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10.- Derecho Constitucional: concepto y contenido. Su origen y formacion. Evolucion y critica del
constitucionalismo clasico.

Concepto: El Derecho Constitucional es la rama del derecho público interno que tiene por objeto
establecer los órganos para el funcionamiento del estado y las relaciones de éste con los habitantes de la
nación basadas en la igualdad y el bien común. O bien, es la rama del derecho publico que regula el
funcionamiento de los tres poderes del estado y que fija las garantias y derechos en la constitución.
Podemos decir, entonces, que la finalidad del derecho constitucional es garantizar la igualdad y libertad
de los hombres en un estado de derecho.

Contenido: El derecho constitucional es tan amplio que cabe hacer una distincion en cuanto su contenido:
Por una lado nos encontramos ante el derecho constitucional formal que es aquel que limita su estudio al
texto escrito o codificado encargandose del ordenamiento y organizacion del Estado. Es un enfoque
parcial e insuficiente puesto que solo se pone el acento en el aspecto normativo. Y por otro lado, el
derecho constitucional material que no solo estudia el derecho contitucional formal, sino que se desplaza
a una dimensión sociológica preocupandose por la libertad y dignidad del hombre en la sociedad.
Podemos decir entonces que el derecho constitucional material abarca de la constitucion su parte
dogmatica como organica.

11.- El derecho constitucional particular, general y comparado. Sus contenidos. Las relaciones del
drecho constitucional con las demas ciencias.

Ramas del derecho contitucional


La ciencia del derecho constitucional se desenvuelve en un ámbito sumamente extenso y comprende
diversas ramas:
a) El derecho constitucional general o teoría del derecho constitucional, que sobre la base del estudio de
las constituciones particulares, sistematizando los principios de estas constituye una teoría general.
b) El derecho constitucional particular, que estudia el ordenamiento constitucional de un Estado
determinado.
c) El derecho constitucional comparado, estudia dos o más constituciones, estableciendo sus analogías y
diferencias.

15.-La interpretacion constitucional: Reglas. Lo politico y lo juridico: relaciones y efectos sobre la


interpretacion constitucional.

Lo político y lo jurídico
Estudira o interpretar
A) “de” la constitución: Tiene en cuenta normas de Cosntitución formal; interpreta a si misma; es
conocimiento político.
B) “desde” la constitución: Desciende del plano infraconstitucional; desde la constitución se
proyecta a normas inferiores; desde constitución hacia resto del orden jurídico. Ej: repartidores
deben dar solución a caso real en virtud de normas de la constitución. Es conocimiento jurídico.
-Autor de norma tiene una voluntad y debe respetarse cuando se interpreta.

Relaciones y efectos
-es importante cuando la vincula con el control constitucional (normas son constitucionales o no):
- “de”irradica a “desde”; va de y desde lo superior a lo inferior.
- permite extraer “desde” ella el sentido de normas constitucionales.
- O sea si normas inferiores a la constitución están o no de acuerdo con ella.

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16.- Las fuentes de la constitución argentina. Su ideología.

Fuentes
-Primera fuente es constitución formal
-Leyes dispersas, es decir, aquellas dictadas oridinariamente por el congreso pero que regulan materia
constitucional. Ej.: acefalia; partidos políticos.
-Tratados
-Fuentes materiales
-Jurisprudencia o fallos (derecho judicial)
-Derecho Internacional no contractual que surge de costumbres y no de tratados.

17 y 18.- Descripción de la constitución nacional: Preámbulo, parte dogmática y parte orgánica. Las
disposiciones transitorias. Clasificacion. Naturaleza juridica. / El Preambulo: su importancia como
regla interpretativa: "Transporte Chaco". Estudio comparativo entre el Preambulo de la
Constitucion Argentina y el de la Constitucion de los EE.UU.

Descripción: Las constitución nacional se compone de dos partes: La dogmática y la orgánica. La primera
comprende dos capítulos: "declaraciones, derechos y garantías" ( arts. 1 a 35), que corresponden a la
constitución de 1853/60, y "nuevos derechos y garantías " (arts. 36 a 43), que fueron incorporados en la
reforma de 1994.
La segunda parte describe lo que la doctrina denomina parte orgánica y se titula "autoridades de la
nación". Esta, como consecuencia de la forma de estado federal adoptada, comprende dos títulos:
"gobierno federal" y "gobiernos de provincia". El primer título se compone de cuatro secciones, las
primeras tres correspondientes a cada uno de los poderes y la cuarta respecto a la Auditoría General de la
Nación. El título segundo, que se refiere a los gobiernos de provincia, no está subdividido en secciones y,
a partir de la reforma de 1994, contiene un artículo que alude al gobierno autónomo de la ciudad de
Buenos Aires.
Por otro lado, se discute si el preámbulo forma parte de la parte dogmatica o si conforma una tercera
división. Lo importante es que constituye la base filosofica y esencia de la contitucion nacional.
Finalmente, las "Disposiciones transitorias", numeradas de primera a decimoséptima, incluyen preceptos
de muy diversas características. Catorce de ellas (de la segunda a la decimoquinta) hacen referencia
específica a alguna norma del articulado. La primera ratifica nuestra soberanía sobre las islas y espacios
en disputa con el Reino Unido. La décimosexta establece la vigencia de la reforma de 1994 a partir del
día siguiente al de su publicación, que se realizo en el Boletín Oficial del 23 de agosto de 1994, y el
procedimiento para su jura y la decimoseptima que el texto ordenado, sancionado por la Convención de
1994, reemplaza al anterior. Sin embargo, no todas estas previsiones son realmente transitorias. Por
ejemplo, la segunda de ellas establece un límite a las acciones tendientes a asegurar la igualdad de la
mujer para el acceso a cargos selectivos y partidarios que impedirá, en el futuro, disminuir los porcentajes
establecidos en la actual legislación, sin que esta prohibición tenga un plazo de vigencia, ni siquiera
indeterminado.

El preámbulo
El preámbulo constituye la máxima directiva interpretativa de nuestra de constitución. Sus principios se
hallan en las decisiones cruciales que la corte suprema de justicia dictó durante más de 120 años. En el se
contienen y condensan las decisiones políticas fundamentales, las pautas del régimen, los fines y
objetivos, el esquema del plan o programa propuesto por el constituyente.
Si bien la jurisprudencia de nuestra Corte advierte que el preámbulo no puede ser invocado para
ensanchar los poderes del estado, ni confiere por sí poder alguno, ni es fuente de poderes implícitos, no
podemos dejar de admitir que suministra un valioso elemento de interpretación, ya que esas pautas
orientan y obligan a gobernantes y gobernados.
En primer lugar, el preámbulo de nuestra constitución define el principio de que el poder constituyente
reside en el pueblo. En segundo lugar, reconoce la preexistencia histórica de las provincias. En tercer

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lugar, la estructura la ideología constitucional. En el cuarto, ofrece el cuadro de los grandes fines del
estado: "Constituir la Unión nacional" que, en 1853, significo crear y organizar un estado que antes no
existía.

19.- Formas de "Estado" y de "Gobierno" en la constitucion Nacional: terminología del art. 1. El


gobierno republicano: conceptos y caracteres. La representacion: conceptos y caracteres. Arts. 1, 22
y cc.

El articulo 1 de nuestra constitucion nacional adopta para la Nación Argentina la forma de gobierno
representativa republicana federal. Veamos ahora el significado de estos terminos:
En primer lugar encontramos que la Forma de Gobierno elegida es la representativa y republicana. Que el
gobierno sea republicano implica la existencia de la división de poderes, elecciones, igualdad ante la ley,
publicidad de actos del gobierno, responsabilidad de los mismos y temporalidad en el ejercicio del poder.
Que sea representativo implica que el gobierno federal gobierna en representación del pueblo a traves de
sus representantes (diputados).
Sin embargo, el pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes y autoridades
creadas por la constitución y toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del
pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición (art. 22).
Por ultimo, la Forma de Estado adoptada ha sido la Federal que en la bolilla 5 se explica.

20.- La doctrina de la division de poderes: antecedentes argentinos. Actualización de principios:


"Peralta, Luis A." J.A. 1991-II-556.
La división de poderes es en sí misma una garantía con toda posible forma de absolutismo y
autoritarismo. Esto se debe a que mediante ella se protegen la seguridad y control de los diferentes
poderes, se evita concentración de poder que conlleva al totalitarismo y con ello se resguarda la libertad
individual.
En la constitucion nacional son de resaltar algunas normas que aseguran la no intromision de un poder en
cualquiera de los otros:
a) El artículo 29 fulmina la concesión por parte del congreso al presidente y por parte de la legislatura a
los gobernadores de provincia de facultades extraordinarias, de la suma del poder público y de
sumiciones o supremacías;
b) El artículo 109 prohíbe al presidente ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de las
causas pendientes o restablecer las fenecidas.
c) El artículo 23 reitera que ni siquiera durante el estado de sitio el presidente puede condenar por sí o
aplicar penas.
Por otro lado, la tripartición se logra con:
a) un congreso bicameral, que tienen naturaleza de órgano colegiado (formado por varios individuos) y
complejo (formado por dos órganos, que son cada una de las cámaras);
b) un poder ejecutivo, que tiene naturaleza unipersonal (formado por un solo individuo, que es el
presidente de la República);
c) un poder judicial que se compone de varios órganos -Corte Suprema y tribunales inferiores-,unos
unipersonales (jueces de primera instancia) y otros colegiados (Corte y cámaras de apelación).
Fuera de esta trinidad encontramos como órganos extrapoderes, por lo menos a: el ministerio, que se
asocia el poder ejecutivo; y, el vicepresidente, que es un organo extrapoder con respeto al ejecutivo
(formando parte, en cambio, del congreso como presidente nato de la cámara de senadores).

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21 y 22.- La Teoria del estado Federal. Sistemas. El Federalismo Argentino: sus origenes y
antecedentes constitucionales.

Un estado federal es un conjunto de Estados miembros que organizan una dualidad de poderes: el federal
y las provincias. Por lo tanto, podemos decir que la forma federal de estado implica una manera de
distribución de competencias entre los Estados locales y el estado central. En el sistema argentino los

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estados que componen la federación conservan todos los poderes que no han delegado en el estado central
(art. 121).
En resumen, el federalismo significa dos fuerzas: una centrípeta y otra centrífuga, por cuanto compensa
en la unidad de un solo estado la pluralidad y autonomía de varios.

Estado Federal
A. El estado Federal surge de una constitución y los Estados miembros son únicamente autónomos.
B. El estado federal ejerce su poder sobre la población en forma directa, sin perjuicio del que le es
propio a las provincias.
C. El estado federal es una unión indisoluble e indestructible: su miembros no pueden separarse ni
resistir las decisiones del gobierno federal.

En la Argentina, la forma de estado federal fue adoptada por primera vez en la constitución de 1853. Sin
embargo, no debemos creer que fue una creación repentina. Por el contrario, influenciaron en su
nacimiento tres fuerzas de distinta índole:
1) El medio físico natural: debido a que Buenos Aires jugaba como polo de atracción a las provincias.
2) Una fuerza ideológica: compuesta por la doctrina federal surgida a partir del federalismo
estadounidense.
3) Por último, una fuerza instrumentadora caracterizada por los pactos interprovinciales.

Fuera de estas tres fuerzas no debemos olvidar la realidad histórica que, por su parte, también impulsó el
federalismo; como ser la forma de colonización española y la creación de los cabildos como órganos de
gobierno local.

23.- Nación y provincias. Características del federalismo argentino: las relaciones tipicas de su
estructura. La subordinación: arts. 5, 31, 75 inc. 22, 128; la participación: art. 44; y la
coordinación.

Relaciones típicas de la estructura del federalismo argentino: al derecho federal se lo puede considerar en
dos rubros:
a) En cuanto emanado de los órganos del gobierno federal, ya que el art. 31 hace prevalecer el orden
jurídico federal sobre el provincial al decir que la constitución, las leyes emanadas del Congreso y los
tratados con las potencias extranjeras son la ley Suprema de la Nación; y las autoridades de cada
provincia están obligadas a conformarse a ellas...; y,
b) El derecho federal en cuanto abarca las relaciones de las provincias con el estado federal y las
relaciones de las provincias entre sí.

 La subordinación: Nuestro derecho constitucional formula el principio de subordinación, es decir, la


relación expresada en la llamada supremacía federal. Dicho principio surge de la interpretación de las
siguientes normas:
El art. 5º establece que cada provincia podra dictar para sí una constitución, pero bajo el sistema
representativo republicano y de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la
constitución federal... El art. 31 en cuanto establece que la C.N., las leyes del congreso y los tratados
internacionales son la ley suprema y el resto de las provincias deben subordinarse a ellas. El art. 75
inc. 22 nos dice que los tratados y los concordatos tienen jerarquia superior a las leyes. Por ultimo, el
art. 128 dictamina que los gobernadores de provincia son agentes naturales del gobierno federal para
hacer cumplir la constitución y las leyes del estado federal.
 La participación: La relación de participación implica reconocer en alguna medida el derecho de las
provincias a colaborar en la formación de decisiones del gobierno federal. Esto se ve consagrado en el
art. 44 que dice que el congreso esta formado por dos camaras, una de diputados (representa al
pueblo) y otra de senadores, cuyos miembros representan a las provincias.
 La coordinación: La relación de coordinación delimita las competencias propias del estado federal y
de las provincias. Se trata de distribuir o repartir las competencias que caen en el área del gobierno
federal y de los gobiernos locales. Relacion que surge a partir del art. 121 de la C.N.

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24.- El reparto de competencias: a) Exclusivas del gobierno federal: arts. 6, 23, 41, 75, 99, 108, 126 y
127; b) Exclusivas de las provincias: arts. 41, 121, 122 y 124; c) Concurrentes Nación-Provincias:
arts. 125, 75 inc. 2, 17, 18 y 19. Los lugares de jurisdicción federal: el art. 75 inc. 30 de la C.N.

En el reparto de competencias, suele hacerse distinción entre: a) competencias exclusivas del estado
federal; b) competencias exclusivas de las provincias; c)competencias concurrentes; d) competencias
excepcionales del estado federal y de las provincias; e) competencias compartidas por el estado federal y
las provincias.
a) Entre las competencias exclusivas del gobierno federal podemos citar enunciativamente: intervención
federal (art. 6); declaración de estado de sitio (art. 23); leyes de protección del medio ambiente (art.
41); relaciones internacionales, dictar los códigos de fondo y las leyes federales o especiales, etc. En
general, y como principio, la casi totalidad de competencias delegadas a los órganos del gobierno
federal por la constitución (art. 75, 99, 116), creación de tribunales inferiores en la nación (art. 108).
Debemos dejar aclarado que las competencias exclusivas del estado federal no requieren estar
expresamente establecidas a su favor en la constitución, porque las hay implícitas. Éstas surgen de la
necesidad que quedarían obstaculizadas si correspondieren a las provincias. Dentro de estas
competencias implícitas, hay un tipo especialmente contemplado por la constitución, que es el de los
llamados “poderes implícitos del gobierno”, reconocidos en el art. 75 inc. 32.
b) Entre las competencias exclusivas de las provincias, cabe incluir: dictar la constitución provincial,
establecer impuestos directos, dictar sus leyes procesales, asegurar el régimen municipal y su
educación primaria, etc. Esta masa de competencias se encuentra latente en la reserva del art. 121, y
en la autonomía consagrada por el art. 122: “se dan sus propias instituciones locales y se rigen por
ellas. Eligen sus gobernadores y demás funcionarios de provincia, sin intervención del gobierno
federal”.
c) Entre las competencias concurrentes se hallan: los impuestos indirectos internos, y las que surgen
del art. 125 concordado con el art. 75 inc. 18.
d) Hay competencias excepcionales del estado federal. Así, el establecimiento de impuestos directos por
el congreso, cuando la defensa, seguridad común y bien general lo exigen, y por tiempo determinado (
art. 75 inc. 2º).
Hay competencias excepcionales de las provincias en iguales condiciones. Así, dictar los códigos de
fondo o de derecho común hasta tanto los dicte el congreso y armar buques de guerra o levantar
ejércitos en caso de invasión exterior o de un peligro tan inminente que no admita dilación, dando
luego cuenta al gobierno federal (art. 126).
e) Hay también facultades compartidas por el estado federal y las provincias, porque las “compartidas”
reclaman para su ejercicio una doble decisión integratoria: del estado federal y de cada provincia
participante. Por ejemplo la capital federal, la creación de nuevas provincias ( arts. 3 y 13).

Los lugares de jurisdicción federal: el art. 75 inc. 30.

El inciso 30 del art. 75 nos dice que es facultad del congreso “ejercer una legislación exclusiva en el
territorio de la capital de la Nación y dictar la legislación necesaria para el cumplimiento de los fines
específicos de los establecimientos de utilidad nacional en el territorio de la República".
Pero continua su redacción diciendo que "las autoridades provinciales y municipales conservarán los
poderes de policía e imposición sobre estos establecimientos, en tanto no interfieran en el cumplimiento
de aquellos fines”.
Cabe preguntarnos ahora, ¿Cuáles lugares son, en virtud de esta norma, de jurisdicción federal? Aquellos
son la capital federal y los establecimientos de utilidad nacional. En cuanto a la primera, la ciudad de
Buenos Aires tiene previsto un régimen autonómico en el art. 129. Sin embargo, debe tenerse en cuenta
que por la disposición transitoria séptima el congreso ejercerá en la ciudad de Buenos Aires, mientras sea
capital federal, las atribuciones legislativas que conserve con arreglo al art. 129. Respecto la segunda,
quedan comprendidos los aeropuertos, puertos, arsenales, parques nacionales, almacenes, etc.

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Por ultimo, cabe aclarar que cuando la norma habla de legislación “necesaria” queda circunscripta a los
fines específicos del establecimiento, y sobre ellos las provincias y los municipios conservan sus poderes
de policía e impositivos, en tanto no interfieran en el cumplimiento de aquellos fines.

25.- Gobiernos de provincias, caracteres: arts. 5, 121, 122, 123 y cc. Caso: Partido Justicialista de la
provincia de Santa Fe".

Las provincias son las unidades políticas que componen nuestra federación. En nuestro derecho
constitucional las provincias no son soberanas, pero son autónomas, es decir, tienen capacidad de dictarse
sus propias normas. El artículo 5 reconoce el derecho de las provincias para dictar su propia constitución,
las que, a su vez, deben respetar los lineamientos generales de la constitución nacional y asegurar la
administración de justicia, el régimen municipal y la educación primaria, de lo que deriva que -aun
cuando "las provincias conservan todo el poder no delegado por esta constitucion al gobierno federal (art.
121)"- esta autonomía también es incompleta. Es decir que existe una relación de subordinación jurídica,
marcada además por la existencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que debe asegurar la
supremacía del derecho federal sobre el local y opera como única instancia encargada de dirimir los
conflictos entre los Estados miembros (art. 127). Por otro lado, la constitución atribuye a los
gobernadores de provincia lascalidad de agentes naturales del gobierno federal para hacer cumplir la
constitución y las leyes de la nación lo que manifiesta tambien su falta de soberania (art. 128).

Podemos decir también que las provincias son autárquicas, ya que conforme al artículo 122, las
provincias "se dan su propias instituciones locales y se rigen por ellas. Eligen su gobernadores, sus
legisladores y demás funcionarios de provincias sin intervención del gobierno federal". En cuanto al
articulo 31 no dice otra cosa que afirmar la supremacía de la legislación federal.

Finalmente, también se reconoce expresamente la autonomía a los municipios provinciales (art. 123) y a
las Universidades Nacionales (art. 75 inc. 19).

26.- El regionalismo. Conceptos, importancia y antecedentes. El art. 124 y su relacion con el art. 126
de la C.N.

La reforma de 1994 introduce por primera vez en la constitución nacional el regionalismo. Esto es la
facultad de las provincias para "crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer órganos
con facultades para el cumplimiento de sus fines... (art. 124, 1º parte)".

La importancia del regionalismo radica en que los modelos regionales ofrecen una alternativa para el
progreso de las provincias. El primer antecedente del regionalismo en la Argentina fue en el año 1966
cuando se puso en practica un intento de regionalización instituido por la ley de ipso 16.964 que tuvo
vigencia practica en tres regiones: la del Nordeste, la Noroeste y la de Comahue, que aun hoy tienen
operatividad.

La creación de regiones no cambia las naturaleza jurídica del estado federal, dado que no modifica sus
autonomías y autarquías políticas, sino que posibilita la incorporación de nuevas estructuras económicas y
sociales, no políticas; o sea, se mantiene la organización tradicional de nuestro régimen (estado federal y
provincias).

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28.- La supremacía constitucional.

En primer lugar, la supremacía constitucional tiene dos sentidos: En un sentido fáctico, propio de la
constitución material, significa que dicha constitución o derecho constitucional material es el fundamento
y la base de todo el orden jurídico-político de un estado. Por otro lado, la constitución formal, revestida de

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superlegalidad, obliga a que las normas y los actos estatales y privados se ajusten a ella. En consecuencia,
todo el orden jurídico-político del estado debe ser congruente o compatible con la constitución formal.
En segundo lugar, la supremacía constitucional supone el establecimiento de una graduación jerárquica
del orden jurídico, en donde los más altos subordinan a los inferiores, y todo el conjunto se debe
subordinar a la constitución. De ahí que cuando esa relación de coherencia se rompe, hay un vicio o
defecto, que llamamos “inconstitucionalidad” o “anti-constitucional”.
La doctrina de la supremacía constitucional se origina en “Marbury vs. Madison”, donde la Corte
Suprema de los EE.UU. sienta el antecedente inmediato de la doctrina de la supremacía y del control
constitucional, y dada su ejemplaridad suscitó seguimiento o imitación dentro y fuera de los Estados
Unidos. De allí se trasplantó a nuestro derecho.

29.- La supremacía de la Constitución Nacional

El art. 31 establece que “esta constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por el
Congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la Nación.; y las autoridades
de cada provincia están obligadas a conformarse a ellas...”.
Sin embargo, la reforma constitucional conduce ahora a interpretar armónicamente los art. 27 y 31 con el
actual art. 75 inc. 22.
El art. 27 dispone, por su parte, que "el Gobierno Federal está obligado a afianzar sus relaciones de paz y
comercio con las potencias extranjeras por medio de tratados que estén en conformidad con los principios
de derecho público establecidos en esta Constitución", lo que quiere decir, respecto a la conformidad con
los principios de derecho público establecidos en esta constitución es que si están en contra son
inconstitucionales por estar ubicados en un plano subconstitucionales y tener por encima a la constitución.
Pero, habida cuenta de que el art. 75 inc. 22 asigna a determinados tratados de derechos humanos la
misma jerarquía de la constitución nos está diciendo que esos tratados dejan de ser subconstitucionales,
porque están “conformes” con los principios de derecho público establecidos en la constitución, y porque
ella los habilita a compartir su supremacía.
Si ahora vamos al art. 31, comprendemos que de su enunciado surge un bloque federal que es supremo
respecto de todo el derecho provincial. Ese bloque está compuesto trinitariamente por la constitución
federal, las leyes dictadas por el congreso, y los tratados. Los últimos por debajo de la constitución y por
encima de las leyes. Cuando el art. 75 inc. 22 define la jerarquía constitucional de tratados y
declaraciones enumerados en él, la coordinación con el art. 31 arroja el mismo resultado que la que
hicimos con el art. 27, con la consecuencia de que en el bloque trinitario tales tratados y declaraciones
comparten la supremacía de la constitución federal, y tienen la prelación que a todo el mismo bloque le
asigna el art. 31 respecto del derecho provincial.

30.- La Constitucional Nacional y los Tratados.

Orden de prelación de las leyes: Esta cuestión determina la relación jerárquica entre Constitución, leyes y
tratados. La reforma de 1994 introdujo un cambio sustancial, porque pese a la prohibición emergente del
art. 7º de la ley 24309 de introducir modificaciones en la parte dogmática, la Convención reformadora las
introdujo al reformar el art. 67, hoy 75, e incorporar dos nuevos incisos a dicha norma, que regula la
facultad del congreso para aprobar o desechar tratados internacionales.
Con grave deficiencia en la técnica legislativa, la cláusula en comentario convive hoy con la norma antes
citada, que en el primer párrafo del inc. 22, establece la superioridad jerárquica de los tratados
internacionales y los concordatos con la Santa sede respecto de las leyes. En virtud de tal cláusula, el
orden de prelación de las leyes es hoy distinto, ya que la ley se subordina no sólo a la Constitución sino
también a los tratados y concordatos concluidos en cumplimiento con las disposiciones vigentes en la
materia.
La reforma de 1994 creó, entonces, un orden de prelación donde algunos tratados tienen jerarquía
superior a las leyes pero inferior a la Constitución y otros que tienen su misma jerarquía aunque menor
rigidez.

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Dado el nuevo “status” del que gozan las disposiciones internacionales indicadas, se dispone que sólo
podrán ser denunciados por el Poder Ejecutivo Nacional, previa aprobación de las dos terceras partes de
la totalidad de los miembros de cada cámara.
También el inc. 24 del art. 75 presenta dificultades de interpretación, ya que otorga una facultad expresa
para aprobar tratados de integración territorial que incluyan entre sus disposiciones delegaciones de
competencias y jurisdicción en organismos internacionales. Esta facultad está limitada a que dentro de las
cláusulas de dichos tratados se establezcan pautas de reciprocidad entre los Estados Parte y que respeten
el orden democrático y los derechos humanos.

Doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la nación en el caso “Química Merck argentina S.A.”.

En 1984, dicho fallo sentó la tesis de que en tiempo de guerra prevalece el derecho internacional sobre la
constitución (y a eso la Corte lo define como monismo), en tanto de tiempos de paz prevalece la
constitución sobre el derecho internacional (y a eso lo define como dualismo).

31.- El control de constitucionalidad

Sistema político y sistema jurisdiccional: Por el órgano que toma a su cargo el control, los dos sistemas
principales son:

a)El político, en el que dicho control está a cargo de un órgano político (por ejemplo: el consejo
constitucional en la constitución de Francia).
b)El jurisdiccional, en el que dicho control se moviliza dentro de la administración de justicia o poder
judicial.

El sistema jurisdiccional puede, a se vez, subdividirse en:

1) Difuso, cuando cualquier órgano jurisdiccional puede ejercer el control (por ej., en E.U.A.);
2) Concentrado, cuando hay un órgano jurisdiccional único y específico, al que se reserva la
competencia exclusiva de ejercer el control (por ej., Italia y Uruguay).

Las vías procesales mediante las cuales puede provocarse el control constitucional de tipo jurisdiccional
son fundamentalmente las siguientes:

a) La vía directa, de acción de o demanda, en la cual el proceso se promueve con el objeto de atacar la
presunta inconstitucionalidad de una norma o un acto.
b) La vía indirecta, incidental o de excepción, en la cual la cuestión de constitucionalidad se articula o
introduce en forma incidental dentro de un proceso cuyo objeto principal no es la posible declaración de
inconstitucionalidad, sino otro distinto.
c) La elevación del caso efectuada por el juez que está conociendo un proceso, a un órgano especializado
y único para que resuelva si la norma que debe aplicar es o no inconstitucional.
Por fin los efectos del control pueden agruparse en dos grandes rubros:

A) Restringido o inter-partes: cuando la sentencia declarativa de inconstitucionalidad sólo implica no


aplicar la norma en el caso resuelto el efecto es limitado, dejando subsistente la vigencia normológica de
la norma fuera de ese caso.
B) “Erga omnes” o “extra partes”: cuando la sentencia invalida la norma declarada inconstitucional más
allá del caso, el efecto es amplio. Este efecto puede revertir dos modalidades:
1. Que la norma constitucional quede automáticamente derogada; o,
2. Que la sentencia irrogue la obligación de derogar la norma inconstitucional por parte del órgano que
la dictó.

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33.- Características del control

Sistema jurisdiccional argentino: En el derecho constitucional federal de nuestro país, podemos sintetizar
el control de la siguiente manera:
a) Es Difuso: en cuanto todos los jueces pueden llevarlo a cabo, sin perjuicio de llevarlo a la Corte
Suprema como tribunal último por vía del recurso extraordinario legislado en el art. 14 de la ley 48. Sin
embargo, sólo el poder judicial tiene a su cargo el control.
El control constitucional y la declaración de inconstitucionalidad como propios del poder judicial
plantean el problema de si los tribunales administrativos pueden, en ejercicio de su función jurisdiccional,
ejercer ese control y emitir declaraciones de inconstitucionalidad desaplicativas de las normas que
descalifiquen, pese a no formar parte del poder judicial. En nuestra opinión sólo pueden hacerlo si una ley
los habilita.
b) Se ejerce por vía de acción o de excepción: en cuanto a las vías procesales utilizables en el orden
federal, no existe duda que la vía indirecta, incidental o de excepción es hábil para provocar el control. Lo
que queda por dilucidar es si se trata de la única vía, o si juntamente con ella es posible emplear la vía
directa o de acción en algunas de sus modalidades.
Hasta el año 1985, era común afirmar que la única vía para promover el control era la indirecta. Basada
en que el art. 2º de la ley 27 prescribe que los tribunales federales sólo ejercen jurisdicción en “casos
contenciosos”, la corte interpretaba que no existía acción declarativa de inconstitucionalidad pura cuyo
efecto fuera obtener la sola declaración de ineficacia de normas generales.
En 1985, el derecho judicial de la Corte esboza que sigue subsistente la vía indirecta con las
características apuntadas, pero como el concepto de “caso contencioso” ha recibido interpretación más
holgada, al lado de aquella vía han adquirido curso otras que cabe encuadrar en el tipo de directas
(acciones de inconstitucionalidad).
La Corte ejemplifica las acciones de inconstitucionalidad: a) la acción de amparo y de habeas corpus; b)
la acción declarativa de certeza del art. 322 del código procesal civil y comercial, con la acción
declarativa de certeza es viable obtener una sentencia declarativa de inconstitucionalidad de normas
generales, la cual sentencia no es una sentencia de condena, lo cual modifica ya en mucho la primitiva
jurisprudencia anterior a 1985; c) el juicio sumario de inconstitucionalidad; d) el incidente de
inconstitucionalidad que se forma de modo anexo a una denuncia penal para discutir en el una cuestión
constitucional.
c) Prohibición del control de oficio: como sujeto legitimado para provocar el control, la Corte Suprema
sólo reconoce al titular actual de un derecho (propio) que se pretende ofendido.
El interés que puede tener un tercero en impugnar como inconstitucional una norma que él debe cumplir
no es aceptado por la Corte para investirlo de legitimación con la promoción del control. Estamos en
desacuerdo con este criterio porque quien “debe” cumplir una norma ha de estar habilitado para
cuestionar su constitucionalidad, aunque la misma norma y su cumplimiento no le afecten en sus derechos
personales, ya que el obligado tiene interés actual en que su obligación no sea inconstitucional.
d) Efectos interpartes: en cuanto al efecto, la sentencia declarativa de inconstitucionalidad se limita al
caso resuelto, descartando la aplicación de la norma a las partes intervinientes en él, y dejando subsistente
su vigencia normológica fuera del caso.

El valor de los fallos de la Corte: cuando la Corte interpreta la constitución y cuando ejerce control de
constitucionalidad, los demás tribunales federales y provinciales deben acatar las normas generales que
surgen de su jurisprudencia cuando fallan casos similares. Aplicamos así el adagio que dice: “La
constitución es lo que la Corte dice que es”.

BOLILLA 7

36.- El poder tributario.

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La tributación fiscal abarca el sistema de impuestos, tasas y contribuciones, y suele vérsela como apoyada
en lo que se llama el “poder tributario” (o tributario o fiscal) del estado (federal o provincial). A veces, los
principios constitucionales de la tributación fiscal se trasladan a cargas que no son ni impuestos, ni tasas,
ni contribuciones (por ej., los aportes a un régimen jubilatorio), y que algunos denominan “contribuciones
parafiscales”.
B) Concepto jurídico del tributo
El tributo es la detracción que, en virtud de ese poder tributario, se hace de una porción de riqueza de los
contribuyentes a favor del estado. El tributo es una categoría de lo que se llama “ingresos públicos”.
C) Clasificación: impuestos, tasas, contribuciones especiales
a) Impuesto es la prestación patrimonial, generalmente en dinero, debida al estado sin contraprestación
especial, con el fin de satisfacer necesidades colectivas; en el impuesto, quien lo paga no recibe
beneficio concreto de ninguna índole, pero el estado atiende con su recaudación gastos generales.
b) Contribución –especial o de mejoras- es el tributo debido por quien obtiene una plusvalía o aumento
de valor en un bien de que es propietario, en razón de una obra pública o una actividad estatal. En la
contribución, quien la paga ha recibido un beneficio, que es el mayor valor incorporado a su
propiedad privada, por el cual debe oblar la contribución.
c) Tasa es la prestación que se paga en virtud de un servicio público aprovechado; hay también, como en
la contribución, un beneficio recibido por el contribuyente, a diferencia del impuesto, en el que no se
da relación alguna con servicios o enriquecimiento proveniente de una actividad estatal.
La tasa puede distinguirse del precio ya que la segunda es la retribución por servicios de utilización
facultativa para el usuario; la tarifa no es sinónimo de tasa ni de precio; la tarifa es la lista de tasas y de
precios fijados.
El canon es el pago debido por uso de un bien del dominio público.

38.- El poder de imposición y la cláusula comercial de la Constitución (art. 75 inc. 13)

Se llama “cláusula comercial” a la norma del art. 75 inc. 13, que confiere al congreso la facultad de reglar
el comercio interprovincial e internacional. La regulación de dicho comercio interjurisdiccional es
privativa del congreso. .en cambio, el poder impositivo encuentra en la constitución sus normas propias,
que dan lugar a un reparto entre estado federal y provincias; o sea que en el poder impositivo hay algunas
competencias provinciales.
La diferencia está en que reglar el comercio entre provincias o con el extranjero es potestad exclusiva del
congreso, en tanto el poder impositivo está distribuido entre estado federal y provincial.

BOLILLA 8

42.- La intervención federal.


Nuestra constitución federal prevé la llamada garantía federal. Esto significa que el estado federal
asegura, protege y vigila la integridad, la autonomía y la subsistencia de las provincias, dentro de la
unidad coherente de la federación a que pertenecen.
El art. 5º declara que el gobierno federal garantiza a cada provincia el goce y ejercicio de sus instituciones
bajo las precisas condiciones que consigna: a) adecuación de la constitución provincial a la forma
representativa republicana, y a los principios, declaraciones y garantías de la constitución federal; b)
aseguramiento de la administración de justicia, del régimen municipal y de la educación primaria por
parte de las provincias. Se exterioriza así el condicionamiento de l garantía federal a través de la relación
de subordinación típica de los estados federales.

El art. 6º y los tipos de intervención


El art. 6º regula la llamada intervención federal. Ciertos dislocamientos o peligros que perturban o
amenazan la integración armónica de las provincias en la federación, dan lugar a la intervención federal

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con miras a conservar, defender o restaurar dicha integración. Y ello tanto en resguardo de la federación
misma, cuanto de la provincia que sufre distorsión en la unidad federativa.

Clases:

a)El gobierno federal interviene sin pedido de la provincia afectada. Esto responde a dos causas: la
primera para garantizar la forma republicana de gobierno, lo que supone una alteración en ella; y la
segunda, para repeler invasiones exteriores, lo que supone un ataque actual o inminente.
La forma republicana de gobierno no puede reputarse alterada por cualquier desorden doméstico o
conflicto entre los poderes provinciales. Tan sólo la tipifican: a) los desordenes o conflictos que
distorsionan gravemente la separación de poderes, el régimen electoral, etc.; b)el incumplimiento de
cualquiera de las tres obligaciones provinciales de asegurar: el régimen municipal, la educación primaria
y la administración de justicia; la violación grave de los principios, declaraciones y garantías de la
constitución federal.
La finalidad de la intervención dispuesta para garantizar la forma republicana de gobierno puede
advertirse en dos sentidos: a) mantener la relación de subordinación propia del federalismo, preservar la
similitud de formas políticas entre las provincias y el estado federal, y asegurar la reproducción del
esquema trazado por la constitución federal; b) obligar a las provincias a acatar el condicionamiento
impuesto por el art. 5º para depararles el goce y ejercicio de sus instituciones.
La garantía federal es una obligación y facultad del estado federal.
La finalidad de la intervención dispuesta para repelar invasiones exteriores es de seguridad, tanto para la
federación como para la provincia.
La segunda intervención es dispuesta por el gobierno federal a pedido de la provincia. Son las
“autoridades constituidas” de la provincia las que han de demandar la intervención, respondiendo a dos
situaciones:
a) para ser sostenidas;
b) para ser restablecidas.
En ambos casos, tanto si concurre:
a) sedición,
b) invasión de otra provincia.
La finalidad de esta intervención es fundamentalmente protectora o conservadora.

43.- Art. 75 inc. 31 y el art. 99 inc. 20


Establece: “Disponer la intervención federal a una provincia o a la ciudad de Buenos aires”.
La norma es nueva, y ha recogido lo que la doctrina y la praxis constitucional material daban competencia
del congreso: la intervención federal, que el art. 6º adjudica al gobierno federal sin especificar el órgano.
Ahora, el principio queda bien señalado: es al congreso al que le incumbe disponerla. Excepcionalmente,
la correlación con un inc. nuevo –el 20- del art. 99, nos muestra que el presidente de la república “decreta
la intervención federal a una provincia o a la ciudad de Buenos Aires en caso de receso del congreso, y
debe convocarlo simultáneamente para su tratamiento”.
El titular nato de esa competencia es el congreso, invistiéndola limitadamente al ejecutivo durante el
receso congresional, y debiendo convocarlo simultáneamente. Es así para que disponga de andamiento
funcional la siguiente previsión del mismo inc. 31, en la parte donde añade que el congreso aprueba o
revoca la intervención decretada durante su receso por el poder ejecutivo.

44 y 45.- El acto de intervención.


El art. 6º recomienda la intervención al gobierno federal, sin individualizar qué órgano es el competente.
Buena parte de nuestra doctrina estima que esa competencia pertenece al congreso: para adjudicársela, se
utilizan diversos argumentos: a) la analogía con la declaración del estado de sitio en caso de conmoción
interna; b) los poderes implícitos del congreso para poner en ejercicio los poderes concebidos por la
constitución al gobierno federal; c)las representación de las provincias en el senado; d) la masa de
competencias del congreso en las relaciones con las provincias. De todos estos argumentos, el del inc. b
no parece el más sólido, ya que los poderes implícitos han sido otorgados al congreso para “hacer todas
las leyes y reglamentos”, y el acto de intervención no es de esencia legislativa.

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En caso de urgencia y como excepción, reconocemos al poder ejecutivo la facultad de intervención
federal, porque el art. 6º no lo prohibe expresamente.
En el derecho constitucional material encontramos casos: a) en que el congreso ha autorizado al ejecutivo
para intervenir; b) en que la intervención federal ha sido dispuesta por el congreso; c) en que ha sido
dispuesta por el poder ejecutivo – incluso estando el congreso en sesión -.
El acto de intervención cualquier sea el órgano que lo emita, es siempre de naturaleza política. Cuando lo
cumple el congreso, se reviste de forma de ley.
La intervención federal es una causa de excepción y ha de interpretársela con carácter restrictivo.
El interventor o “comisionado” federal
El nombramiento del interventor federal corresponde siempre al poder ejecutivo (art. 99 inc. 7).
El interventor es un funcionario federal, que representa al gobierno federal y actúa como delegado o
comisionado del presidente de la república. Su marco de atribuciones depende del acto concreto de
intervención, de la finalidad y alcance que le ha asignado el órgano que la dispuso, y de las instrucciones
precisas que se impartan al interventor por el poder ejecutivo. La exención de aquellas atribuciones debe
interpretarse restrictivamente.
La intervención puede alcanzar a los tres poderes provinciales, a uno o dos de ellos.
La intervención no extingue la personalidad jurídica de la provincia, ni suprime su autonomía. El
interventor debe respetar la constitución y las leyes provinciales, apartándose sólo y excepcionalmente de
ellas cuando debe hacer prevalecer el derecho federal de la intervención. Los actos cumplidos por las
autoridades provinciales en el lapso que promedia entre el acto que dispone la intervención y la asunción
del interventor son válidos. En la medida en que caducan autoridades provinciales y sus funciones son
asumidas por el interventor, éste es, además de funcionario federal, un sustituto de la autoridad provincial.
Disposiciones de las constituciones provinciales
Las precauciones que han tomado algunas provincias, circunscribiendo y limitando las facultades de los
interventores federales, o estableciendo el efecto de las ejercidas una vez que la intervención ha concluido
obedecen al recelo suscitado por la experiencia de intervenciones poco o nada constitucionales. Pero
penado ortodoxamente en una intervención dispuesta dentro del espíritu de la constitución federal,
conforme a causas reales, y sin exceder de ese marco, creemos que las provincias no pueden dictar
normas que obsten a la intervención federal. La suerte de tales disposiciones en cuanto a su validez y
constitucionalidad no sería exitosa si se las impugnara judicialmente. No resulta objetable, en cambio, el
principio que consiente la revisión provincial ulterior a los actos del interventor que se cumplieron con
apartamiento de normas locales preexistentes.
Aun cuando hemos dicho que conforme al derecho judicial vigente el acto de intervención no es
judiciable, si son justiciables los actos de los interventores, pero toda cuestión judicial que se suscita
acerca de medidas adoptadas por ellos en ejecución de la intervención, es ajena a la competencia de los
tribunales provinciales, ya que por la naturaleza federal de la intervención debe intervenir la justicia
federal. Se exceptúan los actos llevados a cabo por los interventores como autoridad local.
¿Intervención federal a cargo del poder judicial federal?
La preservación de la forma republicana de gobierno en las provincias puede filtrarse a una sentencia en
una causa judicial. Dicho en otros términos, cuestiones de constitucionalidad provincial son susceptibles,
alguna vez y excepcionalmente, de configurar simultáneamente una cuestión constitucional federal si es
que en ellas está en juego una alteración de la forma republicana que las provincias deben resguardar y
que el gobierno federal debe garantizar.
El poder judicial federal es también gobierno federal, parte de él, de su tríada, de su organigrama. Y
cuando la forma republicana en una provincia se halla altamente comprometida y el problema se cuela a
un proceso judicial, cabe admitir que en éste se inocula la cuestión constitucional federal Que incumbe
resolver al poder judicial federal, al menos en última instancia.

46.- El contralor jurisdiccional de constitucionalidad de las intervenciones federales


“Cullen c/ llerena”: la jurisprudencia de la Corte Suprema tiene resuelto, desde el famoso caso “Cullen
c/Llerena”, de 1863, que el acto de intervención constituye una cuestión política no judiciable y que, por
ende, no puede discutirse la inconstitucionalidad o invalidez de dicho acto.
“Orfila”: en el caso “orfila” de 1929, la Corte suprema consideró que la competencia constitucional del
gobierno federal para intevenir pertenece al congreso.

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BOLILLA 10

51.- La parte dogmática de la constitución nacional y su relación con el Derecho Natural.

La parte dogmática de nuestra constitución resuelve el status del hombre dentro del estado, en sus
relaciones con éste y entre sí. En otras palabras, propone como fin del estado la defensa de los derechos y
libertades del hombre.
Por su parte, el derecho natural sostiene que es prexistente al Estado y que de él surgen derechos
subjetivos que el Estado debe reconocer puesto que ellos son inherentes al hombre, lo que importa
reconocer que nacen de fuentes extraconstitucionales, de un derecho superior al derecho positivo..
En conclusión, la relación que hay entre el derecho natural y la parte dogmática es que mediante ella se
produce el reconocimiento de los derechos y garantías de los hombres.

52.- Declaraciones, derechos y garantías. Su formulación histórica e ideológica. Derechos


incorporados a través de los tratados: art. 75 y inc. 22. Situación de los mismos, relación con los
derechos de la primera parte de la constitución. Alcance de la expresión: "condiciones de su
vigencia".

Conceptos:
 Declaraciones: ellas son enunciados solemnes acerca de cuestiones fundamentales (ej. forma de
estado).
 Derechos: son facultades o atribuciones reconocidas a los hombres.
 Garantías: son procedimientos de seguridad instituidos para todos los habitantes. Es decir, son los
medios o herramientas para efectivizar los derechos.
La diferencia entre los derechos y las garantías radica en que la protección de los derechos ejerce erga
omnes (contra todos). En cambio las garantías son pretensiones que el hombre puede hacer valer sólo ante
el estado.

Su formulación histórica e ideológica: El origen o fuente que le da contenido a los derechos y garantías
surge de la línea doctrinal del derecho natural a través de todas tus vertientes. Por lo tanto podemos decir,
que es el reconocimiento constitucional del derecho natural. Sin embargo es necesario resaltar, que su
aparición escrita surge recién con la constitución de los Estados Unidos aunque, por otro lado, su
acrecentamiento se ve reflejado a través de la pretensión colectiva en cuanto a la valoraciones sociales.

Derechos incorporados a través de los tratados: art. 75 y inc. 22. Situación de los mismos, relación con los
derechos de la primera parte de la constitución. Alcance de la expresión: "condiciones de su vigencia":
La reforma del 94 ha introducido en el art. 75 inc. 22 de la C.N. 11 tratados internacionales
enumerándolos taxativamente. Dichos tratados gozan, en las condiciones de su vigencia, de jerarquía
constitucional, sin embargo, no derogan artículo alguno de la primera parte de la Constitución y deben
entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos.
En caso de incompatibilidades ellos sólo podrán ser denunciados por el Poder Ejecutivo Nacional, previa
aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara.
En cuanto a los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por el
Congreso, podrán otorgársele jerarquía constitucional. Pero, requerirán el voto de las dos terceras partes
de la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar de dicha jerarquía.
El alcance de la expresión "condiciones de su vigencia" significa que debe tenerse en cuenta las reservas
y aclaraciones que Argentina incluyó en los documentos por los cuales se llevó a cabo la ratificación del
tratado. Por la tanto, se deben atender en las condiciones en que se hallaban vigentes internacionalmente
en el momento de la reforma constitucional.

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Legitimación para reclamar ante la violación de un derecho constitucional: La doctrina procesalista,
especialmente la administrativa, ha distinguido tres categorías de sujetos, ante la lesión a un derecho
constitucional:
 Sujeto con un derecho subjetivo vulnerado: En tal hipótesis, se trata del titular de un derecho
constitucional que sufre un perjuicio propio, concreto, diferenciado e impugnable judicialmente. Tiene
legitimación para formular su pretensión reclamatoria.
 Sujeto con interés legítimo: en tal supuesto hay también lesión (pero exclusiva o concurrente, según
las distintas posturas) que le causa un perjuicio personal y directo, aunque en su reparación sólo esté
en juego el interés general. También se admite legitimación. O bien, es el caso en que se tutela a un
grupo de personas que tienen un interes determinado en un acto (por ejemplo concurso para cargo
público).
 Sujeto con interes simple: hay aquí también en juego un derecho constitucional, pero él acto lesivo no
provoca en el sujeto un agravio directo y personal. En materia de derechos constitucionales, el interés
simple coincidiría con la mera pretensión de exigir genéricamente el cumplimiento de la constitución
y el respeto a los derechos que ella reconoce.
 Sujetos con intereses difusos: son aquellos casos en que no se ve afectada una persona determinada,
sino una colectividad por lo que a primera vista parece que no habría un derecho subjetivo dañado.
Como por ejemplo el caso de contar con un medio ambiente sano previsto en el artículo 33.

El ámbito territorial y personal de aplicación de la declaración de derechos: El ámbito de validez de


aplicación de los derechos se ciñe o restringe al territorio y a la población del Estado Nacional. También
son de aplicación a los hombres que no se encuentran físicamente en el territorio de la Nación pero tienen
algún bien o interés en la Argentina como por ejemplo el derecho a la propiedad sobre esos bienes. Por
otro lado, el estado se encuentra limitado en algunos aspectos como por ejemplo no puede gravar bienes
que tengan los argentinos en el exterior.

54.- Los principios de legalidad y razonabilidad. La formulación del principio de legalidad: art. 19
C.N. Razón y finalidad. La aplicación en los artículos 4,14,17,18 etc., el art. 9 de la C.A.D.H. y el
art. 91 del P.I.D.C. y P. La regla de la razonabilidad: el art. 28 de la C.N. La finalidad del principio.

Principio de legalidad: El art. 18 de la constitución nacional establece el principio de legalidad al decir


que "ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho
del proceso...".
El principio de legalidad se vincula con el propósito de seguridad que persigue el constitucionalismo
moderno y responde a una cuestión de garantía hacia el hombre, debido a que éste debe saber que los
gobernantes mandan en el nombre de la ley y conforme a sus normas.
Mediante este principio la ley predetermina las conductas debidas o prohibidas, de forma que los hombres
puedan conocer de antemano lo que tienen que hacer u omitir, quedando exentos de toda posible
arbitrariedad. En conclusión, podemos decir que la finalidad que persigue es afianzar la seguridad
individual de los gobernados.
Por otro lado, la expresión "ley" utilizada en el texto constitucional no debe tomarse en un sentido formal,
es decir, están incluidas en la norma constitucional cualquier norma jurídica inferior a la ley.
Por ultimo, vemos que el principio de legalidad se complementa y perfecciona con el de tipicidad del art.
19, en cuanto este establece que "...ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda
la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe". De esta manera, una vez que la ley ha regulado una conducta,
le deja al hombre una esfera de libertad jurídica en la que esta permitido todo lo que no esta prohibido.

Aplicaciones del principio de legalidad: en el art 18 se aplica para la creacion de delitos y penas (art. 18);
en el art. 17 para privar de la propiedad mediante la expropiación y para establecer gravámenes
conjuntamente con el art. 4, en el art. 14 y 14 bis para reglamentar el goce y ejercicio de los derechos, etc.
 Convención americana derechos humanos o pacto de San Jose de Costa Rica: Artículo 9.- Nadie
puede ser condenado por acciones u omisiones que en el momento de cometerse no fueran delictivos
según el derecho aplicable. Tampoco se puede imponer pena más grave que la aplicable en el

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momento de la Comisión del delito. Si con posterioridad a la Comisión del delito la ley dispone la
imposición de una pena más leve, el delincuente se beneficiara de ello.

Principio y regla de razonalbilidad: Este principio establece que para la constitucionalidad de una ley, esta
debe tener un contenido de justicia, es decir, no debe ser arbitraria lo que equivale a inconstitucional. Sin
embargo, este principio no se limita a exigir que sólo la ley sea razonable, sino que el congreso, el poder
ejecutivo, los jueces y los actos de los particulares también deben ser razonables.
En cuanto al contenido de la razonabilidad, ésta en primer lugar consiste en una valoración axiológica de
algo que no mostrara lo que se ajuste o no a la justicia; en segundo lugar, el sentido común y el
sentimiento racional de justicia de los hombres hacen posible vivenciar la razonabilidad y su opuesto que
es la arbitrariedad.
Por otro lado, la regla de razonabilidad estaba condensada en el artículo 28 por cuanto dice que "los
principios, derechos y garantías reconocidos en los artículos anteriores, no podrán ser alterados por las
leyes que el reglamento en su ejercicio", lo que implica que su alteración supone una arbitrariedad y por
lo tanto una irrazonabilidad.
Finalmente, la finalidad que este principio persigue es preservar el valor justicia en el contenido de todo
acto de poder e, incluso, de los particulares.

BOLILLA 11

Derecho a la vida: este derecho está explícito en el art. 29 de la C.N., cuando puntualiza que la vida de los
argentinos no puede quedar a merced de gobierno o persona alguna. Pero, por si hubiese duda, la Corte
Suprema, en "Saguir Dib", lo consideró como el "primer derecho natural de la persona humana,
prexistente a toda legislación positiva, y que resulta admitido y garantizado por la constitución nacional y
las leyes". Es decir que, en todo caso, esté derecho está captado por el art. 33, como derecho natural
supraconstitucional. A su vez, el pacto de San José de Costa Rica en su art. 4 declara que "toda persona
tiene derecho a que se respete su vida".
En "Saguir Dib", la corte atendió un caso de donación de órganos, regulado por la a la ley 21.541, que
prohibía la ablación a menores de dieciocho años. Una joven a la que le faltaban dos meses para cumplir
tal edad, no podía realizar la donación para salvar la vida de su hermano. La Corte hizo prevalecer el
valor vida, y entendió que la prohibición legal podía salvarse con el asentimiento expreso de los padres o
una venia judicial de autorización de ablación. Reputo, además, que la donante tendría prácticamente el
mismo discernimiento dos meses antes de cumplir los dieciocho años, o cuando tuviere esa edad.
Siguiendo la dinamica constitucional de la proteccion al derecho a la vida vemos que el inc. 23 del art. 75
obliga al Congreso a "legislar y promover medidas de acción positiva que garanticen... el pleno goce y
ejercicio de los derechos reconocidos por esta Constitución y por los tratados internacionales vigentes
sobre derechos humanos...". La Convención Americana sobre Derechos Humanos en su art. 4 indica que
el derecho a la vida estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción y que
nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente. Por lo que se comprende que el aborto es
inconstitucional, con las exepciones del aborto terapeutico y eugenesico.

La pena de muerte: El texto constitucional en el art. 18 prohíbe explícitamente imponer la pena de muerte
por causas políticas, sin embargo, no lo hace por causas no políticas. El código penal argentino anterior a
1922 y el de la ultima dictadura, la establecían como sanción ante varios delitos, aunque, de hecho, no era
aplicada por los jueces. El código actual no la contempla, pero si lo hace el Código de Justicia Militar
para ciertos delitos.
El art. 18 de la constitución nacional declara que "queda abolida para siempre la pena de muerte por
causas políticas". Cabe preguntarnos, ¿Que se entiende por causas políticas? En el derecho moderno,
basta que un hecho haya sido perpetrado con móviles políticos y afectado bienes políticos para que se
perfile como causa política y no pueda constitucionalmente ser castigado con la muerte.
Por su parte, el pacto de San José de Costa Rica o convención americana sobre derechos humanos trae
una serie normas muy significativas con relación al derecho a la vida. Después de anunciar que nadie
puede ser privado de ella arbitrariamente, aclara que la pena de muerte no podrá extenderse a delitos a los
cuales no se aplica actualmente. También declara que no se la puede aplicar a sujetos que al momento de

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cometer el delito tuviesen menos de 18 años de edad o más de 70, ni a las mujeres en estado de gravidez.
Tampoco es efectivizable a los delitos políticos ni a los comunes conexos con políticos.
Es decir que la Argentina, habiéndole dado jerarquía constitucional a este pacto, no está habitada para
restablecer la pena de muerte para otras figuras criminales que las vigentes al momento de ratificarse
aquella Convención (1984), o para programarla para nuevos delitos, todo esto mientras siga siendo
obligatorio para nuestro país, vale decir, mientras no se lo denuncie.
También señala la Convención que toda persona condenada a muerte tiene el derecho a solicitar su
amnistía, indulto o conmutación (reducción) de esa pena, los cuales podrán ser concedidas en todos los
casos y que no se restablecerá la pena de muerte en los Estados que la han abolido.
Por ultimo, el art. 6 del Pacto Internacional de derechos civiles y políticos es de practicamente igual
contenido que el art. 4 del pacto anterior, a salvedad de que en los países que no hayan abolido la pena
capital sólo podrá imponerse la pena de muerte por los más graves delitos y de conformidad con leyes que
estén en vigor en el momento de cometerse el delito y que no sean contrarias a las disposiciones del
presente Pacto ni a la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio y esta pena sólo
podrá imponerse en cumplimiento de sentencia definitiva de un tribunal competente.

