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ISSNArtículo
(en línea): 2382-4220
de reflexión
Vol. 25, n.º 112, 2018
Artículo de reflexión / Essay
doi: https://doi.org/10.16925/co.v25i112.2039
tedys.doria@campusucc.edu.co
Recibido: 22 de febrero del 2017 Aprobado: 18 de julio del 2017 Disponible en línea: 14 de enero del 2018
Cómo citar este artículo: Doria-Orozco, T. (2018). Cooperativismo y justicia social para el posconflicto: una integración desde
la economía solidaria para la generación de espacios de paz desde las regiones. Cooperativismo & Desarrollo, 112(25), 93-
108. doi: https://doi.org/10.16925/co.v25i112.2039
Resumen
Propósito: se busca dar respuesta a las preguntas: ¿cómo el cooperativismo y la justicia social pueden
hacer parte del posconflicto?, y ¿cómo la integración desde la economía solidaria sirve para la gene-
ración de espacios de paz desde las regiones?
Descripción: a fin de dar respuesta al presente interrogante se realiza un breve abordaje histórico del
cooperativismo en Colombia y se analiza el desarrollo de la economía solidaria en Colombia con un
enfoque de posconflicto y la generación de espacios de paz desde las regiones.
Punto de vista: en el proceso de construcción de una paz estable y duradera desde las regiones es ne-
cesario revisar las ventajas del cooperativismo y la justicia social, dado que permite fortalecer la trama
social a través de la consolidación de experiencias con la práctica de los valores y los principios del
sector solidario, lo cual da la pauta en la integración de las regiones y es el sustrato ejemplarizante que
responde con la reinserción social, la reconciliación y el progreso de aquellos que más lo necesitan.
Conclusiones: se concluye que las buenas prácticas de los valores y los principios del sector solidario
marcan un punto de referencia en la integración de las regiones, así como contribuyen a la reinserción
social, la reconciliación y el progreso social.
BY NC ND
BY NC ND
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se tiene en cuenta que el coeficiente de Gini asciende a en Manizales, Bogotá y Cúcuta. También con la
un 0,56, lo cual evidencia que Colombia es uno de los creación de las “natilleras” en Antioquia, Valle y
países con mayor desigualdad en el mundo (Dinero, Cundinamarca, las cuales fueron predecesoras de
2016, p. 1). los fondos de empleados y de algunos precursores
En vista de tal realidad que vive el país, es nece- de las ideas cooperativistas en Colombia, como es
sario que las sociedades y la población contemplen el caso de Rafael Uribe-Uribe, quien con su inicia-
alternativas que apunten al fortalecimiento de la tiva dio paso a la promoción de ayudas sociales a
economía en favor de todos, máxime en un esce- los trabajadores, así como a la creación de diver-
nario de posconflicto en las regiones donde más sos estamentos de protección social en Colombia.
ha hecho estragos la guerra. El objeto central de Fue así que con esta concreción del movimiento
esta disquisición tiene como propósito, de acuerdo cooperativista Uribe-Uribe pronuncia en 1904 su
con el Parlamento Andino, como se cita en Serna y popular discurso “El socialismo de Estado”, 3 en el
Rodríguez (2015): que plantea el socialismo como medio para resolver
los problemas que aquejaban al país, apoyado en el
Comprender adecuadamente los problemas y propo- sindicalismo y el corporativismo (Ramírez, Herrera
ner soluciones, aprendiendo y utilizando nuevas ha- y Londoño, 2016, p. 16). En 1904, se da a la tarea
bilidades y conocimientos con la participación de los de elaborar un programa de socialismo liberal con
investigadores, universidades y la academia en gene- intervención del Estado, en el que este asumiera la
ral, pues si se fomenta una política clara y una cultura reivindicación de los derechos de los trabajadores
de emprendimiento solidario, se podrá avanzar hacia y destaca la creación de sindicatos y cooperativas.
un proceso de asociación constructiva e intersectorial Luego, como afirman Ramírez et al. (2016):
y hacia la búsqueda de una paz duradera.
