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PREGUNTAS RESUMEN DE HISTORIA SOCIAL

UNIDAD 1 Y 2:
1. Refiérase a las principales características del sistema de producción feudal. Explique, además: ¿en qué momento y
cómo se originó? ¿Cuáles son los grupos sociales típicos de este sistema, y cómo se relacionan?
El sistema de producción feudal estaba basado en una economía rural, en donde grupos familiares estaban a cargo del
cultivo de la tierra y la cría de animales en predios individuales. Eran los productores directos, y propietarios de los
medios de producción (arados, bueyes). Si bien este tipo de explotaciones tenía como fin primordial satisfacer las
necesidades de subsistencia de sus propios miembros, la clase dominante (propietaria de las tierras, pero que no las
trabajaba), se apropiaba de parte de su producto estableciendo obligaciones de entrega en forma de renta feudal. El
tamaño de las explotaciones estaba relacionado con la mano de obra familiar disponible para ser empleada en ella y fue
una característica común en diversas regiones de Europa, la constitución de comunidades a partir de la asociación de
distintas familias, que formaban villas o aldeas. En estas aldeas, también se practicaban distintas actividades de
subsistencia, como producción de hilados, tejidos y manufactura artesanal en madera, cuero y metales.
La cultura agrícola tiene orígenes pre históricos, por lo tanto es válido suponer que las estructuras campesinas, sus
organizaciones y prácticas se desarrollaron por siglos, siendo anteriores a las aristocracias y con una mayor estabilidad y
continuidad en el tiempo.
Los antecedentes del sistema feudal son múltiples y lejanos y muchos de los elementos que lo constituyen proceden del
Imperio Romano, el mundo germánico y el cristianismo.
La crisis de siglo III produjo una profunda transformación en el Imperio Romano, desplazando la base del Estado de
manos de los ciudadanos a las fuerzas militares, con la consiguiente acentuación del autoritarismo y la incorporación de
rasgos despóticos de “justificación divina”. La guerra y la inseguridad creciente empujaron a los campesinos libres a
buscar el amparo de los poderosos terratenientes, creando lazos de dependencia que paulatinamente se transformaron
en obediencia. Esta relación trascendió al feudalismo.
El poder de los señores fue creciendo al mismo tiempo que se debilitaba la autoridad central, abriéndole el camino a las
invasiones de las tribus germánicas.
Los germanos consideraban la guerra como una actividad “estacional”. Se guerreaba cuando las tareas agrícolas no los
reclamaban. El comercio de esclavos sin embargo, hizo que muchos abandonaran la agricultura para guerrear, obtener
prisioneros y comercializarlos como esclavos, convirtiéndose en profesionales de la guerra, con ejércitos propios,
elemento este, que también tuvo su importancia en la organización feudal.
De la confluencia de los guerreros germanos con los terratenientes romanos nace la aristocracia feudal y los reinos
romano-germánicos, con una decreciente economía urbana mercantil que deriva hacia una economía eminentemente
rural.
La falta de normas que regularan el poder, el dirimir diferencias según sus fuerzas, la concepción heroica de la vida de
las tribus germánicas, fueron fuentes permanentes de conflictos, y ante esta situación, surge la Iglesia como
moderadora y la religión cristiana como justificadora de la idea que el poder de los reyes provenía de un Dios.
El feudalismo entonces, fue un sistema social basado en dos grupos sociales fundamentales, los señores feudales y el
campesinado, relacionados entre si por medio de lazos de vasallaje, en un momento de soberanía fragmentada por la
declinación del poder monárquico.

2. Según algunos autores, el orden económico feudalismo entró en una profunda crisis en el siglo XVII, que daría lugar
a una aceleración del tránsito hacia el capitalismo. Refiérase a los motivos de dicha crisis, y explique sus rasgos
principales. Compárela con la crisis feudal del siglo XIV.
- Las graves perturbaciones económicas que se produjeron en Europa a fines del siglo XVI pueden vincularse a una
disminución en los rendimientos de las cosechas agrícolas, con la consiguiente repercusión en el estado general de la
población, debido a pestes y hambrunas, la consecuente disminución demográfica y un descenso de la producción
manufacturera y el intercambio comercial. A esto puede agregarse que fue un tiempo de guerras y sublevaciones
campesinas. Sin embargo, esta situación no fue similar para las distintas regiones y estas diferencias ponen en tela de
juicio el concepto de crisis (término que expresa una situación de contracción de la población y de la producción).
Para E. Hobsbawm, los motivos de dicha crisis fueron las limitaciones a la expansión producida en el siglo anterior. Los
capitales acumulados por las actividades comerciales y manufactureras, en vez de emplearse en nuevas formas

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productivas, se invirtieron en la adquisición de tierras o actividades y bienes suntuarios. La falta de mercados atractivos
y el estancamiento de la demanda, eran los límites que establecían las sociedades campesinas vigentes, caracterizadas
por su bajo nivel de consumo y escaso poder adquisitivo. Tampoco el sector externo ofrecía salida a la producción
europea, ya que las colonias eran saqueadas por las potencias imperiales que no las consideraban como eventuales
ampliaciones del mercado, y en Europa Oriental, especializada en la producción de cereales, se había producido un
proceso de refeudalización, acentuándose la servidumbre y las formas de autoabastecimiento.
La crisis del siglo XIV pudo estar vinculada en cambio, a modificaciones climáticas (pequeña edad de hielo),
agotamientos del suelo o a los límites impuestos por las tecnologías empleadas en las tareas agrícolas. La relación
existente entre las necesidades de abono y el número de animales de pastoreo, hacía imposible el sostenimiento de la
producción. La deforestación intensiva produjo desequilibrios ecológicos que inutilizaron campos productivos, y en
definitiva los cultivos disminuyeron y los alimentos comenzaron a faltar.
En cuanto a las manufacturas las dificultades por conflictos con los gremios, celosos de proteger sus mercados, impedían
el empleo de nuevas técnicas, y en el comercio la restricción en la circulación de monedas, reducía su expansión, aunque
posteriormente la emisión descontrolada provocó devaluaciones y procesos inflacionarios que aumentaron la
inseguridad de las transacciones comerciales.
Pero las huellas más profundas, los rasgos de esta crisis, fueron especialmente los impactos que se produjeron sobre las
estructuras feudales.
El desplazamiento de las masas campesinas y la disminución de la producción agrícola implicaron un recorte en las
rentas de la nobleza, que estos pretendieron paliar aumentando la presión sobre la servidumbre, con el resultado de
acentuar el despoblamiento rural. Quedaron de esta manera, extensiones de tierra libre que fueron ocupadas por
pobladores que se constituyeron en una nueva clase de medianos y pequeños propietarios que no tenían ya una
relación con señores feudales, sino que se vinculaban directamente con el mercado. Estos nuevos propietarios debieron
contratar asalariados para sus explotaciones, lo que obligó también a los señores a hacerlo, atenuando de este modo la
relación servil y por lo tanto conmoviendo el basamento del orden feudal.
En cuanto a la producción manufacturera, controlada por los gremios, sufrió la falta de moneda y lo reducido de su
mercado, pero algunos comerciantes comenzaron a desarrollar las manufacturas domésticas rurales, comprando
materia prima, entregándola a campesinos y retirando luego la producción, haciéndose cargo de su comercialización.
Otro de los efectos notables de esta crisis fue el crecimiento de las ciudades y su vinculación cada vez más estrecha con
el campo.

3) Presente los atributos centrales del crecimiento económico que se produjo durante el siglo XVI en Europa
occidental según Kriedte.
Con el paso del siglo XV al XVI comenzó una nueva época y la crisis del XIV llegaba a su fin. El descubrimiento de América
y la explotación marítima a la India crearon las condiciones para la salida de Europa hacia ultramar y para la formación
de un sistema capitalista mundial, para el cual era necesario relaciones de intercambio desiguales.
Las causas de sucesiones de auges y crisis deben buscarse en tres direcciones:
1. Durante el auge secular una relación de influencia positiva entre el crecimiento y la población y el de la economía
determinaba en primer lugar el desarrollo de la fuerza productiva. El crecimiento de la población y la producción era
parejo luego la población crecía más que la producción. Los campesinos labraban terrenos marginales. Los campos de
pastoreo desaparecen y desaparece entonces el abono que mejoraba la producción de los campos.
2. Los cambios en el ámbito de las fuerzas productivas no dejan de alterar las relaciones de producción. Se reducía la
renta y los Señores ampliaban las cargas para tener un flujo constante.
Los campesinos eran presionados por la carga de la renta y el margen de subsistencia que se estrechaba. La caida de la
demografía hacía decaer la renta. La muerte de los campesinos traía mejores condiciones para los que quedaban. La
guerra era un opción para adquirir más ingresos por parte de los señores y también la adquisición de cargos públicos.
Entra a tener mayor presencia el estado aunque con limitado poder. Con la disminución de la población aumentaba el
tamaño de las parcelas y el abandono de tierras marginales. Comenzaba un nuevo ciclo.
III. En este modelo el desarrollo poblacional tiene un papel preponderante. Pero la interacción de la producción, la
población y el modo de exacción no explican suficientemente todas las situaciones.
Al crecimiento demográfico lo modificaban tres factores las epidemias, las guerras y el estado. Con las ciudades surgidas
en la Alta Edad Media se había desarrollado una producción manufacturera de mercancías. Entonces se produce una

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división de trabajo entre la ciudad y el campo. La minería seguía relacionada al campo. Una condición para el desarrollo
de las ciudades y la división de trabajo entre ciudad y campo es el excedente poblacional. Las ciudades crecían si había
gente que fuera a ellas. Era necesario el excedente de la producción del campo para abastecer a las ciudades.
La producción manufacturera era intensiva en trabajo pero no en capital. En el campo el trabajador y el medio de
producción estaban sólidamente unidos. Los artesanos hacían un producto desde sus comienzos hasta el final. La
división de trabajos en la ciudad era por medio de los oficios los cuales tenían cada uno su gremio. En la ciudad se
producía el intercambio y fue su función la de coordinar y organizar la economía comercial. Los comerciantes hacían de
nexos entre ambos ámbitos. El valor de uso fue reemplazado por el valor de cambio. El proceso de acumulación de
capital mercantil ya tenía rasgos capitalistas. El capital comercial se volvía se transformaban en capital inmobiliario.
Para evitar la caída de las tasas los Señores feudales se apropiaba de tierras no cultivadas o de campesinos y había dos
posibilidades.
1. La nobleza explotaba por cuenta propia sus dominios ampliados ya sea ampliando las prestaciones laborales o con
fuerza de trabajo dependiente
2. La nobleza volvía a dar la tierra apropiada pero arrendamiento.
El primero es una refeudalización que se dio en Europa central y oriental. La segunda iba más allá del modelo feudal
especialmente con el cercamiento en Inglaterra. Los campesinos fueron expropiados. La renta feudal se transformó en
renta capitalista. El capital comercial rompió con las restricciones de los gremios mudándose a aldeas donde no
estuvieran ellos. El impuesto estatal se sobrepuso al Feudal con el tiempo, un Feudalismo centralizado que redistribuía
las contribuciones recaudadas por el estado. Sólo el Estado podía garantizar mantener el trabajo asalariado en la esfera
de la producción, y la libre circulación de mercancías y de dar el derecho básico.