58.- La libertad. Concepto. El problema de la definicion de la libertad. Valorizacion e idealizacion


de la libertad. Doctrina argentina.

El probema de la definicion de la libertad. Valor e idealizacion de la libertad: al ser la libertad un valor tan
amplio e importante trae problemas respecto su conceptualizacion. Sin embargo, podemos acercarnos a
alguna ideas para luego definirla.
Cualquier formula primaria y basica de justicia exige dotar a la persona de una esfera de libertad tan
amplia como sea necesaria para desarrollar su personalidad. Pero no se trata solo de una libertad "de
hecho", sino de una libertad que el derecho reconoce y que, dentro del mundo juridico, queda protegida y
reconocida como para sufrir efectos juridicos. De esta manera la libertad juridica atribuida al hombre
aparece como un verdadero derecho subjetivo.

Conceptos: Siguiendo a Joaquin V. Gonzalez decimos que la libertad "es la potestad que tiene todo
hombre para pensar, querer y ejecutar todo lo que les es de su voluntad, dentro de los límites impuestos
por la Constitución y la ley, sin reconocer voluntad alguna superior”. De ahi que Alberdi diga que “el
hombre civilizado no puede satifacer sus necesidades esenciales sino al favor y por el instrumento de la
libertad”. En otras palabras, podemos definir a la libertad como la capacidad para hacer algo, el
"vehiculo" que nos permite transitar. En esto radica el valor de la libertad: que con ella desarrollo
plenamente mi personalidad. La libertad es, por lo tanto, luego de la vida, el mayor bien del hombre.

60.- El derecho a la intimidad. Concepto. Límites. El art. 19 de la C.N. y art. 1071 bis del Cód. Civ.
Sus proyecciones: los casos Bazterrica y Montalvo. Las previsiones en los Tratados: art. 11
C.A.D.H. y art. 17 P.I.D.C. y P.

El derecho a la intimidad: Este se halla contenido en el art. 19 1º parte de la C. N. que establece: "las
acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni
perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados".
Cabe preguntarnos ahora, ¿Cuál es ese ámbito de autonomía individual que conforma el derecho de
intimidad? Para ello hay que delimitar el ámbito privado del ámbito público y, entonces, vemos que en el
derecho argentino es posible detectar tres tipos de conductas en orden a diferenciar lo privado de lo
público:
a) Acciones privadas internas: ellas son los comportamientos privados en sentido estricto, es decir,
aquellas acciones que no trascienden del sujeto que las realiza (por ej. el mero acto de pensar).
b) Acciones privadas externas: son comportamientos que trascienden al sujeto que las realiza y, por
tanto, son conocidas por los demás; pero no interesan al orden y a la moral pública, ni causan
perjuicio a terceros. Dicho de otro modo, no afectan al bien común y a los fines del artículo 19 son
también acciones privadas.

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c) Acciones públicas: son acciones externas, ya que trascienden de quien las ejecuta y, además,
preocupan al bien común. Por ende, son regulables por el Estado y aun prohibidas por éste, de haber
motivos para ello.
Finalmente, nos proponemos ver los conceptos de orden público, moral pública y perjuicio a tercero que
resultan decisivos para determinar cuándo una acción es privado interna, privara externa o pública:
a) Orden público: esta expresión alude, en el derecho constitucional, al interés general colectivo y, en
definitiva, al bien común, entendido como bien del público en general y no sólo de una parte.
b) Moral pública: este concepto se encuentra regulado por lo que llamamos costumbres sociales. La
jurisprudencia de la Corte Suprema en "Ponzetti de Balbín" ha dicho que se debe entender por ella
"las formas de vida aceptadas por la comunidad", es decir, son pautas de selección entre lo público y
privado.
c) Perjuicio a terceros: La directriz constitucional es aparentemente clara en este punto: una acción
privada deja de serlo si causa daño a los demás. Sin embargo, para la Corte debe tratarse de un daño a
un bien jurídico razonablemente evaluado puesto que una simple molestias que cauce a otro el acto de
un sujeto no basta para que tal acto le sea prohibido .
Oro aspecto interesante es ¿Quién y cómo define lo público de lo privado? En principio, la tarea de
precisar que tipo de conductas son privadas internas o externas, o cuáles públicas, es tarea del legislador:
"sólo por ley", indica la Corte Suprema y en ello coincide la 2º parte del artículo 19 al puntualizar que
nadie "será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado debe lo que ella no prohíbe",
estableciendo de esta manera el principio de tipicidad. Sin embargo, como toda norma, la que define lo
público de lo privado debe responder a pautas de razonabilidad, es decir, a criterios de sentido común,
prudencia, vivencias de justicia, sensatez y lógica .
El conclusión, dentro del derecho a la intimidad van a estar comprendidas todas aquellas acciones que no
dañen a los bienes jurídicos enunciados en la constitución.

Sus proyecciones: los casos "Bazterrica" y "Montalvo": Estos dos casos evalúan la frontera entre lo
público y lo privado respecto a la tenencia de estupefacientes. En el caso "Bazterrica" la Corte Suprema
reputó el art. 6 de la ley 20.771, que reprimida legalmente la simple tenencia de estupefacientes para
consumo personal, vulneraba el art. 19 de la C.N., al importar esa mera tenencia un caso de conducta
privada tutelado por tal precepto.
La posición mayoritaria de la Corte concluyó que la mencionada tenencia no afectaba a la ética colectiva
y, que, por ende, las conductas de los hombres que se dirigen contra sí mismos quedan fuera de las
prohibiciones constitucionales por no tener consecuencias negativas concretas para el bienestar y la
seguridad general. En definitiva, y dado que no corresponde al estado imponer ideales de vida a las
personas, sino ofrecerles libertad para que ellos elijan, se decidió declarar la inconstitucional de aquel
artículo legal.
Posteriormente, en "Montalvo", La Corte -con distinta integración- revirtió su primera tesis, y consideró
constitucional al mentado art. 6 de la ley 20.771 que encontraba actualizado por la ley 23.737. En
concreto, el Tribunal constató que en la represión criminal de la tenencia de estupefacientes mediada una
evidente custodia de valores colectivos, como, por ejemplo, la salud pública. Al subrayar los evidentes y
penosos efectos contagioso de la drogadicción, expresó que el legislador habría dado una respuesta
constitucional posible, en aras de la moral, el orden público y el resguardo a eventuales daños a terceros.
En resumen, la Corte concluyó que la tenencia de drogas no era un comportamiento que terminaba en la
mera intimidad del portador, atento a las proyecciones que podía revestir.

BOLILLA 12

67 y 68.-La libertad de expresión. Contenido. Su fundamento y relación con la forma de gobierno.


La declaracion Universal de los Derechos humanos (arts. 18 y 19), la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del hombre (art. 4), la Convención Americana sobre Derechos Humanos (art.
13) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Politicos (arts. 19 y 20). / Las libertad de
publicar ideas por la prensa sin censura previa (artículo 14) y la "libertad de imprenta" (art. 32).
La doctrina judicial : "Sánchez Sorondo"; "Verbitsky" y "Servini de Cubria". El secreto

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periodístico: art. 43. Relación con el artículo 156 del código penal y 244 del código procesal penal.
Concepto del secreto periodístico y sus límites.

Para hablar de libertad de expresión, hay que primero hablar de la libertad de pensamiento, debido a que
ésta es el contenido o la exteriorización de la libertad de pensamiento.

La libertad pensamiento: esta se relaciona con el derecho a la intimidad, puesto que refiere, básicamente,
al fuero privado de cada uno. La libertad de pensamiento es el derecho de cada hombre formarse su
propio juicio sin interferencias del Estado o de los demás. Como consecuencia de las libertades de
pensamiento resultan inconstitucionales las imposiciones de ideas o de doctrinas, la obligación de
aprender de memoria en las escuelas principios de un partido o movimiento, los llamados delitos de
pensamiento por los cuales se incrimina el mero hecho de adherirse a una ideología o profesar ciertos
sentimiento, etcétera.
Por otro lado, cabe preguntarse sí, ¿Existe el derecho de pensamiento a nivel constitucional? La Corte
Suprema de Justicia, en " Ponzetti de Balbín", lo reconoció en el art. 33 de la constitución nacional como
derecho no enumerado, por su calidad de derecho natural inherente a toda persona. Por lo demás, el Pacto
de San José de Costa Rica enuncia explícitamente que "toda persona tiene derecho a la libertad de
pensamiento y de expresión".

Libertad expresión: La libertad de expresión puede ser definida como la conducta expresiva del derecho
de pensamiento, conducta dada por la naturaleza intrínsecamente social del hombre. La Constitución
Nacional trae dos cláusulas relativas a la libertad de expresión. El art. 14 indica que todo habitante cuenta
con el derecho de publicar sus ideas por medio de la prensa, sin censura previa. El art. 32 añade que el
congreso no podrá dictar leyes que restrinjan la libertad de imprenta u establezcan sobre ella la
jurisdicción federal.
Por otro lado, la Constitución Nacional incluye en su art. 14 una versión de esa libertad de expresión: la
libertad de prensa o imprenta, es decir, la de publicar ideas sin censura previa. Sin embargo, la Corte
Suprema estima que hay una libertad constitucional de expresión mucho más amplia que la mera
publicación de textos, ya que comprende, por ejemplo, la libertad de creación artística, la libertad de no
expresión, y el derecho de recoger información y transmitirla. Todas ellas derivadas de la libertad de
pensamiento.
Veamos ahora el contenido de ellas: la libertad de no expresión es el derecho al silencio, y para Bidart
Campos, es un correlativo natural del derecho de libre expresión, aunque también podríamos decir que
esta facultad está implícitamente enunciada en el art. 18 cuando dice que nadie puede ser obligado a
declarar contra sí mismo; las libertad de creación artística se relaciona con la propiedad intelectual porque
esta protege las obras literarias, artísticas y científicas; por último, el derecho de recoger información y
transmitirlas es el ejercicio de la actividad periodística.

Relación con la forma de el gobierno: a la inversa del reconocimiento constitucional de otros derechos,
generalmente concebidos en favor de las personas, en el ejercicio del derecho de prensa operan tanto
intereses personales (medios de comunicación, periodistas, etcétera), como sociales (de todos los
habitantes). De ello que, en una democracia, el derecho de prensa sea indispensable para la funcionalidad
de ese sistema político. Sin prensa libre y responsable, el ciudadano carecerá de la posibilidad de adoptar
decisiones libres y fundadas. En "vago c/ La Urraca", la Corte destaca que la función de la prensa, entre
otras metas, incluye la de contribuir a la elaboración del la voluntad popular y servir de medio de
expresión a la opinión pública. Sin embargo, otro importante rol de la prensa en una democracia, es la de
actuar como instrumento de control de los organismos públicos y de su hombres, con lo que rinde "un
servicio de inestimable valor para el afianzamiento y salud del sistema y de las instituciones
republicanas".
En sintesis, la libertad de prensa permite la publicidad de los actos de gobierno.

Deber de veracidad: Antes de comenzaron a hablar de la censura previa preferimos hacer un breve
comentario al deber de veracidad que tiene la prensa. La Corte Suprema ha dicho que la libertad de

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prensa tutela también el hecho de publicar "con veracidad, buenos motivos y fines justificables", es decir,
impone a la prensa el deber de veracidad.
En "Vago c/ La Urraca", añadió que "la función de la prensa en una república democrática persigue, entre
otros objetivos principales, informar tan objetiva y verídicamente al lector como sea posible".
Concretamente, la Corte sentó un deber de veracidad para los medios de comunicación, que consiste no
en exponer la verdad absoluta, "sino en buscar leal y honradamente lo verdadero, lo cierto, lo más
imparcialmente posible y de buena fe. Evitar que los preconceptos enturbien la mirada y empañan el
espejo, es decir, el subjetivismo del periodista".
De lo dicho, surge que el deber de veracidad impone la obligación de procurar razonablemente la verdad,
pero no el éxito en tal empresa. Es, por tanto, una obligación de medios y no de resultado. Aclarado esto,
remitámonos entonces a la censura previa.

La libertad de publicar ideas por la prensa sin censura previa: El art. 14 de la C.N. enfatiza un aspecto
especial de libertad de prensa: las ideas pueden publicarse sin censura previa. Sin embargo, el art. 13 del
Pacto de San José de Costa Rica a reglamentado a aquel precepto constitucional en cuanto admite algunas
expresiones de censura, como los espectáculos públicos, para la custodia moral de los menores (norma
que permite, en consecuencia, imponer horarios de protección al menor en el ámbito televisivo o la venta
limitada a adultos de ciertas publicaciones, etc.); la prohibición de propaganda bélica, de agresión racial,
nacional o religiosa; etc.
Por otro lado, debemos distinguir las distintas clases de censura, puesto ésta puede consistir tanto en
impedir la difusión de cierto datos o ideas, como en poner dificultades postales en la circulación de los
periódicos, la desinformación oficial de determinados acontecimientos afín de que no ingresen al circuito
informativo, el secuestro de una edición para que no llegue al público, la clausura lisa y llana de un
periódico etc. Sin embargo, podemos calificar, censura previa a cualquier acto u omisión que no habilite
la publicación de algo o que tienda a influir en esa publicación, o que dificulte que el producto
informativo llegue normalmente a la sociedad.
La censura, entonces, puede adquirir varias formas: puede ser pública o privada, violenta o coercitiva. Un
ejemplo claro de esta última se da cuando el Estado amenaza con el retiro de la publicidad oficial.
Por ultimo, a pesar de que no hemos remitido únicamente a la censura previa, no debemos pensar que esta
es la única posible puesto que la censura posterior a la publicación si es arbitraria también será
inconstitucional.
En cuanto al censor, este es, generalmente, el Poder Ejecutivo; pero también puede ser el legislador,
mediante leyes de censura o los jueces, en virtud de medidas cautelares o sentencias de censura. No cabe
descartar que los particulares impongan de hecho actos de censura, por ejemplo, impidiendo facticamente
una publicación.

La censura en la jurisprudencia Argentina: El tema ha dado a lugar a pronunciamiento no siempre


situados en la misma línea ideológica. Sin embargo, la tesis habitual de la Corte ha sido sostener que la
garantía constitucional de la libertad de imprenta radica fundamentalmente en el derecho de publicar las
ideas por la prensa sin censura previa, "esto es, sin el previo contralor de la autoridad sobre lo que se va a
decir", pero que ello no significa impunidad.
En "Verbitsky", un juzgado de primera instancia en lo penal impulsó censura judicial, al prohibir la
publicación de una solicitada en varios diarios de Buenos Aires, donde su firmantes se adherían al
teniente general Videla. La razón de la censura fue impedir la consumación del tipo de apología del delito.
La Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal, revocó la decisión del juzgado por entender
que implicaba censura previa, no obstante entender que había efectivamente tentativa de apología del
delito. La Corte Suprema, por mayoría, no se expidió sobre el tema, por entender que el fiscal había
desistido de la apelación.
Por otra parte, en "Servini de Cubría", la Corte debió atender un caso de censura judicial a un programa
humorístico televisivo, en el que una Cámara, en resguardo de los derechos de honor y privacidad de una
jueza, dispuso como medida cautelar impedir provisionalmente la proyección de imágenes y conceptos
vinculados con ella. La Corte Suprema, según el voto mayoritario, aclaró primero que la garantía
constitucional de la libertad de prensa comprendía tanto a la prensa escrita como a la radial o televisiva,
incluyendo las manifestaciones vertidas en programas de corte humorístico. El tribunal agregó que

19
aunque las garantías constitucionales no son absolutas, toda censura previa padece de una fuerte
presunción de inconstitucionalidad y que, por ende, cabía a averiguar si en el caso a decidir existían
razones, para superar tal presunción, y efectuar la tesis frente a la cual el ejercicio del derecho a publicar
las ideas sin censura no admite restricción.
En concreto, la corte concluyó que, la Cámara había dispuesto la medida cautelar sin siquiera ver las
grabaciones del programa televisivo donde constarían los atentados al honor y a la privacidad, y presumió
peligro en éstos a partir de una supuesta llamada anónima recibida por la actora, existía un defecto de
juzgamiento que quitaba razonabilidad al acto de censura.
Sintetizando, para la Corte la censura previa es excepcionalmente viable, cuando razones muy poderosas
puedan explicarla.

El secreto profesional periodístico: Anteriormente, a la reforma del '94 los jueces no lo reconocian
uniformemente. A partir de dicha reforma, el art. 43 de la C.N. protege el secreto periodistico al decir que
"no podrán afectarse las fuentes de información periodísticas...”. sin embargo, todavia nos encontramos
ante una falta de reglamentacion debido a que el congreso, pese haber diversos proyectos, no sanciona
una ley.
El secreto profesional periodistico puede definirse como el derecho de reserva sobre asuntos que atañen a
la profesion que se ejerce. Esto es asi porque dicho derecho se extiende a los propietarios de los medios,
editores responzables y demas profesiones u oficios que no esten relacionadas con los medios de
comunicación.
El secreto profesional se halla protegido tambien en otra perspectiva por el art. 156 del Cod. Penal, por
cuanto este establece un delito llamado de revelacion de secretos. La norma reprime al "que teniendo
noticia, por razón de su estado, oficio, empleo, profesión o arte, de un secreto cuya divulgación pueda
causar daño, lo revelare sin justa causa". En principio, esta norma obligaría al periodista a guardar
silencio sobre su fuente informativa en los casos allí explicitados. Pero, por otro lado, normalmente las
reglas procésales del fuero criminal no relevan al periodista de su condición de testigo, y queda obligado
a informar al tribunal sobre la fuente informativa. Algunos autores resuelven este dilema aceptando el
sigilo del periodista respecto a delitos ya producido, pero rechazándolo en cuanto delitos a perpetrarse o
en ejecución, ya que en tal caso su silencio coadyudaria a la realización de un acto ilícito.
Creemos también que en casos de extremo interes social el periodista esta obligado a revelar su fuente
(SIDE por ejemplo).

69 y 70.-El derecho a la intimidad y la libertad de prensa: "Ponzetti de Balbín c/ Editorial


Atlántida". El Honor y la libertad de prensa: "Campilay c/ La razón". Responsabilidad de los
medios de comunicación. La doctrina de la Real malicia: "New York times vs. Sulivan" y "Vago c/
Ediciones La Urraca S.A.". / Alcance del artículo 32. Su génesis histórica. La jurisdicción federal.
La cuestión de los "delitos de imprenta" y los cometidos por "medio de la imprenta". La doctrina
judicial: "Pérez" y "Ramos".

Responsabilidad de los medios de comunicación. La cuestión de los "delitos de imprenta" y los cometidos
por "medio de la imprenta": según el Pacto de San José de Costa Rica se condena la censura previa, pero
se admite responsabilidades ulteriores, a fijar por la ley, necesarias para asegurar el respeto a los derechos
y reputación de los demás, y la protección de la seguridad nacional, el orden público, la salud y la moral.
Esto ha dado lugar, por un lado, a la tipificación de delitos por medio de la prensa, en los cuales el
acusado utiliza la prensa como herramienta o medio para perpetrar una figura delictiva. Así, por ejemplo,
ciertos delitos relacionados con el honor (calumnias e injurias), la propiedad (plagio intelectual), la fe
pública (publicación de noticias falsas), la violación de secretos y correspondencia y apología del crimen.
En cuanto a los Delitos de prensa, ellos son tipicos delitos que se cometen solo con ella (Ej. publicar sin
consignar el autor o editor).
También el ejercicio abusivo del derecho de prensa origina responsabilidades civiles, por los daños y
perjuicios causados por la comisión de un acto ilícito civil.

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La doctrina de la real malicia: Esta se origina en Estados Unidos en 1964 por el célebre caso "New York
Times vs Sulivan". La doctrina de la Real Malicia sirve para determinar la responsabilidad de los
periodistas ante la publicación de noticias falsas.
En "Vago c/ La Urraca", la Corte recepcionó un importante aporte de la Doctrina de la Real malicia. La
Corte clásifico primero, entre las informaciones inexactas, dos categorías: las falsas, que son las
engañosas, fingidas o simuladas, proporcionadas "con el fin de engañar, con dolo y mala fe"; y las
erróneas, que son el "fruto de una concepción equivocada de la realidad, que induce de buena fe al error",
es decir, las culposas.
Pues bien, la información falsa produce, según la Corte, responsabilidad civil y penal. La información
errónea no origina responsabilidad civil por los perjuicios causados "si se han utilizado los cuidados,
atención y diligencia para evitarlo". Esta es la información errónea no culpable o excusable. Si no se han
adoptado esos recados, habrá información errónea culpable, inexcusable.
Por ultimo, respecto la prueba, la Corte Suprema, ha dicho que esta queda a cargo del interesado, para el
éxito de la acción civil por indemnización. Deberá acreditar que el medio de difusión actuó con
conocimiento de que la noticia que lo afecta era falsa ( comportamiento doloso), o con imprudente y
notoria despreocupación sobre si era o no falsa (inexcusable negligencia). Por eso, decimos que la
Doctrina de la Real Malicia trae una gran innovación: la inversión de la carga de la prueba, que beneficia
a los periodistas haciéndose cargo de la prueba el damnificado.

Derecho de prensa, derecho al honor y a la intimidad: la compatibilización entre estos derechos a dado
lugar a una serie de importantes pronunciamiento. La corte ha sentado a través de sus fallos el principio
general de que la libertad de prensa demanda publicar las ideas sin censura previa, pero no justifica la
impunidad posterior por la comisión de delitos penales o ilícitos civiles.
Respecto al honor, la Corte Suprema trató en "Campillay" la acción promovida por una persona a raíz de
noticias referentes a ella, publicadas en el diario "La Razón", donde se lo vinculaba con una asociación
delictiva dedicada al robo y al tráfico de estupefacientes, y se informaba que gastaba el producto de su
botín en casinos, hipódromos y juergas, afectándose de esta manera el honor de la persona, la cual luego
resulto sobreseído ante la justicia.
La Corte concluyó que aunque era imposible en el momento inicial verificar tales datos, que emanaban de
un comunicado policial, el ejercicio prudente del derecho de prensa "imponía propagar la información
atribuyendo directamente su contenido a la fuente pertinente, utilizando un tiempo de verbo potencial o
dejando en reserva la identidad de los implicados en el hecho ilícito".
En cuanto al derecho a la intimidad, en primer lugar debemos distinguir los sujetos involucrados. La
Corte Suprema los separa en tres categorías de personas: a) las figuras públicas oficiales, que son los
funcionarios públicos; b) las figuras públicas no oficiales, que son personas célebres cuya vida tiene
carácter público, personajes populares; y , c) las figuras privadas.
Pues bien, la esfera de intimidad y de privacidad de cada uno de estos sujetos es diferente. Con relación a
las figuras públicas, la directriz de "Ponzetti de Balbín" es que "su actuación pública o privada puede
divulgarse en lo que se relacione con la actividad que les confiere prestigio y notoriedad y siempre que lo
justifique el interés general". De todos modos, esas figuras públicas tienen también "un sector o ámbito de
vida privada protegida de toda intromisión".

El alcance del art. 32: El art. 32 de la C.N. contiene la tutela legislativa y jurisdiccional sobre la libertad
de expresión, determinando que "el congreso federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de
imprenta o establezcan sobre ella jurisdicción federal".

El sentido del art. 32 tiende a los siguiente: el derecho de publicar las ideas por medio de la prensa sin
censura previa enunciado en el art. 14 y, según éste, disciplinable por la leyes que reglamenten su
ejercicio, tiene como todos los derechos, un tope a esa regulación impuesta por el art. 28, es decir, no
puede ser alterado por la ley que lo discipline, pero, también, el derecho de imprenta tiene un amparo
extra en el art. 32: tampoco puede ser restringido.
En resumen, es un derecho especialmente protegido, reforzado por la constitución.

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Competencias legislativas y jurisdiccionales: Anteriormente al fallo "Ramos", la Corte consideraba que
al decir del art. 32 el congreso no podía dictar leyes restrictivas de la libertad de imprenta sobre todo el
territorio nacional, sino que solamente en el ámbito de la capital federal. Por tanto, en la esfera de las
provincias, correspondía a cada una de ellas dictar sus propias normas, contemplando, por ejemplo, los
tipos penales de delitos cometidos por medio de la prensa. Conforme a esta tesis el congreso nacional no
estaba habilitado para dictar, respecto a esos delitos, leyes generales vigentes en todo el país.
Como habíamos adelantado, en 1970, la Corte modificó su doctrina a través del fallo "Ramos". En él se
sostiene que el art. 32 de la C.N. no se había propuesto negar el principio de la uniformidad penal en todo
el país en lo que atañe a delitos cometidos por medio de la prensa, por lo que cabe concluir "que si el
delito es común por su naturaleza, su represión estaba atribuida al congreso", en virtud del art. 75 inc. 12.
En consecuencia, el código penal actual define cierto delitos que pueden ser sometidos por medio de la
prensa, con vigencia para toda la República.
En cuanto a las competencias jurisdiccionales, también a partir de "Ramos", la Corte consideró que
también correspondía el fuero Federal todos aquellos delitos comunes realizados por medio de la prensa,
al igual que cualquier delito perpetrado por otro medio. Decimos entonces, que para el tribunal existe un
principio constitucional en el sentido de que en los delitos comunes previstos en el código penal,
cualquiera que fuese el medio empleado para su comisión, deben ser juzgados por los tribunales o por los
provinciales, según las cosas y las personas que caigan bajo sus respectivas jurisdicción.
En conclusión, la prohibición del art. 32 debe entenderse en el sentido de que la Nación no puede
programar la jurisdicción federal exclusiva sobre los delitos cometidos por medio de la prensa.

71.-derecho a réplica. Concepto. Correlación con la lealtad de prensa. Constituciones provinciales y


legislación comparada. La convención americana sobre derechos humanos (art. 14).

El derecho a réplica, rectificación o respuesta, tiene su base constitucional en el pacto de San José de
Costa Rica en virtud de que dicho pacto goza hoy de jerarquía constitucional.
Se encuentra previsto en el art. 14 de dicho pacto que expresa que "toda persona afectada por
informaciones inexactas o agraviantes emitidas en su perjuicio a través de medios de difusión legalmente
reglamentados y que se dirijan al público en general, tiene derecho a efectuar por el mismo órgano de
difusión su rectificación o respuesta en las condiciones que establezca la ley. Sin embargo, en ningún caso
la rectificación o la respuesta eximirán de las otras responsabilidades legales en que se hubiese
incurrido" .
La Constitución Argentina nada dice al respecto, aunque algunos autores entienden que ese derecho de
réplica está implícitamente en ella, como parte de la libertad de expresión. Bidart Campos define al
derecho a réplica como la "atribución reconocida a toda persona que se considere agraviada por
expresiones vertidas a través de un medio de comunicación social para difundir por el mismo medio la
respuesta o rectificación que considere conveniente y conducente a la verdad objetiva.
Están legitimados para ejercer el derecho a réplica toda persona, es decir, tanto física como jurídica. Sin
embargo, este es un derecho personal por lo tanto no puede ser ejercido por tercero y a partir del fallo de
"Ekmekdijian c/ Sofovich" también se puede replicar intereses colectivos o sociales.
La respuesta debe hacerse por el mismo medio, por ejemplo si la noticia inexacta o falsa es publicada en
un diario, la respuesta debe hacerse por ese mismo.
Desgraciadamente el derecho a réplica no tiene actualmente una ley que lo reglamente. Por lo tanto, suele
suceder que halla una desproporción entre la noticia y la réplica. Como ser que la noticia allá abarcaba 20
renglones en una revista y que la réplica sólo ocupe una décima parte del espacio en pagina.
En "Ekmekdijian c/ Sofovich", la corte suprema abordó una petición especial de réplica, promovida por
acción de amparo, a raíz de las expresiones vertidas por Dalmiro Sáenz respecto a Jesucristo y la Virgen
María, en el programa televisivo "La noche del sábado". El actor del amparo planteaba su derecho a
réplica fundándolo en el art. 33 de la constitución nacional y en el Pacto de San José de Costa Rica,
reconociendo no ser titular de un derecho subjetivo, pero sí de otro, de carácter difuso, como católico
lesionado por aquellas manifestaciones.

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BOLILLA 13

74.-La libertad de contratar. Fundamento y contenido. Normas del derecho civil y las restricciones
provenientes de situaciones de emergencia: el caso "Cine Callao".

La libertad de contratar es un derecho no enumerado reconocido, por tanto, implicitamente. Podemos


decir que es el derecho a decidir sobre la celebración o no de un contrato, de elegir con quien y de regular
su contenido.
Es un derecho derivado de la jurisprudencia de la Corte Suprema que nos refiere que derechos y
obligaciones del contrato integran el derecho constitucional de propiedad, por lo que se resguarda su
inviolabilidad en art. 17.

Normas derecho civil: la autonomía de voluntad es el elemento fundamental del derecho privado, es decir
la facultad de realizar voluntariamente los actos juridicos que personalmente considere.
El art. 1197 del cod. Civ. dice que las "convenciones hechas en los contratos forman para las partes una
regla a la cual deben someterse como a la ley misma". Por su parte, el art. 1198 establece que "los
contratos deben celebrarse, interpretarse y ejecutarse de buena fe y de acuerdo con lo que verosímilmente
las partes entendieron o pudieron entender, obrando con cuidado y previsión...".

Limitaciones provenientes de situaciones de emergencia: En el caso "Cine Callao" se discutió la


constitucionalidad de una ley que obligaba a afiladas salas cinematográficas a incluir espectáculos de
variedades en determinados horarios. Se impuso así una especie de contratación obligatoria, que la
mayoría de la corte justificó como ejercicio estatal de la facultad de reglamentaria las libertades de
comercio e industria a fin de satisfacer "los graves daños económicos y sociales susceptibles de ser
originados por la de su ocupación en mediana o gran escala". Para la corte, la obligación de contratar a los
artistas de variedades no importaba un provecho particular para ellos, sino de "carácter inequívocamente
en público o general", imponiéndose así una carga legal a a los empresarios cinematográficos, reputadas
razonable por el tribunal.
Por lo expuesto, la Corte ha dicho que es constitucional restringir la libertad de contratar en situaciones de
emergencia economica del Estado, por lo que surgen las siguientes consecuencias:
- limitación de la autonomía de la voluntad;
- restriccion razonable o justa;
- Debe ser para velar por el orden público, derecho de terceros o moral pública;
- Estado solo interviene con caracter excepcional o transitorio, en tiempos de emergencia, lo que
tiene un doble efecto.

75.- El derecho de asociación (art. 14 C.N, art. 20 de la D.U.D.I.T., artículo 8 de la D.A.D. y D.H.,
art. 22 del P.I.D.C. y P. y art. 16 de C.A.D.H.). La asociación "con fines útiles". Fundamento y
contenido. Utilidad y licitud. Alcance de la terminología constitucional: "la Comunidad
Homosexual Argentino c/ Inspección General de Justicia". El derecho de asociarse y no hacerlo.
Fallo: "Ferrari c/ Gobierno Nacional".

El art. 14 de la C.N. declara el derecho de "asociarse con fines útiles". El Pacto de San José de Costa
Rica, en su art. 16, establece que todas las personas tienen derecho a asociarse libremente con fines
ideológicos, religiosos, políticos, económicos, laborales, sociales, culturales, deportivos o de cualquier
otra índole. Añade que tal derecho sólo puede estar sujeto a restricciones previstas por la ley que serán
necesarias en una sociedad democrática, en interés de la seguridad nacional, de la seguridad del orden
público, o para proteger la salud o la moral pública o los derechos y libertades de los demás.

Concepto de "fin útil": el art. 14 de la C.N., repetimos, señala el derecho de "asociarse con fines útiles".
Es un concepto de contenido general, que se puede plasmar en el ámbito mercantil pero también en el
cultural, religioso, deportivo, político, etc.
¿Que es un "fin útil"? Lo "útil" es lo que satisface ciertos objetivos, y éstos varían de sujeto a sujeto, por
lo cual pueden existir sociedades o asociaciones de la más diversa índole. Sin embargo, el mensaje

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constitucional es impedir la asociación con objetivos contrarios a los principios y valores de la
constitución, o lesivos a las pautas del art. 19 (moral o orden público o perjudiquen a terceros) e incluso
metas absurdas, sin sentido alguno (fines inútiles), en tanto la reglamentación excluya esas banalidades.
En otras palabras un fin útil es un fin no dañino para el bien común, es decir, neutro o inofensivo.

Utilidad y licitud: las asociaciones, como personas jurídicas que son, deben tener, además de un fin útil o
tendencia al bien común, un fin licito. ¿Por qué? Porque el art. 953 del Cód. Civil lo exige diciendo que
aquellos actos jurídicos que no cumplan con tal fin son nulos como si no tuviesen objeto.

Alcance de la terminología constitucional: La Corte Suprema de Justicia a puntualizado que el derecho de


asociación es reglamentable como cualquiera, al no existir en la constitución derechos absolutos. Sin
embargo, esas normas regulatorías no pueden establecer requisitos irrazonables, ni la autoridad de
aplicación imponerlos.
El "comunidad homosexual Argentina", la Corte tuvo que evaluar si los fines de tal organización,
programados para "bregar porque la condición homosexual no sea materia de discriminación en lo
familiar, social, moral, religioso, laboral ni de ninguna otra índole; generar ámbitos de reflexión y
estudios multidisciplinarios sobre la problemática homosexual y difundirlos; luchar para la plena vigencia
de los derechos humanos en todo el territorio de la Nación Argentina", eran o no opuestos a las exigencias
de adaptación al bien común que requiere, al respecto, el art. 33 del cód. civil a las asociaciones que se
perfilan como personas jurídicas de carácter privado. Las Corte concluyó que no era arbitraria la
denegación de personería jurídica fundada en que los objetivos descriptos importaban la publica defensa
de la homosexualidad, y que la moral media argentina no entendía que esto fuese propio del bien común.

El derecho de asociarse y no hacerlo: la constitución enuncia el derecho de asociarse. En el principio, eso


involucra también el derecho a no asociarse. Pero, ¿Es factible imponer la afiliación compulsiva, por ley o
decreto?
En "Ferrari", la Corte Suprema concluyó que en regímenes de derecho privado y común, no es exigible tal
asociación compulsiva, pero que si es posible hacerlo respecto a entidades de derecho público, como por
ejemplo, un colegio público de abogados que gobierna la matrícula, tiene facultades consultivas con
relación al servicio de justicia y protege a la profesión, con lo que cumple con facultades estatales
delegadas por las autoridades públicas. El ingreso a la entidad no es por tanto un acto voluntario, sino una
suerte de carga pública o servicio personal. El colegio de referencia, en resumen, no podía asimilarse a
una asociación de las mencionadas por el art. 14 de la constitución.

BOLILLA 14

77. La libertad de reunión (art. 33 C.N. y art. 15 de la C.A.D.H.). Contenido. Vínculo con otras
libertades. Las reuniones públicas y privadas: su relación con los lugares donde se realiza. Ley
21.120. Casos "Comité Radical Acción" y "Arjones".

La libertad de reunión se encuentra ubicada constitucionalmente en el art. 33 como derecho natural del
hombre. La Corte Suprema ha dicho de él que es un derecho esencial y primario, tal vez el principal,
"puedes más que un derecho concreto y aislado constituye la condición normal para el ejercicio de los
demás derechos en una sociedad organizada según el régimen democrático".
El Pacto de San José de Costa Rica, en su art. 15, reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El
ejercicio de tal derecho sólo puede estar sujeto a las restricciones previstas por la ley que serán necesarias
en una sociedad democrática en interés de la seguridad nacional, la seguridad o orden públicos, o para
proteger la salud o la moral públicas o los derechos o libertades de los demás".
Respecto al vínculo que tiene este derecho con las otras libertades, la Corte Suprema ha sostenido que las
libertad de reunión tiene su origen en la libertad individual, de palabra y de asociación, y que nace de la

24
soberanía del pueblo y de la forma republicana de gobierno, hallándose implícitamente comprendido en el
art. 33, entre los derechos constitucionales no enumerados .
En cuanto a su contenido, este excede el ámbito de la política estatal, dado que los habitantes pueden
reunirse con fines electorales, o para influir en pronunciamientos gubernamentales de índole estrictamente
política, pero también con objetivos más amplio, incluso ajenos a las actividades públicas (protestas o
encuentros de ex alumnos).
Su fundamento está mencionado en el mismo art. 33 de la C.N., como derecho natural de todo ser
humano a relacionarse con los demás. No se trata, entonces, de un derecho exclusivamente político,
aunque tenga importantísimas concreciones en esta esfera.

La "causa lícita" para la reunión: según la Corte Suprema, el ejercicio del derecho de reunión requiere
indispensablemente una causa lícita para el encuentro. En tal sentido, no se pueden impedir las que no
tengan fines contrarios a la constitución, a las leyes, a la moral o a las buenas costumbres y no sean, "por
circunstancias de oportunidad o de hecho", peligrosas para el orden y la tranquilidad pública. Al contrario,
pueden ser negadas las que contraríen normas de la moralidad social, tiendan a suprimir las libertades
individuales o conspiren contra la libertad política.

Reglamentación: La regla genérica elaborada por la jurisprudencia Argentina establece que el derecho de
reunión es reglamentable, como los demás derechos constitucionales, por el congreso (art. 14 C.N.), pero
según la Corte, éste no puede suprimirlo so pretexto de reglamentarlo o defender las instituciones. La
regulación del caso debe ser razonable, y su ejecución no se puede realizar con rigor injustificado que
frustre a dicho derecho.
La Corte Suprema señaló que al derecho de reunión no se lo puede practicar sin restricciones, ni
considerar "que la autoridad responsable de mantener el orden público se halle desarmada para defenderlo
y proteger otros derechos constitucionales respetables".
En tal sentido, la Corte distinguió entre reuniones privadas y reuniones públicas. Las primeras, celebradas
en lugares cerrados, de escaso número de personas y que no tengan propósitos subversivos ni contrarios al
orden público, no pueden ser prohibidas ni sometidas a la exigencia del aviso o permiso previo. En esas,
cada concurrente puede emitir libremente sus ideas, "desde las más ponderadas hasta las más absurdas",
en tanto no apunten a una propaganda de acción que afecte al orden público .
En cambio, las reuniones que importen el uso de calles, plazas, parques públicos, etc. pueden ser
sometidas al aviso y permiso previo, aún si se realizan fuera de la vía pública, porque toda aglomeración
de personas -señala la Corte- es posible que provoque alteración del orden y tranquilidad públicos.

BOLILLA 15

81.- El derecho de propiedad (Art. 17 C.N., art. 17 de la DUDH, art. 23 de la DAD y DH, arts. 1, 2 y
3 PIDES y C y art. 21 CADH). Concepto. Fundamento y límites. Su carácter inviolable. El concepto
de la corte en "Bourdié c/ Municipalidad de la Capital". El derecho del autor e inventor:
legislación nacional (leyes 111, 3975, 11.723 y afines).

El art. 14 de la C.N. declara que todos los habitantes de la Nación tienen el derecho de "usar y disponer de
su propiedad". El art. 17, complementándolo, expresa que "la propiedad es inviolable, y ningún habitante
de la Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia fundada en ley. La expropiación por
causa de utilidad pública, debe ser calificada por la ley y previamente indemnizada"; más adelante agrega
que "todo autor o inventor es propietario exclusivo de su obra, invento, descubrimiento, por el término
que le acuerde de la ley. La confiscación de bienes queda borrada para siempre del código penal
argentino. Ningún cuerpo armado puede hacer requisiciones, ni exigir auxilios de ninguna especie".
Finalmente, el art. 20, con referencia a los extranjeros, les reconoce el derecho a "poseer bienes raíces,
comprarlos y enajenarlos".
En definitiva, la constitución prevé aquí lo siguiente : a) proclama un derecho genérico a la propiedad,
reputándolo inviolable; b) determina una subespecie de la propiedad, la intelectual, considerándola
transitorias; c) autoriza la conclusión del derecho de propiedad por parte del estado, mediante la

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expropiación, y e) formula prohibiciones: no están permitidas las confiscaciones ni, además, las
requisiciones por los cuerpos armados.
Al respecto, el Pacto de San José de Costa Rica, en su art. 21 declara que "toda persona tiene derecho al
uso y doce de sus bienes. Sin embargo, la ley puede subordinar al uso y goce al interés social; y ninguna
persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante el pago de indemnización justa, por razones de
utilidad pública o de interés social y en los casos y según las formas establecidas por la ley".
En cuanto al perfil ideológico de la propiedad, la constitución de 1853-1860, se inspiró en una razonable
y prudente efectivización de la doctrina de la función social de la propiedad. Lo que debe ser interpretado
en el sentido de que ésta no puede ser utilizada perjudicando a la sociedad, y que también debe ser
empleada con fines útiles para la misma sociedad.

Concepto: la Corte Suprema ha dicho que el término propiedad, empleado en los arts. 14 y 17 de la C.N.,
ampara ante todo el patrimonio, incluyendo los derechos reales y personales, bienes materiales, y
materiales y, en general, a todos los intereses apreciables que un hombre pueda poseer, fuera de sí mismo
y de su vida y libertad, entré ellos los derecho emergentes de los contratos.
Sin embargo, el derecho "a tener propiedad" solamente se concreta en un derecho de propiedad sobre
algún bien determinado, cuando el derecho positivo adjudica a un sujeto el título respectivo conforme a
algún acto jurídico reconocido como adquisitivo de propiedad.
Por lo expuesto surge que el sentido constitucional de propiedad es mucho más amplio que el civil,
generalmente reglamentado por los derechos reales, ya que dicho sintéticamente, la propiedad
constitucional serían todos los intereses apreciables que el hombre puede poseer fuera de sí mismo, de su
vida y de su libertad, con lo que todos los bienes susceptibles de valor económico o apreciables en dinero
alcanzan nivel de derechos patrimoniales rotulados unitariamente como derecho constitucional de
propiedad.

Carácter inviolable de la propiedad: la propiedad que la constitución tutela como derecho, y cuyos
contenidos de mayor proyección e importancia acabamos de señalar, es declarada inviolable en el art. 17.
Que sea inviolable no significa que es absoluta, ni exenta de función social; significa solamente que ni el
Estado ni los particulares pueden dañarla, turbarla, desconocerla o desintegrarla.
La inviolabilidad se garantiza a través de una serie de prohibiciones: a) nadie puede ser privado de su
propiedad sino mediante sentencia fundada en ley; b) la confiscación de bienes queda borrada por siempre
del código penal; c) ningún cuerpo armado puede hacer requisiciones ni exigir auxilios de ninguna
especie.
La norma constitucional sobre inviolabilidad de la propiedad, coordinada con la que exige indemnización
en caso de expropiación, proyecta un principio general de nuestro derecho constitucional, según el cual
cuando un derecho patrimonial cede a razón del interés público, es afectado o sufre por actividad estado o
de los particulares un daño, éste debe ser indemnizable, tanto si la actividad que lo produce es ilícita
cuanto a si es lícita.

Limitaciones al derecho de propiedad: éste , como los demás derechos constitucionales, está condicionado
a las "leyes que reglamenten su ejercicio" (art. 14) aunque ellas "no pueden alterarlos" (art. 28).
En otras palabras, si el derecho de propiedad no es absoluto, tampoco es exclusivo ni perpetuo. No es
exclusivo porque hay restricciones de servidumbres que afectan el goce o el uso de la propiedad. No es
perpetuo porque puede extinguirse mediante la expropiación.
Por otro lado, las limitaciones en intereses privados se rigen por el derecho privado, especialmente por el
código civil (Derechos Reales). Las limitaciones en interés público se rigen por el derecho administrativo,
y como éste es tanto federal cuanto provincial, corresponden según el caso a la administración pública
federal o local.
Podemos distinguir, sin limitarlas, tres grupos de restricciones o limitaciones:
a) Las restricciones administrativas, que se imponen en beneficio del público o de la colectividad: En
principio, no son indemnizables, salvo si se hace aplicación torcida de las normas que establezcan la
restricción, como si tales normas son irrazonables, o si las restricciones causan daño.
Las restricciones administrativas pueden responder a razones de seguridad, de higiene, de moralidad,
de cultura, de urbanismo, etcétera .

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b) Las servidumbres administrativas, a diferencia de las restricciones, son también formas de
limitaciones, pero en vez de configurar condiciones normales del ejercicio de la propiedad, implican
una sustracción o desmembración que afecta la exclusividad de la propiedad en beneficio público. Las
servidumbres públicas son indemnizables.
Las restricciones y servidumbres administrativas que son resistidas por aquel a quien se imponen,
requieren intervención judicial.
c) La ocupación temporánea es otra forma de limitación que recae sobre bienes y cosas, e implica el uso
y goce de los mismos por parte de la administración pública en beneficio público, durante cierto
tiempo, y como regla general requieren resarcimiento indemnizatorio.
Sin embargo debemos distinguir dos tipos de ocupación temporal vida : a) la anormal, por necesidad
urgente o imperiosa, que puede ser impuesta por la autoridad administrativa y no puede durar más que
el lapso estrictamente necesario para satisfacer las respectivas necesidad; por lo que no da lugar a
indemnización ; b) la normal, que requiere previa declaración legal de utilidad pública, y de remediar
avenimiento es dispuesta judicialmente a pedido de la administración; no puede durar más de dos
años, y apareja indemnización.
Por último, las posibilidades de limitación al derecho constitucional de propiedad se acrecientan en
períodos de crisis y de emergencia, donde opera la doctrina del estado de necesidad. Así, se ha admitido la
constitucionalidad de la reducción por el estado de los alquileres y la prórroga de los contratos, "en caso
de grave perturbación económica y social".

82 y 83.- Privación de la propiedad "en virtud de sentencia fundada en ley". Alcance de la


expresión. / La expropiación por causa de utilidad pública. Procedimiento. La utilidad pública y su
calificación por ley. La indemnización previa. Contenido de la misma. Ley 21.499,
constitucionalidad del art. 54. Especies de expropiación. La retrocesión. El control jurisdicción al
del concepto legislativo de "utilidad pública": "Fiscal c/ Hue"; "Municipalidad de la Capital c/
Elortondo" y "Casado c/ Bombal".

Concepto: la Corte suprema define la expropiación como un acto unilateral de poder de la autoridad
expropiante, por el cual adquiere la propiedad del bien declarado de utilidad pública sin el concurso de la
voluntad del sujeto expropiado, y sin otro presupuesto legal que el pago de la indemnización debida por el
desapropio. En consecuencia, la expropiación importa, pues, una restricción anormal al dominio del
particular expropiado, en favor, teóricamente, de la comunidad.
La constitución la explícita en su art. 17 que establece que "la expropiación por causa de utilidad pública,
debe ser calificada por ley y previamente indemnizada".
La constitución indica que toda expropiación debe ser calificada por ley. Por eso, cabe mencionar aquí
dos leyes: Una, la ley 2.499, que disciplina en términos generales el tema (sujetos y objeto,
indemnización, procedimiento judicial, plazos, retrocesión, expropiación inversa, ocupación temporánea,
etc.), y otra, la norma concreta, a dictar cuando se de reputa expropiable un bien.

Sujetos: cabe distinguir entre sujetos activos y pasivos de la expropiación. Los primeros, expropiantes,
pueden ser en el orden nacional, el Estado federal, las entidades autarquicas nacionales, y las empresas
del Estado nacional, siempre que estén expresamente facultada por la ley orgánica de cada uno de ellas, o
por ley especial. También pueden operar como tales los particulares, como sujetos expropiantes
derivados, "cuando estuvieren autorizados por la ley o por acto administrativo fundado en ley", actuando
el particular expropiante por delegación del estado.
En el orden provincial, se repite la misma situación. Las provincias y la ciudad de Buenos Aires están
habitadas para expropiar respetando los recaudos del art. 17. Se trata, pues, de una facultad concurrente
con la nación. También pueden existir municipalidades o particulares actuando por delegación de la
provincia, tal como lo contempla para la nación la ley 21.499.
Los sujetos pasivos o expropiados podrán ser "cualquier clase de personas, de carácter público o privado".
Objetos expropiables: Al respecto, la ley 21.499 habilita la expropiación de "todos los bienes
convenientes o necesarios para la satisfacción de la utilidad pública, cualquiera sea su naturaleza jurídica,
pertenezcan al dominio público o al dominio privado, sean cosas o no".

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Es de resaltar, que la declaración de utilidad pública puede abarcar tanto los bienes necesarios como los
complementarios para atender al plan expropiante. Sin embargo, cuando se expropia parcialmente un
inmueble, su propietario podrá exigir la expropiación de la totalidad, cuando el resto fuese inadecuado
para su explotación o uso racional.
No obstante, el amplísimo texto de la ley 21.499, cabe pensar que no resultan expropiables las cosas o
derechos que son inherentes a la dignidad humana, tutelada por el art. 33 como derechos no enumerados e
incluso ciertas acreencias que la Corte Suprema involucra en el concepto de propiedad, como el derecho
adquirido a percibir un salario mínimo, vital y móvil dada su condición alimentaría, o de gozar de los
beneficios de un indulto o amnistía.
Finalmente, en el plano del experiencia jurídica, la Corte Suprema ha reconocido a la Nación competencia
para expropiar bienes provinciales, sin distinción de su condición pública o privada.
Por ultimo, cabe preguntarse si es posible la expropiación de dinero. Para Bidart Campos, el dinero
argentino no es expropiable, ya que es absurdo captar esa moneda legal, por un lado, e indemnizarla
previamente, también con la misma moneda.
Sin embargo, la ley 21.499 acepta que, con la conformidad del expropiado, se pueda pagar la
indemnización del bien "en otra especie de valor". De darse ese supuesto, la expropiación de dinero sería
viable.
En la realidad, la Corte Suprema en el caso "Peralta" debió afrontar el acuse de inconstitucionalidad de un
decreto de necesidad y urgencia, por el cual se incautaron los depósitos a plazo fijo existentes en las
instituciones bancarias que superaban cierta cifra, y los transformó en bonos externos (Bonex) a pagar en
dólares, con vencimientos escalonados que concluían a los diez años. La corte consideró legitima tal
medida, en razón de presentarse una situación de emergencia.

Utilidad pública: la constitución prevé la expropiación "por causa de utilidad pública", concepto que
"comprende todos los casos en que se procure la satisfacción del bien común, sea éste de naturaleza
material como espiritual".
El bien común, es el bien del público y no de un sector de él. Alude a un conjunto de factores y
condiciones de la vida social necesarios para la realización del hombre, de las familias y los grupos
(seguridad, salud, cultura, etc.). En síntesis, el concepto de bien común es necesariamente elástico, y
constituye en la doctrina cristiana el elemento legítimamente de una expropiación.
Desde luego, hay aplicaciones genuinas y aplicaciones espurias del concepto del bien común. En
principio, el congreso al disponer por ley una expropiación concreta, y el poder ejecutivo al
individualizarla en entes concretos, en el caso de la expropiación genérica, son los que evalúan si el bien
común exige la expropiación de un objeto.
El interrogante posterior es si la declaración de utilidad pública es revisable judicialmente. Inicialmente el
asunto fue entrevisto como "cuestión política no justificable", es decir, reservado a la discrecionalidad del
congreso y del Presidente de la Nación. Posteriormente, en "Municipal de la Capital c/ Elortondo", la
Corte afirmó que "aún que no hay una línea precisa que delinde y que distinga lo que es utilidad pública
de lo que no es, al los efectos del derecho de expropiación, lo cual exige, sin duda, que se acuerde en
todos los casos la mayor deferencia al juicio y declaraciones del congreso a tal respecto; toda vez, sin
embargo, que aquel cuerpo claramente exceda de los límites de su atribución constitucional, los tribunales
están en el deber de ejercer acción de protección y garantía del derecho individual agredido y de la
propiedad tomada fuera de la formas autorizadas por la constitución".
Más tarde, en "Casado c/ Bombal", la Corte Suprema volvió a considerar cuestión privativa del Congreso
la declaración de utilidad pública. Pero luego, en 1961, nuevamente admitió la revisión judicial de la
declaración, para "supuestos de gravedad o arbitrariedad extremas" .
En resumen, el pronunciamiento legislativo de utilidad pública, presupuesto de la expropiación y, en su
caso, la posterior individualización que de él haga el Poder Ejecutivo, está sometido al control judicial,
bien que éste sólo deba descalificarlo cuando evidentemente lo expropiado no responda a una necesidad
de bien común; es decir, que en función de éste resulte irrazonable.

Indemnización: la ley 21.499 determina que la indemnización será pagada en dinero en efectivo, salvo,
según vimos, conformidad del expropiado para que el pago se efectúe en otra especie de valor.

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La indemnización comprende únicamente el valor objetivo del bien y los daños que sean una
consecuencia directa e inmediata de la expropiación. No se tomarán en cuenta circunstancias de carácter
personal, valores afectivos, ganancias hipotéticas, ni el mayor valor que pueda conferir al bien la obra a
ejecutarse. Tampoco se pagarán el lucro cesante y tampoco se indemnizarán las mejoras realizadas en el
bien con posterioridad al acto que lo declaró afectado a expropiación, salvo las mejoras necesarias.
Si no hay advenimiento entorno al valor del bien, determinará la justicia, previo dictamen del Tribunal de
Tasaciones de la Nación. Si se trata de bienes muebles, también deberá irse a pleito, con prueba pericial, y
con la anterior intervención de oficinas técnicas a designar. Los rubros que componen la indemnización
no están sujetos al pago del impuesto o gravamen alguno.
Finalmente, la expropiación culmina con la transferencia, mediante sentencia firme, toma de posesión y
pago completo de la indemnización.

Abandono de en las expropiación: el art. 33 de la ley 21.499 contempla una figura particular. El abandono
de la expropiación, que se produce si el expropiante no promueve el juicio dentro de los dos años de
vigencia de la ley que la autorizó, cuando se trata de efectivizarla sobre bienes individualmente
determinados (El plazo es de 5 años si se trata de bienes comprendidos dentro de una zona determinada y
de 10 sí son bienes comprendidos en una enumeración genérica).
La Corte ha entendido que el instituto del abandono de la expropiación fundado en razones de interés
público, apoyadas en la exigencia constitucional de que la utilidad sea calificada por ley, faculta que el
poder legislativo ejerce con relación a una época o momento determinado, aunque no sean inmediatos, y
que es no es razonable mantener latentes para épocas muy posteriores, cuando el propósito inicial pudo
haber desaparecido. También es una salvaguardia para el expropiado, que necesita tener certeza sobre la
situación de su patrimonio.

Retrocesión: consiste en el reintegro del bien expropiado a su anterior titular, cuando "se le diere un
destino diferente al previsto en la ley expropiatoria, o cuando no se le diere destino alguno en un lapso de
dos años, computados desde que la expropiación quedó perfeccionada. Es decir, desde la transferencia
mediante sentencia firme, toma de posesión y pago completo de la indemnización.
Como regla general, el accionante debe reintegrar al expropiador lo que hubiere percibido en concepto de
precio o de indemnización, con la actualización pertinente.
La jurisprudencia de la Corte Suprema a indicado que el cumplimiento del destino legal dado al inmueble
durante largo tiempo, consolida el dominio del expropiante, si la evolución de la realidad imponía no
continuar con aquel objeto. Lo mismo ocurre, por ejemplo, si en lugar de edificar un hospital, se instala
otro inmueble de utilidad pública. Pero si cabe reputar inconstitucional una ley provincial que, al dejar sin
efecto el cargo de construir instalaciones deportivas en el inmueble expropiado, posibilita el
incumplimiento de los fines de utilidad pública que en su momento a justificaron privar al propietario del
dominio sobre el inmueble.

