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TEMPLO DE LA KRIYA-YOGA

PSICOLOGÍA DE LA AUTO-PERFECCIÓN

JULIO 1997

PARAMAHANSA YOGANANDA

EL GURÚ DEL CUERPO


INCORRUPTO
Svami MahaPremananda

Lic. JOSÉ ÁNGEL PADRÓN MOLÍNA

MCMXCIII
Trabajo de microbiografía
2 Templo de la Kriya-Yoga

INTRODUCCIÓN
Estimados lectores, el presente folleto fue publicado en varias entregas durante el año 1993 en
el suplemento dominical del diario “La Nación”, de San Cristóbal Edo. Táchira, Venezuela, como un
homenaje a estarse conmemorando entonces el I Centenario del nacimiento del Gurú Inmortal,
Paramahansa Yogananda.
¿Creen ustedes que es posible conocer el momento en que ocurrirá nuestra muerte? ¿Por
qué algunas personas han llegado a predecir con exactitud el momento en que ocurriría su
separación definitiva del cuerpo físico? ¿Cuáles prácticas hay que seguir a nivel físico, mental y
espiritual para que esta predicción sea posible? ¿Son personas especiales las que tienen esas
capacidades humanas, o son simplemente personas que Dios envía a este mundo con una misión
espiritual determinada para ayudar a la humanidad? Sobre estos temas trataremos en el contenido
del presente folleto, especialmente sobre el caso del hindú PARAMAHANSA YOGANANDA.
Sea propicia la oportunidad para darle a conocer a los amigos y amigas, a los miembros de
Self-Realization Fellowship (Asociación de la Realización del Ser), una parte de la vida y de la
obra histórica del Gurú Inmortal.
Daremos inicio a esto con uno de sus famosos poemas:
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En el Jardín del Año Nuevo


Los ecos del año fenecido, sus penas y bonanzas, ya se han ido.
He aquí que la argentina voz del año nuevo, estimulante y plena de esperanza, canta así:
“¿Despierta, levántate, remodela tu vida...! Cíñela a la meta más alta”. Desecha ya las
malezas de las viejas preocupaciones.
De la abandonada huerta del pasado, tu cosecha sólo las semillas de las dichas y
realizaciones, las esperanzas, los buenos pensamientos y acciones, los nobles ideales
todos.
He aquí que el año nuevo se levanta ya, y murmura: “Despierta tu conmigo, oh espíritu
que en la sepultura de los hábitos, indolente, se ha dormido¡....!
Un nuevo esfuerzo inicia, ferviente y entusiasta!
Tu constante enemigo, el karma, aún te acosa,... no abandones las armas hasta verlo
vencido.
¡Que nada te contenga ya más, amigo mío, hasta haber conquistado la libertad eterna!” Y
así marcharemos todos, enlazados de las manos, unidos cual fraterna danza, hacia
adelante, hermanos, hermanas, he aquí que nuestra mente avanza vivificada por el gozo y
unida eternamente......
Que nada nos detenga ya más hasta alcanzar nuestra sutil morada de paz, nuestro hogar de
reposo, del cual no saldremos jamás a vagar.
Paramahansa Yogananda (1893-1952)
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Los objetivos del Gurú:


