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HOJA INFORMACION TECNICA ISSN: 2525-1961

INTA AER Río Primero

Nº 8 – Febrero de 2018

"2018 - Año del Centenario de la Reforma Universitaria”

Producción y preservación de semillas hortícolas


cultivadas en la huerta familiar

Ingº Agrº Erik Germán Buxmann


Asesor Técnico PRO-HUERTA
Agencia de Extensión Rural INTA Río Primero
Febrero de 2018
Índice

Introducción………………………………………………………………… Pág. 3

Obtención de semillas……………………………………………………… Pág. 4

Polinización………………………………………………………………… Pág. 5

Aislamiento y rotación…………………………………………………….. Pág. 6

Componentes abióticos que afectan la producción de semillas hortícolas Pág. 6

¿Cuándo cosechar nuestras semillas? …………………………………. Pág. 7

Consejos para la recolección y almacenamiento de semillas………… Pág. 10

Rendimiento de Semillas por Especies …………………………………. Pág. 13

Comentarios Finales…………………………………….……………...... Pág. 14

Bibliografía………………………………………………………………….. Pág. 15

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Introducción

El Pro Huerta es un Programa Nacional articulado conjuntamente entre el Ministerio


de Desarrollo Social y el INTA, incluido desde el año 2003 en el Plan Nacional de
Seguridad Alimentaria. El objetivo del Programa es mejorar la seguridad y la soberanía
alimentaria además de favorecer la participación y organización de sectores vulnerables
de la población.

En los últimos años, el Pro Huerta ha comenzado a trabajar de manera más


intensiva en la autoproducción de semillas con el objetivo de difundir, entre las huertas del
Programa, una forma sencilla de adquirir semillas en pequeñas superficies de suelo
urbano, periurbano y rural buscando diversificación y mejora de la alimentación. Además
de contribuir la conservación y el mantenimiento de la biodiversidad en la agricultura a
nivel familiar.

En este contexto una alternativa de importancia para la producción familiar, es


también comenzar a recuperar y conservar variedades locales o rurales del territorio, que
se adaptan mejor al suelo y clima de ese lugar otorgando mayor garantía de éxito en la
huerta.

Para alcanzar este objetivo, es necesario fortalecer las capacidades de los


beneficiarios del Programa (productores, técnicos, promotores) a través de la formación
sobre las técnicas de producción de semillas hortícolas. Para ello también será
imprescindible confeccionar documentos técnicos que servirán de referencia y guía para
los distintos usuarios.

Se considera relevante la promoción de la autoproducción de semillas hortícolas


mediante charlas, talleres, capacitaciones y difusión de su utilidad, como así también
asegurar el acceso de los materiales de siembra a cada vez mayor número de familias
rurales y urbanas.

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Obtención de semillas

El uso de semillas obtenidas de la huerta es una manera sencilla de garantizar su


disponibilidad en la fecha deseada en siembras futuras. Muchas veces se torna difícil
conseguir este insumo debido a la escasez en la zona o su elevado costo. Por ello
debemos tener en cuenta algunas consideraciones para lograr el éxito en la producción.

El sitio seleccionado para producir semillas debe ser diferente al que se utilizará
para el consumo de hortalizas, ya que los tiempos de ambos son distintos. Esto significa
que si se desea producir semillas, ocupará más tiempo (por su ciclo de vida) en la huerta
que si sembramos otra variedad con destino al consumo. Por este motivo, es conveniente
elegir un área en la huerta que se destinará a la autoproducción de semillas y otra a la
autoproducción de alimentos.

La distancia de siembra entre dos plantas con destino a la producción de semillas


es mayor en comparación con cultivos destinados al consumo, debido a que el tamaño
final de la planta es el doble o triple; por ello, se recomienda duplicar la distancia normal
entre plantas. Además, debe existir una distancia considerable si queremos producir
semillas entre variedades de una misma especie o especies botánicas muy cercanas, ya
que se corre un gran riesgo de que sucedan cruzamientos no deseados. Esto puede
ocurrir, por ejemplo, si se deja florecer y semillar plantas muy próximas entre sí de acelga
y remolacha, o si se planta un ají picante y un pimiento de variedad dulce. En las
siguientes páginas se detallaran por cada especie la distancia recomendada.

