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Intervención cognitivo-conductual en el caso de agresividad de un niño de 10 años.

Alonso, Roblero, Jenny Roxana y López, Solís, Raymundo Ezequiel.

Resumen.
Se presenta un estudio de caso de un niño de 10 años de edad con posible
trastorno negativista desafiante (aún sin diagnosticar por un psiquiatra), mostrando
conductas disruptivas, desadaptativas y agresivas en el ámbito escolar; esto
involucra a sus pares y sobre todo a profesores y cualquier adulto que represente
autoridad para él. Se realizó observación aleatoria en el aula de clases, e
intervenciones esporádicas hasta finalizar el análisis funcional que permitió dar con
la terapia personalizada. Las intervenciones están basadas en la terapia cognitivo-
conductual, aplicando técnicas y estrategias de afrontamiento como: la
reestructuración cognitiva, técnicas de relajación, asertividad, entrenamiento en
resolución de problemas, en habilidades sociales y entrenamiento a padres y
profesores. Los resultados muestran una mejoría en su conducta y en la interacción
social, denotando un mayor control de su conducta agresiva y disminuyendo el
comportamiento disruptivo.

Palabras clave: Primaria, cognitivo-conductual, terapia de la conducta,


disrupción, agresión, economía de fichas, integración, asertividad, niño, ira-miedo.

Introducción.
Método.
Objetivo General: El objetivo general de esta práctica académica consiste en modificar
conductas de interés o desadaptativas en un niño de 10 años conferido por la dirección de
una escuela primaria, aplicando técnicas cognitivo-conductuales.
Objetivo particular: Luego de identificar cuáles eran las conductas de interés (Grafica
1) que mencionaron los profesores, compañeros y tutor del niño (agresión física y
verbal, burlas, desafío ante la autoridad, rebeldía, interrupciones constantes en la
clase con chistes, o comentarios fuera de lugar, apodos y actuaciones irónicas), se
inició el conteo de frecuencia de repetición de dichas conductas para obtener una
línea base (Grafica 2); concluyendo así, luego de un análisis, en dos conductas
(distraerse y hablar cuando no es debido), que consideramos, son el vértice para la
manifestación de las demás; es por ello, que explicamos a continuación el objetivo
específico en cada una de ellas.
Distraerse (Tabla 1 – modelo secuencial integrativo): El objetivo particular de tratar esta
conducta data de porque el niño no entiende lo que el profesor explica, aunque es
muy inteligente, teme hacer preguntas para no exponer su ignorancia sobre el tema
y que esto sea motivo de burla hacia su persona. Erradicar esta “inseguridad” o
“temor” posibilita que el niño pueda poner atención y con ello disminuir algunas
conductas como pararse, bailar, molestar, etc.; para tratar esta conducta nos hemos
apoyado de la técnica “economía de fichas” (Tabla 1 – Técnicas de intervención).
Hablar cuando no es debido (Tabla 2 – modelo secuencial integrativo): Esta conducta, luego
de una comparación, parece surgir como consecuencia de la anterior; cuando el
niño se distrae, brotan una serie de conductas disruptivas. El niño era considerado
o diagnosticado como “negativista desafiante” por la Lic. encargada del apoyo
USAER de la escuela primaria. El objetivo de tratar esta conducta, consta de:
enseñar habilidades sociales, como asertividad e integración grupal; con el fin de
enseñarle a respetar los tiempos y las formas de pedir las cosas, sin ser agresivo o
usar sobrenombres hacia sus compañeros, o enfrentar al profesor cuando este le
otorga un castigo por su conducta. En el caso de esta conducta, como hemos
mencionado antes, para modificarla, nos apoyaremos de la técnica “restructuración
cognitiva” (Tabla 2 – Técnicas de intervención) y “entrenamiento asertivo” (Tabla 3 – Técnicas de
intervención).

Participante.
Edad: 10 años.
Sexo: Masculino.
Nombre: J. M. A. C.
(Imagen 1 – niño)
Materiales.
Los materiales usados en esta práctica académica fueron los siguientes:
1.- Hojas de bitácora. 7.- Refrescos. 13.- Paletas.
2.- Pizarrón. 8.- Tablón de unicel. 14.- Pañuelo.
3.- Plumones. 9.- Tira del velcro. 15.- Baraja de cartas
“UNO”.
4.- Estambre. 10.- Fomi.
16.- Pistola de juguete.
5.- Pastel. 11.- Hojas blancas.
17.- Reproductor mp3
6.- Galletas. 12.- Pegamento.

