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“AÑO DEL DIÁLOGO Y LA RECONCILIACIÓN

NACIONAL “
UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN MARTÍN

FACULTAD DE INGENIERIA AGROINDUSTRIAL

ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA AGROINDUSTRIAL

ASIGNATURA: REALIDAD NACIONAL

TEMA:
PARTIDOS POLITICOS, IDEOLOGIAS Y MOVIMIENTOS
SOCIALES.

DOCENTE: LIC. JHAISINHO VALERA VELA

INTEGRANTES: - JIMENEZ DELGADO JOHNNY AARÓN


- JIMENEZ RAMIREZ JESSY FIORELLY

FECHA DE PRESENTACION: 26-06-18

SEMESTRE: 2018-I

CICLO: V CICLO

2018
INDICE
I. GLOSARIO ......................................................................................................................... 3
II. PARTIDOS POLÍTICOS.................................................................................................... 4
DEFINICIÓN............................................................................................................................ 4
FUNCIONES DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS................................................................ 5
III. IDEOLOGIA POLITICAS .............................................................................................. 5
HISTORIA DE LOS PARTIDOS POLITIOS EN EL PERU .............................................. 6
¿CÓMO SURGIERON LOS PARTIDOS POLÍTICOS? ................................................... 7
EL PAPEL DE LA MUJER EN LOS PARTIDOS POLÍTICOS ......................................... 8
PRIMER PARTIDO EN EL MUNDO ............................................................................. 11
PRIMER PARTIDO POLITICO EN EL PERU ............................................................. 11
IV. LA CRISIS POLÍTICA ................................................................................................. 11
V. EL NARCO ESTADO ...................................................................................................... 12
ORIGEN DEL TÉRMINO ..................................................................................................... 12
DEFINICION.......................................................................................................................... 12
CARACTERÍSTICAS ........................................................................................................... 14
INFLUENCIAS ...................................................................................................................... 16
VI. ACTITUD JUVENIL.INFLUENCIA DE LAS REDES SOCIALES E INTERNET 16
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 16
EL ORIGEN DEL INTERNET ................................................................................................... 17
VENTAJAS DE LAS REDES SOCIALES ................................................................................. 18
LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LA JUVENTUD ..................................................... 19
LA PARTICIPACIÓN DE LOS JÓVENES EN LAS POLÍTICAS ................................... 21
CONVERSACIÓN ENTRE NÉSTOR LÓPEZ, ERNESTO RODRÍGUEZ Y DEISY
APARICIO.......................................................................................................................... 21
POLÍTICAS PÚBLICAS Y LA PARTICIPACIÓN DE LA JUVENTUD EN EL PERÚ . 34
INFLUENCIA DE LAS REDES SOCIALES EN LA POLITICA ...................................... 35
¿CÓMO INFLUYEN LAS REDES SOCIALES EN NUESTRA IDEOLOGÍA
POLÍTICA? ........................................................................................................................ 37
VII. PROCESOS ELECTORALES .................................................................................. 38
PROCESOS ELECTORALES ............................................................................................ 38
SISTEMA ELECTORAL DEL PERÚ ................................................................................. 40
CONCLUSIÓN......................................................................................................................... 41
VIII. BIBLIOGRAFIAS ......................................................................................................... 41
I. GLOSARIO

Partidos políticos. - son organizaciones que se caracterizan por su


singularidad, de base personal y relevancia constitucional, creadas
con el fin de contribuir de una forma democrática a la determinación
de la política nacional y a la formación y orientación de la voluntad de
los ciudadanos.
Cohesión. - Unión o relación estrecha entre personas o cosas.
Burguesía. - Clase social formada por las personas acomodadas que
logran tener propiedades y capital.
 alta burguesía
Clase social formada por personas que viven de sus negocios
empresariales o profesionales, como los banqueros, industriales, altos
ejecutivos, etc.
 pequeña burguesía
Clase social formada por personas que gozan de una buena situación
económica pero no tan acomodada como la de la alta burguesía, como
los propietarios de negocios familiares sin asalariados.
República.- Es una Forma de Estado cuya máxima autoridad no es
un monarca y las demás autoridades ocupan el poder a través de
una forma de gobierno como la aristocracia, la democracia,
el parlamentarismo, la oligarquía, etc.
Monarquía. - Forma de gobierno en la que la jefatura del Estado reside
en una persona, un rey o una reina, cargo habitualmente vitalicio al
que se accede por derecho y de forma hereditaria.
Caudillo. - Persona que guía y manda a un grupo de personas,
especialmente a un ejército o gente armada.
Software. - Conjunto de programas y rutinas que permiten a la
computadora realizar determinadas tareas.
Interacción. - Acción, relación o influencia recíproca entre dos o más
personas o cosas.
Democracia.- es una forma de organización social que atribuye la
titularidad del poder al conjunto de la ciudadanía.
Plebiscito. - Procedimiento jurídico por el que se somete a votación
popular una ley o un asunto de especial importancia para el Estado.
Revolución. - Es un cambio social fundamental en la estructura de
poder o la organización que toma lugar en un periodo relativamente
corto o largo dependiendo la estructura de la misma.
II. PARTIDOS POLÍTICOS

DEFINICIÓN

Según El Instituto Federal Electoral de México Los Partidos políticos


son organizaciones que se caracterizan por su singularidad, de base
personal y relevancia constitucional, creadas con el fin de contribuir de
una forma democrática a la determinación de la política nacional y a la
formación y orientación de la voluntad de los ciudadanos, así como a
promover su participación en las instituciones representativas
mediante la formulación de programas, la presentación y apoyo de
candidatos en las correspondientes elecciones, y la realización de
cualquier otra actividad necesaria para el cumplimiento de sus fines.
Su principal tendencia es durar y consolidarse, y su finalidad última y
legítima es obtener el poder mediante el apoyo popular manifestado
en las urnas.
En un Estado de derecho, los partidos políticos expresan el pluralismo
político, concurren a la formación y expresión de la voluntad popular y
son instrumento fundamental para la participación política.
Su creación y el ejercicio de su actividad serán libres y su estructura
interna y funcionamiento han de ser democráticos.
Su existencia deriva del ejercicio de la libertad de asociación. No tienen
naturaleza de poder público ni son órganos del Estado, por lo que el
poder que ejercen se legitima sólo en virtud de la libre aceptación de
sus estatutos y por tanto sólo puede ejercerse sobre quienes, en virtud
de una opción personal libre, los asumen al integrarse en tales
organizaciones.
Los militantes de los partidos tienen derecho a ser electores y elegibles
para todos sus cargos, a estar informados sobre sus actividades y
situación económica, y a concurrir para formar sus órganos directores
mediante sufragio libre y en la mayoría de los casos secreto, aunque
no resulta preciso que sea directo. Los partidos tienen derecho a
obtener ayuda financiera del Estado, a utilizar los medios de
comunicación públicos y a constituir coaliciones o agrupaciones
electorales.
Los partidos políticos se clasifican por los intereses de la clase social
a la que sirven. Sus otros aspectos son secundarios. Por eso no
pueden existir partidos que defiendan al mismo tiempo, a las dos
clases sociales porque los intereses de éstas son antagónicos.
FUNCIONES DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS

El ciudadano que participa en un partido político o elige votarlo, se


transforma en un hombre político, integrándose a la vida pública. Una
de las principales funciones del partido político es presentar los
candidatos para los c’omicios generales, surgidos de elecciones
internas y democráticas, a efectos de que los ciudadanos puedan
seleccionar a quién votarán para ocupar cargos electivos (para integrar
los poderes ejecutivo y legislativo).
Son factores de poder encaminados a la competencia y lucha política,
que si ganan podrán ejercer su plan, tomando decisiones políticas, y
si pierden, accionarán desde la oposición.
En resumen, podemos sintetizar las funciones en las siguientes:
1. Presentación de candidatos eleccionarios
2. Formulación de políticas o planes de acción, para el bien de todos y
no de un sector. Este plan lo desarrollarán si son gobierno
3. Encauzar la voluntad popular
4. Tratar de lograr consenso y adhesión
5. Intermediación entre el gobierno y los ciudadanos, si no son
gobierno, ejerciendo función de control
6. Ser promotores de la inclusión política de los ciudadanos
7. Constituir canales de expresión.

III. IDEOLOGIA POLITICAS

Se entiende por ideologías políticas a los que los partidos


políticos basándose su accionar político y manifiesto electoral dentro
de una ideología. Según los estudios sociales, una ideología política
es un juego ético de ideales, principios, laborales y
económico doctrinas, mitos o símbolos de un movimiento
social, institución, clase o un grupo grande que explica cómo la
sociedad debería funcionar. Las ideologías políticas ofrecen algún
programa político y cultural para un cierto orden social. Una ideología
política se ocupa mucho de cómo el poder debería asignarse y a
cuáles fines debería concertar.
Algunos partidos siguen su ideología de manera estricta, aunque otros
pueden tomar una inspiración amplia de un grupo de ideologías
relacionadas, sin específicamente abrazar una idea específica. La
popularidad de una ideología es en parte debida a la influencia
de empresarios morales, quienes a veces actúan en sus propios
intereses.
Las ideologías políticas se clasifican a través del espectro político. Si
bien hay varias alternativas para representarlas, la más extendida es
a partir de los ejes izquierda-derecha. Dentro del espectro político
izquierda-derecha, se diferencian varios estados, existiendo
ideologías más extremistas y radicales que se ubican en la extrema
izquierda (también conocida como ultra izquierda o izquierda
revolucionaria) o en la extrema derecha (también conocida
como ultraderecha). Mientras tanto, las posiciones más moderadas se
posicionan en sectores cercanos al centro político. Finalmente, los
fundamentos ideológicos pueden distinguirse de estrategias políticas
(por ejemplo, el populismo), y de asuntos individuales sobre los que
un partido se construye (por ejemplo, la oposición a la integración
europea, políticas sobre la legalización de la marihuana u otras
drogas, legalización del aborto, etc.).
Una ideología es una colección de ideas. Usualmente, cada ideología
contiene ciertas ideas de lo que considera la mejor forma de
gobierno (por ejemplo, la democracia, la teocracia, etc.), y el
mejor sistema económico (por ejemplo, el capitalismo,
el socialismo o comunismo, etc.). En ocasiones se usa la misma
palabra para identificar una ideología y una de sus ideas principales.
Por ejemplo, el "socialismo" puede referirse a un modelo económico,
o puede referirse a una ideología sistema.
Finalmente, las ideologías políticas se clasifican en dos dimensiones:
1. Fines: cómo la sociedad debería funcionar u organizarse.
2. Métodos: la manera más apropiada para lograr este fin.

HISTORIA DE LOS PARTIDOS POLITIOS EN EL PERU

Para Jorge Basadre la historia de los partidos políticos en el Perú


comienza a partir del 10 de enero de 1822, con la Sociedad Patriótica,
fundada por el general San Martín y Bernardo de Monteagudo. La
sociedad Patriótica seria el punto de partida. Aparecen para esta
época los primeros pensadores de la Independencia (los llamados
ideólogos) y se discute si el Perú debe ser República o Monarquía. Los
partidos políticos propiamente dichos no se hallan aun estructurados.
Las polémicas entre los ideólogos de la época inicial de nuestra
emancipación no significa necesariamente el nacimiento en nuestro
país de los partidos políticos. Las polémicas entre las ideas liberales y
conservadoras se desenvuelve en los diarios, que, dicho sea de paso,
jugaron un papel importante en ese tiempo. El periódico se convierte
en el vehículo por el cual se estará formando las ideas de Nación e
identidad.
¿CÓMO SURGIERON LOS PARTIDOS POLÍTICOS?

