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Presentación
Nombre (s):
Raul Beltre Polanco
Matrícula:
15-SPSS-6-027
Materia:
Teoría de la personalidad.
Tema:
Personalidad de Adolf Hitler
Número:
10
Profesor (a):
Gesner Michel
Sección:
581
Fecha:
01-12-2018
Índice
Introducción …………………………………………………………………………………3-4pag
Biografía……………………………………………………………………………………… 5-6pag
Infancia………………………………………………………………………………………. 7-9pag
Juventud en Viena y Múnich ………………………………………………………9-11pag
Primera guerra mundial …………………………………………………….…….…12-14pag
Inicio de la actividad política ………………………………………………………15-20pag
Mein Kampf …………………………………………………………………………………21-22pag
El ascenso al poder ………………………………………………………………………22-23pag
Triunfos iniciales ………………………………………………………………………………23pag
La caída ……………………………………………………………………………………………24pag
Boda con Eva Braun y testamento……………………………………………….24-25pag
Suicidio…………………………………………………………………………………..……25-26pag
Rasgos de su personalidad …………………………………………………...…….27-30pag
Autodidacta y lector empedernido ………………………………………………30-31pag
Antisemitismo…………………………………………………………………………….…31-32pag
Teorías sobre el origen de su antisemitismo………………………….………33-34pag
Perfil psicológico de Hitler…………………………………………………………..…34-38pag
Conclusión ………………………………………………………………………………..……….39pag
Referencia bibliográfica.......................................................................... 40 pag
Introducción
Querido lector gracias por el interés en este resumido análisis de la
personalidad de uno de los dictadores mas sanguinarios que conocido la
humanidad Adolf Hitler, pero antes de empezar quiero hablarte un poco
de personalidad, ¿qué es personalidad?, ¿Porque es tan importante su
estudio para psicología?
Wikipedia define la personalidad de la siguiente manera:
La personalidad es un constructo psicológico, que se refiere a un conjunto
dinámico de características psíquicas de una persona, a la organización
interior que determina que los individuos actúen de manera diferente ante
una determinada circunstancia. El concepto puede definirse también como
el patrón de actitudes, pensamientos, sentimientos y repertorio
conductual que caracteriza a una persona, y que tiene una cierta
persistencia y estabilidad a lo largo de su vida de modo tal que las
manifestaciones de ese patrón en las diferentes situaciones poseen algún
grado de predictibilidad.
Si bien Wikipedia trata de dar una definición aceptable de lo que es la
personalidad, digo trata porque a pesar de no hacerlo mal, nos da muchas
palabras tal vez rebuscadas. Para definir la personalidad la primera palabra
que hace eco en mi mente es “conducta” la personalidad esta impregnada
en su totalidad de esto, somos lo que hacemos, como lo hacemos,
nuestras acciones son las que nos definen, importa poco lo que digamos
cuando lo que hacemos es contrario, no nacemos como tal con
personalidad, si bien hay componentes biológicos que en muchos casos
son determinantes, el mayor rol lo juega el ambiente y esto incluye todo lo
que nos rodea desde que estamos en el vientre de nuestra madre. Somos
moldeados atreves del desarrollo de nuestra historia.
La personalidad esta compuesta por el temperamento, que es origen
genético, y el carácter que es resultado de nuestro ambiente. Estos
componentes nos hacen únicos he irrepetibles.
La psicología se interesa por la personalidad porque la misma es la materia
prima de su objeto de estudio que es la psique, la mente, la psicología
estudia el comportamiento para controlar, mejorar y predecir el mismo.
Establecer un perfil psicológico de una persona en concreto sin observar ni
analizar su comportamiento y características de manera directa es
complicado y poco efectivo, puesto que no se puede realizar una
exploración psicológica real.
La personalidad de Adolf Hitler fue un aspecto que preocuparon en gran
medida a diferentes gobiernos durante la Segunda Guerra Mundial.
Biografía
Adolf Hitler (Braunau am Inn, Austria-Hungría, 20 de abril de 1889-Berlín,
Alemania, 30 de abril de 1945) fue un político, militar, pintor y escritor
alemán, de origen austríaco; canciller imperial desde 1933 y Führer —líder
— de Alemania desde 1934 hasta su muerte. Llevó al poder al Partido
Nacionalsocialista Obrero Alemán o Partido Nazi, y lideró un régimen
totalitario durante el período conocido como Tercer Reich o Alemania nazi.
