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Karen Horney

PSICOANALISIS INTERPERSONAL

Horney cuestionó la afirmación de Freud de que había descubierto conflictos universales del
desarrollo.

Afirmaba que la personalidad y su desarrollo reciben más bien una influencia considerable de la
cultura y por ende varían de una sociedad a otra. Esta mujer enérgica y no tradicional propuso
nuevos entendimientos sobre las mujeres y los hombres, los cuales tienen hoy mayor aceptación
que la teoría freudiana clásica a la que cuestionó.

Igual que los psicoanalistas freudianos tradicionales, Karen Horney creía firmemente que el
inconsciente es un poderoso determinante de la personalidad.

Sin embargo, cuestionaba la premisa freudiana de que el inconsciente consiste en conflictos en


relación con la expresión de la libido. De acuerdo con Horney, no es el conflicto sexual lo que
impulsa la personalidad.

Para Horney, los conflictos más importantes no se basan en fijaciones libidinales sino en problema
interpersonales no resueltos.

Coincidencias de ideas con Freud-

Horney coincidía con Freud en que los conflictos fundamentales que perjudican la
personalidad se originan temprano en la niñez y en que esos conflictos se centran en las
interacciones entre los padres y el niño.

Afirmaba que las fuerzas culturales afectan fuertemente esos desarrollos y que las
diferencias de personalidad entre los hombres y las mujeres reciben mayor influencia de las
fuerzas sociales que de la anatomía.

ANSIEDAD BÁSICA Y HOSTILIDAD BÁSICA

Los lactantes y los niños pequeños son muy dependientes de sus padres, no sólo para la
supervivencia física sino también en un sentido de seguridad psicológica.

En el caso ideal, el lactante siente que es amado y protegido por los padres y que por consiguiente
está a salvo. En circunstancias menos ideales, el niño se siente intensamente vulnerable. Este
desamparo en la niñez, en la ausencia de una crianza adecuada, produce un sentimiento de
ansiedad básica, al que Horney describió como “el sentimiento que tiene un niño de estar aislado
e indefenso en un mundo potencialmente hostil”.
El descuido y el rechazo de los padres enojan al niño, una condición que Horney denominó
hostilidad básica.

Sin embargo, el niño pequeño no puede expresar la hostilidad porque esto acarrearía castigo o
pérdida de amor. Esta hostilidad reprimida aumenta la ansiedad.

El neurótico desarrolla entonces un conflicto básico entre las “actitudes fundamentalmente


contradictorias que ha adquirido hacia otras personas”

Por un lado, el niño necesita a los padres y desea acercarse a ellos pero, por otro lado, los odia y
desea castigarlos. Éste es el conflicto básico, la fuerza impulsora detrás de la neurosis. Es un
conflicto interpersonal, que contrasta con el conflicto libidinal freudiano entre el deseo sexual y las
fuerzas restrictivas de la sociedad.

TRES ORIENTACIONES INTERPERSONALES

¿Qué debe hacer entonces el niño? Dispone de tres opciones: dependencia acentuada e ir hacia
los padres, hostilidad acentuada e ir contra ellos o rendirse en la relación y alejarse de ellos.

El niño pequeño resuelve el conflicto con los padres usando cualquiera de esas estrategias que
parezca ajustarse mejor a su ambiente familiar particular. Esta elección se convierte en la
orientación interpersonal característica de la persona.

De manera ideal, una persona sana debería ser capaz de ir hacia la gente, contra la gente o
alejarse de ella, eligiendo de manera flexible la estrategia que se ajuste mejor a las circunstancias
particulares.

En contraste, los neuróticos están desequilibrados en su conducta interpersonal.

En su mayor parte, los neuróticos ponen énfasis en una tendencia interpersonal.

Horney ofreció una categorización de tres tipos de neuróticos, distinguiendo entre ellos por su
énfasis en ir hacia la gente, ir contra la gente o alejarse de la gente. Bernard Paris (1989) observó
que esas tres orientaciones corresponden a “los mecanismos básicos de defensa en el reino
animal pelea, huida y sumisión”

TRES ORIENTACIONES INTERPERSONALES


Horney decía que los neuróticos que ponen énfasis en el ir hacia la gente adoptan la solución de
autoanularse frente al conflicto neurótico, buscan amor y minimizan cualquier necesidad

aparentemente egoísta que pudiera interferir con ser amado.

Decía que los neuróticos que ponen énfasis en el ir contra la gente adoptan la solución expansiva
ante el conflicto neurótico, buscan el dominio incluso si éste dificulta las relaciones cercanas con
los demás.