UNIDAD 3
Según Hobsbawm, la Revolución Industrial se originó por la confluencia de tres factores centrales. Identifique cada
uno de ellos y señale la interrelación planteada por el autor. Cuál fue según el autor la chispa que encendió la
Revolución Industrial?
Señale la importancia que tuvieron la industria textil y el ferrocarril en el desarrollo de la Revolución Industrial.
Según Hobsbawn durante el proceso de industrialización que comenzó a desarrollarse en Gran Bretaña la agricultura
estaba preparada para llevar a cabo tres funciones fundamentales: aumentar la producción y la productividad para
alimentar a la población que crecía rápidamente, permitía alimentar a gente que ya no trabajaba la tierra, a una
creciente población no agraria; proporcionar un basto número de reclutas para la ciudad y la industria, esto fue debido a
la modernización de los procesos agrícolas, muchos debían trabajar como arrendatarios y otros debieron emigrar a las
ciudades; y generar mecanismos de acumulación de capital utilizable en los sectores más dinámicos. A su vez sería capaz
de generar un mercado suficientemente amplio y generar excedentes exportables, ya que al destruir los modos de
autoabastecimiento que caracterizaban a la economía campesina, creaba consumidores, que para satisfacer sus
necesidades básicas debían dirigirse al mercado. De allí, la constitución de un mercado interno estable y extenso, que
proporcionaba una importante salida para los productos básicos. A partir de ese mercado interno, recibieron un
importante estimulo las industrias textiles, alimenticias, la producción de carbón y en menor medida la producción de
hierro.
Además, Inglaterra con un mercado exterior. Las plantaciones de las Indias Occidentales, salida también para la venta de
esclavos, proporcionaban cantidad suficiente de algodón para proveer a la industria británica.
Un último factor que señala el autor es “el gobierno”, la revolución de 1688 había instaurado una monarquía limitada
por el Parlamento integrado por la Cámara de Lores, representativa de las antiguas aristocracias, pero también por la
Cámara de los Comunes, donde participaban hombres de negocios, dispuestos a desarrollar políticas sistemáticas de
conquistas de mercados, y de protección de comerciantes y armadores británicos.

Según Hobsbawm, el mercado exterior fue la “chispa” que encendió la Revolución Industrial, ya que mientras la
demanda interior se extendía, la exterior se multiplicaba. Además, considera que la primera manufactura que se
industrializo, el algodón, estaba vinculada al comercio ultramarino.

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Para el autor, el mercado interior desempeño el papel de amortiguador para las industrias de exportación frente a las
fluctuaciones del mercado.

La primera industria “en revolución” fue la industria textil de algodones. La introducción de nuevas técnicas se desarrolló
paso a paso. Para aumentar la producción, fue necesario superar el desequilibrio entre el hilado y el tejido.
En un primer momento, el aumento del hilado multiplico el número de telares y tejedores manuales, los salarios bajos y
la abundancia de trabajo conspiro en contra de la tecnificación de los telares, sin embargo debido a la apertura al
mercado externo, llevaron también a la introducción del telar mecánico. La revolución industrial requirió pocos
financiamientos intelectuales, sus inventos técnicos eran modestos. Estaban al alcance de pequeños empresarios, que
habían acumulado las grandes fortunas de origen mercantil o agropecuario, no parecían dispuestos a invertir en la
nueva forma de producción, y rápidamente compensaban los bajos gastos de inversión. Además, la expansión de la
actividad industrial se financiaba fácilmente por los fantásticos beneficios que producía a partir del crecimiento de los
mercados. De este modo, la industria algodonera por su tipo de mecanización y el uso de mano de obra barata permitió
una rápida transferencia de ingresos del trabajo al capital y contribuyo al proceso de acumulación.

La construcción de ferrocarriles, vagones, locomotoras, y el extendido de las vías férreas, generaron una demanda de
hierro y carbón, permitiendo ingresar en una fase de industrialización más avanzada. El impacto del ferrocarril fue más
allá de las comunicaciones generando una serie de eslabonamientos productivos de gran importancia. Se convirtió en
una fuente generadora de inversión (y trabajo) hacia atrás, donde impulsó nuevas inversiones en actividades
proveedoras de insumos. La minería del carbón, la producción del hierro y el acero y la industria mecánica constituyeron
los sectores más influenciados aunque no fueron los únicos. Y hacia delante gracias a la disminución de los costos de
transporte y la ampliación de los mercados.

2) Explicar a partir de los textos de Hobsbawn y Briggs-Clavin las principales transformaciones en el modo de vida y las
relaciones entre las clases sociales que trajo aparejada la revolución industrial.
Desde sus comienzos la revolución industrial implico la idea de profundas transformaciones sociales. Las antiguas
aristocracias no sufrieron cambios demasiados notables. Por el contrario, con las transformaciones económicas
pudieron engrosar sus rentas. Los nobles ingleses no tuvieron que dejar de ser feudales porque hacía ya mucho tiempo
que habían dejado de serlo y no tuvieron grandes problemas de adaptación frente a los nuevos métodos comerciales ni
frente a la economía que se abría en la época del valor.
También para las antiguas burguesías mercantiles, sobre todo las vinculadas al comercio colonial, y financieras, los
cambios implicaron solidos beneficios. Muchos de ellos se habían beneficiado por un proceso de asimilación: eran
considerados “caballeros”.
La posibilidad de asimilación en las clases más altas también se dio para los primeros industriales textiles del siglo XVIII.
Sin embargo el proceso de industrialización generaba muchos hombres de negocios, que aunque habían acumulado
fortuna, eran demasiados para ser absorbidos por las clases más altas, comenzaron a definirse por si mismo como “clase
media”, para estos hombres, al cabo de una o dos generaciones, la vida se había transformado radicalmente, pero el
cambio no los desorganizo.
Los nuevos métodos de producción modificaron profundamente el mundo de los trabajadores, es indudable que con la
producción en la fábrica, surgió una nueva clase social: el proletariado o clase obrera, trabajadores pobres como los
definió Hobsbawn. De la heterogeneidad de formas productivas con la que se inició la Revolución Industrial dependió la
pluralidad de grupos sociales que conformaban a los trabajadores pobres. Sin embargo, con la expansión del sistema
fabril, sobre todo en la década de 1820, con el avance poderoso de la maquinación, comenzó a adquirir un perfil más
definido: ya era la clase obrera fabril.
Y esto modifico profundamente las conductas laborales: las actividades del trabajador debían adecuarse cada vez más al
ritmo y regularidad de un proceso mecánico. Para los trabajadores, las condiciones de vida se deterioraron, los bajos
salarios se combinaban con las condiciones materiales en las que se desarrollaba la vida cotidiana. El desarrollo urbano
de la primera mitad del siglo XIX fue un gran proceso de segregación que empujaba a los trabajadores pobres a grandes
concentraciones de miseria alejadas de las nuevas zonas residenciales de la burguesía.

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Estos problemas urbanos no solo afectaban las condiciones materiales de vida, sino que fundamentalmente la ciudad
destruía las antiguas formas de convivencia.
Frente a la nueva sociedad que conformaba el capitalismo industrial, los trabajadores podían dificultosamente adaptarse
al sistema e incluso intentar mejorar: sobre todo, los calificados podían hacer esfuerzos para ingresar a la clase media.
También podían, empobrecidos y enfrentados a una sociedad cuya lógica les resultaba incomprensible, desmoralizarse.
Pero les quedaba otra salida, la rebelión.

Caracterice los distintos estados y grupos sociales de la Francia del antiguo régimen ¿Qué expectativas tuvieron de
cara a la reunión de Estados Generales en 1789?
La sociedad francesa del siglo XVIII era rural y en cada comunidad se hablaba su propio dialecto. Las características que
compartían los habitantes franceses dentro de la heterogeneidad eran el catolicismo y ser súbditos a la soberanía del
Rey Luis XVI, en un gobierno de monarquía absoluta.
Los campesinos soportaban los costos de autoridad y privilegio de la Iglesia, la nobleza y la monarquía. La Iglesia Católica
era altamente jerárquica, les cobrara el diezmo a los productores agrícolas en el momento de la cosecha y eran
propietarios de una porción significativa de París. Cabe destacar que el Parlamento de París, era la institución encargada
de limitar la autoridad real.
El Estado Absolutista se justificaba en considerar que la fuente del poder era Dios. El rey se encargaba de confeccionar
las leyes, administrar la justicia, de la diplomacia, el ejército, ser el jefe del ejecutivo, administrar los impuestos y del
aparato burocrático.
En el pago de impuestos se privilegiaba tanto a la Iglesia que abonaba una contribución voluntaria al Estado como a la
nobleza que se encontraba exenta, hasta que se produjo la bancarrota de Francia producto de su participación en la
guerra de la independencia de EE.UU y la crisis económica causada por las malas cosechas entre 1788-1798. La
monarquía intenta subsanar la situación a través del cobro de un impuesto general y la venta de cargos nobiliarios,
situación que les permitía a los burgueses ascender socialmente, ambas medidas afectaban a la nobleza que se negó
rotundamente a aceptar el cambio en sus privilegios.
La Asamblea de Notables formada por la aristocracia, exigió a la corona la convocatoria de los Estados Generales,
quienes se reunieron en 1788 y cuestionaron el régimen.
Los Estados Generales estaban formados por: El clero, la nobleza y el tercer estado que se componía del resto de la
población (burgueses y campesinos). El sistema de votación hacia que se votara por grupo, lo que hacía que el clero y la
nobleza tuvieran más poder que el tercer estado; estos últimos exigen que el voto se comience a efectuar por persona.
En medio del cambio económico se hizo presente la Ilustración, un movimiento filosófico que desafiaba
intelectualmente las formas políticas y religiosas reinantes, poseían una amplia difusión editorial y organizaban debates
en diversos ámbitos sociales. Es importante destacar la obra sobre filosofía política de J.J. Rousseau denominada El
Contrato Social, que trata sobre la libertad e igualdad de los hombres instruida por medio de un contrato social donde
todos deben cumplir con las leyes de convivencia.
Los distintos Estados Generales demostraban su descontento social y económico solicitando un cambio, en mayo de
1789 se comienza a sesionar los Estados Generales. El rey propuso una reforma contributiva que mantenía el sistema de
órdenes separados sin alterar los señoríos y se le negó al tercer orden el voto por individuo.