Además, fue quien dirigió a Alemania durante la Segunda Guerra Mundial,
que inició con el propósito principal de cumplir sus planes expansionistas
en Europa.
Primeros años
Infancia
Adolf Hitler nació en Braunau am Inn, una
pequeña aldea cerca de Linz en la
provincia de la Alta Austria, no muy lejos
de la frontera alemana, en lo que entonces
era el Imperio austrohúngaro. Nacido en una
familia de clase media, su padre, Alois
Hitler (1837-1903), fue un agente de
aduanas. Su madre, Klara Pölzl (1860-
1907), fue la tercera esposa de Alois.
Hitler fue el tercer hijo de la pareja. Como los padres de Hitler eran
primos, debieron obtener una dispensa papal para el matrimonio. De los
cinco hijos de Alois y Klara, sólo Adolf y su hermana Paula llegaron a la
edad adulta. El padre de Hitler también tuvo un hijo, Alois Jr., y una hija,
Angela, con su segunda esposa.
Su padre, Alois Hitler, fue un hijo ilegítimo, por lo que durante los primeros
treinta y nueve años de su vida llevó el apellido de su madre,
Schicklgruber. En 1876, el padre de Alois, Johann Georg Hiedler, finalmente
lo reconoció. En el siglo XIX eran comunes en Austria las variantes del
apellido Hüttler, Hiedler, Hittler y Hitler. La teoría del escritor Franz
Jetzinger de que el apellido guarda relación con el checo Hidlar o Hidlarcek
ha sido citada en la literatura en numerosas ocasiones, pero es
actualmente rechazada: lo más probable es que todas esas variantes
deriven de Hütte (choza), con lo que el apellido significaría algo así como
«pequeño campesino» o «el que vive en una cabaña».
La propaganda de los Aliados explotó el apellido original de la familia de
Hitler durante la Segunda Guerra Mundial. Panfletos portando la frase Heil
Schicklgruber fueron lanzados desde el aire sobre ciudades alemanas. Sin
embargo, Adolf nació legalmente como Hitler; además, se encontraba
también relacionado con Hiedler a través de su abuela materna, Johanna
Hiedler.
El nombre Adolf viene del antiguo alto alemán y significa «lobo noble»
(Adel=nobleza + Wolf=lobo). De ahí que uno de los apodos de Hitler
puestos por él mismo fuera Wolf o Herr Wolf —comenzó a usar este apodo
a principios de los años 1920 y se le dirigían con él solo los amigos íntimos
(como «Tío Wolf» por los Wagner) hasta la caída del Tercer Reich.
Los nombres de varios de sus cuarteles generales dispersos por la Europa
continental (Wolfsschanze en Prusia Oriental, Wolfsschlucht en Francia,
Werwolf en Ucrania, etc.) reflejan esto.
Incluso Hitler sugirió a su hermana Paula que se cambiara de nombre
durante los juegos Olímpicos en Garmisch y se mantuviera en estricto
incógnito bajo el apellido Wolff, manteniendo su nombre si quería. Por
sugerencia de Paula, se añadió el calificativo de Frau (Señora) para hacer
menos sospechoso el cambio de nombre ante sus conocidos (haciendo ver
que el cambio de nombre fuera debido a un matrimonio). Hitler era
conocido como Adi por su familia y parientes más cercanos.
Hitler dijo que, de niño, era azotado a menudo por su padre. Años más
tarde le dijo a su secretaria: «Entonces tomé la decisión de no llorar nunca
más cuando mi padre me azotaba. Unos pocos días después tuve la
oportunidad de poner a prueba mi voluntad. Mi madre, asustada, se
escondió en frente de la puerta. En cuanto a mí, conté silenciosamente los
golpes del palo que azotaba mi trasero»
La familia de Hitler se mudó a menudo, de Braunau am Inn a Passau,
Lambach, Leonding y Linz. El joven Hitler fue un buen estudiante en
primaria. Pero en sexto, en su primer año de enseñanza secundaria
(Realschule) en Linz, fue suspendido y tuvo que repetir el curso. Sus
profesores dijeron que no tenía «deseos de trabajar». No obstante, quedó
cautivado por las lecturas pangermánicas del profesor Leopold Poetsch,
quien influyó notablemente en la mente del joven.