Procedimiento.
La práctica académica se realizó en la fecha de lunes 18 de febrero de 2019, hasta el lunes
13 de mayo de 2019, en la escuela primaria Profesor Rubén Miguel Rincón Coutiño, en el
turno matutino los días: martes, miércoles y viernes.
Recurrimos a dicha institución con nuestra solicitud, en la cual nos aceptaron muy felices y
dispuestos, pues la escuela no contaba (ni cuenta aún) con servicio psicológico, únicamente
reciben el apoyo de una licenciada encargada del área USAER; con quien se nos dirigió,
pues ella tenía un registro de los “alumnos problemáticos”. Ella, muy amablemente nos
proporcionó una lista de niños de diferentes grados que presentaban problemas de
conducta, pero nos hizo mención de un niño en especial, J.M. de cuarto grado, que según
ella, él estaba diagnosticado como negativista desafiante, y nos proporcionó algunos datos
extra como: que él se escapa del salón de clases, se peleaba con otros niños, no respetaba
a la autoridad, y ya tenía la última sentencia por parte de la dirección, tambien agregó que
a J.M. lo habían abandonado sus padres, y lo habían dejado al cargo de su abuela, y que
tenía otros tres hermanos más en la escuela, y esto les angustiaba (a la dirección). Al final,
la licenciada hizo hincapié, en que J.M. había disminuido un poco la gravedad de su
conducta, y que tal vez se debía a su nuevo profesor, que trataba a su grupo en general
con respeto y les hablaba de una forma amorosa. La intensidad del caso nos atrapó y de la
lista de alumnos que nos compartió, elegimos a él. Ese día, conocimos al profesor y le
explicamos nuestra presencia en la escuela, y cual era nuestro plan de trabajo, y él muy
amablemente, nos recibió en su salón y nos apoyó en todo para lograr mejorar la conducta
de J.M.
El primer día que nos incorporamos al salón a observar; nos presentamos y realizamos
algunas preguntas para conocer al grupo, le preguntamos directamente a él, y se encogió
y respondió con una voz muy tímida; ese día nos sentamos casi al lado de él, lo cual nos
permitió una mayor interacción, él fue quien se acercó a nosotros, y fue tan solo el tiempo
quien demostró que esa introversión y timidez era tan solo una máscara, pues en menos
de dos horas, pudimos notar sus conductas sobresalientes. Un niño que no podía estar
quieto, se paraba a molestar a los demás niños, les ponía apodos, se burlaba de ellos,
interrumpía la clase, era brusco, agresivo, no terminaba ninguna actividad, ni tampoco
ninguna tarea, perdía el interés en la clase, y le daban igual los castigos que el profesor le
pusiera, como, por ejemplo: anotarlo en la lista, o pararlo al frente, por mencionar algunas.
Así pasaron los días, mientras observábamos su comportamiento y tomábamos nota en
nuestras bitácoras, no tardamos en darnos cuenta, de que J.M. presentaba problemas de
integración, el grupo lo marginaba, aunque muchas veces no era culpa de él, por ejemplo,
simplemente por el hecho ser J.M. cualquier moneda perdida, o cualquier niño llorando en
el grupo se escuchaba: “fue J.M.” sin estar seguros. Tambien notamos escazas habilidades
sociales, por ejemplo, un día, los niños formaron un círculo para jugar sus cartas, y lo
dejaron fuera, lo que le provocó su furia, y les lanzaba insultos. Le costaba pedir las cosas
de buena manera, y por supuesto que jamás iba a disculparse. Hasta esta instancia,
nuestras libretas estaban llenas de apuntes, sin haber logrado algo significativo, así que
evitamos ser un estímulo que potenciara o disminuyera sus conductas, necesitábamos
saber cómo surgía la conducta y por qué, así que le pedimos al profesor que nos tratara
como alumnos de su clase, así que participábamos, leíamos, dibujábamos, pasamos al
pizarrón, etc. Así fue como descubrimos que J.M. siempre acusaba a los demás con el
profesor, sobre cualquier conducta que él considerara mala, por ejemplo, nos acusó de
hablar en clases y de copiar en el examen (conducta que, si realizamos, pero que eran
algunas que el tambien realizaba). Decidimos entonces que sería buena idea saber que
pasaba cuando llegaba de casa a la escuela, así que nos incorporamos en el horario de 8
a 10 de la mañana, y notamos que era un chico que llegaba a temprano a clases, muy
limpio y bien arreglado, que sólo falto una vez a clases en toda nuestra estancia, y que
había una conducta que se repetía con frecuencia, nunca llevaba tarea a la escuela, fuera
de ese detalle, en la mañana se comportaba como un niño común, que se distrae y habla
de vez en cuando, que sale al baño, etc.
Cambiamos nuevamente nuestra hora de llegada, esta vez en el horario del recreo, de 10