Aunque existían “partidos” en el Antiguo Régimen, referidos a


facciones de poder en las cortes de las monarquías absolutas,
especialmente en el siglo XVII, y vinculadas a privados, validos o
ministros, en realidad el origen de los partidos políticos estaría en los
procesos revolucionarios liberales con el precedente
del parlamentarismo inglés. El derecho a participar en la política que
trajeron la soberanía nacional y el parlamentarismo, comenzó a perfilar
la necesidad de articular las distintas posturas en torno a
organizaciones políticas con objetivos comunes, comenzando con
los whigs y tories en el Parlamento inglés, los primeros más
partidarios del mismo, frente a los segundos más vinculados a la
Corona.
El siguiente paso se dio en la Revolución Francesa, apareciendo
grupos como los monárquicos constitucionales, los girondinos y los
jacobinos, entre otros. Con las revoluciones liberales los partidos se
consagraron como piezas básicas de la relación entre el Estado y la
sociedad, aunque, en realidad, solamente con una parte de ella, dado
el triunfo del sufragio censitario.
En 1832 se dio la Reform Act en Gran Bretaña, que fue la primera
extensión del sufragio en dicho país, incorporando al sistema político
a toda la burguesía. Eso generó que los viejos whigs tuvieran que
organizarse de forma distinta, transformándose en el Partido Liberal,
con algunas reglas de disciplina interna y cierta coherencia ideológica,
para organizar las elecciones y generar adhesiones personales hacia
los líderes. Ese es el espíritu que terminó por cundir en los partidos
políticos en los Estados liberales europeos
decimonónicos: organizaciones de cuadros, comités y fidelidades
personales.
En realidad, solamente funcionaban en los períodos electorales y, al
primar esas fidelidades, no tenían una gran cohesión. En general, se
generaron dos grandes partidos en cada Estado, uno más
conservador y otro más progresista, con algunas diferencias
ideológicas pero no muy significativas, dado que pertenecían al mismo
universo liberal, y que se alternaban en el poder de forma más o
menos pacífica, en función de la estabilidad institucional de cada
sistema político.
EL PAPEL DE LA MUJER EN LOS PARTIDOS
POLÍTICOS

Por fin, hay que recordar la cuestión de la mujer en los partidos


políticos. Su presencia era inexistente en los partidos liberales, dado
que, aunque terminara por imponerse el sufragio universal sobre el
censitario, la mujer no tenía derecho al voto ni a participar en política.
La lucha sufragista terminó por conseguir el derecho al sufragio pero
no provocó una clara incorporación de la mujer a la actividad política
a través de los partidos. Un sector importante de mujeres de la clase
obrera se incorporó a los partidos de aparato socialistas, pero tuvieron
grandes problemas para tener protagonismo interno y acceder a áreas
de poder, con algunas excepciones muy contadas. Tenemos que tener
en cuenta que hubo muchos dirigentes socialistas que eran contrarios
a permitir un gran protagonismo de la mujer en la política.
Es evidente que el protagonismo de la mujer en la política ha crecido
considerablemente, pero aún es largo el camino a recorrer. Aún
muchos partidos se han visto a adoptar una especie de política de
discriminación positiva para elaborar listas de cargos internos o
electorales para garantizar la presencia femenina.
a) Historia Mundial:

La existencia de los partidos políticos pareciera estar ligada a la propia


naturaleza de los hombres, quienes en su convivencia social
manifiestan posiciones diferentes en relación a los principales temas
que lo preocupan. Por esta razón, ya en la antigüedad, en Grecia y
Roma existían grupos que se nucleaban en torno a determinado
figuras por oposición a otras. En épocas más recientes, con el
desarrollo de la democracia, surge la libertad política. En adelante, la
expresión de ideas políticas contrarias a quienes ejercen el gobierno
ya no constituiría un delito por el cual las personas sean pasibles de
persecución, destierro o muerte.
Sin embargo, los partidos políticos tardaran en ser aceptados. En un
principio los pensadores del constitucionalismo del Siglo XVII se
opusieron de manera vehemente a los partidos políticos porque
consideraban que las organizaciones intermedias perseguían
intereses particulares y se interponían entre individuos y gobierno,
debilitando la libertad.
Los partidos políticos resultaban una pieza clave e irremplazable en
todo sistema democrático. En la medida que se iba consolidando la
democracia, surgían y se desarrollaban los partidos, pese al silencio
de las Constituciones y de las leyes.
En la primera mitad del siglo XIX los partidos políticos surgen como
tales también los sindicatos, las ciencias sociales, la doctrina social
católica, por el auge del desarrollo industrial y otros movimientos y
conceptos de gran alcance, que acabarían presuntamente manejando
el Estado y la Sociedad.
Principalmente podían aparecer como una ideología con sentido
gremial en Inglaterra y algunas veces mesiánico en el resto de Europa,
Asia y América Latina
En un principio la gente era atraída por un líder de gran carisma y se
congregaban respecto a su liderazgo. Conocido como caudillo.
Tradicionalmente los partidos políticos se agrupan en un espectro que
va de izquierda a derecha según sus propuestas económicas, políticas
y sociales, aunque esta calificación a veces es un tanto ambigua y
resulta difícil encasillar a muchos partidos dentro de este sistema: La
izquierda incluiría a los partidos comunistas y socialistas, en el centro
se ubican las tendencias socialdemócratas y liberales; y hacia la
derecha se encuentran, democristianos, conservadores y fascistas.
Pero de hecho los partidos liberales y conservadores se alternan en el
poder y su principal objetivo es la permanencia en el poder o el acceso
al poder y su programa es en ambos de tipo centro con una versión
utópica que parece más definitiva y deseable: el bien común del
ciudadano, el perfeccionamiento de las instituciones y el desarrollo de
las relaciones internacionales en los países más poderosos. Los
partidos políticos dependen del sufragio universal o elecciones, que a
su vez dependen del tipo de estratificación social y ésta del desarrollo
del sistema social: liberal o conservador. Frente a toda clase de
partidos políticos se levanta el anarquismo, en sus más diversas
formas.
b) Historia peruana:
La República se proclama sin tener el territorio asegurado. El
escenario del primer debate ideológico, la Asamblea Constituyente de
1822, se reúne cuando las tropas realistas ocupan buena todavía parte
de las intendencias. Los representantes de la nación, definidos por el
culto a la razón antes que por el voto popular, son la expresión de una
élite empapada del debate revolucionario y religiosas, vinculadas al
acontecer de la época.
Las expediciones libertadoras de José de San Martín y Simón Bolívar
coinciden en que el más sólido bastión de la Corona es el Perú
colonial. La derrota de la revolución de Túpac Amaru en 1781 y el
fracaso de la rebelión de Mateo Pumacahua en 1814 evitaron que la
gesta independentista tuviera aliento social y nacional. A República se
proclama sin tener el territorio asegurado. El escenario del primer
debate ideológico, la Asamblea Constituyente de 1822, se reúne
cuando las tropas realistas ocupan buena todavía parte de las
intendencias. Los representantes de la nación, definidos por el culto a
la razón antes que, por el voto popular, son la expresión de una élite
empapada del debate revolucionario de la época. Herederos de la
Ilustración y seguidores de la Constitución de Cádiz de 1812, pugnan
por que los principios de las grandes revoluciones del siglo XVIII
consten en la primera carta de la República. Las discusiones se
entremezclan con quienes quieren que la representatividad no
signifique mayores concesiones a la soberanía popular. Esto es, con
aquellos convencidos de que no hay condiciones para superar la vieja
división virreinal entre la república de indios y la de españoles.
Son los liberales inspirados en el Contrato Social los que vencen, pero
sus sueños distan mucho de la realidad. La Carta original no llega a
regir un solo día, pues sucumbe ante la exigencia del uso militar de
concentrar el poder para derrotar al ejército realista. En las primeras
décadas del naciente Estado, más que hablar de partidos, como quiere
Távara, cabe más bien hablar de tendencias ideológicas. Se organizan
al igual que en Inglaterra desde el siglo XVII en el Parlamento, pero
esta entidad tiene una cronología accidentada y su poder es
contrariado por el caudillismo militar. Los liberales trazan esfuerzos
para consagrar su credo y quieren organizar el stado de acuerdo a los
principios de la modernidad, primero en el 23, luego en 1828 y 1834.
Las guerras civiles y los conflictos internacionales socavan tal
propósito. La falta de continuidad institucional del Congreso y el peso
del caudillismo evitan que el liberalismo ideológico prosiga su
desarrollo hasta principios de la segunda mitad del siglo XIX. Las ideas
de los liberales de la independencia quedaron vigentes pese al
rechazo del militarismo y las clases dominantes. Domingo Elías
organiza el «Club Progresista» en 1851 para enfrentarse a la
candidatura de Rufino Echenique y más adelante, Manuel Pardo funda
la «Sociedad Independencia Electoral», que bajo la consigna de llevar
a un civil al poder, se convierte en el precedente del primer partido
político moderno que se funda en el Perú. Pardo es la expresión de
una naciente burguesía agraria y comercial que quiere modernizar el
aparato estatal. Se propone organizar a los nuevos sectores sociales
que surgen con el incipiente capitalismo. Las posibilidades que ha
abierto el comercio internacional del guano requieren mejorar el nivel
de la administración pública. El Partido Civil propone la «república
práctica» y así pudo iniciar una nueva fase en el proceso de
afianzamiento del Estado republicano. La lucha interna lo lleva al final
de su mandato a designar como sucesor a otro militar, Mariano Ignacio
Prado, cuya adhesión al liberalismo no fue suficiente para ocultar el
desagrado que la vuelta a los políticos de uniforme produjo. Sus
propias contradicciones y luego el desastre de la guerra con Chile,
frustraron la continuación del proyecto.
PRIMER PARTIDO EN EL MUNDO

¿Sabéis cuál fue el primer partido del mundo?


No tenemos datos para decir cuál fue el primer partido político de la
historia, porque la agrupación de gente en facciones para apoyar una
u otra solución a los problemas que se le presentaban a la tribu ya se
tenía que dar en la prehistoria. Pero la Grecia clásica es para nosotros
el origen de la democracia, un sistema de decisión en asamblea que
se impuso en varias ciudades griegas. En Atenas, en el siglo VI antes
de Cristo, se regían por este método, y pronto surgieron dos partidos:
el democrático, que defendía el gobierno por decisión de todos los
representantes del pueblo, y el oligárquico, que prefería que
gobernasen los miembros de la nobleza. Así que podemos decir que
estos dos son los primeros partidos políticos de la historia.
PRIMER PARTIDO POLITICO EN EL PERU

Partido Civil, 1871. En un comienzo se llamó Sociedad


Independencia Electoral, fue fundado por Manuel Pardo. Se conformó
como una opción ante los sucesivos gobiernos militares. Gobernó el
Perú, la primera vez en 1872 y en varias oportunidades desde 1896
hasta 1912.

IV. LA CRISIS POLÍTICA


La crisis política es generalmente definida como la perturbación
temporal de un orden político estable. Ella se presenta como la
excepción dentro de la regla. En el Perú neoliberal de 1990 en
adelante, en cambio, la crisis política parece ser la regla y el orden
político, la excepción. Podemos afirmar que hay ciertos períodos de
orden político (autoritario durante el fujimorismo y democrático durante
el segundo gobierno de García y parte del de Humala) dentro de una
crisis política permanente.
¿Qué explica la permanencia de la crisis política peruana? Hay varios
factores, pero destaco tres de ellos. Primero, la devaluación del Estado
y la política que trajo consigo la instalación del orden neoliberal. En
1990 las fuerzas neoliberales externas e internas instalaron un orden
económico más o menos estable y blindado, a pesar de ciertos
períodos de turbulencia (la recesión de 1998, la nueva recesión del
2008 y la desaceleración del 2014) y mantuvieron un orden político
volátil (estado débil, colapso de partidos, debilidad institucional, etc.).
Segundo, la incapacidad de integración económica y social del nuevo
modelo, dejando fuera de sus beneficios a amplios sectores sociales.
El boom exportador (que no es parte del modelo) mitigó parcialmente
esa incapacidad. Tercero, el desinterés (¿o la incapacidad?) de las
fuerzas neoliberales en hacer reformas políticas, institucionales y del
Estado que habrían dado cierta estabilidad a la política y habrían
fortalecido al Estado. Solo les interesó modificar la Constitución para
blindar al modelo económico.