Por último, los neuróticos que ponen énfasis en el alejarse de la gente adoptan la solución de la
renuncia, buscando la libertad incluso a expensas de las relaciones y el logro.

Ir hacia la gente: La solución de autoanularse

Algunas personas buscan en otros el amor y la protección de que carecieron en su vida temprana.

Debido a esta dependencia, deben ser cuidadosos de no hacer nada que aleje a los otros.

Horney (1945) se refería a éstos como tipos complacientes. Algunos de ellos son dominados por la
necesidad de afecto, viviendo como si su lema fuera “Si me amas, no vas a lastimarme”

Otros se caracterizan por su actitud sumisa, como si sintieran “Si cedo, no seré lastimado”

El tipo complaciente de persona hace pocas demandas a los demás y actúa de manera
subordinada a los otros, desempeñando un rol de “pobre de mí” que acentúa el sentimiento de
desamparo.

Esto se refleja en una baja autoestima.

Ir contra la gente: La solución expansiva

Una segunda estrategia para resolver el conflicto relacionado con las necesidades tempranas
insatisfechas es acentuar el dominio de las tareas y el poder sobre los demás. Horney (1945) se
refiere a quienes adoptan esta estrategia como tipos agresivos, quienes parecen vivir con el lema
“Si tengo poder, nadie podrá lastimarme”

El poder y el dominio parecen ofrecer protección contra la vulnerabilidad de estar indefenso. Este
tipo de persona puede ejercer un evidente poder interpersonal dominando a los otros.

O puede buscar el poder a través del dominio competitivo. El prestigio los protege contra la
humillación; otros son humillados mientras que el individuo agresivo busca reconocimiento y
admiración.

Alejarse de la gente: La solución de la renuncia

En la teoría de Horney, algunas personas tratan de seguir sin otros individuos, habiendo
renunciado a solucionar El problema de la ansiedad básica por medio del amor o del poder.
Horney (1945) se refiere a ellos como tipos de personalidad desapegada. Parecen vivir con el lema
“Si me alejo, nada podrá

lastimarme”

Los tipos desapegados intentan ser autosuficientes. Pueden desarrollar recursos e independencia
considerables. Protegen su privacidad y prefieren estar solos.

Los individuos creativos a menudo son tipos desapegados. Pueden expresar sus sentimientos con
un desapego seguro, pero creativo,

facilitado por el aislamiento que reduce las distracciones.

Uso sano contra uso neurótico de las orientaciones interpersonales

Una persona neurótica favorece una orientación interpersonal sobre otras. En contraste, la
persona sana adopta, cuando es apropiado, las tres orientaciones hacia la gente, ya que cada una
es adaptativa en ciertas situaciones.

Narcisismo

Las relaciones enfermizas con otros surgen de un sentido patológico de sí mismo. Si una persona
está insegura de su valía personal, puede intentar parecer valiosa a través de las diversas
orientaciones interpersonales poco sanas que Horney describió. Al parecer más poderosa que los
demás, o más amada, o más independiente, una persona puede ocultar una incertidumbre central
acerca del valor personal. El foco en uno mismo y la autoadmiración patológicos constituyen el
narcisismo.

AJUSTES PRINCIPALES A LA ANSIEDAD BÁSICA

El individuo adopta mecanismos de defensa para resolver los conflictos sobre la ansiedad básica.

Horney reconoció muchos de los mecanismos de defensa que los analistas anteriores habían
descrito, como la represión. Además, amplió considerablemente la lista de maniobras defensivas.

Todos los neuróticos usan alguna mezcla de cuatro estrategias principales para resolver el
conflicto básico entre el desamparo y la hostilidad. Esas estrategias no resuelven el conflicto o
llevan al crecimiento, pero pueden permitir que la persona se adapte lo suficiente para afrontar la
vida diaria.

Desaparición del conflicto: Ir hacia o contra los otros

Primero, el neurótico puede “hacer desaparecer parte del conflicto y hacer que predomine su
opuesto” Como el conflicto es entre el desamparo y la hostilidad, una persona que termina con la
hostilidad pondrá énfasis en el desamparo y se volverá dependiente de los otros. Por otro lado,
una persona que vence al desamparo acentuará la hostilidad y se enojará con otra gente. Éstas
son dos de las orientaciones interpersonales básicas: ir hacia e ir contra la gente.
Desapego: Alejarse de los otros

Segundo, los individuos neuróticos pueden desapegarse de los otros. Como los conflictos son
inherentemente interpersonales, el solo hecho de alejarse de la gente reduce la experiencia de
conflicto. Si esta tendencia es mucho más fuerte que la desaparición, lleva a la tercera orientación
interpersonal de Horney, alejarse de la gente.