a 12 de la mañana; en este horario sucedía algo interesante, en la mayoría de los juegos,
los niños le permitía a J.M. jugar con ellos, y jugaba bien, respetaba reglas, turnos, se
divertía, y cuando optaban por jugar a policías y ladrones, él siempre elegía ser policía.
participamos en varios juegos, así como en la clase de educación física, lo que nos permitió
tener un acercamiento más íntimo, y que él empezara a confiar en nosotros, pero fue solo
hasta después del recreo que surgían estas conductas disruptivas. La mayoría de las veces
J.M. no salía al recreo pues el profesor lo castigaba por no terminar sus ejercicios, y cuando
llegábamos, se ocultaba detrás de las sillas, o a veces lloraba, cabe aclarar que algunas
veces, tambien otros niños no salían al recreo por la misma situación, pero no se
comportaban como lo hacia él, lo que nos hizo llegar a la conclusión, de que su forma de
reaccionar, para su edad, no era “normal”. Luego, por dos semanas, no salió al recreo,
entrevistando al profesor, nos contó que fue su propia madre (la abuela de J.M.) fue quien
le pidió al profesor que no lo dejara salir al recreo a J.M. si no llevaba la tarea, y por eso se
quedó castigado durante dos semanas, notamos que este castigo, aumentó las conductas
de interés. El recibir un castigo, sobretodo negativo, lo hacían más inquieto, más desafiante,
etc. En la entrevista con el profesor obtuvimos datos como de que J.M. es muy listo y
creativo, pero flojo y desobligado, que es un niño cortes, amable, noble, pero que tiene
estas conductas que le impiden ser un niño sobresaliente. Un dato importante, fue que
agregó que la madre de J.M. (su abuela) era un tanto agresiva, tal vez por su edad (mayor
de edad), agregó el profesor, además, que según le pegaba de forma intensa, y lo castigaba
frecuentemente. Habíamos encontrado el horario correcto y a la persona indicada para
otorgarnos datos de importancia.
Fue así que decidimos nuevamente cambiar nuestro horario, pero esta vez, de 11:30 de la
mañana a 01:00 de la tarde, que son las clases que continúan después del recreo, historia
y cívica, y algunas veces, arte. Comenzamos a identificar las conductas desadaptativas, y
a contar su frecuencia, para establecerlas en unas graficas de apoyo*; al mismo tiempo que
pedimos una entrevista con la mamá de J.M. (su abuela), la señora muy dispuesta llegó a
la cita, y luego de la presentación, y sin necesidad de persuadirla, comenzó a contarnos
todo, los datos obtenidos fueron los siguientes:
J.M. es el mayor de cuatro hermanos, sus padres los abandonaron cuando él tenía
aproximadamente 4 o 5 años, según cuenta la señora; ella vive aquí (en Chiapas), y su hijo
(padre de J.M.) se fue a la frontera norte del país a trabajar, luego de algunos años, su hijo,
a quien la señora describe como un sujeto amoroso, responsable, amable, cortes, educado
y noble, regresó, pero ahora con esposa y un hijo, en ese momento, la señora no entendía
muy bien la situación, pues por algunos años perdió comunicación con su hijo; y de repente
este último, apareció en su casa, con la sorpresa ya mencionada. Esa misma tarde, la
pareja dejó a J.M. al cuidado de ella, y ambos se fueron, sólo para volver al tercer día
alcoholizados, y con muy mal aspecto. El padre de J.M. se quedó en la casa, los 4 o 5 años,
haciendo nada más que pegándole a su mujer y quitándole el dinero, para embriagarse. No
pasa mucho para que la señora (abuela de J.M.) se dé cuenta de que la esposa de su hijo
trabaja en una cantina en donde se vende a los hombres, ella se iba de casa a las 11 de la
mañana y volvía a las 3 de madrugada. Un día, un vecino, que es militar, le comentó a la
señora que su hijo se le hacía conocido, y a los pocos días, nuevamente le informó que si,
en efecto, lo había visto en algún lugar, resulta que su hijo había estado en el ejército, y
desertó, y las autoridades de la ciudad en donde vivía, lo estaban buscando porque estaba
relacionado con asuntos de narcotráfico y droga. La señora cuenta, que para nada reconoce
a su hijo, que no se parece a aquel antes de irse a trabajar a otro estado. Las deducciones
de ella, son por la influencia de su esposa. Luego de algunos meses, después de que la
pareja llegó de la nada a la casa de la señora, apareció un hombre con otros tres niños,
diciendo que la esposa del hijo de la señora (la abuela de J.M.), en realidad estaba casada
con este hombre y que tenían tres hijos y que los había dejado abandonados allá (el lugar
donde antes vivía). La señora (abuela de J.M) sin saber qué hacer, los acogió unos días,