Polinización
Una vez que la planta florece, el polen (masculino) debe estar en contacto con el
óvulo (femenino) del ovario para que se dé la fecundación. Si el polen proviene de una flor
de la misma planta, se llaman autógamas. Es decir, ocurre una autopolinización y
autofecundación. Por otro lado, si el polen proviene de otra planta que pertenece a la
misma especie, se denominan alógamas.

Foto N° 1: Flor de Cucurbita maxima var. zapallito Foto N° 2: Flor de achicoria (Cichorium
redondo de tronco con abejas polinizando. intybus).

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Existen muchas plantas autógamas que tienen un cierto grado de alogámia,
significa que muchas de sus flores pueden estar fecundadas por polen de otras flores.
Un agente muy importante que favorece la producción de semillas son los insectos, los
que cumplen un rol en la polinización. Algunos de estos insectos son: las hormigas,
abejas, avispas, moscas, mariposas, entre otros.

Los factores ambientales como el agua y el viento también son considerados como
medios que facilitan la polinización.

Tabla 1. Clasificación de las especies hortícolas según el tipo de fecundación y


polinización.

Reproducción Sexual

Alógama (polinización cruzada) Autógama


Por el viento Por insectos (autopolinización)
Acelga 
Achicoria  
Albahaca 
Arveja 
Apio 
Berenjena 
Calabaza 
Cebolla 
Espinaca 
Haba 
Lechuga 
Maíz  
Pepino 
Perejil 
Pimiento  
Poroto 
Puerro 
Rabanito 
Remolacha  
Rúcula 
Tomate  
Zanahoria 

Considerando que el espacio en las huertas familiares en muchos casos es reducido y


que las plantas alógamas necesitan mayor distancia para mantenerlas aisladas e impedir
cruzamientos no deseados, debemos tener algunos recaudos. Uno de ellos es hacer
aislamientos en el tiempo para evitar la superposición de floración a través de siembras
en diferentes fechas. También se puede emplear variedades que requieran distintas
cantidades de días para completar su ciclo de desarrollo o el uso de una sola especie por
ciclo de cultivo.

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Aislamiento y rotación

La elección del terreno que se destinará para la siembra y producción de semillas


es un parámetro importante a considerar. El aislamiento de plantas alógamas en una
práctica que consiste en separar plantas seleccionadas para evitar cruzamientos no
deseados en la floración. Se puede aislar de diferentes maneras como por ejemplo a
través barreras físicas artificiales o naturales. Otra forma de aislar es respetando una
distancia recomendada por especie.
La rotación de cultivos es una estrategia de manejo que colabora el
aprovechamiento de la fertilidad del suelo y previene enfermedades. Además evita que las
semillas provenientes del cultivo anterior se desarrollen conjuntamente con el cultivar
seleccionado.

Componentes abióticos que afectan la producción de semillas


hortícolas

El agua: es un factor limitante que no se debe descuidar porque puede reducir la


producción y calidad de nuestras semillas. En general la etapa más crítica que el agua no
puede faltar ocurre al inicio de la floración y finaliza con la madurez de frutos y semillas.
Todo este tiempo las plantas necesitarán riegos continuos por lo que sugiere una
frecuencia semanal de riego de 2 a 3 veces durante el verano o épocas de mucho calor y
1 vez en invierno o en épocas más frías. Si dejamos en ese período considerado como
crítico faltar agua a las plantas, es probable que afecte de manera negativa la formación y
madurez de los frutos o semillas. A partir de la madurez o cuando las flores empiezan a
secarse se debe suspender el riego, para estimular en la planta la migración de los
nutrientes hacia las semillas.

La luz: el sol favorece en general al desarrollo del vegetal y a la formación de


semillas, por lo que las plantas deben estar expuestas al sol el mayor tiempo posible.

El viento: juega un rol muy importante en aquellas plantas que necesitan este
medio para polinizar. Sin embargo, en algunas especies es perjudicial ya que puede
causar cruzamientos no deseados. De allí la importancia de las barreras.

Temperatura: las plantas requieren de cierta temperatura para producir semillas.


Por ello, se debe respetar las estaciones del año y el momento de siembra de cada
especie.