El sí mismo idealizado: Alejarse del sí mismo real

La tercera estrategia principal de ajuste de los neuróticos es alejarse del sí mismo real hacia un sí
mismo idealizado aparentemente mejor (menos indefenso, menos enojado). El sí mismo real es “el
centro personal de nosotros mismos, vivo y único”

El sí mismo real es abandonado en la neurosis. En aras de la claridad, Horney ofreció un término


diferente para describir todo lo que realmente somos en un momento dado, neuróticos y sanos —
el sí mismo verdadero . El neurótico se aleja de su crecimiento potencial (el sí mismo real), no de la
realidad (el sí mismo verdadero).

LA TIRANÍA DE LOS “DEBERÍA”

Cada persona desarrolla formas de fortalecer el sí mismo idealizado y evitar confrontaciones


dolorosas con el sí mismo real reprimido. “Debería ser amable con todos” o “Debería poder hacer
el trabajo mejor que cualquier otro” o “No debería depender de otra persona”.

Ésos son el tipo de demandas, a menudo no del todo conscientes, que la gente se hace a sí misma.

Horney llamó a esas demandas la tiranía de los “debería”. Nos impulsan aún más cerca del sí
mismo idealizado, pero a expensas de un mayor distanciamiento del sí mismo real.

Externalización: Proyección del conflicto interno

En la cuarta estrategia principal de ajuste, el neurótico proyecta los conflictos internos en el


mundo exterior, un proceso que Horney llamó externalización. Esto no cura el conflicto original
entre el individuo y el mundo exterior, sino que lo incrementa. Aunque no produce crecimiento,
reduce la ansiedad, al menos por un tiempo.

La externalización se refiere a “la tendencia a experimentar los procesos internos como si


ocurrieran fuera de uno mismo y, como regla, hacer a esos factores externos responsables de

las dificultades”

La externalización también puede incluir, además de los impulsos, nuestros sentimientos no


reconocidos.

Horney citaba el ejemplo de un hombre no consciente de su propio sentimiento de opresión que,


a través de la externalización, se mostraba “profundamente perturbado por la opresión de los
países pequeños”
Horney describió algunos de los sentimientos que los neuróticos externalizan con frecuencia, por
ejemplo, el desprecio por uno mismo, sea pensando que otros los desprecian (proyección

del impulso) o despreciando a los otros (desplazamiento del objeto del desprecio).

Los tipos complacientes (los que van hacia los demás) probablemente externalicen de la primera
manera, mientras que los tipos agresivos (los que van contra los otros) lo hacen de la segunda
forma.

TÉCNICAS SECUNDARIAS DE AJUSTE

Puntos ciegos

Compartimentalización

Racionalización

Autocontrol excesivo

Rectitud arbitraria

Elusividad

Cinismo

Puntos ciegos

La gente a menudo no está consciente de algunos aspectos de su conducta que son


ostensiblemente incompatibles con su autoimagen idealizada.

Esos puntos ciegos impiden tener conciencia del conflicto entre la conducta y nuestra autoimagen.

Horney (1945) mencionaba el ejemplo de un paciente que “tenía todas las características del tipo
complaciente y que pensaba de sí mismo como una especie de Cristo” pero que ciegamente no
reconocía la agresión expresada por los asesinatos simbólicos de sus colaboradores.

Compartimentalización

Otra forma de impedir el reconocimiento del conflicto es la compartimentalización, que permite


que las conductas incompatibles sean conscientemente reconocidas, pero no al mismo tiempo.
Cada una puede ser experimentada en un “compartimento” separado de la vida: familia o
extraños, amigos o enemigos, trabajo o vida personal, etc.
Por ejemplo, una persona puede ser cariñosa dentro de la familia mientras que al exterior es un
implacable competidor de negocios.

Racionalización

Horney llamó racionalización al “autoengaño por razonamiento”. Al usar la racionalización


explicamos nuestras conductas de forma que parezcan congruentes con lo que es socialmente
aceptable y con las cualidades deseables que hemos aceptado como parte de nuestra
personalidad.

Horney proporcionó los siguientes ejemplos: un tipo complaciente que es amable racionalizará
que esta acción se debe a sentimientos de simpatía (ignorando una tendencia a dominar, que
también puede estar presente); un tipo agresivo explicará su amabilidad como una conducta
conveniente. En ambos casos, la racionalización reafirma la autoimagen idealizada.

Autocontrol excesivo

El autocontrol excesivo impide que la gente se vea abrumada por una variedad de emociones,
incluidos “el entusiasmo, la excitación sexual, la autocompasión o la ira”

La ira es particularmente peligrosa y más activamente controlada. La gente que usa este
mecanismo de defensa por lo general evita el alcohol porque puede ser desinhibidor.

