El hombre entre la libertad y el determinismo
Uniwffi~daddeNavarra
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La polaiidad IibeiTad-determinisnio es una de las
paiadojas de nuestio tiempo. I'oi un lado, hay una
defensa a ultranza de la libertad y por otio, la mvesti-
gación biológica va aportando datos que llevan a un
buen número de científicos a admitir el determinismo
en la conducta Iiuinana.
Un heclio de mnstatacióil diaira es que todos de-
fienden con uñas y dientes su Iibeitad, tanto a nivel
peisonal como familmr y social. Los jóvenes, sobie todo,
son especialmente sensibles a cualquier actuación que
juzgan lesiva de su libertad, aunque en algunas ocasio-
nes lo que defienden más que la Iibeitad es el Iiberti-
naje Uno de los peoies insultos, alioi.a, es tachar de
nazi a una pelsona o a un iSgimen y clialquier pdrtido
políiico tiene como lema defender la libertad de los
ciudadanos.
Frente a esta glorificación de la libeitad -no siempre
entendida en el buen sentido- , deleminados descu-
brrmientos neurocientíficos y genéticos van inrnando
al menos aparentemente el libre arbitrio del Iionlbre y
llevan a pensar a algunos que somos seres totalmente
condicionados Éstos suelen afiimar, como decía
Spinoza (1) que la ignorancia de las causas que nos
mueven a actuzii, es la que nos lleva al convencimiento
utópico de que sonios libres.
El problema libeitad-determinismo no es nuevo.
Desde la filosofía clásica hasta nuestros dias, es LUI tema
debatido con apasionamiento, y no es de extrañar pues,
según se admita o se niegue la libertad humana, la
condición d d Iionibie cambia iadicalnrcnte Si no hay
libeitad no hay responsabilidad y si no hay responsa-
bdidad no tienen sentido las leyes penales.
Biología y determinismo
Veainos cuales son los Iieclm biológicos que Iian
dado pie a que algunos científicos liayan p u e m en
tela de juicio el libre arbitrio del hornbiee.
Reilexólogos: Uno de estos descubrimientos, el pri-
mero en orden cronológico, es el de los reflejos condi
cíonados. Según Pavlov (2) la conducta, desde las res-
4 4 REV ME0 UNlV NAVARRAIVOL43,NP3,1889,44.116
pueatas sencillas liasca las nlás coinplejas, es fruto de
ieflejos condicionados La maycii parte se clebarroilan
al maigen de nuestra concienwa por lo que dan la im-
presión de que provienen de una decisión de la voluii-
tad Por eso Pavlov, iefiiiéndose a la libertad decia "El
libre aibitrio puede ser examinado bajo un punto de
vista estrictamente científico (reflejos condicíon;iclos)..
puesto que el hoinhie es iiil siatenla, una máquina, y
está sometido, corno cualquier otro s3stema de la natu-
raleza, a lm leyes natuiales~.
Conductistas Los conductistas, basados en b~iena
pai- en la doctiina pavloviana, afirman que la con
ducta del hombre es fiuto del entorno. Skinner (32,
uno de los más conocidos behaviofistas afirmó que: <.el
ambiente social constituye lo que denominamos, una
cultura y modela y mantiene la conducta de aquellos
que viven inmersos en ellas. Más adelante, mencionan-
do una frase d e Seldes (41,escribió: "el honibre es una
uiatura de las cucnnsi.ancias. Si cambiáramos los am-
bientes de tremta pequeños hotentotes y treinta niños
de la atistociacia inglesa, los aristócratas se converti-
rían en liotcntotes y la7 hotentotcs en peqiiefios con-
se~vasiores.
Psicocirugia. La psicociiugía, inidüda con la
kucotomía hontal de Egaa Monie (51, también ha sei'
vido d e base al determinisnio cle algunos
nairocientíficos. Cuando se seccionan las fibras que
proyecran al lóbulo frontal, se producen notables cam-
bios en la psicología del leucotoniiwdo disniinuye la
agresivitlad, desaparece la ansiedad, el conlpoi tanlien-
to ético es el d e una persona sin inoral ni verguenza
social (en cohtiaste manifiesto con la conducta ante-
1101). POTotra paite, son mcapaces de resolver proble-
mas conipiejos, aunque el cociente mlelectual no se
encuentra afectado La lobt>tomíafrontal pmvoca, pues,
un verdadeio cambio de personalidad
Expcrinientos d e destiucción d e centros
hipo~alái~iicos han logrado canlbiar la conducta
alimentaria. Cuando se eliiiluia el centiu de la socic-
dad C6), sr~uadoen la región tiibeial, aparece un npeti-
136
to voraz que arrastra al individuo a comer en todo
nmmento. Al cantiario, criando se siipriine el centro
ck.1 apetito 01, localizzado en el Iiip«tkílamo lateral, se
produce una anorexia muy difkil de vencei.
Diinorfhno sexual Hace veinte allos, Gorsici et
al. (8) pusieron de n~anifiestola existencia de un claro
diniorfiomo sexual enla región prebptica de la rata En
106 machos, la región medial de esta área Cque Gorslu
clenvinind núcleo sexual dimórficol, presenta un volu-
men mayos que en las hembras. Años más taide, Le
Vay (59,conocido neui~ocicntíficoy lider gay en
California, investigó el comportamiento de ese núcleo
sexual dimórfico en homosemiales Según este autor
uno de los cuatro núcleos mresticiales del hipotálamo
anterior, que denominó nilcleo inres2icial htpotal<mic«
3, tlene un voliunen 2,5 veces mayor en los varones
que en las niujet~sy en los hombres Iiomosexuales su
volumen es parecido al de la&mujeres. Este rciidtado
he ai~+eadu por los medios de comunicación afines a
b06 gap, apreejendo titulares como: "Le Vay y su equi-
po han descubierto el asiento <ierehd de la gaycidad".
