

esas áreas o que pueden dificultar, en algunoscasos, la visión clara de algún

objetivo por parte de agentes hostiles.

Una de las principales ventajas que ofrece el establecimiento de un sistema de

alumbrado de seguridad es el importante efecto disuasorio que induce en el

potencial agresor. Hay que tener en cuenta que nos estamos refiriendo a

medios claramente visibles e identificables, que suelen estar normalmente

asociados a cámaras de televisión o detectores de presencia.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que su uso puede, en ocasiones, señalar

objetivos críticos. Es este un factor muy delicado, en cuanto que muchas veces

se da a entender la existencia

de objetivos importantes que, si no estuviesen iluminados, no estarían seguros

y vigilados. Esta dicotomía entre iluminación y discreción debe ser tenida en

cuenta y evaluada por los responsables del sistema de seguridad de la

empresa.

Al igual que la mayoría de medios de seguridad, toda instalación que cuente

con mecanismos de iluminación debe tener un continuado mantenimiento y

contar, insitu, con material de repuesto, para una inmediata sustitución, dadas

las características de estos dispositivos, que no avisan de su deterioro y

requieren un inmediato remplazo.


Recordar también que, añadido al propio sistema, siempre deben existir

equipos autónomos de energía, ante posibles cortes de suministro, bien

accidentales, bienintencionados.

En la instalación de estos sistemas, como ya se parte de un proyecto y de un

estudio del entorno, se debe prestar especial atención a la vegetación existente

en la zona y a los árboles, ya que su crecimiento, a veces no controlado, puede

interponerse en el campo de acción de los sistemas de iluminación.

Medios de iluminación

Lámparas

Lámparas incandescentes

Son lámparas muy conocidas y de gran uso en ámbitos particulares y

domésticos. Tienen la peculiaridad de que su encendido es instantáneo y eficaz.

Son, además, lámparas baratas y como se ha dicho anteriormente muy

familiares, no existe ningún sistema de seguridad que no posea al menos una

lámpara de este tipo.

Son muy utilizadas y se adecuan bien en los circuitos cerrados de televisión

(C.C.T.V), por ser utilizadas en primera instancia por el ojo humano.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que una vez encendida una lámpara de

este tipo, el 90 % de toda la energía que emite se disipa en forma de calor,

quedando muy poco para la luminosidad, un escaso 10 %.


Este tipo de alumbrado ha quedado fuera de uso, dictaminado por la UE,

buscando la mejora medioambiental del planeta.

Lámparas de fluorescencia

Al igual que las anteriores, son lámparas de uso muy extendido. Su vida media

es bastante larga y poseen una mejor iluminación que la producida por las

lámparas de incandescencia. De hecho son las sustitutas de éstas.

Entre los inconvenientes que trae consigo el uso de este tipo de lámparas nos

encontramos el que se vean muy afectadas por las bajas temperaturas, así

como por el elevado consumo de energía que exigen en cada encendido y

apagado, aspecto muy importante si tenemos en cuenta que este es uno de los

posibles requerimientos de un sistema de alumbrado de seguridad, puesto que

se activan generalmente cuando el sistema lo requiere por falta de luz o, en

algunos casos, por la activación de alarmas.

Además, cabe mencionar, que el encendido no es instantáneo, por lo que no

son recomendables para un encendido rápido en caso de reacción ante alarmas

o para un alumbrado de tipo sorpresivo.

Lámparas de alta intensidad

Al hablar de este tipo de lámparas, hay que considerar que la tecnología

utilizada en su fabricación es muy elevada, por lo que las peculiaridades y el

uso de las mismas se hace mucho más específico.


Existen varios tipos de lámparas de alta intensidad, entre las que se deben

destacar las siguientes:

· Lámparas de vapor de mercurio.

· Lámparas de sodio de alta o baja presión.

· Lámparas de haluros metálicos.

Este tipo de lámparas distorsionan el color de los objetos que se encuentran en

su entorno y, además, por sus características de fabricación, dan lugar a un alto

consumo de energía.

El tiempo de encendido de este tipo de lámparas oscila entre 2 y 8 minutos, por

lo que no son recomendables para sistemas de iluminación en los que el factor

sorpresa, producido por el encendido de lámparas, haga disminuir el factor de

riesgo inminente.

Luminarias

Se define luminarias como todos aquellos dispositivos que, tras procesos de

reacciones continuadas, emiten rayos luminosos con el fin de posibilitar el

funcionamiento de todo el sistema (tanto abierto como cerrado) en la noche o

en lugares que por sus condiciones, necesiten de ellas.

Estas luminarias suelen conjugar bastante bien la dualidad existente con las

lámparas que las suelen contener. Es importante que guarde relación con el
entorno que los envuelve y que en cada lugar exista un soporte que se adecue

tanto a las necesidades como a las características del lugar.

Son dispositivos que requieren un mantenimiento continuado, y especial

atención al control que se debe realizar sobre los haces de luz que son emitidos,

controlando tres variables importantes:

· Dispersión. Como separación de los diferentes haces de luz que son

emitidos y que se proyectan en infinidad de direcciones.

