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Resumen y Apreciación - Crítica

“Introducción a la Biblia Hebrea (Samuel Pagan)”

Cap. II: “Los libros de Moisés”

5. El libro de Génesis

Alumnos:

Edson Cáceres Laurencio

Jesús Flores Quispe

Eliezer Valdéz León

Profesor:

Prof. Raúl Hinojosa

Curso:

Génesis

Ministerio Pastoral

2019 – I
RESUMEN
El autor inicia abordando esta sección del libro con la estructura que se puede dar al libro
de Génesis, la primera es la “estructura bipartita”, la cual partiendo desde el 1 hasta el 11
se puede hallar un bloque de información, y del 12 hasta el 50 otro bloque. Estos
contienen distinta manera de relato y objetivos. Desde la formación de la tierra y creación
con la caída del hombre hasta la narración del surgimiento de una nación por invocación
divina en el tridente patriarcal: Abraham, Isaac e Israel. Sin embargo, a esta separación
se le puede alternar con otra (con el cual el autor desarrolla en este capítulo) en base a su
estructura literaria, la cual partiendo con el término Toledot (esparcida en todo el libro en
10 distintos usos y el cual significa: estas generaciones de, o esta historia) se puede dar
paso a una estructuración anterior al diluvio, y posterior al diluvio. La cual muestra la
rebeldía del hombre con el castigo divino y el inicio del proyecto restaurador de Dios a la
humanidad teniendo como herramienta a Israel, respectivamente. Esto saca importantes
conclusiones teológicas, la cual predomina la trascendencia de Dios, en su inmanencia,
hacia su creación.
Esto da paso a la historia primigenia o de los orígenes, el cual pone como protagonista a
Dios como creador y juez, interactuando con su creación, no siendo ajeno a sus actos y
obra. En esta está incluida una serie de relatos, la cual inicia con la creación. Aunque se
puede hallar imágenes e ideas en diferentes relatos de creación, como la mesopotámica o
egipcia, en el judío se halla una especie de combinación maravillosa de lo mejor de la
narrativa hebrea con el ritmo poético característico de los himnos. Hallamos de esa
manera dos relatos de la creación, la primera llena de repeticiones y paralelismos
temáticos con un orden y la manifestación de la mano divina de manera gradual, con
expresiones propias del creador, como el término barah, que solo es en referencia de la
creación desde la nada, o la misma santificación que Dios hace al hombre y al día de
reposo. Sin embargo, el segundo relato contiene un objetivo más teológico que muestra
la santidad de Dios, haciendo un paralelismo de las consecuencias del pecado y el estado
de obediencia en el que estaban al estar en el paraíso, se hallan figuras literarias de
antropomorfismo y el sentido de unión familiar, conyugal y de la dignidad femenina como
ayuda a la cabeza del hogar. Criterios propios a la unión marital y la cercanía divina con
su respectiva bendición a tal unión natural. En otras palabras, mientras la primera relata
de manera consecutiva las acciones creadoras de Dios, la segunda se centra en la noción
teológica que responde a preguntas referente a la familia, ética, y pecado.
Adán y Eva fueron expulsados del jardín paradisiaco, donde Dios se paseaba y dialogaba
con ellos, por medio de esta rebeldía que ellos mostraron el mundo quedo inmerso en el
pecado y el seno familiar no fue ajeno este acontecimiento pues irrumpió la violencia y
muerte. La finalidad teológica del relato es afirmar que la maldad había llegado a tal nivel
que había afectado adversamente la relación entre las esferas divinas y las humanas. En
efecto, el problema había alcanzado tal magnitud, que hasta Dios se arrepiente de haber
creado al hombre y decide destruirlo. Sin embargo el relato culmina con una nota de
esperanza y futuro: En medio de la maldad rampante y descontrolada, Noé hallo gracia
ante los ojos de Dios.
La narración de diluvio culmina con dos secciones importantes: La primera que pone de
manifiesto la voluntad divina para la humanidad. Dios establece un nuevo pacto con Noé
y su familia y a través de ellos con la humanidad. Se pone de relieve una vez más con
claridad la misericordia del Señor y se afirma nuevamente el propósito divino hacia lo
creado. El segundo tema final que se incluye es: La rebelión humana no se detiene, el
pecado continúa, la desobediencia aumenta, la maldad se multiplica. En esta ocasión hasta
los hijos de Noé están involucrados en esas actitudes y ese es el contexto donde se produce
la maldición de Canaán, su hijo más joven y la bendición de Sem.
Luego de los relatos de Babel, las narraciones bíblicas llegan a los descendientes de Sem,
en donde se van depurando paulatinamente las genealogías secundarias para destacar la
línea semita y arribar finalmente a Abraham, que se convertirá en un personaje
protagónico en el resto del libro (Gen 12-50). Los relatos bíblicos de esta forma se van
moviendo de las épocas prehistóricas remotas hasta llegar a personajes de épocas
históricas concretas y más cercanas. La palabra clave de este relato, que carga un gran
