Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
3 Material sugerido 8
4 Conclusiones 9
Lista de referencias 10
DESARROLLO DEL TALENTO
Cuando alguien empieza su formación profesional, llega con muchas ilusiones a la universidad,
y todos esperan que tenga un rendimiento excelente, que cumpla con las exigencias, que consi-
ga buenas notas, etcétera, pero nadie se detiene a pensar que quizás esa persona vive, por
ejemplo, en un entorno familiar disfuncional que, en lugar de significar un apoyo, demanda
mucha energía.
Esta y otras situaciones distintas, pero igual de difíciles o peores, viven millares de personas.
Sin embargo, a pesar de ello, muchos logran sobreponerse. Esto no es para nada fácil, pero
siempre hay que recordar que debe cambiarse la estrategia y no la meta.
Imagen 1.
Aunque los estudios sobre resiliencia datan de por lo menos cuatro decenios, Manciaux y
colaboradores (2003) atribuyen a Bowlby el uso del término por primera vez en 1992, para
describir a las personas que no se desaniman con facilidad y no se dejan abatir, ya que
equiparaba su comportamiento a un “resorte moral” que les permitía recuperarse de viven-
cias complejas. (p. 42)
[Werner] concluyó, en 1992, un estudio en el que tomó como muestra a un grupo de perso-
nas desde que nacían hasta que cumplían 40 años. Esto permitió comprobar que parte de
los niños conseguían alcanzar una exitosa vida pese a que los factores de riesgo les con-
denaban, a priori, a presentar problemas futuros. Eran niños cuyas madres eran adoles-
centes solteras, habían tenido un peso muy bajo al nacer, o pertenecían a un ambiente de
gran pobreza, o a etnias discriminadas.
A partir de ello, la investigadora logró redefinir su propio concepto del ser humano, debido a
los resultados futuros. Al respecto, leemos ("Emmy Werner", 2013):
A partir de aquí, se comienza a replantear sus creencias basadas en los paradigmas impe-
rantes fundamentados en el riesgo. ¿Qué ocurría? Se puso nombre a lo inesperado, y tras
erradicar la concepción de “niños invencibles” y centrarse en un aspecto genético, se
acabó concluyendo que esos niños resilientes tenían algo en común: todos contaban con
al menos una figura de apego (no necesariamente un familiar, y de la que os hablaré en
otro post) que les aceptaba incondicionalmente, independientemente de sus característi-
cas físicas, inteligencia o temperamento. De manera que Werner concluye: “La influencia
más positiva para ellos es una relación cariñosa y estrecha con un adulto significativo”.
Cyrulnik retoma el trabajo de Werner, pero en un contexto mucho más amplio. Si la mitad
de la población del planeta ha sufrido algún tipo de trauma psíquico, como indica la OMS,
es evidente que existe un buen número de personas capaces de superar cualquier expe-
riencia traumática y construir, no ya una vida normal sino una existencia exitosa.
[…] Los niños maltratados tienen esperanza para Cyrulnik. Su vida puede no sólo ser
normal sino magnífica. De lo que se trata es de conseguir que exista para el niño un otro
significativo bajo la forma de amigo o pariente. Si se considera que el niño es una pequeña
persona y se le proporciona la ocasión de convertir su accidente traumático en una narra-
ción se está en la buena vía. En ningún caso se debe reducir al niño o a la persona a su
trauma.
[…] La novedad que introduce Cyrulnik radica en dos aspectos. El primero está en que la
resiliencia es un proceso interno que puede ser estudiado y enseñado de tal modo que el
daño de los traumas a los que puede ser sometido un niño sea aliviado hasta el punto de
dejar de ser un obstáculo en su desarrollo personal y social. El segundo aspecto se refiere
a que, si bien la familia o las instituciones han de dar ocasión a la victoria del niño, ésta la
debe conseguir él aportando su propio esfuerzo.
Por otro lado, según Martínez (2012), “las personas, en la vida, atravesamos por diferentes
etapas. Vivimos momentos en los que el sol brilla esplendorosamente y todo nos va bien, y
momentos en los que no vemos más que nubarrones en el horizonte”.
