Para comprender lo mucho que encierra en sí el concepto, se requiere un
análisis profundo de la definición dada. En primer lugar, hemos dicho que la Ética es una ciencia. Entendemos por ciencia un conocimiento sistemático; es un cuerpo de conclusiones coordinadas, claramente establecidas, basadas en principios demostrados o evidencias. Toda ciencia está, por su misma naturaleza, limitada a un determinado campo del conocimiento humano.
Su objeto es investigar el origen, naturaleza y fin de aquellas cosas que están
comprendidas en el ámbito de su esfera. La Ética se halla circunscrita en su objeto al campo de la verdad moral, y nos presenta de un modo sistemático una sólida base racional para juzgar de la bondad o malicia de las acciones humanas. Es, por consiguiente, una verdadera ciencia. Es, además, una ciencia natural.
Esta afirmación se hace atendiendo a los medios de que se dispone en el
estudio de esta ciencia en orden a establecer sus conclusiones. La Biología, la Química y las demás, que designamos generalmente con el nombre de son ciencias naturales en un doble sentido.
La Ética, en cambio, es una ciencia natural en cuanto que se sirve de medios
puramente humanos la razón humana para llegar a sus conclusiones. No se basa ni en la revelación divina, ni en las enseñanzas de Cristo, transmitidas por la tradición de la Iglesia infalible. La Ética es una rama de la filosofía, una ciencia que deduce sus conclusiones mediante el uso debido de la razón dejada a sí misma.
Bien sabido es que las enseñanzas infalibles de la Iglesia de Cristo son de un
valor indirecto para el estudio de la ética. Tales enseñanzas sirven de guía excelente y de comprobación constante para la rectitud de nuestros procedimientos racionales. Pero, en sí misma considerada, la ética depende solamente de la capacidad natural que la razón humana posee para especificar la moralidad de cada una de nuestras acciones. Por esta razón, la ética puede ser considerada como una ciencia puramente natural. Breve historia de la Ética.
Su estudio se remonta a los orígenes de la filosofía moral en Grecia y su
desarrollo histórico ha sido diverso, una doctrina ética elabora y verifica afirmaciones o juicios determinados, esta sentencia ética, juicio moral o declaración normativa es una afirmación que contendrá términos tales como malo, bueno, correcto, incorrecto, obligatorio permitido, referido a una acción o decisión. Cuando se emplean sentencias éticas se está valorando moralmente a personas, situaciones, cosas o acciones. Se están estableciendo juicios morales cuando, por ejemplo, se dice: "Ese político es corrupto", "Ese hombre es impresentable", "Su presencia es loable", etc.
En estas declaraciones aparecen los términos 'corrupto', 'impresentable' y
'loable' que implican valoraciones de tipo moral, la ética es una de las principales ramas de la Filosofía, en tanto requiere de la reflexión y de la argumentación, en este campo es el conjunto de valoraciones generales de los seres humanos que viven en sociedad, desde el inicio de la reflexión filosófica ha estado presente la consideración sobre la praxis, Platón elabora un completo tratado de ética política, la República, Aristóteles hace el primer tratado de ética, la Ética a Nicómaco, basada en la convicción de que todo ser humano busca la felicidad.
Introducción Ética del griego ethika, de ethos, comportamiento, costumbre,
principios o pautas de la conducta humana, a menudo y de forma impropia llamada moral (del latín mores, ‘costumbre’) y por extensión, el estudio de esos principios a veces llamado filosofía moral.
El objetivo de Sócrates era el de educar al hombre por medio de un continuo
ejercicio en busca del bien que, en la ciudad, no podía ser otro que el bien colectivo, la justicia. Ese ejercicio tenía también un nombre, areté, la excelencia humana, la virtud.