De los grandes maestros de la India, Paramahansa Yogananda fue pionero del yoga en
Occidente, el primer gran maestro de yoga que permaneció en el hemisferio Occidental por un
largo período de tiempo, el cual se extendió por más de 30 años. Muchas veces se ha hablado de
personas que han sido ‘enviadas’ por Dios para darle un mensaje a los seres humanos, a fin de que
puedan encontrar el camino más recto hasta Él, hasta Dios. En la historia de la humanidad se han
registrado muchos casos de éstos enviados, que son los seres que han fundado religiones y
filosofías para la vida, algunas de ellas vigentes a través de los tiempos. Uno de esos últimos casos
ha sido el de Paramahansa Yogananda, personaje que ha intentado unir las religiones y filosofías
orientales y las occidentales. Su llegada a Occidente en 1920 marcó el comienzo de un interés por
la sabiduría Oriental.
Entre sus objetivos estaba divulgar en todas las naciones del orbe el conocimiento de
técnicas científicas muy bien definidas, a través de cuya aplicación es posible alcanzar una
experiencia personal y directa de Dios; enseñar a la humanidad que el propósito de la vida
consiste en expandir, a través del esfuerzo personal, nuestras limitadas consciencias mortales hasta
que éstas lleguen a identificarse con la Consciencia Divina; revelar la completa armonía y la
unidad esencial existente entre las enseñanzas del Cristianismo y las del Hinduismo original, tal
como fueron expuestas originalmente por Jesucristo y por Bhagavan Krishna, respectivamente;
demostrar que las verdades contenidas en dichas enseñanzas constituyen los fundamentos
científicos comunes de toda religión verdadera; liberar a la humanidad, del triple sufrimiento que
le agobia: las enfermedades físicas, la falta de armonía mental, y la ignorancia espiritual; mediante
la práctica de la antigua ciencia de la Kriya-Yoga; fomentar la hábito de “simplicidad en el vivir
y nobleza en el pensar”; difundir un espíritu de confraternidad entre todos los pueblos a través de
la enseñanza del eterno principio que los une a todos: su común filiación divina.
La vida de Paramahansa Yogananda, estuvo dedicada en cuerpo y alma a su trabajo
espiritual, centrada en todo momento en la práctica de la Kriya-Yoga como vía de elevación y
encuentro con la Divinidad en la forma de Madre Cósmica. Su propósito fue siempre el de ayudar a
los demás mediante el amor, amor que cada instante rebosaba de su corazón.
Paramahansa Yogananda nació un 5 de enero de 1893, año 193 de la Era Dvapara Yuga
ascendente, en la ciudad de Gorakhpur, estado de Uttar Pradesh, Provincias Unidas del noreste de
la India, muy cerca de los Himalayas. Fue el segundo hijo varón y el cuarto de una familia de
cuatro hembras y cuatro varones. De madre y padre bengalíes, ambos pertenecientes a la casta
Kshatriya, tradicionalmente la segunda casta social hindú, la de los militares, gobernantes y
administradores e iniciados en la ciencia del yoga por Lahiri Mahasaya(1828-1895). Su nombre
original era Mukunda Lal Ghosh, cambiado luego por el de YOGANANDA. Desde la infancia
manifestó profundas aptitudes espirituales. En su adolescencia procuró conocer a los más
considerados y más grandes santos y filósofos de la India. Solía repetir: “todo lo demás puede
esperar, pero no mi búsqueda de Dios”. En 1914 ingresó en la antigua orden monástica de los
Svamis, fundada por Shankara, instructor religioso que vivió en los año 510-478 a.C. El mismo
Yogananda cuenta que cuando tenía ocho años de edad, estuvo a punto de morir de un ataque del
cólera asiático, pero milagrosamente se salvó porque su madre y su padre, ambos bendecidos por
una naturaleza interna santificada, de amor mutuo, apreciable y digno, llenos de armonía maternal y
paternal perfecta, pidieron a su Gurú, Lahiri Mahasaya la curación y, aunque Mukunda no podía
moverse, le pidieron que se inclinara mentalmente ante un cuadro de Lahiri Mahasaya que estaba
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en la habitación. El niño lo hizo y así pudo ver como la estancia se llenaba de gran luz y resplandor.
Cuando esa luz desapareció, Mukunda ya estaba curado. En 1910, a la edad de 17 años, Yogananda
encontró a su Gurú, Svami Sri Yuktesvar (185-1936), de quien recibió entrenamiento espiritual
durante 10 años y en cuyo ashram fue preparado para luego traer la liberadora técnica del KRIYA
YOGA al Hemisferio Occidental. Sri Yuktesvar era discípulo de Lahiri Mahasaya y el gurú de éste,
el inmortal gurú “Babaji Nagaraj”, quien vive todavía en los Himalayas. El misterioso yogui ha
retenido su forma física por siglos, quizá por milenios, según lo afirma Yogananda en su
autobiografía, recientemente se conoce por discípulos directos de Yuktesvar y Lahiri Mahasaya que
Babaji nació en al 203 D.C., el 30 de noviembre en el pueblo de parangipettai, en el Tamil Nadu,
India cerca de la desembocadura del Río Cauvery al Océano Indico. En 1914, a los 21 años de
edad, recibe el título Bachiller, título académico de licenciado en letras (Grado universitario de
B.A. Bachelor of Arts) por la Universidad de Calcuta, y de Serampore, ambos núcleos de
enseñanza de la Universidad de Calcuta. Su dedicación se dirige siempre hacia los libros de texto
que tengan ideas religiosas y filosóficas, pues sabía ya de su verdadera vocación, la de realizar
personalmente a Dios. Desde su nacimiento, bendecido por su Param Guruji Lahiri Mahasaya,
manifestó un vivo interés por la realización de Dios. Paramahansa Yogananda siempre estuvo
interesado en la educación de los jóvenes; y en el año 1917, con siete muchachos, establece la
primera escuela en Dihika, Bengala; años después, en 1918, establece en Ranchi, Bihar, una
escuela para alumnos internos donde se enseña yoga, la educación primaria y la secundaria, con el
nombre de Yogoda Satsanga Vidyalaya, educación que está de acuerdo a las ideas de los antiguos
sabios rishis. Los programas incluían materias agrícolas, industriales, temas académicos,
concentración yóguica y meditación, más el sistema “YOGODA” o Ejercicios de Energetización,
cuyos principios físicos, mentales y espirituales descubriría en 1916. (“Yogoda”: de la raíz yoga,
unión, armonía, equilibrio; y da, aquello que se imparte; “Sat Sanga” de la raíz Sat, verdad; y
Sanga, hermandad, asociación). Yogananda desarrolló éste sistema para cargar conscientemente la
batería del cuerpo humano con la Energía Cósmica, fuerza sutil del Cosmos. Éstos no son
ejercicios físicos ordinarios sino una forma de pranayama indispensables en la rutina espiritual
diaria del devoto. Un día del año 1920, varios pensamientos y panoramas de personajes
occidentales se desarrollan en la mente de Yogananda y éste exclama: “! América! ¡América!.. !
Esas gentes son americanas!...... y le dice a un condiscípulo suyo, Bimal, ven acá, tengo nuevas
para ti; !el Señor me ordena que vaya a América!”......y extrañado el muchacho reacciona y dice:
¿América?.... tal como si hubiera dicho ir a la luna. “Sí, salgo para descubrir la América, tal como
lo hizo Cristóbal Colón.” Bimal echó a correr y pronto toda la escuela fue informada de la noticia.
Yogananda continuó y dijo: “Oré y Oré conteniendo mis sollozos hasta que un joven vestido con
escasa indumentaria, entró y cerró la puerta..... Yo pensé deslumbrado: “Ese debe ser Babaji”, pues
se le parecía mucho. El joven contestó a mi pensamiento y dijo: Si soy Babaji. Nuestro Padre
Celestial ha escuchado tu oración y me envía para que te diga: “Sigue el mandato de tu Gurú y
viaja a América. No temas, estás protegido. Tu eres el escogido para difundir el mensaje de la
Kriya Yoga en el Occidente. Hace mucho tiempo conocí a tu Gurú Sri Yuktesvar en una
Kumbamela; entonces le dije que iba a enviarte a ti para que te preparara.” Luego me dijo con
solemnidad: “El Kriya Yoga, es la técnica científica de realización para conocer a Dios, que
terminará por difundirse en todos los países, ayudando a armonizar las naciones por medio de la
percepción personal y trascendental que el ser humano obtendrá de Dios.” Luego, con una mirada
de majestuoso poder, me electrizó con un atisbo de su Conciencia Cósmica. Se despidió y me
alertó: “No me sigas. No podríais hacerlo......”.
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Yogananda se vino a la América, a los Estados Unidos, llegó a Boston en 1920, como
delegado de su país al Congreso internacional de Religiones Liberales, Cabe pensar la reacción
asombrosa de la gente ante un joven yogui de tez oscura y pelo largo, vestido con túnica azafrán y
turbante, en una época en que el yoga evocaba imágenes de faquires y encantadoras serpientes.
Yogananda fue un verdadero defensor y vivo practicante del Yoga. Suyas son estas palabras “La
teoría de que el Yoga es peligroso o inadecuado para los occidentales es completamente falsa,
pero lamentablemente ha disuadido a muchos estudiantes a no buscar en él múltiples beneficios.
Yoga es un sistema que enseña cómo calmar la turbulencia natural de los pensamientos, los cuales
impiden a todos los seres humanos por igual y en todo lugar, vislumbrar su verdadera naturaleza: el
Espíritu. Los beneficios del yoga no establecen barrera alguna entre Oriente y Occidente. Así como
la luz del sol despliega sus rayos curativos sobre todos, así es el yoga. Puesto que los pensamientos
de la mayoría de la gente están inquietos y son caprichosos, existe una manifiesta necesidad de esta
ciencia que es el camino hacia Dios.”
Con estas ideas, Paramahansa Yogananda en la víspera de su partida para los Estados
Unidos, se halló ante la santa presencia de Sri Yuktesvar, su Gurú, quien le dijo: “Olvida que has
nacido hindú y no seas tampoco americano. Toma lo mejor de ambos. Sé tú mismo, tu verdadero
ser, un hijo de Dios. Busca e incorpora a tu ser con las mejores cualidades de todos tus hermanos y
hermanas que están diseminados en todos los lugares de la tierra y entre las diversas razas”. Luego
recibió la bendición de su Gurú, Sri Yuktesvar, y se embarcó para hacer el viaje a la América.
Yoganandaji fue un enviado de Dios para que viniera acá y así lo hizo.
Santos con cuerpos incorruptos
Antes de pasar a exponer la permanencia incorrupta del cuerpo de Paramahansa Yogananda,
debo hacer una pequeña explicación necesaria y suficiente, sobre una de las formas de determinar y
