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OPORTUNIDADES Y RIESGOS DE LA GLOBALIZACIÓN PARA COLOMBIA

Realmente la Globalización, es un tema controversial, como hemos visto en el texto, varios


autores dan su punto de vista sobre este. Es normal que cada uno desde su persección
hablen de los riesgos y las oportunidades que la globalización trae al mundo entero.

Los autores citados como Garay, Ocampo, Holmes y otros hablan de la globalización,
dando conceptos que se a acercan a describirla como un proceso político, económico,
social, cultural y ecológico que está teniendo lugar actualmente a nivel mundial, que posee
una intensión progresiva, de crecimiento, apertura económica, enlaces culturales y
sociales; que tiene que ver con la articulación de un sistema económico liderado por las
empresas multinacionales, la extensión de los medios de comunicación y la implantación de
una cultura uniforme para todos los países. Pero se puede notar, que estos autores, están
inconformes con el desarrollo de este proceso de integración, porque según ellos, existen
otros intereses que no benefician a los vinculados, es más, marginan a los países y lugares
del mundo que no pueden entrar en la circulación de la economía, tecnología, la educación
y otros aspectos que hacen posible el desarrollo de los mismos.

Se puede justificar lo anterior cuando, Garay dice que: “la globalización es un proceso
contradictorio, desigual, discontinuo…”.

Ocampos opina que la globalización por su fuerza a alcanzado grandes avances actuales en
la revolución tecnológica, en la liberación económica y en las telecomunicaciones; pero que
de todas maneras existen riesgos, porque son las grandes empresas privadas las que
intervienen en este proceso por medio de la política, alcanzando algunas ventajas.

Son los países pobres y menos desarrollados los que sufren por su poca participación en los
mercados y los procesos de integración y crecimiento. Podemos ver, como Holmes,
describe cruelmente que la globalización permite que los lazos sociales se estén
desarticulando notoriamente, que los pueblos pequeños están perdiendo el control, mientras
que las multinacionales crecen en su poder; que se explotan a los trabajadores, evaden toda
clase de normas que protegen al medio ambiente. Y Davison apoya diciendo que los
ecosistemas están seriamente amenazados por el capitalismo desbocado y confirma que los
países pobres son marginalizados, desprovistos, excluidos, condenados, dejados sin
representación y tornados en victimas del proceso.

Es cierto que la globalización tiene que ver con cambios, y los cambios traen traumas,
conflictos, desadaptaciones; pero también es cierto, que este fenómeno de la globalización
es la etapa culminante del capitalismo y como todo acontecimiento social posee un ciclo de
vida que se acrecentó hacia los años 70 del siglo pasado, cuando se fue acrecentando el
poder de las grandes corporaciones y su influencia se extendió por todo el planeta.

Pero de modo más cotidiano la globalización implica que cada vez más ámbitos de la vida
son regulados por el "libre mercado" y la ideología neoliberal se aplica en casi todos los
países con mayor intensidad y las mega corporaciones consiguen cada vez más poder a
costa de los Estados y los pueblos. Los Estados-Nación, antes muy fuertes, ahora van
jugando un papel cada vez menos importante como reguladores de las actividades
económicas que tienen lugar en su territorio, las fronteras de los países se diluyen ante el
avance de los flujos de capital y las empresas multinacionales cada vez influyen más en las
decisiones de los gobiernos e imponen sus técnicos y burócratas en los altos puestos.

Colombia no está excepta de ninguna de estas realidades. Así como nuestro país ha tenido
un impacto beneficioso en algunos aspectos del desarrollo por la globalización, también ha
sufrido un impacto negativo, digamos que fuerte. Aunque el autor del artículo estudiado,
afirma que “la globalización en Colombia está lejos”, lo cual, no se podría afirmar del todo
ya que hay otros analíticos que lo contradicen. Como Javier Peña en uno de sus artículos
dice que:

“En nuestro país la globalización se puede asumir como un fenómeno que repercute en
todos los órdenes de la vida nacional y que deja sentir sus efectos en la economía y la
cultura fundamentalmente, la entrada de nuevas mercancías y el establecimiento de nuevas
empresas extranjeras, ponen en manos de los consumidores una amplia gama de productos
de diversa calidad que altera el ritmo de los mercados y en ocasiones perjudica los
productos de la industria nacional que no puede competir en precios no obstante su buena
calidad”. Esto es realmente cierto, se nota como en nuestro país entró una nueva ola de
globalización, importando de todo, como el mundo esperaba: carros, ropa, tecnología y
hasta políticas públicas. Pero lo que el mundo no esperaba era todo lo que Colombia les iba
a mandar.

Se nos conocía por el café, el banano, y podíamos exportar petróleo y carbón. Después, el
famoso estudio ‘Monitor’ dijo que podíamos exportar flores y ropa interior femenina, lo
que causó que la industria de las rosas hoy sea una de las más importantes del mundo y la
lencería sea reconocida a nivel mundial.

En el plano cultural los valores, creencias y tradiciones surgidos en el contexto colombiano


a lo largo del proceso de mestizaje colonial y de época republicana se ven amenazados por
las expresiones culturales que llegan al país a través de los medios de comunicación
masiva: internet, tv satelital, cine entre otros, y que rápidamente son acogidos por los
sectores juveniles y se van posicionando dejando de lado o en segundo plano lo que nos ha
identificado como cultura mestiza americana para dar paso a una cultura clonada que nos
convierte en una especie de pueblos de segundo orden en el conjunto de la nueva cultura
globalizada, neoliberal y excluyente.

Colombia a la fecha presenta dificultades en el sector empresarial, económico y educativo,


por lo cual, se debe profundizar en las estrategias de crecimiento y el tratado de situaciones
nocivas para la globalización en el país, como el tráfico de drogas y de armas, el
endeudamiento público, la política de expansión sostenida durante 8 años, la situación de
orden público hace difícil la llegada de nuevos capitales extranjeros. Estas son muchas de
las razones por las que Kalmanovitz dice, que en Colombia la globalización está lejos.

Para un país como Colombia la globalización a medio plazo, puede beneficiar a algunos y
perjudicar a otros al darse un aumento de empleo, transferencia tecnológica y calidad y
precio de bienes y servicios, así como una mayor exigencia por desarrollar instituciones
educativas, sociales y políticas que mejoren la productividad y la institucionalidad.
Se pueden asumir dos grandes acciones frente a la globalización: el de hacer un esfuerzo
enorme por desarrollar y copiar tecnologías sofisticadas para la exportación de bienes, o.
hacer que el país simplemente abra sus fronteras a la inversión extranjera en desmedro de
empresas nacionales privadas y estatales.Es una realidad que la nueva tendencia
globalizadora obliga a obtener una mejor preparación en todos los sentidos para estar a la
vanguardia de los nuevos tiempos y ser más competitivos en todos los órdenes. El momento
actual obliga a estar más preparados para los cambios que se van a seguir presentando día
tras día. En un país como Colombia donde hay muy pocas ventajas competitivas, se debe
hacer un esfuerzo aún mayor por prepararse, ser más cualificados mentalmente, ya que la
globalización es una clara tendencia de los países desarrollados a la deslocalización de sus
industrias, para reducir así sus costos de mano de obra, legislación meno estrictas con la
protección del medio ambiente entre otras. Hay que prepararse más, aprender a relacionarse
sin importar el idioma, cultura entre otros aspectos.

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