Fertilidad del suelo: existe una correlación entre fertilidad, el crecimiento del fruto
y de la semilla. Una nutrición adecuada incrementa la cantidad de producción de fruto y el
tamaño de estos, así como de las semillas. La manera de lograr una nutrición equilibrada
es mediante rotación, intentando que exista un intervalo de tiempo importante desde la
última vez que se sembró la misma especie de la que vamos a obtener semilla. También
contribuye a la fertilidad la incorporación de abonos.

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¿Cuándo cosechar nuestras semillas?

El momento de recolección depende del tipo de hortaliza que se trate. Existen


diferentes tipos de frutos, aquellos que al madurar se abren y sus semillas se desprenden
con facilidad, como por ejemplo en la lechuga, otros que al llegar a su madurez no se
abren. En el primer caso, una alternativa para evitar la caída y pérdida de semillas al
suelo es colocar a la vara floral antes de su madurez una bolsa de tipo yute, tul o nylon
atando cuidadosamente la boca con una piola sobre el eje de la planta. Debemos tener en
cuenta de que la bolsa tenga porosidad para permitir la circulación de aire y así reducir la
humedad de nuestras semillas, evitando la contaminación principalmente por hongos.
También existen frutos llamados carnosos donde sus semillas se encuentran envueltas
por una “pulpa” como por ejemplo el tomate.
A continuación se mencionan algunas formas de extracción de las semillas para luego ser
acondicionadas.

Foto N° 3: Semillas de acelga Foto N° 4: Vara floral de “ajo chino”


(Beta vulgaris var.cicla) secas en (Allium tuberosum) cubierta con tul
su vara. blanco.

Plantas Alógamas

Acelga y Remolacha: Florecen sobre una vara floral en la que se desarrollan sus frutos.
Cada fruto (glomérulos) contiene alrededor de tres a cuatro semillas. Corresponden a una
misma familia, como hemos dicho antes, se cruzan con gran facilidad, por lo que no se
recomienda producir semillas de ambas especies al mismo tiempo ya que requiere de una
gran distancia para aislarlas y en nuestra huerta familiar no nos alcanzaría. El momento
de recolección se realiza cuando la vara comienza a secarse.
Mediante ensayos de pequeñas parcelas realizadas en distintas localidades del
departamento Rio Primero, se registró que dejando florecer una planta de acelga produce
en promedio alrededor de 80 gramos. Esto significa que podríamos obtener por planta
alrededor de 27 bolsitas de (3 gramos) que representa las entregadas por kits de semillas
del Programa Pro Huerta.

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Cebolla: Se pueden obtener semillas de diferentes formas; una de ellas es dejar en la
huerta hasta que emitan un ramillete floral en su parte central, se corta y coloca en un
lugar aireado y a la sombra para que se sequen. Luego, se separan las semillas de color
negro de los restos florales y se guarda en un lugar seco.
El momento de corte de la vara floral es cuando aparezcan los primeros frutos abiertos.
Es muy importante no dejar pasar más tiempo porque las semillas se caerán y
perderemos gran parte de ellas.
Otra forma de obtener semillas de manera más rápida es mediante la técnica semilla-
bulbo-semilla. Se seleccionan los bulbos de mejor tamaño, color y sanidad para después
volver a sembrarlos en la época correspondiente. Luego se realiza lo mismo para la
recolección y secado de semillas.

Maíz dulce: Se dejan las mejores mazorcas hasta que estén completamente secas y
duras. Luego se arrancan, se cortan los extremos, se desgrana la parte media y se
guarda. Debemos considerar que si el objetivo es obtener semillas, las plantas tienen que
estar aisladas de otros maíces como por ejemplo el amarillo en por lo menos 200 metros
a la redonda porque ocurrirán cruzamientos no deseados y nuestra próxima planta dará
origen a choclos de diferente sabor y color al originario.