reconocer la santidad de un ser humano. Existen tres formas accesibles a los humanos para
reconocer la santidad de un ser que ya haya estado en la Tierra:
UNO, los santos dejan su cuerpo voluntariamente en la fecha y hora que ellos ya han
predeterminado, previo al anuncio de su muerte física. A esto se le conoce en la India como
Mahasamadhi o muerte a voluntad.
DOS, el cuerpo físico de un santo, luego de ser depositados en la tumba, desaparece sin
dejar rastro alguno; tal es el caso de San Francisco de Asís, Buda, la Virgen María, Jesucristo, así
como Kunti, Draupadi, Yudhistira, todos los hermanos pandús de la epopeya India del
Mahabharata, el caso especial de Teresa Newman y de muchos otros más. Además, algunos de
esos santos, luego de haber sido sepultados en sus tumbas, resucitan y aparecen a sus discípulos
con el mismo cuerpo, como lo hicieron Jesucristo, Lahiri Mahasaya, Sri Yuktesvar, Krishna, Kabir,
etc.
TRES, en algunos santos, aún después de que sus cuerpos han sido sepultados y exhumados,
sus cuerpos se conservan incorruptos. Debo aclarar lo siguiente; un requisito para alcanzar la
santidad no significa conservar la piel y/o el cuerpo; si no también deben conservar sus órganos
internos: viseras, intestinos, hígado, páncreas, lengua, carne, huesos y piel, etc. Entre algunos se
conocen el de San Juan de la Cruz, quien murió en 1591 y cuando fue exhumado en 1859,
encontraron su cuerpo en un estado de absoluta incorruptibilidad; el de Teresa de Ávila y hoy, el
caso de un instructor mundial como Paramahansa Yogananda. El tema fue considerado por
diferentes investigaciones y últimamente por la revista Española Milenio. En esa acreditada revista
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se hace énfasis profundo y con mucha vehemencia al extraordinario caso del “Gurú del Cuerpo
Incorrupto.” Debo hacer referencia y no perder la oportunidad de explicar el caso venezolano de la
Santa Madre María de San José, oriunda de Choroní, Ocumare de la Costa, Estado Aragua, para
puntualizar lo siguiente: Primero, pude ver muy cerca su cuerpo y visualizar el aura astral que
emana de él, aura cuyo color azul claro indica claramente que su vida estuvo impregnada de
servicio y de amor, ya bien sea para ayudar a los desamparados o a los pobres, tal como lo dice la
literatura referente al caso. Segundo, su cuerpo no está completo, sólo están sus huesos y la piel,
ambos aparentemente incorruptos; sus órganos vitales: viseras, intestinos, páncreas, sistema
reproductor, etc. no están con el cadáver, lo que significa que sólo su piel y huesos aparentan estar
incorruptos. Tercero, tengo la experiencia visual de sepultureros que permanentemente y en
diferentes cementerios han exhumado cadáveres con la piel incorrupta, y esto no es signo de
santidad; ello tiene su explicación. Cuarto, debido a lo antes expuesto, al cadáver de la Santa Madre
María de San José, tuvieron que recubrirla de una cera especial para poder mantener su fenotipo.
La Madre, demuestra un rejuvenecimiento, a pesar de tener una edad de más de 95 años de vida.
Quinto, con lo anteriormente explicado no pretendo negar la santidad de la Madre María de San
José; todo lo contrario, invito a las autoridades a comprobar científicamente que su cuerpo está
incorrupto y completo. Además, la santidad de la Madre María de San José nunca puede
supeditarse a si su cuerpo está o no incorrupto; el pueblo a quien ella sirvió es quien determina su
santidad con total y absoluta independencia de lo que diga yo o diga el Papa. Ella, por su servicio
de entrega y amor para los necesitados, ya tiene ganado el sitial de la santidad; pero por favor no
vayamos a caer en la especulación mitológica de la gerencia de la mentira con la finalidad de
renovar la fe. Recuerden que, con el caso del mismo Jesús, siendo el Salvador de un pueblo, el
Mesías, todavía muchos sectores sociales o científicos niegan su santidad y divinidad por el simple
hecho de no estar de acuerdo con las verdades trascendentales de su mensaje; y esto no le quita en
nada su filiación divina. Retomando la idea de las tres formas de identificar a un santo con relación
a su cuerpo, quiero cerrar este paréntesis con lo siguiente: los santos no mueren por una
enfermedad. Luego de haber cumplido la tarea encomendada por Dios, ellos deciden cuando han de
abandonar su cuerpo; la muerte jamás los sorprende por efecto de alguna enfermedad. Existen
muchos casos de santos de todas las religiones que han muerto sabiendo cuando hacerlo, y sus
cuerpos han desaparecido y han resucitado apareciéndole a sus discípulos; y finalmente, cuando
conservan su cuerpo incorrupto, se revisten de un aura de luz azul violeta, luz que inunda el recinto
donde está presente el cadáver.
Para continuar con el caso de Paramahansa Yogananda, su obra, vida, muerte y permanencia
de su cuerpo incorrupto, me permito repetirles y resaltar que, en Agosto de 1920 partió de la India
el Svami Yogananda y el 6 de Octubre del mismo año ofreció su primer discurso en la ciudad de
Boston, Massachusetts, como delegado de la India al Congreso Internacional de Religiones
Liberales. El Secretario del Congreso escribió el siguiente comentario: “El Svami Yogananda,
delegado del Brahmacharya Ashram, India, trajo los saludos de su Asociación. En fluido Inglés y
convincentes conceptos, nos ofreció una disertación de carácter filosófico sobre: ‘La Ciencia de la
Religión’; Él declaró que: La Religión es universal y una sola”. Este mismo concepto lo vivió
Paramahansa Yogananda y una vez que se detuvo a visitar un monasterio, cuyos monjes lo
recibieron con cierta y fría reserva por lo oscuro de su piel, sus cabellos largos y por su túnica
anaranjada usada tradicionalmente por los monjes de la Orden de los Svamis. Considerándolo
como un ente estrafalario, salido de alguna tierra de paganos, los monjes católicos ya estaban
prontos a rehusarle la audiencia que solicitara con el abate de la Orden, cuando irrumpió en la
habitación el abate y con los brazos abiertos, se acerco y abrazó a Paramahansa Yogananda,
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diciéndole: “¡Hombre de Dios, siento verdadero placer en que hayas venido!”. Esta anécdota dará
al lector una idea sobre la situación que privaba en el mundo religioso cuando Yogananda inicio su
magistral predicación en Occidente, así como también con las reservas vivientes de la verdadera
religiosidad con que cuente todavía el mundo cristiano.
El Verdadero Maestro
¿Quién puede ser llamado Maestro?. Seguramente que todo ser humano está capacitado para
recibir este título, pero de vez en cuando aparecen sobre la tierra una de esas almas de noble linaje
que realmente han realizado a Dios y de cuya existencia el Maestro Jesús, hace veinte siglos, dijera:
“Aquel que cree en mi, las obras que yo hago también él las hará, y mayores que estas harán,
porque yo voy al Padre”, ¡éste es un verdadero Maestro!. Muchas veces se ha hablado de personas
que han sido enviadas por Dios para dar un mensaje renovador a los seres humanos, con el fin de
que retornen al camino. En la historia de la humanidad se han registrado muchos de estos casos
porque son personas que han fundado religiones y filosofías para la vida, algunas de ellas todavía
vigentes a pesar del paso del tiempo. Paramahansa Yogananda es uno de esos personajes que han
intentado unir todas las religiones y las filosofías orientales y occidentales. La declaración que hizo
el Svami Yogananda, como delegado de la India, al Congreso Mundial de Religiones Liberales
cuando afirmó: “La Religión es universal, es una sola pero variados los caminos para llegar a
Dios”, demuestra que la verdadera religión del ser humano consiste en buscarle y encontrarle; así lo
demostró con su forma de vivir y con una vida dedicada en cuerpo y alma a enseñar, mediante la
práctica de la yoga, la manera científica de lograr un desarrollo integral del cuerpo, la mente y el
alma del ser humano, y a revelar la armonía existente entre todas las religiones. Su causa de unir
las religiones se base en que ningún ser humano debe ser despreciado por su religión. Buscó que
los fieles de las religiones del mundo en vez de pelearse por diferencias que solo son superficiales,
deberían unirse y combatir los males del mundo, como lo son el materialismo, la avaricia y la
guerra.
Decía Yoganandaji: “Si por religión entendemos únicamente las prácticas, los credos
particulares, los dogmas, las costumbres y convenciones, entonces si hay razón para que existan
tantas religiones; pero si religión quiere significar primero tener consciencia de Dios, o la
realización de Dios tanto dentro como fuera de nosotros; y como segundo la existencia de un
cuerpo de creencias, credos y dogmas, entonces, estrictamente hablando, no hay más que una
religión en el mundo, porque no existe más que un solo Dios.”
Con su propia vida, Paramahansa Yogananda dio el ejemplo de la tolerancia y del amor
universal de un santo. Él llamó a su iglesia “Iglesia de todas las Religiones”; no porque él quisiera
enseñar las doctrinas de todas ellas, sino porque quería enseñar una verdad fundamental que,
sirviendo de base a las grandes religiones del mundo, encontrara principios externos que son
universales. Es esto lo que sienta la base sobre la que se puede fundar una auténtica y verdadera
fraternidad religiosa.
Con estas ideas y las instrucciones de su Gurú, y del Mahavatar Babaji, Yogananda inició
en Occidente la enseñanza de “Kriya Yoga”, la técnica científica para identificarse con Dios con
total independencia de credos, raza, situación económica y religión. Tanto para Yogananda como
para los demás maestros de su línea, la Divinidad recibe el nombre de Dios, Padre, Madre Cósmica,
Amigo, Amiga, Amado Dios, etc.
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Yogananda fue un niño prodigio. Desde muy pequeño fue vidente y tuvo mucho interés en
dedicarse a llevar a las almas de todo el mundo, a la experiencia directa de Dios. Su preocupación
nunca fue la de crear una religión para los pobres o para los ricos. Su mensaje no era para los
pobres, ni para los desamparados, ni para los necesitados o para los hambrientos. Siempre
demostró un vivo interés por todos los seres humanos, independientemente de que fueran ricos,