En 1931 se da paso a la promulgación de la primera
Por esta razón, nótense las ventajas de la cons- Ley Cooperativa consagrada en la Ley 134 de 1931,
trucción de una paz estable y duradera desde las en consecuencia, en el año 1932, con el Decreto Ley
regiones en la nueva era de posacuerdo al considerar 874 se procede a dictar medidas para el fomento
desde un análisis académico las ventajas del coopera- del Cooperativismo. El Decreto 1339 reglamenta la
tivismo y la justicia social, lo que permitirá concebir Ley 134. En 1963 el Gobierno dicta el decreto Ley
desde un enfoque más claro las razones de centrarse 1598 que se constituye en el nuevo marco legal del
en el fortalecimiento de la trama social, y lo cual se cooperativismo colombiano, con este decreto Ley
traduce en el logro de una consolidación de expe- se inicia el auge del Cooperativismo en Colombia.
riencias desde la puesta en práctica de los valores y Es así que mediante el decreto 1587 de 1963 se da
los principios del sector de la economía solidaria. la creación de la Superintendencia de Cooperativas,
Estos son puntos de referencia en la integración de posteriormente por Decreto 1629 del mismo año se
las regiones, así como el sustrato ejemplarizante que le da estructura y funciones a la superintendencia y
permite contribuir a la reinserción social, la recon- en 1968 por Decreto 2059 se reglamenta el decre-
ciliación y el progreso de aquellos que más lo nece- to 1598 de 1963. En 1981, la Ley 24 transforma la
sitan. Ahora bien, en el desarrollo de este artículo se superintendencia en Departamento Administrativo
revisan las ventajas de la aplicación de la economía Nacional de Cooperativas, en 1988 en diciembre 23
solidaria, el cooperativismo y la justicia social desde la ley 79 actualiza el régimen legal del cooperativis-
la economía solidaria para la generación de espacios mo y da nueva vida al sector cooperativo. En 1998
de paz desde las regiones en el posconflicto, como mediante la Ley 454 se transforma el Dancoop en
escenarios fértiles para el progreso colombiano.
3 Propugnaba un “socialismo de Estado” que supuesta-
mente conduciría a un modelo de fuerte intervención esta-
Breve abordaje histórico del tal. Pero no había tal. Al comenzar su famosa conferencia en
cooperativismo en Colombia el Teatro Municipal de Bogotá en 1904, Uribe-Uribe afirmaba
que el “socialismo de Estado” era un mote mal puesto por un
En Colombia, la economía solidaria se ha con- diario de la ciudad, “porque propuse que el Estado contribuyera
a remediar los males que él mismo ha producido, y que no se
solidado a partir de 1899 con la creación de las habrían presentado sin su arbitraria intervención en las relacio-
denominadas “sociedades de socorro mutuo” nes comerciales de los ciudadanos” (Hernández-Álvarez, 2004).
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Fue la compresión de este aspecto fundamental y este no existió porque, “en realidad, la Organiza-
la urgencia de los problemas apuntados, lo que de- ción Sindical mantiene bajo control el movimiento
terminó la constitución, en 1959, de Caja Laboral cooperativo, no permitiéndole que se autogobierne
Popular, siempre bajo la tutela e incansable impulso y se organice federativamente, mediante la adhesión
de Arizmendiarrieta. La estructura interna inicial libre” (Riaza, 1967, p. 54).
de Caja Laboral se correspondía exactamente con En 1965, los servicios jurídicos de la Organiza-
las carencias a las que se pretende dar respuesta: una ción Sindical elaboran un Anteproyecto de Ley de
División Bancaria cuya función era, y sigue siéndo- Cooperativas que, como se describe en su exposi-
lo, constituir un puente entre el ahorro popular y ción de motivos, pretende:
la inversión cooperativa, una División Empresarial,
para el asesoramiento y promoción de cooperativas, Lograr una normalización jurídica que nos sitúe,
y una División Social, responsable de la gestión y sin reparo razonable, en el centro de los movimien-
administración del sistema interno propio de segu- tos cooperativos de cultura afín a la nuestra, y que
ridad social. ofrezca marco holgado a las soluciones que la prác-
tica y desarrollo económico exigen previsiblemente
El cooperativismo industrial en la etapa para un futuro no sólo próximo, sino lejano.
