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Silvana
Procedimiento de muestreo
Liliana
En general se aconseja trabajar por fases que permitan aproximaciones sucesivas mediante el
establecimiento de hipótesis que relacionen causas y efectos y su posterior comprobación. Este
sistema facilita la aplicación de soluciones y de medidas preventivas en la primera fase del
estudio, eliminando o reduciendo el problema con rapidez y evitando la necesidad de prolongar
el estudio, con el correspondiente ahorro de tiempo y costes. En general, se identifican tres
fases:
En esta primera fase se debe revisar toda la información existente que pueda ayudar a la
identificación de un posible problema:
Planos de la instalación:
modificaciones realizadas,
descripción del sistema de VCAA,
incidencias registradas, etc.
Presencia de contaminantes procedentes del exterior, ya sea a través del aire, con los propios
ocupantes o por el subsuelo.
Paralelamente se observará la posibilidad de que otros factores de estrés, como puedan ser una
iluminación insuficiente, ruidos molestos, radiaciones, etc.
las opiniones,
las quejas
los problemas específicos de confort y salud que manifiesten los usuarios de la
instalación, asegurándose siempre que estén relacionados con su permanencia en el
mismo.
Si las soluciones no son evidentes, para confirmar o rechazar algunas de las hipótesis de trabajo
que se van planteando es conveniente medir una serie de parámetros que se utilizan como
indicadores de la CAI:
Temperatura
Humedad relativa
Velocidad del aire
Caudal del aire
CO2
CO
¿Donde?
Para detectar cambios se efectuarán medidas durante el día o a lo largo de toda la jornada
laboral
Entonces será necesaria una reconsideración del problema estudiando cuidadosamente toda la
información disponible y desarrollando a partir de ella unas nuevas hipótesis que, normalmente,
implicarán la realización de estudios más completos que pueden incluir
el análisis en aire
sobre superficies, de determinados contaminantes
una revisión completa por especialistas del funcionamiento y diseño del sistema de
VCAA.
También puede ser conveniente en algunos casos el realizar estudios de tipo
epidemiológico.
Evaluación inicial del CAI
Donde medir
Segunda fase: evaluación inicial de la CAI. Si con las medidas aplicadas no se solucionan los
problemas, o es preciso confirmar una hipótesis compleja o bien se desea profundizar en la
investigación.
El control analítico de la calidad del aire interior debe considerarse como un último recurso a
aplicar cuando la inspección previa de exploración no proporciona resultados positivos, o en el
caso de que sea necesaria una evaluación o un control de las acciones tomadas inicialmente.
http://www.invassat.gva.es/documents/161660384/161741793/Ponencia+Valencia+2013+Cali
dad+aire+Zafra/a04f57e4-d337-4ba1-9300-03e5e2f21277
En relación con el lugar de muestreo, se deberían seleccionar el área o las áreas donde se
hayan producido los problemas y donde se sospeche, en base a la inspección realizada
previamente, que pueda existir contaminación biológica. Además, sería recomendable realizar
también el muestreo, si es posible de manera simultánea, en áreas control con el fin de
comparar los resultados obtenidos. Estas serán normalmente el aire exterior y, si resulta
conveniente, otras zonas del edificio donde no se hayan manifestado síntomas o donde no se
hayan producido quejas. Cuando se vaya a muestrear en aire de una sala, el equipo de
muestreo debe colocarse en el centro de la misma, alejado de puertas, ventanas (las cuales
deberán permanecer cerradas), escaleras o fuentes de calor que puedan crear corrientes de
aire inducidas, y situado sobre un trípode a 0,75 – 1,5 metros por encima del nivel del suelo
con el fin de simular la zona de respiración y eliminar cualquier error potencial. No se
recomienda su colocación encima de superficies, ya que esto puede dar lugar a la resuspensión
de polvo depositado sobre las mismas.
La expulsión de aire de las bombas de muestreo debería estar alejada de la entrada de aire de
muestreadores adyacentes y otros elementos, como plantas en maceta. Para realizar
mediciones de control en el aire exterior, los equipos se colocan a la citada altura, alejados de
fuentes de generación de bioaerosoles, aunque, en edificios equipados con un sistema HVAC,
las muestras deberían tomarse lo más cerca posible de la toma de aire exterior, alejadas de la
extracción de aire contaminado. Deben tenerse en cuenta las condiciones climáticas, que
podrían afectar a los resultados obtenidos, modificando las concentraciones e, incluso, la
distribución de los contaminantes presentes en condiciones normales. Por ello, no es
recomendable el muestreo, por ejemplo, en situaciones de lluvia, nieve, o elevada velocidad
del viento.