sobre todo por el aspecto que los niños presentaban, pero luego, su hijo, los corrió en la
madrugada. Y nunca jamás volvió a saber de ellos (del señor y de los tres niños). Cuenta,
que la pareja todas las noches discutían, y que un día, cuando J.M. tenía ya dos años y
medio aproximadamente, el papá de J.M. en un estado de desapego total de sus hijos
intentó asesinar a J.M., la señora logró separarlo, él, el padre de J.M., le estaba ahorcando,
el niño quedó muy asustado desde esa ocasión; según la señora, J.M. recuerda muy bien
ese momento. Tambien nos contó que cada que el papá de J.M. se lo encontraba
aprovechaba para propinarle una golpiza, esto, según la señora, es porque el señor
considera que J.M. no es su hijo, y es hijo de la anterior pareja de su esposa. Un día, la
señora, escucho unos gritos y fue corriendo, encontró al papá de J.M. pegándole
brutalmente, al grado de que le dejó marcas en la espalda, la señora lo rescató, y nos cuenta
que escuchó frases de J.M. como: “corre a esas personas mamá, son malos, ojalan se
mueran o los maten, por favor, ya córrelos, tengo miedo”. Cuando J.M. tenía 4 o 5 años,
sus padres se fueron y nunca más volvió a saber de ellos. Cuando se le preguntó a la
señora sobre su esposo (abuelo de J.M.) nos contó que hace mucho que no vive con él,
que él está en la cárcel, porque cuando sus hijos eran pequeños, intento asesinar a todos,
abriendo la salida de gas, por suerte, las vecinas actuaron mucho antes, y lograron quitarles
a los niños (uno de ellos papá de J.M.) y tambien la policía llegó antes de que pasara a
más. El señor ahora está en la cárcel, ella lo demando. Por último, la señora, nos comentó
que nunca había tenido problemas con J.M. y que fue solo hasta tercer año, que el niño
cambio de forma radical, mostrando conductas antes mencionadas; ella le atribuye al que
el profesor, que según era muy agresivo con él, y J.M. se defendía teniendo justamente
esas conductas. Las consecuencias más graves que tuvo ese año J.M. fue que un padre
de una compañera de su salón lo encaró en la salida, y lo amenazó, y tambien después de
estar repetidas veces en la dirección, le dieron un ultimátum. Según la señora, J.M.
disminuyo su “mala conducta” con este nuevo profesor, que es: “más amoroso, y
respetuoso”.
Mientras íbamos anotado la frecuencia de las conductas, con el pasar de los días,
decidimos intervenir de la forma cognitiva, creamos un plan de trabajo llamado, “”, que era
de forma grupal y consistía en enseñar habilidades sociales, la primera, fue la integración,
que se dividió en dos partes, la parte uno, consistió en que los niños iban a escribir una
cosa que le gustaba y una cosa que no le gustaba, y la pasaban a explicar al frente, la
atención de los niños se logró con el reforzador y el castigo, quien participaba, ganaba
gratificación social, y quien no participaba o mantenía una conducta indebida, era anotado
en el pizarrón, quien acumulaba tres “X”, quedaría descalificado del juego. J.M. no quiso
participar, y mantuvo una mala conducta. Decidimos anotar su primera X en el pizarrón, a
lo cuándo sobre reacciono al castigo otorgado, molestando y haciendo ruidos e
interrumpiendo, optamos por no prestarle atención, y continuar con quienes si querían. En
la segunda parte (al día siguiente), consistía en hacer un circulo y decirle al compañero de
al lado, que creíamos que era lo que le gustaba y que creíamos que le desagradaba, y
luego esa persona iba a decir si atinamos o no, y dar la respuesta correcta, con el fin de
que los niños conocieran más de sus compañeros. J.M. esta vez sí quiso participar, pero a
la mitad de la actividad, insulto a una niña, y la hizo llorar, y ante nuestra poca experiencia
le exigimos que se disculpara, pero nos observó directamente a los ojos, y sin miedo ni
resentimiento se burló de nosotros, volvimos a anotarlo en el pizarrón, y nos acercamos a
la niña para hacerla sentir mejor, la actividad se continuó y la niña se reintegró; después de
la actividad, nos sentimos frustrados, cansados, tristes, y considerábamos que nuestro
propósito sería imposible, y deseábamos renunciar a este caso. Pero luego de un análisis
de la situación y las conductas, llegamos a la conclusión de que J.M. reaccionaba mal al
castigo, a ambos tipos, al negativo y al positivo, por eso se comportaba así después del
recreo cuando se le negaba la salida, por eso, nos desafiaba cuando lo castigábamos
socialmente. Pero ¿por qué? por qué reaccionaba así ante el castigo, cambiamos nuestra
estrategia, pero seguimos con las actividades.