desarrollista más allá de la posguerra
Entre las diversas clases de cooperativas, se
Durante esta década, se reflexiona y se analizan logró contemplar las “industriales”: aquellas que
varios anteproyectos de ley, pues la realidad coo- “asocian a trabajadores organizados en empresa
perativa exige un nuevo marco jurídico. Ya que la para la ejecución de obras, tareas o servicios para
Ley de 1942 era obsoleta, la organización sindical se terceros”. Por primera vez, se dio paso a regular la
dio a la tarea de emprender un diálogo abierto con posibilidad de admitir a personas como “asocia-
los cooperativistas y realizar un análisis de diversos dos” desde el punto de vista del capital, pero no
aspectos y necesidades del cooperativismo. Esto se relacionado con la fuerza de trabajo, y se estable-
llevó a cabo gracias a la celebración de la Asamblea cieron límites, contemplados en los estatutos de la
Nacional de Cooperativas del 27 al 30 de noviembre sociedad. En enero de 1969, ante el Ministerio de
de 1961, la cual contó con la participación de más de Trabajo se presentó el Anteproyecto de Ley Gene-
800 asambleístas, 432 representantes directos y 635 ral de Cooperativas, el cual proponía tres tipos bási-
intervenciones. Se elaboraron cuatro ejes básicos de cos de cooperativas según su función fundamental:
estudio: “a) Bases para el futuro ordenamiento jurí- las relacionadas con la producción, la oferta y la
dico y fiscal de las cooperativas; b) Las cooperativas demanda. Ambos anteproyectos no progresaron y
en el plan de expansión económica; c) Formación quedó en vigor la Ley de Cooperación de 1942.
cooperativa y d) Crédito agrícola” (Riaza, 1967, pp. De acuerdo con las experiencias significati-
53-56). vas de la época en este periodo, se dio paso al incre-
Las conclusiones de este primer encuentro mentó de forma desigual y de acuerdo con los años.
constan de 28 bases, y en ellas se concretaron la soli- Es decir, desde 1971 —año en que se estructura el
citud de otros asuntos como: segundo Reglamento de Cooperativas— a 1975
—año en el que fallece Franco y se da fin al fran-
a) Ley única para todas las cooperativas; b) Normas de quismo—, la creación de cooperativas aumentó a
aplicación general a todas las cooperativas, cualquiera 681 con un total de 18 787 asociados. Si bien es evi-
que sea su clase, recogiendo su esencia coincidente, dente el incremento significativo de cooperativas,
pero derogables para cada clase de cooperativas, si las plazas de empleo creadas no fueron suficien-
contradicen una norma especial de éstas; c) Normas tes, pero se tuvo la perspectiva de alcanzar mejores
especiales para cada clase de cooperativas, en cuanto condiciones laborales que comprendían la propie-
se reputan necesarias, derogando estas normas espe- dad de los medios de producción (Morales, (2003,
ciales las de carácter general que sean incompatibles p. 152). También en esta época se fortaleció la expe-
(Giménez, 1974, p. 86). riencia de la llamada “intercooperación económica”
dentro del grupo de cooperativas asociadas a Caixa
Aunque el fruto de este encuentro fue la elabo- Popular 24, como la constitución de la Cooperativa
ración de un anteproyecto de ley de cooperativas, Industrial de Construcción Coinco, en 1975.
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Después de abordar el análisis del caso espa- colombiana— se confrontan dos proyectos de socie-
ñol en su consolidación como ejemplo claro de dad: uno, afianzado en la valoración de la propiedad
construcción de paz y fortalecimiento del coope- de la tierra, y otro, confrontado con la propuesta de
rativismo, y la economía solidaria como alterna- construcción de una economía nacional apoyada en
tiva de desarrollo después de la guerra, es más que desarrollos industriales y en una sólida clase media
necesario revisar el comportamiento del conflicto rural (Fajardo, 2014, p. 4).
en Colombia que, si bien tiene características com- De acuerdo con Fajardo (2014, p. 5), este último
plejas, es propicio para el abordaje de la temática. proyecto comenzó a manifestarse con nitidez a
mediados de la década de los veinte7 a través de diri-
gentes y pensadores de los dos partidos como fueron
Breve abordaje del conflicto armado Carlos E. Restrepo y Alejandro López, lo que toma-
en Colombia ría fuerza en los años siguientes para dar sustan-
cia a los gobiernos liberales y alcanzaría su cumbre
Colombia ha sido un país que, en su proceso de entre 1932 y 1936 en los debates sobre las propues-
avance y desarrollo, le ha tocado enfrentar más tas en torno a la que sería la Ley 200 de 1936. Como
de nueve procesos de paz, algunos de los cuales señala Fajardo (2014, p. 5), de allí en adelante se ini-
han sido fallidos y han causado un efecto nega- cia el declive con procesos que condujeron al debi-
tivo para el crecimiento del país. En este orden litamiento de la orientación renovadora, en lo que
de ideas, desde hace ya varios años, la creciente se expresa el juego de las fuerzas políticas: lo deno-
divergencia política y las brechas de desigualdad minaron la “pausa” del Gobierno del presidente
a causa del conflicto han ocasionado rupturas Eduardo Santos, el intento de golpe militar contra
graves en el intento por fortalecer el tejido social, el presidente López durante su segundo mandato y
con el recrudecimiento del ambiente hostil y beli- la expedición de la Ley 100 de 1944, la cual recuperó
gerante, lo que ha propiciado la búsqueda persis- formas arcaicas de trabajo en las haciendas.
