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STUART MILL
SISrfEMA DE LÓGICA
lNUUC'rlVA Y DEDUCTIVA
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MADRID
DANIEL JORRO, EDITOR
23, CA.LLE. DE LA rAZ, 23
1917
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PREFACIO DE LA TERCERA Y CUARTA EDICIONES
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SISTEMA DE LÓGICA I
IWfRODUCCIÓN
( 1) El arzobispo Waately.
SISTEIU D~ LóGJOA
11
fundamenta.lee de un solo arte. Las condiciones de la práctica
so~ ~n complicadas, que para hacer q ne una cosa sea f actihle
es 1n~pensable conocer la. naturaleza y las propiedades de un
gran numero de o~ras.
La Lógica, pues, es a la vez la cieucia del razonamiento y
un arte fundado en esta ciencia. Pero la.palabra razonamiento,
como la mayor parte de los términos científicos usualmente
empleados en la lengua común, está llena de ambigüedades.
En una de sus acepciones significa el procedimiento silogístico,
es decir, el modo de inferencia que podría, con una exactitud
aquí suficiente, ser llamado una conclusión de lo general a lo
particular. En otro sentido, razonar significa simplemente in-
ferir una. aserción de aserciones ya admitidas, y, en este sen-
tido, la inducción tiene tantos títulos como las demostraciones
de la. Geometría. para ser considerada ccmo un razonamiento.
Los autores d~ L6gica han preferido generalmente la pri-
mera do estas acepciones; la segunda, más amplia, es la que yo
adoptaré. Lo hago en virtud del derecho que reivindico para
todo autor de dar provisionalm~nte la definición que le place
de su ciencia. Pero creo que avanzando, atJarecerá.n por sí
mismas razones suficisntes para tomarla, no como provisional,
sino como definitiva. En todo ca.so, no lleva consigo ningún
ce.mbio arbittario en la significación del término que yo
oreo, tomado en, su sentido más amplio, se harmoniza mejor
que en su ~entido restringido con el uso general del idioma.
8 . Pero el razonamiento, aun en la aoepoión más extensa
de la palabra, no parece abrazar todo lo que está comprendi-
do en la idea más ó menos justa que de ordinario nos forma-
mos del fiu y de los limites de esta ciencia. La palabra lógi-
ca, empleada para designar la teoría de la argumentación, ~os
viene de los lógicos aristotélicos, o, como se les llama comun-
mente, de los escolásticos. Sin embargo, aun entre ellos la ar-
gumentación no era objeto más ~ ne de la tercera parte de ª':1ª
tratados sistemáticos; los dos primeros trataban de loe térm1;
nos y de las proposiciones, y bajo el uno o el otro de estos t1-
tulos de la de:finieión y de la división. A la verdad, entre al-
guno~ estas dis~nsiones preliminares eran introducidas e~pre-
sa y únicamente a. cansa de su conexi6n con el razonam1euto
12 JUAN 8TUART lllLL
pre sobre aquello que parece estarlo, la razón es quizás que la~
nociones lógicas no han adquirido el grado de extensión o de
exactitud necesarios para la. justa apreoiación de la evidencia
propia de estas ramas del conocimiento.
7. La Lógica, pues, es la ciencia de las operaciones inte-
lectuales que sirven para la estimación de la prueba, es decir,
a. la vez del procedimiento general consistente en ir de lo co •
nocido a lo desconocido, y de las demás operaciones del espí-
ritu en cuanto auxiliares de éste. Comprende, por consecuencia,
la operación de nombrar, pues el lenguaje es un instro.mentci
que nos sirve tanto para pensar como para comunicar nuestros
pensamientos. CoJIJpreo.de también la. definición y la clasifica-
ción, pues estas operaciones (dejando a. un lado todos los de-
más espirit118 que no son el nuestro) nos fiirven, no sola.mentr
para hacer estables y permanentes y siempre disponibles en
la memoria nuestras pn1ebas y conclusiones1 sino también
para clasificar los hechos que podamos tener que buscar en
cu&1quier momento, para hacernos percibir más claramente su
prueba y juzgar con menos probabilidades de error si es sufi-
ciente o no. Todas estas operaciones son, pues, especialmentt-
instromentales pa.ra la estimación de la. prueba, y como tale:--
forman parte de la Lógica. Hay t.ambién otrmi procedimien-
tos más elementales que se ejercitan en todo pensamiento ,
como la. concepción, la. memoria, etc ... pero la Lógica no tien0
necesidad de hacer de ellos un estudio especial, porque rn•
tienen con el problema de la prueba ninguna. conexión partí-
/
cular, y, más que esto, porque est-e problema, así como todo:-;
los demás, los presupone.
Nuestro objeto, por consiguiente, será hacer un análisis
exacto del procedimiento intele,c tual que se llama razona.mien-
to o inferencia, así como de las di versas operaciones mentale;..
que le facilita.u; y al mismo tiempo, y parí paasu, establecer y
fundar sobre este análisis un cuerpo de reglas o cánones para
certificar la validez de toda prueba de una proposición dada.
Para. la eject1ción de la primera parte de esta tarea no en·
tiendo que se deben descomponer las operaciones mentale.s
en su8 últimos elementos. Bastará que el análisis, tan lejos
como vaya, sea exacto, y que vaya lo bastan.te lejos para las
20 JllAN S'IUART JULI~
(•) Ea deoir; 110 del aonerd• del penaamieato oon la coea. 1Jno del a:ouerdo del ¡,en-
1amiento oonaig~ miamo.
LIBRO PRIMERO
la F'iloaoffa.