pobres, talentosos o no, sanos o enfermos, porque él percibía en cada ser humano la presencia del
rostro de Dios. Él, veía en el hombre al Padre Celestial y en la mujer a la Madre Divina. Su vida
fue una eterna reverencia a la presencia de Dios en cada ser humano.
Yogananda tenía un aspecto físico de una hermosura sin igual, hermosura que puede
percibirse en la forma física de un buen padre o como la belleza de una amorosa madre que es a la
vez agradable y enigmática. Hasta se puede afirmar que Yoganandaji es una especie de Cristo
moderno. En su libro “Autobiografía de un Yogui Contemporáneo”, publicada en 1946, Yogananda
narra sus experiencias místicas y su evolución espiritual, así como también sus recuerdos de vidas
anteriores como yogui. Como hombre era muy humilde, y a pesar de su misticismo, tenía un gran
sentido del humor y gustaba de reír y hacer reír a los demás narrándoles historias divertidas. Pero
su cualidad fundamental residía en el extraño poder que tenía para hacer cambiar a las personas.
Muchos individuos que fueron a verlo por simple curiosidad, se convirtieron en sus discípulos. Él
podía leer dentro de ellos como en un libro abierto. Su doctrina se resume en una sola palabra:
AMOR. Yogananda pertenece a una línea de Gurús muy destacados en la India antigua y
contemporánea, que han influido en las actuales tendencias de la humanidad, tanto en Oriente como
en Occidente, entre ellos tenemos a Babaji, un Maestro viviente que a pesar de su milenaria edad,
vive como un joven en los Himalayas. Él tiene una frase que lo identifica: “Kriya Yoga es la
técnica científica para la realización personal y consciente de Dios; ésta será finalmente enseñada
en todos los países del mundo y ayudará a armonizar las naciones”. Con estas palabras, en el año de
1920, Babaji envió a Yogananda al Hemisferio Occidental a enseñar la Kriya Yoga. Tiene la
potestad de materializarse y desmaterializarse a voluntad, apareciéndose a sus discípulos en forma
humana y hablando con facilidad cualquier idioma. Otro Gurú también reciente, Lahiri Mahasaya
(1828-1895), como discípulo directo de Babaji, inició a más de 5.000 discípulos en la Kriya Yoga.
Este Maestro fue quien logró dividir la Kriya Yoga en cuatro iniciaciones progresivas o sucesivas
para que pudiese ser aprendida por principiantes. Su frase era la siguiente: “Sabio es aquél que
únicamente se dedica a realizar la verdad, y no solamente a leer antiguas revelaciones”. Le sigue
Sri Yuktesvar (1855-1936), gurú de Yogananda y quien le dio un entrenamiento directo y especial
para su misión en el Occidente, su frase era: “Mientras tú respires el aire libre de la tierra, tienes la
obligación de realizar con gusto tu servicio”. El último de esta línea de Gurús es Paramahansa
Yogananda (1893-1952) y su frase era: “Dios ama el Silencio”, existen otros maestros, discípulos
directos de Lahiri Mahasaya y de Sri Yuktesvar y la actual Madre Sri Daya Mata, preceptora y
sucesora espiritual de Paramahansa Yogananda.
ANIVERSARIO DEL GURÚ
El 7 de marzo de cada año se celebra en todo el mundo el aniversario del Mahasamadhi de
Paramahansa Yogananda (Mahasamadhi es el abandono voluntario del cuerpo físico, acto que
realiza en forma consciente el yogui a la hora de su muerte). Este aniversario es de singular
importancia debido a que el gran Gurú había anunciado este momento con varios años de
anticipación y, fundamentalmente, porque luego de su Mahasamadhi dejó su cuerpo incorrupto
hasta nuestros días, suceso que llenó de asombro a muchos testigos de ayer, de hoy y de siempre.
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Yogananda murió como había vivido: como un guerrero divino en lucha contra del enemigo
principal del ser humano: la ignorancia. Él decía con frecuencia: “Yo no quiero morir en mi cama,
sino con las botas puestas y hablando de Dios y de la India”. Dios le concedió con exactitud este
gran deseo a su ferviente devoto porque en el momento en que abandonó su cuerpo físico, acababa
de dar un discurso público y presencial en el que hizo énfasis sobre Dios y de su amada tierra natal.
Yogananda tuvo como meta fundar comunidades en las cuales sus discípulos convivieran
unidos no sólo por la igualdad de ideales religiosos, sin distinciones de raza, sexo o color, sino por
la igualdad del interés personal para conquistar a Dios. Realmente así sucedió porque creó una
organización social que se sostiene por sus propios medios, permitiéndole a sus miembros vivir una
vida sencilla en contacto armonioso con la naturaleza, y estructurada según los preceptos de la
técnica liberadora de la Kriya Yoga: “Simplicidad en el vivir y nobleza en el pensar”. Este gran
trabajo es mantenido actualmente por sus discípulos que practican una relación humana llena de
paz y amor como respuesta a la soledad que vive el ser humano actual, a su incomunicación y a la
violencia que palpamos en todas las ciudades del orbe. El testamento de Yogananda queda
patentizado en el mundo contemporáneo con su eslogan: “El AMOR continúa siendo la maravillosa
fuerza que mueve el Sol y a todas las estrellas”.
Para finales del año 1925, Yogananda ya había establecido la Sede Central de la
organización en Monte Washington, un terreno ubicado en las faldas de una montaña próxima al
Tazón de las Rosas, al Norte de San Diego en la ciudad de los Ángeles, California. Con una
extensión de 12 acres en los que estableció ashrams, edificios para oficinas administrativas y
residencias monásticas, todo con la finalidad de diseminar por el mundo entero sus enseñanzas. La
organización recibió en los Estados Unidos el nombre de Self-Realization Fellowship (Sociedad de
la Realización del Ser en idioma Español), y Yogoda Sat Sanga Society en la India. En 1935 Sri
Yogananda declara a ambas instituciones no sectarias y sin fines de lucro. El Maestro Yogananda
declaró muchas veces que por medio del trabajo de las dos organizaciones, el mensaje liberador de
Kriya Yoga se esparciría a través del mundo en la búsqueda de una sociedad perfecta, sociedad que
podría realizarse si se juntaba la eficiencia de América y la Espiritualidad de la India- De esta
unión surgiría un socialismo espiritual. Una de sus metas era la de promover el entendimiento
cultural y espiritual entre Oriente y Occidente, fomentando el intercambio mutuo de las mejores
cualidades de ambos. Jesucristo y los grandes Maestros de la India han bendecido esta obra y han
dado la seguridad de que ésta vivirá y crecerá. Esta promesa se está cumpliendo cabalmente en los
75 años de existencia que tiene SRF. Sus Centros, Grupos y Círculos de meditación se han
diseminado en el mundo entero y la Kriya Yoga sigue conquistando al mundo brindando paz,
realización y satisfaciendo la necesidad más urgente de la era actual del mundo - era del Dvapara
Yuga que significa: era atómica, edad de los aniquiladores del espacio - cuya necesidad primordial,
a pesar del materialismo aparente y dominante, es la de conocer y practicar una metodología
científica para alcanzar la experiencia directa y personal de Dios. Yogananda repetía con mucha
vehemencia: “No es posible que podamos universalizar costumbres y convicciones particulares,
pero el elemento común de todas las religiones: Dios, sí puede ser universalizado y todos podemos
pedir que lo sigan y obedezcan”.
Luego de este Congreso y con su resplandeciente logro siguieron incontables invitaciones
para dar conferencias y clases a lo largo y ancho de los Estados Unidos de América, parte del
territorio de Alaska y Méjico. Millones atendieron y recibieron con entusiasmo sin precedente sus
enseñanzas. No cabe duda que entre todas las personalidades religiosas del siglo XX, el nombre de
Paramahansa Yogananda se destaca no sólo como uno de los maestros espirituales más
Templo de la Kriya-Yoga 11
reconocidos, seguidos y respetados, sino como uno de los que mayor repercusión mundial a
alcanzado, y cuya vigencia todavía se mantiene en nuestros días, cien años después de su
nacimiento.
Paramahansa Yogananda, en el más completo sentido de la palabra, es un maestro realizado
integralmente que nos trae en su mano derecha la antorcha inextinguible de los Vedas, y en su
mano izquierda el Amor de Dios; por eso fue, es, y sigue siendo una voz de aliento para quienes, a
través de complejas lecturas y del simple intelectualismo, creyeron agotadas sus posibilidades de
obtener algo más que dolor, decepción, frustración y desesperanza en sus existencias terrenales.
Paramahansa Yogananda nunca persiguió cambiar la cultura estadounidense, pero si
espiritualizarla, darle un nuevo sentido y mayor profundidad al modo de vida norteamericano.
Cumplió el mandato de su Gurú Sri Yuktesvar: “ni indianizar la América ni americanizar la India.”
Por esto su enseñanza es apta para los prosélitos de todas las religiones así como también para
aquellos que no siguen ninguna. En ellas se demuestra que todas las religiones son expresión de la
Verdad Suprema, y que esta verdad es el cimiento, la base de toda ciencia y de todo conocimiento.
Estas técnicas yóguicas señalan el sendero hacia el infinito, en donde todos los diferentes caminos
de la verdad se juntan. El sendero de S.R.F. se concreta y recorre diariamente a través de la práctica
diaria de la MEDITACIÓN CIENTÍFICA, el camino más rápido para identificarse con Dios. Si
usted lee a cualquier psicólogo americano, europeo o a eminentes profesionales universitarios de la
actualidad, encontrará frecuentemente referencias cariñosos y alusiones a la obra de Paramahansa
Yogananda.
En Junio de 1935, Paramahansaji viajó durante 18 meses por Inglaterra, Suiza, Italia, parte
de Europa y Palestina y visitó el sur de la India donde pasó tres días con Mahatma Gandhi en el
ashram de Wardha. Un día un visitante escéptico le dijo al Maestro: “Yo siempre he creído en
Dios, pero de nada me ha servido”. El Maestro le respondió: “La creencia y la fe son buenas si te
inspiran para practicar las verdades que han sido la causa de lo que tú creas. Pero es necesario
convertir la creencia en experiencia”. Yogananda preconizó la formación de los Estados Unidos
del Mundo, situación que estamos observando con la tesis de la globalización que vemos con la
integración de Europa y la pronta integración de América.