tente por parte de los gobiernos en la generación En adelante, la historia del país pasó del declive
de ambientes y espacios de paz con el fin de dar de las reformas liberales a un régimen más regre-
paso al cambio y contribuir a la consecución de sivo en el cual gradualmente se generalizaron las
los fines y cometidos del Estado, a fin de labrar un masacres, en particular contra los “gaitanistas” y
futuro próspero y en paz del cual puedan gozar las que denunció Jorge Eliécer Gaitán, la cuales toma-
futuras generaciones. ron incluso su vida y abrieron la vía a la guerra civil
De esta manera, el desarrollo del conflicto (Fajardo, 2014, p. 5). La realidad plena del conflicto
armado presenta etapas diferenciadas en su intensi- se vio en su apogeo cuando en ella habría de tomar
dad y en su geografía, particularidades de los mar- curso el afianzamiento de un modelo agrario afin-
cos políticos, así como otros procesos de carácter cado en la gran propiedad. Luego, estimulado por el
económico y social. Desde este ámbito, es necesario ingreso de los recursos provenientes del narcotrá-
revisar el conflicto desde finales del siglo xx al siglo fico pasa por el propósito de impulsar el mercado de
xxi. Al respecto, conviene observar la década de los tierras como mecanismo de regulación para la dis-
veinte como una etapa crucial, en la cual comienza tribución de la tierra sin efecto alguno en ese sen-
a tomar cuerpo una fase importante en el desenvol- tido, y llega hasta la propuesta actual de una política
vimiento de la sociedad colombiana, marcada por de baldíos en la cual se deja de lado la dotación de
el ingreso de masivas inversiones norteamericanas, tierras para campesinos y se orienta hacia el favo-
tal como en su momento lo percibieron varios auto- recimiento de grandes inversiones para el desa-
res,6 aunque traía consigo fuertes sucesos como el rrollo de empresas agrícolas, iniciativa que creó
de la crisis económica de 1929. En contexto, en la mediante la Ley 1133 de 2007 el programa “Agro
década de los veinte y los treinta —desde la pers- Ingreso Seguro”, y que reitera el proyecto de Ley 133
pectiva del desarrollo capitalista de la sociedad en curso cuando se adelanta este estudio. Todo esto
como caldo de cultivo para el conflicto generalizado Desde situaciones externas, internas y polí-
que ha vivido Colombia (2014, p. 5). tico-ideológicas el conflicto ha mutado de forma
Por consiguiente, un método clave que permite varias veces en el territorio nacional. Una de estas
entender la continuidad del conflicto es centrarse mutaciones, como señala Fajardo (2014), ha tenido
en el análisis de la confluencia de los siguientes fac- como objeto directo de impacto la sociedad colom-
tores: internos y externos, económicos, políticos e biana. En razón a su naturaleza, el conflicto armado
ideológicos (estos dos últimos, sin embargo, vistos transmutó a una “guerra social” que, como resul-
desde la misma arista, ya que son los que contribu- tado de su prolongación y su expansión espacial,
yeron en su principio a la génesis y permanencia del sus efectos se han hecho sentir prácticamente sobre
conflicto). En cuanto a los primeros, se destacan la el conjunto de la población colombiana y sobre su
inamovilidad tanto de la estructura de la propie- bienestar:
dad agraria8 como la de la participación política, ya
que es claro cómo la tierra ha sido uno de los ele- Durante los decenios transcurridos, la suma acu-
mentos predominantes en el desarrollo del conflicto mulada de víctimas fatales y desaparecidos puede
(Fajardo, 2014, p. 32). En cuanto a los factores exter- ascender a más de un millón de personas, más los
nos, ha sido preponderante la aceptación por parte heridos, mutilados, retenidos y secuestrados y víc-
de la dirigencia colombiana de las directrices de la timas morales; los desplazamientos, al menos en las
política norteamericana en términos económicos, últimas tres décadas, han afectado a cerca de 6 mi-
políticos y militares, las cuales han dado continui- llones de personas; las pérdidas patrimoniales ha-
dad a las condiciones básicas del régimen de domi- bría que calcularlas a partir del número de hogares
nación establecido en Colombia con anterioridad a afectados, de los cuales, según la Comisión de Se-
la Segunda Guerra Mundial.9 En cuanto al régimen guimiento a la Política Pública, un 91.3 % abandonó
agrario puede observarse cómo, más allá de la con- tierras, bienes raíces no rurales, animales, muebles
frontación sectaria que efectivamente generó buena de hogar, etc. y el 52.2 % sufrió el despojo de sus