Expropiación inversa: esta ocurre cuando el expropiado demanda al expropiante al cumplimiento del acto
expropiatorio, y el pago de la correspondiente indemnización. La ley establece tres posibles hipótesis que
pueden darse: a) cuando a pesar de existir una ley que declara de utilidad pública a un bien, el Estado lo
toma sin haber cumplido con el pago de la respectiva indemnización; b) cuando a raíz de una ley de
declaración de utilidad pública, de hecho, una cosa mueble o inmueble resulte indisponible por evidente
dificultad o impedimento para disponer de ella en condiciones normales, y c) cuando el estado imponga al
titular de un bien o cosa una indebida restricción o limitación, que le importe una lesión a su derecho de
propiedad.
La Corte indica que la acción de expropiación inversa tiene por objeto lograr del estado que ha dispuesto
por la ley la expropiación de un bien, cuyo dominio restringe, la realización de aquella norma, si no se ha
iniciado aún el procedimiento directo. Se trata de un instituto en protección de los particulares, y
efectiviza la responsabilidad del estado, artífice de obras públicas. Importa, en definitiva, un resguardo
del derecho constitucional de propiedad.

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84.- La confiscación (art. 17). Concepto. Situaciones que importan confiscación. La confiscación de
la propiedad enemiga: caso "Merck Química Argentina". Las requisiciones. Concepto. La ley
23.554 de Defensa Nacional.

La confiscación: es el apoderamiento de los bienes de una persona por parte del fisco. Penalmente, es la
sanción que con igual alcance se aplica a una persona condenada por delito.
Según el art. 17 de la C.N., "la confiscación de bienes queda borrada para siempre del código penal
argentino". Sin embargo, interpretada históricamente, esta cláusula condena la confiscación sólo como
sanción penal, consistente. Sin embargo, la jurisprudencia ha actualizado este concepto, extendiendo el
radio de acción de la prohibición constitucional. De ahí, que actualmente las confiscaciones vedadas son
tanto generales como de bienes particulares.
En concreto, la confiscación interdicta por el art. 17 de la C.N. es aparte de su sentido penal, el
desapoderamiento de bienes sin sentencia fundada en ley o por medio de requisiciones militares.

Casos e importan confiscación: la Corte Suprema ha detectado supuestos de confiscación en las siguientes
hipótesis:
a) Tributos excesivos: se refiere a impuestos, tasas, contribuciones de mejoras, etc., que sean
exorbitantes. Por ejemplo, un impuesto que supere el 33% del hecho imponible es confiscatorio.
b) Disminución grave de haberes provisionales: atento a la magnitud de la reducción, o cuando las
diferencias entre el 82% del sueldo en actividad y la jubilación del caso produce un perjuicio del
retirado, que excede largamente el 20%.
c) Honorarios profesionales: regulados en desproporción con el monto del pleito.
d) Desapoderamiento de bienes de un propietario: en casos de urgencia, si la determinación del momento
del pago de la indemnización fijada judicialmente queda librada a la decisión del expropiador.

Confiscación de las propiedad enemiga: cabe preguntarse sí, ¿Gozan las personas físicas e ideales
nacionales de los países en guerra con la Argentina, de los mismos derechos de propiedad que los demás
habitantes de la nación ?
En "Merck Química Argentina c/ Gobierno de la Nación", la Corte tuvo que atender el problema derivado
de ciertos decretos que dispusieron la incautación y venta de bienes pertenecientes a empresas aquí
asentadas, que fueran representantes, filiales o sucursales de firmas o entidades radicadas en Japón y
Alemania (a quienes, con anterioridad, la Argentina había declarado la guerra), o países dominados por
estas naciones.
Citando precedentes norteamericanos, que autorizaban la legitimidad de la expropiación de bienes
enemigos situados dentro o fuera de los Estados Unidos de Norteamérica, la Corte concluyó que el poder
de declarar la guerra incluía " el derecho de secuestrar y confiscar toda propiedad de un enemigo y
disponer de ella a voluntad del captor", y que "todo derecho o garantía individual reconocido por la
constitución a los extranjeros incluidos en la categoría de beligerantes activos o pasivos, cede tanto a la
suprema autoridad de la Nación como a las estipulaciones concertadas con los países aliados a la
República... el Estado de guerra presupone necesariamente un grave e inminente peligro para la Nación y
nada ni nadie puede invocar un mejor derecho, cuando se ésta en presencia de la independencia, la
soberanía y la seguridad interna y externa de la Nación".
Dicho de otro modo, para las mayoría de la Corte Suprema, si hay guerra el extranjero que provenga del
país beligerante con la Argentina pierde el derecho de propiedad sobre su bienes, si el poder ejecutivo así
lo considera necesario.

Requisiciones por cuerpos armados: La última parte de el art. 17 advierte que "ningún cuerpo armado"
puede realizar requisiciones o exigir auxilios.
González Calderón hace jugar esta cláusula en tiempo de paz, pero no de guerra. En cambio, Linares
Quintana estima que opera en ambos periodos, aunque parece aceptar la requisiciones en caso de estado
de necesidad y mediante indemnización.
La ley 23.554, de defensa nacional, determina que, en caso de guerra o ante su inminencia, el poder
ejecutivo podrá disponer requisiciones de servicios o de bienes, según la reglamentación que haga de la
ley. Los habitantes de la República y las personas de existencia ideal con asiento en el país tienen la

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obligación, limitada a las necesidades de la defensa nacional, de facilitar los bienes que les sean
requeridos. De haber gastos, se determinará administrativamente la indemnización no pudiendo
reconocerse lucro cesante. En caso de desacuerdo, el monto será fijado judicialmente. Quien dificultare,
se negare o se sustrajere a la requisición, será reprimido con prisión de 2 meses a 2 años, salvo que el
hecho importare delito más grave. Las personas jurídicas de existencia ideal que incurriesen en esas
infracciones podrán ser intervenidas por el poder ejecutivo y privadas temporal o definitivamente de su
personería.
Las requisiciones por cuerpos armados prohibidas por el art. 17 de la constitución, no obstante que una
interpretación literal lleva a una prohibición absoluta, sin embargo solo deben entender prohibidas las
realizadas en período de paz; y en períodos de guerra sin ley o indemnización.

BOLILLA 17

92.- Las "garantías constitucionales". Fundamento y contenido de la expresión.

Las garantías constitucionales tienen su fundamento en la seguridad, y son procedimientos instituidos


para todos los habitantes como medios o herramientas para efectivizar los derechos o, dicho de otra
manera, asegurarse que tengan vigencia real. De ahí, que llamemos a la Constitución "ley de garantías",
puesto que sus dos partes se caracterizan en este sentido: 1) La dogmática: por contener una declración de
derechos individuales; 2)la orgánica: por establecer la llamada división de poderes.
Por otro lado, las garantías constitucionales existen frente al estado, en cuanto aseguran la vigencia de los
derechos. Pero, en sentido amplio, se puede afirmar que la totalidad del ordenamiento jurídico garantiza
las libertades y los derechos. Y, habra una garantía, siempre que el individuo tenga a su disposición la
posibilidad de movilizar al estado para que lo proteja, sea impidiendo el ataque, sea restableciendo la
situación anterior al ataque, sea procurando compensarle el daño sufrido, sea castigando al transgresor,
etc.

93.- El derecho a la jurisdicción: Contenido. El "debido proceso". Concepto. La inviolabilidad de la


defensa en juicio de la persona y de los derechos (art. 18). Las disposiciones en los tratados: arts. 8,
7.5 y 7.6 de la CADH y arts. 14 y 15 PIDC y P. - A) El juicio previo; B) El fundamento de la ley
anterior al hecho del proceso; C) jueces designados por la ley antes del hecho de la causa; D) las
comisiones especiales: fundamento de su prohibición; E) el derecho a no declarar contra si mismo;
F) la orden escrita de autoridad competente para proceder al arresto: fundamento de su exigencia;
G) La abolición de la pena de muerte por causas políticas; H) la pena de azote y tormentos: El art. 5
de la CADH; disposiciones de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles,
inhumanas y Degradantes y art. 7 del PIDC y P. I) Las cárceles: exigencias para el sistema
penitenciario. La garantía en los tratados: art. 5 CADH y art. 10 PIDC y P.

Derecho a la jurisdicción: En la base de la seguridad jurídica hallamos un derecho, que aunque no es


declarado expresamente por nuestra constitución formal ha sido reconocido por la doctrina y el derecho
judicial: el derecho a la jurisdicción.
La jurisprudencia de la Corte Suprema lo tiene conceptuado como el “derecho de concurrir ante un
órgano judicial en procura de justicia”.
El titular de ese derecho, al que se da el nombre de “justiciable”, es tanto el hombre como las personas
jurídicas y asociaciones, y también a veces el propio estado al no poder hacerse justicia por sí mismo, ya
sea que intervengan voluntariamente o involuntariamente en un proceso. Sin embargo, el derecho a la
jurisdicción se frustra si no se reconoce la ligitimación procesal como llave de acceso a la justicia, es
decir, ser reconocido como titular del derecho que se defiende. El sujeto pasivo es el estado a través del
“órgano judicial”encargado de administrar justicia.
Según Bidart Campos, el derecho a la jurisdicción y la función del poder que se llama “adminitración de
justicia” son como la dos caras de una moneda. De un lado, en el "ámbito de poder" esta el Estado, que

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tiene la función de administrar justicia; del otro, en el "ámbito de los derechos del hombre", el justiciable,
que tiene el derecho de requirir esa función a su favor o de incitarla.
En conexión con el derecho a la jurisdicción, el nuevo derecho procesal habla de “acceso a la justicia”
tomando en cuenta las disponibilidades reales y efectivas con que cuenta el justiciable, incluso las
materiales como el costo económico del proceso.
Siendo el derecho a la jurisdicción correlativo de la obligación que tiene el estado de administrar justicia,
para que aquel derecho y esta función se satisfagan, el estado debe:
a) Establecer los órganos o tribunales del poder judicial,
b) Asignarles jurisdicción y competencia,
c) Dictar normas de procedimiento,
Por ultimo, el derecho a la jurisdicción no se agota con el acceso a la justicia, éste sería el primer paso.
Seguidamente el derecho a la jurisdicción requiere que se cumpla la garantía del debido proceso y que se
resuelva la pretensión mediante la sentencia que debe ser oportuna en el tiempo, debidamente fundada y
justa.
Los tratados internacionales: Tanto la Convención Americana sobre Derechos Humanos como el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos contienen este derecho a la jurisdicción o acceso a la
justicia. Queda reconocido en ambos el acceso a tribunales independientes, imparciales y competentes
mediante vías sencillas y rápidas que tengan efectividad para determinar o decidir sobre derechos
reconocidos y para ampararlos.

Debido Proceso: el art. 18 de la C.N. declara que “es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los
derechos”. Podemos decir que es la garantía más amplia de este artículo rotulada como “Defensa en juicio
o debido proceso”.
Para que haya debido proceso hace falta, que el justiciable pueda acceder a un órgano judicial que atienda
un juez natural.
De ahí en más, el debido proceso significa que:
a) Ningún justiciable puede ser privado de un derecho sin que se cumpla un procedimiento regular fijado
por la ley;
b) Ese procedimiento no puede ser cualquiera: sino que tiene que ser el debido;
c) Para que así sea debe dar suficiente oportunidad al justiciable de participar con utilidad en el proceso;
d) Esa oportunidad requiere tener noticia fehaciente (o conocimiento) del proceso y de cada uno de sus
actos y etapas, poder ofrecer y producir prueba, gozar de audiencia (ser oído).
Esta garantía tiene modalidades propias tanto en el proceso penal, como en el no penal, y aún ante los
órganos o tribunales adminitrativos y antes tribunales militares.
Poir otro lado, cuando existen “en el proceso” controversia o disputa entre partes que tienen pretensiones
opuestas se habla de proceso contradictorio. Rige allí el principio de bilateralidad o de contradicción:
cada parte debe tener conocimiento de la pretensión de su opuesta, debe gozar del derecho de defensa,
poder controlar los actos procesales propios y ajenos: tener participación útil en el proceso.
El debido proceso incluye tambien el principio de congruencia, que significa que la sentencia no puede
apartarse, en lo que resuelve, de las pretensiones articuladas por la o las partes, que conponen así la
materia del proceso. En cuanto a la duración, esta debe ser razonable, es decir, “todo proceso ha de tener
una duración que sea razonable de acuerdo con la naturaleza de la pretensión jurídica que se ventila en el
proceso” (Ej. Donación de órganos: recordemos caso "Kot" - Rapidez).
Situaciones que no dañan la defensa, ni son inconstitucionales:
a) los términos breves o exiguos;
b) la obligación de que intervenga un letrado;
c) el rechazo de pruebas ineficaces o inconducentes;
d) la imposición de sanciones disciplinarias por parte de los jueces a quienes obstruyen el proceso,
ofenden a los magistrados, o incurre en malicia procesal, etc.;
e) los intereses punitorios procesales;
f) suspensión o paralización de juicios dispuestos por leyes de emergencia.
La violación del derecho de defensa se denomina “Indefensión”. No se pueden tomar en cuenta pruebas
obtenidas ilegítima o ilegalmente, o en violación a derechos personales.

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Garantías Constitucionales del art. 18

“Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho de
proceso, ni juzgado por comisiones especiales o sacado de los jueces designados por la ley antes del
hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo, ni arrestado sino en virtud de
orden escrita de autoridad competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos.
El domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles privados, y una ley
determinará en qué casos y con que justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación.
Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie de tormento y los
azote. Las cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos
detenidos en ellas, y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos mas allá de lo
que aquella exija, hará responsable al juez que la autorice”.
Joaquín V. González expresa que en este artículo “...se encuentran condensados todos los principios que
han de servir de base a la legislación para hacer efectiva la libertad personal, la inviolabilidad del hogar,
los secretos de la vida privada y un tratamiento humano en los juicios y en las cárceles cuando se ha
cometido un delito".
A continuación, analizaremos las diversas partes del art. 18, en puntos por separado:

El juicio previo y la ley anterior al hecho del proceso: el art. 18 establece que "nadie puede ser penado sin
juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso", principio que tiene importancia, sobre todo,
en los juicios penales.
Podemos decir, entonces, que cronológicamente, para que se pueda condenar a una persona debe seguirse
este orden:
-ley que califica a una determinada conducta como delito;
-el hecho delictuoso;
-juzgamiento por juez competente;
-sentencia que condene.
Una sentencia judicial que no se apoye en una ley anterior al hecho, es arbitraria y por fundarse
únicamente en la voluntad del magistrado, puede ser atacada por inconstitucional.
El principio de que las leyes sólo rigen para el futuro se ha invocado muchas veces ante los tribunales por
pago de impuestos, aplicación de multas, etc.

Jueces designados por ley antes del hecho de la causa o jueces naturales. Comisiones especiales: Son los
designados por la ley antes del hecho de la causa. El juez competente el que, por haber sido designado
legalmente, puede intervenir en un proceso y decidir en él mediante un fallo o sentencia. La competencia
del juez puede ser en razón del lugar (juez de la Capital Federal) o en razón de la materia (juicio civil,
laboral, penal, etcétera). La norma constitucional se inspiró en el recuerdo de diversos momentos de
nuestra historia, posteriores a 1810, en los cuales se nombró a jueces especiales para jugar, sobre todo, a
enemigos políticos.
Funciones judiciales tampoco las pueden ejercer jueces o comisiones especiales nombrados después de
acaecido un hecho; ello sería un atropello a la despensa en juicio y a la imparcialidad.

El derecho a no declarar contra sí mismo: el art. 18 dice que “nadie puede ser obligado a declarar contra sí
mismo”, se esta refiriendo a la confesión, que es uno de los medios de prueba que se utilizan en los
juicios.
Se llama confesión al reconocimiento que hace una de las partes –actor o demandado- acerca de hechos
afirmados por el contrario, que son materia de juicio y que pueden producir consecuencias jurídicas en su
contra.
La confesión ha sido considerada como la prueba más completa. El hecho que demuestra la importancia
de la confesión en otras épocas es la existencia del tormento como parte del trámite judicial; si existían
indicios de delito se empleaba contra el acusado el dolor corporal para obligarlo a declarar contra sí
mismo, es decir, a confesar. La confesión tiene que ser espontánea en todos los casos.
Por ello, el art. 18 de la constitución declara abolidos para siempre toda especie de tormento y los azotes,
no sólo para los encarcelados sino también para los procesados, como medio de hacerlos confesar.

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La orden escrita de autoridad competente para proceder al arresto: el art. 18 establece, tambien, que
"nadie puede ser arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad competente". El problema que se
plantea es, entonces, cual es dicha autoridad. Al respecto, decimos que aunque la norma no dice cual es
esa autirodad, solo dice competente parece que como principio debe serlo la autoridad judicial, y solo por
excepción la que no lo es.
La exención de arresto del art. 18 sirve de base implicita a la garantía del habeas corpues, con la que se
remedia la privación de libertad física sin causa o sin formalidad debida.
a) La Corte Suprema ha establecido que las 2 únicas figuras que en nuestra constitución da base a la
privación de libertad son el proceso penal y el estado de sitio.
b) Durante el estado de sitio, el presidente de la República es autoridad competente, de acuerdo con el
art. 23 C.N. para arrestar o trasladar personas, esta facultad es personalísima e indelegable, y está
sujeta a control judicial de razonabilidad.
c) Mediante ley razonable puede atribuirse a la autoridad policial la facultad excepcional de detener
personas en casos especiales de urgencia (delito in fraganti)a solo efecto de ponerlas de inmedianto a
disposición de juez competente.
d) Los organismos de la administración carecen de facultad jurisdiccional para imponer sanciones
privativas de libertad que por su duración equivalen a penas y que carecen de posible revisión judicial.
e) Los edictos policiales no pueden establecer sanciones privativas de la libertad (caso Mourril: 1957)
f) Las sanciones disciplinarias que, sin configurar penas, implican medidas menores de privación de
libertad aplicables por organismos administrativos, requieren que el afectado disponga de posibilidad
de recurso contra las mismas ante tribunales judiciales (control judicial suficiente).
g) La Convención de San José de Costa Rica sobre derechos humanos estipula que nadie puede ser
sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios, y que toda persona detenida o retenida debe ser
informada de las razones de su detención y notificada sin demora del cargo o cargos formulados en
contra de ella (art. 7,3,4). Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las
condiciones fijadas de antemano por la Constitución Nacional de los estados partes o por las leyes
dictadas conforme a ellas (art. 7, 2). Similar PIDCyP y Convención de derechos del Niño.

Pena de muerte por causas políticas: el art. 18 declara que "queda abolida la pena de muerte por causas
políticas".
La constitución no se refiere a delitos comunes, solo a aquellos que tengan "causas políticas". En este
sentido, son delitos políticos todos aquellos que atañen a la seguridad interna o externa del estado. Así,
antes de la sanción de la constitución, el país fue testigo de numerosos fusilamientos y degüellos de
opositores políticos, por ejemplo, federales y unitarios.
El establecimiento o la derogación de la pena de muerte por delitos comunes que existió en nuestro
código penal depende el congreso nacional, porque tiene la facultad de legislar en materia de delitos y
penas.

La pena de azotes y tormentos: el art. 18 declara que “quedan abolidos para siempre... toda especie de
tormento y los azotes". De esta manera, están suprimidos como penas de delitos, por su carácter
humillante, ya que afectan la dignidad humana, pero, también, como medios para obtener confesión
puesto que la prueba si así fuere obtenida seria inválida.
Convención de San José de Costa Rica prohibe torturas y penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes. Toda persona privada de su libertad será trtada con el respeto debido a la dignidad inherente
al ser humano. Idem P.I.D.C.yP.

Las cárceles: exigencias para el sistema penitenciario: el art. 18 declara que "las cárceles de la Nación
serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda medida que a
pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará responsable al juez
que la autorice".
Los regímenes carcelarios modernos deben conformarse a la ciencia penal y penitenciaria, la que sostiene
que las cárceles deben ser lugares de regeneración para los caídos en la trampa del delito. La reeducación

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y readaptación, forzosamente, tienen que estar a cargo de personal especializado. Pero, uno de sus
grandes inconvenientes es el elevado costo.
Las modernas técnicas penitenciarias comprenden la clasificación de los delincuentes, estudio de su
personalidad, apoyo moral y material, relaciones sociales, etcétera, dado que su objeto no es castigar, sino
aislar a un elemento social que puedan regenerarse.
Régimen penitenciario, establece: Art. 1.- “...El régimen penitenciario deberá utilizar, de acuerdo con las
necesidades peculiares de cada caso, los medios de prevención y de tratamiento curativo, educativo,
asistencial...”. Art. 3.- La ejecución de las penas estará exenta de torturas o maltratos, así, como de actos o
procedimientos vejatorios o humillantes...”.
Finalmente, dada nuestra organización política, debe señalarse que además de un servicio penitencia
federal, cada provincia ha organizado sus propios establecimientos.

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94.- La acción de amparo. El artículo 43 y el artículo 25 de la. Amparo contra los actos de la
autoridad pública. Concepto de autoridad pública. La lección a los derechos y garantías. La
inexistencia de vías administrativas y judiciales y Doña. El control de constitucionalidad en el
amparo. Ley 16.986. Amparo contra particulares. Legitimidad para promover el amparo. Código
procesar al civil y comercial de la nación ahora artículos 321 y cc. La evolución de la doctrina de la
corte suprema de justicia de la nación: "sí", "Coto", pero alta" y los límites del amparo.

Amparo

Es la acción que tiene por objeto la pretensión tendiente a que se deje sin efecto un acto u omisión de
autoridad pública o de un particular que en forma actual e inminente, restrinja, altere o amenace, con
arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, los derechos o garantías explícita o implícitamente reconocidos por
la Constitución Nacional, con excepción de la libertad individual tutelada por el hábeas corpus.
Tal es el concepto que se desprende de lo dispuesto en el art. 1 de la ley 16986, reglamentaria del proceso
de amparo en la Argentina, y que recoge, esencialmente, la jurisprudencia elaborada durante los última
años por la Corte Suprema de justicia.
Dicha norma solo se refiere a actos u omisiones de autoridades públicas.
Si, por el contrario, el acto reclamado emana de particulares, son aplicables las reglas que el código
procesal prevé respecto del proceso sumarísimo (art. 231, inc. 1).
Tiene competencia para conocer de ese tipo de pretensiones el juez de primera instancia con jurisdicción
en el lugar en que el acto se exteriorice o tuviere o pudiere tener efecto. Si el mismo acto u omisión afecta
el derecho de varias personas, entenderá en todas las pretensiones el juzgado que hubiere prevenido,
disponiéndose la acumulación de procesos, en su caso.
Por, otro lado, debemos resaltar que para que esta proceda es necesaria la inexistencia de vias judiciales y
administrativas mas idoneas. Por ende, es de caracter subsidiario y no supletorio. Sin embargo, la
existencia de otras vias no obsta el uso del amparo si las mismas son menos aptas para deparar la tutela
necesaria.
La titularidad de la pretensión corresponde a toda persona individual o jurídica, y aun a las simples
asociaciones cuyos estatutos no contraríen una finalidad de bien público.
En relación con los efectos que produce la sentencia recaída en el proceso de amparo, corresponde
destacar, en primer lugar, que la declaración judicial formulada en el sentido de que medio restricción de
un derecho constitucional por obra de un acto manifiestamente ilegal o arbitrario, constituye una decisión
irrevisable tanto en el proceso en que se dictó como en cualquier otro proceso, pues aquella se adopta con
conocimiento pleno, produce, pues, efectos de cosa juzgada en sentido material, en lo que atañe a la
sentencia desestimatoria del amparo, cabe señalar que ella puede obedecer a que el juez considere que el
acto impugnado no reúne el carácter de manifiestamente arbitrario o ilegal, o a que existe otra vía legal
para la tutela del derecho invocado por el actor.
La posición prevalente de la doctrina entiende la petición de amparo como una acción, si bien algunos la
conceptuan como un juicio y otros como un recurso.
La institución del amparo, que se desarrolla dentro del ámbito del derecho constitucional, es una acción
de tramitación procesal sumaria, que busca el rápido establecimiento del derecho atacado.
La petición de amparo puede ser iniciada por el titular del derecho lesionado o por alguna otra persona en
su nombre. Los requisitos para la procedencia del amparo deben subsistir al tiempo de dictarse la
sentencia.
Durante el estado de sitio, las limitaciones que pueden sufrir los derechos y libertades individuales
afectan igualmente la eficacia de la institución del amparo como la garantía que los tutela.

 Control de Cosntitucionalidad:
- una ley no puede empedir que en procesos judiciales (como el amparo) ante jueces que se tramita
ejerzan el control de constitución de norma que deban aplicar a un caso o que declaren su
inconstitucionalidad.
- Es deber inseparable de administrar justicia (pertence a zona de reserva de poder judicial).
- Otro poder (legislativo) no se peuide entrometer y prohibir a los jueces para que la ejerzan.
- Ley 16986 era la que permitia la intromisión y quedo derogada con reforma.

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95.- Habeas Data. Concepto. Antecedentes. Presupuesto para ejercicio de la acción.

La constitución también ha incorporado el llamado "Habeas Data" que podríamos traducir como "derecho
a tener mis datos". En virtud de esta institución cada habitante adquiere el derecho de conocer los
registros que de su persona tengan los bancos de datos públicos o privados.
El objeto tutelado coicide con la intimidad ya que puede haber datos que no tienen como destino
publicidad, por eso su preservación.
El art. 43 en su parte pertinente dispone que "toda persona podrá interponer esta acción para tomar
conocimiento de los datos a ella referidos y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos
públicos, o los privados destinados a proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para exigir
la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de aquellos. No podrá afectarse el secreto de
las fuentes de información periodística".
Los presupuesto para su ejercicio pueden ser resumidos en los siguientes:
-conocer los datos a ella referidos, la finalidad de su almacenamiento.
-exigir la supresión, rectificación, confidencialidad o actualización de esos datos.
-que halla datos suyos en registros o bancos públicos o privados.
-conocer su contenido y posterior rectificación o supresión.
-en el caso de ser fuente privada, solo si estan destinada a dar informe.
-no se puede afectar secreto de fuentes periodisticas.
-derecho personalisimo; le corresponde a damnificado (hombre, asociaciones, personas colectivas).

96.- La acción de Habeas Corpus. El art. 43 y el art. 7.6 de la CADH. Tipología. Requisitos para su
procedencia: orden de arresto y autoridad competente. Legitimación para promover la acción.
Declaración de inconstitucionalidad y actuación de oficio. Efectos de la acción de habeas corpus.
Procedimiento. La llamada "ley de la Rua" (ley 23.098). El habeas corpus durante el estado de
sitio: el habeas corpus y las restricciones a la libertad por faltas o contravenciones.

La institución del Habeas Corpus que literalmente quiere decir "tener el cuerpo" se originó históricamente
como el derecho a no ser detenido o arrestado sin justa causa.
La constitución debe 1853 no preveía, en su redacción original, el recurso de Habeas Corpus. Esta
disposición fue incorporada a nuestra legislación por el art. 20 de la ley 48, que establecía que "cuando un
individuo se halle detenido o preso... los jueces podrán a instancias del preso o de sus parientes o amigos,
investigar sobre el origen de la prisión y en caso de que haya sido ordenada por autoridad o persona que
no esté facultado por la ley, mandaran poner al preso inmediatamente libertad" .
Finalmente, con la reforma de 1994 se incorpora la institución del Habeas Corpus a nuestra constitución
nacional.
El nuevo art. 43 dispone que "...Cuando el derecho lesionado, restringido, alterado o amenazado fuera la
libertad física, o en caso de agravamiento ilegítimo en la forma o condiciones de detención, o en el de
desaparición forzada de personas, la acción de hábeas corpus podrá ser interpuesta por el afectado o por
cualquiera en su favor y el juez resolverá de inmediato, aun durante la vigencia del estado de sitio".
El hábeas corpus es una acción que termina con el objeto propuesto, una vez obtenido el amparo de la
libertad o derecho individual restringido. Es una acción institucional sui generis, de derecho público. El
hábeas corpus es una acción sumaria, de una sumariedad llevada al extremo hasta convertirla en una
garantía inmediata. El objeto de la demanda consiste en el amparo de la libertad afectada, y la acción, que
no es nunca juicio contradictorio, termina con la resolución, sea ella favorable o contraria.
Procedimiento: para que el hábeas corpus logre su propósito, requiere de un procedimiento sumarísimo
sin contradictorio, y esto no se contradice con otros principios procesales, puesto que la sentencia que se
dicte se refiere solamente a la legalidad o ilegalidad de la detención (procedencia o no de la privación de
libertad), sin juzgar sobre el fondo del conflicto en juego.

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Tipología:
-no es un recurso
-es una acción que tutela a través de un procedimiento judicial sumario
-pretensión suscita la necesidad de que la via procesal sea idonea y apta para su celeridad para llegar a
sentencia sin demora.
-es proceso constitucional.
-tiene como fin la garantía contra actos que privan la libertad o la restrinjan sin causa, o sin forma legal o
arbitrariamente. También al que esta detenido legalmente no se agrave su condición de modo ilegal o
arbitrariedad.

Requisitos para su procedencia:


-cualquier acto que no sea una orden escrita y no este fiundada por autoridad competente.
-En forma analoga los jueces lo aplican a actos de particulares.
-antes era en art. 18 que se previa pero art. 43 dio nuevo marco. Igual esta se veia amparada por art. 33.

Legitimación:
-el afectado, como otra persona a su nombre (con perfil hacia una acción popular).

Declaración de inconstitucionalidad y actuación de oficio:


-declaración por los jueces se puede en caso concreto, cuando privación o limitación se hace por
autoridad competente (orden escrita) fundad en virtud de precepto legal contrario a Constitución
Nacional.
-sentencias de tribunales superiores son definitivas a efecto del recurso de incosntitucionalidad ante la
Corte Suprema.
-De oficio es excepción del principio que rige la función judicial por que necesita promoción o incitación.
-cuando se tiene conocimiento por si de afectación grave de libertad sufrida por un hombre con riesgo de
sufrir perjuicio irreparable o ser trasladado fuera de jurisdicción del tribunal.
-ambos pro ley Nº 23098.

Ley Nº 23098
-dio en el año 84 otra regulación al recurso (acción de amparo) ya que no estaba amparado por
Constitución Nacional, se salvaba por art. 18 y reconcimiento en el art. 33.

Procedimiento y efecto
-efectivizar presencia ante el juez y hacer cesar el problema.

Durante el estado de sitio


-juez puede considerar en el caso concreto sometido a su decisión la legitimidad de la declaración del
estado de sitio (pese a que derecho judicial de la Corte dice que es cuestión política no judiciable).
-comprobar correlación entre la orden de privación y la situación que originmo la declaración del estado
de sitio.
-agravación de la libertad que no podra hacerse en lugar destinado a ejecución de penas.
-efectivo ejercicio de derecho de opción (art. 23 C.N.)

Por faltas o contravenciones


-si hay irregularidad, procede.

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BOLILLA 18

97.- Las limitaciones a los derechos constitucionales. Reglamentación arts. 14 y 28. El poder de
policía: teorías. Fundamento y alcance.

Las limitaciones a los derechos constitucionales las encontramos en la reglamentación prevista para ellos
en el art. 14, cuyo texto dice que “todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos
conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio...". Sin embargo, el art. 28 declara un limite a toda
posible reglamentacion al decir que "los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores
artículos, no podían ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio".
Este poder para reglamentar el ejercicio de los derechos individuales es conocido con el nombre de
“poder de policía”.

Poder de Policía: El poder de policia es aquel que restringe y regula, para la promoción del bienestar
público, la libertad natural o común del ciudadano en el uso de sus facultades personales y de su
propiedad.
Sin embargo, hay 2 conceptos del Poder de Policía, uno amplio, proveniente del derecho norteamericano,
en cual entran dentro del poder de policía, razones de seguridad, moralidad y orden público, económicos,
de bienestar general, de salud, educación, etc. Y otro restringido, proveniente del derecho Europeo, en el
cual solo entran las cuestiones de salubridad, moralidad y seguridad públicas. Por otro lado, el poder de
policia debe ser ejercido razonablemente en virtud de lo establecido en el art. 28.
La jurisprudencia ha establecido el principio de que el poder de policía reside en las provincias
integrantes de la Nación, y en casos especialmente previstos por clausulas de la Cosntitución puede
ejercerse por el congreso.
Lo cierto es que, el poder de policía corresponde a las provincias, y la Nación lo ejerce dentro del
territorio de las mismas solo cuando expresamente le ha sido conferido o es una forzosa consecuencia de
otras facultades constitucionales.

98.- La emergencia. Concepto. Remedios constitucionales. Antecedentes historicos. La "necesidad y


urgencia" del art. 99 inc. 3. La "emergencia publica" como causa de delegacion, art. 76. La
doctrina judicial: "Ercolano c/ Lanteri", "Horta c/ Harguindeguy", "Mango c/ Traba", "Avico c/
de la Pesa", "Perón", "Russo", "Nadur c/ Borelli", "Callao" y "Peralta".

La emergencia: son situaciones extraordinarias o de excepción, dentro del ordenamiento estructurado por
la constitución. Asi, la guerra, la conmoción interna, crisis económicas, etc.
El art. 99 inc 3 de la C.N. establece que "el Poder Ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad
absoluta e insanable, emitir disposiciones de carácter legislativo. Solamente cuando circunstancias
excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por esta Constitución para la
sanción de las leyes, y no se trate de normas que regulen materia penal, tributaria, electoral o el régimen
de los partidos políticos, podrá dictar decretos por razones de necesidad y urgencia, los que serán
decididos en acuerdo general de ministros que deberán refrendarlos, conjuntamente con el jefe de
gabinete de ministros. El jefe de gabinete de ministros personalmente y dentro de los diez días someterá
la medida a consideración de la Comisión Bicameral Permanente, cuya composición deberá respetar la
proporción de las representaciones políticas de cada Cámara. Esta comisión elevará su despacho en un
plazo de diez días al plenario de cada Cámara para su expreso tratamiento, el que de inmediato
considerarán las Cámaras. Una ley especial sancionada con la mayoría absoluta de la totalidad de los
miembros de cada Cámara regulará el trámite y los alcances de la intervención del Congreso".
El art. 76 "prohíbe la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo, salvo en materias determinadas de
administración o de emergencia pública, con plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la
delegación que el Congreso establezca. La caducidad resultante del transcurso del plazo previsto en el
párrafo anterior no importará revisión de las relaciones jurídicas nacidas al amparo de las normas dictadas
en consecuencia de la delegación legislativa".
Caso "Russo": en situaciones de emergencias, se exige que la legislación sea razonable y no desconozca
las garantías individuales.

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Caso Ercolanp c/ Lautiere: se pueden restringir los derechos en caso de emergencia siempre que el interes
público lo exija mediante medidas transitorias.

99.- El estado de sitio (art. 23). Antecedentes. Fundamento y contenido. Poder que lo declara (art.
61, 75 inc. 29). Ambito territorial. Finalidad. Consecuencias. La "Conmocion interior" y el "Ataque
exterior", significado. El derecho de opcion. Naturaleza, contenido y limitaciones del poder
ejecutivo..

Para Joaquin V. Gonzalez, el estado de sitio es una medida exepcional de gobierno dictada en
circunstancias de extrema gravedad para el orden público, la paz interior y la seguridad común. Y como
está fuera de los recursos ordinarios de la constitución es temporaria y limitada en aspectos.
Su fundamento general se halla en los fines de la constitución misma, mencionados en el Preambulo y
confirmados en todo su organismo: "Consolidar la paz interior, proveer la defensa común y asegurar los
beneficios de la libertad para todos".

Estado de sitio: el art. 23 declara que "en caso de conmoción interior o de ataque exterior que pongan en
peligro el ejercicio de ésta constitución y de las autoridades creadas por ella, se declarará en estado de
sitio la provincia o territorio donde exista la perturbación del orden, quedando suspensas allí las garantías
constitucionales. Pero durante esta suspensión no podrá el presidente de la república condenar por sí ni
aplicar penas. Su poder se limitará en tal caso, respecto de las personas, a arrestarlas o trasladarlas de un
punto a otro de la Nación, si ellas no prefieren salir del territorio argentino".

Antecedentes: Es un instituto de emergencia y su nacimiento se remonta al 8 de Julio de 1791. Surge


debido a que en algunos momentos de la historia de un país pueden existir ciertos estados de necesidad
que justifican una ampliación de los poderes de los gobernantes para salvaguardar el orden público y
preservar la tranquilidad social. La facultad excepcional de los gobernantes durante el estado de sitio
aparece en el Estatuto Provisorio de 1811, Estatuto de 1815, Reglamento de 1817 y constituciones de
1819 y 1826.

Caracteristicas:
- La declaración del Estado de sitio implica la suspensión de las garantías constitucionales.
- Los habitantes conservan todos sus derechos y garantías, dado que no se suprimen. Solo se suspende
el ejercicio de algunos de ellos.
- Los poderes públicos continuan en sus funciones.
- Esta suspension tiene su justificativo en la necesidad de reprimir o prevenir toda situación que ponga
en peligro la constitución o las autoridades creadas por ella.
- Los tribunales del país al determinar el alcance de la medida han decidido que las garantías y derechos
afectados deben ser reducidos. Además la suspensión tiene que estar relacionada con la situación que
fue causa de la medida.

Garantías y derechos afectados:


Respecto de las garantías (18 C.N.) lo más afectado por el estado de sitio, es lo referente a la libertad
personal. Los derechos civiles (art. 14) más corrientemente restringidos son el de reunión y el de libertad
de prensa.

Poder que lo dicta: es facultad exclusiva del gobierno federal, las provincias no pueden establecerla.
a) En caso de conmoción interior (es una alteración grave del orden legal que pone en peligro la
estabilidad de las autoridades y el sistema que establece la Constitución):
- Si está reunido el congreso, el estado de sitio, debe ser declarado por ley, debido a que el art.
75 inc. 29 establece que es atribucion del congreso “Declarar el estado de sitio en uno o varios
puntos de la Nación en caso de conmoción interior, y aprobar o suspender el estado de sitio
declarado durante su receso por el poder ejecutivo”.
- Si el Congreso se halla en receso, lo declara el Poder Ejecutivo, mediante un decreto, según
disponde el art. 99 inc. 16. El presidente lo ejerce con las limitaciones prescriptas en el art. 23.

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b) En caso de ataque exterior:
- Si esta reunido el congreso. La declaración de estado de sitio la hace el presidente con acuerdo
del Senado, según dispone en el art. 99 inc. 16 (Declara en estado de sitio uno o varios puntos
de la Nación, en caso de ataque exterior y por un termino limitado, con acuerdo del Senado).
Norma que esta en concordancia con el art. 61, en cuanto establece que “Corresponde también
al senado autorizar al presidente de la Nación para que declare en estado de sitio, uno o varios
puntos de la República en caso de ataque exterior”.
- Si el congreso se halla en receso, hay una laguna constitucional. Sin embargo, la doctrina
sostiene que el presidente puede declararlo y luego reunido el congreso la aprobará o
suspenderá.

Alcance de la medida:
 Geográfico: La constitución ha limitado su ámbito a la provincia o territorio donde exista la
perturbación del orden: “uno o varios puntos de la Nación” pero puede llegar a toda la extensión del
territorio.
 Temporal: el estado de sitio es una medida extrema que solo debe permanecer el tiempo necesario
para que se establezca el orden perdido. Al respecto, el art. 99 inc. 16, al referirse al ataque exterior
habla de un término limitado.

Facultades del Presidente de la República durante el estado de sitio (Art. 23):


Como principio general el art. 23 establece el presidente de la República no podrá condenar por sí ni
aplicar penas. Su poder se limitará en tal caso respecto de las personas, a arrestarlas o trasladarlas de un
punto a otro de la Nación, si ellas no prefiriesen salir fuera del territorio argentino.
a) Arresto de personas: mientras la persona arrestada o trasladada en virtud de lo que establece el art. 23
no manifiesta su decisión de salir del territorio la restrincción de su libertad es constitucionalmente
válido, no hay limitaciones al plazo del arresto, y, aunque este se prolongue, no tiene caracter de pena
(art. 109.- En ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el
conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas).

El Derecho de Opción: el art. 23 establece que en caso de arresto o traslado de una persona, ellas pueden
preferir salir del territorio argentino.
Sin embargo, la Corte Suprema (en los casos Alvear, Rodriguez Araya, Gallardo, etc.) declaró, que si bien
la letra del art. 23 otorga la opción para salir del territorio, su ejercicio no es absoluto, porque es distinto
del derecho de salir del territorio para residir en un lugar determinado y que depende de la elección del
interesado (art. 14.)
En este sentido, parte de la doctrina cree que si el Poder Ejecutivo no permite la salida del detenido hacia
otro país, está dentro de las facultades del art. 23, pero si no menciona ningún fundamento, es contarrio al
derecho constitucional, invocado por el interesado.

Cesación de estado de sitio: Su plazo término:


a) Conmoción interior: Si se ha establecido por el congreso, al vencer el plazo fijado, o antes si
desaparecidas las causas el poder legislativo lo resuelve. Cuando es decretado por el poder ejecutivo,
cuando el congreso al reanudarse las sesiones declara su suspensión.
b) Ataque exterior: Presidente con acuerdo del senado, al vencimiento del plazo o antes si desaparecian
las causas y el ejecutivo lo decidiera. En receso del Congreso, el senado puede suspenderlo al
reanudarse las sesiones.

Ley Marcial (poder de guerra del Estado): Consiste en el sometimiento de las personas y cosas a la
autoridad y jurisdicción militares. Es uno de los poderes de guerra que tiene el estado. No significa la
anulación de los poderes de gobierno y se justifica por los metodos de represión rápidos y eficaces en
casos como insubordinación, traición, etc. durante guerra internacional o civil.

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BOLILLA 19

103.- Sistemas electorales aplicados en un la Argentina: lista completa. Uninominal por


circunscripción. Lista incompleta y representación proporcional. Mayoría exigida por el art. 77
para la reforma del régimen electoral y de partidos políticos.

Sistemas electorales: en virtud del sistema federal adoptado, las provincias y la Ciudad de Buenos Aires
(también la Capital Federal, en caso de traslado) constituyen circunscripciones previstas por la
constitución a los efectos electorales. Por otro lado, en nuestro país, para la elección diputados nacionales
y electores de presidente de la República se han utilizado todos los sistemas electorales más conocidos en
el derecho comparado, que veremos a continuación:
a) Sistema de lista completa: en este sistema se proclaman todos los candidatos del partido que haya
obtenido más votos.
b) Sistema uninominal por circunscripción: la capital y las provincias, como distritos electorales
previstos en la constitución, se dividen en tantas circunscripciones como diputados deban elegir. Cada
circunscripción elige, por tanto, un diputado, y de allí la calificación de uninominal. El sistema tiene
el prestigio de ser adoptado por Inglaterra, Estados Unidos, Francia y Alemania .
c) Sistema de lista incompleta: es el establecido por la ley Sáenz Peña. Rigió hasta 1949 y fue
reimplantado para las elecciones debe 1958. Cada elector vota solamente por las dos terceras partes de
las vacantes a cubrir, de modo tal que a la primera minoría le corresponde un tercio de los cargos. Es
un sistema que no tiene difusión en el derecho comparado. Resultó un compromiso para la transición,
después del sistema de lista completa .
d) Sistema proporcional D'Hont: como su designación lo indica, el sistema otorga a cada partido un
número de representantes que guarda proporción con los votos obtenidos. Ha sido utilizado en 1957
(elección de constituyentes), en 1963, 1965, en 1973, y desde 1983 hasta la fecha para la elección de
diputados, electores de presidente y, en su caso, electores de senador por la capital federal.

Justicia electoral: en el sistema nacional, las cuestiones relacionadas con la fundación, organización,
control patrimonial, funcionamiento y extinción de los partidos políticos, la elección y escrutinio de los
candidatos, y las faltas electorales están a cargo de la justicia electoral.
La justicia electoral, en la capital federal y en cada una de las provincias, está a cargo de los jueces
federales a quienes se haya asignado esta competencia. Existe, además, una Cámara Federal Electoral con
competencia específica y privativa para estas cuestiones.

Mayoría exigida: el art. 77 de la C.N. exige que los proyectos de ley que modifiquen al régimen electoral
y de los partidos políticos deberán ser aprobados por mayoría absoluta del total de los miembros de las
cámaras.

104.-El derecho a la iniciativa (art. 39 y disposición transitoria 3) condiciones para su procedencia.


Excepciones. La ley reglamentaria, mayoría para su sanción y limitaciones impuestas en la
constitución. Ley 24.747.

El derecho a la iniciativa: el art. 39 establece en su 1º párrafo que "los ciudadanos tienen el derecho de
iniciativa para presentar proyectos de ley en la Cámara de Diputados". Sin embargo, el 3º párrafo
establece que "no serán objeto de iniciativa popular los proyectos referidos a reforma constitucional,
tratados internacionales, tributos, presupuesto y materia penal".
El párrafo 2º prevee que el congreso deberá dictar una ley reglamentaria al respecto con mayoría
calificada: "mayoría absoluta de la totalidad de sus miembros". A la vez, requiere que dicha ley no exija
más del 3% del padrón electoral nacional para poder presentarse la iniciativa popular, pero también exige
la constitución que ese 3% debe contemplar una adecuada distribución territorial para suscribir la
iniciativa.
Por último, el congreso deberá darle expreso tratamiento, a las leyes de iniciativa popular, dentro del
término de 12 meses.

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La disposición transitoria Tercera establece que "la ley que reglamente el ejercicio de la iniciativa popular
deberá ser aprobada dentro de los dieciocho meses de la sanción de la constitución.

105.- La consulta popular (art. 40). Atribuciones de la cámara diputados. El poder de veto
presidencial. Consecuencias del voto afirmativo del electorado. Tipos de consulta. Mayoría para la
sanción de la ley reglamentaria y materias sujetas a regulación.

La consulta popular está establecida en el art. 40 de la C.N., al decir que "el Congreso, a iniciativa de la
Cámara de Diputados, podrá someter a consulta popular un proyecto de ley".
Dicho artículo contiene dos tipos de consultas en su texto: la consulta vinculante y la no vinculante.
1) Consulta vinculante: el art. 40, en su 1º párrafo, se refiere a la consulta vinculante al establecer que "el
congreso, a iniciativa la cámara diputados, podrá someter a consulta popular un proyecto de ley. La
ley de convocatoria no podrá ser vetada. El voto afirmativo del proyecto por el pueblo de la Nación lo
convertirá en ley y su promulgación será automática".
Por lo dicho, para que la consulta sea vinculante se prevén los siguientes requisitos y resguardos
formales: a) El llamado a consulta vinculante corresponde exclusivamente al congreso; b) La cámara
diputados en la cámara iniciadora; c) la ley de convocatoria no puede ser detallada; y, d) la
promulgación es automática.
2) Consulta no vinculante: el 2º párrafo del art. 40 dispone que "el congreso o el presidente de la nación,
dentro de sus respectivas competencias, podrán convocar a consulta popular no vinculante. En esté
caso el voto no será obligatorio".
Es decir que este tipo de consulta no es privativa del congreso, sino que puede ser convocada también
por el presidente de la nación para las materias que atañen a su competencia o zona de reserva.
También prevee la norma que la consulta no vinculante no obligará al voto de la misma.
Finalmente, la constitución prevee que para la consulta popular debe dictarse una ley que el reglamentara
las materias, procedimientos y oportunidad de la consulta, exigiendo para su sanción la mayoría absoluta
de la totalidad de los miembros de cada cámara (art. 40 párrafo 3º).

BOLILLA 21

111.-El poder Legislativo como órgano federal de gobierno (Art. 44). Las funciones “legislativas”,
“ejecutivas” y “judiciales” del poder legislativo. Características del Congreso Nacional.
Composición. La Cámara de Diputados, arts. 38, 45, 46, 47, 48, 49, 50, 51 y 52. Ley Nº 22.847.
Composición, requisitos para ser diputado, sistema electoral, duración del mandato. Ley Nº 16.456.
Reeligibilidad, renovación y vacancia (Código Electoral, Ley Nº 24.444, arts. 158 a 164).
El Congreso de la Nación Argentina es el órgano que ejerce el poder legislativo de la República, por lo
que se encarga de dictar y sancionar leyes. Es una asamblea bicameral, formada por una Cámara de
Diputados, que consta de 257 diputados, y un Senado, que consta de 72 senadores. El bicameralismo del
Congreso se funda en el carácter federal de nuestro gobierno, porque de esa manara el pueblo de todo el
país está representado por la Cámara de Diputados (1 cada 161000 habitantes o fracción no inferior a
80500), y cada provincia por la Cámara del Senado (3 por cada provincia y la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires). El ideólogo del bicameralismo, según los doctrinarios, fue Benjamin Franklin.
El Congreso, como órgano legislativo y de control de actos gubernamentales, debe cumplir con su
cometido esencial - de legislar -, propendiendo al logro del bien común, y lo hace con fundamento en la
representación de los intereses comunitarios que ostenta. La publicidad de sus actos es fuente de
información para la ciudadanía, la que así también evalúa el cumplimiento del mandato conferido.
Otra de las funciones esenciales del Parlamento es la de ejercer el control de gobierno. Esta actividad se
lleva a cabo al ponderar el cumplimiento de los planes o programas previamente elaborados. Para esta
ponderación el Congreso se encuentra investido de diversas facultades que coadyuvan a ello, como la
posibilidad de investigar, requerir informes y realizar tareas de campo.
No obstante, la reforma de 1994, al crear la figura del Jefe de Gabinete de Ministros, le impuso a éste la

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obligación de concurrir al Congreso a informar mensualmente acerca de la marcha del gobierno. En la
práctica el Jefe de Gabinete concurre alternadamente un mes a cada Cámara.
La Constitución Nacional determina, en líneas generales, los temas sobre los cuales el Congreso debe
legislar, como también sus limitaciones.
La ley fundamental prohibió expresamente la delegación de facultades en otro poder en general y, para los
casos admitidos, claramente fijó las pautas a las que estará sometida dicha delegación. Es en el juego y
equilibrio de poderes, donde se fortalece el sistema representativo. La participación del Congreso y del
Poder Ejecutivo en la formación y sanción de las leyes provoca alternativas que así lo han evidenciado.
El Parlamento debe hallarse en capacidad para lograr acuerdos sobre diversos aspectos de su
competencia. Para ello debe hacer valer el voto de la mayoría, respetando los derechos de las minorías. La
gestión parlamentaria resulta sumamente compleja, máxime si se consideran las posibilidades de disenso
que surgen de la proporcionalidad política representada en cada Cámara. El Congreso resultará eficiente
en la medida que logre adoptar decisiones políticamente representativas y operativamente viables.
También ejerce funciones de carácter ejecutivas como la de designar empleados de la Cámara que sólo lo
puede hacer el presidente de la cámara, autoriza al poder ejecutivo para declarar la guerra o hacer la paz
(Art. 75 Inc.25), declara en estado de sitio uno o varios puntos de la Nación. Dentro de sus funciones de
carácter judicial, se encuentra el juicio político cuya finalidad es hacer efectivo el principio
de responsabilidad de los servidores o funcionarios públicos, particularmente de los más altos cargos o
autoridades, tales como Jefes de Estado, Jefes de Gobierno, ministros, magistrados de los tribunales
superiores de justicia, generales o almirantes de las Fuerzas Armadas. Dentro de la Cámara de Diputados
funciona la comisión de juicio político, que declara procedente el juicio o no lo hace, actuando como
fiscales de la causa recolectando las pruebas necesarias (realiza inspecciones, cita testigos, toma
declaraciones, etc.) Si el dictamen de la comisión es aprobado por las dos terceras partes de los presentes
se eleva a la Cámara de Senadores para que lleven adelante el juicio, constituyéndose en tribunal
presidido por el vicepresidente de la Nación.
La Cámara de Diputados
Es una de las dos Cámaras que conforman el Congreso Nacional, también llamada Cámara baja, está
compuesto por 257 diputados a razón de uno cada 161000 habitantes o fracción no inferior a 80500.
Después de la realización de cada censo, el Congreso fijará la representación con arreglo al mismo,
pudiendo aumentar pero no disminuir la base expresada para cada diputado, que es de uno por cada 33000
habitantes o fracción que no baje de 16500. Este censo sólo podrá renovarse cada diez años (Arts. 45 y
47). Para ser diputado se requiere haber cumplido la edad de veinticinco años, tener cuatro años de
ciudadanía en ejercicio y ser natural de la provincia que lo elija, o con dos años de residencia inmediata
en ella (Art. 48). Los Diputados Nacionales se elegirán en forma directa por el pueblo de cada provincia y
de la Capital Federal que se considerarán a este fin como distritos electorales. De manera directa, quiere
decir sn colegio electoral, sin intermediación, a través del método D´hont (Art. 49).Los diputados durarán
en su representación por cuatro años, y son reelegibles; pero la Sala se renovará por mitad cada bienio; a
cuyo efecto los nombrados para la primera Legislatura, luego que se reúnan, sortearán los que deban salir
en el primer período (Art. 50). En caso de vacante, el gobierno de provincia, o de la Capital, hace
proceder a elección legal de un nuevo miembro (Art. 51), este artículo fue modificado por el Código
electoral, ya que, actualmente se eligen candidatos suplentes, así, en caso de muerte, renuncia, separación,
inhabilidad o incapacidad permanente de un Diputado Nacional lo sustituirán quienes figuren en la lista
como candidatos titulares según el orden establecido.Una vez que ésta se hubiere agotado ocuparán los
cargos vacantes los suplentes que sigan de conformidad con la prelación consignada en la lista respectiva.
En todos los casos los reemplazantes se desempeñarán hasta que finalice el mandato que le hubiere
correspondido al titular
A la Cámara de Diputados corresponde exclusivamente la iniciativa de las leyes sobre contribuciones y
reclutamiento de tropas (Art. 52).
Sólo ella ejerce el derecho de acusar ante el Senado al presidente, vicepresidente, al jefe de gabinete de
ministros, a los ministros y a los miembros de la Corte Suprema, en las causas de responsabilidad que se
intenten contra ellos, por mal desempeño o por delito en el ejercicio de sus funciones; o por crímenes
comunes, después de haber conocido de ellos y declarado haber lugar a la formación de causa por la
mayoría de dos terceras partes de sus miembros presentes (Art. 53).

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Cada una de las Cámaras, conforme su reglamento interno, elige anualmente-en las sesiones
preparatorias- a sus autoridades que incluyen varios vicepresidentes. En la Cámara de Diputados, también
se elige un presidente, que es el que dirige el debate en las sesiones e integra la línea de sucesión
presidencial, en caso de acefalía de la Nación.

112.- El Senado (arts. 54, 55, 56 y 57). Composición, su relación con el sistema federal. Requisitos
para ser senador, sistema electoral, duración del mandato. El “Presidente del Senado” y
“Vicepresidente de la Nación”. Reeligibilidad, renovación y vacancia (arts. 58, 62, disposiciones
transitorias 4ª y 5ª, arts. 156, 157, 165 y 166. Ley Nº 24.444).

