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Kevin Villagómez 00125967

Sigmund Freud: El Malestar en la Cultura


¿De qué manera la sensación de eternidad influye en la humanidad?

Los seres humanos hemos evolucionado a lo largo de muchos, hemos realizados

tantos cambios que de seguro alguien del pasado que viniera ha estos días quedara

asombrado, pero muchos ideales aún se mantiene a pesar de los avances, se trata de la

religión, la cual se basa en un sentimiento particular que todas la personas lo percibimos

pero casi nunca lo de notamos, es la “sensación de eternidad”, la cual no tiene ningún

límite, y el autor se atreve a describirla como “Oceánica”, pero no se trata de la

inmortalidad personal como muchos pensaran, más bien es algo más subjetivo, algo que

esta impregnado en nuestra psiquis y sería la fuente de la energía religiosa.

El sentimiento anteriormente mencionada es casi imposible de explicarlo, con lo cual lo

único que se puede hacer es recurrir a una explicación ideológica lo más cercana

posible. Así Freud (2003) con la frase: “De este mundo no podemos caernos” nos quiere

decir que este es un sentimiento de comunión con entre el mundo exterior y el Yo

interno. Para entender esta sensación debemos repasar lo que es el Yo. El yo (ego en

latino) se presenta como algo unitario e independiente que se diferencia con todo el

exterior. Y el autor señala que esta independencia lo pierde al enamorarse la persona,

pues se crea el Yo y el Tú en una misma unidad y las personas están dispuesto a

comportarse como si así realmente lo fuera. Mientras que el mundo exterior colisiona

con mi Yo interior por las diferencias pragmáticas que presentan.

El sentido del Yo va evolucionando, pues un bebé discierne el Yo con el mundo exterior

a través de la influencia de varios estímulos, lo primero que descubre que algunas

fuentes de excitación está en su propio cuerpo (Yo), además anhela un objeto exterior
(seno materno) que se encuentra afuera de esta manera crea una relación Yo-Exterior, el

segundo estímulo para relacionarse con el exterior es el dolor, puesto que enfrenta al Yo

con un No-Yo de afuera, cosas placenteras no representan al Yo sino al objeto. Además

existen patologías que nos presenta gran número de estados en que el yo ya no es uno

solo, quizás porque los límites se confunden es decir, los pensamientos parecieran

extraños al Yo, principalmente porque el mundo exterior nos quiere imponer nuevos.

Pero así vemos que el sentimiento de eternidad es mucho más que una simple parte de

un humano abarca mucho más, es un sentimiento que enlaza a mi Yo interno con el

exterior construyendo .un modo de intercambio y convivencia, entre los cuales

necesitamos creer que alguien “superior” controla esta convivencia de lo cual se

aprovecha la religión, pero seguramente este sentimiento es necesario para sentirnos

mas humanos.

¿El ser humano tiene inclinación hacia lo malo?

La pregunta es muy ambigua, pues depende de la perspectiva de la persona que

este respondiendo, ya que lo “malo” es algo subjetivo presenten el pensamiento de los

seres humano, es decir, lo que para mi vecino es “bueno o malo” para mí no

necesariamente lo es. Los seres humanos somos seres movidos por nuestros instintos

para adquirir objetos (a través de medios) para satisfacer nuestras necesidad, lo cual trae

consigo placer, pero ¿El placer es maldad? Si la respuesta a esta pregunta es positiva

querría decir que todos los humanos de cierta buscamos la “maldad”.

Entonces si los humanos somos seres “malos” como es que hemos logrado

formar sociedades y culturas a lo largo de estos años, esto gracias a que la misma

cultura ha logrado apaciguar el instinto de destrucción de sus individuos, a partir de un

yo subordinado en el cual se crea un sentimiento de culpabilidad ante lo que se señale

“malo”. La cultura logro que el mismo individuo vigile una parte de su Yo interior, y en
caso de no cumplir lo señalado por la sociedad, creo un mecanismo para hacer percatar

al individuo que está actuando de una equivoca. Pero esta culpabilidad se da origen

cuando el individuo acepta alguna acción por mala, entonces este sujeto está dejando ser

un yo y aceptado lo dispuesto por el exterior, además denotamos que la cultura no

puedo hacer esto sola necesito ayuda de instituciones sociales ya establecidas como la

iglesia, la cual saco a flote la idea de que como somos echo a imagen de Dios debemos

siempre ser buenos, y todo lo demás es ser malos, al mismo tiempo hizo reconocer que

una toda maldad es condenable.

No existe diferencia entre hacer el mal o si no lo proponemos hacerlo, pues en

los dos casos el individuo será castigado; aquí hizo otra cosa genial el exterior, pues si

quería controla al yo necesita identificar un castigo al que todos los individuos tenga

miedo, y fue muy fácil encontrarlo puesto que solo partió de la idea que todos los

humanos somos seres sociables: La angustia social, el miedo de perder el “amor” de la

sociedad. Por últimos se debe agregar que aquellas personas más santas son aquellas

que más condicionadas están, puesto que su conciencia moral alta hace que ante la

mínima acción se auto acusan de pecaminosidad.

¿Por qué el Yo interior es tan importante?

