Señor Director, Señores profesores, Señores miembros del jurado, Padres de Familia y alumnos en general.
Me siento muy honrado de dirigirme a ustedes, apelando a su buena voluntad de escucharme,
para ponderar el tema de la paz. Desde que el hombre pobló el planeta, la convivencia generó desarrollo pero también conflicto. Estos impases se generaban tanto dentro de la familia como fuera de ella. La guerra y la paz han convivido juntas, son las dos caras contrarias de la misma moneda. Pero a pesar del tiempo transcurrido y el desarrollo tecnológico, sigue quebrándose la paz debido a las desigualdades sociales, la ambición desmedida, la discriminación racial, la trata de personas, extorsiones, amenazas, etc. Si no podemos tratarnos como seres humanos, el conflicto estará allí, agazapado, estallará en cualquier momento. La violencia trae más violencia, nos lleva a lo que Jesucristo suprimió de la ley de Moisés: “Ojo por ojo, diente por diente”. Él nos dejó un mensaje diferente: “La paz que yo doy no es la que da el mundo”. Es una paz que permanece. Por ello, es necesario vivir en paz, estudiar en paz, comer en paz, servir en paz, dialogar en paz, competir en paz, dormir en paz, etc. La paz está dentro de nosotros, en nuestros corazones. Seamos hombres y mujeres de paz, irradiemos la paz, seamos luz para los demás haciendo lo que es correcto, bueno y agradable. Hay que corregir a tiempo y a destiempo pues nuestra sociedad nos muestra un mundo donde los principios y valores no se tienen en cuenta; queremos alcanzar nuestros objetivos rápido, fijando nuestro interés en las posesiones materiales. Expresiones como: “Todo se compra con plata” o “La plata viene sola” o “Vive la vida, no dejes que la vida te viva”, dominan la conducta de las personas. Esto da lugar a la corrupción, al abuso a los más necesitados cuyos derechos no se respetan. Establecer una Cultura de Paz en el país es ineludible, por la cual debemos luchar, concientizar y difundirla entre todos. “La Paz es el respeto por el derecho ajeno”, decía Benito Juárez y “De nada sirve que seamos iguales ante la ley si no lo somos en lo económico”, decía Víctor Raúl Hay de la Torre. Estas frases célebres nos dicen que debemos estar atentos a la justicia. Pues donde hay justica hay paz.