Esta vez solo hicimos uso del reforzador positivo, se formaron parejas, y se vendaba a uno
de los integrantes, el que no estaba vendado tenía que dirigir a su compañero a la meta,
pero había un monto de obstáculos, las reglas eran sencillas, solo se podían decir cosas
positivas y agradables, como por ejemplo, vas muy bien, por favor gira a la derecha, etc.
Quienes lo lograban, recibían una paleta, y quienes no lo lograban o no querían participar,
se les iba a respetar y no habría castigo, se le preguntó a J.M. si queria participar o si queria
ayudarnos a otorgar el reforzador a los ganadores y elegir a las parejas que participarían,
y optó por la última opción, pero al final de la actividad nos pidió participar. Para nosotros
la integración estaba completa, pues los niños le hablaban para convencerlo de que los
eligiera a ellos en el siguiente turno, le daban cartas, regalos, etc. Así que decidimos dejar
la integración de lado, y ahora enseñar asertividad, en la siguiente actividad.
Esta actividad, fue un triatlón de actividades en grupo, el primer nivel consistía en que la
mitad del equipo tenía que conseguir comerse una galleta que era colocada en su frente,
sin meter las manos, solo con los gestos, luego, al completar el objetivo, tenían que salir
corriendo al siguiente nivel en donde estaba la otra mitad de su equipo, en donde se tenían
que amarrar con un estambre de los pies, pero uno mirando hacia al frente y el otro hacia
atrás, esto los obligaba a trabajar como equipo, y tenían que apoyarse, el ultimo nivel,
consistía en decirle a su pareja como se sintió en el recorrido, y como hubieran podido
hacerlo mejor. Nuevamente solo había reforzadores, se eliminó el uso de castigos.
En la siguiente actividad, se presentaron al grupo, un monton de ejemplo de conductas
buenas y malas, como, por ejemplo, el que le pusieran apodo a un compañero, devolver
una cartera que se habían encontrado, interrumpir la clase, etc. Todos podían participar,
pero quien diera la mejor respuesta seria anotado y quien tuviera más punto al final, recibiría
un premio, ganaron al final 10 niños, entre ellos J.M., para finalizar las actividades, se hizo
un circulo, todos tomados de la mano, y consistía en decir la siguiente frase: “si alguna vez
te ofendí o te hice algún daño, te pido disculpas” y la persona a la derecha debía responder:
“está olvidado, gracias.”, todos participaron, y al final nos reforzamos todos dándonos un
aplauso.
Para la siguiente clase, fue el cumpleaños de J.M., a él nunca le han festejado un
cumpleaños, entonces consideramos que sería un bonito detalle para fortalecer su
autoestima. Lo sentamos al frente de la clase, y junto al grupo, le cantamos “las mañanitas”,
luego pedimos al grupo que le dieran un abrazo, y luego repartimos pastel y refresco.
Para las últimas semanas, hemos decidido trabajar de forma más individual, dos días
elegimos a 4 niños que casi no tienen relacion con él, a los 5, los apartamos de la clase y
nos los llevamos a la biblioteca, en donde jugamos cartas, mientras conversábamos,
cuando ya teníamos su confianza, solo alejábamos a él del grupo, lo que nos permitió
conocer su pensamiento. “hago antes de que me hagan”, “siento pena de que se burlen de
mí”, “no quiero que me lastimen”, etc.
Para este fin, ya habíamos completado nuestra línea base, y nuestro cuadro de análisis
funcional, así que planteamos planear la terapia personalizada, la cual fue una economía
de fichas, la cual nos ayudará a sustituir sus conductas de interés por otras con las que
cuenta en su repertorio, y aumentarlas.
Por desgracia, para cuando quisimos aplicar la terapia, iniciaron las vacaciones de semana
santa, así que, le pedimos de favor a la mamá de J.M. que la aplique en su casa, le
entregamos los reforzadores diarios (reforzador de baja intensidad placentera), y la
visitamos cada tercer día; a la semana, le dimos a J.M. un premio por haber completado
exitosamente ese ciclo (reforzador de media intensidad placentera), y ahora, ya estaba
preparado para aplicar el mismo sistema en el salón de clases, de en donde, si logra
disminuir sus conductas de interés, y aumentar las conductas adaptativas se le otorgara
como premio un reproductor de música mp3 (Reforzador de alta intensidad placentera).
(esto era parte del resumen) Las conductas que el niño manifiestas son físicas y verbales, las cuales
tuvieron un pico de mayor frecuencia en el tercer año de primaria, pero han descendido considerablemente un
poco en este ciclo escolar (cuarto año) debido tal vez al nuevo profesor asignado que no representa una
amenaza para él.