· Deslumbramiento. Como turbación de la vista por luz excesiva o

repentina o también, como alteración en el normal funcionamiento de los

componentes del sistema una vez que sus ópticas, generalmente, se ven

deslumbradas por dichos rayos de luz.

· Alcance. Como capacidad de alcanzar o cubrir una distancia. Así,

dependiendo de lo que se quiera iluminar o de la distancia que se quiera cubrir,

se tendrán que colocar uno u otro tipo de luminarias

Operaciones básicas

Mantenimiento de los sistemas de iluminación

En cuanto al mantenimiento que precisan este tipo de dispositivos y al que,

anteriormente nos hemos referido muy brevemente, hay que reseñar como

aspectos a tener en cuenta para su instalación:

· Altura a la que se quiere instalar el dispositivo.


· La limpieza de los diferentes dispositivos con los que cuenta el sistema.

· Sustitución de las piezas, bien por deterioro o bien por caducidad.

No se debe olvidar que en la mayoría de los casos es el calor generado por las

diferentes luminarias la principal causa del mantenimiento y gasto por parte del

equipo. Es por lo que la tecnología punta abre un camino hacia el uso de

luminarias que no produzcan gran calor y en las que su efecto de intensificar el

ambiente de luz sea superior, debido a que no se malgasta y disipa energía en

forma de calor.

Control del sistema de iluminación

El control del sistema de iluminación es una función por la cual se adecua la

intensidad de luz necesaria para cada momento y para cada lugar. Son,

asimismo, los medios por los que las luces se encienden, se apagan o varían de

intensidad.

Se impone el control del alumbrado programable, tanto en edificios como en

sistemas y en lugares de gran ausencia. Además, al igual que en los circuitos

cerrados de televisión, la centralización cobra una especial importancia al

controlar, desde un mismo lugar, gran cantidad de dispositivos y de horarios .

La tecnología más utilizada en este tipo de sistema es la basada en

microprocesadores, hoy en día muy barata y de fácil instalación, ofreciendo al

mismo tiempo un gran abanico de posibilidades por su gran versatilidad y

flexibilidad.
Este control se plantea desde la óptica de integración con otros sistemas, para

dar una fiabilidad de seguridad casi definitiva. No se conciben sistemas de

seguridad en los que el alumbrado no alcance una importante relevancia,

porque nunca hay que olvidar que la luz natural debe y tiene que ser sustituida

por alguno de estos mecanismos para dar un continuado y eficaz servicio.

Finalmente, añadir que el control más actualizado que se emplea a todos los

niveles, tanto particulares como de gran envergadura, es activado por sensores

de ocupación, que ofrecen al usuario la posibilidad de llevar a cabo un ahorro

considerable y, además, una mayor duración de todos los mecanismos, así

como una inesperada aparición en el lugar donde se materializa una situación

hostil para el sistema.

Criterios de instalación

La principal precaución que se debe de tomar a la hora de instalar un sistema

de iluminación es evitar el deslumbramiento continuado, tanto a los vigilantes

como a la población y, fundamentalmente, a las cámaras de televisión, siendo

estas últimas los elementos para la evaluación de dichos lugares iluminados. Se

evitará, asimismo, la dispersión de luz.

Otros factores que se deben tener en cuenta son la intensidad y el contraste,

por lo que debe tenerse siempre en cuenta, por una parte, la cantidad de luz

emitida y recibida, tanto por el área protegida como por el usuario y, por otro

lado, la claridad y nitidez con la que se perciba el entorno, al verse reflejada la

luz sobre él y ser recibida, casi instantáneamente, por el usuario.


Finalmente, a la hora de instalar iluminación en el perímetro de una instalación,

hay que tener la precaución de iluminar siempre hacia afuera, primero por la

seguridad que da el ver desde dentro "deslumbrando a los de fuera" y segundo

por impedir ver desde fuera claramente lo que se encuentra en el interior.

Valor añadido de un sistema de iluminación

Ya hemos hablado acerca de lo que supone para el sistema incluir en todos los

mecanismos, o al menos los que lo necesiten, una iluminación coherente al

lugar y al momento dado.

Pues bien, entre estos aspectos destacan unas capacidades extras que el

sistema adquiere y que se ven conformadas por:

· Una mayor sensación de seguridad por la ambientación que da en la

zona.

· Mayor prevención de accidentes laborales, debido al aumento de

seguridad que supone trabajar en ambientes iluminados.

· Identificación de áreas y definición de las mismas en cuanto a ubicación,

conformación y materiales que puedan ser dañados ante una agresión.

· Señalización e iluminación de las diferentes rutas de escape y de

evacuación ante cualquier suceso que lo requiera, conformando las zonas que,

generalmente interiores, carecen de esa capacidad de iluminación.

Por último, un aspecto con el que hay que contar a la hora de instalar un

sistema de iluminación, es el aprovechamiento, además de con una finalidad de


seguridad, con un uso ornamental, para que el entorno, además, salga

beneficiado. La estética, en determinados lugares o entornos, es importante,

por lo que adecuar, e incluso mejorar dicha condición, es fundamental

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