Y los homosexuales recibieron con alhomzv esta nvt-
cm,pues su tendencia seria pivducto de la naturaleza
y no una perversión
Un bucn número de neurocientíficos t10) acugieron
con escepticismo los resultadm publicados por Le Vay
y pusieron de manifiesto los puntos débiles del traba-
fm gfan dispersión de los valores (en algunvs homo-
sexuales el volumen del citado núcleo era semejante al
de L o s heteosemales). número insuficiente de casos,
la detmnunación del volumen no es método adecuado
para ctmvcer el nivel de funcionamiento, etc. Todas
estas objeciones llevaron a Le Vay a reconocm que era
necesaiio hacer un estudio más amplio y i.iguroso pai-a
cvnfirtnat sus primeros i-esuliadós.
Genética. No han sido si20 las trabajos de Le Vay
los que han pretendido dar una explicación bialógica
a la humoscxualidad, Hama C111, otro conocido gay,
dedicado a los estud~mgcnitttcos, pnbllcó en 19% un
trabajo sensacionalista en el que sc a h a b a qite en la
regtón Xg28 del brazo largo del ciomomma X, se en-
Luentra un gcn responsable de la gayudad. M e titba-
jo, como el de Le Vay, suscit0 serias dudas sobre el
rigor Uei~tíEicocon el que fue ieiilizado. De hecI10,
otro genetiira, Ebem, que replic6 e1 anidio de I+$n~er,
no ha podido confirmar los regultados de &te, y e1
NIH de EEUU ( 1 3 , sospechando qile los resultados
Fi~e~vn manipulados por mmer, oidená que se invcsti-
gara si se dio tal manipulación.
En reIa~~Ón con otro instinto, el de la nutrición, ha
aparecido recientemente e n Nature C13) un aítículo en
el que se refiere que unas miitacimes en el "loci~sde
la mahogsny9up~imen103 fenotipos pleiotrópicos,
entre las que se incluye la obesidad. Los autot~sstfia-
lan que el "gen caoba'>se expresa en el hipot3lamo
lateral, dando lngal al aumento del apetito, y a la
liiperfagia y obesidad subiguientes
Biologfa y metabiología
Tomando los daros hasta aquí mencionadas con una
mentalidad b~ologieista,se puede llegar a la conclu
sión de que el hombre, como el ivsto de los ani~nales,
no es líbxe, sino que su conducta viene determinada
par el ambiente, por los centros nervmsus y por los
genes. Ahora bien, si el horizrrnte inquiridor m queda
limitado a la brolugfa sino que se abre a un hhiizonte
metabiológico se llega a una comprensión ni& com-
pleta de la polaridad libertad-determuiismo.
Siempre se ha wncedido una gran iinportancia a los
Factares ambientales en la Formacióul del carácter y,
conmientemente, sc ha procuréido que tanto cl en-
torno familiar como social fueran idáneos para adqui-
rir las virtudes humanas necesarias para la conviven-
cia. Por otra parte, desde ta época hipoci-atica se viene
relacionando la consritución corpml con el tempera-
menta y, aún hoy, se habla de temperamento flemgti-
co, sanguíneo, etc. Ahora bien, una Cosa es que el
ambiente y la genética influyan en la peisona y otra
que ésta no sea sino un mero mecanismo ejecutor de
lo ya progranlado en su código genético y de los hábi-
tos adqui~idos.Es necesario considerar, como hizo
Binswmger (142, frente a1 "horno natura", al "Iiomo
existentialis" El prrmem, pura biología animal, el se-
gundo un ser racional, dotado de voluntad, capaz de
sobrepvneisey de diiigir los impulsos animales. Frankl
(152 reaccivnando Frente al ieduec~onismo~ tan frecuente
entre los neumcien~icos,afirma que el vcrdadmo en-
foque del hombie ha de ser tridimensional: físico, bio-
lógico y noético, p a o que estos tres niveles c o n a -
yen una unidad indivrsible, sieado el piano ndtieo
<espiritual) el piopiu del hombre y el que redlmente lo
constituye en un 5vr libre y responsable.
Tarnbie% el Papa Juan Pablo 11, en su encíclica: Tides
et fatus., pide a los que naq niovemw en las uencias,
biológicas que @vamosconscientes de que la bdsque
da de la verdad, incluso cuando ataiie a una realidad
limttada del mimdo u del hombre ..re& siempre a
algo que está por encima del objeto ininedhto de los
estudios ...
En defhinitiva, se llega a la conclusión de que hay
dos discursos paialelw: el de los reducclonístas que al bioquínm) y por tanto no puedcn admitir la libertad,
no admitir elcomponente espiritual del hombre tienen y el de los que damos por supuesta la existencia de
que basar su coliducta en meras reacciones bioqi~~micas una facultad espiiitual, la voluntad, en la que propia-
<el propio Severo Ochoa dijo que el honihre sólo es mente radica e1 libre albedfio

1.Spinoza B. de. Ética 01,esco-

lio 35)
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