parte de los homicidios, destierros, destrucciones tierras, una superficie estimada entonces en 5.5 mi-
de patrimonios y empobrecimiento de la población, llones de hectáreas, equivalentes al 10.8 % de la su-
crímenes ocurridos entre fines de la década de los perficie agropecuaria del país. Para ese año (2008) el
cuarenta y la de los sesenta, existen dos procesos que estimativo global de las pérdidas fue 2.5 billones de
toman fuerza en el marco del conflicto armado en pesos por la tierra abandonada y 8.4 billones de pe-
Colombia: de una parte, el afianzamiento y recom- sos por los bienes abandonados, cifra equivalente al
posición de la gran propiedad como base de la pro- 1.96 % de producto interno bruto a precios de 2007,
ducción agroexportadora; y de otra, la persecución en tanto que el proceso también se ha traducido en
y el desmantelamiento permanente de las organiza- importantes niveles de acumulación de tierras y ca-
ciones agrarias, lo que limita su desarrollo social, pitales. (Fajardo, 2014, p. 37)
técnico y económico e impide el fortalecimiento de
sus miembros y sus capacidades como ciudadanos y Desde un enfoque analítico, y en relación con
productores, tareas que deben adelantar en medio lo económico y lo referente al tema agrario en par-
de grandes dificultades (Fajardo, 2014, p. 32). ticular, es viable señalar tres ámbitos de impacto
del conflicto social armado individualizados en sí
8 En el Informe general del Grupo de Memoria Histórica,
mismos pero que de una u otra forma convergen
se señalan entre los factores del conflicto los siguientes: “la de manera profunda y son inherentes entre sí: pri-
persistencia del problema agrario, y la propagación del narco- mero, el caos ocasionado por el modelo de desarro-
tráfico; las influencias y presiones del contexto internacional; la llo agrario, consecuente con el del abastecimiento
fragmentación institucional y territorial del Estado” (Grupo de alimentario y, aunado a los dos anteriores, el des-
Memoria Histórica, 2013, p. 111).
9 A propósito de la persistencia del conflicto señala Palacios
plazamiento forzado, más propiamente el éxodo,
(2012) la “inhabilidad de los grupos que dirigen la sociedad y lo cual genera de forma directa el desempleo y la
manejan el Estado para operar con mayores márgenes de sobe- pobreza generalizada (Fajardo, 2014 p. 37), factores
ranía en el contexto internacional de un lado y del otro, la inca- que no pueden ser vistos como efectos colaterales
pacidad de construir consensos básicos en torno a un régimen del conflicto, sino directos.
político democrático, garante de la convivencia ciudadana, la
igualdad jurídica, el amparo de los derechos sociales y el imperio
Es entre las divergencias ocasionadas por el con-
de la ley”. flicto que la economía solidaria y el cooperativismo
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así como en la acción de vivificación a las mujeres y A su vez, se debe determinar las falencias con el fin
como acompañamiento en la dirección de coopera- de establecer la definición de políticas que permi-
tivas en Colombia. tan reforzar el compromiso de construcción social.
En Colombia, el sector de la economía social y Una propuesta acertada que conlleva tener
solidaria se reconoce como un medio generador de estas ventajas es trazar rutas para la recuperación
equidad social y económica con capacidad de con- de prácticas asociativas inclusivas. Una propuesta
tribuir a la construcción de un nuevo país. Día a pertinente para esto debe centrarse en un obje-
día, lo conforman organizaciones con mayor posi- tivo claro: una vez definidas las zonas específicas
bilidad de competir en el mercado, más rentables de intervención con la firmeza de los acuerdos, se
y cumplidoras de su razón de ser como empresas deben recuperar las prácticas asociativas anteriores,
asociativas. en cuanto fuese posible. Al reactivar las prácticas
Esto lo evidencia la Superintendecia de Econo- asociativas exitosas y enraizadas en los territorios
mia Solidaria (2015) al señalar: que más sufrieron el flagelo de la violencia mediante
una labor de evaluación y seguimiento constante,
En la participación del sector en un 2,2 % en el así como de aquellas asociaciones y entidades del
Producto Interno Bruto del país. Así mismo, según sector solidario que hayan decaído o fracasado por
cifras reportadas a Supersolidaria a través del cap- causa de acciones violentas u otras circunstancias,
turador de información financiera, el sector solida- y al ser evaluadas en rigor facilitarán considerable-
rio tuvo un incremento en el valor de los aportes mente la tarea de organización socioeconómica.