No todos los elementos del orden político (el gobierno, el régimen


político, la forma de gobierno democrático, el Estado, los partidos, el
sistema electoral, la Constitución y las instituciones políticas en
general) experimentan la misma profundidad de la crisis. En unos
casos la crisis es más grave que en otros. La crisis actual, por ejemplo,
se caracteriza por lo siguiente: primero, un gobierno débil e inestable,
con gabinetes volátiles (seis meses de duración promedio), sin
mayoría parlamentaria, es incapaz para enfrentar la desaceleración
económica, combatir la corrupción y garantizar la seguridad
ciudadana.

Segundo, la forma de gobierno de presidencialismo parlamentarizado


ha transformado las tensiones entre Ejecutivo y Legislativo en
contradicciones, genera inestabilidad política y da lugar a los rumores
de golpe y contragolpe. El control del Congreso por el aprofujimorismo
puede generar más inestabilidad como en los 60 del siglo pasado.
Tercero, el incremento de la fragmentación parlamentaria hace
ingobernable el Congreso y afecta la estabilidad política del país.
Cuarto, la inexistencia de un sistema de partidos que canalice la
representación de las clases y grupos sociales y ponga tranquilidad a
los tiempos agitados. La carencia de partido de gobierno desde 1990
hasta ahora y el manejo patrimonial y arbitrario de las organizaciones
políticas existentes potencian la inestabilidad.
Quinto, la debilidad del Estado (que, como la mayoría de los estados
de AL, tiene muchas competencias y pocas capacidades para
desempeñarlas bien) aumenta el desorden y la ingobernabilidad. Pese
a las deslealtades de algunos opositores políticos con la democracia,
pienso que el régimen político democrático no está en cuestión.

V. EL NARCO ESTADO

ORIGEN DEL TÉRMINO

El término narco-estado tiene origen en la criminología internacional.


Marcos Pablo Moloeznik lo describe tal que “territorio donde el
narcotráfico es un actor político que le disputa el poder al Estado”. En
cambio, Peter Dale Scott lo define como la “simbiosis entre los
gobiernos y las asociaciones criminales”.

DEFINICION

Se habla de “Narco-estado” cuando se considera que existe una


alianza o un entendimiento en una base corrupta entre el narcotráfico
organizado y el Estado en el respectivo país en el que acontece. Es
una nueva forma de Estado capitalista, cuya manifestación externa es
la de un régimen político neoliberal tecnocrático con una fuerte
presencia de representantes del crimen organizado en sus distintos
gobiernos, la economía y las finanzas. Nace así una relación entre el
Narcotráfico y el Estado, en donde el narco puede llegar a ser un actor
económico importante, a veces casi imprescindible, generando
empleos e infraestructuras y llenando los vacíos donde el Estado no
llega, al convertirse en un proveedor de servicios públicos. No
obstante, dicha relación mantiene unas reglas y unas directrices
delimitadas para evitar que el narco controle al Estado y viceversa, ya
que eso sería contraproducente.
Para mongess (2014). El término narco-estado o narco estado (de
narco: droga y estado: conjunto de instituciones) es un neologismo que
se aplica a aquellos países cuyas instituciones políticas se encuentran
influenciadas de manera importante por el narcotráfico, y cuyos
dirigentes desempeñan simultáneamente cargos como funcionarios
gubernamentales y miembros de las redes del tráfico de drogas
narcóticas ilegales, amparados por sus potestades legales.
Pero en las últimas tres décadas una serie de profundas
transformaciones en la política y la economía mundial han impulsado
la aparición de lo que se llama Estados Mafiosos. Países en los que
los conceptos tradicionales de “corrupción”, “crimen organizado” o de
entes gubernamentales “penetrados” por grupos criminales no captan
el fenómeno en toda su complejidad, magnitud e importancia. En los
Estados Mafiosos, no son los criminales quienes han capturado al
Estado a través del soborno y la extorsión de funcionarios, sino el
Estado el que ha tomado el control de las redes criminales. Y no para
erradicarlas, sino para ponerlas a su servicio y, más concretamente, al
servicio de los intereses económicos de los gobernantes, sus
familiares y socios.
La experiencia más clara de esta estructura mafiosa en el Perú, fue
durante el Gobierno del Ing. Alberto Fujimori Fujimori y su socio y
operador Vladimiro Montesinos Torres, casos emblemáticos como el
uso del avión presidencial, naves de La Marina, La Fuerza Aérea
(avión presidencial incluido) y el Ejército para transportar droga y narco
dólares, así como apoyo logístico y comercial para los carteles del
narcotráfico que operan en la Selva Peruana, y que como
consecuencia de la corrupción generalizada tanto en La Policía
Nacional (Que en el primer gobierno del Dr. Alan García Pérez
desapareció a la Policía Científica o Ex Policía de Investigaciones del
Perú - PIP), Las Fuerzas Armadas, El Ministerio Público, El Poder
Judicial, El Congreso de la República, y más recientemente el Poder
Ejecutivo al más alto nivel, con la facultad constitucional para indultar
del más alto magistrado de la nación a cuanto traficante se le dé la
gana, lo cual se traduce en impunidad que es la consecuencia mas
desastrosa para la Sociedad, la Democracia y el estado de Derecho
en el Perú, han quedado en el olvido por parte de los poderes que
conforman la Narcocracia Peruana, incluido el cuarto poder el
periodismo comprado contante y sonante por el Dr. Montesinos en
efectivo y con grabación incluida cuyas escenas hemos visto en el
Congreso de la República durante el Gobierno del Dr. Valentín
Paniagua Corazao, valiente mandatario peruano que se enfrentó a la
Mafia Fujimori-Montesinos y que hoy está muerto.
El narco-estado se deriva del término «Estado Profundo» (en turco:
derin devlet), como las relaciones entre fuerzas de seguridad, mafia y
grupos nacionalistas; y por Peter Dale Scott como la «simbiosis entre
los gobiernos (y en particular sus agencias de inteligencia) y las
asociaciones criminales».
A partir de ese acontecimiento, los carteles de la droga, mediante
millonarios aportes económicos, financian las candidaturas de
políticos a cargos públicos electivos a cambio de garantizarles
impunidad, protección y amparo del poder estatal en sus operaciones.
Asimismo, dicho poder se ha extendido a los estamentos militares y
policiales, aprovechando las bajas condiciones de vida de sus
componentes para infiltrarlos y corromperlos para que sirvan a sus
intereses. Vemos en el Perú una apatía increíble en los integrantes de
las Fuerzas Armadas y las Fuerzas Policiales, pues para ser personal
de confianza hay que ser leal al Narco Jefe, de lo contrario estás
condenado a ser carne de cañón en la guerra contra el narco-
terrorismo.

CARACTERÍSTICAS

2.1 Confrontación:
Surge cuando el narco comienza a crecer en un país de manera
exponencial y a una gran velocidad. En algún momento el narcotráfico
lograría superar el poder esperado hasta lograr desafiar al Estado de
dicho país. La confrontación construirá los pilares de la relación entre
los dos y ya no se le consideraría más al narcotráfico como a una
banda delictiva cualquiera.
2.2 Corrupción:
Consiste no solo en el simple pago para traficar con drogas o con
armas, sino también con los propósitos de no ser detenido o
condenado, e incluso para conseguir información de la policía y del
Estado sobre otras personas como por ejemplo de otras bandas
rivales o de los “traidores” y antiguos miembros de dichas bandas.
Dependiendo de la fuerza del narcotráfico en el país, puede acontecer
que el Estado trabaje para ellos y que les otorgue protección. Por otro
lado y como estrategia para conseguir mayor influencia y hacerse con
un hueco en el poder del país, el narco ayudaría al gobierno en las
tareas de la financiación, es decir, invertirá dinero en cualquier
campaña electoral que les sea favorables y con las que comparta
relación. Esto sucede dado que los políticos se suelen ver
amenazados por varias bandas delictivas por lo que buscan protección
en el narcotráfico; los políticos se corrompen, pero no políticamente.
Consta de una relación recíproca en la que ambos lados mantienen
distintos intereses. También existiría la corrupción de los congresistas
y de los ministros para así obtener una representación indirecta en el
Estado y poder manejar desde ahí la política del país. La narco-
corrupción se puede dividir en tres etapas:
○ Etapa predatoria: El narco tiene muy poca conexión con el sistema
político y no tiene poder para comprar a las autoridades.
○ Etapa parasitaria: El crimen organizado ha logrado comprar a una
parte del Estado y tiene protección e información a cambio de ello.
○ Etapa simbiótica: En esta etapa el crimen organizado está integrado
al Estado y éste último lo utiliza para sus propósitos.
2.3 Coexistencia pacífica:
Una razón teórica en la que se basa dicha coexistencia pacífica sería
la corrupción. No obstante, existen otras dos posibles razones por las
cuales no surge una disputa armada: al Estado no le conviene o no
está capacitado para combatir.
El Estado moderno es considerado como un dios omnipotente que no
puede ser derrocado por un simple individuo aislado, ya que no posee
el suficiente poder. Proviene de una idea explícitamente citada por los
revolucionarios latinoamericanos de los años sesenta: “con el Estado
todo, contra el Estado nada”. Sin embargo, la idea teórica se
distorsiona en la práctica cuando aparece el narcotráfico en los países
de gobiernos más débiles donde el gobierno carece de autoridad y de
poder para combatir al narco.
En estas situaciones es difícil de deliberar si el gobierno ha decidido
abstenerse a la lucha contra el narco por la corrupción o simplemente
por la incapacidad gubernamental, sobre todo política, social y militar.
La otra razón consistiría en la convivencia que genera el narco en la
civilización. En ciertas ocasiones, el Estado no es capaz de abastecer
las necesidades económicas de los ciudadanos, y es aquí donde el
narcotráfico puede ayudar a equilibrar la balanza de pagos, generando
empleos, obrando en tareas sociales para la comunidad, etc. Además,
el narco suele invertir en negocios lícitos que aumentan los ingresos
del Estado. En resumidas cuentas, el narcotráfico es una fuente de
capital tan imprescindible para el Estado que este decide valorar
positivamente su intervención en el poder.
INFLUENCIAS

Este fenómeno surge a consecuencia de la crisis actual del


capitalismo, desemboca en una profunda crisis orgánica, de la que
derivan un déficit económico (largos periodos de tiempo sin
crecimiento económico) y un déficit de legitimidad institucional. Esto
lleva a los países a tener altos niveles de violencia e inseguridad
pública, así como a la militarización del aparato de Estado, dando lugar
a una guerra fallida contra el narcotráfico.

VI. ACTITUD JUVENIL.INFLUENCIA DE LAS REDES


SOCIALES E INTERNET
INTRODUCCIÓN

Las redes sociales han significado mucho para las personas y se tuvo
mucho con la aparición del internet y las primeras redes sociales, pero
dichas fueron evolucionando y así el urge de ellas y el impacto hacia
las personas, mayormente jóvenes. Aquí se tocará el tema sobre ello,
haciendo hincapié en cómo ha afectado en nuestra vida social el uso
excesivo de las redes y las consecuencias que esta puede ha traído
consigo.
Estamos en el siglo donde la tecnología ha avanzado y se ha ido
desarrollando de manera masiva, y aunque esta tiene muchas
ventajas en nuestro entorno, también tiene ciertos daños y
afectaciones para nuestra sociedad.
Uno de los millones de avances en la tecnología es el valioso internet,
que ha venido supliendo diversas situaciones, como por ejemplo,
aquellas ocasiones en las que antiguamente se pasaban horas
buscando información en bibliotecas para alguna tarea en particular y
actualmente con solo un clic puedes encontrar lo que buscas y solo en
cuestión de minutos. Aunque su uso parece ser un bien para la
sociedad, tiene sus contras, puesto que no solo se encuentra
información educativa sino que hay gran variedad de información tanto
buena como mal y un ejemplo claro son las redes sociales.
Si bien puede decirse que el Internet tiene fines educativos y nos ha
facilitado muchas cosas, también tiene contenido inapropiado, y al ser
un medio libre, se corren diversos riesgos que se comentarán más
adelante respecto a las redes sociales.
Se espera que la información sea de gran utilidad y pueda aclarar la
mente de las personas adultas y jóvenes para usar de manera
responsable las redes y hacer reaccionar en el pensar que su uso
excesivo no trae beneficios.