Melón, calabaza, sandía, zapallito, zapallo y pepinos: Es muy importante considerar la


distancia de aislamiento entre cultivares porque al ser todas de una misma familia
(Cucurbitáceas) y siendo la abeja el principal polinizador, se cruzan con mucha facilidad
los cultivares de una misma especie. El momento de cosecha ocurre cuando el fruto ya
está maduro es decir, cuando alcanzan su máximo tamaño. En el caso puntual de
zapallito, la coloración verde intensa y su cascara dura nos indica que el fruto ya está
maduro.
Se extraen las semillas de los frutos maduros haciendo un corte transversal, se lava, se
seca a la sombra y se guardan en bolsitas de trapo, fuera del alcance de los roedores. La
distancia ideal de aislamiento es de 2500 metros pero considerando la superficie de las
huertas familiares, se pueden usar barreras naturales por ejemplo, cultivos más altos
como el maíz, la construcción de túneles como barreras artificiales.

Pimiento: Como ya se ha mencionado al principio, los cruzamientos ocurren con mucha


facilidad y debemos tener cuidado. La distancia de aislamiento entre una variedad de
pimiento y otra debe ser como mínima 600 metros por lo que se recomienda trabajar con
una sola variedad o especie por campaña. Se dejan madurar los frutos en la planta hasta
que estén marchitándose. Luego se parten, se extraen las semillas, se secan sobre un
papel en un lugar fresco y a la sombra y por último se guardan.

Rabanito, repollo y rúcula: A estas especies las dejamos en la huerta hasta que emitan
la vara floral, donde se alojan las semillas. Hay que aclarar que presentan una
maduración despareja por lo tanto, la cosecha se inicia cuando la mitad de la
inflorescencia se encuentra madura. Las semillas toman una coloración marrón. Se debe
observar la parte basal de la vara floral para su recolección. Luego se corta y se dejan
orear en un lugar a la sombra, con buena ventilación y protegidas. Recordar que al ser de
polinización cruzada, es importante respetar la distancia de aislamiento. Se sugiere
alrededor de 2500 metros de distancia entre especie.

Zanahoria, perejil, hinojo, apio: Al pertenecer todas a una misma familia, el método de
recolección es similar. Presentan una floración escalonada por lo que se debe cosechar
de manera anticipada. Su vara floral está compuesta por varias umbelas que contienen a
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las semillas. Es importante poder seleccionar las primeras umbelas formadas o las que
presenten mayor tamaño, éstas serán las primeras en madurar. Una vez alcanzada la
madurez (cuando la inflorescencia presenta un color pardo) se corta y luego se colocan
en bolsas de tela para que se terminen de secar.

Foto N° 5 Semillas de pimiento (Capsicum annuum L.) maduras.

Plantas Autógamas

Berenjena: Se debe dejar los frutos en la planta hasta que se encojan, arruguen o caigan.
Luego para separar la pulpa se cortan en cuadraditos, agregar agua y mezclar dentro de
un recipiente. Al día siguiente las semillas quedarán depositadas en el fondo del mismo
aquellas semillas que serán útiles para la próxima siembra. Por último se las retira y deja
a secar.

Lechuga: Una vez producida la vara floral, el momento de cosecha se realiza cuando
más de la mitad de la inflorescencia ha formado un aspecto tipo “plumoso”. Se sugiere no
dejar pasar más tiempo porque las semillas se caerán con mucha facilidad. Por ello, se
puede cubrir las inflorescencias con bolsas de papel y atarlas al tallo, esto se hace
apenas se observa que las semillas se desprenden por acción del viento.
Las variedades de lechuga que forman cabeza suelen tener un problema para la emisión
de la vara floral, por ello debemos quitar las hojas basales que cubren el ápice de la
planta o bien cortar de manera trasversal la parte superior de la cabeza.

Porotos, arvejas y habas: Las legumbres se cosechan cuando las vainas están casi
secas, quebradizas y las semillas duras. Se desgranan las chauchas, se dejan secar las
semillas a la sombra y se guardan en un frasco cerrado.

Tomate: Una vez que el fruto se ha tornado de color rojo parejo, se debe cortar. Es un
fruto carnoso que requiere de una etapa previa al secado. Una de las formas de hacerlo
es cortar la fruta de manera transversal con cuidado y retirar las semillas con que se
encuentran rodeadas por una sustancia gelatinosa. Para quitar esa sustancia, se puede
colocar en un tamiz o un colador las semillas sin la pulpa y se lava con agua de la canilla.
Una vez realizado este procedimiento ya se pueden dejar secar las semillas en un papel
absorbente o tela. Otra manera que también da buenos resultados es cortar los tomates
en trozos pequeños y se pone a fermentar con un poco de agua en un frasco durante dos
o tres días, luego se lava el residuo y se recogen las semillas. Esta técnica mediante de
fermentación permite generar un medio que causará la muerte de muchos patógenos

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presentes. Por últimos, se ponen a secar a la sombra y se guarda en bolsa de papel o
frasco de vidrio.