A partir del texto de Mc Phee, explique las características centrales del proceso revolucionario francés entre 1789 y
1791, teniendo en cuenta los modelos políticos imperiales.
La política y la ideología del S. XIX se formaron bajo el modelo de La Revolución Francesa. Francia proporciono
vocabulario y ofreció programas de partidos liberales y democráticos e introdujo el concepto y los contenidos del
nacionalismo. Fue un hito en la historia europea y sus efectos llegaron hasta alejadas zonas como Hispanoamérica.
Durante mediados del S. XVIII se venían produciendo profundos cambios en el ámbito de las ideas y las concepciones del
mundo. Se había destronado a la teología, la religión estaba fuera de lo racionalmente verificable. El pensamiento se
alejaba de lo sagrado par afirmar sus conocimientos laicos. Esta separación ponía en tela de juicio las bases de la
monarquía absoluta. La naturaleza del poder real no era aceptada por los filósofos de la época y propusieron una nueva
instancia de legitimación de aquel: la opinión pública.

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La política se había expandido a los cafés, los salones, los periódicos en donde los pensadores hacían un uso público de
la razón. Se gozaba de espacios discusión, de comunicación y de intercambio de ideas. Esta esfera pública no reconocía
jerarquías sociales ni distinguía órdenes sostenidos por el Estado Absoluto. Asi, la opinión publica representada por los
ilustrados se hacían “representantes” del pueblo.
Desde la perspectiva internacional, Francia fue la principal rival económica de Inglaterra, pero a diferencia de esta,
Francia contaba con la más poderosa monarquía absoluta de Europa y no estaba dispuesta a subordinar la política a la
expansión económica, cosa que si hizo aquella. La expansión encontraba sus límites en la rígida organización
mercantilista del antiguo régimen, los reglamentos, los altos impuestos, los aranceles aduaneros. Ante este conflicto los
economistas de la época, los fisiócratas, consideraban que era necesario una eficaz explotación de la tierra, la abolición
de las restricciones y una equitativa y racional tributación que anulara viejos privilegios. Entendían que la riqueza no
estaba en la acumulación sino en la producción y para que prospere era necesario levantar las trabas, dar libertades a
los trabajadores, empresas y comercio. Así, la reacción feudal por la que encendió la revolución.
La secuencia revolucionaria de Francia a finales del S. XVIII no empezó con la revuelta de los pobres sino con la de la
nobleza. Los orígenes de la revolución se encuentran en los impulsos y enfrentamientos dentro del “antiguo régimen”,
enfrentado además, a unas dificultades económicas que resultaron ser insuperables.
La situación económica y financiera en general en 1788 y 1789 era peor. Malas cosechas, malas condiciones climáticas
(el granizo de 1788 que arraso con personas y animales), aumento del precio del pan, hambrunas, más pobres, más
gente parada. La agricultura representaba las ¾ del Producto Nacional de Francia y su crisis puso en tensión al país.

5) Caracterice la etapa 1792 a 1794 de la Revolución francesa teniendo en cuenta el contexto nacional e
internacional, las formas institucionales y los sectores sociales que dominaron políticamente.
Dentro del Tercer Estado pronto comenzaron a diferenciase las distintas corrientes, que se agrupaban en distintas
asociaciones o clubes políticos. Esta red de asociaciones que cubría al país, junto con el aumento notable de la prensa
revolucionaria, se transformó pronto en el motor de agitación. Las distintas tendencias se expresaron en la Asamblea
Legislativa y quedaron definidas por el lugar que ocupaban en el recinto de sesiones: en la derecha se agrupaban los
sectores más conservadores, en la izquierda los más radicales.
Por otra parte el ardor bélico se había apoderado de Francia en 1791. El 25 de enero de 1792 se pidió a Luis XVI que
informase a su real cuñado que declararía la guerra a los Habsburgo a menos que manifestase el carácter pacífico de sus
intenciones. Cuando la respuesta de Luis fue menos dura de lo que deseaba la Asamblea, se produjo otra crisis, y
amenazaron con destituirlos a él y a la reina. Luis XVI volvió a cambiar de opinión, destituyó a sus ministros, que se
habían hecho impopulares, y el 20 de abril formó un nuevo gobierno, a propuesta de los girondinos, y declaró la guerra
al rey de Hungría y Bohemia. Tras una serie de derrotas iniciales, los ejércitos enemigos entraron en Francia, y el 18 de
mayo todos los extranjeros de Francia quedaron sometidos a estricta vigilancia.
En esos momentos de la Revolución, la vengativa Comuna de París marcaba más la pauta de los acontecimientos que la
Asamblea Legislativa. El rey, que ya hacía tiempo que se había resignado a su suerte, fue interrogado (tras un agrio
debate sobre la necesidad de tal interrogatorio) y por la más exigua de las mayorías, un solo voto, fue guillotinado en la
actual plaza de la Concordia de París el 21 de enero de 1793. Se disuelve la Asamblea Legislativa y se la reemplazo por
una Convención Nacional.
Mientras los ejércitos invadían, la mayoría de las regiones estaban sublevadas y desconocían al gobierno. Era necesario
tomar medidas excepcionales: tal fue la acción de los jacobinos que pronto ganaron el control de la Convención. Los
jacobinos lograron que todo el país fuese movilizado con medidas que configuraban la guerra total, las dificultades
fueron muchas, pero las noticias de los primeros triunfos, permitían mantener el ardor revolucionario.
En 1793 ya no había paz en el interior de Francia. Una revolución que había empezado con la lucha de los
revolucionarios contra los «enemigos del pueblo» continuó, como pasaría con revoluciones posteriores, con la lucha de
los revolucionarios entre sí. Toda medida en favor de la movilización tenía una dimensión política, empezando en abril
con la formación de un Comité de Salud Pública, encabezada por Robesperrie, quien estableció una dictadura para
profundizar el terror. La fase del Terror acabó en 1794 en una especie de punto muerto: tras la caída y el
guillotinamiento de Robespierre.

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Porque Hobsbawn afirma que las Revoluciones Burguesas del s XIX estaban inspirados en diferentes momentos de la
Revolución Francesa? ¿Cuáles fueron esas fuentes de inspiración en cada caso?
La herencia más formidable de la Revolución francesa fue la creación de modelos y patrones de levantamientos políticos
para uso general de los rebeldes de todas partes. Esto no quiere decir que las revoluciones de 1815-1848 fuesen obra
exclusiva de unos cuantos agitadores desafectos, como los espías y los policías de la época –especies muy utilizadas–
llegaban a decir a sus superiores.
Hubo varios modelos, aunque todos procedían de la experiencia francesa entre 1789 y 1797. Correspondían a las tres
tendencias principales de la oposición pos-1815: la moderada liberal (o dicho en términos sociales, la de la aristocracia
liberal y la alta clase media), la radical-democrática (o sea, la de la clase media baja, una parte de los nuevos fabricantes,
los intelectuales y los descontentos) y la socialista (es decir, la del “trabajador pobre” o nueva clase social de obreros
industriales).
La inspiración de la primera fue la revolución de 1789-1791; su ideal político, una suerte de monarquía constitucional
cuasi-británica con un sistema parlamentario oligárquico –basado en la capacidad económica de los electores– como el
creado por la Constitución de 1791 que, como hemos visto, fue el modelo típico de las de Francia, Inglaterra y Bélgica
después de 1830-1832. La inspiración de la segunda podía decirse que fue la revolución de 1792-1793, y su ideal político,
una República democrática inclinada hacia un “estado de bienestar” y con cierta animosidad contra los ricos como en la
Constitución jacobina de 1793. Pero, por lo mismo que los grupos sociales partidarios de la democracia radical eran una
mezcolanza confusa de ideologías y mentalidades, es difícil poner una etiqueta precisa a su modelo revolucionario
francés. Elementos de lo que en 1792-1793 se llamó girondismo, jacobinismo y hasta “sans-culottismo”, se
entremezclaban, quizá con predominio del jacobinismo de la Constitución de 1793. La inspiración de la tercera era la
revolución del año II y los alzamientos postermidorianos, sobre todo la “Conspiración de los Iguales” de Babeuf, ese
significativo alzamiento de los extremistas jacobinos y los primitivos comunistas que marca el nacimiento de la tradición
comunista moderna en política.

7) Como caracterizo Hobsbawn el ciclo revolucionario de la primera mitad del siglo XIX en Europa
Tres principales olas revolucionarias hubo en el mundo occidental entre 1815 y 1848.
La primera 1820-1824: En Europa se limito principalmente al Mediterraneo, con España (1820) y Grecia (1821) como
epicentros. La revolución española reavivo el movimiento de liberacion de sus provincias sudamericanas que habia sido
aplastado después de un esfuerzo inicial y reducido a unos pocos refugiados y a algunas bandas sueltas.
Los tres grandes libertadores de la América del Sur española, Simon Bolivar, San Martin y Bernardo O’Higgins,
establecieron respectivamente la independencia de la Gran Colombia (Colombia, Venezuela y Ecuador), de la Argentina,
y de Chile. En 1822, toda la America española del Sur era libre.
La segunda 1829- 1834: Afecto a toda la Europa al Oeste de Rusia y al continente norteamericano. En Europa, la caída de
los Borbones en Francia estimulo diferentes alzamientos. Bélgica (1830) se independizo de Holanda; Polonia (1830-1831)
fue reprimida; varias partes de Italia y Alemania sufrieron convulsiones; el liberalismo triunfo en Suiza y en España y
Portugal se abrió un periodo de guerras civiles entre liberales y clericales.
La ola revolucionaria de 1830 fue mucha más grave que la de 1820. Marco la derrota definitiva del poder aristocrático
por el burgués en la Europa Occidental. La clase dirigente de los próximos 50 años iba a ser la “gran burguesía” de
banqueros, industriales y altos funcionarios civiles. Su sistema político, en Inglaterra, Francia y Bélgica, era
fundamentalmente el mismo: instituciones liberales salvaguardadas de la democracia por el grado de cultura y riqueza
de los votantes bajo un monarca constitucional. Además, 1830 significo una innovación más radical aun en política: la
aparición de la clase trabajadora como fuerza política independiente en Inglaterra y Francia y la de los movimientos
nacionalistas en muchos países europeos. Detrás de estos cambios en política hubo otros en el desarrollo económico y
social. Tanto en la historia de la urbanización e industrialización del continente y de los Estado Unidos, como en la de las
migraciones humanas, sociales y geográficas o en la de las artes y la ideología.
La tercera 1848: La revolución estallo y triunfo en Francia, en casi toda Italia, en los Estados Alemanes, en imperio de los
Hamburgo y Suiza. En menor medida también afecto a España, Dinamarca, Rumania, Irlanda, Grecia e Inglaterra.