EL ORIGEN DEL INTERNET

No se tiene un año exacto de su creación, pero se tienen suposiciones


de cuándo comenzó esta red masiva en el mundo. Mencionamos al
doctor Licklider, profesor del Instituto de Massachusetts (MIT) quien
fue la primera persona en exponer la posibilidad de que hubiera una
red de ordenadores a una escala mundial. En sus notas
"memoranda" (1962) proponía el establecimiento de una "red
galáctica" formada por un conjunto de ordenadores interconectados
entre sí para poder así acceder rápidamente
a datos y programas desde cualquier lugar. Analizando
su concepto para ese año, en la actualidad podemos ver que su
concepto se refiere a lo que hoy llamamos Internet y que ya es una
realidad.
Avanzando al año de 1969 se estableció ARPANET, la primera red sin
nodos centrales, de la que formaban parte cuatro universidades
estadounidenses: La Universidad de California Los Ángeles (UCLA),
Universidad de California Santa Bárbara (UCSB), Universidad de Utah
y Stanford Research Institute (SRI). La primera transmisión tuvo lugar
el 29 de octubre de 1969, entre UCLA y SRI.
Al observarse las ventajas que tenía esta interconexión, se fueron
incorporando más universidades e instituciones, y fue así que en 1971
ya había 15 nodos, y en 1973 ARPANET se internacionalizó con la
incorporación de la Universidad College of London (Gran Bretaña) y
NORSAR (Norwegian Seismic Array, Noruega).
En el año de 1982, aparece la primera definición del Internet: conjunto
de internets conectadas mediante TCP/IP (Transfer Control
Procotol/Internet Protocol).
Al año siguiente, 1983, el ministerio de Defensa USA consideró
oportuno abandonar ARPANET y establecer una red independiente
bajo su control absoluto (MILNET) y de los 113 nodos que
conformaban ARPANET en ese momento, 68 pasaron a la nueva red
militar y a los restantes, se fueron uniendo cada vez más centros de
todo el mundo.
Se puede notar entonces que existen diversas fechas del nacimiento
del Internet (1969, 1982, 1983), pero la cuestión es ¿cuándo dio el
salto al público en general? El internet no resultaba tan atractivo y
primero debieron darse condiciones para que Internet fuera
considerado un servicio atractivo para la gente y sucedió a principio de
los 90"s con el británico Tim Berners-Lee, Licenciado en la Universidad
de Oxford, Berners-Lee trabajó en el CERN (Laboratorio Europeo
de Física de las Partículas) y, en los ochenta, comenzó a diseñar
un programa, Enquire, que permitiera almacenar y recuperar
información mediante asociaciones no deterministas. Con base a ese
programa, para octubre de 1990 emprendió la elaboración
de HTML que permite combinar texto, imágenes y así mismo
establecer enlaces a otros documentos.
Al verano siguiente, puso su trabajo en Internet y, desde entonces, la
Gran Red Mundial (World Wide Web) se fue extendiendo de forma
exponencial.

VENTAJAS DE LAS REDES SOCIALES

Podemos mencionar que las ventajas que tienen las redes sociales
son las siguientes:
1. Conocer nuevas amistades.
2. Interacción en tiempo real.
3. Envío inmediato de diversos archivos y de forma sencilla.
4. Permite el aprendizaje colaborativo.
5. Reencuentro con personas conocidas.
6. Dar a conocer productos con mayor facilidad.
7. Son de gran ayuda para corporaciones policiacas en las
investigaciones de crímenes o delitos.
8. Permiten la movilización participativa en la política.
LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LA JUVENTUD

A menudo los jóvenes son excluidos o pasan por alto como candidatos
políticos. La política suele considerarse como un espacio para hombres
con experiencia política y, aunque a menudo las mujeres están en
desventaja para acumular experiencia para presentarse a la
presidencia, los jóvenes son sistemáticamente marginados debido a su
corta edad, oportunidades limitadas y supuesta falta de experiencia. De
igual modo que el aumento de la participación política de las mujeres
beneficia a la sociedad en su conjunto, la presencia de jóvenes en
puestos de toma de decisiones beneficia a todos los ciudadanos y no
sólo a los jóvenes. La Unión Interparlamentaria (UIP) informa que las
personas entre 20 y 44 años representan el 57% de la población
mundial en edad de votar, pero sólo al 26% de los parlamentarios del
mundo. Los jóvenes menores de 30 años representan el 1,9% de los
parlamentarios del mundo y más del 80% de las cámaras superiores
del Parlamento no tienen diputados menores de 30 años. Mientras que
los jóvenes juegan a menudo funciones centrales y catalizadoras en los
movimientos por la democracia en todo el mundo, están menos
comprometidos que las generaciones mayores en el voto y el activismo
partidista. En conjunto, estas tendencias han inspirado a muchas
organizaciones internacionales a estudiar la falta de participación
política de los jóvenes ya capacitar a los activistas juveniles para que
se conviertan en líderes políticos.
Reconociendo el potencial de la juventud, el Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) desarrolló su primera Estrategia para
la Juventud (2014-2017), llamada “Juventud sostenible, juventud
empoderada”, en línea con el Plan de Acción sobre Juventud del
Sistema de la ONU (2013) que hace un llamamiento a las generaciones
jóvenes para que se involucren y comprometan en mayor medida con
los procesos en desarrollo. 2013 también vio la publicación de
“Mejorando la Participación Política de la juventud a lo largo del ciclo
electoral: Guía de Buenas Prácticas”, la primera revisión de las
estrategias programáticas del PNUD para la participación política de los
jóvenes más allá de la urna. En 2016, para acelerar la puesta en
práctica de la Estrategia de Juventud del PNUD y responder tanto a la
Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, como a la Resolución del
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas 2250 sobre juventud, paz y
seguridad, el PNUD lanzó un Programa Mundial de Juventud para el
Desarrollo Sostenible y la Paz –Juventud-GPS (2016-2020). Juventud-
GPS se centra en la implicación cívica y la participación política, entre
otras áreas, y responde a las preocupaciones que la gente joven ha
expresado en foros mundiales, regionales y nacionales y a la creciente
demanda a todos los niveles para apoyo estratégico e innovador en
programación juvenil en todos los contextos en desarrollo. En 2016,
como una iniciativa conjunta de un número de socios incluyendo el
PNUD y la UIP, la campaña global “No demasiado joven para ser
candidato” fue lanzada para mejorar la promoción de los derechos de
las personas jóvenes a presentarse a puestos de representación y
tratar el asunto tan extendido de la discriminación por edad.
En 2010, la UIP adoptó la resolución "Participación de los jóvenes en
el proceso democrático" en su 122ª Asamblea y en 2013, estableció el
Foro de Jóvenes Parlamentarios. Desde entonces, la UIP publicó dos
estudios, uno en 2014 y otro en 2016, utilizando un cuestionario para
recopilar datos de los Parlamentos Miembros de todo el mundo sobre
la participación de los jóvenes en los parlamentos nacionales. A través
de estos estudios, la UIP ofrece una serie de recomendaciones de
acción que, si se llevan a cabo, asegurarán que los jóvenes participen
plenamente en la política. Estas incluyen el diseño de estrategias por
los parlamentos nacionales y los partidos políticos que tienen como
objetivo la inclusión de los jóvenes diputados y asegurar la diversidad
entre los jóvenes, abordando las disparidades entre el número de
mujeres y hombres jóvenes que entran al parlamento. La UIP también
recomienda alinear la edad mínima para las candidaturas
parlamentarias con la edad mínima para votar y establecer cuotas para
los jóvenes (por ejemplo, escaños reservados, cuotas legisladas,
cuotas de partidos) como medio para aumentar el número de jóvenes
diputados. En 2016, los miembros de la UIP respaldaron el documento
"Rejuvenecer la democracia, dando voz a la juventud", basado en los
principios promovidos por los jóvenes parlamentarios de la UIP: "No
hay decisiones sin nosotros", que explica cómo los parlamentos y los
parlamentarios podrían ayudar a rejuvenecer la democracia y dar a los
jóvenes del mundo una voz en la toma de decisiones políticas.
ONU Mujeres estableció el Foro de la Juventud en la CSW en marzo
de 2016, permitiendo a los representantes de jóvenes de todo el mundo
debatir las cuestiones que estos enfrentan y reflexionar sobre las
maneras de cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible. ONU
Mujeres también publicó CEDAW para la Juventud en 2016, una
versión para jóvenes de la Convención sobre la Eliminación de Todas
las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) elaborada por
los jóvenes. IDEA Internacional publicó en 2016 un informe titulado
"Aumentar la participación de los jóvenes en todo el ciclo electoral:
puntos de entrada para los órganos de gestión electoral"
documentando los desafíos y prácticas dirigidos a la inclusión de los
jóvenes en la política y en los diferentes procesos electorales.
LA PARTICIPACIÓN DE LOS JÓVENES EN LAS
POLÍTICAS

CONVERSACIÓN ENTRE NÉSTOR LÓPEZ, ERNESTO RODRÍGUEZ


Y DEISY APARICIO.
El 19 de abril de 2016, en el marco de los Eventos del SITEAL, Néstor
López, Coordinador del SITEAL, Deisy Aparicio, Miembro de la
Secretaría Técnica Nacional de la Asociación Nacional de Estudiantes
de Secundaria la cual integra la Organización Continental
Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (OCLAE) y Ernesto
Rodríguez, director del Centro Latinoamericano sobre Juventud
(CELAJU) conversaron sobre el posicionamiento de los jóvenes en las
agendas públicas de la región, sus demandas específicas y los
espacios de movilización y participación en las políticas dirigidas a
ellos.
Néstor López: Empecemos delimitando a qué nos referimos
cuando hablamos de participar ¿Cuáles son los diferentes
espacios en los que participan los jóvenes? ¿El espacio
estudiantil? ¿El espacio laboral? ¿El espacio público? ¿La
participación presupone pertenencia? ¿Por qué se participa? ¿Por
qué participan los jóvenes? ¿Por qué es deseable que participen?
Deisy Aparicio: Desde mi experiencia, participar es lograr una
intervención a partir de las necesidades, exigencias, valoraciones y
concepciones de la política que nosotros y nosotras tenemos. A veces
la participación simplemente se entiende como poder hablar, pero
cuando eso no se transforma en hechos que puedan garantizar
nuestros derechos, esta queda desdibujada. Participar es intervenir,
incidir, construir, con los y las jóvenes, desde nuestra experiencia y
necesidades. Muchas veces dicen “los jóvenes participan”, hacen una
consulta y piensan que por eso ya hemos participado, pero a la hora de
generar políticas públicas las hacen sin nosotros, a partir de
diagnósticos ajenos a nuestra realidad, sin tener en cuenta que el
mundo juvenil es heterogéneo, plural y que se manifiesta de diversas
maneras.
Ernesto Rodríguez: Efectivamente hay distintos niveles de
participación. Lo relevante es participar efectivamente en la toma de
decisiones. Se puede participar en una actividad, en una consulta, pero
lo fundamental es cómo se participa en los espacios y en las instancias
en las que se toman decisiones vinculadas con el diseño, la
implementación y la evaluación de las políticas públicas, en particular
las que tienen que ver con jóvenes.
NL: Respecto a la relación que los Estados establecen con los
jóvenes, considerando tanto los espacios que se habilitan para su
participación como aquellos que los propios jóvenes conquistan
a través de sus reclamos ¿Cuál es el panorama hoy en la región?