EVENTOS PARA EL MAHASAMADHI DEL GURÚ


Proseguimos, estimados lectores, explicando el Mahasamadhi de un Instructor Mundial. Los
últimos días de Paramahansa Yogananda estuvieron ligados, literal y simbólicamente con la visita a
Los Ángeles del primer embajador de la India como país ya libre e independiente, ante los Estados
Unidos, el Sr. Binay Rajan Sen. Es algo curioso notar que el Gurú no pudo ir a la India, como era
su deseo, pero ésta vino a él en la persona de su más elevado representante diplomático ante el
Gobierno de los EE.UU. Una fotografía tomada minutos antes de su muerte, muestra a la esposa
del Embajador con sus manos en la posición del saludo tradicional hindú llamado “Pronam” en
Hindi, gesto realizado en honor al Maestro, cuando éste se levantó de su asiento para dirigirse al
podium de los oradores. La pronunciación de esta sagrada palabra sánscrita llevan consigo la
posición (mudra) de alguna parte del cuerpo, en este caso, las manos juntadas en sus palmas y
colocadas sobre el pecho, a la altura del corazón o en el chakra Anahata, en señal del
reconocimiento que el alma de una persona le hace a otra alma: MI ALMA SALUDA Y
REVERENCIA A TU ALMA. Este hermoso rasgo, el último que le hacía una mujer hindú al
Maestro Yogananda, simboliza el respeto de su nación para el hijo de la India que hizo que la
sabiduría perenne de los Rishis, los antiguos Sabios, fuera conocida en Occidente.
12 Templo de la Kriya-Yoga
1.- MILAGRO DESPUÉS DE MUERTO.
En un artículo titulado “El Milagro de Forrest Lawn” que fuera publicado por un diario de
Los Ángeles, se hace referencia a una carta del director de pompas fúnebres de uno de los más
grandes y el más hermoso cementerio de los Estados Unidos de América. Allí, ese director certifica
el hecho sorprendente e insólito de que el cuerpo de Paramahansa Yogananda había permanecido
en un estado de absoluta incorruptibilidad. Este milagro vino hacerse del conocimiento público por
gracia del Padre Celestial y la Madre Divina, para que la gente conociera de la bondad y la gran
misión de Yogananda en la Tierra. Los hermosos fenómenos que concurrieron en la muerte de
Paramahansa Yogananda de hecho han despertado un inmenso y profundo interés en las vibrantes
posibilidades que tienen los seres humanos con el Yoga para alcanzar el desprendimiento
voluntario y sorprendente del cuerpo a la hora de la muerte. Sobre la muerte, William Shakeaspere,
en su soneto 146, dice: “Debes alimentarte de la muerte, que se alimenta de los hombres; porque
una vez muerta la Muerte, cesará el morir”.
Con mucha insistencia los discípulos le pedían a Yogananda que revelara quién sería su
Gurú sucesor; él les contestaba: “En la América no hay todavía un cuerpo preparado para ser
Gurú”. Otra vez y ante la insistencia por conocer su sucesor, Yogananda les contestó: “Después de
que yo me vaya, las enseñanzas de Self-Realization Fellowship serán vuestro Gurú”. De esta
manera y por otros medios, él indicaba que la Kriya Yoga que él había iniciado en Occidente,
continuaría creciendo después de su muerte.
Yogananda nunca le concedió alguna importancia a su propia personalidad, sino más bien
esa importancia se la daba a cada ser humano que hicieran el esfuerzo propio para realizar lo
hermoso de la vida; él decía: “La unión Divina es posible a través de nuestro propio esfuerzo; y no
depende o descansa sobre teorías o creencias teológicas, ni tampoco en la arbitraria voluntad de un
Dictador Cósmico. Por el uso de la llave de la Kriya Yoga, las personas que no pueden elevarse por
sí mismas para creer en la divinidad de todo ser humano, al final pueden llegar a obtener una
completa divinidad de ellas mismas”.
Tres años antes de su Mahasamadhi Paramahansaji se retiraba cada día más y más de la vida
pública con el objeto de terminar la enorme tarea de interpretar varias Escrituras Sagradas. Poco
antes de su muerte, él ya había terminado todos los escritos que se había propuesto. Una vez le dijo
a uno de sus discípulos: “La misión de mi vida ya ha terminado”. Las escrituras hindúes señalan
que a los verdaderos devotos de Dios se les da de antemano aviso, o señal anticipada, sobre la
fecha en que tienen que abandonar esta tierra. Un verdadero yogui nunca es rudamente sorprendido
por la muerte. Paramahansa Yogananda sabía muy bien de que su vida no sería larga. En 1924 le
dijo a un discípulo: “Yo no llegaré a vivir hasta una edad avanzada”. Además, les dio a sus más
allegados, indicios de que abandonaría esta tierra durante el mes de marzo. Ellos, en ese entonces,
no comprendieron el alcance de sus palabras. En muchas de esas ocasiones, durante los últimos
años, el Maestro indicó que su tiempo para abandonar la tierra ya se había extinguido; sin embargo,
repetía que había conseguido una prórroga para permanecer un poco de tiempo más entre ellos.
Sepan ustedes y no olviden que Yogananda, con mucha frecuencia hablaba con Dios en la forma de
Madre Divina. Él enseñó que es la energía de Dios la que necesitamos para tener salud y vitalidad
en el cuerpo; que es Su sabiduría la que necesitamos para poder enfrentar y resolver todos los
problemas existenciales; que Su gozo es lo que necesitamos para satisfacer el aguijoneante anhelo
de nuestra almas para buscar la libertad, y que Kriya Yoga es la ciencia universal que capacita al
individuo para ponerse a tono y en contacto permanente con esa misma fuente: ¡con Dios!
Templo de la Kriya-Yoga 13
Yogananda fue el cuarto de una serie de Gurús que enseñaron la Técnica espiritual de Kriya
Yoga, técnica que despierta la gozosa realización personal de la presencia de Dios, que a su vez es
la ciencia universal más antigua del mundo para la comunión con Dios. Fue enseñada por Sri
Krishna, 3.500 años antes de la era cristiana. En el Bhagavad Guita, la Biblia Hindú, el Señor
Krishna dice: “El Kriya yogui es más grande que los ascéticos que disciplinan su cuerpo (Hatha
yoga), más grande que los que siguen el camino de la sabiduría (Jnaña yoga) o el camino de la
acción desinteresada (karma yoga); Oh! Arjuna, sé tú un Kriya yogui”.(VI:46). También fue
enseñada por Jesucristo a sus discípulos, tal como se relata en los incomprendidos Capítulos de las
Revelaciones o Evangelio de San Juan. En 1861 fue revivida para los tiempos modernos por el
Mahavatar Babaji; enseñada a Lahiri Mahasaya y luego a Sri Yuktesvar, quien preparó a
Paramahansa Yogananda, discípulo escogido para llevar a cabo la misión de difundir dicha
herramienta de liberación integral en Oriente y Occidente, cumpliendo así una dispensa de Babaji y
de Jesús.
Paramahansa Yogananda, el Gurú inmortal, sabía cuál era el día de su muerte consciente, tal
como lo dijo el Yogacharya J. M. Cuarón, regente y discípulo del Centro de la Realización del Ser
en ciudad de Méjico: “Yo sabía que esto tendría que suceder muy pronto porque el Maestro me
había dicho en diferentes conversaciones: “Yo estoy viviendo con tiempo prestado; la Madre
Divina me ha pedido en más de una ocasión que abandone esta tierra ya que mi tiempo ha
terminado, y que si no lo hago voluntariamente, Ella me sacará de aquí”. Yoganandaji agregaba
que él estaba muy agradecido de la Madre divina, pues Ella graciosamente le había dado su
consentimiento para permanecer por más tiempo en la tierra, con el objeto de terminar cierto
trabajo importante que tenía entre manos.”
Entre las obras literarias dejadas por Yogananda tenemos la Autobiografía de un Yogui
Contemporáneo, Susurros de la Madre Eterna o Susurros de la Eternidad, El Maestro Dijo o Dichos
de Yogananda, Meditaciones Metafísicas, La Ciencia de la Religión, Cantos Cósmicos,
Afirmaciones Científicas para la Curación, Cartilla Psicológica, La Madre Cósmica, Cantos del
Alma, La ley del Éxito, El Divino Romance, Dónde hay Luz, Cómo puedo usted hablar con Dios,
Diario Espiritual, y las Lecciones por Correspondencia; además dejó también las interpretaciones
del Bhagavad Guita, del Nuevo Testamento de la Biblia y la interpretación de los poemas de Omar
Khayyam en el Rubaiyat; toda esta obra junto a una gama de nuevas y anteriores publicaciones
sobre la vida y obra de Paramahansa Yogananda que son editadas por Self-Realization Fellowship,
tales como Historias de Mukunda, folletos de temas espirituales, material de fotografías, discos,
cassettes, videos, el Magazine trimestral, y próximamente recopilados en sendos CD.
Publicaciones en más de 14 idiomas. Actualmente Self-Realization Fellowship y Yogoda Sat Sanga
Society de la India, está dirigida por La Sagrada Madre Sri Daya Mata, sucesora discipular y
PRECEPTORA ESPIRITUAL de los Kriya Yoguis del mundo, discípulos de Paramahansa
Yogananda, quien con su sabiduría y amor regenta la conducción espiritual de todos los miembros-
discípulos de S.R.F.
Paramahansa Yogananda preparó discípulos durante más de 30 años para que dirigieran hoy
su obra. El ideal de Amor a Dios y el servicio a la humanidad, encontró plena expresión en su vida
y actualmente en su sucesora Espiritual, Sri Daya Mata, demostrándose así una continuidad de
ejemplaridad de recta acción, sabiduría, devoción y amor por Dios y fundamentalmente, dejando
viva la experiencia de cómo el ser humano de hoy puede, por medio de la Kriya Yoga, alcanzar la
liberación final o unión con Dios.
14 Templo de la Kriya-Yoga
En este año de 1993 estamos celebramos el Primer Centenario del natalicio de nuestro Gurú
Paramahansa Yogananda. Es propicia y singular la oportunidad para entregarle al mundo que tan
urgentemente necesita, una siempre nueva y renovada esperanza, inspiración y guía espiritual. El
mensaje de Su amor y sabiduría divinos satisface plenamente las necesidades del ser humano
actual. La Presencia de nuestro bien amado Gurú se sentirá sin duda en forma más tangible que
nunca durante todo este período. Todos, amigas, amigos, discípulos y miembros de S.R.F. estamos
unidos honrando su encarnación terrena, y le ofrendemos nuestra profunda gratitud por las
abundantes bendiciones que a diario derrama tanto sobre nuestras vidas como sobre el mundo
entero. Invito a todos a que cada 7 de marzo, unamos nuestras mentes y corazones para elevar
espiritualmente nuestro amor a Dios y al Gurú Inmortal. En esta época en que estamos celebrando
un aniversario más de su Mahasamadhi, seguro estoy de que las bendiciones del Gurú llegarán a
cada uno de ustedes. Paramahansa Yogananda decía: “Si yo no puedo verlos, recuerden que estoy
trabajando por ustedes en algún otro lugar. El que yo los mire constantemente no les ayudará.
Ustedes se beneficiarán más a través de la meditación profunda y regular. Yo no estoy aquí para
solamente ayudarlos en esta vida, sino también en el más allá”. “La AutoRealización es estar
consciente de todas las partes del cuerpo, de la mente y del alma, de que estamos en posesión de la
omnipresencia de Dios; que no necesitamos orar para que Dios venga a nosotros; que no estamos
cerca de el solamente en determinado tiempo, sino que la omnipresencia de Dios es nuestra propia
omnipresencia; que Dios es ahora mismo una parte de nosotros, tal como siempre lo será, y que
todo lo que tenemos que hacer es mejorar nuestro comportamiento” (El Maestro dijo, Palabra # 269
). Luego repetía: “Después de que yo me vaya, sólo el amor me sustituirá y las lecciones de Self
Realization serán vuestro Gurú”, e insistía con bastante frecuencia esto: “Vino, sexo y dinero, son
los tres engaños más grandes. No duerman mucho, el sueño es una forma inconsciente de
establecer contacto con Dios. La meditación es el estado consciente que está más allá del sueño”.
Para ayudar a aligerar la carga kármica de sus discípulos, Yogananda asumía parte del karma de
ellos y por esta causa el Maestro sufrió, en el transcurso de su vida, ciertas padecimientos físicos.
Pero él nunca se quejó, él nunca dijo NO a quien estuviera necesitado de cualquier naturaleza de
ayuda.
2.- EL COMIENZO DEL FIN.
No perdamos de vista que, la contribución más singular a la ciencia espiritual, en la línea de
maestros que desemboca en Paramahansa Yogananda, es la resurrección de la antigua ciencia del
Kriya Yoga. Esta ciencia es una llave que abre el ojo espiritual, el ojo omnisciente de la intuición.
Es un instrumento preciso, por medio del cual se puede acelerar la evolución humana. El principio
del fin comenzó el día 17 de noviembre de 1951 porque ese día fue la muerte de su discípula más
aventajada: la Hermana Gyanamata, quien para ese entonces contaba con 84 años de edad. El
Maestro condujo los servicios funerarios religiosos para ella en la Ermita de Self-Realization, en
Encinitas, California. Entonces le dijo a un discípulo: “Ahora que la Hermana ya se ha ido, ya no
hay nada que me detenga aquí en la tierra”. (En 1940, Yoganandaji le dijo a uno de sus jóvenes
discípulos residentes en Encinitas: “Yo no sobreviviré por mucho tiempo más”.) Luego de los
servicios funerarios, el Maestro partió para un retiro en el desierto distante muchas millas de los
Ángeles. Él amaba intensamente la inmensidad y el silencio del desierto y eso lo atraía
grandemente. El Maestro regresó a Los Ángeles el 18 de diciembre para residir en la Sede Central
de Self-Realization en Mount Washington, a fin de preparar las festividades de la Navidad del año
1951. Con mucha frecuencia, él se refería a esa Navidad como si hubiera de ser la última para él
con nosotros. “Cuando la Madre Divina lo quiera, me marcho” solía repetir con frecuencia durante
esa misma festividad.
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3.- ULTIMA NAVIDAD CON EL GURÚ