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8) Señale según Hobsbawm las principales características de las olas revolucionarias que afectaron a Europa entre
1820 y 1848. Indique cuáles fueron las principales diferencias políticas-ideológicas entre las revoluciones de 1830 y las
acaecidas en 1848.
La caída de Napoleón llevo a la definición de un nuevo orden europeo, tarea que quedo a cargo de los vencedores: Gran
Bretaña, Rusia, Austria y Prusia.
La cerrada concepción política que se intentaba imponer y las intenciones de retornar al absolutismo desataron en la
sociedad intensas resistencias. Las ideas difundidas por la Revolución, libertad, igualdad, habían alcanzado suficiente
consenso y el grado de madurez necesario para agudizar el clima de tensión social y política.
Ya en torno a 1820 se vieron los primeros síntomas de que era imposible retornar al pasado según el proyecto
absolutista. Los movimientos e ideas que lo sustentaban, liberalismo, romanticismo, nacionalismo, iban alcanzando su
madurez. El liberalismo, era una filosofía política orientada a salvaguardar las libertades, tanto las políticas y económicas
generales como las que debían gozar los individuos. Como política económica, sostenían que las leyes del mercado
actuaban como las de la naturaleza, que una mano invisible hacia coincidir los objetivos individuales y los sociales. De allí
a la negativa de toda intervención estatal que regulara la economía: esta intervención solo podía quebrar un equilibrio
natural.
El liberalismo también se constituyó en un programa político: libertad e igualdad protegidas por una Constitución,
monarquía limitada, sistema parlamentario, elecciones y partidos políticos eran las bases de los sistemas que apoyaban
a la burguesía liberal.
El liberalismo también se combinó con otras tradiciones intelectuales. El pensamiento, racionalismo y el materialismo
propio de la Ilustración, había despertado reacciones. De este modo, el rechazo al racionalismo analítico y la exaltación
de la intuición, se transformaron en las principales características del “romanticismo”. En este contexto, la época fue
favorable para los inicios del “nacionalismo”, cultura, raza o grupo étnico y espacio territorial confluían en la idea de
nación. El nacionalismo, liberalismo y romanticismo, fue un movimiento que se identificó con las clases letradas, para las
masas campesinas, la prueba de la identificación no la constituía la nacionalidad, sino la religión.

A diferencia de lo antes expuesto, los movimientos de 1848 fueron básicamente democráticos. Se comenzó a reivindicar
la implementación del derecho de voto para todos los ciudadanos, no había democracia sin sufragio universal. En el
mismo sentido, se prefería hablar de soberanía popular en lugar de soberanía nacional. Esta democracia consideraba a
la república como la forma política más idónea para el ejercicio del sufragio universal, la soberanía popular y la garantía
a las libertades. Se comenzaba a acusar al liberalismo de predicar una igualdad jurídica, ante la ley, pero de permanecer
insensible antes los contrastes sociales de riqueza-pobreza, cultura-analfabetismo. Era necesario luchar por la reducción
de las desigualdades en el orden social.

UNIDAD 4

1) Explique la crisis de 1873 y refiérase brevemente a sus principales consecuencias para la economía capitalista.
¿Cómo resolvió el sistema capitalista esta crisis? ¿Qué nuevas formas adoptó? Utilice el texto de Hobsbawm: “La era
del imperio”.

Cuando la confianza en la prosperidad parecía ilimitada se produjo la catástrofe: en Estados Unidos 39000 km de líneas
ferroviarias quedaron paralizadas por la quiebra, los bonos alemanes cayeron en un 60%. En 1873 se iniciaba un largo
periodo de recesión que se extendió hasta 1896 y que sus contemporáneos llamaron la “gran depresión”.
Ante un mercado de baja demanda, los stocks se acumulaban, no solo no tenían salida si no que se depreciaban, los
salarios, en un nivel de subsistencia, difícilmente podían ser reducidos, como consecuencia, los beneficios disminuían
aún más rápidamente que los precios.
Un mundo en el que el ritmo de la economía estaba determinado por los países capitalistas desarrollados o en proceso
de desarrollo existentes en su seno tenía grandes probabilidades de convertirse en un mundo en donde sus países
“avanzados” dominaran a los “atrasados”, en definitiva en un mundo imperialista. El imperialismo fue la más importante
de las salidas que se presentaba para superar los problemas del capitalismo después de la “gran depresión”.
Probablemente fue el periodo, de la historia moderna donde hubo mayor número de gobernantes que se auto titulaban

8 historia
oficialmente “emperadores” o que eran considerados por los diplomáticos occidentales como merecedores de ese
título.
Dos grandes zonas del mundo fueron totalmente divididas por razones prácticas: África y el Pacifico. No quedo ningún
estado independiente en el Pacifico, totalmente dividido entre británicos, alemanes, neerlandeses, norteamericanos,
franceses y en menor medida Japón.
En América Latina, la dominación económica y las presiones políticas necesarias se realizaban sin una conquista formal.
Ciertamente el continente americano fue la única gran región del planeta en la que no hubo una seria rivalidad entre las
grandes potencias.
Como señala Hobsbawm, el imperialismo estuvo ligado indudablemente a manifestaciones ideológicas y políticas. La
clave del fenómeno no se encuentra en la necesidad de los países capitalistas de buscar nuevos mercados ni de nuevas
áreas de inversiones, la clave radica en las exigencias del desarrollo tecnológico. La nueva tecnología dependía de
materias primas que por razones geográficas o azares de la geología se encontraban ubicadas en lugares remotos. En
este sentido, las minas abrieron el mundo al imperialismo y sus beneficios fueron suficientemente importantes.
Independientemente de las necesidades de la nueva tecnología, el crecimiento del consumo de masas en los países
metropolitanos significo la rápida expansión del mercado de productos alimenticios.
Estos acontecimientos en países metropolitanos, crearon nuevas posibilidades para los grandes negocios, pero no
cambiaron significativamente sus estructuras económicas y sociales. Sino que, transformaron radicalmente al resto del
mundo, que quedo convertido en un complejo conjunto de territorios coloniales o semicoloniales. Pero los efectos sobre
los territorios dominados no fueron solo económicos, también afectaron a la política y produjeron un importante
impacto cultural: se transformaron imágenes, ideas y aspiraciones, a través de ese proceso que se definió como
“occidentacion”.
2) Desarrolle, siguiendo el texto de Kocka, las distintas etapas que atravesó la conformación de las clases medias
europeas, indicando el perfil y la oposición social principal que caracterizo a cada etapa. Señale además las principales
diferencias de los mismos en Europa oriental y occidental.
Siglo XVIII: Se encuentra el origen de estas clases medias en tres aspectos diferentes: 1- una Europa feudal con solo una
minoría que disfrutaba de derechos civiles, 2- agentes del capitalismo que empezaban a surgir entre la comunidad
burguesa que disfrutaban de ciertos privilegios especiales otorgados por el gobierno, 3- el estrato de aquellos que
servían a los gobernantes, príncipes, obispos y señores (numerosas autoridades de la época), gente que había tenido
una educación profesional, ideas de la Ilustración e influyentes en la emergente cultura de esta nueva clase. Estos tres
grupos no eran nobles, ni pertenecían a las clases bajas: estaban relacionados y se superponían y desarrollaban en una
cultura común.
1800-1850: El viejo orden llegó a su fin y el capitalismo apareció como nuevo modelo generando a la tierra como un bien
de mercado, e industrializando la agricultura y el comercio. Estos grupos se mantuvieron unidos sobre la base de una
cultura común: la familia y el trabajo, las ideas de progreso, una moral, una educación y una religión (en algunos casos)
compartida. Es en este momento que crecieron los programas del liberalismo.
1850-Primera Guerra Mundial: Período de más industrialización, más urbanización, expansión de burocracias públicas,
más intervención del gobierno en la economía y en las relaciones sociales. Para este momento la clase media había
superado a la nobleza en riqueza, influencia cultural y poder político, pero a pesar de todo esto, seguía siendo una
minoría en muchas partes de Europa y sufría acosos, lo que las volvió más defensivas. Fue así que perdió parte de su
energía previa y de su unión interna. . Como consecuencia podemos concluir que la afinidad entre clases medias y
liberalismo se erosionó, que el progresismo se transformó en un fenómeno minoritario, el nacionalismo continúa siendo
fuerte pero con connotaciones imperialistas y en algunos casos racistas (pero no liberales), creció la inseguridad
intelectual y se extendieron críticas y rechazo al mundo burgués. Evidentemente, en este período, la clase media fue
cuestionada desde adentro.
Desde la Primera Guerra Mundial: La división entre la aristocracia y el resto de la sociedad se ha desvanecido (nobleza
sin privilegios) como consecuencia de las victorias del capitalismo y la democracia que erosionaron los títulos y
distinciones aristocráticas. . A pesar de todo, la clase media demostró ser más fuerte, venció, y sus culturas y principios
se han diseminado por todos los segmentos sociales. Esto generó cierta universalización que hizo que la clase media
perdiera su identidad. . Y muchas de estas transformaciones se originaron en un mundo de clase media a favor de la
igualdad de las mujeres, en la creencia de los derechos individuales, la educación, el trabajo y el logro, la participación
activa en la vida pública, etc

9 historia
En relación a las diferencias de las clases media en Europa, podríamos decir que: : en el oeste, 1- la clase media era
dominada por grupos propietarios, 2- la frontera entre elites aristocráticas y burguesas no estaba muy marcada y se
volvió cada vez más borrosa, 3- las clases medias tenían una riqueza e influencia muy fuertes; en el centro, 1- la clase
media educada tenía un rol más importante, 2- la distinción entre la aristocracia y la clase media estaba más definida, 3-
la influencia de la clase media estaba limitada; y en el este, 1- la clase media todavía era débil, 2- la línea divisoria entre
aristocracia y clase media estaba claramente marcada, 3- la clase media pertenecía fragmentada.

UNIDAD 5:

¿Cómo caracteriza Mosse la cultura burguesa en la etapa previa a la Primer Guerra Mundial?