Consejos para la recolección y almacenamiento de semillas

Una vez que cosechadas las semillas, éstas deben ser acondicionadas y
almacenadas. Este proceso incluye diferentes fases que tienen en común evitar el
deterioro de la calidad de las semillas logradas.

Selección

Es recomendable juntar semillas de varias plantas para asegurar la variabilidad


genética y que la planta que se seleccione presente características sobresalientes,
vigorosas, que se distingan del resto con un buen desarrollo. Siempre se deben
seleccionar aquellos frutos o semillas que se encuentren sanos, es decir, sin hongos, que
no estén quebrados o presenten anormalidades.
El momento de cosecha va depender del tipo de especie, como ya se ha descripto.

Desinfección

Las semillas pueden estar contaminadas antes o después de la cosecha con


bacterias, hongos o virus. Para reducir la presencia de bacterias y hongos se pueden
sumergir las semillas en un recipiente que contenga lavandina y agua en una proporción
de 200 ml en 1 l, respectivamente durante 20 minutos. Luego se deben colar las semillas
y hacer dos a tres enjuagues con agua de la canilla. Esta técnica se suele emplear para
aquellos frutos suculentos o carnosos como en el caso del tomate, zapallo, berenjena,
pepino, entre otros.

Secado

Una vez recogido los frutos y desinfectados, se debe extraer lo antes posible sus
semillas para secarlas y de esta manera reducir su alto nivel de humedad evitando la
formación de bacterias y hongos. El método más sencillo es con buena aireación en un
ambiente seco. Se pueden colocar las semillas en papel de diario en un sector que haya
buena ventilación, que estén siempre a la sombra y protegidas. Nunca colocar las
semillas dentro de una bolsa de polietileno.
El período de tiempo de secado puede variar acorde a las condiciones climáticas
de la zona y el contenido de humedad que tengan las semillas pero, a nivel general, se
dejan 10 días como mínimo para posteriormente pasarlas a bolsas de papel, arpillera o de
tela. Tener en cuenta que durante la noche, por lo general la humedad ambiental suele
aumentar. Si se logran secar correctamente las semillas prolongaremos su vida útil.
Para acelerar el proceso de secado y acortar tiempos, se pueden emplear
diferentes desecantes que irán dentro de un recipiente hermético, como por ejemplo
arroz, maíz, carbón vegetal entre otros. Es fundamental que el desecante este
completamente seco. El tiempo que dejaremos el desecante va estar determinado por la
cantidad de semillas que vamos a guardar y el tamaño de las mismas.
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Foto N° 6: a la izquierda sobres de papel madera con rótulos, a la derecha frascos herméticos de plástico,
etiquetas adhesivas de papel para rotular y sobres de papel madera.

Almacenamiento

Una vez hecho el desecado, se deben eliminar todas las impurezas (restos de
planta, semillas dañadas, deformes o vacías) para reducir contaminaciones. Las semillas
se deben guardar en un lugar apropiado que garantice su periodo de latencia (tiempo en
que la semilla permanece deshidratada). Es fundamental considerar dos factores que
están relacionados entre sí, la temperatura y humedad de almacenamiento.

El ambiente participa en la vitalidad de las semillas es por ello deben permanecer


en un ambiente fresco entre los 5° y 25° C y seco, con un contenido de humedad menor al
12%. Si se conservan semillas con elevado contenido de humedad y altas temperaturas
se estará generando condiciones que inducirán la germinación o la presencia de
microorganismo e insectos. Por eso en esta etapa hay que ser precavidos para evitar el
deterioro de las semillas.

Para guardar las semillas se pueden utilizar frascos de vidrio o de plástico, lo


importante es que sean herméticos para impedir el ingreso de humedad. Por último,
etiquetar cada frasco con la fecha de cosecha, variedad y % de germinación.