En la Navidad de 1951 Paramahansaji hizo un esfuerzo especial para que ese día fuera algo
único y lleno de gozo para todos. A sus discípulos les dijo: "Yo se de antemano que es lo que me
espera tan pronto abandone el retiro del desierto; pero si puedo conseguir que otros sean felices, yo
también lo soy. Este cuerpo no representa nada para mi, entre más pronto lo abandone será mejor".
Cuando los devotos expresaban pena o dolor por lo que él decía, movía la cabeza y comentaba:
"Ustedes no se imaginan lo que la Madre Divina está planeando para mi". En la mañana del 5 de
Enero de 1952, en el cumpleaños de Paramahansa Yogananda, un grupo de discípulos se reunieron
en el centro de Hollywood para iniciar la ceremonia de apertura de los cimientos de lo que sería la
Primera Casa del Libro. Se inició la ceremonia hindú cantando "OM GURÚ" y todos pasaron
delante de él para recibir la bendición personal, después les dijo: "Nosotros no podemos conquistar
a Dios por medio de la razón porque él posee toda la razón y también lo demás; lo único que Él
desea de todos nosotros es nuestro amor". El Maestro repetía: "La unión e identificación con Dios
es posible a través de nuestro propio esfuerzo. Con el uso de la llave liberadora del Kriya Yoga, las
personas que no puedan elevarse por sí mismas, o aquellas que no creen en la divinidad de algún
ser humano, pueden llegar hasta el final y obtener la completa divinidad en ellas mismas".
4.- ULTIMO DÍA EN ENCINITAS.
El Maestro abandonó los Ángeles el 10 de enero, para ir a Encinitas, donde pasó la noche,
en la mañana siguiente saludó a Rajarsi Janakananda, a quien le dijo: "Oh que sorpresa tan
agradable" No había pensado venir a Encinitas pero el tirón del deseo ardiente de verte era muy
poderoso". Ese día Rajarsi, el Dr. Lewis y su señora, y algunos otros discípulos, comieron con el
Maestro croquetas de Calcuta, una ensalada de papas. Luego visitó por ultima vez los hermosos
jardines del Templo Dorado en la Colonia Mundial de Todas las Religiones, fundada en 1937, y
pidió que lo llevaran al cafetín Hindú de Encinitas; allí saludó a antiguos amigos y discípulos.
Yoganandaji regresó al desierto el 11 de enero. Sin embargo, estuvo aún en mayor reclusión que
antes, entrando continuamente en samadhi o en estado supraconsciente. En algunas ocasiones pedía
algún discípulo que observará su éxtasis para que evitara que cayera al suelo, y que le cantara OM
en el oído derecho para retomar la consciencia de vigilia. RARAMENTE DORMÍA; por lo general
él dormía muy poco; esta abstinencia de sueño había sido su práctica durante muchos años.
Incesantemente persistía en no comer, ya que no sentía ninguna necesidad para ello. Unas cuantas
semanas antes de su partida, abandonó por completo la sencilla dieta que por años venía siguiendo.
Cuando lograban persuadirlo para que comiera algo, esto debía ser un plato preparado al estilo
hindú. El Maestro era un cocinero de primera, y de hecho era notable lo que emprendía. Duró
algunos años intentando preparar un perfecto "singharas", un relleno de papas. Pero los resultados
no le habían satisfecho completamente y decía: "No, no está como las que se comen en los bazares
de la India". Mientras estaba en el desierto en febrero, trató de hacerlo, entonces las "singharas"
resultaron exactamente como él lo quería. Luego dijo: "Bueno allí está otro pequeño deseo ya
satisfecho, ya sólo queda uno".
Paramahansaji sentía gran regocijo y alegría en escribir. En el desierto dedicaba mucho
tiempo para sacar de la fuente interna de su percepción las interpretaciones, lecturas y enseñanzas
que luego dictaba directamente a sus discípulos, quienes tomaban el dictado a máquina. Luego, él
revisaba los escritos, hacía las correcciones, agregaba, quitaba, etc. Todas sus obras literarias eran
creativas e inspiradas, no como la mayor parte de las interpretaciones o explicaciones que se han
16 Templo de la Kriya-Yoga
hecho de las Escrituras. Sus libros no fueron nunca de índole escolástico ni hechos o arreglados por
los conceptos u opiniones de otros autores. Sus palabras fluían espontáneamente desde las
profundidades de la realización de su nítido y puro Ser. Sobre los comentarios de los textos
Sagrados, principiaba su dictado solamente después de haber obtenido la aprobación de Krishna,
Jesucristo y otros Grandes Maestros. Leía muy poco y decía: "Creo que no llegan ni a veinte los
libros que he leído en los últimos veinte años.” Una noche dijo: Traigan la máquina de escribir, voy
a dictarles algo”. Todos se asombraron de la hermosura e inspiración profunda que les estaba
dictando sobre las Sagradas Escrituras; y luego dijo, "Si no lo hubiera hecho hoy en la noche, nunca
se hubiera hecho".
En esos días repetía con frecuencia, "Tengo una cita que cumplir en el mes de marzo. El
gran Maestro supo la fecha y momento de su MAHASAMADHI. Sabía que habría de morir el 7 de
marzo de 1952 y así se lo comunicó a sus discípulos, y por eso les repetía: “Ustedes se beneficiarán
más a través de la meditación regular y la práctica de la Kriya-Yoga. No se chanceen siempre los
unos con los otros; permanezcan siempre alegres y animosos internamente ¿Por qué malgastar su
percepción en palabras inútiles? Las palabras son como las balas: cuando se gastan en fútiles
conversaciones, el suministro de municiones internas se gasta, la energía cósmica de diluye, sólo la
meditación los llenará de paz. Las bromas son con frecuencia bromas falsas que hacen se perforen
agujeros en las paredes de ese cubo, y esto hace que la leche de la paz se desperdicie. No pierdan el
tiempo en distracciones, leyendo demasiado, etcétera. La lectura es buena si realmente es
instructiva. Pero cuando la lecturas toman el lugar de la meditación, entonces espiritualmente es
completamente nula. Si otros pierden y malgastan su tiempo, ustedes 'piérdanse en Dios'; No
olviden esto si usted lee una hora, escriba dos horas, piense tres horas y medite todo el tiempo, y
por favor no dejen de practicar sus KRIYAS; El Maestro no es Maestro de otro; él es maestro de sí
mismo".

5.- EL BANQUETE DIPLOMÁTICO

Les estoy explicando el proceso que condujo al Mahasamadhi del Gurú inmortal. Los
últimos días de Paramahansa Yogananda estuvieron inmersos en actividades propias de la
anunciación de su muerte. El día en que Yoganandaji dijo: "Tengo una cita muy importante en el
mes de marzo", un discípulo le preguntó: -¿Se refiere usted a la cita con el Embajador de la India
en Mount Washington?- Él dijo “No”. -¿Se refiere usted al banquete que ha de celebrarse el 7 de
marzo, en el hotel Biltmore?-, “Tampoco”. Los discípulos repetidas veces le advertían que la fecha
era el 7 de marzo, pues él hablaba del banquete que se celebraría el 9 de marzo, fecha del
Mahasamadhi de su Gurú Sri Yuktesvar. Entonces de una manera distraída les decía: "Ah, si es
cierto, el día es el 7 de marzo".
El Maestro casi siempre cocinaba una parte de las golosinas que le eran servidas a sus
invitados. La noche del lunes 3 de marzo, él preparó dulces hindúes para el Embajador y su
comitiva, pues el día 4 le visitaría para conocer su obra en América. Ese día los visitantes rindieron
homenaje a la obra del Gran Gurú y al final cantaron el Himno Nacional de la India. Conocieron la
Iglesia de Todas las Religiones, y el Embajador quedó profundamente impresionado por la
dignidad y belleza de la obra de Yogananda. Hicieron una ultima visita a la Ermita del Lago que
contiene parte de las cenizas corporales de Mahatma Gandhi, y la comitiva dejo el recinto a las tres
de la tarde del 4 de marzo. Yoganandaji, invitó a la Sra. Ben Brown para que asistiera al banquete
Templo de la Kriya-Yoga 17
que se celebraría el 7 de marzo, en el Hotel Biltmore. Ella le preguntó, -Señor, ¿desea usted que yo
vaya?-. Él le contestó. "Tú debes ir, todas las miradas estarán sobre ti ".
El Maestro pasó el día siguiente, miércoles 5 de marzo, en un absoluto retiro, en su
departamento del tercer piso de la Sede Central, en Mount Washington. Les dijo a sus discípulos
que estaba preparando una pequeña cena para ellos que sería servida a las cinco de la tarde. En la
pequeña estancia estuvo muy cuidadoso con los preparativos y tuvo especial cuidado en sentarlos
en un orden especial indicándoles el asiento. Pidió que algunos platillos fuesen llevados para
aquellos discípulos que no pudieron sentarse a la mesa por falta de cupo. Los platillos preparados
por él fueron: arroz, curry con coliflor, sinharas, chana, luchis y dulces y golosinas hindúes, más
una refrescante y deliciosa bebida de lima. Durante la cena todos observaron cuan quieto y
pensativo estaba el Maestro. Sonó el teléfono. Una discípula atendió y era el Sr. Oliver Black, de
Detroit. Cuando estaban atendiendo la llamada el Maestro preguntó: “¿Volverá él a llamar más
tarde?. Le contestaron -No-. "Entonces deja que yo hable con él, ya que no habrá otra oportunidad".
El día 6 de marzo ofrecía un almuerzo a treinta y cinco miembros de la comunidad Hindú
de la parte sur de California, por tal motivo salió a las 8 de la mañana del día jueves para almorzar
con el Sr. Herbert Freed, Ministro del Centro de S.R.F. en Phoenix, Arizona, El Maestro estaba
contento y habló sobre planes para el futuro. Le tomó de la mano y le dijo: "Si todos ustedes
trabajan juntos, con amor, armonía, bondad, cariño y humildad, el trabajo de S.R.F inundará a todo
el mundo". Luego regresó a la cita con la comunidad hindú.

6.- ULTIMA VISITA A LA ERMITA.


"Después de todos estas actividades, el Maestro se dirigió a la Ermita del Lago en Pacific
Palisades, para ver como seguían los trabajos. Caminó hasta la casa del bote y conversó largamente
con los discípulos. Había surgido una discusión sobre el mundo y el Maestro dijo: "Todo no es más
que un juego de Dios”, y dio una plática sobre el engaño cósmico. El reverendo Stanley anunció
que la comida estaba lista. Mientras regresaban el Maestro indicó las partes que debían cuidarse
incluyendo las aguas del lago y los peces. Advirtió sobre los pescadores furtivos y que estuvieran
atentos a protegerlos para que éstos no fueran a parar al sartén de algún pescador aficionado. Se
rieron y Stanley le aseguró que también tomaría el debido cuidado de los peces. Luego el Maestro
se sentó al órgano y toco algunas de sus canciones favoritas, así como también música hindú.
Salieron a pasear por el lago y Stanley llamó los gansos, el Maestro les tiró pan y maíz y desde ahí
decidió donde debían colocar una obra de arte sobre la última cena de Jesucristo.
7.- ULTIMA VISITA A LA SEDE CENTRAL.
Cuando regresaron a la sede, el Maestro dijo: "Oh ya llegamos. Vamos, regresemos a los
edificios, quiero contemplarlos. El señor Gliff guió por la avenida de San Rafael y pasó por un sitio
que permitía una vista general de la sede. El sol ya se estaba poniendo y el Maestro dijo: "El
trabajo de la nueva pintura es maravillosa, ya se necesitaba". Regresaron a la puerta principal
donde un gran numero de Monjes había terminado con las prácticas de sus ejercicios y lo estaban
esperando. Allí dio una platica maravillosa que abarcó muchos tópicos y les aconsejó que fueran
más serios pero alegres y animados.
8.- ULTIMO DESEO SATISFECHO.
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"El Maestro se bajo del automóvil en la entrada principal de la Sede Central, y comenzando
a entrar vio una caja que estaba en un rincón, entonces preguntó: “¿Qué hay en esa caja?”. Un
discípulo la abrió y le dijo que había sido enviada por un discípulo residente en el estado de
Florida. La caja estaba llena de cocos verdes y el Maestro exclamó: "La Madre Divina ha
satisfecho mi ultimo deseo". Realmente la Madre Divina arregló todo para que ese pequeño deseo
que tenía, se cumpliese, exactamente un día antes de que abandonara su cuerpo. Abrieron un coco,
el Maestro dio un pequeño grito. "Ahora el agua". Bebió el agua del coco con verdadera fruición y
compartió la pulpa interna del coco con los discípulos que estaban allí, diciendo: "Un coco es una
buena y grandiosa comida, y es muy sana. Es ésta la primera vez que tomo agua de coco verde
desde que regresé de la India, hace diez años”. Como el Maestro hablaba con cierta alegría,
sonreíamos como de costumbre pero sentíamos cierta clase de vaguedad en la atmósfera. "Yo estoy
–continuó diciendo- engañando a esos tontos y últimos deseos, es decir, a los deseos sin deseos. Si
ustedes tienen una cosa, disfrútenla como un regalo de Dios; si no la tienen, entonces que esto no
les afecte en lo más mínimo"