(esto parte del objetivo general) Donde encontramos conductas sobresalientes como:
agresión física y verbal, burlas, desafío ante la autoridad, rebeldía, interrupciones
constantes en la clase con chistes, o comentarios fuera de lugar, apodos y actuaciones
irónicas, tambien se observó poca integración por parte del grupo, escasas habilidades
sociales, nula conciencia del bien y el mal, prejuicios, impulsividad, ira, miedo y ansiedad.
Después de dos semanas de observación, se estableció un conteo de las conductas de
interés en el niño, cuales repetía rutinariamente y con qué frecuencias, las cuales fueron:
pararse, comentarios fuera de lugar, interrumpir la clase, platicar, no llevar la tarea de casa,
reírse y burlarse, intentar llamar la atención y distraerse. Luego, para agilizar la logística, se
mezclaron las conductas que eran similares en la acción, por ejemplo, reírse y burlarse, en
acción es parecido a platicar, pues, aunque son conductas distintas, la acción es parecida,
emitir sonidos por la boca. Y así, se simplificó a sólo dos conductas de interés: hablar
cuando no es debido y distraerse en clase.

Resultados.
Como se puede observar en la gráfica (Grafica 3) y en la encuesta (Imagen) aplicada al profesor
de J. M., los resultados son positivos y satisfactorios. Las técnicas fueron las correctas,
aunque como se explica más adelante en conclusiones, pudieron aplicarse de mejor
manera. Así como tambien, se llegó a la conclusión, gracias al análisis funcional, de que
las conductas manifestadas por J. M., se debían puramente a un error del pensamiento, el
niño trataba de ocultar su poco conocimiento sobre un tema, parándose de lugar y
molestando a sus compañeros, entre otras conductas. Después del tiempo pasado en el
aula, y por las entrevistas con la abuela, concluimos que J.M. no tiene problemas de
aprendizaje, ni cognitivos, mucho menos es “negativista desafiante”, el problema radica en
el puente existente entre el aula de clases y casa, pues, no hay forma de reforzar lo
aprendido en el salón de clases; la abuela de J.M. al no tener la primaria, no entiende las
tareas que el profesor le deja al niño, motivo por el cual no puede explicarle o aclararle sus
dudas, dejándolo solo, y convirtiéndose así en un ciclo, pues J.M. no hace la tarea o la hace
mal, lo que lleva a que el profesor lo deje sin recreo, J.M. se frustra, por no comprender la
tarea o no poder realizarla solo, y como no practica, en clases, no entiende los nuevos
temas por ver, por lo tanto se aburre, su frustración más su aburrimiento, lo motivan a
pararse, jugar, molestar, etc. Termina el horario escolar, nuevamente tiene tarea, en casa
no la hace, pues no hay quien se la revise, y nuevamente. Otros detalles encontrados, son
autoestima baja, posible depresión. Y falta de habilidades sociales; en las dos primeras, no
pudimos hacer mucho, pues desconocemos como apoyarlo, pero en base a lo social, se
observó una mejoría, pues a inicio de programa, los niños o rechazaban, y al final de la
práctica, tenía amigos, era querido y valorado.
Conclusiones.
La terapia cognitivo-conductual, es altamente efectiva, tiene más pros que contras, permite
ser breve, así como integrar varias técnicas al mismo tiempo, sin embargo, hay que ser
constante, y acompañar a lo largo del tiempo, cosa que por ser una práctica académica se
nos es imposible.
Por otro lado, trabajar con niños es complejo, sobre todo cuando el otro no quiere ser
tratado, o al menos no sabe que lo necesita; este trabajo, nos deja un gran conocimiento y
experiencia que nos ayudará a ser mejores en el futuro.
En cuanto a las técnicas usadas, creemos que pudieron funcionar mejor, si tan solo
hubiéramos tenido experiencia previa; creemos que el tiempo para trabajar con el niño fue
poco, por todo lo que necesita para lograr “reestructurarlo”.
Y sobre J.M., el objetivo se logró, al menos en una parte, y estamos felices y orgullosos por
ello, pero consideramos que es un chico que fluctúa entre “el bien y el mal”; es una buena
persona que por sobre lo que le ha pasado, trata de imponerse ante las situaciones, y ojalá,
el efecto que hemos logrado en él perdure en su memoria a lo largo de su vida.
En conclusión, se notó cierta mejoría en el niño, pero es necesario seguir trabajando con él
o podría decaer nuevamente.

