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La ley del bombo y

Wall street
Nombre: Greisy Angie Arias Rosas

Profesor: jhony Gonzales

Curso: marketing

Grupo: 1ro “C”

Ciclo: I

2017
La Ley del Bombo

5 enero 2013

.Cuando las cosas van bien, una empresa no necesita del “bombo”. Cuando lo necesitamos,
normalmente significa que tenemos dificultades. Una vez se inicia el bombo sobre un tema, este
aumenta sin cesar.

A ningún refresco se le ha dado tanto bombo como a New Coke. Se estima que New Coke recibió
más de mil millones de dólares en publicidad gratuita. A eso tenemos que sumar los cientos de
millones de dólares gastados en lanzar la marca. New Coke debería haber sido el producto de mayor
éxito del mundo. No lo fue.

Menos de sesenta días después del lanzamiento, Coca-Cola, se vio obligada a volver a la fórmula
original.

La historia está repleta de fracasos de marketing que triunfaron en la prensa.

La esencia del bombo en muchos casos no es que los nuevos productos van a tener éxito. La
esencia era que los productos ya existentes quedarían obsoletos desde ese momento.

El poliéster iba a reemplazar a la lana. El videotexto dejaría obsoletos a los periódicos. En la tan
“cacareada” “oficina del futuro”, todo iba a ser integrado en un solo ordenador. Si miramos a nuestro
alrededor, todo está lleno de teléfonos, ordenadores, fax, impresoras, fotocopiadoras, etc. Todos
ellos, equipos separados. La oficina del futuro es una denominación muy apropiada, un concepto que
permanecerá para siempre en el futuro.

Estas predicciones vulneran la Ley de lo Impredecible. Nadie puede predecir el futuro. Las únicas
revoluciones que podemos predecir son aquellas que ya han comenzado.

Olvidémonos de la portada, si queremos pistas sobre el futuro, escudriñemos el final del periódico,
las pequeñas historias “insignificantes”.

Ni los ordenadores ni el fax despegaron como un cohete. El ordenador personal se presentó en


1974. IBM tardó seis años en reaccionar con su PC. Este también tuvo un retraso, no prosperó hasta
un año y medio después de presentado.

Por lo tanto, no es lo mismo acaparar la imaginación del público que revolucionar un mercado.
Veamos el teléfono con imagen que ahora se llama video-teléfono. Desde su lanzamiento en la Feria
Mundial de Nueva York de 1964, el teléfono con imagen ha sido noticia; normalmente de primera
plana. No hace muchos años en la primera página del Wall Street Journal se decía en grandes
titulares:” Finalmente la era de las video llamadas puede estar cerca y traerá consigo grandes
cambios”.

AT&T lo ha intentado en al menos tres ocasiones: En los años 70 fracasó con el teléfono con imagen
a 100 dólares mensuales. En la década de los 80 fracasó con un servicio de video-conferencias a
2300 dólares la hora. En los años 90, promocionó el video-teléfono a 1500 dólares.

Es sencillo ver por qué el video-teléfono no ha progresado mucho ¿Quién quiere tener que vestirse
para llamar por teléfono?

A través de los años, los mayores bombos han sido para aquellos desarrollos que por sí solos
prometían cambiar toda una industria. Preferentemente alguna vital para la economía.

Esto no quiere decir que no haya ninguna verdad en muchas de estas historias
exageradas. Cualquiera que tenga 600.000 €, puede comprar un pequeño helicóptero Bell de cinco
plazas y ahorrarse un montón de atascos. Los móviles con lápices pueden ser atractivos para un
pequeño segmento del mercado, especialmente para la multitud de comerciales. El video-teléfono
podría revolucionar la industria del teléfono erótico, etc.

Pero en la mayoría de los casos el bombo es sólo bombo. Las auténticas revoluciones no triunfan en
pleno medio-día con banda de música y cobertura de noticias de las 9. Las auténticas revoluciones
llegan sin anunciarse en medio de la noche y caen sobre nosotros a traición.
Wall Street

Wall Street es el centro financiero de Estados Unidos, un área central donde se conectan comercios
y oficinas. Allí se coloca la Bolsa de Valores de Nueva York, el mayor mercado de valores del mundo
en volumen monetario. Su principal función es llevar a cabo las negociaciones de compra y venta de
valores tales como las inversiones en las acciones.

Jordan Beltford decide comenzar una nueva vida persiguiendo su sueño: obtener un empleo como
corredor de bolsa en Wall Street. El personaje comienza a trabajar en una buena compañía donde
todo parece irle bien hasta que se produce el denominado Lunes Negro, por lo que esa empresa y
muchas más quedan en bancarrota.