9.- EL DÍA FINAL


Viernes 7 de Marzo. Luego de haberse cumplido su último deseo, otro discípulo que estuvo
presente recuerda algunos incidentes y dice: "Todo estaba consumado, no sólo para el
incomparable Maestro, sino para todos sus discípulos. En la mañana del día en que debería
celebrarse el banquete, el Maestro musitó de una manera muy suave lo siguiente: "En marzo tengo
una cita muy importante". Yo le recordé que estábamos en el mes marzo y él me replicó: "Si, es
cierto". -¿Pero que cita tiene usted Señor, que es tan importante? ¿Es la que tiene con el Sr.
Embajador?- "No, contestó él, esta cita es mucho más importante". Pregunté a los demás discípulos
sobre el particular pero ninguno de ellos sabía de otra cita, salvo la del banquete que debería de
celebrarse esa noche con el Embajador de la India. La hermana Faye Wright, discípula de
Yoganandaji desde 1931, dice en sus apuntes: "Durante todo ese largo día del 7 de marzo, el
Maestro estaba muy tranquilo. Pidió que nadie hablara en su presencia, y que los que estuvieran en
las habitaciones contiguas hicieran sus quehaceres de una manera silenciosa. A través de los años
los devotos habíamos aprendido a reconocer que una recomendación de esta índole significaba que
la consciencia del Maestro se retiraba internamente, mucho más profundamente que de costumbre.
Con frecuencia, durante todo ese día, los discípulos observaron que los ojos del Maestro estaban
dirigidos hacia arriba, al ojo espiritual, y cuando llegaba a hablar lo hacía con suavidad y gran
ternura. Todos experimentamos las inmensas vibraciones del amor divino que emanaba de él. La
Madre Divina, había tomado completamente posesión de él, y Ella lo estaba empleando como canal
para expresar y enviar sus bendiciones a todo el mundo". La discípula Shaly dijo: "Cerca de las 10
a.m., me mandó a llamar. Mi primera impresión al penetrar en su habitación fue de una profunda y
extraordinaria paz, todo estaba envuelto con la inmensa vibración del sonido cósmico de OM
(AUM). Él meditaba profundamente. Yo me senté y medité con él, un privilegio bendito, durante
unos diez minutos. Luego me dio unas instrucciones acerca de su traslado al hotel Biltmore. Un
departamento de dos habitaciones habían sido reservados las Nos. 10206 y 10207, porque dentro de
sus planes estaba llegar temprano y descansar en el mismo hotel hasta que llegara la hora del
banquete. Por la tarde, en la Sede Central, en el departamento del Maestro, empaqueté todas
aquellas cosas que consideré que él podría necesitar para pasar la noche afuera, ya que con toda
seguridad la recepción terminaría muy tarde. Luego me fui a mi habitación, regresando
posteriormente a las 3.30 p.m. Con precaución abrí la puerta, el Maestro estaba en completa
relajación en su silla reclinatoria, su cuerpo sugería tranquilidad y una quietud cadavérica. Este fue
el pensamiento que pasó por mi mente. Lo saludé, apenas abrió los ojos, sonrió y con su bendita y
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pequeña mano me tocó la frente. A las 4 de la tarde bajó de su habitación, en el trayecto conversó
con algunos discípulos y, sonriente, entró en su automóvil. La lluvia había cesado, pero el día era
fresco y nublado. Sin embargo cuando el Maestro abandonó la Sede Central, el sol hizo su
aparición por breves instantes. Llegamos al hotel a las 5 de la tarde. por el intenso tráfico que
encontramos. Pasó a sus habitaciones. Durante el trayecto estuvo callado y silencioso. Hice algunas
observaciones pero él únicamente contestó: "No distraigas mis pensamientos. Mis pensamientos no
deben ser perturbados". Me senté quietamente, esperando la hora de bajar al comedor. Le pregunté
si tenía planes para permanecer durante la noche en el hotel y me contestó: "Yo no me quedaré aquí
esta noche". El gran Maestro, sabía desde hacía tiempo, la fecha y momento de su
MAHASAMADHI o muerte voluntaria. Él sabía que habría de morir el 7 de marzo de 1952, y así
se lo comunicó a sus discípulos. La última fotografía que le tomaron fue hecha cinco minutos antes
de su muerte. En ésta una sonrisa de amor y nostalgia invaden su rostro y sus ojos envían la
bendición de Dios a todos sus discípulos. Yoganandaji había sido invitado para que hablara al
público en el banquete en honor al embajador de la India en los Estados Unidos, en el hotel
Biltmore de los Angeles. Esa tarde, a las 7 de la noche, Yoganandaji fue llevado a su asiento de
honor. A su derecha se sentó la Sra. Sen, esposa del Embajador, y a su izquierda se sentó la Sra.
Sharma, dama inglesa y esposa del Dr. J.N.Sharma, de los Angeles. El Maestro estaba situado
simbólicamente en medio del Oriente y el Occidente del mundo. Su fotógrafo personal, el Sr.
Frederick, había recibido instrucciones personales del Maestro Yogananda de no tomar ninguna
fotografía. Por esto sólo un fotógrafo comercial tomó tantas y tan hermosos fotografías del gran
Gurú en sus últimas horas sobre la tierra. Paramahansaji le dijo a la Sra. Sharma: "Recuerde
siempre que la vida tiene hermosas rosas pero también tienen espinas, y nosotros debemos aceptar a
ambas".
La plática del Maestro fue corta, terminó a las 9:30 p.m. Habló de Dios recitando su poema
"MI INDIA": “donde el Ganges, los bosques y las cuevas de los Himalayas y el hombre sueña con
Dios", "...yo estoy santificado porque mi planta piso su suelo". Cuando acabó de hablar, felizmente
sonrió a todos, su mirada se dirigió hacia arriba: al entrecejo u ojo espiritual, se flexionó
ligeramente a la derecha y luego se deslizó suavemente al suelo. Entró en Mahasamadhi y se
cumplió su profecía: "Yo he de morir con las botas puestas".
La misión externa del gran Gurú había terminado tal como lo dejo entrever en este poema:
"Sólo fui hecho para Ti. Mis manos fueron hechas para servirte gustosamente. Mi voz para cantar
Tu gloria. Mis pies para buscar Tus templos en todos los lugares. Mis ojos fueron hechos un cáliz
para contemplar Tu ardiente amor. Mis oídos para oír la música de Tus pisadas. Mis labios para
musitar externamente mi adoración a Ti".
Mi gurú Paramahansa Yogananda, con su ejemplo, nos señala el uso ideal que debemos
hacer del cuerpo humano. Hoy sus manos, pies, ojos, oídos, labios y cuerpo fueron silenciados.
Conforme él partió de su envoltura física, seguro estoy que cada uno de sus átomos cantan
continuamente - al igual como yo lo hago -, en su honor y llenos de gratitud una de las frases de su
enseñanza: "TU ME HAS USADO DEBIDAMENTE". Los médicos que en el Hotel Biltmore
examinaron el cuerpo de Yogananda, lo declararon muerto. La causa, supusieron, fue un "ataque
cardíaco", nombre que se le da a la muerte cuando la verdadera causa de ésta es inexplicable.