El lugar para guardarlas puede ser en un armario, un cajón o en la heladera. La


duración de nuestras semillas va depender de las condiciones de almacenamiento.
También va estar influenciada por la calidad de las plantas que seleccionamos.

A continuación se menciona la vida útil aproximada de las diferentes especies que


cosechamos en nuestra huerta familiar:

 Vida corta a media (1 a 3 años): Arveja, berenjena, cebolla, haba, lechuga, melón,
pepino, pimiento, poroto, rabanito, repollo, rúcula, zanahoria, zapallo.

 Vida larga (más de 3 años): acelga, apio, perejil, remolacha, tomate.

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Foto N° 7: envases de vidrio con tapa roja y envases de plástico con tapas amarilla o blanca.

¿Cómo saber si nuestras semillas todavía sirven o no?

Las semillas tienen una vida útil y es por ello que se debe generar el mejor medio
para poder prolongar su vida.

Una prueba que puede hacer de manera fácil para poder saber cuál será el
comportamiento de nuestras semillas a campo, es mediante la determinación del poder
germinativo. El poder germinativo indica el porcentaje de plantas normales que van a
germinar. De nuestras semillas recolectadas podemos tomar 30 semillas y se colocan en
un recipiente con rollo de cocina, algodón, o arena. Posteriormente se humedece y cubre
nuevamente con el mismo material humedecido. Por último se lleva a las semillas a un
lugar cálido.

Se considera que si las semillas


que germinaron tienen un porcentaje
mayor a 80% es decir, germinaron 24
semillas o más, se recomienda
sembrar. En el caso de que el
porcentaje de germinación sea inferior
a 80%, se recomienda sembrar más
semillas para cubrir las fallas. Si el
porcentaje de fallas (semillas que no
han germinado) es de 50% o más, no
se recomienda usar esas semillas.

Foto N° 8: Semillas de remolacha (Beta


vulgaris var. conditiva) germinando en arena.

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Tabla Nº 2- Rendimientos de semillas por especies

Cultivo Recomendación para la Huerta Familiar

Acelga Por cada planta de acelga que destine a la producción de semilla se obtendrán
cerca de 110 gramos de “semillas” (fruto que contiene 3 a 4 semillas). Esto
significa que dejando dos plantas es suficiente para autoabastecerse.

Berenjena Produce cerca de 150 semillas por fruto. Con un fruto es suficiente para
obtener semillas con destino a la próxima siembra.

Cebolla Se estima que por planta se obtienen alrededor de 2.000 semillas. Por lo
tanto, es suficiente destinar no más de dos plantas para la producción de
semillas.

Lechuga Si se deja florecer sólo una planta de lechuga se obtienen hasta 3.000
semillas (4 gramos). Dejando una o dos plantas es suficiente para producir
semillas y autoabastecerse.

Perejil Una planta de perejil produce muchas semillas. Dejando una o dos plantas
será suficiente para tener la semilla necesaria para varias siembras futuras.

Pimiento El rendimiento aproximado por pimiento es de 0,7 gramos de semillas. Si se


consideran 60 semillas por fruto, con uno o dos frutos destinados a producir
semilla son suficientes para la siguiente siembra.

Poroto El número es variable acorde a la variedad pero se fija un promedio de 4 a 6


semillas por vaina. Considerando 10 vainas por planta entonces es posible
abastecerse de 60 semillas aproximadamente por cada planta de poroto para
producir semillas.

Rabanito Por planta destinada a la producción de semillas hay que considerar cerca de
500 semillas. Entonces, con una planta, es suficiente para obtener un buen
número de ellas.

Remolacha Por cada planta que se destine a la producción de semilla se obtendrá cerca
de 30-40 semillas por vara floral.

Repollo Por cada planta con destino a la producción de semillas es posible obtener 6-
10 gramos de estas, equivalentes a unas 3.000 semillas. Considerando el
elevado número de semillas por planta, dejando no más de una o dos plantas
para esta función es suficiente.

Tomate En tomates el rendimiento se estima alrededor de 150 semillas por fruto.


Considerando que no todas germinarán, se estiman 2 frutos para obtener la
semilla necesaria para la próxima siembra.