El Honorable Senado de la Nación Argentina es la cámara alta del Congreso de la Nación Argentina.
El Senado es el órgano federal por excelencia donde cada senador representa los intereses de su provincia.
El Senado se compondrá de tres senadores por cada provincia y tres por la ciudad de Buenos Aires,
elegidos en forma directa y conjunta, correspondiendo dos bancas al partido político que obtenga el
mayor número de votos, y el restante al partido político que le siga en número de votos. Cada senador
tendrá un voto (Art. 54). En total son 72 senadores.
Son requisitos para ser elegido senador: tener la edad de treinta años, haber sido seis años ciudadano de
la Nación, disfrutar de una renta anual de dos mil pesos fuertes o de una entrada equivalente, y ser natural
de la provincia que lo elija, o con dos años de residencia inmediata en ella (Art. 55).
Hasta el año 2001, los senadores eran elegidos tal como se hacía antes de la reforma de 1994, por los
órganos legislativos de las provincias y actualmente de la Ciudad de BsAs, elecciones indirectas, ya que
el pueblo elegía primero a los integrantes de la legislatura, quienes, a su vez, elegían después a los
senadores nacionales. Actualmente, los senadores son electos de forma directa, por pluralidad de
sufragios, de la misma forma y con el mismo método que son electos el presidente y vicepresidente de la
Nación.
Los senadores duran seis años en el ejercicio de su mandato, y son reelegibles indefinidamente; pero el
Senado se renovará a razón de una tercera parte de los distritos electorales cada dos años (Art. 56). Esto
se logró al dividir los distritos en tres partes grupos. Así los mandatos de los senadores de un tercio de los
distritos duró excepcionalmente dos años, los mandatos de otro tercio cuatro mientras que los mandatos
del último tercio no tuvieron modificaciones al poder cumplir el mandato completo de seis años.
El vicepresidente de la Nación será el presidente del Senado; pero no tendrá voto sino en el caso de que
haya empate en la votación (Art. 57). El presidente es el encargado de dirigir el debate, de nombrar a los
funcionarios legislativos y empleados administrativos para el funcionamiento del día a día de la Cámara.
Sólo el presidente habla en nombre del Senado. El hecho de que la Cámara sea presidida por una persona
de fuera de su seno es una necesidad desde el punto de vista de la conformación del H. Senado, ya que
ello permite que todas las provincias tengan igual representación e igual número de votos.

El Senado designa una Mesa compuesta por un Presidente Provisional, un Vicepresidente, un


Vicepresidente 1° y un Vicepresidente 2° de entre sus miembros. Esta Mesa se ve asistida por dos
Secretarios y tres Prosecretarios que no son legisladores; sus funciones son parlamentarias,
administrativas y de coordinación. La referida Mesa tiene por finalidad, en el aspecto parlamentario,
conducir las sesiones y asistir a la labor legislativa, y en los restantes, producir los actos tendientes a
mantener el funcionamiento del Cuerpo.
Los miembros de la Mesa duran un período en su mandato, el que vence el último día del mes de febrero
del año siguiente. En caso que todos cesaren en su calidad de senador serán sustituidos en el desempeño
de sus funciones por los presidentes de las comisiones, de acuerdo al orden establecido en el Reglamento.
Merece particular atención la figura del Presidente Provisional del Honorable Senado, ya que al propio
tiempo que reemplaza al Presidente del Cuerpo en caso de ausencia o vacancia, de acuerdo con la ley de
acefalía, está llamado a suceder al Presidente de la República en tercer término para el supuesto de
renuncia, muerte o incapacidad de aquel y de su sucesor natural, el Vicepresidente de la Nación. De esta
forma vemos cómo los mecanismos constitucionales producen una interrelación de poderes, orientados a
preservar la representatividad en el gobierno democrático.
También aquí se modifico el régimen frente a las vacancias. El artículo 62 de la Constitución Nacional,
facultaba a que el gobierno representado dispusiera la elección de un nuevo miembro. Ello ha sido

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modificado, conforme a la disposición transitoria 4ª de la reforma constitucional de 1994, que establece
que se elegirá un senador suplente que asuma en caso de vacancia de una banca del Senado, con la
limitación de que los tres senadores del distrito no correspondan al mismo partido político o alianza
electoral.

113.- Incompatibilidades de los Legisladores (arts. 72 y 73). Las dietas (Art. 74).

Ningún miembro del Congreso podrá recibir empleo o comisión del Poder Ejecutivo, sin previo
consentimiento de la Cámara respectiva, excepto los empleos de escala (Art. 72).
Los eclesiásticos regulares no pueden ser miembros del Congreso, ni los gobernadores de provincia por la
de su mando.
La incompatibilidad consiste en la imposibilidad de que la misma persona represente simultáneamente la
función de legislador y otras ocupaciones públicas.
Las razones por las cuales se han establecido las incompatibilidades son preservar la división de poderes
entre los órganos del gobierno federal, distinguir las funciones del gobierno federal de las de los
gobiernos locales, asegurar la dedicación plena de los legisladores a su importante tarea y mantener la
independencia de criterio del legislador frente a los conflictos que podrían presentarse si cumple
funciones incompatibles.
Los católicos que pertenecen al clero regular, que están sometidos a los votos de obediencia, pobreza y
castidad no pueden desempeñar funciones legislativas, ya que estas se contraponen a la independencia de
criterio que debe mantener un legislador. Los gobernantes de provincia tampoco pueden ser legisladores
para no confundir los roles de funciones federal y local.

Los servicios de los senadores y diputados son remunerados por el Tesoro de la Nación, con una dotación
que señalará la ley (Art. 74).

BOLILLA 22

114.- El derecho parlamentario. Concepto y contenido. Comisiones internas, la Comisión Bicameral


Permanente (arts. 99 Inc. 3, 100 Inc. 12 y 80) y los bloques legislativos. Reglamentos de las cámaras.

Concepto: El derecho parlamentario es la parte del derecho constitucional del poder que se refiere a la
constitución, los privilegios y el funcionamiento de los cuerpos parlamentarios.

Contenido: El derecho parlamentario comprende:


A) La constitución del congreso en sentido formal, o sea, desde las sesiones preparatorias hasta la
incorporación de los legisladores abarcando el juicio sobre la validez de la elección-derecho-titulo de
los mismos, la aceptación de sus diplomas, el juramento, la constitución de las autoridades;
B) Los llamados privilegios o inmunidades individuales y colectivos;
C) El funcionamiento del congreso: sesiones y sus clases, duración, modo de reunión, caracteres de las
mismas, formas de emisión de los actos de su competencia, quórum mayoría de votos, etc

Comisiones internas y bloques legislativos: La constitución formal no ha previsto las comisiones


legislativas de las cámaras (que no debe confundirse con las comisiones permanentes para el receso del
congreso, ni con las comisiones investigadoras)
Si están verificadas en nuestro derecho constitucional material y se encuentran previstas en los
reglamentos de ambas cámaras.
Se trata de una práctica de derecho parlamentario que permite clasificarlas en:
A) Internas o propias de cada cámara, inter camerales, mixtas o interparlamentarias (formadas por
legisladores de las dos)
B) Permanentes, si funcionan de modo estable, y especiales, si se forman en una ocasión singular para
asuntos determinados.
En algún caso especial o excepcional toda la cámara en pleno puede constituirse en pleno como comisión.

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El receso del congreso no paraliza la labor interna de las comisiones, nuestro derecho constitucional no
admite el procedimiento abreviado de sanción de leyes que algunas constituciones extranjeras como la de
Italia o de España arbitran poniéndolo a cargo de una comisión y no del pleno.
Otro mecanismo existente en el derecho constitucional material que refleja la composición partidista de
las cámaras, es la constitución de bloques de legisladores que pertenecen a un mismo partido o a partidos
afines, y que actúan como verdaderos frentes políticos dentro de las cámaras, dando lugar tanto a alianzas
como antagonismos.

115.-Las sesiones del congreso: clases (arts 63, 99 inciso 9 y disposiciones reglamentarias).
Juramento de los miembros al incorporarse. Simultaneidad de las sesiones de las cámaras de
diputados y senadores (Art. 65). El quórum. El derecho de la minoría en caso de ausencia (Art. 64 y
disposiciones reglamentarias).

Las sesiones del congreso: Se dividen en 4 categorías: las tres previstas en la Constitución y una de los
reglamentos internos de las cámaras. Las primeras son:
A) las ordinarias;
B) las de prórroga;
C) las extraordinarias.
La cuarta categoría esta dada por las sesiones preparatorias, que son las primeras del tiempo, se anticipa a
las ordinarias.

Sesiones preparatorias: Los reglamentos de las cámaras fijan la reunión de las cesiones preparatorias para
el 24 de febrero de cada año o el inmediato anterior si es feriado.
Tienen por objeto recibir a los electos que han presentado diploma extendido por autoridad competente, y
elegir las autoridades de cada cámara.
El juramento de los diputados y senadores es exigido por el art. 59 de la Constitución y se presenta en el
acto de la incorporación, con el objeto de desempeñar debidamente el cargo y de obrar en todo de
conformidad a lo que prescribe la Constitución. Las cámaras han elaborado sus fórmulas que pueden ser
religiosas (por Dios y los santos evangelios, o por Dios solamente) y laicas (por la patria).

El juicio de la elección de las cámaras: La constitución prevé una facultad de las cámaras, que es
privativa de cada una de ellas (competencia propia) y que suele incluirse entre sus privilegios colectivos.
Normalmente, se ejercita en las sesiones preparatorias para constituir la Cámara. Es la que el art. 64
contiene en la fórmula de que “cada cámara es juez de la elección, derechos y títulos de sus miembros en
cuanto a su validez”.
Cabe observar que el texto dice que cada cámara es juez pero no dice que sea juez exclusivo.
El planteo de las impugnaciones a los legisladores electos puede efectuarse en las sesiones preparatorias y
en ellas puede decidirse la incorporación.
Bidart Campos sostiene que en sesiones preparatorias no puede rechazarse el diploma de un electo,
porque ello implica la plenitud del juzgamiento de su “elección – derecho – título” en cuanto a la validez,
y tal competencia las tienen las cámaras en el periodo ordinario de sesiones.
El rechazo de un legislador exige:
a) sesión ordinaria;
b) intervención del electo con derecho a defensa;
c) resolución motivada.
En cambio para la aceptación basta los requisitos b y c.
Los reglamentos de ambas cámaras enfocan las causas de impugnación y los sujetos legitimados para
invocarlas, así como el mecanismo de sustanciación.
Cada cámara de oficio, o sea, sin que sujeto alguno legitimado formule impugnación, ejerce la facultad de
juzgar la validez de “elección – derecho – titulo” con sus efectos consiguientes.
El ejercicio de la facultad que consagra el art. 64 las cámaras pueden y deben juzgar si el electo reúne el
requisito de idoneidad para ser diputado o senador, conforme al art. 16. Inclusive, cuando el art. 66 otorga
a la cámara el poder disciplinario para remover a sus miembros por inhabilidad física o moral

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sobreviniente a su incorporación, fluye de la norma que si similar inhabilidad es anterior a la
incorporación, el legislador electo no puede ser incorporado.

Sesiones ordinarias: El congreso tiene asignado un período ordinario de sesiones y un receso entre tales
períodos.
El Art. 63 dice que “ambas cámaras se reunirán por sí mismas en sesiones ordinarias todos los años desde
el 1 de marzo hasta el 30 de noviembre”.
El poder ejecutivo tiene la obligación constitucional de convocar a ambas cámaras el 1 de marzo y de
abrir sus sesiones ordinarias; pero si no lo hiciera, el congreso tiene competencia para reunirse de pleno
derecho y debe hacerlo.
Fuera del período de sesiones, no queda inhibido el trabajo parlamentario que no requiere de reunión de
las cámaras. Lo que no pueden éstas es sesionar, pero si ejercen la competencia que no demandan sesión.
Así, por ejemplo: pueden reunirse las comisiones, los bloques, las comisiones investigadoras; etc.

Las sesiones de prórroga y extraordinarias: El art. 63 agrega que “pueden también ser convocadas (las
cámaras) extraordinariamente por el presidente de la Nación o prorrogadas sus sesiones”. Agrega el inc. 9
del Art. 99 que el presidente de la Republica “prorroga las sesiones ordinarias del congreso, o lo convoca
a sesiones extraordinarias, cuando un grave interés de orden o progreso lo requiere”.
De esto surge:
a) que solo el presidente puede convocar a sesiones extraordinarias;
b) que el presidente puede prorrogar las ordinarias;
c) que el congreso no puede autoconvocarse a sesiones extraordinarias
Lo que admite duda es si el congreso puede prorrogar sus sesiones ordinarias, es decir, si se trata de una
facultad concurrente del congreso y del poder ejecutivo.
La duda surge de la reacción del Art. 63 en el párrafo que dice que las cámaras pueden ser convocadas
extraordinariamente por el presidente o prorrogadas sus sesiones (y acá no dice quien).
En suma la interpretación sería: a
a) las sesiones extraordinarias deben ser convocadas por el poder ejecutivo, no pudiendo el congreso
disponer por sí solo su realización;
b) la prórroga en sesiones ordinarias puede ser dispuesta tanto por el presidente como por el congreso.
En la prórroga de las sesiones ordinarias, el congreso continua su período anual, y mantiene la plenitud de
la competencia del cuerpo y cada cámara la propia de sus facultades privativas.
En cambio en las sesiones extraordinarias, cuya convocatoria depende únicamente de un acto del
ejecutivo, el congreso no dispone de la plenitud de su competencia sino que ésta queda circunscriptas a
las cuestiones que provocan la realización de las cuestiones y que son fijadas por el presidente.

El Trabajo parlamentario:

El tiempo: La fijación del periodo de sesiones ordinarias que antes comenzaban en 1 de mayo y se
extendía hasta el 30 de septiembre, fue reformada en la nueva constitución llevado ahora desde el 1 de
marzo hasta el 30 de noviembre.

La igualdad de ambas cámaras: No hay en nuestro régimen, una cámara con estatus prevaleciente como si
puede serlo la de los comunes en Gran Bretaña.
Las 2 son iguales t los actos del congreso son actos complejos en los que concurren dos voluntades
también iguales (diputados y senadores).
De la igualdad se habla en cuanto a los actos del congreso que requieren la aprobación de diputados y
senadores. En las situaciones de competencia privativas y exclusivas de una sola de las cámaras la
comparación con la otra no es posible (el senado tiene mayor cantidad de esas competencias).

La simultaneidad de las sesiones: Ambas cámaras, reza el art. 65, empiezan y concluyen sus cesiones
simultáneamente. Ninguna de ellas mientras se hallan reunidas, podrá suspender sus cesiones más de 3
días, sin el consentimiento de la otra. La coordinación del trabajo parlamentario parece haber exigido esa
simultaneidad, y dada la generalidad de la norma, extendemos su aplicación:

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A) a todo tipo se sesiones constitucionales (ordinarias, de prorroga y extraordinarias).
B) Tanto a los actos del congreso como a los privativos de cada cámara.

La publicidad de las sesiones: En primer lugar quedan eliminadas como principio las cesiones secretas
(salvo con suficiente fundamento, como es le caso de cuestiones de secreto de estado, y seguramente el de
las sesiones del senado en las que se tratan acuerdos).
En segundo lugar, en que el texto de lo tratado se publique en el diario de sesiones de las cámaras y
eventualmente se difunda por otros medios de comunicación social.

El quórum: Quórum significa el numero de miembros que se necesita para que en órgano colegiado pueda
constituirse, funcionar y adoptar decisiones. Cuando el numero de individuos que compone un órgano
colegiado es elevado, resulta difícil la asistencia de todos; de allí que se estipule un quórum para que, con
numero suficiente, pero inferior a la totalidad, el órgano pueda ejercer su función.
Nuestra constitución contiene una disposición general y básica sobre quórum, sin perjuicio de
excepciones que ella misma introduce en casos particulares; el art. 64 dice que ninguna de ellas entrara en
cesión sin la mayoría absoluta de sus miembros. Mayoría absoluta no es como vulgarmente se sostiene “la
mitad mas uno”, sino “más de la mitad” de los miembros, que es cosa distinta porque si por ejemplo,
suponemos 187 legisladores más de la mitad son 94, mientras que la mitad más uno son 95.

El derecho de la minoría: La imposibilidad de sesionar sin quórum parece dejar librado a la voluntad de
los legisladores el funcionamiento de las cámaras porque si no asisten en numero suficiente para formar
quórum, la cámara no puede sesionar. La constitución no ha ignorado ese evento y por ello el mismo Art.
64, añade que un número menor podrá compeler a los miembros ausentes a que concurran a las sesiones,
en los términos y bajo las penas que cada cámara establecerá.
No dice que “minoría establecerá” sino que “la cámara establecerá” y si la cámara no puede funcionar
porque no tiene quórum ¿como va a establecer las penas?. La doctrina sostiene que la minoría seria
“cámara en minoría o sin quórum”, apartándose del sentido general que asigna la palabra cámara la
acepción de cuerpo constituido con quórum, y de esta manera disponer las penas.

Casos varios respecto del quórum: A veces la constitución agrava el quórum. El art. 30 referente a la
declaración de la necesidad de reforma constitucional por el congreso, impone que esa declaración debe
ser hecha por el voto de dos terceras partes, al menos de sus miembros, este quórum ya no es de asistencia
sino de sufragios.
Varios casos:
a) la constitución exige para algunos casos un quórum de asistencia y luego un quórum de sufragios
computados sobre el quórum de asistencias. O sea, que en estos casos, debe asisten un numero
determinado de legisladores y de ese número votar en determinada proporción cierta cantidad de los
presentes.
b) La constitución exige directamente un quórum de votos sobre el total de los miembros (entendiéndose
que exige el total en forma implícita cuando no agrega al sustantivo miembros el adjetivo presentes);
por ejemplo: el art. 30 en ésta hipótesis hace falta el mismo quórum de asistencias y de votos.
c) La constitución exige expresamente un quórum de votos en los miembros presentes. Este quórum de
votos ha de extraerse del quórum común de asistencia (más de la mitad), ya que para la asistencia no
se prevé uno especial (como sí ocurre en la hipótesis del inciso a).
d) Cuando la constitución no exige un numero expreso de votos, se entiende que el quórum de votos es
el mismo que el quórum de asistencia requerido para las sesiones normales, por el art. 64 (mayoría
absoluta, o sea, más de la mitad del total de los miembros presentes).

116.- Las mayorías especiales. Mayoría especial sobre la totalidad de los presentes: arts. 53, 59, 66,
70, 81, 83, 86, 99 Inc. 4. Mayoría especial sobre la totalidad los miembros existentes: arts. 30 y 75
Inc. 22. Mayoría absoluta sobre los miembros existentes: arts. 39, 40, 72 Inc. 2, 3 y 24, 77, 79,85, 99
Inc. 3,101 y 114.

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Mayoría especial sobre la totalidad de los presentes: Art. 53: “ solo ella ejerce el derecho de acusar ante el
senado al presidente, vicepresidente, al jefe de ministro, a los ministros y a los miembros de la Corte
Suprema, en las causas de responsabilidad que se intenten contra ellos, por el mal desempeño o por delito
en el ejercicio de sus funciones, o por crímenes comunes, después de haber conocido de ellos y declarado
haber lugar a la formación de causa por la mayoría de dos terceras partes de sus miembros presentes”.
Art. 59: “al senado corresponde juzgar en juicio público a los acusados por la cámara de diputados,
debiendo sus miembros prestar juramento para éste caso. Cuando el acusado sea el presidente de la
Nación, el senado será presidido por el presidente de la Corte Suprema. Ninguno será declarado culpable
sino, a mayoría de los dos tercios de los miembros presentes”.
Art. 66: “cada cámara hará su reglamento y podrá con dos tercios de votos, corregir a cualquiera de sus
miembros por desorden de conducta en el ejercicio de sus funciones, o removerlos por inhabilidad física o
moral sobreviniente a su incorporación, y hasta excluirle de su seno; pero bastará la mayoría de uno sobre
la mitad de los miembros presentes para decidir en las renuncias que voluntariamente hiciera de sus
cargos”.
Art. 70: “cuando se forme querella escrita ante la justicia ordinaria contra cualquier senador o diputado,
examinando el mérito del sumario en juicio público, podrá cada cámara con dos tercios de votos,
suspender en sus funciones al acusado, y ponerlo a disposición del juez competente para su juzgamiento”.
Art. 83: “desechado en todo o en parte un proyecto por el poder ejecutivo, vuelve con sus objeciones a la
cámara de su origen; ésta lo discute de nuevo, y si la confirma por mayoría de dos tercios de votos, pasa
otra vez a la cámara de revisión. Si ambas cámaras lo sancionan por igual mayoría, el proyecto es ley y
pasa al poder ejecutivo para su promulgación. Las votaciones de ambas cámaras serán en este caso
nominales, por sí o por no; y tanto los nombres y los fundamentos de los sufragantes, como las objeciones
del poder ejecutivo, se publicarán inmediatamente por la prensa. Si las cámaras difieren sobre las
objeciones, el proyecto no podrá repetirse en las sesiones de aquel año”.
Art. 81: “ningún proyecto de ley desechado totalmente por una de las cámaras podrá repetirse en las
sesiones de aquel año. Ninguna de las cámaras puede desechar totalmente un proyecto que hubiera tenido
origen en ella y luego hubiese sido adicionado o enmendado por la cámara revisora. Si el proyecto fuere
objeto de adiciones o correcciones por la cámara revisora, deberá indicarse el resultado de la votación a
fin de establecer si tales adiciones o correcciones fueron realizadas por mayoría absoluta de los presentes
o por las dos terceras partes de los presentes. La cámara de origen podrá por mayoría absoluta de los
presentes aprobar el proyecto con las adiciones o correcciones introducidas o insistir en la redacción
originaria a menos que las adiciones o correcciones las haya realizado la revisora por dos terceras partes
de los presentes. En este último caso el proyecto pasará al poder ejecutivo con las adiciones o
correcciones de la cámara revisora, salvo que la cámara de origen insista en su redacción originaria con el
voto de las dos terceras partes de los presentes. La cámara de origen no podrá introducir nuevas adiciones
o correcciones a las realizadas por la revisoras”.
Art. 86: “el defensor del pueblo tiene la legitimación procesal. Es designado y removido por el congreso
con el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes de cada una de las cámaras”.
Art. 99 Inc. 4: “nombra los magistrados de la Corte Suprema con el acuerdo del senado por dos tercios de
sus miembros presentes, en sesión pública convocada al efecto”.

Mayoría especial sobre la totalidad de los miembros existentes: Art. 75 inc. 2: “solo podrán ser
denunciados, en su caso, por el poder ejecutivo nacional, previa aprobación de las dos terceras partes de
la totalidad de los miembros de cada cámara.
Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por el congreso,
requerirán el voto de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada cámara para gozar de
jerarquía constitucional”.

Mayoría absoluta sobre los miembros existentes: Art. 39: “el congreso, con voto de la mayoría absoluta
de la totalidad de los miembros de cada cámara sancionará una ley reglamentaria que no podrá exigir más
del 3 % del padrón electoral nacional, dentro del cual deberá contemplar una adecuada distribución para
suscribir la iniciativa”.
Art. 40: “el congreso, con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada cámara,
reglamentará las materias, procedimientos u oportunidad de la consulta popular”:

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Art. 75 Inc. 3: “establecer y modificar asignaciones específicas de recursos coparticipables, por tiempo
determinado por la ley especial aprobada por la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada
cámara”.
Art. 77: “los proyectos de ley que modifiquen el régimen electoral y de partidos políticos deberán ser
aprobados por mayoría absoluta del total de los miembros de las cámaras”.
Art. 101: “puede ser interpelado a los efectos del tratamiento de una moción de censura, por el voto de la
mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cualquiera de las cámaras, y se removido por el voto
de la mayoría absoluta de los miembros de cada una de las cámaras”.

117.-Los privilegios y las inmunidad parlamentarias. El juzgamiento por cada cámara de las
elecciones, derechos y títulos de sus miembros (art. 64). La sanción del reglamento (art. 66).
Facultades disciplinarias de las cámaras con respecto sus miembros y a terceros (art. 66).

Los privilegios e inmunidades: Los privilegios parlamentarios se reputan establecidos en interés del
parlamento o congreso, y se alega que tienen como finalidad asegurar la independencia, el
funcionamiento y la jerarquía del mismo. Por ese se los llama también inmunidades, en cuanto preservan
el órgano.
Los privilegios son garantías que se otorgan a un órgano de poder para su buen funcionamiento
independiente dentro del organigrama del gobierno federal.
Si las inmunidades, tanto individuales como colectivas, están dadas para el buen funcionamiento del
órgano y no para privilegio o beneficio personal de quines lo forman, parece que debe interpretárselas en
el sentido de que no pueden ser declinadas o renunciadas.
Nuestra Corte Suprema, en el antiguo caso Alem del año 1893, sostuvo que la constitución no ha buscado
garantizar a los miembros del congreso con una inmunidad que tenga objetos personales, ni por razones
del individuo mismo a quien se hace inmune; son altos fines políticos; agregaba, lo que se ha propuesto, y
se ha considerado esencial esa inmunidad, es precisamente para asegurar no solo la independencia de los
poderes públicos entre si, si no la existencia misma de las autoridades creadas por la constitución.
Clasificación: Los privilegios se dividen en dos grandes grupos: colectivos o personales; los primeros
atañen al cuerpo o cámara en conjunto y como “órgano-institucional”, para facilitar el ejercicio de su
función; los segundos se refieren a la situación o actuación individual de cada hombre que es miembro del
cuerpo o cámara, pero no en protección a su persona, sino a la función que cumple, para tutelar su
libertad. Su decoro y su independencia.
Entre los privilegios colectivos e incluyen:
A) El juzgamiento por cada cámara de la validez de elección-derecho-titulo de sus miembros.
B) La competencia de cada cámara para hacer su reglamento.
C) El poder disciplinario de cada cámara sobre sus propios miembros, y aun sobre terceros extraños.
D) El derecho de cada cámara de hacer comparecer a su sala a los miembros del poder ejecutivo.
E) El privilegio de aceptar las renuncias que voluntariamente hacen los legisladores a sus cargos.
Entre los privilegios personales se citan:
A) Las inmunidades de expresión y opinión.
B) De arresto
C) El desafuero.
D) La dieta.

A) El juicio de las elecciones: El juicio de las elecciones de los legisladores, que en nuestro régimen
alcanza a la validez de elección-derecho-titulo y que el art. 64 confiere a cada cámara, sin expresar que se
trata de una facultad privativa, ha sido concebido como privilegio cuando se ha supuesto que la cámara y
solo ella con exclusión de todo otro órgano, detenta esa prerrogativa.

B) El reglamento de cada cámara: La facultad de dictar el propio reglamento concede a cada cámara la
competencia de establecer se estatuto interno, por su puesto que sin exceder ni alterar las normas de la
constitución.

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C) El poder disciplinario: Las cámaras disponen de poder disciplinario para corregir, remover y expulsar
a sus miembros. El Art. 64 dispone que cada cámara podrá, con dos tercios de votos, corregir a cualquiera
de sus miembros por desorden de conducta en el ejercicio de sus funciones, o removerlo por inhabilidad
física o moral sobreviniente a su incorporación o hasta excluirle de su seno.
1. La corrección cabe por cualquier hecho que altere o perturbe el trabajo parlamentario de la cámara;
por ejemplo: incurrir en insultos o agravios, etc. La sanción puede ser un llamamiento al orden, un
pedido que se retire las expresiones ofensivas, una multa, etc.
2. La remoción esta prevista por causa de inhabilidad física o moral.
3. La exclusión no lleva asignación expresa de causa mientras que la remoción requiere inhabilidad, la
exclusión queda a la discreción de la cámara.
Por remoción o exclusión se pierde la banca.
Cualquiera de las hipótesis de sanción disciplinarias parece exigir que se resguarde el debido proceso y la
defensa, para asegurar la razonabilidad de la medida.

El poder disciplinario frente a terceros: El art. 64 no incluye e poder disciplinario frente a terceros
extraños a la cámara. Se lo ha interpretado como privilegio implícito, consistente en castigar a los que sin
ser legisladores, cometen actos que implican una ofensa al parlamento, o alguno de sus miembros.
Solo pueden admitirse dos casos:
A) Un poder disciplinario, limitado exclusivamente al mantenimiento del orden de las sesiones, por Ej.:
expulsando de la barra a quien incurra en ofensa al cuerpo o a un legislador, etc.
B) Un poder para aplicar sanciones cuando exista una ley previa que tipifica el acto y concede al
congreso la facultad represiva, siempre que el hecho no sea a la vez delito del código penal, en cuyo
caso ni aun con la ley previa puede el congreso ejercer represión (la que solo es privativa de la
libertad)

El derecho judicial en materia de poder disciplinario: Nuestra corte suprema al fallar en 1977 el caso
“Lino de la Torre”, reconoció a las cámaras la facultad de reprimir hechos ofensivos que no están
tipificados como delito en el código penal. El argumento no resulta convincente: si el código penal no ha
incriminado el hecho, y tampoco una ley ha conferido la congreso potestad para sancionarlo, ocurre lo
mismo que acontece con cualquier conducta en el derecho penal (sin ley no hay delito ni pena). El
congreso tiene competencia para dictar la norma represiva, si no lo hace, falta la ilicitud.
En cuanto a la facultad para castigar hechos que implican delitos penales cometidos en agravio al
congreso, la misma corte en el caso Eliseo Acevedo”de 1885, interpreto que al calificar la ley el hecho
como desacato y designar la pena con que debe ser castigado, entendió sin duda someterlo a la
jurisdicción de los tribunales ordinarios, como todos los demás delitos que ella comprende.

118.- La inviolabilidad de los legisladores por sus discursos y opiniones en el desempeño de sus
mandatos (art. 68). Alcance de la protección constitucional.

D) La inmunidad de expresión: Reputándose al congreso un órgano eminentemente deliberativo, la


libertad de expresión de sus miembros ha sido considerada como imprescindible para el desempeño de su
cargo. A este privilegio se lo conoce con el titulo de Inmunidad de opinión y mediante el, y sobre la base
del art. 68, ninguno de los miembros del congreso puede ser acusado, interrogado judicialmente, ni
molestado por sus opiniones o discursos que emita en el desempeño de su mandato de legislador.
En la doctrina penal hay quienes consideran que la norma del art. 68 consagra no una inmunidad sino una
indemnidad.
Las indemnidades son exclusiones de la ley penal, mediante las cuales una persona queda excluida de
responsabilidad penal. En nuestro derecho no puede haber indemnidades personales conforme al art. 16.
Sin embargo esta indemnidad es de carácter “funcional” más no personal.
La indemnidad del caso protege opiniones y discursos emitidos en el desempeño del cargo. Quiere decir,
en el tiempo, esas opiniones y esos discursos tienen que emitirse desde que el legislador se incorpora a la
cámara hasta que concluye su mandato. Pero emitidos en tal lapso gozan de indemnidad vitalicia.

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Discursos y opiniones significan toda expresión oral o escrita vertida en el desempeño del cargo, con
ocasión del mismo y en ocasión del mismo y en cumplimiento de su función, aunque no sea en el recinto
de sesiones.
Por esos discursos y opiniones no cabe:
A) Proceso judicial ni administrativo (pero si el ejercicio de la facultad disciplinaria de la cámara).
B) Ni citación para comparecer en juicio (ni como parte ni como testigo)
C) Ni situación que origine molestias al legislador.
La indemnidad del art. 68 no alcanza a excluir la responsabilidad penal a los actos del legislador que
puedan quedar atrapados directamente por la incriminación constitucional del art. 29 (traidores a la
patria).

El derecho judicial en materia de inmunidades de expresión: La corte suprema manifestó en el caso


“fiscal contra Benjamín Calvete” de 1864, que esta inmunidad debe interpretarse en el sentido más
amplio y absoluto, porque si hubiera un medio de violarla impunemente, el se emplearía con frecuencia
por lo que intentaron coartar la libertad de los legisladores dejando burlado su privilegio, frustrada al
constitución en una de sus mas sustanciales disposiciones.
En 1960, al fallar en el caso “Mario Martínez Casas”, la propia corte reitero y especifico su doctrina.

119.- La inmunidad del legislador frente al arresto (art. 69). El caso de ser sorprendido "in
fraganti" delito. El desafuero y la actividad judicial (art. 70). La subsistencia de los privilegios
parlamentarios durante el estado de sitio. La situación del legislador cuando actúa ante los
tribunales de justicia.

E) Inmunidad de arresto: El art. 69 dice que ningún senador o diputado, desde el DIA de su elección hasta
el de su cese, puede ser arrestado; excepto el caso de ser sorprendido in fraganti en la ejecución de algún
crimen que se merezca pena de muerte, infamante, u otra aflictiva, de lo que se daría cuenta a la cámara
respectiva con la información sumaria del hecho.
Concluido el termino del mandato el privilegio terminara. Se trata de inmunidad de arresto, o sea, de
detención de la libertad corporal.
No implica inmunidad de proceso, es decir que puede iniciarse una causa penal contra el legislador y
tramitarse mientras no se afecte su libertad corporal.
La expresión in fraganti admite tres interpretaciones:
A) Solamente en el instante de cometer el delito.
B) También en la tentativa
C) También después de cometido el delito si se descubre al legislador cuando huye o se oculta, o se lo
sorprende con instrumentos, efectos o armas que permitan presumir la comisión del delito.

F) El desafuero: El art. 70 contempla el desafuero; la norma habilita un procedimiento del privilegio, para
que el juez pueda plenamente actuar su competencia en el proceso penal. Dice el articulo que cuando se
forme querella por escrito ante las justicias ordinarias contra cualquier senador o diputado, examinado el
merito del sumario en juicio publico, podrá cada cámara con dos tercios de votos, suspender en sus
funciones al acusado y ponerlo a disposición del juez competente para su juzgamiento .
No se trata de un privilegio de irresponsabilidad que implique una limitación personal del alcance de la
ley penal, sino de un privilegio procesal, que según soler establece determinadas condiciones
extraordinarias para el proceso de una persona, a modo de antejuicio; consiste pues, en un impedimento
que posterga el proceso penal común hasta que se hayan producido ciertos actos: desafuero, destitución,
etc. Y en nuestro régimen, ni siquiera dilata al iniciación del proceso, sino solo la privación de la libertad
o la condena.
Sin necesidad de desafuero previo, el juez puede incoar la causa penal; ello surge con evidencia del
articulo, que comienza presumiendo la formación de querella y prosigue refiriéndose al examen del
sumario, y a la puesta a disposición del acusado ante juez competente
Solo es imprescindible el desafuero para que el juez de la causa pueda privar de su libertad al legislador;
hasta allí el juicio promoverse o proseguirse.

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El desafuero se limita al caso o hecho correspondiente al sumario que al cámara examina. No hay
desafueros generales se necesita un desafuero para cada proceso.

Delito anterior a las elección:


A) Si al tiempo de su elección ya esta iniciado el proceso, la camara no debería incorporarlo. No hay
idoneidad.
B) Si al tiempo de su elección esa persona ya esta privada de su libertad durante el proceso la solución
seria la misma.
C) Si el proceso se inicia después de su elección debe aplicarse la inmunidad de arresto por mas que el
delito sea anterior. Luego el mecanismo del desafuero.

El desafuero y el juicio político: El desafuero se asemeja en algo al juicio político, en cuanto a que ambos
confieren cierto tipo de inmunidad frente al proceso penal. Pero el juicio el juicio político implica un
antejuicio (que mientras no concluye impide promover el proceso penal y significa inmunidad de
proceso), y el desafuero, en cambio, no obsta a la iniciación del juicio penal sino solo a que en el se prive
de la libertad al imputado.

El desafuero y las épocas de facto: En caso de proceso penal a un legislador durante el periodo en que se
hubiera desempeñado de no haber resultado disuelto el congreso por el periodo de facto, el juez debe
reputar que la destitución por golpe de estado no alcanza a allanar el fuero parlamentario, así que
conserva su privilegio y no puede ser privado de su libertad.

El derecho judicial en materia de desafuero: Según jurisprudencia de la corte:


A) El juez puede formar el sumario y averiguar la verdad del hecho sin previo desafuero, pero no puede
arrestar al acusado hasta que la cámara de la que es parte allane el privilegio.
B) Los arts. 69 y 70 no se oponen a la iniciación de acciones criminales contra un legislador (que no
tuviesen origen en sus opiniones como tal), ni a que se adelante las procedimientos del juicio mientras
no se afecte su libertad personal.
C) El procedimiento judicial puede continuarse hasta el llamamiento de autos, correspondiendo en ese
momento suspender el juicio hasta que la cámara se pronuncie acerca del desafuero.
Los privilegios en sede judicial: Se discute si los privilegios parlamentarios también inmunizan al
legislador cuando actúa ante los tribunales de justicia ¿Pueden estos sancionar incluso con arresto, a un
legislador que ha faltado el respeto al juez o al tribunal ante el cual interviene en el juicio?
No debe olvidarse que si el congreso ha merecido de la constitución toda una serie de garantías para su
funcionamiento normal e independiente, el poder judicial también merece igual protección al decoro y a
la libre administración de justicia. Parece indudable que cualquier legislador quede equiparado a los
particulares y a los profesionales cuando actúa en juicio y sometido, por ende, a la facultad disciplinaria
del juez o tribunal de la causa.
Al fallar en 1912 en el caso Manual Gascon en el que el senador provincial, actuando como letrado
defensor de un reo sufrió una medida disciplinaria de arresto por un tribuna judicial, la Corte admitió con
extensos fundamentos la sanción entre otras razones, por la necesidad de no quebrantar la igualdad de
condiciones de todos los litigantes.

Los privilegios durante el estado de sitio: Los privilegios parlamentarios no quedan suspendidos durante
el estado de sitio. Así lo declaró la Corte Suprema en el caso Alem de 1893, en el que dijo que se el estado
de sitio ha sido previsto para garantizar la existencia de las autoridades creadas por la constitución,
resultaría incongruente que el art. 23 autorizara al presidente para destruir los poderes legislativos y
judiciales por medio de arrestos o traslados.

120.- La facultad de “hacer venir a los ministros del Poder Ejecutivo” (Art. 71), fundamento y
alcance. Antecedentes históricos. La interpelación al jefe de gabinete (Art. 101). La potestad de
investigar (Art. 75 Inc. 32). Designación de comisiones investigadoras. Fundamento y alcance.
Antecedentes históricos.

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La interpelación: El Art. 71 dispone que C/u de las cámaras puede hacer venir a su sala a los ministros
del poder ejecutivo para recibir las explicaciones e informes que estime convenientes. A este llamado se
lo denomina interpelación.
No se trata de una interpelación en sentido estricto por lo siguiente:
A) Ni el poder ejecutivo ni los ministros tienen responsabilidad política ante el congreso.
B) Ni dependen de la confianza del congreso.
C) Ni están sujetos a su censura.
D) Ni deben dimitir cuando el congreso no esta políticamente satisfecho de su gestión.
Esta interpelación funciona solamente a mero titulo de información o conocimiento. La interpelación
recae sobre el poder ejecutivo.
Puede ser un instrumento para hostigar al ejecutivo o un llamado a la opinión pública, etc. Los ministros
no pueden negarse a concurrir, ni pueden suplir su presencia mediante un informe escrito. Se trata más
que nada de una obligación política que otra cosa, porque el art. 71 no prevé sanción alguna por no
concurrir.

Alcance de la interpelación: El Art. 72 no delimita los asuntos sobre los cuales las cámaras pueden pedir
informes y explicitaciones. Pareciera que el silencio que la norma guarda al respecto, brinda amplitud sin
límites. Sin embargo:
A) La interpelación tiene solo finalidad informativa, es decir sobre información útil y practica, distinto
del mero conocer por conocer.
B) La constitución no confiere competencias inútiles, por lo que se ha otorgado a las cámaras la de
interpelar, el objetivo de la interpelación debe ser conducente al algo útil y ese algo útil es poner al
congreso en situación de cumplir una competencia propia, o de ejercer controles, etc.
C) Ninguna competencia puede interpretarse en desmedro de la división de poderes que la constitución
consagra.
D) Parece correcto concluir que la interpelación ha de caer exclusivamente en asuntos o materias que
guarden convexidad funcional con una o más competencias del Congreso, retrayéndose ante la zona
de reserva del poder ejecutivo.

Conforme al artículo 101 de la Constitución Nacional, el Jefe de Gabinete debe concurrir al Congreso al
menos una vez por mes, alternativamente a cada Cámara, para informar de la marcha del gobierno, sin
perjuicio de lo dispuesto por el artículo 71. Puede ser interpelado a los efectos del tratamiento de una
moción de censura, por el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cualquiera de
las Cámaras, y ser removido por el voto de la mayoría absoluta de los miembros de cada una de las
Cámaras.

Las facultades de investigación de las cámaras: Par la investigación, las cámaras actúan normalmente a
través de comisiones en quienes se delega la competencia del cuerpo.
Las investigaciones parlamentarias son generalmente admitidas, casi son excepción y admitidas con
alcances muy amplios que abarca todo el funcionamiento del estado. Investigar significa realizar
indagaciones, pesquisas y recopilaciones de noticias sobre hechos u objetos, sea mediante examen de
documentos o interrogatorio de individuos.
No se extiende a asuntos privados de los individuos, ni puede tener por fin castigar a los investigados,
interferir en la competencia de otros órganos del poder, examinar el fundamento de las sentencias, o
penetrar en los asuntos secretos o confidenciales, que conforme a la constitución, entran en los actos
privados del ejecutivo. No se trata de investigar por investigar, por curiosidad, sino para obtener un
resultado que permita al congreso ejercer luego actos que son de su competencia propia. Los derechos y
garantías individuales deben respetarse en el trámite de la investigación; pueden citarse testigos,
solicitarse documentación, etc., pero no puede sancionarse.
Atribuciones de las cámaras:
a) no pueden ----- actividad judicial, salvo que la ley que crea esa comisión lo diga expresamente.
b) siempre va a ser legítima, siempre que lo que realiza se haga con el objeto de legislar.
c) 1° antecedente: Lisandro de la Torre con la investigación de los ------ ingleses.
d) son creadas por una ley que las regule y las limite.

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e) las comisiones pueden ser mixtas (formadas por miembros de ambas cámaras).

121.- Procedimiento para la sanción de las leyes (arts. 77, 39, 40, 52, 75 Inc. 2 y 19). La aprobación y
el rechazo. Los proyectos impedidos de repetirse en las sesiones del año. Los proyectos adicionados
y corregidos (arts. 81 y 82). El tratamiento particular en las comisiones internas (Art. 79). Los
proyectos vetados (Art. 83). La caducidad de los proyectos. La ley Nº 13.640 Y 23.821.

La sanción de la ley en su aspecto sustancial:


Al congreso se lo llama órgano legislativo porque legisla, es decir, emite leyes. No es su única función,
también cumple funciones administrativas, actividades políticas, etc.
Pero sí, legisla únicamente el congreso, no lo hace el ejecutivo ni los jueces.
El proceso legislativo consta de tres etapas:
a) iniciativa o formulación del proyecto.
b) etapa constitutiva o de sanción.
c) etapa de eficacia (promulgación y publicación).
La etapa de sanción es exclusiva y excluyente del congreso.

La sanción de la ley en su aspecto procesal:


La etapa constitutiva o de sanción transita separadamente en cada cámara; la cámara donde empieza el
tratamiento de un proyecto se llama “Cámara de origen” y la otra “Cámara revisora”.
Las leyes pueden comenzarse a tratar en cualquiera de las cámaras, salvo las que versan sobre
contribuciones y reclutamiento de tropas, que deben tener principio en diputados (no el proyecto sino su
tratamiento) Art. 52. También la iniciativo popular => consulta popular.
Cada cámara aprueba por sí el proyecto, siguiendo los mecanismos en los arts. 77 y 79.
Lograda tal aprobación en las dos, el proyecto queda sancionado usándose para la sanción la fórmula
establecida en el Art. 84: “el senado y la cámara de diputados de la Nación argentina reunidos en
congreso,…. Decretan o sancionan con fuerza de ley”.

A) La aprobación: Aprobado un proyecto de ley por la cámara de origen, pasa su discusión a la otra
cámara: aprobado por ambas, se sanciona. Pasa al poder ejecutivo, si lo aprueba, lo promulga como ley,
Art. 78.

B) El rechazo: Los proyectos de ley desechados totalmente por una de las cámaras no puede repetirse en
las sesiones de aquel año.

C) Los proyectos adicionados o corregidos:


Art. 81.- Ningún proyecto de ley desechado totalmente por una de las Cámaras podrá repetirse en las
sesiones de aquel año. Ninguna de las Cámaras puede desechar totalmente un proyecto que hubiera tenido
origen en ella y luego hubiese sido adicionado o enmendado por la Cámara revisora. Si el proyecto fuere
objeto de adiciones o correcciones por la Cámara revisora, deberá indicarse el resultado de la votación a
fin de establecer si tales adiciones o correcciones fueron realizadas por mayoría absoluta de los presentes
o por las dos terceras partes de los presentes. La Cámara de origen podrá por mayoría absoluta de los
presentes aprobar el proyecto con las adiciones o correcciones introducidas o insistir en la redacción
originaria, a menos que las adiciones o correcciones las haya realizado la revisora por dos terceras partes
de los presentes. En este último caso, el proyecto pasará al Poder Ejecutivo con las adiciones o
correcciones de la Cámara revisora, salvo que la Cámara de origen insista en su redacción originaria con
el voto de las dos terceras partes de los presentes. La Cámara de origen no podrá introducir nuevas
adiciones o correcciones a las realizadas por la Cámara revisora.
Art. 82.- La voluntad de cada Cámara debe manifestarse expresamente; se excluye, en todos los casos, la
sanción tácita o ficta.

D) Los proyectos vetados:


Art. 83, contempla los casos en que un proyecto vuelve al congreso por veto del poder ejecutivo. Si el
poder ejecutivo desecha en el todo o en parte un proyecto sancionado por el congreso, el proyecto vuelve

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con sus objeciones a la cámara de origen. Esta lo discute, y si lo confirma por mayoría de dos tercios de
votos pasa a la cámara revisora, si esta también insiste con igual mayoría, el proyecto es ley y pasa al
poder ejecutivo para su promulgación. En este caso la sanción del congreso obliga al ejecutivo a
promulgarlo, es decir, impide un nuevo veto total o parcial.
Las votaciones de cada cámara deben ser por sí o por no.
Si un proyecto sancionado por el congreso es observado en todo o en parte por le poder ejecutivo, y
devuelto al congreso, las cámaras difieren sobre las objeciones, no puede repetirse en las sesiones de
aquel año.

E) Comisiones internas:
Art.-79: Cada Cámara, luego de aprobar un proyecto de ley en general, puede delegar en sus comisiones
la aprobación en particular del proyecto, con el voto de la mayoría absoluta del total de sus miembros. La
Cámara podrá, con igual número de votos, dejar sin efecto la delegación y retomar el trámite ordinario.
La aprobación en comisión requerirá el voto de la mayoría absoluta del total de sus miembros. Una vez
aprobado el proyecto en comisión, se seguirá el trámite ordinario.

Los proyectos que no logran sanción en el año legislativo: caducidad.


La ley 13.640, del año 1949, regula casos en los que un proyecto no queda sancionado durante el año
legislativo en que comienza su tratamiento. El Art. 1° dice: “todo asunto sometido a la consideración del
congreso que no obtenga sanción en una de sus cámaras durante el año parlamentario en que tuvo entrada
en el cuerpo, o en el siguiente, se tendrá por caducado. Si obtuvo sanción en alguna de ellas en el término
indicado, este se prorrogará por un año más. Todo asunto aprobado con modificaciones por la cámara
revisora que no termine el trámite establecido en el Art. 81 de la constitución nacional en el año
parlamentario en que obtuvo la referida aprobación o en el siguiente, se tendrá por caducado”.
Se exceptúan de acuerdo con el Art. 2° los proyectos de códigos, tratados, los proyectos enviados por el
poder ejecutivo sobre provisión de fondos para pagar los créditos contra la nación, y los reclamos
particulares con igual carácter.
Se excluyen los asuntos, que por ser de competencia privativa de una sola, no exigen la intervención de la
otra.
Según el Art. 3°, los proyectos de ley o parte de ellos que el poder ejecutivo devuelva observados en uso
de la facultad que le acuerda el Art. 83 de la constitución nacional que el congreso no confirme en el año
parlamentario en que fueron devueltos o en el siguiente, se tendrán por caducados”.

Art. 39.- Los ciudadanos tienen el derecho de iniciativa para presentar proyectos de ley en la Cámara de
Diputados. El Congreso deberá darles expreso tratamiento dentro del término de doce meses.
El Congreso, con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara,
sancionará una ley reglamentaria que no podrá exigir más del tres por ciento del padrón electoral
nacional, dentro del cual deberá contemplar una adecuada distribución territorial para suscribir la
iniciativa.
No serán objeto de iniciativa popular los proyectos referidos a reforma constitucional, tratados
internacionales, tributos, presupuesto y materia penal.
Art. 40.- El Congreso, a iniciativa de la Cámara de Diputados, podrá someter a consulta popular un
proyecto de ley. La ley de convocatoria no podrá ser vetada. El voto afirmativo del proyecto por el pueblo
de la Nación lo convertirá en ley y su promulgación será automática.
El Congreso o el presidente de la Nación, dentro de sus respectivas competencias, podrán convocar a
consulta popular no vinculante. En este caso el voto no será obligatorio.
El Congreso, con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara,
reglamentará las materias, procedimientos y oportunidad de la consulta popular.

122.- Las leyes que sancione el Congreso de la Nación: a) Leyes Federales: fundamento y materias
que comprenden; b) Leyes de Derecho Común: fundamento y materias que comprenden; c) Leyes
Locales: fundamento y materias que comprenden; d) Leyes de Carácter Mixto: fundamento y
materias que comprenden. Órganos judiciales que intervienen en cada caso. Las leyes secretas, la
Ley Nº 26.134.

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La producción de leyes en sentido formal es la actividad principal del Congreso, a tal punto que una de
las notas características de dichos actos es precisamente que emanan del órgano legislativo. Y la otra, es
que debe respetarse el procedimiento fijado en el texto constitucional. La doctrina diferencia este tipo de
ley —en sentido “formal”— de la norma que tiene alcance general y que es, por tanto, “ley” en sentido
“material”, independientemente del órgano que la emite. Por ello, no todas las leyes “formales” lo son en
sentido “material” (por ejemplo, una ley del Congreso de alcance individual o que carece de contenido
normativo); y tampoco todas las leyes “materiales” lo son en el sentido “formal” (como los decretos del
Poder Ejecutivo, cuyo contenido normativo sea de alcance general).

A su vez, las leyes nacionales pueden diferenciarse entre:

I. leyes federales
II. leyes de derecho común
III. leyes locales.

Las leyes federales se refieren a diversos tópicos previstos por la Constitución, y pueden serlo por razón
de la materia, por razón de las personas, o por razón del lugar. Se caracterizan, también, porque son
aplicadas, en todo el territorio nacional, por los tribunales federales. En algunos casos el propio Congreso
ha conferido carácter federal a ciertas leyes, o le ha sido establecido por la jurisprudencia.
Las leyes de derecho común son, principalmente, los códigos de fondo —y su legislación
complementaria—, previstos en el artículo 75, inc. 12, de la Constitución Nacional, y su aplicación
corresponde, en general, a los jueces locales.
Finalmente, las leyes locales emanan del Congreso para ser aplicadas solamente en la Capital Federal y
en los territorios federales con sujeción a lo establecido en el artículo 75, inc. 15 y 30, de la Constitución,
teniendo en cuenta también la situación especial en que se encuentra actualmente la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, conforme lo establecido por el artículo 129 y la disposición transitoria séptima de la
Constitución.
Este tipo de distinciones teóricas no siempre se reflejan claramente en la realidad normativa; es decir, un
mismo texto puede ser “mixto” en el tipo de disposiciones que incluye, o la naturaleza de una norma
puede ser ambigua o controvertida.

La Ley 26134 deja sin efecto el carácter secreto o reservado de toda ley que haya sido sancionada con tal
condición. Ordena la publicación de las mencionadas leyes en el Boletín Oficial.

123.- Delegación de facultades legislativas. Prohibición del Art. 99 Inc. 3 y su relación con el Art.76,
condiciones para la delegación: materias, plazos, contenidos. El refrendo del Jefe de Gabinete y el
control del Art. 100 Inc. 12.

Siendo nuestra constitución rígida, la delegación de competencias de un poder a otro, cualquiera sea la vía
como se formalice, es inconstitucional.
Hay dos supuestos en que, no obstante la aparente similitud con la delegación inconstitucional, no hay
trasgresión constitucional.
Ellos son:
1) La imputación de funciones: La imputación de funciones que dentro del ámbito del mismo poder lleva
a cabo un órgano superior con respecto a otro inferior, consiste en que un órgano encomienda o atribuye
parte del ejercicio de sus competencias a otro órgano que le esta de algún modo supeditado dentro del
mismo poder.
Así, el poder ejecutivo unipersonal imputa funciones a órganos que están fuera de el, y que son
extrapoderes (ministros).
2) Delegación impropia: Consiste en lo siguiente: Un órgano (congreso), ejerce una competencia propia
con base constitucional (dictar una ley) pero lo hace mediante marcos muy generales, de modo tal que el
margen de arbitrio que también tiene otro órgano (poder ejecutivo) se amplia a los efectos de ejecutar el
acto del primero.

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Cuando el congreso dicta leyes que, estableciendo una clara política legislativa, fijan marcos genéricos
sin pormenorizar detalles, la facultad integradora del ejecutivo por vía de reglamentación alcanza un
arbitrio mayor en la determinación de las normas de la ley, pero no porque el congreso le delegue
competencias que le son propias, sino porque al haber usado las suyas sin descender a determinados
detalles, el poder ejecutivo encuentra una esfera de mayor amplitud en el ejercicio de su competencia
reglamentaria. Pero la delegación impropia no puede llegar a habilitar al poder ejecutivo a dictar normas
primarias porque la competencia ejecutiva se limita a las secundarias.
El Art. 99, Inc. 3° dice: “el poder ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e
insanable, emitir disposiciones de carácter legislativo.
Solamente cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios
previstos por esta constitución para la sanción de leyes, y no se trate de normas que regulen materia penal,
tributaria, electoral o el régimen de partidos políticos, podrá dictar decretos por razones de necesidad y
urgencia, los que serán decididos en acuerdo general de ministros que deberán refrendarlos,
conjuntamente con el jefe de gabinete de ministros.
El jefe de gabinete de ministros personalmente y dentro de los diez días someterá la medida a
consideración de la comisión bicameral permanente, cuya composición deberá respetar la proporción de
las representaciones políticas de cada cámara. Esta comisión elevará su despacho en un plazo de diez días
al plenario de cada cámara para su expreso tratamiento, el que de inmediato considerarán las cámaras.
Una ley especial sancionada con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada cámara
regulará el trámite y los alcances de la intervención del congreso.
Art. 76: “se prohíbe la delegación legislativa en el poder ejecutivo, salvo en materias determinadas de
administración o de emergencia pública, con plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la
delegación que el congreso establezca…”

Del artículo referido a la delegación de facultades legislativas en el Poder Ejecutivo nacional surgen dos
pautas claras: en primer lugar, una prohibición, la de la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo, que
—según la redacción constituye una regla— y, en segundo término, una competencia, la de delegar
facultades legislativas en el Poder Ejecutivo, en materias determinadas de administración o de emergencia
pública, con plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la delegación que establezca el
Congreso de la Nación. Esta competencia significa una excepción a la regla, introducida luego de esta y
con el término salvo, lo que ratifica el carácter de excepción.
La prohibición está referida a la delegación total o propia, porque la misma norma establece la posibilidad
de delegación de determinadas materias de administración o de emergencia, dentro de las bases y del
plazo que determine el Congreso de la Nación para su ejercicio. Con ello aceptaría la delegación parcial o
impropia. Por el último, el Poder Ejecutivo será desempeñado por un ciudadano con el título de
presidente de la Nación. Asimismo hay que tener en cuenta que el artículo 100, inciso 12, CN establece
que el jefe de gabinete refrenda los decretos que ejercen facultades delegadas por el Congreso.
En cuanto al objeto de la delegación, la Constitución habilita la delegación de determinadas materias de
administración, no de todas —como quedó aclarado—, sin perjuicio de la amplitud del término
administración. Gelli aclara que no podrán delegarse aquellas materias de administración «que requieran
un procedimiento de aprobación especial o mayorías agravadas o constituyan un mecanismo de control».
En lo referido a la delegación en situaciones de «emergencia, no se podrían eludir las prohibiciones del
artículo 99, inciso 3, CN —materias tributaria, penal, electoral y de partidos políticos—, aunque no
figuren expresamente en el artículo 76 CN. La explicación resulta obvia: constituyen zona de reserva del
Poder Legislativo.
El último punto que trata la norma constitucional regula la caducidad del plazo, que limita el ejercicio de
facultades legislativas por el Ejecutivo. Expresa: «La caducidad resultante del transcurso del plazo
previsto en el párrafo anterior no importará revisión de las relaciones jurídicas nacidas al amparo de las
normas dictadas en consecuencia de la delegación legislativa». No admite dudas de que la revisión
prohibida se refiere a la del Congreso, pues siempre queda la posibilidad de la revisión judicial.
A su vez, la cláusula transitoria octava habla de que la legislación delegada que no contenga plazo
caducará a los cinco años de la vigencia de esta disposición, a excepción de la que el Congreso ratifique
por ley. ¿A qué legislación se refiere?