para la construcción de capital social, que pasó de Por otra parte, y aunado a lo anteriormente pro-
$2,4 billones en el 2003 a $6,6 billones en el 2013; puesto, se debe incentivar a la creación de proyectos
crecimiento sostenido en la última década de 2,8 asociativos, ya que este punto es clave en el nuevo esce-
millones en el 2003 a 5,8 millones de asociados en nario que plantea Colombia: trazar una línea de ruta
el 2013; es decir; un crecimiento del 107 % y más 18 en la que en cada área o zona de intervención estable-
millones de habitantes que tuvieron la posibilidad cida se busque una necesaria y activa participación
de mejorar su calidad de vida al acceder a los dife- de la población víctima, las poblaciones vulneradas y
rentes servicios y beneficios que ofrece el sector a sujetos en proceso de reincorporación o desmoviliza-
los asociados y sus familias. (p. 18) dos que participaron del conflicto. Esto en razón a que
son actores fundamentales, incluso en la conforma-
Para la superintendente, Olga Lucía ción de los territorios solidarios, y con miras a las posi-
Londoño-Herrera: bles necesidades de atenderlos, a fin de tener un nivel
pleno de objetividad en la celebraciones de actividades
Si bien el sector solidario ha demostrado en los úl- que propicien la creación de nuevos proyectos asociati-
timos años sus características, principios solidarios vos, viables y pertinentes ligados al contexto local y con
y el fortalecimiento; requiere de una atención espe- la intervención de agentes externos de índole inter-
cial que garantice que el modelo sea sustentable y nacional, en concordancia con lo que señala Cifras y
sostenible en el tiempo, consolidándose como un Conceptos (2015): “Ha quedado demostrado que los
sector que contribuye al bienestar de los colombia- proyectos asociativos creados o promovidos por agen-
nos y que participa en forma activa en el logro de las tes externos, en el caso la Uaeos, han perdurado en la
grandes metas del Gobierno Nacional; entre ellas, medida en que responden a las necesidades y expecta-
el crecimiento de la economía, la reducción de la tivas reconocidas por la comunidad”.
pobreza y en el desarrollo de la política de inclusión
social y financiera. (Superintendecia de Economia
Solidaria, 2015, p. 18) El desarrollo de la economía solidaria
enmarcado desde las regiones, los
De esta manera, diseñar políticas y estrategias territorios y lo local
que busquen fomentar la creación de nuevas orga-
nizaciones es el objeto central del crecimiento del El concepto y la definición básica de desarrollo
sector solidario, aunque sin descuidar el compro- desde las regiones deriva de tres puntos importan-
miso en nuevos escenarios que comprometen el for- tes: 1) el aspecto espacial unido a un tiempo y sector
talecimiento social de las que ya se han constituido. de actividad, en el que confluye la acción humana y
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la inversión de recursos, 2) aquellos actos humanos Por su parte, Hierro (2000) manifiesta:
y económicos ligados al tiempo, al sector y a su eje-
cución, y 3) la concreción de esquemas tradiciona- El desarrollo local también se ha comprendido
les de planeación económica. De esta forma, estos como el mayor crecimiento del pib, sustentado en
puntos son inherentes al concepto de “desarrollo la producción potencial, acompañado de políticas
desde las regiones” en el sentido de la transmisión de crecimiento que se apoyen en la potenciación de
de un nivel económico concreto a otro más avan- los recursos, con niveles de ahorro relacionados con
zado en una zona geográfica determinada, sujeta al la capacidad de generar proyectos de inversión, la
incremento del bienestar expresados en los indica- posibilidad del asociacionismo cooperativo, y acce-
dores económicos, sociales e institucionales, por lo sibilidad financiera para proyectar las inversiones.
que su estudio contribuye a la comprensión de los (p. 63)
fenómenos socioeconómicos nacionales enfocados
en la solución de problemas a nivel regional. Hierro (2000) demuestra que este tipo de desa-
La importancia de este enfoque de desarrollo rrollo “sería aplicable a cualquier sociedad en la con-
regional desde la economía solidaria —ambos rela- sideración de generar desarrollo local, agregando el
cionados— radica en que permite que exista mayor reconocimiento de la capacidad empresarial y de su
inversión de recursos, lo que garantiza un desa- función de generar ahorro como estrategia del desa-
rrollo económico y social diferente que tiende a la rrollo local a largo plazo” (p. 90).