Bibliografía.
Anexos.
1. Graficas.

Grafica 1.- Identificación de conductas de interés.

Grafica 2.- Línea base, dos semanas, “Categorización de conductas”.


Distraerse Habar sin sentido

160

140

120

100

80

60

40

20

0
LINEA BASE TERAPIA FASE 1 TERAPIA FASE 2 FINAL

Grafica 3.- Evolución global de las conductas de interés.

Se puede observar al lado izquierdo, el inicio, con la “línea base”.

Luego, en “terapia fase 1”, se existe una elevación de la conducta, como rechazo a la terapia por parte
de J.M.

Por último, en la fase 2, después de integrar los reforzadores personalizados, descendieron en


frecuencia las repeticiones de las conductas de interés, para así, llegar a la fase final con 42
ejecuciones en “distraerse” y 60 en “hablar sin sentido” a lo largo de dos semanas, así como cuando
se estableció la línea base.
2. Descripción de “técnicas de intervención”.
Economía de fichas.

Objetivo general de la intervención:


Buscamos, con esta técnica, modificar algunas conductas de interés (hablar cuando no es
debido y distraerse), por aquellas que le permitan convivir con sus pares y regularizarse
en clase; en este caso, nos hemos apoyado de esta técnica, puesto que nos permite
trabajar a través de su motivación, sin afectar, forzarlo o alterar su rutina de escuela y
vernos invasivos.

Técnica:
- Economía de fichas (La tiendita).
- La técnica trata de que el individuo sustituya una conducta por otra. Se le
reforzará positivamente con una ficha cada vez que él haga la conducta
esperada, y al final, si logra acumular cierto número de fichas, podrá canjearlo por
un premio de su interés.

Objetivos Funciones del Actividades del Formas de


particulares. terapeuta. usuario. evaluación.

El usuario a) Explicación de la a) Hará un feedback, Criterio:


buscara potenciar la técnica al usuario explicando la técnica,
frecuencia de algunas de (reglas, cantidad de para ver si la
las conductas que tiene fichas, premio). entendió del todo.
en su repertorio, con el
fin, a largo plazo, de b) Otorgar fichas. b) Tratara, dentro de
lo posible, acumular Logro:
sustituir algunas c) Valoración de
- el mayor número de
conductas cumplimiento de técnica
desadaptativas. Esto, fichas.
y entregar reforzadores.
mediante el uso del c) Al final de cada
reforzador positivo a semana, valorara si
través de la acumulación cumplió el objetivo.
de fichas.

Tabla 1.- Técnica de intervención “Economía de fichas”.


Reestructuración cognitiva.

Objetivo general de la intervención:


Con la reestructuración cognitiva quisiéramos modificar todos aquellos pensamientos
negativos del individuo, que de cierta forma lo han alejado y marginado de su clase por el
miedo y la ansiedad que estos le generan.

Técnica:
- Reestructuración cognitiva.
- Es una estrategia destinada a modificar el modo de interpretación y valoración
subjetiva. Buscamos que con esta técnica el individuo, logre identificar sus
pensamientos automáticos negativos que le producen malestar. Y modificarlos
por otros más racionales.
-

Objetivos Funciones del Actividades del Formas de


particulares. terapeuta. usuario. evaluación.

El usuario a) Enseñanza sobre el a) Pondrá en marcha Criterio:


buscará identificar cuestionamiento de sus en clase, la técnica
pensamientos negativos, pensamientos, del semáforo,
aprenderá a mediante la técnica “el primero
cuestionárselos y a semáforo”. deteniéndose sobre
enfrentarlos. una conducta, pensar Logro:
b) Otorgar reforzadores sobre ella y luego
cada vez que el actuar.
- individuo logre
cuestionarse una b) Tratara de
conducta de interés. identificar
pensamientos
c) Valoración del erróneos.
avance en su terapia.

Tabla 2.- Técnica de intervención “Reestructuración cognitiva”.


Asertividad.

Objetivo general de la intervención:


Enseñar asertividad al individuo le ayudará a ser incluido en su grupo, dado que carece
de un gran repertorio de habilidades sociales.

Técnica:
- Aserción.
- Es la habilidad de expresar lo que uno siente y quiere, sin imponer o afectar al
otro. Con ello, el individuo podrá relacionarse e integrarse a su grupo, logrando
así un alza en su autoestima y confianza.
-

Objetivos Funciones del Actividades del Formas de


particulares. terapeuta. usuario. evaluación.

El usuario a) Enseñar habilidades a) Diferenciara Criterio:


aprenderá habilidades sociales, mediante actitudes buenas y
sociales, de las cuales actividades grupales y malas.
carece; con la aserción, modelamiento.
logrará adaptarse, b) Usará con
-
respetando y pidiendo de b) Premiar el uso de frecuencia el uso de
dichas habilidades. palabras como: Logro:
buena forma las cosas,
para así cumplir sus “gracias”, “por favor”,
c) Valorar el progreso, y etc.
necesidades de afiliación. corregir cada vez que
sea necesario. c) Compartirá con el
terapeuta, sus
emociones,
disgustos y progreso.

Tabla 3.- Técnica de intervención “Entrenamiento asertivo”.


3. Tablas “modelo secuencial integrativo”.

C.I.: Distracción.