Para entender mejor el Yo interno, Freud (2003) señala que: “El Yo es todo y

después desprende de sí un mundo exterior”, por si eso si un yo interno no puede haber

un exterior; además el sentido yoico primario lo siente todo el mundo pero el yoico

adulto se encuentra con un límite más preciso y restringido. El hombre mediante sus

sentidos y la actividad física aprendido a discernir el Yo del exterior (originado por el

mundo), pero si el Yo usa los mismos métodos para defenderse de los estímulos del

interior con los que usa en el exterior termina en grandes trastornos patológicos.
Pero es que el Yo interno tiene la capacidad de admitir de que lo primitivo junto a lo

ulterior de que se está desarrollado, a lo cual es algo controversial pues siempre los

seres superiores tienen su origen en seres inferiores, mientras que la evolución de lo

psico solo ha logrado modificar alguna parte, mientras que otra se mantiene intacta, así

cuando un niño crece sus hueso cambian, ya que en un adulto podemos trazar por donde

era sus huesitos de la niñez más sus tejidos ha cambiado, por eso se puede decir que

solo en lo psiquico persista los estadios previos, junto a su forma definitiva, por eso es

que no podemos representar gráficamente este fenómeno. Por lo tanto el sentimiento

Yoico permanecerá en la psiquis.

Pero ¿será que la importancia del Yo interno se relaciona con religión? Para contestar

esta pregunta necesitamos aclarar que las necesidades de la religión se originan por la

deseo del amparo de un padre, además para creer en un sentimiento amoroso en donde

estén todas las personas, y aquí interviene el sentimiento oceánico pues relaciona a la

religión en el concepto de uno-es-todo. Convirtiendo el Yo interior en el origen del todo

y de ahí su importancia pues si una unidad básica no existiera nada.

¿Por qué la religión contribuye a la evolución de la cultura?

El yo subordinado se ha dejado controlar bajo los ideales de la misma cultural,

con lo cual solo se ha conseguido mantener la evolución de esta. Entonces la cultura ha

necesitado mantener controlado al Yo interior del individuo pues este se inclina hacia

un instinto de destrucción con lo cual la religión ha hecho su aparición, creando el

concepto de la conciencia, con el cual un individuo no puede irse en contra de la

corriente de la cultura, al mismo tiempo aparece el sentimiento de culpabilidad por una

acción que se interpreta como maldad (o pecado en la religión), la cual se penalizada

bajo un sanción por parte de la autoridad.


Desde tiempos antiguos la religión ha constituido un ente el cual regula lo que está

permitido o no, simplemente lo establece como bueno o malo según su perspectiva,

especialmente el individuo tiene miedo al castigo que se lo pueda aplicar, pero si se trata

del temor de quedar deslucido de los demás y perder ese amor de la “autoridad

suprema” pues todas las personas queremos el afecto y cuidado de un padre, con lo que

la religión se apresuró en presentar una figura paternal y lo nombro como Dios, el cual

fue considerado como un ser perfecto, al cual todos los individuos quieren alcanzar y el

única condición que puso la iglesia es que el individuo sea bueno.

Además la religión necesito una forma de clasificar todas las acciones como buenas y

malas para lo cual realizo unas normas para que nadie se salieran de estas, así creo los

mandamiento, entre el cual esta amaras al pobre como a ti mismo con lo cual intenta

disminuir la maldad humana y lograr la convencía entre toso los individuos. En

definitiva la cultura usa a la religión para establecer un progreso fundamento en callar al

yo interior y prescribir sus propias normas y fomentar el miedo a todas aquellas

personas que intenten irse en contra del tal llamado “progreso cultural”

¿De qué manera el instinto de destrucción es el principal mal para cultura?

Freud (2003) señala que una parte de su escrito que el hambre y el amor hacen

girar coherentemente al mundo, donde el Hambre son los instintos que quiere conservar

el individuo y el amor son los objetos, es decir, los instintos del yo y los instintos

objétales que se generan para conservar la especie; pero los instintos objétales (o libidos

como señala el autor) el sádico no tiene que ver con el amor además de tener colisiones

con el instinto del yo, pero existe y capaz es porque el dolor reemplaza al amor. Al

hablar de los instintos objétales al yo se tiene que agregar el termino narcisismo, pues

hasta el Yo tiene un pequeña parte de libido, además existe un instinto de la muerte o


destrucción, en el cual una parte se orienta contra el mundo exterior y otra al interior,

mediante un proceso de autodestrucción que actúa constantemente.

Así el sadismo y masoquismo es parte del instinto de la muerte que destruye el exterior

pero no nos damos cuenta la destrucción interior. Y así el hombre tiene una inclinación

a lo “malo” (contario a la religió q dice que somos creaciones a imagen de dios), donde

el instinto de destrucción dirigido a objetos procura la satisfacción de las necesidades

vitales. Algunas veces el malo no es malo porque quiera o sino que este desea y le da

tanto placer que se tiene el miedo de no controlarlo con lo cual crea la falsa idea de ser

algo malo. Entonces Freud dice la tendencia de destrucción de un individuo es inata de

su ser, la cultura divide esta agresión formando las diferentes familias a lo largo de la

cultura.

Como hemos visto el individuo busca la destrucción lo cual se va en contra de los

principios de la cultura que busca la unión, en fi los buscamos los seres humanos es

satisfacer nuestras necesidades y en esa busca lograr la felicidad, para lo cual

necesitamos incluirnos dentro de una cultura humana, además debemos evolucionar

como personas, pero el progreso de la cultura limita a mi yo interior lo cual causa un

problema, por eso es que el individuo debe ser pacífico y debe estar limitado, porque o

sino buscaría el bien individual ya que en la cultura esta ta delimitado que es difícil que

encuentre en ella la felicidad.

Bibliografía

Buenos Aires: Paidos, 53-94.Freud, S. (2003) El malestar en la Cultura. Madrid:

Alianza, 60-92.

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