inclusión, lo cual nos corresponde analizar desde el Por otra parte, Vásquez (2000) asevera: “La
impacto social (característica propia de este desa- capacidad de liderar el propio proceso de desarro-
rrollo). Asimismo, es relevante en la medida en que llo, unida a la movilización de recursos disponibles
puede extenderse —de acuerdo con su éxito— a un en el entorno local, de su potencial de desarrollo,
desarrollo nacional visto desde un sistema propio, de conduce a una forma de desarrollo endógeno” (p.
modo que se debe partir de abajo hacia arriba. Con 96). Sin dejar atrás que, desde el aspecto general,
esto se crea un sistema de conformación sistemática los territorios cuentan con elementos económicos,
que forma parte del desarrollo regional del país. humanos, institucionales y culturales, lo que los
En consecuencia, a fin de observar un desa- hace potencializar el desarrollo al derivarlos a unos
rrollo regional, es necesario partir de abajo hacia procesos de acumulación de capital en localidades y
arriba, así como desde una realidad cierta y vivible; territorios determinados.
por lo tanto, se debe también comprender el desa- Desde esta orbita, es necesario resaltar lo que
rrollo local, el cual se vincula con un concepto de señala Vásquez (2000): “En función de la organiza-
territorialidad. Así, de acuerdo con Lopera y Posada ción social del territorio, vinculando una visión de
(2012, p. 126), “se ha entendido tradicionalmente desarrollo duradero en el que juegan un papel estra-
como un proceso de crecimiento económico y cam- tégico las formas de organización, los sistemas de
bio estructural que conduce a una mejora del nivel relaciones y las dinámicas de los aprendizajes” (p.
de vida de la población local, creando empleo, renta 105). Esto, desde el crecimiento económico.
y riqueza por y para la comunidad local”, lo cual De este modo, según el desarrollo en regio-
deriva, según lo establecen Pérez y Carrillo (2000, nes concretas, se requiere la garantía del Estado y
p. 48), de “la conjugación de las políticas económi- su presencia —lo garantizarían los acuerdos firma-
cas sectoriales cuyos objetivos están centrados en la dos por el Gobierno nacional y las farc-ep en La
mejora de la eficiencia y la productividad”. Habana—, debido a que es imperiosamente nece-
Por lo tanto, es necesario la participación prin- sario velar por las libertades constitucionalmente
cipal de actores económicos o su influencia en el consagradas en la Carta Política y los tratados inter-
contexto económico, tales como empresarios, orga- nacionales como una medida de protección al ciu-
nizaciones empresariales, organizaciones gremiales dadano afectado por la violencia y los descuidos del
(e. g. las de trabajadores), las asociaciones, las cor- Estado. Esto a fin de propender a que se dé plena
poraciones, las cooperativas, las entidades del sector garantía del goce de una vida digna, lo que se tra-
público y otras del resorte financiero. Dado que son duce en la categorización de la constante evolución
estas las que intervienen y están llamadas a interve- de la capacidad humana y amplía el radio de opcio-
nir en las políticas territoriales, así como a propiciar nes y oportunidades para el ejercicio de derechos y
el desarrollo económico local, territorial y regional. el cumplimiento de los deberes a plenitud.
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cooperativas que han fundamentado su desarrollo a cooperativismo, situación que debe ser prevalente
través de procesos formativos en economía solida- en estos nuevos escenarios que plantea el país, pues
ria, ruedas de negocio y pasantías, y se han ideado la visión de la economía abierta que plantea la eco-
diversas rutas que muestran y enseñan las caracte- nomía solidaria va en contraposición a lo que hoy
rísticas cooperativas, los procesos agroindustriales, podemos llamar una “irregular manifestación de
los medios de comunicación comunitarios y los ser- una economía de capital voraz que no distingue de
vicios financieros del territorio. Todo esto ligado al raza y género”. Por lo tanto, la consolidación de esta
sector turístico, ya que esta zona, además de ser rica misma economía solidaria se direcciona cada vez
en solidaridad, está colmada de detalles históricos, más en un desarrollo flexible del mercado, lo que la
municipios coloniales, músicos y tiples, amplia gas- dispone al cambio y siempre a aportar al desarro-
tronomía y bellos paisajes naturales. Este es uno de llo, gracias a la implementación de estrategias que
los procesos territoriales y solidarios que debe ser permiten y permitirán —de cara a los cambios—
visto como punto de referencia y experiencia para enfrentar el desafío propuesto que trae consigo el
ser replicado en otras zonas del país en las que se posconflicto.