Joseph Stiglitz (2003) en su libro La Economía del Sector Público cita al reconocido economista
Adam Smith y afirma que los propios intereses privados de los individuos los llevan a crear una
competencia, a fomentar el interés público siendo conducidos por una mano invisible.

Cada persona se encuentra en la búsqueda de su propio beneficio y, se asume, a través de esta


búsqueda logra promover también el beneficio de toda la sociedad

El papel es de no intervención en la economía para no alterar el funcionamiento natural del mercado.

Asimismo, el autor afirma que “el egoísmo es una característica de la naturaleza humana mucho más
persistente que la preocupación por hacer el bien y, por lo tanto, constituye una base más sólida
para organizar la sociedad” Y así es como se conforma la imagen que tiene el liberalismo sobre la
concepción de igualdad y libertad de los hombres. Se postula a favor de la libre iniciativa individual
impulsada por el deseo de ganancia, la libre competencia, el libre juego de las leyes del mercado, la
libertad de empresa para que el individuo pueda buscar y crear su propia forma de remuneración y
para poder producir y vender mercancía que surge en la libre competencia en el mercado. Esta es la
base de la subsistencia de los negocios.

Se desarrolla en un contexto económico en donde prevalece la llamada economía de mercado. En


Wall Street las empresas compiten todo el tiempo entre ellas, los corredores de bolsa se desviven
por vender acciones a inversores para generar ganancias inmediatas y cobrar sus grandes
comisiones.

El protagonista afirma en varias oportunidades que “crear riqueza no tiene secretos para mí; no
importa quiénsea; no importa de donde venga; usted también puede volverse económicamente
independiente en cuestión de meses… solo necesita una estrategia”. “Nadie le impide tener libertad
económica y nadie le impide ganar miles de millones.No se queden en casa o la vida de sus sueños
pasará navegando de largo”.

Se hace insistencia especialmente en el término estrategia. Se utiliza la estrategia de vender, no


importa a quién, sino saber convencer a los inversores que compren a las acciones que ellos
prometen les hará ganar mucho dinero aunque esto no sea cierto. ¿Y que son estas llamadas
acciones? Básicamente algo impredecible. Nadie sabe si la bolsa va a subir o bajar. Es algo falso
pero deslumbrador. La primera lección que recibe Jordan es que los corredores de bolsa no
asesoran a los clientes, sino que los seducen, los engañan, para venderles lo que

ellos quieren que compren. El juego consiste en pasar el dinero de los clientes al propio bolsillo sin
importar que estos obtengan beneficios, ignorando cualquier código moral o ético.

Y en esto precisamente se basa el capitalismo financiero que busca el beneficio, la optimización de


las ganancias mediante la especulación, donde se produce una progresiva acumulación y
centralización del capital a través acciones, productos financieros, valores, derivados y mercado de
divisas.

Es por ello que a personas como Jordan Belfort, los “lobos”, hombres del mundo de las finanzas, no
les interesa el daño que causen o las normas que estén incumpliendo porque están más allá de
ellas, persiguiendo su único objetivo que es generar cada vez más dinero, cegados por la codicia.

Por otro lado, puede observarse en el film otro tópico muy importante como es la globalización. En
aquellos años comenzaban a desplegarse nuevas transformaciones tecnológicas dando lugar a este
fenómeno. Cada vez aumentaba más la demanda social y se volvía más exigente, lo que permitió
una diversificación del consumo y consiguientemente la aparición, entre otras cosas, de las
tecnologías de la información en materia de informática, telecomunicaciones, electrónica, etc. El
surgimiento de un sistema de redes integradas a escala mundial permitió superar todas las barreras
y disfunciones vinculadas a la comunicación. Según Saborido el concepto de globalización se refiere
a redes institucionalizadas de vínculos a nivel mundial. El término sugiere la creciente amplitud e
inestabilidad de este flujo de relaciones y cuánto más influyen las distancias, más aumenta la
velocidad de las interconexiones

Esto puede observarse principalmente al comienzo de la película donde se muestra una de las crisis
financieras más importantes a nivel mundial. Esta crisis, si bien comenzó en Hong Kong tuvo
repercusiones en todo el mundo acortando además (como afirma el autor) el tiempo de respuesta
para la toma de decisiones. Es decir, debido a la globalización, un hecho que ocurre en un lugar
particular impacta en muchas otras partes, con consecuencias inmediatas en otros lugares del
mundo.

El surgimiento de este fenómeno trajo aparejado también una gran inestabilidad, lo que puede
notarse en estas llamadas crisis financieras en las que la globalización alcanza su máxima
expresión. Se presenta a partir de aquellos años una nueva realidad económica con mayores
desigualdades fomentadas por el sistema capitalista, en donde la brecha entre los países pobres y
los ricos se torna cada vez mayor.