“la conciencia burguesa dio en 1914 un traspié decisivo, que señaló el momento inicial del descenso de su curva” (p.
101). Esa sociedad burguesa ingresó, gracias al impacto de la Gran Guerra y del otro suceso que se produjo en dicho
marco, la Revolución Rusa de 1917, en una profunda crisis de valores, de aquellos valores que la habían configurado a lo
largo del siglo XIX. Esos eran los valores del 10 liberalismo que, en realidad, ya desde fines del siglo XIX se encontraban
amenazados. Como señala Mommsen en “Las ideologías políticas” (cfr. clase 5), las fuerzas del liberalismo (asentadas
sobre la noción de progreso) que habían logrado imponer en gran medida su programa en Europa occidental y central
(al menos) sufrieron el embate de nuevas fuerzas en un contexto marcado por la democratización política en la clave en
que la presenta Hobsbawm en “La política de la democracia”. Es así como comenzarán a cuestionarse los pilares
ideológicos y políticos sobre los que se sustentaba la sociedad burguesa. Desde que la democratización fue inevitable,
en ciertos sectores intelectuales y políticos comenzaron a aparecer cuestionamientos a dicho proceso, sobre todo, por el
temor que producía la incorporación de las masas a la política. Si durante gran parte del siglo se había creído en la
posibilidad de que las masas se convirtieran en racionales, a través de la instrucción, a fines del siglo XIX esta mirada se
transformó en sombría. La escuela, pensada como espacio para la formación de ciudadanos leales al Estado (aspecto en
el que sí fue exitosa), también había sido concebida como ámbito en el cual los valores liberales debían ser consagrados.
Pero las movilizaciones, las huelgas, las elecciones eran algunos de los ejemplos posibles a partir de los cuales se podía
observar que las masas “reales” no cuadraban en la mirada positiva y racionalista que se tenía de ellas. Un ejemplo de
esta mirada crítica son los análisis de Gustave Le Bon que aparecieron en La psicología de las multitudes (1895), donde el
autor observaba que las masas poseían una irracionalidad instintiva permanente, lo que lo llevaba a despreciar la
democracia. Otros, como Vilfredo Pareto, Gaetano Mosca o Robert Michels, también temerosos de la participación
popular, apuntaron sus elaboraciones teóricas a pensar la manera en la que las elites podían resistir o regenerarse.
Incluso Weber, desilusionado del verdadero parlamentarismo, cifraba su esperanza en la enseñanza superior como
medio a través del cual se formaría una burocracia experta en la administración del Estado. Estas ideas “estallaron” con
la experiencia de la IGM y, por consiguiente, hicieron “estallar” el lugar que las élites habían representado en dichas
sociedades. Los conflictos y las tensiones que la sociedad de masas de finales del siglo XIX había venido 11 incubando,
producto de la movilización y de la modernización social, irrumpieron con toda su fuerza en la llamada “crisis de
entreguerras” que, justamente, es una de las manifestaciones de la crisis de ese mundo burgués que se había
configurado desde el proceso iniciado con la doble revolución (industrial y francesa). Desde la perspectiva de Mosse en
La cultura europea del siglo XX, la 1GM vino a completar este proceso de crisis política e intelectual, haciendo que las
certezas sobre las que se había asentado el orden burgués se terminaran de esfumar. Las ideas de progreso,
individualismo, moralidad, ahora parecían viejas; el liberalismo se encontraba caduco, en la medida en que se hallaba
asociado a una sociedad y unas elites que habían sido incapaces de frenar el conflicto mundial. Estas masas que
participaron de la IGM se terminaron de incorporar al terreno de la política de la manera menos pensada: ni por la
educación ni por el sufragio, sino a través de una experiencia única como fue la guerra. Es decir que estas masas no
entraron en acción como conjuntos de individuos ilustrados que habían hecho un aprendizaje progresivo, sino que lo
hicieron de manera brutal: de la guerra a la paz sin escalas.

10 historia
Primera guerra mundial, “La gran Guerra”

Los motivos del estallido de la Gran Guerra

Como señala Hobsbawm, el propio proceso de desarrollo de la economía europea y de otras potencias internacionales
como Estados Unidos había conducido a la expansión imperialista en el último cuarto del siglo. Según afirma este autor,
en ese período la competencia económica y la competencia política tendieron a fundirse, pues los actores económicos
que competían entre sí se reunían en torno a estados soberanos, que tenían interés en impulsar el crecimiento de sus
economías nacionales y desplazar a países rivales. Ello condujo a un reparto del mundo en distintas áreas de influencia,
cada una de ellas bajo el dominio directo de distintas potencias.
El mundo diplomático tendió a amortiguar el conflicto, y por largo tiempo se habló de la “paz armada.” Con ello se
designa un sistema de pactos entre las principales potencias imperialistas que ayudó a mantener la paz entre 1870 y
1914. El reparto de Africa y Asia entre las grandes potencias mundiales se realizó con pocas tensiones, en parte porque
pudo organizarse en base a acuerdos y sin mayores inconvenientes gracias a este mecanismo. En cambio, los países de la
periferia inmediata de Europa eran más inestables, y en ellos la presencia imperialista siempre fue menos firme, pues
siempre se vio desafiada por fuerzas locales. Ello sucedió en particular en los Balcanes, donde viejos conflictos regionales
que nunca se habían cerrado se reabrieron como consecuencia de la presencia imperialista. Fueron estos conflictos los
que, al estallar, desencadenaron una serie de reacciones de mayor envergadura (pues las potencias mundiales tenían allí
aliados y enemigos) que terminaron por sumir a Europa en un conflicto de grandes proporciones.

Las características de la Gran Guerra

La Gran Guerra fue el primer gran conflicto luego de muchos años de paz. Europa no estaba acostumbrada al conflicto
armado, mucho menos a la escala en la que éste se presentó en 1914. Uno de los rasgos más notables de la nueva
coyuntura fue la movilización de la población civil, que en su mayor parte se sumó a la cruzada nacionalista y belicista. El
patriotismo fue una fuerza poderosa, que movilizó a millones de hombres, a ambos lados de la línea de combate. El
conflicto, pensado por los contendientes como una guerra de maniobras, terminó tomando la forma de una larga y
desgastante guerra de trincheras. Esta fue altamente destructiva. La infantería fue la fuerza que libró las batallas
principales, y sus choques se cobraron millones de vidas. La guerra destruyó a gran parte de Europa, y se llevó, en
conjunto, la vida de unas 8 millones de personas. Por otra parte, los estados se lanzaron a sostener esta guerra de gran
escala gracias a grandes movilizaciones de recursos materiales y humanos. Fue, por primera vez, una guerra que
movilizó durante largos años todas las energías nacionales de todos los países de Europa, y que afectó duramente a la
población civil, que comenzó a ser objeto sistemático de hostigamiento por los rivales. La economía se organizó en
función del esfuerzo bélico, y exigió de las poblaciones esfuerzos muy importantes y duros sacrificios. Sobre todo en
Europa central y oriental, donde los estados eran de fuerte tonalidad autoritaria, estos esfuerzos terminaron por
desacreditar a muchos gobiernos, y a muchos estados, que eventualmente se vieron doblegados o quebrados por la
resistencia y la marea de agitación popular que coincidió con el fin de la guerra.

Las consecuencias de la Guerra

La guerra dejó una economía destruida, y poblaciones cuya fe en los gobernantes se había debilitado como
consecuencia de los fracasos luego del esfuerzo supremo a los que había sido sometida. De hecho, el fin de la guerra fue
en parte consecuencia del derrumbe de la moral de los combatientes, que se negaron a seguir haciendo esfuerzos por
unos gobernantes de los que desconfiaban (especialmente en el frente Este, pero también en Alemania). A la guerra
sucedió un período de gran inestabilidad política, donde en casi todos lados los gobiernos tambalearon (Alemania,
Hungría, Italia, etc.), agitados por movimientos insurreccionales de la izquierda, por la reacción de la derecha, o por la
desobediencia civil. De hecho, el ascenso del fascismo del que más tarde nos ocuparemos sólo puede entenderse en el
marco del gran quiebre civilizatorio (de la economía, del orden político, de los valores) que la Gran Guerra trajo consigo.

11 historia
Caracterice la sociedad rusa a fines del siglo XIX y principios del XX. Indique así mismo en que consistieron los
postulados populistas, bolcheviques y menchevique, quienes lo sostenían?
Desde la década de 1860, el atrasado Imperio Ruso se desplazaba lentamente desde el absolutismo feudal (con
características casi medievales) hacia el capitalismo, bajo el régimen de la autocracia zarista. Sin embargo, aunque estos
cambios habían liberalizado las estructuras sociales, económicas y culturales, el sistema político que les daba cabida
permaneció prácticamente inalterado.
En las últimas décadas del siglo XIX, Rusia empezó a entrar en la Revolución Industrial. En el país entró capital europeo
para la financiación de ferrocarriles, minas y fábricas. Esta industrialización originó un incremento de las diferencias
entre la clase patronal y la clase asalariada. Los obreros de las fábricas se hallaban en las mismas malas condiciones que
los obreros de Inglaterra o Francia y su número aumentó en gran medida. Pero había un rasgo distintivo del
proletariado ruso: la industria rusa estaba muy concentrada.
A pesar de todos estos cambios, Rusia seguía siendo con el nuevo siglo predominantemente agrícola. Los campesinos,
libres de sus antiguos señores desde 1861, vivían en sus comunas aldeanas o mirs, gobernadas por los zemstvos o
asambleas locales. Estos campesinos estaban muy presionados económicamente por los impuestos y a causa de sus
primitivos métodos de cultivo. La única solución que encontraban para solucionar su situación estaba en la exigencia de
más tierras (que estaban muy desigualmente repartidas). Por ello, constituyeron una tradicional fuente de inquietud
revolucionaria.
El otro tradicional núcleo de inquietud revolucionaria era la intelligentsia, que aspiraba al derrocamiento del zarismo.
No se trataba de un grupo homogéneo sino de distintos grupos con ideario propio. En su mayoría, estos intelectuales
revolucionarios aprobaban el terrorismo y el asesinato como moralmente necesarios en un paísautocrático. Otro grupo
revolucionario importante eran los marxistas, que en 1898 fundaron el Partido Social Demócrata Ruso. Éstos veían
la revolución como un movimiento internacional. Pensaban que Rusia debía desarrollar el capitalismo, un proletariado
industrial y la forma moderna de la lucha de clases, y consideraban al proletariado urbano como la clase auténticamente
revolucionaria. Los marxistas rusos celebraron un segundo congreso del partido en Londres (1903) con el objetivo de
unificar el marxismo ruso, aunque en realidad lo rompió para siempre, surgiendo dos facciones
irreconciliables: mencheviques (más moderados y partidarios de retrasar la revolución hasta alcanzar un mayor grado
de desarrollo económico, aunque eso implique sufrir una etapa de dominio burgués) y bolcheviques (más radicales y
partidarios de la acción inmediata y de la instauración de un sistema socialista-proletario).

4) Desarrolle las principales características del “comunismo de guerra” en Rusia señalando las causas de su
implementación y los motivos que llevaron a su reemplazo por una nueva política económica.
En febrero de 1917, el orden autocrático se mostró incapaz de contener el descontento popular, agigantado por los
desastres del ejército ruso en el frente bélico. En esos días, movilizaciones urbanas en Petrogrado dieron lugar al
desplazamiento del zar y a la formación de un gobierno de tintes parlamentarios. Al mismo tiempo que grupos de la
burguesía intentaban organizar un gobierno constitucional y parlamentario, comenzaba a tomar forma la organización
de los obreros en soviets, o consejos obreros. Los bolcheviques lograron movilizar y organizar a muchos de ellos, en gran
medida porque atendieron a los reclamos de “paz, pan y tierra” que formaba el corazón de los reclamos populares.
Sobre la base de esas organizaciones populares, en octubre de 1917 Lenin y sus seguidores se lanzaron a la toma
organizada del poder, y para ello apenas debieron enfrentar oposición. Tal era la debilidad del gobierno provisional.
La revolución nació débil, y sobrevivió gracias a la ausencia de una fuerza unificada que la contrarrestara. La capacidad
de los bolcheviques para organizarse, en particular gracias al Ejercito Rojo, y las dificultades de la oposición “blanca”
para ofrecer un programa alternativo que movilizara apoyo popular, y que atendiera a los reclamos de las minorías
nacionales, terminaron por afirmar al gobierno revolucionario, aun en medio de una encarnizada lucha civil que duró
varios años. Esencial al triunfo rojo fue el apoyo de las masas campesinas, a quienes había concedido el control sobre la
tierra, antes en manos de la aristocracia.