DA: En relación con el vínculo que los Estados establecen con los
jóvenes, creo que se puede hacer un análisis en tres niveles. En
algunos países de nuestro continente los Estados ven al joven como
un actor vulnerable, conflictivo, violento. De aquí se desprenden
políticas que buscan dar solución a ese actor vulnerable, violento,
criminal. Son políticas que nos estigmatizan y criminalizan. Por otro
lado, existen políticas de integración que están ligadas a escuchar a los
jóvenes, pero que todavía no vinculan a las organizaciones con la toma
de decisiones. Y por otro lado, movimientos de fuerte incidencia, como
el movimiento estudiantil chileno, que busca establecer una nueva
lógica educativa, o el movimiento juvenil en Brasil, que busca
establecer una relación más equilibrada con el Estado con vistas a
generar mayores garantías en los derechos. Esas tres situaciones
caracterizan la realidad que atraviesa nuestro continente.
ER: Desde los Estados en América Latina lo que prima es la apertura
de espacios controlados, acotados, que tratan de evitar los desbordes
de parte de los jóvenes. Ejemplos de esto podrían ser los Consejos de
la Juventud que se generan en varios países, tanto a nivel nacional
como municipal. O los Consejos Estudiantiles, que en algunos casos
se plantean como formas de participación de los estudiantes pero que,
sobre todo en secundaria, a veces están muy restringidos o se
transforman en mecanismos mediante los cuales las direcciones de los
colegios imparten ciertas directrices. Del lado de los jóvenes, en
cambio, hay una tendencia a ir más allá, a ocupar más espacios de los
que los Estados les proponen. Últimamente es claro que los jóvenes
donde más cómodos se sienten, más se expresan y participan es en
las calles. Reclamando justamente espacios más amplios de
participación donde sean efectivamente escuchados y puedan
expresar sus opiniones con fuerza, sin coacciones, sin límites.
La reacción de los Estados a lo que los jóvenes expresan o reclaman
en las calles suele ser punitiva y controladora. Lamentablemente, la
protesta social suele ser considerada casi como un delito en muchos
países de América Latina y eso restringe las posibilidades de
participación. Salvo contadas excepciones, la reacción de nuestros
Estados ha sido controlar, castigar y reprimir, más que abrirse,
escuchar, e incorporar estos reclamos de participación por parte de los
jóvenes.
Se cumplen diez años de la irrupción del movimiento de los estudiantes
en Chile, la "Rebelión de los pingüinos". Actualmente se observa que
hay ciertos espacios que se abren a escuchar a los jóvenes, pero
también ciertas prácticas que restringen estos espacios.
Lamentablemente hay casos, como el de México, en donde los intentos
de participación y de expresar libremente ideas son reprimidos
fuertemente al punto de que se llegue a la desaparición forzada de
estudiantes. Es importante que tengamos en cuenta que en México hay
más de 25.000 desaparecidos, los 43 estudiantes de Ayotzinapa son
apenas una expresión, sin duda muy grave y dramática, de lo que está
sucediendo.
NL: Uno de los retos es romper con la tradición disciplinadora y
adultocéntrica del Estado respecto a los niños, adolescentes y
jóvenes. Esta idea está muy presente en los actores del Estado
pero también en las demandas que la sociedad le hace al Estado.
Me pregunto entonces ¿Quiénes son los actores que están detrás
de estas demandas y si hay alguien más (además de los
jóvenes) tratando de romper con esa tradición?

ER: Las irrupciones juveniles son apenas un emergente, hay muchos


otros actores vinculados con estos procesos. Si uno quisiera
complejizar el análisis debería incluir las irrupciones de variados
movimientos sociales en América Latina, donde los jóvenes son
protagonistas. Hay movimientos de mujeres, campesinos, indígenas,
por distintos tipos de reclamos, donde también los jóvenes son
protagonistas. En estos casos, no es que estén reclamando por
cuestiones específicamente juveniles, lo hacen por temas más amplios
que tienen que ver con su vida cotidiana. En defensa del territorio en
algunos casos, tratando de evitar que empresas mineras arrasen con
el ambiente en otros, por mencionar algunos ejemplos. Hay que tener
en cuenta que en muchos casos hay grupos de adultos que tratan de
impulsar acciones que acompañen, o faciliten, el proceso que los
jóvenes están realizando. En algunos contextos, en materia del
desarrollo educativo por ejemplo, esto es notable, pero no siempre se
logra que eso se generalice.
En otros casos las políticas públicas acompañan algunos procesos de
movilización de los jóvenes, donde hay reclamos específicos. Un
ejemplo es lo que ocurrió en los últimos años en Uruguay, donde
efectivamente el Poder Legislativo acompañó la aprobación de tres
leyes centrales que han cambiado notablemente la vida cotidiana en el
país, que contaron con el apoyo de los jóvenes como por ejemplo, la
ley de matrimonio igualitario, la ley de legalización del aborto, y la ley
de legalización de la marihuana.
En el sentido contrario, a veces los poderes legislativos entorpecen
este tipo de procesos. También en Uruguay, en las elecciones de 2014,
se realizó un plebiscito vinculado con bajar la edad de imputabilidad de
los menores frente al delito, que fue promovido por la derecha. Se
juntaron las firmas para poder llevar a cabo el plebiscito. La mayor parte
de los partidos políticos, incluidos los partidos de gobierno (la izquierda
en Uruguay) siguieron a una opinión pública muy favorable a votar por
el “sí”, y los movimientos juveniles se pusieron al hombro la campaña
para votar por el “no”. Estas acciones fueron importantes para que el
"no" se impusiera.
NL: ¿Hay "temas juveniles" o las demandas juveniles apuntan a
una agenda transversal? ¿Cuál es el temario de su agenda como
movimiento de jóvenes? ¿Cómo se fue armando esa agenda?
DA: Nuestra agenda surge del diálogo entre los diversos actores del
movimiento juvenil. No hay un único modo de "ser joven". Partiendo de
reconocer esta heterogeneidad identificamos algunos ejes comunes.
Uno es el de la participación política, otro es la defensa de la educación
pública en todos sus niveles, en el caso colombiano estamos viviendo
una embestida contra la concepción de la educación como
derecho, el trabajo digno es otro de los ejes, ya que son cientos los
jóvenes que no ingresan a la universidad y les toca trabajar en
condiciones sumamente precarias. La garantía de los derechos
sexuales y reproductivos, no desde una concepción de la educación
sexual conservadora, institucional y corporativa sino una concepción
abierta a las libertades democráticas y personales que puedan tener
los y las jóvenes y la sociedad en su conjunto. Otro eje central para
nosotros y nosotras se relaciona con el debate que hoy tenemos sobre
la transición hacia la paz, el tema de la militarización de la vida juvenil,
la garantía efectiva de la objeción de conciencia al servicio militar
obligatorio.
Estas líneas de acción se retroalimentan de otras exigencias juveniles,
como el deporte social comunitario y la dignificación del arte. La
confluencia, el diálogo, conocernos y reconocernos nos ha permitido
definir alguna líneas generales para ir construyendo una agenda
anclada en la decisión de interpelar a las agendas que se construyen
para nosotros y nosotras pero que no nos reconocen o no entienden
nuestras demandas.
NL: Ernesto ¿De qué modo los Estados latinoamericanos
construyen las agendas de las juventudes?
ER: Es difícil encontrar elementos en común, hay muchas
especificidades nacionales y locales. A grandes rasgos podemos decir
que en la década de 1990 y durante la primera década de este
siglo hubo intentos por superar el adultismo y el paternalismo, pero
desde una perspectiva neoliberal. Se consolidó la idea de abrir
espacios para escuchar a los jóvenes y empoderarlos, pero ese
empoderamiento fue planteado desde una perspectiva centrada en el
individuo. El “emprendedor” en términos productivos, el “líder” en
términos políticos.
La participación de los jóvenes en los Planes Nacionales de Juventud a
través de consultas fue expresión de este modelo. Fueron planes que
recogían los intereses, las expectativas, las propuestas de los jóvenes
al margen de las políticas públicas orientadas a ellos. Se elaboraban
estos documentos de política con cierto protagonismo juvenil pero las
políticas de educación, de empleo, de salud seguían siendo las mismas
y no hacían eco de los reclamos de los jóvenes. Esto llevó a que en las
agendas se priorizaran los temas que preocupan a los adultos más que
los que les importa a los jóvenes: el embarazo precoz, el consumo de
drogas. Había una dualidad muy fuerte. En los últimos cinco o diez
años, según los países, se está ensayando otro enfoque en donde las
demandas juveniles recogidas a través de consultas se articulen
fuertemente con los Planes Nacionales de Desarrollo para que estas
iniciativas incidan en las políticas educativas, en las políticas de
empleo, de salud, de seguridad ciudadana que tienen gran influencia
en la vida de los jóvenes.
Hay que acumular mucho trabajo en ese sentido. En Panamá, por
ejemplo, las consultas a los jóvenes se ubicaron en la estructura misma
del Plan Quinquenal de Desarrollo. En El Salvador, se examinó cada
una de las políticas sectoriales desde la perspectiva de los jóvenes, y
desde allí se conformó la política pública de juventud. Se identificaron
las partidas presupuestarias relacionadas con la ejecución directa de
los componentes en cada política sectorial. Eso permitió un avance
importante durante el período 2009-2013, y con el gobierno que
comenzó en 2014 se dio un paso más. En el Plan Quinquenal de
Desarrollo se definieron cinco grandes prioridades y tres de ellas están
relacionadas con los jóvenes. La primera es un gran programa de
empleo juvenil, que no es el plan de empleo juvenil que forma parte de
la política de juventud, ni el plan de empleo juvenil del Ministerio de
Trabajo, sino un plan de empleo juvenil que se establece como la
primera prioridad del Plan Quinquenal de Desarrollo del país. Es otro
modo de encarar el diseño de políticas públicas para la juventud. Creo
que este camino es más fructífero. Se tiene en cuenta la opinión de los
jóvenes, pero se parte de lo que los planes de desarrollo se proponen
para el conjunto del país y se trata de incidir en ese nivel, para que las
políticas públicas realmente estén vinculadas con la juventud, se
pongan en sintonía con los reclamos juveniles, y a su vez, para que los
jóvenes tengan más en cuenta lo que los Estados hacen y proponen.
NL: Deisy ¿Qué recomendaciones le harías a los jóvenes que se
encuentran iniciando procesos de participación? ¿Qué les dirías
a los jóvenes que en este momento están en las escuelas
escuchándote, respecto a qué implica participar desde un
movimiento estudiantil secundario?
DA: Participar no se reduce a elegir a quienes van a representarnos en
los escenarios de consejos estudiantiles u órganos institucionales para
definir políticas internas de nuestras escuelas, sino que participar
requiere también de un debate abierto que vuelva a rescatar las
asambleas de estudiantes y el sentido político de la escuela. En
Colombia tenemos un lema, “la democracia comienza en la escuela”,
asumiendo que la escuela no puede seguir con un modelo adulto
céntrico donde el maestro o el directivo es el que define, sino que
nosotros como estudiantes también podemos definir cuál es la lógica
de nuestros proyectos educativos e institucionales, cuál es la lógica de
la política educativa.
En ese sentido, debemos plantearnos cómo acompañamos la acción
movilizadora en las calles con la acción política en la escuela,
insertándonos en los escenarios en los cuales se toman las decisiones.
Por ejemplo, la gobernanza en el interior de los colegios, es decir, la
definición de los manuales de convivencia, que no deben ser manuales
sino pactos reguladores de la convivencia en donde se entienden a
todos los actores por igual. La escuela es profundamente
antidemocrática y autoritaria. Es una escuela del siglo XIX, con algunos
maestros del siglo XX y con chicos del siglo XXI, con nuevas
perspectivas, visiones y concepciones de la vida. En ese sentido no
podemos dejarles todo a otros, sino que necesitamos empoderarnos,
asumir que tenemos que construir una escuela diferente, entendiendo
y diciendo cuál es el tipo de educación que queremos
desarrollar. Tenemos que construir otra idea de educación que pueda
dar lugar a nuevos sujetos políticos, desde un diálogo con los maestros
y directivos, que pueda retomar el conflicto en la escuela, que ha sido
acallado. Creo que el conflicto no todas las veces es malo, por el
contrario, permite saber qué se necesita y qué se debe transformar en
los ámbitos escolares.
En suma, es preciso fortalecer la organización estudiantil, fortalecer los
escenarios de debate en la escuela, y fortalecer los escenarios de
influencia e interpelación política que deberían desarrollarse tanto al
interior del aula, como en la calle con la movilización y la participación
en diversos escenarios.
NL: ¿Cuáles son, Deisy, los principales desafíos que tienen como
movimiento estudiantil?
DA: Los principales retos que tenemos hoy como movimiento juvenil
son: en primer lugar, entender que el contexto de nuestro país es un
contexto de transición de un conflicto armado social y político que lleva
decenios, que no sólo ha impactado en el país sino en el continente en
su conjunto. Uno de los retos del movimiento juvenil es hacer un aporte
para lograr la paz.
Nos comprometemos también con el desafío de garantizar de manera
estructural que cientos de jóvenes puedan ingresar al mundo
escolar, tener un trabajo digno. A la vez, nos interesa generar un
nuevo diálogo entre los sectores urbanos y los sectores rurales–
entendiendo que el joven en contextos rurales, es mucho más
vulnerado, violentado, no solamente por las dificultades que se dan en
ese ámbito, sino también porque el campo y la ruralidad en muchos de
nuestros países ha sido abandonado por el Estado.
Otro reto es cómo lograr construir agendas desde el movimiento
estudiantil frente a la embestida del mercado en nuestras escuelas,
generar un diálogo entre los diversos sectores de la educación en torno
a la educación en todos los niveles, la educación para toda la vida, en
nuestros países. Y el tercero, un reto central que tenemos este año en
vísperas del Festival Mundial de la Juventud que se va a desarrollar en
Rusia, tiene que ver con el desarrollo del Festival Nacional de la
Juventud para enriquecer la agenda del movimiento juvenil colombiano,
para contrarrestar los embates del Estatuto de Ciudadanía Juvenil, y
en ese sentido conseguir una nueva institucionalidad para la juventud
que pueda contar con recursos, ser pertinente, que discuta y entienda
las necesidades, las prácticas políticas de los jóvenes, y que nos
permita retomar el diálogo con el Estado.
NL: Ernesto, ¿Cómo ves la situación de los jóvenes desde la
perspectiva de los Estados y desde los movimientos juveniles?
ER: Tenemos, sin duda, muchos desafíos. Teníamos un escenario
político en América Latina bastante equilibrado entre gobiernos
progresistas y gobiernos neoliberales. Este panorama se está
complejizando y es muy probable que tenga incidencia directa en las
políticas públicas y en particular en las políticas orientadas a la
juventud. Los gobiernos más conservadores o neoliberales tienden a
insistir en el enfoque de riesgo. Los gobiernos progresistas intentan
incorporar el enfoque de derechos, aunque no siempre con éxito. El
protagonismo que está recuperando la derecha en varios de nuestros
países -me refiero a Brasil, al cambio de gobierno en Argentina, a las
elecciones en Perú, por mencionar tres ejemplos recientes-
seguramente va a incidir en el fortalecimiento de los enfoques de
riesgo. Este escenario nos plantea el desafío de impedir que haya
retrocesos en términos de políticas públicas para la juventud. Para ello,
es necesario ser consecuentes y seguir trabajando para lograr una
mejor articulación entre las políticas públicas para la juventud, los
Planes de Desarrollo y los presupuestos públicos.
Hay un aspecto del que no hemos hablado aún y que incide
fuertemente en los jóvenes: las grandes cadenas mediáticas y los
grandes medios de comunicación. Mi impresión es que los medios
están cumpliendo un rol lamentable. Por un lado nos están presentando
imágenes patéticas sobre los jóvenes. Por lo general, los jóvenes que
presentan los medios de comunicación son buenos para nada, son
culpables hasta que demuestren su inocencia, lo único que quieren es
pasarla bien con sus amigos, son vagos por naturaleza. El tratamiento
que los medios hacen de los "ninis" es elocuente en este sentido. En
simultáneo, los medios nos abruman con publicidad que promueve el
consumo de cosas absolutamente superfluas. Esto incide fuertemente
en los jóvenes. Es necesario trabajar para acotar estas campañas de
fomento consumista indiscriminado que se lleva adelante desde los
medios de comunicación, y a la vez brindar imágenes más reales sobre
la juventud. La transmisión sistemática de estas imágenes lleva a la
opinión pública a creer que la mayoría de ellos son "ninis", no quieren
trabajar, no quieren estudiar. Esto pesa en los tomadores de decisiones
que inevitablemente deben ser sensibles a la opinión pública
fuertemente influenciada por los medios de comunicación.
Es vital trabajar para que los jóvenes aparezcan en los medios en toda
su diversidad. Hay muchos jóvenes que trabajan día a día, que se
esfuerzan para continuar estudiando, para capacitarse y participar. Los
jóvenes son nuestra principal riqueza, no son un peligro, no son
personas de quienes haya que cuidarse, no son un sector que hay que
vigilar y castigar. En este sentido creo que los jóvenes están muy
presentes en las redes sociales y están descuidando los grandes
medios de comunicación. Y las redes sociales son, por definición,
espacios donde uno se comunica con sus iguales, en cambio los
medios de comunicación inciden en el conjunto de la población. Hay
que hacer un esfuerzo por trabajar en los grandes medios de
comunicación, cuestionar sistemáticamente las imágenes deformadas
que trasmiten, y tratar de promover imágenes más reales que den
cuenta de la complejidad y diversidad. Imágenes que ayuden a
posicionar a los jóvenes como actores estratégicos del desarrollo y no
como un simple grupo de riesgo.
NL: Les comparto algunas de las preguntas de quienes nos están
escuchando. Una de ellas hace referencia al rol de las TIC, les
pregunta "¿consideran que los espacios digitales pueden incidir
favorablemente en una mayor participación juvenil, en el
reconocimiento y el ejercicio pleno de sus derechos?"
DA: Creo que las TIC nos han permitido fortalecer modos de
organización más asociativas. Creo también que permitió la
movilización y acción política de los jóvenes desde la vivencia de otros
y otras en otros países. Pero también han permitido que se masifique
algo que Ernesto mencionó y es la lógica del consumo al interior del
mundo juvenil, que ha generado que muchos jóvenes permanezcan al
margen del escenario de la política, lo cual genera un importante
ausentismo a la hora de poder discutir cuáles son sus expectativas
frente al mundo. Reflexionando al respecto, nosotros y nosotras
consideramos que las TIC son pertinentes, abren un mundo infinito de
posibilidades, pero hay que saber usarlas.
Otra pregunta del público: “Los estudios sobre la participación
juvenil, ¿No se centran mucho en los jóvenes que participan?
¿Qué pasa con los que no participan? ¿Hay barreras que impiden
que los jóvenes participen?