En la década de 1980 aproximadamente, la globalización permitió la proliferación de tecnologías que


contribuyeron a la emergencia de Internet. La aparición de este fenómeno generó una fuerte
controversia ya que se modificaron y surgieron nuevos patrones de interacción social. Rápidamente
se incorporó la comunicación online como nuevo modelo de comunicación sustituyendo a las formas
tradicionales de interacción humana limitadas territorialmente.

En relación al film, la globalización contribuyó a que las bolsas de valores del mercado financiero en
el mundo se conectaran, así como la también la información de la que se disponía, manejaba y
manipulaba. Manuel Castells afirma, a este respecto, que Internet se encuentra presente en nuestra
vida cotidiana y sus usos están vinculados con el trabajo y la familia, y las relaciones que se
producen también están presentes en la vida real (Castells, 2001). De esta manera, contradice la
teoría que supone la ruptura de la comunicación social y el aislamiento de los individuos a partir de
este fenómeno. Además, con el advenimiento de Internet a gran escala disminuyó

la importancia tanto cualitativa como cuantitativa de sus usos.

Otro de los elementos que logra incorporar Internet es la sociabilidad ilimitada, en donde se puede
estar conectado al mismo tiempo, en cualquier parte de mundo.

Con respecto al ámbito laboral, este factor influye en la medida en que logró modificar también estas
relaciones en materia de comunicación ahorrando tiempo y propiciando la comodidad. De esta
manera, se presenta así en los años `80 como una novedad el poder interactuar con muchas
personas, el poseer mayor información y en un lapso menor de tiempo y el seguir los procesos en
tiempo real. Cuando Jordan atiende su primer empleado en la segunda empresa para la cual trabaja,
no contaban con computadoras ni material tecnológico por lo que tuvo que arreglárselas únicamente
con el teléfono, algo que él cuestiona el primer día de trabajo.

A pesar de esto, el personaje tuvo éxito pero cuando fundó su propia empresa se dio cuenta de la
necesidad de contar con estos instrumentos. En primer lugar, porque les permite crecer como
empresa. En segundo lugar, porque los conecta con las demás empresas del mundo y con el
conocimiento de la información continuamente actualizada. Es así como también Internet tiene una
gran influencia en la economía, transformando el funcionamiento del capital. Pasan a ser los
mercados financieros en cuanto a que están globalizados, el centro de la economía mundial. A su
vez, estos logran funcionar a través de las conexiones entre los ordenadores que permite Internet.
Por otro lado, ha permitido el desarrollo de la transacción financiera de forma electrónica y de los
mercados electrónicos, los cuales se caracterizan por no poseer un lugar físico determinado. Esto se
encuentra estrechamente vinculado con el desarrollo de los corredores de bolsa, de las redes de
brókers, los que llevan a cabo las transacciones más importantes del mundo de manera online a
través de la red.

La principal consecuencia es la ampliación del mercado, el desarrollo de su complejidad a mayor


velocidad. La respuesta de los inversores también pasa a generarse más rápidamente, casi de
manera instantánea.

Este cambio en la economía y el funcionamiento de la economía que predomina, es decir, la


economía financiera, puede observarse al mismo tiempo en el film cómo influye en la vida de estas
personas que parten del sueño americano, por así decirlo, hasta llegar a la codicia corporativa, de
las acciones especulativas hasta el lanzamiento indiscriminado de empresas en la bolsa y la
posterior gran corrupción durante esos años.

Por lo que el apodo de “el lobo de Wall Street” no está desacertado.

Se presenta un aumento inimaginable de dinero lo que trae aparejado poder, mujeres y drogas. Las
tentaciones

ya no son un problema cuando se lo tiene todo y la autoridad pasa a ser un elemento irrelevante.
Todo este lujo conseguido, claramente, a costillas de la estafa a inversores, a la sociedad en sí.

Cuando no es a costa de otros, se dice que hay una competitividad positiva. De lo contrario, se
genera una competitividad negativa (Castells, 2001). En lo que respecta a la economía financiera y
capitalista puede observarse en el film cómo estas empresas de bolsas de valores utilizan a los
corredores para desplazar a la competencia del mercado y así ganar una mayor cuota, mintiendo a
los inversores y estafando empresas y personas, etc. Por lo que se puede afirmar que aquí se
presenta claramente una competencia negativa.

Asimismo, la información es importante tanto como el capital o la tecnología ya que estos tres
elementos deben actuar sinérgicamente para generar la base de productividad y competitividad.