La gran desorganización económica heredada de la guerra llevó a Lenin y a los bolcheviques a impulsar un fuerte
proceso de control del aparato productivo por parte del estado bautizado como el “comunismo de guerra”. La industria

12 historia
y la asignación de mano de obra fueron cayeron bajo control estatal; el campo, en cambio, se vio librado a su suerte, en
gran medida porque el estado bolchevique en formación carecía de fuerza como para controlarlo.

El fracaso de esta política, reconocido hacia 1921, abrió el camino hacia una relajación de la economía centralizada y el
retorno de estímulos mercantiles más generalizados. Los campesinos lograron entonces vincularse más libremente con
el mercado, y por algunos años disfrutaron de una situación muy favorable: habían conquistado el control del suelo y
eran relativamente libres para comercializar la producción según su antojo.

5) ¿Cuáles fueron las principales medidas introducidas por la Nueva Política Económica (NEP) en la Rusia
revolucionaria a partir de 1921? ¿Qué efectos tuvieron, según Giuliano Procacci, sobre la circulación monetaria y los
sindicatos?

Hacia 1921, Lenin esbozo lo que se conocía como Nueva Política Económica (NEP), la misma introducía cierta flexibilidad
anteponiendo la mejora de las condiciones de vida, recurriendo a la admisión de fórmulas de propiedad privada y de
mecanismos de mercado. La NEP constituyo una forma de compromiso entre la industria nacionalizada y las
explotaciones campesinas privadas. Se trataba fundamentalmente de generar estímulos a la agricultura.
Disposiciones análogas a las adoptadas en el campo se tomaron también en el sector industrial. A partir de mayo de
1921, con una serie de medidas, se desmanteló el decreto de 1920 que, nacionalizaba todas las empresas. Muchas de
ellas volvieron a la gestión privada o cooperativa, y el estado se quedó únicamente con las de mayores dimensiones,
obligadas a operar en base a cálculos de beneficios y pérdidas, con el objetivo de alcanzar la autodeterminación.
Todo ello permitió que se activara la economía, pero las medidas de la NEP, no era más que la legalización del mercado
negro que ya existía.
La reactivación económica permitió una vuelta gradual a la circulación monetaria y en octubre de 1921 inició su
actividad el Banco del Estado, se lanzó un préstamo nacional y empezaron a circular las primeras monedas, de esta
forma se volvió a restaurar el salario en dinero y en 1922 se abrieron las primeras ventanillas de caja de ahorro.
El retorno a una economía de mercado controlada, conllevaba también, sin embargo, la reconstitución del mercado de
trabajo. Se aprobó un nuevo código del trabajo, que no excluía, el recurso a la huelga. De hecho, en el curso de 1922 y
más aún en el de 1923, tuvieron lugar algunas huelgas.
El proceso de recuperación económica que se había iniciado se vio ensombrecido por el comienzo de la larga y fatal
enfermedad de Lenin. Tras su muerte en 1924, Stalin se convirtió la figura principal del parido, desde ese lugar, comenzó
a profundizar el autoritarismo.

Explique porque Fitzpatrick se refiere a Rusia como una sociedad esquizoide.

La naturaleza esquizoide de la sociedad rusa a comienzos del siglo XX queda bien ilustrada por la desconcertante
variedad de auto designaciones que ofrecían los listados en la guía de la ciudad de San Petersburgo, la mayor y más
moderna de las ciudades rusas. Algunos de los suscriptores se mantenían fieles a las formas tradicionales y se
identificaban por estado social y rango (“noble hereditario”, “comerciante del primer gremio”). Otros pertenecían
claramente al nuevo mundo y se describían a si mismos en términos de profesión y tipo de empleo (“agente de bolsa”,
“ingeniero mecánico”). Un tercer grupo estaba conformado por personas que no sabían bien a qué mundo pertenecían y
que se identificaban por estado en la guía de un año y por profesión en la siguiente o que hasta daban ambas
identificaciones. Los rusos educados solían describirse como integrantes de la inteliguentsia. Esta palabra describía una
elite educada y occidentalizada, alienada del resto de la sociedad rusa por su educación y del régimen autocrático de
Rusia por su ideología radical.

7) Analice los hechos que, según Gellatelly, permitieron dar al nazismo un “barniz de legalidad”.
Cuando en marzo de 1933 el nacionalsocialismo llegó al poder en Alemania a través de los votos de sus ciudadanos,
entre las primeras medidas tomadas -además de aquellas dirigidas a la persecución inclemente de toda oposición-
estuvo lograr que el parlamento aprobara una ley que otorgaba poderes prácticamente dictatoriales al canciller Adolf
Hitler. La ruta hacia la adquisición del poder absoluto fue transitada por el nacionalsocialismo a través de vías

13 historia
enteramente legales ofrecidas por la propia Constitución de la República de Weimar, en su momento, considerada por
eminentes juristas de todo el mundo como un modelo a seguir.
El asalto al poder por parte de Hitler y sus aliados se llevó a cabo dentro de un marco de legalidad electoral y,
básicamente, consistió en el aprovechamiento de un orden democrático preexistente para destruirlo por dentro y
terminar finalmente con él, y con los valores republicanos que definen al Estado de Derecho. Y aunque el ascenso fue
gradual, Hitler no hubiera podido consumar ese asalto al poder sin la ayuda de los principales dirigentes de ese
momento: el presidente Paul von Hindenburg y su hijo Oskar, el canciller Franz von Papen y el secretario de Estado
Otto Meissner, entre otros. En esta compleja tragedia los partidos políticos opositores fueron, en el mejor de los casos,
inoperantes; con frecuencia se debatían por cuestiones ideológicas que se consideraban vitales pero que eran en
realidad triviales en comparación con el clima de violencia e intimidación en que se vivía.
De hecho, es históricamente innegable que las características criminales del régimen nazi no hubieran podido afianzarse
sin un considerable apoyo electoral del pueblo germano y sin la ayuda de ciertos sectores sociales, financieros e
industriales que imaginaron que podían usar al régimen para sus propios fines pero advirtieron demasiado tarde que la
realidad era exactamente la opuesta.

8) Siguiendo el texto de Gelatelly, explique cuáles fueron las principales medidas tomadas por Hitler desde su ascenso
como canciller para constituir un estado totalitario.
El objetivo de los nazis, una vez alcanzado el poder, fue –entre otros- el de recrear la “comunidad del pueblo”, la noción
de comunidad del pueblo no era una idea propia de los nazis, sino que estos fueron aquellos a quienes se consideraba
capaces de poner en práctica la solidaridad nacional anhelada, y traicionada. Los nazis llevaron la idea de la comunidad
del pueblo hasta el paroxismo, en la medida en que representó una mirada de renovación total que en muchos sectores
de la sociedad calaba hondo, y permite entender su apoyo. Era esta una noción en la que se asociaba de manera
permanente la idea de la batalla, de la lucha, de la destrucción del enemigo. Su atractivo también se encontraba ligado a
la idea de superar las dificultades económicas y la inestabilidad política de los primeros años de la década de 1930.
Los principales problemas que enfrentaba el gobierno eran los económicos: la caída de la producción industrial y el
consiguiente desempleo eran sus mayores manifestaciones. Por este motivo, Hitler comenzó una fuerte campaña para la
recuperación del mismo a través de la “batalla del empleo” realizada en diversos frentes. Pero igualmente, los resultaros
no se percibieron de inmediato sino que tardaron en llegar, y algunos de los mecanismos a partir de los cuales se
“eliminaron” los focos de desempleo fueron coercitivos: por ejemplo, se prohibió el paro y, en 1935, se reintrodujo el
servicio militar obligatorio. Por otro lado, y combinando los objetivos económicos con los políticos, se fomentó que las
mujeres alemanas “arias” –es decir, futuras madres de los verdaderos alemanes- casadas abandonaran sus empleos y, a
cambio, recibían préstamos por matrimonios (toda vez que los mismos fuesen “puros” desde el punto de vista racial). En
relación a los opositores la solución fue sencilla: en mayo se ilegalizaron todos los partidos políticos excepto el Partido
Nacionalsocialista y además, tras la incautación de los fondos de los sindicatos (comunistas y socialistas) se creó en
Frente del Trabajo Alemán (DAF en el original). Esto explica, en parte, que en las sucesivas convocatorias electorales los
nazis obtuvieran un alto número de participantes en los comicios y un alto número de votos.
Durante el período 1933-1945, como bien sabemos, uno de los focos principales de la política nazi fue la llamada
“cuestión judía”. Para ello, el régimen dictó una serie de leyes que definieron la situación jurídica de los judíos durante
todo el período, además de los sucesivos boicots a las empresas en manos de propietarios judíos y a la comercialización
por parte de éstos.
El último elemento a considerar en este desarrollo es el del establecimiento de los campos de concentración. Utilizados
inicialmente contra los opositores políticos como los comunistas (ese fue el sentido que le diera ante la opinión pública
Himmler cuando anunció el establecimiento del campo de concentración de Dachau, en las cercanías de Munich)
posteriormente fueron utilizados para todos aquellos que no encajaban en la categorización de “verdadero alemán”:
judíos, homosexuales, gitanos, opositores, etc. Los primeros emplazamientos, como el de Dachau, se establecieron poco
tiempo después de la toma del poder, y fueron vistos, en términos generales, como favorables por los diversos medios
de prensa, quienes sostenían que, para el mantenimiento del orden, aquellos que lo atacaban debían estar encerrados
en dichos campos de concentración. Además, se resaltaba el aspecto “educativo” de los mismos, y pocas veces se
filtraba lo que en realidad ocurría en ellos.

14 historia
9) Explique las discusiones ideológicas que se dieron en la Italia fascista en torno a la definición del estado totalitario,
la relación entre el Estado y el partido y el papel del Duce. Utilice para desarrollar su respuesta el texto de Gentile, “La
vía italiana al totalitarismo”.
El fascismo, dice el autor, fue un movimiento-régimen con una lógica propia, que no puede identificarse por completo
con la lógica de los intereses de clase y de la política de Mussolini, aunque se entrelace con ella. El fascismo fue un
fenómeno inédito, surgido, como otros movimientos políticos de la historia contemporánea, de los conflictos inherentes
a la sociedad de masas moderna, que destina sus afanes a la búsqueda de soluciones para el problema de las masas y
del Estado, del individuo y de la colectividad, del orden y del cambio, en una época de rápidas transformaciones. El
sistema político fascista fue un intento novedoso de solución, elaborado y experimentado dentro de las estructuras de la
sociedad burguesa, pero concebido y llevado a cabo según una lógica política totalitaria. Gentile destaca dos puntos:
que el fascismo fue el primer partido milicia que conquistó el poder en una democracia liberal europea, con la declarada
intención de destruirla, y que planteó como finalidad el primado de la política sobre cualquier otro aspecto de la vida
individual y colectiva, mediante la resolución de lo privado en lo público, para organizar de modo totalitario la sociedad,
subordinándola al control de un partido único.
el fascismo fue también el primer movimiento político de nuestro siglo que llevo al poder el pensamiento mítico. Una
religión política.