DA: Existen muchas barreras a la participación. Por un lado, la misma


idea de que a los jóvenes no les interesa participar ha hecho que los
escenarios donde se pueda intervenir sean muy reducidos. La segunda
barrera es territorial: es diferente la participación de los jóvenes
urbanos que se encuentran en ciudades capitales del país, que las
vivencias de los jóvenes que desde su condición territorial se
encuentran ya maginados de la posibilidad de participar e incidir. Es el
caso de los jóvenes rurales, los jóvenes indígenas, las mujeres jóvenes
que en nuestros contextos tienen cargas de explotación y
discriminación que aún perviven. Para romper esas barreras es
necesario encarar una reforma cultural profunda para acercar a los
diferentes y a las diferentes, a la multiplicidad de actores del mundo
juvenil, a escenarios más abiertos, más plurales, más diversos. Hoy los
jóvenes de los partidos políticos son los únicos que intervienen en el
escenario de construcción de política pública, y hay otros movimientos
muy diversos en el ámbito del deporte, del arte, que no tienen cabida
en esos escenarios.
ER: Coincido en que las investigaciones sobre juventud están muy
centradas en los jóvenes que participan. Estoy leyendo actualmente un
libro que acaba de publicarse en México, coordinado por José Manuel
Valenzuela, sobre culturas, movimientos y resistencias juveniles. Es
excelente, pero sigue centrado en jóvenes que participan, y creo que
es una deuda enorme de los investigadores en estos temas, trabajar
sobre los jóvenes que no participan.
Hay algunos datos a tener en cuenta. En el último Latino barómetro, los
datos de 2015 dicen que el porcentaje de jóvenes que participa o que
participó en manifestaciones públicas de cualquier tipo en nuestros
países, no supera en ningún caso el 20%. Los países con mayor
participación son Colombia, Costa Rica, Brasil, donde el porcentaje es
del 18%, y tenemos países donde esa participación es muy baja. En
Paraguay es el 4%, en Ecuador es el 2%. Sobre participación electoral,
Latino barómetro le pregunta a los jóvenes si votaron en las últimas
elecciones y hay países con porcentajes bajísimos: 26% en el caso de
Chile, por poner el ejemplo más paradigmático. De manera que
estamos hablando de porcentajes importantes de jóvenes que no
participan en las plenarias claves y deberíamos estudiar más y mejor
porqué ocurren estas cosas. Hace falta centrar más la mirada en estos
jóvenes.
NL: Ernesto, comparto otra pregunta de quienes nos están
escuchando “¿Considera que la aprobación de Leyes de Juventud
inciden en los proyectos de vida de los jóvenes? ¿Cuál es el rol de
una “buena” Ley de Juventud?”
Creo que las Leyes de Juventud están sobrevaloradas. Mi impresión es
que han servido para poco en los países en los que se han aprobado,
y ha llevado un tiempo enorme para que fueran aprobadas. Creo que
inciden más otras leyes, las más generales, por un aspecto
fundamental y es que las leyes vinculantes tienen más impacto efectivo.
El caso colombiano es elocuente en ese sentido. Hace unos diez años
se hizo una evaluación de impacto sobre la reforma de las pensiones
en las generaciones jóvenes. En principio se podría decir que las leyes
de pensiones tienen que ver centralmente con adultos mayores y no
con jóvenes, sin embargo se demostró que los jóvenes terminaron
pagando doblemente esa reforma, aumentaron las obligaciones
contributivas a los jóvenes activos, a los jóvenes que tienen que
contribuir al financiamiento del sistema de seguridad social y al final del
ciclo van a recibir las peores jubilaciones y pensiones de todas las
generaciones. Es decir, estas leyes probablemente tienen mucho más
impacto que las leyes de juventud. A veces tenemos leyes
contradictorias, por ejemplo el Estatuto de Ciudadanía Juvenil en
Colombia, dice que el graffiti es arte y el Estatuto de Seguridad
Ciudadana que aprobó el mismo Congreso dice que el graffiti es un
delito que hay que castigar.
NL: Para ir cerrando, les leo algunas otras preguntas que nos
están llegando "¿Cómo describen el vínculo de los jóvenes con el
territorio de nuestra región? ¿Consideran que los jóvenes
participan en la conservación del patrimonio natural y cultural?
¿En qué medida los movimientos juveniles encuentran en
los Objetivos del Desarrollo Sostenible un instrumento de
legitimación de sus demandas?"
DA: Respecto al primer punto, creo que es fundamental precisar sobre
qué entendemos por territorio. El territorio para las mujeres jóvenes, por
ejemplo, es parte de su cuerpo y de su condición de género y en ese
sentido se trata de pensar qué implica protegerlo. Los afro
descendientes, o la negritud, entienden el territorio desde una
concepción cultural, de defensa de su vida y de su identidad. Otra es la
concepción que pueden tener los jóvenes indígenas, lo jóvenes
campesinos que trabajan y labran la tierra. Muchas veces esa relación
territorio- joven puede ser muy armónica pero en otras ocasiones es
una relación muy compleja en términos de las condiciones de
habitabilidad y vivencia en esos escenarios.
Frente a la segunda pregunta, es destacable la participación de los
jóvenes respecto al cambio climático. En nuestro país hay un gran
movimiento de jóvenes por la defensa de los acuíferos y de los páramos
en un contexto de reforzamiento de la economía extractiva en nuestro
continente que afecta nuestros territorios y nuestros derechos.
ER: En relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible creo que
hay un gran avance respecto a los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
En los Objetivos de Desarrollo del Milenio, los jóvenes prácticamente
no existían. En cambio, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible hay
varias referencias a los jóvenes. Si bien sigue habiendo pocas
referencias explícitas, ahora hay metas más precisas sobre jóvenes y
adolescentes, relacionadas con educación, salud, empleo,
participación.
Sin embargo, lamentablemente creo que se perdió la oportunidad de
establecer Objetivos de Desarrollo Sostenible desde enfoques
transversales. Los términos de género, por ejemplo, se establecieron
objetivos específicos y se sumó al conjunto una perspectiva transversal
de género. Creo que podríamos haber trabajado mucho mejor con una
perspectiva transversal en términos generacionales. Con todo, creo
que los Objetivos de Desarrollo Sostenible abren una oportunidad para
avanzar en la elaboración de Planes de Juventud más articulados con
los Planes Nacionales de Desarrollo y con los presupuestos públicos.
Actualmente contamos con más y mejores lineamientos para trabajar
en políticas públicas para la juventud. Un ejemplo de esto son los
avances de la OIT en relación con el empleo juvenil. Un momento clave
va a ser la identificación de indicadores y medios de verificación de
cada uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Algo tan simple
como la presentación de la información por grupos quinquenales va a
ayudar a que los jóvenes aparezcan explícitamente en los Objetivos de
Desarrollo Sostenible. Sin embargo, esto es algo que todavía no está
asegurado.

LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA JUVENIL Y LA CUOTA


JOVEN EN LAS ELECCIONES REGIONALES DEL 2014:
NUEVOS ACTORES EN LOS PARTIDOS POLÍTICOS
Resumen
En este artículo se revisa de manera general la participación política de
los jóvenes en el Perú y se analizan los efectos de la aplicación de la
de la cuota2 de jóvenes en la representación política, tomando como
base las elecciones regionales del 2014. Se brindará información
descriptiva sobre la participación de los jóvenes en este sufragio,
además se mostrarán los resultados obtenidos en estos comicios. Aún
con la cuota joven (aplicada a nivel local y regional), los jóvenes, la
población electoral más numerosa del Perú, no obtienen verdadera
representación.
Introducción
Han transcurrido más de 9 años de haberse promulgado la cuota de
jóvenes3 en el Perú y es importante mostrar los efectos que esta cuota
ha dejado en el mapa de la representación política actual, resultante de
estas últimas elecciones –me centraré en las Elecciones Regionales y
Municipales del 2014 (ERM 2014)-. Conocer la participación de los
jóvenes (aplicación de la cuota joven) en las últimas elecciones es el
fin de este artículo. Se entiende por participar “tomar parte” de algo, es
por naturaleza social y compartida. Entonces, la participación política
viene a ser la participación de ciudadanos, instituciones y
organizaciones políticas en un proceso político en el cual se tomen
decisiones y que éstas tengan repercusión a nivel del Sistema Político.
Esta participación esta resguardada por la Constitución Política del
Perú. Empero, la participación política juvenil va más allá de la
“participación electoral”, es decir, no se limita al suceso de ir a las urnas.
Actualmente los jóvenes se están involucrando en los asuntos públicos,
se organizan a través de la sociedad civil y crean mecanismos para ser
escuchados. En el año 2011 se realizó la Primera Encuesta Nacional
de la Juventud, y se obtuvieron los siguientes resultados: el 47.7% de
los jóvenes (de 15 a 29 años) tiene interés en la política, y de ellos solo
el 1.1% militaba en un partido. La participación política juvenil se ha
incrementado en los últimos años a nivel mundial y nuestro país no es
ajeno a este proceso, así, los jóvenes han ido superando el “abandono”
o la “apatía” hacia la política La cuota joven permite la inclusión de
hombres y mujeres jóvenes como candidatos, teniendo como
resultados desde su creación el incremento de la participación política4
de este numeroso sector de la población. Si bien, los jóvenes ocuparon
cargos ejecutivos y partidarios, los resultados electorales nos muestran
que aún los candidatos elegidos no son proporcionales a su población.
En el Perú, los jóvenes (entre 18 y 29 años) constituyen el 31.5%5 de
la población electoral. Con estas dos leyes, Ley del Concejal Joven
(2006) y Ley del Consejero Joven (2009), se busca incluir a los jóvenes
en el poder político, en la toma de decisiones; es decir, mejorar la
representación6 mediante una correcta canalización de demandas.
Entonces, Jave y Uchuypoma (2013) aseguran que “las cuotas son una
medida de acción positiva que asume que existen desigualdades
sociales, económicas, políticas y culturales que impiden una
participación bajo las mismas oportunidades entre grupos sociales e
individuos”. Se entiende a la representación como la “reproducción de
las características sociales y políticas de los representados mediante
los representantes”; además, “abarca la canalización de las demandas
de los representados en políticas públicas propuestas por los
representantes”. Sartori (2002), Cotta (1994) y Pitkin (1985) nos
muestran la misma definición con diferentes términos. Para
introducirnos en este proceso debemos de saber la diferencia entre
inclusión y representación. La inclusión es el derecho a participar en
política, de elegir y ser elegida; mientras que la representación se
refiere explícitamente a actuar bajo los intereses de un colectivo
determinado (cf. León, 2006: web). De este modo, las cuotas jóvenes
(leyes) garantizan la inclusión de los mismos, su participación, mas no
se asegura su representación. Es decir, los partidos respetan la cuota
joven porque no pueden infringir la ley; pero son puestos en los últimos
números de la lista, esos motivos no se van a exponer en este artículo.
Me limitaré a detallar cuál es la presencia actual de los jóvenes en estas
últimas elecciones, es necesario analizar cuál ha sido el impacto de la
cuota joven en este proceso y saber la función de los jóvenes en este
nuevo mapa de representación política. Este artículo brindará
información descriptiva sobre el número de jóvenes que fueron
incluidos en las listas de candidatos en los comicios del 2014. Además,
se analiza la población electa respecto a las candidaturas. En este
trabajo solo se incluye el ámbito regional, dejando de lado las
provincias y distritos. Todo ello en el marco de las Elecciones
Regionales y Municipales del 2014 (ERM 2014).
Los jóvenes y la política
La evidencia en el mundo nos sugiere que los jóvenes participan en
procesos políticos informales, protestas y activismo en su mayoría, y
no están correctamente representados en las instituciones públicas de
su país, por ello, muchos jóvenes no participan regularmente en las
elecciones. Incluir a la juventud en la política formal es importante y
debe de ser efectiva y significativa. Ya existen iniciativas por parte de
las Naciones Unidas y sus organismos afines para que la participación
política juvenil siga en crecimiento, puesto que se han visto buenos
resultados. ¿Por qué incluir a los jóvenes en la política? La respuesta
es sencilla, para mejorar la gobernabilidad democrática, si los jóvenes
se familiarizan con los procesos políticos, los verán atractivos y
accesibles. Los jóvenes deben de colaborar con los procesos políticos
y encabezarlos, así como también participar en procesos consultivos.
No obstante, los Partidos Políticos deben de mostrarse transparentes,
respetar los derechos de los jóvenes a participar, hacer una rendición
de cuentas adecuada, ser accesibles e incluyentes para la juventud.
Los jóvenes y la política en el Perú
En el Perú, los jóvenes no se sienten representados por los Partidos
Políticos y sienten un rechazo hacia la política de manera general,
porque, como lo aseguran, no los “representa”; se refieren a la
representación política y esto implica que unos que representan a un
conjunto, tomen decisiones sobre la vida común y la forma de gobernar
a los sujetos del mundo social (cf. Mujica, 2012: web). Además, la
representación política requiere el principio de responsabilidad. Otros
jóvenes aseguran que no les afecta el rumbo que tome la política, que
es aburrida o que no les da de comer.7 No obstante, la política les ha
ido interesando a los jóvenes, aún con la carencia de valores que
muestran nuestros políticos y la corrupción ya visible. Por ello
Rodríguez (2013: 32) sostiene que los jóvenes sí quieren participar en
la política y que si bien varios autores analizaron la “apatía” juvenil, lo
que se muestra es un enfoque completamente alejado de la supuesta
“apatía”: “Las nuevas generaciones sí quieren participar, siempre y
cuando las ofertas al respecto sean transparentes, estén alejadas de la
manipulación, la corrupción y el clientelismo, y apelen realmente al
ejercicio de derechos ciudadanos, a través de espacios y formatos
atractivos, modernos, que incluyan un uso intensivo de redes sociales
y cuenten con un importante protagonismo de los propios jóvenes.”

POLÍTICAS PÚBLICAS Y LA PARTICIPACIÓN DE LA


JUVENTUD EN EL PERÚ

Los jóvenes entre 18 y 29 años de edad forman el grupo electoral más


numeroso en el Perú y representan 31.5% del electorado (SENAJU,
2015a). La participación de un grupo tan numeroso en el proceso
político no solo habrá de contemplarse como su derecho, sino también
ser motivo de interés para políticos y funcionarios. A fin de cuentas, las
políticas, programas y leyes son herramientas para organizar,
garantizar y aumentar el bienestar de la sociedad; y en el Perú los
jóvenes (de 15 a 29 años de edad) constituyen 26.9% de ella. La
participación en las políticas públicas implica más que votar en
elecciones y militar en un partido político. Un Estado abierto y
transparente deberá involucrar a sus ciudadanos en el proceso de
formulación de políticas públicas (OECD, 2009). En este capítulo se
analiza la participación informal de la sociedad civil joven mediante
organizaciones juveniles, y su compromiso fuera de las vías
tradicionales en forma de militancia partidaria o participación en las
elecciones. Con este tipo de participación el Estado tiene que prestar
mayor atención a la manera de involucrar a los jóvenes, ya que su
experiencia con los procesos de política pública es limitada. La
participación de este sector poblacional requiere esfuerzos tanto de
ellos como de los funcionarios, que suelen ser adultos. Es necesario
que los jóvenes se organicen en torno a temas de su interés y que los
funcionarios abran espacios para ellos y respeten sus opiniones
(Checkoway, 2011). La participación en políticas públicas trae varios
beneficios para los jóvenes, la sociedad y las políticas mismas. La
participación en esta etapa de la vida tiene un impacto duradero en el
comportamiento de los jóvenes como ciudadanos responsables; forma
las competencias sociales y no cognitivas que pueden mejorar la
empleabilidad; ayudar a dar voz a grupos vulnerables, y mejorar el
diseño de políticas públicas (OECD, 2017a). La participación será una
buena fuente de información para los formuladores de políticas, pues,
al incluir en ellas las opiniones y el conocimiento de los jóvenes, podrán
optimizar su eficacia y relevancia. La comunicación entre pares (peer-
to-peer) y el conocimiento local de las necesidades de los jóvenes
contribuirán positivamente a la implementación de programas. Debido
al alto porcentaje de desconfianza en las instituciones (véase el
Capítulo 1), pocos jóvenes muestran un interés activo en la política. A
52% de los jóvenes entre 18 y 24 años de edad no les interesa la
política, no se informan y no participan en asuntos políticos o de la
comunidad; 17% de ellos son escépticos, no son indiferentes a la
política, pero están altamente insatisfechos con la clase política; 8% de
ellos simpatizan con líderes políticos y se informan, pero no participan
activamente en la política; solo 24% de estos jóvenes afirman tener un
alto interés en la política, pero con una mirada crítica hacia los políticos,
y participan en organizaciones comunitarias, sociales o políticas (La
República, 2015). Sin embargo, la modernización del Estado debe
beneficiarse del interés y las ideas de sus ciudadanos; de ahí la
importancia de fomentar el interés, canalizarlo y darle un espacio para
expresarse (OECD, 2001). En este capítulo se exponen los
mecanismos institucionales que rigen la participación de los jóvenes en
los procesos de formulación de políticas públicas. El centro de interés
será la participación informal mediante organizaciones. En el primer
apartado se presenta un panorama de los entes y plataformas estatales
que involucran a los jóvenes. El segundo apartado versa sobre la
preparación para participar en el proceso de políticas públicas que
reciben los jóvenes en las escuelas. Por último, el capítulo se cierra con
la visión de algunos jóvenes sobre su participación en el proceso de
formulación de políticas públicas.