Si pensamos en el pasado, nos daremos cuenta de que, a lo largo de la vida, hemos superado
muchos problemas y experiencias durísimas que nos han permitido fortalecer el carácter. Sin
embargo, las personas resilientes no están exentas del dolor al enfrentar situaciones adversas.
Para superar los momentos realmente complejos, hace falta mirar al futuro y tratar de ver el
lado bueno de las cosas. Sin embargo, habrá ratos en que uno necesitará llorar, por ejemplo, y
descansar antes de enfrentar de nuevo la situación. Es bueno rodearse de personas positivas
para superar los tiempos duros, porque pueden ser un buen estímulo para avanzar.
Ahora nos hacemos una pregunta: ¿cómo algunas personas logran salir fortalecidas de una
situación traumática y otras no? A manera de respuesta, Martínez (2012) propone algunas
claves para fomentar el carácter resiliente:
Buenas relaciones
A veces, no podremos alcanzar nuestras metas debido a dicha situación aversiva. Por tanto,
enfócate en aquello que puede alterar y cambiar.
Las metas siempre deben ser realistas, es decir, que sean posibles y no probables. No es
necesario que con un solo paso alcances estas metas, sino más bien con pequeños pasos.
Actúa de la mejor manera que puedas y que creas más conveniente. Es preferible llevar a
cabo acciones decisivas que ignorar los problemas esperando a que estos desaparezcan.
Descúbrete a ti mismo
Muchas veces, al afrontar situaciones extremas en las que ponemos todas nuestras capaci-
dades a prueba, las personas pueden aprender algo sobre sí mismas. La mayoría describe un
incremento de la fuerza personal, de su autoestima y una espiritualidad más desarrollada, y
una mayor apreciación de la vida.
Confiar en sí mismo para resolver problemas y confiar en sus impulsos ayuda a construir la
resiliencia. […]
No pierdas la esperanza
Una actitud optimista te permitirá esperar a que sucedan cosas buenas en tu vida. Además,
trata de centrarte en lo que quieres y no en lo que temes.
Cuídate
Atiende tus necesidades y deseos. Interésate en actividades que te hagan sentir agradecido
y vital. La meditación, relajación y las prácticas espirituales contribuyen a establecer relacio-
nes y restaurar la esperanza, vitales para que el motor de la resiliencia siga en marcha.
Una vez acabada esta lectura, sabremos que todos podemos desarrollar la resiliencia, esta nos
ayuda a sobreponernos a las dificultades y salir fortalecidos.
Si te encuentras en una situación difícil, recuerda que es bueno pedir ayuda. Puedes consultarla en
el Área de Mentoría o Psicología de la UPN y hablar con profesionales especializados. ¡Éxitos!
3 MATERIAL SUGERIDO
Cyrulnik, B, & Anaut, M. (2016) ¿Por qué la resiliencia?: Lo que nos permite reanudar
la vida. Gedisa: Barcelona
https://ebookcentral.proquest.com/lib/upnortesp/detail.ac-
tion?docID=4909180&query=%C2%BFPor+qu%C3%A9+la+resiliencia%3F%3A+Lo+
que+nos+permite+reanudar+la+vida+
Cyrulnik, b (2015) Las almas heridas: las huellas de la infancia, la necesidad del
relato y los mecanismos de la memoria. Barcelona: Gedisa
https://ebookcentral.proquest.com/lib/upnortesp/reader.ac-
tion?docID=4909184&query=los+patitos+feos+cyrulnik
4 CONCLUSIONES
CONCLUSIÓN 1
CONCLUSIÓN 2
Es necesario establecer relaciones sociales saludables. Busca personas empáticas, que con-
fíen en ti y que te permitan encontrar soluciones.
CONCLUSIÓN 3
LISTA DE REFERENCIAS
Martínez, A. (2012). Superar las dificultades y aumentar la resiliencia: hoja de ruta com-
pleta. Recuperado de https://www.antonimartinezpsicologo.com/superar-las-dificul-
tades-y-aumentar-la-resiliencia