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Consideramos correcto interpretar que se refiere a la elaborada por el Poder Ejecutivo, de acuerdo con las
bases de la delegación confeccionadas por el Congreso, y no a las propias leyes de delegación del
Congreso. Todo ello, a pesar de la poca claridad del texto.

No cabe ninguna duda que los Decretos de Necesidad y Urgencia incorporados por la reforma
constitucional de 1994, constituyen una grave violación al principio de soberanía popular, ya que,
mientras que el Congreso representa a todos los habitantes de la Nación Argentina, el presidente
representa solamente a la mayoría votante. Las leyes son creadas y sancionadas por el poder legislativo
porque en éste hay una amplia deliberación y están representados los intereses de todos los argentinos, en
cambio, el presidente puede promulgar un DNU en reserva en su despacho, representando así sus propios
intereses o los de la mayoría.
La Delegación Legislativa amparada por el artículo 76, se refiere a que el Congreso le transfiere al Poder
Ejecutivo su facultad de creación de las normas, pero sólo en casos de emergencia (actos imprevisibles o
aún previstos, inevitables) y administración, y por el plazo y las bases sentadas por el Congreso de la
Nación. Asimismo el artículo 99 Inc. 3, establece otra prohibición, hay materias que se las reserva el
Congreso nacional y no pueden ser delegadas al poder ejecutivo, tales como normas penales, tributarias,
electorales o relativas al régimen de los partidos políticos. Se trata de los DNU, que serán decididos en
acuerdo general de ministros que deberán refrendarlos, conjuntamente con el Jefe del gabinete de
ministros (Art. 100 Inc. 12).

BOLILLA 23

Atribuciones del Congreso de la Nación.


Punto 124

Relación con el artículo 121: Este articulo expresa que nuestra organización federal es en esencia un
sistema de competencias delegadas. Su texto es el siguiente: Las provincias conservan todo el poder no
delegado por esta constitución al Gobierno Federal, y el que expresamente se hallan reservados por pactos
especiales al tiempo de su incorporación.

Las atribuciones incluidas en el artículo 75

Los derechos de importación y exportación, aduanas, contribuciones directas, empréstitos, uso y


enajenación de tierras nacionales (arts. 4,75 incisos 1, 2, 3, 4,5, y afines). El texto de dichas normas es el
siguiente:
Artículo 75: corresponde al congreso:
1) Legislar en materia aduanera. Establecer los derechos de importación y exportación, los cuales, así
como las a valoraciones sobre las que recaída en, serán uniformes en todas país .
2) Imponer contribuciones indirectas como faculta concurrente con las provincias. Imponer
contribuciones directa, por tiempo determinado, proporcionalmente iguales en todo el territorio de la
Nación, siempre que la defensa, seguridad común y general del estado lo exijan. Las contribuciones
previstas en este inciso, son coparticiparles... una organismo fiscal era el tendrá control fiscal y sanción
de lo establecido en este inciso ...
3) Establecer y modificar asignaciones específicas de recursos coparticiparles...
4) Contraer en empréstitos sobre el crédito a la nación .
5) Disponer de lo usó de la enajenación de las tierras de propiedad nacional.

Sistema rentistico y financiero: impuestos y contribuciones.

El artículo 4 de la constitución nacional prevé la formación de los recursos llamados "tesoro nacional",
cuyo núcleo es la facultad impositiva:

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a) Impuestos directos: por principio son competencia de las provincias, pero aparecen en el Art. 75 Inc. 2
como concurrentes con el congreso y con la posibilidad de ser coparticipables.
b) impuestos indirectos: esto se dividen en dos:-externos: cuya competencia es exclusivamente federal y
representan los derechos aduaneros, de importación y exportación.-interno: ellos se encuentran como
competencia concurrente del estado federal y las provincias.

Principios constitucionales que rigen la tributación fiscal:


-Legalidad: sólo el congreso y impone las contribuciones.
-Igualdad: la igualdad es la base del impuesto.
-No confiscatoriedad: deben tener límites razonables.
-Finalidad: deben tener un fin de interés general.

Régimen Aduanero:
Corresponde al congreso legislador sobre las aduanas exteriores y derechos de importación y exportación.
Ellos deben ser uniformes en toda la nación. Sólo hay aduanas nacionales y todo el régimen es federal.
Los límites provinciales no rompen la unidad territorial desterrado. Las tarifas serán las impuestas por el
congreso. Esto se debe a que el estado federal no puede crear aduanas interiores. Así también las
provincias no pueden crear aduanas interiores ni exteriores. Esta prohibición de establecer aduanas
interiores se vincula con la libre "circulación territorial".

Empréstitos, Operaciones financieras y Correos: El congreso tiene competencia para contraer empréstitos
de dinero sobre el crédito la nación, uso y enajenación de las tierras de propiedad nacional y establecer las
pocas y correos federales y por analogía a los telégrafos, teléfonos y otros medios de comunicación.

Sistema bancario y emisión de billetes (art. 75 inc. 6):


6) la constitución prevé como atribución del congreso, como órgano legislativo federal, "Establecer y
reglamentar un banco federal con facultad de emitir moneda, así como otros bancos nacionales"(artículo
75 inciso 6). El inciso 11, a su vez, le confieren autoridad para "hacer cesar moneda, fijar su valor y el de
las extranjeras. ...".
Bancos: actualmente el Banco Central de la República Argentina es el organismo con facultad de emitir
billetes. Por otro lado, aunque no está expresamente establecido en el texto constitucional, el congreso
federal tiene también como atribuciones alusivo a la de legislado sobre el sistema bancario privado. Esto
surge de la cláusula comercial, dado que el sistema constituye una herramienta imprescindible de
comerciantes provincial e internacional . Las provincias no pueden establecer bancos que imitan billetes
sin autorización del congreso puesto que así lo declara el artículo 126 de nuestra constitución nacional,
sin embargo, no es discutible es la competencia de las provincias para establecer Bancos Provinciales.

Moneda: nuestro sistema monetario no es de libre acuñación sino de monopolio estatal. Nuestro código
civil adopta el principio nominalista, según el cual el dinero se da y se recibe por su valor nominal, o sea,
vale por su significado jurídico.

Pago de la deuda Interna y Externa:


7) Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la nación.

Fijación del Presupuesto:


8) fijar anualmente el presupuesto general de gastos y cálculo de recursos de administración nacional en
base al programa general de gobierno y al plan de inversiones públicas y aprobar o desechar la cuenta de
inversión.
El presupuesto se define, según Bielsa, como "un cálculo previo y exacto de los ingresos recursos y
derechos o gastos fijado por el poder legislativo, para ser realizado en un período mi nativo que, por
principio en un año".
En los ingresos se ubica la autorización para recaudar impuestos y en los egresos la autorización para
efectuar gastos o inversiones. Por ende, el presupuesto no es una ley fiscal. Lo prepara el poder ejecutivo

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conservándolos en la ley de contabilidad. Podía iniciarse en cualquier cámara. Por eso decimos, que el
congreso juega un rol de contralor.

Inc.9.- Subsidios a las provincias: Acordar subsidios del Tesoro nacional a las provincias, cuyas rentas
no alcancen, según sus presupuestos, a cubrir sus gastos ordinarios.

Inc. 10.- Reglas sobre la libre navegación de los ríos interiores, habilitación de puertos: Reglamentar
la libre navegación de los ríos interiores, habilitar los puertos que considere convenientes, y crear o
suprimir aduanas.

Inc.11.- Emisión monetaria con fijación de su valor y del de las extranjeras. Sistema nacional
uniforme de pesas y medidas, etc.: Hacer sellar moneda, fijar su valor y el de las extranjeras; y adoptar
un sistema uniforme de pesos y medidas para toda la Nación.

Inc.12.- La sanción de los códigos civil, comercial, penal, de minería y del trabajo y seguridad
social, la posibilidad de unificar los cuerpos. La sanción de leyes sobre naturalización y
nacionalidad. La sanción de leyes necesarias para el establecimiento de juicios por jurados: Dictar
los códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y Seguridad Social, en cuerpos unificados
o separados, sin que tales códigos alteren las jurisdicciones locales, correspondiendo su aplicación a los
tribunales federales o provinciales, según que las cosas o las personas cayeren bajo sus respectivas
jurisdicciones; y especialmente leyes generales para toda la Nación sobre naturalización y nacionalidad,
con sujeción al principio de nacionalidad natural y por opción en beneficio de la argentina; así como
sobre bancarrotas, sobre falsificación de la moneda corriente y documentos públicos del Estado, y las que
requiera el establecimiento del juicio por jurados.

Inc.13.- Reglamentación del comercio interprovincial con el extranjero: Reglar el comercio con las
naciones extranjeras, y de las provincias entre sí.

Inc.14.- Reglamentación de correos generales: Arreglar y establecer los correos generales de la


Nación.

Inc. 15.- Fijación de los límites territoriales de la Nación y las provincias, creación de nuevas
provincias, legislación sobre territorios nacionales: Arreglar definitivamente los límites del territorio
de la Nación, fijar los de las provincias, crear otras nuevas, y determinar por una legislación especial la
organización, administración y gobierno que deben tener los territorios nacionales, que queden fuera de
los límites que se asignen a las provincias.

Inc.16.- Proveer a la seguridad de las fronteras

Inc.17.- El reconocimiento y las garantías a los derechos indígenas: Reconocer la preexistencia étnica
y cultural de los pueblos indígenas argentinos.
Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la
personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que
tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano;
ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su
participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten. Las
provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones.

Inc.18.- Se refiere al bien común: Proveer lo conducente a la prosperidad del país, al adelanto y
bienestar de todas las provincias, y al progreso de la ilustración, dictando planes de instrucción general y
universitaria, y promoviendo la industria, la inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales
navegables, la colonización de tierras de propiedad nacional, la introducción y establecimiento de nuevas
industrias, la importación de capitales extranjeros y la exploración de los ríos interiores, por leyes
protectoras de estos fines y por concesiones temporales de privilegios y recompensas de estímulo.

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Inc.19.- Se refiere al bien común: Proveer lo conducente al desarrollo humano, al progreso económico
con justicia social, a la productividad de la economía nacional, a la generación de empleo, a la formación
profesional de los trabajadores, a la defensa del valor de la moneda, a la investigación y al desarrollo
científico y tecnológico, su difusión y aprovechamiento.
Proveer al crecimiento armónico de la Nación y al poblamiento de su territorio; promover políticas
diferenciadas que tiendan a equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y regiones. Para estas
iniciativas, el Senado será Cámara de origen.
Sancionar leyes de organización y de base de la educación que consoliden la unidad nacional respetando
las particularidades provinciales y locales; que aseguren la responsabilidad indelegable del Estado, la
participación de la familia y la sociedad, la promoción de los valores democráticos y la igualdad de
oportunidades y posibilidades sin discriminación alguna; y que garanticen los principios de gratuidad y
equidad de la educación pública estatal y la autonomía y autarquía de las universidades nacionales.
Dictar leyes que protejan la identidad y pluralidad cultural, la libre creación y circulación de las obras del
autor; el patrimonio artístico y los espacios culturales y audiovisuales.

Inc.20.- Institución de tribunales inferiores de la Corte Suprema de Justicia: Establecer tribunales


inferiores a la Corte Suprema de Justicia; crear y suprimir empleos, fijar sus atribuciones, dar pensiones,
decretar honores, y conceder amnistías generales.

Inc.21.- Pronunciamiento sobre dimensión del presidente y vicepresidente de la República: Admitir


o desechar los motivos de dimisión del presidente o vicepresidente de la República; y declarar el caso de
proceder a nueva elección.

Inc.22.- Aprobar y desechar tratados y concordatos: Aprobar o desechar tratados concluidos con las
demás naciones y con las organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los
tratados y concordatos tienen jerarquía superior a las leyes.
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal de Derechos
Humanos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y su Protocolo
Facultativo; la Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; la Convención
Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial; la Convención sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y
otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; la Convención sobre los Derechos del Niño; en
las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera
parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella
reconocidos. Sólo podrán ser denunciados, en su caso, por el Poder Ejecutivo nacional, previa aprobación
de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara.
Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por el Congreso,
requerirán del voto de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara para gozar
de la jerarquía constitucional.

Inc.23.- Legislar y promover medidas de acción positiva que garanticen la igualdad real de
oportunidades y de trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por esta Constitución y
por los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en particular respecto de los niños, las
mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad.
Dictar un régimen de seguridad social especial e integral en protección del niño en situación de
desamparo, desde el embarazo hasta la finalización del período de enseñanza elemental, y de la madre
durante el embarazo y el tiempo de lactancia.

Inc. 24.- Aprobar tratados de integración que deleguen competencias y jurisdicción a organizaciones
supraestatales en condiciones de reciprocidad e igualdad, y que respeten el orden democrático y los
derechos humanos. Las normas dictadas en su consecuencia tienen jerarquía superior a las leyes.
La aprobación de estos tratados con Estados de Latinoamérica requerirá la mayoría absoluta de la
totalidad de los miembros de cada Cámara. En el caso de tratados con otros Estados, el Congreso de la

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Nación, con la mayoría absoluta de los miembros presentes de cada Cámara, declarará la conveniencia de
la aprobación del tratado y sólo podrá ser aprobado con el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de
los miembros de cada Cámara, después de ciento veinte días del acto declarativo.
La denuncia de los tratados referidos a este inciso, exigirá la previa aprobación de la mayoría absoluta de
la totalidad de los miembros de cada Cámara.

Inc.25.- Autorizar al Poder Ejecutivo para declarar la guerra o hacer la paz.

Inc.26.- Facultar al Poder Ejecutivo para ordenar represalias, y establecer reglamentos para las presas.

Inc.27.- Fijar las fuerzas armadas en tiempo de paz y guerra, y dictar las normas para su organización y
gobierno.

Inc.28.- Permitir la introducción de tropas extranjeras en el territorio de la Nación, y la salida de las


fuerzas nacionales fuera de él.

Inc.29.- Declarar en estado de sitio uno o varios puntos de la Nación en caso de conmoción interior, y
aprobar o suspender el estado de sitio declarado, durante su receso, por el Poder Ejecutivo.

Inc.30.- Ejercer una legislación exclusiva en el territorio de la capital de la Nación y dictar la legislación
necesaria para el cumplimiento de los fines específicos de los establecimientos de utilidad nacional en el
territorio de la República. Las autoridades provinciales y municipales conservarán los poderes de policía e
imposición sobre estos establecimientos, en tanto no interfieran en el cumplimiento de aquellos fines.

Inc.31.- Disponer la intervención federal a una provincia o a la ciudad de Buenos Aires.


Aprobar o revocar la intervención decretada, durante su receso, por el Poder Ejecutivo.

Inc.32.- Hacer todas las leyes y reglamentos que sean convenientes para poner en ejercicio los poderes
antecedentes, y todos los otros concedidos por la presente Constitución al Gobierno de la Nación
Argentina.

BOLILLA 24

126) Atribuciones del congreso de la Nación (continuación)

Art. 3: Las autoridades que ejercen el gobierno federal, residen en la ciudad que se declare capital de la
República por una ley especial del Congreso...
En 1880 la ciudad de Buenos Aires.

Promoción de la reforma constitucional

Art. 30: La Constitución puede reformarse en el todo o en cualquiera de sus partes. La necesidad de la
reforma debe ser declarada por el Congreso con el voto de dos tercera partes, al menos, de sus miembros,
pero no se efectuara sin por una Convención convocada al efecto.
Al Congreso le incumbe, privativa y exclusivamente la inciativa de la reforma, no en la confección del
proyecto sino en la declaración de que la reforma es necesaria.
La jurisprudencia de la Corte establece que no hay control judicial de constitucionalidad de la reforma,
porque se trata de una cuestión política no judiciable.
A su vez, se puede reformar en el todo o en sus partes. No es una cuestión cualitativa sino cuantitativa. No
se puede abolir la forma democratica, federal, republicana de gobierno.
Etapas de la reforma:
a) Iniciativa o declaración que es necesaria. Por el Congreso.
b) Revisión, donde se lleva a cabo. Por la Convención reformadora o constituyente.
La Convención tiene límites:

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1- Los contenidos petreos de la C.N.
2- El temario fijado por el Congreso al declarar la necesidad de la reforma.

Actos que deben cumplirse con participación de las legislaturas provinciales


Dada la estructura federal de nuestro régimen, el Congreso cumple ciertos actos que son, de su
competencia con consentimiento de las legislaturas provinciales. Es decir, hace falta la concurrencia de un
órgano federal y un órgano provincial:
a) Sede de la Capital Federal.
b) Nuevas provincias.
c) Otros actos:
Con autorización del Congreso federal, las provincias pueden celebrar tratados parciales para fines de
administración de justicia, de intereses económicos y trabajos de utilidad común y establecer bancos con
facultad de emitir billetes, pues no pueden hacerlo sin autorización del congreso (art. 126).

Artículo 14:
Reconoce derechos individuales a los habitantes que se gozan conforme las leyes que reglementan su
ejercicio. El caracter relativo de tales derechos los somete a limitaciones que el Congreso puede
establecer a traves de la legislación.
Derechos a trabajar, ejercer toda industria licita, navegar, comerciar, peticionar a las autoridades, entrar,
permanecer, transitar y salir del país, publicar sus ideas por la prensa sin censura previa, profesar
libremente su culto, de enseñar y aprender.

Artículo 21:
Contempla la obligación del ciudadano de armarse en defensa de la patria y la constitución conforme a las
leyes que al efecto dicte el Congreso y ademas a los decretos del Poder Ejecutivo Nacional.

Desiganación del funcionario público conforme art. 88:


En caso de enfermedad, ausencia de la Capital, muerte o destitución del presidente, el poder ejecutivo
sera ejercido por el vicepresidente. En caso de destitución, muerte, dimisón o inhabilidad del presidente y
vicepresidente, el congreso determinará que funcionario público ha de desempeñar la presidencia hasta
que haya cesado la causa de inhabilidad o un nuevo presidente sea electo.
Ley de acefalía:
Presidente
Vicepresidente
Presidente provisional del Senado
Presidente Cámara de Diputados
Presidente Corte Suprema de Justicia

La iniciativa y la consulta popular:


Los ciudadanos tienen el derecho de inicitiva para presentar proyectos de ley en diputados. El Congreso
debe tratarlos dentro de los doce meses. Salvo los proyectos de reforma constitucional, tratados
internacionales, tributos, presupuesto y materia penal.
El Congreso sancionara una ley reglamentaria que no podra exigir mas del 3% del padrón electoral
nacional para suscribir la iniciativa.

La competencia del artículo 93:


Habilita al Congreso en Pleno para que el presidente de la Nación y vicepresidente presten juramento
constitucional en manos del Presidente del Senado.
Artículos:
100: El Jefe de Gabinete de Ministros ejerce la administración general del país. Es responsable
políticamente ante el Congreso.
101: El Jefe de Gabinete de Ministros debe concurrir al Congreso una vez por mes, alternativamente a
cada Camara para informar de la marcha del Gobierno. Puede ser interpelado y ser removido por el voto
de la mayoría absoluta de los miembros de cada una de las camaras.

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119: La Traición contra la Nación consistirá en tomar las armas contra ella o en unirse a sus enemigos
prestandoles ayuda o socorro. El Congreso fijara por una ley especial la pena de este delito. Artículos 214
al 218 C.P. (Pr. O recl. 10 a 25 años).

127) Auditoria general de la Nación


Art. 85: El control externo del sector público nacional en sus aspectos patrimoniales, económicos,
financieros y operativos. Sera una atribución propia del Poder Legislativo.
A traves de la Auditoria General de la Nación. Organismo de asistencia técnica al Congreso. Su
presidente sera designado a propuesta del partido político de oposición con mayor número de legisladores
en el Congreso.

128) Defensor del pueblo


Art. 86: Organo independiente instituido en el ambito del Congreso que actuara con plena autonomía
funcional, sin recibir instrucciones de ninguna autoridad. Su misión es proteger los derechos humanos y
todos los derechos y garantías constitucionales ante hechos, actos u omisiones de la Administración y
controlar el ejercicio de las funciones administrativas públicas.
Es designado y removido por el Congreso con el voto de las 2/3 partes de los miembros presentes de cada
uan de las camaras.
Goza de las inmunidades y privilegios de los legisladores. Dura en su cargo 5 años, pudiendo ser
reelegido una sola vez.
Su organización se regula por una ley especial.

Consejo de la magistratura
Art. 114: El consejo de la magistratura, regulado por una ley especial, tendra a su cargo la selección de los
magistrados y la administración del Poder Judicial.
Sera integrado periodicamente a fin de procurar el equilibrio entre la representación de los organos
políticos resultantes de la elección popular, de los jueces de todas las instancias y de los abogados de la
matricula federal. Tambien sera integrado por otras personas del ambito academico y cientifico, en
numero y forma que indique la ley.
Seran sus atribuciones:
- Seleccionar mediante concursos políticos los postulantes a las magistraturas inferiores.
- Emitir propuestas en ternas vinculantes para el nombramiento de los magistrados de los tribunales
inferiores.
- Administrar los recursos y presupuesto que la ley asigne a la Justicia.
- Ejercer facultades disciplinarias sobre magistrados.
- Decidir la apertura del procedimiento de remisión de magistrados, ordenar la suspención y
formular la acusación correspondiente.
- Dictar los reglamentos de organización judicial.

Art. 115: Legisladores, magistrados y abogados de la matricula federal formaran el jurado de


enjuiciamiento que removera los jueces de los Tribunales inferiores de la Nación.
Su fallo sera irrecurrible, y solo destituira al acusado.
El fallo debe ser dictado dentro de los 180 días desde la decisión de abrir el procedimiento, caso contrario
se archiva.
La entrada en escena del Consejo de la Magistratura ha sido espectacular. Parece un superconsejo, cuyos
vocales provienen de distintas fuentes y que ademas de preseleccionar jueces, es el organo de gobierno
del poder judicial, administra sus recursos, ejerce facultades disciplinarias sobre los magistrados, dicta los
reglamentos relacionados con la organización judicial. La Corte Suprema es la gran perdidosa, se le quitó
la dirección del Poder Judicial.
También pergeño la reforma un sosías menor del Consejo de la Magistratura, el jurado de enjuiciamiento,
igualmente con integración plural para la remosión de los jueces federales inferiores a la Corte.
La Cosntitución deja la conformación específica del Consejo de la Magistratura y del Jurado de
enjuiciamiento y la determinación de las cuotas de poder de estos organismos, al dictado de una ley
especial.

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El ministerio público
Artículo 120: Es un organo independiente, con autonomía funcional, autarquia financiera, que tiene por
función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad, delos intereses generales de la
sociedad. Esta integrado por el Procurador General de la Nación, un Defensor General de la Nación y
demas miembros que la ley establezca.
Sus miembros gozan de inmunidades funcionales e intangibilidad de remuneraciones.

Regulación sobre la intervención del Congreso


Art. 99 inc. 3: El Poder Ejecutivo promulga las leyes y las hace publicar.
No puede en ningun caso bajo pena de nulidad absoluta insanable emitir disposiciones de caracter
legislativo.
Salvo en circunstancias excepcionales podra dictar decretos de necesidad y urgencia, los que seran
decididos en Acuerdo General de Ministros, que deberan refrendarlos con el Jefe de Gabinete de
Ministros. (salvo en casos de nromas que regulen materia penal, tributaria, electoral o regimen de partidos
políticos).
Dentro de los 10 días el Jefe de Gabinete de Ministros sometera la medida a consideración de la Comisión
Bicameral Permanente, quien la envía al plenario de cada Cámara.

Garantía de los intereses del estado federal.


Art. 129: La Ciudad de Buenos Aires tendra un regimen de gobierno autonomo, con facultades propias de
legislación y jurisdicción. Su jefe de gobierno sera elegido directamente por el pueblo de la ciudad.
Una ley garantizará los intereses del estado nacional mientras la ciudad de Buenos Aires sea capital de la
Nación.
El Congreso convocara a los habitantes de la Ciudad para que, mediante los representantes que elijan a
ese efecto, dicten el Estatuto Organizativo de sus instituciones.
Leyes que sanciona el Congreso
A) Leyes federales: por razón de:
- la materia: ej. Fiscal, ciudadanía, administración de justicia.
- Las personas: ej. Embajadores, ministros plenipotenciarios, etc.
- De luagr: ej. Fronteras.

Según enumeración de la Corte, comprenden: Organizaciones de los Tribunales federales, patentes de


invención, de autenticación, de actos públicos, de expropiación, de ciudadanía, de correos, de
contabilidad, pesas y medidas, creación BHN, límites interprovinciales, impuestos internos, aduanas,
falsificación de monedas elecciones nacionales, etc.
Tienen ambito de vigencia en todo el territorio nacional.
Las leyes federales son aplicadas por los Tribunales federales y su interpretación constituye cuestión o
cado federal para la procedencia del recurso extraordinario a la Corte Suprema.
b)Leyes de derecho común:
Son las que sanciona el Congreso, excepto las federales, para todo el territorio nacional.
Componen los códigos de fondo (Civil, Penal, Minería, Trabajo, Seguridad Social) y las leyes
incorporadas a los mismos. También las leyes de moratoria hipotecaria, propiedad intelectual, matrimonio
civil, arrendamientos rurales, locaciones urbanas, propiedad horizontal, SRL, derechos civiles de la mujer,
inembargabilidad de sueldos, salarios, jubilaciones y pensiones, accidentes de trabajo, jornada de trabajo,
asociaciones profesionales, etc.
No alteran las jurisdicciones locales ni restringen la autonomía de los tribunales provinciales. La
interpretación XXX configura cuestión federal.
Son aplicadas en jurisdcción provincial por Tribunales de Provincia. La provincia dicta su Código
Procesal o de forma.
c) Leyes locales:
Son dictadas por el Congreso con ámbito de aplicación en la Capital y lugares sujetos a jurisdicción
federa: Organización de los territorios nacionales, organización de los tribunales de la Capital, justicia de
paz de Capital, organización municipal de laCapital, Registro Civil para la Capital, etc.

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Son aplicadas por los Tribunales de Justicia d ela Capital y Territorios Nacionales y su intervención no
constituye cuestión federal a los fines del recurso extraordinario.
d) Leyes mixtas:
Algunas leyes tienen caracter federal y local a la vez: Código de procedimientos en los Criminal,
aplicable al fuero federal y Tribunales Ordinarios de la Capital.
Hay leyes como la de accidentes de trabajo, que revisten naturaleza federal, local y de derecho común.

127) Atribuciones de la camara de diputados


Art. 52: Le corresponde exclusivamente la iniciativa de las leyes sobre contribuciones y reclutamiento de
tropas.
(La etapa constitutiva transita separadamente en cada camara. La camara donde empieza el tratamiento de
un proyecto se llama camara de Origen y la otra Camara revisora. Las leyes pueden iniciarse en cualquier
camara salvo las designada en este artículo).
Art. 53: Solo la Camara de Diputados ejerce el derecho de acusar ante el Senado al presidente,
videpresidente, jefe de Gabinete de Ministros, ministros, miembros de la Corte Suprema, por mal
desempeño en sus funciones o por delito en ejercicio de sus funciones o por crimenes comunes, luego de
haber conocido de ellos y formado causa por la myoría de las 2/3 partes de sus miembros presentes.
(El juicio polítoco es el procedimiento de destitución que impide mantenerse en su cargo. No es un juicio
penal, no se persigue castigar sino separar del cargo. Es decir, alejar de ejercicio del poder).
Si el acusado renuncia cuando se lo juzga, el juicio político concluye ipso facto por falta de objeto.

Art. 42: El Congreso, a iniciativa de la camara de Diputados podra sometes a consulta popular un
proyecto de ley. La ley de convocatoria no podra ser vetada. El voto afirmativo del proyecto por el pueblo
de la nación lo convertirá en ley y su promulgación sera automatica.

El Congreso podrá convocar a consulta popular no vinculante.

128) Atribuciones de la camara de Senadores:


Art. 58: Nombra un presidente provisorio que lo presida en ausencia del vicepresidente o cuando este
ejerza funciones de presidente.
Art. 61: Autoriza al presidente para que declare el estado de sitio en uno o varios puntos de la Nación en
caso de ataque exterior.
Art. 99: El Senado presta acuerdo para que el presidente de la Nación nombre:
- A los magistrados de la Corte Suprema (inc. 4) y de los tribunales federales inferiores en base a
una propuesta vinculante del Consejo de la Magistratura.
- A Embajadores, Ministros plenipotenciarios y encargados de negocios y los remueva (inc. 7).
- A oficiales Superiores de la FF.AA. (inc. 13).

Artículo 59: Juicio político.


Al Senado corresponde juzgar en juicio público a los acusados por la Camara de Diputados. Si el acusado
es el presidente de la nación, el senado sera presidido por el presidente de la Corte Suprema.
Para declarar la culpabilidad se exige el voto de la mayoría de los 2/3 de los presentes.
Causas de responsabilidad:
1) Mal desempeño: puede provenir de causas ajenas a la voluntad del funcionario (ej. Enfermedad de
perdida de razón). Ni doloso ni culposo.
2) Delito en el ejerccicio de sus funciones.
3) Crimenes comunes.

Los dos últimos implican la comisión de hechos que el codigo penal vigente tipifica como delitos.
El juzgamiento de los mismos no se efectua a titulo de punibilidad o castigo, sino solamente de
separación del cargo. El castigo ordinario se deriva, después de la destitución por el Senado, a los
tribunales judiciales de acuerdo con la ley.
Para que el Senado pueda destituir es necesario que el acusado esté en ejercicio de sus funciones. Si
renuncia mientras se sustancia el juicio polítoco y la renuncia es aceptada, el juicio político concluye ipso

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facto pro falta de objeto. La parte condenada quedara, no obstante, sujeta a acusación, juicio y castigo
conforme las leyes ante los Tribunales ordinarios.
Art. 75 inc. 2: Imponer contribuciones indirectas como facultad concurrente con las provincias. Las
mismas son coparticipables.
Una ley convenio instituira regimenes de coparticipación para estas contribuciones. Tendrá esta ley
convenio como carmara de origen el Senado.
Art. 75 inc. 19: El Senado sera camara de origen para estas iniciativas:
Proveer lo conducente al desarrollo humano, al progreso económico con justicia social, generación de
empleo, productividad de la economía nacional, formación profesional de los trabadores, a la defensa del
valor de la moneda, a la investigación y desarrollo científico y tecnológico, al crecimiento de la nación y
su poblamiento territorial, equilibrar el desarrollo de provincias y regiones... Promoción de los valores
democráticos, gratuidad de la educación pública estatal, etc.

Bolilla 25

129.- La Auditoría General de la Nación (Art. 85). Naturaleza, constitución y atribuciones. Relación
con el artículo 75 inc. 8. Ley Nº 24.156.

Art. 85.- El control externo del sector público nacional en sus aspectos patrimoniales, económicos,
financieros y operativos, será una atribución propia del Poder Legislativo.
El examen y la opinión del Poder Legislativo sobre el desempeño y situación general de la administración
pública estarán sustentados en los dictámenes de la Auditoría General de la Nación.
Este organismo de asistencia técnica del Congreso, con autonomía funcional, se integrará del modo que
establezca la ley que reglamenta su creación y funcionamiento, que deberá ser aprobada por mayoría
absoluta de los miembros de cada Cámara. El presidente del organismo será designado a propuesta del
partido político de oposición con mayor número de legisladores en el Congreso.
Tendrá a su cargo el control de legalidad, gestión y auditoría de toda la actividad de la administración
pública centralizada y descentralizada, cualquiera fuera su modalidad de organización, y las demás
funciones que la ley le otorgue.
Intervendrá necesariamente en el trámite de aprobación o rechazo de las cuentas de percepción e
inversión de los fondos públicos.

La Auditoría General de la Nación (AGN) es el organismo que asiste técnicamente al Congreso en el


control del estado de las cuentas del sector público. Fue creada en el año 1992 a partir de la Ley 24156.
Con sus informes de auditoría, que incluyen comentarios, conclusiones y recomendaciones, asesora al
Poder Legislativo sobre el desempeño de la Administración Pública Nacional y la situación de la hacienda
pública. El objetivo primario de la Auditoría General de la Nación es contribuir a que se adopten
decisiones eficaces, económicas y eficientes en materia de gastos e ingresos públicos.
La Auditoría General de la Nación estará a cargo de siete miembros designados cada uno como Auditor
General, los que deberán ser de nacionalidad argentina, con título universitario en el área de Ciencias
Económicas o Derecho, con probada especialización en administración financiera y control. Durarán ocho
años en su función y podrán ser reelegidos.

Son atribuciones y deberes de los auditores generales reunidos en Colegio:


a) Proponer el programa de acción anual y el proyecto de presupuesto de la entidad;
b) Proponer modificaciones a la estructura orgánica a las normas básicas internas, a la distribución de
funciones y a las reglas básicas de funcionamiento con arreglo al Art. 116 y, además, dictar las restantes
normas básicas, dictar normas internas, atribuir facultades y responsabilidades, así como la delegación de
autoridad;
c) Licitar, adjudicar, adquirir suministros, contratar servicios profesionales, vender, permutar, transferir
locar y disponer respecto de los bienes muebles e inmuebles necesarios para el funcionamiento de la
entidad, pudiendo aceptar donaciones con o sin cargo;

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d) Designar el personal y atender las cuestiones referentes a éste, con arreglo a las normas internas en la
materia, en especial cuidando de que exista una equilibrada composición interdisciplinaria que permita la
realización de auditorías y evaluaciones integradas de la gestión pública;
e) Designar representantes y jefes de auditorias especiales;
f) En general, resolver todo asunto concerniente al régimen administrativo de la entidad;
g) Las decisiones se tomarán colegiadamente por mayoría.

La Auditoría General de la Nación prepara anualmente la cuenta de inversión contemplada en el Artículo


75, inciso 8 de la Constitución Nacional y se la presenta al Congreso Nacional. El Inc. 8 del Art. 75 se
refiere al régimen de coparticipación.

130.- El Defensor del Pueblo (Art. 86). Naturaleza, constitución, características y atribuciones.
Inmunidades y privilegios. Las leyes 24.284 y 24.379.

Art. 86.- El Defensor del Pueblo es un órgano independiente instituido en el ámbito del Congreso de la
Nación, que actuará con plena autonomía funcional, sin recibir instrucciones de ninguna autoridad. Su
misión es la defensa y protección de los derechos humanos y demás derechos, garantías e intereses
tutelados en esta Constitución y las leyes, ante hechos, actos u omisiones de la Administración; y el
control del ejercicio de las funciones administrativas públicas.
El Defensor del Pueblo tiene legitimación procesal. Es designado y removido por el Congreso con el voto
de las dos terceras partes de los miembros presentes de cada una de las Cámaras. Goza de las
inmunidades y privilegios de los legisladores. Durará en su cargo cinco años, pudiendo ser nuevamente
designado por una sola vez.
La organización y el funcionamiento de esta institución serán regulados por una ley especial.

El Defensor del Pueblo puede iniciar y proseguir de oficio o a petición del interesado cualquier
investigación conducente al esclarecimiento de los actos, hechos u omisiones de la administración pública
nacional y sus agentes, que impliquen el ejercicio ilegítimo, defectuoso, irregular, abusivo, arbitrario,
discriminatorio, negligente, gravemente inconveniente o inoportuno de sus funciones, incluyendo
aquellos capaces de afectar los intereses difusos o colectivos.
El Defensor del Pueblo gozará de las inmunidades establecidas por la Constitución Nacional para los
miembros del Congreso. No podrá ser arrestado desde el día de su designación hasta el de su cese o
suspensión, excepto en el caso de ser sorprendido in fraganti en la ejecución de un delito doloso, de lo que
se debe dar cuenta a los Presidentes de ambas cámaras con la información sumaria del hecho.
Cuando se dicte auto de procesamiento por la justicia competente contra el Defensor del Pueblo por delito
doloso, podrá ser suspendido en sus funciones por ambas Cámaras hasta que se dicte sobreseimiento
definitivo a su favor.
Para poder ser elegido Defensor del Pueblo, una persona debe ser argentina nativa o por opción y tener
30 años de edad como mínimo. Además, se debe ser abogado con ocho años de ejercicio de la profesión
como mínimo o tener una antigüedad computable, como mínimo, en cargos del Poder Judicial, Poder
Legislativo, de la administración pública o de la docencia universitaria; y, tener acreditada reconocida
versación en derecho público.
A propuesta del Defensor del Pueblo, la comisión bicameral prevista para su elección debe designar dos
adjuntos que auxiliarán a aquel en su tarea, pudiendo reemplazarlo provisionalmente en el supuesto de
cese, muerte, suspensión o imposibilidad temporal, en el orden que la comisión determine al designarlos.

BOLILLA 26

131.- El poder ejecutivo de la Nación (Art. 87). Naturaleza. Funciones “ejecutivas”, “legislativas” y
“judiciales”. Requisitos para ser presidente de la Nación (Art. 89). Duración (Art. 91). Reelección
(Art. 90, disposiciones transitorias 9ª y 10ª). El proyecto de Alberdi; Constitución de 1949.
Retribución (Art. 92). El juramento del Art. 93. Leyes Nº 252, 20.972 y 25.716.

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Art 87: El poder ejecutivo de la nación será desempeñado por un ciudadano con el titulo de Presidente de
la Nación.

Naturaleza:
Se considera al poder ejecutivo como poder originario porque al realizarse el reparto divisorio, las
funciones legislativas y judiciales se desprenden del núcleo primario para atribuirse a órganos propios, en
tanto la función del poder ejecutivo es retenida por el órgano que anteriormente las concentraba a todas.
Es decir, el poder ejecutivo retiene todo lo que no es legislación ni administración de justicia. O sea que el
núcleo del poder estatal es conservado por el ejecutivo.

Funciones:
Su actividad se descompone en dos rubros:
- La act. política o gubernamental.
- La Act. Administrativa.
Las funciones del poder se agrupan en dos categorías:
A) Las que son creadoras y originarias: Ellas importan decisión, dirección, e iniciativa y son
condicionadas por la constitución. En esta encontramos dos funciones: la política o gubernamental
y la legislativa.
B) Las que son subordinadas y ejecutorias de las anteriores: Se limitan a aplicar en forma derivada
las decisiones proporcionadas por la act. Creadora.
El poder ejecutivo resume una triple actividad:
- la política, vinculada a la constitución, pero libre de iniciativa y desarrollo.
- La administración.
- La decisión ejecutoria, que recae en la aplicación y el cumplimiento de una decisión, o sea que
emana de otro órgano –jurídica o congreso- o del órgano ejecutivo.

Requisitos para ser presidente de la nación:


Art 89: Para ser elegido presidente o vicepresidente de la nación, se requiere haber nacido en el territorio
argentino, o ser hijo de ciudadano nativo, habiendo nacido en país extranjero; y las demás calidades
exigidas para ser senador.
Se mantienen los requisitos requeridos el la redacción originaria de la Constitución, con excepción de la
confesión religiosa del presidente y vicepresidente. La ley declarativa de necesidad de reforma
fundamenta esta decisión en la libertad de culto, otros dicen que se fundamenta en el principio de
igualdad.
Las calidades exigidas para ser senador son:
-Tener la edad de 30 años
-haber sido 6 años ciudadano de la nación
-Disfrutar de una renta anual de 2000 pesos fuertes o de una entrada equivalente
-Ser natural de la provincia que lo elija, o con 2 años de residencia inmediata en ella.

Duración:
Art 91: El presidente de la nación cesa en el poder el mismo día en que espira su periodo de 4 años; sin
que evento alguno que lo haya interrumpido, pueda ser motivo de que se le complete mas tarde.
La siguiente norma ha sido mantenida en su redacción originaria con la única salvedad del plazo (antes
de 6, ahora de 4 años)
La fuente de todo mandato electivo democrático reside en la voluntad del pueblo por lo que extenderlo
seria ir en contra de ella. Todo mandato que se extiende a un periodo mayor, estaría provocando una
discontinuidad de las disposiciones de la Const.

Reelección:
La redacción originaria establecía que “el presidente y vice duran en sus empleos el termino de 6 años; y
no pueden ser reelectos sino con intervalo de un periodo”. Luego de la reforma esto quedó así:
Art 90: “El presidente y el vicepresidente duran en sus funciones el termino de 4 años y solo podrán ser
reelegidos o sucederse recíprocamente por un solo periodo consecutivo. Si han sido reelegidos o se han

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sucedido recíprocamente no pueden ser elegidos para ninguno de ambos cargos, sino con el intervalo de
un periodo”.

Disposiciones transitorias 9 y 10:


Novena: “El mandato del presidente en ejercicio al momento de sancionarse esta reforma, deberá ser
considerado como primer periodo”.
Décima: “El mandato del presidente que asuma su cargo el 8 de julio de 1995, se extinguirá el 10 de
diciembre de 1999”. Esto es así porque en junio de 1989 Alfonsín renunció al mandato y por esto se
adelanto la toma de posesión de Menem, prevista para diciembre al 8 de julio.

Constitución del 1949:


Esta reforma recayó sobre varios puntos pero esencialmente sobre lo que tratamos aquí.
El congreso nacional, de acuerdo con el proyecto enviado por el PE, reformó la ley electoral vigente. La
elección del presidente y de senadores se hizo por voto directo, y para diputados por circunscripciones. Se
estableció, además, la simultaneidad de las elecciones en todo el país.
Por 1° vez votó la mujer en el orden nacional.

Retribución:
Art 92: “EL presidente y vicepresidente disfrutaran de un sueldo pagado por el tesoro de la Nación, que
no podrá ser alterado en el periodo de su nombramiento. Durante el mismo no podrá ejercer otro empleo,
ni recibir ningún otro emolumento de la Nación, ni de provincia laguna”.
Análisis: Es pagado por el tesoro nacional, su monto no puede aumentarse o disminuirse en el periodo de
nombramiento. Este articulo no previo la desvalorización de la moneda en el supuesto de caso de
inflación. Ni el presidente ni el vice podrán ejercer otro empleo, lo que impone total dedicación a su
cargo. La prohibición de acumular emolumentos –provechos- nacionales o provinciales alcanza asimismo
a retribuciones privadas y municipales. Pero esta rigidez no puede llegar a privar del goce y disfrute de
derechos económicos fundados en leyes generales (Ej.: accionista de una sociedad) ya que de lo contrario
se lo convertiría en un sujeto destituido de capacidad de derecho para contratar y ejercer una serie de
actos jurídicos.

El juramento:
Art 93: “Al tomar posesión de su cargo el presidente y vicepresidente presentaran juramento, en manos
del presidente del senado y ante el congreso reunido en asamblea, respetando sus creencias religiosas, de:
Desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo de presidente (o vice) de la nación y observar y hacer
observar fielmente la constitución de la Nación Argentina”.
La supresión de la formula religiosa prevista originariamente en esta disposición, permite su
harmonización con la paralela eliminación del requisito confesional para acceder a la presidencia d la
nación.
El juramento es un requisito que hace a la validez del titulo de jure del presidente. Si se negara a
prestarlo, o si hiciera asunción antes de prestarlo, el titulo presidencial seria de facto.
El presidente lo presta una solo vez, y si por alguna razón delega sus funciones al vice, no debe prestarlo
nuevamente al recuperar el ejercicio nuevamente. En cambio, el del vice, lo presta al solo efecto de su
función vicepresidencial, por manera que cuando ejerce definitivamente el poder ejecutivo en reemplazo
del presidente y de conformidad al art. 88 debe prestar nuevo juramento (esta vez para el desempeño del
cargo de presidente). El vice no debe jurar cuando solo asume el ejercicio del poder ejecutivo a titulo
transitorio

72
Acefalia en el Art. 88:
Art 88: “En caso de enfermedad, ausencia de la capital, muerte, renuncia o destitución del presidente, el
poder ejecutivo será ejercido por el vice de la nación, en caso de destitución, muerte, dimisión o
inhabilitación del presidente o vice de la nación el congreso determinará que funcionario publico ha
de desempeñar la presidencia, hasta que haya cesado la causa de la inhabilidad o un nuevo presidente
sea electo.”
Acefalia del poder ejecutivo quiere decir que el poder ejecutivo queda sin cabeza. El poder ejecutivo esta
acéfalo cuando por cualquier causa no hay presidente, o si lo hay no puede ejercer su función. La
Acefalia desaparecerá cuando alguien reemplace al presidente de la republica.
El art. enfoca dos supuestos:
-Que una causal de Acefalia afecte únicamente al presidente, en cuyo caso el poder ejecutivo es ejercido
por el vice.
-Que tanto el presidente como el vice estén afectados por una causal de Acefalia, en cuyo caso le cave al
congreso determinar el funcionario público que ha de desempeñar la presidencia.
Cuando el vice no puede reemplazar al presidente, estamos ante un impedimento, pero no ante Acefalia
del poder ejecutivo, porque este es unipersonal y por lo tanto el vice no forma parte de este.
La primera parte del art. enumera taxativamente 5 causales de Acefalia y la segunda parte agrega cuatro
causales que equivalen o son iguales alas causales mencionadas en la primera parte del art.
De las cinco causales, tres adquieren constancia fehaciente e indudable .
-la muerte por si sola
-la renuncia, una vez aceptada por el congreso
-la destitución por juicio político
Las otras dos causas requieren comprobación.
-la enfermedad o inhabilidad, la ausencia de la capital y del país no siempre son evidentes y publicas, y
aun siéndolo, parece menester que alguien –algún órgano competente- constate y declare que la causal se
ha configurado.
Cualquiera de esta causales que afecten al presidente, abre la sucesión del vicepresidente; y cualquiera de
las mismas que afecten al presidente y al vicepresidente, da lugar a que sea el congreso el que determine
el sucesor del presidente.
En conclusión, esta norma prevé tres casos de Acefalia: la del presidente; la del vicepresidente (que en
realidad se la denomina así, pero en realidad no se trata de Acefalia pues el poder ejecutivo es
unipersonal); y el caso previsto en la 2° parte del Art. 88 denominada Acefalia del poder ejecutivo.

132.- El Vicepresidente de la Nación. Naturaleza. Requisitos para ser Vicepresidente. Duración.


Reelección. Retribución. La exigencia de los arts. 89 y 93. Situación en caso de acefalía. El
artículo 88 y las leyes reglamentarias.

El vicepresidente de la nación:
- La situación del vicepresidente puede enfocarse desde dos puntos de vista, que arrojan resultados
diferentes. El vicepresidente como presidente del senado forma parte del Congreso, o sea, esta
dentro y no fuera de uno de los tres poderes –el legislativo-. Pero nuestra CN también contempla
la situación del vicepresidente en la parte dedicada al PE.
Estos artículos se refieren conjuntamente al presidente y vicepresidente; pero, el vicepresidente es un
órgano “extra-poder”, porque esta fuera del PE y no forma parte de él.

La situación del Vicepresidente, en cuanto a los requisitos para ser electo, la duración, su reelección, el
juramento, es análoga a la del Presidente.

El sistema anterior a la reforma de 1994:


Se trataba de una designación a través del sufragio indirecto del electorado. Este era convocado cada seis
años a elegir a los miembros de las juntas o colegios electorales, quienes en cada distrito serian luego los
representables de la definitiva designación del titular del PE y de su eventual reemplazante.

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Cuando no surgía de dicho colegio la voluntad mayoritaria a favor de los dos candidatos más votados,
uno para cada categoría de funcionarios, la elección recaía en el congreso de la Nación. Es decir que se
trataba de una elección en dos niveles que podía, dado el caso, llegar a adicionar una tercera etapa.
En este sistema de elección indirecta cada ciudadano que formaba el cuerpo electoral con derecho a voto,
no votaba directamente un binomio de candidatos a presidente y vicepresidente, sino una lista de
electores. Estos electores elegidos directamente por el cuerpo electoral, formaban una junta o colegio
electoral, que correspondían una a cada provincia y una a la capital federal, y se reunían separadamente
de las otras, en su propio lugar, la da la capital en la capital y la de cada provincia en la capital de esa
provincia. Estas juntas eran las que nominaban una persona para presidente y otra para vicepresidente.

BOLILLA 27
134.- Atribuciones del Poder Ejecutivo de la Nación (Art. 99). “Jefe supremo de la Nación (Art. 99
Inc. 1), fundamento y alcance: su vinculación con el artículo 29. La participación en la formación y
sanción de las leyes (arts. 40, 77, 80, 83, 99 Inc. 3). Los nombramientos del jefe de gabinete y
ministros del despacho, oficiales de sus secretarías, los agentes consulares y demás empleados de la
Administración (Art. 99 Inc. 7).

Artículo 99:
El presidente de la Nación tiene las siguientes atribuciones:
Inc. 1: es el jefe supremo de la Nación, jefe de gobierno y responsable político de la administración
general del país.
Podemos sacar las siguientes conclusiones:
* Se la agrega al presidente la jefatura de gobierno, la que importa representar interna e
internacionalmente la unidad del estado como persona jurídica.
* Que la constitución diga que es el jefe supremo no significa erigirlo en gobernante omnipotente, ya que
el Congreso no puede conceder al Ejecutivo nacional, facultades extraordinarias, ni la suma del poder
público, ni otorgarle sumisiones o supremacías por las que la vida, el honor o las fortunas de los
argentinos queden a merced de gobiernos o persona alguna (Art. 29).
Supremacía en este caso no es superioridad, sino expresión de la calidad de único jefe de estado. Por eso
se lo llama también primer mandatario, porque preside el estado como jefe del mismo.
Responsable político de la administración general del país; la administración se diversifica en órganos y
tipos de actividades, que ni son el poder ejecutivo, ni están directamente a cargo de él, sino que se le
subordinan jerárquicamente.

La participación en la formación y sanción de las leyes:


Art. 77: Las leyes pueden tener principio en cualquiera de las Cámaras del Congreso, por proyectos
presentados por sus miembros o por el Poder Ejecutivo, salvo las excepciones que establece esta
Constitución.
Los proyectos de ley que modifiquen el régimen electoral y de partidos políticos deberán ser aprobados
por mayoría absoluta del total de los miembros de las cámaras.
En este Art. se establece quienes son los titulares de la iniciativa en materia legislativa, los que
obligatoriamente deberán tomar estado parlamentario, de conformidad con el procedimiento establecido
en el reglamento de cada cámara (Art. 66). Es decir, merecerán el tratamiento que eventualmente
posibilitará su conversión en leyes si las cámaras se deciden por la sanción de los mismos. A todas las
personas les asiste igualmente la facultad de presentar proyectos ante el Congreso; Art. 33, pero, a
diferencia de lo que ocurre con las iniciativas de los legisladores o del Presidente, dichos proyectos no
toman estado parlamentario, salvo que algún legislador decida presentarlo con su firma. Existe la
posibilidad de que la ciudadanía en forma colectiva puede iniciar el procedimiento legislativo del modo
que las autoridades mencionadas en el presente Art.
Los proyectos pueden ser presentados ante cualquiera de las dos cámaras. A aquella que ha sido elegida
para la introducción del proyecto, se la conoce con el nombre de cámara iniciadora o de origen, mientras
que a la otra se la denomina cámara revisora.

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Art. 80: Se reputa aprobado por el PE todo proyecto no devuelto en el término de diez días útiles. Los
proyectos desechados parcialmente no podrán ser aprobados en la parte restante, sin embargo, las partes
no observadas solamente podrán ser promulgadas si tiene autonomía normativa y su aprobación parcial
no altera el espíritu ni la unidad del proyecto sancionado por el Congreso. En este caso será de aplicación
el procedimiento previsto para los derechos de necesidad y urgencia.
La prohibición para el Ejecutivo de promulgar la parte de remanente de leyes sancionadas por el
Congreso que han sido objeto de veto parcial es solo aparente. Ello en razón de que sin embargo las
partes no observadas solo podrán ser promulgadas si constituyen porciones escindibles del texto primitivo
y su aprobación parcial no altera el espíritu ni la unidad del proyecto sancionado por el Congreso. Es el
mismo órgano quien determina en que casos la promulgación parcial procederá, sin que se prevea ningún
control al respecto.

Art. 83.- Desechado en el todo o en parte un proyecto por el Poder Ejecutivo, vuelve con sus objeciones a
la Cámara de su origen: ésta lo discute de nuevo, y si lo confirma por mayoría de dos tercios de votos,
pasa otra vez a la Cámara de revisión. Si ambas Cámaras lo sancionan por igual mayoría, el proyecto es
ley y pasa al Poder Ejecutivo para su promulgación. Las votaciones de ambas Cámaras serán en este caso
nominales, por sí o por no; y tanto los nombres y fundamentos de los sufragantes, como las objeciones del
Poder Ejecutivo, se publicarán inmediatamente por la prensa. Si las Cámaras difieren sobre las
objeciones, el proyecto no podrá repetirse en las sesiones de aquel año.

Art. 99 Inc.3.- Participa de la formación de las leyes con arreglo a la Constitución, las promulga y hace
publicar.
El Poder Ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable, emitir
disposiciones de carácter legislativo.
Solamente cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios
previstos por esta Constitución para la sanción de las leyes, y no se trate de normas que regulen materia
penal, tributaria, electoral o el régimen de los partidos políticos, podrá dictar decretos por razones de
necesidad y urgencia, los que serán decididos en acuerdo general de ministros que deberán refrendarlos,
conjuntamente con el jefe de gabinete de ministros.
El jefe de gabinete de ministros personalmente y dentro de los diez días someterá la medida a
consideración de la Comisión Bicameral Permanente, cuya composición deberá respetar la proporción de
las representaciones políticas de cada Cámara. Esta comisión elevará su despacho en un plazo de diez días
al plenario de cada Cámara para su expreso tratamiento, el que de inmediato considerarán las Cámaras.
Una ley especial sancionada con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara
regulará el trámite y los alcances de la intervención del Congreso.