Estimulo Respuesta
antecedente Organismo Conducta de Contingencia Consecuencia
interés (C.I.)
MEDIO. MEDIO. MEDIO. MEDIO. MEDIO.
Salón de clases, Salón de clases, Salón de clases, Quedarse sin Salón de clases,
quedarse sin clases de historia o después de recreo, seguido de clase de historia o
recreo. cívica, cuando se finalizar el recreo clases de poco cívica.
queda sin recreo. en la clase de dominio para él.
historia o cívica. Salón de clases,
con historia o
cívica.

CONDICION CONDICION CONDICION CONDICION CONDICION


BIOLOGICA. BIOLOGICA. BIOLOGICA. BIOLOGICA. BIOLOGICA.
Sudoración de Sudoración de las Sudoración de Ansiedad. Sudaron de manos.
manos, frustración, manos, ansiedad, manos.
enojo, tristeza. frustración y enojo.

CONDUCTA. CONDUCTA. CONDUCTA. CONDUCTA. CONDUCTA.


Esta tranquilo, pero Hablar a los Jugar con su lápiz, Distraerse por no Presta atención a
luego pierde la compañeros, jugar revisar su lapicera, entender la clase, y la clase y escribe
atención a la clase con sus útiles voltear a ver al molestar a sus en su libreta
y se distrae con escolares, hojear compañero más compañeros para algunos apuntes.
cualquier estimulo. sus libros, cercano, escribir en que no se den
interrumpir la clase, la libreta, hablar cuenta de que no
perderse en sus con el compañero sabe.
pensamientos. más cercano.

COGNICION. COGNICION. COGNICION. COGNICION. COGNICION.


"¿Qué tarea dejara "Tareas que no "¿Cuáles son las "No entiendo la "No le entiendo a la
el profesor? entiendo, debo respuestas de la actividad y se van a tarea, mejor haré
¿Cómo se hará esa copiar, nadie debe actividad?" burlar de mí." otra cosa."
tarea? ¿A quién le de saber que no
copiaré?" sé."

Tabla 1.- Análisis funcional sobre la conducta “Distraerse”.


C.I.: Hablar y reírse cuando no está permitido.

Estimulo Respuesta
antecedente Organismo Conducta de Contingencia Consecuencia
interés (C.I.)
MEDIO. MEDIO. MEDIO. MEDIO. MEDIO.
Quedarse sin salir Clase de cívica o Clase de cívica o Clase de cívica o Clase de cívica o
al recreo, clase de historia al finalizar historia después de historia después de historia, el profesor
historia o cívica. el recreo y él no finalizar el recreo, finalizar el recreo y le regaña.
Compañeros de haber salido, compañeros de el no haber salido,
clase prestando profesor molesto, clase un poco el profesor lo
atención, pero que compañeros intranquilos. regaña por si
algunas veces le intranquilos. actitud, los demás
hacen platica a él compañeros de
cuando la clase clase están
está en curso. intranquilos pues la
clase es algo
aburrida.

CONDICION CONDICION CONDICION CONDICION CONDICION


BIOLOGICA. BIOLOGICA. BIOLOGICA. BIOLOGICA. BIOLOGICA.
Intranquilo, Enojado, frustrado, Sudado, frustrado, Frustrado por no Eufórico.
frustrado, triste y triste, eufórico. molesto y muy entender las
enojado. activo. tareas, enojado y
triste por no salir al
recreo, ansioso, y
cuando inicia la
clase es eufórico.

CONDUCTA. CONDUCTA. CONDUCTA. CONDUCTA. CONDUCTA.


Intenta poner Ser brusco con sus Interrumpir al Cuando no Distraído y no
atención, pero compañeros, profesor, hablando entiende la prestar atención,
luego dice chistes, irrespetuoso, fuerte, taparse la actividad o esta garabatear, acusar
hace gestos interrumpir la clase boca, actuar, aburrido, a otros.
"graciosos" o con chistes o molestar a interrumpe la clase
"burlones". acusaciones sobre compañeros con frases de burla,
otros, pararse. cercanos, platicar, o gestos. Molesta a
voltearse, sus compañeros, o
cambiarse de busca problemas.
lugar, no poner
atención al
profesor y acusar a
otros compañeros.

COGNICION. COGNICION. COGNICION. COGNICION. COGNICION.


"Pena de que se No quiero que se "Me causan gracia "Tengo pena de "Tengo que ser
burlen de mí." burlen de mí. las caídas, los que se burlen de mí malo, porque nadie
problemas de los por no entender las se burla de los
demás, golpes y actividades y me malos.
demás desgracias aburro con
ajenas". facilidad."

Tabla 2.- Análisis funcional sobre la conducta “Hablar cuando no es


debido”.
4. Imágenes.

Imagen 1.- J. M. A. C. Imagen 2.-

Imagen 3.- Imagen 4.-

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