significado teológico y que también se manifiesta en los relatos posteriores es
“Bendición”. En efecto, la bendición divina sustituye las expresiones de maldición
asociadas con el pecado y la rebeldía humana. En Abraham tanto en su familia inmediata,
como su pueblo, e inclusive el resto de la humanidad y hasta las naciones serán “benditas”
que es una manera teológica de afirmar y subrayar el regreso a la bendición original en el
relato inicial de la creación (Gen 1.28).
En Gn. 12:1-25:8 son episodios en la vida del patriarca Abraham y su familia, estas entre
otros temas presentan que la protección divina estuvo presente en la vida y en las acciones
del patriarca, se describe desde su salida de la ciudad de Ur hasta llegar a Hebrón. El
propósito fundamental de estos relatos es presentar la vida de Abraham y Sara desde la
perspectiva de 2 grandes temas teológicos: En primer lugar desea afirmar la importancia
de la promesa divina y en segundo lugar se indica que Dios le bendijo y lo selecciono
porque Abraham le fue fiel. En efecto, la fidelidad del patriarca está íntimamente
relacionada directamente con el tan esperado hijo de la promesa, Isaac. Los cambios de
nombres en la antigüedad eran indicadores de cambios sustanciales y significativos en las
personas. En el caso de Abraham y Sara, indican que se inicia una nueva era en las
narraciones. Abram y Abraham (Gn. 17:5) parecen dos formas dialectales del mismo
nombre que esencialmente significa “padre enaltecido”; el relato bíblico destaca el hecho
de que será padre de multitudes.
En el caso de Isaac son dos las narraciones más importantes: La primera presenta las
costumbres de obtener esposas en la tierra de sus antepasados (Gn. 25:20). La segunda se
relaciona con el nacimiento de dos de sus hijos que fueron gemelos, Jacob y Esaú (Gn.
25:24).
Las narraciones relacionadas con el patriarca Job, revela 3 tipos de relatos: En primer
lugar se incluyen algunos episodios de los continuos conflictos entre Jacob y Esaú.
Segundo tipo de relatos se asocian a sus matrimonios y sus complejas relaciones on su
pariente arameo Labán y un tercer tipo de narración entorno a Jacob presenta una serie
importante y significativa de teofanías y revelaciones divinas que orienta y reorientan la
vida del patriarca.
La narración acerca de la vida de José esta matizada por el hecho de ser hijo de Jacob
(Israel). Estas nuevas narraciones manifiestan un estilo elaborado, depurado coherente,
sofisticado; la trama se lleva desde las referencias iniciales de José en la casa de su padre,
hasta su ascensión al poder en Egipto, sus actos de misericordia y el perdón hacia sus
hermanos
APRECIACIÓN - CRÍTICA
Apreciamos que esta porción del libro explica de manera coherente y en concordancia
bíblica su estudio teológico. Señala de manera concisa su punto de vista, mostrando una
respuesta alterna a la estructuración del libro en base al término toledot. La explicación
que da Pagán de los dos relatos se complementan en los objetivos de informar y
desarrollar teología, eso consideramos un punto a favor a su pensamiento, a esto añadir
el panorama bíblico que desarrolla, teniendo al Génesis como base de su estudio, temas
como: el pecado, la redención y la elección.
De todos los relatos de la Biblia, existen dos que marcan una línea paralela, me refiero al
de la caída y al de la restauración que trajo nuestro Señor en la cruz, considero además
que desde el inicio del pecado en la humanidad, Dios busca un puente y arma un camino
basado en planes donde uso protagonistas importantes como Noé y entre otros hasta llegar
al máximo sustituto y pago de expiación.
También los relatos de los Patriarcas (Abraham, Isaac y Jacob) y José, están cimentados
en el obrar de Dios por medio de sus manifestaciones para cumplir con la promesa hecha
a Abraham, pero cuya promesa demandaba responsabilidades específicas y obligaciones
concretas entre las partes contratantes de los pactos o alianzas. Sin duda la revelación o
manifestación sobre natural de Dios en la vida de estos personajes tubo gran expectativa
no solo para la nación judía sino para los pueblos aledaños al pueblo de Dios, tanto así
que para referirse al Dios creador, lo relacionaban con estos antepasados de Israel y como
menciona el autor, quizá el nombre más común y aceptado era “Dios de Abraham, Isaac
y Jaco” o “Dios de nuestros padres” (Gn. 26:24; 31:53; 46:1-3; 49:25).
Pagan hace un estudio coherente en cuanto a la historia de los patriarcas entrelazando
cada relato con lo que llama él “el hilo conductor de las narraciones” refiriéndose a la
Promesa divina a Abraham. Considera también a estos relatos que aunque fueron escritos
posteriormente en la historia nacional, y aunque algunos estudiosos lo consideran
historias ficticias para afirmar algún valor nacional, el autor confronta esta afirmación
mencionando varias de las costumbres y detalles culturales que se describen el libro de
Génesis también se encuentran registradas en alguna literatura no bíblica de la época.

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