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Por: luis García T.

Evaluación autentica, criterios y paradigma competitivo

Uno de los principales problemas que existen en la institución educativa, es la invisibilidad

de los sujetos frente a la autonomía de aprendizaje y esto se evidencia en la estandarización

de los criterios y de las herramientas útiles para acercar al profesor a una evaluación acorde

al contexto.

No es para nada un misterio reconocer que gracias a la importación conceptual del

paradigma acuñado por los pensamientos económicos como la competitividad y las

competencias, transforman a la institución que se pensó con fines humanos y de

trascendencia subjetiva en un preparatorio para cumplir una función específica en la

sociedad gracias a las competencias adquiridas, que son evaluadas y aprobadas con la

ayuda de criterios que de alguna manera pretende cortar al ras a toda la diversidad de

pensamiento.

Es por esto, y otros asuntos, que las propuestas sobre evaluaciones en torno a tareas

auténticas toman importancia y permiten desplegar una gran variedad de posibilidades

alrededor de nuevos criterios de evaluación, que sean flexibles en el sentido subjetivo; es

decir en la constitución particular del interés de un ser que busca construir en esta realidad

social, aunque en este se vea involucrado el contexto, el otro y lo Otro. De acuerdo con esto

los criterios y las herramientas de evaluación no pueden y en definitiva no deben ser únicas

e irrevocables, inflexibles o estandarizadas, con esto solo se obtendrán sujetos competentes,

y el ideal de educativo es un sujeto presto a adaptarse en una realidad social, ambiental e


histórica que va más allá de cumplir una función de ser competente para ocupar el puesto

del cadáver de ayer. Eso no es evaluar, si no cumple con el criterio establecido no cuenta

con la condición para llevar a cabo tareas y procesos cognitivos asociados a esta, estamos

errados si nos olvidamos de lo más importante, ¿él si quiere saber sobre eso? Es decir,

¿desea ser competente? Por eso si es preciso hablar de criterios de evaluación, que de un

informe del avance o de la apropiación por parte de un sujeto que se acerca a cierto tipo de

contenidos, la lectura subjetiva y contextual frente al otro que se acerca al contenido para

mi humilde opinión es la más importante, entender como el otro lo ve, y no pretender que

visualice lo mismo que quien enseña o en este caso evalúa, por eso de acuerdo con Nunam,

(2000) citado por Monereo, menciona que hay que: garantizar que las tareas de

evaluación sean reales y estén en estrecha conexión con la funcionalidad del aprendizaje

de los alumnos

De acuerdo con la figura 1. Sobre perspectivas de profesorado y estudiantes; es evidente

que hay una configuración en dos perspectivas frente a los procedimientos de evaluación, y
que se configuraba una sola dinámica dentro del proceso la repetición de las herramientas,

debido esto quizás a la estandarización de los criterios, no permiten otras rutas para obtener

constituyentes subjetivas criticas gracias a procesos de aplicación del saber subjetivo es

decir no permite otras rutas para evaluar, esto en definitiva se refleja en la objetividad del

proceso en el momento de mirar la sociedad como producto de estos criterios.

Si somos consecuentes con los criterios de evaluación por competencias aludiendo que este

concepto puede ser interpretado por el actor educativo de acuerdo con las constituyentes

subjetivas que lo abarcan, se puede hacer frente a esta y por qué no pensarlo como una

afirmación y solidificación del paradigma sistémico, dejando de lado cualquier

construcción subjetiva podemos reconocer el carácter evolutivo de la misma y que de

acuerdo a re significaciones y transversalidad conceptual se redimensiona la competencia

en el sujeto pero sigue siendo específica y centrada en su más ínfima esencia al

cumplimiento de una tarea específica, y si a esta vincula una tarea o evaluación autentica

para reconocer el saber subjetivo, el criterio gira en base a los axiomas que lo acercan al

saber, si no se emite la relación entre esta y la competencia a evaluar no es validad, no

cobra sentido frente al evaluador.


Es preciso aclarar que teóricamente, aunque las competencias nacieron en el seno de la

empresa la definición desde el enfoque educativo está resuelto y expone un aparente

equilibrio entre las tres partes fundamentales que debe llevar o abarcar la concepción

conceptual de la definición de competencia, sin estas tres partes la dimensión educativa no

cuenta con el respaldo formativo esperado. Al analizar observamos que en la práctica y de

alguna manera muy bien pensada se cambia la riqueza del contexto por necesidad y se

transforma la vida en un pensamiento sistémico que espera el momento preciso de hacer lo

único para lo cual según el sistema es compete, no existe espacio para el desarrollo

vocacional que ese si transcendería al plano real desde la motivación y quizás por esta vía

se obtengan hablando en los términos del paradigma sujetos competentes pero no de

acuerdo a intereses económicos camuflados en el chiste político de los países sin vos en el

mundo, competentes frente a ese construcción de ser subjetivo que quiso ser y lo logro.
Entonces quizás de esta manera las bases anteriores tendrían un fundamento más profundo,

pero mientras que los intereses particulares primen en la distribución de la riqueza

intelectual y que la competitividad empresarial, económica y del mercado sean los criterios

de competitividad a la hora de abordar la evaluación auténtica, la configuración de sujeto

egocéntrico y apático a una construcción de la realidad colectiva desde el pensamiento

cooperativo es todo un éxito; de acuerdo con François-Marie quien afirma:

il serait absurde de vouloir évaluer les acquis scolaires par l’intermédiaire de situations

complexes si la résolution de problèmes n’a pas fait préalablement l’objet d’un

apprentissage systématique, que celui-ci soit permanent ou ponctuel. Cette remarque est

particulièrement importante: tout dispositif d’évaluation de compétences par des situations

complexes devrait d’abord s’assurer que les élèves ont réellement appris à résoudre des

situations appartenant à la famille de situations visée.

La evaluación está ligada a un proceso de la vida, pero esta vida que se construye está

ligada a procesos económicos, entonces ¿cuáles son en realidad los criterios de evaluación

de situaciones por medio de tareas auténticas? Estas situaciones de acuerdo con la

interpretación de competencia, es un entramado complejo y hasta que no se logre quitarle

tanto monte y rastrojo que opaca la construcción del pensamiento educativo y más en latino

américa, la concepción de evaluación siguiendo los criterios de competencia heredados por

la empresa y el pensamiento económico, tendrán el mismo efecto en los sujetos que pasan

por la institución educativa y por ende nuestra realidad social será la misma.

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