Mediante la expansión del PNF, y la proclamación de partido único. Aunque seguía subordinado al estado. El partido no
estaba del todo de acuerdo con el estado, que le parecía una construcción hibrida de elementos viejos y nuevos
demasiado limitada. Por eso, constantemente se realizaban con discreción políticas anti estatales.
Los fascistas ven al estado como el instrumento social para plasmar un mito, por lo que el estado fascista no la veía
como una realidad fija sino como un proceso de realización.
El fascismo se planteaba como la organización política de las grandes masas modernas. Por eso organizar a las masas se
tornó el principal objetivo de la política fascista. Se quería crear una masa organizada embebida de mitos fascistas y
participe entusiasta de los emprendimientos de gran dignatario decididos por el Duce. Esta organización de las masas
suprimía toda idea de la auto gobernación de las mismas con conciencia autónoma. El estado fascista de proponía
reeducarlas para vivir en el estado, mediante la acción constante y cotidiana del mito y la organización.
Este mito y organización debían contribuir a la integración de las masas al estado, reducir a unidades las multiplicidades
sociales. Se pretendía formar una colectividad de ciudadanos que participaran en la vida del estado fascista no como
individuos autónomos sino como milicianos disciplinados y obedientes, dispuestos a sacrificar su vida en aras del
poderío del estado. Hacer ciudadanos-soldados que se dejen absorber por la comunidad totalitaria. Para esto
implemento un triple proceso de organización, educación e integración del individuo y de las masas. El PNF era la
herramienta. El estado debía tomar el carácter de institución laico-religiosa, que englobe por entero al hombre en
cuerpo y alma. Únicamente a través de mitos, ritos y símbolos era posible integrar al total de la población al cuerpo
político. Había que formar una religión política y civil. La religión de Italia.

El Duce fue el elemento más característico del fascismo. Se lo consideraba un mito viviente por tener el “poder” de
renovar la sociedad civil. A medida que avanzaba el fascismo, el Duce iba concentrando cada vez más poder. Era la
integración entre Partido y Estado. Esto traía el problema de que pasaría con la falta de Mussolini, ya que todo el poder
se concentraba en una sola persona física.
En 1943, se produce el derrocamiento del Duce, junto con la disociación entre el mito y la organización.

10) Según Julia, ¿Cuáles eran las condiciones del surgimiento de los nacimientos fascistas en la Europa de
entreguerras? ¿Cuáles fueron las características distintivas de los partidos fascistas?

El fascismo es un movimiento de masas que se organiza políticamente para ofrecer a determinados sectores sociales
una respuesta para una crisis. En Italia y Alemania creció luego de la primera guerra, el sentimiento de nación humillada,
y el fascismo les ofreció a ambas la reivindicación nacional, como nacionalismo, del pueblo la sangre y la raza. Fue una
ideología para las clases medias bajas, las pequeñas burguesías, y los jóvenes. El fascismo ataca al liberalismo y al
socialismo, asumiendo algunas de sus ideologías, mediante la construcción de un Estado, y la exaltación de un líder
carismático.

15 historia
El conjunto de factores de 1929 en Alemania e Italia era descontento obrero y burgués, profunda crisis económica,
miseria, empobrecimiento de los agricultores y propietarios pequeños. Los partidos obreros divididos, burguesía
descontenta con la democracia, dan lugar al crecimiento de totalitarismo. La crisis del 29 acrecentó quienes estaban
dispuestos a escuchar el discurso fascista italiano o nazi. Condiciones económicas y sociales: crisis económica que genera
marginación de parte amplia de la sociedad (posguerra en Italia, efectos de la crisis del ´29 en Alemania); el fascismo
apela particularmente a los sectores medios y la pequeña burguesía excluidos del sistema. La sociedad se disgrega,
entran en crisis los valores liberales tradicionales. Los partidos fascistas proponen un encuadramiento militar a sus
seguidores; ofrecen organización y disciplina. Se proponen como modelo para la sociedad. Promueven la movilización de
las masas para la exaltación del pueblo y el apoyo del líder carismático. Por otro lado, el partido se organiza para la
destrucción de cualquier proyecto alternativo al fascismo, particularmente el movimiento obrero.

11) Teniendo en cuenta el planteo de Anderson, explique porque el autor se refiere al Estado Absoluto como “un
aparato reorganizado y potenciado de dominación feudal”. Ejemplifique con las características que adoptan las
innovaciones institucionales que se producen en el periodo.
Anderson sostiene que el Estado Absoluto se organizó según una racionalidad arcaica. Su función fue proteger a una
nobleza amenazada por la sublevación campesina y el ascenso de la burguesía. Dentro de los marcos del Estado
Absoluto, la nobleza perdió su vieja función política, pero pudo mantener intacta su posición económica y sus privilegios
sociales.
El Estado Absoluto fue la última forma política que adquirió el feudalismo, sólo que el punto de referencia ya no fue el
señorío sino que se amplió a los marcos territoriales del reino. Según Anderson, “La dominación del Estado Absolutista
fue la dominación de la nobleza feudal en la época de la transición al capitalismo. Su final señalaría la crisis del poder de
esa clase: la llegada de las revoluciones burguesas y la aparición del Estado capitalista”.
El Estado Absolutista constituyó básicamente un modelo al que las distintas monarquías intentaban acercarse
lográndolo con distintos grados de éxito.
Los Estados Generales (que representaban a los tres órdenes: el clero, la nobleza y el Estado llano), en Francia; las
Cortes, en España; el Parlamento, en Inglaterra, constituían límites al poder real. Estos cuerpos estaban todavía muy
lejos de ser instituciones representativas de carácter moderno; por el contrario, tenían aún un fuerte espíritu medieval:
constituían, en última instancia, la institucionalización del “consejo” que los vasallos debían prestar al señor.
Los límites al Estado Absolutista también se debieron a las resistencias que partían de la sociedad: nobles que pugnaban
ante la pérdida de su poder político y campesinos sublevados y burguesías que resistían a favor de las autonomías
urbanas. También las burguesías resistieron. En el marco de ese “feudalismo reorganizado” que fue el Estado Absoluto,
la burguesía también pudo consolidar sus posiciones, dentro de los límites que imponía una sociedad mayoritariamente
rural.
Pero el Estado Absolutista también imponía límites. Dentro de una concepción centralizada del poder no había
márgenes para ningún tipo de autonomía, ni para los señoríos, ni para las ciudades. De allí, las sublevaciones burguesas
en defensa de los privilegios urbanos. Pero también dentro de las ciudades, el abuso de poder de las oligarquías urbanas
era factor de conflicto: artesanos y pequeños comerciantes exigían una mayor participación. De este modo las revueltas
urbanas –como la de Bourdeos en 1635, Rouen y Caen en 1639 o de Moulins en 1640– tuvieron una composición
diversificada.

12) Describa, según Baines, los rasgos centrales de la expansión económica de la década de 1920 en los EEUU.
Estados Unidos experimentaba una fase de prosperidad en la década del ’20 tras la profunda depresión posbélica. La
sociedad norteamericana fue la primera sociedad de consumo de masas. Lo característico era que en la década de 1920
los principales productos de consumo en América eran los mismos que hoy. Los artículos de consumo “duros”, utilizables
durante varios años eran productos en abundancia y a bajo precio; la producción a gran escala se basaba en
innovaciones tan fundamentales como la cadena de montaje. Además la demanda de un producto fomentaba la
demanda de productos complementarios.
En la década de 1920 parecía que el Estado y sus aparatos eran en gran medida superfluos. El producto nacional bruto
crecía a un ritmo tal que se pensaba que el mero funcionamiento de la economía acabaría por resolver el problema de la
pobreza. Las causas de este auge económico y social que se vivía en Estados Unidos provienen de la “Gran Guerra”. Al
término de ésta, los EEUU se habían convertido en la primera potencia económica, siendo los principales exportadores

16 historia
de materias primas a los países derrotados económica y militarmente. Las deudas de guerra con EEUU se cifraban en
1918 en 7000 millones, aquel año América paso de ser un país deudor a convertirse en el principal acreedor del mundo.
Para ese año, América podía producir bienes industriales y alimentos más baratos que los europeos y más de lo que
consumía su población. Prácticamente no había nada que EEUU tuviera que importar, lo que significaba que los
americanos acumulaban enormes cantidades de oro con fatales consecuencias para Europa.
Los trabajadores podían producir más y consecuentemente ganas más, y así reducir los precios al consumidor creando
así importantes aumentos en los ingresos reales, lo que a su vez fomentaba el crecimiento de la demanda.
La agricultura no participo de la prosperidad general: los precios agrícolas caían en comparación con los precios
industriales. Si bien la exportación hacia los desbastados países europeos había constituido una salida que estimula la
ampliación del área cultivada, estas exportaciones se cortaron hacia 1920 cuando los europeos normalizaban su
producción y consideraban que estaban lo suficiente endeudados para seguir haciéndolo. Ante la difícil situación, los
agricultores comenzaron a exigir al gobierno la “paridad”, es decir, sostener los precios para seguir manteniendo sus
ingresos. Pero esto no ocurrió.

13) Siguiendo el texto de Baines, explique por qué la crisis de la agricultura en Estados Unidos durante la década de
1920 se expresó en un conflicto entre “dos sistemas de valores”. Describa los principales rasgos de ese conflicto.

La crisis agrícola de 1920 puso de manifiesto el conflicto entre los valores rurales y urbanos de la época. La agricultura
no participaba de la prosperidad general, los precios agrícolas caían en comparación de los precios industriales. Ante la
difícil situación, los agricultores comenzaron a exigir al gobierno paridad, el sostén de los precios con el objeto de
garantizar sus ingresos. Las contradicciones entre el campo y la ciudad se tradujeron en un enfrenamiento, como se
expresó anteriormente, de valores. Durante la década de 1920, la radio, prensa, cine, divulgaban una imagen de cultura
de la gran ciudad, que los jóvenes del campo absorbían como nunca lo habían hecho antes.
La población y las pequeñas ciudades de campo se opusieron a estas influencias fortaleciendo su creencia en los
antiguos y sencillos valores, en Dios, americanidad, la moralidad y la maldad intrínseca del alcohol, valores que la ciudad
y juventud rechazaba. Las cuestiones sexuales eran tratadas con mayor liberalidad, para los medios más pudibundos, el
acortamiento de la falda, el Charleston, se visualizaban como los avances más claros de la corrupción y libertinaje.
Dentro de este clima, en la década del veinte resurgió el Ku Kux Klan, secta que defendía la idea de una América
tradicional, una América blanca, anglosajona y protestante. El KKK comenzó entonces los violentos ataques a los grupos
que consideraban que destruían a esa esencia americana: en primer lugar, negros, pero también católicos y judíos.
La América rural no logro por parte del gobierno el apoyo a los precios agrícolas, pero si logro su reivindicación, “la
prohibición del consumo de alcohol” que era percibido como el origen de todos los males y a partir de 1920 la ley seca
se estableció a nivel nacional. Como la corrupción en la administración estaba muy extendida, una parte importante del
sector industrial y una fuente de recursos públicos, paso a manos de gánsteres, para solucionar el abastecimiento,
aparecieron destilerías clandestinas y se intensifico el contrabando. Durante la década del veinte la delincuencia fue en
aumento, en particular los robos, aunque es difícil determinar una relación directa con la ley seca. Cuando en 1933 la
prohibición termino, los actos de violencia se trasladaron a los sindicatos, la prostitución y las drogas. Los
contemporáneos no se pusieron de acuerdo si la prohibición fue un éxito o fracaso, lo que si significo un rotundo fracaso
en cuanto medida legal para fortalecer la moral, ya que si bien resolvió un “problema moral”, creo otros aún más graves.