“En este período tomó forma dentro de mí una imagen universal y una
filosofía que se convirtió en la base de todos mis actos. Además de lo que
entonces creé, he tenido que aprender poco, y he tenido que cambiar
nada”
En el verano de 1921, Hitler era el líder del partido; no sólo era el principal
orador y propagandista, sino que también era la principal fuente de
ingresos de ese movimiento revolucionario. No obstante, los fundadores
se encontraban resentidos debido a la conducta dictatorial de Hitler, y
aprovechando que se encontraba de viaje en el norte de Alemania,
planificaron la fusión de su partido con otros grupos políticos; de esta
manera, pensaban reducir la importancia de Hitler y cuestionar su
liderazgo. Hitler se enteró de estos planes y regresó a Múnich, solicitando
poderes dictatoriales en el partido, de lo contrario renunciaría. Drexler
respondió publicando una carta en un periódico, denunciado los abusos
autoritarios de Hitler, pero este presentó una demanda legal en su contra,
y Drexler se tuvo que retractar. Derrotado, Drexler fue retirado de su cargo
de presidente y Hitler lo sucedió, convirtiéndose en el líder indiscutible del
Partido Nazi. De esta manera, se estableció el «principio del liderazgo»,
que formó el sistema de gobierno político de la Alemania nazi.55
A través de sus 782 páginas, Hitler detalló los pasos que un futuro Estado
alemán nacionalsocialista debía seguir para finalmente convertirse en el
«amo del mundo».
Primero aboga por la conclusión definitiva de la hostilidad franco-
germana, que se lograría con la destrucción de Francia. Una vez
conseguido esto, Alemania finalmente se encontraría en libertad de
expandirse, con el objetivo de conseguir el llamado «espacio vital
alemán». Hitler concluye que el Tercer Reich no debe buscar colonias en
Asia o África, sino que debe expandirse hacia el este, a expensas de
Rusia.70 Aunque reconoce que diversos pueblos ya habitan en Europa
oriental, asegura que el pueblo alemán tiene el derecho de desalojar a sus
ocupantes:
El ascenso al poder
La Gran Depresión trajo nuevos tiempos para el revolucionario alemán.
Durante años Hitler había predicho que llegaría y mientras varios bancos
se declaraban en quiebra y millones perdían sus empleos, él declaró su
satisfacción, porque entendió que el momento era oportuno para su
discurso revolucionario:
Nunca en mi vida he estado más dispuesto e interiormente presto a la
lucha que en estos días. Porque la dura realidad ha abierto los ojos de
millones de alemanes a las estafas, mentiras y traiciones sin precedentes
de los marxistas engañadores del pueblo.
Después de obtener apoyo popular, Hitler procedió a buscar el del Ejército.
El discurso nacionalista de Hitler hizo mella en jóvenes oficiales; y una
semana después de las elecciones, durante un juicio contra tres oficiales
que habían promovido la ideología nazi en el Ejército, Hitler fue llamado a
testificar y aprovechó esta oportunidad para intentar ganar el apoyo de los
militares, asegurando que «vengaría» la Revolución de Noviembre y que
eliminaría los límites impuestos al Ejército alemán en el Tratado de
Versalles. La victoria electoral de Hitler también atrajo la atención de los
hombres de negocios germanos. Desde 1931, Walther Funk empezó a
presentar a Hitler poderosos industriales; además, varias empresas
empezaron a financiarlo, entre las que destaca la aseguradora Allianz. Sin
embargo, la mayoría de empresas alemanas se negaron a apoyar al futuro
dictador.
Triunfos iniciales
El 12 de marzo de 1938, Hitler presionó a Austria para la unificación con
Alemania (el Anschluss) e hizo una entrada triunfal en Viena el 14 de
marzo. A ello le siguió la intensificación de la crisis de los Sudetes, en la
zona de habla alemana de Checoslovaquia conocida como Sudetes; Esto
condujo al Acuerdo de Múnich de septiembre de 1938, que autorizó a la
anexión y ocupación militar inmediata de estos distritos por parte de
Alemania. Como resultado de la cumbre, la revista TIME proclamó a Hitler
«Hombre del Año» de 1938. El primer ministro británico, Neville
Chamberlain, saludó este acuerdo como la «paz en nuestro tiempo», pero
al dar forma a las exigencias militares de Hitler, Gran Bretaña y Francia
también abandonaron Checoslovaquia a Hitler. Hitler ordenó al Ejército
alemán entrar en Praga el 15 de marzo de 1939, tomando el castillo de
Praga y de Bohemia y proclamando un protectorado alemán en Moravia.