Esta porción de competencia propia a otro poder, el Ejecutivo la recibe a fin de cumplir con el objetivo de
control del órgano legislativo al cual le debería corresponder con carácter exclusivo. Esta atribución de
facultades guarda un equilibrio con otros que también les son concedidas a otros poderes y que si bien por
su naturaleza no deberían entrar dentro de su esfera de competencia, también la asignación de potestades
persigue una finalidad de control.
Antes de la reforma su intervención se limitaba a impulsar y fiscalizar el proceso legislativo. Ahora esta
función se extiende a la posibilidad de hacer directamente la ley, como surge de dos caminos diferentes, la
delegación de parte del Legislativo a su favor (Art. 76) y el dictado de decretos de necesidad y urgencia, a
estos dos caminos se le puede agregar un tercero que resulta de la potestad de promulgar en forma parcial
las disposiciones remanentes de leyes que han sido objeto de veto limitado a una porción de las mismas
(Art. 80).

Los nombramientos de los ministros del despacho, oficiales de sus secretarias, los agentes
consulares y demás empleados de la administración:
Art. 99, Inc. 7.- Nombra y remueve a los embajadores, ministros plenipotenciarios y encargados de
negocios con acuerdo del Senado; por sí solo nombra y remueve al jefe de gabinete de ministros y a los
demás ministros del despacho, los oficiales de su secretaría, los agentes consulares y los empleados cuyo
nombramiento no está reglado de otra forma por esta Constitución.

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135.- La administración general del país, fundamento y alcance. Responsabilidad política (Art. 99
Inc. 7 y 17, Art. 100). Las facultades reglamentarias del Art. 99 Inc. 2: los decretos reglamentarios.
Los decretos autónomos. Los decretos delegados (Art. 76). Los decretos de Necesidad y Urgencia
(Art. 99 Inc. 3): antecedentes, condiciones de validez, materias exclusivas y consideración por el
Poder Legislativo.

Art. 99, Inc. 17.- Puede pedir al jefe de gabinete de ministros y a los jefes de todos los ramos y
departamentos de la administración, y por su conducto a los demás empleados, los informes que crea
convenientes, y ellos están obligados a darlos.
Estas potestades las ejerce el Primer Mandatario en su condición de jefe de gobierno y responsable
político de la administración. El jefe de gabinete solo podría llegar a ejercer estas facultades por
delegación del titular del Ejecutivo, pero no se trata de una potestad propia del órgano.

Art. 100: El jefe de gabinete de ministros y los demás ministros secretarios cuyo número y competencia
será establecida por una ley especial, tendrán a su cargo el despacho de los negocios de la Nación, y
refrendarán y legalizarán los actos del presidente por medio de su firma, sin cuyo requisito carecen de
eficacia.
Al jefe de gabinete de ministros, con responsabilidad política ante el congreso de la Nación le
corresponde:
1) Ejercer la administración general del país.
2) Expedir los actos y reglamentos que sean necesarios para ejercer las facultades que le atribuye este
Art. y aquellas que le delegue el presidente de la Nación, con el refrendo del ministro secretario
del ramo al cual el acto o reglamento se refiera.
3) Efectuar los nombramientos de los empleados de la administración, excepto los que le
correspondan al presidente.
4) Ejercer las funciones y atribuciones que le delegue el presidente de la Nación y, en acuerdo de
gabinete resolver sobre las materias que le indique el PE, o por su propia decisión, en aquellas que
por su importancia estime necesario, en el ámbito de su competencia.
5) Coordinar, preparar y convocar las reuniones de gabinete de ministros, prescindiéndolas en caso
de ausencia del presidente.
6) Enviar al Congreso los proyectos de ley de Ministerios y de Presupuesto Nacional, previo
tratamiento en acuerdo de gabinete y aprobación del PE.
7) Hacer recaudar las rentas de la Nación y ejecutar la ley de Presupuesto Nacional.
8) Refrendar los decretos reglamentarios de las leyes, los decretos que dispongan la prórroga de las
sesiones ordinarias del Congreso o de la convocatoria de sesiones extraordinarias y los mensajes
del presidente que promuevan la iniciativa legislativa.
9) Concurrir a las sesiones ordinarias del Congreso y participar en sus debates, pero no votar.
10) Una vez que se inicien las sesiones ordinarias del Congreso, presentar junto a los restantes
ministros una memoria detallada del estado de la Nación en lo relativo a los negocios de los
respectivos departamentos.
11) Producir los informes y explicaciones verbales o escritos que cualquiera de las cámaras solicite al
PE.
12) Refrendar los decretos que ejercen facultades delegadas por el Congreso, los que estarán sujetos al
control de la comisión bicameral permanente.
13) Refrendar conjuntamente con los demás ministros los decretos de necesidad y urgencia y los
decretos que promulgan parcialmente leyes. Someterá personalmente y dentro de los diez días de
su sanción estos decretos a consideración de la Comisión Bicameral Permanente.
El jefe de gabinete de ministros no podrá desempeñar simultáneamente otro ministerio.

De conformidad con lo expresado en los arts. 100 y 101, el jefe de gabinete es responsable políticamente
ante el congreso, responsabilidad que se hace efectiva a través de la interpelación de que puede ser objeto
y posterior voto positivo de censura. A propósito de la censura, este instrumento con el cual se hace

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efectiva la responsabilidad política de los ministros ante el parlamento, debe ser operativa y no verse
rodeada de requisitos que de hecho imposibiliten la remoción del o de los funcionarios en cuestión.
Por esto, en los sistemas parlamentarios el planteamiento de la cesura requiere de la voluntad de un
pequeño número de legisladores, en tanto se hace efectiva del voto de la mayoría de los miembros
presentes en la votación.

la ley deje librado al poder ejecutivo una zona o un margen bastante amplio donde ejerce la facultad
reglamentaria, en la medida en que la ley solo regula standards generales. Se trata de aun función
integradora de la ley por parte del poder ejecutivo que la reglamenta.

Decreto de necesidad y urgencia: Las facultades reglamentarias:


Art. 99, Inc. 2.- Expide las instrucciones y reglamentos que sean necesarios para la ejecución de las leyes
de la Nación, cuidando de no alterar su espíritu con excepciones reglamentarias.

Se trata de los denominados reglamentos de ejecución o de aplicación, es decir de aquellos que completan
la redacción de las leyes, así la mayoría de las veces se constituyen en condición necesaria para su
aplicación.
La reforma le ha dado cabida expresa a tres tipos de reglamentos, lo que importa el enriquecimiento del
poder reglamentario del Ejecutivo desde la letra de la ley fundamental:

Los reglamentos autónomos:


Los reglamentos autónomos no son reglamentos de ejecución de la ley, sino reglamentos sobre materias
no reguladas por la ley, y reservadas a la administración. Recaen sobre materias propias de la “zona de
reserva” de la administración, que no pueden regularse por ley.
El PE los emite en su carácter de jefe de la administración, y en aplicación del principio de la “reserva de
la administración”, mediante el cual ejerce sus facultades privativas con la mismo independencia con que
el congreso y la judicatura cumplen las propias. Por necesidad e implicancia de sus facultades, el PE
aplica e interpreta la constitución por sí mismo cuando ejercita dichas facultades.
Una materia propia de reglamento autónomo es, por ejemplo, la regulación de los recursos
administrativos en el área de administración dependiente del PE.

Los reglamentos delegados:


El reglamento delegado, a diferencia del decreto reglamentario que ejecuta la ley, y del autónomo que
surge de la esfera de reserva de la administración, se dicta en merito a una habilitación conferida por el
poder legislativo.
La corte suprema ha admitido que
Constituye una especie del género de la legislación de emergencia. Desde el punto de vista teórico, su
ámbito debería quedar limitado a las emergencias económicas, dado que las políticas están previstas en
forma expresa en la CN y tienen su vía de solución a través del Art. 23 (estado de sitio).
Antecedentes: desde el caso Martini, la Corte Suprema de Justicia decidió que la perturbación económica
autoriza “el ejercicio de poder de policía del Estado más enérgica que la que admite en períodos de
sosiego y normalidad. Es decir determinadas restricciones patrimoniales que serían juzgadas como
irrazonables o excesivas en época de normalidad, deben ser convalidadas en la situación excepcional”.
La Corte Suprema, a partir del caso Peralta ha expresado que el fundamento de estos decretos radica el
objetivo de “asegurar la supervivencia de la sociedad argentina”.
Tanto la necesidad como la urgencia corresponden al ámbito del ser sociológico y no al deber ser jurídico,
en consecuencia su existencia solo puede ser determinada por los poderes políticos y queda fuera del
control de los órganos judiciales, salvo que la falta de razonabilidad fuere manifiesta.

Condiciones de validez:
La reforma de 1994 ha incluido la institución en el Art. 99 Inc. 3°: “solamente cuando circunstancias
excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por esta CN para la sanción de
las leyes, y no se trate de normas que regulen materia penal, tributaria, electoral o el régimen de los
partidos políticos podrá dictar decretos o razones de necesidad y urgencia…”

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Este párrafo señala 3 presupuestos, las circunstancias excepcionales, la necesidad y la urgencia. La
diferencia entre excepcional y habitual no es de esencia sino de grado. Solo los poderes políticos podrán
determinar si se dan estos extremos que, como dijimos, son materia no judiciable, salvo los casos de
manifiesta falta de razonabilidad.
Materias exclusivas:
El Art. 99 Inc. 3°, ha optado por excluir determinadas materias: la penal, la tributaria, la electoral y el
régimen de partidos políticos.
Desde luego que la materia penal está excluida; esto, en virtud de lo que dispone en forma inequívoca el
Art. 18 de la CN, sin necesidad de que el Art. 99 lo estableciera. Es discutible, en cambio, el alcance que
debe darse a la materia tributaria.
El Art. 99 excluye del ámbito de los decretos la regulación de los partidos políticos y el régimen electoral.
Desde nuestro punto de vista, es improbable que puedan darse, respecto de estas materias, los
presupuestos de hecho, “circunstancias excepcionales”, “necesidad” y “urgencia”, que habilitan la
asunción de la competencia legislativa por parte del PE. Es decir que la exclusión atendió más bien a
prever la utilización irrazonable de estos presupuestos.
Una interpretación armónica de la CN y de los tratados incorporados nos lleva a señalar otros ámbitos
excluidos.
En el estado actual del derecho, las libertades personales y sus garantías no pueden ser restringidas en
razón de la emergencia. Es así que la Convención Americana de Derechos Humanos (Art. 27) dispone
que “la guerra”, “el peligro público” u otras “emergencias” no autorizan la suspensión de los derechos
que enumera (derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica, derecho a la vida, derecho a la
integridad personal, prohibición de la esclavitud y servidumbre, principio de legalidad y retroactividad,
libertad de conciencia y religión, protección a la familia, derecho al nombre, derechos del niño, derecho a
la nacionalidad, derechos políticos) ni las garantías judiciales indispensables para la protección de tales
derechos. Todos estos derechos tienen que ser regulados por ley formal. Es decir que la alegación de la
emergencia no autoriza al PE a ejercer funciones legislativas.

136.- La designación y remoción de diplomáticos y militares (Art. 99 Inc.7 y 13). La designación de


los magistrados (Art. 99 Inc. 4). Los nombramientos en comisión (Inc. 19). La apertura de las
sesiones del Congreso de la Nación. La prórroga de sesiones y la convocatoria a extraordinarias
(Inc. 8 y 9). La ausencia del territorio de la Nación (Inc. 18). La renuncia al cargo (Art. 75 Inc. 21).

La designación y remoción de diplomáticos y militares:


Art. 99 Inc. 13.- Provee los empleos militares de la Nación, con acuerdo del Senado, en la concesión de
los empleos o grados de oficiales superiores de las fuerzas armadas; y por si sólo en el campo de batalla.

La designación de los magistrados:


Art. 99 Inc. 4.- Nombra los magistrados de la Corte Suprema con acuerdo del Senado por dos tercios de
sus miembros presentes, en sesión pública, convocada al efecto.
Nombra los demás jueces de los tribunales federales inferiores en base a una propuesta vinculante en
terna del Consejo de la Magistratura, con acuerdo del Senado, en sesión pública, en la que se tendrá en
cuenta la idoneidad de los candidatos.
Un nuevo nombramiento, procedido de igual acuerdo, será necesario para mantener en el cargo a
cualquiera de esos magistrados, una vez que cumplan la edad de 75 años. Todos los nombramientos de
magistrados cuya edad sea la indicada o mayor se harán por 5 años, y podrán ser repetidos
indefinidamente, por el mismo trámite.

Los nombramientos en comisión:


Art. 99 Inc. 19.- Puede llenar las vacantes de los empleos, que requieran el acuerdo del Senado, y que
ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en comisión que expiraran al fin de la próxima
Legislatura.

La apertura de las sesiones del congreso de la Nación. La prórroga de sesiones y la convocatoria a


extraordinarias:

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Art. 99 Inc. 8.- Hace anualmente la apertura de las sesiones del Congreso, reunidas al efecto ambas
cámaras, dando cuenta en esta ocasión del estado de la Nación, de las reformas prometidas por la
Constitución, y recomendando a su consideración las medidas que juzgue necesarias y convenientes.

Prorroga de seciones y convocatoria a extraordinarias:


Art. 99 Inc.9.- Prórroga las sesiones ordinarias del congreso, o lo convoca a sesiones extraordinarias,
cuando un grave interés de orden o de progreso lo requiera.

Estos artículos se refieren a las relaciones Ejecutivo-Legislativo que obligan al presidente a informar al
congreso, como mecanismos de control, y por otro lado lo facultan a realizar los actos relacionados con la
puesta en funcionamiento de dicho órgano, apertura u prórroga de sesiones ordinarias convocatoria a
sesiones extraordinarias. Asimismo, estas funciones se complementan con las atribuciones co legislativas
del presidente las que se explican en el Inc. 3°.
La reunión de ambas cámaras en asamblea con motivo de la apertura de las sesiones ordinarias podrá
tener lugar en cualquiera de ellas y no necesariamente en la Sala del Senado, como era antes de la
reforma. El cambio responde a necesidades de tipo material, pues el recinto del Senado, dadas sus
reducidas dimensiones, desde hace tiempo no era usado a estos efectos.

Ausencia del territorio de la Nación:


Art. 99, Inc.18°.- Puede ausentarse del territorio de la Nación, con permiso del Congreso. En el receso de
este, solo podrá hacerlo sin licencia por razones justificadas de servicio público.
La norma anterior le exigía al Presidente autorización del Congreso para ausentarse de la Capital, lo cual
era absurdo porque la residencia presidencial se encuentra fuera del territorio de la ciudad de Buenos
Aires, por esto se le tendría que haber exigido diariamente al Congreso, le concediese al Presidente el
permiso correspondiente. También la autorización le era concedida al jefe de Estado para ausentarse del
país.

La renuncia al cargo:
Art.75 Inc.21°.- Admitir o desechar los motivos de dimisión del presidente o vicepresidente de la
República; y declarar el caso de proceder a nueva elección.
La renuncia debe ser aceptada por el Congreso, se refiere a admitir o desechar los motivos de dimisión del
Presidente o vicepresidente, lo que también revela que la renuncia debe ser fundada. Este tema se trata en
el Art. 88 “Acefalia del PE”.

137.- El indulto y la conmutación de penas (Art. 99 Inc. 5): casos en que procede y oportunidad
para ejercer dichas facultades. La limitación impuesta por el Art. 36.

El indulto y la conmutación de penas. Casos en que procede y oportunidad para ejercer dichas
facultades:
Art. 99 Inc. 5°.- Puede indultar o conmutar las penas por delitos sujetos a la jurisdicción federal, previo
informe del tribunal correspondiente, excepto en los casos de acusación por la cámara de diputados.
El indulto es conceptuado como el perdón absoluto de la pena ya impuesta; y la conmutación, como el
cambio de una pena mayor por otra menor.
El indulto no puede concederse antes, sino, después de la comisión del delito, porque se indulta la pena
adjudicada al delito, además, indultar antes de perpetrado el hecho criminoso sería dispensar del
cumplimiento de la ley.
Es menester no solo la existencia de un proceso, sino la sentencia firme imponiendo una pena, porque la
pena que se indulta no es la que con carácter general atribuye la norma penal a un hecho tipificado como
delito, sino la que un juez ha individualizado en una sentencia aplicándola a un reo. El indulto
presidencial solo puede recaer “después de la condena” y nunca antes. El indulto anticipado viola el
derecho de todo individuo - aun procesado- a la presunción de su inocencia hasta ser imputado por un
delito con sentencia firme emanada de juez competente.

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El indulto es un acto de neta y clara naturaleza política, y no – como algunos sostienen- jurisdiccional. El
PE no cumple función de administrar justicia, sino que concede una “gracia”, y esta prerrogativa
presidencial es propia de su actividad política.
Al igual que el Congreso al disponer una amnistía, el PE debe actuar éticamente y por notorias razones de
equidad cuando dispensa un indulto.
El indulto es facultad privativa del presidente, cuyo ejercicio no puede transferir a ningún funcionario.
El indulto no procede en caso de juicio político. Quiere decir que la destitución (y la inhabilitación, si la
hay) dispuestas por el senado, no pueden ser objeto de indulto. Si por el hecho que sirvió de causa al
juicio político y que motivó la destitución, se aplica luego una condena de derecho común en sede
judicial, esa pena si puede ser indultada.
El indulto presidencial se limita a penas impuestas por tribunales federales; o sea, no alcanza a las
impuestas por tribunales provinciales. Así surge del Inc. 6° que comentamos.
Las constituciones provinciales pueden conceder a los gobernadores la facultad de indultar delitos por los
cuales exista sentencia condenatoria dictada por tribunales de la provincia de que se trate. El indulto es
una competencia paralela a la de juzgar un delito y, por ende, si el juicio cae en jurisdicción local, esta
incluye la facultad del poder ejecutivo provincial de indultar la condena impuesta a ese delito por un
tribunal provincial.

La limitación impuesta por el art. 36:


Esta constitución mantendrá su imperio aun cuando se interrumpiere su observancia por actos de fuerza
contra el orden institucional y el sistema democrático. Estos actos serán insanablemente nulos.
Sus autores serán pasibles de la sanción prevista en el Art. 29 (pena de los infames traidores de la patria),
inhabilitados a perpetuidad para ocupar cargos públicos y excluidos de los beneficios del indulto y la
conmutación de penas.

140.- Las facultades para declarar el estado de sitio: limitaciones (Inc.16). Facultades para declarar
la intervención federal (Art. 99 Inc. 20 y Art. 6). El nombramiento del interventor del Art. 6.

Art. 99 Inc. 16.- Declara en estado de sitio uno o varios puntos de la Nación, en caso de ataque exterior
y por un término limitado, con acuerdo del Senado. En caso de conmoción interior solo tiene esta facultad
cuando el Congreso esta en receso, porque es atribución que corresponde a este cuerpo. El presidente las
ejerce con las limitaciones prescriptas en el Art. 23.
Se trata de facultades excepcionales para hacer frente a situaciones de emergencia.
Limitación del Art. 23.- En caso de conmoción interior o de ataque exterior que pongan en peligro el
ejercicio de esta Constitución y de las autoridad creadas por ella, se declarará en estado de sitio la
provincia o el territorio en donde exista la perturbación del orden, quedando suspensas allí las garantías
constitucionales. Pero durante esta suspensión no podrá el presidente de la República condenar por sí ni
aplicar penas. Su poder se limitará en tal caso respecto de las personas, a arrestarlas o trasladarlas de un
punto a otro de la Nación, si ellas no prefiriesen salir fuera del territorio argentino.

Facultades para decretar la intervención federal:


Art. 99 Inc. 20.- Decreta la intervención federal a una provincia o a la ciudad de Buenos Aires en caso de
receso del Congreso, y debe convocarlo simultáneamente para su tratamiento.
Se trata de una de las nuevas modalidades que la reforma le ha dado al régimen de la intervención federal,
la cual se trata en el Art. 6.

Art. 6.- El gobierno federal interviene en el territorio de las provincias para garantir la forma republicana
de gobierno, o repeler invasiones exteriores, y a requisición de sus autoridades constituidas para
sostenerlas o restablecerlas, si hubiesen sido depuestas por la sedición, o por invasión de otra provincia.
En 1992 el diputado nacional Antonio María Hernández presentó un proyecto de ley regulatoria del
instituto de la intervención, este establece un mecanismo complejo para la adopción de la resolución de
intervención por el Congreso; especifica las causas y fines para la declaración de la intervención e impone
que en esta consten los órganos de poder intervenidos, las causales legales de la medida, los fines de la
intervención, las funciones y atribuciones del interventor y el plazo de duración de la misma. Dispone que

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el interventor debe ser designado por el PEN y crea una Comisión Bicameral de Seguimiento y Control de
la intervención (3 de junio de 1992, cámara de diputados de la Nación).
No cabe duda que el interventor es un funcionario del gobierno federal y representante del poder
ejecutivo federal, por tanto corresponde su nombramiento exclusivamente al Presidente de la Nación,
además es responsable político frente a este.

141.- Las facultades inherentes a la administración financiera de la Nación (Art. 99 Inc. 10). El
requerimiento de informes y la obligación de proporcionarlos (Inc. 17).

Art. 99 Inc. 10.- Supervisa el ejercicio de la facultad del jefe de gabinete de ministros respecto de la
recaudación de las rentas de la Nación y de su inversión, con arreglo de la ley o presupuestos de gastos
nacionales.
Se trata de los llamados poderes financieros del presidente. Surgen de la determinación de gastos y
recursos que ha realizado el Congreso en la ley anual de presupuesto. Al Ejecutivo le caben las funciones
administrativas que hacen a la recaudación y ejecución presupuestaria.
Antes de la reforma dichos actos eran realizados por organismos especiales como la DGI y la Dirección
Nacional de Aduanas, entre otras. Hoy en día se le concede al jefe de gabinete las facultades potestades de
estos actos, sin embargo, el presidente mantiene un rol de supervisión sobre el jefe de gabinete en lo que
hace al ejercicio de los mismos y también mantiene la responsabilidad.

Art. 99 Inc. 17.- Puede pedir al jefe de gabinete de ministros y a los jefes de todos los ramos y
departamentos de la administración, y por su conducto de los demás empleados, los informes que crea
convenientes, y ellos están obligados a darlos.

BOLILLA 28

142.- Los Ministerios. Antecedentes. Naturaleza (Art. 100). Integración, potestades. El refrendo.
Designación y remoción de los ministros (Art. 99 Inc. 7 y Arts. 53 y 60). Relaciones con el presidente
de la Nación, con el Congreso de la Nación y de los ministros entre sí. Responsabilidad del ministro
(Art. 102). La prestación exigida por el Art. 104. Incompatibilidades (Art.105). Remuneración
(Art.107).

Cuando hablamos del "Ministerio" nos estamos refiriendo a todos y a cada uno de los ministros que
colaboran con el Presidente de la Nación (por ejemplo, el ministro de economía, el ministro de educación,
etc.).
Al ser el Poder Ejecutivo, un órgano unipersonal que es portado únicamente por el presidente de la
república, todo el vasto tejido de competencias, funciones y actividades que debe cumplir
constitucionalmente, o que dependen de él, extiende una serie de órganos extrapoderes y de organismos
administrativos que hacen de infraestructura.
Desde siempre, nuestro derecho constitucional incorporó a esa estructura auxiliar del poder ejecutivo un
ministerio, que es órgano extrapoderes porque no integra ninguno de los poderes de la clásica tríada, sino
que se acopla al ejecutivo sin formar parte de él.

Antecedentes. Ley de ministerios.


La Constitución de 1853 estableció cinco ministerios, mencionándolos uno por uno. La reforma de 1898
amplió el número a ocho, dejando su estructuración a la ley ordinaria. A su turno, la reforma de 1994 dejó
la regulación del número de ministros a lo que disponga la ley respectiva., pero incorporó al jefe de
gabinete de ministros.
Naturaleza.
El misterio es un órgano de rango constitucional, colegiado y complejo: todos sus miembros tienen igual
jerarquía: " no hay primer ministro”. Como órgano colegiado y complejo actúa junto al poder ejecutivo,
de diversas maneras: a) directamente constitucional; refrendando todos los ministros o su mayoría, un
acto presidencial. b) Surgida de la práctica constitucional, escrita y expresa, en acuerdo de ministros o
reunión de gabinete, a título consultivo, informativo o decisorio

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Los Ministerios encuentran su naturaleza jurídica en el Art. 100 de la Constitución Nacional, del Capitulo
Cuarto, referido al Jefe de Gabinete y demás Ministros del Poder Ejecutivo; y en la llamada "Ley de
Ministros", que en realidad es el Decreto 977/95.
Si bien nuestra Constitución ha definido al Poder Ejecutivo como unipersonal, conforme al modelo de la
Constitución de los EEUU, sus arts. 100, 102 y 103, de diseñan la institución de los ministros, fueron
tomados de una constitución que respondía al modelo parlamentario. En efecto: si bien la fuente
inmediata de estor artículos se halla en el proyecto de Alberdi, ellos tienen su fuente primera en los Art.
222 y ss. De la Constitución Política de la Monarquía Española, de 1812.
Integración.
El Gabinete Nacional está actualmente formado por el jefe de gabinete de ministros, los ministros
secretarios, los secretarios de la presidencia de la Nación, y los secretarios de la jefatura de gabinete de
ministros que designe dicho jefe.
La Ley de Ministros estableció la integración del Gabinete con el Jefe de Gabinete y 10 Ministros:
Del Interior;
De Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto;
De Defensa;
De Economía e Infraestructura, Planificación y Obras Públicas;
De la Producción;
De Justicia y Derechos Humanos;
De Trabajo, Empleo y Seguridad Social;
De Desarrollo Social;
De Salud
De Educación, Ciencia y Tecnología

El refrendo.
Es la firma que ponen los ministros al pie de la del presidente, para completar la validez de aquél. Dando
testimonio de la legalización de tales actos, que sin este carecen de eficacia.
El artículo 102 de la Constitución Nacional, da pie para sostener el refrendo por más de un ministro. Las
situaciones pueden ser varias: A) acuerdo ministerial, es la reunión conjunta de los ministros con el
presidente, puede emitirse un acto presidencial con refrendo múltiple. B) Sin acuerdo ministerial, igual
puede emitirse un acto presidencial con refrendo múltiple, ejemplo: a través de reuniones individuales del
presidente con cada ministro refrendante por separado, o mediante la tramitación de la suscripción del
acto sin reunión alguna.
Naturaleza del refrendo múltiple: El acto presidencial refrendado por los ocho ministros es un acto
complejo, pero el refrendo de los ocho ministros es un acto colectivo. Este acto es aquel en que las
distintas voluntades no se funden ni unifican como en el acto complejo, solamente se unen pero
permanecen diferentes. Entonces, cada ministro es un órgano que concurre a formar mediante refrendo
del acto presidencial un acto complejo; y la suma de los actos ministeriales refrendantes componen un
acto colectivo. En el acto complejo aparecen tres fases: A) iniciativa del acto puede corresponder al
presidente o a un ministro. B) Fase constitutiva: es el acto presidencial privativo del poder ejecutivo. C)
La fase de eficacia es el refrendo.
En este acto complejo prevalece la voluntad del presidente que emite el acto sobre la del ministro o la de
los ministros que lo refrendan.

Designación y remoción de los ministros.


Artículo 99 inciso 7.- Los ministros son nombrados y removidos por el presidente de la República. La
designación de los ministros queda librada a la plena discreción del poder ejecutivo. La constitución no
señala condiciones de elegibilidad. La destitución depende también, de la voluntad del mismo ejecutivo,
salvo el supuesto de juicio político.
Artículo 53.- Para el juicio político sólo la cámara de diputados tiene el derecho de acusarlos ante el
senado, en las causas de responsabilidad que se intenten contra ellos, necesitando haber sido declarado ha
lugar por la mayoría de las dos terceras partes de sus miembros presentes.

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Artículo 60.- El fallo de la cámara de senadores no tendrá más efecto que destituir al acusado, declararlo
incapaz de ocupar algún empleo de honor, de confianza o a sueldo de la nación. No obstante, el
condenado queda sujeto a juicio, acusación y/o castigo de acuerdo a las leyes ante tribunales ordinarios.

Relaciones con el presidente de la nación, con el congreso de la nación y de los ministros entre sí.
La relación del presidente con los ministros deriva directamente de la constitución, y no es competencia
del congreso interferirla ni condicionarla. El presidente puede hacer imputación de funciones propias del
poder ejecutivo a favor de los ministros, siempre que no transfiera las que son de carácter personalísimo.
Para discriminar entre las competencias del poder ejecutivo que puede o no imputar a los ministros,
proponemos la que distingue la actividad política de la administrativa. La primera no sería susceptible de
atribuirse a los ministros, ejemplo: promulgación de leyes, indulto, declaración de estado de sitio,
etcétera, en tanto en la segunda es posible la atribución. Según el artículo 100 de la constitución nacional,
exige el refrendo y la legalización ministerial de los actos del presidente por medio de la firma, sin cuyo
requisito esos actos carecen de eficacia; y con él son responsables solidariamente por los actos que
refrendan.
En las relaciones del ministerio con el congreso, la constitución da tres fundamentales: A) llamamiento de
uno o varios ministros por cada cámara para que concurran a su sala, a efectos de proporcionar
explicaciones e informes (Art. 71); B) concurrencia espontánea de los ministros a las sesiones del
congreso, con participación en los debates pero sin voto (Art. 106). La concurrencia de los ministros
cuando son llamados por las cámaras es obligatoria; se la conoce con el nombre de interpelación.
La relación de los ministros entre sí, está en la responsabilidad de los actos que legalizan en acuerdo con
sus colegas. Estos en reunión de gabinete resuelven sobre las materias que le indique el poder ejecutivo, o
por su propia decisión en aquellos actos que estimen de importancia.

Responsabilidad del ministro.


Art. 102.- Cada ministro es responsable de los actos que legaliza y solidariamente de los que acuerda con
sus colegas.
Está norma viene a disipar una posible duda: siendo el acto refrendado por el ministro un acto del
presidente de la República, podría pensarse que el ministro estuviera exento de responsabilidad, la que
caería únicamente en el presidente. Y no es así, como lo aclaraba el antecedente de la disposición en la
constitución de 1826 “en los casos de responsabilidad los ministros no quedaran exentos de ella por la
concurrencia de la firma o consentimiento del presidente de la República”.

La presentación exigida por el artículo 104.


Luego que el congreso abra sus sesiones, deberán los ministros del despacho presentarle una memoria
detallada del estado de la nación en lo relativo a los negocios de sus respectivos departamentos. Esta
presentación es obligatoria.

Incompatibilidades
Art. 105.- No pueden ser senadores ni diputados, sin hacer dimisión de sus empleados de ministros.

Remuneración.
Art. 107.- Los ministros gozan por sus servicios de un sueldo establecido por la ley, que no puede
aumentarse ni disminuirse en favor o perjuicio de los que se hallan en ejercicio.

143.- El jefe de Gabinete (Art. 100 y Disposición Transitoria 12ª): funciones, refrendos de los Arts.
76 y 99 Inc. 3. Decreto 977/95. La concurrencia al Congreso es exigida por el Art. 101. Designación y
remoción (Art. 99 Inc. 7; Arts. 53, 59 y 60). La interpelación al jefe de Gabinete, la Censura (Art.
101). Incompatibilidad especial (Art. 100).
Art. 100.- El jefe de gabinete de ministros y los demás ministros secretarios cuyo número y competencia
será establecida por una ley especial, tendrán a su cargo el despacho de los negocios de la Nación, y

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refrendarán y legalizarán los actos del presidente por medio de su firma, sin cuyo requisito carecen de
eficacia.
Al jefe de gabinete de ministros, con responsabilidad política ante el Congreso de la Nación, le
corresponde:
1. Ejercer la administración general del país.
2. Expedir los actos y reglamentos que sean necesarios para ejercer las facultades que le atribuye este
artículo y aquellas que le delegue el presidente de la Nación, con el refrendo del ministro secretario
del ramo al cual el acto o reglamento se refiera.
3. Efectuar los nombramientos de los empleados de la Administración, excepto los que correspondan
al presidente.
4. Ejercer las funciones y atribuciones que le delegue el presidente de la Nación y, en acuerdo de
gabinete resolver sobre las materias que le indique el Poder Ejecutivo, o por su propia decisión, en
aquellas que por su importancia estime necesario, en el ámbito de su competencia.
5. Coordinar, preparar y convocar las reuniones de gabinete de ministros, presidiéndolas en caso de
ausencia del presidente.
6. Enviar al Congreso los proyectos de ley de ministerios y de presupuesto nacional, previo
tratamiento en acuerdo de gabinete y aprobación del Poder Ejecutivo.
7. Hacer recaudar las rentas de la Nación y ejecutar la ley de presupuesto nacional.
8. Refrendar los decretos reglamentarios de las leyes, los decretos que dispongan la prorroga de las
sesiones ordinarias del Congreso o la convocatoria de sesiones extraordinarias y los mensajes del
presidente que promuevan la iniciativa legislativa.
9. Concurrir a las sesiones del Congreso y participar en sus debates, pero no votar.
10. Una vez que se inicien las sesiones ordinarias del Congreso, presentar junto a los restantes
ministros una memoria detallada del estado de la Nación en lo relativo a los negocios de los
respectivos departamentos.
11. Producir los informes y explicaciones verbales o escritos que cualquiera de las Cámaras solicite al
Poder Ejecutivo.
12. Refrendar los decretos que ejercen facultades delegadas por el Congreso, los que estarán sujetos
al control de la Comisión Bicameral Permanente.
13. Refrendar conjuntamente con los demás ministros los decretos de necesidad y urgencia y los
decretos que promulgan parcialmente leyes. Someterá personalmente y dentro de los diez días de su
sanción estos decretos a consideración de la Comisión Bicameral Permanente.

El jefe de gabinete de ministros no podrá desempeñar simultáneamente otro ministerio.


Disposición Transitoria 12º.- Las prescripciones establecidas en los Art. 100 y 101 del Capitulo Cuarto
de la Sección Segunda, de la Segunda Parte de esta Constitución referidas al jefe se gabinete de ministros,
entraran en vigencia el 8 de julio del 1995.
El jefe de gabinete de ministros será designado por primera vez el 8 de julio de 1995, hasta esa fecha sus
facultades serán ejercidas por el presidente de la República.

Funciones.-
Se encuentran enumeradas en entre el Art. 100 y 101 de la Constitución, y podemos dividirlas en tres
clases de competencias:
a. Administrativas: La más significativa, desde luego es ejercer la administración general del país.
También le toca efectuar los nombramientos de los empleados de la Administración, excepto los que
correspondan al presidente.; hacer recaudar las rentas de la Nación y ejecutar la ley de presupuesto,
y cumplimentar las funciones y atribuciones que le delegue el presidente en materia administrativa,
o resolver sobre ellas en reunión de gabinete, por indicación del mismo presidente. El jefe de
gabinete no puede subdelegar las competencias que le delegue el presidente.
b. Materialmente Legislativas: En este orden le corresponde expedir los actos y reglamentos que
sean necesarios para ejercer las atribuciones que le otorga el Art. 100 de la Constitución, además de
las que le delegue el presidente, con el refrendo del ministro del ramo al cual el acto o reglamento se
refiera. El decreto 977/95 ha aclarado que esos actos y reglamentos del jefe de gabinete se

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denominan "decisiones administrativas". También puede expedir el jefe de gabinete "resoluciones",
concernientes a los asuntos internos de su jefatura, que no requieren refrendo o legalización de los
ministros. Todas estas competencias son distintas a la facultad de reglamentar las leyes que tiene el
presidente, mediante los decretos del caso, y que importan una actividad materialmente legislativa.
Una función que es propia del jefe de gabinete es la de enviar al Congreso los proyectos de ley de
ministerios y presupuesto, previo tratamiento en acuerdo del gabinete y aprobación del presidente.
c. Institucionales: Estas competencias atañen al control del jefe de gabinete de ciertos actos del
presidente y a las relaciones con los otros poderes. Al efecto, le corresponde refrendar los decretos
reglamentarios de leyes que dicte el presidente, como los que dispongan la prorroga de las sesiones
ordinarias del Congreso, la convocatoria a sesiones extraordinarias, y los mensajes del presidente
que promuevan la iniciativa legislativa.

También, los decretos presidenciales que concretan facultades legislativas conferidas por el Congreso,
bajo el control de la Comisión Bicameral Permanente de éste. Algunas veces el jefe de gabinete tiene que
refrendar ciertas decisiones del presidente, pero juntamente con los demás ministros (acuerdo general de
ministros). Así, los que promulguen parcialmente leyes o sean de necesidad y urgencia, que serán
sometidos en diez días a la referida Comisión Bicameral Permanente. Tiene igualmente que coordinar,
preparar y convocar las reuniones del gabinete de ministros, presidiéndolas en ausencia del presidente.
El Art. 2º del decreto 977/95 dispone que esas reuniones pueden ser presididas por el vicepresidente de la
Nación, si esta ejerciendo la presidencia y resuelve concurrir. Con relación al Poder Legislativo, cumple
roles especiales, como concurrir a las sesiones del Congreso y participar en sus debates, pero no votar,
u obligatorios, como presentar junto con los ministros una memoria del estado de los negocios en cada
ministerio, una vez que se inicien las sesiones ordinarias del Congreso; producir los informes y
explicaciones verbales o escritos que cada Cámara requiera al Poder Ejecutivo, y concurrir al Congreso al
menos una vez por mes, alternativamente a cada una de sus salas, para informarse sobre la marcha
del gobierno, y asistir a fines de ser interpelado o, en su caso, censurado.
Refrendo
Art. 76.- Se prohíbe la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo, salvo en materias determinadas de
administración o de emergencia pública, con plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la
delegación que el Congreso establezca.
La caducidad resultante del transcurso del plazo previsto en el párrafo anterior no importará revisión de
las relaciones jurídicas nacidas al amparo de las normas dictadas en consecuencia de la delegación
legislativa.
Art. 99 Inc. 3.- Participa de la formación de las leyes con arreglo a la Constitución, las promulga y hace
publicar.
El Poder Ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable, emitir
disposiciones de carácter legislativo.
Solamente cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los tramites ordinarios
previstos por esta Constitución para la sanción de las leyes, y no se trate de normas que regulen materia
penal, tributaria, electoral o el régimen de los partidos político, podrá dictar decretos por razones de
necesidad y urgencia, los que serán decididos en acuerdo general de ministros que deberán refrendarlos,
conjuntamente con el jefe de gabinete.
El jefe de gabinete de ministros personalmente y dentro de los diez días someterá la medida a
consideración de la Comisión Bicameral Permanente, cuya composición deberá respetar la proporción de
las representaciones políticas de cada Cámara. Esta comisión elevará su despacho en un plazo de diez días
al plenario de cada Cámara para su expreso tratamiento, el que de inmediato considerarán las Cámaras.
Una ley especial sancionada con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara
regulará el trámite y los alcances de la intervención de Congreso.

Decreto Nº 977/95.-
"La ley de ministros". La Constitución en su texto reformado en 1898, que fue el Art. 87, deslindó
únicamente el número de los ministros secretarios, fijándolos en 8, y derivando a la ley establecer el
respectivo despacho de cada uno. En cambio, el texto de 1853 establecía 5, y decía cuales eran.

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La reforma de 1994 prescribe en su Art. 100 que el número y la competencia de los ministros es, por su
naturaleza o contenido, una ley de carácter materialmente constitucional.
El Congreso tiene competencia para dictar la ley de ministros con el alcance de fijar el número y repartir
entre los órganos ministeriales la competencia que les corresponde por materia, pero esa ley del congreso
no puede invadir la zona de reserva del poder ejecutivo y de la administración pública que depende de él.
Después de la reforma de 1994 no se reformó la anterior ley de ministerios, habiéndose dictado, en su
lugar, el decreto 977 del 6 de julio de 1995.

La concurrencia al congreso exigida por el artículo 101


Art. 101.- El jefe de gabinete de ministros debe concurrir al Congreso al menos una vez por mes,
alternativamente a cada una de las Cámaras, para informar de la marcha del gobierno, sin perjuicio de lo
dispuesto en el Art. 71. Puede ser interpelado a los efectos del tratamiento de una moción de censura, por
el voto de la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cualquiera de las Cámaras, y ser
removido por el voto de la mayoría absoluta de los miembros de cada una de las Cámaras.
Según el texto del Art. 71, las Cámaras del Congreso pueden hacer comparecer a sus salas a los ministros
del Poder Ejecutivo para recibir las explicaciones o informes que estimen convenientes.
La relación que impone el Art. 71 entre los órganos Ejecutivo y Legislativo se ve robustecida por el Art.
101, que establece el deber del jefe de gabinete de concurrir al menos una vez por mes, alternativamente,
a cada una de las cámaras, para informar sobre la marcha de su gobierno.
La norma incorpora, así, la obligación constitucional, regular y periódica, del jefe de gabinete de
ministros de informar a los representantes del pueblo y de las provincias sobre el estado de los asuntos
públicos durante un lapso prolongado de cada año, teniendo presente el plazo actual de las sesiones del
Congreso, establecido por el Art. 63.

Designación y remoción
Artículo 99 inciso 7.- El poder ejecutivo por sí solo puede designar al jefe de gabinete de ministros del
despacho. Artículo 53-59-60.- Sólo la cámara diputados tiene derecho a acusarlo ante el senado; al
senado corresponde juzgar en juicio público al acusado por la cámara de diputados, no será declarado
culpable sino a mayoría de los dos tercios de los miembros presentes; el fallo de la cámara de senadores
no tendrá más efecto que destituir al acusado.

La interpelación al Jefe de Gabinete, la Censura.-


La interpelación se produce cuando el Congreso cita al Jefe de gabinete para que rinda explicaciones
acerca de algún tema que al Congreso le interese. El segundo párrafo del Art. 101 instituye la moción de
censura que es un típico instrumento del sistema parlamentario de gobierno. Consiste en la facultad que
tiene el parlamento de destituir al jefe de gobierno (primer ministro), a alguno de los ministros de su
gabinete o, incluso, al gabinete completo, simplemente porque han perdido la confianza de los
legisladores.
Este elemento del sistema parlamentario se introduce en la Constitución exclusivamente para el jefe de
gabinete. Para ser coherente, la reforma debió también incluir en la moción de censura a todos los
ministros del Poder Ejecutivo y, como contramedida de ella, la disolución de ambas Cámaras y el llamado
a una nueva elección de legisladores.
Es mucho mas importante la moción de censura para los ministros del Poder Ejecutivo, que para el jefe de
gabinete, porque la moción de censura a uno o varios ministros podría dificultar la ejecución de
determinados planes del presidente de la República que no tuvieran el consenso mayoritario del
Congreso, lo que no sucede con la moción de censura contra el jefe de gabinete.
Además, esta moción de censura no se compagina con la posibilidad de que el jefe de gabinete sea
sometido a juicio político.

Incompatibilidad Especial.-
El último párrafo del Art. 100 establece que "El jefe de gabinete de ministros no podrá desempeñar
simultáneamente otro ministerio".

144.- Las secretarías de Estado: su posición constitucional. Los interventores: naturaleza jurídica.

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La ley de ministerios 22.520 instrumentó ocho secretarías de la Presidencia de la Nación (General, Legal
y Técnica, de Planificación, de Inteligencia del Estado, de Medios de Comunicación, de la Función
Pública, de Ciencia y Tecnología, de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha
contra el Narcotráfico). Sus titulares asisten al Poder Ejecutivo en forma directa. También integran el
Gabinete nacional, con funciones similares a la de los ministros y a ellos puede el presidente delegarles
facultades suyas, por vía de decreto.
La creación de tales secretarías ha sido históricamente una respuesta del derecho
constitucional consuetudinario al número fijo de ministros establecido por el anterior Art. 87 de la
Constitución, y que resulta insuficiente. De hecho, operan como cuasi ministros.
Formalmente, la ley puede crear secretarías de Estado, pero no conferirles roles propios de los ministros,
ni equipararlas a ellos. A ello se opone el ya citado principio de corrección funcional. La imputación de
funciones presidenciales a estos organismos es en principio cuestionable, pero no tratándose de tareas
personalísimas del titular del Poder Ejecutivo parece imposible rechazar la realidad imperante.
En verdad, hubiere sido mucho mejor instrumentar los cargos de viceministros en vez de secretarías con
tales funciones. Los viceministros (como comienza a llamárselos) son los secretarios de cada ministerio,
cuyo número varía en cada departamento de Estado. También hay subsecretarías en cada secretaría de la
Presidencia de la Nación.

Los Interventores: Naturaleza jurídica.-


El nombramiento del Interventor federal corresponde siempre al Poder Ejecutivo Nacional según el Art.
99, Inc. 7, sin importar quien haya declarado la Intervención. El Interventor es un funcionario federal; y
como tal, representa al Gobierno federal, y actúa como delegado del Presidente.

BOLILLA 29

146.- El Poder Judicial de la Nación. Naturaleza. La función judicial. Órgano de gobierno, de


control, de creación del derecho, árbitro de la división de poderes, etc.
El poder judicial es un poder del Estado encargado de administrar la justicia en la sociedad, mediante la
aplicación de las normas jurídicas. En la resolución de conflictos. Es ejercido por la Corte Suprema de
Justicia (CSJN) y por los demás tribunales inferiores que estableciere el Congreso en el territorio de la
Nación. Esta regulado en la sección tercera de la segunda parte de la Constitución de la Nación Argentina.
El Poder judicial debe ser independiente para poder someter a los restantes poderes, en especial
el ejecutivo, cuando estos contravengan el ordenamiento jurídico y convertirse en el encargado de hacer
efectivo la idea del Derecho como elemento regulador de la vida social.
La suma de facultades y atribuciones que la Constitución concede al Poder judicial se resume en la
palabra jurisdicción. Esta significa la potestad de que se halla investido por la Constitución y por las leyes
del Congreso para administrar justicia
La Constitución Nacional ha establecido dos órdenes de justicia:
a - La justicia Federal o Nacional, que tiene jurisdicción sobre el territorio de la República.
b - La justicia ordinaria de cada provincia a que alude el Art. 50.
El Poder judicial es un poder independiente y por lo mismo dicta sus propios reglamentos de
funcionamiento y nombra a sus empleados. El Presidente no puede ejercer, por ninguna razón, ni
arrogarse facultades judiciales, aunque los miembros de la Corte son nombrados por el Presidente con
acuerdo del Senado.

147.- Antecedentes de la administración de justicia. Evolución de la organización de la justicia. La


Ley Nº 23.853 de Autarquía Judicial.
La provincia de Buenos Aires, cuyo territorio forma parte del espacio que ocupaba el Virreinato del Río
de la Plata, posee una organización judicial que es heredera de la estructura institucional que España supo
trasladar a sus colonias en América.
En ese contexto, la Suprema Corte de Justicia cuya instauración data del año 1875, reconoce su
antecedente colonial en la Real Audiencia de Buenos Aires de 1783.

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Los sucesos de Mayo de 1810, dan comienzo al denominado “período patrio”, el cual estuvo signado por
el paulatino quiebre del vinculo con España. Este proceso emancipador tuvo su desenlace en la
declaración de la independencia de 1816.
Los acontecimientos de Mayo sin embargo no alteran en un principio las instituciones judiciales. Prueba
de ello es la actitud de la Primera Junta de Gobierno, que en su Constitución establece que sus integrantes
quedan excluidos de ejercer el poder judiciario el cual se refundirá en la Real Audiencia.
Esta institución sobrevive a los avatares políticos-institucionales hasta 1812. Recién durante la gestión del
Primer Triunvirato, organismo que reemplaza a la Junta de Gobierno se sanciona "El Reglamento de
Institución y Administración de Justicia de las Provincias Unidas del Río de La Plata", en donde se
establece que el Tribunal Supremo, que hasta ese momento había sido la Real Audiencia, queda
extinguido pues en adelante se llamará Cámara de Apelaciones.
Avanzando en el tiempo llegamos a 1820, año en el que Buenos Aires se configura como provincia
constituida por sus tres poderes de Estado: el Poder Ejecutivo al frente del cual se encuentra el
Gobernador Provincial; el Poder Legislativo con la Honorable Cámara de Representantes; y el Poder
Judicial con la Cámara de Apelaciones como Tribunal Supremo de Justicia.
Se crea la justicia de primera instancia con jueces letrados, rentados e inamovibles, y la justicia de paz de
ciudad y campaña. Con el objetivo de acercar la justicia a la comunidad, completando este cuadro, la
provincia se divide en departamentos judiciales.
El 1° de mayo de 1853 se aprueba la Constitución Nacional. La provincia de Buenos Aires en medio de
desacuerdos políticos y económicos se aparta de la Confederación e inicia su propio camino conformando
lo que se dio en llamar el Estado de Buenos Aires.
En la Constitución de 1854 el Superior Tribunal de Justicia se encuentra en la cúspide del Poder Judicial.
Superados los conflictos que separan a Buenos Ares de la Confederación Argentina, se logra a partir de
1860 la unión definitiva de todas las provincias bajo un único texto constitucional.
La Provincia de Buenos Aires, ante la nueva situación debe sancionar un texto constitucional que se
adaptara a los nuevos acontecimientos. Así nace la Constitución de 1873, cuya innovación más
importante en materia judicial es la creación de la Suprema Corte de Justicia.
Este periodo está signado por la búsqueda de la estabilidad política y el afianzamiento institucional. En
1880 se federaliza la ciudad de Buenos Aires. Hasta ese momento el gobierno nacional y el provincial
convivían en la misma ciudad.
A partir de 1886 la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, cabeza del Poder Judicial,
permanece en el actual Palacio de Justicia de la ciudad de La Plata.

Mientras que a principios del siglo XX, el presupuesto del PJ llegaba al 4% del presupuesto general, a
fines de la década del 80 rondaba el 1%.Para paliar la cuestión, la ley 23853, de autarquía judicial
estableció que el Poder Judicial debía solventarse de rentas generales, y de recursos de generación propia,
como las Tasas de Justicia, porcentajes de las tasas por los depósitos judiciales, etc..
La Ley 23.853 se refiere a la potestad de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de preparar el
Presupuesto de Gastos y Recursos del Poder Judicial, el que será remitido al Poder Ejecutivo Nacional
para su incorporación al proyecto de Presupuesto General de la Administración Nacional que se presenta
anualmente ante el Honorable Congreso.

148.- La organización y competencia del Poder Judicial de la Nación (Arts. 108 y 110). La Corte
Suprema de Justicia de la Nación. Su función gubernamental. Integración: Ley Nº 26.183 y sus
antecedentes. Leyes Nº 23.774, 15.271 y 16.895. Requisitos para ser juez de la Corte. Juramento.
Permanencia en tiempo de facto: la Acordada del 5 de Octubre de 1945. El presidente de la Corte:
designación y funciones. Prerrogativas e incompatibilidades de los jueces de la Nación (Arts. 111 y
115).
Art. 108.- El Poder Judicial de la Nación será ejercido por una Corte Suprema de Justicia, y por los
demás tribunales inferiores que el Congreso estableciere en el territorio de la Nación.
Art. 110.- Los jueces de la Corte Suprema y de los tribunales inferiores de la Nación conservarán sus
empleos mientras dure su buena conducta, y recibirán por sus servicios una compensación que
determinará la ley, y que no podrá ser disminuida en manera alguna, mientras permaneciesen en sus
funciones.

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La Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina es el máximo tribunal de justicia de la República
Argentina. Fue creada el 15 de enero de 1863.
La Corte es el último tribunal habilitado para impartir justicia, es decir que sus fallos no pueden
ser apelados, si bien pueden eventualmente ser revisados por la misma corte mediante el recurso de
reconsideración. También decide en casos en los que se ponga en duda la constitucionalidad de
alguna ley o algún fallo de tribunales inferiores.

Integración
El texto de 1853 lo estableció en 9 miembros y 2 fiscales. La reforma de 1860 eliminó la cantidad y lo
dejó a consideración del Poder Legislativo. La ley 27 consagró la cantidad de 5 jueces y un Procurador
general. Desde su primera constitución en 1863, durante la presidencia de Mitre, se fijó su número en 5.
Su primer presidente fue Francisco de las Carreras. La ley 15271 fijó su cantidad en 7 miembros, que
fueron otra vez reducidos a 5 por ley 16895. Por ley 23774 (primera presidencia de Menem), se elevó el
número a 9.
Finalmente, con inusitada rapidez, en octubre de 2006 se presentó el proyecto de disminución del número
de 9 a 5, con una cláusula transitoria mientas se mantenga el número actual de jueces. Es la ley 26.183:
La Corte Suprema de Justicia de la Nación estará compuesta por CINCO (5) jueces. Ante ella actuarán el
Procurador General de la Nación.
Disposición Transitoria: La reducción de los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
dispuesta por el artículo anterior, operará del siguiente modo:
Desde la entrada en vigencia de la presente ley se reducirá transitoriamente a SIETE (7) el número de
jueces que la integran. A partir de dicha reducción, las decisiones de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación se adoptarán por el voto mayoritario de CUATRO (4) de sus miembros.
A posteriori, en oportunidad de producirse una vacante definitiva se reducirá transitoriamente a SEIS (6)
el número de jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En dicho período las decisiones de la
Corte Suprema de Justicia de la Nación se adoptarán por el voto mayoritario de CUATRO (4) de sus
miembros.
Producida una nueva vacante definitiva, se reducirá a CINCO (5) el número de jueces que la componen.
Las decisiones se adoptarán por el voto de la mayoría absoluta de sus miembros.
Actualmente, la Corte Suprema de Justicia de la Nación está integrada por siete jueces.

Requisitos para ser juez de la Corte. Juramento.


Art. 111.- Ninguno podrá ser miembro de la Corte Suprema de Justicia, sin ser abogado de la Nación con
ocho años de ejercicio, y tener las calidades requeridas para ser senador.
Art. 112.- En la primera instalación de la Corte Suprema, los individuos nombrados prestarán juramento
en manos del Presidente de la Nación, de desempeñar sus obligaciones, administrando justicia bien y
legalmente, y en conformidad a lo que prescribe la Constitución. En lo sucesivo lo prestarán ante el
Presidente de la misma Corte.

Presidente de la Corte: designación y funciones


La CSJ tiene un presidente y vicepresidentes primero y segundo. La Constitución Nacional no aclara
quien lo designa. Desde la acordada del 17/12/52 es elegido por mayoría absoluta de los mismos
miembros y es renovado periódicamente.
El desempeño de esos cargos sólo implica funciones principalmente protocolares: representa a la Corte,
firma las comunicaciones dirigidas a otras reparticiones de otros poderes federales o provinciales, etc...
Por el principio de paralelismo de las formas, si el Presidente de la Corte es nombrado por sus miembros,
ante ellos debe renunciar.

Prerrogativas e incompatibilidades de los jueces de la Nación


Art. 115.- Los jueces de los tribunales inferiores de la Nación serán removidos por las causales
expresadas en el Artículo 53 (mal desempeño en el ejercicio de sus funciones, por delito en el ejercicio de
sus funciones o crímenes comunes), por un jurado de enjuiciamiento integrado por legisladores,
magistrados y abogados de la matrícula federal.

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Su fallo, que será irrecurrible, no tendrá más efecto que destituir al acusado. Pero la parte condenada
quedará no obstante sujeta a acusación, juicio y castigo conforme a las leyes ante los tribunales
ordinarios.
Corresponderá archivar las actuaciones y, en su caso, reponer al juez suspendido, si transcurrieren ciento
ochenta días contados desde la decisión de abrir el procedimiento de remoción, sin que haya sido dictado
el fallo.
En la ley especial a que se refiere el Artículo 114, se determinará la integración y procedimiento de este
jurado.