ha acentuado el conflicto. Este fortalecimiento ha En el contexto actual, para la consolidación
dado frutos gracias a la investigación y el compro- del proceso de paz en Colombia, dados sus princi-
miso constante, direccionados a una metodología pios, alcances y posibilidades en torno a la justicia,
de la construcción del territorio solidario. la libertad, la equidad y la solidaridad, la economía
Finalmente, lo más importante de esta expe- solidaria se constituye en un escenario apropiado
riencia significativa es que, según Organizaciones para la implantación del posconflicto pues invo-
Solidarias (2011): lucra, especialmente, la solidaridad, la unión y la
equidad como principios que permiten el desarro-
El sistema de economía solidaria de la región cuen- llo sostenible de las regiones y la resolución de pro-
ta con un sistema de articulación de las empresas de blemas comunes (como los que ha vivido la sociedad
economía solidaria, sobresalen las organizaciones colombiana hace varias décadas, caracterizados
gremiales de los campesinos y productores rurales: por la violencia y el enfrentamiento). Ahora que se
Fedetabaco, el común, los paneleros, el gremio del tu- diseña un camino hacia la paz, en definitiva, la soli-
rismo, los bocadilleros, los fiqueros y los fruticultores. daridad puede ser un motor generador de espacios
Por su parte las organizaciones cooperativas cuentan de entendimiento y cooperación que aporte en la
con Confecoop y Coopcentral. Las 33 emisoras co- solución definitiva para alcanzar una paz duradera.
munitarias están articuladas en Resander. (p. 10) La economía solidaria debe verse como un modelo
que propone ventajas para el mejoramiento de la
calidad de vida de sus asociados, de las regiones y
Conclusiones los pueblos, siempre y cuando se construya sobre la
base en la aplicación rigurosa de los principios gene-
Es consecuente que la economía solidaria surja en rales del cooperativismo.
contraposición a las desigualdades sociales que se La evolución de la economía solidaria frente a
dieron en el contexto de las revoluciones del siglo la creación de empresas de trabajo asociado marca
xviii. Hoy, en pleno siglo xxi, este movimiento de una pauta en el crecimiento a pesar de las diversas
fortalecimiento social sigue proponiendo nuevos etapas diferenciadas por las condiciones económi-
escenarios de desarrollo para los más necesitados, cas del territorio, por lo cual es indispensable la arti-
siempre en búsqueda de obtención de una mejor culación de intereses representativos y la respuesta
distribución de los ingresos que, al propiciar el for- diversa del Estado y los gobiernos con la generación
talecimiento de la calidad de vida de los asociados de una concepción, más o menos generalizada, de
en el caso de las cooperativas, y de los demás bene- los obstáculos que impiden su desarrollo como fór-
ficiarios en el caso de otras entidades pertenecientes mula empresarial desde lo solidario frente al pos-
a la economía solidaria— permite la justicia social, conflicto. Como se pudo ver en el caso de España,
con el pleno propósito de dignificar la labor del cada una de las etapas, según señala Morales (2003,
campesino, el trabajador, el obrero y el empleado, p. 168), se fraguaron con un arquetipo específico
y crea así un modelo con principios de justicia y de empresa con enfoque social de trabajo asociado
equidad. Estos dos últimos son los axiomas del acorde con estas circunstancias socioeconómicas
doi: https://doi.org/10.16925/co.v25i112.2039 107 de 108
del contexto, a partir de modelos empresariales que con la conformación y constitución de nuevas
defensivos y periféricos originados por crisis secto- iniciativas relacionadas y pertenecientes al sector
riales en el ámbito industrial. En el caso de Colom- solidario se propicie la participación y la inclu-
bia, es más viable la aplicación de fórmulas de sión de exguerrilleros, exmilitares y personas de la
colaboración público-privada en el sector servicios, sociedad (desplazados, víctimas del conflicto, cam-
así como iniciativas innovadoras para la generación pesinos, organizaciones sociales y demás) en el pro-
de empleo, inclusión y construcción de paz. pósito de generar una concreta reconciliación.
Experiencias utópicas como instrumento de
lucha obrera a comienzos de siglo, experiencias ais-
ladas, pero altamente significativas que se desarro- Referencias
llaron en un marco adverso en la época franquista,
y la expansión del fenómeno por todo el territorio Arocena, J. (1995). El desarrollo local: un desafío contem-
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108 de 108 Artículo de reflexión / Cooperativismo & Desarrollo / Volumen 25 / Número 112 / 2018
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