La caída
El 22 de junio de 1941, aún sin doblegar a Inglaterra, tres millones de
soldados alemanes atacaron la Unión Soviética, rompiendo el pacto de no
agresión que Hitler había firmado con Stalin dos años antes. Esta invasión,
llamada Operación Barbarroja, cuya duración se estimaba en unos pocos
meses, incautó grandes cantidades de territorio, incluidos los estados
bálticos, Bielorrusia, y Ucrania. También rodearon y destruyeron muchas
fuerzas soviéticas. Pero los alemanes debido al retraso de cuatro meses
por las operaciones en Grecia y Yugoslavia, no consiguieron llegar a Moscú
en diciembre de 1941, en lo que también influyó la llegada anticipada del
invierno ruso con temperaturas de hasta -50 °C (el más duro en 50 años),
todo ello unido a la feroz resistencia soviética, reforzada con tropas
siberianas del entonces general Zhúkov especialmente adaptadas a las
condiciones extremas. La invasión no había logrado el triunfo rápido que
Hitler quería.
Suicidio
El día 29 de abril Hitler comenzó a realizar los últimos preparativos para su
suicidio. Aunque ya se había enterado de la muerte de Benito Mussolini,
colgado ese mismo día boca abajo junto con su amante Clara Petacci en
una gasolinera de Milán donde sus cadáveres sufrieron todo tipo de
maltratos, no es seguro que conociera los detalles y no tiene fundamento
la tesis de que estos le influyeran más allá de reforzar una decisión ya
tomada.
Por la tarde, antes de la sesión informativa diaria con sus generales, hizo
matar a su perra Blondi. Hitler ya había proporcionado ampollas de ácido
prúsico, suministradas por su médico Ludwig Stumpfegger, a sus
secretarias y otros miembros del personal del búnker y decidió probarlas
con Blondi, para lo que hizo llamar a su antiguo cirujano, el profesor
Werner Haase, que envenenó al animal ayudado por Fritz Tornow, el
sargento encargado del cuidado de los perros del Führer que ya había
matado a tiros a los otros dos que le pertenecían. Hitler no presenció el
envenenamiento, pero acudió a contemplar unos instantes y en silencio el
cadáver del animal.
Hacia el mediodía del 30 de abril comunicó a Martin Bormann la decisión
definitiva de suicidarse y dio a su ayudante Otto Günsche instrucciones
estrictas sobre la cremación de su cuerpo y el de su esposa, según dijo no
quería que fueran exhibidos en el «museo de cera de Moscú».
Inmediatamente Günsche ordenó al chófer de Hitler, Erich Kempka, que
consiguiera unos doscientos litros de gasolina y los hiciera llevar al jardín
de la Cancillería. Después y como de costumbre sobre la una, Hitler
almorzó con aparente tranquilidad en compañía de sus secretarias, Traudl
Junge y Gerda Christian, y de su cocinera Constanze Manziarly.157158
Después de comer Hitler se retiró a sus habitaciones y regresó poco
después acompañado de Eva Braun para una última ceremonia de
despedida. Allí estaban presentes Martin Borman, Joseph Goebbels,
Wilhelm Burgdorf, Hans Krebs, Otto Günsche, Walther Hewel, Peter Högl,
Heinz Linge, Werner Naumann, Johann Rattenhuber y Erich Voss además
de Magda Goebbels, Else Krüger y las otras tres mujeres asistentes a la
comida.159158 Hitler les dedicó solo unas pocas palabras y, tras estrechar
las manos a todos, regresó a su estudio de donde solo volvió a salir para
visitar a Magda Goebbels que, angustiada por su futuro y el de sus hijos,
probablemente le pidió que reconsiderara su decisión de no abandonar
Berlín. Después de la conversación, poco antes de las 15:30 horas, se
encerró por última vez en su despacho acompañado casi inmediatamente
por Eva Braun.
Rasgos de su personalidad
El gran interés que despierta la figura de Hitler se debe precisamente a los
ribetes de su extraordinario tipo de personalidad y su halo de
impenetrabilidad. Hitler poseía un extraordinario carisma capaz de
envolver no sólo a las personas, sino también a las masas, además de
poseer una gran oratoria gesticular muy estudiada y una capacidad de
liderazgo notable; pero quien haya permanecido con él diría lo mismo que
opinó su ministro y arquitecto Albert Speer: «Nunca llegué a conocerlo».
Ciertos psicoanalistas, como por ejemplo Arno Gruen, parten de la
premisa de que la relación de Hitler con su padre estaba dominada por la
violencia. Su madre en cambio lo habría «endiosado». Dado que sus tres
hermanos mayores habían muerto poco antes del nacimiento de Adolf, su
madre siempre habría temido perder también a su cuarto hijo.