149.- Nombramiento y remoción de los jueces. Los jueces de la Corte Suprema (Arts. 99 Inc. 4, Art.
53, 59 y 60), el decreto Nº 222/03. Los jueces de los tribunales inferiores (Arts. 114 Inc. 1, 2; Art. 99
Inc. 4; disposición transitoria 11ª; Art. 115 y disposición transitoria 13ª y 14ª). Designación de jueces
subrogantes: Ley Nº 26.376.
Dentro de las atribuciones de Poder ejecutivo:
Art. 99 Inc. 4.- Nombra los magistrados de la Corte Suprema con acuerdo del Senado por dos tercios de
sus miembros presentes, en sesión pública, convocada al efecto.
Nombra los demás jueces de los tribunales federales inferiores en base a una propuesta vinculante en
terna del Consejo de la Magistratura, con acuerdo del Senado, en sesión pública, en la que se tendrá en
cuenta la idoneidad de los candidatos.
De este extracto del Art. 110.- Los jueces de la Corte Suprema y de los tribunales inferiores de la Nación
conservarán sus empleos mientras dure su buena conducta […], se desprende que los jueces solo pueden
ser removidos de su cargo a través del juicio político conforme a los Arts. 53, 59 y 60: Sólo la cámara
diputados tiene derecho a acusarlo ante el senado; al senado corresponde juzgar en juicio público al
acusado por la cámara de diputados, no será declarado culpable sino a mayoría de los dos tercios de los
miembros presentes; el fallo de la cámara de senadores no tendrá más efecto que destituir al acusado.

Decreto Nº 222/03
CONSIDERANDO:
Que en el artículo citado se determina que el Presidente de la Nación Argentina tiene la atribución de
nombrar a los magistrados de la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACION con acuerdo del
Senado por dos tercios de sus miembros presentes, en sesión pública convocada al efecto.
Que es pertinente que el ejercicio de esta facultad por parte del PODER EJECUTIVO NACIONAL sea
reglamentada estableciendo parámetros a tener en cuenta para mejor selección del candidato propuesto de
modo que su designación contribuya de modo cierto en aporte a un efectivo mejoramiento del servicio de
justicia, cuya garantía debe el Estado proveer a los ciudadanos, al fortalecimiento del sistema republicano
y al incremento de la calidad institucional.
Que resulta necesario tener presente, a la hora del ejercicio de tal facultad, las circunstancias atinentes a la
composición general del Alto Cuerpo en cuanto a diversidades de género, especialidades profesionales e
integración con un sentido regional y federal.
Que a ello deben sumarse los requisitos relativos a la integridad moral e idoneidad técnica y el
compromiso con la democracia y la defensa de los derechos humanos que el o los postulantes deben
reunir.
Que para mejor cumplimiento de las finalidades indicadas resulta conveniente posibilitar, con la
conformidad expresa de quien o quienes resulten motivo de solicitud de acuerdo, la acreditación de
aspectos relativos a su trayectoria profesional y académica, los compromisos públicos y privados que
tuvieren, la concurrencia de los requisitos establecidos en la Ley de Ética de la Función Pública y del
cumplimiento de sus respectivas obligaciones impositivas.
Que corresponde también crear los mecanismos que permitan a los ciudadanos, individual o
colectivamente, a los colegios y a las asociaciones que agrupan a sectores del ámbito profesional,
académico o científico de que se trata, a las organizaciones no gubernamentales con interés y acciones en
el tema, hacer conocer en forma oportuna sus razones, puntos de vista y objeciones que pudieran tener
respecto del nombramiento a producir.

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Que resulta conveniente adoptar un procedimiento que ordene y acote en un tiempo prudencial el
ejercicio de los derechos de participación de los ciudadanos en el manejo de las cuestiones públicas de
interés que esta reglamentación busca instrumentar.
Que el procedimiento así reglado y los dispositivos del presente se adoptan sin perjuicio de la
competencia y los procedimientos establecidos por el HONORABLE SENADO DE LA NACION en
virtud de la atribución que el artículo constitucional citado le confiere y su propio reglamento determine.

Los jueces de los tribunales inferiores


Son atribuciones del Consejo de la Magistratura:
Art. 114 Inc. 1.- Seleccionar mediante concursos públicos los postulantes a las magistraturas inferiores.
Inc. 2.- Emitir propuestas en ternas vinculantes, para el nombramiento de los magistrados de los
tribunales inferiores.
Extracto del Art. 99 Inc.4.- Nombra los demás jueces de los tribunales federales inferiores en base a una
propuesta vinculante en terna del Consejo de la Magistratura, con acuerdo del Senado, en sesión pública,
en la que se tendrá en cuenta la idoneidad de los candidatos.
Los jueces de los tribunales inferiores son removidos de conformidad con el Art. 115.- Los jueces de los
tribunales inferiores de la Nación serán removidos por las causales expresadas en el Artículo 53, por un
jurado de enjuiciamiento integrado por legisladores, magistrados y abogados de la matrícula federal.
Su fallo, que será irrecurrible, no tendrá más efecto que destituir al acusado. Pero la parte condenada
quedará no obstante sujeta a acusación, juicio y castigo conforme a las leyes ante los tribunales
ordinarios.
Corresponderá archivar las actuaciones y, en su caso, reponer al juez suspendido, si transcurrieren ciento
ochenta días contados desde la decisión de abrir el procedimiento de remoción, sin que haya sido dictado
el fallo.
En la ley especial a que se refiere el Artículo 114, se determinará la integración y procedimiento de este
jurado.

Designación de los jueces subrogantes


Durante 2009, y tras un previsible pero intenso debate, el oficialismo impuso su mayoría en la Cámara de
Diputados y convirtió en ley un nuevo régimen de designación de jueces subrogantes, que abre la puerta
al kirchnerismo para designar a discreción a los magistrados interinos.
En la votación, el oficialismo, junto con la Concertación Plural (radicales K) y otros aliados, se impuso
por 97 votos, frente a 54 negativos de la oposición y tres abstenciones.
Con esta ley, el Congreso procura satisfacer el mandato de la Corte Suprema, que, en un fallo emitido
hacía un año, declaró inconstitucional el sistema vigente de subrogancias e impuso un año a los
legisladores para que sancionaran un nuevo régimen que respetara la Constitución nacional e incluyera al
Consejo de la Magistratura, al Poder Ejecutivo y al Senado en el proceso de designación de los jueces
interinos.
La ley aprobada no respeta los lineamientos trazados por la Corte Suprema. En primer lugar, porque se
prorroga sin plazo el sistema de subrogancias cuestionado por la Corte hasta tanto el procedimiento que
establece la ley se ponga en marcha. Pero el punto que mayor discusión insumió fue que el Consejo de la
Magistratura estaba excluido del proceso de designación de los jueces subrogantes. Esto constituyó un
punto neurálgico del debate. De acuerdo con la flamante norma, cuando se produzca una vacancia en un
juzgado ésta será cubierta por un juez de igual competencia de la misma jurisdicción. Hasta allí estaban
todos de acuerdo. Pero el oficialismo incluyó una segunda alternativa en caso de que la primera no pueda
cumplirse: designar al juez interino de una lista de conjueces -integrada por abogados de matrícula-, la
cual será confeccionada por el Poder Ejecutivo. Esa designación, reza la ley, se hará por sorteo.
Esta alternativa es lo que provocó el generalizado rechazo de la oposición, no sólo porque el proceso de
designación se limita al Senado y al Poder Ejecutivo, sino porque no incluye un plazo de duración para
las nuevas subrogancias.

BOLILLA 30

91
151.- El Consejo de la Magistratura. Su ubicación constitucional (Art. 114). Atribuciones: selección
de postulantes, administración de recursos, potestades de superintendencia, iniciativa para el
juzgamiento de magistrados. Integración. Ley Nº 24.937, Arts. 1, 2, 3, 28 y 29.
El Consejo de la Magistratura es un órgano permanente del Poder Judicial de la Nación, incorporado a la
Carta Magna mediante la reforma constitucional realizada en el año 1994, y se encuentra regulado por la
Ley 24.937.
Art. 114.- El Consejo de la Magistratura, regulado por una ley especial sancionada por la mayoría
absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, tendrá a su cargo la selección de los
magistrados y la administración del Poder Judicial.
El Consejo será integrado periódicamente de modo que se procure el equilibrio entre la representación de
los órganos políticos resultante de la elección popular, de los jueces de todas las instancias y de los
abogados de la matrícula federal. Será integrado, asimismo, por otras personas del ámbito académico y
científico, en el número y la forma que indique la ley.
Serán sus atribuciones:
1. Seleccionar mediante concursos públicos los postulantes a las magistraturas inferiores.
2. Emitir propuestas en ternas vinculantes, para el nombramiento de los magistrados de los tribunales
inferiores.
3. Administrar los recursos y ejecutar el presupuesto que la ley asigne a la administración de justicia.
4. Ejercer facultades disciplinarias sobre magistrados.
5. Decidir la apertura del procedimiento de remoción de magistrados, en su caso ordenar la suspensión, y
formular la acusación correspondiente.
6. Dictar los reglamentos relacionados con la organización judicial y todos aquellos que sean necesarios
para asegurar la independencia de los jueces y la eficaz prestación de los servicios de justicia.

Además de lo expuesto, son atribuciones propias del Consejo:


• Organizar el funcionamiento de la Escuela Judicial, dictar su reglamento, aprobar sus programas de
estudio y establecer el valor de los cursos realizados, como antecedentes para los concursos convocados.
Planificar los cursos de capacitación para magistrados, funcionarios y empleados del Poder Judicial para
la eficaz prestación del servicio de justicia.
• Elaborar el anteproyecto de presupuesto anual del Poder Judicial, de conformidad con lo dispuesto en la
Ley de Autarquía Judicial y la Ley de Administración Financiera, y ejecutarlo.

Integración
El Consejo está integrado por trece miembros, de acuerdo con la siguiente composición:
1. Tres jueces del Poder Judicial de la Nación, elegidos por el sistema D`Hont, debiéndose garantizar la
representación igualitaria de los jueces de cámara y de primera instancia y la presencia de magistrados,
con competencia federal del interior de la República.
2. Seis legisladores. A tal efecto los presidentes de la Cámara de Senadores y de la Cámara de Diputados,
a propuesta de los bloques parlamentarios de los partidos políticos, designarán tres legisladores por cada
una de ellas, correspondiendo dos a la mayoría y uno a la primera minoría.
3. Dos representantes de los abogados de la matrícula federal, designados por el voto directo de los
profesionales que posean esa matrícula. Uno de los representantes deberá tener domicilio real en
cualquier punto del interior del país.
4. Un representante del Poder Ejecutivo.
5. Un representante del ámbito académico y científico que deberá ser profesor regular de cátedra
universitaria de facultades de derecho nacionales y contar con una reconocida trayectoria y prestigio, el
cual será elegido por el Consejo Interuniversitario Nacional con mayoría absoluta de sus integrantes.
Los miembros del Consejo prestarán juramento en el acto de su incorporación de desempeñar
debidamente el cargo por ante el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Por cada miembro titular se elegirá un suplente, mediante igual procedimiento, para reemplazarlo en caso
de renuncia, remoción o fallecimiento.

Ley 24.937

92
Art. 3.- Duración. Los miembros del Consejo de la Magistratura durarán cuatro años en sus cargos,
pudiendo ser reelectos con intervalo de un período. Los miembros del Consejo elegidos por su calidad
institucional de jueces en actividad o legisladores, cesarán en sus cargos si se alterasen las calidades en
función de las cuales fueron seleccionados, debiendo ser reemplazados por sus suplentes o por los nuevos
representantes que designen los cuerpos que los eligieron para completar el mandato respectivo. A tal fin,
este reemplazo no se contará como período a los efectos de la reelección.
Art. 4.- Requisitos. Para ser miembro del Consejo de la Magistratura se requerirán las condiciones
exigidas para ser juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Art. 10.- Presidencia. El presidente del Consejo de la Magistratura será designado por mayoría absoluta
del total de sus miembros y ejercerá las atribuciones que dispone esta ley y las demás que establezcan los
reglamentos que dicte el Consejo. Durará un año en sus funciones y podrá ser reelegido con intervalo de
un período. El presidente tiene los mismos derechos y responsabilidades que los restantes miembros del
Consejo y cuenta con voto simple, salvo en caso de empate, en el que tendrá doble voto.
Art. 11.- Vicepresidencia. El vicepresidente será designado por mayoría absoluta del total de sus
miembros y ejercerá las funciones ejecutivas que establezcan los reglamentos internos y sustituirá al
presidente en caso de ausencia, renuncia, impedimento o muerte. Durará un año en sus funciones y podrá
ser reelegido con intervalo de un período.
Art. 28.- Incompatibilidades. Licencias. La calidad de miembro del Consejo de la Magistratura y del
Jurado de Enjuiciamiento no será incompatible con el ejercicio del cargo en virtud del cual fueron electos
los magistrados.
Los abogados deberán suspender su matrícula federal por el tiempo que dure el desempeño efectivo de
sus cargos. No podrán ejercerse simultáneamente los cargos de los miembros del Consejo de la
Magistratura y del Jurado de Enjuiciamiento.
Los jueces podrán solicitar licencia en sus cargos durante el período en el cual deban desempeñar
funciones en el Consejo de la Magistratura o en el Jurado de Enjuiciamiento, cuando existan motivos
fundados que les impidieren ejercer ambas tareas simultáneamente.
Art. 29.- Carácter de los servicios. El desempeño de los miembros magistrados y legisladores del Consejo
de la Magistratura y del Jurado de Enjuiciamiento será honorario, debiendo percibir las remuneraciones
que les correspondan por sus respectivos cargos. Los demás miembros, cualesquiera sea su
representación, percibirán una compensación equivalente a la remuneración de un juez de la Cámara
Nacional de Casación Penal. En el caso del Jurado de Enjuiciamiento, la percibirán desde la plena y
efectiva constitución del jurado. Se entiende por plena y efectiva constitución del jurado su puesta en
funcionamiento para el juzgamiento de un caso en concreto hasta el dictado de la sentencia o, en su caso,
de la aclaratoria.

152.- El Jurado de Enjuiciamiento. Integración. Atribuciones. Procedimiento. “Irrecurribilidad de


su fallo”. Ley 24.937 Art. 21, 22, 28, 29.
El juzgamiento de los jueces de los tribunales inferiores de la Nación estará a cargo del Jurado de
Enjuiciamiento de los Magistrados según lo prescripto por el artículo 115 de la Constitución Nacional
(Art. 21 Ley 24.937). El desempeño de las funciones será considerado una carga pública. Ninguna
persona podrá integrar el Jurado de Enjuiciamiento de los magistrados en más de una oportunidad. Los
jueces de cámara y los legisladores no podrán ser nuevamente miembros de este cuerpo, hasta tanto lo
hayan integrado el resto de sus pares.
Los miembros del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la Nación duran seis meses en su cargo.
Su mandato puede extenderse en la medida que el juzgamiento de un Magistrado se exceda en el plazo de
vigencia del mandato de los miembros del Jurado.
Art. 115.- Los jueces de los tribunales inferiores de la Nación serán removidos por las causales
expresadas en el Artículo 53, por un jurado de enjuiciamiento integrado por legisladores, magistrados y
abogados de la matrícula federal.
Su fallo, que será irrecurrible, no tendrá más efecto que destituir al acusado. Pero la parte condenada
quedará no obstante sujeta a acusación, juicio y castigo conforme a las leyes ante los tribunales
ordinarios.

93
Corresponderá archivar las actuaciones y, en su caso, reponer al juez suspendido, si transcurrieren ciento
ochenta días contados desde la decisión de abrir el procedimiento de remoción, sin que haya sido dictado
el fallo.
En la ley especial a que se refiere el Artículo 114, se determinará la integración y procedimiento de este
jurado.

Art. 22 .Ley 23.937.- Integración. Incompatibilidades e inmunidades. El Jurado de Enjuiciamiento


estará integrado por siete miembros de acuerdo a la siguiente composición:
1.- Dos jueces que serán: de cámara, debiendo uno pertenecer al fuero federal del interior de la República
y otro a la Capital Federal. A tal efecto, se confeccionarán dos listas, una con todos los camaristas
federales del interior del país y otra con los de la Capital Federal.
2.- Cuatro legisladores, dos por la Cámara de Senadores y dos por la Cámara de Diputados de la Nación,
debiendo efectuarse dos listas por Cámara, una con los representantes de la mayoría y la otra con los de la
primera minoría.
3.- Un abogado de la matrícula federal, debiendo confeccionarse una lista con todos los abogados
matriculados en el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal y en las Cámaras Federales del
interior del país que reúnan los requisitos para ser elegidos jueces de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación.
Todos los miembros serán elegidos por sorteo semestral público a realizarse en los meses de diciembre y
julio de cada año, entre las listas de representantes de cada estamento. Por cada miembro titular se elegirá
un suplente, por igual procedimiento, para reemplazarlo en caso de renuncia, impedimento, ausencia,
remoción o fallecimiento.
Los miembros del Jurado de Enjuiciamiento estarán sujetos a las incompatibilidades e inmunidades que
rigen para sus calidades funcionales. El miembro elegido en representación de los abogados estará sujeto
a las mismas inmunidades e incompatibilidades que rigen para los jueces.
Art. 23.- Constitución y carácter del desempeño. Duración. Elección de autoridades. El Jurado de
Enjuiciamiento de los Magistrados entrará en funciones ante la convocatoria del plenario del Consejo de
la Magistratura y designará entre sus miembros a su presidente. La calidad de miembro del jurado no será
incompatible con el ejercicio del cargo o profesión en virtud del cual fue nombrado.
Durarán en sus cargos mientras se encuentren en trámite los juzgamientos de los magistrados que les
hayan sido encomendados y sólo con relación a éstos. Los miembros elegidos por su calidad institucional
de jueces, legisladores o por su condición de abogados inscriptos en la matrícula federal, cesarán en sus
cargos si se alterasen las calidades en función de las cuales fueron seleccionados, debiendo ser
reemplazados por sus suplentes o por los nuevos representantes que designen los cuerpos que los
eligieron para completar el mandato respectivo.
El desempeño de las funciones será considerado una carga pública. Ninguna persona podrá integrar el
Jurado de Enjuiciamiento de los magistrados en más de una oportunidad. Los jueces de cámara y los
legisladores no podrán ser nuevamente miembros de este cuerpo, hasta tanto lo hayan integrado el resto
de sus pares, en los términos previstos en el artículo 22 de esta ley.
Art. 25.- Disposiciones generales. El procedimiento ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados
será oral y público y deberá asegurar el derecho de defensa del acusado. El fallo que decida la destitución
deberá emitirse con mayoría de dos tercios de sus miembros.
Causales de remoción. Se considerarán causales de remoción de los jueces de los tribunales inferiores de
la Nación, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 53 de la Constitución Nacional, el mal
desempeño, la comisión de delito en el ejercicio de sus funciones y los crímenes comunes. Entre otras, se
considerarán causales de mal desempeño las siguientes:
1. El desconocimiento inexcusable del derecho.
2. El incumplimiento reiterado de la Constitución Nacional, normas legales o reglamentarias.
3. La negligencia grave en el ejercicio del cargo.
4. La realización de actos de manifiesta arbitrariedad en el ejercicio de sus funciones.
5. Los graves desórdenes de conducta personales.
6. El abandono de sus funciones.
7. La aplicación reiterada de sanciones disciplinarias.
8. La incapacidad física o psíquica sobreviniente para ejercer el cargo.

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El fallo del Jurado de Enjuiciamiento es irrecurrible, lo que significa que no puede ser impugnado ni
pueden ser revisadas las decisiones tomadas en su fallo. Sin embargo, y como la doctrina de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación sostuvo, los fallos del Jury pueden ser revisados judicialmente, cuando se
haya puesto en duda la legitimidad del proceso o se haya incurrido en una grave violación al derecho de
defensa en juicio, tal como se expuso en el caso Brusa, Víctor.
Por lo que el fallo del Jury solamente esta sujeto al pedido de aclaratoria, conforme al Art. 27 de la Ley
24.937.
Art. 27.- Contra el fallo sólo procederá el pedido de aclaratoria, el que deberá interponerse ante el jurado
dentro de los tres (3) días de notificado.

BOLILLA 31
153.- La Justicia Federal. Competencia: características. La competencia en razón del lugar, la
materia y las personas (Arts. 75 Inc. 30, 31, 116 y Leyes 27, 44, 111, 3972, 3975, 11.252, 12.372,
13.998, 14, 129, etc.).

El ámbito de la jurisdicción federal, esto es, la que corresponde al Poder Judicial de la Nación, surge de
los arts. 116 y 117 de la Constitución Nacional. La jurisdicción federal es definida por Hugo Alsina
como la facultad conferida al poder judicial de la nación (dígase el estado federal) para administrar
justicia en los casos, sobre las personas y en los lugares especialmente determinados por la constitución.
El poder judicial es el conjunto de órganos encargado de llevar a cabo la "administración de justicia" o
"función jurisdiccional". Se le llama conjunto de órganos ya que esta integrado por: la corte suprema de
justicia, los demás jueces y tribunales de diferentes instancias, el consejo de la magistratura y jurado de
enjuiciamiento.
El poder judicial es el encargado de ejercer la "función jurisdiccional". Dicha función consiste en aplicar
la ley para resolver conflictos. La mayoría de los autores entiende que aplicar la ley es sinónimo de
"administrar justicia".
Pero hay otros que rechazan dicha afirmación, basándose en que incluso aplicando la ley puede subsistir
una injusticia.
Competencia: Características.-
La jurisdicción federal es atribuida a los órganos del poder judicial del estado federal por los arts. 116 y
117 de la constitución, y regulada por diversas leyes.
Art. 116.- Corresponde a la corte suprema y los tribunales inferiores de la nación, el conocimiento y
decisión de todas las causas que versen sobre puntos regidos por la constitución, y por las leyes de la
Nación, con la reserva hecha en el inciso 12 del Art. 75; y por los tratados con las naciones extranjeras; de
las causas concernientes a embajadores;, ministros públicos y cónsules extranjeros; de las causas de
almirantazgo y jurisdicción marítima; de los asuntos en que la Nación sea parte ; de las causas que se
susciten entre dos o mas provincias; entre una provincia y vecinos de otra; entre vecinos de diferentes
provincias; y entre una provincia o sus vecinos, contra un estado o ciudadano extranjero.

La competencia en razón del lugar; en razón de la materia; en razón de las personas.-


La justicia divide su competencia por razón de materia, de personas (o "partes"), y de lugar.
Las características principales son;
 Limitada y de Excepción, lo que quiere decir que solo se ejerce en los casos que la constitución y
las leyes reglamentarias señalan.
 Privativa y Excluyente, significa que, en principio, no pueden los tribunales provinciales conocer
de las causas que pertenecen a la jurisdicción federal.
 Improrrogable, esto es si surge por razón de materia o de lugar.

 Al contrario, es prorrogable cuando solo surge por razón de las personas, salvo los casos de
competencia originaria y exclusiva de la Corte, que se reputan absolutamente improrrogables.

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Art. 75 Inc. 30.- Ejercer una legislación exclusiva en el territorio de la capital de la Nación, y dictar la
legislación necesaria para el cumplimiento de los fines específicos de los establecimientos
de utilidad nacional en el territorio de la República. Las autoridades provinciales y municipales
conservarán los poderes de policía e imposición sobre estos establecimientos, en tanto no interfieran en el
cumplimiento de aquellos fines.
Art. 31.- Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se dicten por el Congreso y los
tratados con las potencias extranjeras, son la ley suprema de la Nación; y las autoridades de cada
provincia están obligadas a conformarse a ella, no obstante cualquiera disposición en contrario que
contengan las leyes o constituciones provinciales, salvo para la Provincia de Buenos Aires, los tratados
ratificados después del Pacto del 11 de noviembre de 1859.

Ley 27.- Ley sancionada el 13/10/1862, "Organización de la Justicia"; Habla de los Tribunales Federales.
Art. 1.- La justicia nacional procederá siempre aplicando la Constitución y las leyes nacionales a la
decisión de las causad en que se versen intereses, actos o derechos de ministros o agentes públicos, de
simples individuos, de Provincia o de la Nación.
Art. 2.- Nunca procede de oficio y solo ejerce jurisdicción en los casos contenciosos en que es requerida a
instancia de parte.
Art. 3.- Uno de sus objetivos es sostener la observancia de la Constitución Nacional, prescindiendo, al
decidir las causas, de toda disposición de cualquiera de los otros poderes nacionales, que esté en
oposición con ella.
Art. 4.- Conoce y decide en todos los asuntos regidos por la Constitución y leyes nacionales, y en todas
las causas expresadas en los artículos 100 y 101 de la Constitución, pero cuando fuere llamada, de
conformidad con el Art. 100, a juzgar entre vecinos de diferentes provincias, lo hará con arreglo de las
respectivas leyes provinciales.
Art. 5.- No interviene en ninguno de los casos en que, compitiendo ese conocimiento y decisión de
Provincia no se halle interesada la Constitución ni ley alguna nacional.

154.- Competencia originaria y exclusiva de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Vinculación


del Art. 116 con el Art. 117: fundamento de esta competencia. El conocimiento de la Corte “en todos
los asuntos concernientes a embajadores, ministros, cónsules, extranjeros y en los que alguna
provincia fuere parte”. El Decreto Ley 1285/58 y sus modificaciones. Causas entre dos o más
provincias; causas civiles suscitadas entre una provincia y algún vecino o vecinos de otra, o
ciudadanos o súbditos extranjeros; causas relativas a cónsules extranjeros y causas concernientes a
embajadores u otros ministros diplomáticos extranjeros.
Entre los casos de competencia federal, encontramos situaciones en las que la Corte Suprema tiene
competencia originaria y exclusiva. O sea que actúa como tribunal único.

Vinculación del Art. 116 y 117: Fundamento de esta competencia.-


Art. 116.- Corresponde a la corte suprema y los tribunales inferiores de la nación, el conocimiento y
decisión de todas las causas que versen sobre puntos regidos por la constitución, y por las leyes de la
Nación, con la reserva hecha en el inciso 12 del art. 75; y por los tratados con las naciones extranjeras; de
las causas concernientes a embajadores;, ministros públicos y cónsules extranjeros; de las causas de
almirantazgo y jurisdicción marítima; de los asuntos en que la Nación sea parte ; de las causas que se
susciten entre dos o mas provincias; entre una provincia y vecinos de otra; entre vecinos de diferentes
provincias; y entre una provincia o sus vecinos, contra un estado o ciudadano extranjero.
Art. 117.- En estos casos la Corte Suprema ejercerá su jurisdicción por apelación según las reglas y
excepciones que prescriba el Congreso; pero en todos los asuntos concernientes a embajadores, ministros
y cónsules extranjeros, y en los que aluna provincia fuese parte, la ejercerá originaria y exclusivamente.

El Art. 117 es como una prolongación del 116, tanto que por su misma redacción se aprecia que lo
continúa, en forma que casi podrían incluirse ambos en una sola y misma norma con numeración única.
De este modo, los asuntos de competencia originaria y exclusiva previstos en el Art. 117, no son asuntos

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nuevos, sino asuntos que la disposición extrae de entre los que el 116 encomendó a la jurisdicción federal
de modo genérico.
Es de comprender que si el Art. 117 remite al 116, cualquiera de las causas enumeradas en el 117 debe ser
una causa que enunció el anterior, y que pasa al 117 porque en el 116 ya se le deparó la jurisdicción
federal; y que pasa por la misma razón que también en el 116 se tuvo en cuenta para incluirla en la
jurisdicción federal, y nunca por otra razón distinta a la prevista en el 116.

Asuntos concernientes a embajadores, ministros, cónsules...


El Art. 117 de la Constitución Nacional determina que la Corte Suprema también ejerce su jurisdicción,
originaria y exclusivamente, en todos los asuntos concernientes a embajadores, ministros, cónsules,
extranjeros y en los que alguna provincia fuese parte.
Los estados extranjeros gozan del principio de inmunidad. Es decir que un Estado no está obligado a
litigar ante el Poder Judicial de otro, salvo que consienta expresa o tácitamente la jurisdicción que le es
extraña.
De esta manera, si a un Estado se le reconoce en otro su soberanía e inmunidad, esta última también debe
reconocérsele a los funcionarios diplomáticos que por su rango, precisamente, representan
en suelo extraño esa soberanía e inmunidad.
Al igual que los Estados representados, tales funcionarios diplomáticos no deben ser sometidos a la
jurisdicción de los tribunales del país en el cual actúan, salvo que medie previa conformidad
del gobierno del Estado que representan.
Según pacífica doctrina judicial, la jurisdicción originaria de la Corte Suprema para conocer en las causas
o asuntos concernientes a los agentes diplomáticos extranjeros le ha sido otorgada con arreglo al derecho
de gentes, en virtud de la importancia que revisten las relaciones internacionales y el trato con las
potencias extranjeras, así como también por las altas y delicadas funciones que los diplomáticos deben
desempeñar.

El Decreto Ley Nº 1285/58 y sus modificaciones.-


Con arreglo a la doctrina, y de conformidad con las disposiciones de los arts. 116 y 117 de la Constitución
Nacional; Art. 24, Inc. 1º del decreto ley 1285/85, y Art. 40 de la Convención de Viena sobre relaciones
diplomáticas, el privilegio de la jurisdicción originaria de la Corte Suprema se extiende a las personas que
citamos seguidamente:
a. A los embajadores, ministros y cónsules extranjeros que el derecho internacional considera de ese
rango (carácter diplomático), o que sin contar con dicha investidura, se tienen por tales y cumplen
esas funciones en el Estado que los acredita ante el nuestro.
b. A los embajadores, ministros y cónsules que, aunque sean de nacionalidad argentina, representan a
un Estado extranjero en nuestro país. Aquí no interesa la nacionalidad del diplomático, sino la
funcio0n que realmente cumple en representación de un Estado extranjero.
c. A los agentes diplomáticos de país extranjero que se hallen en tránsito por la República Argentina,
o que en ejercicio de sus funciones diplomáticas se hallen en ella para dirigirse a tomar posesión del
cargo, o para reintegrarse a él, o para volver a su país.
d. A todos los familiares de los embajadores y ministros plenipotenciarios, con exclusión de los
individuos de la familia del restante personal de la embajada o legación, aunque también tenga
carácter diplomático.
e. A los jefes de Estados extranjeros cuando estén en territorio Argentino.

Causas entre dos o más provincias.-


Aquí no interesa la materia del asunto. La intervención de la Corte Suprema se funda en los arts. 117 y
127 de la Constitución. No corresponde a la Corte Suprema la determinación de límites interprovinciales
o la modificación de los determinados por el Congreso, en uso de las atribuciones que confiere al Poder
Legislativo el Art. 75 Inc. 15 de la Constitución. Pero si es de competencia del alto tribunal conocer de las
cuestiones jurídicas derivadas, precisamente, de la determinación de límites establecida por el poder
legisferante.

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Por otra parte, a raíz de las luchas internas que caracterizaron un largo período de nuestra organización
nacional y con el propósito fundamental de "consolidar la paz interior", la Constitución confiere a la
Corte Suprema la trascendente misión de dirimir los conflictos interprovinciales, en virtud de los términos
del Art. 127 de aquella que, en lo pertinente, dice "Ninguna provincia puede declarar, ni hacer la guerra a
otra provincia. Sus quejas deben ser sometidas a la Corte Suprema de Justicia y dirimidas por ella".

Causas suscitadas entre vecinos de una provincia y un Estado extranjero.-


La función judicial es un atributo de la soberanía. El Estado sólo puede ejercerla por intermedio de sus
órganos jurisdiccionales creados por la Constitución y por la Ley, dentro de sus límites territoriales y en
los lugares en que lo admite el derecho internacional.
En virtud de ello, se encuentran sometidas al Poder Judicial de la Nación todas las personas físicas o
jurídicas nacionales o extranjeras, que habiten o se hallen instaladas en su territorio y en sus
prolongaciones admitidas por el derecho internacional.
Sin embargo, los Estados extranjeros gozan en principio de inmunidad, o sea que un Estado no esta
obligado a litigar ante el Poder Judicial de otro, salvo que consienta expresa o tácitamente la jurisdicción
que le es extraña. Nuestro Estado acepta esa inmunidad de jurisdicción, siempre que el otro Estado
proceda en igual forma y respete, ante sus tribunales, la inmunidad de jurisdicción de la República
Argentina.
Tanto los requisitos exigidos para dar uso a la demanda contra un Estado extranjero, como las condiciones
de reciprocidad exigidas por el Poder Ejecutivo argentino, están contemplados por el Art. 24 Inc. 1 Párr.
2º, del decreto ley 1285/58 que, en lo pertinente, dice "No se dará curso a la demanda contra un Estado
extranjero, sin requerir previamente de su representante diplomático, por intermedio del Ministerio de
Relaciones Exteriores, la conformidad de aquel país para ser sometido a juicio".
A su vez, el Párr. 3º del mismo inciso establece: "Sin embargo, el Poder Ejecutivo puede declarar con
respecto a un país determinado la falta de reciprocidad a los efectos consignados en esta disposición, por
decreto debidamente fundado. En este caso, el Estado extranjero, con respecto al cual se ha hecho tal
declaración, queda cometido a la jurisdicción argentina. Si la declaración del Poder Ejecutivo limita la
falta de reciprocidad a determinados aspectos, la sumisión de país extranjero a la jurisdicción argentina se
limitará también a los mismos aspectos".

155.- Competencia Ordinaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Características. Causas


en que la Nación sea parte directa o indirectamente; en causas de extradición de criminales; en
causas que se produjeran apresamientos o embargos marítimos en tiempo de guerra, sobre
salvamento militar y sobre nacionalidad de buques, legitimidad de patentes, etc.
Es aquella que tiene la Corte Suprema como tribunal de alzada o en grado de apelación, para conocer de
las sentencias dictadas por los tribunales inferiores. El Art. 117 no fija los casos de esta competencia
apelada, sino que los delega a "las reglas y excepciones que prescriba el Congreso", el cual ha
determinado la competencia en grado de apelación de la Corte Suprema de Justicia en las diversas leyes
orgánicas de los tribunales nacionales, actualmente en el decreto ley 1285/58. Esta competencia apelada
es clasificada en dos grandes subgrupos:
a. Competencia por apelación ordinaria: En estos casos, la Corte Suprema actúa como un tribunal de
instancia ordinaria. Se puede debatir ante él todos los hechos discutidos y el derecho invocado o
aplicado en las instancias inferiores. Es un tribunal de tercera instancia ordinaria. Se clasifica en
cuatro subtipos, tres de ellos descritos en el Art. 24, Inc. 6 del decreto ley 1285/58 y uno n el Inc. 3
de dicho texto:

 Ciertas causas en que el Estado nacional es parte.- Las causas en que el Estado nacional es parte
son de competencia de la justicia federal, pero se las inicia y sustancia ante las instancias inferiores,
conforme a los procedimientos ordinarios. En ciertos casos, estas causas pueden llegar hasta la Corte
Suprema de Justicia en tercera instancia ordinaria. Esto sucede en aquellos pleitos en que el Estado sea
parte directa o indirectamente, siempre que el monto discutido exceda de una suma que se actualiza
periódicamente. Es decir que en este grupo se incluye aquellos litigios en que intervengan como parte

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(actora, demandada o tercero) el Estado nacional o entidades autarquicas o empresas del Estado, pero
únicamente cuando la cuantía económica del asunto lo justifique.
 Extradición de criminales.- La extradición de los criminales solicitados por la justicia de Estados
extranjeros se rige por tratados especiales o, a falta de tratado, por las normas procesales argentinas, y
siempre que exista reciprocidad. El pedido de extradición da lugar a un proceso judicial que puede
llegar, como tercera instancia ordinaria, hasta el conocimiento y decisión de la Corte Suprema de
Justicia.
 Almirantazgo y jurisdicción marítima.- En estos casos se los inicia y sustancia ante las instancias
inferiores conforme a los procedimientos ordinarios, pero también pueden llegar al conocimiento y
decisión de la Corte Suprema de Justicia en tercera instancia ordinaria. Se da en causas a que dieren
lugar los apresamientos o embargos marítimos en tiempos de guerra.
 Recurso de aclaratoria.- Esta enunciación del inc. 3 del art 24 del decreto ley 1285/58 es
innecesaria, ya que surge de las leyes procédales la facultad que tienen todos los tribunales de aclarar
sus propias decisiones cuando eras pudieron resultar oscuras.

a. Competencia por apelación extraordinaria: Se la clasifica en tres subtipos:

 Recursos de Revisión.- El Art. 24 inc. 3 del decreto ley 1285/58 se remite a la ley 4055. Se trata de
un recurso especial en materia penal, cuando se prueba la inexistencia del delito o de su autoría.
 Recurso de Queja.- Son de dos tipos: queja contra las cámaras nacionales de apelación, por
retardo de justicia, y queja por denegatoria del recurso extraordinario.
 Recurso Extraordinario.- Es la que corresponde al recurso previsto en el Art. 14 de la ley 48.

156.- El “Recurso extraordinario”: naturaleza. Ley Nº 48 y 4055. Requisitos: a) comunes, b)


formales y c) propios: condiciones de admisibilidad y procedencia. La cuestión federal: directa e
indirecta. La cuestión federal por arbitrariedad de sentencia.

El Recurso Extraordinario es un medio a través del cual aquellas sentencias definitivas de los tribunales
(locales o federales) que sean contrarias a la Constitución, pueden ser llevadas en grado de apelación y en
última instancia, ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para que ella revise dichas sentencias
definitivas a efectos de controlar su constitucionalidad.
De este modo se mantiene la supremacía de la Constitución (Art. 31) y se logra una interpretación
uniforme de las normas constitucionales.
El Recurso Extraordinario es una garantía porque en caso de que se viole un derecho constitucional y los
tribunales no decidan a favor de ese derecho, el afectado podrá llegar hasta la Corte Suprema para que
esta decida.

Naturaleza. Ley Nº 48 y Nº 4055.-


El Recurso Extraordinario se encuentra regulado por la Ley 48 (Art. 14, 15 y 16) y su reforma, la ley
4055.
Ley 48; Art. 14.- Una vez radicado un juicio ante los tribunales de provincia, será sentenciado y fenecido
en la jurisdicción provincial, y solo podrá apelarse a la Corte Suprema de las sentencias definitivas
pronunciadas por los tribunales superiores de provincia en los casos siguientes:
1. Cuando en el pleito se haya puesto en cuestión la validez de un tratado, de una ley de Congreso, o
de una autoridad ejercida en nombre de la Nación y la decisión haya sido contra su validez.
2. Cuando la validez de una ley, decreto o autoridad de provincia se haya puesto en cuestión bajo la
pretensión de ser repugnante a la Constitución Nacional, a los tratados o leyes del Congreso, y la
decisión haya sido a favor de la ley o autoridad de provincia.
3. Cuando la inteligencia de alguna cláusula de la Constitución o de un tratado o ley del Congreso o
una comisión ejercida en nombre de la autoridad nacional haya sido cuestionada y la decisión sea
contra la validez del titulo, derecho, privilegio o exención que se funda en dicha cláusula y sea
materia de litigio.

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Art. 15.- Cuando se entable el recurso de apelación que autoriza el artículo anterior, deberá deducirse la
queja con arreglo a lo prescrito en él, de tal modo, que su fundamento aparezca de los autos y tenga una
relación directa e inmediata a las cuestiones de validez de los artículos de la Constitución, leyes, tratados
o comisiones en disputa, quedando entendido, que la interpretación o aplicación que los tribunales de
provincia hicieren de los Códigos Civil, Penal, Comercial y de Minería, no dará ocasión a este recurso por
el hecho de ser leyes del Congreso, en virtud de lo dispuesto en el Inc. 11 del Art. 67 de la Constitución.
Art. 16.- En los recursos de que tratan los dos artículos anteriores, cuando la Corte Suprema revoque,
habrá una declaratoria sobre el punto disputado y volverá la causa para que sea nuevamente juzgada; o
bien resolverá el fondo, y aun podrá ordenar la ejecución, especialmente si la causa hubiese sido una vez
devuelta por idéntica razón.
Ley 4055; Art. 6.- La Corte Suprema conocerá por último, en grado de apelación, de las sentencias
definitivas pronunciadas por las cámaras federales de apelación; por las cámaras de apelación de la
Capital; por los tribunales superiores de provincias y por los tribunales superiores militares, en los casos
previstos por el Art. 14 de la ley 48 de 14 de septiembre de 1863.
Requisitos.-
a. Requisitos Comunes:

1. Intervención anterior de un Tribunal de Justicia.


2. Que haya existido un juicio.
3. Que se trate de una cuestión judiciable.
4. Que exista gravamen.
5. Que subsistan los requisitos.

b. Requisitos Formales:

1. Planteamiento oportuno y concreto de la cuestión federal.- Planteamiento oportuno es al


principio, en los escritos de demanda y contestación y debe mencionarse concretamente el derecho
federal que se estima desconocido.
2. Interposición por escrito y fundada, ante el mismo juez que dictó la resolución. Tengo un plazo de
10 días para interponer el escrito.

c. Requisitos Propios:

1. Que se trate de una Cuestión Federal.- Son cuestiones federales los casos enumerados por el Art.
14 de la ley 48.
2. Que haya relación directa entre la cuestión federal y la solución del pleito (sentencia).
3. Que la sentencia sea contraria al derecho federal invocado por el recurrente.
4. Que se trate de una sentencia definitiva.
5. Que haya sido dictada por un tribunal superior.

La Cuestión Federal.-
Como dijimos, las cuestiones federales son los casos enumerados por el Art. 14 de la Ley 48.
a. Cuestiones federales simples: Son las que versan sobre la interpretación o inteligencia de alguna
cláusula de la Constitución, ley del Congreso o tratado internacional.
b. Cuestiones federales complejas: Son las que versan sobre conflictos entre una norma o acto
(nacional o local) con la Constitución Nacional. Las podemos subdividir en:

1. Cuestiones federales complejas directas.- Se trata de un conflicto entre una norma o acto
infraconsitucional (inferior a la Constitución) y la Constitución Nacional. Este tipo de cuestión
federal afecta directamente la supremacía de la Constitución.

100
2. Cuestiones federales complejas indirectas.- Se trata de un conflicto entre dos normas o actos
infraconstitucionales. Este tipo de conflictos afecta indirectamente a la Constitución, ya que ella
establece la prelación de la norma superior sobre la inferior.

La Cuestión Federal por arbitrariedad de sentencia.-


La Corte Suprema creó pretorianamente la doctrina de las sentencias arbitrarias, y las definió como las
que "no importan una derivación razonada del derecho vigente", por incurrir en un defecto grave que las
descalifica como pronunciamientos judiciales válidos. Según esta tesis, las sentencias arbitrarias son
temas de derecho federal y generan cuestión federal para el recurso extraordinario, ya que resultan
inconstitucionales por violar las reglas del debido proceso y del derecho de defensa en juicio (Art. 18 y
31, Constitución Nacional).
Hay dos tipos sustanciales de arbitrariedad:
a. Arbitrariedad Normativa.- La doctrina de la Corte Suprema se refiere a las siguientes hipótesis:

1. Sentencias infundadas o insuficientemente fundadas.


2. Sentencias que arremeten contra la ley aplicable.
3. Sentencias que se basan en normas inexactas.
4. Sentencias que se basan en la mera voluntad de los jueces; por ejemplo, en afirmaciones
dogmáticas o pautas de excesiva amplitud.
5. Sentencias que desconocen o se apartan de la norma aplicable.
6. Sentencias que aplican la ley impertinente.
7. Sentencias que efectivizan la ley no vigente para el caso.
8. Sentencias que invocan jurisprudencia no aplicable a la litis.
9. Sentencias que interpretan arbitrariamente la ley (interpretación equivocada, indebida, infiel,
prescindente, desnaturalizadora, ineficaz, inoperante, absurda, injusta, irrazonable, formalista,
inequitativa, imprevisora, imprudente, entre otros vicios de interpretación.
10. Sentencias que incurren en exceso ritual manifiesto; o importan una renuncia consciente a la
verdad jurídica objetiva.
11. Sentencias incongruentes que no se expiden sobre cuestiones a decidir; o que resuelven mas allá
de lo que debe pronunciarse.
12. Sentencias que atentan contra el principio de preclusión y de cosa juzgada.
13. Sentencias auto contradictorias, con fundamentos contradictorios o con oposición entre los
considerandos y su parte resolutiva.
14. Sentencias inválidas por vicios relativos a la integración del tribunal que las dictó, o en su emisión
de voluntad.

a. Arbitrariedad Fáctica.- Según la Corte Suprema de Justicia, comprende algunas de estas


alternativas:

1. Sentencias que prescinden de pruebas o constancias de la causa, o de hechos notorios.


2. Sentencias que se dictan en oposición a las pruebas del proceso.
3. Sentencias basadas en prueba inexistente, o no incorporada válidamente al expediente.
4. Sentencias basadas en afirmaciones dogmáticas de hechos.
5. Sentencias que valoran arbitrariamente la prueba, de modo irrazonable o parcial.
6. Sentencias que incurren en exceso ritual en la apreciación de la prueba.
7. Sentencias que incurren en auto contradicción en la evaluación de la prueba.
8. Sentencias dictadas en procesos que arbitrariamente omiten la averiguación de los hechos.

Caso "Rey c/ Rocha".- Con el correr el tiempo, la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia se
encargó de hacer mas flexible la procedencia del recurso extraordinario, admitiéndolo en casos para los
cuales no había previsto. Uno de esos casos es el de la "Sentencia Arbitraria": a partir del año 1990 con es
caso "Rey c/ Rocha", la corte acepta la procedencia del recurso extraordinario en aquellos tribunales que
dicten "sentencias arbitrarias", sin que sea necesario que exista una cuestión federal.

101
157.- El llamado “Recurso Extraordinario Impropio”: la gravedad institucional.
Decimos que existe "Gravedad Institucional" cuando lo resuelto en una causa excede el
mero interés individual de las partes y afecta a la comunidad.
Este es otro de los casos en que la Corte deja de lado la exigencia de ciertos requisitos, para que proceda
el recurso extraordinario.
De esta forma, la Corte aceptó la procedencia del recurso extraordinario en casos en los que, por ejemplo,
no había cuestión federal, o la sentencia no provenía del Superior Tribunal de la causa, etc. La Corte
argumentaba que si bien no se cumplían algunos requisitos, el recurso extraordinario procedía ya que en
la causa estaban involucrados los intereses de la comunidad.
Requisitos.- Los requisitos para que la Corte acepte el recurso extraordinario por "Gravedad
Institucional" son:
1. Que en la causa este comprometida alguna de las Instituciones Fundamentales de la Nación.
2. Que lo que se decida en esa causa afecte o pueda afectar realmente a la sociedad.

Caso "Jorge Antonio".- El concepto de Gravedad Institucional ha operado de modo diverso en cuanto al
recurso extraordinario, y en este caso, la Corte lo interpretó para disminuir la exigencia de ciertos
recaudos de admisibilidad de dicho recurso, e incluso para permitir la apelación per saltum.
158.- Trámite y resolución del “Recurso Extraordinario”. El recurso de queja. El “Certiorari”. Ley
23.774. El “Per-saltum”: su constitucionalidad.
Trámite y resolución del "Recurso Extraordinario".-
El paso preliminar al planteamiento del recurso extraordinario consiste en la introducción, en la primera
oportunidad posible del procedimiento, de la cuestión federal que luego se replanteará en el propio
recurso. A esto podemos llamar el "pre" recurso extraordinario.
"Introducir" a la cuestión federal significa que el litigante deberá requerir al tribunal que entienda en el
proceso, la efectivización de normas federales. La cuestión federal debe también ser mantenida en las
distintas instancias previas a la Corte Suprema. En su defecto, ella entiende que se ha desistido de su
aplicación y eso frustrará el recurso extraordinario.
Algunas veces la cuestión federal aparece no al inicio de un pleito, sino, por ejemplo, cuando se dicta una
sentencia de primera o segunda instancia. En tales casos de "arbitrariedad sorpresiva", el promotor del
futuro recurso extraordinario deberá introducir su pretensión de aplicación de derecho federal en la
primera oportunidad posible posterior.
El Recurso de Queja.-
Si la concesión del recurso extraordinario es denegada por el tribunal ante el cual se debe interponer, que
tiene que ser el "tribunal superior de la causa" en la que recayó la sentencia "definitiva" que se apela y, en
las provincias, el superior tribunal de justicia local, se puede acudir en "queja" directamente ante la Corte
Suprema (Art. 282, Cód. Proc. Civil y Com. De la Nación). El recurso de queja, que también se ha
denominado recurso "de hecho", debe reproducir el fundamento del recurso extraordinario denegado y,
además, atacar el fundamento de la resolución por la cual lo denegó el tribunal inferior ("superior tribunal
de la causa"). Tiene por fin atacar aquel rechazo y abrir el recurso. El plazo de interposición es de 5 días,
con uno mas por cada 100 Km. o fracción que no baje de 100, contados desde la sede del "superior
tribunal de la causa" hasta la Corte Suprema. Debe acompañarse de un depósito a la orden de la Corte de
mil pesos. Si la Corte lo admite, se expedirá sobre el fondo del asunto. De lo contrario lo rechazará,
quedando así confirmado el fallo recurrido.

El "Certiorari".-
Una vez terminado el proceso con la "Sentencia definitiva" dictada por el "superior tribunal de la causa",
el litigante puede articular ante ese mismo tribunal y en el plazo de diez días el recurso extraordinario
federal, que debe ser fundado, y bastarse a sí mismo, de tal modo que de su simple lectura surjan
los datos suficientes para resolverlo. Su mera interposición (hasta tanto no sea denegado), suspende ahora
la ejecución del fallo impugnado.

102
El Art. 257 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación prevé un traslado de 10 días a la
contraparte, transcurridos los cuales el tribunal que dictó la resolución objetada concede o deniega
formalmente el recurso. Si lo otorga, remite los autos a la Corte Suprema, la que debe, en su caso,
disponer de ciertas vistas (al procurador general de la Nación, según la ley 24.946; al defensor oficial, si
hay menores). También puede descartar discrecionalmente el recurso extraordinario mediante el "writ of
certiorari", instrumentado por ley 23.774, en estos casos: "falta de agravio federal suficiente o cuando las
cuestiones planteadas resultaren insustanciales o carentes de trascendencia".
En estos casos, la Corte decide sin dar razones o fundamentos, según el citado Art. 280 del Cód. Proc.
Civil y Com. De la Nación. Según el mismo esquema, muy criticado en nuestro medio, la Corte puede
rechazar un recurso extraordinario por falta de trascendencia. La planificación de este writ of certiorari
argentino tuvo por meta descongestionar el abultado trabajo de la Corte, pero su instrumentación,
excesivamente discrecional, le ha restado mucha legitimidad.
A lo expuesto, se lo llama "writ of certiorari negativo". Algunos fallos de la corte han inventado el "writ
of certiorari positivo", que si por razones de falta de trascendencia el Art. 280 citado le permite desechar
un recurso extraordinario, de modo discrecional, para el caso inverso (esto es, de haber trascendencia
relevante), podrá admitir un recurso extraordinario al que le faltasen ciertos recaudos.
Superado este tramo, la Corte Suprema dicta sentencia. Si se rechaza por inadmisible o por improcedente
al recurso extraordinario queda firme el fallo impugnado. Por el contrario, si revoca este, tiene la opción
de decidir directamente sobre el fondo del asunto o devolverlo al tribunal que dictó aquella sentencia
revocada, o a quien lo sigue en orden de turno, para que pronuncie una nueva, según las pautas del fallo
de la Corte (Art. 16, ley 48). A esto último se lo llama reenvío.

El "Per Saltum": su constitucionalidad.-


"Per saltum" significa "saltear instancias". En otras palabras, el per saltum es una forma de llegar a la
Corte Suprema (por medio de recurso extraordinario) sin que la causa haya pasado por otras instancias
inferiores previstas por la ley. El per saltum en excepcional, ya que sólo procede en casos de suma
gravedad institucional y que necesitan una solución en forma urgente.
Requisitos.- Los requisitos para que proceda el recurso extraordinario por medio del per saltum son:
1. Que se trate de una situación excepcional, de mucha gravedad.
2. Que dicha situación necesite una solución definitiva en forma urgente.
3. Que la intervención de la Corte (a través del recurso extraordinario) sea único medio eficiente para
proteger el derecho afectado.

En nuestro país, el per saltum no esta legislado en ninguna ley. Fue creado por la jurisprudencia.
BOLILLA 32
160.- El Ministerio Público: características y funciones (Art. 120). Integración y estabilidad. Ley Nº
24.946 (Ley Orgánica del Ministerio Público Arts. 1, 2, 3, 4, 5, 13, 14, 18, 19).
El Ministerio Público de Argentina es un órgano constitucional bicéfalo integrado por el Ministerio
Público Fiscal, dirigido por el Procurador General de la Nación y encargado de la acción de los fiscales, y
el Ministerio Público de la Defensa dirigido por el Defensor General de la Nación y encargado de la
acción de los defensores oficiales o públicos.1 Los fiscales son los encargados de defender los intereses
públicos en los procesos judiciales, instando la acción pública, en tanto que los defensores públicos son
los encargados de defender los derechos de las personas perseguidas por los tribunales del país o que, por
alguna circunstancia no pueden ejercer su defensa, como en el caso de los menores, incapaces o afectados
por discriminaciones.
Art. 120.- El ministerio Público es un órgano independiente con autonomía funcional y autarquía
financiera, que tiene por función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad de los
intereses generales de la sociedad, en coordinación con las demás autoridades de la República.
Está integrado por un procurador general de la Nación y un defensor general de la Nación y los demás
miembros que la ley establezca.
Sus miembros gozan de inmunidades funcionales e intangibilidad de remuneraciones.