14) Siguiendo el texto de Hobsbawn, caracterice las etapas principales de la “guerra fría” y que conflictos centrales se
presentaron en cada una de ellas.
La Guerra Fría surge desde el enfrentamiento constante de las dos superpotencias surgidas de la Segunda Guerra
Mundial: Estados Unidos y la Unión Soviética. La característica principal de esta guerra es la amenaza constante de un
conflicto nuclear global, que nunca llegó a concretarse. Fueron tiempos en donde la voluntad de enfrentarse en
combate domino el escenario internacional. La singularidad de la guerra fría estribaba en que no había ningún peligro
inminente de guerra mundial. Más aún, pese a la retórica apocalíptica de ambos bandos, sobre todo del lado
norteamericano, los gobiernos de ambas superpotencias aceptaron el reparto global de fuerzas establecido al final de la
segunda guerra mundial.

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El conflicto se agudizo en torno a la situación de Alemania. Tras la guerra, se había divido en cuatro zonas que fueron
ocupadas por los vencedores. Las tensiones se expresaron mayormente en Berlín, que también estaba repartida entre
las distintas fuerzas de ocupación, pero se encontraba enclavada en territorio soviético. Así, la URSS cerro los accesos a
la ciudad.
En Europa las líneas de demarcación se habían trazado en 1943-1945, tanto por los acuerdos alcanzados en las cumbres
en que participaron Roosevelt, Churchill y Stalin, como en virtud del hecho de que solo el ejército rojo era realmente
capaz de derrotar a Alemania.
La situación fuera de Europa no estaba tan clara. El mayor momento de tensión entre los dos bloques fue respecto de
Asia. Esta fue la zona en que las dos potencias siguieron compitiendo en busca de apoyo e influencia durante toda la
guerra fría y, por lo tanto, fue la de mayor fricción entre ambas, donde más probables resultaban los conflictos armados,
que acabaron por estallar.
La cantidad de armamento nuclear o químico, los emplazamientos y el número de cabezas de misiles, es decir, la
capacidad destructiva que era capaz de desarrollar cada una de las superpotencias se transformó en el eje de la Guerra
Fría. A medida que el poder militar de cada una de las superpotencias crecía año tras año, la Guerra Fría generaba sus
propias estructuras. La carrera armamentista contaba con directores, administradores, productores e inversores
interesados en que el negocio se ampliara y perdurara. En ambos bloques había intereses materiales muy poderosos:
personal militar e industrial, investigadores para el desarrollo de las nuevas tecnologías bélicas, servicios de seguridad y
de espionaje. La principal característica de la Guerra Fría fue su auto reproducción.
La URSS se vio enfrentada a unos EEUU que disfrutaban del monopolio del armamento atómico, y que multiplicaban las
declaraciones de anticomunismo militante y amenazador, mientras la solidez del bloque soviético empezaba a
resquebrajarse. Una vez que la URSS se hizo con armas nucleares ambas superpotencias dejaron de utilizar la guerra
como arma política en sus relaciones mutuas, pues era el equivalente a un pacto suicida. Sin embargo, ambas
superpotencias se sirvieron de la amenaza nuclear, casi con toda certeza sin tener intención de cumplirla.
Hobsbawn describe varias características de la URSS que demuestran su actitud intransigente: La URSS no era ni
expansionista ni contaba con extender el avance del comunismo más allá de lo que se supone se había acordado en las
cumbres de 1943-45. Además, dice, no representaba ninguna amenaza inmediata para quienes se encontrasen fuera del
ámbito de ocupación de las fuerzas del ejército rojo. Después de la guerra, se encontraba en ruinas, desangrada y
exhausta, con una economía civil hecha trizas y un gobierno que desconfiaba de la población que había mostrado una
clara falta de adhesión al régimen. La URSS necesitaba toda la ayuda económica posible y por lo tanto no tenía ningún
interés, a corto plazo, en enemistarse con la única potencia que podía proporcionársela, los EEUU. Su postura de fondo
tras la guerra no era ofensiva sino defensiva.
La política de enfrentamiento entre ambos bandos surgió de su propia situación. La URSS, consciente de lo precario e
inseguro de su posición, se enfrentaba a la potencia mundial de los EEUU, consciente de lo precario e inseguro de la
situación de Europa Central y occidental y del incierto futuro de gran parte de Asia.
EEUU pensaba que el comunismo hacia a la antigua Rusia más peligrosa porque reforzaba a la más brutal de las grandes
potencias con la más despiadada de las utopías, es decir, de las ideologías de dominación mundial. Además, EEUU era
democrática y esto era lo más peligroso para ellos, tenían que procurar pertenecer al poder y asegurarse los votos de
sus ciudadanos.
Desde el punto de vista de Moscu, la única estrategia racional para defender y explotar su nueva posición de gran,
aunque frágil, potencia internacional, era exactamente la misma: LA INTRANSIGENCIA.

15) Luego de la Segunda Guerra Mundial, el mundo se dividió en dos bloques antagónicos iniciándose una etapa
conocida como Guerra Fría. Siguiendo el texto de Hobswan explique el sentido de este concepto y como fue
cambiando a lo largo de tiempo.

Tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, las relaciones internacionales entraron en una nueva etapa
caracterizada por el predominio y la rivalidad entre dos grandes potencias, cuya participación había sido decisiva para
derrotar a la Alemania nazi. Esas potencias fueron los Estados Unidos (EE.UU.) y la Unión Soviética (URSS), que se
constituyeron en las cabezas de dos grandes bloques de países que quedaron bajo su esfera de influencias.
Se empezó a hablar, entonces, del conflicto entre los países occidentales, controlados capitalmente por EE.UU.
(capitalistas), y los países del Este o comunistas, subordinados a la URSS. El conflicto entre ambos bloques no fue solo de

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carácter político (democracia versus régimen de partido único), sino también económico (capitalismo versus
comunismo) e ideológico (libertad e individualismo versus subordinación de lo individual a lo colectivo).
El rasgo más sobresaliente de esta etapa de la historia contemporánea fue conocido como “guerra fría “fue que no hubo
combates entre las fuerzas armadas de las dos súper potencias, que sin embargo, se enfrentaron mediante otros
recursos: campañas de acción psicológica, actividades de espionaje, intervenciones en países terceros, bloqueos
militares, sanciones económicas, iniciativas en los organismos internacionales, etcétera.
Eric Hobsbawm divide a la Guerra Fría en dos periodos: la Primera Guerra Fría, desde 1945 hasta el estallido de la crisis
del petróleo, en 1973; la Segunda Guerra Fría, desde 1973 hasta 1991, cuando, tras la caída del Muro de Berlín, se
disolvió la URRS.

16) Indique los elementos centrales analizados por Judt para describir la crisis del orden soviético durante la década
de 1980
Dentro del comunismo europeo comenzó a expresarse una fuerte división. Algunos de sus partidos anunciaron la
intención de maniobrar independientemente de Moscú. A la URSS comenzó a costarle demasiado caro mantener su
condición de superpotencia. Con un producto nacional bruto de un tercio del de los Estados Unidos debía atender a las
tropas.
Sin embargo, esto no era lo peor. El más agudo problema se encontraba en una economía que, lejos de alcanzar a la
estadounidense, acentuaba aún más su retraso, y en una política social que en lugar de avanzar hacia una distribución
más equitativa, como correspondería a un régimen comunista, profundizaba las desigualdades entre el trabajador
común y el gran dirigente soviético.
Mientras tanto, los sucesos ocurridos en los Estados Unidos comenzaron a presentar un perfil cada vez más desfavorable
para la URSS. Ronald Reagan adoptó medidas que afectaron a ésta. Reagan duplicó el presupuesto militar
norteamericano en la primera década de los ‘80, e impuso un programa de alta tecnología al que denominó “Guerra de
las galaxias”.4 Este programa exigió a la URSS la realización de un gran esfuerzo económico y militar que la misma no
estaba en condiciones de atender.
Pese a esta situación amenazadora, la economía soviética no daba señales de reacción. Durante los ‘80 presentaba
signos indisimulables de tercermundización, es decir, de una economía donde las ventas de materias primas son
mayores que las de manufacturas.
Fue Mijail Gorbachov quien, a partir de 1985, cambió definitivamente el rumbo. Inmediatamente después de ser
designado Secretario General del PCUS, lanzó su nueva política, la Perestroika y el Gladnost: con la primera enunció la
modernización de la economía y la sociedad soviética; con la segunda prometió transparencia informativa.
Sin embargo, el desafío mayor era sacar a la URSS del aislamiento. La economía soviética no podía permanecer en lo que
Gorbachov denunció como era de estancamiento. No era sencillo modificar, en profundidad, el régimen de vida de los
soviéticos.
Gorbachov y su equipo diagnosticaron que el estancamiento era producto del aislamiento, y ellos apuntaron a
establecer un régimen de libertades que facilitara el contacto de los ciudadanos de la URSS con otras culturas y países
del mundo La renuncia al uso de la fuerza por parte de URSS debilitó la dominación soviética en Europa del Este.
En realidad, hacia los años ‘80, en los países desarrollados de Occidente había comenzado la revolución científico-
tecnológica y el mundo se intercomunicaba cada vez más. Era evidente que la URSS y los países del bloque comunista, si
pretendían rivalizar con ellos, no debían continuar con su economía centralizada, donde todas las decisiones eran
adoptadas por un pequeño grupo de dirigentes radicados en Moscú, lejos de los centros de producción de la inmensa
Unión Soviética.
La caída del Muro de Berlín en 1989, el abandono de Afganistán en 1990, la revisión de la doctrina partidaria propuesta,
en 1991, por el mismo Gorbachov, al desconocer el papel del PCUS como único representante de la clase trabajadora
soviética, y el reemplazo de la URSS por una Comunidad de Estados Independientes en 1992 constituyen las fases
finales, y en cierto modo previsibles, de esta historia.

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