Esta relación tensionada habría tenido una influencia determinante sobre
el desarrollo de la personalidad de Hitler: la madre no habría podido
proteger al hijo de los castigos por parte del padre, más sin embargo lo
habría endiosado, de manera compensadora, utilizándolo así en un juego
de poder en contra de su padre.
El niño habría experimentado a su madre como una persona débil y digna
de desprecio, tal como la habría percibido su padre. Al mismo tiempo, el
hijo habría deseado proteger a la madre en contra del padre. Esta
situación habría precipitado al niño a determinados conflictos interiores, a
los que solamente habría podido esquivar alienándose de sí mismo y de
sus necesidades.
A causa de esta alienación se habría desarrollado una identidad muy débil.
El vacío interior habría sido rellenado por fantasías violentas y poses
superpuestas.
“Hitler era vegetariano, gustaba del té y además no soportaba el calor; no se podía fumar en su
presencia y hacía climatizar sus ambientes a no más de 11 °C de temperatura. Otro de los
aspectos es que a Hitler le gustaba escuchar chismes, pues lo distraían de su realidad. Además,
Hitler se acostaba muy tarde, a las tres o cuatro de la madrugada, y se levantaba también muy
tarde, entre las 10:00 y las 11:00 horas; el personal militar de la primera planta se acostaba en
torno a la medianoche, terminada la última reunión de guerra de cada día y se levantaba hacia
las siete.”
Dado que tenía mala vista, pero rehusaba portar gafas por vanidad, los
sirvientes debían distribuir gafas para leer en todas las salas de la
Cancillería, para que Hitler tuviera rápidamente una a mano.
Antisemitismo
Murray explica que los judíos eran claramente un grupo demográfico para
que Hitler proyectara sus frustraciones y errores personales, porque "no se
defienden con puños y armas". Los judíos eran, por tanto, un objetivo fácil
al que podía culpar de casi cualquier cosa, incluyendo los efectos
desastrosos del Tratado de Versalles. La imagen de los judíos que
proyectaba estaban asociados con varias de las aversiones de Hitler, como
los negocios, el materialismo, la democracia, el capitalismo y el
comunismo. Estaba ansioso por despojar a los judíos de su riqueza y
poder.
Mientras que el líder nazi era conocido por ofrecer un apretón de manos
débil con las palmas "húmedas y pegajosas" su presencia fue descrita
como "hipnótica" en el análisis de Murray. Los ojos los describe Murray
como "muertos e impersonales". También señala que el Führer tenía una
"altura ligeramente por debajo de la media, entradas en el cabello, labios
delgados, y manos notablemente bien formadas".
El informe también habla sobre lo exigente que era sobre su comida.
Este hecho se vería favorecido por la adoración de gran parte del pueblo
alemán durante su ascenso al poder. En la actualidad, podría llegar a
considerarse que se trataba de un caso de delirio de autorreferencia.
También resulta en parte revelador que la raza aria que preconizaba gozaba de
características de las que él mismo carecía, cosa que parece favorecer la idea de la
existencia de una autoestima baja y de sentimientos de inferioridad.
4. Desprecio hacia la debilidad
Como ocurre con otros muchos dictadores, el poder era importante para
Hitler. La creación de organizaciones como la Gestapo para mantener la
obediencia de la población y la eliminación de disidentes son pruebas de
ello. Del mismo modo se puede observar en su política expansionista,
invadiendo diferentes países como Polonia o intentando atacar Rusia. En el
libro que escribió durante su estancia en prisión, Mein Kampf, llegó a
escribir que su partido no estaba para servir a las masas, sino para
doblegarlas.
9. Poca capacidad empatía
Referencias bibliográficas:
http://www.elcajondegrisom.com/2017/05/la-personalidad-de-hitler-segun-la.html
https://es.wikipedia.org/wiki/Adolf_Hitler
Koepf, G. & Soyka, M. (2007) Hitler’s missing psychiatric file. European Archives of
Psychiatry and Clinical Neuroscience; 257(4).
Murray, H.A. (1943). Analysis of the personality of Adolf Hitler. With predictions of his
future behavior and suggestions for dealing with him now and after Germany’s
surrender.
Redlich, F. (1998). Hitler: Diagnosis of a Destructive Prophet. Oxford University Press.
Stewart, D. (2005) Inside the mind of Adolf Hitler. BBC.