10.- TESTIMONIO DEL MILAGRO


20 Templo de la Kriya-Yoga
Un milagro después de muerto. Paramahansa Yogananda poseyó muchas de las facultades
que actualmente se estudian dentro de la Parapsicología. Su entrenamiento físico, mental y
espiritual, le permitía poder leer el pensamiento de sus discípulos, curarles de algunas dolencias y
sufrirlas personalmente para quemar el karma; también podía hacer que no surgieran pensamientos
negativos en la mente de sus seguidores. Pero la capacidad que más le ha hecho conocer en
Occidente, fue la de haber realizado su Mahasamadhi, es decir hacer su muerte voluntaria para
unirse con la Madre Cósmica o la forma femenina de Dios. La ciencia de la Parapsicología da el
nombre de “paratanatosis” al Mahasamadhi, ciencia transpersonal que nos sacude de esta realidad
virtual. A continuación transcribo el texto de la carta enviada por el Director de la Funeraria Forrest
Lawn Memorial Park, el 16 de Mayo de 1952 a los Ministros de Self-Realization Fellowship:
Señores de S. R. F.
Los Ángeles, California
Apreciados caballeros:
La ausencia de algún signo visual de descomposición en el cadáver de Paramahansa
Yogananda, ofrece el caso más extraordinario en nuestra experiencia. Las venas y arterias, con su
corriente sanguínea y todos sus músculos, permanecieron comparativamente libres de bacterias, a
pesar de que generalmente el deterioro de un cuerpo puede comenzar seis horas después de haber
muerto. En el caso de Paramahansa Yogananda no hubo desintegración física visible aún después
de haber transcurrido veinte días de su deceso. El cuerpo estuvo en la Funeraria bajo diaria
observación desde el 11 de Marzo, día de los últimos ritos funerarios públicos, hasta el 27 de
Marzo de 1952, cuando la urna de bronce fue sellada. Durante este período ninguna indicación de
moho era visible en la piel del cadáver de Paramahansa Yogananda, y no tuvo lugar ninguna
desecación o desecamiento visible en los tejidos corporales. Este estado de perfecta conservación
del cuerpo de Paramahansa Yogananda es, según lo que conocemos de los anales mortuorios, un
caso sin paralelo. Los funcionarios de la Funeraria vigilaron el cuerpo de Paramahansa
Yogananda, desde una hora después de su muerte ocurrida el 7 de Marzo, 1952. El cuerpo estuvo
entonces en la Sede Oficial de S.R.F, en su hogar de Mount Washington en los Ángeles, donde
muchos amigos se reunieron para contemplar su cuerpo. Para protección de la salud pública,
siempre es aconsejable embalsamar el cadáver si éste va a ser expuesto por varios días a la vista del
público. El embalsamiento del cuerpo de Paramahansa Yogananda tendría lugar veinte y cuatro
horas después de su muerte. Con regularidad, a una temperatura normal, la acción de las enzimas
de los intestinos de las personas muertas causan distensión de los tejidos de la región abdominal
después de seis horas de la muerte. Tal distensión no ocurrió en ningún momento en el caso de
Paramahansa Yogananda. Cuando nuestra Funeraria recibió su cadáver para ser embalsamado, éste
no presentó signos de deterioro físico y tampoco de ningún olor putrefacto, dos aspectos que
estaban ausentes y que son muy raros cuando la muerte ha ocurrido con veinte y cuatro horas de
anterioridad. El cuerpo de Paramahansa Yogananda fue embalsamado en la noche del 8 de Marzo
con la cantidad de fluido que habitualmente es utilizado en cualquier cuerpo de tamaño similar. No
fue necesario otro tipo de tratamiento inusual. En casos de cadáveres que ya están embalsamadas y
a la vista de sus amigos por un período de dos o tres semanas, es necesario asegurarse aplicar, en la
cara y manos, el embalsamado con una crema o emulsión de sellador de poros que evita,
temporalmente, la aparición externa de moho. En el cadáver de Paramahansa Yogananda no fue
necesario aplicar ningún tipo extra de embalsamador, esas emulsiones no se utilizaron, fueron
innecesarios por cuanto sus tejidos no sufrieron daño alguno y ninguna transformación notoria era
Templo de la Kriya-Yoga 21
visible. El cuerpo estuvo expuesto en la urna de nuestra funeraria desde las 10 p.m. del 11 de
Marzo para una observación diaria. La razón para este procedimiento fue la esperanza de que dos
Ministros de SRF, discípulos de Paramahansa Yogananda en la India, pudieran llegar a los Ángeles
durante el mes de marzo, y ver en la Funeraria el cadáver. En cualquier ataúd sellado, en que el aire
no puede entrar ni escapar, la humedad interna de los cadáveres embalsamados o no, pronto forman
un moho blanco en la piel, a menos que la crema protectora, no utilizada en este caso, haya sido
usada previamente. La característica natural de las proteínas es la de autodestruirse y producir el
ácido llamado tomaína. Cuando este ácido se vuelve activo, el deterioro de los tejidos se acelera. El
cuerpo de Paramahansa Yogananda estaba aparentemente libre de cualesquier impureza por medio
de las cuales las proteínas de los músculos pudieron autodestruirse para producir ácido de tomaína,
pero esto no sucedió. Sus tejidos permanecieron intactos. En el momento de recibir el cuerpo, el
personal de la Funeraria esperaba observar, a través de la tapa de vidrio del ataúd, los signos
usuales y progresivos del decaimiento corporal. Nuestro asombro aumentó día tras día, pues se
podía observar que no había cambio visible en el cuerpo de Paramahansa Yogananda que estaba
bajo permanente observación, permaneciendo aparentemente en un estado de fenomenal
inalterabilidad. En la mañana del día 26 de Marzo, observamos que ligeramente y apenas
sobresalientemente un cambio: la aparición en la punta de la nariz de una mancha castaña, del
tamaño de un cuarto pulgada en diámetro. Este vago espacio, muy pequeño, parecía indicar que el
proceso desecante podría finalmente estar comenzando. Pero ningún olor de descomposición
emanó de su cuerpo y ni siquiera apareció moho visible."
El testimonio escrito de un milagro después de muerto continúa con el texto de la carta
enviada por el Director de la Funeraria Forrest Lawn Memorial Park, de 16 de Mayo de 1952, a los
Ministros de Self-Realization Fellowship. (El mundo entero se entristeció el 7 de marzo de 1952
por la muerte de Paramahansa Yogananda, pero luego se alegró por las electrizantes noticias de
que el cuerpo del gran Maestro no sufrió deterioro alguno, demostrando el poder que tiene un
Yogui sobre su último enemigo: "la muerte). El texto de la referida carta es el siguiente: "Ningún
olor de descomposición emanó de su cuerpo y no apreció algún moho visible. En todo momento
permanecido normal en tamaño, no se revelan algún signo de arruga o “pellizcos” en los dedos y
manos, sitios donde el decaimiento desencante generalmente se presenta muy temprano. Los labios,
con su ligera sonrisa, retuvieron continuamente su firmeza. Ningún olor de descomposición emanó
del cuerpo de Paramahansa Yogananda. Aunque el ataúd permaneció sellado con la tapa de vidrio,
no estaba herméticamente sellado. Cualquier olor de putrefacción habría sido inmediatamente
detectado por las personas que estuvieran cerca del ataúd pues la naturaleza volátil de los olores
hacen imposible ocultar su presencia, excepto en circunstancias escasas que aquí no estuvieron
presentes. Después que se confirmó que los dos discípulos de India no llegarían sino a mediados de
1952, los Ministros de S. R. F. acordaron el 27 de Marzo darle sepultura. La tapa de vidrio fue
sellada con fuego a la parte más baja del ataúd. La cubierta masiva de bronce fue entonces puesta
encima y garantizado el sellado con soldadura y cerrojos. El proceso del sellado se realizó entre el
27 y 28 de Marzo. El ataúd fue llevado el 28 de Marzo para la cripta en el Gran Mausoleo en F. L.
M. P. permaneciendo allí hasta que la S. R. F. decida otra cosa. La apariencia física del cuerpo de
Paramahansa Yogananda, el día 27 de Marzo, justamente antes de colocar la cubierta de bronce
sobre el ataúd y de ubicarlo en la cripta, fue la misma que tenía el 7 de Marzo cuando murió. El 27
de marzo lucía tan fresco y sin estragos apreciables, tal como se había visto en la noche de su
muerte. El día 27 de Marzo no había ninguna razón para decir que su cuerpo había sufrido
cualquier desintegración física visible. Por estas razones es que planteamos de nuevo que el caso de
Paramahansa Yogananda es único en nuestra experiencia. El 11 de Mayo de 1952, durante una
22 Templo de la Kriya-Yoga
conversación telefónica entre uno de los representantes de la Funeraria y un Ministro de SRF,
comentaron toda la asombrosa historia que fue revelada por primera vez al mundo. Este oficial no
había conocido previamente todos los detalles porque no tuvo contacto permanente con el Director
de la funeraria sino sólo con el Departamento Administrativo. En favor de la verdad nos sentimos
complacidos de poder revelar públicamente este testimonio escrito en la revista de SRF, para
explicar lo ocurrido con el cadáver incorrupto de Paramahansa Yogananda”. De Ustedes,
atentamente, The Forrest Lawn Memorial Park.”

11.- UN GURÚ INMORTAL.


La vida y obra de Paramahansa Yogananda son cautivantes. Como verdadero propagador de
la religión hindú y como precursor espiritual que fuera elegido divinamente para mostrar la unidad
existente entre el Cristianismo y el Hinduismo original, es él quien disemina por todo el mundo la
Kriya Yoga como herramienta científica para lograr, por la vía rápida, la unión con Dios.
Me inspira en todo momento el hacerles llegar a ustedes, amigos lectores, lo grande y
hermoso que resulta hablar de la vida de mi Gurú Paramahansa Yogananda . El Gurú inmortal,
demuestra en su obra que es falso lo que comúnmente se pensaba: que la práctica de la ciencia del
alma, la Kriya Yoga, se circunscribía a los ascetas recoletos que vivían en bosques o cuevas de las
montañas. La misión de Paramahansa Yogananda consistió en demostrar que una persona de vida
familiar, que viva en cualquier lugar del mundo, puede recibir y practicar Kriya Yoga para alcanzar
el más alto beneficio espiritual. Yogananda prestó un servicio supremo al género humano al hacer
que la ciencia del Yoga y la técnica de la Kriya Yoga, se apliquen práctica y cotidianamente en la
vida diaria. Paramahansa Yogananda fue y es el vehículo Divino, el luminoso aporte a la difusión
mundial de la técnica liberadora de Kriya Yoga. En una de sus conferencias dictadas en la India, él
insistía en esto: "Toda la Creación y también los seres humanos están bajo las influencias de alguna
de estas tres gunas o cualidades cósmicas: la satvica o guna de la pureza, raja o guna activadora, y
tamas o guna obstructora, todas tres influyendo en cada uno de nosotros. Bajo la influencia de
tamas o la guna de la obstrucción, el ser humano desciende a niveles cada vez más bajos de
ignorancia y sufre el dolor del infierno que es creado por él mismo. Si no se eleva sobre esa fuerza
tamásica mediante acciones que lo rediman, cuando renazca tendrá tendencias demoníacas o
incluso puede nacer en una forma animal. Involucionar hasta volver a nacer en una forma animal,
brinda a quien obró mal una nueva oportunidad para expiar su mal karma, sin acumular más karma
en esa vida, pues un animal, al actuar por instinto y por no poseer libre albedrío, no es responsable
de sus actos y, por ello, no adquiere nuevo karma". La práctica de Kriya Yoga nos libera de todo y
acelera nuestra evolución.
Para concluir quiero manifestar que ha sido un privilegio traducir y narrarles a ustedes
pequeñas anécdotas de la vida mi Gurú Paramahansa Yogananda; y en verdad me siento feliz al
poder dar este testimonio del fino, delicado y completo carácter de la santidad de Paramahansa
Yogananda, un GURÚ INMORTAL.
“Que tu amor brille para siempre en el santuario de mi devoción y que pueda despertar tu
amor en todos los corazones”. Paramahansa Yogananda
Templo de la Kriya-Yoga 23

Gracias te doy, amado Gurú, porque


“TU ME HAS USADO DEBIDAMENTE”
OM... TAT... SAT...
Shanti., Shanti, Shantiji
Les Deseo Paz

Svami MahaPremananda
Lic. José Ángel Padrón Molina
Tlf: (076) 462120
MCMXCIII
Trabajo de microbiografía
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