INFLUENCIA DE LAS REDES SOCIALES EN LA


POLITICA

Barcelona. (Redacción).- De todos es sabido que tener presencia en


las redes sociales es fundamental. Con las elecciones a la vuelta de
la esquina, los políticos intensifican su movimiento en ellas o se abren
un perfil, sobre todo en Twitter, donde el debate político es más intenso.
Facebook y Twitter se convierten en un camino directo de
comunicación con los votantes donde los candidatos políticos se lanzan
a la actualización masiva de sus perfiles.
Pero, deben tener presente que las redes sociales son un canal para el
debate, para la conversación, y que tendrán que escuchar, responder
y analizar (con educación y respeto) las voces opuestas que puedan
surgir a lo largo de todo el año, no sólo cuando se acercan las
elecciones.
Una muestra del poder de las redes sociales en el marketing político es
el éxito que tuvo la primera campaña de Obama en EEUU. Y justo
ahora, el presidente de EEUU, ha batido un récord Guiness al
convertirse en la persona que alcanza con más rapidez un millón de
seguidores en Twitter, algo que logró en menos de cinco horas con su
nueva cuenta @POTUS.
Durante estas semanas previas a las elecciones, los políticos se
centran en quién tiene más followers, fans, retweets, conversaciones y
debates más interesantes, pero pasadas las votaciones, muchos
candidatos olvidan sus cuentas. Y aquí es donde cometen el grave
error de usar las redes sociales simplemente unos días cada cuatro
años.
Hace unos días estuvo por el país Katie Stanton, vicepresidenta de
Global Media de Twitter e hizo algunas declaraciones sobre la relación
de los políticos con Twitter, donde señaló que los políticos españoles
están a la cabeza. Le resulta sorprendente cómo en España todos los
candidatos están en Twitter, que hayan entendido que es una
plataforma que les permite conversar con su electorado y favorece una
relación diferente.
Respecto a la manera de twittear, los partidos nuevos tienden a asumir
más riesgos, a compartir e interactuar más y a ser más transparentes.
Tuitean de forma más frecuente. Los tradicionales suelen ser más
cautos y conservadores porque, al estar en el poder, tienen más que
perder.
Destacó la importancia del papel que tiene Twitter para llevar la política
a una franja de edad que muchas veces no se informa por los medios
tradicionales. Ayuda a que sean conscientes de los problemas y de lo
que está en juego, a que conozcan a los candidatos y lo que
representan. Es una herramienta fundamental para animar a votar a
audiencias jóvenes, para hacerles saber que importan y que su voto
cuenta. Por eso, los políticos no sólo tienen que estar presente en las
redes sociales durante el período de campaña electoral, las redes
sociales van más allá. Si el candidato quiere que eso se convierta en
un valor de marca para el futuro, si quiere que las redes sociales
realmente le ayuden a llegar a los votantes, su perfil tendrá que
mantenerse siempre activo y tendrá que seguir interactuando con sus
seguidores.
¿CÓMO INFLUYEN LAS REDES SOCIALES EN
NUESTRA IDEOLOGÍA POLÍTICA?

Que las redes sociales se han convertido en unos de los


principales canales de comunicación del siglo XXI, no es algo que
nos pille de sorpresa. Estas plataformas mundiales se han convertido
en el mayor escaparate de opiniones públicas a nivel mundial, y en
todos los ámbitos que conocemos.
Las redes sociales como Facebook, Twitter o Google+ han trasladado
la interacción y el consumo de medios al plano digital social, reflejando
las motivaciones y preocupaciones de sus miembros, siendo una de
ellas la política.
Según ha publicado Europa Pres en su sección Portátil, el interés por
informaciones de índole política ha acabado por convertir a estas redes
sociales en algo así como portales parapolíticos que, si bien no
nacieron con la intención de albergar este tipo de contenidos, sirven
también de herramienta para incentivar el intercambio y el debate.
Y esta actividad no encuentra grandes diferencias entre personas
afines a una ideología u otra, ni siquiera entre los propios partidos
políticos y sus figuras más destacadas, que han aprendido a sacarle
provecho a las redes sociales para contactar con su potencial
electorado.
Sin embargo, algunos estudios han señalado una serie de cuestiones
que pueden poner en duda, o matizar, las funciones de generación del
debate y pluralidad que puedan ofrecer las redes sociales en cuanto a
contenido político.
Desde la aparición de la prensa de masas, una de las motivaciones que
parece llevar a leer contenido político a los usuarios es la afinidad de
un medio con sus valores y su percepción de la realidad, es decir, el
usuario acudirá al medio de comunicación, o hará caso a aquel
contenido, que refuerce su opinión.
En la era de las redes sociales, esto ha dado un paso más hasta el
punto de que, aun sin darse cuenta y tener intención de hacerlo, el
usuario reduce los contenidos de carácter político a aquellos que
refuerzan su ideología, limitando de esta forma la pluralidad del
material textual o audiovisual al que tiene acceso.
Esta la conclusión a la que ha llegado Facebook a raíz de un estudio
promovido por la compañía y que ha sido publicado en la Revista
Science.
Según explica el estudio, es el propio usuario quien “decide” lo que va
a aparecer en el News Feed de su perfil de Facebook a partir
de elecciones directas sobre lo que ve, pincha o comparte.
Aunque el usuario sea proclive a consultar contenido político afín y no
afín a sus ideas políticas, al final, su alineamiento ideológico tendrá un
reflejo en el contenido que Facebook le irá mostrando a través del
News Feed, lo que implica que cada vez contendrá más contenidos
favorables a su visión del mundo y menos de los que difieren.
El contenido que aparece en el News Feed no es del todo banal,
especialmente si se tiene en cuenta que Facebook es la primera
plataforma a la que acuden los jóvenes para informarse de cuestiones
políticas, por encima incluso de Twitter. Eso sí, la red de ‘microblogging’
parece ser la red social favorita de los periodistas, como se ha
desprendido de un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid.

VII. PROCESOS ELECTORALES Y LA DEMOCRACIA

PROCESOS ELECTORALES

Los procesos electorales son la forma legal y pacífica para disputar y


discutir, en el terreno político, las diferencias ideológicas y de
principios de diferentes partidos políticos que contienden, durante una
elección, por el poder público. Las elecciones son, ciertamente, un
instrumento clave para designar gobernantes mediante la participación
de la ciudadanía y la interacción entre partidos y grupos políticos.
Una de las características fundamentales de las sociedades
democráticas es la realización de elecciones libres. Hoy en día y como
resultado de las demandas sociales por una mayor democracia, en
gran parte de las naciones los procesos electorales ocupan un lugar
importante del espacio político. Se puede decir que en muchos países,
la mayoría de los ciudadanos cree que sólo se relaciona con la política
cuando participa en las elecciones.
La función de los procesos electorales es crear condiciones para que
exista limpieza y legitimidad en la elección de los gobiernos. En los
últimos años se ha expresado el reconocimiento mundial a los avances
y transformaciones políticas en los países en los que los procesos
electorales han jugado un papel relevante. Los resultados obtenidos
mediante ellos contrastan con los cambios políticos logrados por
medios no institucionales en los que la violencia se manifiesta, como
sucede en los golpes de Estado.
Las elecciones, es decir, el acto de votar, constituyen solamente una
de las condiciones necesarias para cumplir con los fines de la
democracia. La existencia de instituciones, el estado de derecho, el
respeto a las leyes, la libertad y autonomía de prensa, son otras de las
condiciones para la vida democrática de un país.
Las elecciones son necesarias por una razón muy importante: es
imposible que una sociedad entera pueda tomar decisiones de manera
unánime, adecuada y oportuna. Se requiere por tanto de dar cierto
poder de decisión a un individuo o a un grupo de ellos, para que, como
representantes del pueblo, gobiernen en favor de los intereses de toda
la población.
A través de los procesos electorales es posible no sólo elegir, sino
sustituir pacíficamente a un partido o a un candidato que, por cualquier
motivo, cause inconformidad en sus electores y castigar, de esa misma
forma, las malas decisiones en las que éste haya incurrido.
Esto representa para la población contar con un medio indirecto de
control de la actuación de sus gobernantes quienes, al saber que el
electorado puede en cualquier momento retirarles su apoyo, están
obligados en alguna medida a moderarse en el ejercicio del poder y a
tomar en cuenta las opiniones y demandas de sus electores.
En los países democráticos las elecciones se hacen regular y
periódicamente, para permitir a los ciudadanos hacer una evaluación
del desempeño de sus representantes, ratificando sus cargos o
sustituyéndolos por otros.
Para que los procesos electorales sean confiables y las autoridades y
los gobernantes elegidos mediante ellos se consideren legítimos, los
procesos deben cumplir con algunos requisitos indispensables:

a. Deben someterse a la competencia todos los cargos en


todos los niveles de poder.
b. Las elecciones deben poder llevarse a cabo de manera
enteramente libre por los ciudadanos y con pleno respeto
a su voluntad.
c. Se requieren reglas y condiciones que garanticen
imparcialidad y limpieza de las elecciones.
d. El electorado, es decir, el sector de la población con
derecho a sufragar, debe ampliarse a toda la población
adulta, sin distinción de sexo, raza, costumbres o posición
social.

SISTEMA ELECTORAL DEL PERÚ

El Sistema Electoral es el nombre que da la Constitución política del


Perú al conjunto de instituciones encargadas de la organización,
planificación y ejecución de los distintos procesos electorales que se
llevan a cabo en el país. Todas ellas tienen su sede en la capital, Lima.
Historia
En los inicios de la República, la tarea de organizar y llevar adelante
las elecciones era una labor que se repartían tanto el Poder
ejecutivo como el Poder Legislativo. Recién en los años 1930, con la
creación del Jurado Nacional de Elecciones es que se tuvo un ente
autónomo e independiente encargado de asumir las tareas
electorales. De esa manera, este organismo asumió la labor de crear
el padrón de todos los ciudadanos peruanos, otorgarles su cédula de
identidad (denominada antiguamente Libreta Electoral), coordinar
todas las necesidades logísticas antes, durante y después de los
procesos eleccionarios y, finalmente, realizar el escrutino y proclamar
los resultados. Asimismo tuvo facultades jurisdiccionales para resolver
los asuntos contenciosos que sobre materia electoral se presentaban.
Con la promulgación de la Constitución de 1993 (aprobada por mayoría
popular en consulta libre y democrática en el referéndum de 1993), el
Jurado Nacional de Elecciones fue dividido en tres organismos
distintos, formando así lo que actualmente se conoce como el Sistema
Electoralf.
Entidades que lo conforman
El Sistema Electoral está conformado por las siguientes entidades:

Jurado Nacional de Elecciones - JNE


Dedicado a administrar e impartir justicia electoral y fiscalizar la
legalidad de los procesos electorales.
Oficina Nacional de Procesos Electorales - ONPE
Dedicada a organizar y ejecutar los procesos electorales, dictar
disposiciones para mantener el orden y la protección de las personas
durante elecciones.
Registro Nacional de Identificación y Estado Civil - RENIEC
Dedicado a preparar y actualizar el padrón electoral en coordinación
con la ONPE. Este proceso se lleva a cabo cada 15 años.

CONCLUSIÓN

Su influencia en la sociedad es notoria y representa un caso serio, ya


que las personas en la actualidad interactúan más por medio de
ordenadores a través de las redes y no en persona, y eso con el tiempo
cambia la actitud de las personas haciéndoles un mal, pues la realidad
es una y la vida virtual otra muy diferente.
Las personas suelen aparentar en las redes lo que quisieran ser en la
realidad, y la cuestión es ¿por qué hacerlo por medio de redes
sociales, cuando puedes luchar por ello en la vida real? Si bien cuesta
trabajo, no es imposible si se le pone todo el esfuerzo.
En la actualidad las personas conviven más por medio de las redes
haciendo de esta un uso obligatorio para ser aceptado en la sociedad,
y eso está mal, pues la verdadera vida social es la que obtenemos al
estar platicando y conviviendo con un grupo de personas, saliendo
continuamente y poniéndose al día.
Las redes no son malas si su uso es adecuado, como son el ponerse
en contacto con familiares que viven en diferentes ciudades e incluso
con amigos con los que hemos perdido el contacto. Si bien tiene
distractores y cosas que nos agradan, pasar la mayor parte de nuestro
tiempo en esas redes nos aísla de las personas que nos rodean y
afecta en nuestra autoestima y seguridad personal.

VIII. BIBLIOGRAFIAS

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