103
Ley 24.946.-
Art. 1.- El Ministerio Público es un órgano independiente, con autonomía funcional y autarquía
financiera, que tiene por función promover la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y de los
intereses generales de la sociedad.
Ejerce sus funciones con unidad de actuación e independencia, en coordinación con las demás autoridades
de la República, pero sin sujeción a instrucciones o directivas emanadas de órganos ajenos a su estructura.
El principio de unidad de actuación debe entenderse sin perjuicio de la autonomía que corresponda como
consecuencia de la especificidad de las funciones de los fiscales, defensores y tutores o curadores
públicos, en razón de los diversos intereses que deben atender como tales.
Posee una organización jerárquica la cual exige que cada miembro del Ministerio Público controle el
desempeño de los inferiores y de quienes lo asistan, y fundamenta las facultades y responsabilidades
disciplinarias que en esta ley se reconocen a los distintos magistrados o funcionarios que lo integran.
Art. 2.- El Ministerio Público esta compuesto por el Ministerio Público Fiscal y el Ministerio Público de
la Defensa.
Art. 3.- El Ministerio Público Fiscal esta integrado por los siguientes magistrados:
a) Procurador General de la Nación.
b) Procuradores Fiscales ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación y Fiscal Nacional de
Investigaciones Administrativas.
c) Fiscales Generales ante los tribunales colegiados, de casación, de segunda instancia, de instancia única,
los de la Procuración General de la Nación y los de Investigaciones Administrativas.
d) Fiscales Generales Adjuntos ante los tribunales y de los organismos enunciados en el inciso c).
e) Fiscales ante los jueces de primera instancia: los Fiscales de la Procuración General de la Nación y los
Fiscales de Investigaciones Administrativas.
f) Fiscales Auxiliares de las fiscalías de primera instancia y de la Procuración General de la Nación.
Art. 4.- El Ministerio Público de la Defensa esta integrado por los siguientes magistrados:
a) Defensor General de la Nación.
b) Defensores Oficiales ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
c) Defensores Públicos de Menores e Incapaces ante los Tribunales de Segunda Instancia, de Casación y
ante los Tribunales Orales en lo Criminal y sus Adjuntos; y Defensores Públicos Oficiales ante la Cámara
de Casación Penal, Adjuntos ante la Cámara de Casación Penal, ante los Tribunales Orales en lo Criminal,
Adjuntos ante los Tribunales Orales en lo Criminal, de Primera y Segunda Instancia del Interior del País,
ante los Tribunales Federales de la Capital Federal y los de la Defensoría General de la Nación.
d) Defensores Públicos de Menores e Incapaces Adjuntos de Segunda Instancia, y Defensores Públicos
Oficiales Adjuntos de la Defensoría General de la Nación.
e) Defensores Públicos de Menores e Incapaces de Primera Instancia y Defensores Públicos Oficiales ante
los Jueces y Cámaras de Apelaciones.
f) Defensores Auxiliares de la Defensoría General de la Nación.
Integran el Ministerio Público de la Defensa en calidad de funcionarios los Tutores y Curadores Públicos
cuya actuación regula la presente ley.
Art. 5.- El Procurador General de la Nación y el Defensor General de la Nación serán designados por el
Poder Ejecutivo nacional con acuerdo del Senado por dos tercios de sus miembros presentes. Para la
designación del resto de los magistrados mencionados en los inciso b), c), d), e) y f) de los artículos 3° y
4°, el Procurador General de la Nación o el Defensor General de la Nación, en su caso, presentara una
terna de candidatos al Poder Ejecutivo de la cual éste elegirá uno, cuyo nombramiento requerirá el
acuerdo de la mayoría simple de los miembros presentes del Senado.
Art. 13.- Los magistrados del Ministerio Público gozan de estabilidad mientras dure su buena conducta y
hasta los setenta y cinco (75) años de edad. Los magistrados que alcancen la edad indicada
precedentemente quedarán sujetos a la exigencia de un nuevo nombramiento, precedido de igual acuerdo.
Estas designaciones se efectuarán por el término de cinco (5) años, y podrán ser repetidas
indefinidamente, mediante el mismo procedimiento.
Art. 14.- Los magistrados del Ministerio Público gozan de las siguientes inmunidades:
No podrán ser arrestados excepto en caso de ser sorprendidos en flagrante delito.
Sin perjuicio de ello, en tales supuestos, se dará cuenta a la autoridad superior del Ministerio Público que
corresponda, y al Tribunal de Enjuiciamiento respectivo, con la información sumaria del hecho.

104
Estarán exentos del deber de comparecer a prestar declaración como testigos ante los Tribunales,
pudiendo hacerlo. En su defecto deberán responder por escrito, bajo juramento y con las especificaciones
pertinentes.
Las cuestiones que los miembros del Ministerio Público denuncien con motivo de perturbaciones que
afecten el ejercicio de sus funciones provenientes de los poderes públicos, se sustanciarán ante el
Procurador General de la Nación o ante el Defensor General de la Nación, según corresponda, quienes
tendrán la facultad de resolverlas y, en su caso, poner el hecho en conocimiento de la autoridad judicial
competente, requiriendo las medidas que fuesen necesarias para preservar el normal desempeño de
aquellas funciones.
Los miembros del Ministerio Público no podrán ser condenados en costas en las causas en que
intervengan como tales.
Art. 18.- El Procurador General de la Nación y el Defensor General de la Nación sólo pueden ser
removidos por las causales y mediante el procedimiento establecidos en los artículos 53 y 59 de la
Constitución Nacional.
Los restantes magistrados que componen el Ministerio Público sólo podrán ser removidos de sus cargos
por el Tribunal de Enjuiciamiento previsto en esta ley, por las causales de mal desempeño, grave
negligencia o por la comisión de delitos dolosos de cualquier especie.
Tribunal de Enjuiciamiento
Art. 19.- El Tribunal de Enjuiciamiento estará integrado por siete (7) miembros: a) Tres (3) vocales
deberán cumplir con los requisitos constitucionalmente exigidos para ser miembros de la Corte Suprema
de Justicia de la Nación, y serán designados uno por el Poder Ejecutivo, otro por el Senado y otro por la
Corte Suprema de Justicia de la Nación. b) Dos (2) vocales deberán ser abogados de la matrícula federal y
cumplir con los requisitos constitucionalmente exigidos para ser miembros de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, y serán designados uno por la Federación Argentina de Colegios de Abogados y
otro por el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal. c) Dos (2) vocales deberán ser elegidos
por sorteo: uno entre los Procuradores Fiscales ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación o Fiscales
Generales y otro entre los Defensores Oficiales ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación o
Defensores Públicos ante tribunales colegiados. A los efectos de su subrogación se elegirá igual número
de miembros suplentes. El Tribunal de Enjuiciamiento será convocado por el Procurador General de la
Nación o el Defensor General de la Nación, según corresponda, o por su presidente en caso de
interponerse una queja ante una denuncia desestimada por alguno de aquellos. Tendrá su asiento en la
Capital Federal y se podrá constituir en el lugar que considere más conveniente para cumplir su cometido.
Los integrantes del Tribunal de Enjuiciamiento durarán tres (3) años en sus funciones contados a partir de
su designación. Aun cuando hayan vencido los plazos de sus designaciones, los mandatos se considerarán
prorrogados de pleno derecho en cada causa en que hubiere tomado conocimiento el tribunal, hasta su
finalización. Una vez integrado el Tribunal designará su presidente por sorteo. La presidencia rotará cada
seis (6) meses, según el orden del sorteo. Ante este Tribunal actuarán como fiscales magistrados con
jerarquía no inferior a Fiscal General o Defensor Público ante los tribunales colegiados, designados por el
Procurador General de la Nación o el Defensor General de la Nación, según la calidad funcional del
imputado. Como defensor de oficio, en caso de ser necesario, actuará un Defensor Oficial ante los
tribunales colegiados de casación, de segunda instancia o de instancia única, a opción del imputado. La
intervención como integrante del Tribunal, Fiscal o Defensor de Oficio constituirá una carga pública. Los
funcionarios auxiliares serán establecidos, designados y retribuidos en la forma que determine la
reglamentación que conjuntamente dicten el Procurador General de la Nación y el Defensor General de la
Nación.

BOLILLA 33

161.- Poder constituyente: concepto. Poder constituyente originario y derivado. Características.


Limites. ¿Hay contenidos pétreos?
Es la manifestación primaria del poder que se ejerce en una sociedad política global, para establecer una
organización jurídica y política mediante una constitución.

105
La doctrina del poder constituyente una de las técnicas fundamentales concebidas por el movimiento
constitucionalista para evitar la concentración del poder y la restricción de las libertades naturales del
hombre.
La nación como comunidad humana decide formar una sociedad política.
El ejercicio de la función constituyente es anterior a la formación de una sociedad global y tiene por
objeto dar nacimiento a esa sociedad dotándola de su organización básica.
El carácter funcional y organizativo de la función constituyente apunta a brindar seguridad jurídica a los
integrantes de la sociedad política.
La función constituyente no se agota con su etapa fundacional. Se proyecta los actos constituyentes con
los cuales se procura reformar, aclarar o sustituir el acto constituyente originario.
El poder constituyente es extraordinario porque la función constituyente solamente se ejerce para dictar o
reformar una constitución.
El poder constituyente es supremo porque configura la máxima manifestación del poder político, que crea
y delimita los poderes constituidos del gobierno que están subordinados al acto constituyente.
En el poder constituyente derivado su ejercicio solo es procedente de las reglas impuestas en la etapa
originaria.
El poder constituyente se desenvuelve creando a la sociedad política global, a su ordenamiento jurídico
fundamental y a los poderes constituidos encargados de hacer efectivos los principios constitucionales,
con estricta sujeción a las directivas impuestas por el poder constituyente.

Originario y Derivado: El poder constituyente es originario cuando importa la fundación de una


sociedad política estableciendo su organización política y jurídica. Es derivado cuando con el acto
constituyente se modifica, total o parcialmente, la organización política y jurídica resultante de una
constitución.
La reforma constitucional puede ser llevada a cabo por el mismo poder que le dio origen, ya sea en su
condición de originario o derivado.
El poder constituyente originario es limitado, y el derivado solo se ejerce dentro de los límites resultantes
del anterior.
El rasgo esencial del poder constituyente derivada reside en su subordinación originaria respecto de su
manifestación del poder constituyente fundacional. Una vez puesto en funcionamiento puede llegar a
transformarse en un poder constituyente fundacional si establece y organiza una nueva sociedad política
global.
Limites: El poder constituyente originario no esta condicionado ni limitado por un ordenamiento
constitucional anterior. Es una etapa fundacional, la potestad del poder constituyente es amplia y
discrecional por cuanto no existe una norma positiva anterior que establezca límites para su ejercicio.
A través de un enfoque jurídico positivista el poder constituyente originario no tiene límites de derecho
positivo, pero esta sujeto a las restricciones emanadas del derecho natural.
La libertad, dignidad, justicia y otros valores absolutos provenientes del derecho natural están por encima
del poder constituyente originario.
En esta concepción iusnaturalista se enrola el movimiento constitucional, de modo que la legitimidad y
validez del ejercicio del poder constituyente originario están condicionadas al reconocimiento positivo de
aquellos valores.
Los límites para el poder constituyente originario pueden provenir de un enfoque político y sociológico.
El poder constituyente este sujeto a los compromisos políticos contraídos en los tratados internacionales y
normas generales del derecho internacional.
Sociológicamente, el poder constituyente originario estaría limitado por la idea política dominante en la
sociedad.
El poder constituyente jurídicamente esta limitado por la constitución vigente. Otra limitación puede
resultar de las cláusulas pétreas establecidas por el acto constituyente originario.
El Poder constituyente en el Derecho Constitucional Argentino: El Poder Constituyente originario que
dio nacimiento y organización a nuestro Estado aparece en 1853. Todo el proceso realizado desde la
emancipación de España en 1810 culmina con la constitución que establece el Congreso General
Constituyente reunido en santa Fe. Fue un poder abierto ya que mas tarde en 1860 se llevo a cabo las
reforma del 60 con el objeto de que Bs. As ingrese a la federación. El preámbulo nos muestra que le

106
titular del poder que sancionó la constitución del 53 fue el pueblo, pero por voluntad y elección de las
provincias. Fue un poder ilimitado, pero que tuvo en cuenta los límites del valor justicia, los pactos
preexistentes y la realidad social.
Cláusulas pétreas: Constituyen prohibiciones o limites expresos para el poder reformador dispuestos en
el texto constitucional. Si bien nuestra constitución (Art. 30) comienza diciendo que la constitución puede
reformarse en todo o en cualquiera de sus partes, las directivas del Art. 18 (quedan abolidas para siempre
la pena de muerte por causas políticas, toda especie de tormento y los azotes) por Ej. limitan la
competencia del poder reformador.

162.- Reforma de la Constitución Nacional. Procedimiento (Art. 30 y su relación con el Art. 75 Inc.
22). Iniciativa, alcance de la reforma y convocatoria de la Convención Constituyente. El
procedimiento de reforma en la Constitución de EE.UU. La Convención Constituyente: elección de
los miembros, facultades. ¿Hay plazo para que se expida?, ¿Es posible que regule su autonomía
funcional?, ¿Se promulga la reforma? La revisibilidad judicial del procedimiento constituyente.
La eficacia de una constitución depende de su perdurable adecuación a la realidad política y social, su
capacidad de para Interpretar las necesidades y objetivos de una sociedad.
Para lograr una coincidencia absoluta entre los órdenes político y constitucional, se suele acudir a un
enfoque sociológico, según el cual la sociedad tiene su propio ordenamiento normativo resultante del
comportamiento que esta por encima del texto de la ley. Esta se limita a reflejar conductas siendo
necesaria su reforma cada vez q se advierta un cambio en el comportamiento social.
Las técnicas formuladas por el movimiento constitucionalista propician la perdurabilidad de la
constitución. La distinción entre el poder constituyente y los poderes constitutivos, la supremacía de la
constitución, el control de constitucionalidad y la rigidez constitucional son técnicas destinadas a facilitar
la subsistencia y aplicabilidad de una constitución.
Una constitución debe prever los mecanismos que permitan su adecuación a la realidad.
Es una Constitución escrita, codificada y rígida, cuya perdurabilidad se aspira a concretar mediante una
adecuada interpretación de sus cláusulas. Pero cuando esta última resulta insuficiente para colmar las
legítimas e intensas necesidades de la sociedad, la propia Constitución prevé su reforma mediante un
procedimiento complejo.

El procedimiento para la reforma esta regulado en su Art. 30. Con la reforma de 1994, se le asigna al
Congreso (Art. 75, inc. 22) la facultad de otorgar jerarquía constitucional a los tratados internacionales
sobre derechos humanos.
Esta disposición no significa que existan dos mecanismos para la reforma constitucional, porque los
tratados internacionales sobre derechos humanos pueden complementar los derechos y garantías que
enuncian la Ley Fundamental.

Procedimiento
El Art. 30 dispone: “La constitución puede reformarse en el todo o en cualquiera de sus partes. La
necesidad de reformar debe ser declarada por el Congreso con el voto de dos terceras partes, al menos, de
sus miembros; pero no se efectuara si no por una Convención convocada al efecto”.
Las constituciones de 1819 y 1926 coinciden en el procedimiento para la reforma constitucional. La
reforma de uno, o varios, artículos podía ingresar a cualquiera de las cámaras. Analizada la moción, ella
podía ser aceptada total o parcialmente. La resolución del Congreso debía ser comunicada al órgano
ejecutivo para que, en el plazo de 30 días diera a conocer su opinión. Aprobada la reforma, pasaba al
poder ejecutivo para su publicaron.
El mecanismo de reforma era propio de una constitución rígida, la función preconstituyente se
concentraban en un solo órgano, el Congreso.
El texto constitucional de 1853 adopto, el modelo propuesto por Alberdi. Se establecía que:
•La Constitución no podía ser reformada por el lapso de 10 años;
•La iniciativa para la reforma constitucional le correspondía al Senado;
•La necesidad de la reforma debía ser declarada por el Congreso con el voto de las dos terceras partes de
sus miembros;
•La propuesta y aprobación de las reformas debía ser por una convención convocada.

107
A partir de las modificaciones introducidas en 1860, el procedimiento para la reforma de la Constitución
Nacional es:
•La necesidad de la reforma es declarada por el Congreso mediante el voto de las dos terceras partes de
sus miembros;
•La propuesta de aprobación de las reformas es realizada por una Convención convocada.
Corresponde al Congreso declarar la necesidad de la reforma constitucional a través de un acto político.
El Congreso aprecia y calora las circunstancias de hecho, formulando un juicio acerca de la necesidad y
conveniencia de la reforma.
El Congreso no ejerce la potestad de reformar la Constitución, porque no esta habilitado para introducir
modificaciones en la Ley Fundamental.
El Congreso esta limitado por la Convención porque no puede efectuar la reforma, y la Constitución esta
limitada por el Congreso porque no puede reformar partes de la Constitución que no este incluida en la
declaración de necesidad.
Para algunos autores las cámaras del Congreso deben reunirse formando una asamblea legislativa, en el
que cada uno de los integrantes, tiene un voto, de modo que los dos tercios se determinan sobre la
totalidad de diputados y senadores reunidos en asamblea.
Otros autores sostienen que el Art. 30 de la Constitución, faculta al Congreso para resolver si la
declaración de necesidad de la reforma será efectuada por sus cámaras actuando en forma separada o
reunidas en pleno en una asamblea legislativa. A través de una interpretación literal, se llega a sostener
que el Congreso se podría autoconvocar como convención reformadora.
Consideramos que ambas cámaras deben actuar por separado, porque torna más difícil la reforma
constitucional, y también porque en varios artículos de la Constitución se menciona genéricamente al
Congreso.

Alcances de la reforma y elección de los miembros de la Convención Constituyente


La Convención solo puede analizar los puntos de la Ley Fundamental cuya reforma fue declarada
necesaria por el Congreso.
No le corresponde a la Convención declarar la necesidad de la reforma, sino expedirse sobre el
pronunciamiento del Congreso aceptando o desestimando ese acto. Deberá decir el nuevo contenido del
punto de la Constitución que se modifica.
El acto declarativo de la reforma puede precisar el lapso durante el cual funcionará la Convención
Constituyente.
Venciendo el plazo, se opera la disolución de la Convención, sin que ella ni el Congreso puedan disponer
su prorroga. El Congreso no puede dejar sin efecto el acto declarativo de la necesidad de la reforma una
vez elegidos los miembros de la Convención, tampoco podría alterar su contenido modificando el plazo
previsto originariamente porque el acto declarativo de la reforma es único y no puede ser desdoblado en
sus contenidos.
La Constitución no ha provisto como estará integrada la Convención Constituyente. Se limita a indicar
que ella será convocada por el Congreso.
La practica constitucional coincide con los resultados que se obtienen de una interpretación finalista y
sistemática de la Ley Fundamental, los miembros de las convenciones constituyentes convocadas para
reformar el texto constitucional de 1853 / 60 fueron elegidos en comicios populares.
Una vez agotado el temario de la Convención o vencido el plazo para su funcionamiento, se disuelve
automáticamente.

La independencia que deben tener los convencionales frente a los órganos de gobierno no permiten la
incorporación a la Convención de personas que integran órganos legislativos, ejecutivos y judiciales de la
Nación, salvo que renuncie a estos cargos.
En la Convención Reformadora de 1994, no se cumplió tan elemental principio republicano. Muchos
convencionales ejercieron, conjuntamente, cargo de legisladores nacionales y provinciales, de
gobernadores y ministros tanto en el orden nacional como provincial.
La independencia funcional no se limita a los órganos ordinarios del poder sino también a los
extraordinarios como la Convención Reformadora que ejerce el poder constituyente derivado.
El Art. 30 nada dice sobre quienes serán sus integrantes y las condiciones que deben reunir.

108
Los convencionales son representantes elegidos por el pueblo. Sus cualidades deben ser iguales a las que
prevé el Art. 45 de la Constitución para los diputados nacionales.
La Convención Reformadora estableció que para ser convencional se requieren iguales requisitos que
para ser diputado nacional: 25 años de edad; 4 años de ciudadanía en ejercicio; ser natural de la provincia
donde sea elegido o con 2 años de residencia.
Aunque el convencional cumpla los requisitos no podrá ejercer el cargo si esta sujeto a alguna
incompatibilidad constitucional establecida para garantizar la independencia entre los órganos del poder y
le idoneidad de sus integrantes.
La vigencia de la doctrina de la división de poderes conduce a sostener, que el cargo de convencional es
incompatible para quienes:
•Ejercen funciones judiciales de la Nación o las Provincias.
•Ejercen la presidencia, vicepresidencia, funciones de ministerios o integran el Poder Ejecutivo
•Ejercen el cargo de gobernador o legislados provincial.
•Ejercen el cargo de legislador nacional.
•Revisten la condición de eclesiásticos.
No se trata de incompatibilidades absolutas porque, las personas alcanzadas por ellas pueden renunciar a
los cargos que ejercen en los órganos ordinarios.

La revisibilidad judicial del procedimiento constituyente


El principio de la supremacía constitucional se, materializa a través del control judicial de la
constitucionalidad de las leyes.
El control de constitucionalidad no es aceptable frente al ejercicio del poder constituyente originario.
Distinta es la situación del poder constituyente derivado, para afirmar el control judicial de
constitucionalidad de una reforma constitucional, sujeto a limi9tes en su ejercicio.
Para negar ese control judicial se sostiene que la reforma es un acto político, insuceptible de revisión
judicial.
La actuación separada de las cámaras del Congreso, el quórum y las mayorías necesarias, y la
convocatoria de una Convención Constituyente, son aspectos formales susceptibles de control judicial.
Tampoco son controlables las sugerencias que manifieste el Congreso sobre los contenidos de las
reformas.
Con respecto al acto constituyente de la Convención, los órganos judiciales pueden descalificarlo
constitucionalmente si no se cumplen los aspectos formales establecidos.
La Constitución contiene principios fundamentales sobre los cuales se organiza jurídica y políticamente la
sociedad. No pueden ser modificados a través del ejercicio del Poder Constituyente y si ello ocurriera el
Poder Judicial estaría habilitado para declarar la inconstitucionalidad de la reforma.

163.- Las reformas constitucionales argentinas: la reforma de 1860. Reforma de 1866. Reforma de
1949. La reforma de 1957. La reforma de 1972 y 1994. La Ley 24.309 y el Pacto de Olivos.

Reforma del 1860: Se incorpora Bs. As a la confederación. Se actualizan los textos y se moderniza la
Constitución.

Reforma del 1866: Se estableció que los derechos de importación y exportación serán cobrados por la
nación.

Reforma del 1949: Esta ha sido considerada invalida por buna parte de la doctrina. Fue eliminada por el
gobierno de facto de la Revolución Libertadora, en 1956.
Para la impugnación se ha utilizado argumentos formales y de contenido: entre los de forma citamos A) la
ley 13233 que declaro la necesidad de la reforma, se dicto sin el quórum de dos tercios sobre el total
completo de los miembros del congreso; B) omitió además establecer los contenidos o Art. que se
consideran necesitados de reforma. Otro defecto menor radica en la ausencia de representación de la
provincia de Corrientes en el senado.

109
En razón de contenido se alega que la reforma de 1949 altero la democracia como forma de estado,
suplantándola por un totalitarismo. La revolución no se había hecho solamente contra los tribunales del
poder, sino principalmente contra el régimen.

Proclama del 27 de Abril de 1956


El poder ejecutivo de facto en ejercicio de sus poderes revolucionarios declaro vigente la constitución de
1853 con las reformas del 60, 66, 98.
Por la proclama de Mayo del mismo año se declararon vigentes las Const. Provinciales anteriores al
régimen.

La convención constituyente de 1957 declaro expresamente que la constitución vigente es la de 1853 con
sus reformas excepto las de 1949.
Como se trataba de una época de facto en la que la disolución de las cámaras del congreso impedía su
funcionamiento, el acto declarativo no podía ser cumplido conforme al Art. 30. es así como el 12 de abril
de 1957 el poder ejecutivo provisional, en uso de facultades revolucionarias, emite el decreto ley 3838
declarando la necesidad de reformar parcialmente la constitución y convocando una convención que
introdujo escasas reformas.
A las reformas analizadas se ha de añadir una enmienda transitoria, introducida en 1972 durante una
época de facto, la junta de comandante en jefe emitió un cuerpo normativo que denominó estatuto
fundamental. Pero como vemos el poder ejecutivo de facto carece de competencia para realizar reformas
constitucionales, por lo cual esa enmienda (1972) es inconstitucional.

El Pacto de Olivos:
Al iniciarse el período presidencial de Carlos Menem, diversos sectores propusieron admitir la reelección
presidencial inmediata, por lo cual resultaba modificar el Art. 77 de la CN., que solo la admitía con el
intervalo de un período. Tal fue el eje de la iniciativa reformista, aunque posteriormente se añadieron
otros objetivos posibles. En 1989 el Partido Justicialista preparó un proyecto de Ley declarativa de la
reforma, por cierto muy amplio.
En 1998 el proceso reformista se aceleró, la mayoría del bloque justicialista del Senado introdujo otro
proyecto de Ley declarativa de necesidad de cambio constitucional. Resultó aprobado con algunos
retoques en la Cámara alta, sin embargo no iba a lograr en la Cámara de Diputados el cupo favorable, por
lo tanto quedó trabada. El P.E. intentó superar el problema convocando una consulta popular voluntaria a
fin de que la ciudadanía expresase su opinión respecto de la necesidad y oportunidad de la modificación
de la CN de 1953. La oposición juzgó que tal consulta era inconstitucional y que importaba una suerte de
presión sobre los legisladores. De todos modos esa consulta resultó innecesaria. Como resultado de unos
contactos reservados, Carlos Menem y Raúl Alfonsín rubricaron el Pacto de Olivos, destrabó la reforma
en el congreso. El decreto 2339, de 1998 suspendió la fecha de realización de la consulta popular.
El 13 de diciembre de 1993 Menem y Alfonsín suscribieron un acuerdo, llamado “De la Rosada”, que
contempla al Pacto de Olivos, fruto de la labor de juristas de ambos partidos. El convenio tuvo tres partes:
un núcleo de coincidencias básicas, otro concerniente a temas que deberían ser habilitados para libre
debate en una convención constituyente y un sector final sobre las modificaciones de instrumentación del
pacto.

Ley 24.309:
El Presidente promulgó la ley el 29 de diciembre y la público en el boletín oficial el 31 del mismo mes.
La Ley estableció dos áreas de reforma. La primera era denominada núcleo de coincidencia básicas y
reproducía a un segmento del Pacto de Olivos, donde se autorizaba la reelección inmediata del
Presidente, se creaba la figura del jefe de gabinetes de ministros, los senadores se aumentaban a tres por
provincias, eran contemplados los decretos de necesidad y urgencia y la delegación legislativa y entre
otras cosas, se erigía al consejo de la magistratura como órgano de gobierno del Poder Judicial.
La otra parte de la Ley aludía a puntos como relaciones entre la Nación y las Provincias, partidos
políticos, sistema electoral, autonomía municipal, ministerio público, etc.
La superficie de la posible reforma constitucional si se suman las dos zonas y se computan los art. e incs.
constitucionales modificables era factible cambiar 90 cláusulas: un 55% del texto.

110
La Ley incluyó que la convención no podría abordar temas no convocados bajo pena de nulidad, tampoco
introducir modificación alguna a las declaraciones, decretos y garantías contenidos en el capítulo único de
la primera parte de la CN.
En cuanto a su contenido fue reputada como inconstitucional por imponer a la convención un régimen de
votación conjunta de reforma. El grueso de los especialistas reputó inconstitucional por su parte Roberto
Dormí entendió perfectamente constitucional el procedimiento previsto por aquella ley.

111
BOLILLA 35
167.- El régimen municipal. El municipio argentino: naturaleza. Antecedentes históricos. La
autonomía en el régimen municipal argentino.

Como decía Joaquín V. González, el gobierno municipal es la administración de aquellas materias que
conciernen únicamente a los habitantes de un distrito o un lugar particular, se relaciona con la vecindad.
El régimen municipal se encuentra amparado en el Art. 5 de la Constitución Nacional, en cuanto dice que
cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo con
los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; y que asegure su Administración de
justicia, su régimen municipal, y la educación primaria. Bajo de estas condiciones el Gobierno Federal,
garante a cada provincia el goce y ejercicio de sus instituciones.
Este artículo obliga a las provincias a establecer un régimen municipal, como una de las condiciones
necesarias para que el Estado Federal garantice a cada provincia el goce y ejercicio de sus instituciones.

Respecto a su naturaleza la doctrina, no solo reconoce al municipio como la forma primaria de


descentralización política, sino también administrativa. Esto se debe a que ellos poseen un verdadero
gobierno municipal en sentido político y una genuina autonomía.

La autonomía de régimen municipal argentino:


La autonomía de los municipios, no es sólo la capacidad de administrarse por sí mismo, sino también la
de dictarse sus propias normas por las que ha de regirse, como también la de gobernarse por autoridades
elegidas.
A partir de 1957, las provincias argentinas comienzan a reconocer en sus Constituciones expresamente a
los municipios su autonomía e incluso su facultad constituyente para darse sus propias cartas orgánicas.
La constitución, en su Art. 5 habla de "asegurar" el régimen municipal, por lo que sienta la base para
considerar al municipio como una entidad de derecho público políticamente centralizada y autónoma.

168.- Las disposiciones constitucionales sobre el régimen municipal: Arts. 5 y 123. Las regulaciones
provinciales: constitución de la Provincia de Buenos Aires.

La reforma incluyo el nuevo Art. 123, en el cual se reconoce a los municipios como entidades autónomas
dentro del territorio provincial, al reforma corto la vieja discusión doctrinaria y jurisprudencial, que
oscilaba entre considerar a los municipios como meras descentralizaciones administrativas del gobierno
provincial, o bien como entidades autónomas de segundo grado (provincias y municipio). Claro esta que
los limites alcances y demás características de tales autonomías deben estar establecidos en cada
constitución provincial, conforme a sus peculiaridades.
Art. 5.- Cada provincia dictara para si una constitución bajo el sistema representativo republicano, de
acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la constitución nacional; y que aseguren
su administración de justicia, su régimen municipal, y la educación primaria. Bajo de esas condiciones, el
gobierno federal garante a cada provincia el goce y ejercicio de sus instituciones.
Art. 123.- Cada provincia dicta sus propias instituciones locales y se rigen por ellas. Conforme a lo
dispuesto en el artículo 5º asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el
orden institucional, político, administrativo, económico y financiero.
Las regulaciones provinciales; constitución de la provincia de buenos aires-.
Art. 190.- La administración de los intereses y servicios locales en la Capital y cada uno de los partidos
que formen la Provincia, estará a cargo de una municipalidad, compuesta de un departamento ejecutivo
unipersonal y un departamento deliberativo, cuyos miembros, que no podrán ser menos de seis ni más de
veinticuatro, durarán cuatro años en sus funciones, renovándose cada dos años por mitad y serán elegidos
en el mismo acto que se elijan los senadores y diputados, en la forma que determine la ley.
Art. 191.- La Legislatura deslindará las atribuciones y responsabilidades de cada departamento,
confiriéndoles las facultades necesarias para que ellos puedan atender eficazmente a todos los intereses y
servicios locales, con sujeción a las siguientes bases:

112
1.- El número de miembros del departamento deliberativo se fijará con relación a la población de cada
distrito.
2.- Serán electores los ciudadanos inscriptos en el registro electoral del distrito y además los extranjeros
mayores de edad que sepan leer y escribir en idioma nacional, con dos años de residencia inmediata en el
municipio, que estén inscriptos en un registro especial y paguen anualmente impuestos fiscales o
municipales que en conjunto no bajen de doscientos pesos.
3.- Serán elegibles todos los ciudadanos mayores de veinticinco años, que sepan leer y escribir, vecinos
del distrito, con un año de domicilio anterior a la elección y si son extranjeros, tengan además cinco años
de residencia y estén inscriptos en el registro especial.
4.- Las funciones municipales serán carga pública, de la que nadie podrá excusarse sino por excepción
fundada en la ley de la materia.
5.- El ciudadano a cargo del departamento ejecutivo durará cuatro años en sus funciones. Para
desempeñar este cargo se requiere ciudadanía en ejercicio y las condiciones necesarias para ser concejal.
6.- Los concejales extranjeros no podrán exceder de la tercera parte del número total de los miembros del
concejo deliberante.
Art. 192.- Son atribuciones inherentes al régimen municipal, las siguientes:
1.- Convocar a los electores del distrito para elegir municipales y consejeros escolares, con quince días de
anticipación por lo menos, cuando el Poder Ejecutivo dejare transcurrir los términos legales sin hacerlo.
2.- Proponer al Poder Ejecutivo, en la época que corresponda, las ternas para nombramientos de jueces de
paz y suplentes.
3.- Nombrar los funcionarios municipales.
4.- Tener a su cargo el ornato y salubridad, los establecimientos de beneficencia que no estén a cargo
de sociedades particulares, asilos de inmigrantes que sostenga la Provincia, las cárceles locales de
detenidos y la vialidad pública.
5.- Votar anualmente su presupuesto y los recursos para costearlo; administrar los bienes raíces
municipales, con facultad de enajenar tanto estos como los diversos ramos de las rentas del año corriente;
examinar y resolver sobre las cuentas del año vencido, remitiéndolas enseguida al Tribunal de Cuentas.
Vencido el ejercicio administrativo sin que el concejo deliberante sancione el presupuesto de gastos, el
intendente deberá regirse por el sancionado para el año anterior. Las ordenanzas impositivas mantendrán
su vigencia hasta que sean modificadas o derogadas por otras. El presupuesto será proyectado por el
departamento ejecutivo y el deliberativo no esta facultado para aumentar su monto total. Si aquél no lo
remitiera antes del 31 de octubre, el concejo deliberante podrá proyectarlo y sancionarlo, pero su monto
no podrá exceder del total de la recaudación habida en el año inmediato anterior. En caso de veto total o
parcial, si el concejo deliberante insistiera por dos tercios de votos, el intendente estará obligado a
promulgarlo.
Toda ordenanza especial que autorice gastos no previstos en el presupuesto, deberá establecer los recursos
con que han de ser cubiertos.
6.- Dictar ordenanzas y reglamentos dentro de estas atribuciones.
7.- Recaudar, distribuir y oblar en la tesorería del Estado las contribuciones que la Legislatura imponga al
distrito para las necesidades generales, sin perjuicio de que el Poder Ejecutivo nombre funcionarios
especiales para este objeto, si lo cree más conveniente.
8.- Constituir consorcios de municipalidades y cooperativas de vecinos a los fines de la creación de
superusinas generadoras de energía eléctrica.
Art. 194.- Los municipales, funcionarios y empleados, son personalmente responsables, no sólo de
cualquier acto definido y penado por la ley, sino también por los daños y perjuicios provenientes de la
falta de cumplimiento a sus deberes. La ley determinará las causas, forma y oportunidad de destitución de
los municipales, funcionarios y empleados, que, por deficiencias de conducta o incapacidad, sean
inconvenientes o perjudiciales en el desempeño de sus cargos.
Art. 195.- Todos los actos y contratos emanados de autoridades municipales que no estén constituidas en
la forma que prescribe esta Constitución, serán de ningún valor.
Art. 196.- Los conflictos internos de las municipalidades, sea que se produzcan entre los departamentos
ejecutivo y deliberativo, sea que ocurran en el seno de este último, los de las distintas municipalidades
entre sí o con otras autoridades de la Provincia, serán dirimidos por la Suprema Corte de Justicia.

113
Art. 197.- En caso de acefalía de una municipalidad, el Poder Ejecutivo convocará inmediatamente a
elecciones para constituirla.

169.- El régimen constitucional de la Ciudad de Buenos Aires. El Art. 129 y los Arts. 44, 75 Inc. 2, 31
y Art. 99 Inc. 20; disposición transitoria 7ª y 15ª. La Ley de Garantía de los intereses del Estado
Nacional Nº 24.588.
Hasta la reforma constitucional de 1994 la estructura federal se sentaba en dos pilares: el estado federal y
las provincias (y dentro de estas los municipios). Ahora hay que incorporar a otra entidad "sui generis":
que es la Ciudad de Buenos Aires.
El artículo 129 de la C.N. establece las pautas generales del nuevo régimen jurídico-político de la ciudad
de Buenos Aires, que deberán ser delineadas en forma definitiva por la legislación que la sancione.
El primer parámetro constitucional que señala el articulo 129 es que “la ciudad de Buenos Aires tendrá un
régimen de gobierno autónomo...” este gobierno autónomo implica, en virtud de lo que a continuación
precisa el articulo, que esta ciudad tendrá “...facultades propias de legislación y jurisdicción y que su jefe
de gobierno será elegido directamente por el pueblo de la ciudad”. No obstante, según la disposición
transitoria 7º, mientras la ciudad de Buenos Aires continué siendo la capital de la Nación, el Congreso
ejercerá las atribuciones legislativas que conserva, conforme ley especial que garantiza los intereses del
Estado Nacional.
El tercer párrafo del Art. 129 dispone: “una ley garantizara los intereses del Estado nacional mientras la
Ciudad de Buenos Aires sea capital de la nación”. Por lo tanto, a diferencia de las provincias que han
conservado todos los poderes no delegados (Art. 121), los órganos de la ciudad de Buenos Aires, mientras
sea capital de la republica, tendrán poderes de legislación y jurisdicción asignados dentro de los limites
que establezca el congreso de la nación.
El ultimo párrafo del articulo señala: “En el marco de lo dispuesto en este articulo, el congreso de la
nación convocara a los habitantes de la ciudad de Buenos Aires para que, mediante los representantes que
elijan a ese efecto, dicten el Estatuto Organizativo de sus instituciones”. En consecuencia, para que se
institucionalice el nuevo régimen de la ciudad de Buenos Aires, dado que el distrito sigue siendo capital
de la republica, será preciso:
a) Que el congreso dicte una ley que deslinde las competencias que corresponderán a la ciudad de
Buenos Aires y las que conservara el gobierno federal (Art. 129, párrafo 2).
b) Que el congreso dicte una ley convocando a elecciones para que los habitantes de Buenos Aires elijan
los representantes que sancionaran el “Estatuto Organizativo”.
c) En virtud de la cláusula transitoria 15, dicho estatuto deberá establecer la fecha para la elección del
Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires.

Art. 129.- La ciudad de Buenos Aires tendrá un régimen de gobierno autónomo, con facultades propias de
legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente por el pueblo de la ciudad. Una
ley garantizará los intereses del Estado nacional, mientras la ciudad de Buenos Aires sea capital de la
Nación.
En el marco de lo dispuesto en este artículo, el Congreso de la Nación convocará a los habitantes de la
ciudad de Buenos Aires para que, mediante los representantes que elijan a ese efecto, dicten el estatuto
organizativo de sus instituciones.
Art. 44.- Un Congreso compuesto de dos Cámaras, una de Diputados de la Nación y otra de Senadores de
las provincias y de la Ciudad de Buenos Aires, será investido del Poder Legislativo de la Nación.
Anteriormente este artículo decía en lugar de ciudad de Buenos Aires, de la capital federal, pero en virtud
de su régimen autonómico, establecido por el artículo 129, la ciudad de Buenos Aires participara del
órgano legislativo federal a través de sus representantes.
Art. 75 Inc. 2.- Imponer contribuciones indirectas como facultad concurrente con las provincias.
Imponer contribuciones directas, por tiempo determinado, proporcionalmente iguales en todo el territorio
de la Nación, siempre que la defensa, seguridad común y bien general del Estado lo exijan. Las
contribuciones previstas en este inciso, con excepción de la parte o el total de las que tengan asignación
específica, son coparticipables.
Una ley convenio, sobre la base de acuerdos entre la Nación y las provincias, instituirá regímenes de
coparticipación de estas contribuciones, garantizando la automaticidad en la remisión de los fondos.

114
La distribución entre la Nación, las provincias y la ciudad de Buenos Aires y entre éstas, se efectuará en
relación directa a las competencias, servicios y funciones de cada una de ellas contemplando criterios
objetivos de reparto; será equitativa, solidaria y dará prioridad al logro de un grado equivalente de
desarrollo, calidad de vida e igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional.
La ley convenio tendrá como Cámara de origen el Senado y deberá ser sancionada con la mayoría
absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, no podrá ser modificada unilateralmente, ni
reglamentada y será aprobada por las provincias.
No habrá transferencia de competencias, servicios o funciones sin la respectiva reasignación de recursos,
aprobada por ley del Congreso cuando correspondiere y por la provincia interesada o la ciudad de Buenos
Aires en su caso.
Un organismo fiscal federal tendrá a su cargo el control y fiscalización de la ejecución de lo establecido
en este inciso, según lo determine la ley, la que deberá asegurar la representación de todas las provincias y
la Ciudad de Buenos Aires en su composición.
Art. 75 Inc. 31.- Disponer la intervención federal a una provincia o a la ciudad de Buenos Aires.
Aprobar o revocar la intervención decretada, durante su receso, por el Poder Ejecutivo.

Disposición 7ª; "el congreso ejercerá en la ciudad de buenos aires, mientras sea capital de la nación, las
atribuciones legislativas que conserve con arreglo del Art. 129" (corresponde al Art. 75 Inc. 30)
Disposición 15ª; "hasta tanto se constituyan los poderes que surjan del nuevo régimen de autonomía de la
ciudad de buenos aires, el congreso ejercerá una legislación exclusiva sobre su territorio, en los mismos
términos que hasta la sanción de la presente.
El jefe de gobierno será elegido durante el año 1995.
La ley prevista en los párrafos 2º y3º del Art. 129, deberá ser sanciona dentro del plazo de doscientos
sesenta días a partir de la vigencia de esta constitución.
Hasta tanto se haya dictado el estatuto organizativo la designación y remoción de los jueces de la ciudad
de buenos aires se regirá por las disposiciones de los Art. 114 y 115 de esta constitución." (corresponde al
Art. 120).

La ley de garantía de los intereses del estado nacional (24.588)


Esta ley garantiza los intereses del Estado Nacional en la Ciudad de Buenos Aires. Sus lineamientos
principales son los siguientes:
 En un primer lugar, la ley deja ver su fundamento: asegurar que el gobierno de la nación no se vea
impedido, con motivo de la autonomía de la ciudad en la cual residen sus autoridades, de ejercer los
poderes o competencias que le atribuye la constitución.
 En segundo lugar, la ley establece que la nación conserva todo el poder no atribuido por la
constitución al gobierno autónomo de la ciudad de Buenos Aires y es titular de todos aquellos bienes,
derechos, poderes y atribuciones necesarias para el ejercicio de sus funciones. Luego, continúa
diciendo que: continuaran bajo jurisdicción federal todos los inmuebles sitos en la ciudad de Buenos
Aires que sirvan de asiento a los poderes de la Nación, así como cualquier otro bien de propiedad de
la Nación. Sin embargo, la norma dice precedentemente así como cualquier otro bien... afectado al
uso o consumo del sector publico nacional”. El interrogante es cuales son esos bienes, por lo que es
posible que se presenten problemas al respecto.
 El artículo 4 reitera lo dicho por la constitución nacional en cuanto dice que el gobierno autónomo de
la ciudad de Buenos Aires se regirá por las instituciones locales que establezca el Estatuto
Organizativo. Y determina además, que su jefe de gobierno, sus legisladores y demás funcionarios
serán elegidos o designados sin intervención del gobierno nacional.
 A continuación la ley nos señala que la ciudad de buenos aires será continuadora a todos sus efectos
de la Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires, por cuanto entendemos que todos los derechos,
obligaciones y bienes le serán transferidos. En cuanto a la normativa vigente, esta seguirá siendo
aplicable, en tanto no sea derogada o modificada por las autoridades nacionales o municipales, según
corresponda.
 Respecto a la seguridad, la ley 24.588 establece que el gobierno federal seguirá ejerciendo, en la
ciudad de Buenos Aires, su competencia en materia de seguridad y protección de las personas y

115
bienes. Por lo que la policía federal seguirá ejerciendo sus funciones en la ciudad autónoma tanto por
el gobierno federal como auxiliar de las autoridades de la ciudad.
 En cuanto a la organización de justicia, la ciudad solo tendrá facultades propias de jurisdicción en
materia de vecindad, contravencional y de faltas. A su vez, la nación transferirá las competencias
contenciosas administrativas y tributarias locales. Por el artículo 10 el Estado Federal se reserva la
jurisdicción en relación con la Inspección General de Justicia, es decir, el organismo que fiscaliza las
personas jurídicas.
 La ley también afirma lo dispuesto por el artículo 124 de la constitución nacional en cuanto la ciudad
podrá celebrar convenios y contratar créditos internacionales con entidades publicas o privadas
siempre que no sean incompatibles con la política exterior de la nación y no se afecte el crédito
publico de la misma.
El articulo 15 de dicha ley trae aparejado la creación en el ámbito del congreso de la nación la comisión
bicameral “Ciudad de Buenos Aires”, cuya misión será la de supervisar el proceso de coordinación que se
lleve adelante entre el poder ejecutivo nacional y el gobierno de la ciudad de buenos aires y, por otro lado,
formular las observaciones, propuestas, recomendaciones y opiniones que estime pertinentes.

170.- El régimen especial de la Capital Federal. Constitución de la Ciudad de Buenos Aires:


características.
Art. 75 Inc. 30.- ejercer una legislación exclusiva en el territorio de la capital de la nación, y dictar la
legislación necesaria para el cumplimiento de los fines específicos de los establecimientos de utilidad
nacional en el territorio de la republica. Las autoridades provinciales y municipales conservaran los
poderes de policía e imposición sobre estos establecimientos, en tanto no interfieran en el cumplimiento
de aquellos fines.
En virtud de esta norma el congreso continúa reteniendo su carácter de legislatura local de la capital
federal. La ciudad de buenos aires mientras retenga el carácter de capital federal, el congreso solo podrá
legislar para su ámbito específico con el objetivo bien concreto de garantizar los intereses del estado
federal, conforme al Art. 129.
De tal modo, la letra del Art. 75 Inc. 30, en cuanto otorga al congreso la competencia de "ejercer una
legislación exclusiva en la capital de la nación", debe entenderse así;
a. Mientras que buenos aires sea la capital, esa legislación del congreso no puede ser exclusiva,
porque el Art. 129 confiere a la ciudad "facultades propias de legislación";
b. La "exclusividad de la legislación del congreso en la capital federal solo regirá cuando al capital
se traslade a otro lugar que no sea la ciudad de buenos aires;
c. Lo dicho en los párrafos se esclarece con la disposición transitoria 15ª; "hasta tanto se constituyan
los poderes que surjan del nuevo régimen de autonomía de la ciudad de buenos aires, el congreso
ejercerá una legislación exclusiva sobre su territorio, en los mismos términos que hasta la sanción
de la presente."

116
La delegación de competencias: artículo 76, 99 inciso 3, 29, disposición transitoria octava.
La delegación legislativa.
El artículo 76 dice:
"Se prohíbe la delegación legislativa en el Poder Ejecutivo, salvo en materias determinadas de
administración o de emergencia pública, con plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la
delegación que el congreso establezca.
La caducidad resultante del transcurso del plazo previsto en el párrafo anterior importara revisión de las
relaciones jurídicas nacidas al amparo de las normas dictadas en consecuencia de la delegación
legislativa".
Hay en la norma una prohibición genérica para que el congreso delegue en el poder ejecutivo sus
facultades de legislación.
La excepción permisiva viene concedida para "materias determinadas de administración" o de
"emergencia pública". Las expresiones son poco concisas, por lo que se teme que se la invoque en
demasía con cualquier pretexto y con escasa precisión.
Materias de "administración" viene a abrir un espacio amplísimo donde toda la doctrina encuentra
dificultades para demarcar con seguridad y caso por caso que es y qué no es "administración" -o, acaso,
funcion administrativa-. Por otro lado, la norma dice "materias determinadas de administración", y el
adjetivo "determinadas" tampoco esclarece si es la ley la que debe señalar cuáles son esas materias
determinadas o si, en cambio, lo que se ha querido puntualizar es que no cabe una desogación "global" en
materia administrativa porque, al contrario, cada materia de administración que se delega exige una ley
independiente que la pormenorice.
Lo de "emergencia pública" tampoco exhibe claridad.
Pese a las ambigüedades en el léxico del texto constitucional reformado, creemos que no es razonable
suponer que la constitución deja noción libre para usar la delegación legislativa o los decretos de
necesidad y urgencia en las mismas situaciones, ni para imaginar que son remedios alternativos a emplear
por las mismas causas.
No debe confundirse entonces la normativa que emana el ejecutivo, por delegación habilitante del
congreso, con los decretos de necesidad y urgencias autorizados en el inciso 3 del nuevo artículo 99,
dentro de las atribuciones del presidente de la República, porqué éstas tienen un régimen propio y
diferente al de los regulados por el caso de la delegación legislativa.

117
Tampoco se aclara en el artículo 76 que significa delegar "dentro de las bases" que el congreso establezca.
Esas bases podrían surgir de una ley genérica que el congreso dictará anticipadamente para todos los
casos en reglamentación global al artículo 76, o apuntar a la obligación de que, de dictarse o no esa ley,
siempre cada ley de delegación concreta hubiera de cumplir con el señalamiento de bases determinadas
para el caso concreto.
Las reformas dictadas con abilitación del congreso por el poder ejecutivo han de adoptar la forma de
decreto, porque el inciso 12 del artículo 100 otorga al jefe de gabinete de ministros la competencia de
"refrendar los decretos que ejerce en facultades delegadas por el congreso".
Tienen naturaleza material de ley y es expresión de la función legislativa delegada, porque el decreto que
dicta el ejecutivo equivale a la ley que el congreso, al delegarle la función, se ha abstenido de dictar por sí
mismo.
Una vez que se coincide en reconocer al decreto emanado por delegación legislativa la naturaleza material
de la ley, es preciso reconocer que al principio de división de poderes ha venido a atenuarse con la
reforma.
Hasta esta, la función legislativa en estricto sentido material quedaba reservada por la constitución de
modo exclusivo a favor del congreso, y que aún cuando los otros órganos de poder emitieron normas de
carácter general obligatorio, no ejercían función legislativa. Ahora, pensamos que la transferencia de
facultades legislativas que excepcionalmente autorizara el artículo 76 induce a sostener que tanto los
decretos del ejecutivo en los casos de delegación por el congreso, como los de necesidad y urgencia,
revisten naturaleza material del leyes, con lo que la exclusividad de la legislación como competencia
reservada del congreso ha recibido doce excepciones, en las que esa competencia es compartida por el
poder ejecutivo.
En resumen, el principio de reserva de la ley ha cobrado un matiz diferente al que atribuíamos antes de
1994.
Hasta la reforma constitucional, el texto histórico solía interpretarse como absolutamente prohibitivo de la
delegación legislativa. No obstante, desde tiempo atrás la corte suprema elaboró el estándar de la
delegación impropia, y la tuvo por constitucionalmente válida en cuanto consideró que no era una
transferencia lisa y llana de la competencia legislativa del congreso a favor del poder ejecutivo, sino una
reglamentación que éste hacía a una ley de marco genérico, cuya pormenoración reglamentaria crecía en
dimensión recíproca a la aludida generalidad de la ley. Esta delegación impropia fue reconocida no sólo a
favor del poder ejecutivo, sino a organismos administrativos.
La delegación que autoriza aquí la nueva norma no es la que se llama impropia, sino la que en el ámbito
de la constitución de antes de 1994 fue considerada vedada, e inconstitucional, por presentar una
transferencia lesiva de principio divisorio. En síntesis:
a) la delegasión excepcionalmente autorizada por el artículo 76 corresponde a la que antes de la reforma
se hallaba implícitamente prohibida y, de haberse llevado a cabo, era inconstitucional;
b) la delegación que se denominaba impropia no ha quedado prohibida, ni encuadrada en el artículo 76, y
puede en el futuro tener cabida como antes dentro del perímetro que le trazó la jurisprudencia de la corte
suprema; por ende, la delegación impropia no precisa que el congreso se restringida a las materias ni al
plazo que estipula el artículo 76.
La disposición transitoria octava dice: "La legislación delegada persistente que no contenga plazo
establecido para su ejercicio caducará a los cinco años de la vigencia de esta constitución, excepto aquella
que el congreso de la nación ratifique expresamente por una nueva ley".
Se debe interpretar que esta caducidad prevista para la legislación delegada preexistente plantea como
nueva duda la de si alcanza también la delegación impropia o sólo se circunscribe a la que
inconstitucionalmente, como delegación plena, se hubiera efectuado hasta el 24 agosto de 1994. En caso
de contestarse que la normativa ya dictada por el poder ejecutivo en el margen de una delegación
impropia no fue ni es contraria a la constitución -tanto antes como después de la reforma- habrá que
conceder que esa normativa no caducará en 1995 (Bidart Campos). Quienes estimen que la cláusula
transitoria la abarca, habrán de responder que el plazo de caducidad la destruida de vigencia en esa fecha.
Resta decir que toda normativa dictada inconstitucionalmente con antelación a la reforma por habilitación
de una delegación plena, ha adquirido validez por los cinco años posteriores a 1994 en razón de que la
cláusula transitoria octava implica consentir tal subsistencia temporal, lo que significa que el vicio
originario que la afecto hasta ahora queda transitoriamente purgado y desaparecido.

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El artículo 99 inciso 3 establece la siguiente atribución del presiente la República:
"Participa de la formación de las leyes con arreglo a la constitución, las promulga y hace publicar.
El poder ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable, emitir
disposiciones de carácter legislativo.
Solamente cuando circunstancias excepcionales hicieron imposible seguir los trámites ordinarios
previstos por esta constitución para la sanción de las leyes, y no se trata de normas que regulen materia
penal, tributaria, electoral o el régimen de los partidos políticos, podrá dictar decretos de necesidad y
urgencia, los que serán decididos en acuerdo general de ministros que deberán refrendarlos,
conjuntamente con el jefe de gabinete de ministros.
El jefe de gabinete de ministros personalmente y dentro de los diez días someterá la medida a
consideración de la comisión Bicameral permanente, cuya composición deberá respetar la proporción de
las representaciones políticas de cada cámara. Esta comisión elevará su despacho en un plazo de diez días
al plenario de cada cámara para su expreso tratamiento, el que de inmediato considerarán las cámaras.
Una ley especial sancionada con la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada cámara
regulara el trámite y los alcances de la intervención del congreso".
La norma quedo abierta a la reglamentación legal. Los párrafos 3º y 4º ordenan asi su trámite:
a) Solamente circunstancias excepcionales que imposibilitan seguir el procedimiento legislativo ordinario,
habilitan el dictado de decretos de necesidad y urgencia; pero:
 están absolutamente prohibidos en materia penal, tributaria, electoral y en el régimen de partidos
políticos;
 deben esperar del presidente de la República, por decisión adoptada en acuerdo general de
ministros, los que han de refrendarlos juntamente con el jefe de gabinete de ministros;
 el jefe del gabinete de ministros tiene que someter personalmente dentro de los diez días, el
decreto a consideración de la cámara Bicameral permanente del congreso;
 dicha comisión debe elevar su despacho en el plazo de otros días al plenario de cada una de las
cámaras para su expreso tratamiento;
 las camaras han de considerar ese despacho en forma inmediata.
Acá se interrumpe la previsión de la norma sobre el destino final que le cabe al decreto en el congreso, y
ésta es la aludida apertura que debe cerrar una ley especial que, por prescripción del inciso, necesita
sancionarse con la mayoría absoluta de la totalidad de miembros de cada cámara, y que ha de regular el
trámite y los alcances de la intervención congresional.
La figura de los decretos de necesidad y urgencia que ahora encuadra la reforma carece de tradición en el
constitucionalismo federal escrito, aunque no en el derecho constitucional material; algunas
constituciones provinciales los tienen previstos, y se los conoce también en el derecho comparado.
Surgen de la letra del inciso, 2 parámetros: circunstancias excepcionales e imposibilidad derivada de ellas
para seguir los trámites constitucionales previstos para la sanción de las leyes.
Cuando el articulo 99 inciso 3 se refiere a estos parámetros que hacen de presupuesto para dictar decretos
de necesidad y urgencia, dice que debe existir: a) " circunstancias excepcionales " que b) hacen imposible
recorrer el procedimiento legislativo. Deja entender que debe ser imposible -inconveniente, dificultoso-
seguir el trámite de sanción de las leyes "porque hay" una o varias circunstancias excepcionales que
equivalen a una situación de "emergencia"; la gravedad de esta emergencia, que es la que constituye
circunstancia excepcional, debe requerir una medida inmediata, y es la emergencia y la inmediatez de la
medida la que hacen imposible que el congreso legisle, porque el trámite ordinario, por acelerado que
pueda ser en todo caso, no proporciona las soluciones urgentes.
Si esta emergencia coincide con la de "emergencia pública" prevista en el artículo 76, o no, no parece
demasiado importante ahora, porque aunque sea en lo mismo creemos en que entre la emergencia que
hace viable la delegación legislativa al ejecutivo, y la que autoriza a este a dictar por sí solo un decreto de
necesidad y urgencia, se interpone una diferencia: para el decreto es menester que la emergencia haga
imposible legislar, en tanto la emergencia pública que da fundamento a la delegación legislativa no está
sujeta a ese requisito de imposibilidad para seguir el trámite de la ley.

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