En segundo lugar, se destaca lo global como otra de las características principales. En este sentido,
Castells
Sostiene que:

Por globalizadas entiendo que trabajan como una unidad en tiempo real a nivel planetario, esta es la
definición de globalidad. O sea que las actividades económicas centrales, nucleares, de nuestras
economías, trabajan como una unidad, en tiempo real, a nivel planetario a través de una red de
interconexiones.

Esto puede observarse claramente en la película teniendo en cuenta que el mercado de capitales
funciona de esta manera, conectado a diario a través de una infraestructura tecnológica que permite
su interconexión instantánea programados para realizar en cualquier momento inversiones y
acciones a nivel mundial.

A medida que los minutos pasan, el personaje de Jordán realiza una transformación en la película,
mutando de un padre de familia, cuyas aspiraciones principales se centran en mantener a sus hijos y
a su esposa, a un hedonista adicto a la cocaína dispuesto a enfrentarse con un mar revuelto arriba
de su yate lujoso. Allí se puede ver claramente el legado que el exceso de consumo ha dejado en la
sociedad, desdibujando el límite entre lo necesario y lo prescindible.

Una escena clave para comprender la consecuencia del consumo del siglo XXI es la charla que
tienen Jordán con su padre, contador de la empresa, cuando entra al despacho de su hijo indignado,
cuestionándole que debe en la tarjeta una suma estrafalaria por servicios de prostitutas. Para el
padre del protagonista “no es necesario” gastar el dinero allí, aun cuando sabe que su hijo no tiene
problemas económicos. Jordán, en vez de razonar y comprender el significado de lo que su padre le
explica, decide esconderle los resúmenes de las tarjetas.

La diferencia generacional nuevamente fija ejes de consumo e identidad claramente marcados: para
el hijo la identidad se basa en la cantidad de dinero que puede derrochar en prostitutas u otros
placeres; para el padre tener dinero no es excusa para hacer gastos innecesarios.

En este caso, también se puede vislumbrar que para el de mayor edad, el consumo está ligado a la
responsabilidad, cuando para el menor, el consumo es el medio para adoptar irresponsabilidades.

Algo constante en El lobo de Wall Street es el consumo de productos provenientes de otros países –
drogas, ropa, autos, comida, casa– como objeto demostrativo de un nivel económico alto, tal como
afirma Canclini, esto es evidencia de “la internacionalización como símbolo de status”. Además de
llevar el abuso de placer más allá de las fronteras nacionales, el personaje de Di Caprio muestra un
desenfado por las legislaciones extranjeras, por su identidad de consumidor de primer nivel,
queriendo mostrar que el consumo otorga un poder desmedido. Por ejemplo: navegar cuando el
clima no lo permite, violar las órdenes judiciales, manejar intoxicado, etc.
Sin embargo, Jordan no es feliz. Su matrimonio se cae a pedazos, su empresa recibe y pierde
grandes sumas de dinero, y él comienza a sentirse incómodo en ese mundo artificial en el que vive,
en el cual sólo puede vivir mimetizándose con él.

Explica el autor que “el problema no es lo que les falta, sino que lo tienen se vuelve a casa instante
obsoleto o fugaz”. Así es como siente Jordan, de a momentos, su vida. Una escena que dibuja
perfectamente la visión de Canclini es el arribo de Jordan drogado en su helicóptero a altas horas de
la madrugada a su hogar. Logra aterrizar de puro milagro, destruyendo todo el parque, piscina y
objetos que componen la mueblería de exteriores; bienes de mucho valor que destruye en minutos,
por no entender el valor de las cosas más allá de su uso inmediato. Lo importante era aterrizar, no
cuidar la casa.

Se puede analizar la dinámica del protagonista con la lógica de esta sociedad durante toda la
película. Sostiene Canclini, al respecto, que: “En otros términos, debemos preguntarnos si al
consumir no estamos haciendo algo que sustenta, nutre y hasta cierto punto constituye un nuevo
modo de ser ciudadanos”.

La adicción de Jordán a las drogas, el consumo de prostitución, la estafa, son acciones propias del
mundo consumista que lo identifican. Consumir drogas ilegales, solventar un oficio clandestino y
estafar a otros ciudadanos, evadiendo al FBI hablan de Jordan como persona pero también como
actor social. Sus acciones y reacciones dejan en evidencia su identidad ciudadana regida por el
placer personal, creyendo que su dinero y poder lo excluyen de sus deberes para con la sociedad.
Jordán no es ciudadano de ningún país, no es parte de ningún sistema político ni democrático;
Jordán es ciudadano en su propio mundo, donde gobierna él. Así lo vive. Eso explica el choque en
su yate, el accidente automovilístico con su hija, entre otros hechos drásticos.

Conclusiones

Se pudo profundizar acerca del concepto de globalización y sus efectos en las sociedades actuales,
tomando para ello ejemplos de la película.

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