En la psicoterapia tiene dificultades particulares con la asociación libre.

Cuando las emociones amenazan con presentarse, estas personas pueden temer que se están
volviendo locas.

Rectitud arbitraria

La rectitud arbitraria “constituye un intento por resolver los conflictos de una vez y para siempre
declarando arbitraria y dogmáticamente que se tiene invariablemente razón”

Las dudas internas son negadas y los cuestionamientos externos se desacreditan. La rigidez de
esos individuos los hace evitar el psicoanálisis, que cuestiona las creencias defensivas centrales de
la persona.

Elusividad

La elusividad es el opuesto de la rectitud arbitraria. Estas personas no se comprometen con


ninguna opinión o acción porque “no han establecido una imagen idealizada definida” para evitar
la experiencia del conflicto.

Aunque el conflicto se experimenta, la persona que es elusiva no lo mantiene el tiempo suficiente


como para trabajar realmente en una solución. “Nunca puedes hacer que precisen una afirmación;
niegan haberlo dicho o aseguran que no querían decir eso. Tienen una capacidad increíble para
tergiversar las cosas”
Cinismo

El cinismo evita el conflicto “negando y ridiculizando... los valores morales”

El Apego

Los psicólogos del desarrollo han estudiado un importante desarrollo en la infancia que nos ayuda
a entender los orígenes de las relaciones interpersonales perturbadas. Los niños desarrollan lazos
de afecto con su madre denominados apego. Este apego funciona, en un sentido evolutivo, para
asegurar la supervivencia de los niños al mantenerlos cerca de sus padres, de quienes dependen
para sobrevivir.

Los padres deben proporcionar “una base segura desde la cual un niño o un adolescente pueden
hacer salidas al mundo exterior y a la cual puede regresar con la seguridad de que serán bien
recibidos, consolados si están angustiados, tranquilizados si están asustados. En esencia, esta
función consiste en estar disponible, listo para responder cuando sea llamado a alentar y tal vez a
ayudar, pero sólo intervenir activamente cuando sea estrictamente necesario”

En los estudios de apego infantil, los investigadores observaban cómo se comportaban los
niños pequeños cuando estaban en presencia de un extraño. Algunos se asustaban; otros parecían
consolados por la presencia de sus madres. Puede interpretarse que los diversos patrones de
apego confirman los patrones de Horney de ir hacia o lejos de la gente .

Algunos niños pequeños se resisten a ser consolados (el tipo A de Ainsworth), lo que es
análogo a los tipos de alejamiento de Horney.

Otros muestran enojo hacia el desconocido (tipo C deAinsworth), lo que tal vez es
evidencia temprana del modo de relación de ir contra propuesto por Horney.

Se considera que los niños pequeños del tipo B tienen un apego seguro y es probable que
más adelante en la vida muestren índices positivos de relaciones interpersonales y de desarrollo.
Sin embargo, este grupo puede subdividirse; puede interpretarse (de acuerdo con Feiring que
quienes muestran mayor probabilidad de aferrarse a la madre (tipo B4 de Ainsworth) presentan el
patrón de Horney de ir hacia, mientras que los que exploran un nuevo ambiente en lugar de
aferrarse a la madre (tipo B1) tienen el modo interpersonal equilibrado que Horney consideraba
como el más sano.

Las conductas parentales que en la investigación del desarrollo se encuentra que están asociadas
con esos tipos, parecen confirmar las afirmaciones de Horney (Feiring, 1984). Sin embargo,esas
relaciones siguen siendo algo especulativas. La situación experimental de Ainsworth es demasiado
inusual para el niño y, por tanto, puede dar por resultado observaciones engañosas. Además,
debemos ser cautos acerca de responsabilizar a los padres por completo de las perturbaciones del
apego.

AUTOEVALUACION

1.Mencione en que aspectos de su teoría Karen Horney disentía con Freud

2. Describa los conflictos emocionales de la vida temprana. Incluya una explicación de la ansiedad
básica y de la hostilidad básica.

3. Describa las tres orientaciones interpersonales. Dé un ejemplo de cada una.

4. Explique la diferencia entre el uso sano y el uso neurótico de las orientaciones interpersonales

5. Mencione y explique los cuatro ajustes principales de

la ansiedad básica

6. Explique la tiranía de los debería. Dé un ejemplo hipotético

7. Explique las siete técnicas secundarias de ajuste. Dé un ejemplo de cada una

8. Analice la investigación sobre el apego desde la perspectiva de la teoría de Horney

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