Zanahoria El rendimiento estimado por inflorescencias de zanahoria corresponde a 6


gramos de semilla. Si se considera el número de semillas por gramo, cada
planta de zanahoria significaría cerca de 4.500 semillas, por ende con una
planta destinada a la producción es más que suficiente para varias siembras
futuras.

Zapallo El rendimiento corresponde a 5-7 gramos de semillas por fruto, equivalentes a


25 semillas dependiendo de la variedad.

Fuente: Ugas R., Raymond G. y Giaconi V. 2011

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Comentarios Finales

Se elaboró esta cartilla con el fin de brindar a las familias y productores una herramienta
más acerca de la autoproducción de semillas hortícolas. Se aportan así diferentes
técnicas desde lo general a lo particular y de fácil aplicación.

Considerando la importancia de percibir semillas de calidad para la producción de huertas


urbanas y rurales, generando así alimentos en pequeña escala, se deja asimismo el
desafío de realizar las adaptaciones de acuerdo a realidad cultural de cada región.

Siguiendo las recomendaciones descriptas en cada etapa de la Cartilla, podrán producir


sus propias semillas y disponer de las mismas en el momento de siembra respetando el
calendario de siembra de la zona.

Se sugiere empezar con especies que tienen una mayor adaptación en la zona,
seleccionando los mejores ejemplares.

También es aconsejable la adopción de hábitos de


observación, recolección y registro simple de datos
como los de clima (milimetrajes de lluvias,
temperaturas, índice de humedad), presencia de
malezas, insectos dañinos y benéficos, ocurrencia
de enfermedades, ciclos de las especies a recolectar
semillas, etc.

Esta labor que puede parecer tediosa, nos darán –


con el tiempo- una serie de datos que serán de suma
utilidad en el ajuste y mejoramiento de decisiones
que nos permitirán disponer de cultivos sanos,
vigorosos y con buenas posibilidades de ofrecernos
semillas para siembras futuras.

Se puede decir que de las semillas ofrecidas por los


kits del Programa, dejar semillar algunas plantas, es
asegurarse una futura siembra en tiempo y forma.

Foto N° 9: Varas florales de Albahaca


(Ocimum basilicum).

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Bibliografía:

- Argerich C. y Gaviola J. 1995. Manual de producción de semillas hortícolas.


Tomate. INTA EEA La Consulta. Fascículo 4.

- FAO 2011. Manual técnico de Producción Artesanal de Semillas de Hortalizas para


la Huerta Familiar. Oficina Regional para América Latina y el Caribe. Santiago,
Chile.

- Fenwick K. 1987. Seed Production of Agricultural Crops. Longman Scientific & Technical
227 pp.

- Galindez G., Menendez M., Clausen A. y Ferrer M. 2010. Como acondicionar, almacenar y
conservar semillas. EEA-INTA-Salta. Banco Activo del NOA

- George R. 1989. Producción de semillas de plantas hortícolas. Ediciones Mundi Prensa.


Madrid.

- Gold K., León-Lobos P. y Way M. 2004. Manual de recolección de semillas de plantas


silvestres para la conservación a largo plazo y restauración ecológica. Instituto de
Investigaciones Agropecuarias. Centro Regional de Investigación INTIHUASI (ed). La
Serena, Chile.

- http://ecosiembra.blogspot.com.ar/2014/12/consideraciones-para-la-auto-produccion.html
Consultado el 2 enero de 2018.

- http://www.lavidrieradecasilda.com.ar/lv/agro/315-autoproduccion-de-semillas-hortalizas-
de-hoja-y-de-fruto.html Consultado el 2 enero de 2018.

- Millán N. y Gaviola J. 1991. Manual de producción de semillas hortícolas. Lechuga. INTA


EEA La Consulta. Fasículo 4

- Rashid M. y Singh D. 2000. A Manual on Vegetable Seed Production in Bangladesh.


Horticulture Research Institute. Bangladesh

- Rosello J. 2003. Recolección de semillas. Como obtener tus propias semillas. La fertilidad
de la tierra.

- Rubio M. 2012. Autoproduccion de semillas horticolas. – 1ª ed. Buenos Aires: Ediciones


INTA. 29 p.

- Saavedra Del Real G. 2013. Producción de hortalizas para la República de Guinea


Ecuatorial. (FAO) Oficina Subregional para África Central.

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